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Disciplina e Autoestima

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1
DISCIPLINA Y 
AUTOESTIMA
Una guía
para padres
y docentes
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DISCIPLINA Y
AUTOESTIMA
Guía para padres y docentes
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4
5
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7
8
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15
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Disciplina positiva y asertiva
Estilos educativos
Consejos para disciplinar 
Las reglas y los límites 
Aceptando las órdenes
Disciplina vs. castigo
Recursos para disciplinar
Recomendaciones para docentes
La autoestima
Características de una autoestima 
positiva
Fomentando la autoestima en la 
escuela
Textos:
Yiniva Sánchez, equipo de Psicología de Fundación Valórate
Coordinación y edición:
Wendy Tribaldos
Presidenta de Fundación Valórate:
Ana María de Varela
Diseño:
Valeria González C.
Corrección:
Josefa Atencio
Esta es una producción conjunta de Fundación Valórate y 
Corporación La Prensa. Prohibida su reproducción sin fines 
educativos sin autorización previa. ¿Comentarios?, escriba a: 
clinica@fundacionvalorate.org Derechos reservados (2015).
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LA PRENSA
CRÉDITOS
ÍNDICE
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Ana María R. de Varela
3
Disciplina
Positiva y Asertiva
La autoridad de los padres y docentes cumple su función 
educativa cuando se ejerce con cariño, firmeza y paciencia.
Su ausencia trae consecuencias desfavorables, 
como la permisividad que ha invadido a 
muchas familias hoy día. Educar a los niños con 
disciplina positiva les permite: 
• Un autoconcepto realista y positivo. Les 
permite evaluar sus capacidades, fortalezas y 
debilidades. 
• Capacidad de valerse por sí mismo. Se 
estimula la firmeza de convicciones personales 
y les permite obtener autorregulación, 
autodominio, independencia y creatividad.
• Disposición al esfuerzo personal.
• Sentido de responsabilidad y de compromiso 
personal. Aprenden a ser responsable de sus 
acciones y asumir sus consecuencias.
• Adecuada competencia social. Por ejemplo: 
ser solidario, respetar los derechos de los 
demás, poder comunicarse correctamente y 
desempeñar sus roles sociales.
• Internalizar mejor las normas.
• Adaptarse a los 
cambios.
• Ser más 
independientes.
• Saber diferenciar entre 
el bien y el mal.
• Cumplir son 
responsabilidad y 
esforzarce por seguir 
las reglas. 
Es muy común escuchar en los padres 
la frase “No sé por qué no me hace caso”. 
Muchos tienen dificultades para imponer 
disciplina porque tienen:
• Temor a perder el amor de sus hijos.
• Miedo a dañar la relación.
• Significados extras de “dar lo que yo no 
tuve”.
• Temor a defraudarlos.
• No saben o les cuesta decir “no”.
• No querer frustrarlos... “ya sufrirán cuando 
sean mayores”.
• Les preocupa ser considerados autoritarios.
• No querer que sufran lo que ellos sufrieron.
• Compensar la falta de tiempo y dedicación 
con una actitud indulgente (y culpable).
¿Por qué los niños
son desobedientes?
• Necesidad de conocer sus límites y saber 
hasta dónde pueden llegar. 
• Comprenden que pueden seguir haciendo lo 
que quieren porque no perciben firmeza en 
los adultos. 
• Realizan aprendizajes a través de la 
observación y puesta a prueba.
• No piensan si está bien o mal.
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Highlight
con
Estilos educativos
Existen diversos patrones de crianza que 
impactan el desarrollo socio-emocional de 
un niño:
• Imponen sus normas sin lugar a la discusión. 
 Poca comunicación con sus hijos.
• Suelen castigar las conductas inadecuadas 
como único recurso para disciplinar y, muchas 
veces, sin explicación. 
• Consideran que el castigo por sí mismo es 
suficiente para cambiar la conducta. 
• Suelen tener baja autoestima y dependen en 
gran medida de la presencia de los padres 
para comportarse. 
