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cirugia en la clinica de pequenos animales la parte posterior

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naomi martinez

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Recto 
Testículos 
Casos clínicos 
A 
SERVETTécnicas 
. ;
C1rug1 aen la clínica de pequeños animales 
C
. 
1rug1
, 
aen la clínica de pequeños animales 
José Rodríguez Gómez 
Jaime Graus Morales 
María José Martínez Sañudo 
Reservados todos los derechos. 
No puede rep-oducirse ni total ni parcialmente, almacenarse en un sistema de recuperación 
o transmitirse en forma alguna por medio de cualquier procedimiento, sea éste mecánico, 
electrónioo, de fotocopia, grabación o cualquier otro Sin el previo permiso escrito del editor. 
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de 
esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción pre­
vista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Espaiíol de Derechos Reprográficos) Si necesita 
fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.oom; 91 702 19 70 I 
93 272 04 47). 
Adver1encia: 
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos. Del mismo modo que 
la farmaoología y el resto de las ciencias también lo están. AS. pues, es responsabilidad inelu­
dible delveterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, ladeterminación y com­
probación de la dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los 
tratamientos aplicados a cada paciente. 
Ni el edtor ni et autor asumen responsabilidad alguna por los daños y/o perjuicios que pudie­
ran generarse a personas, allmales o propiedades como consea.iencia del uso o la aplica­
ción correcta o inoorrecta de los datos que aparecen en esta obra. 
© 2005 Grupo Asís Siomedia, S.L. 
Plaza Antonio Beltrán Martínez. nº 1, planta 8 • letra 1 
(Centro empresarial El Trovador) 
50002 Zaragoza - Spain 
Diseño y oompaginación: 
Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L 
www.grupoasis.com 
Impreso por: 
Impresión: Gráficas Lizarra S.L. 
Crta. de Tafalla, km 1 
31 132 Villatuerta (Navcrra) Espai'\a 
ISBN: 978-84-932921-7-1 
D.L.: Z-1999-2012 
Impreso en España ~ 
SERVET 
http:www.grupoasis.com
www.conlicencia.oom
Cirugía en la clínica de pequeños animales 
La parte posterior 
Autores 
De i1.c¡ui1'rda a drl"('('ha: jaim<' Graus, profesor ª'ociado de cirugía y ' eteri­
nario d<'l 1ICVZ, M' jo<;é MartínC"t, profesora titular de medicina y cirugía 
clínicas y ~ubdinxtora del HCVZ y José Ro<lrígue-¿, profesor titular <le 
medicina y cirugla clínicas y director del l ICVZ. 
Prólogo 
La publicación de un libro de ciencia 'eterinaria es ya de por sí una 
agradable noticia, mayor cuando los autores son españoles y mayor 
aún cuando el libro es de cirugía de pc<iucños animales. 
l.a rectenll' profusión de publicaciones sobre cirugía veterinaria, así 
como la clt•\<11la rnli dad de su t'Onknido <lemuestran el interés cre­
ciente hacia <»la partl' de la prát:tica clínica. De alguna manera 
podemos al1rmar c1uc la cirugla representa la madmez de la ciencia 
\'('ter ina ria. 
Existe una predisposición natural para practicar la cirugía, pero es 
de vital importancia un buen proceso de aprendizaje y formación 
continuada, así t'Omo un gran interés por parte del cirujano para 
documentarse en nuevas técnicas que le hagan aYanzar, asumiendo 
así un cierto rie,go. Sin riesgo no hay aprendizaje ni progreso. 
EstC' libro C'S un gran comp<'ndio de casos clínicos documentado 
de forma l'xC<'IC'ntc m!'diante imágenes reales de gran calidad, que 
ratillcan el refrán "una imagen vale más que mil palabras". 
Dcbcmo~ 'º!orar que detrás del proceso de obtención y selección 
de las imágenes se esconde un gran esfuerzo y trabajo que sólo 
autores con gran profe~ionalidad y sentido de la responsabilidad 
pueden realizar. 
Prólogo 
El enfoque del libro es eminentemente práctico y ,·isual, surgido 
de la experiencia propia de I~ autores. Ello permite al lector iden­
tificarse rápidamente con los casos expuestos y con las sucesh"as 
fases de las té01icas aplia<bs. Algunas de ellas son sencillas y pue­
den ser ejecutadas por cirujanos noveles. Otras, más complejas, 
requerirán algo más de experiencia. 
Considero que esta obra no debería faltar en la biblioteca del ciru­
jano vctcrinar io junto con un buen atlas anatómico, un completo 
libro de llsiología y un dr tallado com1)('nd io de patología quirúr­
gica ycirugía d1' prqu rfios an imalc·s. Si bi!'n son estos últimos los 
que sustentan desde el punto dr dsta tr6rico la práctica de la ciru­
gía, el prrsrntr trabajo aporta una inmediatez y cercanía que 
resultan ele gran utilidad. 
Es un libro fácil de leer que ayudará a que d dlnico progrese en su 
fa<.'Cta quirúrgica a su ritmo, sin demasiado esfuerLO y de forma 
an1cna. Gracias a tll, <;('podrán asumir los ricsgm que nos permitan 
progresar. 
jordi Cairó 
Doctor en Veterinaria 
CAl"llS, Hospital Veterinari. Girona 
Cirugía en la clínica de pequeños animales 
La parte posterior 
Alguien que tiene intención de lanzarse por vez pri­
mera a una piscina y 9ozar de un baño, debería 
reflexionar unos segundos antes de tirarse de cabe­
za. Partimos de la premisa de que, mejor o peor, 
todos sabemos nadar, pero ¿podemos hacer un 
lar90? ¿resistiremos die:t.? ¿o nos anotaremos en las 
cuatro primeras brazadas? ¿conocemos la prefundi­
dad de la piscina antes de zambullirnos en ella? 
¡Veo un socorrista cerca y hay más gente nadando! 
es un alivio, aunque lo normal es que no me ocurra 
nada, si hay al9ún problema tendré ayuda ... 
Ah!Y siempre la escalerilla de salida localfaada y el 
albornoz a mano. Cuando todo está listoy no hemos 
dejado nada a la improvisación ya sólo nos queda 
cambiarnos de ropa, ponernos el gorro, la mascari­
lla, la bata y los 9uantesy lan,wrnos, ahora sí, a la 
intervención planteada. 
Prefacio 
Esta obra está dedicada a la cirugía, la faceta C(Llizás más espectacular 
ele la actividael de un veterinar io clínico. Seguramente porque se 
trata de una terapéutica directa, que se aplica con las manos y c1ue 
<lota al cirujano de Lma especie <le poder mágico al c1ue contribuye 
d hecho <le que, a menu<lo, la resolución <le una patologia en d qui­
rófano sea muy rápida. 
La práctica quirúrgica conshtuye, además, la prueba de fuego para 
el veterinario novel ya que, así como los éxitos en cirugía son muy 
evidentes y contr ibuyen en gran medida al prestigio del cirujano, 
también los fracasos parecen ser especialmente relevantes. 
En cualquier caso, la aureola de mito que rodea a la cirugía yal ciru­
jano obliga a planificar <.'On detalle cada acto qLtirúrgico, a diseñarlo 
cuidadosamente con el objehvo de lograr los mejores resultados en 
el tJempo más breve ycon el menor traumatismo posibles.·Todo ello 
contribuirá además a que el clínico disfrute en el quirófuno, porc1ue 
la cirugfa puede y debe ser un placer. 
Este es un libro sin pretensiones, que quiere acompañar al veterina­
rio en el quirófano, reflejo gráfico de la labor el ínica de cada día, de 
la experiencia adquirida en ella, de los éxitos y de los fracasos. 
Espejo también, porque no decirlo, del gusto de los alllores por su 
trabajo y de la ilusión, siempre mantenida, de hacer las cosas bien y 
cada dia mejor. 
El alma de la obra que nos ocupa es un material fotográfico que fue 
recogido, aJo largo de los últimos años, con una llnalidad inicial dis­
tinta, la de incorporarlo a nuestras clases en la Facultad. En gran 
medida, por tanto, este libro nació de la casualidad. 
Una de esas tardes en que nos reunimos a comentar casos cl ínicos, 
un paciente nos llevó a otro y éste a otro más hasta que sobre la 
mesa se acumuló tal cantielad de in formación c1ue nosotros mismos 
quedamos sorprendidos. 
Pensamos entonces que tal ve-¿, a algLLien más que a nuestros alum­
nos, le resultaría ele utilidad todo ese trabajo, tan cuidadosamente 
almacenado. Decidimos darle una forma c¡ue permitiera al clínico 
reterinario identificarse fácilmente oon el oontenido cuando se viera 
ante casos similares. 
En este \'Olumen se recopilan los principalesprocesos patológicos 
que afectan a la zona perineal del perro y del gato, desde Ja hernia 
perineal yel ano hasta el glande y el prepucio, pasando por el geni­
tal externo de la hembra. 
&: rccog<'n en cada capítu lo los casos clínicos que consideramos más 
significativos para ilustrar una determinaela patología, haciendo 
especial hincapié en aspectos concretos y puntos relevantes que cre­
emos deben ser terlidos en cuenta al afrontarla. 
Se describen también los tratamientos relacionadas oon los casos 
presentados, en especial los quirúrgicos, aunque sin pretender mn 
dio hacer ele este libro un manual de técnicas quirúrgicas. Los pro­
cedimientos descritos son los que nosotros realizamos en nuestros 
pacien tes habitualmente. A nuestro juicio funcionan bien y por eso 
los escogemos, pero somos conscientes de que existen otros con los 
<1ue también pueden obtenerse buenos resultados. 
Antes de terminar, queremos pedir elisculpas a los amantes de la 
fotografía. Las imágenes que mostramos son instantáneas obtenidas 
por nosotros mismos en la consulta o en el quirófano en los que 
obviamente nuestra llinción no es la de reporteros, y eso se nota. En 
muchas ocasiones no se trata de la mejor imagen que se hubiera 
podido obtener desde el punto de vista técnico. No obstante confia­
mos en que el interés clínico sl sea el adecuado y compense el resto. 
Si contribuimos, desde la cercanía ele un compai\cro, con alguna 
idea c1ue os ayude en vuestra labor diaria, nos daremos por satisfe­
chos. Será estupendo si además conseguirnos transmitJr algo del pla-
Prefacio -Agradecimientos 
cer que a nosotros nos proporciona la cirugía. En todo caso gracias 
por vuestra atención. 
Agradecimientos 
Queridos todos los que formáis parte de esta pequeña gran familia 
del Hospital Clínico Veterinario de Zaragoza: 
1\il uchas gracias por vuestra ayuda, colaboración y apoyo, sin los cua­
les indudablemente no habríamos llegado hasta aqLtÍ. 
Gracias a profesores y personal de admi1ústración y servicios, a dí1ú­
cos y no clínicos, porque todas las tareas son igualmente importantes. 
Gracias también, como no, a los clínicos que nos mnfiaron el trata­
miento de sus pacientes. 
Gracias muy especialmente a los veterinarios internos que se han 
formado y se forman con nosotros, porque su esfuer¿o constante 
constituye el mejor de los alicientes para los que ya no somos tan 
jóvenes. Gracias aAmaya, Susana y Maitane, a Maria Eugenia, Ana y 
Gorka, aAlida y a Oiga, aAna, María,Ainara yJosé. Vuestra entrega 
ydedicación <liru; as os hat-en merec.-edores del mejor de los füttu-os. 
Gracias en suma a todos por vuestra dedicación diaria ypor vuestro 
entusiasmo, que hacen que el trabajo a vuestro lado sea una tarea 
sencilla, gratificante e incluso divertida. 
Ycómo no, nucstt·o rcmnocimicnto más sincero a todos los <JUC 
desde la Editorial Servet han sabido sacar a nuestro trabajo el mejor 
partido. 
Dr. D. José Rodríguez Góme-L 
Dr. O. Jaime Graus Morales 
Ora. Oña. Mru·ía José Martínez Sruiu<lo 
Hospital ClínicoVeterinario. Zaragoza. 
___ 
____ __ 
La parte posterior 
Manejo de la obra 
"La parte posterior" está dividida en nueve capítu­
los. El primer capítulo del libro "Generalidades de la 
cirugía rectal, anal y perineal" nos introduce en los 
aspectos más importantes a tener en cuenta antes 
de intervenir quirúrgicamente en esta región. 
Los siete capítulos siguientes se ocupan de una zona 
anatómica diferente. Explican paso a paso y de 
forma detallada las intervenciones quirúrgicas desti­
nadas a resolver las patologías más frecuentes. 
El último capítulo titulado "Técnicas generales", 
incluye un conjunto de técnicas básicas complemen­
tarias a las descritas a lo largo de todo el libro. 
En el desarrollo de los contenidos se ha diferenciado 
gráficamente por una lado, la descripción de las téc­
nicas quirúrgicas y por otro, la presentación clínica 
de patologías y tratamientos médicos. 
Las aperturas de capítulo En cada doole página se realiza 
un repaso anatómico ala región mediante 
dibujos esquemáticos. 	 Nombre del capítulo 
Ano 
S...llJUMI 
C..1~~ 
c-a~llMillim 
C..OJ~~ 
SM.......llkflica<_. 
Ceo4 'liümMo~ 
~~c•"4~ 
C..OJ~tllfllrOlln 
t61ula>ptrloNle$ 
C..1t~..... 
Col'lllJ lllrw«l61u1ulrirfit.illllllc.ll 
CaoJ~ ..~.... 
(omplk....~... 
C..4111etui611Cltril*Jlt.I~ 
Caos bwal6n~w.,.....,,-.&o 
-dt•no 
C...1.-..1'n'9 ... 
C..2 Aflnil«i•pena 
--+ 
¿cómo se maneja este libro? 
Los contenidos 
En ocasiones un cua(i'o nos ac!Viertede 
la dificultad técnica del procedimiento 
empleado ydel íncfice de presentación 
de la patología descsita (del 1 al 5). 
Las referencias aotras técnicas ----+---.. 
oexplicaciones del libro están 
claramente señaladas para facilitar 
las consultas. 
Explicaciones paso apaso de ----+-­
la técnica quirúrgica empleada. 
to~w-'WWl'ff/fflcfeCf'f«­
La barda de color nos indica que estamos 
ante la descripción de una técnica quirúrgica. 
Ol.lf....ffaoriMdot...,dtll9(901flOIRllllO . 
li«»>--~-,,.,_,........, , lntrodUCCiOO del caso clínico 
.. _ ode la patologia. 
~ Estas anotaciones advierten de un riesgo 
1 en la intemnción ode una fase en la (Jle se 
deba prestar una atención especial. 
.,__	Los procedimientos se ilustran. paso apaso, 
mediante espléndidas fotografías. ____....___ .. .eo.--·...·-·­..................._ 
....--·-··­:::=:::!:::_... 
·=:.::.:-....:.:::..:....,,..__,..,,..... _......____ 
-··---··­
--·---... ·-·- .....·-··.... 
La banda sin color describe-----+-.. 
la patología o un tratamiento médico 
La intemncióo se ilustra, -----t-­
paso apaso, medianteespléndidas 
fotografías. 
Ano SaoAlti> .,,.,,_ ___ Nombre del capít.Jlo doo:le nos encontramos 
ypatología tratada.Saculilisanal.CAsot ,.......,..,~ 
u~~w,,__,,..._.,~
rnJ6tt--'••-,,.._....., 
CltllKPfr'OJW'°'llJidluf/fM~dfrlo -{uwt6tW 11 ll'Wfsdtl-.yw fWl/hd _,.,
""""(MfMfdo"....,,,...""Ki$ ltftitftl/fJdtJ ,,......._............,..._._
t1/f'l~Ollllll(.tty,..,~fr11,l) . SfloO(to .............,.__,,.......f-. ..-• 
+ Loscuadrosdestacanc«lllW"Odt'loJt«OS~~Jll 
-dUtolbodoft~"""'íflsa.JJ.. -­~------~ consejos útiles. 
....--..........,....._...~­
..._._,_,,.._.____....,. ··----·-------· 
-~·---....... 
-~-._.._...,_......,......_ 
~--
....,...__""""..,....______.......,_..._....... 
.,-·---•-,.... .......-:ll•!Olo..­#O __ - ..........,""_____
...,..-.._ .........._.._.___~­................_..... 
_ __.__ Los textos de los pies de foto 
describen cada uno de lospasos 
de forma escoota pero completa.Indice de contenidos para facilitar la búsqueda 
de un caso clínico otécnica CJJirúrgica. 
_ 
http:dUtolbodoft~"""'�flsa.JJ
10 
La parte posterior 
Índice 
Generalidades de la cirugía rectal, anal y perineal 	 13 
Principios generales de la cirugía de la zona perineal ... 	 . .... .... ... ... .. .. ... .... .. .. ... ... .. .... .. ... ... ... .. 14 
Neoplasias anales
Recto 	 17 
Caso 1/ Adenoma de tamaño pequeño ................ 78 
Caso 2 / Adenoma de gran tamaño . .. . ... ... .. ...... ... ... .. .. .......81 
Prolapso de recto ...................... ....... ....... ..............................................18 
Caso 1I Amputación de recto . ... .... .. ..... . ..... . ...... .. .......................21 	 Fístulas perianales........ .... ............... ...... 82 
Caso 2 / Colopexia ..... .... ... ... . . .. . .. . ...... .. ... 24 	 Caso 1 / Tratamiento médico ......................................................................84 
Caso 2 / Resección quirúrgica radical ..........................................88 
Estenosis .......... . 	 .26 
Caso 1 / Resección rectal transanal .......... 27 
Caso 3 / Resección quirúrgica radical. 
Complicación postoperatoria .. . .. ...... . ..... ...... ..... .92 
Caso 2 / Colectomía abdominal .......................................... 30 
 Caso 4 / Resección quirúrgica superficial .... ...95 
Caso s I Resección quirúrgica y tratamiento médico .. .99 
Pliegues cutáneos de la cola ........................ ............. 102 
Caso 1 / Resección quirúrgica.. 	 .......103 
Hernias 
Hernia perineal ...............................................................................................36 	 Atresia de ano ........................................................108 
Caso 1 / Herniorrafia simple ..... .....J9 	 Caso 1 / Atresia en la gata...... . ..... . ... .......... .......... .......... 109 
Caso 2 / Implante de malla ... . . .... .. . .. . .... .. . ... .... . ..... ....42 	 Caso 2 / Atresia en la perra ....................................................... .... ....114 
Caso 3 / Transposición del glúteo superficial 
y elevación del obturador interno ............. ... -45 
Caso 4 / Doble transposición muscular Vulva-vagina m 
(obturador interno y glúteo superficiaO........................48 
Caso 5 I Deferentopexia ..................................... ............ ............53 
Neoplasias. .. .. ... .. ... .. .. .............................................................118 
Caso 1 / Tumor en el labio vulvar . ......... .. . ...... 119 
Caso 2 / Tumor venéreo transmisible .....................................................121 
Ano 	 1fl Caso 3 / Tumor en el suelo vaginal .... . .. ... .... ... ...123 
Caso 4 / Tumor en el techo vaginal .. . .. .... ... . ... .... .... . ..... ...125 
Saculitis anal .. .. . . ..........................................................62 Caso 5 / Pólipos vulvares . ....................... . ...127 
Caso 6 / Tumor vaginal ....................................................................................128
Caso 1 / Tratamiento preventivo .. .... ... ... ... ... . .... . ... . .. 63 
Caso 7 / Lipoma subcutáneo .... ...... ............................... .................. 130
Caso 2 / Tratamiento médico .. .. . .... . . .. .... ... .. .. ... 64 
Caso 3 / Tratamiento quirúrgico. 
Saculectomía técnica cerrada ... ... .. . . ... . .. . ... . ...65 Himen persistente .... . ..... .. ...................134 
Caso 4 / Tratamiento quirúrgico. 
Saculectomía técnica con gel caliente .. . .. .. . .. ... 69 
Caso 5 / Saculectomía en hurones . .. .... ... .... . . ... . .. 73 
Uretra 	 137 
Obstrucción uretral en el perro ... .. ... ... .... .. .138 
Cálculos uretrales en el perro .. ... . .. .... ... .... ... 139 
Caso 1/ Técnica de urohidropropulsión .. . .... . .. .. .. ... .. . 142 
Caso 2 / Uretrotomía preescrotal . ... .. ..... .... 145 
Caso 3 / Uretrostomía escrotal ........................... . .... . .. . ... ...148 
Estenosis uretrales . .... . ... .... .. ... .. . ... ... . . .... 154 
Caso 1/ Uretrostomía escrotal ........ . ................155 
Enfermedad del tracto urinario distal felino 
(FLUTD) .. .. .... 158 
Caso 1/ Uretrostomía perineal ... .........................160 
Caso 2 I Estenosis cicatricial ............ ....... ..........................................166 
Caso 3 / Inflamación ynecrosis cutánea . .... .... . .. .. . .... ...169 
Testículos 	 171J 
Neoplasias testiculares.......................................................................172 
Caso 1 / Tumor de células de Sertoli ...... . ..... . .... ....173 
Caso 2 / Seminoma yadenomas perianales .. . ... .. ... . . ..........178 
Caso 3 / Tumor de células de Sertoli y quistes prostáticos . ....181 
Caso 4 / Tumor de células de Leydig .. .... .. . .... . .. .... .. .. . 185 
Testículos ectópicos ................................ 188 
Caso 1 / Monorquidia abdominal ........ 189 
Caso 2 / Monorquidia inguinal . .... .. . .. .. . . .. .... 192 
Caso 3 / Criptorquidia inguinal....... . .. . .. .. . ... ... . ... .... 195 
Caso 4 / Criptorquidia abdominal ... .... .... ..... ... ... . .. .... .. 197 
Lesiones escrotales......................... 	 ..202 
Índice 
Prepucio-pene 	 207 
Fimosis ... .. ... .. .. ... .. ... . ... .. .. ... .. .. ....2o8 
Caso 1/ Apertura-ampliación del orificio prepucial .. .... ..... 209 
Caso 2 / Reconstrucción del orificio prepucial. .........210 
Parafimosis... ............................................................212 
Heridas... ......214 
Caso 1f Heridas del prepucio .. ... . .. .... .... . .... .. .. . .. 214 
Caso 2 / Heridas del pene (zona distal) ..... ...... . .....215 
Caso 3 / Heridas del pene (zona perineal) ..........................................217 
Tumores .. .. ... ... . ... . . ... .... .. . .... .. ... ... ...................220 
Caso 1/ Tratamiento médico .................................. ....... ..........................220 
Caso 2 / Tratamiento quirúrgico ................... ..........221 
Prolapso de mucosa uretral ...........................................................222 
11 
Hipospadia ....................................................................................228 
Técnicas generales 	 231 
Sondaje uretral en el gato . ..... ... .. . . ... ..232 
Sondaje uretral en el perro...................... .......................236 
Cistocentesis. ... ... .. .. .. . .... .. .. .. .. .. ... . .240 
Anestesia epidural lumbosacra ................................................242 
Posicionamiento del paciente .. ... ... ... .. .. .. .248 
Sutura del ano en "bolsa de tabaco" ... .... ..... .... .. 252 
Episiotomía ... 254 
Vasectomía . .... .. . ..... .. . .. .............. .. . .. 259 
Orquidectomía en el perro y en el gato .. 264 
Caso 1 / Orquidectomía preescrotal en el perro .... .. ... . ... 265 
Caso 2 / Orquidectomíaescrotal en el gato . ..... . . .. .. ... ... ..271 
Caso 3 I Orquidectomía con ablación escrotal en el perro . .277 
Laparotomía infraumbilical .. . ... .. . ... . .. .. .. ...282 
Cistotomía .....289 
Técnica 1 . .... ... .. .. .. ..... ...... ....................... . .... . .. .... . .. ..... ..... 290 
Técnica 2 .......................................... .....292 
Generalidades 
de la cirugía rectal, anal y perineal 
Principios generales de la cirugía 
de la zona perineal 
13 
La parte posterior 
Principios generales de la cirugía de la zona perineal 
8 periné es la parte de la pared corporal q.ie cierra la apertura caudal 
de la pelvis y que rodea los canales anal y urogenital. En el tacto rectal emplee todo el tiempo necesario, cuando 
extraigo eldedo debe estor seguro de que el paciente tiene Las inteNenciones quirúrgicas en esta zona tienen un ~o porcenta­
o no lo /esí6n sospechado.je de complicaciones postoperatorias y de recidivas, por lo que 
numerosos veterinarios son reacios a realizarlas. 
Es necesario tener un buen conocimiento anatómico de la zona, 
realizar un óptimo diagnóstico patológico, y llevar a cabo un correc­
to protocolo qL.irúrgico. 
El diagnóstico de las alteraciones en esta zona del paciente se 
debe basar en la historia, los signos dínicos, el examen físico -sien­
do de especial importancia el tacto rectal (Fig. 1)-yen pruelbas diag­
nósticas complementarias. La analítica sanguínea no suele aportar datos relevantes, a no ser 
Cuando vea una neoplasia en esta localización realice una radio­ que el paciente tenga una neoplasia y aparezcan signos paraneo­
grafía abdominal para buscar metástasis tumoralles en los gariglios plásicos (anemia. hipercalcemia .. . ), o que exista dificultad en la eli­
linfáticos regionales (Fig. 2). minación de orina (uremia postrenal). 
Fig. 2. Metástasis tumoral en los ganglios linfáticos sublumbares en un paciente 
coo un adenocarcinoma perianal. 
Observe el Clesplazamiento ventral del colon como consecuencia de la aden~tía 
lumbar. 
Fig. 1. El tacto rectal es una maniob"a explocatoria imp-escindible en tooos los 
casos en los ciie se sospeche una alteración en el recto, ano operiné. 
Emplee siemp-e el 3" OOdo (corazón) de su mano dominante. 
Fig. 3. Posición del ~ciente en decúbito prooo, con las extremidades posteriores 
ooocadas sobre el final de la mesa quirúrgiea. 
Una sutura en bolsa ele tabaco evita la salida de heces durante la intervención 
quirúrgica e impide la contaminación del campooperatorio. 
Generalidades de la cirugía rectal, anal y perineal 
El contenido de bacterias en elcolon y en el recto es el más 
alto de todo el tubo digestivo, por este motivo se debe 
extremar lo preporoci6n del paciente antes de lo intervención, 
asícomo lo elección adecuado de lo técnico empleado. 
Aspectos importantes que debe considerar 
ante una cirugía perineal: 
• Alimentación baja en residuos durante los 3 días previos a la inter­ • Evite que el paciente se lama o chupe la zona, recomiende el 
vención (hay d~erentes empresas que comercializan este tipo de empleo de collares isabelinos. 
alimentación, o en su defecto se puede dar carne picada con • Revise periódicamente al paciente para comprobar la correcta 
arroz blanco). evolución de la intervención realizada, por lo menos a las 24 
• Dieta de sólidos 24 horas antes de la operación. Permitiendo horas, 3 días y 6 días... 
beber líquidos hasta 4 horas antes. 
• Laxantes como el bisacodilo (5-20 mg VO en perros, 2,5·5 mg 
VO en gatos). Contraindicados en casos de obstrucción intestinal. 
• 	Enemas isotónicos nunca el día de la int01Vención, por lo menos 
24-36 horas antes. 
Está contraindicado realizar un enema eldía de lo cirugía. 
El contenido intestino/ lfquido no podrá ser retenido 
durante lo intervendán y contaminará el campo operatorio. 
• 	Profilaxis antibiótica preoperatoria frente a Gram negativos aero­
bios y anaerobios. Pruebe estas asociaciones inyectadas en el 
momento de la anestesia: 
• 	Cefazolina: 20 mglkg IV 
Metronidazol: 1 O mg/kg IV 
• 	Enrofloxacina: 5-1 O rng/kg IV. 
Amoxicilina + ac. clavt.Aánico: 20 mg/kg IM. 
• Coloque al paciente en una postura cómoda tanto para usted 
como para él, evitandole lesiones en las extremidades posteriores 
(Fig. 3). 
Verposicionamiento delpaciente. • pág. 248 
• Evite la salida de heces durante la inteNención (Fig. 4). 
Versutura del ano en bolsa de tabaw. • pág. 252 
• Extreme las medidas asépticas de la int9'V0nción. 
• Utilice material monofilamento, sintético y absorbible, para las 
suturas internas. 
• 	Emplee material monofilamento, sintético y no absorbible para las 
suturas cutáneas. 
Fig. 4. Taponamiento del recto con una venda ele gasa para evitar la 
contaminación del campo operatOrio con las heces que puedan salir por el ano 
durante la cirugía. 
15 
M. coiISlrictor 
de la vulva 
M sacrococcígao 
M. c:occtgeo 
M. glúteo superficial 
M. bi:eps lemoral 
M. semitendinoso 
Recto 
Prolapso de recto 
Caso 1 Amputación de recto 
Caso 2 Colopexia 
Estenosis 
Caso 1 Resección rectal transanal 
Caso 2 Colectomía abdominal 
17 
18 
La parte posterior 
Prolapso de recto 
Índice de presentación 
El prolapso de recto se presenta en animales 
jóvenes parasitados o con diarreas (Fig. 1), asícomo 
en animales adultos que presentan tenesmo 
(asociado a pólipos) digestivo (Fig. 2) y en ciertos 
casos tras realizar una herniorrafia perineal (Fig. 3). 
Cuando se presente un prolapso de reda en un cachorro 
piense en una parasitosis intestinal. Si se presenta en un 
animal adulto realice un diagnóstico diferencial de 
tenesmo digestivo. 
Fig. 2. Prolapso rectal en un perro adulto que desde hace 4días tiene problemas 
para defecar. Se le ciagnosticó una neoplasia en el recto. 
Fig. 1. Prolapso cJe mucosa rectal eo oo gato que presentaba un cuadro diarreico 
secundario auna parasitosis intestinal. 
Fig. 3. Tras la realización de una herniorrafia perineal se puecJe presentar un 
prolapso de recto,sobre todo cuando la desviación rectal ha sido importante. 
Recto / Prolapso 
Fig. 4. Prolapso rectal completo en un gato que sufría un intenso tenesmo. 
Es un buen candidato para la reducción manual. 
B prolapso de recto puede afectar sólo a la mucosa (Fig. 1) o a toda 
la pared del mismo (Fig. 4). 
Es importante diferenciar un prolapso rectal "verdadero" de una intu­
suscepción prolapsada de intestino. Para ello introduzca un termó­
metro entre el ano y la masa prolapsada, si el termómetro se intro­
duce fácilmente se trata de 1.S1a intususcepción (Fig. 5a), si no pasa 
es porque choca contra la mucosa del recto prolapsado {Fig. 5b). 
Fig. 6. Prolapso recidivante de recto en un cachorro cJe PastorAlemán. 
El tejido prola~do se congestiona e inflama. El paso del tiempo agrava este 
problema dificultando la reducción manual. 
b 
Fig. s. a. Prolapso cJe una intususce¡ti)n intestinal. b. Prolapso rectal. 
19 
20 
La parte posterior 
Fig. 7. El prolapso rectal eo este caso ha sufñdo una 
necrosis en su zona inferior, yha sido contaminaoo 
con huevos y larvas de mosca.En esta paciente está 
inc.icada la resección QUirúrgK:a. 
El tejido evertido se inflama por un compro­
miso vascular. Más adelante se reseca, 
aparecen zonas de sangrado y necr05is 
{Figs. 6 y 7). 
Posibles etiologías asociadas 
a un prolapso rectal 
Irritaciones ~ Cirugía 
intestinales liiiíiiiiiíl 
Parásitos 	 Enfermedad Hernia 
prostática perinealEnteritis/ 
Colitis Neoplasias Cirugía 
de recto perianal Cuerpos 
extraños Estreñimiento 
Distocia 
Urolitiasis 
Tratamiento 
Procure localizar el origen del problema y trátelo. 
Reducción manual 
Indicado cuando el prolapso es pequeño o cuando la mucosa no 
p<esenta leSiones importantes (Figs. 1-4). 
• 	.Aplicación de gasas empapadas en una solución hipertónica o. en 
su defecto, azúcar durante 30 minutos para reducir al mínimo el 
edema del recto. 
• 	Compresión manual de la masa prolapsada hacia el ano con pre­
sión moderada y contir-..ia. 
• 	Realización de una sutl.l'a en bdsa de tabaoo del aio para evitar la 
recidiva. Para impedir el cierre completo del ano anude la sutura 
sotfe un objeto {<iámetro aproximado 9 mm) intrtXlueidoen el recto. 
• Indique laxantes (lactulosa aproximadamente 0,3 ml/kg hasta con­
seguir el efecto deseado) para facilitar la eliminación de las heces. 
Tratamiento quirúrgico 
• Amputación. 
En caso de p<olapsos muy traumatizados, o que no se puedan 
reducir. 
VerCaso 1 /Amputación. póg.21 
• Colopexia. 
En caso de recidivas reiteradas después de una reducción manual o 
de una amputación. 
[Ver Caso 2 / Colopexia. ~ p6g. 24 
Recto 	 Prolapso de recto 
Prolapso de recto. Caso 1 / Amputación de recto 
Índice de presentaci~ 
Dificultad técnica 
La técnica se basa en la resección del recto prolapsado y en la reali ­
zación de una anastomosis término-terminal al mismo tiempo. 
• 	Tras anestesia general y preparación del campo operatorio se 
coloca al paciente sobre la mesa quirúrgica y se desinfecta el 
campo operatorio (Fig. 1). 
Ver posicionamiento del paciente. • p6g. 248 
fig. 1. El paciente se coloca siguiendo la técnica descrita, exponiéndose la región 
anal con comocJclad para el cirujano. Observe la congestión y lesión del recio 
prolapsado. 
Viene a la consulta un Chow-Chow de 2 años de 
edad remitido por su veterinario para realizarle una 
amputación de recto, ya que se ha intentado reducir 
el prolapso rectal en varias ocasiones pero no ha 
sido posible. 
La amputación de recta está indicada en casos de 
prolapsos que no se pueden reducir manualmente, 
o cuando existen lesiones importantes del mismo. 
Fig. 2. En esta foto se observa la fijacioo inicial de la porciónc.istal del recto con 
una pinza ele Allys. 
• 	Se colocan tres puntos de tracción {a las 
12, 5 y 8 horarias) cerca del ano para 
mantener siempre visualizado el recto 
durante su anastom05is {Figs. 2 y 3). 
Fig. 3. Algunos cirujaoos recomiendanla cdocación 
de un tubo de ensa)'O en la luz del recto con el fin 
de simplificar las maniObras de colocación ele los 
p_intos de tracción,así oomo la amPJtación 
posterior de la zona lesionacla. 
21 
http:contir-..ia
22 
La pa e pos erior 	 Recto Prolapso de recto 
• A contirw.ci6n se procede a la resección del recto prolapsado y a 
la anastomosis término-terminal, empleándose p1J1tos sueltos de 
material sintético absolbible de 3/0 o 4/0 (Figs. 4-8). 
Ag. 4. La colocación de diferentes puntos de traccioo asegura la correcta 
exposícioodel recto distal. 
En esta imagen se puede observar la resecciónde la zona dorsal yexterna del 
recto prolapsado. 
Ag. 5. En la síguiente fase se incicla la zona proximal del recto, y comienza la 
sutura término-terminal discontinua coo material absorbible, espacíando los 
puntos a¡roximadamente 2mm. 
Ag. 6. En esta fase de la inteNención ya se ha realizado la sutura ele 213 partes 
ele la circunferencia rectal. Acootinuación se va aproceder ala secciónde la zcna 
inferior del recto lesíonado y a su anastomosis. 
Rg. 1. Enesta imagen, perteneciente aotro caso, se puede observar el fin de la 
mastomosis CJJEl se ha realizado manteniendo un tuoo de ensayo en el interior de 
la luz del recto. 
Después de la cirugía 
• 	Continuar con la antibioterapia, profiláctica, iniciada en el preopa­
ratOlio durante 3 o 4 días. 
• Comida baja en residuos. 
• 	Laxante suave para facilitar la eliminación de las heces durante 
dos semanas {lactulosa 0,3 ml/kg/8 h vo hasta conseguir el efec­
to deseado). 
8 pronóstico es bueno si la causa primaria del tenesmo o de la irri­
tación es controlada satisfactoriamente. 
Fig. s. Se (Jlitan los 
J:'(Jntos de tracción 
yse recoloca el recto 
anastomosaoo en el 
inteñor del canal 
pélvioo. 
Resultado final de la 
intervención. 
En algunos casos está indicado realizar una surura en bolsa de taba· 
co en el ano para evitar una recidiva del prolapso durante 1o 2 días. 
Versuturo delano en balsa de tabaco. • pág. 252 
Para evitar que el recta se introduzca, inadvertidamente, 
en la cavidad pelviana durante la anastomosis se secciona 
una parte y a continuación se sutura. Este procedimiento 
se repite en pequeños tramos de toda la circunferencia 
del prolapso. 
Posibles complicaciones 
• 	Estenosis de recto por englobar excesiva cantidad de tejido en la 
anastomosis. 
• 	Dehiscencia de la anastomosis por infección secundaria y por 
inadecuada realización de la sutura. 
• 	Incontinencia fecal por lesión del esfínter anal o sus nervios. 
Agradecemos alDr. Cairó (Clínica Veterinaria Canis. Girona) fa cesión de imágenes en estecapítulo. 
23 
24 
La pa e pos erior 
Índice de presentaci~ 1-=r=J 
Dificultadtécnica ~ 
La técnica comienza realizando una laparo­
tomía infraumbilical y localizánd05e el colon 
descendente. 
'(erlopor~~omfo ~ pág. 282_ __...____m{roumb1licol. ;..,.. 
• Se tracciona el colon descendente hacia 
la cavidad abdominal para reducir el 
prolapso. 
• Se escarifica, en el borde antimesentéri­
co del colon descendente cercano a la 
peMs, una zona de 5 a 1 O cm. Para ello 
se puede emplear una torunda de gasa 
(Rg. 1). 
Fig. 1. Coo una torunda de gasa se frota el borde 
antimese11térieo del colon hasta obseivar la initación 
ehiperemia del per~oneoque lo recubre. 
• 	La misma maniobra se repite en la pared 
abdominal izquierda, a unos 3 cm de dis­
tancia con respecto a la línea de la lapa­
rotomía (Fig. 2). 
• A continuación se procede a la sutura. 
con material sintético absorbible 3/0, del 
oolon al músculo abdominal (Fig. 3 y 4). 
• 	La intervención finaliza cerrando la lapa­
rotomía tal y como se describe en la sec­
ción correspondiente. 
Fig. 2. Irritación del peritoneo parietal oon el fin 
de aumentar la adherencia del coloo ala pared 
atx:lominal. 
La co/opexia se realiza con el fin de crear una 
fijación estable entre el colon y Ja pared abdominal 
que impida el moviendo caudal del recto y por tanto 
su prolapso. 
La co/apexia est6 indicada para prevenir el prolapso rectal 
recurrente. 
Recto Prolapso de recto 
Fig. 3. Efl cada punto de sutura se debe englobar la 
submucooa del intestino,~ es la capa más 
resistente c!el mismo. pero evitando penetrar hasta 
la mucosa colónica. 
Utilice agujas cilíndricas, 
sin punta biselada, con el fin de 
lesionar lo mínimo posible el 
intestino ol atravesarlo. 
Una complicación potencia/ es la 
peritonitis infeccioso sina se 
maneja adecuadamente el colon, 
se perfora descuidadamente osi se 
emplean suturas multifilamento. 
Fig. 4. Se realiza la colopexia coo dos líneas de sutura independientes de material monofilamento absortliblepara garantizar la fijacióndelc¡jon ala P0íed abdominal. 
25 
26 
La parte posterior 
Estenosis 
Índice de presentación 
El recto puede sufrircuadros 
de estenosis secundarios 
secundarias a procesos 
inflamatorios locales (Fig. 1). 
y que dificulta la eliminación de heces. 
a neoplasias murales o a fibrosis 
fig. 1. Estenosis que ronprime dorsatmente el recto 
Estos pacientes presentan tenesmo, dis· 
quecia, hematoquecia, así como heces 
blandas muy finas (en forma de cinta). 
Los adenocarcinomas de colon 
pueden ser circunferenciales 
produciendo una gran estenosis 
del intestino. Reo/ice un corredo 
diagnóstico diferencia/. 
Estos problemas se pueden afrontar de 
diferentes maneras dependiendo de la 
localización de los mismos (Fig. 2). 
fig. 2 	 Zooa A: Resección transanal. 
Zooa B: Ostectomía del puas. 
Zooa C: Laparotomía suprapjoca. 
Estenosis. Caso 1 / Resección rectal transanal 
Índice de presentaci~ 
Dificultad técnica 
Indicaciones de la resección rectal 
• Neoplasias. 
• Traumatismos y necrosis. 
• Perforaciones y laceraciones. 
• Estenosis. 
Recto Estenosis 
Se presenta en la consulta un paciente con 
dificultad para defecar como único signo clínico. 
En la exploración general no se detecta ninguna 
alteración, y en el tacto rectal se advierte una 
estenosis a una distancia aproximada de 4 cm 
del ano (Figs. 1y 2). 
Los resultados de los estudios analíticos son 
normales. 
fig. 1. Aplicando un enema de bario se localiza ciaramente la estenosis. 
Asimismo. la radiografia sirve para confirmar que no existen aclenopatías 
sublumbares. 
