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1 | P á g i n a 
 
INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
Unidad Nº 06 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
I. NOCIONES BÁSICAS DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA: 
 Etapas del ciclo vital, conflictos en cada etapa. 
 
II. EL AT EN LA NIÑEZ: 
 Características del trabajo terapéutico con niños. Función específica del at con niños, 
modalidad, intervenciones, estrategias 
 El juego como vehículo para la conformación del vínculo terapéutico. 
 Funciones y características del Acompañamiento Terapéutico escolar con niños. 
 
III. EL AT EN LA ADOLESCENCIA: 
 Características del trabajo terapéutico con adolescentes. Función específica del at con 
adolescentes, modalidad, intervenciones, estrategias. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN 
LAS DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
Ciclo vital de la 
persona humana: 
niñez, adolescencia, 
juventud, adultez, 
senectud. 
 
 
 
1. ROL Y FUNCIÓN DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO 
 
 
 
I. NOCIONES BÁSICAS DE PSICOLOGÍA EVOLUTIVA. 
 
 
Introducción. 
 
La Psicología Evolutiva es el área de la psicología que se ocupa del estudio de los 
procesos de cambio psicológico que ocurren a lo largo de la vida humana, considerando también 
aquellos cambios relacionados a lo biológico , como también a las crisis y conflictos naturales de 
la vida. 
El hombre, a lo largo de su vida y a través de los años va cambiando. El niño da lugar al 
adolescente, después al joven, luego al adulto y 
finalmente al anciano hasta que culmina el ciclo vital. 
El ciclo vital de la persona humana suele dividirse en 
distintos períodos, con características particulares, entre 
los que podemos mencionar: niñez, adolescencia, 
juventud, adultez, senectud. 
El desarrollo de la persona a lo largo de la vida, abarca 
las diferentes dimensiones que la constituyen. Con fines 
didácticos es que se plantean ciertos procesos fundamentales en algunas de las dimensiones del 
desarrollo. 
 
 
 
En la presente unidad, se abordará de manera breve y sintética una descripción por las diferentes 
etapas que vive el niño y el adolescente, que pueden servir como una aproximación a cada uno 
de sus mundos, posibilitando así una reflexión acerca de las intervenciones que como 
acompañantes terapéuticos pueden realizarse. 
 
PROCESOS 
FUNDAMENTALES 
DE LAS 
DIMENSIONES DEL 
DESARROLLO 
Procesos biológicos 
Movilidad, crecimiento 
músculo-esqueletal, 
sensación, coordinación, 
maduración neurológica. 
Procesos socio-
emocionales 
Personalidad, 
temperamento, actitudes, 
emociones, relaciones 
interpersonales, 
socialización y cultura. 
Procesos 
intelectuales 
Pensamiento, 
inteligencias, lenguaje —
simbólico y gráfico—, 
estilos de aprendizaje, 
percepción. Creatividad, 
estrategias para pensar y 
solucionar problemas. 
INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN 
LAS DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
II. EL AT EN LA NIÑEZ. 
El desarrollo infantil suele subdividirse en diferentes períodos, que si bien pueden presentarse de 
manera universal, adoptan características particulares a partir de las condiciones contextuales en 
las que se desarrollan los niños, como así también de las singularidades propias de la 
personalidad. 
Sin embargo, podemos nombrar las siguientes: período prenatal (desde la concepción hasta el 
nacimiento), infancia (los dos primeros años) y niñez. Diversos autores denominan de diferentes 
maneras los momentos en la niñez. En el siguiente cuadro se presentan de manera sintética las 
diferentes etapas planteadas por distintos autores. 
 
 (Cabe aclarar que se presentan de manera sintética, el alumno podrá profundizar los contenidos 
recurriendo a las fuentes de los autores) 
El 
niño 
 
Etapas 
psicosex
uales 
según 
Freud 
Etapas del desarrollo 
de las relaciones 
objétales de Mahler 
Etapas del 
desarrollo del niño 
en los dos 
primeros años de 
vida según 
Winnicott 
El desarrollo en 
los primeros 
meses según 
Spitz 
Estadios de la 
epistemología 
genética 
según Piaget 
0 – 2 
años 
de 
vida 
Etapa Oral 
(El placer se 
centra en la 
boca como 
chupar, 
morder, 
masticar) 
 
0-1 mes Autismo normal (Sin 
respuesta a estímulos 
externos) 
2-3 meses Simbiosis Normal 
(Yo y no Yo indiferenciados; 
fusión con la madre) 
4-8 meses Diferenciación 
(Intentos iniciales de 
separación; exploración 
sensorial del ambiente 
externo; frecuente 
comprobación de la presencia 
de la madre): 
9-15/18 meses Ejercitación 
(La locomoción permite 
mayor exploración del 
mundo; creciente separación 
temporal de la madre) 
15/18 meses-18/24 
meses Reacercamiento o 
Aproximación (Conflicto entre 
la independencia y la 
dependencia; la criatura 
desea estar con la madre, 
pero teme ser absorbida por 
ella.). 
Período de Madre e 
hijo inseparables 
dependencia total (0-
6 meses): 
 
0-2 meses Fase 
Funcional (Madre e hijo 
inseparables) 
2-6 meses Fase de 
integración 
(Diferenciación 
progresiva) 
 
Período de 
dependencia relativa 
(6-24 meses): 
 6-15 meses Fase de 
Personalización 
(Comienzo de la 
existencia psicosomática 
Individual) 
15-24 meses Fase de 
objeto o realización 
(El niño se relaciona con 
la madre de forma 
separada). 
0-3 meses Etapa 
Sin objeto (no hay 
diferenciación entre 
precepción, actividad 
y funciones) 
3-7 meses Etapa 
precursor del 
Objeto (Primer 
organizador: la 
Sonrisa y el objeto 
precursor: el rostro 
humano) 
7 – 12 meses 
Etapa del objeto 
real 
(Segundo 
organizador: 
Angustia ante el 
extraño en el 8º mes 
y el tercer 
organizador es el 
“No” en el 15º mes). 
Estadio I 
0- 2 años 
Sensoriomotor 
(Patrones 
organizados de 
comportamiento 
utilizados para 
representar y 
responder ante 
objetos y 
experiencias. 
Juego motor o de 
ejercicio). 
2 – 3 
años 
de 
vida 
Etapa Anal 
(El placer se 
centra en la 
evacuación 
del intestino 
y la vejiga; 
se trata de 
afrontar la 
exigencia de 
control). 
De 24 meses en adelante 
Individualidad y constancia 
Objetal (Desarrollo del sentido 
permanente del Yo y 
representaciones emocionales 
y mentales de los demás). 
 ESTADIO II: 
Preoperatorio 
Simbólico (2 y 5 
años) 
El pensamiento es 
egocéntrico, 
artificialista, 
animista y finalista. 
Juego simbólico. 
Lenguaje.) 
4-5 
años 
de 
vida 
Etapa 
Fálica (La 
zona de 
placer está 
en los 
genitales; 
se lidia con 
los 
sentimientos 
sexuales 
incestuosos) 
 ESTADIO II: 
Preoperatorio 
Intuitivo (5 a 7 
años) 
(El pensamiento es 
concreto, 
irreversible, 
centrado en un 
aspecto, rígido y 
estático, limitado al 
“aquí y ahora”, 
centrado en lo 
perceptual) 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
 
El niño 
 
Etapas 
psicosexuales 
según Freud 
Etapas del 
desarrollo de 
las relaciones 
objétales de 
Mahler 
Etapas del 
desarrollo del 
niño en los dos 
primeros años 
de vida según 
Winnicott 
El desarrollo 
en los 
primeros 
meses según 
Spitz 
Estadios de la 
epistemología 
genética según 
Piaget 
6 -12 
años de 
vida 
Etapa Latencia 
(Sentimientos 
sexuales 
reprimidos) 
 ESTADIO III: 
Operatorio Concreto. 
(7 a los 12 años) 
Se centra en más de un 
aspecto, aplica su 
comprensión sólo a 
objetos concretos que 
pasaron por sus 
sentidos. Juego reglado) 
12 años 
en 
adelante 
Etapa Genital 
(Maduración de los 
intereses sexuales) 
 ESTADIO III: 
Operatorio Formal. 
(de los 12 años en 
adelante) 
(Seriación, clasificación, 
conservación. Tiene una 
visión abstracta del 
mundo. Utiliza la lógica 
formal) 
 
 
 
Se tomarán los aportes realizados por Juan Luque Martos, enuno de sus artículos en las que 
presenta de manera sintética las principales características de los niños en las diferentes 
etapas. 
 
