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ANEESHA L. DILLON Una guía para la liberación espiritual al fondo de ti mismo TRAD. DE OSCAR JAVIER QUIRÓZ YAEGGY Prólogo 11 Recuento de los daños 17 La pulsación de la respiración 33 La fórmula del orgasmo 51 La armadura: los siete segmentos 71 Los sentimientos pares 89 Preparando el cuerpo 111 Desenmascarando el rostro 1 131 Desenmascarando el rostro II 151 Liberando el corazón blindado 171 A través de la trampa 191 En las profundidades 207 Hasta las raíces 227 La experiencia tántrica 251 Explorando los chakras 269 El círculo de luz 289 Estilo de vida tántrico 311 SIEMPRE SENTÍ MI TRABAJO comwo una llamada, algo para lo que había nacido. Hace mucho tiempo, mientras daba una presentación en el Instituto Esalen en California, me embargó el sentimiento de que lo que estaba haciendo en ese momento era exactamente lo que tenía que hacer en mi vida. Fue un sentimiento estático, profundamente satisfactorio, llenador y gratificante. Este sentimiento no ha cambiado; siempre ha estado conmigo (siempre me ha acompañado) en torno al trabajo de pulsación. Pocos años después, cuando conocí a Osho y lo reconocí como mi maestro espiritual, este sentimiento subyacente se arraigó y fortaleció. En este libro espero presentar lo que he aprendido sobre la energía humana - la compresión por experiencias que he adquirido al trabajar con las teorías del cuerpo y emociones de Reich. Debido a la activa participación por casi 3o años en la visión de Osho sobre terapia y meditación, he integrado el tantra con estas técnicas básicas de Reich. Mi exploración continúa. La dimensión tántrica se fusiona cada vez más y más con la dinámica básica de la liberación de emociones y energetización del cuerpo. Para mí no hay pausas. Es un proceso continuo de crecimiento y exploración. Si este libro lo inspira a explorar su energía de vida, descubriendo nuevos niveles de éxtasis y vida plena, entonces habrá cumplido con su propósito. Durante años traté de escribireste libro por mí misma y parece que nunca encontré el tiempo o espacio para hacerlo, debido a mi saturada agenda de grupos y entrenamientos en Europa, India y otros lugares. Mi viejo amigo quien he compartido extraordinarios proyectos creativos, incluyendo musicales, en años logró persuadirme para que cuando yo estuviera lista nos sentáramos y comenzáramos a trabajar, así él lo tendría terminado y en mis manos. Fue así como nos embarcamos en una serie de entrevistas diarias, en las cuales vertí mi entendimiento y experiencia. Categóricamente, el libro fue terminado y puesto en mis manos, tal como lo había prometido mi amigo. Le agradezco desde lo más profundo de mi corazón por su eficiencia, sentido del humor y su habilidad para motivarme y presionarme. También quiero agradecer a toda la gente que ha venido a mis grupos en todos estos años, quienes han sido mis mejores maestros. Lo que abrieron y revelaron en un entorno de confianza y amor ayudó a transformar mi vida, así como la de ellos. Quiero expresar mi gratitud a Charles y Erica Kelley, mis maestros reichianos, que me dieron las herramientas para el trabajo externo, y mi más profunda gratitud a Osho, mi maestro espiritual, que me dio las herramientas para el trabajo interno. La palabras de Osho han alimentado mi espíritu por treinta años, su silencio ha tocado lo más profundo de mi ser, y la energía danzante de los campos de meditación aún me mantiene en el camino. SOY UNA REVOLUCIONARIA RETICENTE. Mi trabajo me pone en contra de lo convencional y de la moral predominante porque me muestra los daños causados por la sociedad a la gente común. Sin embargo, no soy del tipo de persona que se embarcaría en una cruzada. No tengo la pasión suficiente para cambiar el status quo. Simplemente veo lo que se me refleja cuando, con suavidad, mis dedos presionan los músculos de mis pacientes y veo tanto el daño como la cura, la enfermedad y el alivio. Por los últimos treinta años he estado practicando con terapia neorreichiana, aplicando los principios básicos descubiertos por Wilhelm Reich, científico pionero que vivió en la primera mitad del siglo xx. Prácticamente esto significa que uso los ejercicios de respiración y movimiento de Reich para crear una intensa carga de energía en el cuerpo del paciente, lo que a su vez crea una descarga equitativamente intensa de sentimientos y emociones. En cierta medida, el trabajo que hago es impersonal, porque al aplicar estos principios todo el mundo experimenta el mismo proceso: recarga de energía, liberación y expresión de sentimientos. Por otro lado, es muy personal porque lo que sale con los sentimientos -con la ayuda de mi método de "manos a la obra" de presionar y masajear el cuerpoes toda la evidencia de lo que se ha hecho mal y que el individuo ha padecido. No soy un observador neutral. No puedo distanciarme de este proceso mientras se revela ante mis ojos. Con cada paciente me involucro íntimamente, experimentando el sufrimiento mientras ellos se conectan con heridas emocionales olvidadas hace mucho tiempo y sentimientos reprimidos, experimentando el alivio, ligereza y alegría cuando estos sentimientos son liberados. No soy una psicoanalista tradicional sentada cómodamente en una silla detrás del diván mientras el paciente le habla al viento. Estoy ahí, en el tapete, guiando al paciente en un campo minado de tensión almacenada y recuerdos, buscando el que está por explotar y hurgando hasta que explote. Y lo que resulta de esta explosión es el reflejo de cómo hemos sido criados, la forma en que se nos ha enseñado a vivir nuestra vida. Así que, como puedes ver, no logro evitar ser una revolucionaria, porque es mi trabajo eliminar los problemas crónicos derivados de una educación errónea y darle a la gente la oportunidad de experimentar lo que es ser individuos libres, sanos, rebeldes. Ya que la cualidad de la rebeldía parece ser una parte integral de ser individuo, la revolución viene por añadidura. No obstante, cuando la gente se me acerca, las implicaciones más profundas de lo que están experimentando se encuentran escondidas. Sin embargo, los síntomas superficiales los orillan a trabajar conmigo. Con frecuencia, la gente se da cuenta de la necesidad de este trabajo cuando empiezan a sentirse infelices, o cuando sus vidas parecen detenerse en un patrón represivo, sin subir ni bajar, pero atorado en una rutina monótona. También vienen cuando las emociones se salen de control y no están seguros de lo que está sucediendo. Vienen cuando parece que ya no pueden sentir nada, mientras que pueden la vida pareciera más vigorosa y fresca, y más interesante. En muchas personas existe el sentimiento de que el fuego de la vida se ha entibiado y que la flama parpadea y es débil. Cada día la vida se conduce al mínimo y no al máximo. También vienen porque han invertido mucho tiempo y energía para alcanzar los brillantes trofeos del éxito, sólo para descubrir, en algún momento, que sacrificaron la felicidad real y la paz mental por cosas que en realidad no los hacen felices. La gente llega a este libro por muchas razones, pero generalmente tiene que ver con un sentimiento incómodo o doloroso: "No me gusta esto y quiero sacarlo". Repentinamente, se siente que buscar algún tipo de ayuda es lo correcto, alguna ruta para un nuevo camino. Antes de explicar lo que hago en mis sesiones y grupos, me gustaría ver algunos ejemplos conocidos por todos nosotros de cómo el daño sucede en el individuo. Por ejemplo, siempre he tenido una debilidad por el príncipe Carlos. Quizá porque somos de la misma y cuatro años cuando escribo estoy aunque yo soy norteamericana y él inglés, siempre sentí que crecimos juntos. Desde que era adolescente, o quizá antes, siempre checaba revistas para saber qué estaba haciendo él. Realmente me gustaba, y en la distancia, me identificaba con él. Carlos tenía que ser un "buen niño" y yo sentía lástima por él, porque obviamente no podía juguetear y ensuciarse, o, si lo hacía, se tenía que cambiarla ropa. No podía correr por las calles, jugar escondidillas, patear balones o saltar bardas. Tenía que controlar constantemente su comportamiento porque siempre alguien lo observaba. Ni siquiera podía caminar solo. Siempre había alguien a su lado para protegerlo, para asegurarse de que se comportaba como un buen niño extraordi el milagro era que él lograba manejarlo de algún modo. Se escuchaban ciertas excentricidades sobre él, como que platicaba con las plantas o que hacía experimentos con la ouija, mostrando un interés en lo velado, pero por mucho, mucho tiempo, primero como niño y después como adulto, Carlos siempre estuvo dispuesto a aceptar las reglas y obedecer a la realeza. ¿Qué es lo que realmente le sucedió a Carlos? A mí me parecía que estaba dividido por un conflicto entre sus inclinaciones hacia un ser humano sensible y sus obligaciones de ícono. O de manera más exacta, un conflicto que lo había torturado desde un inicio repentinamente se desparramó ante la vista de todos. Como él mismo admitió, Carlos nunca amó a Diana. Se casó con ella porque su padre, el príncipe Philip, lo presionó para que lo hiciera, y por su imperativa obligación de continuar el linaje real y producir un heredero. Eligió la obligación por sobre sus sentimientos personales y creó una pesadilla. Y esto, de forma menos dramática, es lo que nos sucede a todos, desde nuestra infancia. Así es como se nos lastima y se nos inutiliza, y es por esto que la gente se me acerca, para curarse de esa división entre la naturaleza y la sociedad. No tendría por qué ser así. No llegamos divididos a este planeta. El recién nacido es una fuente de energía orgánica, armoniosa, de fluir energía me refiero a la fuerza de vida que brota de alguna fuente misteriosa dentro de nosotros. En la medicina tradicional china esta energía es conocida como qI; en la ancestral yoga de la India se le conoce como prana, y ambos sistemas la describen como existente tanto dentro de nuestro cuerpo, así como flotando libremente en el espacio. En la cultura occidental, Franz Mesmer la llamó "magnetismo animal"; Charles von Reichenbach la llamó odyle; Henri Bergson, la élan vital o "fuerza vital". Para Sigmund Freud era la "libido" y para Wilhelm Reich, orgón. En jun individuo joven esta energía se encuentra no dividida y sin control. Se expresa de forma espontánea a través de todo tipo de impulso natural y comportamiento incivilizado. Un niño no sabe nada de formalismos. Si está triste, llora. Si está contento, ríe. Corre cuando está activo e inmediatamente se echa, y duerme cuando está cansado. Mama sin pedir permiso o sin agradecer, expulsa la comida sin decir "lo siento, estoy lleno". Eructa, se echa gases, hace pipí y popó sin siquiera pensar en la etiqueta. Pero lentamente, un proceso de adiestramiento y educación empiezan a moldear la energía y comportamiento del el uno, como la otra van juntos. Una buena parte de este adiestramiento es necesario. El niño tiene que aprender a usar la bacinica, a usar ropa, evitar peligros como jugar con agua hirviendo, o con la estufa, o de salir a la calle sin precaución... Los padres cuidadosos tiene que entrenar al niño de mil formas distintas para que después pueda valerse por sí mismo y funcionar en este mundo. Este proceso educacional afecta esa energía que fluye libremente. Empieza a moldearse, expresándose de acuerdo a requerimientos sociales: ésta es la hora y el lugar para comer... ésta es la hora y el lugar para correr, gritar y jugar... ésta es la hora de dormir. Paralelo a este proceso, inicia el daño al sistema de energía del niño. Parte de este daño es inevitable, tan sólo parte de los golpes y sinsabores que todo ser viviente encuentra. Por ejemplo, ¿por qué un árbol crece con un tronco torcido o chueco? Quizá de forma accidental fue pateado o golpeado por un auto cuando era pequeño. Es una condición de la vida. Algunas veces crecer es doloroso, y no hay nadie a quién culpar. Por ejemplo, cuando un niño se enferma y es llevado al hospital, tal vez su padre y madre no pueden quedarse con él las 24 horas. Tienen que trabajar, ganar dinero, cuidar otros hijos, y quizá las reglas del hospital prohíben quedarse a dormir. Frecuentemente, en una situación similar, el niño se sentirá abandonado, rechazado, y quizá después, enojado con sus padres, culpándolos: "¿Cómo me pudieron hacer eso? ¡Porque no me aman!" Para el niño, esto tiene sentido, porque el abandono fue una experiencia emocional innegable. Para los padres, no obstante, fue una realidad totalmente diferente: "Tuvimos que hacerlo", explican más tarde. "Estabas enfermo y necesitabas una operación, de otra manera podrías haber muerto". De este modo, los padres actúan con las mejores intenciones, pero a pesar de todo, la herida emocional sucede. Aun cuando la conclusión del niño sea errónea, puede ser herido por su propio mal enten la imposibilidad de poder digerir o aceptar algo que, para los padres, es obviamente lo correcto. Esto es lo que yo llamo daño inevitable o ineludible al sistema de energía del individuo. En la mayoría de los casos no es serio y es de fácil curación. Adicionalmente, existe una gran cantidad de daño innecesario causado por el proceso condicionante social. A cada niño se le proporciona por los padres un juego de les gustaría que fuera esa el problema es que esos ideales no necesariamente, quizá nunca, soportan la expresión natural de la individualidad y energía del niño. Así que el niño es adiestrado, o condicionado, a actuar de forma opuesta a su propia naturaleza, y esto provoca una división básica. Parece que le sucede a cada ser humano. Las dos áreas en las que el condicionamiento es más dañino son la emocional y la sexual. Es ahí donde ocurre el daño más profundo: No te rías, no llores, no te enojes, no estés triste Muchos de nosotros podemos recordar ocasiones cuando, mientras crecíamos, nuestras emociones eran reprimidas, cuando teníamos que tragarnos nuestras lágrimas, nuestro coraje, cuando teníamos que esconder nuestros sentimientos y aparentar ser lo que no éramos. Se nos dijo que sonriéramos cuando queríamos gritar. Cuando queríamos lloriquear, se nos dijo que platicáramos. Todo esto tuvo un impacto poderosamente negativo en nuestra energía, inutilizando su expresión. "No te toques ahí, no tengas pensamientos pecaminosos, el sexo es sucio, no te masturbes o te quedarás ciego..." De la misma manera, la energía del sexo fue reprimida, escondida en la oscuridad, oculta de la vista pública, como si no existiera. Esto, también, impactó nuestra energía, estrangulándola desde su propio origen. Se puede argumentar que este tipo de adiestramiento y condicionamiento es tan necesario como las otras formas que he descrito. En efecto, mucha gente está convencida que así es, diciendo que los impulsos naturales, animales, del niño han de ser estrictamente domados y canalizados hacia un comportamiento civilizado. Pero la verdad es que la cura es peor que la enfermedad imaginada, la solución es más dañina que el problema. Fueron Sigmund Freud y uno de sus grandes discípulos, Wilhelm Reich, quienes descubrieron que la represión sexual subyace en el origen de la neurosis psicológica. Y fue Reich quien descubrió que el entumecimiento y la rigidez que padecen todos los adultos son causados directamente por la represión sexual y emocional. Yo estoy de acuerdo con Reich. Mi experiencia personal al trabajar con miles de personas lo hace irrefutable. Al acumular la energía que busca manifestarse a través del sexo y de los sentimientos, especialmente cuando se es joven, nos estamos literalmente matando, haciendo imposible disfrutar la vida. Viendo esta situación, Reich se lanzó hacia una larga lucha contra las culturas europeas y americanas en las que vivía y laboraba, desafiando sus creencias y suposiciones más básicas. Defendió la libertad sexual para todos los individuos desde el nacimiento. Lo que esto significa es que el niño en desarrollo debería sentirse apoyado en sus impulsosbiológicos naturales, debería poder mamar de ese seno, tener un contacto físico cercano y debería poder jugar con sus genitales. Tanto a los niños como a las niñas se les debería permitir disfrutar la etapa del "juego sexual" que abarca las edades de cinco hasta los siete años. Y después de la pubertad, la libertad sexual para los adolescentes debe ser vista como un elemento importante para mantener una psique saludable. Reich escribió libros, abrió clínicas, dio conferencias. No sólo sobre la libertad sexual, también sobre un amplio rango de asuntos relacionados, incluyendo la importancia de la expresión emocional y los beneficios de la terapia orgónica. Así mismo puntualizó el costo de la represión, incluyendo la perversión sexual, pornografía, violencia familiar, violación, depresión y todo tipo de problemas psicológicos. Obviamente, encontró una gran oposición cuando visitaba Austria, Alemania, Dinamarca, Noruega y los Estados Unidos, y en 1957 murió de un ataque al corazón en una prisión norteamericana a la edad de sesenta años. Para mí, él fue uno de los hombres más controversiales y malinterpretados del siglo xx. Sin embargo, Reich dejó tras de sí un tesoro oculto de descubrimientos, incluyendo un método práctico, o procesos, para quitar los bloqueos causados por la represión sexual y emocional, y la restauración de la vitalidad y entusiasmo del individuo de por vida. Es con estas herramientas con las que hago mi trabajo. Las aprendí de un maestro y científico americano neorreichiano, Charles Kelley, que estudió y trabajó personalmente con Reich, y que fundó el Instituto Radix en California, donde me capacité. Como ya lo mencioné antes, no soy ningún paladín público, no tengo ningún deseo de desafiar las ac- titudes morales de la sociedad y luchar contra ellas. Simplemente disfruto ayudando a la gente a que redescubra su amor natural a la vida, sus sentimientos de alegría y felicidad, su simple "sí" a vivir, que para mi es la parte esencial de la experiencia humana. Al mismo tiempo, sí veo cambios a nivel social que encuentro alentadores. Como en el caso del príncipe Carlos, los modelos dados como ejemplo de cómo debemos vivir-o, de manera más exacta, como deberíamos morir y aún aparentar que estamos vivos ya no soportan el escrutinio de los medios modernos y la transferencia instantánea de información. Estamos viendo detrás de la fachada. Y aquí, le aplaudo a Carlos por su honestidad y sinceridad, la forma en que admitió sus faltas, reconociendo públicamente su fracaso como esposo de Diana y su amor por su amante, Camilla Parker Bowles. Tal candidez de un ícono de la realeza, tal evidencia de fragilidad humana, es una señal esperanzadora. De igual manera, en mi país, el escándalo político que involucró a Bill Clinton y Mónica Lewinski fue significativo en tanto que, cuando su secreto repentinamente salió a la luz por el investigador Ken Starr, los medios y el sistema político exigieron su renuncia. Pero Clinton se negó a dejar el puesto y la gente lo apoyó. Los votantes comunes y corrientes sabían que se había tendido una trampa por un grupo de hipócritas -gente que exalta la moralidad en público pero se comporta diferente en lo perdonaron. Es por eso que logró permanecer en el poder. Aun ahora, ya en el retiro, miles de personas se congregan para escuchar hablar a Clinton. Aún lo adoran. Mientras tanto, las revelaciones que le han dado la vuelta al mundo de cómo los sacerdotes católicos supuestamente célibes se encuentran involucrados en todo tipo de perversiones de índole sexual, incluyendo la pedofilia, ha demostrado la absoluta futilidad de luchar contra nuestros instintos básicos. Somos seres sexuales y la energía del sexo es la fuente de todo crecimiento, inteligencia y creatividad. El celi bato no nada más es difícil, es sumamente destructivo y biológicamente imposible, y será un gran día para la humanidad cuando el Vaticano reconozca este simple hecho. Todas estas fisuras son bienvenidas en la fachada colectiva, son la evidencia de cómo la naturaleza humana inevitablemente entra en conflicto con las actitudes sociales que crecen de la ignorancia y comportamientos fuera de época. La ironía de todo esto es que, la mayoría de las veces, ni siquiera recordamos por qué o cómo se crearon estas actitudes. Simplemente las pasamos de generación a generación, obligados por un deseo tribal de encajar, de seguir las normas, y por el miedo arraigado de ser etiquetados como marginados sociales si no encajamos. Por ejemplo, ser virgen hasta el matrimonio aún sigue siendo muy preciado en algunos sectores sociales americanos. En la década de los noventa, más de 2,5 millones de adolescentes de entre 16 y 18 años hicieron un "juramento de virginidad" propagado por varias organizaciones religiosas. Los orígenes de la virginidad no tienen ninguna relación con la pureza o moralidad. Los antropólogos han establecido más allá de cualquier duda que la virginidad se tornó un evento social trascendente con el desarrollo de la propiedad privada, en culturas chovinistas, para que el hombre pudiera asegurarse que sus hijos vinieran de su propio semen, de su propia sangre. Fue mucho después que la religión santificó la práctica y la convirtió en algo sagrado, y reforzando así el yugo de una sociedad dominada por hombres. Y por supuesto, en cada época, y en cada cultura, ha sido bien visto que los hombres jóvenes "cojan" y "dejen descendencia". Son únicamente las mujeres las que deben permanecer castas. Sin embargo, y aunque es interesante fenómeno, ésta no es mi pasión, ni soy historiadora de la injusticia social ni menos aún una revolucionaria política. Allá en los inicios de los años setenta, cuando vivía en San Francisco, sintiendo las primeras excitantes posibilidades de la libertad sexual y dejando el yugo del estilo moralista de los cincuenta, ciertamente sentí que era parte de la extendida revolución sexual. Con la introducción de la píldora anticonceptiva, fui miembro de la primera generación de mujeres con pleno control de su cuerpo. Yo decidía si quería embarazarme o no, o si mi energía sexual y orgasmos podían ser disfrutados únicamente como una diversión. Casualmente, ésta también fue la época cuando me conecté con Reich, porque al leer sus libros me di cuenta que escribía lo que yo experimentaba. De hecho, la lucha de Reich pavimentó el camino para que la revolución sexual tomara lugar. En este entusiasmo e inocencia, pensé que esta revolución crearía un cambio permanente en la actitud de la gente. Más tarde vi el péndulo oscilan en sentido inverso, hacia el puritanismo, y comprendí cuán transitorios pueden ser estos ánimos sociales. Afortunadamente mi enfoque siempre ha sido de experiencias individuales y no movimientos colectivos. No estoy en espera del amanecer de la Era de Acuario antes de vivir mi propia vida. Trabajo simplemente porque me encanta hacerlo, sin grandes expectativas de cambiar al mundo. Mi trabajo consiste en ayudar a gente que ha entendido algo muy básico de su propio condicionamiento, que ha sido dañada; en mostrarles cómo puede esto ser curado y guiarlos en el proceso. Ese es mi trabajo, mi romance con la vida y el propósito de este libro: La explicación de mis métodos. Una cosa más que me gustaría añadir desde ahora: Mi entusiasmo de trabajo no se detiene en Reich. Tan prodigioso y profundo como ha sido su trabajo, para mí está incompleto. Lucha por restaurarla salud y felicidad a la condición humana, pero carece de la dimensión espiritual, lo cual es una gran lástima porque todo el trabajo preliminar ha sido preparado para ello. El mismo Reich estuvo contra las religiones, pero eso fue -sospecho- porque las vio únicamente en términos de la iglesia establecida, lo que para él era una de las causas principales del daño a sus pacientes. Como yo lo veo, el camino del tantra puede ser totalmente aceptado como una evolución natural del trabajo de Reich, ya que inicia desde el mismo punto. Inicia con el cuerpo físico, con la energía del sexo,y se eleva hasta la dimensión mística de la meditación. Conforme avanza el libro, describiré cómo sucede esto, cómo los métodos de Reich evolucionan hacia el tantra. También presentaré el trabajo de otro visionario, Osho Rajneesh, un hindú místico que le dio al tantra un contexto que es relevante para este tiempo y que va más allá de la creencia popular de que es tan sólo una forma de gozar mejor el sexo. Pero primero lo primero. Debo empezar con el paso más básico de este proceso: la pulsación de la respiración. LA PALABRA "Pu LSACIóN" que he elegido para nombrar a mi trabajo, se refiere a la pulsación de la respiración, la entrada y salida del aliento que inicia en el momento del parto y termina con la muerte. Está con nosotros a través de nuestras vidas, estemos conscientes de ello o no. Respirares vivir... tomar aire... es tan básico y fundamental para nuestra existencia cotidiana que casi nunca pensamos al respecto. Este constante vaivén entre los polos de tomar y sacar es la pulsación a la que me refiero. Existen muchas pulsaciones en la vida del cuerpo: el latir del corazón, las vías sanguíneas, la acción trituradora de los intestinos... todo se mueve dentro del cuerpo y tiene cierto ritmo: un ritmo pulsante. Cuando alguien está enfermo o yace inconsciente, ¿qué es lo primero que revisa un doctor? Claro, todo mundo lo sabe, toma la muñeca del paciente y siente el pulso. Es una forma rápida de evaluar la situación. El doctor se pregunta: "¿Este cuerpo está pulsando de forma sana o hay algo realmente mal?" En ayurveda, el sistema tradicional de sanación hindú, el pulso proporciona una enciclopedia de información sobre el resto del cuerpo. Un médico general con recursos sólo tocando el las condiciones de los órganos internos, la presencia de tumores y otras enfermedades, el estado del sistema inmunológico y más. La acupuntura china funciona de forma similar. En mi trabajo, la importancia de la pulsación como una indicación de la salud humana deriva directamente de los descubrimientos de Wilhem Reich, de manera que será de gran ayuda hablar un poco sobre su trabajo. El gusto de Reich por la pulsación se deriva de su interés por la medicina y la psicología. Nacido en 1887 y criado en la Ucrania alemana, inició sus estudios de medicina en la Universidad de Viena a la edad de veintiún años. Ahí, inmediatamente se interesó en la nueva, revolucionaria ciencia del psicoanálisis, desarrollada por el profesor Sigmund Freud, y después de varios encuentros personales que tanto impresionaron al hombre de mayor edad que se le permitió unirse a la Asociación de Psicoanalítica de Viena dos años antes de que se graduara como doctor. Hasta entonces, únicamente los doctores certificados eran admitidos. La brillantez de Reich como analista y como autor de un sinnúmero de artículos sobre el psicoanálisis llevo a Freud a seleccionarlo como su asistente cuando Freud abrió una clínica pública en Viena, en 1922. Reich estaba impresionado por la teoría de la libido de Freud, compartiendo la postura que el sexo forma la psiquis del hombre. También estuvo de acuerdo en que es el daño al impulso acontece durante la infancia y la educación en sus etapas tem que yace en la raíz de la neurosis humana. No obstante, había una diferencia significante entre los dos hombres. Reich veía el sexo como un fenómeno de energía más que meramente psicológico. Y fue su búsqueda por las raíces de esta energía lo que lo condujo a pasar horas observando a través del microscopio, como parte de un estudio a profundidad de la biología, un síntoma de la infinita curiosidad y sed de Reich por el conocimiento que iba más allá de la mente y cuerpo humanos. Específicamente, Reich estaba estudiando el comportamiento de criaturas unicelulares como la ameba, observando cómo pulsa en patrones rítmicos, y cómo esta energía pulsante fluye dentro de un espacio cerrado de la célula. Reich observó que la lucha de esa energía de la célula por trascender las fronteras generalmente da lugar a una forma característica, como un riñón, que Reich describió como una forma básica de vida. Las semillas, bulbos de las plantas, células reproductoras de animales, órganos del cuerpo, organismos unicelulares, el feto humano en su etapa temprana, todos encajan en este modelo. Observando esta forma básica, Reich pudo ver cómo el fluido viviente dentro del orga movía dentro de la célula. El plasma se mueve, no en un movimiento continuo, más bien en impulsos rítmicos... pulsaciones. Hay un movimiento hacia afuera, seguido de una retirada hacia adentro; una lucha hacia algo, y un alejamiento de ese algo. En este pulso de vida biológico fundamental, Reich vio muy poca diferencia entre la ameba alcanzando una partícula de comida y un par de brazos humanos alcanzando al ser amado. Vio que las expresiones humanas del sentir también siguen el mismo pulso básico: el enojo sale del organismo hacia un objetivo, mientras que el miedo se contrae y se aleja de él. De acuerdo a Reich, este movimiento funciona en todo lo natural. Todo pulsa, todo se mueve dentro de sus ciclos de expansión y contracción: una medusa moviéndose lentamente en el océano, una flor abriéndose y cerrándose, un ser humano despertándose y yendo a trabajar, después regresando a casa, relajándose y metiéndose a la cama. Ambas polaridades de la pulsación son necesarias. Por ejemplo, tú no puedes expandirte sin cesar; no puedes seguir trabajando y trabajando. Estarás completamente exhausto. Necesitas de la polaridad opuesta. Necesitas descansar, estar contigo, recargar las baterías. De la misma manera, con la pulsación de la respiración, no puedes únicamente inhalar, inhalare inhalar. Reventarías. La exhalación debe ser permitida para que la pulsación sana tome lugar. Como verás, la habilidad de los seres humanos para pulsar de esta forma es severamente afectada por nuestro entorno y por la gente con quien vivimos. Por ejemplo, un niño está jugando en su cuarto. Su pulsación de respiración es sana y normal. Su madre recientemente le ha dado un juego de pinturas para colorear y papel en cuidadosamente sobre un plástico en el que pueda salpicarse y divertirse. Pero de repente, ella debe salir y, después de un rato, el niño encuentra mucho más entretenido realizar pinturas en la pared de su cuarto. Su padre, apenas regresando de la oficina, se pasó todo el fin de semana poniendo una nueva capa de pintura a esa pared. Le costó tiempo y dinero. Cuando ve las paredes pintarrajeadas, se enfurece con su hijito. Grita, patea el piso. Agarra la caja de pinturas y las arroja al bote de basura. Quizá hasta golpea al niño. ¿Qué pasa con la pulsación de respiración del niño? Se detiene. Por un momento, todo se detiene. Tanto la inhalación como la exhalación. La pulsación es interrumpida y el niño entra en un estado de shock, después se restablece a un nivel mínimo. Pero entonces, obviamente, la cosa continúa: el padre se da un baño, la mamá regresa a casa, se entera de lo que pasó e inmediatamente se siente culpable porque debió haber puesto más cuidado. Toma al niño en sus brazos. El niño empieza a respirar normalmente y empieza a llorar otra vez. La cena en esa casa en particular no es agradable. El niño continúa llorando y finalmente el padre se enoja otra necesitaba una tarde tranquila después de un tarde horrible en la oficinay dice severamente: "¡ya por favor, no llores!" El niño ahora se tiene que tragar sus lágrimas, y sus sentimientos, y una vez más necesita disminuir la pulsación de la respiración, porque si respira empieza a sentir y si siente empieza a llorar, así de simple. En otras palabras, la respiración está íntimamente conectada con la vida expresiva, emocional del cuerpo, y también con la energía. El niño en esta historia no sólo se está tragando sus lágrimas y emociones; está tratando de reprimir una energía muy fuerte que busca ser liberada. Como ya lo mencioné en el capítulo anterior, Reich concordaba con la medicina china y el yoga de la India, en donde no somosúnicamente materia física, de carne, sangre y huesos. También somos seres de energía. Existe un aura invisible, sutil, que reposa y a la vez invade el cuerpo físico, llamada "cuerpo de energía", que es sostenido por la pulsación de la respiración. Cuando respiramos, no nada más inhalamos oxigeno. Tomamos energía de la atmósfera envolvente y esto nutre al cuerpo energético. El yoga ha desarrollado una forma especial de respiración, usualmente referida como "respiración prana" o pranayam, que está diseñada para aumentar la inspiración de energía como forma de recargar el cuerpo. La existencia de este fenómeno es difícil de probar, porque es muy sutil para ser cuantificado o medido, pero es fácil de experimentar u observar. Si tomamos otra vez el ejemplo de un niño, podemos observar un casi inagotable potencial de actividad física y recreación que es claramente impulsado por algo más allá que el poder de los músculos. Escuché de un experimento donde a un atleta profesional se le dio la tarea de copiar los juegos de un niño: correr, rodar, brincar... imitar cualquier cosa y todo lo que el niño quisiera hacer. Naturalmente, el niño disfrutó de este novedoso juego y se la pasó muy bien, inventando nuevas formas de saltar, brincar y moverse hasta que el atleta se agotó mucho antes que el niño estuviera listo para dejar de jugar. ¿Por qué? Porque el niño está cerca de una fuente libre de energía que fluye libremente, mientras que en el adulto esta misma fuente ha sido condicionada y confinada. Sin embargo, mi propia comprensión de energía no se funda en las investigaciones de otros sino en mi propia experiencia de trabajo. Espero que mientras lo describa en los capítulos siguientes, la función de la energía en el cuerpo humano se aclare. Reich aseveró que la energía orgánica flota libremente, no sólo en la atmósfera de la tierra sino en todo el espacio. Mientras más orgón podamos tomar y absorber, más cuerpo energético se carga con vitalidad. Quizá debiera mencionar que, en el mundo de la ciencia esotérica, el organismo humano tiene siete cuerpos, de la misma forma que tiene siete chacras, o núcleos de energía, y me referiré a esto con más detalle más adelante. El cuerpo energético al que me refiero es conocido como "el segundo cuerpo" porque es el que se queda más cercano al cuerpo físico, extendiéndose de dos a tres pulgadas más allá de la superficie de la piel. Es este segundo cuerpo el que conecta nuestras emociones. Fluye a través de nuestra forma física y afecta al plasma, los fluidos del difícil, ya que somos esto a la vez crea nuestras emociones y sentimientos. Imagina una brisa que agita las emociones escondidas bajo la superficie, causando ondulaciones en nuestro lago interno. Esta es una panorámica poética. Si necesitas una explicación bioquímica y bioeléctrica más detallada sobre cómo funciona esto, lo que tienes que hacer es consultar los prolíficos escritos de Reich sobre este tema. Por el momento, es suficiente saber que nuestras emociones son gobernadas por la interacción entre el cuerpo físico y el cuerpo energético, teniendo a la pulsación de la respiración como un vínculo importante. La pulsación en todo organismo viviente es un movimiento entre las dos polaridades del núcleo y de la periferia. En una ameba, por ejemplo, el acto de alcanzar una partícula de comida es un movimiento del núcleo a la periferia. Tomar la partícula, digerirla y absorberla, es un movimiento en la dirección opuesta: de la periferia al núcleo. Es lo mismo con los seres humanos. La respiración hasta encarna en un sentido literallas polaridades gemelas de contacto entre nosotros mismos y el mundo exterior. En la medida en que podemos respirar de manera profunda, permitimos al mundo exterior que acceda y se encuentre con nuestro núcleo, nuestro centro. "Núcleo" no es precisamente una locación física, corresponde a nuestras entrañas, nuestro vientre. De la misma manera, en la medida en que podemos exhalar ampliamente, permitiendo el movimiento hacia afuera de nuestra energía, nos podemos desplazar de nuestro centro hacia la periferia para llegar al mundo exterior. En el mundo de la sexualidad tántrica, dos personas se pueden encontrar, fundirse y fusionarse hasta el punto en que pueden moverse profundamente en este movimiento pulsante entre la periferia y el núcleo. Cuando realmente respiras, recibes a tu amante en el núcleo de su ser. Al exhalar, fluye hacia tu amado. De esta manera, dos amantes crean un tipo de danza pulsante que se convierte en orgásmica conforme los dos organismos se funden energéticamente en uno solo. Dimensiones más sutiles también están contenidas en el tantra, incluyendo los chakras superiores, dando una experiencia de unidad no solamente con el ser amado, sino con la existencia misma. Sin embargo, desde su raíz, son el cuerpo físico y el cuerpo energético, encendidos por la pulsación de la respiración, los que crean la plataforma de hacer el amor tántrico. Este puede ser un momento para que ustedes se hagan las siguientes preguntas: ¿Realmente permito que entre la vida? ¿Realmente le doy la bienvenida a lo que la vida me da, todo el espectro de la experiencia? De no ser así, entonces sus inhalaciones es posible que sean relativamente superficiales. No serán tan profundas y totales como debieran ser. Serán cuidadosamente controladas, simbolizando un enfoque cauteloso hacia la vida. También se podrá preguntar: ¿Me doy a otros y al mundo que me rodea? ¿Comparto generosamente mi energía y participo plenamente de la danza de la vida? De no ser así, entonces sus exhalaciones también serán restringidas, manteniéndose adentro de su pleno potencial. O sea, la salud y vitalidad de nuestra pulsación de respiración refleja directamente nuestra actitud hacia el mundo y viceversa. Este es un momento apropiado para introducir un concepto básico que uso en mi trabajo, que es la visualización de un conducto hueco dentro de nuestro cuerpo, que empieza en la boca y llega hasta la parte inferior del vientre. A través del uso de este conducto, logramos un mejor entendimiento de la pulsación de la respiración. En parte, este conducto es una realidad física, es parte de nuestra anatomía: un conducto bronquial que se extiende desde la boca hacia la garganta, dividiéndose en conductos más pequeños, penetra en los pulmones por debajo del diafragma. Otro conducto, el esófago, va desde la garganta hacia el estomago, pero éste es para alimentos y bebidas, no para aire. Sin embargo, cuando le pido a la gente que cierre los ojos e inhalen profundamente, pueden tener fácilmente la impresión de que están tomando aire hasta el vientre. ¿Por qué? Porque cuando respiramos profundamente, el capa delgada pero fuerte de músculos en la parte inferior de la caja torácica- se flexiona hacia abajo y empuja los músculos del estómago hacia afuera, dando la sensación de que el aire se está moviendo en el vientre. Conforme exhalamos, el diafragma se relaja y sube de modo que el vientre cae hacia adentro otra vez, y esto nos da la sensación de aire moviéndose desde el estomago hasta el pecho y la garganta, en su recorrido antes de ser exhalado por la boca. A un nivel de energía, este conducto vacío realmente existe. Cuando el diafragma cae yjala aire hacia la parte inferior de los pulmones, un flujo de energía trepado en la inhalación se va hasta el vientre. Mucha gente no respira tan profundamente, de manera que el diafragma permanece inactivo, dejando el flujo de energía confinado en la parte superior del cuerpo. Cuando le pido a la gente que visualice un conducto vacío y empiecen a respirar hacia el vientre, esto le da movilidad al diafragma por primera vez en mucho tiempo, permitiendo que una carga de vitalidad entre a la parte inferior del cuerpo. Generalmente, al inicio de mis grupos, introduzco la idea del conducto vacío y hago que la gente respire de la manera en que acabo de describirlo, para que puedan sentir cómo funciona como canal de energía. Esta será una de las herramientasbásicas en los trabajos posteriores. Después hablo de la pulsación, el movimiento entre el núcleo y la periferia, y guío a los participantes a través de una serie de ejercicios simples, como una probadita de lo que es. Por ejemplo, le pido a la gente ponerse de pie de forma relajada, los ojos cerrados, con ambas manos sobre la parte inferior del vientre. Para que sientan mejor esta área, algunas veces les sugiero que hagan círculos con sus caderas, porque esto crea la sensación de un punto, núcleo, centro quieto, en medio de una pelvis que gira. Después, con los ojos abiertos, los invito a caminar alrededor de la habitación, con las manos sobre el vientre, manteniendo el contacto con el centro mientras observan los alrededores. También les recuerdo que no dejen de observar su respiración, especialmente la inhalación, ya que cada una puede ser un recordatorio de quedarse dentro de uno mismo. Tras un rato les pido que cambien su atención hacia la periferia, caminando más rápido y soltando el vientre para que puedan balancear sus brazos, conscientes del hecho de que sus brazos y manos, piernas y pies, existen en la periferia del cuerpo. Los ojos también están en la son nuestro principal escape hacia el que invito a la gente a olvidarse de su vientre y estar más presentes en sus ojos. "Están reviviendo fuera de su cuerpo", sugiero. "Corran un poco, encuéntrense a través de sus ojos con otra persona, quizá rócense las manos al pasar, salúdense brevemente, tórnense más ligeros, más periféricos, moviéndose y corriendo... que su atención esté afuera". Pronto se crea una atmósfera de juego en la habitación conforme la gente corre y se mueve entre la multitud, tocándose las manos, cruzándose y esquivándose, gritando "hola" y "adiós", y otros saludos breves entre ellos. Gradualmente, bajamos el ritmo y le pido a la gente que observe qué fácil es olvidarse de nuestro propio centro cuando hay tanta actividad en la periferia. "Entonces ahora, mientras caminan, contacten otra vez su vientre, su núcleo, su centro, permitiendo que sus movimientos sean más lentos, para que, cuando inhalen, sientan cómo su respiración, una vez más toca su núcleo". "Caminen más lento. Ahora, deténganse en un lugar donde estén quietos y en silencio". De esta forma, ayudo a la gente a practicar su cambio de atención del núcleo a la periferia y de regreso, repitiendo el proceso varias veces para entender bien este punto. "Es una pulsación muy nas veces ustedes están `afuera' en contacto con el mundo, algunas veces están adentro, `más en contacto con ustedes mismos"'. Con frecuencia junto a personas en un gran círculo, tomados de la mano, y les pido que respiren profundamente por la boca al mismo tiempo que levantan sus brazos muy alto, estirándose hacia atrás y sintiendo la respiración dirigiéndose hacia el núcleo. Después, bajando las manos y doblando el cuerpo hacia el frente, exhalando totalmente, emitiendo el sonido "¡ah!" Empezamos despacio y aceleramos hasta que vayamos realmente rápido "¡ah, ah, ah!" Es una demostración enfática y vigorosa de la pulsación en dos partes. En la siguiente etapa, les pido a todos que se pongan de pie: con un pie al frente y el otro hacia esa dirección, los brazos y manos estirados frente a ellos a la altura superior del pecho. "Cuando inhalen, dejen que su peso caiga en su pie de atrás e inclínense hacia atrás, trayendo sus manos hacia su boca, como si estuvieran tomando aire con las manos, después, aún inhalando, volteen las palmas de sus manos hacia abajo y bájenlas hacia la parte frontal de su cuerpo, como si estuvieran empujando el aire hacia adentro, hasta su vientre", les explico. "Al exhalar cambien el peso hacia el pie de adelante e inclínense hacia el frente, dejando que sus manos se alejen de su cuerpo y se estiren frente a ustedes, como en un gesto de ofrendar, como empujando el aire hacia afuera otra vez". También sugiero que la gente cierre los ojos cuando inhalan, para ayudar a crear la sensación de estar con uno mismo, en su centro o núcleo, y abrirlos al exhalar, para ayudar al movimiento hacia la periferia. Al conducir a la gente a través de esta parte del ejercicio, algunas veces enfatizo la exhalación, haciéndola con fuerza y explosiva, mientras que la inhalación debe ser suave y lenta, para después revertir este patrón, una inhalación penetrante y una exhalación lenta, suave. En la etapa final, les pido a las personas encontrar una pareja y explorar juntos la pulsación de la respiración, de una forma juguetona y creativa. "Vean si pueden descubrir su propio movimiento de pulsación, con dos o tres de sus respiraciones, hacia afuera o hacia adentro, juntos", les sugiero. "Puede ser cualquier movimiento, sólo encuentren la manera de respirar y moverse juntos, en armonía". La gente mece sus brazos de lado a lado, o de arriba hacia abajo, doblándose de esta forma o de la otra, haciendo círculos y otros movimientos. Es una forma de percatarse de que la pulsación puede tomar un sinnúmero de formas-no se restringe a un solo también una forma divertida para que la gente se conecte al inicio de un taller. Este ejercicio de parejas puede aumentarse hasta incluir ocho, después dieciséis y hasta treinta y dos personas, que de forma espontánea, crean organismos cada vez más grandes y complejos que, sin embargo, pronto logran descubrir una pulsación común. Con todos estos ejercicios, tiendo a seguir cierto patrón energético, iniciando despacio, permitiendo que la gente se familiarice con los movimientos y la respiración, acelerando después el ritmo, incrementando la velocidad e intensidad hasta un crescendo. Después dejo que la energía se relaje otra vez con respiración y movimientos cada vez más lentos y suaves. En sí misma es una forma de pulsación. Cuando la gente ha logrado cierta experiencia práctica de la pulsación, dibujo un simple diagrama que ilustre cómo la energía fluye en el organismo humano. Este consiste en un gran círculo que representa la periferia y uno más pequeño en el centro, que representa el núcleo. Explico el movimiento dinámico entre las dos polaridades, con la inhalación desde la periferia hasta el núcleo, la exhalación moviéndose desde el núcleo hacia la periferia. Enfatizo la importancia de entender esta dinámica básica conforme profundizamos en el proceso de Reich que consiste en volver a despertar la fuerza de vida. También menciono sus ideas del orgón como energía que flota libremente en el espacio e impregna el cuerpo humano. "No podemos medir el orgón con instrumentos científicos, pero ustedes pueden experimentarlo durante el taller", les explicó. "Reich se refirió a él como algo que estaba en todas partes. Si ustedes ven hacia el cielo azul, en un día soleado y brillante, algunas veces podrán ver pequeños garabatos en el aire. En un día oscuro y gris no los notarán mucho, pero en uno claro los verán muy fácilmente. Este fenómeno, de acuerdo a Reich, es energía que flota libremente. Cuando éramos niños, si acaso lo menciona, nuestra madre probablemente diría "son tus ojos querido". Pero Reich no estaba de acuerdo y decía que era orgón que flotaba libremente, el cual podemos absorber en mayores cantidades si respiramos más profundamente". Para aclarar mi posición, explico que no soy una creyente incondicional de Reich. Mi mayor énfasis está en el efecto de su trabajo, no en sus teorías. Ya sea que esté bien o no, los ejercicios y procesos desarrollados en base a sus descubrimientos, trabajan de las mil maravillas. Para mí eso es lo importante. Ni soy científica ni teórica. Estoy en el negocio de la resurrección. Ayudo a la gente que ha estado media muerta a volver a vivir. En este disfrutable y satisfactorio trabajo estoy en deuda con Reich y sus discípulos, particularmente con Charles Kelley por mostrarme los pasos prácticos necesarios para restablecer la vitalidad humana en su estado sano natural. Cuando exploro las implicaciones de la pulsación, y veo sus efectos en la gente, me despierta el sentido de maravillarmeque yace en mi trabajo. A un nivel práctico, trabajo con la descarga emocional y la liberación de sentimientos y con la liberación de energías reprimidas, pero el efecto llega más profundo de lo que uno se imagina. Puede transportar a la gente a un lugar interno donde puedan experimentar un sentido de unificación con el universo. Este entendimiento no es intelectual, es orgásmico. Al experimentar el todo de sus propios cuerpos, experimentan el todo de la vida misma. Al sentir el cuerpo pulsar de manera natural, se sienten en armonía con la pulsación del cosmos. Esto trae una gran paz, aceptación y relajación. Como dicen los místicos, estar en contacto con usted mismo lo pone en contacto con el "yo" superior, el "yo" de toda la vida. Cuando usted se adentra en el origen de su propia energía, llega al origen de todo. Tú NO NECESITAS CONOCER una fórmula para tener un orgasmo. Si estás en tono con tu propia energía sexual, y si estás dispuesto y listo para permitir que esta energía se exprese de forma natural, entonces el orgasmo se da por sí mismo. Pero, estemos al tanto de esto o no, el proceso de tener un orgasmo sigue cierta fórmula, que implica la acumulación de energía y excitación dentro del cuerpo, llegar al clímax y liberar. Todos los músculos y nervios están involucrados, la sangre corre a los órganos sexuales, corrientes bioeléctricas chispean y chisporrotean, los rostros se sonrojan, la piel hormiguea... de una u otra forma. Todo el cuerpo humano se involucra. Más aún, esta fórmula tiene implicaciones más allá del disfrute sexual, porque los mismos principios aplican a la expresión de las emociones. Entender la fórmula del orgasmo y aplicar sus principios al área de los sentimientos provee una llave para ayudar a la gente a liberar emociones bloqueadas, restablecer el flujo de energía en todo el cuerpo y recuperar la salud emocional. En otras palabras: la fórmula del orgasmo crea una base sólida para mi trabajo. Por eso he dedicado este capítulo a explicarlo. Fue Reich quien