Antes de la cirugía 
• Dieta baja en residuos (arroz blanco y carne picada) 3 das antes. 
• Ayuno de sólidos durante 24 horas. 
• Enema de agua caliente el día anterior 
• Enema oon povidona yodada (10%) 4 horas antes de la cirugía. 
• Profilaxis antibiótica (cefalosporina de 'Z" generación). 
Fig. 2. La estenosis se observa claramente en la radiogralía ventrodorsal. 
Al localizarse cerca clel ano se puede realizar una resección del recto através 
del ano. 
27 
28 
La pa e pos erior 	 Recto Estenosis 
Técnica quirúrgica 
Esta técnica está indicada en la exéresis de una lesión distal que no 
se puede abordar a través de una laparotomía, y que está muy cra­
neal para ser extirpada mediante una eversión anal. 
Ver posicionamiento del paciente. • p6g. 21¡8 
• Dilatación del esñnter anal para poder manipular el recto (Fig.3). 
• Colocar unos puntos de fijación en el recto distal para evertirlo 
(Rg. 4). 
• A continuación se colocan unos puntos de tracción en la pared 
del recto, más craneales que los anteriores (Fig. 5). 
• 	Se realiza la sección del recto en 360", y se moviliza el recto 
mediante disección rana a través de su p<V"ed externa (Figs. 6 y 7). 
Ag. 3. Mediante pinzas yseparaclores se dilata el 
esfinter anal para proer acceder al recto distal. 
Ag. 6. Tras la sección circunferencial del recto se 
realiza la disección roma del mismo a lravés de 
incisión realizada. 
Fig. 4. Los puntos de fijaciónse colocan 
ap-oximadamente a 1 cm del esfinter anal.Oe esta 
forma se garantiza la localización de la parte caudal 
de la futura anastomosis. 
Fig. 7. La ciseccióndel recto por su parteexterna 
permite su movilización hacia el exterior. 
Se deben ligar ocoagular los vasos rectales segm 
vayanapareciendo. 
• 	Sección longitudinal del recto para comprobar si ya se ha alcan­
zado la zona de lesión (Fig. 8). 
• Al localizar tejido sano craneal a la lesión se realiza la sección del 
recto en un tercio de su circunferencia (F19. 9). 
• A medida que se reseca el recto se va anastomosando mediante 
sutura discontinua con material sintético monofilamento absorbi· 
ble (Figs. 10-12). 
Fig. 5. En una zona antefior del recto se emplazan 
dos o tres puntos de tracción, y entreéstos y los 
puntos de fijación (realizaoos anteñormente) se 
realiza la seoción del recto. 
Fig. a.Se secciona longitudinalmente el recto coo el 
finde identificar el área afectada así como el tejido 
sano por delante de ella. 
Complicaciones 
• Tenesmo. 
• Hernatoqueeia. 
• Incontinencia fecal temporal por dilatación del ano. 
• 	Incontinencia fecal permanente por lesión de los nervios rectales o 
por resección extensa. 
• Estenosis cicatrieial . 
Para intenta evita estas complicaciones emplee materiales de sutu­
ra absorbibles, sea cuidadoso en la disección, no reseque grandes 
longitudes de recto, controle la infección y evite tensiones excesivas. 
(6-9 horarias). Asimismo, se observa la zona de fibrosis en el segmento rectal extirpaoo. 
Fig. 9. Se secciona el recto sano a 1 cm de la lesión, 
yse sutura al esfínter analconpuntos absorbibles 
monofilarnento de 3/0 o410. Véase la sutura 
comp-endida entre las 12 y3rorarias. 
Fig. 10. Enesta imagen se aprecia la zona que ~eda por seccionar ysuturar 
Fig. 11. Finde la anastomosis término-terminal tras 
la reseceión del segmento rectal afectaclo por la 
estenosis. 
Fig. 12. Fin de la intervención. 
Fig. 13. Segmentointestinal 
resecaoo. Observe la zona de 
fibrosis central res¡xinsable 
de los problema!> que sufría 
el paciente. 
29 
30 
La pa e pos erior 
Índice de presentaci~ TO 
Dificultadtécnica ~ 
La propietaria de "Campanil/a" (Fig. 1) la lleva 
al veterinario porque desde que nació deposita 
heces blandas y muy finas, como sifuesen cintas. 
Fig. 1. "Campanilla" es una gata de 2 meses de edad que siempre ha tenido 
problemas para defeca. 
En el estudio radiográfico oon contraste 
baritado se observa una estenosis en el 
recto proximal (Figs. 2-4). 
Ag. 2. En la pñmera radiografía, Iras la 
administración de un enema de bario, se a¡Jecia 
un claro defecto de repleción del recto por delante 
delapeMs. 
Ag. 3. Se repite la raciografía30 minutos más 
tarde, comprobándose la fijación de la imagen, 
lo CJJeconfirma la sospecha ciagnóstica de 
estenosis intestinal. 
Rg. 4. En la vista ventrodorsal se obseNa que la estenosis afecta a toda la 
circmfereneia del recto. 
Recto Estenosis 
En este caso, dado Que la estenosis se encuentra por delante de la 
cavidad pelviana, se decide resecar el segmento intestinal (colecto­
mía) a través de una laparotomía suprapúbica. 
Verlaparotomía . 
in{raumbilical. p6g. 282 
Antes de la cirugía 
• Dieta baja en residuos (arroz blanco y carne picada) 3 días antes 
• Ayuno de sólidos 24 horas. 
• Enema de agua caliente el día anterior. 
• Enema con povidona yodada (10%) 4 horas antes de la cirugía. 
• Profilaxis antibiótica (cefalosporina de 2" generación). 
31 
32 
La pa e pos erior 
Fig. 5. Tras la laparotomía media se diseca el recto 
de la cavidad pelviana con el fin de facilitar su 
movilización craneal hacia el abdomen. 
Fig. 6. Para garantizar la vascularización del recto a 
través de la arteria rectal craneal se coagulan, con 
pinzas bipolares,las ramas de la misma que imgan 
la zona afectada por la estenosis. 
Fig. 7. Tras el clampaje intestinal, con una pinzas de 
Allys rnocfüicadas, se reseca el segmento 
estenosado.Debido a la escasa movilidad del recto y 
de la ctficultad de su exteriorizaciónse deben 
extremar las medidas para evitar lacontaminación 
peritoneal con restos fecales. 
33 
Recto Estenosis 
Fig. s. La anastomosis término·terminal se realiza 
con puntos sueltos de material monofilamento, 
realizándose primero la cara posterior. 
Fig. 9. Y a continuación se sutura la cara anterior. 
/lJ finalizar la anastomosis es impresdndi~e 
comprobar la estanqueidad de la misma inyectando 
suero flSiOOgíco en la luz intestinal, yobselvando que 
no existe salida del mismo através de los puntos. 
Antes decerrar la laparotomía, realizar un buen 
lavado atJOOminal con suero estéril atemperado. 
Fig. 10. Alos dos meses de la intE!fVención se 
comprueba su resutado. 
La estenosis ha desaparecido, pero la gata sigue 
presentando un megacdonproximal. 
En la sutura no debe protruir mucosa 
intestinal a través de la anastomosis, 
ya que este hecho favorecería la 
aparición de fístulas y peritonitis 
secundarias. 
M. glúteo medio 
M. glúleo superficial 
M. obturador 
Hernias 
Hernia perineal 
Caso 1 Herniorrafia simple 
Caso 2 Implante de malla 
Caso 3 Transposición del glúteo superficial 
y elevación del obturador interno 
Caso 4 Doble transposición muscular 
(obturador interno y glúteo superficial) 
Caso 5 Deferentopexia 
35 
Fig. 1. ESQuernaanatómico del periné en el Que se señalan las posibles 
localizaciones del anillo herníario 
Fig. 2. Imagen ra:liológica lateral del abOOmenen la Que se aprecia una hernia 
perineal unilateral cuyo contenido es el recto saculiza:lo ylleno de heces. 
La parte posterior 
Hernia perineal 
Índice depresentaci~ 
Las hernias perineales aparecen casi exclusivamente en perros 
machos enteros de meóéMla o avanzada edad. Son anecdóticas en 
el gato y en las hembras de la especie canina. Las razas más 
comúnmente afectadas son: Boxer, Boston Terrier, Pequinés, Collie, 
Teckel y Bobtail. También son frecuentes entre los mestizos de 
pequeño tamaño tipo ratonero. 
El origen de la hernia es el deterioro de la función del diafragma pél­
vico por debilitamiento de su musculatura. Varias causas suelen con­
fluir para que la atrofia y/o degeneración del periné tenga lugar. Entre 
ellas cabe destacar la atrofia neurogénica producida por el alarga­
miento de los nervios motores de la zona perineal en pacientes con 
estreñimiento y tenesmo crónicos, la atrofia senil, la atrofia de la mus­
culatura coccígea en perros caudectomizados. las miopatías produ­
cidas por transtornos endocrinos de las hormonas sexuales y la 
patología prostática. El resultado, en cualquier caso, es la reducción 
del soporte de la pared rectal, de forma que la porción terminal del 
tubo digestivo se desvía, se saculiza o forma l.ll divertícoo. 
El anillo herniario se encuentra habitualmente lateral al esffnter anal 
externo. El contenido herniario puede deslizarse entre el esffnter y el 
músculo elevador del ano. Con frecuencia, el elevador estáatrofiado 
y el contenido abandona el abdomen a su través, entre el esfinter 
anal y el músculo ooccígeo (Fig. 1 ). 
Fig. 3. lrnagenradiológicaventro-dorsal del abdooien, contrastada cm enema de 
bario, en la Que se aprecia una hernia perineal unilateral cuyo contenido es el 
recto OOsviado. 
El contenido más habitual de una hernia perineal es intestino o teji­
do adiposo de origen abdominal. Como consecuencia del fracaso 
de la función de la musculatura del diafragma pélvico, muy frecuen­
temente hallamos el recto desviado lateralmente, constituyéndose 
una flexura en el contenido de la hernia. En otras ocasiooes, se 
fomna una saculación rectal como consecuencia del estreñimiento 
O'ónioo, y es la presión ejercida sobre el periné por las heoes reteni­
das la que acaba produciendo la hernia. (Figs. 2 y 3). 
La vejiga y/o la próstata también pueden herniarse. Algunas veces 
es lavejiga la que se retroflexiona y se harria y otras es la próstata la 
que se hernia, arrastrando tras de si a la vejiga (Figs. 4 y 5). 
Fig. 4. Imagen radiográfica de un cistocele en la QUe se localiza la vejiga en la 
zona perineal mediante un cmtraste yodado. 
Rg. 6. Abultamiento en la zona del periné que oorresponde a una hernia perineal 
unilateral.Obsérvese que se trata de un animal caudectornizado. 
Hernia perineal 
Los signos clínicos induyen el abultamiento del periné, generalmen­
te reducible, a uno o a cmbos lados del ano, según se trate de una 
hernia uni o bilateral (Fig. 6). Podemos hallar también: estreñimiento, 
tenesmo y cisquecia, que en ocasiones alternan con diarreas e incon­
tinencia fecal. Si la vejiga fomna pa-te del oonterWdo de la hernia y se 
encuentra en retroflexión, el cuadro clínico puede agravarse al ser 
imposible la micción, llegándose a producir l.1'lél azotemia postrenal. 
Un diagnóstico completo debe incluir la identificación de las 
estructuras anatómicas herniadas medante radiología y tacto rectal.Sólo así se podrán anticipar los posibles problemas quirúrgicos y 
escoger el tratamiento más apropiado al caso. Para ello realizaremos 
una radiograña en la que podemos ayudarnos con un contraste en 
la vejiga y/o en el recto. 
Fig. s. En esta cistografía se observa la vejiga oospazada cauclalrnente. lkla parte 
de ella se localiza en la cavida:I pélvica yotra en el saco herniario. 
El tratamiento médico y dietético tiene como objeto la defecación 
y obtención de heces blandas. Se basa en combinar una dieta rica 
en fibra y contenido húmedo oon el uso de laxantes formadores de 
masa y/o reblandecedores de heces. A esto podemos añadir la 
terapia hormonal u orquidectomía en caso de hipertrofia prostática. 
Los resultados de estos tratamientos son bastante pobres, de fomna 
que generalmente es preciso realizar una intervención quirúrgica que 
resuelva el problema. 
• Si mediante el estudio radio/6gico hallamos la vejiga como 
parte del contenido de la hernia, debe realizarse la 
intervención quinírgicc lo antes pasible. Existe riesgo de 
que se produzca una retención de orina y azotemia 
postrenal. 
37 
La parte posterior 
• l.Í'lea de uic1sión para la realzación de una 
hemlooafla simple. 
Antes de la cirugía 
• Mantener en ayunas al paciente 2 4 horas para garantizar el ade­
cuado vaciamiento del aparato digestivo al objeto de evitar la con­
taminación del camPo quirúrgico. 
• Administrar un enema con el mismo fin. 
• 	Si la hernia contiene la vejiga de la orina se vaciará mediante 
sonda o cistocentesis. 
• 	En pacientes deshidratados o tXémicos canoconsecuencia de la 
retención de onna será necesaria lX13 estabilización antes de la 
ntervención qurúrgica. 
• 	Prepcr-ar el carnPo Qúrú'glco y posicionar al paciente cano para 
cualQuie.'otra interveroón en la zona del J)Emé. 
La herria pertieal puede resolverse quirúglcanente mediante rrü­
tiples téc111C3S. La elección de la más adecuada para cada caso 
depende pITT;ipalmente de: 
• 	El estado de la musculatura del penné (tamaño y localiZación del 
anülo, mayor o menor grado de atrofia muscular... ). 
• 	El tipo de contenido herniario [intestino, vejiga... ). 
• 	La experiencia dol cirujano oon cada una de las técnicas. 
Entre las técnicas quirll"gicas indicadas para la resolución de la her­
nia perineal encontramos: 
• Hemiorrafia simple. 
• Elevación o transposición del músculo obttXador interno. 
• Transposición del músclJo glúteo superficial. 
• Transposición del músclJo semitendinoso. 
• Colocación do prótesis tipo nnalla. 
• Ostopexia 
• Defe.'entopexia 
• 	 Colopexia. 
~· Pu1los de relereflCia ublaaoos para el 
atxl<Claje de una hernia penneal. 
Seglri la técnica quirúrgica que vayamos a emplear para el cierre del 
anillo herniario, la incisión cutánea presentará variaciones. Para una 
herniorrafia srnple o para colocar una malla bastará con una incisión 
lateral al ano sob<e el saco herniano que se extenderá longitudinal­
mente desde la base del rabo hasta el isquión ventralmente (Fig. 7). 
Cuando sea preciso realizar una transposíción del glú1eo Sl.4)0rficial, 
será necesario prolongar la incisión dorsaJmente y/o realizar una 
siegunda incisión perpendicUar a la primera en drecoón al trocá1ter 
mayor del fémur (Fig. 8). Para la reaiza=i6n de estoo <ixlrdajes se uti­
iz<n canop..ntoo de referancia la n.tlero5idad isqOOtica, el trocá1ter 
mayor del íéms y el ala del ileOí1 (Fg. 9). 
Después de la cirugía 
• 	Colocar al paciente lXl ~ isabeh:> y mantener1o ruante todo 
el postql0ralorio. 
• Acmnistrar laxa'ltes con el fin de 81/ltar esfuerzos al defecar. 
• Indicar una dieta tjandia para evitar el estrei"limiento. 
• 	Advertir al propietario de la importancia de una rigiere cuidadosa 
de la región (que lave la zona cada vez que el animal defeque o 
vuelva de la calle). 
Las complicaciones son poco frecuentes. Están descritas: la infec­
ción de la herida, la incontinencia fecal , la disuria, el tenesmo, el pro­
lapso rectal y la parálisis del ciático. 
Por el contrario, son relativamente habituales las recidivas, cuya inci­
dencia oscila, según la Dbliografía, entre un 1Oy un 40%. Estos por­
centajes dependen mucho de la experiencia del cirujano y de la téc­
nica realizada. La orquidectomfa, según algunos estudios, disminu­
ye a casi una tercera parte esta cifra, además de reducir también la 
aparición de la hernia contralateral. 
Siempre que se intervenga quirúrgicamente una hemia de este 
tipa es precisa recomendara/ propietaria la arquidedamía . 
Hernia perineal / Herniorrafia simple 
Hernia perineal. Caso 1 / Herniorrafia simple 
e • Prolong¡ción yramificOOón de la irdsül 
pera la reaJiZación de l.llél tr<r1Sl))Sieión muscular 
clel músculo glúteo superroal y/o del músculo 
obturador interoo. 
Dificultad té<nica -
Fig. " Nuestro 
~nte el tia que 
acudió aconsulta por 
J)imera vez. 
Raclogra~a 
YenlrtXilrsal en la que 
sea¡recla, lllEñante 
cootme llarilaOO, 
la cooecta sib.Wóo 
del recto~ ro 
coostituye en este 
caso parte ele la 
hernia 
Siempre que sea posible realizar una herniorrafia 
simple optaremos por ésta técnica, que es la más 
sencilla y que consiste en cerrar el anillo herniario 
mediante puntos entrecortados. El éxito de la 
técnica depende del buen estado de la musculatura 
perineal adyacente al anillo herniario, 
que soportará la tensión de la sutura de cierre. 
Otro factor determinante es el tamaño del anillo 
herniario, que condicionará la tensión en la línea 
de sutura. 
Se presenta a consulta un Caniche, macho de 10 años de edad, 
con un abultamiento en la zona del periné (Fig. 1). El paciente no 
presenta tenesmo ni retención de heces. A la exploración rectal se 
diagnóstica una hernia perineal Dlateral. El recto presenta una dis­
posición normal, tal y como se confirma en una radiOgl'afia con con­
traste (Fig. 2). Se decide intervenir qL1rúrgicamente. 
Fi , Z(Jl3 (JJir\rglCa una vez ~pn;la de la foona habitual, en la que se 
aprecia el abl&miento del pariré aambos lalos del aro. 
39 
La parte posterior Hernia perineal / Herniorrafia simple 
Fig. 6. Esquema de la sutura de una hernia perineal en la Que se a¡recia la Fig. 7. Obsérvese el anillo una vez cerrada con puntos entrecorta00s ymaterial 
ng. 4. Una vez realizada la incisión so!xe el saco colocación de puntos entrecorta00s entre el esfínter analylos músculos elevador reabsortJible 
herniaño yabiertoéste,se aprecia Que su contenido del ano ycoccigeo yentre éstos yel músculo obturador interno. 
está formadopor asas intestinales en buen estado. 
40 41 
Fig. 5. Se reduce el contenido de la hernia con la ayuda de una torunda sujeta por una pinza larga,que nos ayuda amantene~o en su sitio durante la colocación de la 
sutura.Se obseiva que el tamaño del defecto no es demasiado grande asl como la integridad de los músculos coccigeo yesfinter anal externo, que conforman sus tx>rdes. 
por lo que se decide realizar lJlaherniOrrafia sim¡je. 
Fig. s. Tras la hemiOrrafia, es importanterealizar una sutura minuciOsa del tejido 
subcutáneo~conseguir una buena aposieión de los tejidos de la zona, 
cistendi00s cano consecuencia de la hernia. 
Fig. 9. Aspecto final de la herida tras la sutura cutánea.En el mismo tiempo 
Quirúrgieo se realizó la herniOrrafia contralateral y la ¡receptivaorquidect001ía. 
!:ando el estado de la musculaturo perineal lo permita y el 
defecto no sea demasiado grande, la herniorrafia simple es la 
~nica de elección por su sencillez. 
Ver orquidectomfa. ~ p6g. 264 
Fig. 10. ResultadiO efe la inteNenciónen e! momento de la retirada de los puntos. 
Nótese el aspecto totalmente normal del periné yla desapaiieión de la inflamación 
postquirúrgica, habitual en esta zona. 
La parte posterior Hernia perineal / Implante de malla 
Hernia perineal. Caso 2 /Implante de malla 
Dificultad técnica --=mI0 
Cuando la musculatura perineal no ofrece garantías 
para la fijación de una sutura sometida a tensión, 
una alternativa sencilla a la hemiorrafia simple será 
la colocación de un implante de mallaquirúrgica 
de po/ipropileno. El inconveniente de esta opción 
es el elevado precio de la malla. 
En caso de escogeruna malla para resolver una hernia perineal, 
la más apropiado es darle forma de cono o cucurucho. 
42 43 
• No olvide rea/ízar una sutura en bolsa de tabaco del 
esfínter anal iy retirarla al terminar la intervención! 
[Ver suturo del ano en bolsa de tabaco. :. pdg. 252 
Fig. 1. Radiografia ventrooorsal re un pacientere la especie caninaen la que se 
aprecia heroo perineal izquíerda de gran tamaño, cuyo contenido es una 
saculización del recto. 
Fig. 4. La malla quirúrgica es de poliprq¡ileno, material no reabsorbible que 
ser\lirá re soporte para el tejido cicatñcial. ÉSte se forma apartir de los 
fit1oolastos que invadenla malla. 
Fig. s. Dada la profundidad del defecto anat<mico que da lugar a la hernia 
perineal, resu1a práctico ciar ala malla forma de cu:urucho, para lo que se 
recorta tal como se aprecia en la imagen. 
Fig. 2. Campo qlirúrgico preparaoo.El paciente se coloca en decúbito prono, con 
la cola fijada sobre el dorso yla pelVis elevada. La inciSión se realiZa, al igual que 
para la hemiooafiasimple, sobre el saco herniario, en dirección oblicua. 
Fig. 3. Una vez reducida la hernia ydisecado el anillo. se ooserva el gran tamaño 
del defecto y la rebilidad de los músculos,por lo cual se decide implantar una 
malla quirúrgica. 
Fig. 6. Una vez fabricado el cucurucoo, se roloca en el defecto con el vértice en la 
parte más profuroa del mismo. 
Fig. 7. Se presenta el cucurucho de malla sobre el defecto yse ajusta la amplitud 
de su base alas dimensimes del anillo,abriérdolo más omenos, hasta cubrirlo. 
La parte posterior Hernia perineal / Transposición de glúteo 
Hernia perineal. Caso 3 /Transposición del glúteo superficial y elevación del obt.uraam interno 
Dificultad técnica --=-=.J 
En aquellos casos en los que el anillo herniario 
sea demasiado amplio como para realizar una 
herniorrafia simple podemos recurrir, 
como alternativa a la colocación de una malla 
de polipropileno, a alguna de las técnicas de 
transposición muscular. Estas son más exigentes 
<ig. a. Se sutura acontinuación el perímetro de la técnicamente pero menos costosas desde el punto 
base del cono alos músculos que delimitan el anillo, de vista económico. De las técnicas descritas,
asegurándonos de fijar los puntos sobre músculo Fig. 1 . "Monday'' el día 
sano yde que no creamos excesiva tensión en la la que según nuestra experiencia ofrece los mejores que acudió anuestra 
sutura. resultados, es la combinación de la elevación del consulta. 
obturador interno con la transposición del glúteo 
superficial. El obturador cubre eficazmente la parte • En casos como éste, en que la vejiga de la orina está 
más ventral del anillo herniario mientras que el Implicada en la hernia, la resoluci6n del problema es 
urgente.glúteo superficial cierra la zona dorsal del defecto. 
Se presenta a la consulta 'Monday", perro macho de 8 años de niario, en retroflexión. Una situación oomo ésta comporta m grave 
edad, cruce de Samoyedo (Fig. 1). 8 propietario comenta que su peligro de uremia postrenal que exige una actuación inmediata. Se 
44 111imal realiza esfuerzos continuos para oñnar desde hace dos días procede como primera medida al sondaje y vaciado de la vejiga. 45 
y que ha observado la presencia de un abiJtamiento al lado del ano. Tras reducir la hernia se realiza una nueva radiografia en la que se 
La exploración revela la existencia de una hernia perineal aparente· aprecia que la vejiga ya no está retroflexionada, pero que aún se 
mente reducible cuyo contenido, dada la sintomatofogía, parece encuentradesplaza caudalmente junto con la próstata (Fig. 3). 
incluir la vejiga de la orina en retroflexión. Al objeto de completar el estudio del contenido herniario, se admi· 
La analítica pone de manifiesto ma ligera uremia, siendo normales el nistra al paciente un enema baritado y se realiza una nueva radio· 
resto de los parámetros. grafia que muestra una desviación rectal (Fig. 4). 
La exploración radológica se realiza tras introducir Lll contraste yoda· Se decide intervenir quirúrgicamente la hernia. 
doen lavejiga (Fig.2) queapa-ece efectivamente dentrodel saoo her· 
Fig. 9. Para la fijación de la malla utilizamos puntos entrecortados simples de material no reabsorbiblemooofilamento distlibuioos alrededor de la malla. 
Fig. 2. Radiología lateral de la vejiga contrastada en 
retroflexiál yformando parte del contenido de la 
hernia. 
Fig. 3. Imagen lateral de la vejiga ya reducida 
aunque todavía situada en el canal pélvieo. 
Fig. 4.Radiología ventrooorsal, esta vez tras 
introducir contraste por vía rectal. Se observa la 
desviación del recto en el interior del saco herniario. 
------------­
---------+-- ­
h--'------------1 Nervio yarteria perineales 
Fig. s. Se procede ala pre~ión 00! paciente de la forma acostumbrada. 
Se señala la línea de incisión QUe debe ser un am~io aroo que comienza 
dorsalmente al trocánter mayordel fémur yterminamás allá del isquion.Obsérvese 
la sutura en tdsa de tabaco del ano y la colocacíOCI de la oola soore el dorso. 
La parte posterior 
Fig. 7. ESQuema anatómico en el que se representa la desinserción del tendón del 
glúteo superf!CÍ31 del trocánter mayor del fémur. 
Fig. 9. Se obseria en esta imagen rono el músculo glúteo llega acubrir gran 
parte del defecto muscular quedando tan sólo unapequeña parte del mismo sin 
cerrar. En la imagen se aprecia tejido graso en dicha zooa ventral. 
Fig. 6. Aspecto de la zona quirúrgica en la que se observa, ala izquierda, el 
defecto herniario y, a la derecha, el músculo glúteo superficial. Dada la amplitud 
del anillo se decide en este caso realizar una trans¡xisición del glúteo yuna 
elevación del músculo obturador interno. 
Fig. s. Una vez desinsertaoo el glúteo ycoo cuidado de no lesionar su 
vascularización propia. que le llega por su cara interna, es desplazado hacia el 
defecto herniaño. Mediante esta transposición se consigue normalmente cubrir la 
parte dorsal del anillo herniario, pero no la ventral. 
-+-+------'1c------ Coccígeo 
J -+------+----~ Ligamento 
sacrotuberoso 
-- Esfínter anal externo 
Obturador interno 
(reflejado) 
- -+---- Biceps femoral 
Fig. 10. ESQuema anatómico en el que se representa al mUsculo obturador 
interno.Obsérvese que clcho músculo se inserta mediante una fina aponeurosis 
en el límite caudal de la tabladel isquion. Es precisamente esta aponeurosis la 
que deberemos desinsertar lo más cerca posible del arco isquiático. con el fin de 
preservar el tejido fibroso quedara consistencia a la sutura del obturaoor, unavez 
elevado. 
Hernia perineal / Transposición de glúteo 
Fig. 11. Aspecto final de la zonaquirúrgica. Obsérvese a la iZQu;erda el esfínter anal. aniba a la derecha el glúteo superticial traspuesto yabajo el obturador interno una vez 
elevaoo. Suturanoo entre sí estos tres músculos conseguimos el cierre delanilloherniario. En este casono ha siclo necesario seccionar el tendóndelobturador interno. lo 
cual simplifica la técnica. 
Lo combinación de lo transposición 
del glúteo superficial y de la elevación 
del obturador interno, es uno técnico 
que resuelve lo mayoría de los hernias 
perineales de gran tamaño. 
Fig.12. Es freo.tente, tal ycomo se aprecia en la 
imagen.que el paciente desarrolle un cierto grado 
de prolapso rectal tras este tipo de intervenciones. 
que, en general, desaparece por si mismo en pocos 
días. 
47 
La parte posterior 
Hernia perineal. Caso 4 / Doble transposición muscular (obturador interno yglúteo suReíficial) 
Dificultad técnica --=--::J 
Se presenta a consulta "Satán", perro macho entero 
de 9 años de edad y raza Pastor Alemán por haber 
observado el dueño abultamiento en la zona 
perineal izquierda (Fig. 1). A la exploración se 
fig. 1. Nuestro diagnostica una hernia perineal cuyo contenido 
pacienteel dia que 
era una flexura rectal (Fig. 2). Se decide intervenir acudió a consulta 
por primeravez. quirúrgicamente. 
Puede Otlservarse el 
desplazamiento lateral 
de la cola hacia el lado 
contrariode la hernia. 
Fig. 2. Tacto rectal realizado inmediatamente antes 
de la inteivención. se aprecia el deoo hacienoo 
relieve eo la zona de la hernia. 
Fig. 3. Una vez realizada la incisión cutánea yla 
disección del tejido suOCutáneo, se observa el 
amplio anilloherniario y, asu través, el recto ytejioo 
graso. sedecide realizar una doble transposición de 
los músculos obturador interno yglúteo superticial. 
Hernia perineal / Doble transposición 
Fig. '•·Se comienza localizando la inserción clel 
tendón del glúteo superficial en el trocánter mayor 
del fémur. Para ello se puede realizar una nueva 
incisión cutánea perpendicular a la antericr, en 
dirección al trocánter mayo< del fémur. 
Fig. s. Una vez seccionado et tendón de inserción 
del glúteo superficial, transponemos el múoculo 
hacia el periné. Ensu disección y manipulación 
respetaremos el aporte sanguíneoquellega por su 
cara interna. 
Fig. 6. El glúteo se lleva caudalymedialmenteal 
objeto de rubrir la parte más dcrsal del defecto 
herniario. 
49 
La parte posterior Hernia perineal / Doble transposición 
Fig. 7. Acmtinuaciónse procede alocalizar el 
tendón cJel obturador interno en la cara interna y 
posterior del fémur. Para ellorotaremos 
rnedialmente la extremidad. 
• Cuando realice una transposición del músculo obturador 
interno deberá tener cuidado de no dañar algunas 
estructuras vasculares y nerviosas como son los vasos 
pudendos y el nervio ciático. 
so 
Fig. s. Al seccionar el tendé:n delobturador 
cJeberernos prestar especial atención al nervio 
ciático, que cruza sotre él. 
Fig. 9. Una vez liberado de su inserción tendinosa y 
cJe parte cJe su inserción en la tattl del isquion se 
eleva el tendóndel obturador hacia la parteventral 
cJel defecto herniario. Nótese la pra<imidad de los 
vasos pudendos. 
Rg. 10. La partedel músculo obturador desinsertada de la tablaisquiática tambiénse eleva en la misma cirección. 
51 
52 
La parte posterior 
Fig. 11. Ambas partes del músculo obturador interno 
se suturanal esfinter anal yal músculo coccígeo. 
Fig. 12. Acontinuación el glúteo superficial se sutura 
ala parte más dorsal del esffnter anal externo y, 
ventralmente, al músculo obturador previamente 
transpuesto. 
Para la transposición del obturador 
interno es preciso seccionar su 
tendón de inserción. Esto incrementa 
la dificultad técnica pero ofrece como 
contrapartida la posibilidad de cerrar 
grandes defectos herniarios. 
Fig. 13. Aspectode la herida quirúrgicaya suturada. 
Obsérvese la forma de Tde la incisión que permite 
alxlrdar la inserción del glúteo superficial en el 
trocánter mayor del fémur. 
Hernia perineal. Caso 5 / Deferentopexia 
Dificultad técnica --=-=.J 
La hipertrofia prostática, tan frecuente en perros de avanzada edad. 
dificulta la defecación de forma mecánica,al verse desplazada hacia 
la entrada de la pelvis durante la prensa abdominal. La consecuen­
cia es el tenesmo y el estreñimiento crónicos. La próstata actúa 
como un ariete durante los esfuerzos de defecación sobre el dia­
fragma pélvico, contribuyendo de este modo, jl.l'lto con otras cau­
sas ya comentadas, al debilitamiento de la musculatura perineal y 
dando lugar a la hernia. 
En estos casos la próstata se desplaza a la cavidad pélvica arras­
trando consigo la vejiga, po.- lo que ambas pueden formar parte del 
contenido herniario (Fig. 1). La reduoción de la hernia y reparación 
del anillo herniario no serán, entonces. suficiente garantía de que no 
se produzcan recidivas. 
Hernia perineal / Deferentopexia 
Se describe a continuación la técnica de 
la deferentopexia, cuyo objetivo es fijar la próstata 
y la vejiga en la cavidad abdominal, impidiendo 
asísu desplazamiento hacia la pelvis y, por tanto 
la recidiva. 
Está técnica es complementaria a las técnicas 
ya descritas de herniorrafia, colocación de malla 
o transposiciones musculares. 
Fig. " Radiograffa lateral del abdooien de nuestro 
paciente en la queobseivamos que la próstala 
forma parte del contenido 11emiario yha arrastrado 
caudalmente la vejiga.que queda dentro de la 
cavidad pélvica. El estudio radiográfico se realiza 
administrando enema de bario ymediante una 
neumocistograffa. 
La deferentopexia es una técnica 
quirúrgica complementaria 
especialmente indicado en aquellos 
hernias perineales que involucran la 
vejiga y/o lo próstata. 
Ver orquidectomío. ~ p6g. 261¡ 
Fig. 2. Se realiza previamente una orquidectomía. 
dejando sujetos mediante ¡:inzas ambos conductos 
deferentes yse dejan amoos incisiones sin suturar 
momentáneamente. Acontinuación se realizaré lila 
1aparot001ia parapeniaoa. 
53 
54 
La parte posterior 
Fig. 3. La laparotomía se realiza de la forma habitual 
una vez lateralizado el pene:~r linea alba y 
protegiendo convenientemente los órganos 
abdominales. 
Fig. 4. Una vez abierto el abdomen se visualiza la 
vejiga y, tras cteS¡llazar cranealmenteel paQuete 
intestinal, identificamos el colon. 
Fig. 5. Se reclina caudalmente la vejiga con el objeto 
de localizar los cmductos deferentes eo su camino 
hocia la próstata, cruzando los uréteres. 
Hernia perineal / Deferentopexia 
Fig. 6. Una vez localizados los conductos deferentes, 
se sueltanlas pnzas colocadas tras la castración y 
se tracciooa de uno de ellos hasta haC€11o entrar en 
la cavidad abdominal a través del allllo inguinal. 
Fig. 7. En esta imagense observa uno de los 
conductos deferentes ya dentro de la cavidad 
abdominal. La vejiga se mantiene reclinadacon 
ayuda de un punto de tracción yde una J)nza 
atraumática. 
Fig. a. Tras sujetar el primer cooducto con una pinza 
que lo mantiene localizado, se procede de igual 
forma con el otro conducto. 
55 
La parte posterior 
Flg. 9. Ambos conductos deferentes se encuentran bien localizados en el interior del abdomen, unidos ya únicamente a la próstata. 
Fig. 10. se pretende que ambos cooductos 
deferentes acblencomo verdaderos tirantes de la 
próstata al anclarlos aambos laoos de la pared 
alxlominal mediantela realización de sendas 
tunelizaciones asu través. Para ello se comienza 
realizando una pequeña incisiónen la zona lateral de 
la pared abdominal, cranealmente ala vejiga. 
Hernia perineal / Deferentopexia 
Rg. 11. lntrooucimos una pinza de mosquito P<J la 
ioosióo realizada con la que abrimos un blnel, 
de 1cm de loogitud aproximadamente, par debajo 
de la fascia del músculo transverso del abdomen. 
Ayudamos ala salida de la pinza de nuevo mediante 
el bisturí. 
Fig. 12. Se observa el túnel preparaoo para pasar a 
su través el cond\Jcto deferente. 
Hg. 13. Con la ayuda de otra pinza de mosqutto se 
hace pasar el conducto deferente através del túnel. 
57 
58 
Fig. 1s. Una vez replegado el condocto deferente sooce si mismo se pasa una 
ligadura alredeoor de ambos segmentos. 
La parte posterior 
Fig. 14. Se traociooa del cooducto deferente en sentido craneal, tensándolo hasta 
conse~irque la prootata ~e fija eo la cavidad alxlominal. De~ se repliega 
el conducto soore sí mismo para aseguraf10 me<iante ligadura. 
Fig. 16. Aspecto del oonducto deferente una vez aseguraoo sobre sí mismo mediante oos ligaduras.Se procederá de igual fonna conel cooducto deferente del otro lado. 
Hernia perineal / Deferentopexia 
íig. 17. La deferentopexía realizada garantiza que la 
próstata no pueda desplazarse de nuevo a la 
cavidad pélvíca ni arrastrar consigo ala vejiga, pero 
no impide que la vejiga se retroflexione. Para evitar 
esta posibilidad,podeiros realizar aelemás una 
cistopexia. 
Como complemento a la 
deferentopexia puede ser conveniente 
reolizor una cistopexia que tenninar6 
de fijar la vejiga en su lugar 
anatómico impidiendo que se 
retroflexione. 
Flg. 18. una vez cerrada la caviclad abdominal se 
coloca al paciente en decúbito prono y 
Trendelent.irg para proceder acerrar el anillo 
herniario con alguna ele las técllicas ya descritas. 
En este caso se escoge colocaruna mallaele 
polipropileno en cono. 
59 
Ano 
Saculitis anal 
Caso 1 Tratamiento preventivo 
Caso 2 Tratamiento médico 
Caso 3 Tratamiento quirúrgico. 
Saculectomía técnica cerrada 
Caso 4 Tratamiento quirúrgico. 
Saculectomía técnica con gel caliente 
Caso 5 Saculectomía en hurones 
Neoplasias anales 
Caso 1 Adenoma de tamaño pequeño 
Caso 2 Adenoma de gran tamaño 
Fístulas perianales 
Caso 1 Tratamiento médico 
Caso 2 Resección quirúrgica radical 
Caso 3 Resección quirúrgica radical. 
Complicación postoperatoria 
Caso 4 Resección quirúrgica superficial 
Caso 5 Resección quirúrgica y tratamiento médico 
Pliegues cutáneos de la cola 
Caso 1 Resección quirúrgica 
Atresia de ano 
Caso 1 Atresia en la gata 
Caso 2 Atresia en la perra 
61 
62 
La parte posterior 
Saculitis anal 
Índice depresentaci~ 
La sacul~is es la inflamación e infección de los sacos anales. 
Es una patología muy frecuente, que afecta al 1 0% de los perros, 
especialmente de razas pequeñas. 
Los sacos anales se encuentron a ambos lados delano, 
localizados entre el es{fnteranal intemo y elexterno. Actúan como 
reservorio de la secreción de las glóndulas apacrinasy sebóceas. 
Etiología 
La etiología de la saoulitis no está pertectamente definida. Se asocia 
con dietas inapropiadas, heces blandas, falta de ejercicio, alte<acio­
nes funcionales del esfinter anal, fístulas perianales... En definitiva, 
situaciones en las que no se consigue una correcta evacuación del 
contenido de los saoos anales durante la defecación, infectándose a 
continuación su contenido. 
Signos clínicos 
• 	Picor de la zona: 
- Marcha en trineo, para rascarse el ano sobre el suelo. 
- Lamido e incluso autolesión de la zona anal. 
•	 Dolor. 
• Tenesmo. 
• Oisquecia. 
• Hematoquecia. 
• 	 lnfl<:rnación perianal. 
• Contenido denso, maloliente, hemorrágico o purulento (Fig. 1). 
• Fístula o fistulas perianales (Figs. 2 y 3). 
Esta patología podría ser una de las 
etiologías de las fístulas perianales 
en razas como el Pastor Alemón . 
• Los sacos anales se deben palpar 
y vaciar en cualquier exploración 
física rutinaria, así se podró 
detectar su alteroción en los 
primeros estadios. 
Fig. " Contenido obtenido, mediante ~sión manual, de un saco anal de un gato 
coo un cuadro tí¡joo de saculitis. 
Fig. 2. Fístula perianal a las 5 horanas oomo consecueociade un absceso del 
saco anal del lado derecho 
Ano / Saculitis anal 
Saculitis anal. Caso 1 Tratamiento preventivo 
La impactación simple se puede tratar mediante 
presión manual de los sacos para vaciar su 
contenido. 
En los perros se introduce el tercer dedo 
(corazón) a través del ano, y se realiza el tacto 
rectal, centrando la exploración en los laterales del 
No realice demasiada fuerza, se podría romper el saco.esfínter anal (4-5 y 7-8 horarios) (Fig. 2). Se vacía 
Tome precauciones paro que el contenido de éstos no acabe en 
coda uno de los sacos comprimiéndolo desde su su bata. 
zona distal hacia el orificio anal (Rg. 2). 
En las razas miniatura, en los gatos, y en los que no se puede reali ­
zar el tacto rectal, realice la presión para vaciar el saco desde el 
exterior, comprimiendo el saco anal desde la piel (Fig. 3). 
También estaría indicado el lavado de los saoos con suero fisiológi­
co atemperado para realizar una limpieza mecánica de los mismos. 
Cuando existe infección e inflamación local intensa, además de 
vaciar los sacos anales, se deben irrigar con suero fisiológico atem­
perado y con una solución de povidona yodada al 10% o clomexi­
dina al 0,5%. 
