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391Valvulopatías cardíacas © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. de las cuerdas o de las valvas de la válvula. Los pacientes con una degeneración mixomatosa primaria tienen un mayor riesgo de sufrir una endocarditis infecciosa (v. más adelante), así como una muerte súbita cardíaca por arritmias ventriculares. En raras ocasiones se producen ictus u otros infartos sistémicos por embolias asociadas a los trombos que se forman en la aurícula izquierda. Valvulopatía reumática La fiebre reumática es una enfermedad inflamatoria multisisté- mica de mecanismo inmunológico, aguda y que aparece tras la infección por estreptococos b-hemolíticos del grupo A (suele ser una faringitis, pero en menos ocasiones la infección afecta a otras localizaciones, como la piel). La cardiopatía reumática es la mani- festación cardíaca de la fiebre reumática y se asocia a inflamación de todas las zonas del corazón, aunque la inflamación y la cicatrización de las válvulas determinan las consecuencias clínicas más importantes. La valvulopatía suele causar una estenosis mitral fibrosante con deformidad valvular; de hecho, la cardiopatía reumática es, básicamente, la única causa de estenosis mitral adquirida. La in- cidencia de fiebre reumática (y también de cardiopatía reumática) ha disminuido de forma notable en muchas regiones del mundo occidental en estas últimas décadas, algo que se debe a una combi- nación de mejores condiciones socioeconómicas, a un diagnóstico y tratamiento más rápidos de la faringitis estreptocócica y a la reducción fortuita (e inexplicada) de la virulencia de muchas cepas de estreptococos del grupo A. A pesar de todo, en los países en vías de desarrollo y en áreas urbanas de bajo nivel económico de EE. UU., la fiebre reumática y la cardiopatía reumática siguen constituyendo importantes problemas de salud pública. características clínicas La fiebre reumática aguda suele afectar a niños; la principal ma- nifestación clínica es una carditis. A pesar de todo, aproximada- mente el 20% de los primeros ataques aparecen en adultos y el rasgo predominante será la artritis. Los síntomas se observan en todos los grupos de edad unas 2-3 semanas después de la infección por estreptococos y vienen anunciados por fiebre y una poliar- tritis migratoria —que suele afectar a una articulación grande después de otra con aparición de dolor y tumefacción durante unos días y posterior resolución de forma espontánea sin ninguna PATogENIA la fiebre reumática aguda es una reacción de hipersensibilidad que clásicamente se ha atribuido a anticuerpos frente a las mo- léculas de los estreptococos del grupo a y que experimentan reacciones cruzadas con antígenos del huésped (v. también capítulo 4). en concreto, los anticuerpos frente a las proteí- nas M de algunas cepas de estreptococos se ligan a las proteínas del miocardio y a las válvulas cardíacas, y ocasionan lesiones por activación del complemento y de las células que expresan el receptor Fc (incluidos los macrófagos). los linfocitos t cD4+ que reconocen los péptidos de los estreptococos pueden dar lugar a reacciones cruzadas con los antígenos del huésped e inducir respuestas inflamatorias mediadas por citocinas. el retraso característico de 2-3 semanas en la aparición de los síntomas tras la infección se explica por el tiempo necesario para generar una respuesta inmunitaria: los estreptococos no se identifican en estas lesiones. Dado que solo una minoría pequeña de los pacientes infectados desarrollan la fiebre reu- mática (se estima que el 3%), es probable que la susceptibilidad genética determine la aparición de una respuesta inmunitaria cruzada. las lesiones crónicas fibróticas son la consecuencia predecible de la curación y de la cicatrización asociadas a la resolución de la inflamación aguda. MorFologÍa la fiebre reumática aguda se caracteriza por focos in- flamatorios definidos en distintos tejidos. las lesiones infla- matorias del miocardio —llamadas cuerpos de Aschoff— son patognomónicas de la fiebre reumática (fig. 10-19, B); se trata de colecciones de linfocitos (sobre todo t), con células plasmáticas aisladas y macrófagos rechonchos activados, co- nocidos como células de Anitschkow y que, en ocasiones, aparecen salpicados dentro de las zonas de necrosis fibrinoide. las células de anitschkow presentan abundante citoplasma y núcleos centrales de cromatina condensada, que forman un lazo delgado y ondulado (se denominan células en oruga). Durante la fiebre reumática aguda, es posible identificar cuerpos de as- choff en cualquiera de las tres capas del corazón —pericardio, miocardio o endocardio (incluidas las válvulas)—. por eso se dice que la fiebre reumática ocasiona una pancarditis, con las siguientes características destacadas: • Existe un exudado fibrinoso en el pericardio, que, en gene- ral, se resuelve sin secuelas. • La afectación del miocardio —miocarditis— adopta la forma de cuerpos de aschoff aislados en el seno del tejido conjuntivo intersticial. • La afectación valvular ocasiona necrosis fibrinoide con de- pósitos de fibrina que siguen las líneas de cierre (fig. 10-19, A) y forma vegetaciones de 1-2 mm —verrugas— con escasas alteraciones de la función cardíaca. la cardiopatía reumática crónica se caracteriza por la organización de la inflamación aguda y la consiguiente cica- trización. los cuerpos de aschoff son sustituidos por una cicatriz fibrosa, de forma que estas lesiones no se suelen encon- trar en la cardiopatía reumática crónica. lo más característico es el engrosamiento y la retracción permanentes de las cúspides y de las valvas de la válvula. clásicamente, las válvulas mitrales muestran engrosamiento de las valvas, fusión y acor- tamiento de las comisuras, y engrosamiento y fusión de las