primero se atrevió a estudiar el fenómeno del orgasmo, rompiendo grandes tabúes sociales en su esfuerzo por entender las raíces de la energía sexual humana, sus efectos en nuestra psique y nuestra habilidad para conducir vidas felices, gratificantes. El interés de Reich en el sexo no era tan sólo académico. Era muy personal. Desde una edad temprana el sexo lo fascinó y habiendo visto a dos miembros de la servidumbre de su hogar enganchados en el acto sexual, intentó hacer el amor con la enfermera de su hermano a la edad de cuatro años. A los once ya estaba haciendo el amor con la cocinera de la familia, y a los quince visitaba un burdel con regularidad. El sexo se mantuvo como algo muy importante a lo largo de la vida de Reich. Necesitaba hacer el amor diario, pero no era un casanova. Más bien, practicaba lo que yo llamaría "monogamia serial", disfrutando una serie de intensas relaciones amorosas, una después de la otra, que eran más o menos monógamas. El resto de su inmensa vitalidad la vertió en su trabajo. De hecho, se puede decir que el sexo y el trabajo significaban todo para él, y estuvieron siempre conectados en su enfoque hacia la vida: "El amor, el trabajo y el conocimiento son la fuente de nuestras vidas. También deberían gobernarla", ese es el enunciado con que abre muchos de sus libros. El interés de Reich en la función del orgasmo surgió de su trabajo como analista en la clínica de Viena de Freud a principios de 1920. Cuando examinaba los estilos de vida de pacientes que habían sido exitosamente curados de neurosis psicológica y los comparaba con aquellos que no lo habían sido, encontró que los pacientes curados podían disfrutar de una vida sexual satisfactoria, mientras los otros no podían. El siguiente paso era obvio: para curar al paciente de una neurosis, la energía sexual tenía que ser liberada de cualquier inhibición. Pero el acto sexual, en sí mismo, no garantizaba una cura. No era suficiente para un hombre o una mujer hacer el amor frecuentemente o tener muchas parejas. Reich encontró que era la calidad no la cantidad lo que hacía la diferencia. Era la capacidad de la persona de disfrutar un orgasmo sexual llamó "potencia que determinaba su habilidad para superar un comportamiento neurótico. Era la gratificación sexual, no la actividad sexual, el factor determinante. Aquí, la divergencia de Reich hacia Freud es significativa porque, como ya lo mencioné anteriormente, el veía todo en términos de energía y psicología. De acuerdo a Reich, el comportamiento neurótico surge de la incapacidad del individuo de descargar la energía acumulada en el cuerpo. En otras palabras, la neurosis no es nada más que energía reprimida buscando una ruta de salida. La manera natural y más sana de liberar energía, afirmaba Reich, es a través del orgasmo sexual. Es por medio de esta función esencial que el cuerpo puede completamente descargar energía acumulada e iniciar el proceso de acumulación otra vez, así creando un ritmo sano de pulsación, de carga y descarga. De hecho, Reich dividió la pulsación del orgasmo en cuatro etapas: tensión, carga, descarga y relajación. Kelley cambió un poco el orden, invirtiendo los dos primeros: carga, tensión, descarga, relajación. propia experiencia me lleva a concordar con Kelley, pero de cualquier forma la fórmula básica es la misma. Visto desde esta perspectiva, resulta fácil entender por qué una persona sexualmente disfuncional se convierte en neurótica: ésta nunca llega a la cuarta etapa, nunca tiene la oportunidad de relajarse. Le es imposible descargar totalmente toda su energía, de manera que esta energía se queda en el cuerpo, manifestándose como tensión, intranquilidad, malestar. Es la energía no expresada la que literalmente enloquece al individuo. Fundamentando el revolucionario enfoque de Reich estaba su descubrimiento, que sostiene que el cuerpo humano acumula más energía de la que normalmente usa. Reich especulaba que este hábito de acumulación de reservas de energía se desarrolló durante la evolución del ser humano como un mecanismo de sobrevivencia, un tanque de reserva de energía debería estar siempre disponible en caso de que una emergencia requiriera una intensa actividad física, como huir de un peligro, o luchar contra un enemigo. En términos de energía, Reich percibía el organismo humano como una esfera con un núcleo y una periferia. Existe, afirmaba, cierta presión dentro de la esfera, porque la energía se está acumulando en el núcleo y quiere expandirse, mientras que la función de la periferia es retener esa energía adentro. Al alcanzar cierto nivel de carga, la presión energética es demasiada y se empieza a mover hacia afuera del núcleo por voluntad propia, empujando hacia un objeto sexual externo como manera de aliviar la presión y regular el nivel de energía dentro de la esfera. Esto no suena muy romántico, pero en términos físico, es la sensación de presión interna lo que nos empuja a restregarnos con otro cuerpo que esté similarmente con otro cuerpo y frotarse contra que las dos cargas puedan darse un clímax mutuamente y encontrar la liberación. ¿Cómo funciona la fórmula del orgasmo en la práctica? Digamos que estás caminado en la calle, de compras un sábado en la mañana y te detienes a ver un aparador de tu tienda favorita. Alguien más también está viendo el aparador y, una vez que te pones otra vez en marcha, ese alguien te dice "¡hola!" Volteas y ves a un tipo que conociste dos semanas atrás en la fiesta de cumpleaños de un amigo. Recuerdas haber pensado en aquella ocasión "mmh, qué hombre tan interesante", y ahora él está parado frente a ti, y sí, parece que te está invitando un café en la cafetería de enfrente. Escuchas respondiendo inmediatamente, "claro, ¿por qué no?" Y ahora aquí estás, sentado con un café con leche frente a ti, platicando. Quizá aún no lo has notado, pero tu pulsación de respiración ha cambiado su ritmo sutilmente. Se ha acelerado un poco. Estás tomando más energía, te sientes más despierta,más alerta, más interesada en la vida... quizá estás sentada de manera diferente, un poco más erguida, no echada en la silla. En otras palabras, te estás moviendo hacia la primera etapa de la fórmula del orgasmo, como es entendido por Kelley y por mí, con la presión de una carga de energía ya acumulándose en tu cuerpo. Existen muchos pasos diferentes que llevan a la práctica de hacer el amor. Por medio del coqueteo, invitaciones a cenar, a bailar, con conversaciones íntimas y besos... por medio de todos los rituales comunes que envuelven una creciente atracción entre dos seres sexuales. También podemos llamarlo "caricias". Pero lo más importante es que una acumulación uniforme de excitación y energía continúa en la pareja. La tensión también se une a la ecuación. Hay una sensación de aguantarse que podemos experimentar en un nivel psicológico, por ejemplo, no querer apresurarse hacia el acto sexual, dejar que las cosas tomen su tiempo, no parecer muy "deseoso", checar al amante. Al mismo tiempo, no queremos que baje la excitación. Queremos mantener esa energía y entonces la tensión aparece como un balance entre esas dos fuerzas contrastantes, un deseo de recompensa y el contener la excitación. Si se le permite a la atracción moverse hacia su destino natural, se inicia el contacto físico y, aun antes del acto un cuerpo contra el otro sin da un enorme salto en la excitación ya que la pareja entiende "ahora sí, ahora sí va a suceder". La penetración del pene en la vagina reúne la energía de manera más concentrada en el área de nuestros órganos sexuales y lleva la carga a un nivel más alto. Conforme el acto avanza, se crea una fuerte tensión dinámica entre la necesidad de la creciente oleada de energía a ser liberada y un deseo simultáneo de contener, prolongar y hasta incrementar la excitación. Aunque los instrumentos científicos eran muy rudimentarios en 1920, Reich hizo lo que pudo para medir la carga de energía en diferentes etapas, incluyendo la toma de lecturas eléctricas de la superficie de la piel. A su manera, Reich precedió a Alfred Kinsey y a Masters y Johnson, quienes son ampliamente acreditados como los pioneros en el estudio científico del comportamiento sexual humano. En su libro La función del orgasmo, Reich se adentra en detalle en la descripción de la fricción de los cuerpos, la creciente carga de energía, la trasmisión de corrientes bioeléctricas a través del plasma, membranas mocosas y la musculatura. Siguiendo la imagen de la esfera, él usa el ejemplo de una vejiga a punto de reventarse con aire, como manera de ilustrar la extrema tensión que ocurre inmediatamente antes del orgasmo. Debo admitir que cuando leí su descripción la encontré muy decepcionante: ¿una vejiga a punto de reventarse? Personalmente hubiera preferido que encontrara otra forma de ilustrar el funcionamiento de mis atesorados orgasmos. Sin embargo, su punto era claro: Llega un momento en que el organismo humano es incapaz de contener la carga sexual por más tiempo. O explota o deberá descargar la energía acumulada. En este momento crucial todo control se pierde. Se llega al punto del no retorno. El acto sexual cambia de un proceso voluntario a uno involuntario. La energía emana en una liberación orgásmica y todo el organismo se convulsiona con todo tipo de corrientes bioeléctricas centelleando por el plasma y la tensión escurriéndose por los músculos. Reich puso un gran énfasis en la necesidad de la etapa involuntaria del orgasmo para que la energía sea descargada en su totalidad. Cualquier técnica o método de hacer necesitará ser abandonada. El organismo deberá tomar el control y entrar en convulsiones involuntarias si se quiere alcanzar un orgasmo totalmente satisfactorio. Estas convulsiones involuntarias son, como ya lo he indicado, un fenómeno eléctrico. Cualquiera de ustedes que hayan llevado a cabo experimentos en el taller de biología de la escuela, sabrá que si un electrodo que contiene una pequeña corriente eléctrica toca la pierna de una rana muerta, los músculos brincarán, o convulsionarán, provocando que la pierna patee. Sucede lo mismo en el cuerpo humano. Nuestros músculos responden a corrientes bioeléctricas que pasan por ellos. En un orgasmo, el centro del sexo funciona como un pararrayos, como un electrodo interno, y conforme la energía se vierte a través de los genitales, la repentina carga de bioelectricidad provoca que la musculatura entre en convulsiones rítmicas. Una vez que el orgasmo ha concluido, la pareja involucrada en el acto de amor entra en un estado de profunda relajación. Toda la energía ha sido descargada y ya no hay tensión en el cuerpo, esto explica por qué después de una buena sesión amorosa, mucha gente tiende a quedarse dormida. En realidad, hay mucha gente que no es capaz de disfrutar y permitir un orgasmo completo, y las razones para esto son explicadas en el siguiente capítulo. Lo que deseo enfatizar aquí es el proceso natural de carga y descarga, porque es este proceso el que da la pauta para la trabajo que llevo a cabo en mis grupos y sesiones individuales-. La energía emocional sigue el mismo patrón que la energía sexual. O, para ser más exacta, debería decir que la energía sigue el mismo patrón, ya sea expresada sexual o emocionalmente. Una carga puede ser creada en el cuerpo energético y usada para impulsar una liberación emocional, lo que puede ser seguido de un profundo sentimiento de relajación y bienestar. Para ilustrar cómo trabaja esto en la práctica, no puedo hacer nada mejor que describir mi primera experiencia en una sesión reichiana, en Santa Mónica, cerca de Los Ángeles, en abril de 1971. Ya me había interesado en las ideas de Reich y había a asistido en San Francisco a una plática de Charles Kelley, científico y como ya lo directamente con Reich en 1950. Junto con su esposa, Erica, Kelley estaba aplicando y desarrollando uno de los principios de Reich en el área de salud emocional. Kelley llamó a su método Educación neorreichiana rádix y ofrecía talleres al público en su Instituto Radix al sur de California. Recién graduada de la universidad, con un título en filosofía y ciencias políticas, me sentí aventurera, y estaba ya intrigada sobre la plática de Kelley, como para viajar por toda la costa desde San Francisco para participar en un grupo de fin de semana. Llegaron como doce personas y lo primero que noté es que yo, a mis 22 años, era la participante más joven. La mayoría era de treinta, cuarenta o cincuenta años, y muchos estaban en el sector salud y de sanación: enfermeras, doctores, terapeutas, de un tipo u otro. La primera mañana, los Kelley nos condujeron a una serie de intensos ejercicios físicos: respirar, brincar, gritar, resoplar y jadear a través de notoriamente imposibles posiciones de después aprendí que esta forma de autoflagelación es llamada bioenergética. Por la tarde, la atmósfera cambió y Erica nos invitó a participar con ella en sesiones individuales, mientras el resto del grupo observaba. Después de que dos o tres ya habían pasado, presentí que era mi turno. "Laura, ¿te gustaría ser la próxima?" me preguntó Erica, como si hubiera leído mi mente. "iOh, no!", respiré en silencio, mi estómago contrayéndose con nerviosismo y excitación. "Bueno, sí", dije, quitándome la ropa para quedar en el traje de baño de dos piezas con el que me sentía muy gorda. Me recosté. Mi espalda sobre un tapete acolchonado, viendo los ojos cafés de Erica, y después a mi grupo de compañeros que estaban sentados en círculo, observándome con expectación y algo de compasión. "Bien, ahora dobla tus rodillas, para que tus plantas de los pies se posen bien sobre el tapete, y cierra los ojos", dijo Erica amablemente, sentada a mi lado. "Abre la boca y respira profundo hasta tu vientre", continuó, posando ahí su mano, hacia donde mi respiración debería dirigirse. Inhalé profundamente hasta mi vientre, después expulsé todo el aire de mi pecho. Adentro... afuera... más profundo adentro... más profundo afuera... continuamentepor diez minutos, aproximadamente. Aunque no lo sabía en ese momento, estaba siendo guiada hacia una acumulación de carga de energía, elevando/aumentando el potencial para una descarga. Energía. ¿Qué subyace realmente en esa palabra? Estaba por descubrirlo. "Sí, Laura, bien", me animaba Érica, presionando su mano firmemente sobre mi pecho conforme yo exhalaba. "Ahora, mientras exhalas, haz el sonido `ohh...' y adentro, `ohh...' y adentro". Empecé a sentir una sensación de cosquilleo en mis manos y alrededor de la boca, que empezaba a contraerse como formando una 0 apretada, involuntariamente, mientras la garganta se apretaba con algo que parecía forzar su salida hacia arriba desde el área de mi corazón. De algún modo Erica sabía lo que estaba sucediendo. Empezó a masajear mi garganta, quijada y hombros vigorosamente, mientras me sugería que permitiera que mi cuerpo se moviera en cualquier forma que quisiera... A la vez, mi cuerpo empezó a hacer movimientos ondulatorios, en apariencia tomando vida propia. De pronto, una voz muy escondida en mi mente con urgencia susurró "¡querida, estás a punto de perder la compostura... y enfrente de toda esta gente!" Ignoré la voz y seguí respirando. Cada respiración me llevaba más profundamente hacia un ritmo de movimientos pulsantes y sonidos que parecían llegar aún más profundo, dándome la sensación de que era conducida por una marejada, o por un río... un río que luchaba con fuerza por alcanzar un crescendo de sentimientos... y de pronto exploté en un gran llanto, sollozando como si mi corazón se pudiera resquebrajar. Mi perpleja mente trataba de encontrar una razón del porqué estaba yo llorando, pero no había ninguna. Mi cuerpo se convulsionaba mientras mis músculos empezaban a liberar lo que se sentía como toda una vida de dolor, sufrimiento y anhelo. Lentamente empecé a entender el sentimiento de nunca haber recibido tanto amor como el que necesitaba o quería, especialmente de los hombres: primero de mi padre, después de varios novios en mi vida. De pronto, los recuerdos llenaron mi mente: siempre que en mi vida quise más, quedaba con una sensación de un deseo no satisfecho y de anhelo. Desde que recuerdo, tuve miedo de pedirle algo a los hombres: más calor, más intimidad y cercanía. Y sí, más sexo. Una vez más, la intuición de Erica me sorprendió mientras me guiaba: "Levanta tus manos y brazos y repite: `quiero... quiero..."' Me aferré a estas palabras como un náufrago, gritándolas en una voz que difícilmente reconocía. Las manos de Erica me tocaban en forma precisa para apoyarme en lo que estaba sucediendo, y su suave voz me animaba diciendo: "Sí, suéltalo todo... sí". Gradualmente, el torrente de emociones cedió. Fue substituido por una sensación de expansión tan vasta que mis brazos se sentían como si pudieran abrazar el firmamento, una sensación de que había recibido todo lo que necesitaba. Mi respiración volvió a la normalidad, aunque me sentía más libre y relajada. Mi cuerpo vibrando con una nueva existencia que parecía emanar desde mi vientre. Después de unos minutos Erica me invitó a abrir los ojos y ver a los otros alrededor del círculo. Fui bienvenida con amplias sonrisas y ojos relucientes que me decían que esta gente había estado conmigo durante todo el proceso. Mientras sus manos suavemente tocaban mi cuerpo, una dulce risa se formó en mí y en los otros miembros del grupo, ayudando a relajarme aún más. Mirando en retrospectiva, creo que lo que más me impresionó de esa primera sesión fue lo profundo de la relajación que sentí después de la descarga emocional. Eso era algo completamente nuevo. Nunca antes había sentido nada igual. Fue una experiencia personal directa de los principios básicos de Reich: En el ciclo de cuatro tiempos de la fórmula del orgasmo, no podrás realmente sentir la relajación a menos que puedas descargar completamente el exceso de energía de tu cuerpo cuerpo es usado como un término colectivo, que se refiere a dos cuerpos profundamente interrelacionados: el físico y el energético. Una descarga total requiere, a la vez, de un esfuerzo deliberado por acumular la carga, respirar en la manera en que lo expliqué, lo que puede dar lugar a una explosión emocional y una catarsis. Estaba tan impresionada por el poder y efecto transformador del trabajo de Kelley, que me mudé a Santa Mónica y me entrené con ellos por un período de dos años para convertirme en una terapeuta reichiana. Para ser exacta, debería usar el término "neorreichiana" porque así es como Kelley se diferencia de los más ortodoxos y tradicionales seguidores de Reich. A través de mi terapia neorreichiana y trabajando posteriormente con ella como terapeuta, probé y entendí cómo este método se relaciona directamente con la energía sexual. Mueve algo interno que puede ser llamado placentero, que puede ser llamado orgásmico. Es una sensación de llenarse de energía, moviéndola y descargándola, y la relajación que llega cuando uno deja de contenerla es realmente muy placentera y uno puede sentir la calidad de la sexualidad en ella. No es que uno se sienta genitalmente excitado por el trabajo de liberación emocional. Es más una sensación de sentirse vivo orgásmicamente, sintiendo un flujo de sensaciones placenteras a través de todo el cuerpo. Sin embargo, también hubo una recompensa en el espacio de mi sexualidad. Durante mis primeros seis meses de intenso trabajo con los Kelley, me di cuenta que aumentaba la profundidad de mi experiencia sexual con mi amante: había más energía sexual disponible, estaba menos distraída pensando en más hacer-y mis orgasmos eran más fuertes y más satisfactorios. Convertirme en una terapeuta neorreichiana me abrió muchas puertas en términos de profundizar mi comprensión sobre este tipo de trabajo, y vale la pena tomarse un momento para describir como sucedió esto. Aproximadamente un año después de que mi entrenamiento hubiera terminado, tuve la fortuna suficiente de convertirme en una terapeuta residente en el Instituto Esalen, en Big Sur, California, que a principios de los años setenta era una fuente generadora de terapia innovadora, un cruce de caminos y punto de encuentro para casi todo el mundo involu crado en desarrollar nuevos métodos de crecimiento personal y autoexploración. Fritz Peris había vivido ahí durante sus últimos años, desarrollando la terapia Gestalt, y terapeutas como Dick Price, Will Schutz, Joan Halifax, Stan Grof, Bernard Gunther, Gabrielle Roth, Ida Rolf, y muchos otros eran residentes o pasaban por ahí en esa época. Esalen también tenía una dimensión espiritual. Alan Watts, el hombre que hizo mucho por introducir filosofías orientales en el pensamiento occidental un visitante frecuente. Aldous Huxley, quien escribió sobre el aspecto espiritual de drogas alucinógenas en su libro Las puertas de la percepción había visitado Esalen varias veces y en su honor el salón principal del instituto lleva su nombre. Cuando llegué a Esalen, la India estaba de moda entre toda una generación de jóvenes americanos, y viajeros que regresaban al instituto desde el este y que daban pláticas sobre el sistema de chakras, cursos de yoga y muchos tipos de meditación. En conjunto, era un impetuoso coctel de psicoterapia occidental y espiritualidad oriental. Y viviendo y trabajando en el campus me lo bebí con deleite. Por esta época, escuché de una técnica poco común de meditación caótica desarrollada por un místico hindú llamado Bhagwan Shree Rajneesh, y no pasó mucho tiempo para que yo tuviera la oportunidad de probarla. Los Kelley habían organizado un tour europeo para mí, conduciendo talleres en diferentes ciudades, y en Londres conocí a un grupo de discípulos de Rajneesh y me les uní en una experiencia de una hora de su técnica caótica, conocida como meditación dinámica. Hasta entonces, veía la meditación como un proceso silencioso, en calma y relativamente inactivo. Uno simplemente se sentaba con las piernas cruzadas, los ojos cerrados, en una postura como de Buda, y trataba de tranquilizarla mente con pensamientos de compasión y paz, o si no, cantaba mantras secretos o canalizaba la energía a través de la espina dorsal. La meditación dinámica era una experiencia totalmente diferente y realmente le hacía honor a su nombre. Con duración de sesenta minutos, contaba con cinco etapas, empezando con diez minutos de respiración fuerte, por la nariz, la boca cerrada, enfatizando la exhalación. En esta etapa inicial, todo el cuerpo participa, con los brazos agitándose a los lados, un poco como las agarraderas de un fuelle antiguo, ayudando a bombear aire hacia adentro y hacia afuera de los pulmones. Respirar a través de la nariz, empujando el aire fuertemente en la opuesto a nuestro patrón de respiración un efecto peculiar en mí. Fue muy energético, pero al mismo tiempo despertó una creciente sensación de frustración, impaciencia y enojo. Una música de tambores caóticos nos estimulaba y para cuando llegó la segunda etapa, anunciada por un gong estruendoso, yo estaba más que lista para los diez minutos de catarsis y liberación emocional que estaban por suceder. Estaba lista para abrirme, y me desgañité, junto con todos los demás. La tercera etapa, otra vez diez minutos, fue extremadamente vigorosa. Brincamos con los brazos levantados sobre nuestras cabezas, cayendo sobre las plantas de los pies, gritando el mantra "¡ju!, ¡ju!, ¡ju!" Esto, se nos explicó con anticipación, actuaba como un martillo combinado en el centro sexual: los saltos repetitivos enviaban impulsos que corrían por las piernas hacia el área genital, mientras el "ju" hacía lo mismo con el sonido desde dentro. Aparentemente, la intención era despertar fuentes dormidas de energía sexual y distribuirlas a través del cuerpo. Después de tres etapas y treinta minutos de actividad extenuante, acompañada de música estruendosa, una voz en la cinta de audio repentinamente anunció "¡alto!" y nos inmovilizamos en cualquier posición en que nos encontráramos, sin mover un músculo. Aquí, se nos dio la instrucción de simplemente "observar" o percibir, con los ojos cerrados, todo lo que estaba sucediendo: el golpeteo de la sangre en los oídos, el jadeo de nuestra mente desacelerando mientras nos reponíamos del sudor escurriendo por nuestros cuerpos, los pensamientos acelerando en nuestras mentes. Esta etapa en silencio duró quince minutos. La última etapa, también quince minutos, fue para baile y celebración. Como ya lo habrán podido adivinar, lo que me impactó de esta técnica de meditación dinámica fue que contenía los mismos ingredientes esenciales de la fórmula del orgasmo de Reich, empezando con una acumulación vigorosa de carga de energía en el cuerpo, seguida de una descarga y relajación. No estaba muy segura del aspecto de la medi estaba muy "tierna" en cuanto a comprender toda la dimensión oriental de la experiencia me gustaba el efecto de nueva fuerza y vigor que la Dinámica en mi provocaba, y también la sensación de relajación y bienestar que le seguían. Así empezó mi gusto por los métodos de enseñanza de Rajneesh, quien después se dio a conocer como Osho. Y, aunque yo no lo sabía, éste también fue el principio de una fusión paulatina de mi trabajo reichiano con la ruta del tantra. Para este momento, habiéndome acompañado a través de la descripción de una poderosa sesión neorreichiana con Erica Kelley y una hora agotadora de Dinámica, bien se podrían preguntar: ¿Cuál es la necesidad de tanto esfuerzo? ¿Para qué tanto resoplido y jadeo, la respiración, el estrés, las inundaciones emocionales de lágrimas y enojo? ¿De verdad tenemos que pasar por todo esto para sentirnos felices, vivos, sensuales, orgásmicos y relajados? Me temo que la respuesta corta es "sí". Las razones serán aclaradas en el siguiente capítulo. CUANDO NIÑA, FUI MUY EXPRESIVA, como la mayoría de la niñas que crecen en las tan llamadas familias "normales", amaba a mi papá. En esos primeros, años formativos, mi papá era el hombre más importante de mi vida. Algunas veces quería que me abrazara o alcanzarlo o tocarlo... el simple anhelo de un niño por el afecto, la cercanía y las palabras alentadoras que sólo un padre puede dar. Pero la mayoría de las veces todo el me mantenía a cierta distancia, lo que yo sentía como un rechazo. No sé por qué lo hacía. Sé que me quería y que trataba de ser un buen padre, pero quizá se preocupaba de que mi madre y hermanas se sintieran celosas. Quizá temiera a sus propias emociones, se cohibiera al mostrar afecto, preguntándose lo que otra gente pensaría de él. Quizá temía comenzar a sentirse sexual al jugar al caballito conmigo. Es difícil saber qué pasaba por su mente en esos momentos, pero después de esa primera sesión con Erica Kelley, mientras más me metía en la terapia y exploraba las partes escondidas de mi psicología, empecé a sentir muchos momentos de dolor, decepción y rechazo de mi padre, y mi anhelo de estar cerca a él. También recuerdo ciertos momentos cuando me protegía a mí misma contra esos sentimientos para no sentir el dolor, para no mostrarlo. Encontré una forma de manejarlo para ahorrarme el sufrimiento. Físicamente esto se manifiesta como un nudo en mi garganta, como si me tragara mi propia voz, y a la vez conteniéndome a mí misma, apretando grupos musculares, especialmente alrededor del diafragma y plexo solar. De esta forma todo se tornaba más controlado y manejable, como si pudiera empaquetar la expresión de mis sentimientos de tal modo que fuera aceptable para mí y para mis padres. Claro, en esa época no tenía idea de lo que estaba haciendo. No sabía que ciertos grupos de músculos pueden ser usados para reprimir sentimientos no deseados. Simplemente hice lo que mejor pude hacer para protegerme y como resultado me volví menos expresiva, menos espontánea, menos viva. Ese es el precio que todos pagamos por protegernos. Cuando nuestros músculos habitualmente se aprietan y contraen, nuestra energía se empobrece porque no puede fluir libremente a través del cuerpo y se crean patrones de por vida o disminuye nuestra vitalidad. En mi caso, por ejemplo, mi hábito de defensa se reflejaba en mis relaciones con hombres ya siendo adulto. Era difícil para mí ser espontáneamente expre siva, responder libre y emocionalmente, mostrar afecto o pedirlo. Tanto mi mente como mi cuerpo habían sido entrenados para evitarlo. Fue Reich quien descubrió primero la relación entre el control emocional y los músculos tensos, mientras trabajaba en la clínica de Freud en Viena, y después más tarde en su propia clínica, que abría al público donde quiera que fuera. Observó que muchos de sus pacientes padecían cierto entumecimiento o rigidez en la forma en la que se presentaban físicamente. Observó sus costumbres: la forma en que no lo veían directamente mientras hablaban, el tono muy bajo en que hablaban o como si no respiraran mucho o encorvaran los hombros o cruzaran los brazos muy fuerte sobre su pecho. Gradualmente entendió que la gente con neurosis contrae sus cuerpos de distintas maneras, así que empezó a experimentar. Mientras hablaban, recostados en su diván, les tocaba el vientre y lo encontraba duro, con tensión, y los alentaba: "Ahora respire más profundamente aquí, en su vientre". Naturalmente, encontraba resistencia en sus pacientes, porque la gente crea tensión en sus cuerpos para dejar de sentir. Cuando empezaron a respirar también empezaron a sentirse mal, a incomodarse, enojándose con Reich por alentarlos a hacer esto. Pero, en vez de tratar de detener las emociones, o redirigirlas, más las provocaba, incitando a que esta energía expresiva se expandiera, solicitándole al paciente que reportara cualquier rigidez física, cualquier emoción que estuviera surgiendo. Le pedía a la gente que observara lo que les sucedía: no podían decir las cosas que querían decir, su garganta se cerraba y su respiración se detenía, quizá para impedir que palabras prohibidas fueran emitidas. Y cuando salían, cuando explotaban, hacía que el paciente golpeara el diván, o se moviera, o gritara para que la energíapudiera ser liberada. Después de la descarga, observó que la respiración se volvía más relajada y natural, la tensión en ciertos grupos de músculos también se había relajado, y esa energía parecía fluir más fácilmente a través del cuerpo, especialmente en el área donde anteriormente había estado oprimida. Esta fue parte de la revolución de Reich: desarrolló un método terapéutico de "Manos a la obra" para trabajar con el cuerpo, la respiración, la emoción y el problema psicológico al mismo tiempo. Esto discrepaba mucho del estilo ecuánime, analítico de su mentor Sigmund Freud. Tan sólo imaginen: su terapeuta ya no está sentado detrás del diván, donde ustedes no lo pueden ver, haciendo preguntas sin comprometerse y tomando notas de todo lo que ustedes están diciendo. En lugar de eso, él está ahí, en sus caras. Picándoles el cuerpo, haciéndolos respirar profundamente, masajeando los músculos tensos, alistándolos para explotar con emociones. Esta era una forma de terapia que Freud jamás hubiera imaginado. No obstante, para Reich era una parte esencial de la curación de la neurosis y el restablecimiento de la salud psicológica. Para él no era posible cambiar el proceso del pensamiento a un nivel profundo sin cambiar también al cuerpo. De esta manera Reich fue el primer hombre en llevar la psicología más allá de la mente y hacia adentro del cuerpo. Uno de sus descubrimientos principales fue que los grupos de músculos trabajan juntos, coadyuvando en la expresión de energía. Por ejemplo, sacar la lengua es una expresión de enojo que involucra a los músculos de la boca así como de la parte superior de la garganta. Encogerse con temor conlleva al colapso del pecho, llevando los hombres hacia adelante y hacia adentro para proteger esa zona. Una conmoción repentina provoca que los ojos se agranden y que los músculos a su alrededor se estiren y contraigan. Reich encontró que hay siete segmentos, o grupos de músculos, que envuelven al cuerpo en anillos, como los anillos de un gusano. De hecho, especulaba que estos segmentos eran un vestigio evolutivo de nuestros ancestros gusanos. Será de mucha utilidad describir los siete segmentos, empezando por la parte superior del cuerpo y hacia abajo secuencia¡ mente. SEGMENTO OCULAR: Localizado en la parte superior de la cabeza. Incluye los ojos, los músculos dentro y alrededor de las órbitas, la frente, la parte superior de la cabeza, los lados de la cabeza, y los músculos debajo de la cresta del cuero cabelludo donde el cráneo se encuentra con el cuello. 2. SEGMENTO ORAL: Incluye toda el área de la boca: labios, lengua, mandíbula y grupo de músculos que unen a la mandíbula con la nuca. 3. SEGMENTO CERVICAL: Todos los músculos del cuello y garganta. Este es un segmento muy importante en la terapia reichiana por la cantidad de energía que fluye por él. Hay músculos en la parte frontal de la garganta conectados al llanto, la tristeza, el sufrimiento; músculos a los lados conectados con la expresión o represión del enojo; músculos en la nuca relacionados con el miedo. 4. SEGMENTO TORÁCICO: El segmento del pecho incluye la caja torácica y sigue las costillas alrededor de la parte posterior del cuerpo donde se conectan con la espina dorsal. También incluye todos los músculos de los hombros, brazos y manos. Obviamente, este segmento está profundamente vinculado con nuestra respiración, y los sentimientos del corazón. 5. SEGMENTO DEL DIAFRAGMA: Comprende todos los músculos del diafragma que se ubica por debajo de los pulmones. Es un grupo de músculos en forma de sombrilla que se cuelgan en la cavidad abdominal con la inhalación y se elevan para ayudar a los pulmones a vaciarse en la exhalación. Este segmento está también muy conectado con la respiración y el control emocional. 6. SEGMENTO ABDOMINAL: Comprende todos los músculos del abdomen y la espalda baja. También incluye nuestras origen de muchos sentimientos profundos. 7. SEGMENTO PÉLVICO: El último segmento abarca todos los músculos del piso de la pelvis y está conectado a los genitales, ano, nalgas, piernas y pies. Esta también es nuestra conexión entre el cuerpo y la tierra. Como ya lo dije anteriormente, estos siete segmentos de músculos envuelven al cuerpo como anillos, creando un efecto de conducto que ayuda a encauzar energía a través del organismo, en un aspecto similar al de un gusano en movimiento. Tal como una ola de movimiento se trasmite a través de los segmentos de un gusano para impulsarlo hacia adelante por la tierra. Un segmento, o anillo muscular, actúa como un músculo esfínter único, como el que se localiza en la apertura del ano, o como cualquier otro músculo esfínter dentro del aparato digestivo. Estos se abren y cierran para permitir el paso de alimentos o desechos a la hora que sean requeridos. La la emocionales empujada por todo el cuerpo, por la pulsación de los siete segmentos musculares, así que lo que se siente en una zona se convierte en una expresión unificada de todo el organismo. En el cuerpo de un niño, donde aún no se forman patrones crónicos de defensa, las expresiones unificadas suceden natural y fácilmente. Digamos que un niño se enoja. El sentimiento puede originarse en sus entrañas, y es después pasado por la pulsación del segmento muscular del pecho a la garganta, donde encuentra su expresión vocal y surge de su boca como un grito o llanto de rabia. También podría estar manoteando, pateando, haciendo todo un berrinche que involucra a todo el cuerpo. Todos los segmentos musculares del cuerpo del niño están cooperando con el berrinche, ayudando a que la energía se mueva, dándole expresión, permitiendo su liberación. Sin embargo, si algo es que el niño escucha "cállate" de parte de un padre inmediatamente la garganta, la cual estaba haciendo ruidos, se cierra. El grupo muscular en este segmento se tensa y entra en una especie de parálisis, que impide la expresión vocal. Probablemente, también la respiración sea cortada o drásticamente reducida, para impedir que el pecho palpitante envíe más energía hacia la garganta, y se crea tensión en el diafragma y otros músculos que regulan la respiración del niño. Para un terapeuta reichiano, lo más importante a entender es que la energía que ahora está siendo retenida no simplemente se evapora. Se puede descargar como un tipo de emoción diferente, por ejemplo, lágrimas, las cuales pueden ser más aceptables para los padres. Pero la carga principal de energía se queda en los músculos, atrapada como tensión, y esta tensión se endurecerá y se convertirá crónica, parte de la musculatura, si sucede de forma reiterada. Por eso, cuando toco el estómago de un paciente o el diafragma o el pecho, puedo sentir-como lo hizo Reich antes que algunos músculos parecieran estar hechos de acero. Se han endurecido como el acero, como para proteger al individuo contra su entorno. Reich llamó a este endurecimiento de los músculos "armadura". Esencialmente es tensión almacenada, energía bloqueada, emociones reprimidas. No toda la tensión en el cuerpo es armadura. Alguna está relacionada únicamente a una mala postura en el trabajo: sentados todo el día detrás de un escritorio, frente a una computadora, doblándonos hacia el frente y encorvando los hombros. Esto creará tensión en el cuello, hombros, espalda y parte superior del torso. Pero también cargamos mucha tensión que es emocional y que puede ser rastreada hasta traumas de la infancia. Esta es la "armadura" que cargamos. Me gusta el término porque ilustra gráficamente el estado en que se encuentra la mayoría de la gente cuando se acerca a mí, como antiguos caballeros de cuentos medievales que se han puesto una armadura para la batalla que ahora no se pueden quitar. Desafortunadamente, el problema es más complicado. Con un buen juego de llaves inglesas, pericos y seguetas, se puede quitar la armadura de un cuerpo y el ser humano dentro de ella ser liberado de su prisión. La armadura es interna, está dentro de los músculos y se ha vuelto parte de todo nuestro sistema de energíay sus patrones convencionales. Más aún, los músculos no están muertos como laminados. Aún están vivos. Los segmentos todavía hacen su función de pasar energía, pero el flujo ha sido reducido drásticamente. Los impulsos para expresar emoción siguen presentes, pero la tensión que los contiene es generalmente más fuerte. Esto me lleva a un punto importante: los siete segmentos no solamente bloquean el flujo de energía. En ciertas circunstancias, activamente empujan hacia la dirección opuesta. Este movimiento contrario es llamado "contrapulsación". Para ver cómo funciona esto, regresemos un poco a la imagen de un conducto anillado. Imagínense que la energía en el conducto crece y busca una liberación expresiva. Podrían ser lágrimas, podría ser enojo podría ser una expresión de en cualquier caso, está creciendo y moviéndose. En un organismo que funciona naturalmente, los siete segmentos apoyan este flujo de energía y coadyuvan a su expresión y liberación. No obstante, en un cuerpo "blindado", en donde la energía surge hacia arriba y hacia afuera, encontrará un muro de tensión. Quizá, como en mi propio caso, el deseo por alcanzar el amor se detuvo en la infancia y ahora el diafragma y músculos del pecho ya están entrenados para retenerlo. Al menos uno de los anillos de músculos alrededor del conducto interno, el cual debería estar presionando rítmicamente para ayudar a la expresión, ahora irá empujando en sentido contrario, tratando de contener la energía. Esto es la contrapulsación. Es una pulsación de una parte que se mueve contra la pulsación de todo el organismo. No es de sorprenderse que altere el armonioso flujo de energía a través del cuerpo, creando un efecto de fragmentación en vez de ayudar a unificar la expresión. A un nivel biológico y energético, la contrapulsación refleja una personalidad humana que está dividida contra sí misma, un tipo de separación esquizofrénica entre un impulso natural para expresar y una respuesta aprendida para bloquearlo. Como resultado, los anillos en la parte superior del cuerpo podrían estar expresando un tipo de sentimiento, mientras los segmentos inferiores dicen algo completamente opuesto. A un nivel de personalidad o pensamiento, experimentamos un mensaje confuso: "Quiero esto, pero por otro lado, temo a las consecuencias", "esto se siente realmente bien, pero no debería estar haciéndolo". Estos mensajes ambiguos crean una doble desventaja en nuestro flujo de energía y fácilmente nos podemos sentir atrapados entre impulsos opuestos, incapaces de mover o expresar nada en su totalidad. A primera vista, pareciera que la contrapulsación es negativa porque trabaja contra el flujo natural de energía. Sin embargo, para el terapeuta, es importante recordar que la contrapulsación es también una expresión de nuestra vitalidad. Tiene una intensión positiva. Originalmente surgió de nuestra inteligencia instintiva, como niños, para protegernos de la mejor forma posible de situaciones críticas, por ejemplo, dejar de llorar cuando nos amenazaban con un castigo corporal. Es energía vital que se ha tornado contra sí misma. Esta "decisión" de contener la emoción y energía, surge de nuestra capacidad de juzgar qué tipo de comportamiento es aceptable y cuál no. Se aprende a través de la experiencia en la infancia y juventud, se convierte en habitual y, con el paso del tiempo, tan automática que ni siquiera sabemos que lo estamos haciendo. Explica por qué los seres humanos tienen armadura y los animales no. Los animales no juzgan de esta manera. Ellos no contienen su energía o sentimientos. Energéticamente viven vidas simples, sencillas, como por ejemplo, el instinto más básico de "luchar o huir". Son únicamente los seres humanos quienes, atrapados en la red compleja de decidir qué tipo de expresiones son socialmente aceptables, gradualmente desarrollan un sistema de defensa acorazado. Existen dos procesos asociados pero característicos en un cuerpo acorazado. Primero, en una base cotidiana, la coraza disminuye el flujo de energía y éste es casi un fenómeno universal en la sociedad moderna. Todos somos más o menos de la misma condición. Usted podrá estar funcionando, digamos, en un veinte por ciento de su capacidad, pero, ya que usted trabaja o desempeña sus funciones de vida diarias, usted no se entera de este efecto de incapacidad crónica. Esto es "normal". Así ha sido siempre, al menos en la edad adulta. Segundo, la armadura podría, en cualquier momento, cambiar de posición y crear una contrapulsación. Por ejemplo, hoy, en el trabajo, su supervisor se comporta de manera odiosa y repentinamente usted siente un enojo que le quema el plexo solar y un impulso de gritar "¡no estés chingando!" Sin embargo, su mente inteligente y discriminadora, inmediatamente le informa sobre las consecuencias de seguir ese impulso: lo más probable es que usted sea despedido y en este momento esa no es una buena opción. Sus tarjetas de crédito están al tope, debe la renta, el cumpleaños de su pareja es en sólo dos días y usted necesita cada centavo que se gane. Conforme la energía ascendente del enojo empuja hacia el diafragma y dentro de su pecho, buscando desahogo, su situación financiera es salvada por su segmento cervical, los músculos en su garganta se tensan como prensa alrededor de sus cuerdas vocales, estrangulando el improperio que usted está a punto de emitir. La energía es repelida hacia el conducto. Su empleo ha sido salvado. Pero usted paga un precio muy alto: su fuerza vital ha sido una vez más sofocada. Quizá debiera mencionar aquí que, de acuerdo a Charles Kelley, la armadura no siempre es un fenómeno negativo. Él afirma que la armadura puede ser usada creativamente para lograr metas a largo plazo. Cuando estoy trabajando con un paciente, con frecuencia veo la contrapulsación en acción: cómo una ola expresiva de energía se empieza a mover desde los segmentos inferiores, choca contra un muro acorazado, se le impide continuar su marcha ascendente y se torna contra sí misma. ► Existen ejercicios especiales que realizo al entrenar con gente, que pueden ayudarlos a observar cómo ocurre la contrapulsación. Le pido a la gente que trabaje en parejas. Uno de ellos juega el rol del paciente, recostado sobre un tapete, las rodillas levantadas y las plantas de los pies sobre el piso, en la posición básica de respiración. El otro asume el rol del terapeuta observante, sentado al lado del tapete. Invito a la persona que está recostada a que empiece una pulsación de respiración suave, profunda, llenando los pulmones, expandiendo el pecho, inhalando hasta el vientre y después exhalando completamente. Después de un rato, incorporen un movimiento corporal con el mismo ritmo de la respiración. Mientras respiran, la espalda se arquea y la pelvis se retrae, presionando el coxis contra el tapete. Este movimiento de la pelvis crea el espacio para la energía, montándose en la inhalación para llegar al vientre. Cuando exhalan, la pelvis se impulsa hacia el frente y hacia arriba, en un tipo de embestida sexual, y el coxis se separa del tapete. Conforme la pelvis empuja hacia el frente, también empuja la ola de energía y la respiración a través del cuerpo, para salir por la boca. Esta combinación básica de respiración y movimiento, a la que llamo Pulsación Suave, ayuda a crear una ola de energía que empieza a fluir a través del cuerpo. En un cuerpo que permite este flujo pulsante, la ola continúa y se vuelve más fuerte conforme la respiración y movimiento se intensifican. Pero en un cuerpo acorazado, lo que observamos es que, mientras se crea una carga de energía, algunos grupos musculares empiezan a tensarse, instintivamente haciendo su trabajo de contener tal carga. Por ejemplo, mientras la pelvis se columpia hacia el frente y la energía recorre el cuerpo, podemos observar que el diafragma se empieza a tensar para impedir que la energía sea expulsada por la boca. Mientras la carga de energía se intensifica, los músculos en el diafragma responden tensándosemás y más, y pronto usted podrá ver la contrapulsación en pleno funcionamiento, moviéndose en contra de la dirección y flujo naturales. El diafragma está tratando de empujar la ola de regreso al vientre. Es como ver ondulaciones, olas sobre la superficie de un lago en calma. Usted lanza una piedra y las olas se extienden por el lago. Lance otra, a cierta distancia, y las nuevas olas también se extienden. En cierto punto los dos grupos de olas se encuentran, chocan y lanzan una contraola en la dirección opuesta. Parte de la ola continúa en su dirección original y es lo mismo con el organismo humano. Por ejemplo, el diafragma puede permitir que pase algo de energía y para asegurar que el bloqueo suceda y se corte la expresión, la garganta también se tensará. Con frecuencia, el diafragma y la garganta trabajan juntos en sus patrones de contención, como en equipo. Algunas veces para el terapeuta, esto asemeja a sostener una serpiente por la mitad: los dos extremos, la cabeza y la cola, retorciéndose, pero el lugar donde la serpiente está sostenida, inmóvil. De igual manera, en el organismo humano, usted puede ver la energía moverse por debajo y por sobre el bloque de la armadura, pero en el bloque mismo todo está inmóvil, como sostenido por una mano invisible. He hecho mención de la armadura en el diafragma y en la garganta, ya que éstos son segmentos decisivos en el control de la expresión, pero no son los únicos lugares donde la contrapulsación acontece. Puede suceder en cualquier parte, en cualquiera de los segmentos. Algunas veces, en este ejercicio, la pelvis misma empieza a ir en sentido inverso, moviéndose contra la pulsación natural. Sin saberlo, el pareja que está invertido la acción de balanceo: ahora, la pelvis empuja hacia adelante en la inhalación y hacia atrás en la exhalación. Esta es una evidente contrapulsación en el segmento pélvico, que inconscientemente dice "no" a la energía y su expresión. Este ejercicio le ayuda a los entrenados a identificar la contrapulsación, para que la puedan ver en acción y entender el principio antes de lanzarse al proceso de remoción de las capas de armadura. Y es una buena forma de descubrir dónde se encuentra la armadura principal. Cómo el cuerpo contiene y bloquea la energía. Sin embargo, como en la mayoría de las disciplinas, existe una diferencia substancial entre teoría y práctica, y no quiero dar la impresión de que trabajar con la pulsación de respiración, la fórmula del orgasmo y los siete segmentos acorazados sea una ciencia exacta. La terapia reichiana no es tan obvia ni tan sencilla como esos conceptos la hacen ver. Es más como un arte. Cuando estoy trabajando con un paciente, uso los principios básicos que he absorbido en mi entrenamiento y experiencias de trabajo, pero a la vez también trabajo espontánea e intuitivamente. Un paciente puede tener diferentes pulsaciones y contrapulsaciones moviéndose en su cuerpo que yo vea diferentes rupturas en la energía al mismo de ahí es cuestión de saber por dónde empezar, cómo resolver el misterio, disolver la tensión, unificar la energía, sanar el organismo. Es un asunto individual, no una ecuación matemática. Existen similitudes que trascienden todos los antecedentes nacionales, culturales, étnicos y religiosos, pero cada persona es única. Cada organismo humano cuenta con una configuración diferente de armadura, cada paciente cuenta con una psicología diferente, una historia diferente. Por lo pronto, espero que sea claro por qué afirmé al final del capítulo anterior que se necesitaría cierta cantidad de intenso esfuerzo, para restablecer el organismo humano a su estado natural de integridad, salud y felicidad. Necesitamos deshacer el daño, para que nuestra energía pueda fluir libremente, que las emociones puedan ser sentidas, que la sexualidad pueda ser aceptada y disfrutada. Y, por cierto, el tipo de armadura que he descrito hasta ahora -como mi reacción al distanciamiento emocional y físico de mi padreno es nada comparada con lo que mucha gente experimenta