ETAPA DE 0 a 3 años: 
El nivel de los 0-3 años conforma la primera de las 
llamadas fases objetivas de la persona, que son aquellas en las 
que se da un predominio del sentido de la realidad y del interés 
por lo que le rodea. Es un periodo tranquilo y de una sociabilidad 
serena. 
 
Los rasgos psicológicos de este nivel de edad nos dicen que: 
 El niño toma conciencia de su yo hacia el año y medio. 
 Manifiesta un intenso egocentrismo, lo que le puede llevar 
a establecer actitudes defensivas hacia los desconocidos. 
 En torno a los tres años se encuentra inmerso en un 
rápido proceso de afianzamiento personal. 
 Se siente afectivamente dependiente de la madre. 
 Es ingenuo y crédulo ante lo que se le dice y se le muestra. 
 Se siente muy atraído por los objetos móviles y sonoros. Se da una tendencia al 
fetichismo en la que dota de vida a los objetos: es muy normal que hable con sus juguetes. 
 Emplea y asume un lenguaje sensorial, concreto y dinámico, basado en la experiencia 
cercana. 
 Etapa en la que vive feliz y satisfecho, sin afanes críticos. 
 
Papel del espejo de la madre y la familia en el desarrollo del niño 
En el desarrollo emocional individual el percusor del espejo es el rostro de la madre. 
En las primeras etapas del desarrollo emocional del niño desempeña un papel vital el ambiente, 
que en verdad aún no ha sido separado del niño por éste. Poco a poco se produce la separación 
del no-yo y yo, y el ritmo varía según el niño y el ambiente. Permítaseme simplificar la función 
ambiental y afirmar en pocas palabras que implica: 
 
 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
1) Aferrar 
2) Manipular 
3) Presentar el objeto. 
 
El niño puede responder a éstos ofrecimientos ambientales, pero el resultado en el bebé es la 
máxima maduración personal. 
Por maduración en ésta etapa se entiende los distintos significados de la palabra integración, así 
como la interrelación y relación de objetos psicosomáticos. 
¿Qué ve el bebé cuando mira el rostro de la madre? 
Por lo general se ve a sí mismo. En otras palabras la madre lo mira y lo que ella parece se 
relaciona con lo que ve en él. Pero muchos bebés tienen una larga experiencia de no recibir de 
vuelta lo que dan. Miran y no se ven a sí mismos. Surgen consecuencias. Primero empieza a 
atrofiarse su capacidad creadora, y de una u otra manera buscan en derredor otras formas de 
conseguir que el ambiente les devuelva algo de sí. (…) 
Esta visión del bebé y el niño que ven la persona en el rostro de la madre, y después en un 
espejo, ofrece la manera de ver el análisis y la tarea psicoterapéutica. 
 
ETAPA DE 3 A 6 AÑOS. 
Nos encontramos ante un momento de maduración 
psicológica del niño a partir de la cual adquiere 
habilidades que van requiriendo mayor complejidad. 
 
 
Los rasgos psicológicos de este nivel nos dicen que: 
La dependencia afectiva de los adultos sigue vigente. 
Se da una fuerte carga de mimetismo: imita mucho a 
los niños con los que convive. 
Es comparativo, envidioso y a veces celoso. 
Ya está en disposición de aprender a dominar sus 
tendencias posesivas y sabe distinguir lo propio de lo 
ajeno. 
 
 Existe un predominio del lenguaje sensorial, al tiempo que crece el comprensivo y el 
expresivo. Es la etapa de fabulación por excelencia. 
 Surgen los primeros conceptos éticos: comienza a diferenciar la verdad de la mentira. 
 Su religiosidad es antropomórfica: se imagina lo divino en términos humanos. 
 
ETAPA DE 6 A 9 AÑOS: 
En esta etapa, conocida como la edad del uso de razón, suele 
tener lugar el despertar de la conciencia. A partir de ahora cobrará 
un nuevo protagonismo el medio escolar, pues su influencia se 
extenderá a todos los ámbitos. 
 
 
Los rasgos psicológicos de este nivel nos dicen que: 
 Nos encontramos ante una etapa psicológicamente 
tranquila; donde el niño se abre a la vida con una gran 
curiosidad. 
 En cuanto al desarrollo de su inteligencia se inicia la 
capacidad razonadora y aparece el pensamiento lógico-
concreto. El lenguaje se hace rico y expresivo, pues también aumenta su capacidad de 
comprensión y de escucha. 
 Predomina el sentido positivo: el niño se adapta bien a su entorno, suele ser fácil de 
conformar y no acostumbra a ser muy crítico con los adultos. 
 Su sociabilidad abierta le hace sentirse muy cómodo con los demás. El egocentrismo, típico 
de los años anteriores, va siendo superado. Ya distingue nítidamente entre realidad y 
fantasía. 
 
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TERAPÉUTICO EN LAS 
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Unidad Nº 06 
 En su trato familiar sigue siendo muy afectivo, aunque ahora los compañeros ocupan un 
lugar preponderante. Sus sentimientos se muestran muy cambiantes, pues se siente muy 
influido por las situaciones por las que atraviesa. 
 Vive con gusto las virtudes humanas: generosidad, compañerismo, sinceridad… Le gusta 
agradar a los adultos y que aprueben su conducta. 
 Es capaz de elaborar escalas de principios morales, al tiempo que ya posee conciencia 
clara de lo que debe regular en su comportamiento: es un momento ideal para la formación 
de hábitos. 
 
ETAPA 9 A 12 AÑOS 
Antes de que concluya esta etapa, ya se pueden 
establecer ciertas diferencias entre las niñas y los 
niños, toda vez que aquellas entran en el periodo de 
la preadolescencia casi dos años antes. 
Se puede afirmar que, en torno a los diez años, el 
niño toma conciencia de sí mismo en los 
principales aspectos de su vida. El entorno familiar 
continúa influyendo, pero cada vez pesa más el 
entorno social. 
Al concluir estos años, el niño deja de ser niño para 
adentrarse en la etapa de la preadolescencia. 
Los rasgos psicológicos de este nivel nos dicen 
que: 
 El niño toma conciencia por sí mismo de lo que le conviene y de lo que puede 
perjudicarle (lo que no significa que siempre acierte en sus apreciaciones); aun manteniendo 
planteamientos intuitivos, cada vez se vuelve más reflexivo, pasando del método intuitivo 
al deductivo. 
 Es el momento del pensamiento operacional concreto. La imaginación dejará paso a lo 
racional, pues ya se encuentra en condiciones de sintetizar y estructurar sus conocimientos. 
Busca conocer el porqué y el para qué de las cosas. 
 Se desarrolla su capacidad de atención, al tiempo que la memoria se planifica. Su 
capacidad de trabajo le lleva a ganar en laboriosidad, sobre todo si ya tiene hábitos 
adquiridos en la anterior etapa. 
 Se plantea muchos objetivos, preferentemente si están vinculados con el grupo. Sus 
relaciones sociales se ensanchan, siendo firme en sus compromisos. 
 Aunque puede mostrarse desobediente aún no ha llegado el momento de la rebeldía, pues 
su relación con los adultos continúa siendo muy positiva. 
 Poco a poco irá desarrollando su propia individualidad e independencia. Le gusta 
sobresalir, al tiempo que se muestra muy sensible al aplauso o a la crítica. 
 Construye con naturalidad su propia escala de valores. Muchas situaciones intentará 
resolverlas por sí mismo, sin dejarlas traslucir a los adultos. Los padres han de ser 
conscientes de que se acerca el momento en el que el hijo aprenda a volar solo. 
 Periodo muy importante para que la conciencia se forme con criterios rectos, para 
aprender a valorar lo bueno y lo bello. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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TERAPÉUTICO EN LAS 
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Unidad Nº 06 
En este proceso la persona 
humana experimenta cambios 
en todas las dimensiones de su 
ser que se evidencian en los 
niveles social, sexual, físico, 
psicológica y espiritual. 
 
