Logo Studenta

Justicia del Distrito Federal, por el jefe del gobierno del Distrito Federal, que requiere la aprobación de la asamblea legislativa (art. 122 const...

Justicia del Distrito Federal, por el jefe del gobierno del Distrito Federal, que requiere la aprobación de la asamblea legislativa (art. 122 constitucional). Entre los nombramientos expedidos por un órgano colegiado está el del presidente de la república interino, que realiza la comisión permanente del congreso de la unión en los casos de falta absoluta de presidente electo, durante los dos primeros años del periodo respectivo. Aun cuando el sistema concursal para aspirar a un empleo público no está desarrollado en nuestro medio, sí hay bases legales para su aplicación. En ese sentido se perfila la fracc. VII del apartado B del art. 123 constitucional: “La designación del personal se hará mediante sistemas que permitan apreciar los conocimientos y aptitudes de los aspirantes...” En atención a la permanencia en el empleo, la ley burocrática los clasifica en trabajadores de base y los de confianza. Los primeros cuentan con inamovilidad, interpretada en el sentido de reconocer al empleo un tratamiento que lo equipara con un derecho patrimonial constituido en favor del empleado de base, a diferencia del trabajador de confianza, excluido de este derecho y del régimen considerado en la ley de la materia. La práctica administrativa en este caso va dirigida a la procuración de servicios necesarios para el estado, de carácter eventual o especializado, y para los que éste no requiere sostener una relación de trabajo con los prestadores. Por ello decide captar profesionales libres, con quienes la establece de índole netamente civil. En una práctica que desvirtúa tal sistema y va contra la conveniencia administrativa, éste se ha utilizado para beneficiar a personas que por distintos motivos no pueden o no quieren someterse al régimen legal de los servidores públicos, pese a que las tareas asignadas puede desempeñarlas el propio personal gubernamental. A fin de evitar en nuestro medio esa irregularidad, el decreto que aprueba el presupuesto de egresos de la federación restringe cada vez más ese tipo de contrataciones, y las limita a los casos estrictamente necesarios para el buen desempeño de la administración pública. El nombramiento es el medio más usual del estado para allegarse de servicios personales a fin de realizar sus funciones; en torno a él se ha ventilado una larga disputa entre quienes lo consideran acto administrativo y los que lo catalogan como contrato. Bástenos señalar por el momento que es el punto de partida de la relación entre el estado y sus trabajadores, es decir, que da origen al derecho burocrático propiamente dicho. Hay al menos otra clase de servicio personal prestada al estado: la que se otorga por virtud de un contrato colectivo de trabajo en instituciones paraestatales como Petróleos Mexicanos, el Instituto Mexicano del Seguro Social o la Comisión Federal de Electricidad, cuyas relaciones laborales están regidas en el apartado A del art. 123 constitucional y en la Ley Federal del Trabajo (infra). Hemos señalado que la forma normal para iniciar la relación entre el estado y sus servidores públicos la constituye el nombramiento, el acto jurídico formal en cuya virtud la administración pública designa a una persona como funcionario o empleado y la somete al régimen aplicable conforme a la ley a la función pública. En la actualidad, en la mayoría de los países los sistemas de selección de los servidores públicos se diseñan de acuerdo con la trascendencia que la sociedad reconozca a la labor por encomendar, con lo cual se establecen las distintas clases de nombramiento. Así, determinados funcionarios son seleccionados mediante el sufragio; es decir, por el voto de los ciudadanos o de sus representantes (en el caso de las elecciones indirectas). La primera supone la manera usual de nombrar a los servidores públicos más importantes. Otra forma de nombramiento tiene lugar por decisión de un funcionario de rango superior, la más común en nuestro medio y la que tradicionalmente reditúa, a los investidos con tal facultad, preeminencia social. El hecho resulta explicable en un país donde el estado es el empleador número uno. En México se da otra clase de nombramiento, donde concurren las voluntades de distintas autoridades gubernamentales, como en el caso de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que