• No han aprendido a interiorizar las normas, 
sino tan solo a cumplirlas por imposición 
externa o miedo al castigo. Tienden a 
sentirse culpables y deprimidos, tener escaso 
autocontrol y pocas habilidades sociales.
• Altos niveles de afecto y comunicación, pero 
bajos niveles de exigencia y control. 
• Son los padres de los típicos niños 
“consentidos”. 
• Están principalmente preocupados por 
satisfacer las necesidades de sus hijos y darles 
todo lo que necesiten, pero apenas les imponen 
normas y supervisan poco su cumplimiento. 
• Son, a primera vista, entusiastas, pero son 
más inmaduros e incapaces de controlar sus 
impulsos. 
• Carecen de autocontrol y son poco 
persistentes en las tareas, poseen baja 
tolerancia a la frustración, y tienen dificultad 
para aceptar límites.
• Apenas se implican con sus hijos, son poco 
afectuosos, y su sensibilidad hacia sus 
necesidades es muy baja o nula. 
• Son extremistas con relación a las normas y 
comportamiento, desde su ausencia total hasta 
reacciones violentas, generalmente motivadas 
porque el comportamiento de los niños les crea 
algún inconveniente. 
• Estos niños son los que presentan más 
problemas. 
• Tienen baja autoestima y problemas de 
identidad, conflictos en sus relaciones 
con los demás y dificultades de 
autocontrol.
• Suelen ser cálidos, pero firmes en cuanto a las 
reglas y los límites. 
• Son sensibles a las necesidades de sus hijos, 
estimulan la expresión de los mismos y les 
dejan un espacio para que empiecen a ser 
responsables y autónomos. 
• Se estimula al niño para que se esfuerce en 
conseguir una meta, sin presionarlo con aquello 
de lo que no están aún preparados. La clave es 
la constante comunicación con los niños. 
• Están contentos consigo mismos. 
• Tienden a ser más competentes socialmente, 
y poseer autonomía, responsabilidad, 
autorregulación y conciencia moral.
4
Para padres y maestros… ser consciente de su propia
conducta es el método eficaz para modificar la conducta de un niño
ESTILO
ASERTIVO
Hijos
Hijos
Padres
Padres
ESTILO
PERMISIVO
Padres
Padres
Hijos
Hijos
ESTILO
NEGLIGENTE
ESTILO
AUTORITARIO
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pero,
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conscientes
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conducta, 
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Consejos para disciplinar
Un plan de trabajo: Los padres 
deben especifi car la conducta deseada. 
Es un trabajo compartido y con metas 
defi nidas.
Paciencia: El proceso no es fácil ni se 
logra con rapidez. Es necesario tener calma 
hasta que se logre la conducta deseada. 
El niño necesita tiempo para aprender e 
interiorizar las reglas.
Consistencia: Se debe mantener 
lo establecido desde el primer momento, 
reforzando la conducta deseada y 
sancionando la no deseada. El variar le crea 
confusión al niño, quien termina haciendo lo 
que desea.
Para disciplinar se requiere:
Comprensión: Recuerde que es 
un proceso de aprendizaje, por lo cual es 
necesario entender los errores en la acción. 
Como se haga, determinará la actitud del 
niño durante este proceso.
Comunicación: Es necesario 
explicarles a los niños las razones buenas 
y malas de cada comportamiento. Ello 
les dará mayor conciencia de la acción 
realizada.
Respeto: Todos tenemos el derecho a 
ser tratados con respeto y dignidad. El niño 
que es respetado aprende a respetar.
Compartir: Ambos padres deben 
compartir la autoridad. No es saludable 
delegar la responsabilidad en uno solo.
Tener reglas y límites permite a los niños: 
• El aprendizaje de hábitos y conductas adecuadas a su edad.
• Desarrollar sentimientos de autonomía y seguridad en sí mismos.
• Sentirse que es guiado en su crecimiento personal: “si tengo límites 
y normas es porque se ocupan de mí”. 