En casos de absceso se debe prescribir un tratamiento antibiótico­
antiinflamatorio tópico en crema, y en casos severos antibioterapia, 
también, por vía Sistémica. 
Recomiende al..lllentar la fibra en la óeta para facilitar la evacuación 
del contenido de los sacos anales. 
fig. t. Identificación de los orificios de lossacos anales. En este caso su apeitura 
es más dorsal que en el resto de los casos. 
Fig.3. En ciertas razas de gran tamaño lossacos 
anales se encuentran más profunoos, pir este fig. 2. Vaciamiento del saco anal oomprimiéndolo desde su zona más interna. Fig. 3. Vaciamiento del saoo anal derecho mediante presión digital externa. 
motivo cuando se infectan yse rompense crea una 
celulitisdifusa alreOOdor clel ano y varias trayectos 
fistulosos. 
La parte posterior 
Saculitis anal. Caso 2 Tratamiento médico 
"Sam" es un gato macho, castrado, de raza Europea 
llevado a la consulta porque no deja de chuparse 
la zona posterior, que también le sangra. 
En la exploración clínica no se detecta ninguna 
alteración sistémica, y en la zona perineal se aprecia 
una pérdida de sustancia en la zona ínfero-lateral 
del ano (Ag. 1). 
Se tranquiliza al paciente y se realiza una limpieza mecánica de la 
zona con suero fisiológico y solución acuosa de povidona yodada 
diluida al 50%. 
Se prescribe una pomada antibiótica-antiinflamatoria que el propie­
tario deberá aplicar a "Sam" dos veces al día a través de la fístula, 
primero, y después a través del ano. 
En este caso no se indicó tratamiento antibiótico sistémico. 
Fig. 1. Enla parte infefior-lateral del ano se identifica una rona fistulosa amplia, 
coo salida de secreción ¡x¡rulenta. 
• No se olvide recordar a los propietarias la necesidad de 
que el paciente lleve un collar isabelino para evitar que se 
lama la zona. 
Evolución 
Fig. 2. Alos siete días de tratamiento la evolución es favorable. 
Controlada la infección la cicatrización de la zona es correcta. 
Fig. 3. A los 1odías de tratamiento la fístula está cerrooa y se suspende la 
a¡¡licación de la pomada. 
Ano / Saculitis anal 
Saculitis anal. Caso 3 / Tratamiento quirúrgico: Saculectomía técnica cerrada 
Dificultad técnica ~ 
La saculectomía es la resección de los sacos anales 
cuando éstos sufren saculitis recidivantes. 
Recuerdo anatómico 
El saco anal se encuentra entre las fibras musculares del esfínter 
anal, cerca del recto, y por su parte interna discurren las ramas de la 
cneria y vena caudal rectal, así como los ramos del nervio pudendo 
que inervan el ano. 
Técnica quirúrgica 
• 
Paro reducir las complicaciones postoperotorios de esto 
técnica procure no reolizorla mientras los sacos est6n 
inflamados e infectados . 
Cuando el problema es unilateral recomiende extirpar 
los dos sacos anales. Evitará elmismo cuadro en el lado 
controlaterol ol cabo del tiempo. 
Rg. 2. Tras vaciar los sacos anales, se deben irrigar con unasolución antiséptica 
(povidona yodada o clorhexidina), para eVitar una contaminación seclJ'daria Si se 
rompe el saco durante la disección. 
El paciente que se presenta a continuación sufóa cuadros recidivan­
tes de saculitis bilateral, y la propietaria decidió eperar1o para resol ­
verle definitivcwnente su problema. 
Antes de la cirugía 
• Vacíe el contenido rectal de heces. 
• No emplee laxantes en las 24 horas previas a la cirugía. 
• Vacíe el contenido de los sacos anales. 
• Depile y prepare de forma aséptica la zona quirúrgica. 
Fig. 1. Preparacioo del campo Of)eratooo sobre el que se va a intefV€11 ir. 
Fig. 3. Enel recto se introduce un "tapón" de gasa con antiséptico para desinfectar 
la zona, yevitar la salida de heces durante la cirugía. Y el paciente se coloca en 
decúbito estema! sobre la mesa de operaciones. 
Verposicionamiento del paciente. • p6g. 248 
66 
La parte posterior 	 Ano / Saculitis anal 
Durante la cirugía 
• 	Sea lo menos traumático posible y muy cuidadoso, sobre todo 
por la zona más interna. No lesione los vasos y nervios que irrigan 
e ineNan el ano. 
• Irrigue periódicamente, con suero fisiológico estéril, los tejidos 
para que no se resequen. 
Fig. 4. Los sacos anales quedan marcados en verde yla incisión cutánea en rqo. 
En este caso se ha introWcido una pinza hemostática para poner en evidencia el 
saco izquierdo. 
Fig. 5. La iocisión cutánea es paralela alas fibras del esfínter anal. Se realiza la 
hemostasia de los vasos sangrantes mediante clampaje con pinzashemostáticas 
ocoagulaciál bipdar. 
Fig. 6. Durante la diseoc«in clal saco anal es posible que se rompa accidentalmente. 
Eneste caso se debe extremar la metículosidad para eliminar todo el tejido,yno 
dejar ningún resto de saco queproouciría fístulas recidivantes. 
Fig.1. Sujete el saco anal con delicadeza ydi~elo de las fibras musculares 
hasta que sólo quede fijopor su conducto. 
Fig. s. Una vez aistroo el saco anal realice la ligadura de su conducto, con material 
absortlible, lo más oerca positMl de su orificio en el ano. Acontinuación secciónelo 
con tijeras yextraiga et saco. 
Fig. 10. Se lavanlas incisiooes con suero fisiológioo,yse realiza una sutura continua 
de las fibras musculares disecadas oseccionadas con material absorbible 4/0. 
Evite los coaguladores monopolares, ya que podñan causor 
una gran destrucción tisulary una excesiva fibrosis cicatridal. 
Las inflamaciones e infecciones recidivantes de los socos 
onales conducen a uno mayor fibrosis y adherencias de los 
mismos a las fibras del esfínter anal. Por este motivo es 
m6s difícil su disección y m6s f6cil su perforación. 
Sea extremadamente precavido en la disección craneal 
del saco, recuerde que por ahídiscurren vasos y nervios 
importantes para la correcta fisiolagfa del ano. 
67 
Fig. 9. Repita los mismos pasos en el lado contralateral. En este caso, el saco anal 
derecho estaba menos roherido al esfinter anal, por lo que su disecciál fue más 
sencilla yrápida. 
• 
Fig. u. La heñc:ta cutánea se suturacon puntos sueltoo recurrentes verticales de 
material monofilamento no alJsort:JítMl 3/0. 
Después de la cirugía 
• Collar isabelino para evitar que el paciente se lama la zona. 
• 	Tratamiento antibiótioo sistémioo durante 3 o 4 días, si no existen 
complicaciones infecciosas. 
• Limpieza periódica de la zona con agua y jabón. 
• 	Recetar medicación que ablande las heces para favorecer 
su eliminación. 
• Es posible que se presente incontinendo, temporal, de heces 
(dura menos de una semana), odviértaselo al propietario. 
Laxantes 
l actulosa 
Bisacodilo 
Perro 
1ml/4,5kg/8hVO 
5·20mgVO 
1 a 3veces al día 
Gato 
5ml/VO 
i.s·smgVO 
1 a3veces al día 
68 
La parte posterior 
Fig. 12. Siguienclo estos pasos yrecomendaciones la infección, si la hay, yla inflamación postquinírgica oon mínimas. En el día 8° del postoperatoriose Quitan los puntos, 
c1anclo el alta clefinitiva al pacíente. 
• Las complicaciones suelen ser frecuentes en cirujanos 
inexpertos, o excesivamente agresivos. 
1 
Complicaciones 
• Incontinencia de heces. Es una complicación relativamente fre­
cuente, se debe a l.líl excesivo traumatismo del esfinter anal. 
Normalmente no debe preocupamos, y debemos tranquilizar al pro­
pietario porque en unosdías se normaliza la eliminación de heces. 
Si persiste en el tiempo habrá que pensar en una lesión neNiosa 
irreve<Sible (rama anal del reNiO pudendo), y debe'emos pantearun 
tratamiento médico·detético o quirúrgico. 
• 	Tenesmo ydisquecia. Son dos problemas que pueden aparecer si 
se produce infección local en los primeros días del postoperatorio. 
Pero Si se presentan a medio plazo puede deberse a una excesiva 
cicatrización que estenose la salida de las heces a través del ano. 
Ano / Saculitis anal 
Saculitis anal. Caso 4 / Tratamiento quirúrgico: Saculectomía técnica con gel caliente 
Dificultad técnica ~ 
• 	 Se presenta un perro mestizo de 4 años de edad con Cuando la disección de los sacos anales se prevé difícil por 
un cuadro de fístulas perianales que no cicatrizanla existencia de fístulas perianales, infecciones crónicas 
recidivantes o por la poca experiencia del cirujano, 
 a pesar del tratamiento médico instaurado para 
se recomienda el empleo de gel especial para facilitar esta corregir la sacu/itis primaria.
inteNenci6n. 
Este gel distiende el saco anal, facilitando su identificación 
intraoperatoria, y el calorrompe las adherencias fibrosas, 
facilitando la disección. 
No se han encontrado problemas postoperatorios por 
emplear este gel caliente. 
Para este tipo de cirugía es necesarioun material específico Q.Je está 
ccmpuesto por un cartucho de gel especial, su jeringa de aplicación 
y la ag~ roma para su introdJcción en los sacos anales (Figs. 3·5). 
(t!___:·~.J 
Fig. 1. "Figo"sufre unas fistulas perianales como consecuercia de una saculitis 
bilateral complicada. 
Figs. 3-4 ys. Material necesario para la técnica. 
El cartuchode gel se introduce en agua hirvierdo 
durante cinco minutos.Apertura de la jeringa por su 
parte posterior para intrOOJcir el cartucho de gel. 
Cierre de la jeringayacoplamiento de la aguja roma. 
Fig. 2. Tras la deplación de la zona se aprecian correctamente las fístulas a 
ambos laclos del ano,como consecuencia de una infección en los sacos anales. 
En el primer supuesto se deberá realizar el ccrrecto tratamiento anti· 
biótico, y en el segundo deberemos recUrTir a tratamientos médieos 
que faciliten la eliminación de heces o a la resección quirúrgica de 
las cicatrices caus~tes del cuadro. 
• Recidiva del cuadro fistuloso. Está asociada a una resección 
incompleta del saco. Asegúrese de realizar la ligadura del conduc· 
to lo más cerca posible de su salida, para que no queden restos 
del saco o de sus glándt.Aas. 
• Infección local y aparición de fístulas. Puede estar asociada a 
un fallo en el cierre del conducto del saco, lo que permite el paso 
de gérmenes desde el ano al tejido celular subcutáneo. 
•• 
70 
La parte posterior 
Antes de la cirugía 
• Vacíe el contenido rectal de heces. 
• No emplee laxantes en las 24 horas previas a la cirugía. 
• Vacíe los sacos anales e irríguelos oon una solución antiséptica. 
• Depile yaplique asepsia correctamente sobre la zona ql..Írúrgica. 
Ver posicionomiento del pociente. .. p6g. 248 
Fig. 7. Inyección del gel caliente eo el saco anal derecho. 
ObseNe que la aguja no impide la salida del gel cuando ha rellenado el saco, 
así se evíta la rotura del mismo poruro excesiva distensión. 
Fig. 9. Gracias al empleo del gel, que ya se ha endurecido, el saco se identifica 
perfectamente entre las fibras musculares del esfinter anal. 
De esta foona la diseccioo del saco es más sencilla, minimizando la posibilidad de 
una perforación accidental. 
Fig. 6. El paso del gel al saco anal desplaza yhace ciie salga al exterior 
la solución antiséptica intrOOxida anteri01TT1ente. 
En razas peque~as se íntroduce la mítad de un cartucro en cada saco, mientras 
que en razas graneles se debe emplear uno entero para cada lado. 
Fig. s. Tras la preparación del campo operatoriO y el tapooamiento del ano, 
se realiza la incisión elíptica de la píe! alrededor del lrayecto fisluloso. 
Fig. 10. Disección cooipleta elel saco anal.Sólo queda unido ¡xir su coooucto. 
Acontinuación se realiza la ligadura del mismo con material absorbible fino lo 
más cerca posible ele la pared anal. Para esta ligarura se emplea un hilo 
absorbible sintético 310. 
Fig. 11. La cavidad resultante se irliga con suero fioológico atemperado para 
eliminar restos tisulares, coágulos ybacterias. 
Fig. 13. Sutura coo material aooorbible monofilamento 4/0 de las fil:ías musculares 
ydel tejido celular subcutáneo. Los mismos pasos se realizan en el lado il(Jlierdo. 
En esta imagen se observa la ligadura del conducto yel inicio de la sección del 
mismo. 
)
\ ,.,¡r ,.,~ 
~ --~ 
Fig. 15. Los dos sacos anales se han extirpado íntegramente. 
Seccim de los mismos, obseivándose el gel empleado para simplificar su disección. 
Ano / Saculitis anal 
Fig. 12. Se debe cohibir la hemorragia de todos los vasos sangrantes con pinzas 
hemostáticas ocon un coaguladorbipolar. Le rec001endarnos está última opción. 
Fig. 14. La heíida culanea se sutura con l)líltos sueltos, recurrentes veílicales,de 
material monofilarnento no absooxble. tomando la precaución de ciie los nudos 
queden en la parte exterior con el finde evitar su contacto conlas lleces al defecar. 
• 
Si existe saculitis, el saco puede romperse durantela 
1 
introducción del gel. Para evitarlo inyecte el gel lentamente 
yprocure que la aguja no cierre completamente elorificio 
o el conducto para que el gel pueda salir con facilidad en 1 
caso de hiperpresión intraluminal. 
71 
La parte posterior 	 Ano / Saculitis anal 
Saculitis anal. Caso 5 / Saculectomía en hurones 
Índice de presentación 	 Los hurones son cada día más populares como 
Dificultad técnica 	 animales de compañía, pero su gran inconveniente 
es el olorde la secreción de los sacos anales. 
Como en el resto de los carnívoros los sacos anales 
se encuentran a ambos lados del ano, 
localizados entre las fibras de los esfínteres anal 
externo e interno. 
Se recomienda realizar esta cirugía en los hurones 
de ambos sexos entre los 6 y 8 meses de vida. 
1• La saculectomía en los hurones elimina el olor de los sacos 
anales, pero no evita elolorde las glándulas sebáceas y 
apacrinas localizadas en la región perianal. 
Recomiende realizar también la ganadectomfa paro evitar 
72 el mal olor futuro, y sobre toda paro prevenir el desarrollo 73 
de anemias aplásicas en aquellas hembros que no vayan a 
criar (secundaria o hiperestrogenismo por celos 
prolongados). 
1 
Fig. t6. Alos 3cias de evolución la cicatrizaciónes correcta, no hay signos de infección. 
Después de la cirugía Antes de la cirugía 
Determinar el hematocrito (normal 52.4%) y el nivel de proteínas séri· 
días, si no existen complicaciones infec­
• Antibioterapia sistémica durante 4 o 5 
cas (6,0 g/dl). 
ciooas. 
 La preanestesia del hlXón se realiza con dosis bajas de acepromazi­
na (O,1·0,3 mg/kg), diacepán (2 mg/kg) y xilacina (1 mg/kg) por vía• Limpieza cada 12 horas de la zona anal 
intramusclAar o subcutánea. La inducción y el mantenimiento anes­con agua y jabón neutro. 
tésico se debe realizar con isoflurano (Fig. 1).
• Empleo de collar isabelino para impedir 
Una alternativa a la anestesia inhalatoria es el empleo de 1.11a combi­
que el paciente se autolesione. 
nación de ketamina (15 mg/kg), butorfanol (0,2 mg/kg) y xilacina 
(2 mg/kg) por vía intramuscular. 
El paciente se coloca en decúbito esternal al final de la mesa qt.irúr· 
gica, sobre una colchoneta para evitar leSiones en las extremidades 
y para que no pierda excesivo calor y baje su temperatlXa (Fig. 2). 
Muy importante controlar la hipotermia en estos animales. 
Fig. t7. Alos 10 días de postoperatorio se Quitan los 
~ntos y "Figo· es doclo de alta. 
Fig. t. Mantenimiento anestésioo oon isoflurano mediante intubación traQueal yun 
circlito abierto de T·A'fíe. 
Fig. 2. Pre¡x¡.ración del campo operatorio e inmovilización de la oola sobre el d<JSO 
del paciente. Es importante extremar las medidas asépticas, sobre todo si se 
realiza tamllén la castración. 
La part po rior Ano / Saculitis anal 
Se reaiza la sactAectomíacerrada descnta anteriormente (Rgs. 3-6}. 
Esta téct'ica QJiúgica suele tener 1111/f pocas compícacicnes . 
• Lo ligoduro del condudo, con material absorbible, se debe 
realizar junto o lo piel del ono. 
[ ._.,suturo del ano en bolso de tabaco. ~ pdg. 252 
74 75 
flv. Tras la reaizaciOO de la SUll.ra en ~ de taooeo en el m, se practica 
una 100Sión me el saco anal (derectq. 
Fg. 4. 8 saco anal se klentiflca con facílidad in- su color~~ (con l1l3l« 
laciGKJ Si se em~ea el gel caliente dentro del saco) 
La dsecdón del esfinter anal externo no es mltj complicada. Hay <JJe extremar 
las precauciones para no perforar orasgar el saco anal. 
fiv , La hemooagia se debe COOlnllar con t>rurdas de gasa ocoo un 
~tAm IJOlla'. 
El cmU;to se Clebe clsecar hasta su salida al eQi!na para garanti2ar la exéresis 
de las ~acceoorias <JJe se encuentran asu alrmla. 
Gg. . Acootiruacm se irocede ala SU\Jra de la pel con maleñal Sinléti:o 
cmoml*! nmdianento. A9Jros Ci~no suturan esias herllas, ~ 
(JJe Cicall'a!n in- seglfl(la iltenocln. 
76 
• Los odenomos perianales se 
estímulan por desequilibrios de 
las hormonas sexuales. Por este 
motivo, está recomendada la 
castración en los machos 
afectados. 
Rg. 1. Tumores circunanales en un perro de 8aros 
relacionado coo un tumor testicular de Leydig. 
Fig. 2. Adenoma peñanal de gran tama~o localizado 
entre el ano y la base de la cola. 
La parte posterior 
Neoplasias anales 
Índice depresentaci~ 
Los tumores que se encuentran alrededor del ano son los adeno­
mas y los carcinomas de las glándulas perianales, así como los ade­
nocarcinomas de las glándulas apocrinas alojadas dentro de los 
sacos anales. 
Los adenomas perianales son las neoplasias más frecuentes que 
se encuentran en esta zona (800,{,). También se pueden encontrar en 
otras localizaciones como el prepucio, el rabo o el dorso del área 
lumbosacra. 
Son neoplasias hormonodependientes, y gran número de pacientes 
también tienen tumores testiculares intersticiales {tumor de Leydig). 
Normalmente son pequeños, lisos, múltiples, bien delimitados y 
ulcerados (Fig. 1). No obstante, también pueden ser únicos y gran­
des {Fig. 2). Su crecimiento es lento. 
Los carcinomas de las glándulas perianales no se pueden dife­
renciar macroscópicamente de los adenomas. 
Normalmente son solitarios, ulcerados e invasivos localmente 
(Fig. 3). Además su crecimiento es más rápido que en el caso de los 
adenomas. 
Estas neoplasias no son hormonodependientes. 
Metastatizan, pñncipalmente, en los gangliOs linfátieos intrapélvicos 
y sublumbares (Fig. 4). 
Ano / Neoplasias anales 
Los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas se localizan 
en los sacos anales. 
Suelen ser unilaterales y su crecimiento es lento. En principio sólo 
afectan a los sacos anales pero más tarde invaden los tejidos vecinoo. 
Su malignidad es muy alta y metastatizan a múltiples órganos. 
También causan hipercalcemia, anorexia, vómito, constipación, 
debilidad muscular, polidipsia y poliuria. 
• El pronóstico de los pacientes que 
presentan hipercalcemia es peor 
que el de aquéllos cuyos niveles 
séricos de calcio son normales. 
Rg. 3. Carcinomas circunanates, ulceraOO> e 
infectados.Las masas más pequems se podrían 
ooofundir con fistulas peóanales. 
Rg. 4. En estos pacientes se deben realizar estudios 
radiográficos oecográfioos para detectar me~ 
tumorales. 
En esta radiografía del caso antefiOr se observa la 
metástasis en los ganglios sublumbares. 
77 
78 
La parte posterior 
Neoplasias anales. Caso 1 /Adenoma de tamaño pequeño 
Dificultad técnica 
• No emplee enemas el día de la operación, se contaminará el 
campo operatorio con heces líquidas que no podrá controlar. 
Ver posicionomiento del pociente. ~pág.21¡8 
Versuturo del ono en bolsa de tabaco. ~ pág. 252 
Fig. t. Depilación yasepsia del campo operatorio. yrealización de la sutura 
alrededOr del ano para evitar la contaminación con heces. 
Fig. 2. Se incide, con un bislurí, la piel que rodea cada una de las neoplasias,yse 
realiza la disección subcutánea de las mismas.Es una técnica sencillaya que los 
tumores noonalmente no son infiltrativos. 
Este paciente presenta varias neoplasias perianales 
de distinto tamaño, estando algunas de ellas 
ulceradas (Fig. 1). En la exploración fTsica el testículo 
derecho es más pequeño y blando que el izquierdo. 
El estudio de metástasis tumoral es negativo, 
y la analítica sanguínea normal. 
Tras la preparación del campo operatorio se coloca el paciente 
sobre la mesa en decúbito estema!, y se realiza una sutura en bolsa 
de tabaco alrededor del ano (Fig. 1 ). 
Fig. 3. Los adenomas de las glároulas pertanales se disecan oon facilidad, 
y raramente se debe incidir el esffnter anal externo. 
Ano / Neoplasias anales 
.. 
1• No abuse de la coagulación mono polar ya que puede 
producír una excesiva fibrosís y estenosis anal íatrogéníca. 
1 
Fig. 4. Esta zona cutánea está bastante vasculasizada por lo que se debe controlar la 
hemorragia intraoperatoria meciante presión con gasas.Sólo cuando la hemorragia 
sea intensa se coagulará oon un bisturi eléctrioo, o mejor aúncon un ooagutador 
tipolar. 
Fig.s. Tras oomprobar que no existe sangrado activo en el lechode la zona 
resecada se procede a la sutura del tejioo celular subcutáneo con material 
absortlible 310. 
79 
80 
La parte posterior Ano / Neoplasias anales 
Neoplasias anales. Caso 2 /Adenoma de gran tamaño 
Dificultad técnica 
Fig. t. "Papu" 
¡yesentaba tenesmo 
desde hacia vanas 
semanas. se rascaba 
el ano con lrecuencia, 
ymanchaba de sangre 
la nmietade la 
JYQpietaria. 
Fig. 2. En este caso se obseiva una masa solitaria en la zona ventro-lateral 
derecha del ano ccn varias zonas ulceradas.Su base no es infiltrativa ysu gran 
tama~o ocluye el ano, dificultando la salida ele las heces. 
Fig. 6. La sutura de la piel se realiza con puntos recurrentes verticales de material 
morofilamento no abmible 310 
Con el fin de reducir lo probabilidad de recidivas se realiza ta 
orquidectomía bilateral. 
Ver orquidedomío. ~ pág. 261, 
Fig. 7. Las suturas de la piel en las proximiclacles delano se deben realizar de fosma 
raclíal (perpe00icula~ al mismo con el fin ele no alterar su luz y ftromamiento en el 
pos~ra!OOo. 
El estudio anatomopatológioo de este caso reveló la existencia de 
un tumor de Leydig en el testículo derecho. 
Después de la cirugía 
• 	Continuar con la antibioterapia durante vanos días Si se considera 
que se ha producido contaminación intraoperatoria 
• 	Recetar laxantes suaves para que el paciente no haga esfuerzos 
para defecar. 
• Obligue al propietario a poner un collar isabelino a su perro, y a 
que extreme las medidas higiénicas en la zona Oavar vanas veces 
al día la región perianal con agua y jabón, sobre todo después de 
defecar). 
• Revise periódicamente la evolución de la cicatrización. 
• 	Revise al paciente a las 6 semanas para evaluar la poSibilidad de 
recidivas. 
Algunos autores recomiendan la orquidectomíacomo técnica previa 
a la resección de las neoplasias con el fin de reducir el tamaño de las 
mismas. 
Fig. 4. La resecciónsupeñicial de la neo~asia no afecta al esfínter anal yla sutura 
del defecto cutáneo se realiza con pU11tos recurrentes verticales de material 
monofilamento no alJsolbitje. 
"Papu" (Fig. 1) es un perro mestizo de 10 años 
de edad que acude a la consulta de cirugía porque 
se lame continuamente el ano, y le cuesta defecar. 
Además, se visualiza una masa en la zona (Fig. 2). 
Las radiografias abdominales y torácicas son normales. Y la analíti ­
ca sanguínea no presenta ninguna alteración. 
Como en todos estos casos se realiza la orquidectomia para reducir 
la probabilidad de recidiva. 
Fig. 3. La intervención quirúrgica se basa en la resecciónsuperficial del tum0<. 
Preparación del campo operatorio y realización de una sutura en bolsa de tabaco 
del ano. 
Evolución 
Fig. 5. Si la intefVención se realiza correctamente, la cicatrización es rápida. 
Al <J' día de postoperatorio se quitan los puntos yse da de alta al paciente. 
8 t 
82 
La parte posterior 
Fístulas perianales 
Índicede presentaci~ 
Las fístulas perianales se caracterizan porque alrededor del ano apare­
ce l.l'la lesión inflamatoria crónica, ulcerada, supurativa, oon múltiples 
trayectos fistulosos intercomunicados y una infeoción severa (Fig. 1). 
Afecta principalmente a los machos de ciertas razas como el Pastor 
Alemán y el Setter Irlandés. 
Historia clínica 
• Dolor en la zona perianal. 
• Mal olor. 
• Lamido constante de la región perineal. 
• Problemas digestivos (constipación, diarrea. tenesrno, disquecia...). 
• Úlcera, secreción sanguinolenta o pVrulenta. 
Signos clínicos 
• Dolor muy intenso de la zona, agravándose cuando se intenta 
levantar la cola. 
• Fístulas alrededor del ano (Figs. 2 y 3). 
• Úlceras y necrosis tisular alrededor del ano (Figs. 4-6). 
• Estenosis CW'lal por excesiva fibrosis postinflamatoria 
• Precauc/6n al explorar la zono perineal, un animal padf/co 
se puede volver agresivo porel dolor. 
Fig. 1. Imagen de un ooadro de fístulas perianales en un PastorAlemán, macho, 
de 6años de edad 
El paciente ¡:resenta gran oolor eo la zooa yproblemas para defecar. 
Fig. 2. Pequeños orificios fistulosos en una perra de raza Pastor Alemán en el lado 
izciiierdo del ano. 
Fig. 3. Paciente con fístulas perianales recidivantes. 
ObseNe los pequeños orificios fistulosos del lado 
izquierdo yla úlcera del lado derecho. 
También presenta estenoSis anal secundaria. 
Ano / Fístulas perianales 
Algunos pacientes requieren ser 
tranquilizados e incluso anestesiados 
para poder explorar la zona perineal. 
Fig. 4. La unión de diferentes trayectos fistulosos 
crea amplias zonas ulceradas. Existe un intenso 
dolor yuna infección local importante. 
Se debe informar al propietario de la grave· 
dad del proceso, del tratamiento que se va 
a realizar, de los resultados esperados y, lo 
más importante, contar con su colabora­
ción y constancia a largo plazo durante el 
postoperatorio. 
• La recidiva es frecuente, 
independientemente del 
tratamiento aplicado. 
Fig. s. Fístulas perianales en un PastorAlemán 
de 8años que al irse uniendo han afectado a toda 
la circunferencia del ano. 
Rg. 6. Las lesiaies perianales son muy amplias. 
el paciente ¡:resenta un gran dolor, tiene ¡:roblemas 
para defecar,se lame la zona ysangra. 
Aeste paciente se le va arealizar un tratamiento 
quirúrgico. 
La parte posterior 
Fístulas perianales. Caso 1 Tratamiento médico 
Se presenta en la consulta "Zar" (Fig. 1), un Pastor 
Alemán, macho, de 6 años de edad, porque tiene un 
problema alrededor del ano, la zona está enrojecida, 
le cuesta defecar y se lame continuamente (Fig. 2). 
Fig. 1. •zar" en laconsulta esperando aque le hagamos una exploración general 
y la inspeccióo de la zona perineal. 
Fig. 2. La zona perianal está inflamada e infectada. 
La exploración sistémica es normal,asícomo el análisis hematológi­
oo realizado. 
La exploración de la zona perineal, aparentemente, no es dolorosa, 
y el paciente noo permite levantarle lacola, limpiar la zona y observar 
las ñstt.Aas perianales {Fig. 3). 
Se informa al propietario de la posible patología que sufre su animal, 
y se instaura un tratamiento médico basado en: 
• Controlar las heces y, si existe tenesmo o disquecia, administrar 
lactulosa por vía oral (1 ml/5 kg) varias veces al día hasta conse­
guir el efecto deseado. 
Ano / Fístulas perianales 
• 	Limpieza mecánica diaria de la zona con agua y jabón neutro, 
sobre todo después de defecar. 
• 	Pomada antibiótica {bacitracina-neomicina-polimixina B) tres 
veces al día. 
• Pomada de tacrolimus al O, 1 % dos veces al día {el tratamiento 
con esta pomada puede rep<esentar un gasto impor1ante). 
Rg. 3. Tras la limpieza de la zona se pueden identificar diferentes orificios fistulosos en la zona inferior del ano, y una gran zona ulcerada en el lateral derecoo del mismo. 
86 
La parte posterior 
Evolución 
Fig. 4. Durante el primer mes de tratamiento la 
e110lución es satisfactocia, las lesiones van 
disminuyeroo de tamaño ygravedad. 
El propietario comenta que el perro está más 
contento,le ha cambiado positivamente el carácter. 
Fig. s. Alos 50 días de tratamiento. La evoluciónno 
sigue el ritmo de los dias anteriores,no acaban de 
cicatrizar loo ~ueños trayectos fistuloooo. 
Con el fin de reactivar el proceso de cicatrización se 
cauterizan con una solución de yodo al 7% las zonas 
lesionadas. 
Fig. 6. Cuatro dias más tarde se advierte una ligera 
mejoría. Se repite la aplicaciéxl de la solución yodada 
cacla 4días.Asimismo, se continúa con la aplicación 
ele la pomada {tacrolimus) una vez al cia. 
El tratamiento se debe mantener durante meses y se debe inspec­
cionar al paciente periódicamente para comprobar la evolución del 
mismo. 
Otras formas de enfocar el tratamiento médico: 
•	 Laxantes suaves para favorecer la eliminación de las heces (Fig. 
8). Las heces deben ser blandas pero no pastosas, para que no 
se adhieran al ano y no contaminen la zona. 
•	 Limpieza con agua y jabón de la zona perianal, sobre todo des­
pués de defecar. Recuerdeque después, la zona debe quedar 
seca para no favorecer una dermatitis secundaria. 
Ano / Fístulas perianales 
• AntibiOterapia tópica y Sistémica en casos avanzados. 
• 	lnmunosupresores sistémicos: 
Ciclosporina A (1, 75·5 mg/kg/12 h VO). Se puede asociar a 
ketoconazol (12-15 mg/kg/24 h VO) para reducir el metabolis­
mo de la ciclosporina y por tanto su dosificación, disminuyendo 
el coste del tratamiento. El tratamiento se continúa hasta 
2 semanas después de la desaparición de las fistulas. 
Azatioprina (50 mg/24 h VO) asociada a metronidazol (400 mg/ 
24 h VO). Su empleo está indicado 3-4 semanas antes y des­
pués del tratamiento quirúrgico. 
El tratamiento médico es largo, caro y 
requiere constando por parte del 
propietaria, pera se mantiene la 
continencia fecal en todos los casos~ 
Fig. 7. Cuatro semanas más tarele las lesiones soo 
mínimas,el paciente no tiene dificultad para defecar. 
Se cambia el tratamiento tópico aplicándose la 
pomada ele tacrolimus amenor concentración 
(0,03%). 
Fig.8. Muchoo pacientes tienen J)"oblemas para 
defecar por el intenso doloc en la zona perianal. 
Se deben evitar cocnplicaciones digestivas 
secundarias, iocluso sistémicas, administrando 
laxantes suaves yenemas no hipertónicoo. 
La parte posterior Ano / Fístulas perianales 
Fístulas perianales. Caso 2 / Resección quirúrgica radical 
--=--
Fig. 1. Las lesiones perianales son muy importantes, afectándose los 360º de la 
zcna. El tratamiootomédico ha mejorado la sintomatología, ha reducido el tamaño 
de las mismas, pero no han terminado de cicalrizar. 
Dificultad técnica 
La resección radical se basa en la exéresis de toda 
la zona perianal afectada, eliminándose el tejido 
fistuloso y ulcerado. 
"Kaiser" es un perro Pastor Alemán. macho, de 8 años de edad, que 
presenta un cuadro grave de fistulas perianales que no responden 
satisfactoriamente al tratamiento médico (Fig. 1). 
La pmpietaria es informada de la intervención qLirúrgica que se va a 
realizar, así como de las posibles complicaciones que pueden apa­
 Fig. 3. Tras la resección de todo el tejido afectado, se sutura el recto a la piel. 
recer. Acepta estas condiciones. y asume los cuidados que debe Mantenga todo el tiempo el tapón rectal para evitar que las heces puedan 
seguir "Kaiser" durante el postoperatorio irmediato y a largo plazo. contaminar el campo operatorio. 
Antes de la cirugía 
• Laxantes suaves durante varios días antes de la intervención. 
• Enema rectal 48 horas antes. 
• Limpieza exhaustiva con agua y jabón antiséptico. 
• Profilaxis antibiótica (Gram negativos y anaerobios) . 
• No emplee enemas en las 24 horas previas a la cirugía. 
Las heces pueden ser muy líquidas y contaminaron el 
campo operatorio. 
Verpaslcionomiento del paciente. ~ pdg. ~48 
Fig. 2. Oooerve la am~ia zona de tejioo afectado, incluido el esfínter anal. 
Se incidecoo un bisturl la f)el po< la parteexterna yel esfínter anal po< la parte 
interna.Se reseca tocia la zona afectacla:piel.tejido subcutáneo,músculo,fascia y 
la mayor parte del aoo. 
Fig. 4. Se emplea una sutura discontinua, de puntoo simples de material 
monofilamooto no absorbible 
• Procure preservar lo máximo posible de esfínter anal para 
reducir la incidencia de incontinencia de heces. 
Fig. 5. Antes de finalizar la sutura se colocan uoo o 
oos drenajes de Penrose para evitar la formacióo de 
seromas durante el postoperatorlo. 
La parte posterior 
Después de la cirugía 
• Collar isabelino. 
• AnalgéSicos sistémicos. 
• 	Limpieza varias veces al día de la zona anal, sobre todo después 
de defecar. 
• 	Laxantes suaves durante 3 o 4 semanas. Las heces se deben eli­
minar oon facilidad, pero no deben ser excesivamente pastosas. 
• Antibioterapia sistémica. 
• 	Revisiones cada 2 días hasta dar el alta, y después una vez al mes. 
Posibles complicaciones 
• Incontinencia fecal (24-28%). 
• Recidiva{17-33%). 
• Estenosis anal {14%). 
• Diarrea. 
• Tenesmo. 
• Disquecia. 
• Constipación. 
Evolución 
Las revisiones deben ser periódicas para ir 
obseNando la evolución del paciente. 
Fig. 6. La evolucim alas 36 horas de postoperntorio 
es satiSfactoria. 
Es muy impol1ante que el paciente lleve un callar 
isabelino constantemente. 
Fig. 7. Alos 4dias el área quirúrgica evoluciona 
satisfactoriamente salvo la pequena dehiscencia de 
la sutura que se observa en la zooa lateral. 
Se retira el drenaje yse vigíla la cicatlización por 
segunda intención de estos defectos 
Ano / Fístulas perianales 
Fig. s. Alos 15 días la cicatrización es correcta. "Kaiser" defeca coo normalidad, 
no pcesenta dolor en la zona. y la evolución es satisfactoria. 
Durante estos días de p:istoperatorio se ha observado la ausencia de infección y 
la progresiva retracción de los labios de la herida. 
A partir de este momento se deben seguir haciendo revisiones 
periódicas cada mes para comprobar la ausencia de recidivas. 
Si apareciesen se deben tratar lo antes posible con sustancias cau­
terizantes. 
Agentes cauterizantes 
• Nitrato de plata. 
• Fenal {solución 5%). 
• 	Yodo (solución 7%). 
Fig. 9. Atos 3meses el paciente ha recuperado su peso inicial, lleva una vida 
completamente ne1mal,yno se observan signos de recidiva de tas fístulas 
perianales. La retracción cicatñcial no produce estenosis ni problemas para 
defecar. 
• La incantinenáa de heces es la complicación postoperatoria 
más frecuente en este tipo de intervenciones. 
Este caso pertenece al Dr. Cajró, de la. Clinica Veterinaria Canis. Girona. 
91 
92 
La parte posterior 
Fístulas perianales. Caso 3 / Resección quirúrgica radical. Complicación postoperatoria 
--=-­Dificultad técnica 
Se presenta en la clínica un perro, PastorAlemán, 
macho, de 4 años de edad con un cuadro de fístulas 
perianales (Fig. 1). 
Fig. t. Zona ulcerada e infectada que afeclaba atoda la región perianal. 
Se instaura un tratamiento médico basado en la limpieza de la zona. 
antibioterapia tópica y sistémica, y se propone el tratamiento con 
inmunosupresores sistémicos. 
Dado el elevado coste del tratamiento médico, y siendo infoonado el 
propietario de las posibles complicaciones de la intervención quirúr­
gica, se realiza la resección radical de la zona afectada, tal y como 
se describe en el caso rf' 2 {Fig. 2). 
Fig. 2. Resección radical de la zona perianal, suturándose el recto a la piel. En este 
caso se hancolocado dos clrenajes de Penrose acada lado 
.. 
Evolución 
A las 24 horas de postoperatorio la evolución es favorable. pero en 
la siguiente visita, a las 48 horas, el aspecto es desolador (Fig. 3). 
El paciente no ha estado vigilado correctamente, no lleva el collar 
isabelino, y ha tenido un cuadro diarreico sin que el propietario se 
haya dado cuenta. 
• Los cuidados postoperatorios son fundamento/es en este 
tipo de patología. 
Fig. 3. La autclesión y la infección oonducen ala dehiscencia de la mayoría de los 
puntos de sutura. 
Fig. s. Alos 6días, la infección está controlada y las heridas cicatrizanpor 
segl#lda intención correctamente. Eneste momento se le quitan los drenajes. 
Apartir de este momento la evoluciál del cuadro es favorable ypr~resiva, 
observándose la correcta cicatrizaciónde las lesiones. 
Ano / Fístulas perianales 
Se instaura lJ1 tratamiento médico basado en: 
• 	Limpieza, lJ"la vez al día, con agua atemperada a presión (la que 
sale del grifo de la ducha) y jabón neutro para arrastrar el material 
contaminante. 
• 	Limpieza y desinfección, con la solución comercial de yodo diluida 
al 50% con suero fisiológico, de la zona siempre que el animal 
defeque o vuelva de la calle. 
• 	Antibioter<Pa sistémica. Amoxblina +ácido clavulánico (20 mg/kg) 
y enrofloxacina (5 mg/kg). 
Y se deja que las lesiones cicatrioen por segunda intención. 
Fig. 4. Dos días más tarde la infección va remitiendo yel aspecto general es 
mejor.Se mootienen los drenajes yse continúa con el tratamiento médioo. 
Fig. 6. 13 dias de evolucióo. 
93 
94 
La parte posterior 
Fig. 7. 17 díascla evctución. 
Nuestro paciente se ha recuperado de sus 
lesiones iriáaes y gracias a la insistencia y 
constancia del propietario también se ha 
recuperado de las complicaciones secun­
darias a la infección local 
El paciente debe seguir con controles 
periódicos para comprobar que no existe 
una recidiva de las fistulas perianales. 
Fig. s. 20 días de evolución. 
Este caso pertenece alDr. Cairó, de la Clínica Veterinaria Canis. Girona. 
Ano / Fístulas perianales 
Fístulas perianales. Caso 4 / Resección quirúrgica superficial 
Dificultad técnica ~ 
"Linda" (Fig. 1) es una perra Pastor Alemán, 
de 5 años de edad. 
Acude al hospital remitida porsu veterinario 
porque presenta orificios fistulosos en el lado 
izquierdo del ano (Fig. 2). 
fig. 1. "linda"el dia de la consulta esta muy asustada, ypresenta una gran 
mctestia cuanoo se intenta levantar la cola para explorar la zona perianal. 
En el PastorA/em6n los sacos anales son m6s profundos que 
en otras razas, por este motivo su rotura postinfecciosa es 
hacia dentro, el material purulento se infiltra entre las fibras 
musculares creando diferentes trayectos fistulosos al exterior. 