 
III. EL ATEN LA ADOLESCENCIA. 
 
Tradicionalmente la adolescencia es definida como la etapa en la que se busca establecer su 
identidad adulta. Fernández Mouján (1986) sostiene que se caracteriza por un estado confusional 
transitorio, creado por los procesos de duelo y el aumento de las tendencias libidinales y 
agresivas. 
Bloss (1993) ha definido la adolescencia como una etapa de tránsito de duelo, en la que el joven 
se tiene que despojar del ropaje de su niñez, y en la que también se vuelve a enfrentar a toda la 
conflictiva edípica. 
Los cambios se producen a partir de la pubertad. Durante un periodo que podemos situar entre 
los doce y los quince años se producen cambios profundos en los sujetos que se manifiestan en 
todo lo que hacen. Los niños y niñas dejan de serlo para pasar a convertirse en adolescentes. 
Esos cambios son tanto físicos como psicológicos 
y sociales. 
Desde el punto de vista físico se observa una 
gran aceleración del crecimiento y cambios en el 
cuerpo. Desde el punto de vista psicológico, una 
manera diferente de abordar los problemas y de 
entender la realidad y la vida, unida a 
capacidades intelectuales muy superiores y un 
gusto por lo abstracto y por el pensamiento, y 
desde el punto de vista social, el establecimiento de relaciones distintas con sus pares y adultos y 
la búsqueda de un lugar propio en la sociedad. 
 
Cambios físicos en la adolescencia. 
El comienzo de la adolescencia viene marcado por modificaciones físicas muy aparentes que 
constituyen lo que se denomina pubertad. El cambio físico más evidente se refiere al tamaño y la 
forma del cuerpo y también al desarrollo de los órganos reproductivos. Se produce un rápido 
aumento en la velocidad de crecimiento. Ésta, alcanza su periodo máximo hacia los doce años en 
las niñas y hacia los catorce en los niños. Los cambios en los adolescentes se observan el 
aumento de la longitud del cuerpo, su forma y a las relaciones entre las partes, al desarrollo de 
los órganos reproductivos y a los caracteres sexuales secundarios. 
Los cambios físicos del adolescente siguen una secuencia que es mucho más consistente, que su 
aparición real, aunque este orden varíe en cierta forma de una persona a otra. 
 
Aspectos psicológicos implicados en la adolescencia 
 
Aberastury y Knobel (1995) definieron el duelo como el conjunto de procesos psicológicos y que 
se producen normalmente ante la perdida de un objeto amado y que llevan a su renuncia. Los 
tres duelos fundamentales son por el cuerpo infantil, por el rol y la identidad infantil y por los 
padres de la infancia, aunque también se une a ellos el duelo por la bisexualidad infantil perdida. 
Tradicionalmente, la adolescencia ha sido subdividida en tres etapas: pubertad o adolescencia 
temprana, adolescencia media y adolescencia tardía. 
Fernandez Moujan, las caracteriza según los duelos que el adolescente vivencia. 
 
La pubertad o adolescencia temprana: se extiende aproximadamente entre los 10 y 14 años 
de edad. El duelo se centra en el cuerpo, afectando especialmente al yo corporal, que vive la 
doble pérdida de su cuerpo infantil y de las partes del yo ligadas a aquel cuerpo y que constituían 
el esquema corporal. 
 
La adolescencia media: se extiende aproximadamente entre los 15 y 18 años. El duelo se 
centra más en el Yo psicológico (identificaciones y la función imaginativa y pensante). En este 
periodo se entra en la fase de desesperación, surgida ante la percepción más total de lo perdido y 
de lo adquirido, ante el vacío dejado por las pérdidas objetales y de partes del yo. Es más 
frecuente el desarrollo de la ambivalencia con intentos de integración, asunción progresiva de la 
culpa y ante la negación maniaca de lo perdido puberal, se desarrolla el sentimiento de pena 
(Gutiérrez López, 2002). 
 
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Unidad Nº 06 
La búsqueda de la propia 
identidad, del sí mismo, 
es una tarea propia de la 
adolescencia. 
 
 
 
La adolescencia tardía: abarca de los 18 a los 25 años. Esta etapa coincide con la tercera etapa 
del duelo: el desplazamiento hacia nuevos objetos diferentes a los de la infancia. Hay una 
elección más libre de las relaciones con los objetos externos y supone el logro de una identidad 
básica que capacita al sujeto para estar solo, imprescindible para el logro de la identidad 
(Gutiérrez López, 2002). 
 
Duelos por los que atraviesa el adolescente 
 El primer duelo por el que atraviesa el adolescente se da en la pubertad o en la etapa inicial, 
éste se refiere a la pérdida del cuerpo de niño. Todo cambio que se produce en nivel corporal 
implica necesariamente una elaboración a nivel psíquico, hay que tener en cuenta que el 
cuerpo junto con otros aspectos de la persona forman parte de la identidad. 
 Otro duelo por el que atraviesan es el de los padres de la infancia, la relación y las 
interacciones con ellos cambian considerablemente. Ya no se produce la interacción 
complementaria típica de la niñez, la cual va girando hacia la concordancia. Esto es debido a 
que el hijo va adquiriendo distintas actitudes y conocimientos que lo llevan a asumir 
responsabilidades sin que necesite ser sistemáticamente complementado por los padres. 
 En la adolescencia final se atraviesa por el duelo de la identidad y el rol infantil. Deberá 
diferenciarse de los demás y a la vez buscar la aceptación de los mismos. Debe producirse 
un pasaje de la identidad reconocida a una identidad asumida. El adolescente se consolida, 
conoce ya sus posibilidades y sus limitaciones, y generalmente surge una conciencia de 
responsabilidad. 
 
Desde una visión constructiva del self, la tarea propia del desarrollo en la adolescencia es la 
elaboración de un guión personal. (Fernández –Alvarez, 1992)Se desarrollan también procesos de 
autonomía e independencia. 
La búsqueda de la propia identidad, del sí mismo, es una tarea propia de la adolescencia. La 
pregunta que quizás caracteriza a esta etapa de la vida es : ¿Quién soy?. En el intento por 
responder esta pregunta el adolescente suele 
comenzar con el proceso de identificación. “La 
identificación se inicia con el moldeamiento del yo 
por parte de otras personas, pero la información 
de la identidad implica ser uno mismo, en tanto el 
adolescente sintetiza más temprano las 
identificaciones dentro de una nueva estructura 
psicológica”. 
Tienen que construir su autoconcepto y una 
identidad nuevos, que incluyan como se ven a si mismos y como les ves los demás. 
 