• Desarrollar sentimientos de pertenencia a la organización familiar 
y social.
• Desarrollar sentimientos de autoestima cuando 
logra conseguir las metas que las normas o 
límites le presentan.
• Desarrollar el autocontrol y la autorregulación. 
Las reglas de la familia 
deben colocarse en un lugar 
visible donde se puedan ver 
y recordarse todos los días. 
Se recomienda no saturar 
a los chicos con reglas. 
Vaya poco a poco, y cuando 
ya algunas se hayan 
incorporado a su rutina, se 
le pueden agregar otras.Recomendaciones:
• Ser claros y específicos. Por ejemplo, si deseo 
que recoja sus juguetes, diga: “Debes recoger tus 
juguetes inmediatamente termines de jugar”. 
• Dar tiempo para el aprendizaje. No pretendamos ver 
cambios de inmediato: recuerde ser paciente.
• Sea firme. 
• Sostenerles por los hombros tranquilamente 
mientras le da las instrucciones.
• Mirarle directamente a los ojos.
• Hablarle de forma clara y tono firme.
• Ponernos serios, pero con voz tranquila.
• Insistir en ser obedecido.
• Ser consistentes y cumplir con lo pactado. Si se 
cumplen: refuerzo positivo. Si no se cumplen: 
cumplimiento de consecuencias.
• Incorporarles a ellos en el establecimiento de 
límites. Esto aumenta la probabilidad de que 
cumplan con las reglas, pues sienten mayor 
responsabilidad si ellas han creado ciertas normas 
en el hogar.
• Reconocer los propios errores y hacérselos saber.
• Confiar en los niños.
Las reglas y los límites 
6
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Highlight
ponerse
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Ponerse serio
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Highlight
Incoporarlos
7
Disminuya su número y limítese 
a las más importantes. 
Dé órdenes únicamente cuando 
esté preparado para hacerlas 
cumplir. 
Deben ser cortas y precisas.
 
Deben referirse al 
comportamiento específico que 
queremos que cumpla. 
Deben plantearse de manera 
positiva y con buen tono. 
De órdenes empleando el «has 
de…», en lugar del «deja de…». 
Todos los niños necesitan 
tiempo para responder a las 
órdenes. No dé varias órdenes 
seguidas. Espere a que haya 
obedecido o que hayan pasado 
unos 5 segundos. 
Recuerde elogiarle cuando 
obedezca las órdenes y las 
reglas familiares.
CAMINA DESPACIO
RECOGE TUS 
JUGUETES DEL SUELO 
AHORA MISMO
HABLA EN VOZ BAJA
HAZ TU CAMA
DEBES IR A DORMIR 
AHORA
VE A HACER LAS 
TAREAS AHORA
GUARDA LA ROPA EN 
SU LUGAR
LÁVATE LAS MANOS
Aceptando las órdenes
Para ayudar a los niños a aceptar órdenes, considere 
lo siguiente:
Ejemplos de 
órdenes
ADECUADA INADECUADA
NO CORRAS
VAMOS A GUARDAR 
LOS JUGUETES
NO GRITES
PODRÍAMOS HACER 
LA CAMA...
¿NO CREES QUE 
DEBERÍAS ESTAR 
ACOSTADO?
ME IMAGINO QUE 
TIENES TAREAS
¡TU HABITACIÓN ESTÁ 
HECHA UN DESASTRE!
¡QUÉ MANOS MÁS 
SUCIAS!
8
• Dígale: “Como has hecho tal conducta y eso va en contra de nuestras reglas, tienes que 
ir a tiempo fuera ahora”. Es importante que el niño sepa por qué se le está enviando al 
tiempo fuera y se debe hablar de eso con él antes de retirarlo.
• Debe permanecer en el sitio de «tiempo fuera» tantos minutos como años tenga. Por 
ejemplo, si tiene 6 años debe permanecer 6 minutos.
• Ignórale completamente mientras esté allí.