conforme crece. Abuso físico, condena de la sexualidad, la negación de las emociones, violaciones, crueldad, la intimidación, manipulación, la burla, falta de amor, la desatención, el aislamiento, el abandono... todo impacta los segmentos musculares y se almacena como tensión, energía bloqueada, endureciendo la armadura que envuelve al cuerpo. Disolver esta armadura es un reto hacia la liberación personal y, en cuanto a mi respecta, no existen atajos. Si SEPARAS LAS PARTES que construyen la palabra ver que originalmente se formó de raíces latinas que indican un movimiento hacia afuera. Esta definición encaja con el entendimiento reichiano de las emociones humanas. Fundamentalmente, las emociones son vistas sólo como movimientos de plasma, una ola de energía que pasa a través de los contenidos líquidos del cuerpo humano, buscando expresión y liberación. Un punto de vista tan distante puede que no signifique mucho para nosotros, cuando estamos lloriqueando por un amante perdido o cuando nos enojamos por un comentario insultante, pero en realidad ayuda al terapeuta reichiano a entender los mecanismos para restablecer una sana pulsación en el cuerpo de un paciente y para abrir las puertas hacia la felicidad. El mismo Reich llevó la emoción a su forma más básica y primitiva, usando el ejemplo de un organismo unicelular, la ameba. Observando por un microscopio, vio que el plasma dentro de la célula de una ameba empuja hacia el placer y se retrae con ansias ante el dolor. Es un movimiento en dos sentidos, o, como le gustaba llamarlo, una "emoción del protoplasma" en dos sentidos. El movimiento hacia el placer crea un movimiento desde el núcleo de la célula hacia la periferia, mientras que el impulso de evitar el dolor crea un movimiento en la dirección contraria, un encogimiento de la periferia hacia el núcleo. Esta, declaró él, es la pulsación básica de dos tiempos de todos los seres vivos y el origen de la expresión humana: todos queremos sentir placer; todos queremos evitar el sufrimiento. Reich también resaltó que el movimiento expresivo es una característica inherente a los seres vivos, distinguiéndolos del resto de la naturaleza. Estar vivo es moverse, moverse es expresarse. Todo parece muy obvio, pero la implicación es importante: nos guste o no, todos somos seres emocionales. Los sentimientos son parte del paquete llamado vida y la expresión emocional de esos sentimientos es un movimiento esencial y natural de nuestra energía. Si los reprimimos, si los ahogamos, estamos reprimiendo la fuerza vital misma. Desde esta perspectiva, no es difícil ver el conflicto básico que ha surgido entre la naturaleza humana y nuestras tan llamadas actitudes civilizadas. En las sociedades "avanzadas", mientras menor emoción muestre un individuo, éste se considera más civilizado. Esto me recuerda la famosa actitud de "mantener la compostura", prevaleciente en la época del imperio británico, en la cual no mostrar emociones en tiempos de estrés extremo era considerado como estar a la altura de los buenos modales y de un comportamiento civilizado. No recuerdo la cita exacta de un comentario en un diario escrito por una mujer británica durante el motín de indios en 1857, mientras se prolongaba la larga ocupación de Lucknow. Dicho comentario decía "el Mayor tal fue decapitado por una bala de cañón esta mañana mientras se afeitaba". Era un recuento meticuloso de los horrores de una ocupación con las emociones rígidamente reprimidas. Los americanos no somos tan buenos para esconder nuestras emociones, pero la actitud general permanece igual. Por ejemplo, recuerdo bromear con mis hermanas a que éramos la "familia bien` originalmente era nuestro apellido, no Dillon- porque cada vez que preguntábamos entre nosotras "¿cómo estás?", la respuesta siempre era "¡bien!" Ese es el estilo americano: verse bien, sonreír y estar seguro de tener un buen día. Y si cualquier emoción negativa, no deseada, empieza a asomarse por detrás de lamáscara del "yo estoy bien", siempre estará a la mano el último derivado del prozac o del valium para neutralizarla. Claro que, esas pastillitas, destruirán su capacidad de felicidad y desdicha, pero ese es un precio que la mayoría de la gente está dispuesta a pagar para mantener las cosas bien y normales. Pero no sólo los caucásicos tienen esta actitud. Culturas sofisticadas en cualquier punto de la historia, incluyendo la japonesa, china, egipcia e hindú, han requerido de una estricta formalidad en la interac ción en sociedad que generalmente prohíbe la expresión de los sentimientos. El mensaje de Reich al mundo es que este proceso civilizador ha llegado muy lejos en la dirección de control emocional. El costo es muy alto, en términos de crear seres humanos neuróticos que no pueden disfrutar la vida. Esto es particularmente cierto en la actualidad. El ingenio humano, a través del desarrollo de la ciencia, ha tenido éxito en el desarrollo de un mundo cómodo con todo tipo de maravillas tecnológicas que hacen más fácil el trabajo y brindan todo tipo de actividades de esparcimiento, pero el apabullamiento paralelo de la fuerza vital nos ha vuelto incapaces de disfrutar nuestros propios logros. Tenemos que recuperar nuestras emociones para restablecer nuestro amor por la vida. Con este objetivo en mente, Charles Kelley tomó la pulsación básica de Reich "placer/ansiedad" y desarrolló un modelo más sofisticado para trabajar con sus pacientes. En lugar de sólo un par de sentimientos, descubrió que es más exacto, y de más utilidad, ver las emociones en términos de tres sentimientos pares. Estos tres sentimientos pares son: Enojo - Amor Miedo - Confianza Dolor - Placer Las tres emociones negativas (enojo, miedo y dolor) están cada una relacionada a diferentes aspectos de la pulsación. El enojo está asociado con el movimiento hacia afuera del núcleo, hacia la periferia. El miedo está asociado con el movimiento hacia adentro, desde la periferia hacia el núcleo. El dolor está asociado con la calidad convulsiva de la descarga de energía, la rápida contracción y expansión de los músculos que experimentamos en casos como la risa, el llanto y el orgasmo. Cada una de ellas, cuando es bloqueada, tiene una manera característica de contenerse en el cuerpo en forma de tensiones musculares. Esto le permite al terapeuta experimentado "leer" el cuerpo del paciente y detectar la emoción bloqueada predominante. Hasta cierto punto, podemos clasificar a la gente en enojones, miedosos y dolientes, y esto es útil al decidir cómo empezar el proceso de liberar las emociones bloqueadas y restablecer una pulsación sana. Sin embargo, esto no quiere decir que los enojones sean la única gente que se enoja. Todos contamos con el espectro total de emociones dentro de nosotros. Tan sólo es una indicación de los tipos de hábitos que se han formado a través de los años, y qué tipo de emoción está predominantemente bloqueada. Las tres emociones positivas también están relacionadas con la pulsación. El amor fluye hacia afuera, hacia otra gente desde el núcleo a la periferia. La confianza es un tipo de receptividad, permitiéndole al mundo exterior entrar. El placer es un estado del bienestar que involucra a todo el organismo. Como vemos, el hecho de que tanto las emociones positivas como las negativas se relacionen con la pulsación, tiene profundas implicaciones, porque los malentendidos sobre cómo tratar las emociones negativas impactan de manera directa nuestra capacidad para también experimentar emociones positivas. ENOJO - AMOR El enojo es una energía saliente. Usted puede ver esto en la forma en que se desarrollan las peleas, especialmente entre hombres. Por ejemplo, dos tipos en un bar platican sobre fútbol americano. Uno de ellos dice que los 49 de San Francisco son el mejor equipo del mundo y el otro bufa y responde: "En estos días, los 49 no valen nada". De inmediato el primer hombre se siente personalmente insultado, se enoja y se lanza con un golpe contra la mandíbula del otro. De inmediato empieza una típica pelea de cantina. El enojo es una manifestación de energía dura, explosiva y repentina euforia desde el núcleo hacia la que en una pelea el puñetazo no es nada más que una extensión de un impulso energético viajando hacia afuera. Lo mismo aplica a las armas. Cuando en una vieja película vaquera dos hombres empiezan una pelea y "empuñan sus armas", las pistolas humeantes son una extensión de la misma energía, así como las balas. Esto, por cierto, es la razón por la cual tanta gente muere en los Estados Unidos por heridas de bala. Por la disponibilidad y cercanía a las armas como medio para extender el impulso energético del enojo. Como seres civilizados, no obstante, hemos sido instruidos desde la infancia a no expresar el enojo y, en términos generales, hacemos lo que mejor podemos para contenerlo. Este esfuerzo, motivado por la mejor intención, crea una tensión y endurecimiento en los músculos. La armadura del enojo se localiza en la periferia del cuerpo, porque la energía va saliendo cuando es detenida. En un típico enojo, usted verá manos y brazos fuertes con músculos rígidos, mucha tensión alrededor de la boca y mandíbula, un pecho abultado que resalta como desafiando al mundo. Existe una sensación de emoción ligeramente contenida en esta gente, como si usted apenas necesitara cruzarse en su camino, o los pisara, o dijera algo equivocado, para que estas personas inmediatamente exploten. Como ya lo mencioné, la educación social nos enseña a bloquear el enojo -excepto en ocasiones específicas como la lo difícil de esta actitud es que también impide el amor. El amores la manifestación suave, compasiva y tierna del movimiento de nuestra energía. Aunque muy distintos, el amor y el enojo van por la misma ruta, moviéndose en la misma dirección, desde el núcleo hacia la periferia. El amor es un sentimiento mucho más suave, más delicado. No podrá pasar a través de las duras capas de tensión crónica creadas por el hábito de bloquear el enojo. Aun si, en su núcleo, desearas expresar tu amor, ir hacia los otros en un movimiento expansivo, no podrás. La autopista está atascada, la circulación parada, nada se puede mover. Aquí está el clásico dilema creado por la moralidad social. Se nos dice que no nos enojemos, que seamos amorosos y nos inculca "ama a tu prójimo" y "pon la otra ningún conocimiento de la dinámica de energía implícita. No es posible simplemente reprimir el enojo y ser amorosos. Sí, puedes reducir el amor a una idea, a un concepto intelectual y pretender que amas a otros, que amas a la humanidad, que te preocupas por los pobres y los oprimidos, pero un amor sincero, real, cálido, es una energía viviente que requiere movimiento y expresión, y si la avenida de las emociones está bloqueada por un cuerpo acorazado, nunca podrá alcanzar a la otra persona. El enojo tiene que ser liberado y expresado para que el amor fluya. Debido a la mala educación, la gente no sabe qué hacer con el enojo, pero la solución es muy simple: el enojo tiene que salir y punto, eso es lo único que lo ayudará. Es una ola de energía que sale para ser manifestada y descargada. Claro, esto no quiere decir que debamos empezar a gritarnos, a pelearnos y a portar armas. Existen maneras inteligentes, seguras, para liberar el enojo y no lastimar a otros: podemos entrar a una habitación, solos, tomar una almohada y golpearla contra el piso, o golpearla con nuestros puños; podemos ¡le var a cabo una técnica de meditación como la meditación dinámica que invita a la expresión emocional; podemos gritar cuando estemos solos en un carro, con las ventanas subidas, aunque esto demanda un cierto grado de cuidado y alerta para prevenir accidentes (es mejor estacionarse primero). Una vez que el enojo ha sido descargado, y la autopista interna está libre, habrá una posibilidad mucho mayor de que el amor fluya y encuentre una expresión. Esto explica por qué, en algunas relaciones duraderas, los hombres y las mujeres desarrollanun hábito por pelear antes de hacer el amor, "pelear y coger" como algunas veces se le llama. Sin saberlo, están tratando de despejar la energía bloqueada para sentir el amor. En el pasado, no fue fácil para las mujeres expresar el enojo de manera directa. En épocas victorianas, por ejemplo, los corsés apretados y las vestimentas restrictivas reflejaban un estado de estricto confinamiento. La creencia subyacente era que, sin importar qué tan justificado pudiera estar el enojo de una mujer, el hombre siempre será más fuerte y la dominará, forzándola a tragarse su rabia. Por lo general, el enojo de la mujer era liberado por medio de un ataque histérico, una forma de enojo impotente. La histeria era uno de los problemas psicológicos más comunes encontrados por los freudianos mientras empezaban a investigar la psique femenina, al inicio del siglo xx. Hoy, ya no es tanto un problema, lo cual significa un tributo a la liberación de la mujer y su derecho a expresar emociones directamente. El otro método tradicional femenino para lidiar con esta energía es dar lata, lo cual, aunque exitoso en cuanto a reducir al hombre al estatus de un mandilón, es en realidad una forma perversa de enojo. MIEDO - CONFIANZA El miedo hace que la gente se encoja. Es un jalón hacia adentro, reductor de energía, porque en realidad el instinto básico de supervivencia es "¡córrele!" Es la urgencia de salirse de un problema que es percibido como peligroso. La adrenalina es liberada dentro del cuerpo para alentar acciones y el animal dentro de ti quiere correr, escapar. En algunas situaciones, escapar es una opción práctica y posible. Todos hemos visto secuencias en video y fotos del 9/11 mostrando a cientos de personas huyendo por las calles de Manhattan para escapar de las torres gemelas del World Trade Center que colapsaban. De repente, el comportamiento civilizado comúnmente asociado con trajes de vestir, corbatas, portafolios y el estilo de vida de negocios fue olvidado, prevaleció el instinto animal, haciendo que la gente corriera por sus vidas. Con la formación de los hijos, no obstante, es otra historia. Ellos se encuentran en situaciones espeluznantes de las cuales no pueden huir. Están indefensos, dependientes de la misma veces mamá y los asusta. No pueden huir, entonces el miedo los encoge. Esencialmente, este encogimiento es una retirada energética hacia el núcleo, en un movimiento hacia adentro, un intento de escapar de la periferia que es donde yace el miedo. Esto puede ser disparado por mil y un incidentes, pero básicamente refleja un entorno doméstico no seguro, en el cual el niño tiene que estar alerta para autoprotegerse. La impredecibilidad es un elemento clave en la ecuación del miedo. No es que papá o mama estén enojados todo el tiempo, pero la tendencia de que uno o ambos padres exploten crea una atmósfera de ansiedad continua, un constante preguntarse ¿cuándo va a suceder?" Puede ser porque el papá es un alcohólico que se torna físicamente abusivo. Puede ser porque la mamá es nerviosa y no puede manejar el estrés más allá de cierto punto, tras lo cual, de repente, "pierde la compostura" y empieza a golpear a los niños. En mi experiencia, basada en el trabajo con muchos pacientes, algunos individuos miedosos son creados en el vientre materno, porque aquí, especialmente, es imposible correr. Por ejemplo, en el caso de una madre que hubiera preferido no estar embarazada, su deseo callado de abortar crea una atmósfera de miedo al que el feto responde. De igual manera, si la madre se encuentra en un estado de estrés continuo, o sintiendo miedo y angustia durante el embarazo, esto se le comunica al feto y surgen preguntas: "¿Es seguro estar aquí?, ¿tengo el derecho de estar aquí?" Este tipo de respuestas no suceden a un nivel feto no tiene conocimiento del len guaje- más bien se experimentan a un nivel primitivo, instintivo, orgánico, creando la tendencia del encogimiento energético. Los individuos miedosos también pueden ser creados poco después del nacimiento, dentro del primer año y medio de vida, durante la llamada "etapa oral", cuando la criatura se encuentra en su etapa más indefensa, dependiente del cuidado de la madre las 24 horas. Si esta relación cercana con la madre es perturbada, si la alimentación y la rutina de cuidados son alteradas de manera significativa por cualquier tipo de abandono, rechazo, quizá sólo molestia por tanto cambio de misma tendencia de encogimiento ocurrirá. No es que la madre tenga malas intenciones. Quizá hay una criatura berrinchuda de tres años sujetándola de los pies, exigiendo atención, mientras la madre está tratando de cambiar otro pañal, y por una distracción, accidentalmente le pica una piernita al bebé con un alfiler. Si situaciones como éstas son recurrentes, crearán una impresión de inseguridad lo que a la vez crea miedo. El miedo es un fenómeno interesante, porque no sólo te quieres alejar de la fuente del peligro, o dolor, también quieres alejarte del sentimiento mismo del miedo. Sentir miedo es incómodo. Es una sensación de encogimiento, de la cual se concluye que si te encoges demasiado desaparecerás completamente y morirás. Entonces el niño con tendencias a los miedos se pondrá una armadura contra este sentimiento. Como resultado, la armadura del "miedoso" yace muy adentro y profundo, alrededor del núcleo del cuerpo. Esto representa dos tendencias: Primero, el retiro de la energía de la periferia donde yace el peligro. Segundo, la protección del núcleo contra el movimiento de encogimiento. En el enojo, como ya lo hemos visto, el acorazamiento se da en la periferia, para impedir que salga. En el miedo, se da un tipo de paralización, para que ese torrente de energía interna desde la periferia no abrume al núcleo. En apariencia, los miedosos tienden a verse flacos y frágiles porque la energía está siendo retenida en el centro. Tienden a tener músculos débiles en los brazos y piernas, y el pecho puede verse hueco, con un aspecto colapsado. Con frecuencia, la energía también ha sido retirada de los ojos, por lo que pueden ser de vista corta o miope. Se entiende que a este tipo de gente le cuesta trabajo confiar en otros o en su entorno, porque la confianza requiere de apertura y receptividad. La confianza es la decisión de permitir que entre la energía de afuera para penetrarte. Como el miedo, la confianza viaja sobre la pulsación hacia adentro, moviéndose desde la periferia hasta el núcleo, de manera que si una persona tiene una armadura contra el miedo, este bloqueo también impedirá que entre el suave y receptivo flujo de la confianza. Uno de los primeros pasos al trabajar con el miedo es ayudar al paciente a que lo reconozca y lo acepte, y esto significa sumergirse en lo profundo del núcleo, donde se encuentra el miedo. Es una tarea más delicada que la de trabajar con el enojo, porque un tipo con miedo necesita sentir una cierta dosis de confianza, para permitir la entrada de un movimiento más profundo de energía. Esta descarga del miedo no es tan obvia como la liberación del enojo. Por lo general viene acompañada de fuertes gritos, y la capacidad de confiar se regenera poco a poco conforme la armadura interior se desintegra y la tensión es liberada. A un nivel psicológico, la confianza significa que usted se puede relajar con alguien más sin tener un patrón crónico de sospecha como "esta persona parece ser amigable pero sólo porque quiere algo de mí..." Esto no significa que la confianza tenga que ser incondicional o ciega. Si existen fundamentos genuinos para la sospecha, si un problema se está tornando raro o peligroso, es sano ser capaz de discriminar y tomar medidas de defensa. Pero ante todo, la confianza es una actitud de "el mundo no está contra mí. Me puedo mover a través de la vida de manera abierta y relajada, permitiendo que las cosas me afecten, me toquen, me lleguen". Esta es uno de los resultados importantes del trabajo de Reich: le ayuda al paciente a retomar la capacidad de abrir y cerrar de manera apropiada.Cuando hay motivos para temer, hay defensas disponibles. Cuando se puede confiar, estas defensas pueden relajarse. DOLOR - PLACER Cuando una criatura está llorando o riendo, todo su cuerpo se encuentra en un estado de pulsación saludable y natural. Pero cuando estos sentimientos son reprimidos y bloqueados, la pulsación disminuye, así que tanto el movimiento hacia adentro, como el movimiento hacia afuera se minimizan en un esfuerzo por sofocar sentimientos no deseados o inaceptables. En los dolientes, todo esfuerzo hecho es para no sentir, para no reconocer lo que desea ser expresado. Es como una represión o como una suspensión de la pulsación. Esto sucede cuando los sentimientos de un niño son lastimados. Por ejemplo, que le pongan apodos, o que sea excluido por un grupo de niños, o incluso ser marginado por su propia familia por alguna falta y obligarlo a pararse en una esquina mientras el amor y la atención de los padres se va hacia los otros hermanos. Recuerdo que en mi infancia estaba muy enojada con mi hermana más joven, que había nacido dos años después que yo, porque de repente, ella estaba recibiendo toda la atención que, hasta su llegada, había sido dirigida exclusivamente hacia mí. La odiaba y a veces me comportaba de manera espantosa con ella, así que mis padres, en un intento por protegerla, me marginaban. Después me dejaban con mi rabia y mis lágrimas, que no podían ser expresadas, y poco a poco aprendí a anestesiarme en contra de ellas. El enojo y el miedo tienen una dirección muy clara hacia afuera, el miedo hacia adentro-, pero en el bloqueo del dolor, ambos tiempos de la pulsación se contraen en el intento de sentir menos, y lentamente, todo el organismo se torna insensible. Como ya lo vimos, el enojón lleva una fuerte carga de energía a través de todo el cuerpo, desde el núcleo hasta la periferia como resultado, pueden ser trabajadores incansables, con una resistencia increíble para seguir y seguir y seguir nadando en la alberca local aún mucho después de que otros se hayan toda esta actividad no crea un sentido de vitalidad. Por el contrario, sienten que están como estancados y tienden al sobrepeso, porque el acumulamiento de grasa en las áreas de tensión ayuda a acallar los sentimientos. Para un doliente, el primer paso para salir de este predicamento es profundizar la pulsación de la energía, lo que sucede de manera más fácil por medio de la profundización de la respiración. Inevitablemente, esto conectará a la persona con sentimientos dolorosos. Si estos sentimientos pueden ser aceptados y acogidos, muy probablemente lo que sigue serán un profundo llanto y sollozos convulsivos. Se liberará tensión, y el cuerpo lentamente se tornará más vivaz. Cuando este dolor se ha experimentado y el cuerpo comienza a pulsar normalmente, el doliente descubre una inmensa capacidad para el placer, sensualidad y alegría. Con frecuencia, el dolor bloqueado dificulta o imposibilita el placer intenso del orgasmo. Al liberar el dolor se abre la capacidad a dicho placer. TRES TIPOS DE RESPIRACIÓN A manera de ilustrar los sentimientos pares y cómo funcionan, algunas veces conduzco a los participantes o aprendices a través de un ejercicio que incluye tres tipos de respiración, cada una asociada a un sentimiento específico. Comienzo con la inhalación, la cual refleja el golpe interno de la pulsación del miedo. Primero, le pido a todos que se pongan de pie en círculo, para que no únicamente podamos experimentar lo que está sucediendo dentro de nosotros pero a la vez podamos ver a otros. Les pido que exhalen totalmente, y al mismo tiempo ahuequen el pecho, encorvando los hombros hacia adelante y hacia abajo. Esto imita la condición de energía baja y colapsada de un miedoso. Después les pido que inhalen de forma repentina, abrupta, a través de la boca, jalando el aire rápidamente hacia la garganta y pecho, jadeando, mientras al mismo tiempo abren los ojos muy grandes, como con miedo. También les sugiero que se imaginen que el aire no sólo está entrando por la boca sino también a través de los ojos, porque esto hace más fácil sentir el miedo. Adicionalmente, las manos y brazos son echadas hacia atrás en la inhalación, para que parezca que todo el cuerpo se tropieza hacia atrás en conmoción y sorpresa. Hacemos esto juntos, respirando más y más profundamente en la inhalación, con jadeos más y más prolongados, relajándonos en la exhalación para que el aire sea sacado de manera más natural. En este ejercicio de introducción, no tenemos tiempo de penetrar la muy arraigada armadura del miedo que envuelve al núcleo; no obstante, la respiración crea una carga de energía y muy pronto, la gente comienza a experimentar tensión en la nuca, la cual se asocia con la contención del miedo. Posteriormente, la gente se familiariza más con esta forma de respiración. Después les pido que se detengan, que sacudan la tensión, y que avancen hacia el golpe externo de la pulsación de la respiración que se conecta con el enojo. Les demuestro cómo se ve un "pecho de enojo" respirando y sosteniendo profundamente, ahuecando la caja torácica y cuadrando los hombros, como una caricatura de un coronel enfurecido. Invito a todo mundo a que me imite y permanezcan un rato en esta posición inflada, reteniendo el aire a máxima capacidad, y sacando el pecho. Lo que debe suceder ahora es exhalar repentina y fuertemente. Con la boca muy abierta y la quijada aventada agresivamente hacia el frente "ijuuu!" Al mismo tiempo, le pido a la gente que frunza el seño ferozmente, juntando las cejas, con una mirada tal como si pudieran con los ojos disparar dardos por toda la habitación. Conforme el aire sale, también lanzamos nuestros brazos hacia el frente, como si aventáramos el aire y la energía. Repitiendo este patrón de respiración, los estimulo para que hagan contacto visual con alguna persona del otro lado del círculo y lancen la energía hacia ella, sintiendo la exhalación total del pecho. Esto empieza a abrir el movimiento de golpe hacia afuera de la pulsación. Con el enojo, la energía va hacia afuera cuando se bloquea, de manera que la tensión está ahí, en la periferia del cuerpo, principalmente en el rostro y las manos. Expulsando el aire repetidamente "¡ju, ju, ju!", la armadura comienza a aflojarse y la gente tiene la oportunidad de experimentar una expresión directa de enojo. Finalmente, trabajamos con el dolor-placer. Aquí el bloqueo está en la periferia y también se encuentra en el núcleo, así que la energía está contenida dentro de dos muros de armadura. Durante la inhalación de la pulsación de la respiración, no se le permite a la energía pasar más allá del diafragma; en la exhalación, no puede pasar más allá de la garganta. Esto crea una especie de fuerza compacta y rígida que anestesia el dolor. Necesitamos hacer que el cuerpo pulse, usando tanto la inhalación como la exhalación, en una forma caótica de respiración que evoca la primera etapa de la meditación dinámica. Es respirar rápida y bruscamente, a través de la boca, para que el aire entre en la garganta, casi como un animal loco que está jadeando, gruñendo y resollando. Algunas veces la inhalación es completa, algunas otras es corta. El cuerpo salta de arriba a abajo, estremeciéndose con la respiración caótica, y los brazos lo acompañan. El efecto general es agitar los patrones represores alrededor de la garganta y diafragma. Después, les pido a los participantes que se imaginen qué se siente sollozar, cuando realmente están llorando, como si el corazón pudiera romper y no pudieran contener el sonido, y todo el cuerpo se convulsionara con el llanto. Unos pocos entran rápidamente en la emoción real cuando hacemos esto, pero esa no es mi intensión. Simplemente le quiero dar a la gente una probada de los mecanismos involucrados en el rompimiento de la armadura del dolor. La risa hace lo con la misma calidad convulsiva del que terminamos el ejercicio con risas. Esto concluye la primera sección de mi libro, en la que he esbozado losprincipios fundamentales del método reichiano para restablecer el estado natural de salud y bienestar. En la siguiente sección, veremos cómo aplicar estos principios. Los SERES HUMANOS han sido cazadores y recolectores por mucho tiempo, y nerds de computadoras desde hace muy poco. La civilización es un desarrollo reciente. Por miles de años fuimos nómadas, siguiendo manadas y animales salvajes, viviendo tan cerca de la naturaleza que no nos distinguíamos de ella. En ese estilo de vida primitivo, el cuerpo era extremadamente importante: nuestra herramienta principal para la sobrevivencia. Si no podías correr, usar una lanza, un cuchillo, ahuyentar a otros depredadores, construir un refugio; no había forma de sobrevivir. Las mujeres, que no cazaban, también tenían que ser fuertes: cortar carne, quitar pieles, recolectar leña, hierbas y frutas, levantar campamentos, dar a luz, era una existencia física en la cual el cuerpo humano era el instrumento principal. La agricultura creó una base para una vida menos ardua, pero aun así el cuerpo se mantenía cercano a la tierra, profundamente conectado con los elementos de los que había evolucionado. Si has trabajado en una granja, sabes lo que esto significa. Aun con la mecanización, la atención de animales, sembrar y cosechar, reparar el equipo y las cercas son trabajos completamente físicos. La vida moderna es un fenómeno nuevo. Si la historia del hombre en el planeta puede ser representada por un día de 24 horas, es sólo hasta los segundos más recientes que nos vemos deslizándonos detrás del asiento del conductor de un automóvil, trabajando en un bloque horizontal de oficinas, ganándonos el pan de cada día por hablar por teléfono celular y por escribir en una computadora. La revolución tecnológica tiene ciertos efectos secundarios y uno es que el cuerpo juega una parte mucho menos crucial en nuestros asuntos. No tenemos que ser físicamente fuertes para sobrevivir, ni siquiera sanos y saludables. No tenemos que estar en tono con la naturaleza ni tenemos que sentir una conexión entre el cuerpo y esta tierra sobre la cual nos paramos. Queremos que nuestros cuerpos se vean bien, especialmente el rostro y cabello, para ser atractivos para otros. Ocasionalmente, también tenemos que atender alguna parte cuando empieza a dolernos: como un raspón, las muelas, la cabeza o el estómago. Pero, aparte de estas preocupaciones, podemos fácilmente ignorar el cuerpo. Es suficiente mecánico lavary alimentarlo cada día, mientras nos enfocamos en cosas más interesantes como un partido de fútbol en la tele, el estreno de la nueva película en el centro, la venta de verano en alguna tienda departamental. Una de mis primeras actividades, al preparar el proceso de liberación emocional y la restauración de la pulsación natural, es regresar a la gente hacia el cuerpo, volviendo a tomar consciencia de él como un organismo. Volver a experimentar con nosotros mismos como un sentimiento, como seres conscientes. Restablecer una conexión entre el cuerpo y la tierra. Para esto, nuestros pies y piernas son particularmente importantes. Energéticamente, nuestras piernas funcionan como raíces en la tierra. No sólo nos llevan sobre su superficie. Así como un árbol tiene raíces que se arraigan, conectándolo al origen de sus nutrientes, también nuestras piernas y pies sirven como raíces móviles, interactuando energéticamente con la tierra. Cuando la gente está conectada de esta forma, lo llamo un ser "arraigado". Pero como lo acabamos de ver, en el mundo actual tendemos a vivir existencias muy desarraigadas. Ahora las adolescentes pasean por la calles con zapatos de plataformas enormes y las mujeres bailan en tacones increíblemente altos. Tanto los hombres como las mujeres manejan al trabajo a cincuenta millas por pies nunca pisan la toman elevadores al piso 3o donde ya no necesitan salir a cazar para traer comida a sus familias. Como resultado, las piernas de la gente tienen una carga baja. No corre mucha energía por ellas. Pero si corre alguna a entrenamiento atlético o ejercicio generalmente existe cierta calidad de entumecimiento por no darles el debido valor. Para remediar esto, los invito a bailar descalzos, bajo música muy rítmica con un sabor africano. Pongan atención a las sensaciones en sus piernas y pies conforme se mueven. Pataleen, doblen las rodillas y "bajen" hacia la parte inferior de sus cuerpos bailando, golpeando el suelo y saltando. Automáticamente sentirán la diferencia. Esto ejercita y mueve los pies en una forma que nunca sucede cuando se encuentran dentro de zapatos de piel, o cuando se baila en una fiesta o en una discoteca. Algo más comienza a suceder cuando los pies están descalzos. El baile, es una de las herramientas de más valor para empezar cualquier proceso de dinámica de grupo. Despierta a la gente, mueve la energía de la gente, los trae al presente y los incita a conectarse y encontrarse los unos con los otros. Después de unas cuantas melodías podemos profundizar en la experiencia de arraigo, haciendo algunas posiciones bioenergéticas de estrés desarrolladas por Alexander Lowen. Lowen es un hombre interesante y discípulo de Reich, así que vale la pena tomar un momento para hacer mención sobre él y sus descubrimientos: Nació en Nueva York en igio, Lowen estudió para abogado pero después se interesó en las relaciones entre la salud física y la salud mental. Experimentó con técnicas de relajación muscular y yoga, conoció a Reich en 1940 y empezó terapia con él, que incluía no sólo respiración y movimiento corporal sino también gritos intensos. Lowen estudió medicina para un entendimiento más profundo de la relación entre la tensión crónica musculary los desórdenes de personalidades neuróticas. En 1953, se unió con otro terapeuta reichiano, John Pierrakos, para desarrollar los ejercicios y posiciones corporales que hoy son técnicas estándar en la bioenergética. Esencialmente, la bioenergética pone a la gente en posiciones incómodas de estrés para que puedan sentir la tensión dentro de sus cuerpos, la cual es liberada a través del movimiento físico y la expresión emocional. Como pueden ver, el trabajo de Lowen es muy cercano al de Reich y, ciertamente, le ha dado el crédito a Reich de haberle proporcionado las bases para sus descubrimientos. Las posiciones bioenergéticas que uso para mi trabajo de arraigo son relativamente diferencia de algunas de las técnicas de siguen siendo dolorosas porque la gente usa músculos de una forma inusual, poniéndolos bajo estrés, sintiendo partes del cuerpo que por lo general no son sensitivas. Las posiciones en sí mismas son simples. Primero, sí hay más de tres participantes, les recomiendo reunirse todos en un círculo y les pido que se paren normalmente, los hombros relajados, las rodillas ligeramente dobladas, los pies bien puestos sobre el piso y paralelos, abiertos al nivel de los hombros. Esto se conoce como la "posición de arraigo", porque el cuerpo está en una posición neutral, rela jada, con su peso uniformemente distribuido y soportado por ambos pies. Después, lentamente recarguen el peso del cuerpo sobre el pie izquierdo, doblando más la rodilla izquierda, acercándose más al piso, respirando más profundamente de lo normal. En esta posición, parados virtualmente sobre una pierna, no le toma mucho a los músculos de la pierna izquierda empezar a sentir estrés, es por eso que Lowen llamaba a su técnica "posiciones de estrés". A mayor tensión en la pierna, mayor el dolor que ésta sentirá. En muchos casos, la pierna empieza a temblar o sacudirse, y esa es una señal de que la energía empieza a moverse y empieza a subir contra los bloques causados por la tensión. Naturalmente, para algunos es más difícil que para otros permanecer en esta posición, pero ya que tengo 54 años y lo hago cada vez que estoy con mis alumnos en taller, los reto a no claudicar y a hacerlo. Las técnicas clásicas de bioenergética obligan profundamente a la gente hacia dolorosas posiciones para provocar emociones,pero yo procuro no trabajar de esa manera. Prefiero hacer estas cosas de forma divertida, ligera. Me quedo con una sola posición hasta justo antes que crear una resistencia en la gente, una sensación de "oye, yo no quiero hacer esto". En mi experiencia, un enfoque relativamente suave al principio, fomenta la disposición de los participantes a moverse más profundamente, paso a paso. Así que, antes de que la posición se torne muy dolorosa, regresen a la posición de arraigo, donde el peso del cuerpo está distribuido uniformemente en ambos pies. Después, lentamente cambien el peso hacia el pie derecho, doblando ligeramente la rodilla, acercándose al piso y manteniendo la misma posición. De esta manera, cambiamos el peso del cuerpo de izquierda a derecha y otra vez, quizá tres veces por lado, para que comiencen a sentir sus piernas desde adentro, sintiendo la actividad en sus músculos y la energía que quiere fluir. Conforme avanzamos en estas técnicas de arraigo, respiren profundamente, llenando al cuerpo con más energía. Al mismo tiempo, les recuerdo mantenerse enfocados en el área estresada del este caso las cuando combinamos la respiración con un estado de alerta enfocado se empieza a mover más energía en el área hacia dónde se dirige la atención. La energía sigue a la conciencia. Esta es una ley importante de la dinámica de la energía que descubrí mientras escuchaba a Osho, describiendo una serie de meditaciones tántricas que usan la imaginación para llevar la energía a ciertas áreas del cuerpo. Por ejemplo, si imaginas que la energía se mueve por tu espina dorsal, entonces, de manera misteriosa, tu visualización impulsa a que la energía se mueva en esa dirección. Si a la vez respiras con esta visualización, - imaginándose, por ejemplo, que la exhalación envía energía a la espina dorsal, desde el centro del sexo hasta tu cabeza- esto aumentará el flujo de energía. No puedo explicar por qué sucede esto, pero sucede. Es tan sólo una de esas herramientas pragmáticas en las que fundamento mi trabajo. La secuencia de ejercicios de calentamiento que sigo al inicio de un taller no es predeterminada. Cuento con un repertorio detallado y completo de ejercicios, los cuales cumplen con el propósito general de "meter" a la gente al cuerpo, sentir los músculos, crear una conexión sólida entre las piernas, los pies y la tierra. Por ejemplo, algunas veces conduzco a los pacientes hacia la posición del caballo, donde colocamos los pies muy separados, doblando las rodillas y cayendo con las caderas como si estuviéramos montando a caballo, mientras respiramos profundamente y sentimos las piernas en esa posición. O, parados normalmente, nos movemos con lentitud hacia atrás y hacia adelante, sin mover los pies, cambiando el peso del cuerpo desde los talones hacia el metatarso y de regreso. Si la atmósfera es seria, podría conducir a todos hacia un ejercicio llamado "brinca como chango". Aquí, se dobla el cuerpo en cuclillas, con los brazos sueltos columpiándose a los lados, las rodillas también dobladas. Brincamos con movimientos fuertes, usando únicamente la parte inferior del cuerpo, cayendo pesadamente en ambos pies. Después hay que rascarse la cabeza, hasta que se vean y se comporten como changos y, en consecuencia, hagan ruidos como "¡ju, joojoo, ju!" Además de ser un ejercicio de arraigo eficaz, es a la vez un buen ejercicio para romper la imagen. Si alguien se encuentra incómodo y renuente a "perder la compostura", entonces saltaren el salón como chango y saludarse los unos a los otros con gruñi dos, rápidamente rompe la perfecta máscara y mete a todos en un espíritu de absurdez divertida. Una vez más, el simple hecho de que yo también estoy haciendo esto junto con los participantes, sirve de gran motivador para que ellos se relajen y se liberen de las inhibiciones normales del protocolo social. Si yo me puedo comportar como un idiota sin ninguna si fuera lo más normal brincar como chango- entonces ellos también pueden. Una vez que las piernas han sido ejercitadas y veo que la gente está más arraigada, cambio la atención a la cadera y la pelvis. Esta también es un área importante a preparar, previo al trabajo reichiano que sigue. Nuestra condición social nos enseña a mantenernos alejados de la pelvis porque existen muchos impulsos y sensaciones peligrosas que ahí residen, la más obvia, claro, nuestra sexualidad. No por nada el rey del rocanrol fue apodado "Elvis la pelvis". Durante su primera aparición en una cadena importante de televisión a nivel nacional -en el programa de Ed Sullivan- se le permitió ser visto sólo de la cintura hacia arriba. Presley exudaba carisma sexual, girando sus caderas mientras vociferaba en el micrófono, y la clase dominante, conservadora norteamericana, se preocupaba sobre cómo esto influenciaría en las mentes de sus jóvenes adolescentes. El sexo es la fuente primaria de nuestra vitalidad. En el sistema hindú de chakras, el centro sexual es el primero en una escalera vertical de siete centros energéticos, que va desde la parte inferior de la pelvis hasta la parte superior de la cabeza. El primer centro opera como un tipo de estación de bombeo que distribuye la energía a través de todo el sistema. Más aún, el primer chakra no es tan sólo el hogar de nuestra sexualidad, envuelve al cuerpo físico y a la energía animal en crudo dentro de nosotros. Todas estas energías son esenciales para nuestro bienestar y sentido de existencia. Así que los invito a familiarizarse con esta área moviendo las caderas, sacudiendo las nalgas, sintiendo sus genitales moverse con todo lo demás. Los invito a que hagan ruidos y a que entren en una sensación de energía de origen animal. Existe un ejercicio particularmente eficaz para despertar la energía en esta área similar al descrito en el capítulo cuatro, el que era usado para ayudar a la gente a experimentar un movimiento de energía a través de los siete segmentos. ► En este ejercicio se tienen que recostar sobre una colchoneta y empiezan a respirar profundamente hacia el vientre mientras mueven la pelvis hacia adelante y hacia atrás para generar una ola de energía. En este calentamiento los invito a pararse en un círculo, los pies separados al nivel de los hombros, respirando por la boca, y usando el mismo movimiento pélvico para estimular esa región. En la inhalación la espina dorsal se arquea y la pelvis se retrae y empuja. En la exhalación, la pelvis se cae hacia el frente en una embestida. Así que hay un movimiento oscilatorio con la pelvis hacia atrás y hacia adelante, igual que al hacer el amor. Después, inhalen hacia la pelvis, como si en cada inhalación el aire pudiera viajar hasta las caderas, y en la exhalación emite un ruido como un gruñido profundo, como "ju", y que este sonido vibre en la pelvis. Así que empleamos la respiración, el movimiento, la visualización y el sonido para energizar la región pélvica. Cuando todos hayan entrado en el ritmo, agreguen un movimiento del brazo para que en el sonido "ju" los brazos se disparen hacia el frente, como ayudando a expulsar el aire, y así enfatizar la embestida energética de las caderas. Hagan contacto visual con otros participantes en la parte opuesta del círculo, mientras giramos las caderas rítmicamente, respirando y cantando al unísono "ju... ju... ju..." De esta forma, las personas no pueden evitar mostrar su energía salvaje, animal, hacia los demás. Incito a disfrutar esta nueva experiencia al permitir que su existencia y hasta su sexualidad sea vista por otra persona. Cuando esto se hace de manera divertida puede ser una poderosa experiencia liberadora. Cualquier vergüenza o pena entorno a la sexualidad desaparece cuando todo el grupo se involucra en un ejercicio de este tipo. Esto me conduce al importante y muy debatido asunto entre la dinámica de la terapia individual contra la de la terapia en grupo. Como Freud, Jung y otros fundadores de las escuelas de psicología, Reich trabajó uno a uno con sus pacientes. Los reichianos tradicionales aún trabajanasí; pero mi mentor, Charles Kelley, rompió con las escuelas tradicionales para desarrollar estructuras de grupos tomando las bases principales de Reich. Él no estaba solo. Después de la segunda Guerra Mundial toda una generación volteó hacia las terapias en grupo como una forma de lidiar con problemas individuales. En 1951, I<urt Lewin, un psicólogo nacido en Alemania que conducía una investigación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), fue el primero en declarar: "Es más fácil cambiar a individuos formados en un grupo que cambiar a cualquiera de ellos por separado". La declaración de Lwein suscitó un debate entre psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas que, aún medio siglo después, no han podido resolver, y no creo que se alcance un consenso. Pero estas palabras abrieron las puertas a una nueva manera de trabajar con la gente. Este tipo de dinámica de grupo cambió con cada pionero. Por ejemplo, Fritz Peris, al aplicar su método Gestalt en un contexto de grupo tendía a trabajar uno a uno con cada participante mientras el resto observaba en silencio. El innovador método del psicodrama de J.L. Moreno, en el cual los participantes actúan los eventos relevantes de sus vidas en lugar de simplemente hablar de ellos, requiere de mucha interacción entre los miembros del grupo. Los grupos de encuentro y maratón, que se volvieron muy populares en el Instituto Esalen en los sesenta y setenta, también enfatizaban la interacción-de hecho, dependían de ella para funcionar. Kelley creó su propia mezcla al desarrollar ejercicios en los cuales todos podían participar, usando la dinámica de grupo para despertar la energía, y después sesiones individuales para la técnica de movimiento y respiración clásica reichiana que describí en el capítulo tres. Para mí, el trabajo de Reich está particularmente bien diseñado para grupos porque aunque cada individuo puede considerar sus problemas personales como únicos, la condición esencial del daño emocional y la pulsación inhibida es la misma para todos. Todos hemos sido reprimidos, todos tenemos, una armadura, y todos podemos usar los mismos principios básicos de respiración y movimiento para recuperar nuestra energía y restablecer una pulsación saludable en el cuerpo. En mi experiencia, la dinámica de grupo acelera el ritmo en que los participantes se pueden mover a través del proceso reichiano, especialmente en la fase inicial de preparar el cuerpo y reactivar la energía. Este simple ejercicio de pararse en un círculo, embistiendo la pelvis mientras se mantiene el contacto visual con otro participante, es un buen ejemplo. Todos cargamos culpas en torno a nuestra sexualidad y podemos considerar esto como un problema muy serio y sensible que podría requerir de una larga serie de sesiones para resolverlo. O nos podemos parar aquí juntos, de una forma valiente y sin embargo divertida, haciendo estos ruidos de "¡ju!", y embistiendo nuestras caderas en un gesto abiertamente sexual, mirándonos los unos a los otros y experimentando la libertad y relajación de permitir que nuestra sexualidad sea vista. Les sugiero a los participantes que disfruten este ejercicio, que realmente permitan que su plenitud se muestre en sus ojos tan sólo para acentuar el sentimiento de estar abiertos a su propia energía natural. El efecto es inconfundible: las personas se estimulan entre ellas, mutuamente provocan su energía, se monta la ola colectiva, disfrutando el juego. El contacto visual juega un papel importante, obligando a ambos a que estén presentes, conectándose energéticamente en una forma dinámica. Uso el contacto visual desde el principio de mis talleres y hablaré al respecto con más detalle en el capítulo siguiente. Continuando con la serie de calentamiento, existe un ejercicio similar que despierta la energía en el pecho llamado "manos respirando". Aquí, dos personas se paran encarándose, muy juntos, con los codos doblados, las palmas de sus manos tocándose. Respiran al mismo ritmo por la boca abierta. En la exhalación, el brazo derecho se mueve hacia el frente y el izquierdo hacia atrás. En la inhalación, el brazo izquierdo se mueve hacia el frente y el derecho hacia atrás. También en la exhalación emiten fuertemente el sonido "¡ja!", de tal forma que resuene en la zona del corazón y pecho. Al mantener el contacto visual, la pareja gradualmente acelera la respiración, el movimiento de los brazos y los sonidos. Esto se convierte en un ejercicio muy vigoroso, energizando y abriendo el pecho. Puede ser una experiencia desafiante. Ya que algunas parejas tienden a ser más poderosas que otras invito a todos a observar si el ejercicio se convierte más en una batalla de voluntades que en un asunto amoroso sincronizado, armonioso entre las dos energías que se encuentran. Algunas veces se controla la cadencia pidiéndole a las personas que aceleren o que disminuyan la velocidad. Después de cinco o diez minutos, se detienen, agradecen a su pareja y buscan una nueva con quién explorar la "respiración de manos". En el transcurso de la preparación del cuerpo dedico tiempo para introducir la pulsación de la respiración, como se describe en el capítulo dos, junto con la idea del conducto hueco extendiéndose a través del centro del cuerpo, desde la garganta hasta el vientre inferior. También demuestro la posición básica de la respiración, mencionado en el capítulo tres, donde la gente se recuesta en una colchoneta: las piernas levantadas y las rodillas dobladas con los pies bien plantados sobre el piso. Una vez que los participantes están cómodos en esta posición los llevo a una exploración guiada sobre las diferentes áreas del pecho y vientre en las que pueden respirar. Normalmente la respiración es tan automática que nunca nos detenemos para realmente sentir qué partes del cuerpo están involucradas mientras el aire entra y sale. Les sugiero que respiren profundo hasta el vientre, dentro de la base del conducto hueco, y, conforme lo hacen, golpeen suavemente el vientre con las yemas de los dedos. Como