Desarrollo social en la adolescencia. 
En todas las edades, el medio social tiene una influencia notable, pero en la adolescencia ocupa 
un lugar preponderante. 
El desarrollo social del adolescente e empieza a manifestarse desde temprana edad, cuando en su 
infancia (podemos decir a partir de los 10 años) .A medida que se va desarrollando empieza a ver 
otras inquietudes a la hora de elegir a un amigo es electivo tienen que tener las misma 
inquietudes, ideales y a veces hasta condiciones económicas; el grupo es heterogéneo compuesto 
de ambos sexos ya no es como anteriormente en la niñez que en su mayoría eran homogéneas.. 
La comprensión la buscan fuera, en los compañeros, en los amigos, hasta encontrar el que va a 
convertirse en su confidente, en ocasiones el adulto o los padres no llenan esos requisitos. 
La necesidad del contacto psicosocial presenta características peculiares en la Adolescencia, que 
se puede resumir en: 
 
 
Creciente contacto con la sociedad 
El joven pasa gran parte de la jornada fuera de la propia familia; en la escuela y en el ambiente 
de trabajo tiene la posibilidad de establecer interacciones sociales con sus pares y con los demás 
cada vez más extensas y duraderas. 
 
 
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TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
UnidadNº 06 
Las funciones del at se irán 
delineando a partir del caso y 
de las características 
singulares del adolescente. 
 
 
Creciente adhesión a las ideologías corrientes 
La adquisición de poderes mentales más vastos, el acceso al pensamiento formal y a todas las 
operaciones que comporta, además de facilitar la compresión del ambiente, suscita en el 
adolescente el deseo de elaborar teorías, de participar activamente en las ideas de los hombres 
con que vive y las corrientes de pensamiento cultural de los contextos sociales en que está 
inserto. 
 
Creciente comportamiento de los demás 
Dependiendo siempre de la maduración intelectual, y también emocional y social el adolescente 
se hace más idóneo para ponerse en sintonía con los demás, para dialogar con sus pares y con 
los adultos, para descubrir el significado de sus actividades, para colaborar en el plano de las 
ideas. 
 
Creciente emancipación de la familia 
A medida que las experiencias sociales del adolescente se extienden y se amplían los contactos 
con las personas, se separa emocionalmente de su propia familia, parcialmente de los padres. Los 
cambios condicionados por la pubertad tienen una incidencia fundamental en el proceso de 
emancipación de la familia por parte del adolescente. 
 
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO – ADOLESCENTES. 
Se puede incluir un at en una estrategia de tratamiento para un adolescente que presente 
trastornos del desarrollo, retraso mental, autismo o alguna discapacidad mental. Asimismo, en 
casos de anorexia o bulimia como así también en adicciones. 
Entre las funciones que puede desempeñar el at 
son: facilitar la expresión del adolescente a 
partir de que el mismo pueda compartir 
sentimientos, sus intereses, sus preocupaciones y 
temores, constituyéndose así el espacio del AT, 
como un espacio posible de elaboración de 
aquellos aspectos. Amenizar el sufrimiento y 
re significar la experiencia. Asimismo, puede ayudar a promover nuevas modalidades de 
vinculación con los pares como así también con su familia. 
El at deberá sostener su tarea en la creatividad y espontaneidad propias del adolescente, para 
poder acompañarlos en sus subjetividades. 
 
El aspecto lúdico constituye un aspecto importante en los AT con adolescentes, ya que posibilita 
la vinculación entre at y acompañado, como así también brinda la posibilidad de expresar de 
manera simbólica las emociones, preocupaciones, temores, ansiedades. 
 
ALGUNAS CARACTERÍSTICAS QUE DEBE TENER EL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO PARA 
ESTAR CON ADOLESCENTES. 
Un Acompañante Terapéutico, Sergio D. Suárez Sardón sostiene ciertas características: 
 
 Sigue lineamientos psicológicos, pedagógicos y terapéuticos de reuniones del departamento o 
equipo técnico. 
 Tendrá que ser objetivo al decidir 
 Saber crear límites en la intervención. 
 La relación debe ser de ayuda. 
 No deberá crear predilecciones. 
 Se basará en una relación, teórica, práctica, y de experiencia. 
 La información la deberá manejar con ética en reuniones técnicas. 
 Deberá ser coherente entre pensar, sentir, y actuar. 
 Deberá ser conciente de sus logros y dificultades. 
 Tendrá que ser modelo de cambio, ya que todo lo que se ve se aprende más rápido que lo 
que se oye. 
 
 
 
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TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
CASO “S” 
 