En el historial enviado por su veterinario se recoge que hace unos 
meses se le realizó una saculectomia bilateral por Lll cuadro recidi­
vante de saculitis. 
A las dos semanas de esta intervención aparecieron trayectos fistu­
losos a ambos lados del ano. Se resecaron quirúrgicamente. 
Tres semanas más tarde volvieron a aparecer orificios fistulosos en el 
lado izquierdo del ano, pero no así en el derecho. 
Se informa a los propietarios de cual es el origen más probable de 
las fístulas: la persistencia de tejido glandular del saco anal, que 
sigue secretando material al tejido perianal, y de que la perra debe­
ría ser intervenida de nuevo para eliminar1o. 
Los propietarios prefieren probar un tratamiento médico antes de 
volverla a operar. 
Se introduce por los orificios fistulosos una solución alcohólica de 
yodo al 7%. Y a continuación se receta una pomada antibiótica para 
aplicación tópica cada ocho horas. 
• La paciente debe llevar un collar 
isabelino para evitar que se lama 
la zona anal. 
Fig. 2. En el laoo izquierdodel aoo aparecenoos 
orilicíos fistulosos, uno junto al esfínter anal yel otro 
en la zona súpero-lateral, junto ala base de la cola. 
95 
La parte posterior 
Fig. 3. Alos 5 dias los olificios fistulosos son menores, y la supuración por los mismos es escasa. Alos 1odías del tratamiento médico las lesiones siguen siendo las 
mismas. no han seguido evolucionando. 
Como a partir del décimo día las lesiones 
no mejoran y no terminan de cicatrizar, los 
propietarios acceden a la reintervenci6n 
quirúrgica de la zona. 
Fig. 4. Tras la preparación del campo operatorio se 
ollservan con claridad los orificios fistulosos en la 
ZCXJa izquierda del ano. 
Ano / Fístulas perianales 
Fig. s. Con el fin de identificar con clalidad los trayectos fistulosos se inyecta un Fig. 6. Se reseca la piel quese encuentra sobrelos trayectos fistulosos. quedando 
colorante oológico (azul de metileno) através de los orificios superiOf ymedial. éstos visibles gracias al colOíante empleado. 
Fig. 7. Se incide yextirpa todo el tejido afectado y 
teñido por el colOíante. 
Fig. s. Mediante puntos sueltosde material 
monofilamento absorbible se aproximan los tejidlos 
subcutáneos. 
La pel se sutura con material monofilamento no 
absorbi~ empleándose puntos recurrentes verticales. 
El ano (JJeda ladeado hacia la sutura, pero en los 
siguientesdías se reposicionará. 
Después de la cirugía 
8 tratamiento postoperatorio se basa en 
limpieza diariade la zona, antibioterapia sis­
témica y un laxante suave durante dos 
semanas. 
97 
La parte posterior Ano / Fístulas perianales 
Fig. 9. Alos 1odías la cicatJizaciónes oorrecta,yno existen signos de recidiva de las fístulas. Se retiran los puntos. 
Fístulas perianales. Caso 5 / Resección quirúrgica y tratamiento médico 
Dificultad técnica ~ 
En la consulta de cirugía se atiende a un perro 
Pastor Alemán (Fig. 1), macho, de nueve años de 
edad, con fístulas perianales (Fig. 2). 
• Cuanto menores sean las lesiones fistulosas, mayores el 
porcentaje de éxito de la resecdón quirúrgiro de las mismas. 
Como las lesiones son poco extensas se propone al propietario la 
intervención q¡jrúrgica (Figs. 3-7). 
Fig. 2. Las lesionesse localizan principalmente en la zona dorsal del ano. 
También se localiza otra fístula en la zooa ventrolateral izquíerda. 
Fig. 1. "Larry" tiene muy buen carácter pero ·no le gusta•que le levanten la cola, 
yque le exploren la zona perianal. 
Fig. 10. Al mes de la intervención la cicatrización es correcta aexce¡:ción de la 
pequeña úlcera que se observa en el laoo izquierdo del ano. 
Se realizan, únicamente, pincelaciones con una solución yodo al 7% cada 3 días 
{tres sesicnes). 
Fig. 11. En la revisión realizada 23 días más tarde se obseNa la c0«ecta 
cicatrización de la zona y la ausencia de recidivas. 
"linda"es dada ele alta. 
Fig. 3. Tres días antes de la cirugía empieza 
el tratamiento antibiótico sistémicoy tópico, jlllto a 
la limpieza con agua yjabón de la zona. 
En esta imagen vemos al paciente preparado yen 
decúbito p-ono para et inicio ele la operación. 
99 
100 
La parte posterior 
Fig. 4. Es una cirugía bastante hemorrágica por la 
gran vasc!Aarización superficial ele la zona. Procure 
utilizar 10mínimo posible la coagulaciónmonopolar 
para rerucir la incidercia de fibrosis secundarias. 
Fig. 5. Tras la resección del tejioo afectado se realiza 
la aproximación de los tejidos subcutáneos con 
puntos sueltos de material absolbitie 310 La sutura 
ele la Pel se realiza con J).Jntos sueltos de material 
monofilameoto no absatlible de 310. 
Evolución 
Durante el postoperatorio se continúa con 
el tratamiento antibiótico sistémico durante 
7 días, y se extreman las medidas higiéni ­
cas y antisépticas locales. 
Fig. 6. Durante los primeros días del postqieratorio 
la evduciónes correcta ycicatriza con noílllalidacL 
Pero el día 20 se identifica un inieio de recidiva en la 
zooa dorsal al ano. Se vuelven a instaurar las 
medidas higiénicas locales, yse indica la aplicacioo 
ele una pomada de tacrolimus al 0,03% dos veces 
al día 
Ano / Fístulas perianales 
' 
lo aplicación de lo pomada de tocrolimus se va espaciando en 
el tiempo según la evolución de las lesiones. 
Realice revisiones periódicos para identificar pequeñas 
lesiones fistulosos y trátelos lo antes posible. 
Fig. 7. Se realizan revisiones periódicas observándose la correcta evolucióndel proceso. 
En esta imagen se obselVa la región perianal del paciente alos 2meses de la intervención 
101 
102 
La parte posterior 
Pliegues cutáneos de la cola 
Índice de presenlaeión • 
En rruchos perros y gatos cle cda corta puede haber lM'a desvia­
ción hacia lKl lado de las vértebras coccígeas (cola en ·sacaccr­
chos1. QU9 conduoe a la aparición cle piegues cutáneos en la zona 
lateral y ventral de la cola (Figs. 1 y 2). 
En el interior cle estos piegues se arurua gooa, secrecionesde las 
glándulas apocrinas y material fecal que producen infecciones gra­
ves de la zona. 
• La ploderma que se produce en los pliegues de la cola na 
responde al tratamiento médica, por la que la única 
solución efectivo es lo quirúrgica. 
Fi, 1 Raro en "sacaco'ctl<6· en lJ1 Bul~ macro 
de 3éiloo.Este paciente no presenta ninguna 
patología. 
• 2. Este paciente sufre l.fl3 piodetma túneda 
rooy intensa en el raro. <X>sEM la ~óa de matenal 
piruerno pa la rore \'OOtral ~dadel llllSlllO. 
8 tratamiento cp..irUgico se basa en la resección de los ~egues 
cutáneos, asociadoo no ala~ cle lasYértebas coccígeas. 
Este tratamiento quirúrgico Invalido al paciente para 
presentarse o exposiciones caninos, adviértase/o al 
propietario antes de operar. 
Ano Pliegues cutáneos de la cola 
Pliegues cutáneos de la cola. Caso 1 / Resección quirúrgica 
Dificultad técnica 
Fig. 1. "Chlisto¡jler" ell)lmer dia que viene a 
la oonsultade cirugía. 
r La tateraización del raro hacia ta derecha irrlJ!iea 1a fOflllaciOO de 
1m¡mantes ptiegueS cutáneos. 
La sáida de material iuuteoto del ¡jiegie illfeoor es muy evidente. 
Técnica quirúrgica 
La intervención quirúrgica se basa en ta resección de los pliegues 
cutáneos. intentando preservar las vértebras ooccígeas. 
Antes de la cirugía 
• Profilaxis antibiótica empezando 3 días antes de la cirugía. 
• 	Lavados antisépticos de la zona con jabón Yodado. intentando eti­
mini:r el material cont~nante de los pliegues cutáneos. 
Verposidorromiento del paciente. ~ p6g. u,B 
Versuturo del ono en bolso :..._ p6g. 252 ~de tabaco. :"Y' 
• Es una intervención que puede ser bastante largo, no 
tengo prisa. 
"Christopher" es un Bulldog, macho, de 6 años 
de edad, que es remitido al hospital porque 
presenta una gran infección en los pliegues 
cutáneos de su cola, y que no ha respondido 
a ninguno de los tratamientos médicos instaurados 
(Figs. 1-3) . 
~principalproblema poro lo propietario es el desagradable 
~orque tiene su perro como consecuencia de lo lnfecci6n. 
Fig. J. El p¡egue cutáneo YOCitral es muy prof\#'00. Obselve córro se introdu:e el 
dedo Rice ha&a la seglllda falang¡?. 
103 
La parte posterior Ano / Pliegues cutáneos de la cola 
Fig. 4. Preparación del campo operatorio ymarcaje de la incisión cutánea que se 
va a realizar para eliminar los pliegues cutáneos. 
Fig. 9. Instante final de la cisección cuanoo se secciOna la zona profunda del 
pliegue ventral. 
Fig. 10. En esta imagen se puede apreciar claramente toda la piel resecada, así 
como la profundidad de los pliegues cutáneoo. 
Fig. 5. lnciSión de la piel sobre la marca realizada anteri0ITT1ente. 
La resección triangular de la piel y su posterior sutura en "T" permitirá conseguir 
un resultado estético satisfactorio, y una alteración mínima del esfínter anal. 
104 105 
Rg. 1"Antes del cierre de la piel es recomendable 
realizar una limpieza conabundante suero fisiOlógico 
apresión, para eliminar restos necróticos ybacterias 
que hayan podido entrar en el campo operatOlio. 
Fig. 6. La cisecciónse realiza a través del tejioo celular subcutáneo, siguiendo una 
línea paralela a los pliegues cutáneos 
Fig. 7. Es una cirugía sangrante por~e la zona está muy vasculanzada, utilice 
coogulacióo bíp~ar para rerucir al mínimo las lesimes tisulares. 
• Recuerde que el recto se encuentro pordebajo, muycerca, 
no lo lesione. 
Fig. s. Cefea de las vértebras la piel está muy adherida aéstas y la disección es 
más difícil. Algunos autores recomienclanla amputación de las vértebras 
coccígeas aeste nivel con una sierra de Gigli. 
El dedo índice del cirujano está palpando las vértebras coocigeas. 
Rg. 12. Debido ala gran cisección y manipulación 
de los tejidos se colocan dos drenajes de Penrose. 
Se cierra el tejido celular subcutáneo conpuntos 
sueltos de material monofilamento absorbible 310. 
La piel se sutura con puntoo recurrentes verticales 
de material monofilamento no absorbible. 
La parte posterior 	 Ano / Pliegues cutáneos de la cola 
Después de la cirugía 
• Mantener la antibioterapia iniciada en el preoperatorio. 
• 	Limpieza de la zona para evitar la contaminación por heces a tra­
vés de los drenajes. 
Evolución 
106 107 
Fig. 13. A las 24 hcras de la inteivención la evolucióo es satisfactoria. Rg. 14. Alos10 días se quitanlos puntos yse da el alta al paciente. 
A las 48 horas la eliminacióo de exooados por los dren..es es mínima. y por tanto se retiran inmediatamente. 
1 
to8 
La parte posterior 
Atresia de ano 
Índice de presentación • 1 ro 
La falta de desarrollo del ano es una CW"lomalía poco frecuente en la 
clínica de pequelíos animales. Se puede dasificar en cuatro tipos: 
• Tipo l. Estenoois congénita de ano. 
• Tipo 11. P9'Sistencia de una membrana CW"lal que ocluye el ano. 
• Tipo 111. Existe impertoraeión de ano, y el recto se encuentra sepa­
rado del mismo 
• Tipo IV. El ano se ha desarrollado pero el recto se cierra en un 
fondo de saco dentro de la cavidad pelviana. 
Fig. 1. Salida de heces pastosas por la vulva en una gatitapersa de 2meses. 
En estoo animales la salida de las heces se realiza a través de fistulas 
rectovaginales en el caso de las hembras (Figs. 1 y 2). 
El tratamiento es qiJrúrgioo ampliardo el ano, abriéndolo o anastomo­
sando el recto a la piel de la zona perineal según el tipo de aronaia. 
El pronóstico es reservado debido al estado inicial de debilidad y 
desnutrición del paciente, del megacolon secundario que se ha 
podido desarrollar y de las posibles complicaciones postoperatorias 
(estenosis de CW"IO, infección, dehiscencia de las suturas...). 
Fig. 2. lmperforacióo de ano ysalida de heces a través de los labios vulvares. 
Ano / Atresia de ano 
Atresia de ano. Caso 1 /Atresia en la gata 
"Zara" es una gata Europea, de tres meses de edad 
(Fig. 1). Su propietaria la presenta a consulta 
porque no defeca con normalidad; le cuesta mucho 
eliminar/as y las heces son como cintas. 
Fig. 1. "lara" el cía 
que vino al hospital. 
Fig. 2. En la exploracióndínica se detectó uo cúmulo de heces en el tubo 
cligestivo diStal.En la zona pe<ineal se obseNó la ausencia de apertura clel aoo. 
Fig. 3. En la radiografía simple se identifica una gran retención ele heces en el 
colon. 
Tratamiento quirúrgico 
Fig. 4. Al introducir un contraste yodaoo en la vagina se comprobó que la uretra y 
la vejiga erannocmales. 
En la raciograffa se intuye la fistula recto vaginal (zona ventral del final del recto), 
yel foroo de saco clel recto junto al esfínter anal interro. 
Fig. s. Al anestesiar a la pacienteyrelajarse la musculatura se observa la salida 
de heces por la vulva. 
La paciente se coloca en decúbito estema! yse prepara el campo quirúrgico. 
~ 
Ver posicionamiento del paciente . • pág. 21¡8 
109 
110 
La parte posterior 
Cierre de la fístula rectovaginal 
Dificultad técnica .. [ ! ] 
Fig. 6. se introduce una sonda en la vagina, yse 
realiza la incisión cutálea entre la zona anal yla 
vulva, de esta forma se ~ede localizar ycerrar la 
fistula rectovaginal. 
Mediante disección roma del espacio situado entre 
la vagina yel recto se localiza la fistula rectovaginal, 
que se encuentra rodeada por gran canlidad de 
tejido fibroso. 
Fig. 7. La fístula se ~ede ligar osuturar yseccionar, 
esta opción dependerá del tamaño del paciente yde 
la amplitud del campo operatorio (jsponible. 
En este caso se realizó la ligadi.ra con material no 
absorbible 3/0. 
Fig. s. Tras el cierre de la fístula se sutura la piel con 
puntos sueltos de material monofilamento no 
absorbible 4/0. 
Apertura del ano 
Dificultad técnica 
Fig. 9. se identifica la zona oonde se localiza el 
esfínter anal y se realiZa una incisiónvertical en 
forma de 'Y" con el finde obtener el mayor diámetro 
cle la anastomosis posterior. 
Recuerde dónde se localiZan los sacos anales para 
no lesionarlos. 
Fig. 10. Acontinuación se diseca en cJrección 
craneal para localiZar el fondo de saco rectal, que se 
moviliza yse desplaza caudalmente sin que exista 
tensión. 
;}' '~~,, .· " ~ 
Á 
Fig. 11. En la siguiente fase se reseca el tondo de 
soco yse sutura el recto al esfínter anal, por su cara 
interna. con puntos sueltos de material sintético 
absoroble monofilamento 410 o510 Se debe 
emplear el meoor número de ~ntos posible, pero 
siempre garantizanoo la impermeabilidad de la 
anastomosis. 
Fig. 12. Rn de la anastomosis recto-anal. 
La incisión cutánea en "Y" ha permitioo obtener una 
luz suficiente para la eliminación de las heces. 
Ano / Atresia de ano 
111 
http:ligadi.ra
112 
La parte posterior 
Colotomía 
Dificultad técnica 
Fig. 13. Para finalizar se realiza una laparotomía infraumbilical, se extelioriza yaísla el colon descendellte, yse efectúa unacolotomía para la extracción de las heces 
retenidas en este segmento intestinal. 
• El pronóstico de estos pacientes es bostonte reservado 
debido o lo posible pérdidade funcionalidad del colon 
como consecuencia de su distensión por lo retención fecal. 
Evolución 
A partir del día siguiente a la intervención la 
alimentación de "lara" fue baja en residuos. 
Se le administraban laxCM"ltes suaves por vía 
oral para facílitar la elininación de las heces, 
y la propietaria le realizaba mas~s abdomi­
nales para mejorar el vaciamiento intestinal. 
Fig. 14. Imagen el día siguiente a la cirugía. 
como en tooas las cirugías de esta zona se deben 
extremar lasmedidas higiénieas locales. 
fig. 15. Alos 3 di as de postoperatorio la paciente 
oomía oon normalíclad pero no defecaba ydebía ser 
ayudada conenemas isotónicos. 
Alos 1odías la eliminación de heces Sía escasa, 
yen el colon se volvi€1' on aacumular heces. 
A los 17 días de la intervencíón "Zara· no 
oonseguía defecar con normalidad, y dado 
que la prcpietaria noquería someterla a otro 
tipo de cirugía para paliar el megacolon 
secundario, se decidió la eutanasia (Fig. 16). 
• Este tipo de intervenciones se 
deben realizar lo antes posible, 
con el fin de evitar lesiones 
nerviosas secundarias 
e irreversibles del colon. 
Ano / Atresia de ano 
fig. 16. Tras la eutanasia, al relajarse los músculos y hacer compresión abdominal, se pudo oomprobar 
la funcionalidad de la corrección de la atresia det ano. Oesoo el punto de viSta técnieo la intervención fue 
correcta, pero el resultado funcional no fue el esperado por la falta de movimientos peristálticos del colon. 
113 
114 
La parte posterior 
Atresia de ano. Caso 2 /Atresia en la perra 
Dificultad técnica ~ 
Acude a la consulta de Cirugía un cachorro de 
Yorkshire Terrier, hembra, de dos meses de edad, 
porque es más pequeña que el resto de hermanos de 
camada y tiene problemas para defecar (Ags. 1y 2). 
Fig. t. Tambiénpresentaba tenesmo yheces muy blaJldas. 
Técnica quirúrgica 
Se plantea una intervención quirúrgica en la 
que se realizará el cierre de la flSlula recto­
vaginal y la apertura del ano oon su anasto­
mosis al recto. 
pdg.248 
Fig. 3. Mediante una incisión cutánea perpendicular 
al periné ypor debajo del ano se accede al espacio 
existente en1re el recto y la vagina. 
Fig. 2. Al explocar la zona perineal se obseria la ausencia de perforación del aJlO, 
ycómo las heces salen por los latías vulvares. 
Ano / Atresia de ano 
Fig. 4Ozda.). En este caso se decidió incidir la 
fistula rectovaginal ysuturar independientemente 
recto yvagina. 
Fig. s (dcha.). Aquí se obsel'la el cierre del techo de 
la vagina con puntoo sueltos de material absortíble 
410. 
Fig. 6Ozda.). Acontinuación se procede ala 
incisil'.n de la zona anal, la disección del recto yasu 
apertura. 
Fig. 7(dcha.). En este caso.al no identificarse el 
esfínter anal, se anastomosa directamente la 
apertura del recto ala piel con material sintético no 
absolb~ 4/0. 
Evolución 
Fig. s. A las 48 horas la recuperación de la paciente 
es satisfoctoria, está comiendo ydefecando sin 
ciftultad. 
Después de la cirugía 
• 	Extremar las medidas de asepsia y anti­
sepsia. 
• Instaurar una correcta antibioterapia. 
• 	Realizar una buena limpieza de la zona 
durante el postoperatorio. 
• Vigilar estrechamente al paciente. 
• 	Evitar que se lama la zona mediante un 
oollar isabelino. 
115 
Vulva-vagina 
Sínfisis pélvica 
Cuerpo 
del útero 
• 
Neoplasias 
Caso 1 Tumor en el labio vulvar 
Caso 2 Tumor venéreo transmisible 
Caso 3 Tumor en el suelo vaginal 
Caso 4 Tumor en el techo vaginal 
Caso 5 Pólipos vulvares 
Caso 6 Tumor vaginal 
Caso 7 / Lipoma subcutáneo 
Himen persistente 
117 
118 
La parte posterior 
Neoplasias 
Los tumores de vulva y vagina son los más frecuentes en la perra 
después de los de mama. En la gata sin embargo son muy raros. 
Esta patología es propia de hembras de edad media o avanzada En 
todo caso, el 70-80% de ellos son benignos. 
La mayaría de los tumores en esta zona son benígnos 
y responden a la cirugfa, a pesar de que a menudo sean muy 
t__:aratosos. 
Habitualmente se tratan de fibromas, lipomas o leiomiomas. Estos 
tres tipos de tumOí suelen ser indistinguibles a simple vista. Se trata 
de masas firmes, esféricas, de superficie lisa y frecuentemente 
pedunculadas, que adoptan a menudo una forma polipoide. 
El leiomiosarcoma es el tumor vaginal maligno más frecuente, 
mientras que el tumor venéreo transmisible ha pasado a ser una 
rareza en nuestro medio y sólo en zonas rurales, donde los perros 
andan sueltos, es todavía habitual. Este último, también llamado lin­
fosarcoma de Sticker, es de superficie irregular, sangrante, frecuen­
temente ulcerado y puede ser simple o múltiple, con fOíma de coli­
flOí y más o menos pedunculado. Otros tumores malignos descritos 
son el mastocitoma y el carcinoma de células escamosas. En 
todo caso. las metástasis de los tumores vaginales son muy poco 
habituales. 
A la exploración, lo habitual es hallar un prolapso de tejido tumoral 
por la vulva o un abombamiento de la zona perineal. Puede haber 
secreción sanguinolenta o purulenta. 
El diagnóstico se completa con una palpación rectal y vaginal. Las 
radiografias torácicas y abdominales detectarán posibles metástasis. 
Hay que prestar especial atención a la posible invasión de los gan­
glios inguinales, ilíacos y sacros. En este sentido también puede ser 
útil la ecografia abdominal. La citología nos orienta acerca de la 
naturaleza del tumOí, que confirmaremos con la histopatología del 
tejido extirpado. 
El diagnóstico diferencial debe realizarse con la hiperplasia vaginal 
y el prolapso uterino. La primera se da en perras jóvenes, en relación 
con el celo y tiene su origen en el suelo de la vagina, craneal al orifi­
cio uretral. El prolapso uterino tiene relación con el parto y es más 
frecuente en gatas. 
Ante una masa vagínal, sospeche que se trota de un tumor sí la 
paciente es una perra mayor. Sí esjoven y está en celo, lo más 
probable es que se trote de una hiperp/asía vaginal. 
8 tratamiento es eminentemente qL.irúrgro y en el caso del turncr vené­
reo transmiSible es además posiJle la ql.imiotercpa con vinoistina 
Fig. 1. Pólipo vaginal. 
Fig. 2. Tumor venéreo transmisible. 
Fig. 3. Hiperplasia Víl!Jinal. 
Vulva -Vagina / Neoplasias 
Neoplasias. Caso 1 / Tumor en el labio vulvar 
Se presenta a consulta una hembra de raza Boxer 
y 7 años de edad con una masa redonda a nivel 
vu/var. A Ja exploración se observa que Ja masa 
es pediculada y se inserta en un labio de Ja vulva, 
en Ja zona de transición mucocutánea. 
Tras Ja citología se diagnostica un fibroma y se 
decide extirpar/o (Fig. 1). 
fig. 1. Vista de la masa tumoral localizada en el labio vulvar derecho. fig. 2. una vez preparado el campo qururgico. se ioooo sobre el peclícub con tistuf. 
fig. 3. Se colocan acontinuación pinzas hemosláticas en los puntos C1.Je sangren 
yse termina la disección del pedículo con tijera obistuli. 
Rg. 4. l.hl vez terminada la resección tumoral se completa la hemostasia 
mediante bisturíelécbico y ligadura de los vasos sangrantes. 
120 
La parte posterior 
Fig. 5. El tumor, una vez extirpado se remtte para diagnóstioo anatomqiatológico, 
confirmándose el ciagnóstico de fibroma. 
Fig. 6. Se realiza el cierrede la herida mediante sutura continua que interesa 
ala ¡jel ya la mucosa de loo labios vulvares. Se utiliza para ello mateñal 
monofilarnento reabsorbible de 210. 
Fig. 7. Aspecto final de la sutura Se obseiva la reconstiu:ción del bo<de del lal)o de la vulva. 
Vulva -Vagina / Neoplasias 
Neoplasias. Caso 2 / Tumor venéreo transmisible 
Paciente de la especie canina de nombre "Pitusa", 
hembra, de 5 años de edad, que se presenta 
a consulta con síntomas de parto desde hace 
aproximadamente 12 horas. 
Se realiza una radiografía que muestra un feto en 
posición de parto. La relación entre el tamaño de la 
cabeza del feto y el diámetro pélvico no justifica la 
distocia. (Figs. 1 y 2). 
Fig. 1. Nuestra pacíente el dia que acudió al seivicio 
de urgencias del hospital. 
Fig. 2. Radiografía del abdomen caudalen la que se 
obselVa la cabeza del único feto encajada en el 
canal pélvico. 
Fig. 3. En la exploración se observa !Kla masa con aspecto de coliflor en el foooo 
de la vagina, compatible con un tumor venéreo transmisible (TVl) y que obstruye 
el canal del parto.Se decide realizar una cesárea para resolver la distocia 
yacontinuación.una episiotomía que permita extirpar la masa wmoral. 
Fig. 4. Se ~para al paciente para la episiotomia de la manera habitual:en 
decúbito prono. ligero Trendelenoorg, sutura del ar() en bdsa de tabaco y fijación 
de la cola sobre el oorso. Tras la colocaciónde los paños de campo ypara 
minimizar el sangrado, se colocandos pinzas de Doyen limitandO la linea de 
incisiónde la episiotomía. Se comienza la episiotomia incidiendo la piel con l)stun. 
121 
La parte posterior 	 Vulva -Vagina / Neoplasias 
Neoplasias. Caso 3 / Tumor en el suelo vaginal 
Paciente de la especie canina, de nombre "Honey", 
hembra y de 11 años de edad que se presenta 
a consulta con secreción vulvar purulenta 
y sanguinolenta de dos meses de evolución. 
A la exploración se aprecia un abultamiento en la 
zona perineal, entre la vulva y el ano, de consistencia 
el6stica y el tamaño de una mandarina. Mediante 
tacto vaginal se localiza el tumor en la luz vaginal 
implantado, como es habitual, en el suelo de la 
Fig. 6. Una vez completada la episiotomía y separando ampliamente loo bordes de vagina y craneal al meato urinario. (Figs. 1 y 2). 
la incisión,quedan expuestos et intelioc de la vagina yla masa tumcra. 
Ante cualquiermasa en ta zona perineat sobre todo sí, como en 
este caso, no asoma alexterior, es imprescindible ta reatízación 
tanto de un todo vaginal como redol, para loco/izarsu origen. _J 
122 123 
Fig. 5. Se completa la episiotomíacon tijera hasta alcanzar la luz de la vagina, 
protegieroo su interioc conlos deOOs. 
Ag. 7. Antes de proceder aextirpar la masa tumoral es muy convenieote sondar la 
uretra con el fin de tene~a localizada, evitando así lesíonarla. 
Ag. s. Se diseca la masa tumoral a nivelde su peciculo realizaroo la hemostasia 
coo ligaduras y/o bisturí eléctrico segúnel calibre de loo vasos. 
Comentario final 
La éU"latomía patológica confirmó el diagnóstico de TVT, por lo Que 
se instauró tras la intervención una pauta de Quimioterapia con vin­
cristina paracompletar el tratamiento. 
Fig. " La paciente durante la preparación quirúrgica. 
La quimioterapia postquirúrgica es obligoda en un TVT. 
La cirugía na garantiza, porsisólo la eliminación de todas 
las células tumorales. 
Ag. 9. Se realiza el cierre de la efASjotomía poc planoo según la técnica ya desclita. Fig. 2. Oooérvese el gran aWlallliento entrela vulva y el ano. 	 Rg. 3. Tras realizar la episiotomia se visualiza en el interiorde la vagina la masa 
tumoral. El paso siguiente será et sondaje de la uretra para preseniarla durante et 
resto de la intervención. Es importante no confl.lldir el meato urtnario con la fooa 
clitoriana. 
124 
La parte posterior 
Fig. 4. Este tiPo de tumores suelen estar pediculoclos yse exteriorizan fácilmente 
mediante una simplepresióo. Se obseiva su implantación carooterística. 
Fig. 5. Se colocan en la base del pedículo tumoraldos pinzas de Kocher en 
direcciones opuestas, para evitar la hemwagia en el momento del oorte. 
Distalmente alas pinzas, se inicia el corte del pedículo oonbisturí, para terminarlo 
cootijera. 
Ag. 6. Se procede al cierrede la mucosa vaginal mediante p!Wltos en "U", por 
debajo de las pinzas. Esto favorecerá la hemostasia de la línea de corte al 
retirarlas.Los bordes de la herida de la mucosa se unen mediante sutaa continua 
por encima de los puntos en "U".Cm ello se consigue la reconstrucción del suelo 
vaginal yuna mejor hemostasia 
Ag. 7. Se finaliza la interveOOóncerrandola episiotomía como es habitual,en tres 
planos. 
Vulva -Vagina / Neoplasias 
Neoplasias. Caso 4 / Tumor en el techo vaginal 
Fig. 1. "Belle' el dia 
que acudió a nuestra 
consulta con 
sintomatologia de 
tenesmo. 
Fig. 2. Radiografia lateral del abdomenen la que se aprecia la reteOOón fecal y 
vesical. 
Un tumorvaginal implantado muy 
profundamente puede no ser visible 
y ocasionar un cuadro obstrudivo 
uretral y/o intestinal como única 
sintomatología. 
Se presenta a la consulta una hembra de raza 
Schnauzer Gigante de 8 años de edad por realizar 
continuos esfuerzos, tanto para la micción como 
para la defecación. 
Se realizan radiografías en vacío de la cavidad 
abdominal en las que se observa una notable 
retención fecal y una gran distensión vesical 
(Ags. 1y2). 
Ag. 3. flJ sondar ala paciente para vaciar la vejiga se apreció una masa de gran 
tamaño que llenaba ta cavidad vaginal, presionando sobre uretra yrecto yque 
explicaba la sintomatdogia observada. La profunda implantacióo de este tumor 
hacía que pasara desapercibido desde el exterior. 
Fig. 4. Se prepara al paciente de la forma habitual, 
ya descrt!a, para una episiotomía,mediante la cualFig. s. Aspecto del tumor una vez extirpado. 
La biopsia oonfirmó nuestra sospecha inicial de que se eXJ)One la masa tumoral. La uretra deberá 
permanecer sondada durante toda la intervención.se trataba de un fibroma. 
125 
126 
La parte posterior 
Fig. 5. Apesar de la profuooa inserción de este tumor, se oonsigue exterioriza~o Fig. 6. Una vez exteriorizada la masa tumoral se tracciOna suavementede ella 
mediante "maniobras obstétricas" . para exponer su oorto pedículo. 
Ag. 7. A continuación se diseca el pediculo coo tijera. Realizaremos la hemostasia 
mediante ligaduras oelectrocoagulación. 
Ag. s. Se procede al cierre de la episiotomía de la forma ya descrita,comenzando 
por suturar el tecro de la vagina ysiguienoo P<J el tejioo subcutáneo y la piel. 
Ag. 9. Aspectofinal del periné unavez coocluida la interveoción. Ag. to. Sección longitudinaldel tumor. Mediante biopsia se diagnosticó Que se 
trataba de mfibroleiomioma. 
Neoplasias. Caso 5 /Pólipos vulvares 
Fig. t. "Bolita"el día de 
su primera visita al 
hosJ)tal. 
Fig. 2. Los "supuestos testículos"de "Bolita". 
Fig. 4. Observese el origen comúnde ambos p:ilipos, sujeto por la pinza. 
Ala izQuierda se aprecia la torsión del pe()'culo del pólipo congestivo. 
Vulva -Vagina / Neoplasias 
Perrita Caniche de 9 años de edad cuya dueña 
comenta que "de repente le han salido unos 
testículos". A la exploración se aprecian dos masas 
pediculadas que asoman a través de la abertura 
vulvar y cuyo aspecto recuerda, efectivamente, 
a unos testículos. Se trata de dos pólipos vaginales, 
uno de ellos se halla torsionado y de ahísu color 
(Figs. 1 y 2). 
Ag. 3. Se decide extirpar los pólipos, para lo cual es preciso realizar una pec¡ueña 
episiotomía Que permita acceder a su inserción. Estos pólipos sonpediculados 
yse originanen el suelo de la vagina,cranealmente al meato urinario,como es 
característico. 
Ag. 5. Aspecto final de la herida Quirúgica ma vez suturada la episiotomía. 
127 
128 
La parte posterior Vulva -Vagina / Neoplasias 
Perrita Schnauzerde 8 años de edad que se presenta 
a la consulta, de urgencia, por la aparición de forma 
repentina de una masa en la zona vulvar. Se aprecia 
en la exploración una masa congestiva, con zonas 
de necrosis, que asoma entre los labios de la vulva. 
Es de suponer que el tumor se formó dentro de la 
vagina, exterioriz6ndose en un momento dado 
(Fig. 1). 
Fig. i.Vista posterior del paciente en la que se aprecia la masa. 
Fig. 2. Una exploración más detallada revela que el origen del rumor se encuentra más caudal de lo QUe es habitual en estos casos. Bsondaje de la uretra nos 
descubre un meato uñnalio incluido en la base del largo pedículo. Se decide resecar el tumor. Dado su fácil aoceso no será necesario realizar una episiotomía. 
Fig. 3. Siempre que se interviene (JJirúrgicamente la 
vagina,es obligado mantener sondada la uretracano 
forma de teneila localizada en todo momento yevitar 
así lesionarla. En este caoo dicha medida resulta 
especialmente im¡n1ante dada la inoorporación 
delmeato al pedículo tumoral.Para resecar la masa 
se coloca en la base de su pedículo una ligadura 
de tramtixión oon mater1al monolilamento absorbi~ 
de 210. 
Fig. 4.se secciona el pedículo distalmente a la 
ligadura. sujetándolo oon una pinza con el finde 
mantenerlo a la vista. Para asegurar la hemostasia, 
se realizará una segunda ligadura proximal a la 
anterioc. 
Es imprescindible, en cualquier 
cirugía vaginal, mantener sondada la 
uretra durante toda la intervención. 
Fig. 5. Aspecto final de la zona al término de la 
intervención quinlrgica. 
129 
130 
La parte posterior 
Se presenta a consulta una perra cruce de Pastor 
Alemán, de 7 años de edad, con una masa de gran 
tamaño en la zona del periné, dorsal a la vulva. 
El propietario indica que la tumoración ha crecido 
rápidamente en las últimas semanas. La paciente 
no presenta dificultad para defecar u orinar, 
ni tampoco flujo vaginal. A la exploración se 
comprueba que la masa ocupa todo el periné, 
desde la comisura dorsal de la vulva hasta el ano. 
El aspecto nos hace sospechar que se trata de un 
tumor vaginal. No obstante, la exploración vaginal 
nos revela que el tumor se localiza fuera de la 
vagina, ocupando el espacio subcutáneo 
comprendido entre la vulva y el ano (Ags. 1 y 2). 
~ro un correcto diagnóstico diferencial de un abultamiento1 
del periné es imprescindible determinar su origen exacto, 
mediante tacto rectal y vaginal. Ello condicionará la técnica 
quirúrgica a aplicar. 
Ver posicionamiento :..._ pág. 
del poctente. :"Y' 248 
Fig. 3. Se decide resocar quirúrgicamente la masa. 
Para ello se preparaal paciente de la forma habitual. 
Fig. 1. Nuestra paciente en el momento de la preparación para entrar al quirófano. 
Fig. 2. Aspectodel peliné de la paciente una vez depilada tras haber realizado la 
asepSia de la zona. 
Vulva -Vagina / Neoplasias 
Fig. 4. Se comienza iOOcliendo el peliné en su linea 
media.se realiza una disecciónranaseparanclo la 
pielde la cápsula del tumor, hasta alcanzar su base. 
Esta zona anatómica está muy 
vascularizada por lo que tiene que 
preveruna gran hemorrogia. 
Fig. s. Se clampa la base del tumormediante oos 
pinzas al oqeto de evitar hemorragias. 
Fig. 6. se finaliZa la reseceión secciOnaroo el 
pedículo. 
131 
La parte posterior Vulva -Vagina / Neoplasias 
Fig. 7. Antes de retirar las pinzas se realizan las 
ligaduras precisas para una cCJTecta hemostasia. 
D 530 p\us 
132 133 
Fig. s. Se cierrala heñda en dos planos,oomenzaooo por el subcutáneo mediante 
morofilamento absortlible 2/0. 
Fig. 10. El tumoc resultó ser un lipoma del tejido 
subcutáneo. Su situación anatómica en la linea 
media del periné, de tonna simétJica, nos indujo a 
pensar, en un principio, eo un tumor vaginal. 
Fig. 9. Se cierra la piel con puntos eo "U" coo monofilamento oo absomble, tras 
resecar tocia la piel sobrante ycolocarun drenaje Penrose. 
134 
La parte posterior 
Índicedepresentací~m 
Dificultad técnica 
Debido a alteraciones en la fusión de los conductos 
de Mül/erdurante el desarrollo embrionario pueden 
aparecer distintas formas de himen persistente. 
Tanto la forma anular como el septo vertical 
producen una estenosis a nivel de la unión 
vestrbu/ovaginal. 
Esta perra presentaba infecciones recidivantes de vagina que se tra· 
taban con diferentes fármacos sin conseguir resultados satisfacto· 
rios. En el último tratamiento su veterinaria le recetó unos óvulos 
vaginales. que no se podían introducir. 
La paciente fue remitida al Hospital para realizarle una vaginoscopia 
(Ftg. 1). 
• Lo vaginitis persistente se produce por el incorrecto 
drena¡e de los [luidos uterinos y vaginales que favorece 
lo colonización bacteriano. 
Verposicionamiento del poclente. ~ pdg. 248 
t erepisiotomío. ~pdg.254 
Tratamiento quirúrgico 
Tras realizarse una episiotomía se retraen late<afmente los bordes de 
la incisión para ooservc:v la unión vestíbulovaginal (FIQ. 2). 
A continuación la banda fibrosa es seccionada oon tijeras (Fig. 3 y 4). 
Fig. 1. Gracias al empleo oo un endoscq:¡io se puede identificar el oñgen del 
problema. Se trata de una banda fibrosa vertical Que divide yestenosa la vagina a 
nivel de la uniónvestíbulovaginal. 
Enla parte inferior de;eclla de la imagen se oooerva la papila uretral. 
Fig. 2. Una episiotomía nos permite visualizar la papila uretral (A) así como el 
himen persistente (B). 
Fig. 3. Tras la exposición del himenpersistente se resecan sus fijaciones dorsal y 
ventral a la vagina. 
En esta imagen se oooerva la secciál de la ~e dorsal de la banda. 
Vulva - Vagina / Himen persistente 
Fig. 4. Aoontinuación,ysiempre bajo estricto control de la papila uretral para no 
lesionarla. se secciona la parte ventral del himen. 
Fig. 5. Para garantizar la hemostasia de la mucosa vaginal puede ser necesar1a la 
realización de una su!IJ'a oontinua entrelazacla con material monofilamento 
absortlible 310. 
Con el fin de controlar la hemorragia que se produce en la mucosa 
vaginal reoomendamos realizar una sutura continua con material sin· 
tético absorbible (Fig. 5). 
• Controle en todo momento la papila uretral para no 
lesianarlo, si no la identifico fácilmente sándelo con un 
catéter. 
Algunas pacientes pueden presentar los dos tipos de himen persis· 
tente (banda vertical y estenosis anular), por este motivo no se otvi· 
de de explorar de nuevo el diámetro vaginal. 
Después de la corrección quirúrgica se tiene que cerrar la episioto· 
mía (Fig. 6). 
Después de la cirugía 
• 	limpieza tópica de la vagina con irrigaciones locales de una solu· 
ción de povidona ycdada. 
• 	Si existe vaginitis, tratamiento médico en base al cultivo y antibio· 
grama realizado. 
El pronóstico es muy bueno ya que tras la resección de la banda 
fibrosa desaparecen tos signos clínicos iniciales. 
Fig. 6. l.a episiotomía se cierra en tres planos con material absortlible 2/0 la 
mucosa yla capa muscular. y oon material monofilamento no absorbible la piel. 