ya lo dije antes la energía sigue a la conciencia. Golpear el vientre ayuda a las personas a llevar energía a esa zona. También los hará ver cualquier tensión en los músculos del vientre. De esta manera nos vamos al tronco del cuerpo: desde el vientre hasta el diafragma y pecho, respirando conscientemente en estos tres diferentes lugares. Distintas sensaciones comienzan a emerger cuando la respiración se combina con un atento enfoque hacia el cuerpo. Los participantes pueden sentir una sensación de opresión, de tensión, de dolor; una sensación como de un bloque de madera o de piedra. Estas sensaciones físicas fácilmente se convierten en emociones. Por ejemplo, alguien podría empezar a sentirse triste sin razón, tan sólo con empezar a respirar siente un hilo de lágrimas sobre las mejillas. Alguien más podría sentir pesadez alrededor del corazón o quizá una opresión en la garganta; las sensaciones que acontecen justo antes de romper en llanto. Otra persona podría empezar a sentir irritación, la cual, si nos quedamos por largo tiempo con la respiración, se podría tornar en enojo, frustración o una sensación de querer estallar o escapar. Así que esta afinación, la cual a veces llamo respiración básica, es una forma de instruir a las personas sobre el método que estaremos usando. Es el camino que estaremos siguiendo una y otra vez hacia las profundidades del cuerpo. El último ejercicio que uso en el proceso de quitarse la armadura es muy intenso y probablemente sea la parte más físicamente demandante de mis talleres y cursos. Lo llamo la "serie de las patadas". Requiere de movimientos fuertes y vigorosos del cuerpo y que incluyen: patear, golpear los brazos, menear la cabeza y girar la espina dorsal, todo con la intensión de desafiar a las capas de armadura y sacudir los patrones fijos de control que se encuentran atrapados en el cuerpo, como la tensión. En algún sentido estamos enviando al cuerpo hacia el caos para que surja un orden más natural. Paraesto le pido a la gente que trabaje en parejas. A uno que llamaré "el paciente" se recuesta de espalda sobre una colchoneta, en la posición básica de respiración, y es el que pasará primero por esta serie. El otro, "el asistente", se sienta al lado como apoyo. El paciente empieza por los diez minutos de respiración profunda para acumular energía en el cuerpo, después, los guío al primer ejercicio: mover la pelvis sobre la colchoneta elevando la pelvis y azotándola contra la colchoneta varias veces, una y otra vez, mientras observa al asistente. La colchoneta debe ser de hule grueso y espuma para que no se lastimen. Hacen esto durante un par de minutos, descansan por un rato y repiten el movimiento de rebote de la pelvis. Entre los ejercicios siempre animo a mis pacientes a que hagan contacto visual con sus parejas para que se sientan arraigados en el presente y resistan la tentación de "desvariar". ► El segundo ejercicio es patear. Les pido que se sujeten de ambos lados de las colchonetas con sus manos y que pateen hacia abajo, plantando sus pies sobre las colchonetas. Las piernas levantadas, las rodillas llevadas al pecho y después los pies patalean en ritmos alternantes: uno, dos, uno, dos. Mientras patean que giren sus cabezas de lado a lado y griten "¡no!" Por supuesto, esto dispara sentimientos en mucha gente porque han estado reprimiendo sus "no" toda la vida. Como niños, y aún como adultos, han tratado de ser chicos buenos... agradables y amables con todo el mundo que los rodea. Algunas personas verdaderamente disfrutan poder expresar un rotundo y claro "no", mientras que para otros tiene el efecto contrario; pueden estar abrumados por la impotencia o la debilidad. Mientras mueven su cuerpo éste se empieza a agarrotar. La instrucción es agitar la cabeza de lado a lado, pero algunas veces se dispara tanta emoción que los músculos del cuello se tornan completamente rígidos y no pueden mover la cabeza. Toda el área alrededor del cuello y de los hombros se tensa. Esto puede acarrear sentimientos de debilidad como "¡no puedo hacerlo!", y algunas veces la gente rompe en llanto. No hay nada malo con esta reacción porque no existe ninguna respuesta emocional "correcta" para este ejercicio. Después de unos cuantos minutos deténganse, descansen, y después inicien una respiración profunda en preparación para la siguiente etapa. Hago muchos tipos de patadas y movimientos de la pelvis para que la energía fluya y se exprese por las piernas. Existe un tremendo poder en las patadas y lo podemos usar para redescubrir cómo el cuerpo de forma natural soporta nuestras emociones. Por ejemplo, una forma es patear hacia afuera como pateando a alguien que está sobre la colchoneta, usando las frases "¡déjame en paz!", "¡aléjate de mí!", "¡no estés chingando!" Un telón de fondo de sonidos ayuda a la gente a vociferar y gritar sin inhibiciones. Ya cuando baja el volumen se pueden tranquilizar y descansar. Las etapas son agotadoras pero cortas, con períodos de descanso entre ellas, así que todo aquel que se encuentre en un rango normal de salud puede hacerlas. Después llegamos a los brazos. Cierren los puños, levanten los brazos por encima de sus cabezas y déjenlos caer sobre la colchoneta con tanta fuerza como les sea posible, aflojando todos esos movimientos reprimidos cuando queríamos golpear a alguien, pero en lugar de hacerlo contuvimos la energía. También los aliento para que muestren sus dientes, porque los dientes y las uñas son muy agresivos. Por supuesto, la gente civilizada no desgarra las cosas con dientes y garras pero el impulso surge dentro de nosotros cuando nuestro enojo se sale de control. No voy a describir todas las etapas del ejercicio, pero el propósito en general es claro: des hacer los patrones de control que mantienen a nuestras emociones bajo control, procesos que desarrollamos conforme al condicionamiento social que se arraiga dentro de nosotros. Estos patrones limitan nuestra capacidad de sentir y expresarnos, por lo que la serie de pateadas cumple con el cometido de sacudir esa jaula, de agitar las cosas, de enviar todo el sistema de armadura a un verdadero caos. Como ya lo dije, es fisicamente demandante pero a la vez muy eficaz. Generalmente esta serie es buena terminarla con un "berrinche" total, en donde, como un niño enfurecido, todo el cuerpo expresa la emoción: los brazos azotándose, la piernas pataleando, la columna vertebral retorciéndose y meneando la cabeza de lado a lado. Cuando la serie ya está completa, tomamos un descanso y entonces es el turno de los asistentes llevar a cabo el ejercicio mientras sus parejas los apoyan. En la tarde, después de un intenso ejercicio fisico, invito a la gente a compartir sus experiencias. Mucha gente se sentirá en pedazos, en un caos interno tanto emocional como energético porque sus patrones de control han sido alterados, sacudidos. Algunos sienten nauseas, otros se sienten desorientados. LOS OJOS EN LA ANTIGUA GRECA los actores que se paseaban por el escenario en esos maravillosos anfiteatros tallados en piedra de las laderas, siempre usaban máscaras para representar a los personajes que interpretaban. Ellos hablaban desde las máscaras, y la palabra "persona" originalmente significa "alguien que habla a través de una máscara". El término trascendió los siglos, mutando conforme el tiempo avanzaba. Por ser una referencia a una máscara se aplicó a un personae todavía se usa para referirse al reparto de una por último se expandió a un término más incluyente que significa "cualquier persona". En la actualidad usamos la palabra "personalidad" para describir el carácter de una persona y es significativo que la referencia original aludía a una máscara cubriendo un rostro porque en esencia eso es lo que hace la personalidad. La personalidad es la imagen que presentamos a otros y al mundo, y la expresión de nuestra persona lidad mayormente viene del rostro. Nuestra imagen también puede ser expresada por nuestro cuerpo, por medio de nuestra vestimenta, el carro que conducimos y así sucesivamente. Pero esencialmente es el apariencia, sus expresiones, sus rasgosel que muestra el tipo de persona que somos. Al principio, en nuestro primordial y lejano pasado, no existía diferencia entre lo que sentíamos adentro y lo que nuestro rostro mostraba. Como todo lo demás que pertenece al cuerpo, la cara es parte de nuestra herencia animal. Los animales se expresan de manera simple y verdadera, sin pensamientos ni control ni censura. Conforme nos civilizamos y empezamos a vivir juntos en unidades sociales más grandes, los compromisos, la cooperación y el desarrollo de convenciones y tabúes, templaron nuestra expresión exterior. Aprendimos a adaptar nuestro comportamiento para obtener lo que necesitábamos de nuestro entorno social, y este hábito político persiste en la actualidad. De manera que no nos sorprende que se acumule una gran tensión en los músculos de la cara, la cabeza y el cuello. Constantemente hacemos un esfuerzo por controlar el rostro, por crear y mantener en su lugar el tipo socialmente correcto de máscara, mostrando lo que es aceptable y ocultando todo lo demás. Hay muchas expresiones que indican la importancia del rostro en nuestra interacción social. En Japón, por ejemplo, la humillación o vergüenza en público se describe literalmente como "pérdida del que claramente implica que el rostro es una máscara que nos podemos poner en cualquier momento. Casi todas las culturas cuentan con expresiones como "persona de doble cara", para referirse a alguien en quien no se puede confiar, capaz de parecer sincero mientras engaña a otros. En Estados Unidos, las apuestas en el juego de cartas han acuñado la expresión pokerface, que significa que no se muestra ningún tipo de emoción. Es decir, cuando has jugando póker por dos horas, perdiendo continuamente, y de pronto te reparten una gran mano, quisieras sonreír, reír, celebrar, bailar sobre la mesa, pero no muestras la manera en que realmente te sientes porque deseasque los otros jugadores apuesten mucho dinero y pierdan. Así que tu rostro permanece en blanco. De manera similar las películas de Hollywood están llenas de escenas donde el héroe puede mantenerse relajado e inexpresivo durante las circunstancias más extremas; desafiando al villano y salvando una situación imposible. Ya les he mencionado el famoso "mantener la compostura" británica que directamente se refiere a un área específica de la cara para indicar una actitud sin emociones. Me recuerda un incidente que tuvo lugar justo antes de la segunda Guerra Mundial, cuando el secretario de asuntos exteriores británico, sir Anthony Eden, voló a Roma para reunirse con el dictador fascista Benito Mussolini. Pensando en impresionar a Eden con su poder, el grandilocuente Mussolini apuntó dramáticamente hacia un botón en su escritorio y vociferó: "¡Sólo tengo que oprimir este botón para empezar la próxima guerra!" Eden permaneció inexpresivo mientras que, notablemente seco, le decía "qué inconveniente si lo que usted quiere es una taza de té". En términos generales los italianos son más expresivos que los británicos, pero esto no quiere decir que tengan menos capas de armadura. La emoción exhibida por el temperamento latino puede no reflejar de manera honesta lo que está pasando adentro del individuo, y, si este es el caso, la falsa imagen que se muestra al mundo creará tanta tensión en los segmentos musculares como para no mostrar emociones del todo. En nuestras vidas tendemos a mostrar un tipo de rostro a la persona amada, otro con quienes trabajamos, otro a nuestros hijos. El rostro cuenta con una multitud de facetas y aprendemos a ajustar los músculos para mostrar la expresión correcta dependiendo de la ocasión; se convierte en un habito tan arraigado que ni siquiera pensamos al respecto. La cara es donde se localizan la mayoría de nuestros órganos sensoriales oídos, nariz, lenguay donde recopilamos información del mundo que nos rodea a través de la vista, el oído, el olfato y el gusto. Esta es nuestra frontera, nuestro límite, donde nos conectamos con la periferia, con lo exterior, y donde mantenemos nuestro primer frente de defensa. Hablando en términos de energía, también es una puerta de entrada por la que podemos invitar al mundo a que entre o permitir que otra persona intime con nosotros, penetrando nuestras defensas. Aquí determinamos si es seguro abrirse a otros o si es mejor permanecer cerrados. Como lo expliqué en el capítulo cuatro, Reich dividió la cabeza en dos segmentos: el ocular, o sea los ojos, y el oral: la boca. Entre estos dos la nariz se posa casi como un puente ya que su mitad superior está más conectada con los ojos y su mitad inferior con la boca. El segmento oculares el primero en ser abordado en el proceso de remover la armadura e incluye los músculos alrededor de los ojos: la frente, las cejas, la parte superior de la cabeza, los lados y parte posterior, el tabique de la nariz y la parte superior de las mejillas. También incluye los músculos del cuello que se localizan justo por debajo de la región posterior del cráneo. Toda esta zona es un canal para la energía conforme se mueve hacia adentro y hacia afuera del cuerpo, especialmente a través de los ojos. Se dice que 8o% de nuestra energía entra y sale por los ojos. Todos nuestros sentimientos pueden ser mostrados a través de los ojos, y, de igual manera, pueden ser bloqueados desde los ojos. De hecho cualquier parte del cuerpo donde la energía entra o sale es potencialmente un lugar donde la energía puede ser bloqueada. La boca, la nariz, los oídos, las manos, los pies, los genitales y el ano son otros puntos de este tipo. Los niños están naturalmente abiertos y son vulnerables a influencias energéticas y emocionales de su entorno. Cuando la criatura está rodeada por una atmósfera de amor creada por padres que se preocupan, visual como energética mente- todas estas impresiones con los ojos bien abiertos y confiando. Sin embargo, una criatura que se encuentra en medio de unos padres que gritan, que se pelean, inconscientemente bloqueará esta energía evitando que entre especialmente de manera visual, porque ningún niño quiere ver este tipo de cosas. El bloqueo alrededor de los ojos, constantemente toma la forma de miopía o vista corta, lo cual puede ser una condición vinculada a la tensión que se origina en el miedo. Mi mentor, Charles Kelley, también un maestro del método Bates para la mejora de la visión, virtualmente eliminó su propia miopía por medio de liberar la tensión en el músculo del ojo y desarrolló técnicas que he incluido en mi propio trabajo. Los músculos tensos alrededor de los ojos contienen emociones reprimidas, y cuando estos sentimientos son despertados y empiezan a liberarse, vertiéndose por los ojos, en su despertar traen una nueva claridad. Ver claramente involucra no sólo los ojos físicos, también involucra los ojos del entendimiento y la intuición. Los ojos físicos pueden trabajar perfectamente bien, aunque exista un estado de casi ceguera, a un nivel más sutil, a un nivel energético, intuitivo. En el trabajo terapéutico la capacidad de verse a uno mismo es importante. Sin ella, podrían ocurrir todo tipo de experiencias, todo tipo de emociones pueden ser liberadas. Pero si no existe la capacidad para percibir el significado dentro del contexto de la vida de cada uno de nosotros es un ejercicio desperdiciado. Los mismos patrones de siempre continuarán acumulando tensión, una y otra vez. Así que en estas situaciones de grupo o en sesiones individuales no sólo consiste en hacer los ejercicios. Desde el mismo inicio enfatizo el entendimiento -por qué estamos haciendo ayudo a la gente a desarrollar una sensibilidad hacia sus propios sentimientos, hacia su propio radar interno que les dice qué está sucediendo en cuanto a los sentimientos. Es como regresar a un estado de creer en uno mismo. Una vez escuché a Osho decir que todos los niños nacen con "detectores internos de basura". En otras palabras, saben instintivamente cuando los adultos están diciendo cosas sin sentido o haciendo algo inapropiado, y nosotros necesitamos restablecer esta preciada calidad de "ver" directamente lo que es bueno para nosotros. Trabajar con el segmento ocular es como quitarle la tapa a un recipiente, la cual, una vez aflojada, empieza a abrir canales de energía hacia el resto del cuerpo. Desde aquí, la energía puede entrar y "tocar" cualquiera de los segmentos inferiores y puede surgir desde cualquier centro y expresarse hacia afuera de los ojos. En cualquier sentido los ojos son el primer punto a través del cual la energía entra o sale de su sistema. Ya que la secuencia de remover la armadura empieza desde la parte superior del cuerpo hacia abajo, y desde las capas de sentimientos más superfi cíales hacia las capas más profundas y más cercanas al núcleo, siempre se empieza a quitar la armadura desde este segmento. Existe una variedad de ejercicios que hago para aflojar los músculos oculares y liberar patrones de retención y tensión localizados en esta área. ► Contacto Visual: Mientras preparamos el cuerpo para remover la armadura, enfoquen la atención del compañero hacia los ojos. Cuando al inicio escuchamos y bailamos música, véanse los unos a los otros mientras bailan para ver quién está presente, con quién explorarán durante los próximos días. Éste es el primer paso: conectarse, de manera casual, bailando y moviéndose juntos. Cuando termine la música deben tener un contacto visual básico, unos frente a otros viéndose a los ojos. A mucha gente le da pena hacer esto, porque normalmente no nos vemos a los ojos de otros por más de dos o tres tiempo es considerado descortés o intruso-. Más aún, evitar el contacto visual con otros es una forma de evitarnos a nosotros mismos; evitar sentimientos que puedan fácilmente surgir cuando nos vemos cara a cara. Actuamos como catalizadores provocándonos mutuamente. Mientras más vemos a alguien a los ojos, más visible se tornan nuestros sentimientos.No sólo al otro sino a nosotros. Todo nuestro esfuerzo por reprimir las emociones es para ocultar lo que realmente sentimos, o para mostrar una farsa o algo que mantiene a la gente a una distancia seguray entonces, en un ejercicio como éste, es muy común que la gente tema o se sienta insegura. Por ejemplo, los sentimientos de atracción pueden empezar a surgir cuando la gente se da cuenta "me gusta esta persona". La atracción se empieza a mostrar en los ojos pero experiencias previas han enseñado a no mostrar estos sentimientos. Esto puede derivarse del temor a ser rechazados o de la educación social y las actitudes culturales. Otra cosa que se revela en este ejercicio es que hay quienes simplemente no pueden hacerlo. No pueden ver directamente a los ojos. Mirarán la nariz, las cejas, sobre la cabeza, mirarán cualquier cosa, pero nunca directo a los ojos. Algunos se evitan "divagando". Parece que están viendo, pero están desconectados y después de un rato podrás ver que están ausentes. Algunos simplemente cierran los ojos aceptando que no pueden mirar. Para aquellos que continúan mirando, el ejercicio provoca sentimientos y emociones. Tan sólo mirar a los ojos de otra persona y ver ahí a otro ser humano mirando también, es suficiente para que algunos participantes empiecen a llorar. Son conmovidos porque repentinamente sienten los lazos comunes de la humanidad, porque en realidad todos somos iguales: frágiles, tímidos, vulnerables. Esta simple aceptación, la de "aquí hay otro ser humano viéndome", puede inesperadamente desembarazar muchos sentimientos. Cambien parejas tres o cuatro veces para acercase más entre ustedes. Esto es importante al crear una dinámica de grupo para el siguiente trabajo. Al leer este libro, podrás encontrar reacciones desproporcionadas en relación con la simplicidad del ejercicio; algunas veces me sorprendo cuando veo la facilidad con que esas capas de protección y falsedad caen. Pero piénsalo, no es de sorprenderse. Es a través de los ojos, más que ningún otro sentido, que conocemos a otros y toma muy poco sacudir nuestras defensas cuando tenemos el valor de deliberadamente pararnos frente a otro y mirarnos mutuamente. El proceso de remover la armadura sigue fomentando el contacto visual: expresar emociones por los ojos, mostrar enojo, miedo, permitir que el terapeuta o la pareja con quien estés trabajando vean lágrimas y tristeza. Entender los "sentimientos pares" también es de gran ayuda al trabajar con los diferentes segmentos, porque cuando miro a los ojos de un paciente, generalmente puedo ver la emoción que ahí está siendo retenida. Después es más fácil ayudar al paciente a que se conecte con ese sentimiento y pueda expresarlo. Por ejemplo, veo enojo contenido, sé que tendré que alentar la expresión de esa energía, enfatizando la exhalación y reflejando el sentimiento en mis propios ojos y rostro. Si veo un temor no reconocido, le enseñaré a la persona cómo acentuar la inhalación y abrir los ojos más grandes, imitando la expresión del miedo, lo cual puede provocar el sentimiento real. Liberación ocular En lo que llamo "día del segmento del ojo", la estructura principal es un ejercicio neorreichiano: "liberación ocular". Antes de este ejercicio, preparo el terreno con una inusual técnica de meditación que aprendí en la India y desarrollada por Osho llamada meditación mandala. Estas dos estructuras que se originan en culturas totalmente contrastantes se adaptan, trabajando en los mismos centros de energía y en asuntos similares. La meditación mandala es una de mis preferidas y es un placer emplearla. Empezaré por describir la técnica de la meditación y después pasaré al ejercicio reichiano. La meditación mandala dura una hora y consiste en cuatro etapas, cada una con un tiempo de quince minutos. La primera etapa es una carrera estática, levantando las rodillas y muslos alto, en posición horizontal a la altura de la cintura. Este tipo de trote genera una gran cantidad de energía en la región inferior del cuerpo, empezando por las piernas y pies, y extendiéndose hacia arriba a través del segmento pélvico. Mientras trotamos los ojos están abiertos y viendo al frente, quizá enfocados sobre una marca o punto en la pared, o viendo a través de la ventana hacia un árbol o arbusto en el jardín. La combinación de correr y enfocar un punto específico significa que dos extremos del organismo están siendo ejercitados pies y los ojos- y esto crea una conexión de energía o campo unificado a través de todo el cuerpo. En la segunda etapa de la meditación mandala, se tienen que sentar con las piernas cruzadas, los ojos cerrados, la columna erecta, y comenzar a contonearse suavemente en compañía de una música que evoca el océano. Este método coadyuva a que la energía despertada se acumule en el núcleo del cuerpo para que no se disipe o fragmente. En la tercera etapa, se recuestan sobre la espalda, abren los ojos, y empiezan a girar los globos oculares en círculos grandes, en sentido de y contra las manecillas del reloj. El sentido es importante. Un movimiento en el sentido de las manecillas del reloj ayuda a que la energía se mueva hacia afuera, mientras que en contra de las manecillas del reloj ayuda a que la energía se mueva hacia adentro, y el propósito ahora es llevarla hacia el tercer ojo, localizado entre las dos cejas. La mayoría de la gente familiarizada con el sistema oriental de yoga tiene conocimiento del tercer ojo, o sexto chakra, mismo que está asociado con la introspección, así como los ojos se asocian a la extrospección. Cuando se activa el tercer ojo comúnmente se percibe una sensación de espacio interno y una conciencia agudizada y aclara la mente. El movimiento circular de los ojos físicos también trae consigo una gran cantidad de energía al segmento ocular esto es de utilidad en el siguiente ejercicio reichiano. La gente con muchas capas de armadura alrededor de los ojos, con una tensión crónica en este segmento, se sentirán somnolientos en ocasiones durante esta etapa, de hecho algunos participantes se duermen profundamente como una forma de evitar lo que está siendo agitado en el inconsciente. Yo revierto esto, promoviendo que todo el mundo mantenga los ojos en movimiento, alerta y presente. Durante la cuarta y última etapa, los participantes permanecen recostados, con los ojos cerrados, en silencio y quietos, sin hacer nada, únicamente observando o pendientes de cualquier sensación interna y de sus pensamientos, o también de sonidos externos. Casi todas las meditaciones de Osho terminan en silencio y quietud. Por cierto, si tú sientes que no he presentado de manera apropiada a Osho y su método de meditación en este libro, no te preocupes. Entraré en más detalle al principio de la tercera sección al abordar el tantra y la meditación. Después de la meditación mandala y un descanso, los participantes están listos para el ejercicio de liberación ocular. ► En éste se trabaja en parejas, uno como el "paciente" y el otro como "asistente". El paciente se recuesta en la posición básica de respiración: la espalda sobre la colchoneta, las rodillas levantadas, los pies plantados sobre el piso. El asistente se sienta sobre un cojín directamente detrás de la cabeza del paciente. El paciente empieza a respirar con profundidad creando una carga de energía, mientras que el asistente le da un masaje en la cabeza aflojando los músculos alrededor del segmento ocular, y particularmente alrededor de los ojos, las cejas y la frente. También sugiero que los asistentes den masaje a la parte superior de la nuca, en la base del cráneo, porque la tensión causada por alejar la energía de los ojos tiende a acumularse aquí. Es un lugar donde bloqueamos el miedo. Existen muchos meridianos o canales de energía que se originan en los ojos, pasando por la frente, por encima de la parte superior de la cabeza y hacia abajo de la nuca. Éstos generalmente se encuentran bloqueados con una tensión crónica, cortando el flujo de energía entre la mente y el cuerpo,y también trastornando la conexión entre el ver y el sentir, así que pido a los asistentes que den masaje desde el cuello hasta los hombros. Mientras esto sucede y el salón está en silencio explico que hay muchas cosas que como niños no queremos ver, que no queremos asimilar... cosas feas, incómodas, de miedo, como nuestros padres peleando, el padre golpeando a la madre, problemas de familia de todo tipo. No queremos ver esas cosas y aprendemos a cortar la energía de los ojos para no ver lo que está frente a nosotros. El ejercicio de liberación ocular está diseñado para relajar patrones de tensión crónica que se derivaron de este reflejo protector al cortar el flujo de energía. Los asistentes deben tomar una lámpara, del tamaño y forma de una pluma de escribir, y encenderla, sosteniéndola como a medio metro sobre la nariz del paciente, lanzando el tenue haz de luz amarilla hacia los ojos de éste. Es importante mover el haz de luz sobre el rostro de manera lado a lado, en círculos, de arriba a el paciente simplemente ve la luz y la sigue moviendo los globos oculares. Únicamente los ojos deben moverse, no la cabeza. De esta manera, los ojos del paciente son forzados a ver en todos los rincones, en toda dirección, en cada área dentro de su campo visual. El movimiento tiene que ser aleatorio porque este ejercicio requiere que las personas permanezcan continuamente alertas sin saber en qué dirección el haz de luz será movido. El movimiento aleatorio del ojo toca tensiones creadas alrededor de los ojos y hacia la parte inconsciente de la mente. Algunas veces la gente recuerda cosas de su infancia: recuerdos placenteros, como estar en una cuna o en un cochecito, siguiendo el movimiento de coloridos juguetes. 0 recuerdos incómodos, cuando algo desagradable sucedía en algún lugar y la criatura trataba de no ver en esa dirección. Después de un rato se les pide a los pacientes que sigan el haz de luz con los ojos y la nariz para que la cabeza también se mueva de forma aleatoria, aflojando las tensiones en la nuca. Por medio de esta combinación de respirar, seguir el haz de luz, mover los ojos y cabeza, se sacuden muchos tipos de sentimientos. Para ayudar a este desentumecimiento los invito a emitir ruidos, para que tanto la boca como la garganta también se involucren energéticamente. También sugiero patalear sobre la colchoneta, lo cual es reminiscente a la etapa de correr en la meditación mandala; las rodillas dobladas y los pies pataleando: De esta manera las piernas y pies están generando energía, enviándola a través del cuerpo con cada patada. Esta parte del ejercicio se enfoca en la expresión, en despejar los canales de energía, dejar que sentimientos como gritar, vociferar y reír salgan, y promuevo esta descarga con música conmovedora a todo volumen y pido a los asistentes que muevan el haz de luz de manera más alborotada y caótica. Después de quince minutos se baja el volumen y las cosas se suavizan y tranquilizan. Le pido a los asistentes que hagan movimientos más suaves y lentos con el haz de luz, e invito a los pacientes a estar más receptivos, con el haz de luz en los ojos. Esto abre la puerta hacia un movimiento interno de energía y sugiero que, usando tu imaginación, permitas que una combinación de luz y energía pase por tu garganta hacia el conducto hueco, al corazón, vientre y centro del sexo. Esta receptividad, esta apertura interna, toca sentimientos escondidos, su mayoría relacionados con el miedo y la con se alojan muy dentro de nosotros, cerca del núcleo, y a veces las personas rompen en un llanto profundo. Después de unos diez minutos los asistentes apagan las lámparas, se sientan al lado del paciente y de manera suave finalizan el ejercicio tocando el brazo o la mano, o suavemente los pies para aterrizar al paciente, para traerlo "de vuelta al cuerpo", al presente, en un estado de funcionamiento "normal" del día a día. Una experiencia común es que las personas no quieran ver la luz, que quieran alejarse de ella, tal vez por un sentimiento de miedo que esté aflorando. Algunas veces se sienten muy enojadas al verla y quieren golpearla, o morderla o escupirla. Algunas veces la luz toca sentimientos de dolor o añoranza, o, tan sólo verla, puede provocar un lloriqueo o llanto repentino. Otra gente experimenta un sentimiento de gran amor hacia la luz: verla como algo positivo y hermoso y sentir o querer abrazarla. Tal vez la luz también puede representar a un padre o un jefe, a una madre, o a una fuerza hermosa o maligna, o estimular sentimientos de sensualidad y vida en el cuerpo. Con todas estas cosas la luz actúa como una pantalla de proyección de la estructura de personalidad y los condicionamientos que se nos han estampado desde la infancia y muchos de estos asuntos personales se vuelven más visibles por medio de este ejercicio. En los días que suceden al ejercicio las personas con frecuencia afirman ver más clara y cosas aparecen con más color y más que les es más fácil ver a los ojos de otros, sin defensas. Después de la sesión de compartir es hora de un descanso para café o té, una oportunidad más para regresar a la `realidad' común donde nos desenvolvemos. Gente que se ha involucrado profundamente en trabajos de descargas emocionales con frecuencia se sorprenden cuando, después de una intensa sesión, se dan cuenta de que pueden levantarse y salir del salón con el resto de los participantes a disfrutar un té o un bocadillo antes de cambiar los roles y volver a empezar. Es algo que me gusta resaltar, no sólo porque me encanta mi té matutino sino porque quiero que la gente se acostumbre a desenvolverse entre las polaridades de una intensa descarga emocional y una vida cotidiana. Es una buena manera de mantener a todos arraigados en la parte práctica de la vida y que no tomen a sus emociones y a sí mismos muy en serio. Para cuando las parejas han experimentado la estructura de liberación ocular se ha ido todo un día en el salón y estamos listos para la segunda etapa de desenmascarar el rostro. LA BOCA Y LA GARGANTA EL PRESI DENTE 38 de los Estados Unidos era famoso por su sonrisa. Como candidato a la silla presidencial, Jimmy Carter sabía cómo agrandar los labios de una manera agradable que se popularizó entre el público, yen la elección presidencial de 1976 derrotó al entonces presidente Gerald Ford. Para una nación que dos años atrás había sido destruida por el escándalo Watergate, Jimmy Carter gustaba por su rostro fresco, record limpio y personalidad transparente. Desafortunadamente la jovialidad desinteresada de un candidato raramente le acompaña como presidente en funciones, y los periodistas de la Casa Blanca que se tomaron la molestia de contar sus visibles dientes, observaron que su sonrisa gradualmente se encogía, mes a mes, crisis a crisis, diente por diente. Inflación en los precios, una invasión soviética a Afganistán, la captura de 52 rehenes norteamericanos durante la revolución islámica en Irán, y, por si esto fuera poco, un ataque por un "conejo asesino" mientras pescaba en una pequeña embarcación cerca de su casa en Georgia, le borró la sonrisa del rostro. Ahora el turno de reír era el del candidato Ronald Reagan. Lo cual logró de manera exitosa en una serie de debates televisados contra el presidente, derrotando a Carter con una cucharada de su propia sopa al retratarse ante los votantes como seguro de sí mismo y con un buen sentido del humor. Un hombre radiante que le podía devolver a los Estados Unidos la confianza en sí mismos y su orgullo nacional. La sonrisa cultivada, la mano estirada, y las palabras: "Hola, soy Jimmy Carter. Estoy en la contienda por la presidencia" ayuda a esconder la batalla encarnizada. Los animales no sonríen, no pueden usar su boca para ese fin. Al contrario, con frecuencia la usan como arma. Los animales salvajes usan la boca para pelear y para alimentarse; acciones que requieren morder, jalar y rasgar. Todos sabemos que cuando un perro quiere atacar o siente la necesidad de defenderse, suslabios se retraen para mostrar sus dientes mientras que la mandíbula se prepara para morder. El perro puede no sentirse agresivo pero, por ejemplo, puede estar paseando por el territorio de otro perro que amenaza con atacar, y ésta es una forma de decir "puedo defenderme y lastimarte, así que mejor déjame en paz". En términos de la política moderna algunas veces pienso qué tan auténtico sería si los políticos tiraran sus mascaras sólo fuera por unos se permitieran ladrar y gruñirse mutuamente. Ésta es la emoción real que acompaña a la lucha por el poder y sería gratificante ver a los políticos brillando con su propia luz. Imagínese la escena en la Casa de los Comunes en horario de preguntas del primer ministro: "Ustedes honorables caballeros aceptarán que Su Majestad el Gobierno no hace otra cosa que... ¡grrrr! ¡guau, guau! ¡arf, arf! ¡yip, yip! ¡grrr!" En cuanto al resto de nosotros los humanos, a pesar de nuestro esfuerzo por negar nuestra bestia interna, existen poderosos sentimientos animales contenidos en los músculos alrededor de nuestra boca, especialmente conectados con morder y gruñir. Ocasionalmente estos sentimientos se desatan. Por ejemplo, el boxeo siempre ha sido una actividad ani hombres adultos golpeándose en nombre de un en 1997 se le agregó un nuevo giro cuando el peso pesado y ex campeón del mundo Mike Tyson, buscando una victoria sobre Evander Holyfield, mordió un trozo de la oreja a su oponente y perdió por descalificación. Muchos niños tienen el mismo instinto. Antes de ser propiamente "adiestrados" por sus padres, con frecuencia usan sus bocas en una forma animal para expresar sus sentimientos. Recuerdo cuando era niña que pasé por una etapa en la que mi enojo surgía como mordidas. Cuando me enojaba, mordía a mi primo o a mi hermana hasta el punto que mi de repetidamente decirme que las niñas no hacían esas tomó el brazo y me lo mordió. Empecé a llorar y me dijo "¿ves?, eso es lo que se siente cuando tú muerdes a alguien". Desde entonces, me resistí al impulso de morder y eventualmente me olvidé de él hasta que, durante mi período de entrenamiento con los Kelley, el recuerdo me inundó una vez más. Así que existen muchos asuntos emocionales almacenados en la boca -no sólo el enojo, sino también el dolor y el empezarán a surgir durante el proceso de quitar la armadura. En este proceso, cualquier sonrisa falsa o superficial que haya sido cultivada a través de los años es probable que se pierda, pero como la mayoría de la gente que se acerca a mí no busca un puesto de elección popular, el precio a pagar es muy bajo. Más aún, pueden estar seguros de que, después de haber pasado por el proceso de quitar la armadura, descubrirán y experimentarán una sonrisa mucho más genuina, unida a su fuente natural, auténtica de amor, risa y alegría. Como ya lo mencioné en el capítulo anterior, Reich llama al segundo anillo de músculos el segmento oral. Incluye a la boca, los labios, la lengua, los dientes, la mandíbula, los oídos, la parte baja de la nariz, y la parte posterior de la cabeza atrás de la boca. Aquí, entran y salen del cuerpo tremendas cantidades de energía. Todos nuestros sonidos y palabras son expresados por el segmento oral. Todo alimento entra por ahí o es rechazado. La respiración también se da por la boca, especialmente cuando corremos. Con la boca, cuando somos bebés, succionamos el pecho de mamá, donde por primera vez experimentamos un profundo placer y hasta-de acuerdo a como un verdadero orgasmo. También afirma que si a un recién nacido no se le permite succionar el pecho de la madre, la tensión o contención resultante en la boca inhibirá su capacidad natural del placer sensual. La boca, labios y lengua intervienen en besar durante los juegos eróticos y durante el acto sexual, y estas partes del cuerpo son importantes para dar y recibir placer en una sexualidad madura. Adicionalmente, sentimientos y emociones más profundos que nacen del corazón y del vientre pasan a través de este segmento para encontrar su expresión. Así que la boca es muy activa en la expresión de sentimientos y, como es el caso con cualquier segmento por el que pasa una gran cantidad de energía, una buena parte de bloqueo y tensión pueden manifestarse ahí. La respiración neorreichiana se hace con la boca abierta, y es aquí donde los primeros síntomas de bloqueo se pueden ver. Una boca cerrada no puede aspirar aire, o emitir sonidos, ni energía, ni emociones, así que es importante recordarles a los pacientes mantener la boca abierta mientras respiran. Aquí quiero hacer una breve mención de la nariz, la cual, aunque es parte importante del rostro, no es en sí mismo un segmento independiente. Está muy conectada con los músculos de los segmentos ocular y oral, y la cavidad nasal se conecta justo por debajo de la parte posterior de la boca con la garganta. La nariz no es muy móvil y no puede ser comparada con los ojos o con la boca como medio de expresión, pero sí habla en su propio idioma, revelando sentimientos escondidos que la gente preferentemente no muestra al público. Mucha gente conoce la expresión "tiene la nariz chueca", lo que significa que alguien está molesto, que su orgullo ha sido lastimado y trata de mostrarlo. Cuando se trata de bloquear la expresión emocional, el segmento bucal puede ser visto como una extensión del segmento cervical, localizado en la garganta, porque trabajan muy cercanos el uno del otro y voy a explicar las funciones de ambos en este capítulo. Ya he dado ejemplos de cómo reaccionan los niños cuando el padre o madre les piden que dejen de llorar o de gritar: la garganta trata de estrangular la energía y emoción nacientes, tragándosela, mientras que la boca se cierra fuertemente para que nada pueda escapar hacia el mundo exterior. El segmento cervical es el tercer segmento de Reich e incluye a la garganta, parte posterior y lateral del cuello, la laringe y la raíz de la lengua. Todos los sonidos vocales se originan aquí, y pueden ser bloqueados por contracciones de músculos que impiden que la energía suba y salga por la boca. Este segmento también puede evitar que recibamos energía desde afuera. Es a través del cuello y la garganta que nuestra cabeza se conecta al cuerpo. Mente y cuerpo se encuentran en este punto, y frases como "no pierdas la cabeza" y "atorníllate bien la cabeza", quieren decir mantener el control de uno mismo. Aquí, en el tercer segmento, más que en ningún otro, las tres emociones temor y claramente visibles e identificadas. Los músculos son fácilmente accesibles para trabajo práctico y, para mí, esto hace de la garganta una de las áreas más interesantes y complejas de tensión en todo el cuerpo. Realmente es una ruta muy precisa hacia las emociones reprimidas. Por esta razón, antes de explicar ejercicios de grupo que uso para el trabajo de liberación, me gustaría referirme un poco a cómo son retenidos los sentimientos en la garganta y cómo pueden ser liberados en sesiones individuales. El enojo es retenido en músculos que se originan por debajo del oído, directamente detrás de la mandíbula, y se extienden hacia abajo, a los lados del cuello, conectándose con el centro de la clavícula, los músculos esternocleidomastoideos. Cuando nos enojamos tratamos de bloquear la emoción ascendente, estos músculos se hinchan visiblemente como cuerdas; tensos y duros, conforme nos alistamos para explotar o pelear. Cuando el terapeuta aplica una presión o un masaje directos sobre estos músculos con sus manos, es muy posible que surja el enojo. De manera simultanea, el paciente mueve la cabeza de lado a lado, diciendo "no", y esto ayuda a liberar el enojo. Mucha gente que reprime el enojo lo hace manteniendo la voz suave e inexpresiva, así que hacer ruidos de enojo y gritar ayuda a liberar esta emoción desde la laringe. Rugir y gruñir como animal salvaje es muy efectivo. Sacar la lengua mientras exhalamos ayuda a aflojar el enojo retenido en la parte superior de la garganta. El miedo en el segmento cervical es retenido en la nucay en la parte posterior de la garganta. Para conectarse con esta emoción, les pido a los pacientes que enfaticen la inhalación, abriendo los ojos y la boca. Llevar la voz a sonidos más altos en la exhalación, como un "¡iii!", agudo, chillante, también ayuda a contactar y liberar el miedo. Usted puede sentir una contracción por miedo al imaginarse a alguien a hurtadillas detrás de usted con la intención de golpearlo en la parte posterior de la cabeza. De inmediato sus hombros se levantan y su cabeza se echa para atrás como un reflejo para proteger este punto vulnerable. Es un punto donde nos sentimos indefensos. Muchos animales levantan a sus crías desde este punto porque no hay nada que puedan hacer para oponer resistencia. En los humanos, la tensión crónica retenida en la nuca provoca que los músculos se encojan como un nudo apretado, echando la cabeza hacia atrás y los hombros levantados en una posición habitual de defensa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las manos de un terapeuta pueden penetrar esos músculos, aflojando la tensión, liberando el miedo. El dolor reside al frente de la garganta, en un tejido de músculos que corre hacia arriba desde la clavícula hasta por debajo de la mandíbula. Aquí es donde las lágrimas han sido tragadas, donde las palabras de pesar y tristeza han permanecido en silencio. Un terapeuta puede masajear estos músculos mientras alienta una pulsación de respiración profunda, invitando a los sonidos. A un nivel de ener gía, con frecuencia encuentro que pasar una mano hacia arriba por la garganta, sin realmente tocar la piel, mueve la energía rumbo a la liberación. Al principio, cuando la energía bloqueada se empieza a liberar, puede expresarse como un tipo de gimoteo o lloriqueo imparable, pero no conduce a una total descarga. En tales casos, necesito ayudar al paciente a que acelere y profundice la pulsación de la respiración, abriendo la boca muy grande e intensificando los sonidos para romper el patrón energético atorado. Invitar al paciente a expresar palabras directamente hacia la persona que fue en algún momento del pasado, la razón de esos dolorosos sentimientos, también puede ayudar a desencadenar un mar de lágrimas y una total descarga de energía. EJERCICIOS PARA BOCA Y GARGANTA En el proceso hay un día en que mi enfoque principal es trabajar con la boca y garganta. Existen muchos ejercicios que pueden ser usados para aflojar la armadura en estos dos segmentos, algunos de los cuales los uso como calentamiento previo al trabajo más profundo que les sigue. Por ejemplo, de pie, en grupo y formando un círculo, podemos empezar movilizando la energía en el segmento oral, haciendo muecas, concientizándolos de las tensiones alrededor de la boca. Estirar la cara en una serie continua de expresiones exageradas y extrañas es una forma efectiva y disfrutable para aflojar los músculos de la boca. Sacar la lengua mientras vemos a otros no sólo afloja la tensión retenida en esa región, sino que también desafía nuestro protocolo social y condicionamientos que dicen "nosotros los adultos no hacemos esas cosas". Invitar a todos a rugir y gruñir ayuda a provocar el enojo retenido en los dientes y mandíbula. Como con las sesiones individuales, emitir palabras de enojo con sentimiento y energía puede aflojar emociones que han estado reprimidas por años. Hablar incongruencias en voz alta y rápidamente, es una forma efectiva de aflojar los segmentos oral y de la garganta, especialmente la voz. Las incongruencias tienen su origen en las escuelas de misticismo sufí y particularmente de un místico extraño, Jabbar, quien le hablaba a sus seguidores y visitantes en sonidos, no en palabras. Una de las técnicas de meditación desarrollada por Osho emplea las incongruencias ampliamente y está diseñada para dar expresión a la basura que congestiona la mente, pavimentando el camino para el silencio que sigue. Llamada meditación sin mente, comprende una hora de incongruencias, seguida de una hora de sentarse en silencio, todos los días durante siete días. En los grupos de pulsación empleamos la incongruencia con un objetivo un poco diferente: nuestro propósito es aflojar los músculos alrededor de la boca y mandíbula, abrir la voz y promover el flujo de energía a través de la boca y garganta. Es una versión más corta del proceso io-15 minutos de incongruencias para desechar todo, seguidos de io a i5 minutos de sentarse en silencio, observando el espacio interno que queda en calma, vacío ante el caos que ya se ha ido. En conexión con la eliminación de la armadura de la boca y garganta, empleo una posición bioenergética de estrés llamada "estiramiento de la garganta", originalmente diseñada por Alexander Lowen. ► Siéntense sobre una colchoneta, inclinados hacia atrás, con las manos ubicadas detrás del cuerpo para soportar el peso. Las plantas de los pies sobre el piso y las rodillas dobladas y separadas. Cuando todos estén listos, invito a que se echen totalmente hacia atrás, dejando caer la cabeza, abriendo la boca y respirando. Toda la columna vertebral está doblada hacia atrás, lo que expande el pecho y estira la parte frontal de la garganta, aflojando más la tensión retenida en esta región del segmento cervical. Los participantes respiran de esta forma por unos minutos, después lentamente regresan el cuerpo hacia el frente, dejando caer la cabeza entre las rodillas que están separadas; ahora la nuca está estirada, provocando sentimientos y emociones retenidos en esta región. Repetimos esto tres veces, hacia atrás y hacia el frente, enfocando la atención en el área de la garganta, que afloja la tensión y aumenta el flujo de energía a lo largo de la columna vertebral. Les pido que no se extralimiten, que no fuercen las emociones, sino que permitan que esta posición abra el cuerpo, en preparación para el ejercicio principal: "la liberación de la garganta". Antes de pasar a éste muy poderoso ejercicio, hay un ejercicio más de calentamiento llamado "reflejando el rostro" el cual es uno de mis favoritos. ► Dos personas se sentarán frente a frente, viéndose cara a cara, de cerca pero sin tocarse, manteniendo contacto visual. Ustedes deciden quién es Ay quién es B. A través de una fantasía, A es conducido a su propio cuarto de baño donde repentinamente le surge la urgencia de hacer muecas frente al espejo, contorsionando el rostro en todas las formas posibles, acompañadas de sonidos y posiciones corporales. B es el espejo del baño e imita todas estas caras, reflejando a A, y después el resto del grupo enloquece, actuando como si tuvieran tres años. Este ejercicio es uno de los más poderosos para aflojar los músculos de la cara. Su propia locuacidad invita a la gente a hacer expresiones faciales y emitir sonidos extremos que nunca se permitirían hacer normalmente, y esto sucesivamente moviliza los músculos, permitiendo que la energía fluya. Después de unos cinco minutos las parejas cambian roles y el juego se repite. Después de esto estamos listos para el ejercicio liberación de la garganta, algunas veces conocido en los círculos de terapia primaria como "babeo". ► Tienen que permanecer frente a frente, sentados en la misma posición, respirando profundamente, dejando las bocas muy abiertas, y las lenguas muy flojas, casi colgantes. Es interesante ver la lengua cuando se trabaja con la boca, porque es un músculo poderoso que está activamente en conexión con la expresión y represión de cualquier emoción. Tragarse la lengua es un método muy común de represión; sacarla es una manera efectiva de aflojar su hábito de control. El campeón de tenis Pete Sampras era famoso por sacar la lengua durante encuentros largos, extenuantes, y esto le ayudaba a mantenerse relajado durante el severo estrés de una competencia de clase mundial y desempeñarse a un nivel óptimo. ► Lo principal en la liberación de la garganta es no cerrar la boca y no tragar. Claro, al no tragar, la saliva empieza a salirse de la boca, así que tengan y distribuyan toallitas de papel para limpiarsela