Internada en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires.15 años,1, 57m. 39 kg. Dos días en terapia 
intensiva por una descompensación cardiaca, ya que había dejado de ingerir alimentos casi por 
completo. Al momento de pasarla a una sala común, donde le fue colocada una sonda, la 
psicóloga y la nutricionista, recomendaron que realice sus comidas en presencia de una 
acompañante terapéutica, nunca frente a sus padres, con quienes tenía grandes discusiones. 
Familia de "S": padres y dos hermanos, clase media alta. Empleada doméstica, quien advirtió 
sobre la posibilidad de un problema en la alimentación de "S". 
Medicada con un antipsicótico, para "tranquilizarla" según palabras de la madre, además tomaba 
distintos suplementos dietarios y vitamínicos. 
Equipo de tratamiento conformado por una psicóloga, una nutricionista, un psiquiatra y dos 
acompañantes terapéuticas, quienes realizan turnos para compartir todas las comidas del día. 
En principio las A.T. acompañaban en las comidas en la sala común de la clínica, debiéndose 
retirar las visitas. Quedaban solas "S" y la A.T., por recomendación de la nutricionista y la 
psicóloga. En ese momento la paciente cambiaba su humor por completo: pasaba de un estado 
relativamente calmo, a enfurecerse, llorar y gritar. Se negaba a comer lo que ofrecían en la 
clínica, diciendo que la querían engordar, que todos querían convertirla en una "cerda". Por ese 
motivo la A.T. debía estar atenta a que no arrojara la comida al piso ni que la escondiese, ya que 
cualquier descuido era propicio para ello. En medio de toda esta situación, debía intentar un 
diálogo, persuadirla para que comiera, por lo menos, una cuarta parte de lo que se encontraba en 
el plato. Tardaba mucho tiempo en terminar de comer los tres platos, enseguida alegaba un dolor 
de panza, debía descansar un buen momento y volver sobre el siguiente. Esta rutina se repetía 
en cada una de las comidas del día. Después de comer, se sentaba en una silla para hacer la 
digestión durante una hora y, estando allí, realizaba un movimiento continuo chocando sus 
piernas flexionadas, como si hiciese algún tipo de ejercicio físico. La tarea de las acompañantes 
terapéuticas era evitar, también, que realizara cualquier tipo de movimiento voluntario, con el fin 
de quemar las calorías que había ingerido. Cuando comenzaba a mover sistemáticamente las 
piernas, le preguntaba si se sentía bien, si sentía frío y por qué movía sus piernas de esa forma. 
De esta manera interrumpía el ejercicio por un rato. 
El acompañamiento en la clínica se extendió por 15 días. Durante ese transcurso "S", fue 
aceptando poco a poco la presencia de las A.T., y fue comiendo cada vez un poco más. En más de 
una ocasión dijo a la A.T. que la "vigilaba", entonces se hizo necesario hablar con ella sobre su 
rol, le explica que no estaba ahí para vigilarla, sino para acompañarla en sus comidas. 
La nutricionista decía que "S", "cueste lo que cueste, debía terminar todos los platos". Esto la 
enfurecía, por lo que se trataba de apaciguar un poco esta situación "negociando" la cantidad de 
comida que debía ingerir de cada plato. Esta "negociación" fue planeada por su psicóloga, quien 
prefería que no terminara su plato a cambio de que fuera cediendo en otros aspectos: su 
intención era que la paciente tomara conciencia de la situación que estaba atravesando. Para ello 
pedía que sus acompañantes terapéuticas hablen acerca de la muerte y de lo que le pudo haber 
pasado si no hubiera salido de terapia intensiva. Pero "S" era muy reticente a hablar de esos 
temas, decía que no le importaba nada, y que si se moría "mala suerte". Evidentemente la 
muerte no era un punto de inflexión, no le interesaba hablar de ello y se mostraba indiferente. 
También sugirió hablar de la "felicidad". Como vemos, las intervenciones propuestas apuntaban 
a un fortalecimiento del yo. Un nuevo problema surgió cuando "S" se enteró que sería dada de 
alta en la clínica. Su psicóloga le avisó que el acompañamiento terapéutico debía continuar en su 
casa, como una internación domiciliaria. Ella lloraba diciendo que no quería, que quería volver al 
colegio. Finalmente, aceptó. 
Sólo podía permanecer en la planta alta de la casa, pero le habían permitido ir, una vez al día, a 
la planta baja. Estas restricciones se tenían que cumplir al pie de la letra, ya que aprovechaba 
cualquier situación para ponerse en movimiento. Era necesario, también, controlar el tiempo que 
tardaba en el baño, ya que era el único momentoen que se encontraba sola, y aprovechaba esa 
ocasión para saltar o hacer abdominales. 
Entre comida y comida miraba televisión. En ocasiones hablaba del colegio y de las materias que 
estaba cursando hasta el momento de la internación. Apareció la idea de volver pronto al colegio. 
Entonces, abandonó el hábito de mirar televisión y comenzó a estudiar para recuperar las 
materias que había perdido. 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
Se le hablaba de comidas que pudieran llegar a gustarle, pero para todo tenía un gesto de 
rechazo. "S" evitaba hablar de ello. 
A la hora de comer se quejaba de su entorno: repetía que no quería ser una "gorda cerda" y que 
todos estaban en su contra. En medio de todo el llanto la A.T. trataba de preguntarle qué era ser 
una "gorda cerda" y qué pensaba sobre lo que pretendían los demás. Cuando se calmaba trataba 
de comer, pero lo hacía con suma dificultad, siempre diciendo que se sentía "llena". Ensayaba 
todo tipo de trampas con la comida: escondía pedazos de carne debajo de la servilleta, dejaba 
chorrear la sopa sobre la bandeja, esparcía el yogur sobre la tapa, disimulaba la cantidad de 
comida esparciéndola contra los bordes del plato, entre muchas otras artimañas. 
Tanto sus padres como la nutricionista pedían que se la amenazase con una posible internación 
en Aluba si no comía lo que debía. Cuando se le comunicó esto a la paciente respondió, como 
siempre, con indiferencia. 
Después de algunos intentos comenzó a hablar, dijo que se veía muy gorda, que toda la ropa le 
quedaba fea, que si seguía engordando no iba a querer salir más a la calle. Dijo que todos 
querían que ella fuese una "cerda". 
Pudo llegar a una conclusión con la A.T.: que ambas no percibían lo mismo con respecto a la 
imagen corporal, pero de ninguna manera se impone desde un lugar de correcta percepción de la 
realidad. Dijo que no entendía por qué todos la veían muy flaca si ella se sentía muy gorda. Pedía 
que se le explicase qué le estaba ocurriendo. Se le dijo que era muy importante que se haya 
podido formular una pregunta, que haya tenido un interrogante, pero que era necesario que lo 
hablara con su psicóloga, que quizás con ella pudieran encontrar alguna respuesta. 
A medida que fue subiendo de peso pudo volver al colegio pero un a solo turno. Primero empezó 
a concurrir por la mañana, por lo tanto, llegaba a su casa a la hora del almuerzo. La 
reincorporación al colegio le permitió a "S" encontrarse con algunas amigas, a quienes había 
rechazado durante todo el momento de la internación, tanto dentro del sanatorio como en su 
casa. 
El acompañamiento terapéutico implica no sólo vivir la cotidianidad del paciente, sino también la 
de su familia. Cuando estaban solas podían dialogar con mayor tranquilidad y la hora de la 
comida, si bien siempre fue conflictiva, era más sencilla sin la intervención de sus padres. Por ello 
fue necesaria la intervención de acompañantes terapéuticas, a fin de ofrecerle un espacio distinto, 
no persecutorio, donde pudiese desplegar sus palabras, sin la intervención del significante 
"comida". De todas maneras, a medida que fue evolucionando el tratamiento, los padres debieron 
ser quienes acompañaran a su hija a la hora de comer. Comenzaron con el desayuno y luego con 
la cena, de manera que las A.T., sobre el final, concurrían sólo durante la tarde. Cuando llegó al 
peso esperado, retomó el colegio por completo. De modo que el trabajo de las acompañantes 
terapéuticas fue espaciándose cada vez más, y sólo concurrían cuando los padres lo creían 
necesario. 
Así, el acompañamiento terapéutico fue llegando a su fin, aunque el tratamiento psicológico y 
nutricional siguió su curso. (Extraído del relato completo de la Lic. Carla Battista) 
 
 
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO EN NIÑOS 
El trabajo del AT se puede realizar con niños que presentan 
diferentes psicopatologías infanto juveniles tales como las del 
espectro autista. Asimismo, con niños que no presentan un 
diagnóstico de patología, pero en los que se observan 
dificultades tales como: relaciones con los pares, 
impulsividad, hiperactividad, angustia de separación, entre 
otros. 
La demanda del AT en niños es cada vez mayor y más 
amplia, constituyéndose el at como un recurso terapéutico 
singular en el abordaje de niños. Se puede mencionar las 
siguientes: acompañamiento terapéutico al vínculo temprano 
y acompañamiento escolar. 
 
 
 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
Acompañamiento terapéutico al vínculo temprano 
Es un área que poco a poco va teniendo mayor demanda. El at se realiza desde la concepción 
hasta el primer año de vida del recién nacido. Se acompaña a la mujer, que tiene alguna 
patología mental o se encuentra atravesando una situación de crisis particular y está 
embarazada. Acompañándolas a ellas en las características psíquicas y físicas particulares del 
embarazo, posibilitando un vínculo saludable con su bebé. 
La intervención del Acompañante 
Terapéutico se desempeña facilitando tareas 
de contención, escucha, fortaleciendo lazos 
y vínculos, actuando como agente 
catalizador de las relaciones etc. “De esta 
manera el A.T, observa y opera 
terapéuticamente con la paciente desde su 
diario vivir e informa al equipo detalles que 
sin duda resultan de vital importancia en el 
logro de los objetivos propuestos y del 
mismo modo en la recuperación de la 
paciente”. 
 
Acompañamiento terapéutico en niños: acompañamiento escolar. 
En la siguiente cita observamos la importancia de los vínculos afectivos en los niños, a partir del 
cual radica la eficacia del AT con ellos. 
 