135 
Sección mediana del pene del perro 
Recto 
Uretra 'tv· 
Ve¡iga 
~Conductos deferentes Cuerpo cavernoso 
Hueso peniano 
Bulbo del glande 
Uretra 
Obstrucción uretral en el perro 
Cálculos uretrales en el perro 
Caso 1 Técnica de urohidropropulsión 
Caso 2 Uretrotomía preescrotal 
Caso 3 Uretrostomía escrotal 
Estenosis uretrales 
Caso 1 Uretrostomía escrotal 
Enfermedad del tracto urinario 
distal felino (FLUTD) 
Caso 1 Uretrostomía perineal 
Caso 2 / Estenosis cicatricial 
Caso 3 / Inflamación y necrosis cutánea 
137 
138 
La parte posterior 
Obstrucción uretral en el perro 
Índicedepresentaci~ 
La obstrucción uretral se produce por cálculos que quedan atrapa­
dos en la uretra, y por estenosis postinflamatorias secundarias al 
paso de cálculos, traumatismos previos (accidentes. peleas... ) o 
inteNenciones quirúrgicas realizadas en la uretra. 
En estos casos se recomienda la intervención quirúrgica con el fin de 
resolve< el problema obstructivo (Figs. 1 y 2), y analizar la composi­
ción de los cálculos. De esta forma se podrá instaurar un régimen 
médico-dletético que prevenga la recidiva de los mismos. 
Tipos de cálculos Frecuencia de presentación 
Estruvita' 
Oxalato cálcico 
Urato 
Sílice 
Cistina 
Mixtos 
' Fosfato amónico magiésioo 
Fig. t. Cálculos extraidoo ele la uretra ele un perro. 
Fig. 2. Estenosis uretral secundaña auna 
uretrootomía realizada para la extrao::iónde un 
cálcoo alojaoo juntoal rueso peniano. 
En este caso la dificultad urinaóa era mínima. 
Uretra / Obstrucción uretral en el perro 
Cálculos uretrales en el perro 
Índice de presentaci~ 
La litiasis urinaria es la causa más frecuente de obstrucción uretral 
tanto en el perro como en el gato. 
Signos clínicos 	 Diagnóstico 
• Disuria, hematuria, anuria, tenesmo, distensión abdominal, dolor. Se debe realizar en base a los signos clínicos, la exploración ñsica 
del paciente y sobre todoen la radiología, donde se deben visualizar 
los cálculos (Rgs. 1-5). 
• Signos de uremia(postrenal): vómito, depresión, anorexia, deshi­
dratación.. 
• 	Ocasionalmente se puede romper la vejiga urinaria produciendo 
uroabdomen. 
Rg. t . El lugarmás frecuente para localizar loo cálculoo es la base del hueso peniano. 
En este caso se trata de un cálculo ele gran densidad que se identifica con facilidad en la racJografía por delante del hueso peniano. 
139 
140 
La parte posterior 
Fig. 2. No obstante, también se debenbuscar en 
toda la longitud de la uretra, incluida su curvatura 
isquiática. Enesta raclograffase observa un gran 
número de cálculos de clferentes diámetros que 
obstruyen la uretra. 
Fig. 3. Para obtener la mejor imagen de la zona 
perineal sin que las extremidades J'.X)Steílores se 
superpongansobre la uretra, éstas se debendirigir 
hocia delante en el momento de obtener la 
radiografía. Eneste perro no se identifica ningún 
cálculo apesar de tener sintooiatología obstructiva. 
Fig. 4. El empleo de medios de cootraste yodaoos 
(urológicos) Introducidos en la uretra 
retrógradamente (uretrcx:istogralía) ponen de 
manifiesto la existencia de los cálculos raoolúcioos 
Qnlrecuentes) queno se observabanen la imagen 
anterior. 
Uretra / Obstrucción uretral en el perro 
Fig. 5. Los contrastes positivos tambiél"I son útiles en 
la identificación efe estenosis uretrales. 
Este paciente manifestaba gran dificultad para 
orinar. 
Radiodensidad de los cálculos en base al tamaño y a su composición Analítica 
Oxalato • Grande-Único Estruvita • 
Apatita •• • Pequeños-Múltiples. 
Sílice • .• . •Cistína 
Urato ·:=:·~::~·:~·:.:~::~·. Arenilla 
• Hematología completa, así como un perfil bioquímico general 
incluyendo electrolitos (potasio. sodio y cla<o). 
• Urianálisis y cultivo microbiológico, obteniendo la orina PO< cisto­
centesis . 
Estos pacientes suelen presentar uremia postrenal e hipercaliemia, 
que deben ser controladas antes de realizar la cirugía: 
• 	Fuerce la diuresis con suero fisiológico salino isotórico, sólo si el 
paciente está sondado o desobstruido. 
• Administración de dextrosa al 50% en bolos por vía intravenosa. 
• 	Administre insiJina (0,5 Ullkg IV) junto a dextrosa (2 g por lJ1idad 
de insulina) para reducir la concentración de potasio. 
Ypara proteger el corazón de la hiperca/iemia administre 
gluconata cálcico. 
 Vercistocentesis. • p6g. 240 
En todos los cosos de litiasis sospeche la existencia de 
infección urinaria, identifíquela y trótela correctamente, mejor 
antes de la cirugía. 
Tratamiento 
La obstrucción uretral se intenta resolver trasladando los cálculos a 
la vejiga mediante la urohidropropu1sión. De esta forma se consegui­
rá liberar la vía urinaria y se concentrarán todos los cálculos en la 
vejiga, desde donde se extraerán con mayor facilidad. 
Si no fuese posible la movilización de los cálculos a la vejiga se debe­
rá realizar una uretrotomía (ver caso 2), y en casos recidivantes una 
uretrostomía permanente (ver caso 3). 
Una cistotomía es m6s sencilla de realizar. y cursa con 
menos complicaciones intraoperatorias y sobre todo 
postoperatorias, que una uretrostomía. 
141 
142 
a pa te pos enor 
Dificultad técnica 
Fig. 1. "Blacky" 
también tiene el 
alxlomen distencido 
ymolestias a la 
palpación aboominal. 
"Blacky" es un perro mestizo de 10 años 
de edad que no puede orinar, realiza numerosos 
intentos pero sólo le salen unas pequeñas gotas. 
Algunas veces también gotea sangre yse lame 
reiteradamente el pene. 
Se realiza una radiograffa de la región perineal para identificar la loca· 
lización de la obstrucción i..rinaria (Fig. 2). 
Fig. 2 . En la uretra peniana se observan gran cantidad de cálculos, así rono lila f\iperplasia de la próstata. 
En este caso se ha puesto un enema de bario con el finde identificar mejor la zona abdominal caudal y perineal. No es necesariO realizarlo de rutina. 
Uretra Obstrucción uretral en el perro 
La urohidropropulSión se realiza para reintroducir los cálculos uretra­
les en la vejiga, de esta forma se consigue desobstruir la uretra. 
Técnica 
• Sedación y/o anestesia epidural. 
• Sondaje uretral hasta el PIXlto de obstrucción (Figs. 3-5). 
• 	Se introduce IXl dedo pee- el ano, se palpa la uretra sobre el suelo 
de la pelvis, y se oomprime oon fuerza (Ftg. 6). 
• Se cierra el glande del pene sobre la sonda para evita- la salida de 
suero al exterior. 
• Se inyecta suero salino estéril a presión moderada en la uretra Fig. 3. Se inyecta en la luz uretral un lubricante urol(:gico asociOOo alfl anestésico 
mientras se mantiene ocluida por el dedo introducido pee- el recto. local. Se deja actuar durante unos minutos mientras se preparael resto del 
En el tacto recta se nota perfectamente oomo la uretra se óstierde. material. 
• 	Pasados IXlOS segundos se libera la presión de la uretra membra­
nosa. dejando que el suero pase a la vejiga y con él los cálculos 
(Fig. 6). 
VerS-Ondoje uretral en el perro. • p6g. 236 
No utilice catéteres que sean excesivamente rígidos, 
ya que lesíonaría la mucosa uretral. No intente empujar 
los c61culos con una sanda rígida lo único que canseguirfa 
es traumatizar aún más la zona. 
Fig. 4. Introducciónde un catéter vesical estéril en la uretra hasta llegar a la 
obstrucción. 
Rg. s. Es necesaria una radiogralia previa a la urohidropropulsiónpara localizar 
los cálculos yrealizar las posteriores comprobaciones. 
Fig. 6. Coo un tacto rectal se comprime la uretra contra el suelo de la pelvis. 
Se presiona el glande del pene sobre la sonda vesical. 
Se introduce el suero apresióo moderada. 
Al notar la distensión uretral se libera la presiónylos cálculos pasan a la vejiga. 
143 
144 
a pa te pos enor 
• Se repite el mismo procedimiento dos o 
tres veces y se realiza una radiografía de 
la zona para comprobar el éxito de la 
misma (Figs. 7 y 8). 
Fig. 7. Tras el primer intentode urdlidropro~lsión 
parte de los cálculos se han movilizado. pero se 
observan todavía los más grandes en el inteñor de la 
uretra. 
Recuerde que la vejiga puede 
estar muy distendida par la 
retención urinaria, o su pared 
lesionada por la cistitis 
secundaria. Vigile la sobrecarga 
vesical por elsuero introducido. 
Fig. s. Tras repetir la técnica dos veces más se 
consigue propulsar todos los cálculos al interior de 
la vejiga. 
Procure introducir los có/cu/os en 
la vejiga, y a continuación realice 
una cistotomfa para extraerlos. 
Tendrá menos complicaciones que 
si hace una uretrotomía. 
pdg.289 
Fig. 9. Acontinuación se realiza unacistotomía para 
la extracción de todos los cálculos. 
Uretra Obstrucción uretral en el perro 
Dificultad técnica 
Antes de la cirugía 
Corrija las alteraciones hídricas, electrolíticas y metabólicas antes de 
operar. 
¿Ha intentado realizar una hidropropulsíón (ver caso 1) de los cálcu­
los a la vejiga, pero ha Sido infructuosa? 
Anestesia 
En pacientes urémicos o muy deprimidos se puede realiza la técni­
ca b~o sedación profunda y anestesia local. 
La uretrotomía se realiza para eliminar los cálculos 
que quedan retenidos pordelante del hueso 
peniano, y que no se han podido movilizar a la 
vejiga mediante la urohidropropulsión. 
La uretratomfa puede complicarse por una fibrosis 
cicatricial que estenosaró la uretra a medio plazo. 
Técnica 
• 	Preparación del campo quirúrgico 
(Flgs. 1 y 2). 
Ver sondaje uretral en el perro. • pdg. 236 
Fig. 1. Oe¡:ilación ypreparacMíndel campo 
operatorio de f(IITTla estándar, centráOOonos en el 
área comprendida entre los testículos yel ¡:repucio. 
B paciente se cctoca en decúbito supino. 
Fig. 2. Tras la cciocacié:n de los paños de campo se 
introduce una sonda urinaria, estéril, hasta el punto 
de obs1nX:cMín. ... 
145 
146 
a pa te pos enor 
• Con un bisturí se realiza la incisión de la 
piel y el tejido celular subcutáneo entre el 
escroto y la parte caudal del hueso 
peniano (FIQ. 3). 
• Con una hoja de bisturí fina (nº 11 ) se 
hace una incisión en la uretra po< su rafe 
medio hasta llegar a su luz, evitando 
lesionar los cuerposcavernosos (Fig. 4). 
• Si es necesario ampliar la incisión se 
empleará una tijera fina de iris. Siempre 
sobre la línea media de la uretra. 
Fig. 3. se identifica el músculo retractor del pesie, se 
diseca yse lateraliza para JX)der acceder ala uretra. 
Irrigue periódicamente elcampo 
operatorio con suero fisiológica 
atemperado para evitar la lesión tisular 
pordesecación. 
Fig.4. La iociSión de la uretra es hemorrágica; 
procure C1J8 sea por la línea media para evitar un 
excesivo sangrado (por lesión de los cuerpos 
cavernosos). 
La colocación de unos puntos de tracción facilita la 
visualizacioo de la luz uretral sin lesiooar la mucosa 
dela misma. 
• 	Extraiga los cálculos con una pinza de 
disección fina y con perfusión de suero 
atemperado a través de la sonda uretral. 
• Una vez eliminados los obstáculos se 
introduce la sonda urinaria hasta la veji ­
ga, comprobándose que no existen más 
cálculos (Fig. 5). 
Fig. 5. En esta imagen se puede observar la sonda a 
través de la uretrotomía. 
Uretra Obstrucción uretral en el perro 
• Si no se tiene demasiada experiencia, o no se cuenta con el mate­
rial apropiado para reconstruir la uretra, es mej0< dejar sin suturar 
la herida peniana para no crear LJ1a fibrosis excesiva. 
En este caso, la posibilidad de hemorragia local al despertar el 
paciente de la anestesia es muy alta. Complicación que se méWl­
tendrá dlJ'ante 4 o 5 días después, sobre todo cuéWldo miccioneel 
paciente. 
• Es preferible la sutura de la uretra Ydel pene para evitar el sangrado No se olvide de anolizor los cálculos poro instaurar el 
duréWlte el postoperatorio, así como el pasodeorinaal tejido oelular tratamiento dietético que evite o reduzca la probabilidad 
subcutáneo que puede causar oelulitis y necrosiS focal (Fig. 6). de recidivo. 
• Finalice suturando la piel con la técnica que más le guste (Rg. 7). 
fig. 6. Suture ta uretra con material absorbible sintético monofilameoto 510 o6/0 
empleando puntos independientes ysencillos. 
Procure englObar la mínima cantidad de tejioo posible, pero garantizando la 
estabilidad de la sutura. 
Después de la cirugía 
Dejamos la sonda vesical durante 2 días con el fin de garantizar la 
eliminación de la orina. 
Si no se sonda y durante el postoperatorio inmediato se produce 
una exoesiva inflamación de la uretra. o se obstruye por coágulos de 
sangre. el paciente volverá a tener retención urinaria. En este caso 
se debería volver a sondar la vía urinaria.Esta maniobra puede lesio­
nar la zona intervenida, romper ta sutura, e incrementar la inflama­
ción con el consiguiente exoeso de fibrosis cicabicial. 
El mayor problema de dejar LJ1a sonda vesical colocada es la posi­
ble infeoción ascendente de la vejiga a través de la uretra. Por este 
motivo se recomienda et empleo de antibióticos de amplio espectro 
de eliminación renal (por ejemplo amoxicilina + ácido clavulánico) 
mientras se esperan tos resuttados del antibiograma. 
Complicaciones 
Hemorragia dlJ'ante varios días después de la intervención si no ha 
suturado la uretra. En algunos casos el sangrado es muy albundante 
y preocupa mucho al propietario y por supuesto al veterinario. 
Para minimizar1a sutúrela con material sintético albSO<bible fino. 
Si no lo ha hecho adviértaselo al propietario, hospitalice al paciente y 
controle el sangrado de la uretra mediante presión de la zona, con 
una t0<L11da de gasa. sobre todo después de orinar. 
Estenosis cicatriciales por una gran fibrosis en la zona debida a un 
excesivo tralJllatismo, inflamación o lesión de la uretra como conse­
cuencia de ta litiasis o de la intervención quirúrgica realizada. 
Para solucionarla intervenga lo antes posible al paciente. evite son­
dajes reiterados de la uretra, no intente empujar los cálculos con la 
sonda, intente la urohidroprqiulsión de los cálculos a la vejiga, Si rea­
liza la uretrotomía, hágala con delicadeza, (siendo lo menos traumá­
tico posible) y emplee material monofilérnento sintético absorbible. 
Si se presenta este problema tendrá que recurrir a la uretrostomía 
permanente (ver caso 3). 
fig. 7. En este caso se ha realizado una sutura intradérmica conmaterial 
monofilamento sintético no absorbible. 
147 
a pa te pos enor 	 Uretra Obstrucción uretral en el perro 
Dificultad técnica 
Se realizaron distintos intentos infructuosos 
de l.l'ohidropropulsión (ver caso 1). 
AJ no poder movilizar los cálculos a la vejiga 
se practicó una uretrotomía para la extrac­
ción de los cálculos atrapados en el hueso 
peniano. 
En la actualidad y desde hace 3 días el 
perro vuelve a tener problemas para orinar, 
a pesar del tratamiento médico-dietético 
que se instauró. Le cuesta mucho miccio­
nar, hace grandes esfuerzos y sólo salen 
unas gotas. a veces con algo de sangre. 
Ag. 2. Los cálculos uretrales se encootraban 
atrapaoos en et hueso peniano.En el interior de la 
vejiga se identificaron gran cantidad de cálculos de 
difefentes tamaños. 
Radiología 
En la radiografía lateral de la zona perineal 
se observan varios cálculos en el interior de 
la vejiga, pero ninguno en la zona l.l'etral. 
Por este motivo, y para comprobar la posi­
ble estenosis uretral secundaria a la inter­
vención realizada anteriormente, se realiza 
una uretrografía retrógrada con contraste 
yodado (Fig. 3). 
Fig. 3. Gracias al empleo de un oontraste yooooo se 
comp11Jeba la existencia de una estenosis cicatricial 
en la zona ~via al hueso peniano, asíoomo 
defectos de llenado en la vejiga por la J)'esercia de 
cálculos en su interior. 
"Bulit" es un perro Bu//dog, de 6 años de edad que 
vuelve al hospital por un problema recidivante de 
obstrucción uretral. 
Historia clínica 
Fig. t. A"Bulit" le Hace unos meses fue atendido por un problema obstructivo urina­
cuesta orinar. y lo hace rio. En aquella ocasión se identificaron diferentes cálculos localiza­
en peco valumen y con dos en la vejiga y en la uretra peniana a la altura del hueso peniano. 
frecuencia. (Fig. 2). 
Es la técnica de elección en el caso de tener que realizar una 
uretrostomía permanente. 
A este nivel la uretra es más ancha (tiene mayor diámetro 
interno), es más superficial, y el espesor del tejido cavernoso 
que la recubre es menor. 
Por estos motivos las hemorragias postoperatorias son 
menores, así como las estenosis cicatriciales. 
El inconveniente es que requiere la castración del paciente. 
fig. 4. En la J)'imera fase de la inteNención se realiza la orquidectomia escrotal 
del paciente. 
• 	Corregir los desequilibrios hídrioos y electrolítioos secundarios a la 
obstrucción urinaria. 
Durante la cirugía 
Tenga paciencia con el sangrado incisional de la uretra, no se ponga 
nervioso. No emplee técnicas hemostáticas agresivas. 
Suture la muoosa de la l.l'etra a la piel oon un material monofilamen­
to que esté montado en una aguja cilíndrica. 
Ver orquidectomía. ~pdg. 264 
Ver técnica de urohidropropulsión. • p6g. 142 
• Depilación y preparación del campo ope­
ratorio de forma estándar. 
• Decúbito supino. 
• 	Preparación del campo quirúrgico sobre 
la región escrotal. 
• 	Colocación de una sooda urinaria estéril en 
la uretra periara, si es posible, para facilitar 
la incisión y sutura posteriorde la uretra. 
• 	Incisión elíptica de la piel en la base del 
esaoto (Fig. 4). 
• 	Disección delicada de la zona ventral del 
pene (Fig. 5). 
• 	Identificación e incisión de la uretra (Figs. 
6-8). 
Rg. s. Seguiclamente se proceoo ala identificacíón y 
disección del músculo retracto< del pene, conel fin 
de visualizar oorrectamente la uretra. 
Técnica quirúrgica 
Indicaciones de la uretrostomía esaotal: 
• 	Calculosis uretral obstructiva y recidivante, que no se puede con­
trolar médicarnente. 
• 	Cálculos que no se pueden eliminar mediante urohidropropulsión 
(ver caso 1) o l.l'etrotomía (ver caso 2). 
• 	Estenosis uretrales. 
• Neoplasias distales del pene o de la uretra. 
• Traumatismos distales del pene. 
Antes de la cirugía 
• 	Desobstrucción de la uretra (urohidropropulsión).si es posible, y 
sondaje de la misma. 
• 	Toma de una muestra de orina para realizar el correspondiente 
cultivo y antibiograma. 
149 
150 
a pa te pos enor 
Fig.6. Tras la lateralizacióo del músculo retractor del pene se identifica la uretra (de un color azuladlo) fla~ueada por dos estrocturas blanquecinas que son los cue¡µJS 
cavemsos del pene. 
Aoontinuacióo se incide la uretra por su rafe medio con una hqade bistu~ del rf' 11.Al seccionar el tejido espon.Íi)So,que rodea la uretra, se l)'oduce una hemorragia más 
omenosintensa. 
El tejido uretral es bostonte fibroso, por ello hay que hacer 
bastante presión para secdanarla. 
La sección de la uretra implico una hemorragia, continua y 
difusa, que debe controlarse mediante presión con 
torundas de gasa. En caso de hemorragia intensa puntual 
se puede cohibir con una pinza hemostática. No emplee 
coagulación térmico a eléctrica. 
Uretra 
 Obstrucción uretral en el perro 
Fig. 7. La introducción de una pinza por la luz uretral 
pemlite asegurarnos que hemos alcanzado nuestro 
objetivo. 
Fig.s. La inciSión uretral se ampia por su rafe 
medio con unas tijeras de iris. 
La longitud de la uretrotomía debe ser 
a(Jfoximadamente 4o5veces el diámetro de la luz 
uretralde esta zona. 
La hemostasia del teiiclo esponjoso de la uretrase 
realiza cm torundas de gasa, ycon pinzas de 
fo<cipresión en caso de hemorragias puntuales y 
copiosas. 
Fig.9. A contiluación se sutura la mucosa de la tretra 
ala piel oon material Sintético monofilameoto tiro. 
La aguja debe ser cilinctica para ro desgarrar la 
mucosa uretral. 
En este caso se está empleando un hilo absort:Jítje 
del 5/0. 
151 
152 
a pa te pos enor 
• 	Sutura de la uretra a la piel (l.l'etrostomía 
permanente) (Figs. 9 y 10). 
• 	Las heridas cutáneas anterior y posterior 
a la uretrostomía se suturan siguiendo 
técnicas oonveneionales (Rg. 11). 
Fig. to. Es importante QUe cada punto &loenglobe 
la mucosa uretral yla piel. Asegúrese ele no irduir 
en esta sutura otros tejiclos adyacentes. 
Amedida que se va suturardo la uretra ala piel se 
va reduciendo la hemorragia de la misma. 
Fig. tt. Este es et resultaclo al finalizar la ínteivención. 
Al terminar la cirugía no es necesariO dejar sondada la uretra. DescJe et cJa siguiente a la intervención el paciente orinará con normalidad. 
Uretra Obstrucción uretral en el perro 
Después de la cirugía 
• 	Control de la infección local y urinaria con antibióticos de amplio 
espectro inicialmente, y a oontinuación con el indicado tras el anti­
biograma realizado en una muestra de orina. 
• Limpieza diaria de la uretrostomia. 
• Aplicación de pomadas y vaselina tópicas para evitar lesiones 
locales oomo consecuencia de la salida de orina. 
Advertencias al propietario 
• 	Es normal el sangrado de la zona cada vez que el paciente orine, 
incluso puede ser bastante copioso. 
• 	Enséñele a detener la hemorragia mediante presión con gasas 
estériles humedecidas en agua oxigenada diluida al 50% oon 
suero salino. 
fig. t2. Alas24 horas de la inteivenciónse obseNa una moderada hemorragia 
incisional, que se agrava cuaooo el paciente orina. 
fig. 14. Alos13 días de postoperatorio se obseNa una inflamación de las zooas 
craneal ycaudal a la uretrostomía por un descuido en la vigilancia postoperatoria. 
• A partir de ahora el perro orinará de lado, por lo que es frecuente 
que lo haga sobre una de sus extremidades. Reconiende el seca­
do de la zona y la higiene local para evit<W" dermatitis secundarias. 
Evolución postoperatoria 
El paciente se debe vigilar estrechamente durante los primeros días 
del postoperatorio ya que la hemorragia por la uretrostomía suele ser 
una oonstante en todos los pacientes (Figs. 12-15). 
Fig. 13. Alas 48 horas se oonprueba la correcta evolución del proceso. La 
hemorragia es mucho menor. Hayque extremar lasmedidas de limpieza y 
antisepsia de la zona.se deben eliminar los coágulosque queden adheridos alos 
hilos de sutura para evitar U11a infecciónsuboostrácea. 
Fig. 15. Alos 15 días de postoperatorio se <iiitan los puntos y se da de alta al 
paciente. 
153 
154 
La parte posterior 
Estenosis uretrales 
Índice de presentación 
Las estenosis uretrales se pueden deber a fibrosis secundarias a 
uretritis por litiasis recidivantes, intervenciones quirúrgicas realizadas 
anterionTlente, asi CXlf110 por traumatismos y heridas externas (mor­
deduras, cortes.. . ) (Figs. 1 y 2). 
Las estenosis extrapélvicas se deben resolver mediante uretrostomías 
permanentes realizadas sol:J<e la zona estenosada. 
Uretra Obstrucción uretral en el perro 
Estenosis uretrales. Caso 1 / Uretrostomía escrotal 
Dificultad técnica ''lan" es un perro mestizo de 8 años de edad que 
tiene problemas para orinardesde hace 2 semanas. 
Al principio le costaba mucho, hacía grandes 
El 5% de los perros que sufren traumatismo de codera esfuerzos, pero actualmente sólo orina unas gotas.
(principalmente por atropellos) presentan lesiones 
uretrales. Considere lo posible rotura de lo mismo cuando 
atienda a un paciente atropellado. 
En este coso deje colocado uno sonda urinario durante 
4 o5 días. 
Ag. ,_Eneste caso se oooerva una estenosis 
importante de la uretra por delante del hueso 
peniano. El origen fue una intervención quirúrgica 
previa en la uretra. 
Radiología 
Siguiendo el protocolo establecido para 
este tipo de obstrucciones se procede a la 
urohidropropulsión del cálculo a la vejiga 
urinariacon el fin de extraerlo mediante una 
cistotomía (Fig. 2). 
Ver cistotomfo. ~pdg.289 
Ver técnica 
. póg.142de urohidropropulsión. 
Rg. " En la radiografía peñneal se obselva un 
cálculo atrapado en la zona media de la uretra. 
Ag. 2. Fkltura de la uretra intrapélvica corno 
consecuencia de unafractura de cadera. 
Se debe sondar al paciente para evitar la salida de Rg. 2. En esta radiografía se observa el cálculo 
orina, yasí minimizar la reaccióncicatricial dentro de la vejiga,no identificándose ningún otro 
secundaria. obstáculo en la vía urinaria. 
155 
a pa te pos enor Uretra Obstrucción uretral en el perro 
Reflexionando sobre el caso. no parece lógico que la uretra se obs­
truya a nivel escrotal, debería existir una estenosis. 
Para estudiar correctamente la uretra se realizan radiografias perine­
ales oon medios de contraste (Figs.3-4). 
Fig. 3. lnyoctando aire en la uretra se observa la distensión de la vejiga (con 
aumento delgrosor de su pared como coosecuencia de una cistitis), yla uretra 
dilatada en toda su longitud aexcepción de una zooa localizada por delante de la 
bolsa escrotal. 
Rg. 5. Disección yretr~ción del músculo retractor 
del pene, fase previa ala uretrotomía. 
Rg. 6. Se incide la uretra JX>r su rafe mecfio, 
aproximadamente 3o4centimetros. Aoontinuación 
se sutura la mucosa uretral a la piel c:irectamente 
oon material monofilameoto. 
En este caso se ha empleado un hilono absorbible 
de 410. 
Indicación quirúrgica 
Uretrostomía escrotal para evitar la recidiva 
de la obstrucción por un pequeño cálculo 
que p::xjría ser eliminado oon la orina de no 
existir la estenosis uretral (Figs. 5 y 6). 
Evolución 
Durante el postoperatorio se debe efectuar 
una correcta antibioterapia en base al anti­
biograma realizado en una muestra de crina. 
Vigile estrechamente la evolución de la cica­
trización. Hay que evitar que el paciente se 
lama la zona, así como contaminaciones 
secundarias que produzcan la dehiscencia 
de los puntos (Rgs. 7 y 8). 
Fig. s. Alos 11 días de postoperatofio se Quitan los puntos yse da de alta a"Jan". 
Actualmente han ~do 2 años yel perro no ha vuelto a tener p-oblemas 
obstructivos. 
Fig. 4. Empleando un medio de oontraste yodado (hidrosoluble) se identifica con mayo< precisiónel grado de estenosis ysu extensión. Fig. 7. Imagen a los 3 días de la uretrostornia. 
8 resultallo está siendo satisfactorio. 
157 
Índice depresentaci~ 
Este síndrome se caracteriza por una inflamación idiopática del trac­
to urinario inferior, el gato tiene dificultad parala eliminación de la 
orina, asociada o no a obstrucción o litiasis uretral. 
La etiología en la que existen predisposiciones individuales y causas 
desencadenantes no está perfectamente clara. Es un proceso mul­
tifactorial. 
Posibles etiologías asociadas al FLUTD 
• Obesidad. 
• Dieta. 
• Orina muy concentrada. 
• Cristaluria. 
• Infecciones (bacterias, virus, hongos ... ). 
• Anomalías anatómicas (estenosis lJ'etraJ.. . ). 
• Neoplasias (vejiga, uretra .. ). 
• Traumatismos. 
• Lesiones nerviosas. 
• Causas iatrogénicas ... 
En la anamnesis se recogen los siguientes datos: 
• Va constantemente a la bandeja e intenta orinar, pero no puede. 
• Elimina sólo unas gotitas de orina. 
• Orina con sangre. 
• Se lame frecuentemente lazona del pene. 
• Se queja, le duele cuando orina. 
•	 Disuria. • Depresión. 
• Polaquiuria. • 	 Deshidratación. 
• Tenesmo. • Anorexia. 
• 	 Hematuria. • Vómito. 
• Micción pequeña ycon fuerza. •	 Halitosis. 
• Lamido continuado del pene. • Úlceras en la boca (por uremia). 
• 	 Aumento del abdomen 
(si la vejiga no está rota). 
• 	 Dolor abdominal. 
• 	 Trastornos cardiacos 
por aumento del potasio. 
La parte posterior 
Enfermedad del tracto urinario distal felino (FLUTD) 
Este síndrome representa el10% de las patologías felinas 
que atiende un veterinario. 
No todos los gatos con FLUTD tienen cristales o cálculos en 
la uretro. 
Diagnóstico 
• 	Historia clínica. Los síntomas suelen ser bastante característicos 
de este cuadro. 
• En la exploración fisica se palpa la vejiga aumentada de tcrnaño, y 
el paciente muestra signos de dolor (tenga precaución porque se 
puede romper la vejiga en gatos obstruidos). 
• 	La radiograña demuestra el estado de la vejiga, su integridad, así 
como posibles causas del problema (Flgs. 1-3). 
• CtJtivo y antibiograma de una muestra de orina obtenida por cis­
tocentesis antes de empezar el tratamiento. 
• 	El análisis de orina permite identificar células vesicales. bacterias y 
cristales. 
• 	Hematología completa, perfil bioquímico general, sobre todo BUN, 
creatinina, fósforo. potasiO y, si es posible, el pH de la sangre. 
El fallecimiento de estos pacientes puede aparecer como 
consecuencia de la deshidratación, de los desequilibrios 
e/edro/íticos y de las alteraciones ócido·base. 
Fig. 1. Dstensién vesical en un gato con FLUID como consecuercia de 
una obsb\Jcción uretral por Cristales de fosfato amónico magnésieo. 
Uretra / Enfermedad del tracto urinario distal felino 
Fig. 2. Rotura de vejiga en un gato con FLUTD.Se manifiesta gracias al empleo de 
un contraste 1.1dógico introducido retrógradamente por soodaje vesical. 
Fig. 4. Sondaje uretral para la extracción ulinaria ydescompreSión vesical. 
Tratamiento 
El tratamiento debe ser individualizado para cada paciente en fun­
ción de las posibles causas que lo hayan provocado. 
En líneas generales se basará en: 
• 	Ruidoterapia porvía endovenosa, lo antes posible, para corregir la 
deshidratación, la uremiay la hipercaJiemia. 
• A conti~ación se procede al sondaje vesical (Figs. 4 y 5). 
En animales muy deprimidos no es necesaria su tranquilización, 
otros se deberán sedar e incluso anestesiar. 
8 sondaje urinariO en muchas ocasiones es laborioso y lento debido 
a la gran inflamación de la uretra u obstrucción de la misma por el 
depósito de microcristales. 
Versondaje uretral en el gato . • póg. 232 
• 	Antibioterapia. Inicialmente usamos amoxicílina + ácido clavuláni­
co hasta obtener los resultados del antibiograma. 
Fig. 3. lmageo intraqierator!a de un gato con FUJTD 
yrotura vesical. 
Rg. 5. La sonda uretral se fijaal prepucio con dos puntos de sutura, yse conecta 
a un sistema de recolección urinaria mientras et gato está traí(luilízado. 
Tratamiento quirúrgico 
La uretrostomía perineal está indieada para evitar la obstrucción en 
los casos recidivantes, o para tratar aquellos gatos que no se pue­
den sondar. 
Ver uretrostomfa perineal en el gato. • p6g. 16o 
El 39% de los gatos que padecen este síndrome sufren 
recurrencias periódicas. 
Las infecciones urinarias ascendentes son mós frecuentes 
en los pacientes que han sufrido una uretrostomía 
perineal. 
159 
160 
a pa te pos enor 	 Uretra Enfermedad del tracto urinario distal felino 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
"Ceniza" es un gato Europeo, de tres años de edad, 
sin castrar, que desde hace un año presenta crisis 
obstructivas cada pocos meses (Fig. 1), y que no se 
pueden prevenir con el tratamiento dietético. 
Fig. t. En el último episodio ·ceniza" se sondó, yacontinuacioo se propuso ala 
propietaria la intervención quirúrgica. 
La uretrostomía perineal está indicada en casos de obstrucción ure­
tral cuando es imposible su sondaje, así como en los casos recidi­
vantes que se obstruyen periódicamente, a pesar del tratamiento 
médico-dietético instaurado para controlarlo. 
Es necesario tener un buen conocimiento anatómico de la zona 
paraconseguir el objetivo marcado y minimizar las complicaciones. 
Antes 
• 	Descomprima la vejiga mediante cistocentesis o sondaje uretral. 
• 	Controle y corrija las alteraciones sangl.Íneas (uremia.. ,) y electrolí­
ticas (lipercaliemia... ), 
Versondaje uretral en el gato . • p6g. 232 
Vercistocentesis, '.• p6g. 240 
Anestesia 
• Preanestesia: ketamina 20 mg/kg + buprenorfina 0,06 mg/kg 
+ maleato de acepromacina 0,01 mVkg. 
• Inducción: propofol, dosis según efecto de la preanestesia 
• Mantenimiento: isoflurano + fentanilo a demanda 
Técnica quirúrgica 
Ver posicionamiento del padente . • p6g. 248 
Versutura del ano en bolso ~pdg.252de tabaco, 
Durante la cirugía 
• Controle las hemorragias con un coagulador bipolar. 
• 	Si es posible se sonda la uretra para que sea más fácil su identifi­
cación más adelante (Fig. 2). 
• 	Irrigue periódicamente los tejidos con suero fisiológico estéril. 
• Realice una correcta disección de las uniones del pene a la peMs. 
• Tenga precaución en la disección profunda del campo operatorio. 
Fig. 2 . Preparacióndel campo operatorio estéól. 
Es muy importante haber realizado una sutura en bolsa de tabaco alrededor del 
MO para evitar una contaminación intraoperatOfia por heces. 
Soode la uretra Si es poSible. 
.,. Fig. 3. Se realiza una inciSión elíptica de la piel alreded<1 del eSCfoto ydel 
prepucio, (Jlevan aser resecados acontinuación. Se identifican los testículos en 
los arimales enteros. oun pa(Jlete graso en los castrados. 
Controle el sangrado de los pequeños vasos subcutáneos. 
Fig. 4. En los animales enteros se debe realizar la orquidectomía bilateral como 
fase previa para, acontinuación, visualizar ydisecar la uretra. 
y 
.,. Fig.5. El pene se desplaza dorsalmente yse realiza la diseocioo del tejido t6t 
peripeniano en dirección hacia la pelvis. 
Haga una correcta hemostaSia de los pequeños vasos sangulneos locales para 
que el sangraoo no dificulte las maniobras de disección. 
Fig. 6. Es muy importante liberar todas las uniones del pene con el pubis. 
Esta disecciónva apermitir la movilización del pene hacia el exterior. 
y 
162 
a pa te pos enor 
Fig. 7. A amoos lados del pene, y fijándolo a la pelvis,se encuentran los músculos 
isquiocavernooos eiSQuiouretrales. 
Para la correcta identificación ydisección de los mismos se dióge el pene hacia el 
lado opuesto. 
Con lo correcto disección del pene y Jo liberoción de sus 
fijaciones a la pelvis, se consigue que éste se pueda 
movilizar hacia elexterior sin que existan tensiones. 
Fig.s. Para evitar el sangrado de los músculos isquiocavernooos eisQUiouretrales 
se recomienda la desinserción de su fijación ósea. 
La tijera en esta zooa siempre debe ir paralela al hueso para evitar lesionar la 
uretra. Se realizan las mismas maniobras aambos lados del pene. 
Fig. 9. En esta imagen se obseivan los músculos iSQuiocavernosos e 
isquiouretrales desinsertados aambos laoos del pene.La tijera se~ala el punto 
donde se creará la nueva apertura de la uretra al exterior. 
Uretra Enfermedaddel tracto urinario distal felino 
Fig. 10. Acontinuación se identifica. se diseca yse reseca el músculo retractor del 
pene.permitiendo la correcta visualización de la uretra, que discurrepordebajo 
del mismo. 
Fig. 12. La i!Usióo se prolonga cranealmente con tijeras de disección fina hasta 
las glándulasbullJouretrales. que se identificanbien en los machosenteros.pero 
QUeestán atrofiadas en los animales castrados. 
No es necesario resecar estas glándulas. 
Fig. 13. Aeste nivel se consigue un diámetro amplio de la uretra. 
Para comprobarlo podemos utilizar una pinza hemostática Pean recta cerrada. 
QUese podrá introducirhasta su bisagra sinresistencia alguna. 
Fig. 11. Con lKI bisturí fino (nº 11) se incide la uretra po< su rafe medio para evitar 
una hemorragia excesiva de los cuerpos cavernosos. 
Esta maniobra es más sencilla si el pacienteestá soodado. 
Si la incisión no se realiza en el rafe medio la sección de 
Jos cuerpos cavernosos vo a producir una hemorrogio 
importante. 
En cada punta de suturo se debe englobar la mínima 
cantidad posible de tejido celular subcutáneo para no 
incrementar la estenosis cicatricial postquirúrgica. 
Fig. 14. Se visualiza la mucosa uretral de la zona pelvi<m yse sutura ala piel con 
material monofilamento absorbible 4/0 o510. 
Los dos puntos superiores se realizan a45º con respecto ala línea media,de esta 
forma se consigue la máxima apertura de la uretra a este nivel. 
163 
a pa te pos enor 	 Uretra Enfermedad del tracto urinario distal felino 
Al finalizar la intervención no se olvide quitar la sutura en 
bolsa de tabaco del ano. 
Fig.15.Seva realiZando la sutura con matelial Sintético absorbible monofilamento Fig.17. Cuando el paciente se recupera de la aoesteSia es frecuente obse1Var la 
fino,cJstribuyéodose los puntos uniformementesobre la uretra hasta llegar al hemorragia de la uretra. 
tercio distal del pene. COntrólela oonuna ligera presión externa durante unos minutos. 
No es necesario dejar una sonda vesical, el paciente orina con nor­
malidad desde las primeras horas del postoperatolio. 
Después de la cirugía 
• 	Controle la hemorragia por la línea de sutura con una p<esión ejer­
cida con t0<undas de gasa y agua oxigenada diluida al 50% con 
suero salino estéril. 
• 	Cambie la sepiolrta en la bandeja del gato PO< papel de periódioo 
en tiras. el objetivo es impedir q.¡e se obstruyaaccidentalmente la 
uretra. 
• 	Instaure el tratamiento antibiótico apropia.do. 
• 	Empleo de un collar isabelino para que el paciente no se lama la 
helida. evitándose su contaminación y la dehiscencia de los pun­
tos de sutura Consideramos que este collar isabelino lo debe lle­
var puesto el mayor tiempo posible, incluso semanas, si no oca­
siona demasiado estrés. 
Evolución 
• Se debe ir controlando periódicamente la evolución de la interven­
ción realizada. 
• 	La limpieza de la zona debe ser lo más escrupulosa posible, se 
debe controlar periódicamente que no exista infección en los 
labios de la herida, y que no hay ningún tipo de obstrucción en el 
nuevo orificio uretral (Figs. 17-20). 
Fig. 16. La parle final del penese secciooa ypara contrdar la hemorragia efe los 
cuerpos cavernosos se realiza un punto recurrente rorizontal de todo el espesor 
del pene con el mismo material de sutura. 
En esta imagense obse1Va el finde la inte1Vención. 
Fig. 19. Resultado alos 3 meses de la inte1Vención QUillirgica. 
Fig. 18. Imagen obtenida alos 3días de postoperatorio. 
Complicaciones 
La recurrencia de la obstrucción i..rinaria por estenosis cicatricial de 
la uretrostomía es la complicación más frecuente. Se debe a: 
• 	Disección incompleta de la uretra, y por tanto a un orificio uretral 
pequeño. 
• 	Excesiva reacción fibrosa PO< paso de orina al tejido celular sub­
cutáneo. 
• Incontinencia fecal y urinaria por lesión nerviosa al disecar la i..retra 
intrapélvica. 