saliva. Pero limpiarse también es una forma de control y un intento por mantenerse civilizado, así que en la versión más cruda, no lo hagan. Crear una carga de energía con la respiración, mantener la boca abierta, permitir sonidos y el babeo... muy pronto, los sentimientos empiezan a aflorar, especialmente aquellos asociados con tragarse las emociones. En este momento nada se impide: lágrimas de alivio pueden empezar a surgir, porque ustedes ya no tienen que tragárselas. Algunos gritarán de pavor, otros pueden vociferar desde el enojo. Cada pareja puede estar sintiendo una emoción diferente y eso está bien. Simplemente están actuando como pantallas proyectoras, disparándose mutuamente. Por ejemplo, una persona puede estar inexpresiva, como agotada. Esto tiende a suceder cuando una carga creciente de energía empieza a golpear músculos con armadura y el patrón de control se intensifica; toda la cara se torna como una máscara, los ojos se ven vidriosos y la respiración se reduce. Esto, a su vez, puede provocar en la pareja una mayor expresión, conforme reaccionan a esta visión de inanimación. Mucha gente se sorprende de lo que puede surgir de su interior durante este ejercicio. Todo aquello que se han tragado por años - quizá enojo, quizá el sentimiento de ser forzados a comer cosas que no deseaban- crea una reac ción energética de "¡no lo quiero!" Ahora lo pueden escupir, en algunos casos, hasta vomitar. No se fuercen a una expresión emocional. Éste no es un ejercicio de "hacer". Al contrario, lo único que tienen que hacer es no impedir la expresión de nada. No obstante, las emociones poderosas que se provocan se empiezan a liberar. Mientras tanto, alguien que se encuentre con ustedes y no esté realizando este ejercicio, puede pasearse por sus lugares masajeando músculos de la mandíbula, o de la parte posterior y lateral del cuello. Personalmente, hago mucho trabajo con la posición de la cabeza, la cual está directamente conectada con el cuello y la garganta. Algunas veces está atrancada hacia el frente, algunas veces hacia atrás, ambas posiciones creadas por el acorazamiento crónico del músculo. Realmente no lo llamaría un masaje. La idea es trabajar con las manos, desafiando patrones de represión. En un cierto punto durante el ejercicio, si la cabeza es inclinada hacia atrás con el cuello contraído, por ejemplo, la persona que no está realizando el ejercicio y que se está encargando de supervisarlo, podría jalar la cabeza hacia el frente y de repente la emoción reprimida se expresará a través de los ojos o la boca. De igual manera, si la cabeza está atorada hacia el frente para evitar la expresión de enojo guardándola en la garganta, podría rotar la cabeza hacia atrás y, tan pronto como toque el ángulo correcto, la emoción retenida saltará por la boca. No siempre es fácil tocar el punto correcto donde el paciente repentinamente suelta todo y el sentimiento estalla. Habitualmente deambulo alentando a la gente, y es lo que recomiendo en este caso. Decir cosas como "deja que salga por los ojos, que se salga la lengua, sigue respirando, no lo restrinjas..." Todo tipo de cosas se desbordan, porque se han tragado todo durante años. Lo vomitan emocionalmente y a veces también vomitan el almuerzo -de hecho, trato de hacer este ejercicio antes del almuerzo, y aun así, el vómito es frecuente. Hay que permanecer en esta etapa del ejercicio casi una hora, viendo y respirando, sin tragar, y durante este tiempo recomiendo poner música provocativa de fondo -un redoble o ritmo conductor que fomenta la expresión. Después cambien a música más tranquila, más calmada. Sugiero a los participantes permitir que su humor se suavice, se relaje más, que respiren tranquilamente y mantengan la misma posición mientras sienten lo que pasa interiormente. Conforme el humor cambia, el enojo tiende a desaparecer y se hace contacto con una capa de lágrimas, o con una capa de tristeza, algo más silencioso, más suave que necesita de un espacio más tierno para ser expresado. No es necesariamente el caso que una emoción expresiva, ruidosa sea más significativa que un sentimiento más silencioso, más sutil. Ésta es una de las cosas que enfatizo en los entrenamientos de pulsación, cuando estoy enseñando a la gente cómo trabajar, porque con frecuencia tienen la al es un asunto de conseguir pacientes para hacer mucho ruido, patalear y golpear en la colchoneta. Claro, se ve y suena como algo importante, pero también puede ser una defensa o una actuación, una manera de agradar al terapeuta o de esconder sentimientos más alarmantes, más vulnerables. Como manera de concluir el ejercicio de liberación de la garganta, invito a las parejas a que se acerquen y se tomen de las manos. Algunos se mueven como una danza de energía con las manos juntas, moviéndose al compás de la música, otros empiezan a llorar, mientras que otros se quedan mirando, todavía sin tragar ahora ya tienen muchos pañuelos de papel a sus lados. Después los invito a que abracen a su pareja, si así lo desean. En este punto muchos empiezan a llorar porque han pasado por mucho juntos, exponiendo cosas que han estado ocultas o reprimidas, han mostrado un rostro que no habían revelado a nadie más. Cuando se acerquen, sus corazones se encontrarán, y esto puede provocar más emocio nes. Es un momento conmovedor. Tal vez surge un recuerdo de cuando querían que sus madres los abrazaran fuertemente... cosas así. Entonces los invito a compartir. Les sugiero que se sientan realmente cómodos, recostados sobre las colchonetas y almohadas, que creen un ambiente íntimo y platiquen sobre lo que sucedió durante el ejercicio. Para concluir el día de trabajo, recomiendo que pongan una grabación de un discurso de Osho, en el que explica la represión, diciendo que básicamente es una forma de auto contaminarnos. Para celebrar la vida, dice, debemos regresar a una forma más natural de expresión, para poder reclamar nuestra energía y usarla para acceder a estados más altos de conciencia. La expresión es vida, la represión es suicidio. La combinación de estos dos ejercicios: la liberación ocular y liberación de la garganta crea una poderosa oportunidad para transformar el rostro, motivando una mayor expresión emocional, aflojando la armadura, desechando la máscara. Como resultado, la cara revive otra vez, con la posibilidad de mostrar una gama más amplia de sentimientos y una expresión auténtica. Claro, aún pueden jugar póker, mantener una expresión fría si la necesitan, pero el rostro en sí mismo ya no está entumecido. Adicionalmente, habrán abierto el pasaje, la entrada hacia su sistema de energía. Le han quitado la tapa al frasco, así que cualquier cosa que esté allá abajo, más allá de los segmentos, puede ser accedida con mayor facilidad. Lo que esté adentro saldrá más fácilmente, y lo que esté afuera podrá entrar más profundamente hacia el núcleo, porque sus herramientas básicas de ojos, la boca y la más disponibles para ayudar a este flujo de energía de dos vías. Esto abre el camino hacia el primer gran centro de energía, el corazón, y hacia donde nos dirigiremos en el próximo capítulo. Si QUEREMOS EXPERIMENTAR el cielo e infierno en una forma inmediata, practica, no existe mejor lugar buscar en las relaciones amorosas entre hombres y mujeres. En nuestro esfuerzo por conectarnos y comunicarnos, rellenar el vacío, unir la brecha entre nuestros sexos opuestos, encontramos dentro de nosotros lo divino y lo demoniaco. Y si queremos localizar las áreas específicas del cuerpo donde el placer y el dolor se sienten de manera más aguda, debemos identificar dos. Uno es el corazón humano, la fuente de amor, el anhelo y la desolación. El otro se localiza un poco más abajo, debajo del vientre y arriba de las rodillas. Y trabajan juntos. En este capítulo, exploraremos el centro del corazón que está rodeado por lo que Reich llama el segmento segmento las poderosas emociones que esta región del cuerpo nos provocan. Una cosa que me impresiona como algo significativoy con frecuencia ignorado en los asuntos del corazón, lo cual debe ser reconocido por todos aquellos que se aventuran en este reino: amar requiere de valor. ¿Por qué? Porque cuando abrimos el corazón nos arriesgamos a lastimarnos. Los cuentos de hadas y las historias de verdadero amor y romance equivocan todo. El amor no dura para siempre, el amor llega y se va, y cuando se va hay tristeza, desolación y dolor. Ciertamente, nos podemos considerar afortunados si esto es todo lo que sentimos, sin ningún otro elemento de amargura, odio o arrepentimiento, porque los juzgados están llenos de parejas que se quieren destrozar, exprimiendo hasta el último centavo del otrora amante quien ha traicionado sus esperanzas y sueños. Como resultado de tan dolorosas experiencias, mucha gente renuncia al amor, cerrando las puertas del corazón como una forma de protegerse. Recuerdo, durante la etapa de luna de miel de mi primer gran amor, entrar a una oficina de correos en San Francisco con mi amado, y caminar hacia la ventanilla para enviar un par de sobres. Creo que pasamos más tiempo mirándonos a los ojos que poniendo atención a la empleada, porque simplemente nos vio y exclamó "¡ah, están enamorados!", e inmediatamente, formó una cruz con sus dos dedos índices, como para protegerse de espíritus malignos. Nosotros no teníamos el tiempo para entrar en detalles, pero con certeza ella había sido lastimada en el amor y no quería nada al respecto -no tenía más de treinta y años. No es ningún accidente que en las grandes historias de amor como Romeo y julieta o Tristón e (solda, al héroe y a la heroína no se les permita estar juntos mucho tiempo. Su amor permanece puro y hermoso porque no tienen tiempo para hartarse el uno del otro, así pues nunca llegan al doloroso rompimiento de una relación agotada. En cualquier relación de amor de la vida real, el placer y el dolor vienen como un paquete inseparable y esas almas valientes que se acercan a mí para empezar el proceso de eliminación de la armadura, inmediatamente comprenden que no hay forma de liberar al corazón de sus defensas sin volver a experimentar el dolor de la pérdida, el sufrimiento y el deseo no correspondido. Éste es el precio por el regreso al amor y, en mi opinión, bien vale la pena pagarlo, porque sin un centro del corazón pulsante no podemos realmente llamarnos humanos. En el sistema de Reich de la armadura del cuerpo, el corazón es sólo una parte del segmento torácico, que incluye la caja torácica y todos los músculos localizados en el área del pecho, desde los hombros hacia abajo hasta la región inferior de las costillas, en la parte anterior y posterior del cuerpo. También están incluidos los brazos y manos, haciéndolos en efecto una extensión del corazón. Esto pudiera parecer extraño, pero fácilmente podemos sentir esta conexión cada vez que buscamos el amor de otro ser humano, o alejamos a alguien de nosotros, usando los brazos como un vehículo prioritario para expresar los sentimientos del corazón. Ustedes podrán recordar que, en mi sesión individual con Erica Kelley, cuando por primera vez me sumergí en el trabajo reichiano, me invitó a buscar con mis brazos diciendo "quiero... quiero..." Esto me puso en contacto directo con el profundo dolor de nunca haber recibido tanto amor como el que deseaba, especialmente de los hombres, y mi temor a pedirlo. En mi trabajo como terapeuta, con frecuencia me encuentro con sentimientos similares en mis pacientes. Cada vez que llevo a la gente hacia el movimiento de buscar, ya sea en sesiones individuales o en trabajo de grupo, surgen este tipo de situaciones. Así que la inclusión de Reich del uso de brazos y manos en el segmento del corazón tiene sentido, especialmente cuando también los vemos como una forma de expresar ternura y compasión, cuidados y estas cualidades relacionadas a un corazón que ama. Por cierto, ustedes habrán sea por experiencia personal, o viendo películas en el cine o en la el dolor de un corazón lastimado y un corazón roto se sufre más agudamente en el centro del pecho, no en el área donde físicamente se aloja el hacia la izquierda del cuerpo y por debajo del pecho. La gente entrelaza las manos a la altura del punto medio del pecho cuando revolotean por amor o ante la conmoción de su repentina ausencia. Y aún así, llamamos a este sentimiento "dolor del corazón". Reich explica este fenómeno como producto de una tensión crónica retenida en los músculos del pecho, pero existe otro sistema al que me gustaría hacer referencia que también arroja luz sobre el corazón y sus misterios. En el sistema de chakras de la India, existen siete centros de energía, empezando en el centro del sexo y ascendiendo por el tronco el cuerpo hasta la corona de la cabeza. La palabra chakra viene de un antiguo lenguaje hindú, el sánscrito, y significa "rueda" o "vórtice". Un chakra es energía pura; un fenómeno condensado, dinámico e invisible que, al ser activado, gira como un disco. Aunque carecen de forma material, los chakras influyen en nosotros a un nivel físico, emocional y espiritual, transmitiendo y recibiendo energía, gobernando los órganos más cercanos a ellos en el cuerpo. Entraré en más detalle sobre los chakras en la tercera sección del libro, pero una de las razones por la cual lo encontré como una útil extensión de Reich es que, en este sistema, el chakra del corazón, o centro energético del corazón, se localiza exactamente en el centro del pecho. Para mi esto tiene sentido, explicando por qué las emociones profundas son experimentadas en esta área. Es la energía corporal que agita las emociones, no el órgano físico, y el chakra del corazón es el punto central del cuerpo energético que gobierna esta región. Uniendo los dos sistemas, me gusta pensar en los chakras como el núcleo más profundo del segmento reichiano, donde el sentimiento y la sensa ción se tornan inmateriales, llegando a los cuerpos sutiles. Sin embargo, no podemos rechazar al corazón físico como si no tuviera influencia. He leído extractos de un gran libro, con el título El código del corazón, del doctor Paul Pearsall, en el cual dice que el corazón piensa, siente, recuerda, ama, odia y comunica información. Mientras entrevistaba pacientes con órganos transplantados, Pearsall encontró que muchos de ellos experimentaban cambios en su personalidad y comportamiento posteriores a la cirugía, y descubrió que éstas nuevas características pertenecían a los donadores. Por ejemplo, un niño español que no hablaba nada de inglés se encontró repitiendo la palabra "copatético", dos años después de haber recibido el corazón de un hombre que había fallecido en un accidente automovilístico. La mujer del hombre informó que "copatético" era una palabra que ellos habían inventado para marcar el final de una chocaron estaban en medio de una álgida discusión. En otro caso, una niña de nueve años recibió el corazón de otra niña que había sido asesinada, y empezó a sufrir de pesadillas en las que ella era asesinada. Sus sueños eran suficientemente vívidos como para describir con exactitud al asesino hasta conocía su nombre. El hombre fue identificado y después de la investigación, se encontró que él había matado a la niña que donaba el corazón. Cito estos ejemplos para demostrar una verdad que descubrí por mi cuenta: el organismo humano es un fenómeno muy sutil y complejo que no puede ser esmeradamente dividido en compartimientos separados: el mental, el emocional, el físico y el energético. Todo se interconecta. Todo se traslapa y entrelaza. Aún más, cada uno de nosotros es único. Cada uno de nosotros es un misterio que nunca podrá ser totalmente explicado o entendido. Cualquier sistema que se apliqué a este misterio, ya sea de origen occidental, como el de Reich, u oriental, como los chakras, tiene sus límites y será de utilidad sólo hasta cierto punto. Mucho dependerá de la habilidad del terapeuta para sintonizar con el paciente, usando esta, herramientas, y después, intuitivamente sentir cómo adaptarlas y aplicarlasen un caso en particular. Otro punto importante a recordar, al trabajar con el centro del corazón, es que existe una poderosa conexión entre el amor y el sexo. Tal vez éste es un buen punto para acordarnos de cómo se desarrolló la investigación de Reich sobre el organismo humano. Vio que las técnicas analíticas de Freud no eran efectivas para curar los problemas psicológicos de la gente y en su lugar desarrolló terapias enfocadas al cuerpo, basadas en su propio descubrimiento de que la energía necesita fluir libremente a través de los siete segmentos del cuerpo. La raíz de esta energía, desde su perspectiva, es el impulso sexual, así que la energía que experimentamos como amor es dependiente de la energía del sexo para alimentar su pasión. Para Reich, el sexo y el amor son inseparables, y aquí nos encontramos con problemas creados por nuestro condicionamiento social, porque hemos sido educados para creer que el "amor puro" no tiene ninguna relación con el sexo. Tales creencias tienen profundas raíces en la mentalidad occidental y, aunque nos pudiéramos considerar liberados y modernos, en nuestro enfoque hacia el sexo, no es fácil desraizar esas actitudes que nos han sido implantadas por siglos por la cultura colectiva. Por ejemplo, en la Europa de la Edad Media, el mito del amor romántico o amores cortesanos, en los que jóvenes caballeros eran incitados a adorar damas inalcanzables de la aristocracia, encajaban bien con la fiera condena de iglesia cristiana hacia los placeres carnales y pecados de la carne. Era totalmente olvidado que el concepto del amor idealizado venía de las literaturas árabe y precisamente de la poesía mística de los sufís- que se valía del amor terrenal como un metáfora del anhelo del alma humana por la unión con lo divino. Tales temas espirituales, importados a Europa por juglares vagabundos, perdieron su significado alegórico y crearon un sueño inalcanzable de romance que hasta la fecha obsesiona a Hollywood. En la épica del rey Arturo y la búsqueda por el Santo se deriva del mismo período histó un caballero de la Mesa Redonda, Parsifal, era considerado suficientemente puro para ir en búsqueda del cáliz sagrado. Ya que el Grial simboliza la consumación de la espiritualidad, el mensaje es claro: se deberá renunciar a los deseos impuros para alcanzar la salvación espiritual. Estos ideales sin razón, se propagaron como mitos y leyendas, penetraron el inconsciente colectivo de la psique europea y desde ahí controlaron. Y, por supuesto, algunos de los puritanos que abrazaron estos ideales eventualmente cruzaron el océano atlántico y establecieron el tono cultural de toda una nación. Formas mutantes de estas añejas actitudes aún aparecen hoy bajo el disfraz de valores NewAge. Por ejemplo, ocasionalmente me encuentro con participantes de grupos que me dicen que, en su intento por adoptar un estilo de vida más consciente y espiritual, hacen su mejor esfuerzo por evitar energías bajas como el sexo, para que su energía pueda despegar y pueda ser transformada en dimensiones de conciencia más iluminada. El resultado neto de todo este énfasis sobre la pureza es la castración del animal sexual dentro de nosotros, y una desconexión de la misma fuente de energía y amor. Como resultado, el corazón no puede irradiar amor porque su provisión de combustible es muy bajo para encender las flamas. Es mi trabajo, o parte de él, volver a encender la llama. Ya que tanto enfatizo la respiración en mis grupos, continuamente estamos trabajando en el segmento del pecho. En un ejercicio de calentamiento como las Manos que Respiran, del capítulo seis, el área del pecho es estimulada y abierta a través de una profunda respiración, un movimiento dinámico de las manos y contacto visual entre las parejas. Aun una técnica simple preliminar como deambular por el salón viendo a la gente a los ojos, toca el corazón y sus sentimientos. A la vez, la energía del sexo es despertada con ejercicios de embates pélvicos, más tarde, pataleo de las piernas y golpeteo pélvico. Así que, desde el primer día, se incrementa el nivel general de energía en el cuerpo y se activa el segmento torácico. Sin embargo, una vez que la remoción de la armadura ha sido llevada a cabo en los tres segmentos superiores podemos realmente empezar a trabajar con los patrones de represión en torno al pecho, porque ahora la energía liberada cuenta con un camino abierto de expresión a través de la garganta, boca y ojos. Es por esto que los terapeutas reichianos trabajan desde los segmentos superiores hacia abajo. No es efectivo intentar liberar sentimientos profundos desde, por decir, el segmento del vientre, si van a ser bloqueados en su salida del cuerpo en el diafragma o en la garganta. Conforme nos adentramos en el segmento del pecho, empezamos a encontrar armaduras o patrones represivos relacionados específicamente con heridas y magulladuras del corazón, hasta daño emocional que se ha dado en esta región, en rangos desde ligero a reforzado, desde decepción hasta devastación. Si una madre muere o deja a la familia cuando la criatura tiene dos o tres años, tal tragedia dejará una profunda huella en el corazón. Pero también llevamos heridas más pequeñas en este segmento, como no haber recibido suficiente atención de uno de los padres en momentos importantes y como consecuen cia haber desarrollado actitudes de decepción como "mi madre realmente no se preocupa por mí". La armadura del segmento torácico tendrá diferentes niveles. En el caso de una armadura ligera, el sentimiento es generalmente accesible una vez que incito al paciente a que el pecho respire de una manera natural. En casos de una armadura reforzada, es muy posible que encuentre tremenda rigidez muscular y una protección parecida a un nudo presionar el pecho con las manos y simplemente no se mueve. Es muy común encontrar pechos como bloques de cemento, que se han hecho de una pesada armadura para contener el dolor y la ira. Lo sorprendente es que esta gente puede ser agradable, amable y buena superficialmente. Cuando lo pensamos, es verdaderamente sorprendente como nos las podemos arreglar para llevar esta placentera fachada, aun cuando cargamos armaduras como de acero sobre el pecho y el corazón. La manera principal para abrir este segmento, ya sea ligera o pesadamente blindado, es a través de la exhalando, devolviendo el pulso esencial de la vida. Ésta es la llave que puede abrir, o más bien desbloquear, la tensión que nos impide sentir el corazón. Ya sea que estemos trabajando con la emoción del temor, enojo o dolor, todo se conecta con la respiración y especialmente con la dirección de la respiración, así que pongo mucha atención con la dirección de la respiración al trabajar en este segmento. Si noto que el temor está siendo contenido, le pido al paciente que fortalezca la inhalación, Ile nando el pecho progresivamente con inhalaciones cada vez más un ciclo de profundización de inhalaciones para cargar el segmento con energía. Al trabajar con el enojo, enfatizo la exhalación, alentando al paciente a repetir los ciclos de diez a doce respiraciones, exhalando tan completamente como sea posible. Los sentimientos de dolor bloqueados requieren de una restauración de toda la pulsación en el área del pecho, tanto en la inhalación como en la exhalación. Aquí, lo importante es mantener al pecho respirando profundamente durante un período sostenido, porque cuando la persona está bloqueando el dolor frecuentemente tomarán unas cuantas respiraciones y se detendrán. Al alentarlos a que continúen respirando puedo gradualmente llevarlos hacia el dolor encajonado. Los músculos del segmento torácico son complejos, particularmente alrededor de los hombros donde se conectan y empalman con el segmento de la garganta. La garganta también actúa como la comunicadora o bloqueadora de sentimientos generados en el área torácica. Un hábito de toda la vida de contener el miedo típicamente crea un tipo de pecho desinflado o colapsado, con la tensión retenida en lanuca y en la parte superior del omoplato -los hombros se contraen hacia adentro como una protección. Usted puede probar lo siguiente: contraiga la nuca, para que su cabeza rote hacia atrás y hacia arriba, mientras levanta los hombros hacia adentro, y simultáneamente trate de estrechar su pecho. Esta es una contracción del miedo. La tensión es creada hasta abajo de la espalda, incluyendo el cuello y los omoplatos. El dolor, por otro lado, es contenido en la parte frontal del cuerpo, especialmente en los pectorales y en los músculos a lo largo de la parte frontal del pecho. Además, existe una cubierta de músculos que contiene el dolor, que se origina en la clavícula y sube hasta la parte frontal de la garganta, a lo largo de la mandíbula hasta la barbilla, labios y la base de la lengua. Estos músculos se conectan con la expresión o retención de las lágrimas, el llanto, la tristeza y el sufrimiento. El enojo, como ya lo mencioné, produce un pecho pecho que está lleno de aire-y los hombros también se inflan y se cuadran, uniendo los músculos en la parte superior. La caja torácica es mantenida en una posición rígidamente expandida, sin posibilidad de relajarse. Los pechos de este tipo continuamente amenazan con explotar, de manera que los músculos de ambos lados del cuello también se tornan rígidos por el esfuerzo de contener el enojo. Estos músculos se originan exactamente por debajo de los oídos y cruzan diagonalmente hacia el frente, pasando por el cuello hacia la clavícula, o su centro -donde inicia el esternón. Estos múscu los se involucran en mover la cabeza de lado a lado con un gesto de "no". Los mismos músculos también se conectan con la mandíbula, las orejas, los laterales de la cabeza y las sienes, de manera que todas estas partes están involucradas en mantener el enojo contenido. Con tantos músculos en el cuello, cabeza y brazos conectados al segmento pectoral, hay muchos movimientos en estas partes del cuerpo que pueden ser de gran ayuda para liberar las emociones retenidas en el corazón. También trabajo con una presión directa sobe el pecho, pidiéndole al paciente que exhale mientras presiono con mis manos para enfatizar la exhalación, mientras que simultáneamente invito al paciente a sentir donde la tensión está siendo retenida. Es posible mover todos los músculos de toda la caja torácica en la exhalación, usando un tipo de presión vibrante con mis dedos en la parte plana del pecho, aflojando la tensión. También puedo agitar los músculos del pecho invitando al paciente a inhalar, y puedo presionar sobre el pecho durante la inhalación como una forma de hacer que el paciente haga un mayor esfuerzo durante la inhalación. Otra forma de alcanzar los sentimientos del corazón es poner atención a las manos del paciente, porque ellas son comunicadoras y receptoras del segmento torácico. Damos y recibimos por medio de las manos, es a través de ellas que nuestro deseo de compartir emociones sinceras es expresado con elocuencia. Al hacer el amor, por ejemplo, comunicamos muchas cosas mientras tocamos y acariciamos el cuerpo del ser amado. Además, las manos y los brazos nos protegen, adoptando posiciones de defensa frente al cuerpo si queremos impedir que algo o alguien se nos acerque. Esencialmente, en este punto estoy tratando de descubrir los sentimientos del corazón del paciente y la posición de las manos es una útil indicación. ¿Se están abriendo? ¿Están cerrando los puños? ¿Quieren golpear? ¿Están siendo controladas en alguna forma? Si veo un movimiento tentativo de búsqueda, invitaré a la persona a que lo alcance con fuerza con las manos abiertas, diciendo "¡por favor ven!", "¡no me abandones!" o "¡te necesito!" Si observo que las manos se están cerrando, y que los músculos en los brazos, hombros y cuello se tensan más y más, ésta es una clara indicación de que el enojo ha sido tocado. Le pediré a la persona que lance golpes con los brazos, que me vea a los ojos y que emita gritos o palabras que expresen su sentimiento de enojo. Si las manos son puestas frente al rostro en un gesto de protección, el miedo está siendo tocado. Puedo trabajar enfatizando la inhalación, la cual puede activar el miedo retenido en el pecho, ojos y garganta. Cuando las emociones negativas han sido identificadas, se puede trabajar en ellas en las formas que ya he explicado: el enojo puede ser expulsado con mucha fuerza lanzando golpes con los brazos, agitando la cabeza y gritando. El miedo puede ser liberado por medio de gritos agudos y lágrimas, el dolor a través de sollozos profundos. Una vez que los carriles de la expresión están libres, los sentimientos positivos pueden emerger: el enojo da paso al amor, el miedo se disuelve en confianza, el dolor se transforma en alegría... el centro del corazón empieza a pulsar de forma más natural conforme su energía se expande. La expansión del corazón es algo maravilloso de ver, especialmente en el despertar de la liberación emocional profunda, porque la expresión que emana de su energía es como una fuente de amor, mientras que la expresión interna es una entrada abierta de confianza, y la sensación generalizada es de alegría y placer. La risa espontánea que surge del corazón en esos momentos tiene una calidad cósmica, como si la persona que ha vivido la experiencia de liberación pudiera ver de repente la gran broma cósmica en la que todos los seres humanos estamos sumergidos Algunas veces, cuando la persona entre en contacto con la energía de amor del corazón, sugeriré un movimiento suave, expresivo, con los brazos sobre el pecho, empezando cerca del corazón y expandiéndose lentamente hacia afuera y hacia arriba en un arco, trepando en una exhalación suave, para después traerlos una vez más hacia el corazón en la inhalación. Este simple gesto lleva la energía del corazón aún más lejos. Uno siente que el suministro de amor es ilimitado, que el corazón está conectado con una fuente universal de energía que tiene el poder de llenar al mundo con amor. En tales momentos, sucede una profunda intros una revelación- hacia la raíz de la dificultad que experimentamos en asuntos de amor y relaciones es posible. La causa es que buscamos amor en los lugares equivocados. Lo buscamos en otros. Nos perdemos en esa búsqueda exterior, un síndrome colectivo que se refleja en los miles de avisos en periódicos locales y revistas de "corazones solitarios" alrededor del mundo, con ganchos como "¿dónde está mi príncipe?" o "¿dónde está mi verdadero amor?" El trabajo reichiano tiene el potencial de dar a la gente una mirada al amor donde siempre puede ser encontrado. Cuando el corazón está pulsando de manera natural, es posible un cambio completo en gestalt conforme surge el entendimiento: "El amor está dentro de mí. No tiene nada que ver con alguien más. Es mi propio estado de ser". Claro, tal introspección no es una solución cúralotodo. No es que, desde este momento, nunca más nos enamoremos enloquecidamente de "el hombre perfecto" o que nunca volvamos a sentir celos cuando veamos a otra mujer, que nunca lloremos cuando se vaya y azote la puerta. Sin embargo, nuestra capacidad de resistir los inevitables golpes de relaciones amorosas ha sido enormemente fortalecida por el conocimiento de que el otro es únicamente un disparador, un catalizador de sentimientos que yacen dentro de nuestros propios corazones. Las sensaciones cálidas, confusas, que bañan al corazón después de un trabajo profundo de liberación es lo que realmente anhelamos. Esto es lo que queremos. Perdimos contacto con estos sentimientos porque teníamos que insensibilizarnos contra emociones negativas, y ahora la única ruta de regreso es tener el valor y la disposición para volver a experimentar esos sentimientos dolorosos, tocar las viejas heridas que necesitan ser expuestas y sanadas. Para mí, uno de los aspectos más hermosos al trabajar con el segmento pectoral, es que el cuerpo no miente. La mente puede fácilmente mentir, puede fingir todo tipo de cosas, convenciendo a otros y aun a símisma: "Estoy bien, no soy una persona enojada, amo a mi familia, no tengo miedo, no temo..."y así sucesivamente. Pero cuando se llega al sistema básico de energía, al organismo pulsante, el daño es obvio para cualquier terapeuta reichiano. Cuando el pecho es mantenido en cierta postura, ya sea protuberante en el enojo, orgullo o necedad, o colapsado en el miedo, los intentos del paciente por contradecir esta evidencia física no fructificarán. Es por esto que el trabajo reichiano no puede ser llevado a cabo desde un formato de "hágalo usted mismo", de manuales de autoayuda, porque cuando tratamos de descifrar nuestras emociones podemos engañarnos en muchas formas. Podemos pensar que el enojo es el asunto principal, cuando realmente es el miedo. Podemos creer que hemos descargado toda la tensión de nuestro cuerpo blindado, cuando de hecho apenas rascamos la superficie. Se necesita del ojo entrenado del terapeuta para leer el lenguaje del cuerpo y su energía, y traducir esto en acciones positivas. La terapia reichiana no es para todos, porque lleva a la gente a profundidades donde encontrarán emociones añejas y no placenteras, recuerdos inquietantes. Uno debe interesarse en desenterrar las varias capas de falsedad para alcanzar el cofre con el oro al final del arcoíris. Se necesita valor, agallas, para encarar cosas que hace mucho fueron reprimidas en el inconsciente que elegimos no sentir porque eran muy dolorosas o incómodas. Para aquellos que sí se enfrentan al desafío, sin embargo, es liberador y recompensante. Por eso lo hacemos: para alcanzar las sutilezas de los sentimientos y la vulnerabilidad, como el placer de sentir nuestro propio corazón pulsante. Después podemos ir más profundamente... CUANDO COMPRA SU BOLETO y camina por Main Street hacia las maravillas del reino mágico de Disneylandia en Anaheim, por razones obvias presta su atención a las atracciones frente a usted, los disfraces de sus personajes favoritos de las caricaturas y los placenteros, alegres escenarios. La tendencia es no notar el extremadamente eficiente sistema de seguridad, y esto no es sorprendente porque opera tras bambalinas y subterráneamente. Está escondido de la vista del público, haciéndose visible sólo cuando sea necesario para mantener la atmósfera "feliz". Puede sonar aventurado, pero algunas veces me imagino al diafragma como algo similar, como el propio sistema de seguridad Disney de nuestro cuerpo. El diafragma es un centro de control secreto. Es uno de esos secretos abiertos del organismo humano: todos sabemos que tenemos un diafragma, pero nadie le presta atención, ni nadie se pregunta lo que hace, porque por lo general, hay otras cosas más interesantes sucediendo. Cuando nos da un dolor de estómago por comer mucho de lo que no debíamos, entonces nos percatamos de nuestras tripas. Cuando respiramos mucho humo y tosemos, nos enteramos de los pulmones y su necesidad de aire fresco. Cuando nos sentimos sexys toda nuestra atención se posa sobre nuestros genitales. ¿Pero el diafragma? Ni siquiera aparece en el paisaje del cuerpo, sin embargo, posee más control sobre nuestra expresión emocional que ningún otro segmento. El diafragma es un grupo de músculos delgado, con forma de sombrilla que se posa por debajo de los pulmones y constantemente está en movimiento. Cada vez que respiramos, los músculos del diafragma se contraen hacia abajo para crear espacio en la parte inferior de los pulmones para que entre aire. Cada vez que exhalamos, el diafragma se regresa para expulsar el aire. La respiración es una de las muchas funciones corporales ininterrumpidas. Se da de manera automática y continua, sin descanso, desde que nacemos hasta que morimos. Así que el diafragma está pulsando constantemente, constantemente moviéndose hacia arriba y hacia abajo, y esta constante pulsación lo convierte en uno de los principales transmisores de energía en el cuerpo. Ya he explicado que uno de los principios básicos de la salud humana de Reich es que la energía necesita fluir libremente a través de los siete segmentos, moverse como olas, o impulsos, a través del contenido líquido del cuerpo. En este movimiento de energía, hacia arriba y hacia abajo, a lo largo de todo el organismo, el diafragma es un sector principal, porque aquí, más que en ninguna otra parte, la energía puede ser bloqueada. Nuestra respiración se encuentra bajo un cierto control consciente. Si queremos, podemos retener la respiración por cierto tiempo, y hacemos esto frenando o apretando el diafragma. Tú puedes probar esto ahora mismo: Tome una bocanada de aire y reténgalo. Sienta como aprieta los músculos del diafragma para detener el aire. Esta tensión reduce espectacularmente la pulsación que se da en el cuerpo, impidiendo el flujo de energía. Ya que el flujo de energía está íntimamente ligado a la expresión de nuestros sentimientos, esto también significa que las olas de emoción pueden ser entorpecidas apretando el diafragma, así que podemos controlar nuestros sentimientos desde este punto. Y lo hacemos. El diafragma se encuentra justo por debajo del estómago y de todo el aparato digestivo, de modo que cualquier cosa que hayamos tragado, en forma de elementos ajenos exteriores no bueno, sonríe, di gracias, o no te llevamos que pasar por esta puerta energética y es retenido por la tensión en el diafragma. En relación a esto, existe una expresión en el caló moderno inglés, desagradable pero desafortunadamente muy exacta, que describe el proceso de tragarse cosas no deseadas, especialmente en las relaciones con otros. Se llama "come caca", y por lo general se refiere a una situación cuando alguien en una posición de autoridad, como un patrón o jefe, te está complicando la existencia y tú amablemente tienes que decir "sí señor" o "gracias". Energéticamente, la garganta es el segmento más activo cuando se trata de "comer caca", pero es el diafragma el que cierra la tapa una vez que ha pasado hacia los segmento inferiores. Y es el diafragma quien ahí la retiene porque, muy obviamente, cuando tú "comes caca" el impulso natural es vomitarla toda en la primera oportunidad, y necesitarás de una poderosa escotilla para mantenerla adentro. Un poco más abajo están los centros del vientre y del sexo, así que, en cierta forma, el diafragma es como un acceso a la energía animal dentro de nuestro ser, a todas las emociones en crudo que se conectan con la infancia o con lo animal; la esencia de los sentimientos. Cada vez que queremos desvincularnos de estos sentimientos, ya sea que surjan del centro del vientre o del sexo, el diafragma es el punto donde apretamos para impedir el contacto, empujando esos impulsos primarios hacia las profundidades, quitándolos de nuestra vista y de nuestra conciencia. Cuando hablamos de una persona que sufre una división emocional, en el cual una parte del cuerpo se expresa y lucha por algo mientras la otra parte también lucha por rechazar el mismo impulso, la división se da en el diafragma. Esto es especialmente cierto en asuntos de amor y sexualidad. El corazón, alojado sobre el diafragma, desea una cosa; pero el sexo, localizado por debajo del diafragma, puede querer algo completamente diferente. Por ejemplo, tú estás en una fiesta de la oficina, platicando con un guapo ejecutivo de ventas, cuando de pronto te das cuenta que tu centro del sexo vibra y se empieza a calentar. El corazón se percata de estas inquietudes en las partes bajas y dice "¿oye, qué vas a hacer? Estás en una relación estable y tu querido, adorado y solícito novio regresa de su viaje por Shanghái la próxima semana, ¿seguramente no puedes estar pensando en involucrarte con este Romeo corporativo, tirando a la basura tu verdadero amor, tan sólo por un momento de pasión sin sentido?" En algún punto de estos dos impulsos, el diafragma lucha por mantener la paz y el orden, hundiendo sus ilícitos deseos sexuales, para que puedas sostener tu martini sin que tiemble la copa y pueda seguir conversando con una voz pautada: "Sí, vi esapelícula. Fui con Brian, mi prometido. ¿Te he dicho que estoy comprometida? La boda es el próximo junio..." Otra división ocurre entre el pensamiento y los sentimientos. El primero, por supuesto, se da en la mente, mientras que el otro generalmente se origina en nuestras entrañas. Por ejemplo, después de una larga persecución y varias cenas caras, finalmente has tenido éxito en la seducción de la hermosa joven mujer de tus sueños. Ahora, después del acto de la coronación de la virilidad -estás bien seguro de que tuvo un orgasmoyaces en cama al lado de ella. De pronto, un extraño deseo emerge desde lo profundo de tu vientre, el cual, si se le permite expresarse en palabras, le dirías a tu pareja: "¿No sería agradable si pudiera acurrucarme en tus brazos como un bebé, con mi cabeza sobre tu regazo, mientras me cantas una canción de cuna?" Claro, la mente sexista masculina de inmediato censura este sentimiento: "No seas pendejo. Ya no eres un bebé. ¡Eres un hombre! Es ella quien tiene que acurrucarse en tus fuertes y virtuosos brazos y sentirse protegida y segura". En muchas formas, la mente continuamente lucha contra nuestras necesidades básicas, y el diafragma está muy involucrado. Mi mentor, Chuck Kelley, solía decir que la tensión relacionada con los pensamientos internos se aloja en el diafragma, y que alguien que pasa mucho tiempo pensando, planeando, juzgando y comparando, es susceptible a crear una tensión crónica en este segmento. Cuando vemos el sistema de chakras de la India, el tercer centro de energía localizado en el plexo solar, muy cercano al mente se asocia con asuntos como poder, evaluación, competencia, oposición y astucia. Así que Kelley y el sistema chakra concuerdan en este punto. Estas tres emociones enojo y retenidas en observación por el diafragma y las tensiones que esto crea se manifiestan como inmovilidad. Los músculos se endurecen y se niegan a mover. Sin embargo, una vez que la armadura en los segmentos superiores se ha aflojado, puedo empezar a movilizar el diafragma con inhalaciones, en el movimiento hacia abajo, porque ahora hay un pasaje que esta accesible, conduciendo a esta área. Pero no puedo llegar a él a menos que el pecho y la garganta estén un poco vez más, es por esto que removemos la armadura desde arriba. Cuando estoy trabajando con el segmento del pecho, la inhalación es corta y aguda, como un resuello de sorpresa, pero cuando invito al paciente a entrar en el diafragma, la inhalación se vuelve más profunda y larga. Conforme el diafragma retrocede, empezamos a conectarnos con el miedo, ya lo dije ante retenido en torno del núcleo del cuerpo energético, aproximadamente en el área del vientre. El vientre se vuelve participante tan pronto como el diafragma permite un flujo de energía hacia abajo y simultáneamente el paciente toca el miedo. Veo este efecto con más claridad en mujeres muy delgadas con vientres planos. Tienen músculos débiles en la periferia del cuerpo, y son muy ligeras, casi como si tuvieran alas en los pies. Uno simplemente se pregunta dónde se alojan sus intestinos, porque sus vientres son tan planos. Sin embargo, mucho miedo puede alojarse en un vientre tan plano y esta es la primera emoción que tocan cuando la escotilla del diafragma se abre. Es aterrorizante para ellas. Con frecuencia se conecta con un sentimiento de indefensión, un sentimiento de no ser capaz de manejar un asunto importante, o de confrontar a una figura poderosa. Toda su energía se ha contraído alejada del mundo exterior, en el centro, como una forma de escapar de cualquier amenaza o peligro que haya sido experimentado. Pero esta contracción es físicamente muy debilitante. Cuando la energía se va hacia el centro, todo lo que puedes hacer es piernas no tienen energía para sostenerse, tus brazos no tienen fuerza para defenderse y tus ojos entran en un estado de desconexión. Este es un caso extremo, pero lo resalto para mostrar cómo la periferia se torna inefectiva en los miedosos, porque no hay fuente de energía disponible energía está retenida en el núcleo. Cuando respiramos hacia el vientre, permitiendo que penetre la energía más abajo del diafragma, el miedo puede ser liberado. Sólo entonces se da la posibilidad de tener fuerza, porque el punto de corte del diafragma nos ha mantenido alejados de la vitalidad almacenada en la región inferior del torso. Para mí es muy emocionante ver estas delgadas, temerosas mujeres, que siempre han tenido que ser agradables y dulces, de pronto transformarse en banshees. Cuando el diafragma se libera, su miedo se disuelve y se conectan con el poder y el enojo que han estado reprimiendo. Su rabia es sorprendente, fabulosa. Aquí es donde las mujeres descubren el arquetipo de Kali, la madre diosa hindú de la destrucción, quien, aunque femenina y creativa, también tiene el poder de destruir el mundo entero. Cuando este tipo de mujer finalmente se posa sobre sus propios pies, sus piernas arraigadas y enrai zadas como pequeños pilares, la fuerza emana, junto con un destello de enojo en los ojos. Es muy emocionante tener a alguien en este estado de poder femenino en medio de un círculo de participantes. La mujer ya liberó su miedo, y ahora está mirando a los otros participantes y diciendo "les puedo mostrar mi fuerza"; algo tan simple como eso. Le da un vuelco a toda su energía y a veces a toda su vida también. Cuando el enojo es contenido, el diafragma está como congelado en una forma en que impide la expresión externa. Se inmoviliza en ambas direcciones, dentro y fuera, para no sentir nada. Agreguemos a esto, la capacidad del diafragma de dividir el cuerpo en dos mitades, separarlo en las formas ya explicadas. Junto con la garganta, puede provocar un corte total de energía, nada se mueve, deteniendo todo en un tipo de equilibrio muerto. Al intentar movilizar un diafragma congelado, al trabajar con una persona, estoy haciéndolo a través de mis manos. En la exhalación, presiono con las puntas de mis dedos por debajo de la caja torácica hacia la región del plexo solar, aplicando presión para que la parte inferior de los pulmones expela aire, después aflojo la presión en la inhalación. No es tan fácil ayudar activamente en una inhalación, pero hay maneras para poner las manos sobre el vientre entre el vientre y el suavemente jalar hacia abajo, con un poco de vibración, indicando donde puede entrar el aire, y esto lleva al diafragma a respirar más profundamente. Algunas veces trabajo con una mano, algunas con ambas; algunas sobre el mismo diafragma y otras en ambos lados de las costillas inferiores. Los músculos del diafragma se conectan por medio de tejidos y ligamentos con el interior de la caja torácica, y esta conexión se extiende hacia la parte posterior del cuerpo, donde el miedo es retenido. Reich habla mucho de este fenómeno del miedo retenido en la espalda, explicando que el lenguaje del cuerpo en esta área da la impresión de que la persona espera un golpe desde atrás en la cabeza. Es un producto de impacto, de sorpresa repentina... todo parece estar bien y de repente "¡bang!". La cabeza se inclina hacia atrás, los hombros se tensan, la columna se arquea. Es por esta razón que describimos una película de miedo como "escalofriante` porque tocan el miedo sobre nuestras espaldas. Al trabajar esta área, busco la parte posterior del cuerpo, mientras éste yace sobre la colchoneta, y presiono músculos en la región posterior del diafragma con mis dedos, mientras incito una respiración profunda, y esto con frecuencia saca cosas sorprendentes, inesperadas que han estado escondidas. Los asuntos retenidos en la espalda son como secretos, por eso los guardamos atrás. Masajearé músculos cercanos a la espina dorsal en esta área, pensando que estoy trabajando con el miedo, cuando de repente brinca el que ha estado enterrado, invisible. Por ejemplo, puede ser que una paciente crea con fervor que ama a su madre, que su madre siempre la ha apoyado, protegido de un padre malhumorado y de otros parientes masculinos.Entonces, de repente el enojo de la paciente explota, junto con el entendimiento de que la madre la manipuló por celos, atándola a una relación sofocante que excluía el amor del padre. Como parte del trabajo de liberación del diafragma, invito a la gente a que haga ruidos que vibren a través de los músculos de este segmento, como "juu". Cuando el diafragma está abierto y el sonido puede vibrar hasta el vientre puede ser un fuerte rugido, o, si el diafragma está atascado, el sonido pude ser más como un gruñido. El mismo ruido vi-bra en el segmento de la garganta y coadyuva a la expresión. Como ya lo dije antes, el diafragma se involucra con muchas cosas que nos hemos figurativa y en particular con tragarnos cosas que nos hubieran enfadado, disgustado, que nos hubieran revuelto el estómago. Al momento de tragarnos algo, no nos pudimos permitir el impulso natural de vomitar, pero ciertos ejercicios provocarán esto. Por ejemplo, cuando hacemos la serie de pateadas, o del berrinche, contorsionamos el cuerpo, la espina dorsal en una forma particular que sacude el diafragma. Esto, a su vez, da una sensación de perder el control y uno de los sentimientos asociados a la pérdida de control es la que la energía que ha sido tragada se empieza a liberar. Algunas veces viene con tanta fuerza que la persona en realidad vomitará y esto es bueno, porque con el vomito viene una fuerte descarga emocional. Con frecuencia la ira se desborda, junto con el disgusto: "¿Cómo te atreves a hacerme comer chícharos?" o "¿cómo te atreves a hacerme ir a la escuela?" Cualquier cosa que se nos haya forzado a hacer, emerge con esta nausea e ira, conforme el diafragma se libera. Ahora, estarás consciente de que nuestras emociones pueden ser retenidas, sentidas y expresadas a través de todos los segmentos. Lo que cambia, conforme nos movemos hacia abajo, es que las emociones vienen de lugares más profundos, junto con una profundización paralela de intensidad. Por ejemplo, si un paciente empieza a llorar al inicio del