Los vínculos afectivos: reconocimiento del acompañamiento terapéutico Los niños 
argumentan que una manera de demostrarles empatía es cuando se manifiesta interés por su 
estado de salud. Para ellos, los profesionales de enfermería lo consiguen con las visitas que les 
realizan diariamente, para saber cómo se encuentran: Suele ser por las mañanas que me 
preguntan qué tal estoy, que si estoy bien, cómo me siento, siempre preguntas. A veces están 
más simpáticas y me gusta (E22, 64). Esta breve interacción se convierte en un factor 
determinante de la percepción que tienen los niños sobre las actitudes que asume enfermería en 
la atención. El que se indague, de manera constante, por cómo están, lo interpretan como una 
muestra de acompañamiento. Los niños valoran, de un modo especial, a aquellos profesionales 
que promueven esa cercanía: Si, hay una enfermera que nada más entra en el turno viene aquí 
para preguntarme, no sé, se preocupa muchísimo por mí, eso me gusta, me gusta que venga 
para que me pregunte a ver cómo estoy (E19, 30). Un punto fundamental en la percepción de los 
niños es el grado de sintonía que sienten en la interacción. Ellos van, paulatinamente, evaluando 
el trato recibido: saludo, preguntas, apoyo y confort brindado. Además, las demostraciones de 
afecto para los niños están relacionadas con las expresiones corporales y el lenguaje no verbal 
que emplea el personal de enfermería durante las intervenciones terapéuticas. Para ellos, son 
manifestaciones que le hacen sentirse reconocido y apreciado: Es que estoy siempre igual, estoy 
súper bien, cada vez que vienen las enfermeras me animo mucho más porque me miman mucho, 
siempre es igual (E10, 35). Los menores, cuando consideran que los adultos son cercanos, crean 
vínculos afectivos con facilidad. Para los niños, una forma en que expresa cercanía y afecto es 
cuando le hacen saber que se sintieron bien con su presencia en el hospital: Bueno, quieren que 
me quede. Me dicen quédate con nosotros. Les da pena cuando les digo que a lo mejor me voy. 
No quieren que me vaya (E5, 57). Con este tipo de frases, el profesional de enfermeríale hace 
saber al niño que existe una vinculación de amistad. La expresión quédate con nosotros se utiliza 
para trasmitirle al niño un sentimiento de filiación, de cariño y pertenencia hacia el lugar donde 
se le está cuidando. 
Del mismo modo, los niños saben que serán recompensados con la empatía y el cariño de los 
profesionales de enfermería cuando su comportamiento ha sido bueno en las diferentes 
intervenciones. Cuando me hicieron la prueba, que me porte bien me decían, que lo hice muy 
bien. Porque siempre es igual, cuando me dicen lo vas a hacer bien, luego me animaban mucho 
(E17, 34). En este sentido, si los profesionales de enfermería perciben que el niño asimiló las 
recomendaciones y su comportamiento fue el esperado, utilizan expresiones de aliento, 
acompañadas a veces de manifestaciones cariñosas tales como un beso o una caricia. Todos 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
estos gestos claramente incentivan el ánimo del menor, mostrándose complacidos y receptivos 
ante la interacción. 
La demanda de acompañamientos terapéuticos en el ámbito escolar ha aumentado en los últimos 
años, diferenciándose en su función de otros roles en el espacio educativo, como pueden ser de 
maestros integradores, de apoyo, maestros especiales, etc. 
El AT escolar se constituye entonces con sus propias particularidades y características. En 
ocasiones se puede incluir un at en el ámbito escolar en una estrategia de tratamiento con 
múltiples funciones. Una de ellas es se relaciona con la posibilidad del at de acompañar al niño o 
adolescente en su ámbito escolar, en días y horarios pautados por el terapeuta o equipo tratante, 
sosteniéndolo emocional y afectivamente para que pueda funcionar en las relaciones 
interpersonales, como así también en ocasiones favorecer el control de los impulsos, la tolerancia 
a la frustración entre otros. Dichas funciones dependerán de cada caso en particular. 
El siguiente fragmento del artículo “El AT en la escuela “ nos permite observar una de las 
funciones del at en el ámbito escolar. 
 
En todos los casos la primera tarea del a.t. es el desarrollo de un vínculo de reconocimiento 
mutuo y cierta confianza con el niño. 
En pocas situaciones se observa con tanta claridad la función intermediaria del a.t. como en el 
acompañamiento escolar. Para ejemplificar caso de Lucía, una niña de 9 años de edad que había 
desarrollado síntomas fóbicos con una intensa angustia ante la situación de separarse de su 
madre. La niña no toleraba estar lejos de ella ni siquiera durante unos minutos, aferrándose 
literalmente al cuerpo de su madre. Esta situación había tornado imposible la asistencia de la niña 
a clase ya que el desborde de angustia devenía en escenas de llanto incontenible ante cada 
intento de la niña permaneciera en la escuela. Habiéndose agotado las inasistencias previstas en 
el reglamento escolar se corría el riesgo de que la niña perdiera el año educativo. La psicoanalista 
convoca a una a.t. con la finalidad de intentar una contención in situ que haga posible la 
asistencia a clase de Lucía. Desgarradoras escenas de llanto desesperado, súplicas y promesas se 
sucedían ante cada intento de llevar a Lucía a clase. La angustia materna completaba la escena y 
hacía que cada vez que la niña lograba hacer un movimiento hacia la separación, este era 
frenado, desalentado, de manera sutil e inconsciente. La captura de las figuras significativas en la 
trama sintomática requiere de la intervención de un tercero que pueda analizar, interpretar, 
contener y acompañar concretamente en la separación de la madre y la inclusión en el grupo 
social Compañeros-Escuela. 
En la mayor parte de los casos que llegan a psicoterapia, esa función es cumplida por el 
psicoterapeuta de niños que habilita un espacio para que el niño pueda desplegar su conflictiva, 
sus miedos, sus deseos. No obstante, hay casos en los que, ya sea por la gravedad de los 
síntomas o por los daños asociados a los mismos (en este caso la pérdida del año escolar) se 
hace necesario que alguien cumpla con esa función en el aquí y ahora concreto de la escuela. 
Para ayudar a Lucía se incorporó al equipo a una a.t. quien intentaría contener y acompañar a la 
niña y posibilitar el desprendimiento de la mano materna. Así ambas (niña y madre) podrían 
experimentar el reencuentro al final del día escolar. 
La a.t. hace de objeto transicional, tranquilizador, contenedor, para la niña. Participa de todos los 
sistemas involucrados pero no pertenece totalmente a ninguno de ellos (familia, escuela) excepto 
al sistema equipo terapéutico, pero este de por si ya cumple una función tercera respecto de los 
otros. Esa ubicación le permite adecuarse y moldearse a las ansiedades y deseos de la niña, 
sosteniéndola en ese pasaje necesario para luego soltarla gradualmente. Posibilita una 
experiencia que de otra manera no tendría lugar. Posibilita sin protagonizar. Acompaña hasta el 
borde del escenario. 
En el caso de Lucía se trabajó con una a.t. que concurría diariamente a la escuela antes del 
horario de ingreso. Recibía a la niña en la puerta de la escuela. En un primer momento las 
escenas eran dramáticas: madre e hija aferradas llorando en el taxi que las traía. La a.t. no 
forzaba la situación pero insistía y contenía a la niña. Llamativamente la angustia de la niña 
disminuía cuando el taxi, con la madre en su interior, se perdía de vista. Durante las primeras 
semanas la a.t. acompañaba a la niña dentro del aula. Al principio sentándose a su lado, luego 
más lejos. Al cabo de unas semanas ya no entraba al aula sino que la esperaba en el patio. La 
niña de tanto en tanto salía a decirle algo o se asomaba a la ventana a verificar que aún estuviera 
allí. Fueron muy pocas las situaciones en las que fue necesario llamar a la madre a la escuela. 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
 
Intervenciones 
importantes en el trabajo 
con niños: el juego y el 
dibujo. 
 
 
Durante el último mes de acompañamiento se acordó que la a.t. recibiría a la niña en la puerta, la 
acompañaría al aula y luego saldría del establecimiento para pasar la mañana en un bar aledaño 
y con el teléfono celular encendido, en una especie de guardia pasiva. Si lucía lo necesitaba, 
llamaba y la a.t. se presentaba en la escuela. Este esquema le permitió a la niña no perder el año 
escolar y enfrentar las situaciones que desencadenaban el acceso de angustia pudiendo 
transcurrir la misma más allá del momento que anteriormente no podía trascender. Ni la madre ni 
los docentes podían realizar esa tarea y no por falta de tiempo o voluntad, sino por el lugar que 
ocupaban en la conflictiva de la niña. Al año siguiente la niña concurrió normalmente a la escuela. 
(Extraído de http://acompaniamientoterapeutico.blogspot.com.ar/) 
 
 
En el presente apartado se plantearan algunos 
aspectos generales de dos intervenciones 
importantes en el trabajo con niños: el juego y el 
dibujo. Se presentan como instrumentos posibles 
en la construcción del vínculo del at con el niño, 
como así también como intervenciones 
terapéuticas. 
 