cuerdas tendinosas (fig. 10-19, C-E). la formación de puentes entre las comisuras valvulares y la calcificación da lugar a una estenosis con forma de «ojal» o «boca de pez» (v. fig. 10-19, C). el estudio histológico muestra neovascularización (evidente macroscópicamente en fig. 10-19, D) y fibrosis difusa que oblitera la arquitectura valvular normal. la consecuencia funcional más importante de la cardiopatía reumática es la estenosis y regurgitación valvulares, aun- que suele predominar la primera. la afectación es exclusiva de la válvula mitral en el 70% de los casos y en otro 25% se asocia afectación mitral y aórtica; la válvula tricúspide se suele afectar con menos frecuencia (y de forma menos intensa), mientras que la válvula pulmonar casi siempre está respetada. cuando la este- nosis mitral es importante, se produce una dilatación progresiva de la aurícula izquierda por la sobrecarga de presión, lo que da lugar a una fibrilación auricular. la combinación de dilatación y fibrilación representa un sustrato fértil para la trombosis y es fre- cuente que se formen grandes trombos murales. la congestión venosa pasiva de larga evolución determina los cambios vascu- lares y parenquimatosos pulmonares, típicos de la insuficiencia cardíaca izquierda. con el tiempo, esto provoca una hipertrofia ventricular derecha con insuficiencia en esta zona. en la estenosis mitral pura, el ventrículo izquierdo suele ser normal. c a P Í T U L o 10392 corazón discapacidad residual—. Aunque cuando aparecen los síntomas los cultivos son negativos para el estreptococo, en general, los títulos de anticuerpos séricos frente a uno o más antígenos del es- treptococo (p. ej., estreptolisina O o ADNasa) suelen estar aumen- tados. Entre los signos clínicos de carditis se encuentran el roce de fricción pericárdico y las arritmias; la miocarditis puede ser tan agresiva que se produzca una dilatación cardíaca con insuficiencia funcional de la válvula mitral e ICC. A pesar de todo, menos del 1% de los pacientes fallecen por fiebre reumática aguda. El diagnóstico de fiebre reumática aguda se establece a partir de la demostraciónserológica de infección previa por estreptococos asociada a dos o más de los llamados criterios de Jones: 1) carditis; 2) poliartritis migratoria de las articulaciones grandes; 3) nódulos subcutáneos; 4) exantema cutáneo en forma de eritema marginado, y 5) corea de Sydenham, un trastorno neurológico caracterizado por movimientos rápidos involun- tarios y sin sentido (el llamado baile de San Vito). Una serie de criterios menores, como fiebre, artralgias, cambios del ECG o aumento de los reactantes de fase aguda, permiten también confirmar el diagnóstico. Tras el ataque inicial y la aparición de memoria inmuno- lógica, los pacientes resultan cada vez más vulnerables a la reactivación de la enfermedad cuando se vuelven a infectar por estreptococos. La carditis suele empeorar con cada recaída y las lesiones se acumulan. Sin embargo, la carditis reumática crónica no se suele manifestar clínicamente hasta años o incluso décadas después del episodio inicial de fiebre reumática. En ese momen- to, los signos y los síntomas de la valvulopatía dependerán de la válvula cardíaca afectada. Además de distintos soplos cardíacos, hipertrofia y dilatación del corazón e ICC, los pacientes con una cardiopatía reumática crónica suelen presentar arritmias (sobre todo fibrilación auricular asociada a una estenosis mitral) y com- plicaciones tromboembólicas por trombos murales auriculares. Además, las válvulas cicatrizadas y deformadas suelen ser más susceptibles al desarrollo de una endocarditis infecciosa. El pronóstico a largo plazo es muy variable. En algunos casos se produce un ciclo inexorable de deformidad valvular, con la consiguiente alteración hemodinámica, que induce una mayor fibrosis deformante. La reparación o sustitución quirúrgica de las válvulas enfermas ha mejorado mucho el pronóstico de los pacientes con una cardiopatía reumática. Endocarditis infecciosa La endocarditis infecciosa es un trastorno grave que necesita diagnóstico e intervención urgentes. Típicamente, la invasión por microbios de las válvulas cardíacas o el endocardio mural —a Figura 10-19 cardiopatía reumática aguda y crónica. A. Valvulitis aguda reumática de la válvula mitral superpuesta a una cardiopatía reumática crónica. Se reconocen pequeñas vegetaciones (verrugas) a lo largo de la línea de cierre de la valva de la válvula mitral (flechas). los episodios previos de valvulitis reumática han ocasionado un engrosamiento fibroso con fusión de las cuerdas tendinosas. B. aspecto microscópico de un cuerpo de aschoff en una carditis reumática aguda; existe necrosis central asociada a una colección delimitada de células inflamatorias mononucleares, entre las que se encuentran algunos macrófagos activados con llamativos nucléolos y una cromatina ondulada central (en oruga) (flechas). C y D. estenosis mitral con engrosamiento fibroso difuso y distorsión de las valvas de la válvula, fusión de las comisuras (flechas) y engrosamiento con acortamiento de las cuerdas tendinosas. Se reconoce una marcada dilatación de la aurícula izquierda, vista desde la parte superior de la válvula (C). D. Valva anterior de una válvula mitral reumática abierta; obsérvese la neovascularización inflamatoria (flecha). E. pieza de resección quirúrgica de una estenosis reumática de la válvula aórtica, en la que se aprecian engrosamiento y distorsión de las cúspides con fusión de las comisuras. (E, tomado de Schoen FJ, St John-Sutton M: Contemporary issues in the pathology of valvular heart disease. Hum Pathol 18:568, 1967.) Capítulo 10 - Corazón Valvulopatías cardíacas Valvulopatía reumática Características clínicas Endocarditis infecciosa
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