• 	Infecciones urinarias recicivantes debido a las alteraciones anató­
micas que se han creado Oa uretra más corta ofrece menor resis­
tencia al paso de bacterias desde el exterior a la vejiga). 
Fig. 20. Imagende la uretrostomía perineal un año más tarde. 
http:apropia.do
a pa te pos enor 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
Fig. t. El orificio uretral es difícilde identificar. Sólo se aprecian algun~ gotas de 
Olina mojaroo los pelos de la zona. 
La estenosis no deja pasar ni la sonda uretral más fina. 
Uretra Enfermedad del tracto urinario distal felino 
Hace un año a "Pituso" se le realizó una uretrostomía 
perineal como consecuencia de un FLUTD 
recidivante. Durante este tiempo no ha vuelto a tener 
problemas urinarios hasta la semana pasada. 
En la exploración perineal se observa el cierre casi 
completo de la uretrostomía (Fig.1). 
Fig. 2 . Después de rasurar la zona perineal se puede apreciar el pec¡ueño orificio Fig. 3. Se realiza una inciSión cutánea en foona cuadrangular alrededor de la 
uretral. Haga una sutura en bcisa de tabaco en el ano para evitar la salida de estenosis.yse disecan las adherencias del tejido suOCutáneo. Se debe realizar 
heces durante la cirugía. una hemostasia cuidadosa de los vasos subcutáneos. 
La uretrostomía se puede estenosar por una excesiva fibrosis de la 
Estó indicada una disección mós profunda cuando en la 
primera intervención no se hizo la correcta disección y 
zona. 
Aspectos que se deben revisar en la técnica quirúrgica PéW'a minimi­
sección de los músculos isquiocavemosos e isquiouretro/es. zar esta fibrosis: 
• Técnica quirúrgica aséptica. 
• Correcta resección cutánea. Ver suturo del ano en bolsa de tabaco. • pág. 252 
• Disección delicada de los tejidos. 
• Irrigación continuada de los tejidos con suew fisiológico estéril. 
• Desinserción muscular completa del pene de la peMs. t67 
• 	Tipo de sutura empleada. Evitar los materiales multifilamento y los 
absorbibles no sintéticos. 
• Mínima lesión de los cuerpos cavernosos. 
• 	Englobar peco tejido cutáneo en los puntos de sutt.ra de ta muco­
sa t.retral. 
• No englobar tejido subcutáneo en la sutura. 
• Correcta colocación ydistribución de tos puntos. 
• 	Vigilar ta infección postquirúrgica local, así como la posible infec­
ción subcostrácea. 
• 	Evitar la excesiva manipulación de la zona, limpieza. comproba­
ción de la permeabilidad del conducto, o et empleo de catéteres 
vesicales. 
• Empleo de collar isabelino durante largos periodos de tiempo. 
Técnica quirúrgica 
Corrija las alteraciones eledrol11icas y metabólicas 
presentes con anterioridad a la intervención quirúrgica. 
Fig. 4. Oisec¡ue ligeramente et pene del tejido fibroso que lo rodea. No realice una 
excesiva manipulación de estos tejidos. 
Hay que ser lo menos traumático positle para reducir al mínimo la inflamación y 
posterior fibrosis local . 
Fig. 5. Con una tijera fina yaguda se ir.:ide la uretra,dorsalmente, para ampliar 
su abertura. 
Ag. 6. La incisiónen la uretra se debe P'Qlongar hasta (JJ6 se pueda introwcir, 
sin resistencia, una pinza hemostática (mosquito) hasta su bisagra. 
168 
a pa te pos enor Uretra Enfermedad del tracto urinario distal felino 
Fig. 7. A continuación se reseca la zona cutánea que está alrededorde la Fig. s. En este caso se ha empleado material monofilamento no absorbible510. 
estenosis, yse sutura la mucosa uretral a45º en los cuatro ángulos del defecto 
cutáneo. 
No está indicado el sondaje de la 
uretra en estos casos porla gran 
permeabilidad de to uretra, y para 
evitar lesiones e infecciones 
innecesarias. 
Evolución 
Ag. 9. Resultado a los 3días de la inteivención. Rg. 1. l esiones cutáneas alrededorde la uretrostomia yen la cara fX)Sterior del 
La evolucim es correcta Recuerde al propietario la muslo como consecuencia de una salida de orina en una uretrostomía realizada 
necesidad de mantener al máximo las medidas hace tres semanas. 
higiénicas. 
Ag. 10. Alos diez dias de la intervencióo la 
cicatrización es C01Tecta, se quitan los puntos de 
sutura yse da de alta al paciente. 
Fig. 3. Enesta imagen se aprecia la disección de la uretra, por su zona dorsal, 
para la postenor sutura de la misma a la piel. 
A este gato se le realizó una uretrostomía perineal 
hace tres semanas, pero desde hace siete días tiene 
problemas para orinar, y le han aparecido diversas 
lesiones cutáneas por las que sale orina (Fig. 1). 
Este problema se ha producido por paso de la orina al tejido celular 
subcutáneo debido a suturas mal colocadas, o a dehiscencias de 
los puntos oomo consecuencia de unaexcesiva tensión de la uretra 
hacia la cavidad pelviana. 
Ag. 2. Para sducionar este problema se debe volver a suturar la mucosa uretral a 
la piel. En el fondo del campo operatorio se obseiva uno de los puntos que se 
soltaron de la cirugía anterior. 
El cuadro es más grave 
si la orina drena hacia la 
cavidad abdominal, ya que 
se producirá uno peritonitis. 
Ag. 4. Se deben seguir los mismos principios que se 
describieron en la técnica de la uretrostornía. 
Asimismo,se deben reconstruir las lesiones 
cutáneas con la sutura IJ!e prefiera para la piel. 
169 
Anillo inguinal 
F ascia espermática 
Cavidad vaginal 
del testículo 
Testículos 
Neoplasias testiculares 
Caso 1 Tumor de células de Sertoli 
Caso 2 Seminoma y adenomas perianales 
Caso 3 Tumor de células de Sertoli 
y quistes prostáticos 
Caso 4 Tumor de células de Leydig 
Testículos ectópicos 
Caso 1 Monorquídia abdominal 
Caso 2 Monorquidia inguinal 
Caso 3 Criptorquidia inguinal 
Caso 4 Criptorquidia abdominal 
Lesiones escrotales 
171 
172 
La parte posterior 
Neoplasias testiculares 
Índice de presenlaeión 
Los tunares escrotales y testio.Aares son más frecuentes en penos 
que en gatos. Se suelen dar en pacientes mayores de 10 años. 
~ en los cnptórQuíóos, en los que aparecen a partir de los 6 
años. B testículo criptórqtióo está aproximadamente veinte veces 
más predispuesto a óesarrdla' h.rnores que el escrotal. 
Los tres tipos de tlf110(es testiculares más frecuentes son: 
• Tl.ITlQ( de células sustentaculares o de Sertd1. 
• Tl.ITlQ( de células interSbciales o de Leydig. 
• Tl.ITlQ( de células germinales o seminoma. 
La malignidad o benignidad de los tumores testiculares depende en 
gran medida de que el testículo sea escrotal o criptórquido. En prin­
cipio los tumores que asientan en un testículo escrotal suelen ser 
benignos. Por el contrario, si el testículo es criptórquido. es más pro­
bable que la neoplasia sea maligna. Es por este motivo por to que es 
importante detectar precozmente, con ocasión de las revisiones ruti ­
ncrias del cachorro, la existencia de un testícl.Ao no escrotal, con el 
fin de aconsejar una orquidectomía profitoctíca. 
• Explore siempre el escroto de los cochorros y. en caso de 
criptorquidia, recomiende al propietorio la arquidedomía 
profil6ctlca. 
Las metástasis son rcras en este bpo de neoplasias. ClSldoseP'O­
du::en, lo hacen ta-cíamente y de rorrna prelerente en ganglios linfá­
ticos lun'lbares, péMcos e inguí:1ales. Son raras las metástasis en 
pulmón e hígado. 
Los tumores de células intersticiales o de Leydig, son benignos 
y suelen producir testosterona Que inrluye en la aparición de adeno­
mas perianales, hernias perineales e tlpertrofia prostática benigna. 
Son más frecuentes en testículos escrot~es. a pesar de lo cual pue­
den pasar desapercibidos a la palpación dado su pequeño tamaño 
(1 o 2 cm de diámetro) y su textura blanda, similar al parénquima 
testicular. Se trata de tumores bien encapsulados. que crecen en el 
interior testiculcr sin hacer relieve en la superficie y su color es ama­
rino-naranja. 
Los tumores de Sertoli proceden de las células de sostén del testí­
ctJo. Su capacidad de metástasis es mayor que la del resto de los 
tumores testiculares. Suelen producir estrógenos, que inducen 
metaplasía esccrnosade la próstata y sus oonsecuencias: quistes y 
abscesos iltra y pa-aprostáticos, síndrome de feminización y rnielo­
toxicidad. 8 ll.ITlQ( de Sertd1 es más frecuente en los testículos crip­
tórQuidos. t.:nto 1ílQUnales oomo abdominales. Es un ll.ITlQ( firme a 
la palpación, mlitiloblAado, que suele hacer reóel.'e en la superiicie 
testicular y de cdor !115. 
Los seminomas proceden de las cétJtas germinales. No suelen d:r 
metástasis y raramente dan síntomas de desajuste hormonal. Se 
dan tallo en lestÍClAOS escrotales como CliptórQuidos. 
• Precisamente los tumores testiculares con un 
comportamiento más maligno, son los que más fácilmente 
posan desopercib/dos por ser lntraabdominales. 
Ante un cuadro de {eminizoci6n en un perro criptárquido 
debemos sospechar un tumor de Sertoli. 
Dependiendo del tipo de tumor puede presentarse un paciente asin­
tomático por haber detectado el propietario una masa en el testícu­
lo. En otras ocasiones el tumor se descub<e al estudiar un caso de 
un paciente que nos lloga con síntomas de un transtomo endocrino, 
con cambios en el pelo, síndrome de feminización, tumores peria­
nales o enrermedad prostátíca. 
En la localización de los tumores de testículos criptórq.iidos, la radio­
logía y la eoografia suponen una gran ayuda La hematdogía puede 
ester alterada en el casodel tumor do Sertc:ll. Puede darse una apla­
sía medtJarcomo oonsecuencia de la produooi6n tumoral de estró­
genos, que se manfiesta por inma. trombocitoperl¡¡ y IEu:operla. 
Síntomas del síndrome de feminización 
• 	Redxx:ión de la libido. 
• 	Machos que atraen a otros machos. 
• 	F~ del levantariento de la pata en et moriento de orinar. 
• 	Mucosas pálidas por ma-iífestación de anema y supresión de la 
médJaósea 
• Alopecia sinétnca bilateral que comenza en los flancos y periné. 
• Hipe«pigmentac1ón cutánea 
• Gineoornastia 
• Prepucio péndulo. 
• Prostatomegalia. 
• Quistes o abscesos prostáticos. 
La orquidectomia de ambos testículos es el único tratamiento prác­
tico y eficaz para tratar los tumores testiculares. La cirugía suele ser 
curativa, dada la tardanza con que estos tipos de tumores generan 
metástasis. El síndrome de lerninización y la aplasía medular propios 
de los tumores de Sertoli suelen desaparecer en 2 o 3 semanas. 
Testículos Neoplasias 
Neoplasias testiculares. Caso 1 / Tumor de células de Sertoli 
Dificultad técnica 
Se presenta a consulta un Aireda/e Terrier macho, 
de nombre ·~nso", de 12 años de edad, por 
aumento del tamaño testicular. Se observa pérdida 
de pelo e hiperpigmentación compatible con un 
síndrome de feminización (Fig. 1). 
Fig. 1. "Ansa' el día~ llegó alas coooultas del Hoopital. Se aprecian claramente 
alopecias en su capa. 
A la exploración se palpan ambos testícl.Aos 
en el escroto. B testículo hipertrófico es el 
derecho, estando el izquierdo atrófico {Fig. 
2). Se observan además otros signos de 
remin1zación como ginecomastia e hipertro­
fia de los pezones (FIQ. 3). Se realiza una 
punción y la aspiración con aguja fina de la 
mama. La otología resuta congruente con 
un adenocatinomade mama Dada la sir­
tomatolo¡ja, se sospecha un tumor de 
Sertoi a pe5al" de su locajjzación escro~. 
poco habitual para este bpO de neoplasia. 
flg. El pro¡jetaro roca tJl irnemen10 611 el 
tamaro test~r. f'J ~la zooa escrotal 
apreoaroos cp.ie era debiOO al aumento del testículo 
OOrechl 
1 ~ de la a.teracitJn de la') mimas halada 
wrantela~. 
-
173 
http:test�cl.Ao
La parte posterior Testículos Neoplasias 
Fig. 6. Visualización del plexo pampiniforme, 
conducto deferente con su vascularízación y 
músculo cremáster. 
174 175 
Fig. 4. En este caso se prepara al paciente para una O<Quiclectomía escrotal puesto C1J0 existe la posibilidad de que haya adherencias entre el testículo tumoral y el escroto. 
En cualquier caso, puede resultar difícil movilizar hasta la región preescrotal un testículo hipertrófico. Obsérvese la diferencia de tamaño entre ambos testículos, tumoral y 
atrófico. Rg. 7. Desinserción del músclAocremáster y pliegue 
de la túnica vaginal del polo caudal del testículo. 
Cuando exista patología testicular. 
ya sea inflamatoria, infecciosa 
oneop/6sico, se recomienda la 
orquidectomía.Ver orquidectomío. ~ pág. 264 
Fig. s. Está indicada la extirpación de amoos 
testiculos, que se realizará através de una incisión 
única de la piel en la base del eSCfoto. Por lo demás, 
la técnica quirúrgica es idéntica ala castración Fig. s. Realización de una ventana entre plexo 
preescrotal descota. En la imagen el aoordaje del pampiniforme yccnducto deferente, con ayuda de 
testiculo tumoral en la que se aprecian,ya incididas. una ~nza mosquito, para la colocación de ligaduras 
todas las capas del escroto. iooepemi entes. 
La parte posterior Testículos Neoplasias 
Fig. 9. Ligadura con material absorbible del 
conducto deferente juntocon su vascularización. 
Fig. 12. Sutura de la incisión cutánea con material 
no absorbible, nylon, en puntos entrecorta00s 
simples. 
176 177 
Fig. 10. Ligadura del plexo pamJ)niforme con et 
mismo material y seccionar las estructuras ligadas. 
colocanoo una pinza en el extremo proxímal al 
testiculo con o~etode evitar et sangrado eo el 
momento del corte. 
Fig. 11. Orquidectoma del testirulo atrófico através 
ele la misma incisiónque el tum<X"al. 
Fig. 13. Detallede los testirulos extirpados. Ala derecha ele la imágen el testirulo tumCX"al. El exámen anatomopatológico confirmó la sospecha de que la neoplasia era un 
tumor ele Sert~i. 
178 
La parte posterior 
Dificultad técnica 
Se presenta a consulta un Fox Terrier den años, 
macho por una tumoración en la zona perianal 
que sangra. El exámen citológico de la masa es 
compatible con un adenoma. Se decide extirpar 
el tumor y, además, realizar una orquidectomía 
bilateral, dada la hormonodependencia de los 
adenomas perianales (Rgs. 1y 2). 
Fig. i. ' Rex• una vez anestesiaoo para la doble intervenciál quirúrgica. 
Los adenomas perianales se 
presentan casi exclusivamente en 
machos enteros, puesto que los 
niveles de testosterona condicionan 
su desarrollo. Por este motivo la 
orquidectomía bilateral forma parte 
obligado de su tratamiento para 
reducir la incidencia de aparición de 
nuevas neoplasias. 
Fig. 2 . Aspecto de la tumoraciál perianal 
inmediatamente antes de la cirugía.Se le ha 
realizado ya la sutura en bolsa de tabaco del ano. 
Versutura del ;¡;;;-i 
pág.252en bolsa de tabaco. 
Fig. 3. Por disección roma se realiza la resección 
Quirúrgica del tumor peñanaL 
Testículos Neoplasias 
Fig. 4. Una vez extirpaoo el tumor y conseguida una 
correcta hemostasia, se procede al cierrede la 
hei1da quirúrgica. 
Fig. 5. Aspecto de los testículos. Se aprecia la gran 
diferencia de tamaño entreambos, lo que nos hace 
sospechar <iie podemos encontramos ante un 
tumor testicular productor de hormonas. La atrofia 
del testículo contralateral se debería a la inhibición 
de la FSH hipofisaJia producida por los altos niveles 
de hOITTlonas generados por el testículo tumoral. 
Verorquidectomía. ~pág. 264 
Fig. 6. Detalle quirúrgico de la or(JJÍdectomía del 
lesliculo hipertrófico. 
179 
Fig. 7. Extirpacim del testículo atróflOO. Fig. 8. TesOCIJlos extirpados. Nótese ta diferencia de tamaño yestructura entre 
ambos testiculos. 
La parte posterior Testículos Neoplasias 
Neoplasias testiculares. Caso 3 / Tumor de células de Sertoli y quistes prostáticos 
Se presenta a consulta un Col/ie, macho, de 6 años 
de edad, con alopecia de 6 meses de evolución. 
El dueño indica que los otros machos intentan la 
monta con su perro. 
A la exploración se observa que la alopecia es troncular y simétrica 
y se acompaña de otros síntomas como la hiperpigmentación y la 
ginecomastia. A la palpación apreciamos una gran masa abdominal. 
Fig. 1. "Branct( el día La exploración del escroto noo revela una criptorquidia unilateral y un 
que acudió por testíct.fo escrotal atrófico. En base a todos estos datos se sospecha 
pnmera vez aconsulta de la presencia de un tumor de Sertoli en el testículo abdominal. que 
por presentar una constituiría la gran masa palpada y justificaría la sintomatología des­
alopecia grave. crita (Figs. 1-4). 
Ante una alopecia en un perro 
cript6rquido, debemos considerar el 
tumor de Sertoli como ta hipótesis 
diagnóstica más probable. 
180 181 
Fig. 2 . Se aprecia una hiperpigmentacioo de las 
wnas alopécicas tronculares. 
Fig. 3. La alopecia se extiendetambiénal cuello del 
paciente. 
Fig. 4. Obsérvese la alopecia, la hiperpigmentación 
en la zona perineal y la presencia de un solo 
testiculo escrotal. 
Fig. 9. El estudio anatomopatológico oonfirmó Que el testículo hipertrófico era tumoral. Se trataba de un seminoma productor de hormonas, algo poco habitual en este tipo 
ele neoplasias. El examen001 tumor perianal coofirmó que era un adenoma. 
http:test�ct.fo
182 
La parte posterior 
Fig. s. Para completar el diagnóstico se realiza ooa 
pñmera radiografía en vacío en la que aparece una 
masa que ocupa gran parte del abdomen.Podría 
corresponder aun testículo tumoral, pero también a 
la vejiga, auna hipertrofia prostática o a un quiste 
paraprostátíoo. 
Fig. 6. Al objeto de identíficar la vejiga realizamos un 
neumocistograma en el CJJe se aprecia la vejiga 
desplazada oorsalmente. Ventralmente seguimos 
viendo la masa ycranealmente aella nos aparece 
otra formación redonda de menor tamaro. Se 
descarta de este modo que la masa corresponda a 
la vejiga. 
Fig. 7. Una ecografia nos permite afirmar quela gran masa es una cavidad 
tabicada llena de líquido. Esto parece corresporder aun quiste paraprostático. 
Fig. 8. La masa más craneal ypequMa es hiperecogénica, y podria corresponder 
al tumor testicular. l.)la de las coosecuencias de la producciOO de estrógenos p:¡r 
un tumor de Sertoli es el desarrollo de quistes prostátioos yparaprostáticos. 
Testículos Neoplasias 
Fig. 9. Se decide realizaruna laparotomía 
exploratoria en la que encontramos el testículo 
criptórquido con el aspecto caracteóstico de un 
tumor de Sertoli: grande,multilobulado yfirme al 
tacto.Su localízacim ytamaño coinciden con la 
masa hallada m<ls cranealmente en la radiograffa. 
Ver laparotomía infraumbi/ical. rt pdg. 282 
Fig. 10. Btestículo criptórc¡uido se extirpa 
quirúrgicamente junto con unos quistes encontrados 
en el conducto deferente. 
Fig. 11. La masa identificada en la rroiografia, 
de mayor tamaño y más caudal resultó serun quiste 
para¡:¡rostático actyacente ala vejiga, que se visualiza 
ala derecha de esta imagen. Se procedió ala 
resección quirúrgica yposteñormarsupializaciál de 
su implootación en la próstata. 
183 
184 
La parte posterior 
Al resecar un tumor de Sertoli 
intraabdominal se debe revisar 
siempre la próstata para descartar 
posibles quistes o abscesos. 
Fig. 12. Piezas anatómicas: a la izquierda el testículo 
tumoral, a la oorecha, arriba, el testículo escrotal 
atrófico yabajo los dos quistes ~ aparecieroo en 
et conducto deferente. La anatomía patológica 
confirmó que se trataba efectivamente oo un tumor 
ele SertaL 
F<>ID realizada por el Or. ~sé l'<\lllllio Garciade Jallo Ciércolas, 
Prdesor r11u1ardel Oepar1amento de Palolog~Animal de la 
FOOJllad deVelerin:Jia de Zllra!J01A. 
Fig. 13. Cuatro meses después ele la cirugía. 
'Brandy" tiene muy buen aspecto yha gana::lo peso. 
Fig. 14. Nótese el crecimiento del pelo.La zona 
afeitada en los flancos corresponoo ala preparación 
del paciente para un cootrol ecográfico de la 
próstata, que apareció n0<mal. 
Testículos Neoplasias 
Dificultad técnica 
Se presenta a consulta un perro mestizo, macho, 
entero, de 10 años de edad, por una tumoración que 
sangra periódicamente, localizada en la zona peria­
nal con una evolución de varios meses. (Fig. 1). 
Fig. 1. Aspecto 001 
periné elel paciente 
durante la preparacioo 
quirúrgica en el que se 
obseiva et tumor 
perianal. 
A fa exploración se encuentran ambos tes· 
ticulos en el escroto, apreciándose una 
notable diferencia de tamaño entre ambos 
(Fig. 2). Blo nos hace sospechar la presen­
cia de un tumor testicular. 
El diagnóstico citológico de la tumoración 
perianal revela que se trata de lXl adenoma 
Dada la relación de hormonodependenciade este tipo de tumor con los andrógenos 
testiculares, se decide realizar la orquidec­
tomia bilateral en el mismo acto quirúrgico 
que la resección tumoral. 
Fig. 2. La preseroa de un testículo hipertróflCO. 
juntocon la del adenoma perianal, nos hace pensar 
que se trata ele un tumor oo células intersticiales o 
de Leydig que, por otra parte, son los tumores más 
frecuentes en et testiculo escrotal ycaracterísticos 
de pacientes ele avanzada edad. 
Fig. 3. Se realiza una disección roma elel tumor 
peílanat. 
185 
186 
La parte posterior 
Fig. 4. Aspecto de la zona una vez resecadoel tumor 
yantes del cierre de la hericla (1Jinírgica. 
Fig. s. La orquidectomía se realiza de la fCJma 
habitual, identificando las estructuras del oordón 
espermático yligándolas por separado. 
pág.265 
Fig. 6. Aspecto de los dos testículos.Obsérvese la 
diferencia de tamaño entre amoos. 
Testículos Neoplasias 
Los tumores perionales son 
carácterísticas de perros mayores y la 
mayoría son hormanodependientes 
por lo que se debe realizar siempre 
una arquidectomía bilateral. 
Frecuentemente, al realizar la 
castración se descubre un tumor de 
Leydig que puede incluso haber 
pasado desapercibida a la 
exploración dada su consistencia, 
similar a la del parénquima testicular, 
y que no hoce relieve en lo superficie. 
Fig. 7. El diagnóstico anatomopatológico ooofirmó la 
soopecha de un tumor de células de Leydig. 
187 
188 
La parte posterior 
Testículos ectópicos 
Índice de presentación O 
El testículo, corno es sabido, se forma en el interior de la cavidad 
abdominal, descendiendo a su localización definitiva en et escroto 
poco después del nacimiento. tanto en et perro corno en et gato. 
La criptorqt.idia es consecuencia de un fallo en et descenso de uno 
o de ambos testículos hacia et escroto. Los estudios acerca de su 
incidencia proporcionan datos muy varíables, que oscilan entre el 1 
y el 10% de los perros, según las fuentes. 
La criptorquidia es hereditaría, aunque sus basesgenétieas no están 
nada claras. La incidencia varía con las razas y es casi tres veces 
mayor en las pequef\as que en las medianas o grandes. Es espe­
cialmente frecuente en el Yorkshire Terrier y en el Schnauzer 
Miniatura. Dentro de las razas grandes. se ve afectado con mayor 
frecuencia et Boxer. 
El diagnóstico defiritivo de la criptorquidia se realiza a partir de los 
3-6 meses. dependiendo de la raza. En los cachorros, el pequef\o 
tamaño de los testículos hace dificil su palpación, en especial en ani­
males obesos o en aquéllos en los que el testículo se mueve libre­
mente entre escroto y et canal inguinal. Además, en estas edades 
todavía es posible el descenso al escroto. 
El testículo ectópico puede hallarse en posición preescrotal, inguinal 
o abdominal. Estadísticamente. lo más frecuente es la criptorquidia 
abdominal y. en concreto, la unilateral del testículo derecho. Un diag­
nóstico completo de la ectopia testicular incluye su localización 
exacta. En caso de atrofia esto puede resultcw- dificultoso. En gene­
ral, el testículo ectópico es menor que el escrotal. a meros que sea 
tumoral o esté enfermo. Es preciso explorar minuciosamente la zona 
preescrotal y la del canal inguinal. Los testículos intraabdominales no 
suelen ser palpables. La ecograffa abdominal es una gran ayuda 
para confirmar la presencia de un testículo en el abdomen. 
Antes de decidirse a realizar una laparotomía, debemos estar 
seguros de que el testículo no se encuentre en la zona 
inguinal. Ello exige una detenida exploración. 
Detbido a que los testícoos ectópicos están sometidos a una mayor 
temperatura, fracasa tanto el desarrollo del epitelio germinativo 
como la producción de espermatozoides. Las células intersticiales 
sin embargo, son funcionales y la producción de andrógenos casi 
normal, por lo que se mantienen las características sexuales secun­
darias, incluso en la criptorquidia bilateral. 
Los testícúos ectópioos, sobre todosi son intraabdominales, desarro­
llan tumores y torsiones con mucha maycr frecuencia que los escrota­
les. La torsión es fruto de la mayor movilidad del testícoo dentro del 
abdomen. El riesgo de q.Je se origine un tumor es unas veinte veces 
mayor que el de los testículos escrotales. Además, los testiculos crip­
tórquidos desarrollan neoplasias a una edad oorrparativamente más 
temprana. En caso de que se trate de un tumor de Sertoli, los signos 
de feminización aparecen con más frecuencia si et testículo afectado 
es ectópieo. 
Los tratamientos médicos y quirúrgicos para trasladar el testículo 
ectópico al escroto dan malos resultados, lo cual, unido a la mayar 
incidencia de tumores y torsiones en este tipo de testículo. justifica la 
orquidectomía profiláctica del órgano ectópico. Clásicamente se 
recomienda la orquidectomía bilateral con el fin de impedir la trasmi­
sión genétiea del defecto 
Los testículos preescrotales y los inguinales se extirpan incidiendo 
directamente sobre ellos. En el caso de que et testículo sea abdomi­
nal, tras realizar una laparotomía infraumbilical, es preciso localizar1o. 
Esto no siempre es fácil. Si el testículo es atrófico podemos servir­
nos de alguna referencia anatómica para localizalo. Lo más sencillo 
es seguir et conducto deferente desde la próstata hasta el testículo. 
La mayoría de las veces et testículo abdominal se identificará al lado 
de la vejiga. 
Levantando la vejiga visualizaremos los conductos deferentes. 
El correspondiente al testículo escroto/ se dirige alanillo 
inguinal interno, mientras que el otro nos guiar6 hasta el 
testículo criptórquido. 
Ante cualquier sospecha y de cara al pronóstico. es conveniente 
realizar el análisis anatomopatológico de los testículos. No obstante, 
dada la baja malignidad de las neoplasias testiculares. et pronóstico 
del paciente criptórquido tras la cirugía es bueno incluso si el testí­
culo resultara tumoral. 
Testículos Ectopias testiculares 
Testículos ectópicos. Caso 1 / Monorquidia abdominal 
Se presenta a consulta un Basset macho de 6 años 
de edad (Fig. 1) con un cuadro recidivante de dolor 
abdominal. A la exploración se aprecia la presencia 
de un solo testículo en la bolsa escrotal. 
Se realiza una radiografia lateral del abdomen en la que se aprecia 
una masa del tamaño de una mandarina en el abdomen caudal. 
Esta masa era fácilmente palpable y podría ser compatible, dado su 
tamaño, con un testículo intraabdorninal tumoral, por lo que se deci­
de realizar una laparotomía (Fig. 2). 
La ecograña de la zona nos permitió medir la masa, que presentaba 
un patrón compatible con un tumor testicular de Sertoli (Fig. 3). 
Fig. 1 . "Rayo" et día que acució al Hospital. El dolor atxlominal lo había vuelto un 
poco agresivo yhubo que cdocarleun bozal para poder explorarlo. 
En los pacientes criptórquidos, los 
cuadros de dolor abdominal 
episódicos pueden deberse a 
torsiones testiculares reversibles. 
Dada la alta posibilidad de que el 
paciente evolucione hacia un 
abdomen agudo es recomendable 
realizar la arquidectomía lo antes 
posible. 
Fig. 2. Radiografíadel abdomen del paciente que 
nos permitió sospechar la presencia de un testículo 
criptórquido y tumoral. 
Fig. 3. Ecograficamente pudimos mecir la masa 
aboominal. 
La parte posterior Testículos Ectopias testiculares 
Fig. 4. Dada la localización caudal de la masa,se 
realiza una laparotomía media infraumbilical. 
Tal ycomo se sospechaba, se trata de un testículo 
criptórQUido de gran tamaño, Que hallamos aun 
lado de la vejiga. 
Ver laparotomra infraumbilical. ~ p6g. 282 
Fig. 5. Se realiza la orquidectomía del testiculo 
intraabdominal de la foona habitual, ligaooo y 
seccionandolas estructuras del cordón espermático. 
Fig. 6. Se procede al cierre de la herida Quirúrgica 
por planos. 
Rg. 7. Se realiza la orquidectomía del testículo 
escrotal. 
Verorquidectomía. ~ pág. 264 
Fig. s. Aspecto Clel testículo tumoral. El diagnóstico 
anatomopatológico nos confirma la sospecha deQue 
se trataba de un tumor de Sertoli.La parte posterior 
Dificultad técnica 
Se presenta a la consulta un cachorro Cockermacho 
de 7 meses de edad (Fig. 1). 
El propietario señala que el animal ha sidodiagnosticado como crip­
tórquido derecho en las revisiones nJtinarias realizadas con el fin de 
vacunarlo. Su veterinario le indicó que era conveniente castrarte a 
partir de los 6 meses. A la exploración se aprecia efectivamente, un 
solo testículo escrotal (Fig. 2). El testículo ectópioo se encuentra en 
la región inguinal derecha y presenta un tamaño algo menor que el 
escrotal (Fig. 3). Puesto que por la edad del animal ya no es previsi­
ble el descenso del testículo, se considera llegado el momento de 
realizar t:11a orquidectornia bilateral. 
La palpación de los testículos debe 
formar parte de la exploración 
rutinaria del cachorro que se realiza 
al tiempo de la vacunación. En caso 
de detectar una criptorquidia, se hace 
un seguimiento en las sucesivas 
visitas. Si la ectopia persiste más allá 
de los 6 meses, se aconseja la 
orquidectomía profiláctica. 
Tig. 1. Nuestropaciente una vez premedicado el día 
de la intefvención quirúrgica. 
Fig. 2. En el saoo escrotal sólo enoontramos un 
testiculo. 
Testículos Ectopias testiculares 
Fig. 3. En la palpación encontramos el testiculo en la 
zona inguinal derecha 
Rg. 4. Una vez preparado el camix> quirúrgico. se 
incide directamente la piel con bisturí sobre et 
tesliculo ectópico, manteniéndolo fijo entre los 
dedos pulgar eín(Jce con la otra mano. 
193 
La parte posterior Testículos Ectopias testiculares 
Testículos ectópicos. Caso 3 / Criptorquidia inguinal 
Dificultad técnica Se presenta a consulta un Caniche macho de 1 año 
de edad, por haber detectado el propietario la 
ausencia de ambos testículos. A la exploración se 
aprecia además la ausencia de la bolsa escrotal, 
característica de las criptorquidias bilaterales 
(Fig. 1). Tras una meticulosa exploración de 
la región inguinal, se localizan en ella ambos 
La probabilidad de que un testículo cript6rquido degenere en testículos (Fig. 2). Para evitar la posible 
una neoplasia es hasta veinte veces mayor que la del testículo degeneración tumoral de los testículos,
escrotal y aparece en pacientes m6s jóvenes, a partir de las 6 
Fig. 5. Me<liante una suave presiónse extertoriza el testículo ectópico por la Fig. 6. Se disecanyligande la manera habitual las diferentes estructuras del se aconseja al propietario la orquidectomíameses de edad. 
incisión cutánea. rudón espermático. bilateral. 
194 195 
fig. 7. A continuación se realiza la orquiclectomía del 
testiculo escrotal. 
 fig. " Nuestro paciente presenta criptorquidia bilateral acompañada ele ausencia Fig.2. Ambos testículos se encuentran eo la zona inguinal. 
ele saco escrotal. 
1 Ver orquidecto_m_ia_. __pd_g_.2_64... 
fig. 3. Se realiza una incisión cutánea sobre el testículo. Fig. 4. En esta región se halla amenudo una gran cantidad de grasa subcutáneaFig. s. Para terminar se cierran las dos heridas 
que exige una disección roma para localizar el testiculo ectópico.quirúrgicas mediante puntos entrecortados con 
material no absorbibleefe 2/0 o310. 
La parte posterior Testículos Ectopias testiculares 
Fig. 5. se exteóoriza el testículo toclavía envuelto eo 
la túnica vaginal. 
Fig. 1 . "Yako" el día que nosviSitó por primera vez. Fig. 2. Los testículos no se oo:uentranni en la zona 
escrotal ni en la inguinal. 
Fig. 6. se realiza la orquiclectomía ligando las 
estructuras vasculares y el conducto deferente. 
se repite el procedimientoen el otro testiculo. 
pág.264 
Fig. 7. ftspecto de las heridas ciiirúfgicas al acabar 
la inteNención. 
[Dificultad técnica -=-=rJ 
Se presenta a la consulta un 
perro de raza Golden, macho, de 
4 años de edad, al que se le ha 
diagnosticado una criptorquidia 
bilateral (Fig. 1). Se aconseja a su 
propietario una orquidectomía 
preventiva. 
En la exploración de la zona inguinal y pre· 
escrotal no se encuentran bs testiculos, por 
lo que se decide buscarlos en el abdomen 
mediante ecografia (Fig. 2). Se localizCMl en 
la zona caudal del abdomen. uno a cada 
lado de la vejigay dorsalmente a ella. 
Fig. 3. se realiza unalaparotomía media 
infraumbilical tras una incisión cutánea parapeoiana. 
una vez en el interior del abdomen se visualiza en 
primer término la vejiga. 
Ver laparotomía infraumbilical. ~ pág. 282 
Fig. 4. Al reclinar cauclalmente la vejiga 
encontramos el conducto deferente derecho que se 
dirige hacia la próslata. 
197 
La parte posterior Testículos Ectopias testiculares 
Fig. 5. Siguienoo el conwcto deferente llegamos al 
testiculo ylo exterioózamos. 
Fig. 6. Encontramos un testículo unido por el corooo 
espermático.Diferenciamos la fascia espermática 
que enwelve al resto ele estructuras: conducto 
cleferente, plexo pampiniforme, arteria testicular 
ymúsrulo cremaster. 
Fig. 7. La fascia espermática limita la extenorización 
del órgano por lo que, en pñmer lugar, procooemos 
a su ligawra ysección. 
Rg. a. Se p-ocede aligar doblemente el ~xo 
pampinibme antes deseociooarlo. 
Fig. 9. Asímismo, se liga ysecciona el conducto 
deferente junto con su vasculanzación. 
199 
La parte posterior Testículos Ectopias testiculares 
Fig. 10. Con el finde hallar el otro testiculo, 
buscamos su conducto deferente al otro 1000 de la 
vejiga. 
200 
Fig.13. El tamaño yaspecto de ambos testiculoo es totalmente nonnal. 
201Todo perro criptórquido debería ser 
castrado lo antes posible y. en 
cualquier caso, antes de cumplir los 
6años. 
Fig. '1. Se visualiza el conducto deferente entre la 
vejiga yel coloo. 
Fig. 12. Traccionando suavemente del conducto 
deferente se exterlonza el testiculo yse procede 
como coo el contralateral. 
202 
La parte posterior Testículos Lesiones escrotales 
Índice depresentació~m 
Dificultad técnica 
Se presenta a la consulta un PastorAlemán, macho, 
de 6 años de edad. El propietario señala que el 
animal fue mordido hace una semana en los 
testículos y acude a la consulta por apreciar una 
fuerte inflamación en la zona. A la exploración se 
aprecian varias heridas infectadas en el escroto. 
En el interior de una de ellas se observan larvas 
de la mosca de la carne. Se decide realizar una 
orquidectomía con ablación del escroto. 
Fig. 1. El paciente antes de ser anesteSiado al objeto 
de intelvenirlo quirúrgicamente. 
Las lesiones escrotales y testiculares extensas obligan a 
realizar una orquidectomía con ablación del escroto. 
Fig. 3. Detalle de la zona lesiooada. Se apreciM varias he<idas infectadas. En ef inte<ior de una de ellas se observan larvas de la mosca de la carne. 
Fig. 2 . El escroto presenta un aspecto muy 
inflamado ycoo varias ulceraciooes. 
203 
La parte posterior Testículos Lesiones escrotales 
Fig. 4• Para realizar la orquidectomía con ablación 
clel escroto se hace una incisión elíptica en su base. 
Fig. 7. Tras seccionar las estructuras clel cordón 
espermático se retira el escroto junto con los 
testículas. 
Ver orquidedomío 
con oblación escrotal. 
204 205 
Fig.5. Se disecan los tejidos hasta viSualizar ambos 
cordones espermátioos. 
Fig.6. Tras abrir la túnica vaginal se proo:de a la 
ligadura de las clistintas estructuras del cordón 
espermático. 
Fig. s. Para terminar la intervención se proo:de acerrar la hefida quirúrgica por planas. 
Prepucio-pene 
Fimosis 
Caso 1 Apertura-ampliación del orificio prepucial 
Caso 2 Reconstrucción del orificio prepucial 
Parafimosis 
Heridas 
Caso 1 Heridas del prepucio 
Caso 2 Heridas del pene (zona distal) 
Caso 3 Heridas del pene (zona perineal) 
Tumores 
Caso 1 Tratamiento médico 
Caso 2 Tratamiento quirúrgico 
Prolapso de mucosa uretral 
Hipospadia 
207 
La parte posterior 
Fimosis 
Índice de presentación • 
La fimosis es la imposi)idad de exteriorizacól del pene. Se puede 
deber a causas congéritas pa falta de OOficio prepuca (no es fre­
cuente), o a causas adqo.jridas tras lesiCWles trallláticas y~-
81 tocbs estos casos hay ófioJtad en lamicción, la cmasale a1 exte­
rior PCt U10 o vaios peQU(flos criflcioo locaiizrooo al fnal delpepx:io. 
La retención de olina en el intesia< del prepucio puede causar inita­
ción, bai<rq)OStitis ydolor. AsimismO. el paciente tiene ~OSibiidad 
para copular. 
El tratamiento quirúrgico se basa en la incisión triangular sobre el 
teórico orificio prepucial, llegando hasta la mucosa del mismo. Se 
reseca la menor cantidad posible de piel, asegurándonos de no 
de¡ar al descubierto el pene. A continuación se sutura la mucosa 
directamente a la piel con material monofilamento (Fig. 3). 
Fig. 1. ' Rayas" es un gato comin m<dlo CJJC tlcoo áficultad para orinar, yel 
propielalio comenta que ·sus partes" están muy inflamadas. 
En los cosos congénitos 
recomiende lo orquldectomfo. 
El molerlo/ debe ser 
monofilomento, sintético y 
absorbible si los puntos no se von 
o quitor por lo /ocollzocl6n de los 
mismos o por el cor6der del 
2o8 
fig. 2 En la exploraciOO de la ZOOél se obsefva un 
onfoo IJepooal mw peQUel'o. 
Corro conseruenCia de la retención de onoa se ha 
producido una balanojlostitis, dificultérldo aún más 
la mlCCiOn. 
fig. 3 AesUtado de la in1lll'Vefldón (9 cJas de 
postOl)lratakl) en la que se lll éDerto de 1UMJ el 
orifiClo IJepwal en un ~le que súria firoosas 
poo1raum\oca. 
Prepucio - Pene Fimosis 
Fimosis. Caso 1 /Apertura-ampliación del orificio prepucial 
Dificultad té<nica -
Fig. 1. Se prepara el 
campo operatorio de 
fOITTia estándar. 