El juego. 
Una de las tareas propias de la infancia es el juego, asimismo en la adolescencia también está 
presente la actividad lúdica. Nos preguntamos entonces, ¿Qué es el juego? ¿Cuál es su función?, 
¿Por qué puede ser una intervención en el campo de lo terapéutico?. 
Plantearemos sólo algunos aspectos del mismo para vislumbrar su importancia en la tarea de 
acompañar a niños y adolescentes. 
En relación a la definición de “juego”, podemos encontrar varias según la corriente teórica en la 
que se sustente. Ahora, tomaremos algunas definiciones más generales que nos permitan tener 
una mirada amplia al respecto. 
”El juego es unaconducta innata, con funciones evolutivas de adaptación y supervivencia. Tiene 
propiedades terapéuticas que favorecen cambios cognitivos y conductuales. Así el juego no es 
solamente un medio para aplicar otros procedimientos terapéuticos, sino que es terapéutico en 
si mismo”… (G.Aguilar y Espada del valle 2002) 
 
Desde diferentes corrientes teóricas y terapéuticas se sostiene que el juego constituye un medio 
por el cual se puede construir un vínculo terapéutico. Un camino posible en la tarea de 
encontrar- encontrase con el otro. Es con los niños, que de manera especial, se utilizan las 
actividades de juego para comunicarse y se concibe el ambiente terapéutico como un lugar 
seguro. Según cada enfoque terapéutico es que se diferencia la teoría que sustenta su 
interpretación, el tipo de actividades promovidas, así como el establecimiento de metas 
terapéuticas, estrategias para lograrlas y el posicionamiento por parte del terapeuta. 
 
Según G.Aguilar y Espada del valle (2002) el juego se clasifica en: 
 
a) El juego estructurado: 
Se caracteriza por sus reglas, normas, instrucciones y excepciones preestablecidas con 
claridad. Puede incluir juegos de mesa diseñados con fines terapéuticos (orientados al 
desarrollo de las habilidades sociales, el control de la ira, etc.). 
También se pueden incluir juegos de mesa no diseñados con fines terapéuticos, como 
ajedrez, damas, domino, naipes. Estos pueden utilizarse terapéuticamente con propósitos 
muy diversos. Pueden servir para iniciar una actividad cualquiera con un niño poco verbal, 
resistente o desmotivado. Puede ser un distractor o una actividad reforzante, placentera, 
que permita al niño bajar las defensas. En el contexto de un juego resulta más fácil hablar de 
cualquier cosa. El juego llega a ser solo una excusa, una actividad mientras se analizan los 
problemas y sus posibles soluciones. 
Dependiendo del contexto, pueden utilizarse deportes como el futbol, que exige ciertas reglas 
e instrucciones a seguir, de esfuerzo, constancia, estrategia. También puede servir para 
modelar en el niño conductas de cooperación, tolerancia a la frustración, etc. 
http://acompaniamientoterapeutico.blogspot.com.ar/
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
 
Mas utilizado es el juego 
no estructurado y 
directivo. 
 
 
 
 
La creatividad en el 
acompañante terapéutico es 
fundamental tanto en el 
trabajo con niños y 
adolescentes. 
 
 
 
b) El juego no estructurado: 
Se incluye en esta categoría, en primer lugar, el juego no estructurado y no directivo. 
Requiere un ambiente con muchos juguetes, de manera que el niño pueda escoger tanto el 
tipo de juguete como el juego que desea realizar. Proporciona las condiciones para que se 
presenten las conductas de mayor 
probabilidad en el repertorio del niño. 
En el ámbito de un consultorio psicológico, 
una vez que el niño manifiesta temas de 
conflicto, el terapeuta puede reorientar el 
juego en una dirección terapéutica. Puede 
tomar el muñeco que representa a la figura 
materna y proporcionarle una explicación, 
confrontación o elementos racionales que 
permitan una restructuración cognitiva, o 
introducir un personaje adicional, de fantasía, y de ayuda terapéutica como un mago, un 
amigo, o un héroe que le ayude a entender los hechos, relaciones o aspectos de su 
pensamiento y desarrollar actividades sociales o de afrontamiento. 
El acompañante terapéutico al trabajar en la cotidianidad del paciente debe conocer la 
realidad propia del paciente, es decir, deberá contemplar sus intereses, actividades, deseos, 
es decir, deberá prestar especial atención a la subjetividad del paciente para que sea ésta la 
que se despliegue en el espacio del 
acompañamiento terapéutico. De modo 
particular en los niños el at habrá de 
alternar cuidadosamente entre mayor o 
menor estructura y directividad de acuerdo a 
la disposición del niño y al momento 
particular que atraviesa el vínculo. 
Tomaremos los aportes de Donald Winnicott, 
para vislumbrar algunos aspectos del juego 
en los niños. 
 
Actividad creadora y búsqueda de la persona. 
Un rasgo importante del juego es que en él y quizá solo en él , el niño o el adulto están en 
libertad de ser creadores(...).Pueden usar toda la personalidad y el individuo descubre su persona 
solo cuando se muestra creador.(…). 
Al juego y a la experiencia cultural se le puede asignar una ubicación si se emplea el concepto de 
espacio potencial entre la madre y el bebé. 
Hace falta un estudio de la creatividad como característica de la vida y del vivir en su totalidad. 
 
Para desarrollar lo que quiero decir necesitaré la siguiente secuencia: 
a) relajamiento en condiciones de confianza basada en la experiencia; 
b) actividad creadora, física y mental, manifestada en el juego; 
c) suma de estas experiencias para formar la base de un sentimiento de la persona. 
 
En estas condiciones tan especializadas, el individuo puede integrarse y actuar como una unidad, 
no en defensa contra la ansiedad, sino como expresión del YO –SOY, estoy vivo, soy yo mismo. A 
partir de esta posición todo es creador. 
Experimentamos la vida en la zona intermedia entre la realidad interna del individuo y la realidad 
compartida del mundo, que es exterior a los individuos 
 
El dibujo en los niños. 
En el presente apartado, se plantearán algunas funciones del dibujo en los niños. En la literatura 
al respecto, encontramos a diferentes autores señalando acerca del lugar especial que ocupa el 
dibujo en el desarrollo infantil. Tomaremos los aportes realizados por la profesora Silvina Cohen 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
“El comportamiento gráfico presenta múltiples 
funciones en el desarrollo de un niño, ya que 
brinda la posibilidad de dominar el 
movimiento, permite la comunicación 
interpersonal, expresa el mundo interno 
del sujeto y hasta tiene una función de 
elaboración de conflictos”. 
(Silvina Cohen Imach. Universidad Nacional de Tucumán, 
Facultad de Psicología - Ficha de Cátedra – Año 2012). 
 
 
Imach en relación a las funciones que se posibilitan al niño a partir del dibujo en los primeros 
años de su vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Cohen Imach, profundiza sobre dichas funciones del dibujo, planteando que: 
 
1. Domina el movimiento: el dibujo constituye una actividad motora espontánea, que 
gradualmente se vuelve más coordinada y compleja, que contribuye a la formación de la 
personalidad; tal como en el juego, el niño dibujando y garabateando, siente el placer del 
movimiento. Dominar el movimiento supone un determinado nivel de maduración 
psicomotriz, intelectual y afectiva. Muchas conexiones cerebrales permanecerán estables en 
el sujeto precisamente a continuación de las primeras experiencias de movimiento y de 
control del trazado gráfico. Tanto en el garabato como en el dibujo, el niño desarrolla 
aspectos fundamentales para su evolución, tales como cimentar las bases esenciales para la 
lectura y la escritura, la confianza en sí mismo, la experiencia de la motivación interior y la 
creatividad. 
 
