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INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN JURÍDICAS ISABEL VILLASEÑOR RODRÍGUEZ JUAN ANTONIO GÓMEZ GARCÍA 2.ª edición ISABEL VILLASEÑOR RODRÍGUEZ JUAN ANTONIO GÓMEZ GARCÍA INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN JURÍDICAS (2ª EDICIÓN) ISABEL VILLASEÑOR RODRÍGUEZ JUAN ANTONIO GÓMEZ GARCÍA INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN JURÍDICAS (2ª EDICIÓN) D Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reprodu- cirse o tramitarse por ningún procedimiento electrónico o mecánico. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográfi cos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47). © Copyright by Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García Madrid Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez Valdés, 61 - 28015 Madrid Teléfono (+34) 91 544 28 46 - (+34) 91 544 28 69 e-mail: info@dykinson.com http://www.dykinson.es http://www.dykinson.com Consejo editorial véase www.dykinson.com/quienessomos ISBN: 978-84-9031-762-4 Depósito Legal: M-35167-2013 Maquetación: B V , S.L. - german.balaguer@gmail.com Impresión: SAFEKAT, S. L. - www.safekat.com Imagen de portada: Biblioteca del Senado (Madrid) www.dykinson.com/quienessomos http://www.dykinson.com http://www.dykinson.es mailto:info@dykinson.com mailto:german.balaguer@gmail.com ÍNDICE PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN ...........................................11 INTRODUCCIÓN ................................................................................13 PRIMERA PARTE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 1: LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. LA INVES- TIGACIÓN EN CIENCIAS JURÍDICAS 1.1. Investigación e investigación científi ca ..................................19 1.2. Conocimiento y ciencia ..........................................................20 1.3. Método, método científi co y metodología científi ca ..............23 1.4. Objeto y condiciones objetivas de la investigación cientí- fi ca ...........................................................................................26 1.5. Sujeto de la investigación científi ca: el investigador cien- tífi co ........................................................................................28 1.6. Clases de investigaciones científi cas 1.6.1. Investigación pura y aplicada .......................................29 1.6.2. Investigación exploratoria y descriptiva 1.6.3.Investigación experimental 1.6.4. Investigación analítica y sintética ..................................30 Índice8 1.6.5. Investigación documental y de campo ..........................30 1.6.6. Investigación primaria y secundaria 1.7. La investigación en Ciencias jurídicas ....................................31 CAPÍTULO 2: METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN CIEN- TÍFICA EN DERECHO 2.1. El plan de trabajo investigador ...............................................35 2.1.1. Determinación del objeto de la investigación ...............36 2.1.2. Propuesta general del plan de trabajo y sus fases ..........37 2.1.3. Calendario 2.2. Fases del trabajo de investigación 2.2.1. Primera fase: elección del tema y diseño del índice provisional .....................................................................39 2.2.2. Segunda fase: documentación y búsqueda del material. Las fuentes de información en Derecho ........................42 2.2.3. Tercera fase: la interpretación y crítica del material. Las fi chas de investigación 2.2.4. Cuarta fase: redacción del trabajo .................................45 2.2.5. Quinta fase: presentación fi nal ......................................46 2.3. Tipos de trabajos de investigación en Derecho. La tesis doctoral ...................................................................................47 CAPÍTULO 3: EL DERECHO EN LA LLAMADA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 3.1. Concepto de sociedad de la información ................................53 3.2. Sociedad de la información y sociedad del conocimiento ......55 3.3. El papel del Derecho en el contexto de la sociedad de la información .............................................................................56 3.4. La incidencia del Derecho en la sociedad de la informa- ción: el Derecho de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) ............................................................58 3.5. La informática jurídica 3.6. Principales instrumentos y acciones jurídicas internaciona- les al socaire de la sociedad de la información ......................60 Índice 9 SEGUNDA PARTE LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 4: LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA .......................65 4.1. La Documentación y las fuentes de información ....................65 4.2. Concepto y caracterización de la Documentación Jurídica ....70 4.3. Una tipología de Documentación jurídica ..............................72 CAPÍTULO 5: METODOLOGÍA DEL REPERTORIO BIBLIO- GRÁFICO ..............................................................................................75 5.1. Etapas del método bibliográfi co .............................................75 5.2. Algunos modelos de descripción bibliográfi ca .......................78 CAPÍTULO 6: FUENTES DE INFORMACIÓN JURÍDICA DOCUMENTALES...............................................................................81 6.1. Guías de fuentes de información o fuentes documentales terciarias ..................................................................................82 6.2. Fuentes documentales primarias .............................................88 6.3. Fuentes documentales secundarias .........................................90 6.3.1. Diccionarios y enciclopedias ........................................94 6.3.2. Fuentes de información biográfi ca 6.3.3. Directorios ....................................................................96 6.3.4. Fuentes de información bibliográfi ca ............................99 CAPÍTULO 7: FUENTES DE INFORMACIÓN JURÍDICA PERSONALES E INSTITUCIONALES 7.1. Fuentes personales ................................................................107 7.2. Fuentes institucionales ..........................................................109 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................119 ANEXO LEGAL .................................................................................123 PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN Cuatro años después de la publicación del presente libro, allá por finales de 2009, se impone una segunda edición por diversas razones. En primer lugar, la necesidad de actualizar las fuentes de información reseñadas en la primera edición y de recoger otras nuevas que han venido apareciendo desde entonces; esta circunstancia no puede ser obviada en una obra con vocación práctica como es ésta. En segundo lugar, la legislación que regula los estudios de doctorado también ha cambiado desde entonces. En tercer lugar, se han incorporado a la bibliografía los más importantes trabajos que han ido apareciendo sobre la temá- tica tratada. Y finalmente, en cuarto lugar, se ha creído oportuno revisar el texto que, si bien se ha mantenido sustancialmente invariado, ha sido modificado en algunos pasajes que, creemos, han mejorado su redacción. Confiamos en que el texto, ya actualizado y revisado, mantenga el mismo interés que ha venido suscitando desde el momento en que apareció, y que siga resultando útil, tanto para los estudiosos como para los estudiantes en el ámbito de las disciplinas jurídicas, con la esperanza de que, dentro de sus modestas posibilidades, pueda contribuir a mejorar metodológicamente sus trabajos de investigación. LOS AUTORES Madrid, noviembre de 2013 INTRODUCCIÓN El libro que el lector tiene en sus manos es un manual que aborda todos los problemasfundamentales que atañen a la investigación y su metodología en el ámbito del Derecho, y al acceso a la información y documentación jurídicas, tanto desde un punto de vista teórico como práctico. Todo ello se enfoca desde una perspectiva metódica integral, en el sentido de considerar ambos aspectos (metodología de la investigación y documentación) como realidades estrecha- mente relacionadas. Creemos muy importante hoy una obra de esta naturaleza, teniendo en cuenta las exigencias y las dinámicas educativas y pedagógicas actuales, en el contexto de la profunda reforma llevada a cabo hace algunos años de los planes de estudio universitarios, de acuerdo con los principios y los procedimientos impuestos por el Espacio Europeo de Educación Superior, en los cuales se requiere obligatoriamente la realización de un trabajo de investigación para obtener el título universitario de Grado (no digamos ya los Posgrados y el Doc- torado, donde el estudiante ejerce plenamente una actividad investigadora). A pesar de esto, y de una cierta proliferación, cada vez mayor, de obras de este tipo, consideramos que todavía este es un campo específico en el que existe una bibliografía muy escasa y poco actualizada. En su primera parte, se pretende ofrecer una orientación didáctica básica en lo relativo a los criterios científicos-técnicos para la elaboración y desarrollo de procesos y trabajos de investigación en el ámbito del Derecho, con el fin, naturalmente, de que satisfagan las exigencias y condiciones conceptuales y metodológicas que les otorguen la validez científica y social de los trabajos Introducción14 de investigación jurídica. Partiendo de un planteamiento general en torno a la naturaleza conceptual y epistemológica de la investigación científica, su método y sus clases, incidiendo especialmente en la investigación en el ámbito jurídico, se pasa a abordar después cuestiones puramente metodológicas para el desarrollo concreto de una investigación en general y en el campo jurídico en particular (planteamiento riguroso de un trabajo de investigación, sus fases de desarrollo, sus condicionantes en cada fase, etc…), con el propósito de que el lector adquiera un conocimiento fundamental sobre las técnicas específicas para llevarla a cabo con ciertas garantías iniciales de éxito. Se ha incidido además en el quizá sea el trabajo académico de investigación por excelencia, la tesis doctoral, de forma que el lector interesado en su realización tenga elementos de juicio para ello. Por último, esta primera parte del libro se cierra con una reflexión relativa al contexto en que han de realizarse tales investigaciones: el marco actual de la llamada sociedad de la información. De esta manera, se persigue que el inves- tigador tome una conciencia mucho más ajustada y realista de su quehacer, ya que este nuevo contexto ha significado un cambio de una enorme magnitud en lo que afecta a una actividad como la investigadora. Asimismo, en tanto que se trata aquí específicamente de la investigación en el ámbito del Derecho, se plantea una sucinta toma en consideración de la naturaleza y del papel de lo jurídico en el nuevo entorno. Así pues, este libro desarrolla detalladamente en su primera parte los contenidos mínimos necesarios en un proyecto de investigación en Derecho, describiendo con brevedad, precisión y claridad aquello que debe tenerse en cuenta e incluirse en cada apartado de cada uno de esos proyectos, sin olvidar la permanente referencia al actual contexto socio-cultural en que tal investigación se lleva a cabo. En su segunda parte se trata sobre todas aquellas cuestiones y problemas que tienen que ver directamente con la Documentación jurídica. El investigador no puede iniciar su trabajo sin el conocimiento previo de las fuentes que le van a proporcionar la información necesaria para conseguir su propósito; su trabajo de investigación le llevará a la búsqueda y localización de la información que le interesa y necesita. En todo proceso de investigación, cualquiera que sea su nivel (trabajo de curso, tesis doctoral, redacción de libros, etc.), se hace imprescindible el uso de determinados instrumentos de trabajo para alcanzar la información necesaria al investigador. Los distintos métodos ofrecidos por estudiosos del tema para guiar al investigador hacia su objetivo, incluyen (como se indica en la primera parte de este libro) una fase inicial que, denominada de Investigación y documentación jurídicas 15 una forma u otra, se refiere a la necesidad que tiene el investigador de conocer en qué estado se encuentra el tema que va a ser objeto de estudio. Para ello inicia la fase de investigación bibliográfica y documental, también llamada fase de documentación, con el fin de obtener la información que precisa, buscando el material y compilándolo. El investigador inicia su trabajo manejando aquellas fuentes que sabe que le servirán para conocer el estado de la cuestión. Pero además de serles útiles en esta fase inicial, las fuentes le servirán, a lo largo de la investigación, para controlar y aprovechar las aportaciones que vayan produciéndose, y para completar y profundizar más en sus progresos. Y, en algunas ocasiones, las fuentes pueden ser ellas mismas el objeto de estudio del investigador. Se estudian también los diversos tipos de fuentes de información que puede utilizar el investigador (personales, institucionales, documentales) y las formas en que puede acceder a tales fuentes poniendo el acento, sobre todo, en los procesos de búsqueda documental, ya que resulta de gran importancia que el investigador tome conciencia, desde el principio, del problema de la accesibilidad a las fuentes, determinando si son fácilmente accesibles, dónde son accesibles y si está capacitado para manejarlas. Y todo ello se considera desde la perspectiva de la Documentación, al ser la disciplina que nos va a pro- porcionar los conocimientos necesarios para poder, no sólo identificar aquellos recursos informativos de interés para el trabajo propuesto, sino también para saber valorarlos cuando haya que seleccionar los que más nos convengan y saber describirlos a la hora de elaborar la bibliografía final. De esta manera, en la segunda parte del presente libro se afronta, pues, cuatro asuntos esenciales relacionados con lo dicho hasta el momento: qué se entiende por Documentación y cuál es su objeto de estudio, qué caracteriza a la Documentación jurídica y qué tipos existen, cuáles son las fuentes de informa- ción de mayor interés para los que deseen iniciarse en la investigación jurídica y cómo se hace una bibliografía. En consecuencia, el libro constituye una contribución didáctica al desarrollo de los procesos generales propios de la investigación científico-jurídica. Aspira a llegar a ser una referencia básica para toda persona que desee introducirse y profundizar en el vasto ámbito de la investigación científica en relación con lo jurídico, y que pretenda conocer las más significativas fuentes de información al respecto, así como adiestrarse en su manejo. El público destinatario de esta obra sería, así, toda persona interesada en estos temas, y específicamente, estudiantes de Ciencias de la Documentación, de Derecho y, en general, profesionales tanto de un campo como del otro. Su aspiración principal es que los lectores estén en Introducción16 condiciones óptimas para preparar trabajos de investigación en estas ramas por sí mismos y para valorar suficientemente los ajenos. En este sentido, sería un libro de uso especialmente recomendado en el contexto de los estudios de Grado y Posgrado (Master y Doctorado) en Biblioteconomía y Documentación y en Derecho, y en cualesquiera otros estudios relacionados con estas materias. LOS AUTORES PRIMERA PARTE LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 1: LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS JURÍDICAS 1.1. INVESTIGACIÓN E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA De manera general, elconocimiento está íntimamente ligado al descubri- miento, al hallazgo de algo. A tal descubrimiento que genera conocimiento se llega mediante la ejecución de una determinada actividad: la investigación. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define el término investigar como “hacer diligencias para descubrir una cosa”. Más concretamente, inves- tigar tiene que ver, en el plano teórico, con el anhelo de conocer (desiderium sciendi, en terminología escolástica) y, en el práctico, con la resolución de un problema particular cuyo éxito va a procurar un mayor bienestar para quien lo resuelve y/o para la sociedad en general. En consecuencia, investigar comporta una profundización, un desarrollo y, en el fondo, una búsqueda de algo nuevo, que va a implicar como resultado un nuevo conocimiento o un replanteamiento del ya existente. Sin embargo, no toda actividad investigadora es igual; existen diversos tipos de investigación en función del sujeto, el objeto, los medios, los procedimien- tos aplicados y los objetivos perseguidos, y que, por lo tanto, van a dar lugar a distintos resultados. Aquí nos interesa un tipo de investigación en particular, el más complejo y sofisticado: la investigación científica. La investigación científica es la investigación por excelencia y consiste en un proceso intelectual, reflexivo, sistemático, controlado y crítico que, mediante la aplicación de métodos científicos, pretende obtener, bien un conocimiento nuevo, verdadero, relevante y neutral, bien la ampliación, verificación, correc- Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 20 ción y aplicación de un conocimiento ya existente. La actividad investigadora tiene una dimensión individual, subjetiva, con relevancia para un sujeto inves- tigador en particular y, asimismo, una dimensión social, objetiva, en tanto que sus resultados se presentan, contrastan y validan en el seno de la comunidad científica como útil y productiva en relación con el estado del conocimiento, ya que la investigación científica está relacionada con la existencia de un corpus de conocimiento consolidado que determina los problemas, la naturaleza y los objetivos actuales de la actividad investigadora en ese ámbito. Toda aproximación a la temática de la investigación científica exige plan- tearse, como cuestión previa, qué se entiende por Ciencia. Ciertamente, si no se dejan claros la naturaleza conceptual y el alcance del ámbito en el que se aspira a desarrollar una actividad investigadora en verdad científica, difícilmente se puede entender con justeza el status epistemológico de esta actividad. 1.2. CONOCIMIENTO Y CIENCIA La investigación científica, hemos dicho, aspira a obtener conocimiento científico. Qué se entienda por conocimiento científico está predeterminado por lo que se entienda por conocimiento en general, y por ciencia en particular. Una primera aproximación al concepto de conocimiento nos la ofrece, de nuevo, la definición convencional del Diccionario de la Real Academia Es- pañola de la Lengua: “acción y efecto de conocer”, entendiendo por conocer, “averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cuali- dades y relaciones de las cosas”. En consecuencia, el conocimiento en general está relacionado con la puesta en práctica de las facultades intelectuales de los sujetos sobre el mundo. El problema del conocimiento es uno de los más importantes en la reflexión filosófica occidental desde sus inicios en la Grecia clásica, hasta el punto de que, actualmente, sigue siendo un problema fundamental, no resuelto de manera pacífica, constituyendo el eje en torno al cual se articula toda una disciplina filosófica autónoma (para algunos filósofos, la única verdaderamente legítima): la Teoría del conocimiento o Epistemología. Hoy día, toda la complejidad del problema se puede reducir a las siguientes tematizaciones: a) El problema de la posibilidad del conocimiento. La cuestión central es si es posible conocer o no. Su respuesta oscila entre posiciones contrapuestas: aquellas que afi rman la plena posibilidad de conocer (optimismo gnoseológico) y las que la niegan (pesimismo gnoseoló- Investigación y documentación jurídicas 21 gico). Esta tensión se resuelve actualmente en una postura ecléctica: ciertamente sí es posible conocer, aunque se trata de una actividad no exenta de condicionantes y difi cultades, especialmente en relación con la cuestión de a partir de qué o cuándo se puede hablar de auténtico conocimiento. b) El tema del sujeto del conocimiento. Se analiza aquí la naturaleza del sujeto-agente de conocimiento, sus características, las condiciones de su actividad cognoscente, etc… c) El tema del objeto del conocimiento. Se hace referencia a las cosas, al mundo, al objeto de conocimiento, a la realidad (sensible, inteligible) que es posible ser conocida: a su naturaleza, sus especifi cidades, su relación con el sujeto cognoscente, etc… d) La cuestión de las formas del conocimiento. Se atiende a los modos en que pueden conocerse las cosas en función de múltiples factores: de los medios para el conocimiento, de la mayor o menor implicación o distancia existente entre el sujeto y el objeto de conocimiento (cono- cimiento inmediato, mediato), etc… e) El tema de las causas y fi nes del conocimiento. Se indaga aquí en los motivos y objetivos del conocimiento: sobre el llamado desiderium sciendi (anhelo de conocer) como motivo fundamental del conocimien- to, sobre si se pretende obtener un determinado progreso (individual y/o social) o la consecución de determinados valores (bienestar individual y/o social, desarrollo de capacidad humana, ...), etc… f) Finalmente, el problema de la descripción o fenomenología del cono- cimiento. Lo que interesa aquí es la mera descripción del acto de apre- hender el objeto de conocimiento por parte del sujeto cognoscente. En esta acción de aprehender se plantean diversas cuestiones: el signifi cado de esta acción, la naturaleza del objeto en tanto que es aprehendido y la proporción de elementos sensibles, intelectuales, emotivos, etc... que intervienen en este acto. En función de estas aproximaciones al problema del conocimiento y de los resultados por mor de ellas obtenidos, cabe afirmar la existencia de dos grandes tipos de conocimiento: el conocimiento llamado vulgar (doxa) y el co- nocimiento científico (episteme). El primero hace referencia a un conocimiento de carácter subjetivo, coyuntural, falible, opinable y asistemático; mientras que el segundo es un conocimiento objetivo, permanente, infalible, riguroso y sistemático. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 22 La investigación está vinculada al conocimiento en general, mientras que la investigación científica se encuentra ligada al conocimiento científico. Para definir lo que quepa entenderse por éste, debemos plantearnos, como cuestión previa, como hemos dicho, qué deba entenderse por ciencia. Nuevamente el Diccionario de la RAE nos ilustra al respecto: ciencia es “conocimiento cierto de las cosas por sus principios y causas. Cuerpo de doctrina metódicamente formado y ordenado, que constituye una rama particular del humano saber”. En esta definición se especifica la naturaleza del conocimiento científico frente al conocimiento en general. Ahora bien, el concepto de ciencia es un concepto equívoco, puesto que ha sido formulado de muy diversas formas y desde perspectivas ideológicas muy distintas. Un intento esclarecedor de dar cuenta de todos los significados posibles del término es el ofrecido por el filósofo Gustavo Bueno en su tipología de sentidos a que cabe referirse bajo ese rótulo: 1. Ciencia como saber hacer, esto es, como arte o técnica especial. Ejem- plos de esta acepción es la ciencia puesta en práctica por el abogado, el médico, el artesano o el arquitecto. 2. Ciencia como sistema de proposiciones derivadas de principios. Así se entendía en la Antigüedad y en la Edad Media(el propio de la episte- me y la scientia) y es el que ejercía el fi lósofo escolástico o el teólogo cristiano. 3. Ciencia en el sentido moderno, o ciencia en sentido propio. El para- digma es la ciencia experimental (las llamadas Ciencias naturales: la Biología, la Física, la Química, etc…), ejemplifi cado por los científi cos que trabajan en laboratorios. 4. Ciencia en el sentido contemporáneo (impropio) de ‘ciencias’ humanas, ‘ciencias’ sociales, ‘ciencias’ culturales, etc… Incluiría disciplinas tales como las llamadas Ciencias de la Educación, las Ciencias Económicas, las Ciencias de la Información, etc…, y ejemplos de científi cos en es- tos campos serían los pedagogos, los economistas, los sociólogos, los profesionales de la información, etc… Así pues, existen diversos modos de concebir el término ciencia, que, en tanto que diversos, responden a distintos criterios epistemológicos que justifican cada uno de ellos. En el primer sentido de los apuntados, se trata de un criterio de utilidad inmediata: la resolución de problemas prácticos. En el segundo sen- tido sería una necesidad de carácter sistemático en un intento de reducir todo a un concreto formato lógico mediante principios, derivando unos conocimientos de otros y vinculándolos a postulados comunes. En el tercer sentido, el criterio Investigación y documentación jurídicas 23 viene dado por la aplicación de un modelo de conocimiento específico, el expe- rimental con base matemática, a la totalidad de los ámbitos del conocimiento. Finalmente, el cuarto sentido es producto de las clasificaciones académico- administrativas que han organizado el conocimiento, sobre todo desde el siglo XX hasta hoy, en razón de las necesidades ordenadoras impuestas por el Estado, empleando así el término ciencia en un sentido claramente ideológico. De las cuatro, la acepción más, valga la expresión, fuerte, es la tercera, ya que es la que ha tenido mayor influencia en la epistemología contemporánea desde Kant, constituyéndose así en el patrón metodológico desde el cual se ha enjuiciado y valorado toda forma de conocimiento. De ahí que, desde una valoración rígida, las llamadas ciencias humanas no puedan ser entendidas en puridad como ciencias. 1.3. MÉTODO, MÉTODO CIENTÍFICO Y METODOLOGÍA CIENTÍFICA Como ya se dijo, la actitud y predisposición del sujeto para conocer son algo común, tanto para el conocimiento científico como para el conocimiento vulgar. La diferencia entre ambos radica en el modo en que se opera para ob- tener uno u otro. La investigación científica está condicionada principalmente por la aplicación de un método científico, es decir, de un método que garantiza la consecución de soluciones científicas. Ciertamente, toda actividad intelectual se sustenta y desarrolla (no puede ser de otro modo) sobre la base de un criterio concreto que actúa como referencia or- denadora de tal actividad. En este sentido, hablamos de método en general; como dice el Diccionario de la RAE, se alude aquí a un “modo de decir o hacer con orden una cosa”. Se trata de la concepción genérica de método, cuya especificación en el ámbito científico se entiende –prosigue el Diccionario– como “procedimiento que se sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla”. Por lo tanto, la investigación en general precisa de la aplicación de un método, mientras que la investigación científica tiene lugar cuando se aplica un método científico. El término método procede de los vocablos griegos metha (más allá de) y odos (camino) y significa etimológicamente camino para ir más lejos. Con ello se quiere hacer referencia a la idea de medio, de instrumento para llegar a un fin o lugar determinados. Ello exige un plan prefijado y unas reglas concretas y adecuadas para lograr el fin propuesto inicialmente. En consecuencia, el método científico es el camino que ha de seguirse hacia el conocimiento científico. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 24 El llamado problema del método constituye el tema central de la reflexión metodológica moderna y contemporánea. Sobre la naturaleza y diversidad de métodos a la hora de abordar y elaborar una investigación científica existen múltiples concepciones, en principio todas ellas aceptables en la medida en que son coherentes con la perspectiva filosófica que, de fondo, las inspira y articula, y se adecuan al objeto de estudio al que se aplican. En el fondo, no son otra cosa que diferentes ideas de orden para regir la actividad investiga- dora científica. Caben, así, métodos empírico-analíticos, métodos dialécticos, métodos hermenéuticos, métodos lógicos, métodos fenomenológicos, métodos sistémicos, métodos analógicos, etc…; todos ellos con el mismo grado de le- gitimidad epistemológica en la medida en que son adecuados para lograr el fin que se propone ab initio todo método de investigación científica: la consecución de conocimiento científico válido. Tal condición de validez del conocimiento para ser auténticamente científico se funda en que haya sido obtenido mediante procedimientos e instrumentos fiables para ser considerado como tal, tanto desde la propia naturaleza de la disciplina en cuestión, como por parte de la comunidad académica y científica en que se hace público. En consecuencia, el método científico presenta las siguientes características particulares: a) No depende del azar, aunque en determinados casos pueda infl uir (recuérdese, por ejemplo, el hallazgo casual de la tumba del faraón Tutankhamon por parte del arqueólogo Howard Carter, que signifi có un extraordinario avance en los estudios de Egiptología). b) Es posible que, como decimos, por la aplicación de distintos métodos, se logren los mismos resultados (pluralismo metódico). Ello depende de que el método aplicado a la realidad que se estudia, sea adecuado al objeto de investigación. c) Carácter falible y no autosufi ciente del método. El método está sometido a reconsideración y crítica permanentes en función de los resultados obtenidos por su ejercicio. d) Existe un ámbito (como se ha dicho, para algunas tendencias fi losófi cas, el único) de refl exión en la fi losofía que se ocupa del método científi - co: la metodología, la cual se incardina dentro de la epistemología o teoría del conocimiento científi co1. La metodología proporciona los 1 Haciéndonos eco de la concepción tradicional al respecto, aquí distinguimos Epistemolo- gía, entendida en el sentido apuntado (como Teoría del conocimiento científi co) de la Gnoseo- logía, que tiene un signifi cado más genérico, puesto que se ocupa de la teoría del conocimiento Investigación y documentación jurídicas 25 fundamentos y las reglas para la articulación técnica de los distintos métodos en aras de su mejor puesta en práctica para la realización de una investigación concreta. Se suele distinguir, así, entre método, regla y técnica: la regla es el criterio, la guía para la ejecución del método general, y la técnica es el instrumento concreto para resolver un proble- ma específi co en el contexto de una rama del saber. Estos son los tres grandes ejes sobre los que se articula la metodología científi ca. Toda investigación científica responde, de manera general, a la aplicación del siguiente procedimiento metodológico: 1) Enunciado de preguntas bien formuladas y previsiblemente fecundas con respecto al objeto de la investigación que se pretende tratar. 2) Planteamiento de conjeturas fundadas y contrastables con la experiencia investigadora en torno al objeto considerado para resolver inicialmente las preguntas. 3) Derivación de consecuencias lógicas de las conjeturas iniciales. 4) Aplicación de técnicas para contrastar las conjeturas, sometiendo también estas técnicas a contraste para verifi car su importancia y fi a- bilidad. 5) Contraste e interpretación de los resultados obtenidos por los procedi- mientos anteriores. 6) Valoración de la utilidad y de la pretensión de veracidad de las conjeturas yde las técnicas empleadas. 7) Determinación de los ámbitos en los que son científi camente válidas y se confi rman, tanto las conjeturas como las técnicas. 8) Formulación de los nuevos problemas originados por la investigación llevada a cabo. Hemos hablado de la posibilidad de aplicar múltiples métodos a un objeto de investigación determinado, en función de la predisposición del investigador, del modo de acercamiento al objeto, de los medios disponibles y de los fines que se persigan. Este pluralismo metódico puede reducirse fundamentalmente a los siguientes tipos de métodos, los cuales, a su vez, no se excluyen entre sí, sino que pueden combinarse en razón del tipo de investigación científica que se lleve a cabo: en general. Ambos términos se emplean con frecuencia como sinónimos, en un sentido o en otro, incurriendo, a nuestro juicio, en una imprecisión conceptual. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 26 - Método espontáneo: cuando el investigador no es consciente de su modo de proceder. Es el propio de una investigación no científi ca. - Método empírico: cuando el procedimiento se basa solamente en la experiencia. - Método racional: cuando el procedimiento se rige por principios cien- tífi cos, sistemáticos. - Método sintético: cuando se llega a lo complejo partiendo de los ele- mentos constitutivos, de lo más simple. - Método analítico: al contrario que el sintético, cuando se parte de lo complejo y se llega a lo más simple, a los distintos elementos que lo conforman. Sea cual sea el que apliquemos, el correcto ejercicio de un método científico da como resultado, como hemos dicho, un conocimiento científico; un cono- cimiento metodológicamente caracterizado por su objetividad, reflexividad, sistematicidad, su precisión en cuanto a la delimitación de su objeto, su carácter crítico, su cualificación específica en cuanto a sus instrumentos y resultados, y su trascendencia social en el ámbito de la comunidad de científicos (forma mentis científica); en definitiva, un conocimiento metódico. El método cientí- fico, pues, como criterio metodológico que condiciona y delimita la noción de conocimiento científico. 1.4. OBJETO Y CONDICIONES OBJETIVAS DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Una vez establecido el marco teórico en que se da la investigación científi- ca, profundizamos ahora propiamente en el aspecto práctico de esta actividad con el fin de fijar con precisión las características del objeto y de los medios objetivos sobre los que se sustenta. La actividad investigadora nunca parte de la nada, sino desde un determina- do punto de partida o estado de la cuestión. Ello se debe a que toda investigación científica responde a una tradición, a un legado acumulado de conocimientos científicos que no puede obviarse. Complementariamente, es necesaria la delimitación lo más precisa posible del objeto a investigar para evitar divaga- ciones disolventes de la actividad; y desde el punto de vista subjetivo (como luego veremos), una actitud abierta de curiosidad, de búsqueda; un anhelo de conseguir auténtico conocimiento científico desde una rigurosa autoexigencia de orden, objetividad y crítica permanentes. Investigación y documentación jurídicas 27 La investigación científica reviste una intensa proyección social, en la medi- da en que es una actividad que está cada vez más institucionalizada, producién- dose una constante e intensa interacción recíproca entre ciencia y sociedad. El investigador cumple un papel social de gran relevancia y, por ello, los poderes públicos han comenzado a promover y a responsabilizarse de la investigación, a través de políticas específicas y medidas legislativas dirigidas a su fomento y respaldo, al considerarla un elemento dinamizador social y de progreso de primera magnitud. En efecto, los avances científicos tienen una aplicación práctica cada vez más inmediata en la sociedad, y el investigador posee, por la propia naturaleza de su actividad, una importante responsabilidad educativa y social como formador de investigadores. Teniendo en cuenta estos factores, desde un punto de vista logístico, la investigación científica plantea las siguientes condiciones y exigencias obje- tivas: a) La necesidad, en muchos casos, de instrumentos técnicos costosos y muy sofi sticados, especialmente en el ámbito de las ciencias exactas, físicas y experimentales. b) Una buena organización y una rigurosa división del trabajo investiga- dor en institutos y equipos, debido a la complejidad que actualmente caracteriza a cualquier proyecto de investigación serio. Es importante realizar una subdivisión y un reparto de la temática en especialidades muy bien fi jadas y en grupos de trabajo diferenciados, con el consi- guiente aumento de la especialización y de la concreción en la tarea investigadora, con el fi n de avanzar en el conocimiento científi co con mayor base. c) En relación estrecha con los puntos anteriores, dependencia con respecto a las fuentes de fi nanciación, derivada de la profesionalización y de la dedicación que exige la investigación científi ca. d) Una situación de fuerte competencia por la prioridad en la publicación de los conocimientos y por la innovación tecnológica. e) Existencia de una normativa específi ca al respecto (actualmente, en España, el Programa I+D+i por ejemplo) que regule con detalle las condiciones institucionales en que debe garantizarse una efi caz actividad investigadora. f) La investigación ha de fundamentarse en el conocimiento heredado, en la integración de otras aportaciones y en la interacción entre el científi co y la comunidad científi ca en aras de la universalidad del saber científi co (dimensión académica de la investigación científi ca). Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 28 1.5. SUJETO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA: EL INVESTIGADOR CIENTÍFICO Una vez fijado el objeto de la investigación científica, el aspecto práctico de ésta se completa con la toma en consideración del sujeto de la actividad investigadora. Las condiciones subjetivas de la investigación científica vienen expresadas en la figura del investigador, esto es, en la persona, en el intelectual, que obtiene conocimiento científico a partir de su actividad investigadora, y se integra así en la tradición acumulativa de conocimientos propia de su dis- ciplina. En tanto que la investigación es una actividad muy particular, que exige una formación, una dedicación y un esfuerzo notables, reviste un carácter vo- cacional muy acusado. Se requiere así, como predisposición inicial, una actitud de curiosidad, de permanente ansia de conocimiento y de respeto a la verdad que no puede responder a otra causa, como decimos, que a un impulso emi- nentemente vocacional, aun cuando, a medida que se desarrolla la formación del investigador y va adquiriendo experiencia, su ejercicio se vaya perfilando técnicamente. La tarea de investigación científica presenta los siguientes aspectos sub- jetivos relevantes, los cuales, en conjunto, conforman el perfil general del investigador: a) El investigador es, ante todo, un científi co, ya que su actividad se desa- rrolla en un concreto ámbito científi co y consiste en ofrecer soluciones a problemas previamente planteados en ese ámbito. b) También es un metodólogo, ya que fi ja y emplea un método particular para su trabajo. c) Asimismo, es un usuario de la documentación, puesto que la búsque- da, el análisis y el procesamiento de la documentación existente en su materia constituye un instrumento fundamental para desarrollar su trabajo. d) El investigador es un documentalista, al poner a disposición de la co- munidad de investigadores de su campo, con su trabajo, un repertorio documental selectivo y especializado. e) Finalmente, también es maestro y formador de nuevos investigadores, porque, a medida que adquiere experiencia, conocimientos y prestigio como científi co, está llamado a iniciar y formar a futuros investigadoresque continúen la senda por él fi jada. Investigación y documentación jurídicas 29 1.6. CLASES DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Como ocurre siempre, las tipologías y clasificaciones tienen un carácter eminentemente convencional, de ahí que puedan resultar en muchas ocasiones imprecisas, superficiales, incluso arbitrarias. Sin embargo, cumplen una función teórica muy importante como medios para reflejar el modo de ser, los fines, las funciones, los procedimientos y los resultados de las definiciones iniciales. En el ámbito de la teoría y metodología de la investigación científica existen múltiples clasificaciones. Aquí nos vamos a hacer eco de la ofrecida por Ario Garza Mercado, una de las más comunes y operativas que se han aportado. Según este autor, en razón de distintos criterios, puede distinguirse entre: 1.6.1. Investigación pura y aplicada La investigación pura se da cuando el investigador realiza su actividad sin preocuparse por la aplicación directa o inmediata de los resultados. La aplica- da ocurre cuando el investigador tiene como objetivo fundamental aplicar el conocimiento a la resolución de problemas de importancia para el bienestar y beneficio de individuos y/o comunidades. De manera general, la investigación pura suele identificarse con la investi- gación en Ciencias formales (Matemática, Lógica), Ciencias naturales (Biolo- gía, Botánica,…) y Humanidades (Estudios Clásicos, Filologías,…); mientras que la aplicada se entiende como propia de las Ciencias sociales (Sociología, Derecho,…) y Tecnológicas (Ingenierías, Arquitectura,….). No obstante, esta identificación no es cerrada ni concluyente, puesto que investigaciones en disciplinas científicas, a priori puras, pueden realizarse con una intención bá- sicamente práctica (una investigación teórica en torno al concepto de derecho subjetivo para elaborar normativas sobre los derechos humanos, por ejemplo), y viceversa (una investigación en Matemática para mejorar el rendimiento de los ordenadores). Los objetivos de la investigación no siempre coinciden con sus resultados: es frecuente que una investigación pura concluya como aplicada, y viceversa. Además, es probable que, en ocasiones, no se pueda discernir realmente el tipo de investigación que, en este sentido, se está realizando por el propio desarrollo del trabajo en sí mismo. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 30 1.6.2. Investigación exploratoria y descriptiva La investigación exploratoria pretende familiarizar al investigador con el objeto de estudio, preparando, seleccionando, adecuando o perfeccionando los medios materiales y los procedimientos para una investigación posterior. La descriptiva tiene por objeto la exposición de los caracteres del objeto estudiado. La exploratoria sirve, pues, como base para la descriptiva. 1.6.3.Investigación experimental Es un tipo de investigación que se basa en procedimientos metodológicos de carácter empírico para contrastar y validar sus resultados. Entendemos aquí procedimiento empírico en el sentido más amplio que quepa entenderse, esto es, no sólo aquel que se articula desde la experiencia sensible (por ejemplo, la percepción sensitiva), sino también aquel que se sustenta en bases inteligibles (por ejemplo, la verificación –a través de su manipulación– de hipótesis cuyas variables expresan una relación causal). 1.6.4. Investigación analítica y sintética El procedimiento analítico consiste en estudiar un objeto descomponiéndolo en los elementos que lo constituyen, con el fin de tomarlos en consideración de manera separada. El sintético es el procedimiento contrario: establece relaciones entre distintos elementos, componiéndolos en una unidad más compleja. En función de tales procedimientos metodológicos, la investigación analí- tica emplea, pues, el método deductivo, consistente en formular proposiciones particulares a partir de proposiciones generales. La sintética se sirve, tanto del método deductivo como del inductivo, y consiste, al contrario que la anterior, en establecer proposiciones generales a partir de proposiciones particulares. 1.6.5. Investigación documental y de campo La investigación documental es aquella que utiliza principalmente docu- mentos (registros gráficos, visuales y sonoros) como fuentes de información científica. La investigación de campo emplea las formas de observación y exploración (encuestas, experimentos, etc…) del ámbito a estudiar para la obtención de resultados científicos. Investigación y documentación jurídicas 31 1.6.6. Investigación primaria y secundaria Fuente de información primaria es el objeto de estudio propiamente dicho y, a falta de éste, el primer registro derivado de él; mientras que fuente de in- formación secundaria es todo registro derivado de la primaria. Así pues, la investigación primaria es aquella que se basa fundamentalmen- te en fuentes primarias, aunque pueda servirse de secundarias para el plantea- miento de la misma y la interpretación de aquéllas. La secundaria se refiere al resto de los casos posibles. 1.7. LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS JURÍDICAS Si hay un problema complejo, no resuelto aún en el contexto de la Metodolo- gía jurídica, ya que depende en última instancia de la concepción jurídica (como se sabe, múltiples y muy diversas a lo largo de toda la historia del pensamiento jurídico) que se sostenga de base, es el del carácter propiamente científico de la llamada Ciencia jurídica. Es una cuestión que surge con fuerza en el siglo XIX, con la irrupción de los positivismos en el ámbito de los estudios jurídicos, y que sigue latiendo actualmente en el marco de la reflexión epistemológica en torno al Derecho sin que se haya llegado a soluciones pacíficamente aceptadas por todo el mundo. No vamos a entrar aquí en los procelosos debates doctrinales en torno a la naturaleza epistemológica de la Ciencia jurídica (si es propiamente una ciencia, una técnica, un saber, una doxa, un arte, etc…), y apoyándonos en mayoritarias razones doctrinales y académicas que atesoran una opinión favorable a su cien- tificidad específica, partimos aquí de la tesis de que el Derecho (en cualquiera de los sentidos en que quepa pensarse) es un objeto susceptible de ser conoci- do científicamente y que, por lo tanto, la Ciencia jurídica es eso, ciencia; más en concreto, Ciencia social, en tanto que el Derecho es un producto humano eminentemente social. Y es que, desde la tipología que consideramos arriba cuando hablamos de las diversas concepciones existentes en torno a la ciencia, es posible sostener esta afirmación: 1. El primero de los sentidos de ciencia (ciencia como saber hacer, como arte) viene expresado en la clásica iurisprudentia romana, ya que se trataba de una actividad sometida a reglas, de un saber hacer con el fi n de resolver problemas prácticos concretos. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 32 2. El segundo sentido (ciencia como sistema de proposiciones derivadas de principios) es el característico del iusnaturalismo racionalista moder- no, puesto que se sustenta sobre un conjunto de deducciones derivadas a partir de principios (las distintas concepciones sobre la naturaleza humana) no sometibles a discusión. 3. El tercer sentido (ciencia en sentido propio) está ejemplifi cado en el modelo de ciencia característico de la concepción de Ciencia del De- recho de la Dogmática jurídica alemana del siglo XIX, o también en la llamada Teoría pura del Derecho de Hans Kelsen. Ambos son intentos de trasladar los modelos científi cos de las Ciencias naturales al ámbito jurídico. 4. El cuarto sentido (ciencia en sentido impropio, académico-ideológico) corresponde a los diferentes contenidos que se imparten en el ámbito académico de las Facultades de Derecho, y son científi cos porque la autoridad académico-administrativa los defi ne como tales. En consecuencia, como ciencia en general y como ciencia social en par- ticular, la Ciencia jurídica posee una metodologíaespecífica, deudora genéri- camente de los principios y reglas expuestos a lo largo de todo este capítulo, cuyo ejercicio garantiza y avala el rigor de la actividad investigadora llevada a cabo en su ámbito disciplinar. Esto se demuestra en el hecho de que, en el ámbito de las distintas Ciencias jurídicas, puede darse la totalidad de tipos generales de investigaciones rese- ñadas anteriormente: a) Cabe una investigación pura en el ámbito de los conceptos, de la Teoría y la Filosofía del Derecho, y una investigación aplicada en el contexto de las disciplinas que estudian el Derecho positivo para llevar a cabo aplicaciones prácticas, por ejemplo, en el marco de la interpretación de las normas jurídicas. b) Cabe una investigación exploratoria cuando se plantea la viabilidad de un determinado trabajo de investigación con carácter previo (si, por ejemplo, es posible un estudio de una institución jurídica concreta desde una perspectiva disciplinar cualquiera), y una investigación descriptiva cuando, por ejemplo, se expone la estructura conceptual de cualquier rama del Derecho positivo. c) Cabe una investigación experimental en el marco de las disciplinas jurídicas más marcadamente empíricas, como por ejemplo la Historia y la Sociología jurídicas. Investigación y documentación jurídicas 33 d) Cabe una investigación analítica en el contexto de la refl exión teórica en torno al Derecho, como por ejemplo la Teoría y Filosofía el Derecho, y sintética en la Teoría general del Derecho y en las Partes Especiales de las distintas Dogmáticas jurídicas, o en la Historia y la Sociología jurídicas. e) Cabe una investigación documental y/o de campo, según nos aproxi- memos al Derecho desde una perspectiva más o menos empírica, o ba- sándonos más o menos en documentos para nuestras investigaciones. f) Cabe, fi nalmente, una investigación primaria y/o secundaria, según se manejen fuentes jurídicas (o de conocimiento jurídico) directamente (las normas jurídicas, por ejemplo), o bien indirectamente, como cuando se estudia el Derecho a través de la doctrina jurídica. Dicho esto, vamos a considerar ahora cómo se investiga en concreto en el ámbito de las Ciencias jurídicas. CAPÍTULO 2: METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN DERECHO Ya adelantamos antes que toda investigación científica en el ámbito de la Ciencia jurídica (y en cualquiera de los ámbitos de la ciencia en general) ha de responder a las exigencias de un método científico si aspira a ser verdadera- mente rigurosa desde un punto de vista epistemológico, de forma que ciencia y metodología son dos conceptos estrechamente vinculados. Teniendo en cuenta esto, resulta cierto que, de manera general, desde un punto de vista metodológico existe un proceso técnico-metódico al que obedece toda investigación que se quiera científica en cualquier ámbito de la ciencia. Éste se concreta en la elaboración inicial de un plan de trabajo de investigación que sirva como punto de partida y en la fijación de una serie de secuencias articuladas cronológicamente para llevarlo a efecto. La comprensión de estos procesos nos llevará a entender aún mejor el carácter de nuestra labor y el tipo de trabajo de investigación que estaremos realizando y que más se ajusta a nues- tros intereses como investigadores dentro de nuestra disciplina. Examinemos ahora todo esto con detalle. 2.1. EL PLAN DE TRABAJO INVESTIGADOR Esta primera secuencia en la elaboración de todo trabajo de investigación es un proceso complejo y dependiente de múltiples variables derivadas de la misma naturaleza de la disciplina científica en que se incardine y del tema o problema científico que está llamado a clarificar o resolver. No obstante, en aras de la operatividad, tal complejidad se puede reducir desde el siguiente esquema metodológico general que concreta los momentos y las tareas a realizarse: en Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 36 primer lugar corresponde determinar con la mayor precisión posible el objeto de la investigación, en segundo lugar ha de proponerse genéricamente la es- trategia de trabajo y sus fases, y en tercer lugar debe elaborarse un calendario cronológico para llevarla a cabo. 2.1.1. Determinación del objeto de la investigación Resulta absolutamente necesario realizar esta tarea previa para delimitar los perfiles y los contornos de la actividad investigadora concreta a emprender. Si no se plantea como cuestión previa qué o sobre qué se va a investigar, ma- lamente se puede llevar a efecto nada con sentido. En este momento surge un problema metodológico fundamental: qué se entiende por objeto de la investigación. Por tal se concibe todo tema, problema o conjunto de temas y problemas científicos que pueden ser materia de cono- cimiento por parte del investigador. Se trata, pues, de un objeto especialmente complejo y difícil de conocer, de ahí que requiera unas exigencias epistemo- lógicas y metodológicas específicas para llegar a ser captado con precisión, y que se concretan de manera general en la necesidad de lo que denominamos actividad investigadora. Debe resaltarse que, en numerosas ocasiones, no está claro desde el prin- cipio cuál sea el objeto particular de la investigación a emprenderse; existe un primer indicio o planteamiento inicial que permite arrancar con la actividad investigadora y que pone en marcha la tarea, y a partir de ahí, se va configuran- do simultáneamente al propio desarrollo de la investigación. Otras veces, sin embargo, se puede precisar con mayor exactitud desde el inicio. Son factores que dependen, en definitiva, del carácter y de la magnitud de la investigación que vaya a realizarse. El acceso al objeto de conocimiento a través de la actividad investigadora depende de múltiples elementos, que fundamentalmente pueden reducirse a dos categorías: a) Elementos extrínsecos. Son elementos que le vienen dados al investiga- dor desde fuera para realizar su actividad, como por ejemplo las fuentes documentales (archivos, bibliotecas, etc...), instrumentos de laboratorio e informáticos, mobiliario, ambiente científi co, etc... Son medios de gran importancia para llevar a buen fi n su trabajo de investigación. Investigación y documentación jurídicas 37 b) Elementos intrínsecos. Constituyen los condicionantes intelectuales del investigador y los metodológicos del trabajo de investigación que intervienen en la actividad investigadora. 