Depilación ylavado 
¡xeoperat~io de la 
zona. 
Se presenta en el hospital un cachorro, mestizo, 
de 4 meses de edad, con un cuadro de imperforación 
prepucial. La orina salía al exterior a través 
de diferentes orificios localizados en la zona. 
Técnica quirúrgica 
La intervención se basa en la creación de un nuevo olificio prepucial 
(Figs. 1 -6). 
Después se procede a la orQUidectomía bilateral para evitar una 
posible parafimosis cuando el animal sea adulto. 
Verorqu/dectomía. • p6g. 264 
fig. 2 En este pacier«e se a¡Jecia laauseroa de 
adicio Pfll1lJOOl llOllM. 
Se del mila con un ronJaOO' negro la 2lll13 cutánea 
que se va aresec<r, yque es la QUe contiene los 
lrayoctos fistulosos IX>' los que sale la orina. 
Fig. s. Fira1lllda la suttra del orifü> IJepucial se 
COllbrUI 001 el oerre de la piel,~ el 
msmo matel1a. 
Fig. 3. 81 estl inagen se observa la zona cut.na 
resocada, así romo la ideritilicOOón de la muoo;a 
IJBIIDal yel pene. 
Fig. 4 A 001111UDón se sun.ra 001 ma!Efial 
nmOOlamento 6IO la moo>sa del ¡xepu:i:J a la Jlel 
con PlJllDS <lscontirUJS. 
8 sorda¡e de la urelta permle Identificar 
continuamente el pene. 
Posibles complicaciones 
• Persistencia de la fimosis por resección 
cutánea insuficiente. 
• 	Exposición del glande por excesiva 
resección cutánea, o por realizarla en la 
zona ventral. 
No reseque demosiodo pielen el 
orificio prepucio/ poro evitor uno 
posible poro{imosis iatrogénico. 
Fig. 6. ftJ carur la reconstrucción del ormoo 
IJepwal yla SU1Ura de la ¡;ei se retira la oorm 
unnaria. 
209 
L pa e os rior Prepucio - Pene Fimosis 
Este caso corresponde a un cachorro de Pastor 
Alemán de 4 meses de edad que presentaba 
dificultad para orinar, asícomo inflamación 
del prepucio (Fig.1). 
En la exploración se observa la ausencia de una abertura prepucial 
normal, y un pequeño orificio (en la zona despigmentada) por el que 
sale la orina (Ftg . 2). 
La intervención quirurgica se basa en la reconstrucción del orificio 
prepucial suturando la mucosa del mismo directamente a la piel 
(Fig. 3). 
Fig.1. En esta imagen se ooserva la inflamación del prepucio como consecuencia 
de la retención de orina en su interior. 
En este caso se ha empleado oomo material de sutura un hilo multi­
filarnento. Pero recuerde que es preferible emplear un material 
monofilamento para evitar el efecto capilar (que poseen los multifila­
mento), y así reducir las infecciones e írritaciones secundarias oca­
sionadas por dicho efecto. 
210 211 
Fig. 2. Ausencia de un desarrollo rormal del ¡repucio.Existe lilazooa sin pigmento y en su centro un pequeño ortficio. Rg. 3. La inteNención Quirúrgica se basa en la resección de la piel donde en principio debería localizatse la apertura prepucial. 
La mucosa del prepucio se sutura directamente a la piel del mismo. 
212 
La parte posterior 
Parafimosis 
Índice de presentación 
La parafimosis se debe a la imposibilidad que tiene el paciente para 
retraer el pene dentro del prepucio. 
Es más frecuente que aparezca tras el coito o la masturbación, 
sobre todo en animales jóvenes. También puede aparecer en gatos 
de pelo largo en los que el pene queda •atrapado" por los pelos de 
la zona. 
También se observa como consecuencia de traumatismos, infeccio­
nes o priapismo (por lesiones espinales o infecciones genitourinarias). 
Lo hiperactividad sexual es uno causa {recuente de 
parafimasis, principalmente en animales jóvenes. 
Recomiende la castración en casas de hiperactividad 
sexual para evitar la recidiva. 
Tratamiento 
Para desinflamar el pene se puede aplicar azúcar directamente 
sob<e la zona, así como soluciones hiperosmolares. 
A continuación se limpia el pene y el prepucio con una solución anti­
séptica jabonosa, aplicándose a continuación lubricantes para facili­
tar su reintroducción. 
También puede estar indicada la apertura quirúrgica del orificio pre­
pucial para facilitar la introducción del pene. 
Prepucio - Pene / Parafimosis 
Otra posible causa de exteriorización del pene puede ser la rotura 
traumática del hueso peniano (Figs. 3 y 4). 
Si el desplazamiento de los fragmentos es pequeño se puede resol ­
ver mediante sondaje uretral mientras consolida la fractura. 
Si la fractura ha producido una lesión importante de la uretra, oomo 
es este caso, estaría indicada la amputación parcial del pene, y posi­
blemente la realización de una uretrostomía escrotal. 
El paciente requiere sedación o incluso anestesio poro poder 
ser explorado. 
Fig.1. El pene exteriorizado se congestiooa con lo 
que se dificulta su reintroducción en el prepucio. 
El pelo de la zona puede cificultar esta retracción. 
Este cuadro se agrava ¡xirque el animal se está 
lamieooo frecuentemente la zooa. 
Fig. 2. Las lesiones del penese van agravando con 
el tiem¡xi. El pene se reseca, se inflama, el animal 
se autolesiona yla aparición de zonas necrosadas 
pueoo ser rápida. 
Rg. 3. Este ~ciente ha sufrido un traumatismo 
aboomioal intenso quele ha producK:lo un cuadro de 
aboomen aguoo yexteriorizacióndel pene. 
Rg. 4. En la radiografía se aprecia la roturadel 
hueso peniano. 
213 
214 
L pa e os rior 
Índice de presentación 	 Las heridas del prepucio y del pene se producen 
como consecuencia de peleas, enganches al saltar 
vallas, accidentes automovilísticos, heridas por 
disparos o por arma blanca, o bien tras la cópula. 
Las heridas del prepucio se deben tratar como el resto de las heri· 
das cutáneas (Figs. 1 y 2). 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
Las heridas del pene se caracterizan por la hemorragia, que no 
siempre es contirua, pero sí es bastante importante. 
Las heridas superficiales de poca extensión se pueden tratar médi­
camente. aplicando pomadas antibióticas. cicatrizmdo por segunda 
intención (Fíg. 3). 
Las heridas más mporta'ltes y a::¡uéllas que sangran profusamente se 
deben sutura' empleándose material absorbible del cabe adecuado. 
Se debe evitar la erección en el paciente administrándole 
sedantes durante el periodo de cicatrizaci6n. 
Fig. 4. Las heridas del pene se suturan recoostruyerido los tejidos lacerados 
empleándose puntos discontinuos de material absorbible. 
Las heridas en el glande del pene son relativamente 
frecuentes al finalizar la c6pula, asícomo en la masturbación 
compulsiva (Ags. 1¡ y 5). Otras casas pueden requerir lo 
reconstrucción de la uretra (Ags. 6-8). 
Prepucio - Pene Heridas 
Fig. 3. Las heridas superficiales no producen una excesiva hemorra­
gia. y se pueden tratar aplicando tópicamenteantisépticos locales y 
pomadas antibióticas. 
Técnica quirúrgica 
Tras el tratamiento antiséptico del prepucio y el pene, se exterioriza 
éste último deslizando retrógradamente el prepucio. Se mantiene así 
colocando una venda de gasa en la base del pene. 
A continuación se realiza una sutura discontinua de las lesiones oon 
material sintético (Figs. 4-8). 
Fig. s. En la sutura de estas heridas se debe emplear material absollfüe sintético 
monofilamento 5/0 o6/0. 
Fig. 1. Herida en la base del prepucio al sallar una veqa. 
El glarde del pene quecla expuesto al exterior. se reseca yse lesiona al falta~e la 
protección cutánea. 
Fig. 2. Estas heridas se deben suturar lo antes positil, empleánOO;e material 
Sintético absor1Jible para la mucosa del prepucio,ymaterial ro absorbible para la piel. 
Encaso de infección no se debe suturar hasta que no esté oontrolacla, mientras 
tanto p-oteja adecuadamente al pene. 
215 
216 
L pa e os rior 
Fig. 6. En la exr:*Jración clel pene se aprecia la 
rotura ele su parte más externa,con afectaciónde la 
uretra. 
Fig. 7. Se procede al tratamiento antiséptico del 
campo operatoriocon la solución acuosa de yodo 
diluida al 50% con suero fisiológico. La sonda uretral 
facilita la sutura. 
Fig. s. Se emplea una sutura discontinuade puntos 
sencillos, empleánoose material sintético, 
mooofilameoto,absortfüe de 510-610. 
Después de la cirugía 
• Mantenga la higiene local realizando lava­
dos prepuciales con la dilución al 50% de 
yodo u otro antiséptico tópico. 
• lml)'escindible el ef'r4JIOO decollar isabelino. 
Evite la excitación sexual del 
paciente durante elperiodo de 
cicatrización (7-w días), si es 
necesario recu"a atranquilizantes 
sistémicos. 
Índice de presentaci~ 
Dificultad técnica 
Se presenta en laconsl.ita Ll'l perro mestizo Que hace 10 días tuvo una 
pelea, y oomo consecuencia de ella te rl'lO"dieron en la zona perineal. 
Las lesiOnes se trataron con antisépticos tópicos y antibióticos sisté­
micos, dejérldo Que las heridlas cicatrizasen por segunda intención. 
Se reruperó satisfactoriamente de dichas lesiones, pero a los 5 días 
comenzó con problemas evidentes para orinar, saliendo práctica­
mente toda la orina por la zona perineal (Fig. 9). 
Fig. 9. En la zona perineal se observó una amplia cicatriz transversal a la uretra 
peniana aeste nivel, así como un trayecto fistulOGO por el que salía olina. 
Fig. 10. Se realizó una uretrografia retrógrada concontraste yodado, observándose 
salida del mismo en la zooa de lesión. 
Prepucio - Pene Heridas 
Las heridas de la zona perineal que afectan al pene 
y la uretra son muy sangrantes, y si no se tratan 
rápidamente producen estenosis cicatriciales, 
necrosis tisulares porsalida de orina al tejido 
cutáneo y problemas en la micción. 
Fig. 11. Mediante sondaje del trayecto fistuloso de la zona perineal e inyección del 
medio de contraste se apreció una evidente estenosis distal yunagran dilatacióo 
uretral por delanteele la misma. 
217 
L pa e os rior 
Fig.12. Se realiza un abordaje ala uretra 
membranosa de la zona perineal,meáiante una 
incisión IOngitudinaJ sobre ella. 
Se idenMica la uretra lesionada, asf como el orificio 
fistuloso ¡:roximaJ, que se sonda para que quooe 
identificado. 
rVersondaje uretral. ~ pdg. 236 
2 18 
Fig. 13. La incisión se ¡:rolOngaventralmente para 
localiZar eidenMicar el extremo distal de la uretra. 
Desde el exterior se introduce otra sonda hasta la 
zcna de lesión C<Jl el fin de facilitar las maniobras 
de disecciónuretral. 
Fig. 14. Las estenosis cicatriciales de ambos 
segmentos se resecan con el fin de reconstruir la 
uretra.Esla resección debe ser lo más peQUeña 
posible (1 o2 mm) para no crear tensi<Jles en la 
anastomosis, que oonduzcan ala dehiscencia de 
la misma. 
La sonda urinaria se deja colocada en la vejiga durante al menos 5 o 
6 días con el fin de garantizar la eliminación de la orina mientras dure 
el prooeso de cicatrización de la uretra. 
Después de la cirugía 
• 	Estos pacientes requieren un cuidado postoperatorio meticuloso. 
Deben llevar collar iSabelino pa-a que nose quiten el catéter urinario. 
• 	Este catéter debe quedar protegido por un vendaje abdominal, y 
debería estar conectado a 1.11 sistema de recogida de orina cerra­
do para reducir la posibilidad de infecciones ascendentes. 
• La permeabilidad del catéter se debe oomprobar periódicamente 
mediante inyecciones de suero fisiológico. 
• Se deben realizar análisis urinarios oon frecuencia. 
• Realice una cobertura antibiótica apropiada. 
• 	Recomiende el empleo de dietas de recuperación nutrieional de 
postoperatorio, y asegúrese de la correcta hidratación del paciente. 
Prepucio - Pene Heridas 
Fig. 15. La suturase realiza sobre un catéter urinario 
osobre una sonda FOO)I, empleándose puntos 
seocillOs de material sintético absorbible 
monofilamento 5/0 o6/0. 
Rg. 16. Tras la anastomosis uretral S(jo Queda 
reconstruir la zona pelineal.aproximando y 
suturando los tejidos subcutáneos con material 
absorbible yla piel con matelial monofilamentono 
absorbible. 
El pronóstico es bueno, aunque pueden aparecer estenosis uretra­
les por fibrosis en casos de lesiones muy importantes o tras cirugías 
no realizadas con meticulosidad. 
Alternativa quirúrgica 
Si la lesión no se puede reconstruir, o la estenosis es muy grcride y 
la resección l.l'etral no es posible, realice una uretrostomía perma­
nente en la zona proximal para permitir la correcta eliminación de la 
orina. 
Siel paciente se quita el catéter y el c/fnico intenta volverlo 
a colocar "a ciegas" el resultado puede tener unas 
consecuencias desastrosas. 
219 
La parte posterior 
Tumores. Caso 1 / Tratamiento médico 
Índice de presentación • 
Los tunoresde pene representan tan s6b el 0,3% de los tunores en 
los pelTOS. Entre ellos sedeben ccnsidera- tunores venéreos trasmi­
süis,papbnas, carcinOmaS de céUas escanosas y otros tunores 
rnesenqUmalosos. CCITlO ll'llosa-ooma o hEmalgiornal'sarcana 
Los tumores venéreos trasmisibles responden muy bien al trata­
miento médico con vinorist1na (0,025 mg/kg IV, Sin exceder 1 mg 
una vez a la semana). Deben reaizarse controles hematológicos 
(para controlar la posible leucopenia), y repetir el tratamiento hasta la 
desaparioón de las masas tumorales (Figs. 1 y 2). 
Prepucio - Pene / Tumores 
Tumores. Caso 2 / Tratamiento quirúrgico 
Índice de ptesentaci6n 
Dificultad tknica 
No se hon descrito tumo~ de pene o prepudo en lo 
espede felino. 
Los tumores venéreos se trasmiten con mucha fad/ídad. 
Explore lo covidod nosol, es posible que el pociente 
presente también epistoxis. 
Fig. 3. "Sam" ¡:resenia prial)smo, se cllupa 
constantemente et pene ysangra IXJ4" el preJXJCio. 
Otro tipo de tumores del pene 
requerlr6n la exéresis quirúrgico 
empleando bisturí eléctrica con el fin 
de minimizar la hemorragia, así como 
reducir la pasibilidad de recidivas 
locales (Figs. 3-5). 
221220 
fig. 1. Los tumaes 'leréoos trasmisibles sm ~ 
~ con l1l3)0' fi'eruroa se obselv.Wl. 
SOn masas imruams runerosas,~ se suelen 
asenaen la base OOI pene. ynarnamem 
presentiJl zooas ulclmasysangrantes. Ag. 4. N retraer el ¡yepucio<J.ieda expues'.o el 
pene, asi como la masa tumOOll {!ibrooia) localizada 
exfollativa obiopsia. 
Bcia~ se debe confirmar con una d1okx.lía 
jlJlto al glande. 
n8 z Se JlslatJa lJl tral31lient> con Yilcr!Slm y 
esta magan muestra el ~ al lnal re las 
sesmas ll~ramalas. 
Este caso ha sido ttatado porelO: Díaz-Otero Medra. 
Flg. s. Para controlar et sangrado re la resección de 
la masa tunoral está indieado el empleo del bisturí 
e1oc1~co. 
La reconstrucci6n de las lesiones 
mucosos se real/za con suturo 
discontinua con material obsorbible, 
como se describió anteriormente. 
Verheridas del ¡»ne ~ p6g. 215(zona distoQ. :.""' 
http:obselv.Wl
L pa e os rior 	 Prepucio - Pene Prolapso mucosa uretral 
8 tratamiento inicial se basa en la coloca­Índice de presentación 
ción de un catéter urinario en la uretra pro­
curando que no lleguea la vejiga, fijándolo 
con dos puntos de sutura durante 2 o 3 
días (Figs. 4-6). 
El prolapso de la mucosa uretral se presenta 
principalmente en animales jóvenes por una 
prolongada excitación sexual. El perro está 
continuamente lamiéndose el prepucio y el glande 
del pene. 
Flg. 4. se aplica un gel hidrosoluble urológico para 
Fig. " El diagnóstico es seocillo exteriorizando el pene yvisualizando la mocosa anestesiar la zona yfacilitar el sondaje uretral. 
uretral p-dapsada.Toda la zona está muy rongestiva. 
Versondoje uretrol. • pág. 236 
Tratamiento conservador 
Dificultad técnica C I LI l 
·Bullit" es un Bulldog, macho, de 8 meses 
de edad, que ha sido referido por su veteri­
nario porque está continuamente sangran­
do por el pene {Flg. 2). 
222 El problema empezó hace dos días cuan­ 223 
do intentó, Sin éxito, montar a una hembra 
en celo. 
Rg. s. Con delicadeza se sonda la uretra para que 
Fig. 2. "Bullit' está sangrandorontinuamente P<J el cuando el paciente v~a amiccionar la salida de 
pene, sotl'e todo cuando se levanta después de orina se realice sin problemas yoo se prdapse fa 
estar tumb&'.Jo un rato. mucosa al exterior. 
En la exploración del pene tras la retraoción Rg.6. La soo:la se fija a la piel cm dOs puntos de 
del prepucio se observa el origen de la sutura para que no se salga de su sitio durante los 
hemorragia (Fig. 3). próximos días. 
Después 
• Tratamiento 	 antibiótico-antiinflamatorio 
tópico durante 5 o 6 días. 
• 	Collar isabelino del tamaño suficiente 
para que no pueda lamerse esta zona.Fig. 3. La exteriorización del glande permite la 
identificación de la mucosa uretral prolapsada a 
 • Empleo de tranquilizantes, dependiendo 
través del orificio peniano. del carácter del paciente. 
http:tumb&'.Jo
L pa e os rior Prepucio - Pene Prolapso mucosa uretral 
Tratamiento quirúrgico 
Dificultad técnica • L I l 
Este paciente respondió, inieialmente, bien al tratamiento conserva­
dor, obseNándose una recidivaa los pocos días, por lo que se reco­ En coso de recidiva o de lesión importante de la uretra 
mendó el tratamiento quirúrgico (Rgs. 7-14). estará indicada la resección de la mucosa pra/apsada. 
Antes 
Previamente a la cirugía se debe desinfectar el pene y el interior del 
Fig. 9. Para evitar la retrocción de kls labios ele la prepucio con una solución yodada al 50% cada diez minutos hasta 
herida al resecar la uretra se colocan unos puntosque entremos en el quirófano. 
de tracción~ mantengan siempre visible la 
mucosa uretral. 
224 225 
Fig. 7. Para mantener la exteriorizacióndel pene se 
coloca una gasa amodo de bufanda en la oose del 
 Fig. 10. Se secciona con tijeras la mucosa 
mismo, de tal forma que impida el deslizamiento del prolapsada entre dos puntos de tracción. 
prepucio a su posición lWlatómica. Se prcduce una intensa hemorragia eo la herida. 
Fig. a. En esta imagen se puede visualizar la Fig. 11. Para evitar un sangradoexcesivo se sutura 
la mucosa uretral ala peniana al mismo tiempo que mucosa uretral prola~cla.que es la que va aser 
se reseca.resecada. 
L pa e os rior 	 Prepucio - Pene Prolapso mucosa uretral 
Fig. t 2 . Se han realizado clos suturas continuas entrelazadas,empleándose matelial sintético absorbible monofilamento de 6/0. 
La aguja de las hilos empleados 
debe ser cilíndrica y atraumática 
para minimizar la lesión de la 
mucosa uretral. 
Fig. 13. Para asegurar la correcta eliminacióo efe la 
orina durante los prime.-os días del postoperatorio, 
cuando está inflamada la uretra intervenida, se 
recomieooa el sondaje urínarío sin llegar ala vejiga. 
Versondoje uretral. • pág. 236 
Fig. t4. la sonda se fija coo dos puntos de sutura al 
prepucio. 
Después 
• 	Tratamiento antibiótico-antiinflamatorio 
tópico durante 5 o 6 días. 
• Antiinflamatorio sistémico (AINE) durante 
6 días. 
• 	Collar isabelino del tamaño suficiente 
para que no pueda lamerse esta zona. 
• 	Empleo de tranquilizantes, clependíendo 
del carácter del paciente. 
Es normal que durante el postoperatorio el 
paciente sangre ligeramente por el pene. 
Hemorragia muy leve que va disminuyendo 
con el transcurso de los días. 
Fig. •s. Alos tres días de la intervenciónse retira la 
sonda yse comprueba la correcta evoluciónde la 
cicatrízación. 
227 
228 
La parte posterior 
Hipospadia 
Índice de presentación 
La hipospadia es la anomalía congénita que con mayQr frecuencia 
se observa en los órganos genitales externos del macho. 
Se puede presentar en diferentes grados, desde la forma menos 
severa en la que la apertura prepucial se localiza en la zona ventral 
(Fig. 1), hasta grados severos en los que falta el desarrollo del pre­
pucio y pene. 
Se debe a 1..11 fallo en la formación y unión de los pliegues urogen~a­
les, así como en el desarrollo de la uretra peniana. El orifteio uretral 
puede abñrse al exteñor en cualquier punto de esta zona. 
La hipospadia normalmente se acompaña con diversas anomarias 
del pene, incluso su ausencia (Figs. 2-6). 
Fig. 2. Cachorro de 3semanas Que acude ala consulta porque "tiene el pene 
fuera·. 
Fig.1. Hipoopadia yparafimosis en un York>hire Terrier. Se observa la apertura 
ventraldel orificio prepucial, yla exteriorización del glande por un defecto en el 
recubrimiento del mismo. 
Fig. 3. Se observa la falta de fusión del prepuciO, así como el desarrollo anómalo 
del pene. 
Fig. 4. La anomalía congénita del prepucio es evidente, así como la falta de 
clesarrollo del peoe. Observe la ause~ia de orificio uretral en su extremo. 
Fig. 5. Enla zona perineal se puede identificar el orificio uretral, a través del cual el 
<Mlimalorinaba. Y a ambos lados del mismo el esbozo ele las bolsas escrotales. 
Fig. 6. Usanc:X> un medio de C011traste yodado 
(urológico) se pone de manifiesto la uretra yla vejiga 
del paciente al introducirtopor el ortticiO uretral 
localizado eo el periné. 
Prepucio - Pene / Hipospadia 
La intervención quirúrgica en estos pacien­
tes sólo está indicada en casos muy gra­
ves, en los que las reminiscencias de los 
tejidos. mal desarrollados, se traumatizan e 
infectan con frecuencia. En estos casos se 
debe realizar la exéresis de los mismos. 
Pero generalmente no es necesarianinguna 
intervención quirúrgica a este nivel. Controle 
periódicamente al paciente para detectar 
oon prontitud posibles infecciones l..l'inarias 
ascendentes (Figs. 7 y 8). 
Fig. 7. Dos meses más tarde se puede apreciar el 
crecimiento del rrepucio, así como la falta de 
desarrollo del pene. 
Fig.a. La piel de la zona perineal se está cerrando 
sobre el clefecto, yel paciente sigue afinando con 
normalidad por el orificiO uretral. 
Sólo debe realizar controles peliódicos para obseivar 
la evolucioo del paciente, ydetectar posities 
infecciaies urinarias ascendentes. 
229 
Técnicas 
generales 
Sondaje uretral en el gato 
Sondaje uretral en el perro 
Cistocentesis 
Anestesia epidural lumbosacra 
Posicionamiento del paciente 
Sutura del ano en "bolsa de tabaco" 
Episiotomía 
Vasectomía 
Orquidectomía en el perro y en el gato 
Caso 1 Orqu1dectomía preescrotal en el perro 
Caso 2 Orquidectomía escrotal en el gato 
Caso 3 Orquidectomía con ablación escrotal 
en el perro 
Laparotomía infraumbilical 
Cistotomía 
Técnica 1 
Técnica 2 
231 
or 
Índice de presentaci~"í~ 
Dificultad técnica j 1 
La obstrucción uretral es un problema muy 
frecuente en el gato macho que plantea un reto al 
veterinario clínico, dadas las graves repercusiones 
en el estado general del paciente que produce. 
La resolución de la obstrucción debe realizarse 
de manera rápida e inmediata. Para ello debemos 
de disponer de un método sencillo y eficaz que nos 
permita solucionar el problema con una ligera 
sedación en la mayor parte de los pacientes. 
Técnicas generales Sondaje uretral en el gato 
Fig." Antes de sondar la uretrade un gato con obstrucción uretral,puede ser 
necesaño aliviar el exceso de presión intravesical mediante unacistocentesis. 
El lugar idóneo para la punción se encuentra en lalínea media,entre el pubis yla 
cicatriz umbilical. La aguja debe diligirse cauclatmente. 
Ag. 4. Una vez localizado el meato urinario externo 
se introduce por él la sonda previamente lubricada. 
Los dedos que sujetan el pene deben evitar que éste 
se retraiga hacia el interior del prepucio, 
manteniéncblo al mismo tiempo en dirección 
caudal. 
¡~ 
232 233 
Fig. 2. El uso de sondas rigidas de punta abotonada,como las que se muestran Ag. 5. Se introduce suavemente la sonda 
eo la imagen, facilita en gran medida el sondaje de la uretra obstruida hasta notar resistencia asu paso. 
Habitualmente hallaremos la obstrucciOO en el tercio 
distal del pene. 
Paro facilitar la entrada de la sonda 
hasta la vejiga es imprescindible que 
el pene esté dirigido cauda/mente 
y paro/e/o a la columna vertebral, 
de forma que la uretra quede alineada 
can el cuello vesical. 
Una vez que la sonda llega al 
punto de la obstrucción no se 
debe empujar con ella el topón 
sino que intentaremos desalojarlo 
mediante hidropropulsión. 
Fig. 3. El primer paso para el soo:laje es la Ag. 6. En este momento se conecta a la sonda una 
exterioriZaciOO del pene retrayendo el pre~io jeringa de 20 o50 mi cargada con suero 
cranealmente. Es muy importante que el pene La desobstrucciónde la uretra se consigue 
quede dirigicb en dirección caudal, ele modo que la movilizanoo el tapón, empujando de foona 
uretra quede completamente recta. intermitente el émbolo de la jeringuilla. 
234 
or Técnicas generales Sondaje uretral en el gato 
La resolución de los obstrucciones 
urinarias felinas se ve facilitada en 
gran medida por la utílízación en 
primera instancia de este tipo de 
sonda rfgida, en lugar de intentarlo 
con sondas flexibles. 
Fig. 10. Durante el tiempo en que el paciente 
permanece sondado, la micciónse realiZa por goteo 
oontirw. De esta forma evitamos la distensión de la 
vejiga yfacilitamos la recupel'acióndel tono del 
músculodetrusor. 
Fig. 7. Mediante los pulsOG de presi(Ji obtenidos 
ylos sua11es avances de la sonda, se logra que los 
tapones se desplacen hasta la vejiga, 
clesobstruyeroo así la uretra. 
Fig. s. Una vez que la uretra se encuentra 
permeable se puede realizar un aspírado de la orína 
contenida en la vejiga y un lavaoo de la misma con 
solución salina. 
Fig. 9. En una segunda fase se sustituye la sonda 
rígida por una sonda uretral felina clásica que 
clejaremos coloc<Kla durante dos o tres días 
Fig. 11. la sondase asegura al prepocio mediante 
unos puntos practicados através de los orificios de 
su collarete. 
En nuestra opinión y ounque es un 
tema controvertido, es necesorio 
proporcionar cobertura antibiótica 
durante dos o tres dios, mientras el 
paciente se mantiene sondado. 
Durante este tiempo 
complementamos el tratamiento 
médico con el uso de un corticoide 
y un espasmolrtico. 
235 
or 	 Técnicas generales Sondaje uretral en el perro 
Índice de presentación 	 El sondaje de la uretra es una de las maniobras 
Dificultad técnica 	 que con mayorfrecuencia deberemos realizar en la 
práctica clínica veterinaria. Será necesario sondar 
a aquellos pacientes que presenten retención 
urinaria por algún motivo. Es la forma de asegurar 
la permeabilidad uretral en caso de obstrucción 
de cualquier tipo. Por último, puede ser necesario 
sondar la vejiga para obtener orina para analizar. 
Fig. 2. Una vez aclministra:Ja la solución antiséptica 
en el interiCJ det prepucio, sacaremos la jeringl.illa. 
cerranoo con los dedos pulgar eíndice el orificio 
prepucial. 
236 237 
Flg. 3. Mantendremos asi el antiséptico en contacto 
con los tejidos durante un breve espacio de tiempo, 
tras et cual lo clejamos salir. 
Flg. 4. Procederemos acontinuación aexteliorizar 
el pene. Para ello retraeremos el prepucio con una 
mano mientras empujamos el pene cranealmente 
con la otra, colocada sobre so base. 
Fig. 1. De foima previa al sondaje uretral, es necesaiio 11eparar la zona lo más aséptica posible mediante una solución de povidona yodada, que introduciremos por et 
Olificio prepucial con ayuda oo una jeringuilla. 
or Técnicas generales Sondaje uretral en el perro 
Fig. 5. La son<la que vamos a utilizar debe ser 
estéril. Es importante CJJ8 entre en contacto 
direc1amente con el pooe, sin contaminarse antes 
delsonda_íe. 
El sondaje vesical puede ser fuente 
de infección. Es Importante realizar 
el procedimiento de forma aséptica. 
238 239 
Fig. s. Proceden.is avaciar la vejilJa urinaria conectando una jeringuilla, tambiénestéril, al extremo terminal de la sonda. 
Fig. 6. Manteniendo extefiOrizado el pene con una 
maro, localizaremos el meato urinario externo e 
introduciremos asu través el extremo de la sooda. 
Fig. 7. Progresaremos suavemente con la sonda 
hasta alcanzar la vejiga. El uso de sondas 
semirrígidas facilita la maniobra, especialmente 
en caso de obstrucción uretral. 
http:Proceden.is
240 
or 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
La técnica de cistocentesis se realiza para obtener 
muestras estériles de orina directamente de la 
vejiga. De esta forma no se contamina con 
bacterias o restos tisulares procedentes de las vías 
urinarias inferiores. También se evitan infecciones 
ascendentes de la vejiga secundarias al sondaje 
de la misma. Asimismo, está indicada para 
descomprimir la vejiga en casos de obstrucción 
uretral cuando no se puede realizar mediante 
sondaje retrógrado. 
Técnica 
• 	Depilación y preparación aséptica de la zona. 
• 	Localización e inmovilización de lavejiga hacia la pared abdominal, 
pero sin hacer excesiva presión (Fig. 1). Si se comprime demasia­
do se favorecerá la salida de orina alrededor de la aguja hacia la 
cavidad peritoneal. 
• 	La punción se realiza con una aguja 22-21 G con una longitud de 
40 mm, a través de la línea meda en las hemb<as yparamedial en 
los machos. 
• 	La aguja se introduce de forma oblicua (45'? en la zona media de 
la vejiga, dirigiéndola hacia el trígono vesical (Figs. 2 y 3). 
• 	La jeringuilla se debe agarrar de tal forma que nos permita mover 
el émbolo sin tener que soltarla, y aspirar la orina de forma conti­
nua (Fig. 4). 
Fig. 2. La introducción angulada de la aguja crea un trayecto ~icuo en la ~red 
vesicalque favorece el Cierre del mismo cuando se retire la aguja, minimizándose 
la pérdida de orina hacia la cavidad atx1001inal. 
La cistocentesis es uno técnica rápida y sencillo, y es mejor 
tolerado que et sondo je en cosos de perros y gatos. 
Para facilitar lo punción vesical se recomiendo dirigir el 
bisel de lo aguja hacia et exterior (Fig. 2). 
.. 
Fig. 1. Fijación de la vejiga para asegurar la correcta ~nción de la misma. 
Si la vejiga tiene JX)C()Vdumen,yeo los gatos,es mejor inmO\lilizarla desde la 
pelvis. 
Fig. 3. La ~nta de la agujase dirige hacia la zona distal de la vejiga, hacia el 
trígono vesical, con el fin de garantizar la extracción de todo su contenido, Si es 
necesaño,sin tener (1Je reintroducirla repetidas veces. 
Técnicas generales Cistocentesis 
Fig. 4. Una vez puocionada la vejiga la extracción de la orina se debe realizar sinmovimientos bruscos, eYitamo lesiooar tanto la mucosa como la ~red. 
Lo cistocentesis está contraindicado cuando no se puede 
palpar la vejiga, bien porque no tenga volumen suficiente o 
porque et paciente no colabore. 
No realice uno punción "o ciegos". 
Si utilizo diuréticos (furosemido) previamente a la 
cistocentesis recuerde que se modificarán la densidad 
urinaria, et pH y ta cantidad de bacterias/mm'. 
Complicaciones 
• Normalmente es una técnica que no tiene complicaciones secun­
darias. 
• 	No obstante, pueden aparecer lesiones vesicales, hemorragias, 
peritonitis, fistulas urinarias y adherencias en pacientes que no 
colaboran y en el caso de que la vejiga sea muy pequel'la. 
241 
or Técnicas generales Anestesia epidural lumbosacra 
Índice de presentación Puntos de referencia 
Dificultad técnica 
Alas del íleon, apófisis espinosa de la 
ya vértebra ILJTibar y apófisis espinosa de la 
1• vértebrasacra (Fig. 3).Objetivo 
Disminuir los requenmientos anestéSicos generales y ampliar la anal­
gesia en las inteNenciones quinxgicas del tercio posteri0<. 
Para ello se inyecta el fármaco c0<respondiente en el espacio epidu­
ral, a través de una aguja espinal introducida entre la última vértebra 
Rg. 3. Relaciones anatómicas para la localización
lumbar y la primera vértebra sacra (Fig. 1 ). 
del punto de introduoción de la aguja espinal en el 
canal vertebral : 
Fig. 1. Radio;¡rafia obtenida para visualizar la localizaciónde la aguja espinal. 
• Alas del íleon.No use sólo uno anestesia epidural. Si no va a emplear Realicela cuaooo no tenga claro la profundidad ala que se encuentra el espacio 
• Apófisis es¡jnosa l 7.anestesia genero/ realice previamente una sedad6n profunda. epidural. 
• Apófisis es¡jnosa S1. 
Con el pulgar y el dedo medio (corazón) deMaterial necesario (Fig. 2) 
la mano no domnante se palpan las alas del 
íleon a ambos lados de la cdumnavertebral. 
Con el dedo índice de la misma mano se 
• Rasuradora eléctrica. 
• Antisépticos locales 
identifica la apófisis espinosa de la vértebra
• Guantes quirúrgicos estériles. 
L7, se desplaza caudal y cranealmente 
• .A.gujas espinales desechables. para localizar el espacio lumbo-sacro (L7­
• Jeringuillas para la comprobación de la correcta colocación de la S1), que se notacomo una depresión (Figs. 
aguja 6dentificar la pérdida de resistencia). 4y5). 
• Jeringuillas de diferentes capacidades para la administración del 
242 243
fármaco. 
Rg. 4. Los dedos pulgar ycorazón se colocan sobre 
las alas de los huesos ilíacos. yel dedo íroiee parpa 
la apófisis espinosa de L7. 
Tamaño del paciente 
Pequeño 
Mediano 
Grande 
Tipo de aguja 
Longitud Grosor 
2,5cm 22G 
3,8cm 20G 
7,scm 18G 
Fármacos utilizados 
Anestésicos Dosis Toxicidad Duración Pote~cia 
ca 
\ 
Fig. 2. Material necesario para la realización de una anestesia epidural: 
Fig. 5. Acontinuación se palpa la apófisis espinosaLos anestésicas /acotes pueden producir hipotensión. • Jeringuillas de baja resistencia para localiZar el espacio epidural. 
de S1 para identificar el espacio en el que se va a 
introducir la aguja espinal. 
Camjala, siexiste, antes de realizar ta anestesia epidural. • Agujas es¡jnales de diferentes calibres yloo;¡itudes. 
(IV) efecto analges1
Lidocaína2% >t omg/kg 6ominulos 
Mepivacaina 2% 
1ml/ 
4,5.<)kg 
>JOmg/kg 2 horas 
Bupivacaína o,s% >3 mg/kg 4-6 horas 
pa pos nor 	 Técnicas generales Anestesia epidural lumbosacra 
Técnica 
Colocación del paciente 
Tras la sedación o tranquilización se coloca al paciente dependiendo 
de la comodidad y hábito del veterinario: 
• 	Sobre el esternón con las extremidades posteriores dirigidas hacia 
delante (Fig. 6). 
• 	En decúbito lateral dirigiendo las extremidades posteriores hacia la 
cabeza. 
De ambas formas se conseguirá una correcta separación de la 
unión lumbo-sacra. 
Despl.Jés de la inyección del anestéOOC> se odocaal paciente en decú­
 Fig. 6. En decúbito estemal las extremidades ¡mteñores se dirigenhacia delante 
bito prono o supino para unadistribuciál uniforme del fármaco emple­ con el objetivo de ampliar el espacio lumoo·sacro. 
ado en ambos lados del raquis. Si se coloca al individuo en decúbito Rg. 9. La introdocción de la aguja debe ser 
lateral se potenciará laanestesia de las raíces nerviosas de este lado. perpencllcular a la piel. 
Preparación del campo 
• Se depila y se prepara de forma aséptica 
la zona en la que vamos a tralJajar (Fig. 7). 
• Se deben emplear guantes quirúrgicos 
estériles. y se deben extremar las medi ­
das asépticas de la técnica para no pro­
ducir infecciones internas. 
244 245 
Fig.7. La zona se prepara como cualquier campo Rg. 10. Al atravesar el ligamento interarcuato se 
operatoóo,se depila,se lava con jabón antiséptico nota un ruido metálico yuna falta de resistencia a la 
yse aplica povidona yodada. introducción de la aguja. 
Introducción de la aguja 
En algunos ocasiones, sobre todo 
Con la mano dominante se introduce la cuando se tiene poco experiencia, lo 
aguja espinal, pe;pendict.Jarmente al dorso aguja choco contra el cuerpo vertebro/
del animal, entre las apófisis espinosas de de L7, en este coso se debe reorientar 
L7 y $1 (Figs. 8 y 9). Se inserta lentamente lo aguja, cauda/mente, poro poder 
hasta atravesar el ligamento interarcuato, acceder al amo/ vertebral. Hasta que 
momento que se identifica por Lll pequeño se obtiene experiencia suficiente sería 
ruido característico, y la sensación de falta recomendable obtener una radiografío 
de resistencia (Fig. 10). lateral de esta zona con el fin de 
determinar lo longitud de aguja que se 
debe elegir, así como ta profundidad o 
lo que la debemos introducirporo 
alcanzar et canal vertebral (Fig. 1). 
Rg. 11. Una vez alcanzado el espacio epidural se 
retira el fiaoor de la aguja espinal.Si d~ 
Fig. s. La aguja se introru:e entre las apófisis reposicionar la aguja hágalo siempre con el fiooor 
espinosas de L7 yS1. colocado dentro de la misma. 
or Técnicas generales Anestesia epidural lumbosacra 
A continuación se retira el fiador de la aguja espinal (Fig. 11), y se 
debe observar que por el racor de la misma no sale líquido cefao­ Administración del fármaco 
rraquídeo ni sangre (Ftg. 12). 8 fármaco se debe calentar a la temperatu­
La salida de líquido cefalorraquídeo (Fig. 13) (por punción subarac­ ra corporal del paciente, inyectándose len­
noidea) puede ser frecuente en razas pequeñas y miniatura, en tamente en 30-60 segundos, y corno en la 
estos casos se debe recolocar la aguja caudalmente o reducir a un prueba anterior, sin notar resistencia exter­
tercio la dosis inicial calculada. na (Figs. 15 y 16). 
Si se inyecta la dosis teórica se puede producir la anestesia espinal Una dosis de prueba de 0,5-1 mi de hidro­
total, con depresión cardiovasctJar y respiratoria o colapso. cloruro de lidocaína al 2% produce rápida­
Si se observa sangre es porque se ha pl.J"lcionado el seno venoso mente la dilatación del esfinter anal externo, 
ventral, que discurre por el suelo del canalvertebral. En este caso se de estar forma se volvería a comprobar la 
debe extraer la aguja, y se realiza otro intento para colocarla correc­ correcta realización de la técnica. 
tamente. Fig. t 2 . Observe que por el racor de la aguja no sale liCJJido cefalorra(Jlídeo ni 
Si se observa el movimiento de la cola podría ser por punción de teji­ 5a11Jre. 
do nervioso, en este supuesto se modifica levemente la localización Rg. •S· Se intrcduce el fármaco en el espacio 
de la aguja sin necesidad de extraerla de nuevo. epiduraL 
Rg. t6. Ycomo en la prueoo, el pro<llcto eotra sin 
Si se inyecta el anestésico resistencia. 
introvasculármente pueden aparecer 
canvulsiones, depresión Efectos no deseados 
cardiopulmonar y falta de anestesia 
regional. • 	Se pueden presentar parálisis de los 
músculos respiratorios, hipotensión san­
guínea, síndrome de Horner, hipogluce­
mia por bloqueo simpático, contraccio­
nes musculares, convulsiones y coma 
por inyecciones subaracnoideas o intra­
vasculares. 