proceso de la remoción de la armadura, la energía de las lágrimas y del llanto será expresada por los ojos, la garganta, la boca y tal vez una pequeña área del pecho, así que la energía continúa en la parte superior del cuerpo. Si veo el cuerpo del paciente, puedo ver que la energía no está penetrando debajo del segmento torácico, y el llanto tendrá un sonido agudo, como un tipo de gemido y quejido. O tiene una calidad persistente, una irritación que gustaría de convertirse en enojo pero no tiene el poder, y no podría permanecer así para siempre. Conforme motivo al paciente a respirar más profundamente, empezando a trabajar en el pecho, los pulmones respiran más profundo y los sollozos empezarán a llegar desde el área alrededor del corazón, subiendo a través de la garganta, la boca y los ojos. Después, si el paciente se queda con el llanto, llega un momento cuando el diafragma suelta, la energía cae a los segmentos inferiores y sollozos profundos surgen del vientre. Debes conocer la expresión "llanto que rompe el corazón" o "sentimientos viscerales". Estas son indicaciones lingüísticas de cómo la intensidad de las emociones aumenta conforme alcanzamos la parte inferior del cuerpo. Quizá este sea un buen momento para hablar de mi propio involucramiento en el proceso del paciente. Ya he dicho que es gratificante cuando un grupo o una sola persona, logra un avance y libera energía reprimida. De igual manera, puede ser frustrante cuando no se logra, aunque muy probablemente tan sólo me dé curiosidad, preguntándome "¿dónde está la clave?", "¿qué ayudará a esta persona a contactar sus sentimientos y expresarlos?" La mayor parte del tiempo, no me involucro mucho. Los pacientes sacan su miedo, enojo, o alegría. Pero doy lo mejor de mí en cada sesión, probando tantos recursos de mi bolsa de trucos como sea inteligente y apropiado. Muchas de las cosas que hago son espontáneas, sacadas en el momento, usando toda mi experiencia de treinta años. Por ejemplo, puedo estar trabajando con el tacto, la respiración y el movimiento, entonces de repente siento la necesidad de probar desde un ángulo psicológico. Puedo hacer preguntas mientras el paciente está respirando, o preguntar si algunas palabras pueden expresar lo que se está sintiendo. Estas palabras pueden abrir toda una historia. Los recuerdos salen a la superficie y se desenmarañan. Sin importar lo que suceda, el terapeuta tiene que involucrarse energéticamente con el paciente. Una sesión es dos personas trabajando juntas. No reflejo el proceso de una sesión en una forma racional, lógica. Me estoy sintonizando a cosas diferentes: buscando tensiones con mis manos, observando cosas sobre la dirección de la respiración, sintiendo el flujo de energía, viendo cómo se mueve el cuerpo, escuchando los sonidos que se expresan. Algunas veces experimento un reflejo en mi propio cuerpo de lo que está atorado en un paciente. Sintonizo mi cuerpo mientras trabajo y siento exactamente dónde se retiene la en el núcleo de la garganta, quizá en algún lugar del pecho, quizá en algún lugar muy, muy profundo. Con esta sensación intuitiva, puedo sugerirle que emita un sonido que agite esta área en su cuerpo, o sugerirle moverse y respirar en una forma que toque o reorganice el lugar donde la energía está siendo retenida. Cuando lo logra, cuando ha encontrado el punto, digo "¡sí, eso!", "¡deja que suceda!", es importante hacerle saber a los pacientes que van por buen camino. Lo afirmo, lo apoyo, lo expreso, para que pueda ir más profundo a ese lugar, para que la emoción pueda ser contactada y disparada. Disfruto una buena liberación, por la sencilla razón que me encanta experimentar una fuerte energía moviéndose, me encanta una buena tormenta, me encanta un buen orgasmo, me encanta una buena expresión de ira. También me encanta la paz después de la tormenta, cuando la energía se ha calmado. Esta calma no es del tipo de quietud mortal, como en un panteón, más bien silenciosamente viva, pulsando y a la vez apacible. Este espacio, después de una buena liberación, es tan valioso como la liberación en sí misma, porque este es el momento cuando la energía vuelve a fluir a través de todo el sistema. Los puntos que antes estaban tensos están ahora suficientemente relajados para absorber una nueva calidad de vida. En su nivel más profundo, toda la energía puede volverse hacia adentro y crear un momento tácito de meditación y de contacto con uno mismo, que antes no estaba disponible. El paciente estaba atrapado en la superficie de su propia armadura hasta que la tensión muscular se hubiera liberado y entonces "¡pum!", el paciente desciende hacia el centro. Mi trabajo es apoyar este sutil nuevo espacio, ya sea invitando a la persona a cerrar los ojos, posar sus manos sobre el corazón o sobre el vientre, o invitar al contacto visual con otros participantes del grupo. Ésta puede ser una experiencia muy emotiva, cuando la gente sube la mirada y ve a todos a su alrededor, pues muchos de ellos también están sintiendo la alegría que emana. Es como una sincronía. Es liberador para todo el grupo, porque todo mundo se puede subir al mismo tren, todos pueden viajar sobre la ola de energía creada por el trabajo de liberación de una persona. Bueno, para casi todos. Algunos lo detestan. Se apartan y se van a una esquina, o al baño, porque el sentimiento que ha sido liberado les está moviendo algo por dentro que ellos han rechazado. Y ésta es la señal de que es hora de ver algún asunto en particular y profundizar. EL VIENTRE ES EL SIGUIENTE PASO hacia adentro o hacia abajo en el proceso de eliminación de la armadura. Desde aquí surgen los sentimientos. Desde aquí se originan los impulsos de energía. Los segmentos superiores pueden ser los comunicadores de esos sentimientos e impulsos, pero el vientre es el origen. De igual manera, los segmentos superiores pueden ser los receptores de impresiones externas, pero el vientre es quien responde. Cualquier cosa que sentimos, ya sea dolor,disgusto, rechazo, miedo, enojo... se originan en el vientre. En los países occidentales, la gente ha sido entrenada para ser más mental, así que, la idea del vientre como una sede del sentir parece al principio extraña. Por ejemplo, cuando surge un sentimiento de indignación, podemos pensar que se origina en la mente, ya que una expresión de indignación puede parecer no ir más allá de la boca conforme ésta se retuerce en desaprobación, o tal vez de la garganta conforme los sonidos apropiados surgen para expresar desagrado. En las culturas tradicionales china y japonesa, sin embargo, el vientre desde tiempo atrás ha sido considerado como la sede del bienestar psicológico y emocional. Ésta es especialmente una verdad del hara, localizado en el bajo vientre, aproximadamente a tres dedos debajo del ombligo, el cual se considera la fuente de la energía de vida. El sistema hindú de los chakras ubica el segundo en el bajo vientre, cercano al hara, y le da control sobre la interacción social, energía de grupo y compañerismo, así como sobre las emociones y sentimientos. El segundo chakra es construido sobre el primero como dos peldaños en una escalera ascendente de necesidades humanas. El primer chakra cuida de las necesidades básicas esenciales de sobreviven techo y sexo- y sólo cuando éstas son cubiertas existe la posibilidad de disfrutar la interacción social por sí misma, incluyendo la vida tribal y en familia, y su entorno emocional inherente. Al ser visto desde estas perspectivas, resulta claro que el hábito occidental de conferirle tanto predominio a la cabeza es una actitud cultural y regional adquirida. En realidad como ya lo mencioné anteriormente, los procesos del pensar y sentir se propagan a través de todo el cuerpo. Cuando enfocamos el vientre como parte del proceso de Reich de eliminación de la armadura, continuamos con el proceso. Desde el primer día de cualquier taller o entrenamiento, tan pronto como presento la posición básica de respiración, empezamos a respirar hacia el vientre para golpetear la vitalidad que yace en los segmentos inferiores. Como lo vimos en el último capítulo, la respiración natural del vientre involucra la pulsación del diafragma, el cual necesita poder columpiarse hacia abajo con facilidad en la inhalación y hacia arriba en la exhalación. La gente cuyo diafragma no puede pulsar libremente tiene dificultades para respirar hacia el vientre. Cuando le pido a un paciente hacer esto al principio de un curso, estoy consciente que sólo tendrá un efecto limitado, y de que se necesitará de mucho aflojary abrir los segmentos superiores antes de que una real respiración del vientre suceda. Cuando estos segmentos superiores se aflojan y el diafragma se moviliza, podemos entrar a capas más profundas del sentir, accediendo al cúmulo de emociones que vive en el vientre, el cual es uno de los dos principales centros de sentimientos del cuerpo otro es el corazón. El vientre es el lugar donde, antes del nacimiento, nos conectamos con nuestra madre a través del cordón umbilical, y entonces todos esos sentimientos fundamentales bebé-madre como la necesidad y satisfacción, alimentación y que iniciaron en el feto y llegaron hasta la infancia encuentran aquí. Dada la naturaleza primitiva, preparlante de tales sentimientos, es natural que estén enterrados debajo de muchas experiencias que vinieron después, capa sobre capa, empujando nuestras emociones primarias hacia el inconsciente. Por esto, el vientre tiene un aire de inconsciencia a su alrededor, una atmósfera de algo desconocido, de cosas enterradas en las profundidades, incluyen do algunas de nuestras más añejas y primeras heridas - especialmente aquellas asociadas al miedo. Ya he explicado cómo el vientre plano de mujeres delgadas se conecta con el núcleo del centro energético. Cualquier tipo de trabajo con el vientre es susceptible a tocar esta capa del miedo, más una gama de sentimientos asociados tales como la impotencia, fracaso, querer escapar, querer no estar aquí ni un momento más. Algunas veces, la gente literalmente desaparece en el vientre cuando estos sentimientos son tocados. No pueden fugarse, de modo que su atención se profundiza transformándose en una manera de separarse de cualquier miedo que haya sido despertado. Esto fue aprendido durante la infancia como una estrategia de sobrevivencia y es un equivalente humano al tan referido avestruz, metiendo la cabeza en la arena como para no ver el peligro que se acerca. No me puedo imaginar que las avestruces realmente hagan esto, porque en el mundo salvaje esto simplemente significaría la muerte. Pero como metáfora para cierto tipo de comportamiento humano, la imagen funciona bien, particularmente para una criatura indefensa que no puede escapar de un padre enojado o abusivo -la única manera de huir es hacia adentro. Una de las más fuertes emociones que es susceptible a ser encontrada en la región del vientre es el miedo. Esta contracción aterrorizante deberá ser enfocada muy suavemente, ya que puede estar enraizada como un trauma y un acercamiento vigoroso volverá a traumatizar o fortalecer la experiencia traumatizante original. Por lo general, enfatizo respiraciones profundas hacia el vientre para penetrar el núcleo, mientras se mantiene contacto visual y suavemente poso mi mano en áreas del vientre que se sienten duras o tensas. Con frecuencia, no tocaré el vientre físicamente, sino que mantendré mi mano a una o dos pulgadas de la piel, conectándome con el cuerpo energético. Aquí, el cuerpo energético es fácilmente accesado, porque el cuerpo físico es comparativamente suave y líquido. El vientre no cuenta con una estructura ósea, articulaciones o ligamentos, es sólo muro de músculos que resguarda a los intestinos y su contenido en constante movimiento. La tensión retenida en los músculos de la parte superior del cuerpo tiende a ser específica en cuanto a su ubicación, por ejemplo las quijadas, los lados de la garganta, y así sucesivamente, mientras que en el abdomen, la tensión existe más como un ente amorfo. En este marco, la presión directa sobre los músculos con las manos y dedos muy posiblemente no sea tan efectiva como el trabajo de energía, especialmente al trabajar con miedo. Puedo mover mi mano lentamente, o quizá rápidamente, sin tocar el vientre, y la energía que emana de mis manos agita y estimula el cuerpo energético del paciente. Éste a la vez se conecta con la emoción encerrada en los músculos. Si la emoción es miedo, lo más importante que deberá hacer el paciente en este punto es no escapar, no huir, en su lugar, mantener contacto con el sentimiento que ha sido contactado. Aquí, valor y con ciencia son necesarios, porque la reacción instintiva es desaparecer, ya sea adentro o afuera. Una vez que el miedo ha sido sentido y liberado, se abre una compuerta para que el enojo se precipite, lo que con frecuencia sucede de manera muy dramática. En el capítulo anterior, hablé sobre asuntos de control en relación al diafragma y estos asuntos continúan hasta el vientre, especialmente asociados a experiencias tempranas de fuerza o compulsión, como el entrenamiento para ir al baño, tener que comer a ciertas horas y no comer durante otras, y vestirse de cierta manera. La compulsión puede incluir mandos como "tienes que ir al baño ahora", "tienes que comer ahora", "tienes que irte a la cama ahora". Tú puedes imaginar el tipo de rabia que emerge cuando el miedo que ha estado bloqueando las respuestas naturales del niño es liberado y se le da el permiso para expresar una reacción auténtica a esas órdenes. Por ejemplo, un niño que vive en una situación que pone en riesgo la vida, como tener un padre que generalmente es violento o está borracho, es incapaz de mostrar cualquier enojo o rabia porque eso hubiera provocado más abusos. Tales emociones tendrán que ser guardadas justo en el vientre, donde yacen escondidas por años. Cuando a esta persona finalmente se le permite conectarse con, y liberar esos sentimientos hace tanto olvidados,con frecuencia descubren un odio asesino hacia el padre que abusó de ésta. "iTe podría matar!", es el tipo de emoción que viene desde el vientre. Estos sentimientos que yacen tan profundamente no son contactados de manera inmediata al inicio de una sesión. Lo que usualmente sucede es que el paciente empieza a moverse hacia la liberación emocional en la parte superior del cuerpo, especialmente en el pecho, después, conforme el diafragma se abre, la expresión se profundiza hasta que la emoción sale del nivel del vientre, fuera de las entrañas, con tremendo poder. Como guía y terapeuta, sigo lo que surge de capa tras capa, segmento tras segmento, y esto no es siempre en un solo sentido. Algunas veces, después de trabajar todos los segmentos hasta el vientre, la energía y emoción liberadas surgirán desde el diafragma, pero serán retenidas en el pecho o en la garganta. Necesito otra vez llevar mi atención hacia la parte superior del cuerpo, trabajar para liberar la tensión en el segmento afectado antes de regresar una vez más al vientre. Sigo rastreando por el vientre porque invito a que el sentimiento emerja tan profundo como esto sea posible -ésta es mi orientación constante. Después de cualquier tipo de liberación, de ésta emoción, lo común es entrar en una fase de relajación, un ciclo natural rescatado por Reich en su fórmula del tensión, descarga, relajaciónel cual constantemente uso en mi trabajo. En la etapa de relajación, invito a las personas a que cierren sus ojos y respiren lenta y profundamente hacia el vientre, conectándose también con las pier nas, poniendo atención en los segmentos inferiores, recargando el área del vientre. Luego, después de unos minutos, puede surgir otra ola de emociones y ser liberada a través de los segmentos superiores. Llega un punto, después de que el paciente ha pasado por muchas sesiones, cuando se abre un canal directo hasta el vientre y entonces se puede trabajar consistentemente desde las profundidades. Por lo regular, esto sucede hacia el final del curso, cuando los pacientes aceptan, lo que yace en las partes más profundas, incluyendo las cosas que no han querido ver durante toda su vida adulta: tristeza, pena o dolor, quizá una pérdida tremenda durante la infancia, como la de una madre a la edad de tres o cuatro años. Recuerdo haber sentido un dolor similar cuando mi familia se mudó de casa. Había estado tan enamorada de mi teníamos siete años y hacíamos todo juntos. Nuestras familias vivían en casas contiguas, así que continuamente nos acompañábamos. Y entonces se mudaron a otro estado, como a nueve horas de distancia, y esto completamente trastornó nuestra relación. De ahí en adelante sólo nos veíamos una vez al año. Durante meses sentí una profunda tristeza, y se que la enterré, y la enterré otra vez, y la seguí enterrando hasta que eventualmente desapareció. Es este tipo de emocionales, gran rabia, terribles son retenidos en torno al vientre y el núcleo energético. Es posible encontrar los mismos asuntos al trabajar con los segmentos superiores. Muchas veces, psicológica o emocionalmente, podemos topar un incidente traumático en particular, pero cada vez, conforme trabajamos más profundamente, nos acercamos más al centro del sentimiento. Repentinamente, mientras caemos en el vientre, nos encontramos justo en el centro, en una total y completa conexión. Esto me lleva a un ejercicio que llevo a cabo en grupos, usualmente hacia el final del proceso, llamado Negocio Inconcluso. Lo menciono ahora porque involucra el segmento del vientre. Es más bien un ejercicio de sentimiento y está diseñado para ayudar a la gente a ver hacia el pasado y reconocer un problema con una persona específica; algo ha sido ignorado y puesto bajo llave en el inconsciente; algún sentimiento que nunca ha sido expresado o reconocido. Ya que el problema está incompleto lo seguimos cargando sobre la armadura de nuestro cuerpo en la forma de tensión crónica y también como bits perdidos de datos psicológicos flotando en la biocomputadora de la mente. El Negocio Inconcluso funciona simultáneamente a niveles psicológico y emocional para resolver el problema. ► Antes de guiar a los participantes hacia la estructura, inicio con un par de ejercicios de calentamiento -posiciones suaves de estrés bioenergético- diseñados para ayudar a la gente a conectarse con el vientre. Primero, les pido que se recuesten sobre sus espaldas en una colchoneta, en la posición básica de respiración, las plantas de los pies sobre el piso, golpeando con las puntas de los dedos sobre el vientre para encontrar donde están cargando tensión en este segmento y ayudar a sacarla. Respirando hacia el vientre, levanten la cabeza del piso y vean directamente en dirección de sus rodillas levantadas. La mayoría de la gente usa los músculos del vientre para levantar la cabeza, así que el vientre se tensa de inmediato y la respiración es restringida. Después exhalen, dejando la cabeza abajo, observando cómo los músculos del vientre se relajan. Es posible usar otros músculos, como los de la nuca, para hacer la labor de levantar la cabeza, permitiendo que el vientre se mantenga suave. Los invito a que lo vuelvan a intentar, por sí solos, de unas quince a veinte respiraciones, levantando la cabeza y dejándola caer. Esta sencilla técnica le da ala gente un sentido de cómo las tensiones en el vientre son frecuentemente creadas innecesariamente. En otro ejercicio, también empezando en la posición básica de respiración, los invito a tomar las rodillas en sus derecha en mano derecha, rodilla izquierda en mano las rodillas hacia el pecho y dejar que las caderas y espalda baja rueden sobre la colchoneta. Esta posición como de bebé es una manera divertida de aflojar las áreas pélvica y del sexo. Después, manteniendo la pelvis sobre el piso, levanten las piernas al aire, alto, para que las plantas de los pies estén en dirección del techo. En esta posición, empujen los talones hacia arriba para que haya tensión en la parte posterior de las piernas. Es posible dejar las piernas flotando sobre el cuerpo, apoyadas y sostenidas por músculos en las caderas. Pero lo que usualmente pasa es que los músculos de la espalda baja están muy tensos como para permitir que las piernas permanezcan directamente arriba del cuerpo, así que deben usar sus músculos del vientre para mantenerlas arriba. Los invito a explorar la posición, cerrando los puños y llevándolos por debajo de las nalgas para un soporte extra, sintiendo los músculos que están bajo estrés en el vientre y espalda baja -el segmento abdominal incluye ambas áreas. Estos dos ejercicios traen la energía y atención de la gente hacia el área del vientre, y entonces podemos pasara la estructura Negocio Inconcluso. El ejercicio combina la técnica clásica Gestalt de hablar desde ambas mitades sobre una situación o relación, junto con una respiración neorreichiana, la cual trae una mayor carga de energía a la experiencia. ► Requiere de dos personas trabajando en pareja, una como el paciente y la otra como el asistente. El paciente se recuesta sobre la colchoneta en la posición básica de respiración, mientras que el asistente se sienta a su lado. Los pacientes empiezan por crear una carga de energía en el cuerpo a través de una respiración profunda hacia el vientre, y uno de los trabajos del asistente será garantizar que esta respiración profunda sea mantenida durante todo el ejercicio. Mientras tanto, pongan una música suave, frecuentemente con un toque de tristeza para ayudar a crear una atmósfera apropiada. Les pido a los pacientes que cierren los ojos y después vayan hacia el pasado, vean en retrospectiva a través de los años, recordando gente que ha sido emocionalmente importante en sus vidas, gente a quien han amado, que los ha amado, gente con quien fueron muy cercanos. Esta es la gente que seguimos llevando con la que nos preocupamos de una forma u otra. Recuerden una situación en particular con una persona. Puede ser una situación que involucre sentimientosnegativos, como resentimiento o dolor, o sentimientos positivos que nunca fueron totalmente expresados -quizá alguien a quien amaron pero nunca se permitieron decir directamente "te amo". Podría ser uno de los padres o abuelos o alguien más que fue importante en su juventud. Podría ser un hermano o hermana, un primo, o tal vez alguien más reciente, como un novio, o novia, esposo, esposa, amante... podría ser alguien muerto, alguien a quien no volverán a ver. Encuentren a esa persona especial, imaginándose que está aquí, en la habitación, ahorita, los invito a llamar a la persona por su nombre un par de veces, verla a los ojos y empezar a hablar con ella, diciendo lo que nunca fue dicho en el pasado. Naturalmente, conforme esto pasa, las emociones empiezan a que permitan al cuerpo moverse, dejando que salgan los lo que es muy importante en este ejercicio es verbalizar. Las palabras conectan las emociones con la mente y esto es lo que queremos: una comunicación directa en una situación específica con otra persona, para que lo que ha estado rezagado por años en la mente y el cuerpo, en relación a este asunto, pueda ser disuelto. Nos pudimos haber dicho esto miles de veces en nuestra mente, pero cuando lo decimos en voz alta lo escuchamos y entendemos mejor. Adicionalmente, los sonidos de las palabras crean vibraciones en el cuerpo y estas vibraciones ayudan a traer al inconsciente a la conciencia. Les pido a los asistentes apoyar energéticamente a los pacientes dejando que sus manos se muevan desde el vientre hacia arriba por el frente del cuerpo, sin tocar la piel, tan sólo un par de pulgadas por encima. Como ya lo expliqué anteriormente, la energía en las manos del asistente se conecta con la energía en el vientre del paciente y esto ayuda a crear un tipo de "caudal de expresión", un flujo de energía que se mueve por todo el vientre, el corazón y sobre la garganta - puede ser muy útil para fomentar la expresión. En pocos minutos, muchos participantes empiezan a llorar o gritar conforme las viejas heridas son tocadas y liberan lo que ha sido por largo tiempo retenido. Los incito a que dejen salir las palabras, a seguir respirando, a permitir que el cuerpo ayude a la expresión en cualquier forma que se sienta bien, incluyendo golpear la colchoneta con los puños o patalear con pies y piernas Después de unos diez minutos, le pido a los pacientes que ya no emitan palabras, que haya silencio, que tomen un momento para interiorizar y descansar, y después observar lo que esta otra persona está sintiendo. Les pido imaginar ser esta otra persona, que se llamen por sus propios nombres, como si esta persona los estuviera llamando, y dejar a esta persona hablar. Usualmente, toma un par de minutos el cambio para ser la otra persona, pero la mayoría logra hacerlo, pasando los siguientes diez minutos hablando desde los sentimientos y punto de vista del otro. Quizá debería mencionar que, antes de empezar, cuando explico el ejercicio, algunos objetan la idea de jugar el rol de otra persona, diciendo cosas como "¿cómo puedo saber lo que mi padre pensaba entonces?" Pero de algún modo lo sabemos, cuando nos sintonizamos, cuando nos enfocamos en la persona, descubrimos una profunda conexión psíquica y entendemos lo que estaba sucediendo dentro de él o ella. Actuar a la otra persona o dirigirse a ésta, hace el proceso más redondo, más completo. De otra manera, se cargaría mucho de un solo lado, una oportunidad de sacar las emociones, pero sin la misma profundidad de liberación, sin las mismas cualidades de compasión y curación. Cuando concluye este montaje, invito a los pacientes a volver a ser ellos mismos, a expresar lo que sea necesario para completar el intercambio, y después ver si están listos para perdonar, o pedir cosa que sea apropiada. Los incito a que hablen desde el corazón, para ver si pueden llegar a nuevas conclusiones sobre la relación que puedan sanar la herida. Después los motivo a que encuentren una nueva manera de decir adiós a esta persona y la suelten. Lentamente, regresan al mundo "real", al presente, haciendo contacto con los asistentes, dedicando unos minutos a compartir la experiencia, explicando con quién hablaron y la importancia que esta persona tuvo en sus vidas Entonces, después de un descanso, es hora de cambiar roles y hacer otra vez el ejercicio. Leyendo la descripción de este ejercicio, usted puede pensar "bueno, creo que lo puedo hacer yo solo, aquí en la silla, cerrando los ojos, pensando en alguien". La respuesta corta es: sí, sí puede. Y, de hecho, los ejercicios Gestalt de este tipo son hechos en sesiones de ayuda psicológica en todo el mundo, usando dos cojines. El paciente se sienta sobre un cojín, se imagina a otra persona sentada en el otro cojín, y empieza a hablar. Esto puede ser muy efectivo, especialmente con un asesor experimentado, pero en mi experiencia no cuenta con la misma profundidad emocional como la que se puede lograr combinando el trabajo Gestalt y reichiano. Regularmente hago este ejercicio en el quinto día hacia el final de taller. Por ese entonces, los cuerpos de la gente se ha aflojado, su energía fluye más naturalmente y están conectados con sus emociones. En este estado, enfocarse en asuntos de "negocios inconclusos" con una persona significativa es susceptible a ser una experiencia más profunda. También, entrar a este proceso en una posición recostada, con los ojos cerrados, ayuda mucho a la regresión y vulnerabilidad. Usted puede fácilmente convertirse en un bebé en su moisés, o un niño en una cuna, especialmente con alguien sentado a su lado, cuidándolo. He hecho este ejercicio sin asistentes, con todos los participantes del grupo trabajando solos, aunque he encontrado que la presencia de alguien que apoye y escuche, mantiene al paciente en el camino correcto, disminuyendo distracciones y desviaciones de la estructura. Más aún, los asistentes por lo común se cautivan con lo que está pasando y con frecuencia se involucran emocionalmente algunas veces sollozando conforme escuchan cómo se desenvuelve una historia conmovedora. He hablado del segmento abdominal en relación con asuntos maternales, sentimientos viscerales, heridas emocionales no negativas retenidas en el ahora es tiempo de abordar lo positivo. La capacidad del vientre hacia el placer es inmensa, incluyendo, por ejemplo, el gran placer de un bebé al mamar del seno de su madre, o ser abrazado, o descansar sobre su cuerpo. Sensaciones placenteras del cuerpo físico son sentidas a través del centro del vientre. Como ya lo dije antes, existe una comunión entre los cuerpos físicos y energéticos en este segmento, así que los sentimientos en el cuerpo físico se registran en, o vibran a través del cuerpo energético que interpenetra la forma física. Un bebé amamantándose está completamente involucrado: sus labios están chupando, sus manos tocando, su estómago llenándose, todo su ser está siendo nutrido. Todas estas sensaciones de sustento son experimentadas por el vientre, el cual absorbe los sentimientos y los transmite al cuerpo energético que se expande con placer, creando un aura de satisfacción que rodea al cuerpo físico en su totalidad. El sentido de relajación profunda y satisfacción que le sigue a alimentar al bebé, es también un cuerpo energético o una experiencia de un segundo cuerpo. En el trabajo reichiano, después de una intensa sesión en la que el paciente ha pasado por una fuerte liberación de energía, caen en este estado de relajación placentera. Este es uno de esos raros momentos en la vida adulta donde la persona realmente puede deshacerse de esta tensión y ansiedad. Cuando un paciente se ha mudado a este espacio, gentilmente colocaré sus manos sobre su vientre. Esto intensifica la experiencia y da la sensación de estar "en casa", un sentido de individualidad, de encontrarse en armonía. El paciente pudo haber entrado al salón en un estado fragmentado, con todo tipo de divisiones de energía. Cuando estas energías conflictivas han sido expresadasy liberadas, cada segmento del cuerpo se conecta armoniosamente con menos por un tiempo. Lo que enriquece esta sensación es un estado de energía que fluye libremente a través de todos los segmentos. La energía puede fluir en la punta de los dedos, alcanzar el corazón, llegar justo hasta el centro del sexo y hasta las piernas y pies, creando un sentimiento de entereza que de algún modo es percibido por el vientre. Es un sentimiento orgánico, un fenómeno bioenergético, muy placentero, y normalmente no accesible para la mayoría de la gente. Podemos experimentar momentos de felicidad o excitación de otras maneras, como un clímax en un deporte, o la emoción de ganar en apuestas, pero en nada se comparan con la experiencia orgánica que produce sentimientos centrales placenteros. Sin embargo, hay un tipo de experiencia que se acerca a este tipo de placer, y es el sexo. Hacer el amor, llegar al orgasmo, compartir el amor, tiene la capacidad de tocar el mismo nivel de placer, y nuestra habilidad de disfrutar tales experiencias depende enteramente en la salud y vitalidad del segmento pélvico, el cual será abordado en el siguiente capítulo. POR LO QUE RESPECTA a la sociedad occidental, Sigmund Freud fue el genio revolucionario que abrió las puertas al prohibido tema del sexo. Descubrió y afirmó públicamente que el impulso de vida es esencialmente de naturaleza sexual, y que es la perturbación de este impulso natural en la infancia y juventud lo que subyace en el origen de la miseria y neurosis humana. Habiendo hecho tal primicia de descubrimiento, uno hubiera pensado que el siguiente paso para Freud hubiera sido conducir a la humanidad hacia un mundo mejor y más feliz donde el placer físico y satisfacción sexual pudieran reclamar su justo lugar. No obstante, al contrario, Freud declaró que este estado miserable de las cosas era inevitable. En su opinión, la sexualidad humana tiene que ser marginada para que una sociedad civilizada exista, cualquier sociedad que permita el disfrute desinhibido del sexo, desde su punto de vista, se disolvería en el caos. Es por esta razón que encuentro a Freud un individuo perturbador. Lo veo casi como un dedicado arqueólogo buscando en los desiertos de África y Arabia la fortuna de las minas del Rey Salomón. Al fin, habiéndola encontrado, apresuradamente cierra las entradas una vez más y declara el sitio inseguro para cualquiera que pretenda entrar y disfrutar sus tesoros escondidos. Cuando uso el término "fabuloso tesoro" en este contexto, no solamente me refiero al acto sexual, sino también a la energía del sexo y su potencial para impulsar el crecimiento humano en muchas dimensiones, incluyendo la espiritual. Como veremos en la siguiente sección de este libro, la energía del sexo cuenta con posibilidades infinitas, pero Freud se detuvo en la primera etapa y declaró que la única única función de su nueva ciencia de ayudar a los humanos a ajustarse a un estado "normal" de represión sexual, por el bien del orden social. Reich rechazó la tesis de su maestro. Mientras Freud veía la represión sexual necesaria para la civilización, Reich aseveraba que es precisamente esta represión de energía sexual la que impide la creación de una sociedad verdaderamente civilizada en la que la gente pueda ser libre de neurosis y naturalmente feliz. Buscando evidencias para respaldar sus ideas, Reich se impresionó por el reporte del antropólogo alemán, Bronislaw Malinowski, quien en la década de 1920 dedicó muchos años estudiando el matriarcado en las sociedades tribales en las Islas Trobriand del Pacífico. Con fundamentos de este reporte, Reich escribió su propio libro: La invasión de la moralidad sexual compulsoria comparando las culturas europeas con Trobriand. Observó que los niños de Trobriand son libres de explorar su curiosidad sobre el sexo, pueden examinar sus genitales mutuamente y jugar sexualmente tanto como lo deseen. Los padres y otros adultos consideran naturales estas primeras aventuras sexuales y no interfieren, extendiendo a los niños y niñas una actitud general de apoyo y divertida tolerancia. Como adolescentes, desarrollan relaciones de una naturaleza sexual más duraderas, pero éstas no son permanentes o reguladas por los padres. Cada villa cuenta con casas de solteros donde las jóvenes parejas pueden vivirjuntas mientras su relación amorosa perdure. Estas relaciones no son necesariamente monógamas y existe un clima generalizado de libertad individual y de experimentación. Algunas veces, también, grupos de adolescentes se aventuran a villas vecinas para fiestas que involucran encuentros sexuales. Para Reich, el asunto más importante no es que la gente joven en la sociedad de Trobriand pueda explorar la sexualidad, lo cual, observa, también sucede en las sociedades occidentales, especialmente en las clases más marginadas. Es la actitud con la que se da esta exploración la que es factor determinante en lo que a la felicidad del individuo concierne. Entre los isleños de Trobriand no existe la moral de negación del sexo, ni el sentido de vergüenza, ni la idea de que la exploración sexual sea en cierta medida sucia o prohibida. No existen actitudes injuriosas ni degradantes hacia la vida amorosa. Como resultado, no existen armaduras en los órganos sexuales y ningún daño al flujo natural de la energía del sexo. Esto permite a los jóvenes disfrutar una plena satisfacción durante la relación sexual, mientras que en las sociedades occidentales, aun durante la relación sexual, las parejas no pueden lograr satisfacción debido a la tensión crónica que rodea sus órganos sexuales. De acuerdo a Reich, basado en sus investigaciones clínicas, casi todas las mujeres, y más de la mitad de hombres en sociedades occidentales, están sexualmente inestables e incapaces de ninguna verdadera satisfacción sexual, debido a la represión y la armadura en los genitales. En relación los argumentos de Freud de que una sociedad sexualmente tolerante se debe desintegrar, Reich observó que aunque la sociedad de Trobriand es menos desarrollada industrialmente que Europa o Estados Unidos, es estable, sofisticada y mucho más avanzada en lo perteneciente a otros valores culturales. Por ejemplo, no existe la neurosis, ni la miseria, ni el voyeurismo, ni la violación, ni la pornografía. No hay fetichismo, ni exhibicionismo y ni siquiera masturbación. No hay suicidio en los jóvenes, ni prostitución ni burdeles. Reich consideró esta sólida estructura como una prueba de que la sociedad no cae en el desorden cuando los instintos sexuales son permitidos y fomentados, y que el control de la moral a través de la condena del sexo no es necesario para el desarrollo de la civilización. Otros investigadores se pudieron haber detenido en este punto, habiendo satisfecho sus dudas iniciales, pero Reich, siempre investigador científico, fue aún más curioso. Si la negación del sexo no es necesaria para el comportamiento civilizado, ¿entonces por qué las sociedades modernas tan vigorosamente apoyan el proceso de negación y represión sexual? Encontró algunas pistas en la misma cultura de Trobriand, en un cambio significativo en el comportamiento que ocurre después del matrimonio. Repentinamente, aparece un tipo diferente de moral, no muy preocupada con la fidelidad sexual como apariencia pública. Severas presiones sociales son impuestas sobre el esposo y en la comportarse acorde a un código de conducta que ni siquiera permite a la pareja mostrarse afecto en público. La clave de este cambio, descubrió Reich, reside en el interés económico del hombre, quien recibe de por vida un obsequio de su esposa consistente en un suministro anual de productos frescos del campo; siendo ésta una sociedad agricultora. Lo que Reich demuestra es que la obligatoriedad del matrimonio y moral son introducidas para beneficiar estructuras sociales dominadas por hombres, y precede el inicio de una transformación de una sociedad de matriarcado hacia un modelo patriarcado que ha dominado la cultura occidental por variosmiles de años. En otras palabras, la moral sexual sirve a intereses económicos. La mujer se deberá comportar correctamente, porque es canjeada como parte de una compleja negociación entre dos familias que favorece a los miembros ricos y poderosos de la sociedad. Reich no está solo en este punto de vista. Antropólogos e historiadores generalmente concuerdan que la moral sexual y la monogamia marital se derivaron de la propiedad privada. Reich también afirmó que conforme este nuevo autoritario modelo de sociedad evolucionaba y se volvía más dominante, la negación sexual en la infancia y juventud era necesaria para el funcionamiento del matrimonio, porque aquellos con la libertad de disfrutar el hombres como menos susceptibles a ser fieles dentro de la estructura del matrimonio. De esta forma, la represión sexual se tornó en el adhesivo por el cual cierto tipo de sociedades se mantenían unidas, sirviendo a los intereses de posesión de la propiedad del clan, o clase gobernante, que querían el control de la distribución de la propiedad y mantenerse en la punta de la jerarquía. La religión también se beneficiaba de la condena sexual, porque cuando la gente es miserable y neurótica es más fácil de consolar con promesas de una futura salvación. De esta manera, se dio lugar a un contrato no escrito entre la religión y los líderes políticos, que desa rrollaron un sistema de mutuo beneficio controlando y manipulando a las masas. El resultado real, en términos de nuestras costumbres contemporáneas, es dos individuos genitalmente acorazados embarcándose en un contrato de matrimonio monógamo de por vida, sin ninguna esperanza de satisfacción sexual o felicidad personal. La campaña de Reich por liberar a la gente de la represión sexual era refutada dondequiera que fuera, porque atacaba las bases de la explotación. Pero no era un revolucionario político buscando desplazar a la élite dominante. Simplemente quería que la gente fuera feliz, libre de neurosis, sexualmente saludable y naturalmente orgásmica. Primero en Viena, después en Berlín, abrió clínicas de sexo para las clases trabajadoras, dando consejos sobre control natal, problemas del matrimonio y embarazo, escribiendo panfletos en favor de la libertad sexual, especialmente para la gente joven. Insistía en el derecho de los niños a que se les permitiera la masturbación, desde la infancia hasta la pubertad, y cuando la pubertad llegara, deberían ser proporcionadas instrucciones claras y bien fundamentadas sobre control natal para que los jóvenes pudieran hacer el amor sin temor. Debido a su campaña, Reich terminó solo. Después de su rompimiento con Freud, fue virtualmente relegado por todo el movimiento psicoanalítico. Como marxista, tenia amigos en los partidos comunistas europeos, quienes primero apoyaron sus principios de igualdad y libertad sexual, pero ellos, también, gradualmente lo abandonaron y empezaron a criticarlo públicamente. Este es un punto que vale la pena entender, porque revela un conflicto básico entre los políticos y el sexo. En 1933, Reich escribió un libro clásico: Psicología de masas del fascismo, mostrando cómo los regímenes autoritarios atraen al público y manipulan el ideal de la juventud. Estaba dirigido contra Hitler y el movimiento Nazi, pero los comunistas con los que Reich se alineó también querían manipular al público, ofreciendo su propia forma de utopía a la que se le daría lugar una vez que las clases trabajadoras tomaran el poder. Temían que si Reich tenía éxito en ayudar a la gente común a tomar el control de sus propias vidas, logrando la plenitud sexual y felicidad personal, entonces el descontento popular desaparecería y la motivación para una revolución violenta sería socavada. Es por méritos propios que Reich siguió siendo un científico y humanista de corazón, no un político; y estaba dispuesto a pagar el precio de ser criticado, condenado y marginado para mantenerse enfocado en un solo problema básico: cómo eliminar la miseria y neurosis humanas, y ayudar a la gente a disfrutar la vida. Y es aquí donde entro yo, porque, como Reich, estoy en el negocio de ayudar a la gente a encontrar felicidad. Cuando la gente común, por cualquier razón, se da cuenta que vive de manera no gratificante, algunos de ellos empiezan a buscar métodos para liberarse del confinamiento en que los ha ubicado la sociedad. Es ahí cuando se acercan a mí, o a gente como yo. Entonces es ahí cuando los introduzco al proceso de eliminación de la armadura, en el cual el centro del sexo es el segmento final. Reich llama a esto el "segmento pélvico". Incluye la pelvis, los genitales, el ano, todos los músculos que rodean a las caderas, ingle y nalgas; piernas y pies. Esto corresponde al primer chakra, el cual gobierna el cuerpo físico, el deseo de vida, el impulso básico para sobrevivir. ¿Cómo se da el daño en este segmento? Obviamente, un clima generalizado de represión sexual y tabú en el ambiente hogareño del niño, penetrará su psique, aun cuando nada sea dicho directamente. Los mensajes silenciosos pueden ser transmitidos con un tazón de cereal, el condicionamiento puede ser por omisión como por prohibición. Por ejemplo, si un niño es tocado y acariciado en todas las partes del cuerpo excepto una, lentamente se formara la idea de que esta área es de algún modo prohibida, sucia o intocable. En mi caso, la educación sexual fue más directa. Descubrí la masturbación a una edad temprana. Debí haber tenido como tres o cuatro años cuando pase por una fase muy abierta de masturbación, sólo toca, toca, qué rico, qué rico... sentimientos agradables, cálidos, confusos en mi área genital. En un cierto punto, mi madre me dijo: "No hagas eso, y principalmente no lo hagas cuando haya alguien cerca". Recibí un curso completo para mantener las manos fuera de las cobijas en la noche, y además un sistema de recompensas de galletas de chocolate por hacerlo, y también pequeñas reprimendas por desobedecer. Era un esfuerzo elaborado para mantenerme alejada de la masturbación, pero de algún modo supe todo el tiempo que lo que estaba haciendo estaba bien. Nunca creí que fuera malo. Tan sólo tenía que mantenerlo en secreto. Mientras mis padres no tuvieran forma de saber que lo hacía, estaba bien. Así que la masturbación permaneció como una compañera secreta durante mi infancia y adolescencia. Adicionalmente al efecto armadura de este tipo de "educación antisexo" es un término más está el impacto de abuso sexual. Ésta es un área enorme, que abarca desde miradas lascivas de un pariente adulto hasta relaciones sexuales con niños. Es hasta hace muy poco tiempo que este asunto privado y personal se ha vuelto un tema de debate público, resultando en un creciente entendimiento de que casi todos han sido molestados sexualmente de una u otra forma -si no física, o violentamente, entonces al menos en una forma intimidatoria de miradas o palabras. Los pedófilos son expertos en entender a los niños y en cómo manipularlos, con frecuencia haciéndose amigos de los padres y de ahí alejando al niño de su fuente principal de protección y seguridad. En un caso que me fue revelado en una sesión, una mujer explicaba cómo un vecino la había for zado a hacer el amor con él, cuando ella tenía tan sólo nueve años, amenazándola de que le diría a sus padres que había besado a unos chicos mientras jugaban en el vecindario. Para evitar que la acusara, el hombre le sacó la promesa de que ella haría algo por él, y sólo hasta después ella entendió lo que era ese "algo": tres actos de relaciones sexuales. La idea en sí era repugnante, pero la amenaza del hombre de que le acusaría con los padres fue suficiente para forzarla a la sumisión. Suena totalmente reprobable, pero funcionó. La mayoría de nosotros podemos recordar un evento psicológico de sutil insinuación sexual en la infancia o pubertad. Por ejemplo, un abuelo calenturiento que vive en la habitación de arriba. Tuve un tío así, un tipo joven de buen ver, que siempre musitaba cosas como "je, je, je".De vez en cuando me agarraba, me pellizcaba o me hacia cosquillas, diciendo "¡qué linda eres!" Eso me molestaba mucho y quería golpearlo y decirle "¡no estés chingando!", pero por supuesto nunca lo hice, porque, como niña, nunca se me ocurrió que tenía el derecho o autoridad para hacerle algo así a un pariente adulto. Él nunca hizo nada grave, pero esta gente no tiene que hacer mucho para crear cierta vibra que afecte la energía sexual en desarrollo de un niño. Como puedes ver en estos ejemplos, existen muchos tipos de manipulación en torno a la sexualidad. De nuestras capacidades naturales, ésta es la más agredida porque la necesitamos, la queremos, estamos inundados por su energía, llevados a buscar una gratificación, y sin embargo, al mismo tiempo existen grandes tabúes y reglas en su entorno. La solución convencional, represiva a este problema, es más bien como llenar una olla de agua, ponerle la tapa, ponerla en la estufa y abrir la llave del gas-tarde o temprano algo va a explotar. En pulsación, tomamos una posición completamente diferente: quitar la armadura y liberar la tensión en y alrededor del área pélvica, para que la energía sexual pueda ser despertada, vivida y celebrada una vez más. Desde el principio de cualquier grupo de pulsación, constantemente trabajamos con el segmento pélvico porque es aquí donde nace nuestra vitalidad. Una vez liberada, la energía del sexo puede fluir por todo el cuerpo. En cierta forma, es como petróleo crudo. Conforme asciende a través de los otros segmentos y chakras se torna más refinado, expresándose en una forma no genital, no sexual. Pero el combustible básico para todas expresiones es el sexo. Aun las inmensamente placenteras sensaciones en el vientre que describí en el capítulo anterior, o el amor desbordante en un corazón abierto, tienen su origen en la energía del sexo. Este es el conocimiento tántrico que exploraremos en la siguiente sección y es mi propia expe como terapeuta como en mi vida personal. Por esta razón, aunque empezamos el proceso de eliminación de la armadura de arriba hacia abajo, seguimos cargando el cuerpo con energía del sexo, empleando la respiración y movimientos del cuerpo que ya expliqué con anterioridad. Al mismo tiempo, cada vez que cargamos energía y descargamos emoción, seguimos la fórmula del orgasmo sexual. La misma calidad de descarga convulsiva es experimentada con nuestras emociones, y ésta es la herramienta básica en el proceso de eliminación de la armadura. Sin embargo, aunque trabajamos con la energía del sexo desde el principio, sé que no me puedo acercar al centro del sexo de manera directa hasta que la armadura haya sido aflojada en los otros seis segmentos. No es por casualidad que el segmento pélvico sea el último de la serie. El sexo yace en lo más profundo de nuestra biología, y los asuntos sexuales y de placer en lo más profundo de nuestra psicología, de manera que abordar la remoción de armadura de este segmento es una tarea delicada. Una cosa que quiero aclarar es que nunca toco el área genital mientras trabajo, precisamente porque es tan íntima y delicada. Esta área ha sido con frecuencia tan traumatizada que el contacto directo sólo la traumatizaría otra vez y profundizaría las heridas. Además, el contacto directo con los genitales puede causar excitación sexual, lo que no es el objetivo del proceso de remoción de la armadura. El fin es liberar tensión y restaurar el flujo de energía, no estimular la zona sexual. Existen muchas otras formas para allegarse a este segmento, usando la respiración profunda hacia el centro del sexo, movimientos pélvicos, pataleo con las piernas, masajes en músculos tensos. En ocasiones, puedo presionar profundamente los abductores de los muslos, los músculos internos de los muslos y que Reich llama "músculos de la moralidad" porque son los que se usan, especialmente por las mujeres, para mantener las piernas juntas e impedir acceso a los órganos sexuales. También puedo invitar al paciente a apretar y relajar los