• Cuando termine el tiempo fuera, converse con el niño sobre lo ocurrido.
Recursos para disciplinar
El tiempo fuera o rincón de pensar:
Debe planificarse antes de ponerse en práctica. Defina el lugar donde se cumplirá, que puede 
ser una silla o un cuarto aburrido. El «tiempo fuera» debe ocurrir inmediatamente después de 
la conducta a corregir.
Pasos:
Retirar privilegios:
Al crear las reglas se debe establecer el retiro de algún privilegio como consecuencia de 
no cumplirla. Los privilegios deben ser cosas que le gusten y, si es posible, deben tener una 
relación lógica con la mala conducta. Se debe establecer por cuánto tiempo no podrá obtener 
nuevamente el privilegio.
Recuerde:
• Establecer medidas disciplinarias 
apropiadas para la edad. 
• Asegúrese de poder cumplirlas. 
• Impóngalas inmediatamente. 
• Sea amable y positivo: no 
discipline estando enfadado o 
alterado. 
• Use castigos que sean específicos 
 y cortos. 
• Tan pronto cumpla la medida 
disciplinaria, dele la oportunidad 
de demostrar que se puede portar 
bien a partir de ese momento.
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Highlight
Ignórele 
• Prestar atención cuando el niño se porte bien. No reserve sus elogios para los 
comportamientos perfectos. 
• Un elogio jamás debe ir acompañado de un “pero”. Por ejemplo, al decir: “¡Me 
alegra que estés haciendo tu tarea de caligrafía, pero deberías escribir más 
bonito!”. El agregar una crítica reduce el impacto positivo del elogio.
• Dele elogios específicos, para que el niño sepa qué es lo que le está elogiando. 
• Elogie transmitiendo alegría, sonriendo y con gestos de aprobación.
• Elogie de forma inmediata la conducta. No reserve el elogio para después. 
• Cuando elogie, hágalo acompañado de caricias, abrazos y besos. El 
comportamiento no verbal ayuda mucho a transmitir el elogio. confianza. 
• Elogie a su hijo delante de otras personas.
Me gusta muchísimo que seas amable.
¡Lo estás haciendo muy, pero muy bien!
¡Qué alegría me das, estás haciendo exactamente lo que te pedí!
¡Muy buen trabajo!
Me encanta cuando cooperas en los quehaceres. 
¡Has mejorado mucho!
Muchas gracias por ayudar a tu hermano.
¡Es estupendo lo que me has dibujado!
Estoy muy orgulloso de ti por tus logros.
¡Excelente trabajo!
El elogio
Es un poderoso motor de enseñanza. Hace más probable que la 
conducta positiva suceda más a menudo, aumenta los vínculos de 
afecto entre padre e hijo, y aumenta el amor propio del niño.
EL ELOGIO DEBE SER SINCERO Y JAMÁS 
ACOMPAÑADO DE UNA CRÍTICA
No olvide...
PRACTIQUEMOS...
UTILICE LA COMUNICACIÓN 
NO VERBAL
Dar un abrazo
Dar un beso
Aplaudirle
Dar una palmada en el 
hombro o en la espalda
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quehaceres
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Perder el control y golpear, 
gritar y usar palabras 
fuertes no enseña. El niño 
puede quedar asustado de 
momento, pero interiormente 
no ha hecho ningún propósito 
de cambiar. Además, 
lesionamos enormemente su 
autoestima.
El castigo severo frecuente 
vuelve a los niños más 
agresivos, sobre todo cuando 
se sienten molestados o no 
consiguen lo que quieren. 
También aumenta su 
hostilidad y su resentimiento, 
y reduce su tolerancia a la 
frustración.
Mientras más amado se 
sienta un niño por sus padres, 
más fácil es disciplinarlo. 
Un hijo tiene que identificarse 
y tener confianza a fin 
de aceptar las reglas sin 
resentimiento. 
Se recomienda que los padres 
controlen la conducta de sus 
hijos con refuerzos, en lugar 
de castigos.