• 	Pueden aparecer, si la técnica de inyec­
ción no es correcta, retraso en la apari­
ción de la anestesia, o ausencia de la 
misma, paresia o sepsis. 
Fig. •3· Si observa la salida de liquido Realice una correcta técnica. Elija el fárma­
cefalorraquídeo debe cdocar la aguja más co adecuado y calcule correctamente su 
caudalmente ore~ntear la doSis del fármaco. dosificación. Asegúrese de la correcta colo­
cación de la aguja espinal. Realice una 
Comprobación de su localización inyección de prueba. 
Para comprobar que la aguja se encuentra 
Contraindicacionescorrectamente colocada en el espacio epi­
dural se inyectan 0,5 mi de aire o suero sali­ • Anomalías anatómicas locales. 
no estéril, que deben entrar sin ningún tipo • Dermatitis local QLl'Tlbar).
de resistencia, en este sentido es mejor 
• Sepsis.emplear jeringas especiales para técnicas 
de detección de pérdida de resistencia (Fig. • Coagulopatíasy hemorragias. 
14), o en su defecto jeringuillas de cristal. • Hipovolemia no corregida. 
• Enfermedades nerviosas centrales 
o periféricas. 
• Presión intracraneal elevada. 
Las ventajas de la anestesia Fig. t4. Para comprobar (Jlela aguja se encuentra 
epiduro/ superan las posibles correctamente colocada inyecte una pequeña 
riesgos de la misma.cantidad de aire, (Jle debe pasar con mucha 
facilidad, sin resistencia. 
247 
or Técnicas generales Posicionamiento del paciente 
Índice de presentación 
La preparación del campo operatorio y la colocación 
del paciente sobre la mesa quirúrgica son muy 
importantes en este tipo de intervenciones. 
Antes 
• 	Dieta baja en residuos durante los 3 o 4 días previos a la cirugía. 
• No aplicar enemas en las 24 h0<as anteriores a la intervención. 
• 	Evacuar manualmente las heces del recto. 
• vaciar los sacos anaes. 
Técnica 
• Depilación de la zona perineal, incluyéndose la base de la oola, y 
preparación aséptica de la zona. 
• El paciente se coloca en decúbito prono sobre la parte final de la 
mesa. Para evitar lesiones nerviosas (nervio femor¡j) se debe colo­
car el animal sobre una oolchoneta o unas toallas (Rg. 1). 
Las extremidades inferiores no se sujetan a la mesa para no 
aumentar la tensión en la zona. 
• 	Los sacos anales se lavan con una solución de povidona yodada 
al 50",.{, (Fig. 2) y, a continuación, se vuelve a desinfectar el campo 
operatorio. 
• 	Después se realiza una sutura en bolsa de tabaco para impedir la 
salida de las heces, y evitar que oontaminen el campo operatorio. 
Versuturo del ano en bolsa de tabaco. • pág. 252 
Cuando no se puede realizar este tipo de sutura, porque se va a 
intervenir sobre el ano, se puede taponar el recto con una torunda 
de algodón, con un ovillo de venda gasa o con un tampón oomer­
cial (Figs. 3 y 4). 
• En la siguiente fase se inmoviliza la cola del animal sobre el dorso 
usando esparadrapo (Fig. 5), o mejor aún empleando una venda, 
ya que nos permite un mej0< control de la tensión sobre la cola 
(Figs. 6-9). 
Fig. " Deesta formase accede con facili<lad ala zona peílneal. Fig. 4. Una alternativa aesta técnica es el empleo de un tampón, (Jlecumple las mismas funciones que la vencla de gasa. 
El almohadíllaoo de la zona ventrocaudal del paciente reduce la lesión de los 
nervios femorales. 
Fig. 2. Los sacos anales,que ante<ionmente han siclo vaciados, se sondan ylavan 
coo una solución antiséptica. 
Fig. 3. Se introru:e en el recto un ovillo de venda dejando un extremo en el 
extelior para controlar su posición durante la cirugía, ypara facilitar su extracción 
al finalizarla. 
Rg. 5. Fijación e inmovilización de la cola ala mesa quirúrgica con el fin de exponer adecuadarneflte la zona perineal. 
249 
250 
or 
Fig. 6. Se venda la cola comenzaroo por su base. 
Con una cinta de esparaciapo se fijan los cabos de 
la oolsa de tabaco yla venda ala piel para impedir 
Que se muevan. 
Fig. 7. La venda se pasa alrededor del cuello ode 
las extremidades anteriores del paciente para 
inmOYilizar la cola sobreel dorso del animal . 
Fig. s.Se emplea un nudo específico, "cote de 
guardiamarina•. Es un nudo corredizo~ soporta 
bien la tensión de la cola. 
Técnicas generales Posicionamiento del paciente 
Fig. 9. Para conseguir la PJSieión deseada de la cola lo único CJJ8 hay Que hacer es agarrar el nudo ydeslizarto. Al solta~o queda fijo y no se mueve retrógradarnente. 
• Ya está preparado el campo operatorio y podemos comenzar la 
intervención quirúrgica diseñada 
Recomendamos la fijación de la cola con una venda de 
gasa sobre el dorso del animal siguiendo la técnica 
descrita con el fin de minimizar la posible lesión sobre los 
nervios coccígeos. 
251 
252 
or 	 Técnicas generales Sutura del ano en "bolsa de tabaco" 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
La sutura en bolsa de tabaco es una sutura continua 
que se realiza alrededor del ano con el fin de evitar 
la salida de heces durante la cirugía perineal, y así 
dificultar la contaminación bacteriana del campo 
operatorio. 
Técnica 
• 	Depilación de la zona perineal, incluyen­
do la base de la cola. y preparación 
aséptica de la zona 
• Se realiza una sutura contil"(Ja alrededor 
del ano con puntos. englobando cada 
uno de ellos aproximadamente 6 o 7 mm 
de piel (Figs. 1 ·4). Los puntos deben 
incluir suficiente cantidad de tejido para 
soportar la tensión creada. 
Fig. 1. La sutura comienza en la zona superior del 
aoo, empleándose un hilo monofilamento 210 o310. 
Fig.2. Cuando se den los puntos en las ZOllaS 
laterales e inferiores del ano se debe tener la 
precaución de no lesionar los sacos anales. 
Antes 
• Dieta baja en residuos durante los 3 o 4 días previos a la cirugía. 
• No aplicar enemas en las 24 horas anteriores a la intervención. 
• Evaruar manualmente las heces del recto. 
• Vaciar maroalnnente los sacos anales. 
• Sondar, lavar y aplicar asepsia en los sacos anales. 
Recuerde que a ambos lados del 
ano se encuentran los sacos 
anales. No los puncione y evite 
contaminaciones secundarias. 
• 	Al finalizar la intervención no se olvide de 
quitar la sutura realizada para que el 
paciente defeque con normalidad. 
Fig. 3. Rn de la sutura al realizar entre 5 y6 puntos 
alrededor del ano. 
Fig. 4. Al anudar la sutura se cierra el orificio anal yse evita la salida de heces. 
253 
254 
or 
Dificultad técnica 
Es la técnica para acceder quirúrgicamente al 
interior del vestíbulo y de la vagina con el fin de: 
extirpar pólipos, tumores, reparar desgarros, 
facilitar la fase de expulsión en el parto, etc. 
La paciente debe posicionarse en decúbito prono y en posición de 
Trendelenburg. La ocia debe sujetarse de modo seguro fuera del 
campo Quirúrgico, realizándose Ll'la sutura en bolsa de tabaoo del 
esfinter anal (Rg. 1). 
Ver suturo del ano en bolso 
de tabaco. pdg. 252 
Es muy útil, para evitar hemorragias, colocar Ll'las pinzas intestinales 
de Doyen a cada lado de la línea media dorsal, pcr la que se va a 
incicir; una rama de la pinza por dentro y la otra por fuera de la vagi­
na (Ag. 2). 
La incisión se hace por la comisl.l'a dorsal de los labios de la vulva, 
siguiendo la línea media y hasta llegar Ll'1 pooo por debajo del esfin­
ter aria! (Figs. 3 y 4). 
Las complicaciones más {recuentes de 
las cirugías en las que se recurre a 
una episiotomfa son elsangrado y la 
lesión accidental de la uretra. Las 
evitaremos realizando la incisión 
justo porel rafe del periné y 
localizando la uretra mediante 
sondaje. 
La incisión del músculo y de la pared de la vagina puede hacerse 
con tijera (Figs. 5 y 6). La hemorragia, que no suele ser muy intensa. 
se controla bien con bisturí eléctrioo, pinzas hemostáticas o alguna 
ligadura si llega a ser necesario. 
Cualquiera que sea el procedimiento quirúrgico a realizar en este 
momento, es muy importante sondar la uretra para tenerla en todo 
momento controlada y evitar lesionarla (Rg. 7). 
El cierre de la episiotomia puede hacerse en tres capas (Figs. 8-1 2). 
La primera, de la mucosa vaginal, con una sutura continua con 
material absorbible 2/0 o 310; la segunda, del músculo y tejido st..t>­
cutáneo, también continua y con el mismo material y, por último, la 
piel puede cerrarse mediante PLl'ltos simples o una sutura intradér· 
mica. Es importante cuidar Que los bordes de la herida a nivel de la 
comiSUra vulvar superior Queden perfectamente ooaptados, evitan­
do la aparición de un escalón. Por último, Ll'1 collar isabelino evitará 
el lamido de la herida, con su consecuente inflamación. 
Técnicas generales Episiotomía 
Fig. 2. El pñmer paso para la realización de una 
episiotcrniaes la colocación de dos pinzas de Dwen 
aambos laoos de la línea de incisión, al objeto de 
reducir el sangrado. 
Fig. 3. Se realiza acontinuación una incisiónsobre 
la piel del rafe medio del periné.La incisiónse 
extiende desde la comisura dO<Sal de la vulva hacia 
el ano, tanto como sea preciso para obtener un 
acceso cómodo alinterior de la vagina. 
Es imPortante respetar el esfinter anal. 
Fig. 4. La incisión se profundiza a través del tejido 
subcutáneo y la capa muscular de la ~ de la 
Fig. 1. Se coloca al paciente en decúbito prono, vagina. El uso del bisturí eléctñco yel mantenerse 
con el tercio posteiior en un extremo de la mesa y sobre la línea media contribuyen adisminuir el 
con la cola bien asegurada. sangrado. 
255 
or 
Fig. s. Cuanclo se alcanza la mucosa del techo 
vaginal,se profundiza la incisión coo tijera hasta 
accede.-ala luz de la vagina 
Fig. 6. Una 11ez en el interior de la luz vaginal, se 
realiza el procecimieoto quirúrgioo motivo de la 
episiotomía. 
Fig. 7. Resulta muy conveniente sondar la uretracoo 
el objeto de mantenMa localiZada yevitélí así 
lesionarla durante la inteNención, sea cual sea el 
proc€dimiento area.lizar en la luz vaginal. 
Técnicas generales Episiotomía 
Fig. a. El cierre de la episiotomía se realiza por 
planos,comenzando por una sutura cooUnua en el 
techo de la cavidad vaginal coo material absorbible. 
Fig. 9. La sutura progresa en cfirección ala vulva.Conviene asegurarse de la oorrecta reconstrucción de la luz vaginal. 
257 
258 
or 
Fig. 10. Con el finde garantizar una correcta 
coaptación c!e los bordes de la vulva en su oomisura 
oorsal, se colocan dos pinzas de rnOS!lJito a modo 
ele guía. 
Fig. 11. Se ~ocede acootinuación al cierreclel plano 
subcutáneo meciante sutura continua 001 el mismo 
tipc¡ de material. 
Fig. 12. Rnafmente,se surura la piel con puntos 
entrecortados Simples conmaterial monofilamento 
no reabsorbible. 
Técnicas generales Vasectomía 
La vasectomía es una técnica quirúrgica que 
permite la esterilización del macho sin afectación de 
la fisiología sexual. Consiste en interrumpir el paso 
del esperma por el conducto deferente mediante 
oclusión mecánica y;b sección transversal del 
mismo cerca del epidídimo, de forma que el resto 
de los fluidos seminales síque son eliminados en 
el eyaculado. 
Unida por un pequeño meso a él hallaremos su vascularización pro· 
pia. Es preciso incidir el meso para separarlo del oonducto deferente 
e introducir a través del ojal realizado una pinza hemostásica con 
una ligadura de material absorbible. Ligamos con ella exclusivamen­
te el conducto deferente, preservando intacta su vascularización, y 
lo seccionamos a oontinuación doblemente por debajo de la ligadu· 
ra, resecando un fragmento de 1 o 2 cm de oordón. El extremo del 
conducto más próximo al testículo queda abierto, mientras que el 
extremo más alejado del testículo, queda ligado. Mediante esta téc· 
nica, denominada "de extremo libre", evitamos la atrofia testicular 
por presión que se produce cuando se ligan ambos extremos del 
conducto. 
La túnica vaginal puede cerrarse con un punto cruzado o dejarse 
abierta. 
Para terminar, cerramos la herida quirúrgica en dos planos, el sub· 
cutáneo y la piel. 
La complicación más frecuente de esta sencilla técnica quirúrgica es 
el hematoma causado por 1.11 manejo poco cuidadoso de las estruc· 
turas vasculares que, junto oon el oonducto defe1Bnte, constituyen el 
cordón espermático. 
Debido a que con esta técnica no se modifica la libido, el perro 
deberá mantenerse separado de las hembras en celo durante el 
mes siguiente a la intervención, tiempo necesario para que seé\'l eli· 
minados todos los espermatozoides del oonducto deferente. 
Para garantizar la eficacia de esta técnica puederealizarse un 
espermiograma un mes después de la intervención, 
manteniendo hasta entonces al paciente separado de hembras 
que puedan estar en celo. 
259 
Dificultad técnica 
Debe ser planteada al propietario del paciente como técnica irre· 
versible ya que, aunque en condiciones experimentales pueda 
revertirse, las posibilidades de que el conducto sea correctamente 
repermeabilizado y de que el macho pueda volver a ser fértil, son 
escasas. 
Puede ser una alternativa para la esterilización, menos cruenta y 
más fisiológica que la orquidectomía, siempre y CUa'ldo, el compor· 
tamiento sexual del macho no resulte un inconveniente para el pro­
pietario. En el gato, la primera causa de petición de esterilización es 
el marcaje territorial que, obviamente, no desaparece tras la vasec· 
tomía, por lo que rara vez se realiza. En el perro su uso como técni· 
ca de esterilización es más frecuente. 
Venta1as Inconvenientes 
• Técnica menos agresiva • Persiste marcaje territorial 
• 	No afe<ta a los inslíntos Yla libido 
del animal • No disminuye ni la agresividad 
• 	No influye en la ganancia de peso ni la tendencia al vagabundeo 
Los cordones espermáticos se localizan por palpación en situación 
preescrotal y a ambos lados del pene. Se fija entre los dedos índice 
y pulgar y se aborda realizando sobre él una pequeña inciSión cutá· 
nea (2·3 cm son suficientes) y profundizando mediante disección 
roma hasta alcanzarlo. Tras incidir con tijera la túnica vaginal, quedan 
a la vista los componentes del cordón espermático, entre los cuales 
hallamos una estructura nacarada y dura al tacto que se correspon­
de con el conducto deferente. 
260 
or 
Fig. 1. Se localiza por palpación el oordón 
espermático en su trayecto desde el testículo hasta 
el canal inguinal. 
Fig. 2. Se incide la piel sotJe el cordón espermático 
previamente localizado. 
Fig. 3. Se diseca el tejido suocutáneo hasta 
visualizar el c~n espermático que se diferercia 
fácilmente de los tejidos circuooantes pcr su oolor. 
Técnicas generales Vasectomía 
Fig. 4. COO ayuda de una pinza rcxna se exteñoriza 
el cordón toclavía envuelto pcr la túnica vaginal. 
Fig. s. Se ~ la pinza por debajo del coroon yse 
mantiene así al objeto de trabajar con comooiclad 
durante toda la intervención. 
Fig. 6. COO la tijera. se incide la túnica vaginal 
directamente sobre el conducto deferente, evitando 
así lesíonar el plexo pampinttorme. 
261 
262 
or 
Fig. 7. una vez alilrta la túnica vaginal se visualizan 
las estructuras del cordón espermático. 
Fig.s. se exteñoriza el conducto deferente através 
ele la incisión realizada en la túnica vaginal yse abre 
una ventana entre el conducto ysu vascularización. 
Fig. 9. se coloca una ligadura de material absorbible 
ele 210 en el coo:Jucto, respetando su 
vascularización. 
Técnicas generales Vasectomía 
Fig. 10. Distalmente a la ligadura se secciOna un 
pequeño segmento del conducto cleferente,dejando 
de esta forma alilrta la luz de la parte del conducto 
más cercaiia al testículo. 
Fig. 11. Mediante un punto cruzado, con el mismo 
mateñal utilizaoo para la ligadura, puede cerrarse la 
túnica vaginal. 
Fig. 12 Tras realizar el procedimiento en el otro lado, 
se p<ocede ala sutura de ambas incisiones 
cutáneas en un solo plano. Podemos utilizar para 
ello una sutura intradérmica con material 
monofilamento absorbible, de foonaque no sea 
necesario retirar el materialde sutura. 
or 
Orquidectomía en el perro y en el gato 
Dificultad técnica 
En pacientes agresivas o de diffcil manejo sometidos a 
orquidectomía, es recomendable cerrar la herida mediante 
sutura continua y material absorbible. Evitamos así sedar al 
animal de nuevo para retirar los puntos. 
Para impedir que la hemorragia del pedículo testicular se 
produzca en el interior del abdomen, debemos mantenerlo 
pinzado al seccionarlo, hasta cercioramos de que no hay 
sangrado. 
La extirpación de los testículos es posiblemente 
la intervención quirúrgica más frecuentemente 
realizada por los veterinarios. Sus indicaciones 
son múltiples y van desde el control de la población 
hasta la resolución de problemas endocrinológicos, 
prostáticos, tumorales y de comportamiento. 
En caso de plantearse la orquidectomía oomo técnica de esteriliza· 
ción, debemos asegi.xarnos de que el CXllTiportamiento sexual resul· 
ta molesto al propietario ya que, de no ser así, quizás la vasectomía, 
menos agresiva y sin efectos secundarios. esté más indicada 
La orquidectomía puede ser preescrotal, escrotal y oon ablación 
escrotal. 
Enel perro se suele realizar la técnica preescrotal, empujando a los 
testículos hacia la incisión desde el escroto. 
La orquidectomía con ablación del escroto se realiza menos fre· 
cuentemente y está indicada cuando se tiene que hacer una ure­
trostomía perineal por obstruoción uretral y en caso de lesiones trau­
máticas del escroto. 
En el gato la técnica de elección suele ser la escrotal, realizando una 
única incisión en el rafe medio del escroto o dos, 1..11a en cada bolsa 
Sea cual sea la variante quirúrgica, el procedimiento siempre consis· 
te en incidir la piel y la tiJlica vaginal parietal. Se exterioriza el testícu­
lo por la incisión y digitalmente se separa la túnica de la cola del epi­
dídimo mediante tracción. Aoontinuación se identifican las estructu· 
ras del cordón espermático y se ligan por separado vasos y con­
ducto deferente, con material absorbible. 
El cierre de la incisión escrotal es optativo. En el gato no se suele 
realizar. En la técnica preescrotal se sutura la piel mediante puntos 
entrecortadoo simples. Otra opción, que nos evita la retirada de los 
puntos es realizar una sutura intradérmica con material monofila· 
mento absorbible. 
Las principales complieaciónes penoperatorias de la orquidectomía 
son los seromas e inflamaciones de la bolsa escrotal y las hetnorra­
gias. Si las ligaduras del plexo pampiniforme no se colocan suficien­
temente apretadas o se aflojan, puede producirse más fácilmente 
una hemorragia en el interior del abdomen que pasa inadvertida. 
Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Orquidectomía. Caso 1 / Orquidectomía preescrotal en el perro 
Dificultad técnica 
Fig. 1. Para realizar 
la CJQuidect001ia 
preescrotal se de¡jla 
yse P"OCede ala 
asepsia efe una amplia 
zooa alrededor del 
escroto. 
Fig. 2 . Se realiza unaúnica incisión en la piel, 
inmediatamente craneal ala tx>lsa escrotal, en la 
linea media. 
Fig. 3. Se p-ofuooiza la incisión disecando con tijera 
el tejido suOCu!áneo. 
266 
or 
Fig. 4. Se empuja el primer testículo hacia la incisión 
mediante una suave presión hasta visualizal1o 
envuelto en la túnica vaginal. 
Fig. s. Utílizaroo el bisturí se incíde la túríca vaginal 
procurando no dañar el parénquima del testículo, 
evitando asi la consiguiente hernmagia. 
Fig. 6. La túnica vaginal, una vez abierta, queda 
unida por un repliegue al pOlocaudal del testiculo 
junto a la inserción del músculo crernáster.Dicha 
unión se rompe mediante diseociónroma utilizando 
los deoos pulgar eíndiee de ambas manos. 
La ventaja de este procedimiento frente al corte es 
que minimiza el sangrado. 
Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. 7. Para liberar el testiculo de su unión con el 
repliegue de la túnica vaginal y la insercióndel 
músculo cremáster podernos ayudarnos de gasas. 
Fig. 9. Se procede acontinuación a ligar doblemente las estructuras vasculares 
del cordón espermático constituidas por el plexo parnpinilorrneyla arteria 
testicular, (Jle no resulta visible porque discurre PCf su interior. Se escoge para 
ello un rnateñal rnonofilarnentoabsolbble de 2/0 ode o. 
Fig. a. En el cord:in esperrnático identificarnos PO< un lado el plexo parnpiniforrne 
ypor otro el coooucto deferente consu vasculañzacioo propia. Ambas estructuras 
se incividualizan abrieooo una ventana con ayuda de una pinza roma en el meso 
que las une. 
268 
or Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. to. se seccionan los vasos por encima de las 
ligaduras. 
Fig. t3. se empuja el segundo testículohacia la 
misma incisión, exteriorizándolo aún cubierto PO< la 
túnica vaginal,QUe abriremos como en el primer 
testículo. Como hemos realizado anteriormente. 
se individualizan, ligan yseccionan los componentes 
del corcl:'.>n espermático. 
Fig. t4. La herida Quirúrgica se sutura en dos 
Fig. t t. El conwcto deferente se liga junto con su planos. Cooienzamos por el subcutáneo. realizando 
vascularizaciónmroiante ligadura simple con el una sutura continua con material atisorbíble 
monofilamento de 2/0 ode 310.mismo materialyse secciona igualmente. 
Fig. t2. Una vez comprobada la ausencia de 
sangrado. se empujan con una pinza los pedículos Fig. t5. Terminamos el cierre realizando una sutura 
hacia el interi0< de la túnica vaginal, en dirección al intradérmica de la piel conel mismo tipo de material 
anillo inguinal. Que el utilizado en el plano subcutáneo. 
or Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Dificultad técnica 
Fig. 1. Nuestro paciente. 
270 271 
Fig. 16. Mediante la sutura intradérmica evitamos al 
pociente una nueva manipulación para la retiracla de 
puntos. 
Rg. 2. En pñmer lugar se procede a la depilación manual del escroto. 
Fig.17. Aspecto final de la zona quirúrgiea en dorde 
se aprecia la bolsa escrotal vacía y la herida 
quirúrgica ya cicatrizooa. 
pa pos nor Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. 3. Para lograr una buena expooición del camPo 
operatono,se coloca al paciente en decúbito supino 
con las extremidades posteriores en dirección 
craneal. 
Fig. 6. Se abre una ventana en el meso testicular 
separarm a un lado las estructtras vasc~ares del 
cordón junto con el conducto deferente, yal otro el 
repliegue de la túnica vaginal yel músculo 
cremáster. 
272 273 
Fig.4. Se incide el escroto directamente encima del Fig. 7. La ventana se agranda lo suficiente como 
pñmer testículo hasta visualizar la túnica vaginal, para IJ()der pasar las ligaduras asu través con 
Que también se cortará. comocfldad. 
Fig. 5. Se prolonga longitudinalmente laincisión de Fig. s. Tras independizar el oonwcto deferente de la 
la vaginal al objeto de visualizar las estructuras del vasculañzacioo testicular se rodea éste con una 
cordónespermático. ligadura. 
pa pos nor Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. 9. Se anuda la ligadura sobre el conducto 
deferente ysu vaso. 
Fig. 12.Se seccionan acontinuación ambas 
estructuras. manteniéndolas pinzadas hasta et final 
de la intervención. 
274 275 
Fig. 10. Ap'ovechando la misma ventana en el meso 
testicular, ligamos aoontinuoción la vascularización 
 Fig. 13. Sección del repliegue de la !única vaginal 
de fCtma inde~ndiente. ydel músculo cremáster. 
Fig. 11. El material utilizado ¡x¡ra las ligaduras debe Fig. 14. Através de la misma incisión se procede ool 
ser absortJi!Xe. mismo modo con el otro testículo. 
or Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Dificultad técnica 
Fig. t . Para la realizacióo de la castración con 
Fig. t5. Tras comprobar que rjnguno de los 00s ablación del escrOlo se coloca al paciente en 
p00ículoo sangra, se íntroduceo hacía el canal decúbito supino yse prepara un campo quirúrgico 
inguinal. amplio alrededor delmismo, de la forma habitual. 
Las principales indicaciones de la 
castración con ablación del escroto 
son las lesiones escrotales traumáticas 
o tumorales y la realización de una 
uretrostomía escrotal. 
Fig. 2. Se realiza una incisiónelíptica en la piel, 
alrededor de la implantacióo de la bolsa escrotal. 
Fig. 3. Al ser un territolio muy vasc!Aarizado es 
Fig. t6. Aspecto del escroto una vez finalizada la preciso realizar unameticulosa hemostasia, para lo 
O<Quidectomía.En el gato es habitual no suturar el cual podemoo ayudarros de un electrocauterio 
escroto. bipdar. 
277 
L p o Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. 4. Una vez oonpletada la irrjSión cutánea 
alrededor del escroto. se levanta éste juntocon 
ambos testículoo,meciante disección del tejido 
suOCuláneo,quedando al descubierto el cordál 
espermático. 
Fig. 7. Através de la misma ventana se pasan dos 
ligaduras más para el plexo pam1dorme. 
Fig. 5. Se incide la túnica vaginal sobre el testículo y Fig.a. Se secciona el plexo pampinilocme 
se prolonga longitudinalmente sobre el cordón diStalmente alas ligacllras.Conviene mantenei10 
pinzaoo ¡:roximalmente hasta asegurarsede que noespermático, de forma que QUedan expuestos et 
conducto deferente yel plexo pampiniforme. sangra. 
Fig. 6. Seabre una ventana entre el plexo 
pampiniforme yel conructo deferente, 
independizando así ambas estílJCtUras Se pasa a su 
través una ¡:cimera ligadura para el condocto Fig. 9. Se procede de igual manera con el conducto 
deferente. deferente. 
279 
or Técnicas generales Orquidectomía en el perro y en el gato 
Fig. 10. Antes de seccionar el repliegue de la túnica 
vaginal junto con el músculo cremáster, se cauteriza 
éste con una pinza bi1X>lar. 
280 281 
Rg. 13. Una vez realiZada la orquidectomía de ambos testículos, se termina dedisecar la bolsa escrotal, que forma junto con los testiculos una sota pieza. 
Fig. 11. Una vez seccionado el cremáster,se termina 
ele liberar el testiculo mediante cisección roma y una 
suave tracción. 
Rg. i4. Para finalizar la inteNeneión se realiZará 
una sutura en dos planos: tejido celular subcutáneo 
y piel. En este caso, el objeto ele la orquidectomía 
con abloción del escroto fue la realizoción de una 
Fig. 12. Se rep~e el procedimiento con el segundo uretrostomia escrotal. En la imagense a¡:recia la 
testiculo. sutura de la mucosa uretral ala piel. 
282 
Dificultad técnica 
La laparotomía infraumbilical es el acceso quirúrgico 
de elección al abdomen caudal. En el macho se 
realiza esta técnica muyfrecuentemente, con el 
objeto de extirpar testículos criptórquidos, realizar 
cistotomías o accedera la próstata. 
El lavada del campo quirúrgico antes de cualquier tipo de 
laparotomfa debe serescrupuloso. En este caso hay que 
prestar especial atención o la limpieza de pene y prepucio. De 
esta forma evitaremos muchas infecciones. 
Poro evitar la eventración tros uno laparotomía, es 
determinante que lo suturo de lo lfneo albo incluyo lo 
{ascio externo de los rectos del abdomen. Es ésta copa lo 
que da resistencia a la sutura. 
A diferencia de la hembra, en el macho no podemos incidir la piel 
directamente sobre la línea alba. Será preciso realizar una incisión 
cutánea parapeniana y, una vez lateralizado el pene, poder acceder 
a la línea alba. 
Se coloca al paciente en decúbito supino. Con una pinza se fija el 
prepucio a un lado de la línea media. La incisión de la piel comienza 
caudalmente al ombligo en la linea media y, al llegar al prepucio, se 
curva a un lado u otro para evitarlo y continua caudalmente en para­
lelo oon el pene, para terminar i1mediatamente por delante del pubis. 
Cuando no es preciso realiza una incisión tan amplia, será suficien­
te una incisión cutánea recta y paralela al pene en toda su longitud. 
En cualquier caso, la incisión se profundiza disecando el tejido si.b­
cutáneo hasta llegar a la línea alba. D.Jrante la disección de la zona 
paralela a la porción más craneal del prepucio, hallaremoo la rama 
prepucial de la arteria epigástrica caudal superficial. Dicha rama será 
pinzada y cauterizada, o bien ligada, antes de seccionarla. 
Una vez que se ha disecado bien la zona y se visualiza en toda su 
longitud la línea alba. se incide ésta con bisturí o tijera y se prolonga 
la incisión, protegiendo en todo manento los órganos internoo. 
Una vez llevado a cabo el procedimiento quirúrgico del que se trate, 
procederemos al cierre de la linea alba. que puede realizarse 
mediante puntos entrecortad05 simples o oon una sutura continua, 
reforzada con tres o cuatro puntoo cruzadoo o en ··x". Si está última 
se realiza adecuadamente, no aumenta el riesgo de dehiscencia y se 
consigue un cierre más rápido de la cavidad abdominal. Está 
demostrado que, para evitar adherencias por respuesta inflamatoria 
al material de sutura, es preferible no inclu'r al peritoneo parietal en la 
sutura de la línea alba. Actualmente salbemos que en pooo tiempo el 
peritoneo tapizará por migración celular la cara interna de la cicatriz. 
En el cierre de la cavidad abdominal es muy importante la elección 
del material de sutura. Actualmente estamos utilizando con muy 
buenos resultados, material sintético absorbible monofilamento o 
multifilamento (poligliconato y ácido poliglicólico). El calibre utilizado 
tanto en la sutura continua como en los puntos cruzados, va de 210 
a 1/0 según el tamaño del paciente. 
El tejido subcutáneo lo cerramos con otra sutura continua del mismo 
material, de 2/0 o 3/0. Para la piel utilizamos una sutura intradérmioa 
también con poliglioonato del 2/0 o 3IO o bien puntoo entrecortados 
simples o en "U" de material no aooorbible sintétioo y monofilarnento. 
Técnicas generales Laparotomía infraumbilical 
Fig. '· Se pre~ para laJXirotomia infraumbilical el 
campo quirúrgico. Para ello se sujeta el prepucio 
con una pinza atraumática late.~izándáoal laoo 
contrario en el que se va a incidir. 
Fig. 2. Se realiza una incisión paralela al pene, de la 
longitud precisa para el procedimiento que se va a 
realizar.La piel se incide con tistuó. 
Fig. 3. Se proful}jiza la incisión con tijera a través 
del tejido subcutáneo. 
or Técnicas generales Laparotomía infraumbilical 
Fig. 4. Al disecar el tejido so!Jcutáneo se encuentra 
la arteriaepigástrica caudal superticial, paralela al 
pene, que es preciso respetar. Diclla arteria da lugar 
ala rama prepucial. 
Fig. 7. Unavez ligados ambos extremos de la arteria 
prepucial, se prosigue la disección del tejido 
subcutáneo. 
Fig. 5. Se pinza acontinuación doblemente la rama Fig. a. La incisión se continúa hadala línea media 
prepucial. hasta visualizar la línea alba. 
Fig. 9. Mediante disecciónrema se expone la 
longitud ele línea alba a incicfr, retiranoo la grasa que 
Fig. 6. Después se seccionala arteria con tijera la cubre. El tejido adiposo suele ser abundante en 
entre ambas pinzas. esta zona caudaldel abdomen. 
285 
286 
or Técnicas generales Laparotomía infraumbilical 
Fig. to. con tijera ocon bistun, según se prefiera, se 
realiza un ojal en la misma línea alba. 
Fig. 13. Para la realización de la sutura continua es 
suficiente con abarcar en cada ~nto la fascia 
externa del músculo recto abd001inal.En cualquier 
caso no es necesario induir en la sutura el peritoneo 
parietal. Se ha deimstrado que de este modo se 
producen menos acllerencias. 
Fig. 11. La incisión se continúa coo tijera en toda su 
longi!OO, protegiemo en todo m001ento las visceras 
 Fig. t4. Se continúa de la forma descrita la sutura de 
ab:Jominales. la lineaalba. 
Fig. t2. Una vez realizado el llQCedimiento 
quirúrgico del que se trate. se procede acerrar el 
ab:Jomen. Para ello se utiliza una sutura cootinua 
con material absorbible multifilamento de 2/0, o 
o 110,según el tamaño del paciente. El punto inicial 
debe anclarse en tejido no incidido, inmediatamente 
por delante opor detrás del c001ienzo de la incisión. Fig. t5. Una vez sobrepasada la comisura opuesta 
Será anudado cuidadosamente dado que de él de la herida,se anda el punto final, tan importante 
depende en gran parte la integridad de la sutura como el inicial para la integñdad de la sutura. 
288 
or 
Fig. 16. la sutura oontinua se retuerza mediante puntos cruzados entrecortooos. Fig.17. En cada punto procuraremos incluir únicamente la tascia externa del 
Unos 4o5 serán habitualmente suficientes para una incisión de este tipo. músculo recto, a cada loclo de la incisión. Al dar la puntada es importante alejar la 
aguja ele la sutura continua previamente realizada, para evitar cor1311a. 
Índice de presentación 
Dificultad técnica 
Técnicas generales Cistotomía 
La cistotomía es la incisión quirúrgica de la vejiga 
con el fin de extraer cálculos (Fig. 1), resecar 
tumores, tomar biopsias o reparar lesiones. 
La obstrucción urinaria puede producir hiperpatasemia y 
trastornos cardiacas secundarios. Corríja/a antes de 
anestesiaralpaciente. 
Sospeche infección de las vfas urinarias inferiores en todos 
los animales que presenten litiasis vesical. Emplee 
antibióticos de eliminación renal y evite los nefrotóxicos 
como aminog/ucósidos y tetraciclinas. 
Fig. 18. Acontinuación se cierraet plano subcutáneo 
mediante una sutura continua con material 
absorlli~e monofilamento de 2/0 o310. 
Fig. 19. Para terminar se cierra la piel mediante 
puntos entrecortados en "U", utilizando para ello 
material monofilamento no absorbible de 210 o310. 
Fig. 1. Paciente que sulria una obstrucción urinaóa 
po< cálculos alojaclos en la uretra. 
En la primera tase del tratamiento se ha realizado la 
urohictopropulsión de los cálculos al interior de la 
vejiga. Enla siguiente tase se llevará acabo una 
cistotomía para extrae~osde la vejiga. 
• 	Para acceder a la vejiga se debe realizar 
una laparotomía media entre el ombligo y 
et pubis. 
Verlaparotomío • 
lnfmumbilico/. pdg. 282 
• 	Sonde la vejiga y realice un lavado de la 
misma con suero fisiológico estéril con et 
fin de eliminar la orina y fa mayor cantidad 
de gérmenes posible (Fig. 2). 
Fig. 2 . 8 lavado ele la vejiga,realizado valias veces 
con suero estéril, rewce la p-obabilidad de 
peritonitis en caso de saliela del contenido vesical al 
peritoneo. 
or 
• Aislar la vejiga del resto de la cavidad abdominal (Fig. 3). 
• 	Colocar dos puntos de fijación para inmOVilizar y manipular la veji­
ga (Fig. 4). 
• 	La incisión de la vejiga se debe hacer por la cara ventral de la 
misma, lejos de los uréteres y de la uretra (Fig. 5). 
• 	Extraiga los cálculos vesicales, y tome una biopsia de la mucosa 
para remitirla para un clAtivo y antibiograma (Fig. 6). 
Identifique, localice y no lesione los uréteres ni la uretro. 
Fig. 3. Se colocan clferentes paños quirúrgicos estériles ix>r debajo yalrededor ele 
la vejiga para evitar el paso de orina a la cavidad peritoneal. 
Fig. 4. La colocación de dos o tres puntos en el ápiee ycerca del cuello vesical 
facilitan la manipulaciónde la vejiga. 
Fig. s. La incisión vesical se realiza con bisturíen una zona cerca del ápice ylejos 
ele los vasos sangulneos mayores. A continuación se amplia distalmente con 
tijeras. 
Fig. 6. Extracción de los diferentes cálculos vesicales. 
Técnicas generales Cistotomía 
• 	Sondar la uretra y realizar un lavado retró­
grado de la vejiga para eliminar cálculos 
de pequeño tamaño y arenilla que haya 
podido q.¡edar en el fondo vesical (Fig. 7). 
Rg. 7. Antes de suturar la vejigase debe realizar un 
lavado con suero fisiológico atemperado de la 
misma para arrastrar pequeños cálculos yarenilla 
difíciles de eliminar manualmente. Sería un gran 
error dejar urolitos en el interior de la vejiga. 
• 	Cierre de la vejiga en dos planos con 
material sintético absorbible monofila­
mento (Fig. 8). 
• 	Al finalizar la sutura se recomienda com­
probar la estanqueidad del cierre realiza· 
do (Fig.9). 
• 	Para evitar adherencias no deseadas de 
la vejiga a otras estructuras abdominales 
le recomendamos que la rodee con epi· 
pión antes de cerrar la l~otomia. 
Flg. a. La vejiga se cierracon dos suturas continuas, 
siendo la segunda irriaginante. 
El tipo de punto empleroo se deja ala elección del 
cirujano (Cushing, Lembert ...). 
En los suturos de vías urinarias 
se debe empleor material 
mono{ilamento absorbible para 
evitar la formación de cálculos 
alrededor del hilo empleado. 
Rg. 9. Para confirmar la ausencia de fuga de orina 
rXJr la sutura se inyecta suero fisiológico en la luz 
vesical ,yse comprueba que no existe salida del 
mismo a través de los pt11tos realizados. 
pa pos nor 	 Técnicas generales Cistotomía 
Una alternativa al aislamiento de la vejiga 
con paños de campo puede se< la realiza­
ción de una sutura de la vejiga a la pared 
abdominal (Rgs. 10y 11). 
Fig. 10. Se realiza una microlaparotomía 
su¡:rapúbica.se localiza yexterioriza la vejiga. Fig. 13. Extracción oo los cálculos. Fig. 14. 8iminación de urolitos pequeños yarenilla mroiante sondaje uretral y 
Con unasutura continua de mateílal monofilamento lavado retrógrado vesical. 
310 se fija el contorno de la vejiga a la apooeUfosis 
anterior de la pared abdominal. 
Fig. 11. Al finalizar la sutura y tensar el hilo, la pared Fig. 16. Gracias al empleo de mateñal monofilamento esta sutura se retira con 
vesical queda íntimamente unida al abdomen. facilidad ySin lesionar la pared vesical. 
impidiendo casi pcr completo la contaminación 
peritoneal pcr orina. 
Las siguientes fases de la intervención son • En este caso. y antes de cerrCI' la lapCl'o­
las descñtas anteriormente (Figs. 12-15). tomía, es necesario retirar la sutura conti­
rua realizada entre la vejiga y el abdomen 
(Fig. 16); como en la opción anterior 
rodee la vejiga con epiplón. 
• 	En ambas técnicas recomendamos dejar 
sondado al paciente durante 24-36 
horas (Fig. 17). 
Rg. 17. Durante las primeras horas del 
~tqieratolio se deja sondada la vejiga yse vacía 
cada poco tiempo (3·4 horas).De esta forma 
consegLiremos evitar sotvetensiones en la sutura 
Fig. 12. Incisión de la vejiga con bisturf, comenzando vesical por cúmulo de orina opo< esfuerzos para 
en el ápice vesical. elimina~a. 
Rg. 15. Cierreoo la vejigacon sutura continuaem¡Xeando material sintético. 
monofilamento absorbible de 310 
293 
Esta obra publicada por Servet se acabó de imprimir 
en IMPULSO Global Solutions en septiembre de 2013.