2.1.2. Propuesta general del plan de trabajo y sus fases Esta fase demuestra hasta qué punto debe concebirse la investigación como actividad, más que como el cumplimiento estricto de unas normas establecidas a priori. El plan de trabajo consiste en la ordenación cronológica y en la sistemati- zación conceptual concreta de la actividad investigadora. Sin un plan de trabajo más o menos detallado no es posible desarrollar la actividad investigadora. El plan de trabajo presenta las siguientes características: A) Es la base y referencia iniciales de la actividad investigadora. En tal tarea, es necesario, en su caso, el concurso del director de investigación en su formulación. B) Constituye la ordenación sucesiva y temporal de la actividad, de modo que cada fase del plan condiciona a la siguiente, son interdependien- tes. C) Contiene el ciclo completo de la investigación. Este ciclo se articula, a su vez, sobre los siguientes puntos: 1. Elección del tema y título del trabajo, según las condiciones objetivas de éste: según su naturaleza (tesis doctoral, tesina de licenciatura, etc....), según los medios de que se disponen, el dominio o no de idiomas por parte del investigador, etc..., y según las condiciones subjetivas, las aptitudes, la formación, la disponibilidad y los inte- reses del investigador. En este momento resulta muy recomendable (si se trata del caso) el concurso del director de investigación, puesto que su experiencia como investigador permite aquilatar con mayor precisión esta difícil fase. Asimismo,el título otorgado al trabajo debe refl ejar inicial- mente, de la manera más fi el y precisa posible, el objeto de la investigación. Con ello se obtiene un marco temático referencial muy útil para encauzar la actividad investigadora. 2. Diseño del índice provisional, el cual ha de refl ejar las cuestiones que van a ser estudiadas y, en la medida de lo posible, debe ser lo más aproximado al índice fi nal del trabajo de investigación. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 38 3. Documentación. Su fi n es conocer el estado de la cuestión del pro- blema objeto de estudio para evitar reiteraciones o duplicidad en el esfuerzo investigador. Se concreta en la recopilación exhaustiva de los documentos científi cos sobre el tema. En caso de tratarse de un trabajo de investigación dirigido por otro investigador, en esta fase son esenciales las primeras orientaciones que puedan ser proporcionadas por el director del mismo. 4. Diseño de la metodología a emplear, con el objetivo de fi jar la es- trategia investigadora mediante la cual se va a abordar el tema. La importancia de esta fase es enorme, ya que sin este planteamiento metodológico previo, es muy probable que el trabajo de investiga- ción carezca del rigor sufi ciente y, en consecuencia, resulte inade- cuado para la consecución de los fi nes que se propone. 5. Producción de nuevas ideas. Constituye la fase nuclear del trabajo de investigación en la que el investigador, con el apoyo de los ma- teriales de trabajo, obtiene nuevas ideas científi cas. A partir de ahí, elaborará el mensaje científi co fi nal. Aun cuando exista un director que supervise la investigación, se trata de una fase netamente indi- vidual donde se expresa el talento, el rigor y la creatividad científi ca del investigador. 6. Redacción del trabajo y elaboración de las conclusiones. Esta fase consiste en la conversión del mensaje científi co obtenido en un documento científi co apto para su comunicación. Es fundamental aquí utilizar con rigor y correctamente el lenguaje científi co en razón del tema que se trate. Las conclusiones son las respuestas obtenidas por el investigador al problema científi co planteado. Vienen a ser el punto de llegada resultante de toda la actividad investigadora, de ahí su gran impor- tancia de cara a la resolución del tema o problema planteado y a emprender investigaciones futuras sobre los mismos. 7. Presentación y defensa del trabajo de investigación ante un tribunal (si se trata de una tesis doctoral o de cualquier otro trabajo de inves- tigación evaluable académicamente) o ante la comunidad científi ca. Hablamos aquí de la publicación del trabajo en cualquier medio académico-científi co con el fi n de contrastar las nuevas ideas y los resultados obtenidos con la comunidad científi ca. Investigación y documentación jurídicas 39 2.1.3. Calendario Representa la referencia principal para el desarrollo temporal del trabajo, ya que es la concreción de la exigencia cronológica que, de suyo, acompaña a toda actividad investigadora. La ausencia de un calendario, o una descuidada atención al mismo, pueden redundar en una pérdida de referentes y hábitos para el trabajo investigador, llegando incluso a significar su anacronismo si no se concluye en el tiempo adecuado. Ni que decir tiene que, partiendo de las exigen- cias temporales y de los plazos académicos a que está sometida la realización de una tesis doctoral u otros trabajos de investigación académicos, la confección de un buen calendario resulta de primera necesidad para estos casos. 2.2. FASES DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Ya hemos comprobado la gran importancia que tiene lo que hemos denomi- nado como fases del trabajo de investigación para el planteamiento y desarrollo de una investigación concreta. Así pues, vamos a detenernos a estudiar con profundidad cada una de estas fases para tomar conciencia de la diversidad de situaciones y características que atañen a cada una de ellas por separado y que pueden presentársenos durante su ejecución. 2.2.1. Primera fase: elección del tema y diseño del índice provisional Como hemos indicado arriba, surge aquí la necesidad de plantearnos la noción de problema científico, ya que subyace siempre a la elección del propio tema de investigación científica. Ello se debe (como cabe intuirse según lo di- cho) a que no todo problema es científico. Para que un problema sea susceptible de ser calificado así, debe presentar las siguientes características: a) Carácter objetivo. Ello signifi ca que su resolución no se conoce ini- cialmente por parte de nadie. Los diferenciamos de los subjetivos, ya que estos últimos son problemas para un/os determinado/s individuo/s, pero están ya resueltos por otro/s, de tal modo que su problematicidad es indubitada. b) Factibilidad en su resolución. Un problema es científi co porque su re- solución es, en principio, factible según los medios y las condiciones de que se parte para ello. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 40 c) Facilitador de la solución de otros problemas en su ámbito de conoci- miento. d) Su planteamiento ha sido realizado por un científi co de ese ámbito. Así, se toma conciencia de la situación, se inserta en un determinado corpus de conocimiento y se intenta resolver con el máximo rigor científi co posible. e) Carácter implícitamente novedoso de la respuesta al problema planteado. Si la respuesta es la misma o análoga a las aportadas, pierde en gran medida su carácter científi co. La novedad de una investigación estriba, en gran medida, en que el problema esté bien concebido, planteado y formulado, desde el principio y en su desarrollo, hasta su resolución fi nal. La elección de un tema o problema de investigación también está condi- cionado por múltiples requisitos; no obstante, de manera general, se pueden agrupar en dos tipos: a) Requisitos subjetivos, tales como la personalidad y la formación del investigador, los cuales determinan la adecuación del tema a las mismas, como el manejo de idiomas para utilizar las fuentes, las motivaciones personales; y para el caso de investigaciones supervisadas, la orientación científi ca del director de las mismas. b) Requisitos objetivos: son los que se derivan del propio objeto de inves- tigación. Entre éstos pueden enumerarse los siguientes: - Selección de un ámbito en un determinado área de conocimiento, sondeando la situación actual mediante lecturas del campo disci- plinar nuclear y de los campos colindantes, y a través de consultas a especialistas. - Uso de criterios de relevancia científi ca con el fi n de constatar la existencia de un problema científi co cuya resolución es oportuna y posible con los medios disponibles. - Constatación de la existencia de material bibliográfi co y documental, y de medios en general para realizar la investigación deseada. - Comprobación fehaciente de que el problema no ha sido resuelto o que exige en su caso un replanteamiento. - Ubicación del tema de investigación en un programa o línea de investigación de una institución. - Enunciado correcto del tema, distinguiendo entre tema principal y temas colaterales. Es de resaltar la gran importancia de este aspecto, Investigación y documentación jurídicas 41 ya que de ello depende en grandísima medida el éxito fi nal de la investigación. Ya hemos indicado al hablar de la elección del tema, la enorme relevancia de poner un título desde el principio al trabajo de investigación. Ciertamente, así se puede conocer en todo momento el rumbo general y el marco del objeto de la investigación. Constituye la carta de presentación de un trabajo y de su buena elección depende en gran medida el interés que pueda suscitar. En este sentido, debe procurarse que ponga de manifiesto el tema de investigación y, por ello, debe estar bien enunciado, ser concreto y estar bien delimitado. Es interesante, pues, que sea conciso, breve, expresivo e inteligible porlos inves- tigadores del campo, con el fin de fijar bien el camino correcto a seguir. No hay que descartar el uso de un subtítulo que permita la acotación total y definitiva del ámbito de investigación. Como apoyo del título inicial debe realizarse el diseño de un índice provi- sional, el cual plasme las presuntas cuestiones que van a ser objeto de investi- gación. Se obtiene así un guión inicial que marcará las pautas del trabajo, y que se irá modificando con el propio desarrollo del mismo. De forma más concreta, el índice provisional cumple las siguientes funciones metodológicas: a) Constituye una aproximación inicial hacia el objeto de investigación. b) Representa una guía o plantilla del trabajo, un marco conceptual y epistémico de la sucesión lógica de las cuestiones a tratar en el trabajo y un medio de ordenación de los materiales que van a ser empleados en cada parte, capítulo, etc... c) Es un medio de autocontrol del trabajo por el investigador y, en su caso, de control por parte del supervisor de la investigación sobre la calidad del mismo. Es aconsejable que el índice provisional tenga las siguientes partes, de ma- yor a menor extensión: partes, capítulos, epígrafes, subepígrafes y apéndices. La titulación de cada uno de ellos se hará según las pautas dadas para la titu- lación general del trabajo. No obstante, a continuación realizamos la siguiente propuesta de índice-standard, válido, en principio, para cualquier trabajo de investigación: - Título del trabajo según lo expuesto. - Capítulo I: introducción al tema de investigación. Ha de contener la exposición del objeto del trabajo, el cual se plasma en la defi nición del problema científi co central y colaterales a tratar y resolver, en la justifi - cación del tratamiento y en la necesidad de tratar ese objeto, en mostrar las consecuencias de su exitosa resolución y en una breve explicación Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 42 de la estructura general del trabajo exponiendo los objetivos a cubrir en cada capítulo. Asimismo, este primer capítulo puede incluir la exposición del méto- do de trabajo utilizado (connatural al trabajo de investigación), de las fuentes y de la bibliografía valorando la importancia de las mismas, y las vicisitudes seguidas para su conocimiento y obtención; así como la formulación de hipótesis y de las posibles soluciones que podrán elevarse a defi nitivas después. - Capítulo II: temática general a abordar en los sucesivos capítulos, es decir, la aproximación al núcleo concreto de problemas a tratar con el fi n de situarlos en su contexto o ámbito de investigación. - Capítulos siguientes: tratamiento del núcleo temático de la investiga- ción desde la base del capítulo anterior de apoyo, y en los cuales se van desarrollando las demostraciones de las diversas hipótesis para convertirlas en tesis. - Conclusiones: último capítulo, el cual contiene las respuestas a los problemas planteados en la investigación y las aportaciones al mismo, esto es, la tesis científi ca del trabajo propiamente dicha. - Apéndices para apoyar la demostración y las tesis del trabajo. Los más comunes en el ámbito jurídico son los siguientes: repertorio bibliográ- fi co (referencias de los trabajos utilizados y punto de partida para otro investigador que desee continuar o profundizar en la investigación), documentos inéditos o de difícil consulta que se desee aportar para fundamentar las tesis (correspondencia personal, etc...), legislación, en su caso, e índices de cuadros estadísticos, gráfi cos, ilustraciones, etc... 2.2.2. Segunda fase: documentación y búsqueda del material. Las fuentes de información en Derecho Estamos ante una fase fundamental de la elaboración de un trabajo de in- vestigación, puesto que las ideas no surgen de la nada, sino que hay que seguir las huellas y trabajos dejados por otros científicos para establecer el estado de la cuestión relativo al tema. Por lo tanto, hay que considerar al investigador también como un documentalista, como un usuario de la documentación que realiza un trabajo de búsqueda, recopilación y evaluación de documentos con el fin de establecer el repertorio documental final. Investigación y documentación jurídicas 43 La información documental obtenida debe estructurarse en un fichero bi- bliográfico manual o en una base de datos bibliográfica, para después llevar a cabo una selección de los documentos tras su examen y lectura, y una crítica y evaluación de los mismos. En todos estos procesos, debemos plantearnos un concepto de extrema im- portancia: el concepto de fuentes de información; es decir, corresponde ahora preguntarse sobre qué y cuáles son los instrumentos que permiten el hallazgo y la recuperación de la información que nos interesa. Según Isabel Villaseñor, fuentes de información son “... todos aquellos instrumentos y recursos que sirven para satisfacer las necesidades informativas de cualquier persona, se hayan creado o no con ese fin y sean utilizados directa- mente o no por un profesional de la información como intermediario”; esto es, precisa la autora, “... los recursos necesarios para poder acceder a la información y al conocimiento en general”2. En la medida en que cabe una diversidad enorme de fuentes de información, pueden plantearse distintas tipologías para abarcarlas conceptualmente; no obstante, la tipología más significativa es aquella que, basándose en el criterio de su origen y procedencia, las divide en personales, institucionales y documentales: a) Personales. Hacen referencia a personas, o grupos de personas, entre las que hay una relación generalmente profesional, que ofrecen in- formación en torno a sí mismas y originariamente de forma oral, aun cuando posteriormente puedan transformarse en documento. Ejemplos de este tipo de fuentes son los llamados colegios invisibles (foros de discusión, relaciones epistolares, telefónicas, etc... entre un conjunto de científi cos y estudiosos con temas y objetivos de investigación afi nes, etc...), las asociaciones profesionales, la ponencia de un congreso leída y no publicada después por escrito, información oral o por cualquier tipo de correo de, por ejemplo, un director de tesis a su doctorando en torno a la materia de su trabajo, etc... b) Institucionales. Ofrecen información sobre una institución que tiene interés informativo y que, además, es ella misma la que proporciona la información que se precisa. En este grupo las más importantes e inte- resantes para el ámbito que nos ocupa son los archivos, las bibliotecas y los centros de documentación. Éstas tienen la ventaja añadida de que 2 VILLASEÑOR RODRÍGUEZ, Isabel: “Los instrumentos para la recuperación de la información: las fuentes”. En: Las Fuentes de Información. Estudios Teórico-prácticos, bajo la dirección de la Profra. Dra. Dña. Isabel de Torres Ramírez. Madrid, Síntesis, 1998, p. 31. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 44 pueden ofrecer información, no sólo sobre sí mismas, sino también sobre otras instituciones, hasta tal punto que muchas de ellas se constituyen en redes institucionales agrupadas por intereses comunes, como por ejemplo, en España, la Red de Bibliotecas Universitarias (REBIUN), la red de bibliotecas públicas de titularidad estatal, etc... c) Documentales. Dan información a partir de, o sobre, un documento, es decir, el origen y el medio a través del cual se transmite la información es el documento, o bien proporcionan información sobre un documen- to. Éstas se clasifi carían, a su vez, en tres grupos, teniendo en cuenta su contenido, es decir, su grado de originalidad o de remisión a otras fuentes: c1) Primarias. Transmiten una información original y en su estado ori- ginario. En este grupo se incluyen las monografías, las publicaciones periódicas y en serie y la denominada literatura gris (informes científi cos y técnicos, tesis doctorales no publicadas, programas de investigación, actas, memorias,etc...). En relación con las pri- meras, en nuestra disciplina podrían citarse, en general, todo tipo de tratados y monografías que tuviesen como objeto de tratamiento fundamental algún o algunos temas propios de ella. Como puede fácilmente colegirse, sería una tarea casi titánica intentar ofrecer aquí una relación completa de las mismas. c2) Secundarias. Contienen información y datos referentes a las pri- marias. Constituyen el grupo de las llamadas obras de referencia, en el sentido de que remiten a la consulta de otros documentos. Entre ellas cabe destacarse los diccionarios, las enciclopedias, los catálogos, las bibliografías, los repertorios legislativos, etc... c3) Terciarias. Albergan datos e información referentes a las secunda- rias. En este tercer grupo se incluirían las bibliografías de biblio- grafías, las guías de obras de referencia y los manuales de fuentes de información. El repertorio documental final constituye el resultado último de todo el proceso documental sobre el que se sustenta materialmente la investigación. En este repertorio caben diversas posibilidades de ordenación de las referencias: cronológicamente, alfabéticamente, según importancia para la investigación, etc...; sin embargo, el criterio más usual, en el ámbito jurídico, suele ser el citar las fuentes de información por orden alfabético. Investigación y documentación jurídicas 45 2.2.3. Tercera fase: la interpretación y crítica del material. Las fi chas de investigación Todo trabajo de investigación precisa, lo acabamos de decir, de la lectura y evaluación crítica de las fuentes de información, de ahí la importancia de ma- nejar preferiblemente las fuentes originales por su veracidad y autenticidad. Si ello no fuera posible, pueden emplearse fuentes secundarias que sean fiables. En esta fase se pretende, ante todo, conocer las ideas de otros investigadores y valorarlas críticamente, es decir, enjuiciar sus aciertos o deficiencias en las conclusiones y evaluar su utilidad para nuestro trabajo. El elemento en que se plasman todas las valoraciones anteriores es la lla- mada ficha de investigación. Ésta constituye propiamente la elaboración del mensaje científico. La redacción de una ficha de investigación ha de reunir los siguientes puntos fundamentales: a) Formulación de descriptores o palabras-clave para la identifi cación inmediata del mensaje científi co en ella contenido. Ha de tratarse de que estos descriptores se adecuen a los del índice o subíndices para facilitar la ordenación y la búsqueda informativas. b) Diferenciación clara entre las ideas tomadas fi elmente de otro investi- gador y las obtenidas mediante comentarios o paráfrasis. Tales aspectos se materializan estructuralmente en las partes que se rela- cionan a continuación: 1ª) Referencia al documento leído con mención expresa de las páginas y del contexto global en que se inserta. 2ª) Extracto de las ideas obtenidas en el texto, bien literal, bien resumi- damente, indicando siempre con total precisión el lugar en que se encuentran dichas ideas (las páginas, las notas, etc...) 3ª) Mención de las ideas propias en relación con el material examinado. 4ª) Consignación de las palabras-clave para identifi car la materia a la que se refi eren. 2.2.4. Cuarta fase: redacción del trabajo La redacción representa la fase posterior a la elaboración material del tra- bajo científico. Permite su conversión en documento científico apto para ser valorado públicamente y, por lo tanto, la transmisión de nuevas ideas. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 46 Exigencia general de un correcto proceso de redacción es que sea escalo- nado, esto es, por capítulos, epígrafes, etc.... En consecuencia, la redacción se compone de las siguientes fases: uso de las fichas de investigación clasificadas, primera redacción según criterios de presentación del tema, del estado de la cuestión, crítica y argumentación personal y propuesta de conclusiones; lectura detenida del texto para corregir el estilo y la solidez de las argumentaciones y versión final. El estilo lingüístico en la redacción de un trabajo de investigación es un tipo de estilo que se denomina científico. Se caracteriza por la importancia del lenguaje científico como vehículo a través del cual se transmiten las ideas científicas, de ahí que sea un lenguaje especializado con las siguientes carac- terísticas: a. Economía expresiva. Sólo importa la transmisión rigurosa de las ideas científi cas. Ha de buscarse, pues, la precisión y la concisión en el len- guaje. b. Claridad en la expresión, lo cual implica que el lenguaje científi co sea un lenguaje no literario. c. Sencillez en el estilo, el cual debe basarse en la estructura sintáctica sujeto-verbo-complemento, ha de ajustarse a una exposición lógica de los conceptos, debe contener frases no excesivamente largas con predo- minio de la yuxtaposición y la coordinación, uso del plural mayestático, etc... Junto al texto principal, es muy recomendable incluir el aparato crítico sobre el que se sustenta materialmente la investigación. Se entiende por tal, el conjunto de datos anexos al texto o cuerpo principal de cada capítulo. Las funciones del aparato crítico son las de indicar el lugar de donde se ha extraído un dato o idea (en el texto remitiendo al repertorio bibliográfico final, o a pie de página) para que pueda comprobarse la fuente –esto constituye un deber ético del investigador–; y completar el contenido del texto principal con elementos que se consideran no esenciales en el mismo y que se estima que lo enrique- cen. Conviene, asimismo, evitar toda cita inútil para el correcto desarrollo del mensaje científico. 2.2.5. Quinta fase: presentación fi nal Constituye la carta de presentación formal del trabajo hacia el exterior. Ha de procurarse la máxima calidad tipográfica y de diseño para la buena presenta- Investigación y documentación jurídicas 47 ción del trabajo. Tal circunstancia facilita la transmisión del mensaje científico y lo hace viable para su puesta en conocimiento general a través, bien de su valoración por un tribunal si es tesis doctoral o tesina, bien para su lectura y valoración por la comunidad científica si se publica como trabajo científico. 2.3. TIPOS DE TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN EN DERECHO. LA TESIS DOCTORAL En el ámbito jurídico, atendiendo a un criterio estrictamente metodológi- co, los principales tipos de trabajos de investigación pueden resumirse en los siguientes: 1. Trabajos de síntesis. Tratan de poner de manifi esto la totalidad del contenido de una materia o tema exponiendo sus partes principales y esenciales. A su vez se dividen en: a) Trabajos de divulgación. Persiguen poner al alcance del gran público un tema determinado. Han de caracterizarse por su claridad, más que por su vocación de profundidad o exhaustividad. Para ello es necesario que plasmen los puntos básicos para que el lector simple- mente se informe y, a partir de ahí, profundice si lo tiene a bien. b) Trabajos didácticos. Su objetivo es la enseñanza, la docencia y la instrucción básica al receptor en un determinado tema. Es preciso tener en cuenta los elementos y condicionantes pedagógicos que concurran en el caso. c) Trabajos científi cos. Son resultado de una investigación según la metodología propia de una determinada ciencia. Pueden dividirse en varios subtipos: - Manuales: compendian lo más sustancial o esencial de una materia. - Los estados de la cuestión: recogen la situación científi ca de una determinada materia en un determinado momento. - Los artículos de diccionario: exponen los puntos esenciales de un tema en el contexto de una obra de referencia general sobre el saber en general, o un saber en particular. - Las recensiones: en ellas se ofrece una noticia crítica sobre el contenido de una obra científi ca o literaria, de manera que resultan más expositivas que la simple reseña. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan AntonioGómez García 48 2. Trabajos de análisis. Su función es la de examinar un tema o aspecto concreto de una determinada materia general. Pueden señalarse los siguientes tipos: a) Las monografías. Consisten en la descripción o tratado especial de una determinada parte de una Ciencia, o de algún asunto en parti- cular. b) Las ediciones de textos. Son un compendio de una serie de textos sobre un tema o de un autor en un texto más o menos defi nitivo, según criterios histórico-fi lológicos. c) Las recopilaciones. Están compuestas por una colección o acumula- ción de escritos científi cos diversos sobre una determinada materia o tema. d) Las reseñas críticas. Presentan un análisis crítico de una obra cien- tífi ca o literaria. Son, pues, más analíticas que las recensiones. La tesis doctoral constituye el trabajo de investigación por excelencia para toda aquella persona que tiene verdadera vocación investigadora y que se quiera dedicar profesionalmente a ello. Resulta, pues, de suma importancia, puesto que el título de Doctor es el más elevado y preeminente grado académico que confiere una Universidad o institución autorizada para ello, significando así la culminación de los estudios universitarios, la demostración de suficiencia investigadora, la posibilidad de acceso a determinados cuerpos docentes de la Administración del Estado y de dirigir tesis doctorales (posibilidad de ser maes- tro de investigadores), así como el logro de prestigio científico y profesional. La normativa vigente que regula los estudios de Doctorado está contenida principalmente en el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, modificado por el Real Decreto 534/2013, de 13 de julio, en virtud de los cuales se establece la ordenación de las enseñanzas oficiales de Doctorado3, en consonancia con las líneas generales emanadas del Espacio Europeo de Educación Superior, nor- mando así la obtención del título de Doctor y su expedición. Según estas normas generales, para acceder a las enseñanzas oficiales de Doctorado, será necesario estar en posesión de un título universitario oficial Grado, o equivalente, y de Master universitario. Otras posibilidades de acceso vienen especificadas en el art. 6,2º del Real Decreto 99/2011: “a) Estar en posesión de un título universitario ofi cial español, o de otro país integrante del Espacio Europeo de Educación Superior, que habilite 3 Véase la parte dedicada al Doctorado del Real Decreto en Anexo legal. Investigación y documentación jurídicas 49 para el acceso a Máster de acuerdo con lo establecido en el artículo 16 del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre y haber superado un mínimo de 300 créditos ECTS en el conjunto de estudios universitarios ofi ciales, de los que, al menos 60, habrán de ser de nivel de Máster. b) Estar en posesión de un título ofi cial español de Graduado o Graduada, cuya duración, conforme a normas de derecho comunitario, sea de al menos 300 créditos ECTS. Dichos titulados deberán cursar con carácter obligatorio los complementos de formación a que se refi ere el artículo 7.2 de esta norma, salvo que el plan de estudios del correspondiente título de grado incluya créditos de formación en investigación, equivalentes en valor formativo a los créditos en investigación procedentes de estudios de Máster. c) Los titulados universitarios que, previa obtención de plaza en forma- ción en la correspondiente prueba de acceso a plazas de formación sanitaria especializada, hayan superado con evaluación positiva al menos dos años de formación de un programa para la obtención del título ofi cial de alguna de las especialidades en Ciencias de la Salud. d) Estar en posesión de un título obtenido conforme a sistemas educati- vos extranjeros, sin necesidad de su homologación, previa comprobación por la universidad de que éste acredita un nivel de formación equivalente a la del título ofi cial español de Máster Universitario y que faculta en el país expedidor del título para el acceso a estudios de doctorado. Esta admisión no implicará, en ningún caso, la homologación del título previo del que esté en posesión el interesado ni su reconocimiento a otros efectos que el del acceso a enseñanzas de Doctorado. e) Estar en posesión de otro título español de Doctor obtenido conforme a anteriores ordenaciones universitarias”. Los programas de Doctorado se dejan al criterio de las universidades, de acuerdo a sus políticas y estrategias particulares de investigación. La elabora- ción y articulación de estos Programas, así como su ejecución, se materializarán a través de las Escuelas de Doctorado creadas al efecto, por parte de cada institu- ción universitaria. Estos programas de Doctorado deberán ser verificados por el Consejo de Universidades y autorizados por las correspondientes Comunidades Autónomas, de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. Deberán someterse a un proceso de evaluación cada seis años, de cara a su acreditación y a la renovación de su acreditación. En el desarrollo de los estudios de Doctorado existe una figura de capital importancia personal para el doctorando en esta etapa de iniciación en su formación investigadora y científica: el director de la tesis doctoral. Su papel, Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 50 como su propio nombre indica, es el de dirigir la investigación del doctoran- do, y de su acción depende su formación investigadora. Es responsable de la actividad investigadora de su pupilo y del perfeccionamiento en su formación, ya que entre sus funciones se encuentran la orientación sobre posibles vías de investigación, bibliografía, conocimientos y habilidades necesarias para su perfeccionamiento. Las cualidades de un director de tesis han de ser (como requisito previo legal) tener la condición de Doctor, así como el conocimiento del ámbito científico en que se enmarca el trabajo, demostrada suficiencia y experiencia investigadora y vocación de formación de investigadores (cabe la posibilidad de co-dirección de la tesis por parte de otro u otros doctores). De forma más concreta, tales funciones se especifican en las siguientes: a. La infl uencia positiva en los estados de ánimo del doctorando. b. El apoyo en los temas y direcciones que debe tomar la investigación. c. La corrección del índice provisional del trabajo, el examen del contenido de los diversos capítulos del trabajo y la crítica de la redacción y del estilo literario, la aprobación de la investigación inmediatamente antes de su paso al acto académico de defensa. d. El control permanente de la marcha y el calendario de trabajo. La tesis doctoral deberá consistir en un trabajo original de investigación elaborado por el doctorando, en cualquier disciplina, que reúna unas mínimas condiciones de calidad garantizada por los procedimientos de control y evalua- ción arbitrados al respecto por cada universidad. En cuanto a la estructura de la tesis, hemos de apuntar que no varía sustan- cialmente con respecto a la estructura general que hemos indicado antes para cualquier trabajo serio y coherente de investigación. Sus partes principales serían, pues, una introducción, el cuerpo de la tesis, las conclusiones y el re- pertorio de fuentes de información y, en su caso, los apéndices: a) Introducción. Contiene la exposición de los motivos, los objetivos, el estado de la cuestión y la metodología empleada para la elaboración de la tesis. b) Cuerpo de la tesis. Es la exposición del contenido central, propiamente dicho, de la misma, la investigación como tal. c) Conclusiones. Representa el punto al que se ha llegado con la elabo- ración del trabajo, indicando las aportaciones originales y tratando de fundamentar su exposición sobre el trabajo realizado y expuesto en el corpus central de la investigación. Investigación y documentación jurídicas 51 d) Fuentes de información utilizadas. Dacuenta de los recursos informati- vos (fundamentalmente bibliografía, por la propia naturaleza de nuestra disciplina) utilizados para la elaboración del trabajo. e) Apéndices. En el ámbito jurídico, suelen ser legislativos, doctrinales y jurisprudenciales con el fi n de apoyar documentalmente el corpus de la investigación. La tesis doctoral ha de ser defendida públicamente para su aprobación y la consiguiente consecución del titulo de Doctor por parte del doctorando. El procedimiento de admisión para su defensa, la propia defensa pública y la conformación del Tribunal juzgador dependen de lo que establezca cada uni- versidad al respecto, con la exigencia general de que el Tribunal esté compuesto por doctores con experiencia investigadora acreditada. El acto de defensa tiene lugar en una sesión pública, en período lectivo del año académico, en la que el doctorando deberá exponer los puntos básicos de su trabajo de investigación, y aclarar y responder a cuantas observaciones y preguntas le plantee el Tribunal sobre la misma o cualquier doctor presente en el acto público. Finalizada la defensa y discusión de la tesis, el tribunal realizará un informe por escrito donde indique su valoración sobre ella, y el tribunal, en conjunto, emitirá la calificación global que finalmente concede a la tesis de acuerdo a la siguiente escala: no apto, aprobado, notable y sobresaliente. Podrá otorgar la mención de cum laude si la calificación global es de sobresaliente y se emite, en tal sentido, el voto favorable y secreto por unanimidad de sus miembros. Por último, cabe la posibilidad de que el título de Doctor obtenido incluya en su anverso la mención Doctor internacional, siempre que concurran con- juntamente las siguientes circunstancias (art. 15,1º): “a) Que, durante el periodo de formación necesario para la obtención del título de doctor, el doctorando haya realizado una estancia mínima de tres meses fuera de España en una institución de enseñanza superior o centro de investigación de prestigio, cursando estudios o realizando trabajos de inves- tigación. La estancia y las actividades han de ser avaladas por el director y autorizadas por la Comisión Académica, y se incorporarán al documento de actividades del doctorando. b) Que parte de la tesis doctoral, al menos el resumen y las conclusiones, se haya redactado y sea presentado en una de las lenguas habituales para la comunicación científi ca en su campo de conocimiento, distinta a cualquiera de las lenguas ofi ciales en España. Esta norma no será de aplicación cuando las estancias, informes y expertos procedan de un país de habla hispana. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 52 c) Que la tesis haya sido informada por un mínimo de dos expertos doc- tores pertenecientes a alguna institución de educación superior o instituto de investigación no española. d) Que al menos un experto perteneciente a alguna institución de educa- ción superior o centro de investigación no española, con el título de doctor, y distinto del responsable de la estancia mencionada en el apartado a), haya formado parte del tribunal evaluador de la tesis”. En este supuesto, la defensa de la tesis debe ser realizada en la universidad española en la que el doctorando estuviera inscrito, o en caso de doctorados conjuntos, en cualquiera de las universidades participantes o en los términos que identifiquen los convenios de colaboración (art. 15, 2º). CAPÍTULO 3: EL DERECHO EN LA LLAMADA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 3.1. CONCEPTO DE SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Hoy día, se están produciendo cambios de gran profundidad en nuestro mun- do motivados, fundamentalmente, por la irrupción de las nuevas tecnologías digitales (las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones –las TIC–) como instrumentos de creación, almacenamiento y difusión de infor- mación. Las comunicaciones y los flujos de información (merced, sobre todo, a la universalización de Internet) se están digitalizando en la gran mayoría de los ámbitos de nuestra sociedad (también en el ámbito jurídico) a escala mundial, hasta el punto de que están imponiéndose progresivamente nuevas formas de organización y de relación sociales, de producción y desarrollo económicos, y culturales. En esta nueva era de la información, todos los procesos humanos que acompañan a este nuevo modelo vienen a comprenderse genéricamente bajo el concepto de sociedad de la información. Es este un concepto extraordinariamente complejo, en gran medida teñido de ideología, sobre todo en lo que respecta a su carácter beneficioso o no. Aquí no vamos a entrar en estas cuestiones y simplemente nos vamos a hacer eco de un concepto descriptivo que da cuenta de manera neutra del fenómeno, como es el proporcionado por el Libro Verde sobre la Sociedad de la Información en Portugal (1997)4. Según este documento, sociedad de la información aludiría a 4 El Libro Verde fue elaborado por la Comisión de la Sociedad de la Información del Mi- nisterio de Ciencias de Portugal y aprobado por el Consejo de Ministros de Portugal en abril de 1997. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 54 “…una forma de desarrollo económico y social en el que la adquisición, almace- namiento, procesamiento, evaluación, transmisión, distribución y diseminación de la información con vistas a la creación de conocimiento y a la satisfacción de las necesidades de las personas y de las organizaciones, juega un papel central en la actividad económica, en la creación de riqueza y en la definición de la calidad de vida y las prácticas culturales de los ciudadanos”. En general, se habla de que este nuevo modelo constituye una rápida trans- formación progresiva respecto a los anteriores, y por ello se habla de la sociedad de la información como la sucesora de la sociedad industrial. Así, se alude a ella también desde conceptos como por ejemplo los de sociedad post-industrial, sociedad post-fordista, sociedad post-moderna, etc... No obstante, aun existien- do matices diferenciadores en su concepción en razón de la denominación que se emplee, todos ellos son relativamente similares en su objetivo de mostrar la pujanza del nuevo paradigma (Castells) representado por la sociedad de la información. Como decimos, lo decisivo en este nuevo paradigma es la implantación, especialmente a partir de la década de los ochenta del siglo pasado, de nuevas tecnologías (la nanotecnología, la informática, la robótica, la inteligencia artifi- cial, las telecomunicaciones, la biotecnología, etc...) basadas en la digitalización de la información en ellas contenida (lo cual ha favorecido la interdependencia y la fungibilidad en el uso y acceso, el almacenamiento, la transmisión y el procesamiento de la información entre sí, en grandes cantidades: las redes de información), con el fin de gestionar los procesos técnico-económicos, sociales y culturales a escala global. En consecuencia, esta nueva sociedad de la infor- mación ha adoptado formas y características peculiares, distintas a cualquier otro paradigma social anterior y ha situado al sujeto ante un particular mundo donde, por ejemplo, conceptos como los de espacio y tiempo (se habla ahora de tiempo y espacio digitales, de atemporalidad, interacción múltiple y deste- rritorización en las relaciones entre los sujetos) se han visto transformados de manera sustancial desde su forma de comprensión tradicional, dando lugar así a un nuevo sujeto, el sujeto virtual, que vive en un nuevo entorno, el entorno cibernético. No obstante, esto no debe llevarnos a pensar que estamos ante una sociedad basada materialmente en la información misma. Si así fuera, no estaríamos hablando de un nuevo modelo, ya que en todas las sociedades ha jugado un papel fundamental la información, su acceso, su manejo y el conocimiento a partir de ella elaborado en sus más distintas formas (mágico, religioso, mítico, científico, etc...); lo que resulta nuevo en verdad eslo que tiene que ver con Investigación y documentación jurídicas 55 el procesamiento de la información mediante las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las cuales han posibilitado un extraordinario aumento cuantitativo y cualitativo del mismo a través de procesos permanentes, dinámicos, interactivos y flexibles de información. Ello ha generado un efecto de ampliación y, a su vez, de retroalimentación de los flujos de información, que ha llevado a transformar sensiblemente las relaciones sociales, económicas y culturales existentes, originando, como venimos diciendo, nuevas formas. 3.2. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Sobre todo al principio de la aparición del paradigma de sociedad de la in- formación, se hablaba también de sociedad del conocimiento como si se tratase de términos sinónimos. Sin embargo, la gran mayoría de los estudiosos que se han ocupado de estos temas afirma que no cabe entenderse así ambos conceptos, puesto que se incurriría en un error conceptual de gran calado. Y es que, como se adelantó anteriormente, información no es lo mismo que conocimiento. La relación existente entre ambos es de medio-fin, es decir, la información es un instrumento para el conocimiento, pero no el conocimiento en sí mismo, en la medida en que el conocimiento requiere de una elaboración, una mediación intelectual con arreglo a un criterio metodológico y epistemoló- gico aplicado sobre la información de que se dispone. Así pues, la información constituye la condición necesaria para que exista conocimiento sin ser exacta- mente lo mismo, siendo la información, en el contexto del nuevo paradigma, un simple conjunto de impulsos electrónicos con capacidad para producir texto e imágenes en un monitor, sin mayores implicaciones epistemológicas al no transmitir ningún conocimiento auténtico. De esta manera, con el término sociedad del conocimiento se podría aludir, pues, a aquel modelo social de nodos (individuos y entes) donde ya no se emite y recibe mera información, sino que se genera conocimiento en un proceso aná- logo al de las redes neuronales del cerebro humano. Esto ocurre ya en algunos casos en la actual sociedad de la información, de forma que la relación con la sociedad del conocimiento viene a ser de género-especie, una especificidad posible en el marco genérico de la sociedad de la información que comporta su paso por un determinado tamiz intelectual, una elaboración racional de la información. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 56 Partiendo de esta breve exposición inicial en torno a qué se entiende por sociedad de la información y por sociedad del conocimiento, se pasa a distinguir ahora dos aspectos de las relaciones entre ésta y el Derecho: el papel de lo jurí- dico en el nuevo contexto social, y la incidencia del Derecho en este marco. 3.3. EL PAPEL DEL DERECHO EN EL CONTEXTO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Como un elemento esencial más de la vida social, el Derecho no ha sido, ni está siendo ajeno a todos los cambios provocados por el nuevo modelo de sociedad. El nuevo paradigma tecnológico impuesto en la forma y en las rela- ciones sociales significa importantes transformaciones en las clásicas categorías jurídicas del imperante modelo liberal-burgués moderno. En primer lugar, se está produciendo un progresivo proceso de difuminación de los límites en la acción jurídica de los sujetos, fundamentalmente en lo que respecta a las fronteras estatales como marcos de esta acción. Los nuevos sis- temas de comunicación y el trazado de redes no dependen de la configuración territorial ni política de los Estados. Estrechamente vinculado a la crisis de la clásica noción de espacio, las TIC han propiciado la creación de un nuevo entor- no virtual, más abierto y flexible y a una escala distinta, que se ha superpuesto a los entornos estatales como lugares de determinación de las condiciones del establecimiento y de la acción jurídica de los sujetos, surgiendo así nuevas normativas también superpuestas a los sistemas jurídicos nacional-estatales. En consecuencia, el tradicional concepto de Estado nacional ha entrado en un proceso de crisis en todas sus dimensiones y, por supuesto, también en su dimensión normativizadora, reguladora: en su dimensión jurídica. El Estado ha dejado de ser la referencia exclusiva para la determinación de lo jurídico, imponiéndose así nuevas formas de normatividad jurídica no-heterónomas, basadas sobre todo en la auto-regulación por parte de los sujetos, sin tener en cuenta, en muchos casos, las normatividades estatales. Por lo tanto, se está produciendo una disolución de los sistemas de organización social y control estatales (cuyo ejemplo más importante es el Derecho) en favor de sistemas más coyunturales, mutables, a escala distinta y producto de decisiones puntuales de los sujetos concretos en juego, en muchas ocasiones al margen del poder político-jurídico establecido. Todo esto hace muy difícil la realización del Derecho por parte de un determinado Estado nacional o varios, en los supuestos de ilegalidades re- Investigación y documentación jurídicas 57 lacionadas con las TIC, cuando, antes de la aparición de éstas, eran de fácil control y fiscalización. Ejemplos al respecto son las dificultades actuales para la censura y prohibición de la circulación de contenidos nocivos o ilícitos por parte de los Estados, el control de las copias de software, el pago de impuestos por productos intangibles que circulan por redes y, en general, la mayor parte de las controversias de Derecho internacional privado atinentes al tránsito de la información por los distintos Estados nacionales. Estrechamente relacionado con lo anterior, debe constatarse así la pérdida de influencia de los Estados nacionales, lugar de lo jurídico por excelencia, en la normación y el control normativos de esta nueva sociedad informacional. Un ámbito especialmente sensible es el de la regulación del comercio electrónico, sistema que, de suyo, trasciende el marco meramente nacional de un Estado, y que perdería gran parte de sus virtudes y ventajas para los empresarios y los consumidores como sistema general, si se estableciesen regulaciones diferentes por parte de los Estados. El principio de territorialidad de las normas jurídicas choca frontalmente contra las fórmulas de comunicación y transacción comer- ciales, deslocalizadas y de una flexibilidad tal, que sobrepasa las prescripciones normativas de los Derechos nacionales. Lo mismo ocurre con las normatividades laborales de los Estados. Los rígi- dos y garantistas principios jurídico-laborales de los Derechos nacionales se es- tán desvirtuando en la práctica, en razón de los nuevos modos y procedimientos del trabajo en la sociedad de la información, más volátiles, abiertos y dúctiles, hasta el punto de que se habla hoy ya de una crisis del Derecho laboral. Asimismo, en el ámbito de los derechos fundamentales de la persona, las nuevas tecnologías están poniendo seriamente en solfa su protección y garan- tía. El carácter expansivo de las aplicaciones de estas tecnologías ha planteado enormes problemas en relación con derechos tan básicos de los individuos como el derecho a la libertad, a la intimidad, a la igualdad, etc…, hasta el punto de que están generando un efecto disolvente sobre estos pilares esenciales de los ordenamientos jurídicos, y planteando grandes problemas a los Estados y los individuos para salvaguardarlos. En conclusión, la tendencia predominante en el nuevo contexto social es la desregulación progresiva; como máximo el establecimiento de normas jurídicas mínimas e imprescindibles, cuando no abiertamente la anomia. El fenómeno está evolucionando por sí mismo, imponiéndose así de hecho la auto-regulación sobre la base de unos principios de Derecho contractual general, por parte de los propios agentes jurídicos en el ámbito del Derecho privado. En lo que res- pecta al Derecho público,una alternativa posible es el Derecho internacional Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 58 público en el sentido de constituir un instrumento jurídico para establecer una ordenación cada vez más intensa del sistema social y para arbitrar mecanismos institucionales de resolución de los conflictos que se susciten. Esto último plan- tea no pocos problemas, derivados de la evanescente conformación y extensión de los sistemas sociales y del elevado número de Estados llamados a intervenir en estas políticas, con las consiguientes dificultades para lograr entendimientos y consensos; de ahí que esta respuesta se muestre, por el momento, extraordi- nariamente limitada. 3.4. LA INCIDENCIA DEL DERECHO EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN: EL DERECHO DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES (TIC) La principal influencia del Derecho en la conformación y el desarrollo de la sociedad de la información viene dada por el llamado Derecho de las TIC. Esta nueva disciplina jurídica constituye el más importante modo de incidencia de la normatividad jurídica en los procesos y relaciones sociales propias del nuevo modelo social, ya que aquí es donde se manifiesta de forma casi exclu- siva su auténtica capacidad y su potencialidad reguladora del nuevo marco socio-jurídico. Sobre lo que se entiende por Derecho de las TIC caben diversas perspecti- vas; no es casual, por ello, que existan diferentes denominaciones para referirse a esta realidad (lo cual, en última instancia, es expresión de esta diversidad de concepciones): se habla de Derecho informático, Derecho telemático, Ciber- nética jurídica, Derecho de las nuevas tecnologías, Derecho de la sociedad de la información, etc… Aquí vamos a emplear la expresión Derecho de las TIC por su mayor precisión conceptual, aun cuando la denominación tradicional sea la de Derecho informático. En efecto, este último término resulta ya obsoleto, puesto que ya no es sólo la informática el único procedimiento técnico, sino también otras tecnologías; no obstante, actualmente, sigue siendo la informática el ámbito tecnológico más importante en este sentido. Por un lado, hay quienes entienden por Derecho de las TIC el conjunto de principios y normas jurídicas que regulan el régimen y los efectos jurídicos en las relaciones, en el sentido más amplio que quepa pensarse, entre el Derecho y las TIC. Por otro lado, se considera que no es más que una rama del Derecho especializada en la problemática jurídica propia de las TIC: sus usos, aplicacio- Investigación y documentación jurídicas 59 nes, efectos e implicaciones jurídicas. El primer concepto pone el acento en el hecho de que constituye una rama autónoma, especializada del ordenamiento jurídico, que merece un tratamiento doctrinal individual por su envergadura y su peculiaridad, al tener un objeto de regulación y aplicación claramente delimi- tado. La segunda de las acepciones, sin embargo, no mantiene su status jurídico independiente, sino que lo considera una simple aplicación de las grandes ramas generales del Derecho mediada por la intervención de la informática en la vida y en el tráfico jurídicos. En el primer caso, la informática es el fin en sí de la normatividad jurídica; mientras que en el segundo es un medio que, cuando hace su aparición, condiciona la perspectiva del ordenamiento jurídico en su regulación y aplicaciones, aunque sin perder por ello su naturaleza jurídica general (civil, mercantil, penal, etc…). En concreto, toda esta problemática se materializa en la necesidad de regulación jurídica de los derechos y obligaciones derivados de la creación, distribución, explotación y/o uso del hardware y software en el marco de su protección como derechos de la propiedad industrial e intelectual; los derechos y obligaciones de los creadores, distribuidores y usuarios de bases de datos y productos multimedia; el ámbito de la contratación de bienes y servicios in- formáticos; la legislación sobre protección de datos; la regulación del tráfico financiero y comercial en soporte electrónico e informático; el valor probatorio de los documentos electrónicos e informáticos; los delitos cometidos con estos medios; los derechos de los consumidores de estos medios ante los monopolios de determinadas empresas; la regulación de la competencia entre agentes que actúan en el mercado tecnológico e informático; el desarrollo y liberalización de las telecomunicaciones; la regulación jurídica de Internet, etc… En definitiva, lo que se pone de manifiesto con esta nueva disciplina es la necesidad de que el Derecho no permanezca ajeno a los cambios y exigencias impuestas por la nueva situación tecnológica. En razón del dinamismo que debe acompañar a la normatividad jurídica como fenómeno social, ésta debe ser capaz de ofrecer instrumentos para normar justa y adecuadamente las nuevas situaciones y relaciones jurídicas originadas por el uso de las nuevas tecnologías de la información. Se trata, pues, de un ámbito jurídico en que se hace necesario (y se aprecia, de hecho), más que en ningún otro, la exigencia de permanente transformación del Derecho como medio de ordenación de las relaciones sociales, de suyo esencialmente mutables. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 60 3.5. LA INFORMÁTICA JURÍDICA La informática jurídica es propiamente el ámbito de las TIC donde se mani- fiestan de manera más clara todas las repercusiones derivadas de la aplicación de estas nuevas tecnologías al Derecho. Una de las más interesantes, en lo que respecta a la seguridad jurídica, es la formalización del lenguaje (y, por ende, del discurso) jurídico a que está conduciendo esta nueva aplicación. Dentro de esta caracterización general caben diversas versiones, expresión a su vez de las posibles aplicaciones de la informática al Derecho. Así, puede hablarse de: a) Informática jurídica de gestión. Constituye una aplicación referente al uso de la informática en la actividad de gestión ordinaria cotidiana de las instituciones jurídicas (administraciones públicas, juzgados, notarías, registros, despachos de abogados, etc…). b) Informática jurídica documental. Esta aplicación permite el proce- samiento, tratamiento y recuperación de la documentación jurídica (legislativa, jurisprudencial, doctrinal) previamente almacenada en soporte informático. Es aquí donde se incardina de manera central toda la problemática relativa a la Documentación jurídica en el contexto de la sociedad de la información. c) Informática jurídica decisional. La menos desarrollada de las tres, su propósito es el uso de los medios informáticos para la obtención de decisiones jurídicas válidas y justas. 3.6. PRINCIPALES INSTRUMENTOS Y ACCIONES JURÍDICAS INTERNACIONALES AL SOCAIRE DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN A pesar de su carácter novedoso y de su problematicidad, son muy numero- sas las acciones emprendidas y las normas jurídicas aprobadas por parte de los organismos internacionales para dar respuesta a las exigencias planteadas por el nuevo marco social derivado de la sociedad de la información. Aquí vamos a dar cuenta de las más importantes hasta ahora, limitándonos al ámbito fun- damental de acción política internacional en España: la Unión Europea (UE), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y su órgano específico, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI). Investigación y documentación jurídicas 61 A) En la Unión Europea: La UE fue una de las organizaciones internacionales pioneras en llevar a cabo una política general sobre la sociedad de la información. El primer hito de esta política fue el Libro Blanco titulado Crecimiento, competitividad y em- pleo de 1993, donde se acentuaba la importancia esencial de la sociedad de la información para el crecimiento económico, la competitividad, la creación de empleo y la mejora de la calidad de vida de los europeos. Tres años después, en julio de 1996, la Comisión Europea redactó un LibroVerde titulado Vivir y trabajar en la sociedad de la información: prioridad para las personas, donde se volvía a incidir en la importancia capital de un buen desarrollo de la sociedad de la información, sobre todo en lo referente al empleo, a la creación de nuevos modos y formas de trabajo (el teletrabajo, especialmente), y a las repercusiones de las nuevas tecnologías en el mercado laboral. Asimismo, se planteaban diversas cuestiones en torno a la democracia y a la igualdad en relación con las nuevas tecnologías: su coste y compleji- dad, las desigualdades sociales derivadas del acceso a ellas y su uso (toda la problemática comprendida bajo la llamada brecha digital), etc… En torno a estos dos ejes, se proponían distintas políticas para beneficiarse del desarrollo tecnológico y para asegurar el acceso justo y equitativo a estas tecnologías. En 1999, la UE lleva a efecto una iniciativa política bajo la denominación eEurope- Una Sociedad de la información para todos, con el objetivo de asegurar a los Estados de la Unión la obtención del máximo beneficio de los cambios que está produciendo la sociedad de la información. Dicha iniciativa fue plasmada en el plan de acción eEurope 2002 – Impacto y prioridades, concebido para convertir a la Unión Europea en la economía del conocimiento más dinámica y competitiva del mundo, desde entonces hasta el año 2010. Le siguió el plan de acción eEurope 2005, aprobado por el Consejo Europeo de Sevilla en junio de 2002, orientado sobre todo hacia la proliferación de la conectividad a Internet en toda Europa, pretendiendo traducir esta conectividad en un aumento de la productividad económica y en una mejora de la calidad y de la accesibilidad a los servicios para el conjunto de los ciudadanos europeos, basándose en una infraestructura técnica de banda ancha segura y accesible para la mayoría. Una nueva política, sucesora de las otras, fue la Estrategia i2010 Una socie- dad de la información europea para el crecimiento y el empleo, planteada desde un enfoque integrado de las políticas en torno a la sociedad de la información y a los medios audiovisuales en la UE, con el objetivo particular de fomentar el conocimiento y la innovación en aras del crecimiento y la creación de empleo, tanto cualitativa como cuantitativamente. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 62 B) En la Organización de Naciones Unidas y en la Unión Internacional de Telecomunicaciones: Tomando como punto de partida la desigualdad en el acceso a los recursos informáticos, la necesidad de disponer de infraestructuras para asegurar la integración social, el acceso a la información y la formación de las personas en un entorno adecuado, la ONU inició, con motivo de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (1ª fase) celebrada en Ginebra los días 10 a 12 de diciembre de 2003, un movimiento de concienciación entre los países miembros. En ella tuvo lugar una Declaración de principios donde se afirmaba que la sociedad de la información debe tener como fundamento a la persona, debe ser integradora y estar orientada al desarrollo, de manera que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan desplegar plenamente sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la base de los principios y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas. Una nueva acción fue la emprendida a través del Compromiso de Túnez en la Cumbre de la Sociedad de la Información (2ª fase), celebrada en la ciudad norteafricana los días 16 a 18 de noviembre de 2005. Allí se reafirmó la Decla- ración de principios de la de Ginebra, incidiendo en la libertad de expresión y de circulación de información, conocimientos e ideas como esenciales para la sociedad de la información y el desarrollo de las personas y los pueblos. Tam- bién se señaló la voluntad de paliar y eliminar en lo posible la brecha digital (desigualdades de acceso, y discriminaciones derivadas del desigual acceso, a las nuevas tecnologías de la información) con el objetivo de construir “una sociedad de la información para todos” (puntos 9 y 10). SEGUNDA PARTE LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 4: LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA En el presente capítulo vamos a caracterizar la Documentación jurídica como disciplina y como conjunto de recursos o fuentes de información de in- terés para los que tienen que trabajar con asuntos relacionados con el Derecho. Para ello, la ubicaremos donde le corresponde dentro del más amplio campo de la Documentación con el fin de determinar un concepto y unas características propias de ella, y determinaremos una tipología posible. 4.1. LA DOCUMENTACIÓN Y LAS FUENTES DE INFORMACIÓN El término Documentación es un término que se puede considerar ambiva- lente ya que se utiliza para referirse tanto a una disciplina como a un conjunto de fuentes o recursos de información. En cuanto al primer sentido, esto es, como disciplina, cabe decir que, aunque existe una amplia bibliografía sobre el tema, podemos afirmar que se trata de una ciencia auxiliar de cualquier otra porque sistematiza las actividades desprendidas de la transmisión de conocimientos para organizarlos en fuentes con el fin de que sirvan para otros nuevos. De ahí su carácter de instrumento al servicio de las ciencias y su importancia en el progreso de las mismas ya que favorece la producción y transmisión de todos los saberes así como la correcta transferencia de la información desde su creador hasta su usuario. Por otro lado, la Documentación se debe fundamentalmente al documento, entendido como fijación de la información, pero al documento estudiado desde un punto de vista especializado y aplicado a una ciencia deter- minada que transmite información científica, resultados. De ahí que se ocupe del Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 66 crecimiento de la bibliografía científica, de la dispersión de las publicaciones periódicas, de la productividad de sus autores, de la correcta utilización de las fuentes que sirven de vehículo de transmisión de ideas científicas e, incluso, de las técnicas del trabajo científico. La Documentación es, según López Yepes, “la ciencia general que tiene por objeto el estudio del proceso de adecuación y transmisión de las fuentes para la obtención de nuevo conocimiento”. Es la ciencia de las fuentes de información. Facilita al investigador las fuentes im- prescindibles para obtener nuevo conocimiento científico. En cuanto a qué se entiende por fuentes de información podemos decir que son los recursos necesarios para poder acceder a la información y al conoci- miento en general. Son todos aquellos instrumentos que sirven para satisfacer las necesidades informativas de cualquier persona, se hayan creado o no con ese fin y sean utilizados directamente o por un profesional de la información como intermediario. Por lo tanto, se puede afirmar que el principal rasgo característico de las fuentes de información en su conjunto es el de su utilidad. Son útiles para cualquier persona que cuente con una necesidad informativa y desee satisfacer- la; para investigadores, profesionales de la información y público en general. Y son esenciales en cualquier proceso de búsqueda informativa. Sobre todo teniendo en cuenta su amplia y variada tipología. En relación con este asunto, ofrecemos a continuación una clasificación de las fuentes de información que nos servirá para determinar la específica de la Documentación jurídica: Por la procedencia y origen de la información: 1. fuentes de información personales 2. fuentes de información institucionales 3. fuentes de información documentales Por el canal utilizado para transmitir la información: 1. fuentes de información de transmisión oral 2. fuentes de información de transmisión documental Por la cobertura geográfi ca: 1. fuentes de informaciónde carácter internacional 2. fuentes de información de carácter nacional 3. fuentes de información de carácter autonómico 4. fuentes de información de carácter regional 5. fuentes de información de carácter local Por el grado de adecuación de la información que ofrecen: 1. fuentes de información de adecuación total 2. fuentes de información de adecuación media 3. fuentes de información de adecuación insufi ciente Investigación y documentación jurídicas 67 Por el tipo de información que ofrecen: 1. fuentes de información especializada 2. fuentes de información general Estos criterios se complementan, de forma que puede darse el hecho de que una misma fuente de información sea, por ejemplo, de procedencia institucio- nal, de transmisión oral, de cobertura geográfica internacional, de adecuación media y de carácter especializado. Pero de todos ellos, se debe destacar el primero, es decir, el de la procedencia u origen de la información, porque es el que realmente determina la tipología de las fuentes, mientras que los restantes sirven para caracterizarlas. Por eso podemos decir que las fuentes personales son personas, consideradas individual o colectivamente, que proporcionan in- formación de gran valor para quienes la necesiten. Esa información la aportan de forma oral aunque, en algunos casos la puedan transformar posteriormente en documento. Son fuentes personales de gran valor para el investigador: el director de la investigación y los expertos en la materia de su interés. En cuanto a las fuentes institucionales podemos decir que se trata de instituciones que proporcionan información de interés para quienes la necesitan. Pueden ser de cualquier tipo: culturales, políticas, económicas, públicas, privadas... y ofrecer la información de forma oral o documental (ya fijada). De todas ellas cabe des- tacar la importancia que adquieren para una investigación instituciones tales como bibliotecas, archivos o centros de documentación, que, como unidades informativas, nos proporcionan servicios y fondos de gran interés. Por último, las fuentes documentales son aquellas que proporcionan la información a través de o sobre un documento, entendido como fijación de esa información. Han sido las más estudiadas y son las que ofrecen mayor variedad y tipos. Una clasificación posible sería la siguiente: Según la forma en que presentan la información 1. de forma fraccionada, según distintos criterios de clasifi cación (por materias, alfabéticamente, sistemáticamente, cronológicamente..) Ej.: enciclopedias, diccionarios, anuarios, repertorios biográfi cos, bibliografías, catálogos de biblioteca, etc. 2. de forma continua, ofreciendo la información según un desarrollo secuencial, aunque se pueda acceder a ella independientemente a través de los índices. Ej.: tratados, manuales, colecciones de textos, guías, etc. 3. con imágenes, de forma que el texto sólo sirve para completarlas. Ej.: catálogos de museos, atlas, mapas, etc. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 68 4. de forma numérica, donde la información se presenta por medio de gráfi cos, tablas o listas. Ej.: estadísticas, tablas matemáticas, etc. Por el tipo de información ofrecida, según el cual las fuentes documen- tales pueden ser de información bibliográfi ca (bibliografías, catálogos) biográfi ca (diarios, memorias, biografías, repertorios biográfi cos..) geográfi ca (atlas, mapas, planos), cronológica (anuarios, memorias), legislativa (códigos), de localización (directorios), general (diccionarios, enciclopedias), etc. Por el grado de remisión y originalidad, es decir, su contenido, según el cual estas fuentes pueden ser de carácter primario (monografía, artículo, revista, literatura gris), secundario (diccionarios, repertorios biográfi cos, bibliografías, etc) o terciario (bibliografías de bibliografías, guías y manuales de fuentes de información) Por el grado de información que proporcionan 1. las que proporcionan por sí mismas la información deseada y en el momento, con mayor o menor profundidad y detalle y con una pre- sentación que permite su uso rápido y manejo fácil. Ej.: directorios, diccionarios, enciclopedias, anuarios, repertorios biográfi cos, etc. 2. las que remiten a otras fuentes mediante referencias textuales. Ej.: bibliografías, catálogos de biblioteca, boletines de sumarios, etc. Por el soporte en que se presentan, que puede ser papel, película, soporte informático (en línea o disco óptico), etc. Por la difusión, según la cual las fuentes documentales pueden ser de uso interno o restringido, estar publicadas o inéditas Por la materia de la que traten, que puede ser general o especializada Por la cobertura geográfi ca, que determina el que sean internacionales, nacionales, locales, etc. Por la cobertura temporal (actualización), según la cual las fuentes documentales pueden ser retrospectivas o históricas y periódicas o en curso Por la ordenación dada a la información, que puede ser alfabética, sistemática, por materias, cronológica, geográfi ca, mixta, etc. Es evidente que algunos de estos criterios pueden combinarse ofreciendo una variedad de tipos aún mayor. Un tema de gran interés relacionado con las fuentes de información es el de los criterios de evaluación aplicables en la selección de las más pertinentes. A nadie se le escapa el hecho de que los recursos informativos son muchos y variados, de forma que es necesario tener en cuenta determinados criterios para Investigación y documentación jurídicas 69 poder elegir aquella fuente que sea la que vaya a satisfacer plenamente una necesidad informativa. En el campo de la Documentación se ha estudiado este asunto e incluso se han determinado algunos de esos criterios de interés para la selección. Se entiende, pues, por “evaluación de las fuentes de información” el proceso que permite estimar las ventajas e inconvenientes, prestaciones y deficiencias de las fuentes según unos criterios determinados (por nosotros o por otros). Para ello pueden servirnos de orientación y ayuda la consulta de reseñas aparecidas en revistas especializadas y catálogos de librero, las guías de obras de referencia o webs que incluyen listas de criterios, cuestionarios concretos y módulos formativos para el aprendizaje de habilidades evaluadoras. Existen criterios que pueden aplicarse a todas las fuentes o sólo a las documentales. Algunos criterios aplicables a estas últimas serían: De carácter externos o formal: Título Formato -Papel (encuadernación, tipo de papel, tipografía, calidad de ilustraciones y relación con el texto, indicaciones en el lomo, peso, tamaño) -Soporte informático (relevancia: contenido y expectativas y necesidades de los usuarios; accesibilidad: diseño, estructura y organización, forma de acceder; calidad de la escritura; formato, apariencia; mantenimiento) cd rom (sofware: almacenamiento y recuperación; interfaz de usuario) páginas web (navegación, enlaces) Forma de actualización De carácter interno o de contenido (algunos se pueden aplicar a cualquier tipo de formato y otros son específi cos del formato) Alcance (finalidad: en prefacio, introducción; coberturas temática, geográ- fica, cronológica, lingüística) Originalidad Fiabilidad Exhaustividad Autoría (prestigio y grado de especialización de autores, editores literarios, colaboradores, editorial...) Precisión y objetividad Actualidad Aplicabilidad y contenidos Ayuda al usuario Críticas recibidas Disponibilidad Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 70 Accesibilidad, usabilidad, legibilidad: rapidez con que se puede extraer la información (ordenación de la información, índices, referencias cruzadas) Organización de la información (estructura) Adecuación a las necesidades informativas Estilo 4.2. CONCEPTO Y CARACTERIZACIÓN DE LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA La Documentación jurídica, entendida como disciplina, desempeña el papel de auxiliar de las ciencias jurídicas porque sistematiza lasactividades despren- didas de la transmisión de conocimientos para organizarlos en fuentes con el fin de que sirvan para otros nuevos y para nuevas investigaciones. Se ocupa, por tanto, de aquellas fuentes de información que son de interés para el ámbito del Derecho. Por otra parte, entendida como conjunto de recursos informativos, se identifica con toda información que, fijada o no, se genera “en la creación, aplicación, difusión e investigación del Derecho”5, abarcando, por tanto, todas las fuentes del conocimiento del Derecho (legislación, jurisprudencia y doctrina científica). En cuanto a su caracterización, podemos decir, en primer lugar, que la Do- cumentación jurídica es un tipo de Documentación especializada en cuanto que se aplica a un saber en concreto: el Derecho. Goza de las características propias de la Documentación en Ciencias Sociales y la Documentación en Humanidades ya que el saber al que se aplica (el Derecho) no sólo tiene por objeto de estudio los comportamientos jurídicos y administrativos en tanto que hechos sociales que se generan en las diferentes esferas de la actividad social sino que también considera la Historia de esos comportamientos así como el pensamiento filosó- fico que los genera o se deriva de ellos (Filosofía). Cuenta con unos rasgos que la hacen particular. De entre ellos se pueden destacar los siguientes: - su complejidad en el manejo - su diversidad y amplia tipología - su dispersión en unidades informativas muy variadas y en fuentes de diferente procedencia y validez - la difi cultad de acceso, aunque en el Derecho existe la tendencia natural a la recopilación y a la codifi cación así como a la clasifi cación conceptual 5 MANUAL de documentación jurídica. Edit. por Mateo Maciá. Madrid: Síntesis, 1998, p.20. Investigación y documentación jurídicas 71 y a la creación de sistemas que permitan una localización más fácil de los textos (los índices) - la variedad de soportes en los que puede presentarse - la variabilidad, el dinamismo y el cambio constante, por lo que es necesario acudir siempre a fuentes de información que garanticen la actualización de sus contenidos; en este sentido, las nuevas tecnologías han favorecido la difusión en menor tiempo de la información jurídica. El Derecho como una de las primeras disciplinas en adentrarse en la información electrónica, que soluciona dos problemas: el volumen y el acceso rápido al texto (los sistemas expertos) - su volumen6, que actualmente es prácticamente incontrolable, por lo que es necesario un proceso de gestión, búsqueda y selección que nos permita acceder a la información deseada en el menor tiempo posible. El Derecho es una de las disciplinas que más ha desarrollado instrumentos de recopilación y análisis - contiene una información que, dada su importancia social, debe ser recogida y transmitida con un grado de precisión y fi delidad máximo - alto grado de obsolescencia - considerada por la propia disciplina que la genera (el Código Civil habla de fuentes, la Constitución, manuales de documentación administrati- va…) - publicación ofi cial7 (por imperativo legal) y privada (cubre las lagunas y tardanzas de la ofi cial) El gestor y consumidor (investigador, profesional, planificador…) de este tipo de información, en general, es usuario de bibliotecas especializadas o cen- tros de documentación, instituciones que se especializan en un tema o grupo temático, con material sumamente especializado y de fecha reciente y con ser- vicios más especializados. Se trata de un usuario con cualificación profesional, con capacidad de análisis y síntesis, que usa el centro de información como herramienta de trabajo, que posee la capacidad de definir la pregunta y posee un alto grado de exigencia en cuanto a las respuestas. Pero también puede ser “el hombre de la calle”; existe una gran demanda social de información jurídica (casarse, compra vivienda, contrato de trabajo, abrir un negocio...) entre perso- nas que se enfrentan a un mundo desconocido e incomprensible, a veces. 6 Auténtico boom en España desde la Constitución (Comunidades Autónomas, Unión Europea, organismos internacionales…). 7 NIPO. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 72 4.3. UNA TIPOLOGÍA DE DOCUMENTACIÓN JURÍDICA Teniendo en cuenta la clasificación ofrecida por el Manual de Documenta- ción jurídica, se pueden distinguir los siguientes tipos: legislativa: “producida por los órganos titulares del poder legislativo en el ejercicio de la facultad que tienen conferida para llevar a cabo la elaboración de las normas” parlamentaria: la generada en el desarrollo de la actividad del Parlamento y “referida a todo el proceso de elaboración de las normas, proyectos y proposiciones, discusión y aprobación” administrativa: “las normas inferiores y actos administrativos unidos a la gestión y procedimientos propios de una actividad o función que se desarrolla a tres niveles: estatal, autonómico y local” judicial: “la producida por los órganos encargados de la función juris- diccional en el ejercicio de su actividad” de la doctrina jurídica o científi ca: “formada por los documentos más tradicionales en la Documentación, como son las monografías, manua- les, artículos de revistas, tesis y otros trabajos de investigación”. Se trata de un caso especial ya que se caracteriza por ser una Documentación no tipifi cada, sin estructura defi nida, no controlada y con una vigencia ilimitada. Aunque con un lenguaje de léxico especial y propio de este tipo de información, la que llaman bibliografía jurídica entendida como cualquier estudio sobre temas jurídicos, sigue una difusión diferente al resto (repertorios de legislación y jurisprudencia, publicaciones ofi cia- les...) a través de editoriales y revistas especializadas. Su publicidad y referencia se logra por medio de catálogos ofi ciales y privados. Integrada fundamentalmente por los tradicionales documentos bibliográfi cos en los que se publica la literatura jurídica, independientemente del soporte o del formato, como son las monografías, los manuales, los artículos de publicaciones periódicas, las actas de congresos y conferencias y la literatura gris, goza de un alto nivel de publicación. Aunque la edición impresa juega un papel preponderante, las ediciones electrónicas (libros y revistas) se están integrando paulatinamente en la oferta de las princi- pales editoriales jurídicas. Las bases de datos bibliográfi cas de carácter jurídico, por su concepción y fi nalidad se asemejan al resto de bases de datos referenciales sin que quepa hacer diferenciación alguna en su Investigación y documentación jurídicas 73 forma de almacenamiento y utilización práctica. Reciben el nombre de bases de datos doctrinales y recogen, de forma referencial, la doctrina jurídica publicada en libros, revistas, artículos de prensa, literatura gris, etc. En muchos casos se centran en el análisis de los textos legales y jurisprudenciales. Un ejemplo de esta Documentación lo constituye la Documentación iusfi losófi ca, propia de la Filosofía jurídica, disciplina que signifi ca la perspectiva fi losófi ca entorno al Derecho, más abierta y amplia que la perspectiva dogmática, esto es, la que adoptan las demás ramas del Derecho. CAPÍTULO 5: METODOLOGÍA DEL REPERTORIO BIBLIOGRÁFICO En este capítulo deseamos exponer brevemente algunas recomendaciones válidas a la hora de elaborar una bibliografía o repertorio bibliográfico. Es evidente que no existen normas que determinen su puesta en práctica, pero también es conveniente que el bibliógrafo o cualquier persona que, por exigen- cia de un trabajo de investigación, necesite elaborar una bibliografía, sigan un determinado plan que responda a ideas prefijadas. La aplicación de un método favorece el buen hacer. 