Según Foucault, la noción de represión es insuficiente para caracterizar al poder por las siguientes razones:
Foucault sostiene que el poder no es algo que se ejerce de arriba hacia abajo, sino que es algo que circula por toda la sociedad. El poder está presente en las relaciones cotidianas, como las relaciones entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, y entre empleadores y empleados.
Foucault también sostiene que el poder no es algo que se basa en la represión, sino que es algo que produce subjetividades. El poder nos moldea como seres humanos, nos dice quiénes somos y lo que podemos hacer.
A continuación, se presentan algunos ejemplos concretos de cómo la noción de represión es insuficiente para caracterizar al poder según Foucault:
Foucault sostiene que es importante comprender la complejidad del poder para poder resistirlo. Si solo pensamos en el poder como represión, es más probable que nos resignemos a él.
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