La afirmación de que una parte del trabajo familiar doméstico no puede ser mercantilizado se basa en varias razones. Una de las desventajas es que en el desarrollo de esta actividad es necesaria la implicación personal por la componente subjetiva. Esto significa que el trabajo doméstico implica emociones, relaciones personales y cuidado, lo cual no puede ser fácilmente cuantificado o comercializado. Otra desventaja es que no todas las relaciones humanas están exclusivamente gobernadas por el tiempo-dinero. El trabajo doméstico implica cuidar y atender a los miembros de la familia, lo cual no puede ser reducido a una transacción monetaria. La naturaleza de estas relaciones es más compleja y no puede ser completamente valorada o reemplazada por el dinero. Además, el trabajo familiar doméstico no tiene ningún tipo de reconocimiento social. A menudo, este tipo de trabajo es invisible y no se le da el valor y reconocimiento que merece. Esto puede llevar a una falta de aprecio y respeto hacia quienes realizan este tipo de trabajo, lo cual puede tener un impacto negativo en su bienestar y autoestima. En resumen, las desventajas de no poder mercantilizar una parte del trabajo familiar doméstico incluyen la dificultad para cuantificar su valor, la complejidad de las relaciones involucradas y la falta de reconocimiento social.
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Ciências Sociais / Ciências Econômicas
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