Gritar
Es mejor hablar más bajo para llamar la atención de los 
niños que alzar la voz.
Pasar por alto la desobediencia
Hacerse de la vista gorda y omitir malos 
comportamientos lo desautorizan frente a 
sus hijos.
Castigos demasiado duros
“Estás castigado de por vida”, es algo exagerado por 
una falta que quizá no sea tan grave; además, trae 
resentimiento y confusión. 
Imponer consecuencias cuando 
usted está muy enojado
En esta situación solemos ser irracionales. Lo más 
probable es que digamos o hagamos 
cosas que pueden herir. Intente
calmarse y esperar a que la
ira pase.
Disciplina vs. Castigo
Si bien hay ocasiones donde es necesario la disciplina y aplicar 
consecuencias, el castigo violento es una forma ineficaz de 
disciplinar.
Cuando de disciplinar se 
trata, EVITE:
11
Los alumnos imitan el 
comportamiento de los 
adultos.
Para conseguir un comportamiento adecuado, 
los adultos deben ser un ejemplo para él.
Concretar el comportamiento.
Ser claros y específicos al dar una instrucción.
1. Expresar los sentimientos.
2. Reconocer los sentimientos del niño.
3. NO descalificar al niño. 
4. No amenazar con la pérdida del cariño.
5. No gritar continuamente por todo
6. Nunca compararlos con otros, NUNCA.
7. Evitar frases como “porque lo digo yo”, 
“porque sí” Utilizar fórmulas de cortesía con 
los niños.
Haz ahora los deberes durante media hora,
luego estudias los temas para el examen de...
Habla bajito. 
Trata bien a tus compañeros. 
Contesta con educación. 
Haz una letra legible, y borra si es preciso.
Enseñar soluciones alternativas a los conflictos.
Trabajar distintos tipos de pensamiento (ponerse en el lugar del otro, consecuencias y causas 
de una conducta). Se recomienda mantener charlas individuales con el alumno, en una relación 
cordial sin intimidación.
Los elogios por los avances del niño deben ser concretos, adecuados e inmediatos, lo que 
aumentala probabilidad de que esta conducta se interiorice y generalice.
Tener en cuenta la importancia de un ambiente relajado y 
tranquilo, ya que los entornos tensos, alborotados y poco estructurados aumentan la 
tensión del alumno.
Recomendaciones
para docentes
ES MEJOR DECIR... QUE DECIR...
Estudia.
No grites.
No pegues.
No hables mal.
No hagas mala letra.
La disciplina positiva es importante en las escuelas. La presencia de problemas de conducta en 
el aula suele ser un desafío que altera el clima de la clase. Es necesaria la colaboración entre 
la escuela y la familia. Esta colaboración es sumamente importante si se quiere conseguir 
resultados positivos.
PAUTAS PARA CONSIDERAR
EN LA DISCIPLINA DE UN NIÑO
A considerar: 
12
• Los alumnos deben tener en un lugar 
visible de la clase cuáles son las 
conductas a realizar. 
• Deben fi gurar el número de puntos o de 
fi chas a ganar por la realización de cada 
una de ellas en los espacios de tiempo 
que se establezcan en el programa. 
• Cuando un alumno realice una 
conducta que fi gura en el programa 
conceptualizada como punitiva deberá 
entregar el número de fi chas que se haya 
establecido (costo de respuesta) sin que 
ello ocasione ningún tipo de alteración 
emocional en el alumno o docente. 
Colocar en un lugar visible las normas de conducta
que se deben observar en el aula. Deben tener las siguientes características:
• Reglas cortas y concretas. Recomendamos no más de cinco reglas.
• Construir las reglas de manera positiva, evitar utilizar el “NO”. 
• Leer las reglas todos los días.
Para modificar conductas problemáticas:
• Observar el comportamiento del niño.
• Hacer una lista de conductas-problema 
que se desean cambiar, incluyendo la 
frecuencia en que aparecen.
• Ordenar la lista por orden de prioridades.