requiere la propuesta de una terna por el presidente de la república, seguida de la selección hecha por el senado. También se da el nombramiento por decisión de un cuerpo colegiado; por ejemplo, la designación de los magistrados de circuito y jueces de distrito en el poder judicial, el cual compete al consejo de la judicatura federal. Generalmente está la clase de nombramiento en concurso, otorgada por oposición o por méritos, en virtud de ella, el candidato a servidor público debe competir con otros aspirantes a ocupar el cargo vacante, ya sea mediante examen de diverso tipo o bien por la valoración de la experiencia, especialización o éxitos alcanzados en la materia propia del encargo por desempeñar (mérito). El sistema pertenece más al plano teórico que al real. La legislación prevé otra clasificación que atiende a la temporalidad. En este caso se habla de definitivo, interino, provisional, por tiempo fijo o por obra determinada, de los cuales el primero se perfila como la forma única de nombramiento para empleados de base, pues las otras modalidades tienden a desaparecer por razones de índole administrativa. La nota confirmatoria que ubica al nombramiento como el acto jurídico por cuyo medio predominantemente se inicia una relación de función pública entre el estado y los trabajadores a su servicio la proporcionan los arts. 3º y 12 de la ley burocrática: Trabajador es toda persona que preste un servicio físico, intelectual o de ambos géneros, en virtud de nombramiento expedido o por figurar en las listas de raya de los trabajadores temporales. Los trabajadores prestarán sus servicios en virtud de nombramiento expedido por el funcionario facultado para extenderlo o por estar incluidos en las listas de raya de trabajadores temporales, para obra determinada o por tiempo fijo. Aclararemos: estos trabajadores temporales constituyen minoría en el ámbito laboral de la administración pública y, dados los problemas que en el pasado reciente ha provocado la práctica de contratación en esos términos, se ha ido restringiendo hasta casi desaparecer. A la fecha no es difícil encontrarnos con trabajadores contratados por lista de raya (es decir, temporalmente) que han acumulado años de servicio suficientes para jubilarse. Esta modalidad para designar a los servidores públicos se encuentra poco desarrollada en la legislación y los exámenes para acudir a un empleo público se han transformado en mero trámite, al cual no está necesariamente supeditado el nombramiento. Eso desvirtúa la existencia de dicha figura. Conforme a las labores sustantivas encomendadas a cada dependencia o entidad de la administración pública federal, así como a las labores de apoyo que le son comunes, se formulan los catálogos de puestos y los perfiles laborales que deben observar quienes los ocupen. Así, la selección del aspirante a ocupar un empleo público deberá realizarse de acuerdo con el citado perfil, el cual define las características técnicas y físicas requeridas para el buen desempeño del empleo vacante. La detección del individuo idóneo para desempeñar un cargo en la función pública se realiza, dijimos, mediante la aplicación de exámenes (concurso) o por la valoración de méritos (experiencia, puntualidad, eficiencia) en la materia. El concurso en México ha sido legislativamente poco desarrollado; sus disposiciones suelen ser materia de contratos colectivos o de condiciones generales de trabajo. Sin embargo, a partir de 1976 ha sido foco de atención de la administración pública federal; ello se ha expresado en esfuerzos por establecer un sistema de administración y desarrollo de personal que garantice el honesto y eficiente desempeño de las obligaciones derivadas de la función pública, a la par de que haga efectivos los derechos que tienen sus servidores frente al estado. Se han dirigido recursos gubernamentales a efecto de establecer en las dependencias y las entidades paraestatales oficinas dedicadas a evaluar el desempeño del servidor público, así como a aplicar exámenes idóneos al aspirante. En éstos, en el caso de los empleados de base, se da intervención al sindicato respect

Esta pregunta también está en el material:

Derecho administrativo 2o CURSO
521 pag.

Direito Constitucional; Direito Empresarial OutrosOutros

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Tienes que crear una nueva pregunta.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales

Otros materiales