músculos del piso pélvico, entre el ano y los genitales, ya que esto coadyuva a aflojar la armadura de la pelvis. Con experiencia, es fácil ver cuando alguien ha sido sexualmente agredido, tan sólo observando la respiración y movimientos del cuerpo mientras avanza el trabajo. Por ejemplo, durante un simple ejercicio como respirar hacia la pelvis, mientras simultáneamente se levanta la pelvis y se sacude hacia un movimiento similar al hacer el pacientes con problemas de agresión sexual empiezan a sentirse incómodos. Muestran expresiones de ansiedad, cambiando el ritmo y moviéndose en una forma que reduce la efectividad del ejercicio, tratando de desviar la atención del área pélvica. De la misma manera que el cielo, los ojos tienden a puede acontecer incluso antes de iniciar entrevista, a una para unirse al taller de Pulsación tántrica, le pregunté "¿tiene usted algún historial de abuso sexual?" La mujer, originaria de Rusia, repentinamente se robotizó. Apartó su mirada de mí mientras sus ojos se nublaban -casi entraba como en un trance. Yo le hablaba, pero ella no me veía y empezó a responder con una voz delgada, monótona. Era obvio que no quería enfrentar este asunto, y que para empezar a recuperar su energía sexual necesitaría abordar toda una gama de problemas: negación del dolor, rechazo de hombres, enojo hacia los padres... Para esto se necesita un grupo de descondicionamiento o sesiones individuales, para explorar y sanar estos problemas. En pulsación, una vez que la gente ha logrado una buena parte del trabajo de eliminación de la armadura, empiezan a conectarse de manera natural con la pelvis y pueden empezar a sentir sensaciones placenteras. Pero también pueden sentir pena, rubor o culpa. Es importante para el terapeuta ver ambos aspectos -el placer y la ésta es una de las divisiones que descubrimos en la pelvis. Vemos la capacidad para el placer y el anhelo del cuerpo por disfrutarlo, pero al mismo tiempo existe una delgada capa de condicionamiento que la cubre, llena de cuestionamientos sobre qué hacer y qué no hacer, qué debería y no debería ser. Motivo a la gente para que reconozca esos viejos sentimientos de culpa pero que también pase sobre ellos, permitiéndose conservar el placer. Esto por lo general no es difícil, porque a estas alturas, cuando los segmentos superiores han sido aflojados, hay cierta porción emocional disponible. La gente guarda una distancia desde la que pueden ver cómo la culpa y vergüenza obstaculizan su placer. Si logro motivar a la gente a que mueva la pelvis un poco más, a respirar hacia el centro del sexo un poco más, a permitir una pulsación suave de la pelvis y más aún a emitir sonidos placenteros, esto los puede ayudar a mantenerse conectados con la pelvis -no sólo los genitales sino toda el área pélvicauna fuente de placer y vitalidad. Hablar es importante en esta fase, porque cuando veo que un paciente está pasando a través de una capa de culpa y vergüenza, suavemente le pregunto "¿quién te hizo sentir avergonzado?, ¿quién te hizo apenarte de tu sexo?" El paciente podría responder: "Mi madre". Le pido entonces al paciente que se mantenga en contacto con sus sentimientos placenteros y comenzar a hablar con su madre, diciendo cosas como "ya ves mamá, soy una persona sexual y está bien. No hay nada malo en ello y así me siento bien. Tengo derecho a ser sexual. Tengo el derecho a disfrutar mi sexualidad". Enunciados afirmativos de este tipo pueden ser de gran ayuda para abrir energéticamente toda el área pélvica. En términos generales, en esta etapa, cuando ya hemos trabajado a través de los segmentos, hacia las profundidades del cuerpo, los pacientes están plenamente dispuestos a explorar y expresar cualquier cosa que descubran. Encuentran que es positivo viajar hacia esas áreas oscuras, prohibidas, hacia el enojo, la culpa y la frustración de no habérseles permitido vivir su sexualidad, porque saben que es una experiencia que no obstruye sino que libera. Una vez que estas cosashan sido sacadas a la luz y liberadas, el siguiente paso sólo puede ser el placer, porque está en la base, en la raíz, en el núcleo de nuestro intento natural como organismos bioló movimiento hacia el placer. Cuando la armadura ha sido aflojada en la pelvis, este es el punto en el cual podemos integrar todos los segmentos, experimentando una uniformidad de energía conforme fluye libremente a lo largo del cuerpo. En esto encontramos profundo placer, bienestar, un sentido de perfecta armonía con la existencia. Uso un ejercicio llamado pulsación suave como una forma para que la gente sienta esta armonía, esta sensación de un todo en el cuerpo. El ejercicio por lo general se hace a solas, como una experiencia introspectiva, íntima. ► Los participantes deben adoptar la posición básica de respiración, recostados sobre colchonetas, las rodillas dobladas y levantadas, respirando profundo hacia el conducto vacío que se extiende hasta el vientre y el sexo. Recomiendo que alguien los guíe para que se sintonice con su respiración, sintiendo una oleada de respiración, llenando y vaciando el cuerpo. Gradualmente, los invito a permitir un suave contoneo de la pelvis, en ritmo con la respiración, replegándose en la inhalación, arqueando ligeramente la espalda, para después menear la pelvis hacia el frente en la exhalación. Es importante sincronizar este movimiento con la respiración, porque ayudará a crear una oleada más profunda de energía que pulse en el cuerpo, que bañe hacia arriba y hacia abajo, energizando y cargando cada célula. Ya que los bloqueos en los segmentos se han aflojado, existe una buena posibilidad de experimentar una ola de energía sin inhibiciones y continua fluyendo por todo el cuerpo, del núcleo hacia la periferia. Esta ola, cuando se le permite y acoge, trae sensaciones de placer, plenitud, y gran alegría, similar a la sentida por los amantes después de una experiencia orgásmica completa. Conforme la respiración y movimientos pélvicos continúan, conforme la ola de energía se profundiza, sugiero que introduzcan otros movimientos armónicos en el ejercicio, usando brazos, manos, boca, cabeza, gradualmente involucrando a todo el cuerpo. El ejercicio puede durar de 20 a 30 minutos, o hasta 45 si es que pueden permitir tanto placer. Así que, en mi experiencia, la mayoría de la gente tiene niveles de tolerancia para sensaciones de placer de alta carga en el cuerpo, un tipo de límite de tiempo interior, después del cual, sentimientos negativos resurgen como una forma para descargar la energía excedente que se torna incómoda. Cuando un cuerpo está balanceado, puede acumular y retener cargas de energía sin tener que descargarla, disfrutando la ligera, placentera tensión de una carga contenida. Muchas de las "cosas ásperas", como golpear la pelvis sobre la colchoneta, gritar y berrear en el enojo, odio o disgusto, han sido con suerte liberadas, así que será más fácil mantener la carga de energía en el cuerpo a un nivel más alto y disfrutar sus cualidades. En este estado de balance, podemos abrir los reinos más sutiles de la naciente energía, intimidad, meditación, presencia... en pocas palabras, el mundo del tantra. AL PRESENTAR AL PÚBLICO MI TRABAJO, ofrezco dos tipos de talleres: Pulsación, con enfoque a la remoción de la armadura, soltar el flujo de energía e incentivar la expresión emocional; Pulsación tántrica, ayuda a la gente a experimentar el movimiento de energía ascendente a través del cuerpo, desde sus raíces sexuales hasta la meditación. Debido a la división, alguna gente puede pensar que estos son dos procesos diferentes, pero en realidad son parte de un enfoque tántrico orgánico. Mi descubrimiento y creación de la Pulsación tántrica deriva del trabajo neorreichiano en el que fui entrenada y practiqué por muchos años. La influencia oriental de meditación y práctica espiritual desarrolladas en mis años en India, trajeron una conciencia más profunda de energías más de conciencia, silencio, se suma a la dimensión tántrica. El tantra abarca la gama completa de la experiencia humana, empezando con la energía animal en crudo del cuerpo en ascendencia hasta una experiencia divina. Así que, aunque esta sección se enfoca a lo que se ofrece en mis grupos de Pulsación tántrica, no me gustaría que el lector asumiera que el trabajo de pulsación explicado en las primeras dos secciones, no es tántrico por naturaleza. Es un acercamiento orgánico a la condición humana, es una travesía de la energía humana desde su origen animal hasta su florecimiento espiritual. La pulsación tántrica le ofrece a la gente común la oportunidad de aprender y practicar las diferentes técnicas de energía que pueden integrar a su vida cotidiana y enriquecer sus relaciones en curso. El proceso de pulsación tántrica es más efectivo con gente que ya ha participado en un trabajo de crecimiento personal con enfoque en el cuerpo para aflojar su armadura muscular, para que su energía pueda fluir libremente sin obstáculos o bloqueos psicológicos o emocionales. Sin embargo, también puede ser tomado, bajo la correcta supervisión, por principiantes que estén abiertos a un nuevo tipo de autoexploración. YO NO ESTUDIÉ ELTANTRA. Lo viví. Un día afortunado entré por las puertas de una comunidad espiritual en India donde el mismo aire pulsaba con la energía del tantra, y desde ese momento he estado explorando la experiencia tántrica. De hecho, aunque no lo sabía, ya había estado recorriendo el camino del tantra aún antes de mi llegada a la India, porque desde siempre, he sentido un "sí" básico hacia la vida, y este "sí" es la esencia del método tántrico. Es el camino de la aceptación, de la no-negación, tomando todo lo que la vida ofrece, de lo mundano a lo sagrado, desde el sexo hasta el samadhi. La historia del tantra como movimiento espiritual en la surgió, los rituales que se practicaban, por qué fue reprimido y se convirtió en movimiento clandestino- nunca ha sido la base principal de mi enfoque. En sus discursos, Osho explicaba la visión tantra, sus implicaciones, y su importancia como un sendero espiritual, pero tampoco él estaba muy interesado en los detalles históricos. Todo su esfuerzo se dirigía a hacer del tantra una fuerza contemporánea viviente que pudiéramos experimentar inmediata y directamente en nuestros cuerpos, y en esto tuvo muchísimo éxito. Y digo "muchísimo", porque su pequeña asram se convirtió, por un tiempo, en una olla exprés de exploración en la que cientos, y después miles de personas participaron. Era un experimento, explosivo, revolucionario, altamente controvertido que capturó la atención de los medios, de los políticos hindúes preocupados, y atrajo a valientes buscadores y aventureros de todo el mundo. Quizá la mejor forma de presentarlo es contando mi historia, porque cuando llegué en 1976 el experimento aún estaba en pañales, apenas en sus inicios. Mi experiencia personal también ayudará a ilustrar el contexto en que se desarrolló mi trabajo en la pulsación tántrica. Llegué a India vía Europa, como ya lo dije en el capítulo tres, había empezado a dirigir talleres reichianos. Fue en Londres donde conocí a mis primeros se les llamaba a los discípulos de fueron ellos quienes me introdujeron a la meditación dinámica. Desde ahí, volé a Bombay, o Mumbái, como hoy es conocida. Osho estaba localizado en Puna, como a 1gokm al Este de Mumbai. A primera vista, el lugar no ofrecía mucho, dos o tres casas coloniales en un suburbio aburrido de la ciudad, con un pequeño salón de meditación en la parte trasera. Pero no me tomó mucho tiempo dejarme seducir por la misteriosa atmósfera que ahí se respiraba, especialmente en noches brumosas, llenas de aro mas de flores nocturnas y los cantos extraños de aves exóticas,así como el coro de abundantes grillos y ranas. Había una vibra intensa, o energía, dentro del asram que difícilmente podía aislar del clima subtropical. Pareciera que todo armonizaba cuando cruzaba el atmósfera que podía absorber, que con rapidez desplazabacualquier sensación en relación a la ordinaria apariencia del lugar. Había alrededor de cien occidentales entre los samnyasines hindúes, la mayoría trabajando en tareas y puestos del asram, y me gustaba lo que sucedía entre ellos. Había muchas risas, un sentimiento de genuina calidez sincera, y especialmente observé sus largos, íntimos abrazos que parecían durar horas y horas. Podía pasar junto a un hombrey una mujer, abrazándose en un sendero, en camino a la barra por una taza de deliciosa mezcla hindú espesa, lechosa, condimentada, dulce de cuando volvía a pasar por ahí media hora después, ahí seguirían parados, abrazándose, totalmente absortos. No era necesariamente sexual, aunque había un completo contacto físico, era un fenómeno de ener veces yo podía sentir el calor mientras pasaba por ahí- y debo decir que lo encontraba intrigante y cautivador. Vi a Osho por primera vez mientras asistía a una de sus conferencias matutinas, pero no puedo decir que su presencia me causara un impacto inmediato. Había cierta emoción y estoy aquí en India y este hombre se dice que es un maestro la experiencia de poder absor ber su energía de manera profunda tomó un tiempo en desarrollarse. En Europa ya había visto fotos de Osho, así que lo físico era más o menos lo esperado: calvo, con una barba gris, grandes ojos cafés que destellaban cuando sonreía, no muy alto, que usaba una sencilla bata blanca. En mi segundo día en el asram, solicité ser iniciada como samnnyasin. Ya había tomado la decisión en Europa, porque era obvio que cualquier cosa que esperaba experimentar con Osho sólo sucedería a través de la participación. Y, además, siempre he sido el tipo de mujer que primero brinca y después pregunta. Había como unas i5 personas en mi primer darsana, como se le llamaba a las reuniones vespertinas con Osho, y se llevaba a cabo en el mismo pequeño auditorio donde daba sus conferencias. Cuando llegó mi turno, me senté frente a él y me pidió que cerrara los ojos mientras él escribía mi nombre en un papel. Entonces tocó mi tercer ojo con su pulgar. Lentamente, por detrás de los párpados, mis ojos giraron hacia donde él tocaba y, después de un momento, dijo "bien", y retiró su mano. Pareciera como si hubiera estado esperando a que yo interiorizara antes de que retirara su pulgar. Después me pidió que abriera los ojos y me mostró mi nombre: Deva Aneesha, explicando que deva significa "divino" y aneesha significa "sin dios". Que paradójico: ¡ser a la vez divina y sin dios! Osho continuó explicando que, para él, lo paradójico es el espíritu y la ley de la propia vida. "Dios no es una persona", dijo, "de hecho, dios no existe, sólo existe la energía divina. Es mejor llamarla sin dios que dios. La vida es divina, pero no existe el dios como la figura paterna, no hay nadie que manipule o controle, nadie nunca ha creado la vida, la vida es eterna". Dijo que las religiones con una figura paterna son infantiles y que las grandes religiones del Este, como la fundada por Buda Gautama, son religiones para adultos que no necesitan de un dios. También dijo que me había estado esperando, y yo pensé que este comentario tenía algo que ver con el hecho de que era una líder de grupo Esalen. Ya le había enviado una copia de mi folleto "pulsación y sentimiento", el cual permanece en su biblioteca personal, y le había escrito una dedicación, poniendo mi talento y a mí misma a sus servicios. Sabía que un programa diverso de terapias occidentales y meditaciones orientales era ofrecido en el asram, y me pareció natural que si iba a estar ahí por un período de tiempo, también trabajara ahí. Tuve que esperar un poco para que eso sucediera, porque estaba programada para dar más talleres en Europa y Estados Unidos, pero en esa primera visita sí tuve el tiempo para sumergirme en el proceso de grupo, el cual era en nada parecido a lo que yo había encontrado en Esalen. Estos grupos eran frenéticos, intensos, estructuras libres en las que toda la energía sexual y emocional reprimida sobre la cual la gente se había sentado toda una vida, era fomentada para ser expresada. Combinado con la meditación dinámica, llevada a cabo todas las mañanas a las seis en punto, y otras técnicas de meditación diseñadas para despertar y mover la energía, probó ser un potente coctel que mandaba a volar nuestra apariencia colectiva y moral social y comportamiento educado. En estos grupos, luché, di patadas, grité, sollocé, hice el amor y fui forzada por lo general, por lo extremo de muchas situaciones, a dar un salto interno que dejaba a la persona que yo creía ser atrás. Al hacer esto, descubrí recursos de energía y emociones crudas animales que nunca imaginé tenía. Después, me di cuenta de que, en un sentido muy real, estos grupos no terminaban. O se podría decir que la vida en Puna era un grupo muy largo. El siempre cambiante flujo de relaciones amorosas, los encuentros sexuales y relaciones entre la creciente comunidad internacional de samnyasines garantizaba que la experiencia con sentimientos intensos continuara casi día y noche. Recuerdo una ocasión en particular, durante un retiro de meditación vipassana dentro del asram: fui confrontada con celos extremos. Vipassana no es un grupo de confrontación. Es una meditación budista clásica en la que uno se sienta en silencio con los ojos cerrados, observando la propia respiración moverse hacia adentro y hacia afuera, y la expansión y contracción del abdomen junto con la respiración. Uno es enfrentado a su soledad, eso es todo. Pero sucedió que mi novio de entonces tenía un par de zapatos muy vistosos, los cuales veía cada vez que salíamos de nuestra sala de meditación para una "caminata zen", afuera de la habitación contigua, donde vivía una mujer muy atractiva. Vi los mismos zapatos por diez días, diario y todo lo que pude hacer fue sentarme en silencio, respirar profundamente, y ver mi mente enloquecer. El navegante que nos guió por este laberinto de intensidad fue el propio Osho, quien nos hablaba todas las mañanas durante noventa minutos. Sus platicas se basaban en dichos y sutras de seres iluminados del pasado -Buda Gautama, Lao-Tsé, Patañjali, Kabir, jesús, una gran cantidad de maestros de zen, sufí y tantra- pero su mensaje principal era alimentar la flama interna de la conciencia, con la cual podríamos ver y entender todo lo que estábamos experimentando. Según Osho, el crecimiento espiritual requiere de toda nuestra energía y ésta puede ser accesada sólo cuando nuestras emociones reprimidas, sexualidad bloqueada, patrones psicológicos comparación, inferioridad, culpa- han sido llevados a la luz de la conciencia y disueltos. Es la transformación de éstas energías, sin importar que tan corrosivas o destructivas sean, lo que trae integridad al ser humano y abre la puerta hacia un estado superior de conciencia. "Lo que estoy diciendo está completamente vivo, es completamente nuevo, fresco, joven", explicaba Osho. "No es para nada tradicional. Por lo tanto, llamo a mi tantra, `neotantra". "Todas las religiones antiguas, tantra o cualquier otra, practican rituales. Ahora el hombre ha crecido, ha madurado. Esos días de la infancia ya no están ahí. Esos rituales se ven tontos". Debemos liberar al tantra de esos patrones rituales. Debemos hacerlo más poético, más espon táneo, menos tieso, menos estructurado. Eso es lo que estoy haciendo". Para mi sorpresa y agrado, Osho también habló de Wilhem Reich. Dijo que aunque Reich desconocía el tantra, estaba desarrollando métodos para sanar los problemas sexuales de la gente que asemejaban técnicas de tantra creadas miles de años atrás. Concordaba con la teoría de Reich de la armadura del el cuerpo carga con recuerdos del pasado almacenados en los músculos como tensión crónica. También dijo que el entendimiento de Reich de como la energía se expande cuando una persona siente amor, y se encoge cuando no lo siente, es realmente una descripción del aura humana, también conocida por siglos en Oriente. "Ha sido uno de los grandes revolucionariosde todos los tiempos, y ha permanecido en el anonimato, sin respeto, olvidado", comentó Osho, agregando que todavía existe un gran potencial en el trabajo de Reich si pudiera ser desarrollado en colaboración con el tantra. Cuando empecé a dirigir mi propio grupo, en agosto de 1977, Osho lo llamó anatman, un término budista que significa "sin individualidad". Así que, una mujer llamada "sin dios" lideraba un grupo llamado "sin individualidad". Sin dios y sin individualidad, no había de donde agarrarme, lo que probablemente era la intención, y pocas semanas después tuve una poderosa revelación de por qué Osho usó esos términos. Al final de cada grupo, los participantes y líderes eran invitados a asistir a un darsana vespertino, donde podían hacer preguntas a Osho sobre cual quier cosa que hubiera pasado durante el proceso, o de hecho, sobre cualquier cosa que les preocupara. Los líderes de grupo se sentaban en la fila de enfrente, así que esa tarde me senté muy cerca de Osho, casi directamente frente a él. Había estado sentada ahí durante todo el darsana, disfrutando en silencio y en paz. Recuerdo haber sentido que cada palabra que Osho pronunciaba caía hacia mis adentros y ahí se quedaba. No era lo que decía, sino la "vibra" de su decir. Por primera vez, mi permitía absorber y beber su presencia. El darsana concluyó y Osho se levantó de su silla, juntando sus manos en el conocido namasate hindú con el que siempre nos saludaba. Justo antes de que se pusiera de pie, hizo contacto visual conmigo y sostuvo mi mirada, mirándome todo el tiempo mientras se incorporaba. Seguramente no tomó más que algunos segundos, pero pareció una eternidad. Inmediatamente después reverenció a la concurrencia y salió del auditorio. PERO ESA MIRADA... No puedo explicar lo que se transmitió con esa mirada, con ese contacto visual que tuvimos. Pero caló hondo, muy profundo en mí, y sentí que había recibido tal vastedad de "algo" que difícilmente podía contenerlo. Mi cabeza cayó al suelo y empecé a llorar, lloraba de gratitud, de la humilde experiencia de haber recibido tan increíble obsequio. Pero no podía siquiera nombrarlo. De hecho, no era lo que me había dado lo que me llegaba tan profundamente. Era su dar, su compartir-conmigo y con cada uno de nosotros- de una manera tan pródiga, un dar "algo" incondicionalmente la conducción del grupo Anatta, mi trabajo no cambió de manera radical, sin reservas que debí haber estado lista para recibirlo en ese momento. Fue inexplicable, sin palabras. Fue una transmisión de energía divina, como el salto de una flama de una vela a otra. Fue el haber recibido "algo" que también podía ser llamado "nada". Entonces comprendí el valor de acabar con los conceptos como individualidad y dios, porque lo que transpira de esa misteriosa dimensión llamada "espiritualidad" está más allá de palabras, ideas y conceptos que sólo pueden entorpecer la transmisión. Ciertamente supera todo entendimiento. En los primeros días de conducción del grupo Anatta, mi trabajo no cambio de forma radical. Había una buena cantidad de ejercicios y estructuras que había aprendido de Chuck y Erica Kelley, usados en el trabajo rádix, y estos eran la columna vertebral del taller que yo conducía. No tenía prisa por cambiar mi estilo y nadie me presionaba para hacerlo. Sabía que algunos terapeutas recibían orientación detallada de Osho sobre lo que debían hacer en sus grupos, pero nunca hubo nada de eso conmigo. Ocasionalmente, en darsana, un participante se sentaba frente a Osho y explicaba algo que no estaba haciendo energéticamente, en el cuerpo, o quizá psicológicamente. Cuando esto sucedía, algunas veces Osho me veía y me preguntaba: "¿Qué piensas, Aneesha?" Yo respondía con algo que para mí, era más bien superficial y obvio, como el señalar algo opresivo en el diafragma de la persona y una incapacidad asociada de respirar profundamente. Nada muy profundo en términos de espiritualidad o meditación. Pero Osho afirmaba con la cabeza y decía "¡exactamente!", para inmediatamente después volver a platicar con la persona. Así que me sentía muy apoyada por él en una manera general. En realidad me dio mucho espacio para contribuir con el trabajo en cualquier forma que yo considerara apropiada. En retrospectiva, puedo ver que los cambios que se dieron en mi trabajo surgieron no de ideas, teorías u orientación, sino de mis propias experiencias personales en el campo de energía de Osho, así que hablaré un poco más al respecto. Sobre todo, esos años en Puna fueron una travesía en mi soledad, mi mundo interior, privado. Y esa era una de esas paradojas de las que hablaba Osho, porque por fuera vivía una vida muy social. Me encontraba en el centro de una comunidad de cientos de samnyasines que se expandía, estaba muy involucrada con ellos, tenía amantes y amigos, participaba de manera total en la comuna, guiando grupos y sesiones. Pero había otra parte de mí, muy diferente, que caminaba justo al lado de mi vida exterior. Era el buscador, el meditador dentro de mí, que cada día asistía durante hora y media, escuchando en silencio la conferencia matutina de Osho, usando sus palabras y los espacios entre ellas para que se clavaran más profundamente en ella. Esta era la que, antes o después del trabajo, participaba regularmente en el programa diario de asram de técnicas de meditación. Mi relación amorosa con las diferentes técnicas continuó por meses y años. Algunas veces me encarreraba con una dinámica, llevada a cabo todas las mañanas temprano. Algunas veces era la meditación kundalini, todas las tardes a la puesta del sol. Algunas veces era vipassana, algunas veces danza sufí celebración de canto y baile. El asram de Puna, como lo seguía constatando, no era un asram normal. La meditación era medular en los acontecimientos, pero la celebración ocupaba el segundo lugar. En la visión de vida de Osho, una meditación sin celebración es infértil, mientras que la celebración sin meditación carece de profundidad. Es necesaria una síntesis, de manera que el programa de actividades diarias del asram ofrecía muchas oportunidades de canto y baile, actividades ambas que me encantaban. Cuando era adolescente solía rol¡ y ese estilo de bailes-y también tocaba la guitarra y cantaba canciones folclóricas, o piezas de musicales. Pero cuando crecí, me mudé a California y me volví terapeuta, estas cosas desaparecieron de mi vida. De alguna manera, no había tiempo para ellas. En Puna, todo esto regresó con premura, cada noche había canto y baile en el Salón Buda -un espacio de meditación recién construido, mucho más grande que podía albergar el creciente número de visitantes. Escuchar a Osho hablar sobre la importancia de la celebración y después experimentarla en mi propio cuerpo -el valor de cantar y lo dichosa que me hizo sentir- fue una revelación. Cantar a viva voz, bailar desenfrenadamente, experimentar realmente el momento cuando el danzante desaparece y sólo queda la danza, éstas fueron algunas de mis experiencias más preciadas. Si alguien me preguntara lo que obtuve de aquellos primeros años en Puna, tendría que decir que el estilo de vida, como un todo, era más importante que cualquier experiencia en particular o cualquier punto de entendimiento. Osho le llamaba a este fenómeno un "campo de meditación", donde un grupo de buscadores aumenta el proceso de crecimiento de cada uno por el simple hecho de estar juntos con un maestro iluminado en el mismo campo de energía. El entendimiento que desarrollé para mi trabajo, el cual hoy comparto con otros, llegó orgánicamente a mí, sólo por haber vivido esa experiencia, experimentando mi propia energía a través de la meditación diaria, las celebraciones, el trabajo. La naturaleza de mi trabajo en Anatta empezó a cambiar cuando Osho me empezó a dar "darsanas de energía" a finales de 1978. Desde que llegué a Puna, observé que Osho con frecuencia trabajaba con la energía de individuos en darsana. Algunas veces usaba una linterna, que lo ayudaba a percibir el aura, la cualrodea al cuerpo, algunas veces le pedía a la gente que cerrara los ojos y permitiera sonidos o movimiento mientras él tocaba el tercer ojo o el corazón. En esas ocasiones, le pedía a samnyasines mujeres que se acercaran y sentaran detrás de la persona con quien él estaba trabajando, para que él como un médium de su energía ayudara a que la energía fluyera a través de la persona sentada frente a él. Algunas veces me llamó para esta tarea, misma que disfruté inmensamente. Después Osho introdujo una nueva dimensión. Además de la iniciación samnyasin, hacer preguntas, dar despedidas o bienvenidas, ahora podíamos solicitar "energía darsana" en la que no se podía hablar. La gente entraba, de dos en dos, y se sentaban frente a Osho, rodeados de médiums mujeres -quizá una docena- acomodados con cierto orden, de algún modo unidos unos con otros. Osho les pedía a todos en el auditorio que levantaran los brazos, cerraran los ojos y empezaran a canturrear y menearse. Música estruendosa llenaba la atmósfera, las luces parpadeaban, la gente canturreaba y algunas veces gritaban eufóricamente, y todos nos sumergíamos en este mar de `nada' que crecía y nos tragaba. Yo no era una de las médiums habituales, llamadas cada noche, pero como líder de grupo venía a darsana con frecuencia y me encantaba este nuevo proceso de energía, disfrutando cada momento. Levantaba los brazos, canturreaba, meneaba el cuerpo y casi de inmediato experimentaba una fuerte energía que cubría mi cuerpo, desde el centro de mi sexo hacia el corazón hasta la punta de la cabeza. Cambió para siempre mi entendimiento de la energía. Me dió experiencia directa sobre los principios tántricos de los que Osho hablaba en su discurso, moviéndose de lo animal a lo humano a lo divino. También me llevó más allá de Reich, porque Reich se detenía en lo humano, mientras que yo estaba experimentado un movimiento ascendente que me llevaba más allá de las limitantes de la forma física, fundiéndose y fusionándose con un vasto mar de energía divina. Osho parecía ser la fuente mediadora de esta energía, pero, como él mismo lo explicaba, era tan sólo una puerta, por la que podíamos entrar hacia algo mucho, mucho más grande que cualquier individuo. Él ya había desaparecido en este océano y por lo tanto podía hacerlo disponible para otros. Cada vez que asistía a la energía darsana experimentaba el fenómeno de energía naciente y, por supuesto, cuando me sentaba frente a Osho, en el centro de los médiums, era particularmente muy fuerte. Su toque personal de mi tercer ojo era una provocación para que mi energía brotara en una expansión orgásmica de dimensiones cósmicas que claramente estaba más allá de la mente -lo que la gente zen llama "sin mente". De hecho, la experiencia fue tan fuerte para tanta gente que un grupo de hombres jóvenes llamados "cargadores", estaban listos al final de la sesión para cargar a aquellos que habían sido tan apabullados por la experiencia, que temporalmente eran incapaces de caminar. Aún cuando yo no estaba en darsana, participaba por fuera, porque todo el asram estaba sumergido en la penumbra cuando iniciaban las sesiones de energía, así que si estaba sentada en mi habitación, o cantando en el grupo de música vespertino, simplemente detendría cualquier cosa que estuviera haciendo y sentía la energía. Esto era una parte muy importante de mi día. En base a lo que me pasaba en la energía darsana, empecé a comprender que el sistema chakra y los segmentos de reich son en realidad parte del mismo fenómeno, trabajando a diferentes niveles. Los segmentos musculares se encuentran en la perife-ria -física y obvia- mientras que los chakras agregan una dimensión energética que penetra mucho más profundamente hacia el núcleo del cuerpo. En mis grupos, presenté maneras para ayudar a la gente a conectarse energéticamente con los chakras, dotándolos de vitalidad en una forma muy parecida a la que hacía con los segmentos musculares. Aproximadamente un año después, sentí la necesidad de desarrollar un tipo diferente de grupo. Siempre había trabajado de manera estructurada, y ahora sentía que sería interesante y desafiante para mí trabajar sin estructura. Le pregunté a Osho si podía trabajar para experimentar en un taller de tres días no estructurado y me dio un grupo llamado sahaja, que en el antiguo sánscrito significaba "espontaneidad". Al conducir el sahaja, fue interesante para mí ver en qué dirección se tropezaba la energía día a día. Algunas veces participaba, algunas veces dejaba que los participantes lo enfrentaran por su propia cuenta. Algunas veces, todo el grupo simplemente se acurrucaba como en una gran bola, se relajaba y no hacía nada. Entonces la energía de alguna manera se movía y cambiaba y el grupo explotaba, con gente corriendo, jugando como niños, alardeando y gritando. Después, volvería a cambiar, quizá a calmarse, tornándose más suave y sensual. Fue a través de la conducción de este grupo que aprendí a confiar en el flujo espontáneo de energía a través de un grupo de gente, parecido al que se ve en un banco de peces o una parvada de aves, en el que repentinamente todos cambian de dirección. También pedí si podía conducir un grupo llamado pulsación -el primer grupo que conduje bajo ese nombre- para experimentar lo que estaba yo aprendiendo en los darsanas de energía. En él, diseñé estructuras donde la gente se meneaba como las algas marinas sobre el piso oceánico, como empujadas suavemente por una corriente invisible de energía. También jugué con mandalas de energía, vinculando a la gente mientras se sentaban en círculos o en cualquier otra configuración. Usé la danza del vientre y movimientos rítmicos, ondulantes para despertar la energía en el segmento pélvico y ayudarla a subir por todo el cuerpo. Trabajé de manera muy consciente para ayudar a la gente a descubrir nuevas dimensiones de sensibilidad, especialmente en el toque más femenino, receptivo, sin hacer. En 1981, cuando Osho y sus samnyasines se mudaron a Estados Unidos y empezaron a construir una nueva comuna en un rancho muy grande en Oregón, me fui a Europa por un tiempo y dirigí grupos en varios países. Después me mudé al rancho y dividí mi tiempo entre la construcción de casa -lo que me encantaba- y la conducción de grupos para visitantes. Nuestra estadía en Estados Unidos duró cuatro años y medio. Este no es el espacio para explicar la saga: la sorprendente velocidad con la que construimos una ciudad completa y la batalla que se libró entre nuestra comunidad y casi todo Estados Unidos. Suficiente decir que la radical visión de vida de Osho, y nuestra entusiasta capacidad para volverla realidad, trajo más o menos las mismas reacciones como las dadas a Wilhem Reich. Y, como Reich, Osho no comprometería sus principios para salvarse. Después de ser arrestado, encarcelado y deportado en noviembre de 1985, Osho viajó por el mundo buscando un nuevo lugar para asentarse, pero al final regresó a Puna, donde yo me le uní en 1987 y empecé a dirigir grupos otra vez conforme la nueva comunidad empezaba a crecer en torno a él. Fue en esta época que empecé a ofrecer entrenamientos, dándole a la gente experiencias prácticas de cómo trabajar con las técnicas de reich y conducir sesiones individuales. Fue aquí donde empecé a llamar "pulsación" al trabajo de Reich. Osho murió en enero de 1990, pero la comunidad en Puna continuó y nunca olvidaré las palabras de Osho de que reich y tantra se podrían desarrollar juntos. Para mí, esto fue la semilla de un nuevo proceso, la pulsación tántrica, la cual hoy ofrezco como un tipo de subrama de mi trabajo de pulsación. Esta sección de mi libro está dedicada a explicar como funciona la pulsación tántrica. "LA ENERGÍA ES UN PLACER ETERNO", dijo William Blake, el romántico y místico poeta inglés. Si él hubiera vivido unos doscientos años más, y por casualidad nos hubiéramos conocido, yo le hubiera dicho: "Sí, William, tienes razón, pero recuerda, la energía es únicamente placentera si se le permite mover. Sise atora, tu eterno placer no durará más que un rato". También resaltaría que las posibilidades de experimentar placer en la vida son directamente proporcionales a la libertad con la cual la energía pueda moverse por el cuerpo humano. Los poetas y los artistas como Blake, disfrutan tan sólo de breves atisbos de experiencias intensas y no tienen ningún control sobre cómo y cuando ocurren -esa es su angustia-, a menos que, como Coleridge, recurran a las drogas prar el deseado levantón. Pero el éxtasis, placer y otros estados deseables, no deben ser tan poco frecuentes en la experiencia humana. Ni necesitamos ser ningún tipo especial de persona -poeta o artista- para disfrutarlos. Por mi parte, confieso que he sido suficientemente afortu nada de experimentar esas cosas muchas veces en mi vida, y no me considero más talentoso o extraordinario que nadie más. Fundamentalmente es una cuestión de acceder a la propia energía, quitar los bloques que la inhiben, y permitirle fluir. Una vez que la energía está disponible y en movimiento, su potencial puede ser explorado en mil creativas maneras: bailando, cantando, tocando un instrumento musical, meditando, celebrando, trabajando, haciendo el amor... las posibilidades son infinitas. En realidad no es una cuestión de lo que uno hace, sino el sentimiento de totalidad y presencia con lo que uno lo hace; y la presencia depende de la energía en movimiento. En mi trabajo, este movimiento de energía tiene dos direcciones básicas de flujo. La primera parte de la travesía, el proceso de la eliminación de la armadura, sigue una ruta hacia abajo a través de los segmentos, desde la cabeza hasta la pelvis. En la segunda parte, la energía despierta, naturalmente empieza a emanar del centro del sexo y empieza a subir a través del cuerpo, a través de los siete chakras. Aprendí sobre los chakras por vez primera a principios de los setenta, viviendo en San Francisco y leyendo libros publicados por la Sociedad Teofilosófica, organización esotérica que vivió sus mejores épocas al principio del siglo xx en India y Europa, y que todavía existe. Uno de los fundadores de la sociedad, Charles Leadbeater, escribió un libro sobre los chakras que se convirtió en uno de las publicaciones esotéricas más vendidas de todos los tiempos. No había mucho publicado en esos días, excepto traducciones de escrituras del hindú que para mí eran incomprensibles. Después de iniciar mi entrenamiento con los Kelley en su trabajo rádix, logré entender que los siete chakras se localizan en la misma área corporal que los siete segmentos reichianos. El trabajo de liberación emocional estaba provocando muchas sensaciones en mi cuerpo y algunas veces sentía centros de energía vibrar, particularmente en el plexo solar y corazón, mismos que corresponden al tercer y cuarto chakras. Nunca vi discos rotantes de energía, ni los colores del arcoíris, pero cuando me conmovía sentía una energía pulsante en el centro del pecho, y sabía que era el cuarto chakra abriéndose. Mientras más trabajaba con los segmentos, más comprendía que cuando la energía se empieza a mover, a estar más presente y sensible, se abre hacia adentro, hacia una experiencia energética central. Como yo lo veo, los segmentos musculares descritos por Reich forman las capas exteriores de los chakras; los segmentos constituyen la parte física, dentro de los cuales hay capas y capas de energía más sutiles. Para mí, los chakras son puertas de entrada hacia uno mismo, hacia diferentes cualidades de la energía humana. Existe una fuerza de vida que fluye a través de todo nuestro sistema, y cuando vibra por medio de un chakra en particular o se expresa en un segmento específico, tiene ciertas cualidades conectadas con asuntos específicos. Ya he mencionado algunos de estos asuntos en capítulos anteriores, pero creo que vale la pena presentar una lista más completa aquí, para dar una visión general del sistema de los chakras: PRIMER CHAI<RA: CENTRO DE LA VIDA Se localiza muy dentro de la pelvis y, en términos reichianos, dentro del segmento pélvico. Está conectado a los órganos de la región pélvica, incluyendo genitales, ano y vejiga. Este centro de energía, también llamado "chakra raíz", energéticamente alcanza las piernas y pies, arraigándonos a la tierra. Aquí estamos en contacto con nuestra naturaleza animal, todo lo que sea primitivo e incivilizado. El primer chakra gobierna el cuerpo físico, incluyendo la reproducción, salud o enfermedad, fuerza o debilidad, la capacidad del cuerpo de llevarnos por la vida, de ser productivos, de sobrevivir. La mayor parte de la existencia del hombre sobre este planeta ha sido vivida por medio del primer chakra, especialmente antes del amanecer de la civilización, cuando los alimentos, sexo y cobijo eran asuntos primordiales. Este chakra nos conecta con nuestra sexualidad al mismo tiempo que con todas las experiencias en torno a este tema básico: sexualidad infantil, la inocencia y naturaleza placentera de esas experiencias; sexualidad durante la adolescencia, llena de indecisiones, estados de ánimo, reticencia y vergüenza, una época donde empezamos a probar distintas cosas, cometemos errores, somos rechazados, y todo lo demás. SEGUNDO CHAI<RA: CENTRO DE LOS SENTIMIENTOS Se localiza en el vientre y gobierna el segmento abdominal reichiano, incluidos los intestinos y la matriz. Como hemos visto, el vientre es la fuente de muchos sentimientos y emociones profundos, en especial aquellos que se centran en la madre, por la proximidad del cordón umbilical a este centro, cuando estábamos dentro de la matriz. Todas nuestras necesidades, nuestra dependencia en otros, nuestras relaciones, son controladas desde aquí, incluyendo un sentido de comunidad tribal e identidad colectiva. Este chakra también se conecta con la sensualidad, con el disfrute de movimiento y sensaciones en el cuerpo, y es responsable del placer que sentimos al fundirnos y fusionamos energéticamente con otra persona al hacer el amor. Por esta razón, la codependencia es un asunto fundamental del segundo chakra, la conflictiva necesidad de fusionarse con otra persona mientras a la vez se mantiene un sentido de autonomía e individualidad, que se origina en la relación madre-hijo. TERCER CHAI<RA: CENTRO DEL PODER Se localiza en el segmento del diafragma, el plexo solar, y es el centro del fuego, la expresión y la afirmación. También contiene un número de órganos importantes, incluyendo el hígado, estómago, bazo y páncreas. Se le conoce como "centro del poder', pues es aquí donde se originan nuestros conflictos con otra gente. Aquí es donde reafirmamos nuestro sentimiento de "yo" como un individuo único con un mayor valor que el "nosotros" colectivo del segundo chakra. El juicio, la evaluación y la discriminación tienen sus raíces en este centro; así como la comparación, la competencia, las polaridades de inferioridad y superioridad, sentirse mejor que, o no tan bueno como otros, sentirse más fuerte o débil. Aquí, también, experimentamos la libertad de ser individuos únicos. CUARTO CHAI<RA: CENTRO DEL AMOR Se localiza en el centro del pecho, o segmento torácico. Gobierna tanto al corazón físico como al emocional y, como el vientre, es un gran centro de sentimientos. Este chakra se conecta con nuestra capacidad de amar, compartir con otros, y con nuestro anhelo de comunión con otros seres humanos en una forma incondicional, más allá de las diferencias ególatras del tercer chakra. Cuando somos rechazados en el amor, aquí es dónde se siente y almacena la herida. Llevamos sentimientos lastimados y heridas emocionales de esas veces en que no fuimos aceptados, de cuando no logramos el amor que anhelábamos recibir del otro. El corazón es un puente entre los tres chakras inferiores y los tres chakras superiores. Los tres primeros están asidos de nuestra naturaleza animal, la física, la instintiva. Cuando nos acercamos al corazón pasamos de lo animal a lo humano y hacia lo divino. QUINTO CHAI<RA: CENTRO DE LA EXPRESIÓN Se localizaen la garganta, pero se conecta con dos segmentos reichianos, el cervical y el oral, de manera que la boca se vuelve una extensión del quinto chakra. Este chakra gobierna nuestra creatividad y todo tipo de expresión, incluyendo el lenguaje. Las experiencias de los cuatro centros inferiores son codificadas o almacenadas en el quinto chakra como creencias, expectativas, conceptos; la creación de un Welstanschaung, o visión global que gobierna nuestra forma de ver la vida. El chakra de la garganta posee la cualidad de la espontaneidad, la habilidad de salirse de formas e ideas fijas y dirigirse hacia algo nuevo, y darle una expresión creativa. Por el contrario, un centro de la garganta bloqueado puede resultar en creencias rígidas e inflexibles. En su modo receptivo, este chakra se conecta con lo que es nutritivo para nosotros, y no solamente en términos de comida, sino también en ideas, energía y sentimientos. SEXTO CHAI<RA: CENTRO DE LA CONCIENCIA También conocido como el tercer ojo, se localiza en la frente, entre, y ligeramente por arriba, de las cejas; éste incluye el segmento ocular reichiano. Dicho chakra está conectado con la conciencia o el entendimiento, la capacidad de ver las cosas de manera clara y exacta. Está asociado con poderes psíquicos e intuitivos, mismos que también son una forma de "ver". Cuando está abierto y vibrante con energía, este chakra puede ofrecer una experiencia de espacio interior ilimitado; la conciencia de que el conocimiento humano y la energía no están confinados al mecanismo del cuerpo/mente. Cuando experimentamos dicha cualidad -una cualidad expansiva y estática, similar al amor, que no se dirige a nadie o a nada en particular- surge de este centro. SÉPTIMO CHAI<RA: CENTRO CÓSMICO Se localiza en la parte superior de la cabeza, la coronilla del cráneo. Hablando técnicamente, la parte superior de la cabeza está incluida en el segmento ocular reichiano, pero este chakra existe más allá de los asuntos y aun de definiciones terrenales. No se puede decir mucho de este chakra, porque también está más allá del reino de los conceptos y el lenguaje. Fundamentalmente, es una experiencia espiritual del ser, de la unión con lo divino, un estado de la totalidad y la armonía con la existencia que está más allá de la dualidad. La respiración chakra ha sido, para mí, una clave personal para entender los chakras y cómo funcionan. Esta meditación se basa en una técnica sufí, en la que un grupo de hombres respiran juntos, emitiendo sonidos profundos, lentos, que resuenan en el chakra inferior. Gradualmente incrementan la velocidad e intensidad de la respiración, usando tonos más altos que se mueven hacia los chakras, vibrando de centro en centro. Versiones similares a esta técnica están disponibles en una amplia gama de fuentes, pero me agrada la forma sufí, porque es muy dinámica y viva. Si tú entras en el ritmo de la respiración, aprenderás a crear un efecto de aparición súbita con cada sonido, que es muy eficaz para entrar en cada chakra, energizarlo y reestructurarlo. ► La respiración chakra se hace desde la posición de arraigo -de pie, con los hombros relajados, las rodillas ligeramente dobladas, los ojos cerrados- y respirando a través de la boca abierta, relajada. Hay que respirar en cada chakra correspondiente, moviéndonos desde el primero hasta el séptimo, culminando en un clímax parecido a un crescendo que me recuerda la fórmula reichiana del orgasmo. Conforme ascendemos por los chakras, los sonidos que emitamos naturalmente se tornarán más altos, pero no se ajustan a ningún tono en particular. Se le deja a criterio de cada individuo encontrar el sonido correcto que le permita sentir cada chakra vibrar. Empezamos respirando lentamente y emitiendo un sonido profundo que vibre justo hasta el centro del sexo. Al mismo tiempo, los invito a usar su visión interna, quizá imaginando una bola de energía en el primer chakra, inflándose como un globo cada vez que respiramos hacia este centro, desinflándose mientras expulsamos el aire, pulsando con ritmo en la pelvis. También agregamos un movimiento a las caderas. Conforme el aire entra por la boca, penetrando hacia el primer chakra, movemos la pelvis hacia atrás. Conforme expulsamos el aire, movemos la pelvis hacia el frente, y esto ayuda a crear un sonido bajo. Se le podría llamar un gruñido. De esta forma, hacemos vibrar el centro del sexo con sonido, respiración, movimiento y visualización al mismo tiempo. Respiramos de esta forma hacia el primer chakra por un minuto o minuto y medio. Después llevamos nuestra conciencia hacia el segundo chakra, en el vientre bajo, visualizando la respiración, moviéndose vigorosamente en esta área, mientras se emite un gruñido, ahora en un tono un poco más alto que vibrará en este punto. Nos imaginamos que la bola de energía también ha ascendido hacia el vientre bajo, todavía expandiéndose y contrayéndose con la inhalación y exhalación. La pelvis se continúa meneando en ritmo con la respiración a través de este ejercicio, funcionando como una bomba que mantiene la energía vital fluyendo a través del cuerpo, y a la vez manteniéndonos arraigados, conectados a la tierra. Así seguimos ascendiendo por los chakras. Cuando llegamos al cuarto chakra y empezamos a respirar aquí, involucramos en el movimiento a toda la caja torácica, brazos, y hombros. De hecho, hasta llegar hasta arriba, les pido que muevan los músculos del cuerpo que rodean a cada chakra, ayudando a enfocar la atención en cada segmento para llenarlo de vitalidad. Por ejemplo, en el cuarto chakra, la gente algunas veces pone sus manos cercanas al pecho en la inhalación, y la alejan, siempre frente a ellos, en la exhalación; depende de cada uno descubrir la mejor manera de expresar la energía. Cuando llegamos al sexto chakra, o el tercer ojo, el sonido es muy alto, lo cual es necesario para hacer vibrar esta área del cuerpo. En el séptimo chakra, el sonido es casi un chillido muy agudo y las manos son usadas para sacar la energía por la parte superior