2. Permite la comunicación interpersonal: es una forma de comunicación interpersonal 
(tanto consciente como inconsciente) y por lo tanto constituye un lenguaje denominado 
desde el psicoanálisis como "latente", "silencioso", no verbal. 
 
3. Expresa el mundo interno del sujeto: supone un medio para expresar las fantasías y la 
creatividad. El dibujo constituye un complejo proceso a través del cual el niño reúne 
elementos diversos de su experiencia en una unidad distinta y con un nuevo significado. 
Sophie Morgestern (1948) afirma que el niño se permite ser él mismo y representar, algunas 
veces, situaciones complicadas utilizando símbolosmás o menos trasparentes. 
 
4. Tiene una función de elaboración de conflictos: el dibujo le permitirá al niño expresar su 
realidad de una manera concreta pero, al mismo tiempo, mediatizada, deformada, 
cumpliendo con una función de descarga, de sublimación, como así también de elaboración 
de distintas situaciones, sentimientos o temores del sujeto. 
 
Diferentes autores señalan la importancia del desarrollo del grafismo en los niños a partir del 
desarrollo de la motricidad fina que se presenta entre el primer y cuarto año de vida. Es a partir 
de dicho desarrollo que se posibilitan otras tareas y habilidades que requieren mayor complejidad 
como lo es el dibujo. 
Según Piaget (1972), el dibujo, o la imagen gráfica que produce, representa un esfuerzo en el 
niño por acercarse e imitar la realidad y es considerado como un intermediario entre el juego y la 
imagen mental, que se manifiesta alrededor de los 2 años. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
El desarrollo del dibujo 
Se presenta el siguiente cuadro realizado por Silvina Cohen Imach (Universidad Nacional de 
Tucumán, Facultad de Psicología - Ficha de Cátedra – Año 2012) 
 
Edad Etapa Subestadio Características principales 
 
 
 
2 a 4 años 
 
 
 
 
 
Del 
garabato 
Garabato desordenado 
(18 meses). 
Primera expresión gráfica de lo que luego tomará 
forma y contenido. El movimiento es impulsivo, rápido 
y sin control. 
Garabato ordenado 
(20 meses a 3 tres 
años). 
El garabato se hace circular. Tiene un mayor control de 
la muñeca y del movimiento de pinza. Combina los 
círculos con líneas para crear nuevas formas. 
Garabato con nombre 
(3 a 4 años). 
El niño mira lo que dibuja y trata de controlar el 
movimiento de la mano. Tiene un mayor interés y 
atención; respeta los límites de la hoja; Da nombre al 
dibujo que realiza, pero sólo después que lo dibuja. 
Puede aparecer el “renacuajo” o “monigote”. 
 
 
 
4 a 6 años 
Pre-esquemático. 
Aparece la intencionalidad y el sentido de 
representación Comienza a elaborar pre-esquemas, y 
la figura humana es el primero. 
Algunos niños no dibujan aún brazos ni manos, y a la 
cabeza sólo le pone ojos; otros dibujan brazos, manos, 
boca y nariz, y hasta dedos. 
El niño distribuye el espacio de manera anárquica. El 
tamaño de las personas y objetos graficados está en 
función de la significación subjetiva, y aparecen como 
flotando, sin base de sustentación. 
 
6 a 9 años 
Esquemático. 
El gráfico del niño tiene un sentido en forma y color. 
Dibuja un esquema muy claro. La figura humana 
progresa discriminando cabeza, tronco y 
extremidades. 
 
9 a 12 
años 
Realismo gráfico. 
La representación esquemática y las líneas 
geométricas no bastan para permitir al niño su 
expresión; enriquece su gráfico y lo adapta a la 
realidad. 
 
12 a 13 
años 
Pseudonaturalismo. 
Interesa ahora el producto gráfico final. Puede dibujar 
la perspectiva y figuras tridimensionales. El grafismo 
del cuerpo humano adquiere un mayor significado, 
aumentando las características sexuales en el dibujo. 
13 a 16 
años 
Crisis de la 
Adolescencia. 
Enfriamiento del comportamiento gráfico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 | P á g i n a 
 
INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Preguntas de la UNIDAD “06” – INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I - 
 
Lea atentamente cada pregunta y marque la única opción correcta con un círculo: 
 
 
 
1) El desarrollo de la persona humana a lo largo de su vida abarca: 
a) Las dimensiones física y psicológica. 
b) Las dimensiones piscológica, física y social. 
c) Las dimensiones física, psicológica, social y espiritual. 
 
2) La niñez suele subdividirse en: 
a) Período prenatal, infancia y niñez. 
b) Período postnatal, infancia y niñez. 
c) Infancia y niñez. 
 
3) La etapa de los 6 a 9 años, suele distinguirse por: 
a) Pensamiento operacional concreto 
b) El uso de la razón 
c) El egocentrismo 
 
4) Se suele subdividir a la adolescencia en: 
a) Pubertad, adolescencia intermedia y adolescencia tardía. 
b) Pubertad o adolescencia temprana, adolescencia media y adolescencia tardía. 
c) Adolescencia temprana y adolescencia tardía. 
 
5) Los duelos característicos de la adolescencia son: 
a) Por el cuerpo infantil 
b) Por las nuevos roles sociales 
c) Por el cuerpo infantil, por el rol y la identidad infantil y por los padres de la infancia 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
19 | P á g i n a 
 
INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE 
TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I. 
 
Unidad Nº 06 
 
Preguntas de la UNIDAD “06” – INTERVENCIÓN DEL ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO EN LAS 
DIFERENTES ETAPAS DEL CICLO VITAL I - 
 
Lea atentamente cada pregunta y marque la única opción correcta con un círculo: 
 
 
6) El juego suele clasificarse en: 
a) Juego estructurado y juego libre. 
b) Juego estructurado o reglado y juego no estructurado. 
c) Juegos personales e interpersonales. 
 
7) Entre las funciones del dibujo en los niños, podemos destacar que: 
a) Es sólo una actividad que permite el desarrollo lúdico del niño. 
b) Domina el movimiento, y posibilita la expresión del mundo interno y la elaboración de conflictos. 
c) Es parte del desarrollo de los niños. 
 
8) En el trabajo terapéutico con niños y adolescentes es importante que la actitud del terapéuta 
se sostenga en: 
a) La teoría que se utilice. 
b) Las directivas e indicaciones. 
c) La creatividad y la espontaneidad. 
 
9) Los niños de 8 años se encuentran en la etapa del grafismo denominada: 
a) Esquemática. 
b) Preesquemática. 
c) Realismo gráfico. 
 
10) Entre las funciones primordiales que un at escolar puede tener, se destaca: 
a) Ayudar al paciente en las tareas y exigencias escolares. 
b) Desarrollar un vínculo basado en el reconocimiento mutuo y la confianza. 
c) Mejorar el rendimiento académico del niño. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Nota importante: 
 
Estimado alumno, los trabajos prácticos son de autocorrección. La 
solución de los mismos Usted las encontrará en el apunte de la siguiente 
unidad. 
 
RESPUESTAS CORRECTAS DEL TRABAJO PRÁCTICO ANTERIOR 
- UNIDAD 05 - 
 01 02 03 04 05 
c a b a c 
 
06 07 08 09 10 
a c a c b