• Señalar las conductas que primero 
deseamos modifi car, aquellas en las que se 
puede obtener un resultado más rápido (las 
menos complicadas o las más frecuentes).
Utilice un programa de economía de fichas:
Consiste en establecer un sistema de refuerzo mediante la utilización de unas pequeñas fi chas o 
tarjetitas para premiar las conductas que se desean establecer. Realizando las conductas que se 
determinen previamente, los alumnos son recompensados con fi chas que, posteriormente, son 
intercambiadas por reforzadores materiales y/o sociales que en un principio se han acordado. 
Cuando las conductas se vayan adquiriendo como un hábito se debe ir espaciando los intervalos 
de intercambio, de modo que se produzca una deshabituación progresiva de las fi chas y de sus 
reforzadores. A tener en cuenta:
Sencillamente se le indicará qué conducta 
no deseable ha realizado y cuál es su costo, y 
proceder a la recogida de las fi chas. 
• Aclararle al alumno por qué motivo 
recibe o pierde una fi cha, para que asocie 
la relación de contingencia: conducta 
deseable-consecuencia positiva, y conducta 
indeseable-consecuencia negativa. 
• Se debe utilizar algún sistema de registro 
que esté expuesto a la vista de todos en la 
clase, cuando se trate de modifi car conductas 
a todo el grupo, o una tarjeta de registro 
individual para un alumno concreto.
• Elegir una o dos conductas para modifi car 
y olvidar las restantes. Más adelante, se 
podrán tratar estas últimas.
• Hacer un plan sobre las medidas que se 
tomarán en caso de que el niño responda 
bien (positivas) y en caso de que lo haga 
mal (negativas) a las reglas.
• Ser constantes en su puesta en práctica.
12
13
La autoestima es la idea que nos formamos de nosotros mismos. Se va forjando a través de 
nuestras experiencias positivas o negativas. No nacemos con una imagen predeterminada: 
aprendemos a vernos en los ojos de las personas que son importantes para nosotros. A medida 
que el niño va creciendo, su autoestima se fortalece o debilita con las nuevas etiquetas que le 
ponen los demás y él mismo.
Si un niño se siente querido y aceptado, aprende a percibir su valor propio, y ese sentimiento de 
tranquilidad es internalizado. La confi anza solo se establece en la casa y en la escuela si el niño 
siente seguridad física y psicológica y, por supuesto, si se siente aceptado.
La mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos y alumnos es haberles ayudado a 
desarrollar positivamente su autoestima, pues el valor personal que se tenga de sí mismo 
es la herramienta donde se apoyará para afrontar las inevitables difi cultades de la vida. La 
autoestima saludable protege contra la depresión, la ansiedad, las difi cultades de adaptación y 
de aprendizaje.
Confianza: 
Para probar nuevos caminos y 
posibilidades; para ver alternativas 
en las circunstancias difíciles.
Responsabilidad: Por sus 
actos y las consecuencias. No busca 
culpables sino soluciones. 
Expresividad:
Mostrar afecto, decir “te quiero”, 
halagar y tocar físicamente con 
límites.
Autonomía: Independencia 
para pensar, decidir y actuar, de 
acuerdo con las propias creencias y 
criterios.
La Autoestima
Un niño con una 
autoestima positiva 
tiene:
14
Al preguntar a muchos padres y docentes 
sobre las habilidades de un niño, las 
respuestas son pocas y, en ocasiones, hasta 
les es difícil enumerarlas. Sin embargo, si les 
preguntamos qué cosas no hace el niño bien, 
la lista es muy detallada. ¡Cambiemos este 
paradigma! REFUERZE LO POSITIVO Y LOS 
CAMBIOS SERÁN ASOMBROSOS. 
Es importante establecer retos realistas 
adaptados al nivel de desarrollo del niño y 
sus capacidades. Si un niño fracasa porque 
su objetivo era irrealista, se desmotivará y su 
autoestima se verá lesionada. Enfaticemos 
que no siempre será exitoso en todo y que 
los errores son experiencias que nos hacen 
desarrollar otras habilidades.