de la cabeza, brindándosela al universo. Después de alcanzar el séptimo chakra, invertimos el patrón y, más rápido ahora, respiramos en retroceso por todos los chakras - bajando, haciendo el sonido más bajo conforme retrocedemos- de modo que cuando volvemos a alcanzar el primer chakra tenemos una vez más un sonido profundo. Existen tres ciclos de respiración, ascendiendo por los chakras y después descendiendo, cada ciclo toma aproximadamente diez minutos. Al final, nos sentamos en silencio por unos diez o quince minutos sólo para sentir y reconocer toda esa energía que ha sido generada, la cual, por cierto, es muchísima. Es una meditación muy poderosa. La respiración chakra abre energías en cada chakra y los hace más accesibles. Después que se ha practicado la medi tación varias veces, se puede experimentar un sentimiento de unidad entre todos los otros chakras, un sentido de integración del sistema de energía como un todo. Este ejercicio lo encuentro sumamente útil para movilizar energías en todos los segmentos reichianos, que entonces ya podremos trabajar en una gran variedad de formas, entre ellas la liberación emocional y el trabajo tántrico de parejas. EXPLORACIÓN DE LA ENERGÍA CHAKRA Para profundizar más en el trabajo chakra, es recomendable que todos tengan una colchoneta sobre la cual recostarse, esto servirá para realizar un ejercicio llamado "exploración de la energía chakra". Ahora que los chakras han sido cargados de energía, quiero que investiguen cada uno a detalle. Yo veo los chakras como puertas de acceso de expresión de diferentes cualidades de la energía humana. Así como la luz se separa en los siete colores del arcoíris, cada chakra enfoca la energía de vida con distintos "lentes", desde el más simple y la vibración más baja en el primer chakra, a los más altos, sutiles y complicados en el sexto y séptimo chakra. Cuando de manera consciente entramos y nos concientizamos sobre un chakra en particular, podemos encontrar losproblemas contenidos y expresados ahí. Este ejercicio de exploración trabaja de manera simultánea con los segmentos físicos y con asuntos mentales-emocionales que se han acumulado en estas áreas. ► Iniciamos en la posición básica de respiración, tendidos sobre nuestra espalda en una colchoneta, las rodillas levantadas y dobladas, las plantas de los pies firmes sobre el suelo. Primero, cargamos energía, respirando hacia el vientre, después gradualmente expandemos nuestro centro para incluir el diafragma y el pecho. En este ejercicio accederemos a cada chakra vía visualización de su posición en el cuerpo, respirando hacia ese lugar, permitiendo que sonidos salgan de nuestras gargantas y bocas y, conforme la exploración avanza, permitir que el cuerpo se mueva en cualquier manera sugerida por la energía. Inicialmente está el primer chakra. Aquí se pueden conectar con experiencias sexuales del pasado o traumas sexuales. También pueden contactar energías animales al desnudo, deseos animales que quieren sexo, que quieren comida, y lo quieren ahora. Un tipo defisicalidad inmediata, lujuriosa que reside aquí, en este chakra. Les sugiero mover esta parte del cuerpo, así que pueden menear o girar la pelvis, balancear las piernas, patalear. Si entran en contacto con energía animal pueden gruñir, rugir, mostrar los dientes, transformar sus manos en garras. Mientras más profunda es la exploración, la gente con frecuencia conecta el enojo o sentimientos básicos sexuales. Todo es primitivo, estruendoso, así que recomiendo poner música estridente para promover la expresión. Los tambores africanos funcionan bien para el primer chakra. También es posible que surjan recuerdos en forma de pensamientos o imágenes, asociados con asuntos sexuales o animales. Les sugiero que trabajen con estas imágenes, repitiendo cosas como "¡lo quiero!, ¡es mío!, ¡lárgate!, ¡dámelo!" No sólo estamos lidiando con energías negativas. El primer chakra también puede ser disfrutado y vivido como una celebración de pura presencia física y vitalidad animal. Algunos podrán sentir muy poco en este chakra y pueden experimentar un tipo de entumecimiento, y esta reacción puede ser encontrada en cualquiera de los chakras, y puede traducirse como fuerte bloqueo o represión en esta área. Este también es un descubrimiento valioso. Muestra una región sobre la que será necesario remover la armadura. Exploramos el primer chakra por unos 7 minutos, y después, sin detenernos en el segundo chakra, vamos al tercero: el centro del poder. El primero como el tercer chakra representan fuertes energías expresivas, desinhibidas. Al inicio de la exploración expliqué que empezaríamos trabajando con las energías salientes -el primer y tercer chakra- para después, cuando esas fuertes energías hubieran sido expresadas, exploráramos el segundo y cuarto chakra, que son más interiores, más receptivos. Les recuerdo que el tercer chakra es donde se desarrollan los conflictos, donde se activan nuestra competitividad y sentimientos de lucha. Es nuestro centro de fuego, desde donde emerge una afirmación del "yo" que puede ser muy estimulante, donde sentimos nuestra propia fuerza e independencia. Los participantes pueden sentir debilidad y recuerdos de quiebres emocionales -sensaciones como "no puedo con esto", "no puedo hacerlo". Usen palabras, recuerden conflictos específicos con otros, digan las cosas que tienen que ser dichas, muevan su cuerpo para acentuar las emociones. Pueden golpear la colchoneta con los brazos, gritar con enojo, llorar por debilidad, quizá hasta se pueden golpear el pecho como gorilas machos que anuncian su poder y dominio. Una vez investigado el tercer chakra, nos bajamos al vientre, el segundo chakra, que contiene una energía muy diferente y mucho más suave. Mientras nos adentramos al mundo del vientre, mucha gente inmediatamente empieza a llorar, especialmente con asuntos relacionados con la madre, recordándoles de cuando eran bebés; cuanto necesitaban el amor, cuidado, alimentación y apoyo de la madre. Pero también pueden tener recuerdos placenteros, reviviendo la reconfortante energía materna que proporcionaba una sensación de confianza y seguridad, pero aquí también llevamos heridas por abandonos, de cuando no obteníamos lo que queríamos, de cuando la madre se ausentaba. También menciono cómo los sentimientos conectados con lo maternal reviven en futuras relaciones con novios y novias, esposos, esposas y amantes, que crean exigencias y actitudes como "ahora eres mi novio y tienes que ser mi papá", "te necesito tanto que si me dejas, muero". Estos sentimientos han estado con nosotros desde la infancia. No es que en realidad vayamos a morir si el amante nos abandona, pero con frecuencia así se siente debido a experiencias traumáticas en nuestros primeros años. Desde el vientre avanzamos hasta el cuarto chakra: el corazón, el cual contiene un tipo suave de energía similar a la del segundo chakra. Es aquí donde nos preocupamos por la gente. En el corazón descubrimos nuestro deseo de compartir con otros, nuestros sentimientos de amor, de querer dar. En el corazón, también, nos hemos puesto una armadura para proteger heridas por rechazo y anhelos no cumplidos, que se manifiestan en forma de dolor, tristeza y lágrimas. También es desde el corazón desde donde se perdona a quienes nos han lastimado, o desde donde se pide perdón a quienes hemos lastimado. Menciono estas cosas como detonadores para ayudar a liberar las emociones reprimidas. Las manos son extensiones del corazón. Los invito a estirar las manos, quizá hacia alguien, o hacia algo, o bien, sosteniendo una almohada que represente a una persona, expresando palabras del corazón que desean ser dichas. El cuarto chakra también puede ser muy regocijante ya que la gente se conecta con la enorme capacidad del corazón de expandirse con amor, radiando su energía sanadora, incluyendo a todo el mundo en su abrazo de amor. Ya que hemos estado en el corazón por algunos momentos, siéntense en una posición cómoda, con la espalda recta. Esto es de utilidad en la exploración de los tres chakras superiores, para conectarse con un movimiento de energía ascendente que nos transporta más allá de lo animal, y hasta más allá de lo humano. Conduzco a la gente a través del quinto, sexto y séptimo chakra, donde podrán descubrir una sensación de amplitud, de un cielo interno claro. Aquí es donde la conciencia humana se empieza a sentir en libertad, donde podemos vivir la sensación ilimitada de un cielo abierto en nuestro interior. Será diferente para casi todos, pero sé que la mayoría podrá sentir esa sensación de energía que se expande, que asciende, que va más allá de las fronteras limitadas del cuerpo que se conecta con lo que es divino en nuestro interior, con una cualidad del "más allá", un sentido de ser único. Es importante que, en este estado superior de conciencia, no olvidemos arraigar la vivencia, así que les recuerdo que este ser divino deberá ser anclado al cuerpo físico. Son dos polaridades entre animal y espíritu; ambas son necesarias en la experiencia total de ser humano. Con música de flauta para meditación también se puede recorrer desde la base de la columna vertebral trepando por los chakras, resaltando el arcoíris de colores que encontraremos en el recorrido, para finalmente entrar al cielo azul de nuestro espacio interior. Para finalizar, una cita de Osho en la que habla sobre la importancia de tener tanto raíces como alas: "Las raíces se clavan en la tierra para mantenernos arraigados al cuerpo, y las alas para volar el cielo interno hacia el más allá que llama a nuestro espíritu. Arroparnos en esta polaridad nos brinda una sensación de entereza". En este punto de nuestro recorrido tántrico, Reich ha quedado atrás, porque aunque habla de la gratificación sexual, felicidad física y hasta del amor, la dicha de la meditación nunca fue parte de su vocabulario. Abordó lo animal y humano, pero nunca desarrolló un sentido claro sobre nada fuera de ese alcance.Reich exploró la dimensión cósmica, en el sentido de que habló sobre la energía orgón que llena el espacio, y desarrolló teorías sobre la formación de la galaxia a través de la dinámica de "superimposición cósmica". Una fuerza que también subyace en nuestras formaciones climáticas planetarias, que se mueven en espiral alrededor de centros de baja y alta presión. Sin embargo, habló como físico, no como un místico. Estoy segura de que en más de una ocasión se sorprendía de la naturaleza profunda de sus descubrimientos, pero su posición religiosa condenatoria -el mayor opresor del espíritu humano- bien le pudo haber impedido explorar esa dimensión espiritual. En muchos de sus discursos, Osho habla de Reich con gran afecto, diciendo que, de haber vivido en India o en el Oriente, Reich se hubiera iluminado. El trabajo que llevamos a cabo con los chakras, tanto la técnica de respiración como los ejercicios de exploración, tienen un impacto profundo en la mayoría. Les sugiero que después de este ejercicio, tal vez un día después o incluso unas horas, busquen papel y crayones. Los invito a dibujar sus experiencias, plasmando la forma, el color y la expresión de su energía conforme se desplazaba a través de los chakras para dar una oportunidad de integrar la vivencia. Esto podrá ser como una ducha de agua fría para aquellas almas románticas que anhelan la unión duradera con el ser amado, pero comprender la soledad esencial del ser humano son los cimientos más importantes para la meditación. También es una buena preparación para embarcarse en la siguiente dimensión de la travesía tantra: la dinámica de las energías femeninas y masculinas, y el círculo de luz que puede unificarlas. "YO TARZÁN, TÚ JAN E" YA PASÓ MUCHO, MUCHO TI EM PO desde que el atleta estadounidense Johnny Weissmuller se convirtió en actor y pronunció estas inmortales palabras, cautivando a audiencias alrededor del mundo con su caracterización de Tarzán, el rey de la selva. Muchos otros actores, antes y después, han caracterizado al carismático, héroe salta-árboles creado por Edgar Rice Burroughs -existen 45 películas protagonizando a Tarzán- pero casi todos concuerdan en que nadie iguala a Johnny. Junto con Maureen O'Sullivan, la despampanante actriz irlandesa que interpretaba a Jane Parker, Weissmuller logró capturar la esencia de masculinidad para una generación de cinéfilos en las décadas de los treinta y cuarenta. Tarzán y Jane nunca hicieron el amor frente a las cámaras. De hecho, después de una atrevida escena donde danzaron desnudos bajo el agua, la química sexual entre Weissmuller y O'Sullivan fue disuelta para que su taquillero atractivo pudiera extenderse a audiencias de familias, niños y todos lo demás. Pero cuando Tarzán se llevaba la mano a la boca y emitía su famoso grito de la selva, "iooohooohooo, ooohooo!", Jane sonreía sabiendo que su hombre regresaba a su nido de amor en la copa de los árboles para otra noche de pasión fuera de las cámaras. También sabía que si se metía en problemas -caníbales, enormes monos y cocodrilos hambrientos eran algunos de los peligros que la joven mujer podía encontrar en sus correrías por la jungla-Tarzán vendría columpiándose en las lianas de los árboles, la levantaría, la enrollaría a sus hombros y la alejaría del peligro. Los estereotipos masculinos y femeninos han cambiado bastante desde los días de Weissmuller y O'Sullivan. La mujeres han impuesto su libertad de los papeles convencionales de esposas, madres, amas de casa y cocineras, ganando acceso a múltiples áreas de la sociedad -por ejemplo, la política, los negocios y deportes. Naturalmente, nuestras películas reflejan las cambiantes tendencias. Las féminas indefensas son cada vez menos comunes. Hoy en día, si esta sufriendo una crisis ante las cámaras, es muy posible que sea rescatada tanto por los Ángeles de Charly como por un semental vestido en un esmoquin. Pero la liberación también trae su parte de confusión para ambos géneros. Las mujeres que luchan por superarse en un mundo de hombres no necesariamente se sienten más contentas por ello. Los hombres que tratan de ser más suaves, comprensivos y complacientes muy a menudo se encuentran con el síndrome de "los hombres buenos terminan últimos" mientras ven a la mujer de sus sueños caminar al lado de un pedante sexista. Cuando volé a India a mediados de los setenta escapaba del continuo debate de géneros en los Estados Unidos y llegué a una comuna de hombres y mujeres donde algo muy distinto estaba ocurriendo. Osho, en sus discursos, enfatizaba la importancia de la diferencia de géneros. Decía que, en lo que se refiere al sexo, el amor y el tantra, los hombres y mujeres deben ser tan diferentes como sea posible. En otras palabras, un hombre debe ser un hombre, y una mujer debe ser una mujer. ¿Cuáles son las diferencias básicas de géneros? Las listas pueden ser largas, pero éstas son unas cuantas cualidades a propósito del tantra. Cualidades masculinas: activo, energéticamente moviéndose hacia afuera, aventurero, racional, protector y proveedor. Los cuerpos tienden a ser angulares y sólidos. Cualidades femeninas: receptivas, energéticamente moviéndose hacia adentro, creadoras de hogares, intuitivas, criadoras y protectoras. Los cuerpos tienden a ser suaves y redondos. El universo natural que nos envuelve es en esencia una danza de energía entre tales polaridades contrastantes. Día y noche, verano e invierno, masculino y femenino, estancamiento y flujo... La energía necesita movimiento, y mientras más marcadas sean las polaridades, mayor será la carga de energía que puede fluir entre ellas. En el mundo del tantra, esto tiene claras implicaciones. Un hombre de tipo femenino y una mujer de tipo masculino, que se unan al hacer el amor, muy probablemente no podrán crear una carga fuerte de energía. Un hombre que exude testosterona y una mujer suave, receptiva tendrán una mayor oportunidad de una química dinámica, que genere una mayor carga para disfrutar orgasmos más profundos. Esto no significa que tengamos que regresar a la jungla con Johnny y Maureen. Pero sí sugiere que prestemos más atención a la naturaleza y menos a las ideas políticamente en boga sobre la fusión de géneros. No obstante, la visión de Osho del tantra es multidimensional y puede ser fácilmente malinterpretada. Su énfasis sobre las diferencias sexuales no quiere decir que las mujeres deban evitar la exploración de su energía masculina, o que los hombres no deban conocer su lado femenino, su "mujer interior". Por el contrario, en un grupo de una semana de liberación de mujeres, desarrollado bajo su orientación, las participantes pasan tres días vestidas y comportándose como hombres -tan sólo para familiarizarse con la polaridad opuesta en su interior. Un grupo de liberación de hombres, basado en lineamientos similares, le da a los participantes masculinos la oportunidad de pasar tres días como mujeres. Y, como ya lo mencioné antes, cuando vivía en la comuna de Osho en Oregón, trabajé en la construcción -una actividad de hombres muy física y desafiante-y disfruté cada minuto de la misma. La invitación, como yo entiendo a Osho, es experimentar todo, el espectro conjunto de la energía masculina y femenina, mientras al mismo tiempo entendemos la polaridad básica del flujo de energía en el cuerpo humano. Es bueno para una mujer conocer sus cualidades masculinas, y poder acceder a ellas cuando sea necesario, pero sería frustrante y una autoderrota para esa mujer, anteponer estas cualidades a su naturaleza predominantemente femenina. Lo mismo pasa con el hombre. Energética y físicamente, un cuerpo masculino está diseñado muy diferente al cuerpo femenino, y esta diferencia deberá ser conocida si es que vamos a disfrutar y explorar el potencial para el placer que estas diferencias ofrecen. Una de las cosas más importantes a entender es que los chakras en el hombre y en la mujer se cargan de manera opuesta. El primer chakra en el hombre es de carga positiva. Esto es obvio porque elórgano sexual está diseñado para penetrar la vagina de la mujer. En su centro sexual, la mujer es el polo negativo, su órgano sexual crece hacia adentro y está diseñado para recibir el pene. Es un hecho biológico y evidente, y la energía sigue el diseño físico. No es sólo el semen el que entra al cuerpo de la mujer durante el acto sexual. La energía del hombre fluye hacia la mujer en este chakra. Por eso recordé a Tarzán y Jane cuando inicié este capítulo. El primer chakra gobierna el cuerpo físico y los órganos sexuales, y aquí un hombre necesita ser hombre, una mujer necesita ser mujer, y así es. En el segundo chakra, en el bajo vientre, la mujer se carga positivamente y el hombre de forma nega tiva. Ya que este chakra gobierna las emociones y sentimientos, esto explica por qué tantos hombres temen a las emociones de las mujeres -la naturaleza los ha puesto en el extremo receptor de una fuerte, intrusa energía, y esto puede ser una experiencia atemorizante. Tanto como una mujer teme ser apabullada por la agresión sexual masculina en el primer chakra, así el hombre teme ser apabullado por la emoción en el segundo, en especial cuando ésta toma la forma de lágrimas y berrinches. También explica el porque la mujer necesita de más juegos sexuales previo a hacer el amor que el hombre. Una mujer es seducida hacia el sexo a través de su segundo chakra. Necesita ser cortejada con chocolates, flores, caricias sensuales, palabras dulces y abrazos, y hasta entonces su segundo chakra cargado positivamente le envía un mensaje a su primer chakra negativamente cargado. El mensaje dice que está bien permitir que el hombre entre. En el tercer chakra, la polaridad cambia otra vez; la energía del hombre se vuelve positiva y la de la mujer negativa. Por eso a los hombres les gusta gritar . El ruido resuena en el centro de poder y trae una sensación de fuerza. También explica por qué los hombres se sienten más cómodos en el enojo que en las lágrimas. En el cuarto chakra, la polaridad vuelve a cambiar: la mujeres positiva, el hombre negativo. No es sólo la leche lo que emana del pecho de la mujer cuando alimenta al bebé. La energía de amor de su chakra del corazón se va con ella, irradiando y nutriendo a la criatura energéticamente, haciéndola sentir deseada y amada. Le cuesta trabajo al hombre recibir el amor de una mujer, porque, de algún modo, se convierte en niño otra vez, al recibir la energía nutriente de la mujer. Y, por supuesto, explica la fascinación del hombre por los pechos de la mujer -no ha olvidado lo satisfactorio que era mamar de ahí cuando era bebé. Por arriba del cuarto chakra, la polarización no es tan fuerte, y en el séptimo chakra todas las polaridades se fusionan en una. Uno de los efectos interesantes de la polarización es que, desde la perspectiva del tantra, es posible crear círculos de energía que fluyan entre hombres y mujeres, especialmente entre el primer y el cuarto chakras. Antes de explicar cómo conduzco a la gente hacia la experimentación con estos círculos, necesito presentarles un antiguo texto espiritual de la India llamado Vigyan Bhairav tantra. Traducidas, estas tres palabras en sánscrito significan "técnicas para ir más allá de la conciencia", título apropiado porque los sutras de este texto contienen no menos de 112 métodos de meditación. La palabra "tantra" en este contexto, no se refiere a técnicas sexuales, aunque varias son mencionadas en la escritura. En la antigüedad, tantra únicamente significaba "método" o "técnica", así que Vigyan Bhairav tantra es una lista completa de todos los métodos de meditación conocidos. Los escritos fueron recopilados por místicos iluminados, cuyos nombres han sido olvidados desde hace mucho tiempo. Sin embargo, quienes hayan sido, se inclinaban por un estilo literario poético y dramático, y entonces presentaron sus técnicas en la forma de instrucciones espirituales, dadas por el señor Shiva a su consorte Devi. Devi le hace preguntas a Shiva, como un discípulo cuestionaría a un maestro, y Shiva responde. Pero Devi es mucho más que un discípulo. Es la parte femenina de Shiva y su amante. De hecho, ambos son representados algunas veces como uno solo, como en la estatua de Shiva conocida como Ardhanarishwar, donde es mostrado mitad hombre, mitad mujer. Entonces éste es un dialogo entre ambos amantes. A principios de los setentas, Osho dedicó muchas pláticas a estos diálogos, abordando los 112 métodos de meditación y poniendo especial atención a uno diseñado especialmente para mujeres. Decía que era un fenómeno inusual porque, como todos sabemos, la religión y espiritualidad en el pasado fueron dominadas exclusivamente por hombres. Aun cuando se involucraba a mujeres, como la joven médium que, bajo la influencia de substancias tóxicas, hacía pronunciamientos para el oráculo de Delfos en la antigua Grecia, eran controladas por sacerdotes hombres. Así que para que los místicos de Vigyan Bhairav tantra hayan diseñado este método para mujeres hace miles de años -mucho antes que nadie hubiera escuchado las palabras "liberación femenina"- es en realidad un pequeño milagro. Para esta técnica de meditación en particular, Shiva le da instrucciones a Devi, "siente las finas cualidades de la creatividad permeando tus pechos y adoptando posturas delicadas". Al comentar sobre esta técnica, Osho empieza por definir la atracción básica entre hombres y mujeres como la existente entre polos opuestos. Energéticamente, ve a hombres y mujeres como dos circuitos eléctricos en mitades, que buscan su complemento uniéndose en un abrazo de amor. Para una mujer, el polo positivo más fuerte en su cuerpo se localiza en el área del pecho y por eso Shiva le da instrucciones a Devi para poner su atención en ese lugar. Cuando una mujer se concentra en su pecho de manera relajada y calmada, sentirá una profunda dulzura que irradia desde esta región, cubriendo todo el cuerpo y pulsando a su alrededor como un aura. Osho puntualiza que los hombres no pueden meditar de esta forma. Si el hombre se concentra en su pecho se sentirá inquieto, incomodo, pues en la mitad masculina del circuito humano esta área se polariza negativamente. La carga positiva más fuerte en el hombre se localiza en su centro del sexo, así que en un tipo de meditación paralela deberá enfocar su atención a la base del pene. Aun así, la energía no tendrá la misma calidad dulce, amorosa que en la mujer, porque los pechos de la mujer están conectados íntimamente con su chakra del corazón y su energía de amor como madre. Profundizando en las instrucciones de Shiva a Devi, Osho dice que las polaridades opuestas en los cuerpos masculinos y femeninos crean las condiciones para que entre ellas se de un círculo de energía. El hombre da su energía en el primer chakra, donde la mujer la recibe y canaliza hacia la columna vertebral, regresándosela al hombre a través del pecho. Él recibe la energía en el pecho y la canaliza a su primer chakra, regresándola otra vez a la mujer. Este círculo de energía se puede dar de forma espontánea haciendo el amor, pero no es común porque ambas partes necesitan estar relajadas, abiertas, en un entorno de meditación para que fluya la energía. En la pulsación tántrica, mi meta es brindar a los participantes una vivencia sólida de energía circulante entre el primer y el cuarto chakras, porque este es el lugar más fácil para darle a la gente una probada de cómo funciona el tantra. Este ejercicio se llama "círculo de luz". ► Primero, explico la polaridad masculino-femenina y la oportunidad que esto conlleva. Después guío al grupo hacia una pulsación suave, asumiendo la posición básica de respiración: recostados sobre una colchoneta, las rodillas levantadas, las plantas de los pies sobre el suelo. Con cada inhalación la pelvis se balancea hacia atrás, presionando el coxis sobre la colchoneta. Con cada exhalación, la pelvis se sacude hacia el frente, levantando los genitales de la colchoneta. Cuando la gente encuentra el ritmo pulsante de este ejercicio, sientecomo si la pelvis estuviera haciendo la respiración, acarreando un flujo de energía hacia la parte baja del cuerpo. Una vez que se ha establecido el ritmo de la respiración, les pido a los hombres que posen sus manos suavemente sobre sus genitales, y las mujeres sobre su pecho, suavemente para que entren en contacto con su polo positivo más fuerte. "Imaginen que pueden respirar a través de este punto, a través del chakra positivo", sugiero. Poco a poco, conforme más se adentran en la respiración, los invito a que permitan que sus manos expresen este movimiento de energía saliente, alejándose del cuerpo en la exhalación, como montados en una ola ascendente que inicia en este punto. En la inhalación, las manos regresan al cuerpo, reposando suavemente sobre el polo positivo, como al inicio. Después de unos minutos, los invito a completar el círculo respirando a través del polo receptivo o negativo. Para las mujeres, el círculo completo es de la siguiente manera: La mujeres exhalan a través del pecho, permitiendo que sus manos se alejen del cuerpo para después arquearse en un semicírculo hacia su centro del sexo, donde inhalan, imaginando mientras tanto que la energía entra al cuerpo dirigiéndose hacia la columna vertebral, para llegar al pecho otra vez. El círculo de los hombres Los hombres exhalan por el centro del sexo, levantando las manos y haciendo un semicírculo hacia el cuarto chakra, para después inhalar, imaginándose que la ener gía fluye a través del pecho y hacia la columna vertebral, llegando al centro del sexo otra vez. Mientras tanto, el movimiento de la pelvis continúa para ambos sexos, manteniendo a todos arraigados en la pelvis, generando energía. El ejercicio continúa para un total aproximado de treinta minutos con cada miembro, explorando cómo hacer un círculo con su propia energía. Después de un breve descanso, le pido a la gente que camine por el salón, que convivan, que elijan a alguien con quien se sientan a gusto. En cuanto a los aspectos positivos de los sentimientos pares, presento un ejercicio en el que los compañeros activos exploran el dar con la cualidad del amor, mientras que los compañeros pasivos reciben con la cualidad de la confianza. En mi experiencia, ser receptivo es la mitad más dificil de esta polaridad de energía, porque recibir significa tomar a alguien más dentro de su sistema de energía. Esto requiere de confianza; de permitir que alguien más entre. Las parejas se sientan unos frente a los otros, empezando con un namaste y viéndose a los ojos. Después de dos minutos, les pido a los hombres cerrar los ojos y permitirse entrar en un estado de receptividad. Invito a las mujeres a ver el rostro de este hombre, sentado frente a ellas, con ojos de amor, con un sentimiento de estar viendo al ser amado -alguien por quien se preocupan- y permitir que este sentimiento alcance al hombre como un flujo de energía de amor. El hombre permite que esta energía lo bañe, permite recibir de la mujer. Las mujeres han sido entrenadas para estar del lado receptivo, e inevitablemente tienen heridas en torno a esto. Han sido abusadas, o no escuchadas -de alguna manera ignoradas. Pero quiero darles una oportunidad para que se acerquen al hombre primero. Permitir que el hombre sea el extremo receptivo, lo cual es en sí un desafio, el ir contra natura en cuanto al condicionamiento masculino. Les pido a las mujeres tomar las manos del hombre y permitir que su energía de amor corra desde sus corazones, por sus brazos y hasta las manos de sus parejas. Después, algunos minutos más tarde, gradual y lentamente, que empiecen a tocar el rostro del hombre, acariciando la piel, con tanto cuidado y suavidad como puedan. No es un masaje, es más bien una caricia; no es tanto un hacer, es más una presencia, como si el campo de energía de la mujer pudiera penetrar el campo del hombre y enviar su amor. Por lo común, durante esta etapa, le debo recordar a los hombres, un par de veces, que no hay nada que hacer, porque cuando los hombres sienten el toque de una mujer piensan que deberán responder de algún modo, tomándoles la mano, o posando una mano sobre la rodilla de la mujer -es muy dificil para ellos únicamente recibir. Invito a las mujeres a cambiar de lugar, si lo desean, moverse detrás, o al lado del hombre, sin dejar de tocar en una forma amorosa, generosa, la nuca, el cuello, los hombros. Después de quince minutos, cierro esta parte del ejercicio, pidiendo a las mujeres que una vez más se sienten, frente al hombre, cara a cara, y al hombre le pido que abra los ojos y mire a la mujer que le ha estado dando. Por lo general, este es un momento muy conmovedor. Si el hombre realmente se ha permitido recibir, entonces al abrir los ojos pueden nacer lágrimas de agradecimiento, con sentimientos como "caramba, nadie me había tocado así, sin que yo tenga que dar nada a cambio..." Entonces, cambio los roles, la mujer recibe, el hombre da. Es una experiencia hermosa y también la uso en grupos ordinarios de pulsación, como una manera fácil y sencilla para relajarse y recibir inusual ternura. Cuando, ya es hora de comer, la invitación es para que hombres y mujeres permanezcan en contacto físico todo el tiempo, mientras caminan, se sientan, comen, fuman... siendo la única excepción al ir al baño. No podrán tener contacto con ninguna otra persona. El propósito es mantener la atmósfera de energía que hemos creado durante la sesión matutina, para que nos acompañe durante la tarde. Como con todos los ejercicios, la gente tiene diferentes niveles de disfrute y de totalidad. Algunas de las parejas se disuelven inmediatamente, porque alguno de ellos simplemente no quiere hacerlo; sintiéndose muy confinado o atrapado. Pero la mayoría pone su mejor esfuerzo y cuando todos han regresado de la comida puedo ver que la calidad de energía fundida se ha sostenido. Sin cambiar pareja, la sesión vespertina será para atraer al hombre y a la mujer al Círculo de Luz. ► Sentados sobre la colchoneta, frente a frente, hombres y mujeres posan sus manos sobre sus propios polos positivos y, respirando profundamente, empiezan a crear un círculo de energía en ellos, como lo hicieron en la sesión matutina. En la exhalación, las manos de la mujer se arquean en un semicírculo desde su pecho hasta sus genitales, para después volver a recorrer el cuerpo hasta el pecho, durante la inhalación. Las manos del hombre se arquean desde los genitales hasta el pecho en la exhalación, para después recorrer el cuerpo en la inhalación. Aunque no se están tocando, ni se están mirando, las parejas están interactuando energéticamente -tan sólo por estar frente a frente. Conforme exhale, las manos del hombre se alejan de su centro del sexo hacia el centro del sexo de la mujer. Conforme ella exhale, las manos de la mujer se alejan de su centro del corazón hacia el pecho del hombre. No respi ran al mismo ritmo pero se empieza a establecer un flujo. Les explico esta dinámica a los participantes y los invito a incluir a su pareja en su círculo de energía. Ahora el círculo no pasa sólo por una persona. Aunque sus ojos están cerrados, la mujer da su energía al hombre desde su pecho, visualizando cómo entra por el pecho del hombre, hacia su espina dorsal y sale por su centro del sexo. Ella la recibe en su propio centro del sexo y, respirando profundamente, la canaliza hacia su espina dorsal hasta su pecho. El hombre hace lo mismo, desde su polaridad, empezando en el primer chakra, visualizando la energía moviéndose hacia la espina dorsal de la mujer para después salir por su pecho, recibiéndola el hombre en el suyo. Después de un tiempo, le pido a los dos que abran los ojos y se conecten visualmente, continuando con el movimiento de manos y sintonizándose con el ritmo de sus respiraciones. Conforme el circulo se armoniza se empieza a desarrollar un tipo de intimidad. Finalmente, invito a que la pareja se abrace, usando la posición que ya explique, continuando con la visualización del círculo de energía que fluyeentre ellos. Ahora los polos se tocan fisicamente y la energía, se puede mover con más fuerza, moviéndose desde el centro del sexo del hombre hacia el sexo de la mujer, desde el pecho de la mujer hasta el pecho del hombre. Al principio, sugiero que respiren en el mismo ritmo para que se familiaricen con el ejercicio y se relajen con el flujo de energía. Después, sugiero que prueben una variación, el hombre inhalando mientras la mujer exhala, y el hombre exhalando mientras la mujer inhala. Pero mi prioridad es mantener las cosas de manera sencilla. No quiero que la gente pierda contacto con la energía debido a demasiadas instrucciones y visualizaciones complicadas. Por la misma razón, no enfatizo el movimiento fisico, tan sólo un ligero meneo, porque quiero mantenerlos alejados del aspecto "hacer" que pudiera rápidamente convertirse en un tipo de arremetidas sexuales. Ésta es una tendencia natural, pero existe un gran peligro al cambiar hacia el desempeño, en lugar de la experiencia sensorial, o sea cortar la energía. Las parejas pasan unos quince minutos en este abrazo y posteriormente les pido que se separen con lentitud, lo cual es más bien dificil, especialmente para aquellos que se han fusionado energéticamente y de modo misterioso se han desvanecido en el ejercicio. No obstante, suavemente insisto en la separación. En mi experiencia, es dificil para la gente mantenerse alerta y consciente - sensible al flujo de energía- durante este período de tiempo, sin perder el hilo, sin divagar en pensamientos y fantasías, o sin excitarse sexualmente. También es fácil para una pareja excitarse e ignorar al otro, cabalgando con esa energía en una dirección que es demasiado íntima o sexual. Algunos fácilmente se conectan con el Círculo de Luz y con el placer que esto trae. Los hombres con frecuencia se sorprenden de la dulzura y cualidad de nutrir que reciben del pecho de la mujer; casi como la leche materna, mientras las mujeres algunas veces se encantan por su capacidad de disfrutar y recibir la energía sexual masculina sin ser físicamente penetradas. Para algunos es dificil, poder relajarse, pero todos de una forma u otra participan en la meditación. Por eso no hago hincapié en una técnica exacta, por eso apoyo a la gente para que no se preocupe en caso de que pierdan el ritmo. Lo recuperarán en algún momento, y hay tanta energía moviéndose en el salón que todos tienden a ser afectados. El ejercicio termina con las dos parejas sentadas por separado, con los ojos cerrados, absorbiendo y asimilando la vivencia. Hay tiempo para una segunda ronda y por eso les pido a los asistentes que repartan a todos una venda. Cuando todos se han tapado los ojos, les pido a las mujeres que lentamente se pongan de pie para que los asistentes y el staff las puedan conducir suavemente hacia nuevas parejas, donde se sientan frente a ellos. Con frecuencia, la gente seleccionada para grupos de tantra están dentro de ciertos estereotipos o imagen: alguien que les sea atractivo; alguien de buen ver o joven... existen muchos factores detrás de la selección, adicionales a la compatibilidad energética. Un hombre puede tener la idea de que le gusta cierto estereotipo de mujer, pero en realidad no fluye ninguna energía entre ellos -es tan sólo una idea. Una cita a ciegas ofrece la oportunidad de estar con alguien a quien no escogimos, donde los criterios de juicio no pueden ser usados. Es una experiencia emocionante, también un poco aterradora, porque no sabemos quien esta con nosotros. Mi esperanza, por supuesto, es que la gente se sienta placenteramente sorprendida por la capacidad de disfrutar de un total desconocido con quien interactúan únicamente a través de la energía. Finalmente, cuando se termina la estructura y se separan, invito a todos a quitarse las vendas y ver a la persona con quien han estado. Por lo general hay sonrisas y risas, un tipo de reconocimiento de intimidad compartida. Otra opción -también muy interesante- es llevar a las parejas a áreas separadas del salón antes de quitar las vendas. Así nunca sabrán con quién hicieron el Círculo de Luz. También es posible crear diferentes círculos entre las parejas tántricas, usando otras polaridades. Por ejemplo, usted puede crear un círculo entre el primer y segundo chakras, pero aquí el riesgo es que se tornará muy sexual porque ambos chakras se localizan en la sección animal del cuerpo, en el área instintiva. Cuando un círculo incluye al corazón el acento es diferente, de abajo hacia arriba, de lo animal a lo divino -una cualidad emergente desde abajo que desacentúa un encuentro meramente sexual y sensual. Y esto, para mí, es importante, porque el tantra envuelve a todo el espectro de la vivencia humana: un puente entre sexo y súper conciencia. Al terminar la tarde, me encuentro satisfecha de que todos hayan participado en el experimento. Cada participante habrá pasado por una experiencia ligeramente diferente, para algunos más profundamente placentera y estática que para otros, pero el hecho de que hayan permitido que gente relativamente desconocida se les haya unido en este tipo de abrazo de energía, es una cosa más bien radical. Aún más, estas lecciones sobre sensibilidad, intimidad y flujo de energía se pueden llevara casa como claves, como consejos, para ser usados en relaciones más personales, más íntimas -algo para explorar con el ser amado. Entonces puede ser que la unión con un miembro del sexo opuesto en el Círculo de luz lleve la experiencia tántrica a su fin, porque la mayoría de talleres de este tipo tienden a acentuar la canalización de energía sexual a través del cuerpo como el último acto tántrico. Pero para mí, el tantra es una experiencia mucho más multidimensional, más un estilo de vida que una exploración sexual, así que la siguiente etapa de mis talleres de Pulsación tántrica está diseñada para algo radicalmente distinto y a la vez único -lo explicaré en el último capítulo. "iEL SURF ESTÁ DE MODA!73 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS CINCUENTA, esta conocida exclamación, pronunciada por jóvenes aventureros, que buscaban diversión, inició una subcultura de música, películas, moda y lenguaje a medida que más y más gente se alborotaba por el hecho de que flotar en un pedazo de madera largo y pulido, a unos noventa metros de la costa, esperando por la ola correcta para montarla, podía producir emoción y estimulación que no se podía encontrar en tierras firme. La alegría pura de balancearse en una plataforma angosta, resultó ser muy tentador. El arte de deslizarse no era nuevo. Surgió en Hawai hace cientos de años, y en 1779 la tripulación del capitán Cook fueron los primeros hombres blancos en ver este deporte, maravillándose por la valentía y pericia de los deslizadores nativos. "La osadía que les vimos para vencer esas difíciles y arriesgadas maniobras, era ante todo asombrosa, y es ape nas creíble", narró uno de los marineros ingleses, quienes en su mayoría no sabían nadar. Pocas décadas después, en 1820, los misioneros puritanos invadieron las islas de Hawai para "civilizar" a la población y, en congruencia con sus creencias, percibieron el deslizarse como una manera hedonista de perder el tiempo, su desaprobación casi logró extinguir el deporte. Pero un club comprometido, irreverente formado por playeros de la isla lo repopularizó a principios de 1900 y pasaron la estafeta hacia tierra firme, infiltrando la cultura americana y finalmente dando origen a un nuevo sonido en la música. "Todos a deslizarse, a deslizarse en U.S.A." decía el popular grupo Beach Boys a principios de los 1960 y desde entonces la imagen del deslizamiento se ha arraigado en nuestra cultura. Hoy, millones de personas alrededor del mundo, quienes en su mayoría jamás han paseado con su tabla en dirección al mar, pasan horas sentados frente a sus computadoras para "deslizarse en la red", cambiando de sitio en sitio, siguiendo de un vínculo hacia otro. El imaginario de la palabra deslizarse sugiere una mezcla delicada de iniciativas personalesy da paso a fuerzas más allá del control individual: usted elige la ola, pero la energía es de la ola sobre la que usted se monta. Tú usas esa fuerza para conducir el rumbo, pero el poder no es tuyo. Para mí, deslizarse es una hermosa imagen que describe el estilo de vida tántrico. Somos parte de una fuerza de vida universal. Montamos olas en un vasto e ilimitado mar de energía. Y si despertamos nuestra propia fuente de energía, sintonizándonos con nuestro envolvente mar cósmico, podremos deslizarnos por la vida, y lo encontraremos tan emocionante y estimulante como cualquier joven adentrándose en Banzai Pipeline en la costa norte de Oahu. Reich, el siempre ambicioso científico, se embarcó para trazar la ruta de este océano de energía. Su interés inicial en las causas de la neurosis humana lo condujeron a investigar la sexualidad humana, lo que a su vez lo llevó a hurgar en la dinámica básica de la vida misma. La vida, descubrió, necesita pulsar. La energía necesita fluir; si no se puede mover, se estanca. En lo que se refiere al organismo humano, sin un flujo de energía pulsante, saludable, cualquier idea de disfrutar la vida y sus placeres será solamente eso -una idea, un concepto vacío, una fantasía. El tantra también ofrece una variedad de mapas que se basan en el flujo de energía, que es la razón por la que el trabajo de Reich es de gran ayuda en la preparación para la remoción de la armadura que impide que la energía fluya a través del cuerpo, especialmente alrededor de las áreas pélvica y del vientre. Cuando la energía está libre de bloqueos, en conciencia y liberada, usted la podrá usar, celebrarla y disfrutarla. Entonces podrá deslizarse sobre las olas de la vida, porque usted podrá sentir hacia dónde quiere ir la energía y usted sabrá seguirla. Cuando hablo acerca de los mapas tántricos en mis talleres, empiezo presentando el mapa de energía de Reich que se mueve entre el núcleo y la periferia, como lo expliqué en el capítulo dos, y del conducto que facilita este flujo. Conforme la ener gía se inhala y exhala, se crea una fuerte pulsación y una sensación de totalidad creada por aparentes fuerzas opuestas, que abrazan tanto el mundo interior como el exterior. El otro mapa que uso en el trabajo de tantra se enfoca en la espina dorsal y su capacidad como conductor vertical de energía. Aquí el flujo se da hacia arriba y hacia abajo, contrario al hacia afuera y adentro. Energéticamente, la espina dorsal se extiende hasta la tierra, arraigándonos a ella mientras que el otro polo dirige la energía hacia arriba, hacia el cielo. Cuando la energía fluye a través de la espina dorsal, como el ejercicio de respiración chakra, fácilmente podemos contactar una sensación de expansión. Esto me lleva al mapa de los chakras y a los segmentos musculares reichianos, pues la espina dorsal es el vínculo más importante entre todos ellos. Conforme la energía asciende por la espina dorsal, experimentamos la naturaleza multidimensional de nuestra existencia: desde lo animal, a lo humano, a lo divino. Descubrimos cómo se siente encontrarse con alguien desde el tercer chakra, danzar desde el segundo y dar y recibir amor desde el cuarto. Es fácil abrumarse por la complejidad de los chakras, razón por la cual mantengo los trabajos a nivel de experiencia y no al del intelecto. No dedicamos mucho tiempo a la teoría en mis talleres. Quiero que la gente use estos mapas como herramientas prácticas, como rutas útiles para diagnosticar el clima y las olas y encontrar dónde deslizarse. Por ejemplo, un mapa al que me referí, en otro capítulo, es el del movimiento básico de energía entre polaridades y esto, en términos humanos, significa la atracción entre hombres y mujeres. ► Para convidar a la gente una probada de la polaridad masculino- femenina de manera sencilla y disfrutable, separo a los hombres y las mujeres y los invito a que bailen para el otro. Le pido a las mujeres que formen un círculo alrededor de los hombres, y a los hombres que le den la espalda a las mujeres, uno frente al otro. Pongo música con tambores africanos, terrenales, e invito a los hombres a que bailen juntos, dándose apoyo mutuo y creando una carga fuerte de energía masculina. Es una danza, desde el primer chakra, muy primitiva, muy animal. Una vez que los hombres se han conectado con este sentimiento y su energía está elevada, les pido que giren y bailen para ellas. Incito a las mujeres a que aprecien esta cualidad masculina y a que la reciban. Algunas podrán encontrar esto un poco aterrador, pero aquellas que estén conectadas con su propia parte masculina pueden sentirse excitadas y bailar con los hombres, mientras que otras disfrutarán recibir la energía masculina desde su lado femenino. Mientras los tambores se apagan, le pido a los hombres que formen un círculo exterior, y a las mujeres les pido que entren a ese círculo, y que bailen entre ellas, sin mirar a los hombres. Ahora la música es del medio oriente, estilo danza del vientre, que refleje la cualidad de energía femenina: más suave, más tersa, quizá más reservada, más sensual -más conectada al segundo chakra. Cuando han asumido esta energía y ahora que se apoyan mutuamente, las invito a voltear y bailar con los hombres, coqueteando seductoramente con los ojos, las manos, con el cuerpo. Incito a los hombres para que se dejen seducir por estas atractivas y misteriosas mujeres, que ahora se les acercan, los incito a que reaccionen en consecuencia. De esta manera, tanto hombres como mujeres tienen la oportunidad de experimentar lo que realmente hay debajo de la polaridad de la energía. No es tan sólo una idea. Es una realidad que vive, que respira, que de manera inmediata afecta nuestras vidas y relaciones. Cuando llegamos al Círculo de luz, descrito en el capítulo anterior, la gente está lista para conjuntar todos los principios y todos los mapas, usamos la respiración, la cavidad hueca, la imagen de núcleo y periferia, para profundizar el flujo de energía. Usamos el mapa de los chakras y la espina dorsal para circular la energía entre el primer y cuarto centros de energía, agregando la polaridad masculino-femenina para integrar ambos cuerpos como un solo circuito de energía. Una vez más, lo que cuenta es la experiencia. Quiero que la gente reclame esa energía natural que nos sustenta a todos como seres vivos, porque es esta energía la que puede hacer de la vida una danza y celebración continua -el paraíso del deslizador. Mientras la gente se sensibiliza más con su propia energía, mientras más se sintoniza con esos impulsos, presento un poderoso ejercicio que ofrece una experiencia profunda de "deslizamiento", en el sentido de invitar a la gente a seguir el flujo de energía a donde quiera que éste se dirija y bajo cualquier riesgo. El ejercicio, llamado "siete espacios", se enfoca a las polaridades que encontramos en el segundo chakra: la distancia y el acercamiento, juntarse con otros y separarse de ellos. Es este centro de energía el que nos dice lo que necesitamos, acercarse a otra persona o alejarse de ella. Por la manera en que estamos diseñados necesitamos de ambos. Necesitamos el afecto y calidez del acercamiento, pero también alejarnos, tomar aire fresco. El mecanismo del centro del vientre se desarrolla desde la etapa temprana de la conexión entre el niño y la madre. Un niño requiere de un estado de fusión con su madre casi todo el tiempo -de hecho en el vientre materno este estado de fusión dura nueve meses- pero conforme crece y se vuelve más independiente el bebé empieza a alejarse y a explorar por su propia cuenta, seguro de saber que la conexión materna aún está ahí y puede ser restablecida en cualquier momento. Como adultos, la condición de estar juntos o separados, es un problema fuerte en relaciones amo rosas. A mucha gente se le hace difícil encontrar el balance correcto por estar tan atada a problemas más importantes. Si la madre se va, el bebé muere, y estos sentimientos de pánico por sobrevivir tan profundos pueden fácilmente ser detonados