Si el adulto está obsesionado con los 
resultados y dejan a un lado la importancia 
del proceso que se requiere para alcanzar un 
objetivo, el niño se sentirá muy presionado 
y considerará cada fallo como un verdadero 
fracaso. Céntrese en el proceso de 
aprendizaje, ajustando estrategias. 
No sea un padre sobreprotector. Con el afán 
de protección optan por no dejarlos hacer, 
justificar los comportamientos inadecuados 
o hacer lo que le correspondería al niño. 
Si usted no deja que su hijo, por ejemplo, 
aprenda a manejar bicicleta por el temor a 
que se lesione es como decirle al niño “me 
parece que eres incapaz”.
• Recordar siempre que lo más adecuado es 
criticar la conducta y NO al niño. 
• Darle la oportunidad que experimente y, en 
todo caso, permitirle que se equivoque; no le 
haga todo y no le resuelva siempre. 
• Hacer que se sienta respaldado y apoyado en 
las buenas y en las no tan buenas.
• Evitar las comparaciones.
• Establecer un vínculo de confianza: 
escúchelo, aunque sea unos minutos, TODOS 
los días. Le transmitirá que se interesa 
por sus cosas y podrá descubrir mucha 
información de lo que sucede a su alrededor.
• Comentarle los aspectos positivos de su 
conducta.
• Ayudarlo a analizar correctamente sus 
problemas.
• Tratarlo siempre con respeto.
• Ayudarlo a aceptar sus propias limitaciones.
• Ser una persona en la que se puede confiar.
• Señalar sus errores cuidando su orgullo y 
dándole los medios para mejorar.
• Usar siempre un lenguaje positivo.
• Estimular la expresión de los sentimientos.
• Animarlo a corregirse a sí mismo.
¡Todavía no habla bien
y ya tiene 3 años!
¡Nunca prestas atención!
¡Siempre te portas mal! 
Características
de una autoestima
positiva
Para fortalecer la autoestima 
de un niño, debe:
Lo que disminuye la 
autoestima
• La disciplina inconstante
• La sobreprotección
• Las palabras hirientes
• Las críticas constantes
• Acentuar sus debilidades más que sus 
fortalezas.14
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Una autoestima 
positiva en 
nuestros 
estudiantes:
• Favorece el aprendizaje.
• Los hace más responsables
• Fomenta la creatividad.
• Propicia habilidades sociales 
saludables.
Fomentando
la autoestima en la escuela
Además de su labor curricular, la escuela transmite un sentido 
de pertenencia a un grupo donde se desea ser aceptado y 
comprendido.El ambiente escolar puede favorecer o difi cultar 
el desarrollo integral de un niño, lo cual puede impactar en su 
autoestima.
¿Qué puedo hacer como docente para fortalecer la autoestima 
de mis estudiantes?
• Sea positivo cuando se dirige a sus estudiantes. Los niños necesitan que se les diga que están 
haciendo bien y que se les resalte sus cualidades. Verá el impacto de sus palabras al decirles “Eres 
muy bueno resolviendo problemas”, “Haz hecho un gran esfuerzo, muy bien”, “Qué bonito te ha 
quedado ese dibujo”.
• Escúchelos, y respete el punto de vista de sus alumnos.
• Procure un clima de clase favorable. Es importante que el niño se sienta seguro, respetado y 
aceptado, conociendo sus capacidades y limitaciones.
• Evite las situaciones competitivas entre sus estudiantes. No comparar bajo ninguna circunstancia. 
• Preste atención a las burlas y comentarios hirientes entre sus estudiantes. El docente suele ser el 
primero en detectar situaciones de bullying.
• Corregir, no etiquetar. Ataque la conducta negativa, no al niño.
• Dar oportunidades de éxito a los alumnos con difi cultades.
• Permita que el niño aprenda disfrutando. Procure que sus clases sean amenas.

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