5.1. ETAPAS DEL MÉTODO BIBLIOGRÁFICO Por “método bibliográfico” entendemos el conjunto de operaciones o etapas que permiten la elaboración de un repertorio bibliográficoo bibliografía. Hay distintos modelos posibles aunque todos vienen a ser semejantes. Esas etapas pueden reducirse a tres: - Planificación - Compilación - Presentación La primera de ellas, la planificación, se identifica con lo que es el plan- teamiento inicial del trabajo a realizar. El compilador formula su objetivo y la forma concreta en que va a aplicar el método. Es en este estadio en el que tendrá que determinar una serie de premisas de gran trascendencia para el buen Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 76 desarrollo del trabajo, ya que dependerá de su buena elección el resultado del mismo. Entre estas premisas, debemos destacar: la delimitación del tema sobre el que versará su trabajo el campo de aplicación, es decir, si seleccionará o será exhaustivo el tipo de material que va a incluir (monografías, artículos, publicaciones periódicas...) el tipo de descripción bibliográfi ca que utilizará la forma de presentar los resultados (su difusión, el soporte) las fuentes que deberá consultar el tipo de ordenación que dará a los asientos o descripciones bibliográ- fi cas el período cronológico que desea abarcar la cobertura geográfi ca. Estos y otros criterios se definirán con claridad, aunque no serán inamo- vibles ya que algunos podrán variar a lo largo del desarrollo del trabajo adap- tándose a las necesidades que se impongan. Es necesario que el compilador no pierda en ningún momento la perspectiva y que, antes de iniciar el trabajo en cuestión, conozca el estado en que se encuentra la investigación sobre el tema elegido para evitar hacer algo que ya está hecho. La segunda de las operaciones, la compilación, se identifica con lo que es propiamente el trabajo bibliográfico. El compilador, utilizando el sistema definido previamente, recopilará la información que precisa acudiendo a las fuentes que considere más oportunas y ordenando el resultado de esa investiga- ción de acuerdo con el modelo de ordenación determinado en la primera fase. La búsqueda de los textos que se van a incluir no se improvisa. Los métodos de búsqueda variarán según el género y la naturaleza de cada repertorio y el bibliógrafo deberá conocer todos a fin de utilizar las fuentes de dónde extraer las noticias que le permitirán la identificación y registro de cada texto. En este sentido cabe advertir que las fuentes primarias son las más aconsejables por ofrecer mayor fiabilidad, mientras que la información obtenida de fuentes se- cundarias deberá comprobarse. A partir de este momento, el compilador pasará a describir los documentos. Esta descripción puede ser sólo externa o, también, externa e interna. La des- cripción externa centra su atención en el aspecto exterior del texto, teniendo en cuenta su antigüedad, rareza o belleza, si las tiene. Sin embargo la descripción interna tiene por objeto el contenido del texto y se puede hacer por medio de resúmenes, comentarios e incluso juicios de valor. Investigación y documentación jurídicas 77 El estilo adoptado en la redacción de los asientos bibliográficos, esto es, el modelo de descripción bibliográfica elegido, deberá tener en cuenta tres elementos básicos: los datos que se van a incluir en el asiento el orden en que se van a disponer dentro del asiento la forma más idónea de presentar la puntuación y la tipografía con el fi n de presentar claramente la información. Son muchos los modelos posibles referidos tanto a documentos en soporte tradicional como en soporte electrónico, pero todos tienen en común la preocu- pación por exponer con claridad los registros de los textos a incluir. Cualquiera que sea el elegido deberá respetarse a lo largo de todo el trabajo. Por último, y antes de iniciar la tercera etapa, cabe señalar el interés que ofrece la ordenación de los asientos descritos. El compilador debe clasificar la información obtenida según el criterio que determinase en la primera fase, y que puede ser, entre otros: alfabético de autor y título cronológico, según el año de publicación del texto sistemático, según un sistema de clasifi cación por materias (alfabéticamente o por grandes grupos) geográfi co, según el lugar de publicación del texto La ordenación de los asientos es de suma importancia ya que hará que el producto final sea o no manejable. En la tercera de las operaciones que constituyen el método bibliográfico, la de la presentación, el compilador se preocupará por la forma externa que va a adoptar su trabajo. Así, en este estadio, tendrá en cuenta los siguientes puntos: la forma física en que presentará los resultados de su investigación el aspecto tipográfi co de asientos y encabezamientos la organización de los asientos una introducción explicativa la disposición general del repertorio. En este último punto deberá considerar la redacción de una introducción que contemple los antecedentes del tema, la descripción del plan de la bibliografía y los distintos pasos seguidos en su elaboración. Es el momento de organizar otros elementos de gran interés para el buen aprovechamiento del repertorio, como son las listas de fuentes y siglas utilizadas y la presentación de un modelo de asiento que haga más asequible el trabajo realizado. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 78 5.2. ALGUNOS MODELOS DE DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA A continuación ofrecemos algunos modelos posibles de descripción bibliográfica de interés para la elaboración de una bibliografía o repertorio bibliográfico. Descripción bibliográfica de documentos en soporte papel Monografías - Sistema tradicional (UNE 50-104-94: ISO 690-1987) RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. Título. Responsabilidad subor- dinada. Edición. Lugar de publicación: Editor, año, extensión. Serie. Notas. Número normalizado. (Opcional: lugar, editorial, extensión, serie, notas) - Sistema Harvard (RESPONSABILIDAD PRINCIPAL-año, sistema APA, estilo Chicago, estilo Turabian) RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. (Fecha de publicación). Título. Responsabilidad subordinada. Lugar de la publicación: Editor. Publicaciones seriadas (revistas, periódicos, anuarios, series de infor- mes y memorias de las instituciones, series de actas de congresos y conferencias y series o colecciones de monografías) - Sistema tradicional Título. Responsabilidad. Edición. –Identifi cación del fascículo-/ . Lugar: Editor, –año–/ . Serie. Notas. Número normalizado. (Opcional: lugar, editor, serie, notas) Capítulos de monografías - Sistema tradicional RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. Título de la parte o capítulo. En RESPONSABILIDAD PRINCIPAL de la monografía. Título de la mo- nografía. Lugar: Editor, año, situación en la publicación fuente (p.). - Sistema Harvard RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. (Fecha de publicación). “Título de la parte o capítulo”. En RESPONSABILIDAD PRINCIPAL de la monografía. (Fecha). Título de la monografía. Lugar: Editor, situación en la publicación fuente (sin p.). Artículos en las publicaciones seriadas - Sistema tradicional Investigación y documentación jurídicas 79 RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. Título. Responsabilidad subordi- nada. Título del documento fuente, localización en el documento fuente (año, vol., nº, p.). - Sistema Harvard -RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. (Fecha). “Título del artículo”. Título de la revista, volumen, número, páginas correspondientes (sin p.). Descripción bibliográfica de documentos en soporte electrónico (ISO 690-2: 1997) Textos electrónicos, bases de datos y programas informáticos RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. Título [tipo de soporte: en línea, CD-ROM, cinta magnética, disco o disquete]. Edición si se trata de una edición distinta a la primera. Lugar de publicación: Editor o Editorial, fecha de edición o publicación. (fecha de revisión o actualización, si la hay). Disponible en <http....> [Consulta: día mes año]. Partes de textos electrónicos, bases de datos y programas informáti- cos RESPONSABILIDAD PRINCIPAL. Título [tipo de soporte: en línea, CD-ROM, cinta magnética, disco o disquete].Edición si se trata de una edición distinta a la primera. Lugar de publicación: Editor o Editorial, fecha de edición o publicación. (fecha de revisión o actualización, si la hay). “Título del capítulo o la parte”. Disponible en <http....> [Consulta: día mes año]. Contribuciones en textos electrónicos, bases de datos y programas informáticos RESPONSABILIDAD PRINCIPAL de la contribución. “Título de la contribución” [tipo de soporte: en línea, CD-ROM, cinta magnética, disco o disquete]. En: Responsabilidad principal del documento fuente. Título del documento fuente. Edición si se trata de una edición distinta a la primera. Lugar de publicación: Editor o Editorial, fecha de edición o publicación. (fecha de revisión o actualización, si la hay). Localización de la contribución dentro del documento fuente. Disponible en <http....> [Consulta: día mes año]. Artículos y otras contribuciones en publicaciones seriadas electróni- cas RESPONSABILIDAD PRINCIPAL de la contribución. “Título de la contribución”. Título de la publicación en serie. [tipo de soporte: en Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 80 línea, CD-ROM, cinta magnética, disco o disquete]. Localización de la parte dentro del documento fuente. Fecha de publicación. Disponible en <http....> [Consulta: día mes año]. CAPÍTULO 6: FUENTES DE INFORMACIÓN JURÍDICA DOCUMENTALES En los dos capítulos siguientes ofrecemos una selección, acompañada de un breve estudio, de aquellas fuentes de información que consideramos de in- terés para los estudiosos del Derecho. Se incluyen fuentes de carácter general y de uso imprescindible para iniciarse en la investigación jurídica. Son fuentes fundamentalmente de ámbito español por tratarse del más cercano a nuestra experiencia. Para dar cuenta de ello seguiremos una clasificación basada en uno de los criterios expuestos en el capítulo cuatro: el de la procedencia u origen de la información, según el cual, recordemos, las fuentes pueden ser documentales, personales e institucionales. Las fuentes de información jurídica son aquellos recursos que ofrecen conocimiento capaz de “producir efectos de una cierta relevancia en el campo de las Ciencias jurídicas que sea tratado de forma adecuada para facilitar su transmisión mediante los correspondientes procesos informativos, permitiendo a una pluralidad de sujetos el acceso y utilización del mismo”8. Un conocimien- to con un contenido parlamentario, legislativo, jurisprudencial o de doctrina jurídica, entre otros. Hoy en día se podría decir que Internet se ha convertido en la principal fuente de información para la Documentación jurídica, por eso, gran parte de los recursos que se aportan a continuación se encuentran alojados en esa red. Editoriales y organismos públicos han hecho un gran esfuerzo por volcar en ella, con carácter retroactivo y actualización constante, documentos legislativos, judiciales y doctrinales de interés. Pero también se ofrecen otros 8 PÁEZ MAÑÁ, Jorge: Bases de datos jurídicos. Madrid: CINDOC, CSIC, 1994, p.3. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 82 recursos que, aún en papel, siguen siendo de gran valor para los estudiosos del Derecho. Como ya apuntamos en el capítulo anterior, las fuentes documentales son aquellas que proporcionan información a través de un documento o sobre un documento, entendido como fijación de la información. Las hay que ofrecen esa información de forma fraccionada o de forma continua, con imágenes o con cifras; también las que dan información de carácter bibliográfico, biográfico, cronológico, legislativo, etc.... Están las que ofrecen una información original producto de un trabajo de investigación o de una actividad eminentemente creativa (primarias), las que remiten a ellas o las reelaboran (secundarias) y las que recogen información sobre estas últimas (terciarias). Tenemos fuentes documentales en soporte tradicional (papel) o informático, ordenadas de una u otra manera, de coberturas geográfica y cronológica diversas, de uso restringido o no, generales o especializadas, etc... Las documentales son las fuentes más habituales en la Documentación jurídica, por el fuerte carácter escritural del Derecho desde su origen. A continuación vamos a dar cuenta de aquellas que consideramos de interés para el tema objeto de estudio, teniendo en conside- ración el grado de remisión u originalidad porque nos permite poder ir de una a otra en cualquier búsqueda informativa. Así, hablaremos de fuentes docu- mentales primarias, secundarias y terciarias, considerando que las secundarias y terciarias son fuentes especialmente diseñadas para facilitar y maximizar el acceso a las primarias o a sus contenidos. 6.1. GUÍAS DE FUENTES DE INFORMACIÓN O FUENTES DOCUMENTALES TERCIARIAS Por guía de fuentes entendemos aquel documento que de una manera u otra nos aporta información sobre todos aquellos recursos de interés para encontrar la información que buscamos. Permite iniciar el proceso de búsqueda y debe entenderse como el primer estadio del mismo. Internet nos ofrece, hoy en día, la posibilidad de contar con algunas de estas guías de fuentes que en ocasiones han dado en llamarse guías de recursos de información y que tienen relación con buscadores temáticos, portales, comuni- dades virtuales, etc... de información gratuita sobre legislación, jurisprudencia, artículos doctrinales, etc... Las ventajas sobre las aparecidas en papel son evi- dentes: su actualidad, su rápida actualización y el gran número de recursos que ofrecen. Las hay generales y especializadas, elaboradas por entidades públicas Investigación y documentación jurídicas 83 (bibliotecas, por ejemplo) o privadas (revistas telemáticas, páginas persona- les), que recogen un tipo de fuentes (electrónicas) o todas, locales (recogen los recursos de su propiedad o ubicados en su centro) o mixtas (recogen recursos que existan en general). Son un compendio de recursos que se completan con lo que en algunas páginas del tipo que sea reciben el nombre de enlaces. Cabe destacar, en este sentido, la labor desarrollada por las bibliotecas universitarias en sus páginas web, donde podemos encontrar información (y acceso) sobre recursos de interés para los usuarios especializados. Uno de los servicios más novedosos prestado por estos centros es el de los repositorios o depósitos de contenidos digitales producidos por los miembros de la comunidad universitaria (trabajos e informes), de gran valor para usuarios especializados y no accesibles a través de los medios de difusión tradicionales. Algunos ejemplos de interés son: - 060 (http://www.060.es/) Portal del ciudadano, del Gobierno de España, que contiene información completa de las webs de la Administración Pública proporcionando enlaces a las de las diferentes administraciones por materia y por Co- munidad autónoma. - BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO (http://www.boe.es) Completísimo portal que recoge disposiciones de carácter general de ámbito estatal, autonómico y europeo desde 1960, y un análisis jurídico de cada disposición (http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/ iberlex.php). También los boletines ofi ciales de las Comunidades Au- tónomas y de las Diputaciones Provinciales, así como el Boletín de la Unión Europea, Jurisprudencia constitucional y otras informaciones de gran interés. Para los Boletines ofi ciales de los Parlamentos Autonómi- cos puede verse (http://juntadeandalucia.es/boja/otros/boja). - DERECHO.COM (http://www.derecho.com) Portal que ofrece contenidos y servicios legales de calidad a través de Internet. - DERECHO y Estado en Internet: guía básica de direcciones. Madrid, etc: Prentice Hall, 2001 Pequeña guía que ofrece direcciones de instituciones, asociaciones y otros sitios de interés con una breve pero práctica descripción de algunas de ellas. El libro está estructurado en nueve capítulos: Altas instituciones del Estado, Administración general del Estado, Admi- nistraciónTerritorial, Local, Colegios profesionales, Universidades, Instituciones Internacionales, Becas y Ofertas de empleo y Sitios de Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 84 interés. A destacar el capítulo dedicado a las Universidades, españolas públicas y privadas, por ser instituciones de gran valor debido a sus bibliotecas, archivos y centros de documentación. - DERECHO público en Internet: guía de direcciones. Ed. Por Gerardo Ruiz-Rico Ruiz y Juan José Ruiz Ruiz. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2003 Recoge un gran número de direcciones de interés para el investiga- dor en Derecho Público organizadas según el criterio que siguen los habituales manuales de Derecho Constitucional. Incluye información de editoriales, centros de documentación, boletines ofi ciales, revistas electrónicas, foros de debate, etc. De interés por la información que aporta sobre derechos humanos. - Derechos HUMAN RIGHTS (http://www.derechos.org) (http://www.derechos.net/links/esp) Organización internacional nacida en Internet que ofrece información sobre novedades, publicaciones (artículos, monografías, bases de datos, bibliografías, boletines de ONGS, revistas académicas) y enlaces de derechos humanos (acciones y campañas, legislación y jurisprudencia, directorios de enlaces, foros de discusión, informes y noticias, organis- mos internacionales, ONGS, etc...). - DOXA. Filosofía del Derecho (http://www.cervantesvirtual.com/portal/DOXA) El portal DOXA. FILOSOFÍA DEL DERECHO trata de ofrecer en soporte digital un conjunto amplio de servicios de documentación de interés para la comunidad de fi lósofos del Derecho que se expresan en lengua española. Entre sus enlaces ofrece información sobre revistas, catálogos de bibliotecas, tesis doctorales y publicaciones electróni- cas. - INFODERECHO (http://www.infoderecho.com) Portal jurídico dedicado a los sitios jurídicos más novedosos y popu- lares de la red. Estructurado como un clásico directorio de recursos en la web, divide los enlaces seleccionados en áreas temáticas. - La INFORMACIÓN especializada en Internet: directorio de recursos de interés académico y profesional. Coordinación Ángeles Maldonado Martínez y Luis Rodríguez Yunta. 2ª ed. corr. y aum. Madrid: CSIC, 2006 Completa guía de fuentes de interés científi co general que no sólo reco- ge las direcciones web, sino que también incluye en cada capítulo una Investigación y documentación jurídicas 85 introducción conceptual así como breves descripciones de cada uno de los recursos. Se complementa con un directorio electrónico organizado por capítulos con todas las direcciones web que aparecen en el texto escrito. - IUSTEL, Portal del Derecho (http://www.iustel.com) Incluye distintos servicios. En el apartado Biblioteca recoge una base de datos referencial de libros y artículos, algunos digitalizados. También contiene revistas electrónicas de interés. - JURISWEB: derecho español en Internet (http://www.jurisweb.com) Organizado de forma sistemática, desde sus páginas se puede acceder a textos legales, jurisprudenciales, instituciones, boletines ofi ciales, departamentos universitarios. - Legaltoday.com (http://www.legaltoday.com/) Se trata de un portal jurídico que contiene información jurídica de actua- lidad dirigida principalmente al ejercicio de la profesión de abogado. - NOTICIAS jurídicas (http://noticias.juridicas.com) Ofrece novedades en legislación y jurisprudencia, artículos doctrinales y boletines a texto completo. Ha seleccionado más de 4000 enlaces de interés jurídico existentes en la web organizados según diversos criterios de acceso. Incluye información sobre cursos, másteres y seminarios de temática jurídica. - PÓRTICO legal.com (http://www.porticolegal.com) Cuenta con más de 8000 enlaces relacionados con el mundo del Dere- cho. Dispone de secciones de legislación, jurisprudencia, directorios profesionales, artículos doctrinales, noticias, guías legales, etc... - PROYECTO Filosofía en español. (http://www.fi losofi a.org) Estructura que impulsa la creación, mantenimiento y difusión de diver- sos recursos documentales, ediciones digitales o electrónicas y otros mecanismos que facilitan la comunicación, con vocación de incorporar cuanto tenga que ver con la fi losofía escrita en lengua española, desde 1995. Fue iniciativa de la revista de fi losofía El Basilisco pero al inte- grarse ésta en 1998 en la Fundación Gustavo Bueno fue esta institución la que asumió completamente el proyecto. Incluye ediciones digitales de textos de autores en lengua española, foros de discusión, enlaces a revistas y a artículos desde el siglo XIX (texto completo), información sobre convocatorias y sociedades y novedades bibliográfi cas e infor- mación biográfi ca. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 86 - TODALALEY.com (http://www.todalaley.com) Portal que recoge la legislación actual, tanto estatal como autonómica, formularios administrativos y procesales, modelos de contratos y guías civiles, mercantiles y laborales, y que permite su consulta de forma totalmente gratuita. Algunos de sus contenidos, como son los boletines ofi ciales, requieren de un abono para su consulta. - UNIVERSIDAD Alfonso X el Sabio. Biblioteca. Recursos (http://www.uax.es/biblioteca/recursos_frame.html) - UNIVERSIDAD Autónoma de Madrid. Facultad de Derecho. Biblio- teca. Recursos de información en Derecho y Ciencia Política (http://biblioteca.uam.es) - UNIVERSIDAD Carlos III de Madrid. Biblioteca de Ciencias Sociales y Jurídicas “María Moliner” (http://www.uc3m.es/portal/page/portal/biblioteca/sobre_la_biblioteca/ bibliotecas_de_los_campus/bib_ccssjj) - UNIVERSIDAD Complutense de Madrid. Facultad de Derecho. Bi- blioteca (http://biblioteca.ucm.es/der) - UNIVERSIDAD de Alcalá de Henares. Facultad de Derecho. Bibliote- ca. Recursos jurídicos (http://www.uah.es/derecho/servicios/biblioteca. htm) - UNIVERSIDAD de Alicante. Facultad de Derecho. Biblioteca. Recursos por materias (http://biblioteca.ua.es/es/derecho/paginas/recursos-por-materias. html) - UNIVERSIDAD de Almería. Biblioteca Nicolás Salmerón. Recursos de información (http://cms.ual.es/UAL/universidad/serviciosgenerales/biblioteca/ recursosinformacion/index.htm) - UNIVERSIDAD de Barcelona. Biblioteca de Derecho. (http://www.ub.edu/dret/queoferim/es/index/biblioteca.htm) - UNIVERSIDAD de Cádiz. Biblioteca. Recursos en Derecho (http://biblioteca.uca.es/sbuca/bibcjer/recujur.asp) - UNIVERSIDAD de Cantabria. Biblioteca. Biblioteca. Recursos por áreas. Derecho ( h t t p : / / p c 4 1 . b u c . u n i c a n . e s / B D i g i t a l / a r e a s / c a d a a r e a . asp?materia=Derecho¢ro=DEC) Investigación y documentación jurídicas 87 - UNIVERSIDAD de Córdoba. Facultad de Derecho. Biblioteca. Recur- sos electrónicos (http://www.uco.es/webuco/buc/centros/der) - UNIVERSIDAD de Granada. Facultad de Derecho. Recursos web (http://www.ugr.es/%7Ewderecho/recursos_internet.htm) - UNIVERSIDAD de Murcia. Facultad de Derecho. Biblioteca. Enlaces de interés (http://www.um.es/biblio/BCA/general/derecho.htm) - UNIVERSIDAD de Salamanca. Biblioteca Francisco de Vitoria. Re- cursos (http://campus.usal.es/~vito/t2.php?encabezado1=Recursos&orden= 0) - UNIVERSIDAD de Sevilla. Biblioteca de Derecho y Ciencias del Trabajo (http://bib.us.es/derechoytrabajo/) - UNIVERSIDAD de Valencia. Biblioteca. Recursos Jurídicos en Inter- net (http://www.uv.es/biblios/webs/juridicos.html) - UNIVERSIDAD de Vigo. Facultad de Derecho. Enlaces (http://dereito.uvigo.es/#enlaces) - UNIVERSIDAD de Zaragoza. Facultad de Derecho. Biblioteca (http://biblioteca.unizar.es/biblio.php?id=12) - UNIVERSIDAD del País Vasco. Facultad de Derecho. Recursos temá- ticos en Internet (http://www.biblioteka.ehu.es/p207-content/es/contenidos/enlace/bi- blioteca_internet/es_biblione/biblioteca_internet.html) - UNIVERSIDAD Nacional de Educación a Distancia. Facultad de De-recho. Enlaces de interés jurídico (http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,161966&_dad=portal&_ schema=PORTAL) - VILLASEÑOR RODRÍGUEZ, Isabel: Fuentes de información en fi - losofía jurídica española (siglos XIX-XXI). Madrid: Dykinson, 2009 Recoge todo tipo de recursos de interés para la Filosofía jurídica. - Vlex (http://www.vlex.com) VLex es una editorial jurídica que ofrece sus productos y servicios en Internet. Su principal ventaja ante las demás editoriales jurídicas es que aprovecha la inmediatez que les ofrece el medio y proporciona la información actualizada al día. Ofrece legislación y jurisprudencia, publicaciones on-line, noticias, etc... Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 88 6.2. FUENTES DOCUMENTALES PRIMARIAS Las fuentes documentales primarias son fuentes destinadas a transmitir los resultados del conocimiento y de la creación en distintos soportes. Se estructu- ran en discursos textuales o icónicos consecutivos, coherentes y dependientes en su significado. Contienen material nuevo u original, cuya disposición no sigue, habitualmente, ningún esquema predeterminado. Constituyen el ejemplo de fuentes documentales más variado y habitual, por lo que en el presente libro no va a darse nombres de todas ellas sino que sólo se ofrecerá una enumeración de las más comunes en relación con los distintos tipos de Documentación jurídica señalados, caracterizando, en general, algunas de ellas. Lo que importa respecto a estas fuentes no es tanto conocer las que existen en concreto sino, sobre todo, saber cómo poder acceder a ellas, función que cumplen las fuentes documentales secundarias, de las que hablaremos a continuación y daremos algunos ejemplos, y las fuentes documentales terciarias, de las que hemos hablado antes. En primer lugar, tenemos las relacionadas más estrechamente con lo que se ha dado en llamar Documentación legislativa. En este apartado deben tenerse en cuenta: la ley y sus tipos (estatales-orgánicas y ordinarias– y autonómicas), los decretos-leyes, los decretos legislativos, las órdenes ministeriales, las reso- luciones, los acuerdos internacionales (acuerdos, tratados, convenios, etc…) así como los documentos oficiales que las publican, como son el Boletín Oficial del Estado, los Boletines de las Comunidades Autónomas y oficiales de las provincias y el Diario Oficial de la Unión Europea. De la Documentación parlamentaria (estatal, autonómica, europea), des- tacamos los debates de comisión, las proposiciones no de ley, las enmiendas, las preguntas por escrito, el diario de sesiones y sus actas, las distintas convo- catorias, las órdenes del día, las memorias y los informes. La Documentación administrativa ofrece una gran variedad, de la que resaltamos: Los documentos emanados de la Administración: certifi cado, notifi ca- ción, resolución, acuerdo. Los documentos creados por el ciudadano para comunicarse con la Administración: instancia, denuncia, alegación, recurso, carta. Los documentos de la Administración para sus relaciones interadminis- trativas: ofi cio, nota interior, propuesta de resolución, informe, acta. Investigación y documentación jurídicas 89 La documentación administrativa específi ca de las Administraciones central, autonómica y local: normas, ordenanzas, bandos, edictos. En cuanto a la Documentación judicial, debemos considerar a las sentencias y los autos. En relación a lo que se ha dado en llamar Documentación de la doctrina ju- rídica, debemos decir que las fuentes documentales asociadas a ella han contado con mayor atención desde la Ciencia de la Documentación por tratarse de fuen- tes que son comunes a todas las disciplinas. Entre ellas debemos destacar: Las monografías: ensayos o estudios, manuales o libros de texto. Las publicaciones periódicas: revistas, periódicos, anuarios, series de informes y memorias de las instituciones, series de actas de congresos y conferencias y series o colecciones de monografías. Los artículos de revista. La literatura gris: informes, tesis doctorales, comunicaciones o po- nencias presentadas a congresos, normas y recomendaciones de ca- rácter técnico, traducciones, patentes, algunas publicaciones ofi ciales, ediciones electrónicas, etc.... Si tenemos en cuenta lo que caracteriza esencialmente a este tipo específi co de fuentes de información, esto es, que son documentos que no se publican ni distribuyen por los cauces habituales, podemos decir que gran parte de las fuentes documentales de carácter primario enumeradas hasta el momento y de interés para los usuarios de la Documentación jurídica podrían considerarse como literatura gris desde la Ciencia de la Documentación. Se trata de fuentes de carácter provisional a menudo en su presentación, que se reproducen y distribuyen en un número reducido de ejemplares y entre un grupo de usuarios muy limitado por su alto grado de especialización; pero son de muchísimo interés, sobre todo en determinados campos, porque a veces son las únicas fuentes que existen sobre un tema y ofrecen información de calidad y actual. El problema que plantean es el de su control. Al no difundirse fácilmente, resulta difícil identifi car, localizar y obtener este tipo de documentos. En España se encargan de ello fundamentalmente las bibliotecas especializadas (universitarias9) y el IEDCYT-Instituto de 9 Un ejemplo de interés lo constituye la Biblioteca de la Universidad Complutense que, con su Archivo institucional e-prints complutense, pone, desde 2004, a disposición de la comunidad científi ca la producción de sus docentes e investigadores recogiendo cerca de 4000 documentos, entre tesis, artículos, capítulos de libros y ponencias. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 90 Estudios Documentales sobre Ciencia y Tecnología del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científi cas). Por último, un caso especial lo constituye la Documentación de la Unión Europea, donde destacamos: los tratados y los documentos que generan sus instituciones y órganos en el ejercicio de las competencias que tienen asigna- das, algunos ya considerados antes: legislación, jurisprudencia, documentación preparatoria y complementaria. En el campo del Derecho y dentro de este apartado conviene hacer una breve referencia a la importancia de las revistas ya que existen algunas en nuestro ámbito geográfico que ofrecen información de gran valor, como pueda ser la legislativa y jurisprudencial. Algunos ejemplos destacables son: - Revista Administración Local (http://www8.madrid.org/gema/revista/jurisprudencia) - Revista General de Legislación y Jurisprudencia (http://www.editorialreus.es/rglj) Recursos para acceder a todas estas fuentes (legislación, jurisprudencia, etc...) los podemos encontrar tanto en el epígrafe dedicado a las fuentes de in- formación documentales terciarias como en el que se ofrece sobre las fuentes de información institucionales. Por otra parte, la imposibilidad de poder controlar toda la producción de documentos y fuentes primarios de carácter jurídico hace que los secundarios sean de gran utilidad y de frecuente uso, ya sea en soporte papel o en el cada día más habitual soporte informático. 6.3. FUENTES DOCUMENTALES SECUNDARIAS Las fuentes documentales secundarias contienen información primaria reelaborada, sintetizada y reorganizada, o remiten a ella. Ofrecen información ya conocida pero organizada de otra manera, siendo, pues, el resultado del análisis de las fuentes primarias y de la extracción, condensación u otro tipo de reorganización de la información que aquéllas contienen, a fin de hacerla accesible a los usuarios. Disponen de estructuras en discursos textuales o icó- nicos fragmentados, coherentes e independientes en su significado. Junto con las fuentes documentales terciarias (guías de fuentes de información) están especialmente diseñadas para facilitar y maximizar el acceso a las fuentes do- cumentales primarias o a sus contenidos. Enumeramos, acontinuación, algunas de ellas para después dar el nombre de aquellas que consideramos de mayor interés para el acceso al contenido de Investigación y documentación jurídicas 91 las fuentes documentales primarias. Así, se consideran fuentes documentales secundarias: Las que contienen información primaria reelaborada, sintetizada y reorganizada: fuentes de información general como diccionarios, en- ciclopedias y directorios; fuentes de información biográfi ca, de infor- mación cronológica, de información jurídica (repertorios de legislación y jurisprudencia), etc… Las que remiten de alguna manera a la información contenida en las fuentes documentales primarias: las fuentes de información bibliográ- fi ca (bibliografías, catálogos, boletines de sumarios de revistas y de resúmenes e índices de citas). Un caso especial de fuentes documentales secundarias específicas de la Documentación jurídica sería el de las bases de datos jurídicos (tanto en CD- ROM como en línea), que comienzan a desarrollarse a partir de los años 50 (en nuestro país, de los 80) y fundamentalmente en el campo de la Documentación legislativa y judicial (Derecho positivo) ya que las de doctrina jurídica son po- cas y de carácter referencial (no a texto completo, como las anteriores), aunque Internet ha permitido el desarrollo de revistas electrónicas de gran interés para los consumidores de ese tipo de Documentación. El desarrollo de la aplicación de técnicas y métodos informáticos en el ám- bito de las Ciencias jurídicas ha hecho que se acuñe el término específico de Informática jurídica entendida, según palabras de Medina, como “la aplicación de las nuevas tecnologías de la información en el proceso de almacenamiento, tratamiento, recuperación y transferencia de la documentación jurídica, dando como resultado la creación de las bases de datos jurídicos”10. Páez Mañá define las bases de datos jurídicos como “aquellos conjuntos de documentos jurídicos básicos (legislación, jurisprudencia, doctrina), almacenados en soportes mag- néticos o de cualquier otro material y susceptibles de ser tratados, recuperados y transmitidos de forma total o parcial mediante procedimientos y medios informáticos, que con la aplicación de técnicas derivadas de la utilización de la informática jurídica pretenden ser utilizados con una finalidad divulgadora pública y generalizada de su contenido”11. Para él, las bases de datos jurídicos pueden ser: 10 MEDINA ENCINA, Matilde: “Criterios de organización de un centro de documentación jurídica”. Documentación de las ciencias de la información, nº 17, 1994, pp. 245. 11 Op. cit., p.26. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 92 Por el tipo de contenido: textuales (con texto completo y/o resumen), referenciales o bibliográfi cas (incluyen el asiento bibliográfi co y permiten la localización de los documentos) y factuales (con series numéricas). Por el lenguaje adoptado para el almacenamiento: de lenguaje natural, de lenguaje documental o mixtas. Por el contenido: legislativas, jurisprudenciales, doctrinales y parla- mentarias. Por la cobertura temática: sectoriales o modulares (legislación, juris- prudencia, doctrina relacionados con un área del Derecho), multisec- toriales (distintas áreas del Derecho) o multidisciplinares (recopilan información, normalmente bibliográfi ca, sobre temas relacionados con el Derecho junto a información de otras disciplinas). Según Alvite Díez12, la idiosincrasia de la Documentación jurídica deter- mina ciertas particularidades de estas bases de datos, entre las que conviene destacar las siguientes: - Precisan recoger el texto completo de los documentos, dado que la información parlamentaria, legislativa y jurisprudencial ha de ser al- macenada de forma íntegra para responder a las necesidades reales de los usuarios. - Emplean distintas unidades documentales: texto completo del docu- mento, extractos, zonas consideradas especialmente signifi cativas como artículos de leyes, fundamentos jurídicos de sentencias, etc... - Contienen, generalmente, un elevado volumen de documentos y, en consecuencia, han ido creciendo inevitablemente en el mercado pro- ductos temáticos específi cos. - Recogen documentos de tipología diversa, atendiendo a su vigencia. Aunque autores como López-Muñiz Goñi13 remarcan la imposibilidad de prescindir de documentos jurídicos bajo el pretexto de su antigüedad, se observa, de un lado, la inclusión en las bases de datos de herramien- tas que permiten al usuario defi nir la consulta sobre la totalidad de los registros o sólo sobre los vigentes y, de otro, una tendencia a lanzar 12 ALVITE DÍEZ, María Luisa: “Evolución de las bases de datos jurídicas en España”. Anales de documentación, 7, 2004, pp.7-27. 13 LÓPEZ-MUÑIZ GOÑI, M.: Informática jurídica documental. Madrid: Díaz de Santos, 1984, p. 14. Investigación y documentación jurídicas 93 productos que recogen exclusivamente legislación vigente o consoli- dada. - Necesitan una actualización “puntual” de la información. La última ley promulgada es la aplicable a partir de su entrada en vigor o, en la documentación judicial, sentencias más recientes pueden manifestar un cambio jurisprudencial signifi cativo. - Requieren exhaustividad en la documentación almacenada en orden a garantizar seguridad jurídica a sus usuarios. - Se hallan delimitadas por aspectos territoriales y jurisdiccionales. La aplicabilidad tanto de la legislación como de la jurisprudencia queda circunscrita al ordenamiento jurídico específi co en el que se encuentran enmarcadas. - Precisan establecer referencias cruzadas para resolver las complejas interconexiones normativas –documentos anteriores y posteriores que complementan, modifi can, amplían, derogan o interpretan una dispo- sición–, las relaciones entre resoluciones judiciales que establecen o rompen una línea jurisprudencial, así como interrelaciones entre legis- lación, jurisprudencia y doctrina. La misma autora advierte de que, aunque “la documentación jurídica verte- bra, indudablemente, la vida cotidiana, sin embargo, en gran parte, las bases de datos evidencian un tratamiento y diseño orientado a juristas, más que genérica- mente a ciudadanos y es que la búsqueda de información para los profesionales del Derecho constituye una parte integral de su trabajo, en el que el proceso de recuperación y el de decisión se hallan profundamente imbricados”14. Quizá por ello, la misma autora, en otra publicación15, habla de los usuarios de la Documentación jurídica como usuarios que requieren una información actual, fiable y exhaustiva. Esta Documentación cuenta con una larga tradición en lo que se refiere a su tratamiento, es decir, a la recopilación, clasificación y análisis de los documen- tos que produce, fundamentalmente la Documentación legislativa y judicial. La aplicación de las tecnologías a este campo ha hecho que se desarrollen técnicas de recuperación de información particulares basadas en el establecimiento de referencias cruzadas que permiten recuperar de forma exhaustiva las normas, la jurisprudencia e incluso la doctrina aplicable a un determinado caso concreto 14 Op.cit, p.10. 15 ALVITE DÍEZ, María Luisa: Evaluación de sistemas de recuperación de información en el entorno jurídico español. León: Universidad, 2004. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 94 en documentos anteriores y posteriores. Por otra parte se han desarrollado con gran precisión tesauros jurídicos que permiten recuperar la información con más rapidez y seguridad. Ofrecemos a continuación algunos ejemplos de fuentes documentales se- cundarias de interés para la Documentación jurídica, que permiten el acceso al documento primario. Se trata de una selección y no de una relación exhaus- tiva. 6.3.1. Diccionarios y enciclopedias - ALARCÓN NAVÍO, Esperanza: Diccionario jurídico francés-español. Granada: Comares, 2001 - ALCARAZ VARO, E.: El inglés jurídico. Textos y documentos.Bar- celona: , 1994 - ALCARAZ VARO, E.; HUGHES, B.: Diccionario de términos jurídicos (Inglés-español, Spanish-english). Barcelona: Ariel, 1993 - COLONNA D`ISTRA, Pierre: Diccionario de términos jurídicos. Ma- drid: Acentro Editorial, 1995 - DELGADO GARZÓN, José: Diccionario de castellano jurídico. Ma- drid: Editorial Pons, D.L. 1987 - DICCIONARIO básico jurídico. Coordinación de Miguel Ángel del Arco Torres. Granada: Comares, 1986 - DICCIONARIO básico jurídico. Coordinado por Antonio Marín García. Granada: Comares, 1994 - DICCIONARIO Espasa términos jurídicos: español-inglés, english- spanish. Madrid: Espasa, D.L.2002. Con CD-ROM - DICCIONARIO jurídico Espasa. Madrid: Espasa Calpe, 2001 Artículos fi rmados frecuentemente con bibliografía. - DICCIONARIO jurídico: fi losofía y teoría del derecho e informática jurídica. Antonio Enrique Pérez-Luño, Ramón Luís Soriano Díaz, Car- melo José Gómez Torres (directores de la edición). Granada: Comares, 2004 - DICTIONNAIRE encyclopedique de théorie et de sociologie du droit (“dictionnaire d´Eguilles”). Paris, Bruxelles: Librairie Genérale de Droit et de Jurisprudence-E. Story-Scientia, Editions Juridiques et Fiscales, 1988 Investigación y documentación jurídicas 95 Resultado del trabajo de un grupo de profesores e investigadores de dife- rentes países bajo la dirección de André-Jean Arnaud. Es un diccionario de teoría y sociología del derecho con un doble propósito: lexicográfi co y didáctico. En cuatro idiomas: alemán, inglés, castellano e italiano. - ENCICLONET (http://www.enciclonet.com) Se trata de una de las principales fuentes de información general en soporte electrónico en español. Abarca todos los sectores del conoci- miento y permite buscar en el título del artículo o en todo el artículo. - ENCICLOPEDIA Jurídica básica. A. Montoya Melgar, dir. Madrid: Cívitas, 1995. 4 v. - ENCICLOPEDIA Jurídica española. Barcelona: Seix, 1911-1948. 30 v. Contiene la defi nición de voces y locuciones, aforismos, historia, legis- lación, jurisprudencia, etc... Sus artículos tienen un alto valor científi co de sus artículos. - NUEVA Enciclopedia Jurídica española. Barcelona: Seix, 1950-1971. 21 v. Se limita a ofrecer una exposición exclusivamente doctrinal con notas históricas de las instituciones jurídicas. - FERRERAS, J.; ZONANA, G.: Diccionario jurídico y económico: español-francés, francés-español. Barcelona: Masson, 1986 - FONSECA-HERRERO RAIMUNDO, José Ignacio: Diccionario jurí- dico básico. Madrid : Colex, 2000 - GÓMEZ DE LIAÑO GONZÁLEZ, F.: Diccionario jurídico.4ª ed. Oviedo: , 1991 - GONZÁLEZ BALLESTEROS, T.: Diccionario jurídico. Incluye CD. Madrid: Dykinson, 2011 - MARTÍNEZ MARÍN, J.; MARTÍN MARTÍN, J.; ÁVILA MARTÍN, C.: Diccionario de términos jurídicos. Granada: Comares, 1994 - OSSORIO, M.: Diccionario de ciencias jurídicas, políticas y sociales. 20ª ed. actualizada, corr. y aum. Por Guillermo Cabanellas de las Cue- vas. Buenos Aires: Heliasta, 1992 Incluye terminología jurídica esencial de la lengua castellana tomando en consideración sus variaciones en los distintos países que utilizan esa lengua. Incluye locuciones latinas. - RAMOS BOSSINI, Francisco: Diccionario de términos jurídicos: inglés-español, español-inglés. Granada: Comares, 1997 - TESAURO de Derecho. Coordinadores generales Jorge Páez Mañá, Pilar del Pozo Benéitez. Madrid : CINDOC, D.L. 1997. 4 v. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 96 - VALENCIA VILLA, Hernando: Diccionario Espasa [de] derechos humanos. Madrid: Espasa Calpe, D.L.2003 - VERA RAMÍREZ, Antonio: Diccionario jurídico Español-inglés Inglés- español. Barcelona: Ediciones Gestión, 2003 - VILLA-REAL MOLINA, Ricardo; ARCO TORRES, Miguel Ángel del: Diccionario de términos jurídicos. 2ª ed. Granada: Comares, 2006 6.3.2. Fuentes de información biográfi ca - HERNÁNDEZ GIL, Antonio: Juristas españoles de nuestro tiempo: Felipe Clemente de Diego, Ignacio de Casso Romero, Manuel de la Plaza Navarro, Nicolás Pérez Serrano, José Castán Tobeñas: con un estudio previo sobre la situación científi ca y cultural del derecho. Ma- drid: Organización Sala Editorial, D.L. 1973 - JURISTAS universales. Edición a cargo de Rafael Domingo. Madrid: Marcial Pons, 2004, 4v. Recoge, ordenadas alfabéticamente, algunas biografías de los juristas más signifi cativos. Cada tomo se dedica a juristas antiguos, modernos, del siglo XIX y del XX. La presencia española es escasa. - LLANO TORRES, Ana; RUS RUFINO, Salvador: Historia del pensa- miento fi losófi co y jurídico : la enseñanza de las disciplinas iusfi losófi cas en la universidad española del siglo XIX y sus protagonistas. León : Universidad, 1997 - MARTÍNEZ VAL, José María: Galería de grandes juristas. Barcelona: Bosch, 1993 - PELÁEZ, Manuel J.: Infrahistorias e intrahistorias del derecho español del siglo XX : un paisaje jurídico con treinta fi guras. 2ªed. rev. y aum. Barcelona: Cátedra de Historia del Derecho y de las Instituciones [etc.], 1995 6.3.3. Directorios - AGENCIA Española de ISBN (http://agenciaisbn.es/web/index.php) Base de datos de editoriales españolas que informa sobre las mismas y permite enlaces con sus catálogos (libros españoles en venta). - ARANZADI (http://www.aranzadi.es) Investigación y documentación jurídicas 97 Ofrece direcciones de Instituciones de todo tipo relacionadas con el Derecho. - BIBLIOTECAS españolas (Biblioteca Universidad de Valencia) (http://www.uv.es/biblios/webs/web_Espa.html) Se presentan según el tipo de bibliotecas. Recoge también información sobre otros servicios de información y otros directorios de webs de bibliotecas y archivos. - BIBLIOTECAS españolas (Biblioteca Universidad de Salamanca) (http://www3.usal.es/~sabus/biblioteca.htm) Directorio de bibliotecas españolas, extranjeras y digitales, en espa- ñol. - BIBLIOTECAS españolas y de todo el mundo (http://exlibris.usal.es/ bibesp/index.htm) Completo directorio de bibliotecas españolas y de todo el mundo que en la mayoría de los casos permite el acceso a sus catálogos. Las bibliote- cas están clasifi cadas según su categoría o por su situación geográfi ca (españolas, de todo el mundo). - Las BIBLIOTECAS Públicas del Estado. Madrid: Ministerio de Cultura, 1991 Recoge una completa descripción de las bibliotecas españolas de ti- tularidad estatal y gestión autonómica. Ordenado alfabéticamente por nombre de la ciudad en la que se encuentra el centro, da información de su historia, instalaciones, dirección, fondos, servicios y horarios. No se ha actualizado desde su publicación, aunque la información más reciente la podemos obtener en la página web del Ministerio de Cultura (http://www.mcu.es). - BIBLIOTECAS universitarias y de investigación españolas. (http://www.csic.es/cbic/webuni.htm) Ordenado por comunidades autónomas, permite la conexión a redes de bibliotecas universitarias presentes en la red. - COLEGIOS DE ABOGADOS Para poder acceder, véase en Consejo General de la Abogacía (http:// www.cgae.es) - DERECHO y Estado en Internet: guía básica de direcciones. Madrid, etc: Prentice Hall, 2001 Pequeña guía que ofrece direcciones de instituciones, asociaciones y otros sitios de interés con una breve pero práctica descripción de algunas de ellas. El libro está estructurado en nueve capítulos: Altas Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 98 instituciones del Estado, Administración general del Estado, Admi- nistración Territorial, Local, Colegios profesionales, Universidades, Instituciones Internacionales, Becas y ofertas de empleo y Sitios de interés. A destacar el capítulo dedicado a las Universidades, españolas y públicas y privadas, por ser instituciones de gran valor debido a sus bibliotecas, archivos y centros de documentación. - DIRECTORIO de bibliotecas judiciales (www.poderjudicial.es) - DIRECTORIO de bibliotecas Jurídicas. Biblioteca de la Universidad de Valencia (http://www.uv.es/biblios/webs/bibliot.htm) - DIRECTORIOde librerías españolas (http://www.bne.es/esp/libes. htm) Enlace al que remite la página de la Biblioteca Nacional que proporciona información sobre las principales librerías españolas y sus catálogos. - DIRECTORIO de organizaciones internacionales. Departamento de Ciencia Política y Administración de la Universidad Complutense de Madrid (http://www.ucm.es/info/cpuno/) - GUÍA de los archivos y las bibliotecas de la Iglesia en España. León: Asociación Española de Archiveros Eclesiásticos, 1985. v. Cada volumen está dedicado a un centro de información (archivos, bibliotecas). Ofrece una completa información de los centros, ordena- dos alfabéticamente por ciudades. Proporciona información sobre la ubicación de los centros, su organización interna, personal y recursos documentales. - GUÍA de bibliotecas de la Iglesia. Comisión Episcopal para el patri- monio cultural de la Iglesia. Madrid: Conferencia Episcopal Española, 2003 - GUÍA de editores de España (http://www.guia-editores.org/) Muy útil para conocer las novedades editoriales. Se puede consultar por temas, autores o editoriales. Nos proporciona el catálogo de las distintas editoriales. - LISTA de Institutos y Centros de Investigación de Derecho en Espa- ña (http://civil.udg.es/pagina/fac.htm) Elaborada por la Universidad de Girona. - ORGANIZACIÓN de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; Centro de Documentación de Ciencias Sociales y Humanas: Repertorio mundial de instituciones de ciencias sociales: Investigación y documentación jurídicas 99 investigación, capacitación superior, organismos profesionales. 5ª ed. París: UNESCO, 1990 - RED de Bibliotecas del CSIC (http://www.csic.es/cbic/cbic.htm) 6.3.4. Fuentes de información bibliográfi ca En este apartado se incluyen algunos ejemplos de bibliografías, catálogos de bibliotecas, catálogos comerciales, listados de adquisiciones, boletines de sumarios de revistas e índices de citas: - ARANZADI (http://www.aranzadi.es) Desde el año 2001 cuenta con una base de datos bibliográfi ca distribuida a través del sistema Westlaw.ES, en la que se conjugan documentos refe- renciales y a texto completo de monografías y publicaciones periódicas tanto de Aranzadi como de otras editoriales jurídicas de prestigio. - ARTI (http://www.senado.es/basesdedatos/) Base de datos referencial de artículos de revistas elaborada por el Se- nado. - BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS (http://serviciosdocumentales.congreso.es/cgi-bin/congreso11/O7093/ ID44ed6061?ACC=101) - BIBLIOTECA NACIONAL DE MADRID No existe un catálogo impreso de la totalidad de sus fondos, aunque sí de algunas secciones. El catálogo automatizado (Ariadna) cuenta con descripciones de monografías antiguas y modernas (desde 1831), manuscritos, publicaciones periódicas, grabados, dibujos, fotografías, mapas, planos, videograbaciones, partituras y grabaciones sonoras. Por otra parte Internet ofrece información general sobre la biblioteca y su catálogo (http://www.bne.es). En esta misma página podemos encon- trar la Bibliografía nacional española de monografías y publicaciones periódicas así como el catálogo colectivo de publicaciones periódicas, que contiene más de 300000 registros de fondos pertenecientes a más de 1200 bibliotecas de distintas tipologías. Los registros incluyen datos bibliográfi cos de las revistas, fondos disponibles en cada biblioteca y datos de las bibliotecas correspondientes. Accesible en CD ROM y en línea a través del catálogo de la Biblioteca Nacional. - CATA. Catálogo de la Biblioteca del Senado (http://www.senado.es/basesdedatos/) Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 100 - CATÁLOGO colectivo del Patrimonio bibliográfi co español (http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/CCPB/) Recoge información de fondos fundamentalmente antiguos (siglos XV-XX hasta 1958) depositados en unas 700 bibliotecas, públicas y privadas. La actualización de la base de datos se hace de forma periódica tres veces al año. Desde 1988 y en proceso continuo de ampliación. - CATÁLOGO colectivo de la red de bibliotecas judiciales (http://www.poderjudicial.es/abnetportal/) Catálogo colectivo de las bibliotecas de la Administración de Justicia. Incluye monografías y publicaciones periódicas. Coordinado por el Cen- tro de Documentación Judicial, del Consejo General del Poder Judicial. Cuenta con más de 80800 registros bibliográfi cos y proporciona acceso a más de 307600 de documentos físicos conservados en 204 bibliotecas. Es consultable por web y mantiene enlaces con los catálogos locales. Esto permite al usuario, una vez localizado un documento en el catálogo colectivo, desplazarse virtualmente a una de las bibliotecas que dispone de un ejemplar y consultar tanto su localización como estado. - CATÁLOGO colectivo de las bibliotecas de centros de estudios eclesiás- ticos de España: sección de revistas. Madrid: Instituto de Información Científi ca de la Iglesia Española, 1961 La segunda edición corrió a cargo del Ministerio de Cultura en 1982. Reseña unos 13000 títulos. - CATÁLOGO colectivo de las Universidades de Catalunya (http://www. cbuc.es/ccuc) - CATÁLOGO colectivo de publicaciones periódicas de la Biblioteca. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1990- - CATÁLOGO colectivo de publicaciones periódicas de la Facultad de Derecho. Madrid: Universidad Complutense, Facultad de Derecho, 1992 - CATÁLOGO colectivo de publicaciones periódicas de la Universidad de Málaga. Málaga: Universidad, 1993- - CATÁLOGO colectivo de publicaciones periódicas en bibliotecas es- pañolas. Madrid: Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1968- Recoge publicaciones a partir del siglo XVII, excluyendo diarios. Se han publicado algunos volúmenes, entre ellos el de Derecho y Admi- nistración. Las descripciones contienen todos aquellos datos necesarios para identifi car y localizar la publicación. Con acceso desde la página de la Biblioteca Nacional. Investigación y documentación jurídicas 101 - CATÁLOGO colectivo de los fondos de las bibliotecas del CSIC (Con- sejo Superior de Investigaciones Científi cas). Madrid: CSIC, 1994- Reúne los fondos (libros y revistas) existentes en todas las bibliotecas del Consejo, indicando su localización. De temática multidisciplinar, se divide en CIRBIC-LIBROS y CIRBIC-REVISTAS. En línea, CD ROM e Internet (http://aleph.csic.es). De actualización diaria, la página incluye información sobre la red (directorio), relación de bibliotecas asociadas, revistas electrónicas, otros catálogos de bibliotecas, bases de datos y recursos (buscadores en Internet por temas). - CATÁLOGO colectivo de las Universidades de Cataluña (http://www.cbuc.es/ccuc/) - CATÁLOGO de las Bibliotecas Públicas del Estado (http://www.mcu.es/bibliotecas/MC/CBPE/) Incluye también el catálogo de la Red de Bibliotecas Públicas de Asturias, el de la biblioteca Regional de Madrid, el de las bibliotecas públicas de la red de la Comunidad Autónoma de Madrid y el catálogo de la Red de Lectura Pública Valenciana. - CATÁLOGOS de bibliotecas universitarias (http://www.csic.es/cbic/ webuni.htm) Ofrece la oportunidad de acceder a los diferentes servidores de catálo- gos colectivos e individuales de bibliotecas universitarias y científi cas españolas. - CATÁLOGO del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (http://biblioteca.cepc.es/ABSYS/abwebp.exe) - CISNE (http://cisne.sim.ucm.es) Catálogo automatizado de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. Permite el acceso a los fondos que se encuentran en todos los centros así como a los recursos de información disponibles a través de la biblioteca (catálogo de revistas, revistas electrónicas, sumarios de revistas, bases de datos). Informa de la localización del documento deseado. - COMARES Digital (http://www.comares.com) Catálogo de la editorial Comares. - COMPLUDOC (http://www.ucm.es/bucm/compludoc) ,1997- Base de datos que contiene lasreseñas bibliográfi cas de los artículos publicados en una selección de revistas científi cas analizadas en la Biblioteca de la UCM. Contiene cuatro secciones: Área de Ciencias, Área de Ciencias de la Salud, Área de Ciencias Sociales, Área de Hu- Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 102 manidades. En cada referencia bibliográfi ca se dan los siguientes datos: autor, título (del artículo), y fuente (título de la revista, año, volumen y número). Permite también el acceso a los boletines mensuales de sumarios de revistas así como a las listas de las revistas analizadas en general, por áreas o por bibliotecas. - CONSORCI de biblioteques universitaries de Catalunya (http://www. cbuc.es/castella) Catálogo colectivo de las bibliotecas de las universidades catalanas, la Biblioteca de Catalunya y otras entidades de fuera de esta Comunidad Autónoma. - CONSORCIO de bibliotecas universitarias de Andalucía (http://cbua.cica.es/) Permite consultar el catálogo colectivo de las distintas bibliotecas así como bases de datos, revistas electrónicas y otros recursos de interés. - CONSORCIO de bibliotecas universitarias de Galicia (http://www. bugalicia.org/) De idénticas características a la anterior. - CONSORCIO MADROÑO (http://www.consorciomadrono.net) Consorcio de las Universidades de la Comunidad de Madrid (Alcalá, Autónoma, Carlos III, Complutense, Politécnica, Rey Juan Carlos) y de la UNED para la cooperación bibliotecaria. Su página en Internet permite consultar los catálogos de las Bibliotecas del Consorcio así como bases de datos, revistas electrónicas a texto completo, sumarios de revistas y otros enlaces de interés. En funcionamiento desde 2001. - DIALNET (http://dialnet.unirioja.es/) Base de datos bibliográfi ca que recoge también sumarios de revistas iberoamericanas. Se inició en 2001 en la Universidad de la Rioja y desde 2003 es un producto cooperativo de las universidades del grupo G-9 (Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Illes Balears, La Rioja, Navarra, Oviedo, País Vasco y Zaragoza). Los registros ofrecen resumen de autor y enlaces al texto completo. - DICE (Difusión y Calidad Editorial de las Revistas Españolas de Hu- manidades y Ciencias Sociales y Jurídicas. http://dice.cindoc.csic.es) Base de datos que permite el conocimiento y la consulta de algunas de las características editoriales de las revistas españolas de Humanidades y Ciencias Sociales más estrechamente ligadas a la calidad, relativas a aspectos tan cualitativos como los mecanismos de evaluación de origi- nales para publicar, la apertura de los órganos de gestión y dirección, Investigación y documentación jurídicas 103 la presencia de diversas instituciones no vinculadas a la entidad editora entre las contribuciones publicadas, la difusión de las revistas en bases de datos multidisciplinares y especializadas de prestigio internacional o el tipo de presencia en Internet. - DIRECTORIO de revistas españolas de ciencias sociales y humanas. Madrid: CINDOC, 1998 (http://www.cindoc.csic.es/servicios/directo- rios.html) Recopilación selectiva de las publicaciones periódicas españolas más relevantes, desde el punto de vista científi co y técnico, en Humanida- des y Ciencias Sociales. Las publicaciones que aparecen se encuentran vaciadas en las bases de datos ISOC, del CINDOC (ahora IEDCYT). Esta es la tercera edición del directorio. Recoge 1773 títulos de pu- blicaciones vivas y no vigentes. La casi totalidad forma parte de los fondos documentales del CINDOC. El cuerpo principal contiene los asientos bibliográfi cos de todos los títulos vivos con indicación del título, periodicidad, ISSN, año de comienzo, editor o entidad respon- sable, dirección del editor. Se complementa con índices de materias, de revistas por materias, de revistas según el tipo de institución editora, por Comunidades Autónomas. Se incluye una relación alfabética de las revistas no vigentes y un anexo de las últimas incorporaciones. - DIRECTORIO LATINDEX (http://www.latindex.org) LATINDEX es un Sistema Regional de Información en línea integrado por algunos países de América Latina, España y Portugal con la fi nalidad de dotar a las revistas científi cas del área iberoamericana y de todas las áreas temáticas de una mayor presencia y difusión internacional. El directorio proporciona los datos normalizados (trayectoria, tema, editor, precio..) de más de 11000 revistas científi cas de todas las disciplinas. Existe un catálogo que recoge una selección de las mismas según su calidad editorial. Algunas cuentan con texto completo en Internet. - EDICIONES UNIVERSITARIAS Boletín de novedades de las 50 editoriales universitarias españolas asociadas a la AEUE (Asociación de Editoriales Universitarias espa- ñolas) que se publica semestralmente. Se ordena según la Clasifi cación Universal Decimal y puede consultarse en Internet (http://www.aeue.es). Incluye un directorio de librerías españolas especializadas y una relación de las editoriales universitarias y sus direcciones electrónicas. - EDITORIAL Cívitas (http://www.civitas.es) Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 104 Editorial especializada en publicaciones relacionadas con el mundo del Derecho. - EDITORIAL Tecnos (http://www.tecnos.es) Catálogo de la editorial Tecnos. - GUÍA de editores de España (http://www.guia-editores.org/) Muy útil para novedades editoriales. Se puede consultar por temas, autores o editoriales. Ofrece los catálogos de las distintas editoriales. - ISOC (http://www.cindoc.csic.es) Producida por el Centro de Información y Documentación Científi ca (CINDOC), en la actualidad Instituto de Estudios Documentales sobre Ciencia y Tecnología (IEDCYT), contiene información sobre Ciencias Sociales y Humanidades a partir del análisis de los artículos de más de 1625 revistas científi cas españolas y, parcialmente, otros documentos, como informes técnicos, comunicaciones a Congresos, monografías, etc... Aunque incluye registros desde 1960, en general abarca desde 1975 hasta la actualidad con una actualización diaria. Más del 50% de los registros incluidos en la base de datos corresponde a literatura publicada en los últimos 10 años. Consta de diez sub-bases: ALAT, ECOSOC, HISTORIA, ISOC-ARTE, ISOC-DC, ISOC-FIL, ISOC-DERECHO, LIN-LIT, PSEDISOC, URBISOC. - ISOC Derecho (Doctrina, legislación y jurisprudencia) (http://www.cindoc.csic.es/servicios/juridocinf.html) Antes JURIDOC. Base de datos referencial que recoge información sobre los contenidos de alrededor de 188 revistas españolas de Dere- cho desde 1975. Especializada en doctrina jurídica comentada sobre cualquier temática y análisis de Legislación y Jurisprudencia. Da loca- lización. En línea y CD. - IUSTEL-Biblioteca (http://www.iustel.com/bases/default.asp?op=3) Servicio bibliográfi co del portal Iustel que recoge la producción cien- tífi ca española sobre Ciencias jurídicas. Incluye referencias de libros, artículos de revistas y trabajos publicados en obras colectivas, con acceso a su copia digitalizada en muchos casos. - LEXNOVA (http://www.lexnova.org) - LIBRERÍA Dykinson (http://www.dykinson.com) - LIBRERÍA Jiménez (http://www.libreriajimenez.com) Librería de antiguo. - LIBRERÍA Marcial Pons (http://www.marcialpons.es) - LIBROS españoles en venta con ISBN Investigación y documentación jurídicas 105 Producto de la Agencia Española del ISBN, del Ministerio de Cultura, recoge todas las obras publicadas en España que han recibido un número de ISBN (International Standard Book Number). Ofrece información sobre autor, editorial, título, características físicas, precio, etc... En papel, CD ROM e Internet (http://www.mcu.es/bases/spa/isbn/ISBN. html). En papel se publica en tres volúmenes organizados por títulos, autores y materias. Todos ellos ofrecen una relación de editoriales, con su dirección. Proporciona información sobre las últimas publicaciones de un país, de un autor o de una materia.- MIGUEL ALONSO, Aurora de: Fuentes para la historia del constitu- cionalismo español. Colección bibliográfi ca de la biblioteca de la Uni- versidad Complutense de Madrid. Madrid: Universidad Complutense, Biblioteca, 2005 Se trata de una selección de obras existentes en la Universidad Complu- tense sobre la historia constitucional española. Organizada por capítulos dedicados cada uno a cada constitución. Incluye desde el Estatuto de Bayona (1808) hasta la fi rma de la Constitución Europea (2004). Inclu- ye textos legislativos y estudios publicados en cada período por orden cronológico, también obras literarias, publicaciones periódicas, sátira política, etc… Dentro de cada período constitucional, la información se organiza por tipo documental y por año de publicación. Contiene índice alfabético de autores y obras anónimas. Indica autor, título, edición, datos de impresión y ejemplares existentes en la biblioteca. - REBIUN (http://www.rebiun.org/catalogoColectivo/Paginas/default.aspx) Catálogo colectivo de la Red de Bibliotecas Universitarias REBIUN. Editado en CD-ROM desde 1992, contiene tres bases de datos: mono- grafías, publicaciones periódicas y fondo antiguo. De actualización se- mestral, ofrece la posibilidad de un triple formato en sus descripciones: Marc, ISBD y bibliográfi co. El acceso en línea puede hacerse desde cualquiera de las bibliotecas que la constituyen: las de las Universi- dades de Alcalá de Henares, Barcelona, Cantabria, Carlos III, Gerona, Nacional de Educación a Distancia, etc... - SUMARIOS electrónicos (http://pc41.buc.unican.es/BDigital/recursos/sumarios/sumarios.asp) Recoge los sumarios de la mayoría de revistas de la Universidad de Cantabria. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 106 - TDR (Tesis doctorales en Red). Consorci de Biblioteques Universitaries de Catalunya (http://www.tesisenred.net). Recoge, desde 2001, las tesis doctorales leídas en las universidades de Cataluña y de Illes Balears, Valencia, Jaume I, Cantabria y Murcia. Ofrece el texto completo y la posibilidad de buscar por autor, título, tema, universidad, etc... Se puede consultar en Internet. - TESEO. Madrid: Ministerio de Educación, 1976- Base de datos que recoge información sobre las tesis doctorales defen- didas en las universidades públicas y privadas españolas. Incluye datos relativos al autor, título de la tesis, Universidad (Facultad o Escuela) donde se ha leído, curso al que corresponde, materia de la que trata, resumen de la tesis, tribunal que la juzgó, califi cación y nombre del director. Se puede consultar en (https://www.educacion.gob.es/teseo/irGestionarConsulta.do) - TIRANT ON LINE (http://www.tirantonline.com) Contiene selección de libros y artículos sobre temas jurídicos y permite la búsqueda de doctrina. CAPÍTULO 7: FUENTES DE INFORMACIÓN JURÍDICA PERSONALES E INSTITUCIONALES Aunque son fuentes de información que no todos los autores consideran, nos referiremos a ellas porque resultan ser muy útiles para algunos usuarios y en determinados momentos de la búsqueda informativa. 7.1. FUENTES PERSONALES Las fuentes de información personales son personas o grupos de personas entre las que existe una relación generalmente profesional, que ofrecen infor- mación de interés y lo hacen, originariamente, de forma oral, aunque después, en un estadio posterior, pueda transformarse en documento. Por eso ofrecen dificultad en su acceso y esto genera insatisfacción a la hora de cubrir una ne- cesidad informativa. Se caracterizan también por su informalidad al no ofrecer la información como las documentales, de forma estructurada; también por no garantizar la exhaustividad, por su inmediatez y actualidad y por permitir el conocimiento de trabajos inéditos, en curso de elaboración o de publicación. De cualquier forma su importancia y utilidad es manifiesta, sobre todo para investigadores y profesionales de una determinada actividad. La información puede proceder de un individuo o de una colectividad. En el primer caso, el acceso directo resulta, a veces, muy difícil, y puede llevarse a cabo a través de contactos personales (entrevistas), telefónicos o por correo (postal o electrónico). En este sentido conviene tener en cuenta, como recurso para acceder a estas fuentes, las páginas personales que puedan desarrollar per- sonalidades de interés. Pero también se puede acceder a la información generada Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 108 individualmente a través de otro tipo de fuentes como son las publicaciones científicas, gracias a las cuales podemos conocer las líneas de investigación desarrolladas por la persona en cuestión. Son fuentes de información personal y de carácter individualizado el di- rector de investigación y otros científicos que orientan al investigador en sus primeros pasos, también lo son todos aquellos expertos en una materia, siempre que se les requiera para satisfacer una necesidad informativa. En cuanto a las fuentes de información personales de carácter colectivo ofrecen la posibilidad de acceder a ellas a través de encuentros, congresos, reuniones, asambleas, etc..., donde las personas y profesionales relacionados entre sí por algún motivo ponen en común sus líneas de trabajo e investigación. Aunque la información se genera inicialmente de forma oral, puede transfor- marse en documento con la publicación de actas, conclusiones, ponencias, co- municaciones, etc..., que favorecen el acceso, aunque se trate de publicaciones de corta difusión. Se trata de fuentes de información personales de carácter colectivo, entre otras, los colegios invisibles y las asociaciones profesionales. Los primeros son el conjunto de científicos, con objetivos y temas de investigación afines, que mantienen relaciones entre sí a través de contactos telefónicos, epistolares (correo postal y electrónico), personales (congresos), listas de distribución o grupos de noticias. Una lista de distribución es un grupo de usuarios de correo electrónico que trabaja con un software de envío simultáneo de mensajes, de tal manera que todos los suscriptores reciben cada mensaje enviado por cualquiera de los participantes al servidor en el que se encuentra instalado este programa de difusión masiva de correos electrónicos. Los miembros forman parte de una misma comunidad científica o profesional y utilizan las listas para compartir informaciones. Se utilizan como sinónimos listas de correo, listas de discusión, foros de discusión, grupos de discusión. Los mensajes pueden ser de distintos tipos: requerimiento de información, anuncios, intercambio de información, discusiones sobre temas afines. Por su parte, los grupos de noticias constituyen un servicio de Internet ba- sado en el sistema de correo electrónico que sirve para realizar intervenciones dentro de un grupo de interés dedicado a un tema específico. Funcionan como tablón de anuncios ya que el usuario tiene que ir a una determinada dirección para ver si los mensajes allí expuestos le interesan o no y no requieren suscrip- ción. En cuanto a las asociaciones profesionales, son el conjunto de los mismos, de un sector de la actividad humana, reunidos con la finalidad de poder inter- Investigación y documentación jurídicas 109 cambiar experiencias e información, así como para multiplicar las posibilidades de intervención ante la sociedad y los poderes públicos en favor de sus intere- ses colectivos. Entre sus funciones se encuentran, generalmente, la formación continuada de sus miembros a través de cursos y publicaciones, el intercambio y la cooperación, la intervención en la legislación que regula el sector al que pertenecen, el asesoramiento, la reivindicación, etc... Organizan encuentros donde ponen en común sus experiencias y conocimientos. Las fuentes personales son de gran utilidad en el ámbito jurídico. La orali- dad existe en debates (antes de aprobar una ley), en declaraciones de las partes (procedimientosjudiciales), con el profesor y director de tesis, en encuentros de asociaciones profesionales y grupos de colegas, etc... Para el acceso a las fuentes de información personales, individuales o colectivas, son de gran valor otras fuentes de carácter documental como son los directorios, que ofrecen la posibilidad de localizarlas aportando un dato de gran valor como es el de su dirección. En la actualidad, Internet permite la posibilidad, no sólo de conocer directorios de profesionales y asociaciones profesionales, sino también la de participar en listas de distribución o grupos de noticias, que se han extendido mucho en esta gran red. Esto permite no sólo conocer a otros profesionales del tema en el que se trabaja sino también poder conocer sus últimas líneas de investigación y participar en debates. Son una fuente de información de gran valor para compartir información, permitir la comunicación interprofesional, acceder a información formal e informal, sa- tisfacer una necesidad de información en cualquier lugar del mundo y en poco tiempo, establecer relaciones con colegas, conocer información actual, etc... El problema que plantean es el de su control. Las formas más habituales de conocer su existencia son la recomendación de un colega o las revistas especializadas. Para conocer las listas que existen se deben emplear directorios y buscadores de listas. Existen servidores que albergan listas y que suelen pertenecer a ins- tituciones científicas o académicas16. 7.2. FUENTES INSTITUCIONALES Las fuentes de información institucionales son aquellas que proporcionan información sobre una institución que se convierte en objeto de interés. El acce- so a esa información se realiza, bien directamente, de forma oral, bien a través de otras fuentes, como por ejemplo las documentales, tales como guías de la 16 En España destaca el servidor Listserv de RedIRIS. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 110 institución, directorios que agrupan a instituciones con algún rasgo en común o publicaciones generadas por la propia institución (memorias, informes, etc...). A veces ofrecen dificultad en su acceso ya que, o no existen otros recursos que el acceso oral o, si existen, son de uso interno y restringido, difíciles de conse- guir. La información proporcionada es sobre su funcionamiento, organización y servicios, y, a veces, no resulta fiable por tratarse de una información oficial. Las hay de carácter público y privado; gubernamentales, académicas, culturales, económicas; de cobertura internacional, nacional, autonómica, regional, local; de temática general o especializada, etc... Para el mundo del Derecho conviene destacar la importancia con la que cuentan las fuentes institucionales, tanto las que generan documentación jurí- dica como las que no. Algunos ejemplos de estas fuentes podrían ser los Parla- mentos, los Ministerios, los Ayuntamientos, las Diputaciones, los organismos internacionales, las editoriales, los tribunales de justicia, etc… De todas ellas debemos destacar las unidades informativas, es decir, los archivos, las biblio- tecas y los centros de documentación, que no sólo ofrecen información sobre ellas mismas (organización, funcionamiento, servicios, actividades, etc...), sino que en muchas ocasiones la ofrecen también sobre otras. La importancia de estas fuentes viene dada por la información que proporcionan sus fondos y sus servicios, sirviendo para controlar y tratar documentos primarios y ela- borar fuentes secundarias que permitan el acceso y manejo de los documentos primarios. Hoy, algunas de ellas están constituidas en red, agrupándose por intereses comunes tales como el tipo de institución, la titularidad, los sistemas de gestión empleados, la cobertura geográfica, etc... En España, por ejemplo, existen redes de bibliotecas universitarias (REBIUN), de bibliotecas con un sistema de gestión común (RUEDO), de bibliotecas pertenecientes a una misma institución (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), de bibliotecas de titularidad estatal (las Bibliotecas Públicas del Estado), de una misma Comu- nidad Autónoma (MADROÑO), etc... Las nuevas tecnologías han favorecido también el desarrollo de algunos servicios que son de gran utilidad para cualquier tipo de usuario. De entre ellos conviene destacar el servicio de referencia en línea a través del cual cualquier usuario puede plantear su necesidad informativa a través de la red para que el personal bibliotecario pueda resolverla. Las posibilidades son fundamental- mente cuatro: a través de correo electrónico, mediante formularios previamente establecidos a partir de demandas habituales, chat o servicios de mensajería instantánea. Actualmente, gran número de centros de información, generales Investigación y documentación jurídicas 111 y especializados, cuentan con esta posibilidad que ofrecen, bien a sus usuarios reales, bien a usuarios potenciales. Por otra parte, hoy en día todo organismo que se precie cuenta con alguno de estos centros, si no con los tres, y con profesionales de la información que hacen posible poder conocer y manejar toda o gran parte de la información jurídica que se genera en su institución o en otras de iguales características. Son centros especializados que permiten a sus usuarios estar al corriente de la información y documentación que necesitan para su actividad profesional. Un ejemplo español a destacar en este sentido es el de los sistemas de informa- ción parlamentarios autonómicos. Actualmente, todos los Parlamentos de las Comunidades Autónomas han desarrollado sus Servicios de Documentación, Biblioteca y Archivo y prácticamente casi todas las Cámaras Autonómicas han informatizado la gestión de la documentación parlamentaria y sus fondos bi- bliográficos, permitiendo, en muchos casos, la creación de bases documentales propias y la conexión con bases externas, como la de las Cortes Generales o las de otras Comunidades. También se debe destacar la labor y los servicios de las unidades informativas de Universidades (públicas y privadas), Biblioteca Nacional, Colegios profesiona- les e Institutos de Investigación. Entre estos últimos destaca el ISOC (Instituto de Información y Documentación en Ciencias Sociales y Humanidades, integrante del CINDOC-ahora IEDCYT, Instituto de Estudios Documentales sobre Ciencia y Tecnología– y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), centro de documentación que, desde 1975, desarrolla una serie de actividades de gran interés entre las que se encuentran el acceso en línea a bases de datos jurí- dicas europeas, americanas y españolas; la recogida, tratamiento y difusión de la literatura científica publicada en revistas españolas; la información bibliográfica con búsquedas y perfiles de investigación; el préstamo internacional de libros; su sección de referencia con catálogos de las principales bibliotecas y directorios de organismos y otros centros de información, nacionales e internacionales; la creación de publicaciones y bases de datos propias o el asesoramiento sobre temas relacionados con la documentación. Otro caso destacable lo representan los centros de información de la Comu- nidad Europea (http://europa.eu), que responden al interés manifestado siempre por esta institución a favor de la difusión de la información relativa a sus ac- tividades. Son los encargados de suministrar a los usuarios la documentación que precisen y, en España, constituyen una red de información compuesta por unidades con diferentes cometidos que se complementan en cuanto a su espe- cialidad y su localización geográfica. Entre ellas están las Eurobibliotecas, que Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 112 contienen la documentación básica de la Unión Europea y suelen encontrarse situadas en las bibliotecas públicas del Estado; los Centros de Documentación Europea que, vinculados siempre a Universidades, disponen de colecciones completas de las publicacionesde la Unión Europea y permiten el acceso a las bases de datos comunitarias; las Euroventanillas, que ofrecen información sobre políticas, normativas y proyectos comunitarios y pueden estar asociadas a las Cámaras de Comercio e Industria locales; los Info-Points europe (Puntos de información europea), que divulgan aspectos generales de la Unión Europea ofreciendo trípticos, videos informativos y servicios de orientación y ubicán- dose en lugares de elevada frecuencia (bibliotecas públicas, ayuntamientos, mancomunidades, centros de información juvenil, etc...), o las Eurolibrerías, como puntos de venta de publicaciones de, y sobre, la Unión Europea. Para acceder de forma directa y gratuita a la legislación de la Unión Europea se recomienda consultar http://eur-lex.europa.eu/es/index.htm, que permite acceder al Diario Oficial de la Unión Europea y, entre otras cosas, incluye los tratados, la legislación, la jurisprudencia y los trabajos preparatorios de la legislación. Ofrece amplias posibilidades de búsqueda. A continuación presentamos, ordenados alfabéticamente, algunos ejemplos de instituciones de interés para los usuarios de la Documentación jurídica, tanto nacionales como internacionales donde existe representación española. Hemos incluido también asociaciones profesionales que, aunque fuentes personales, se constituyen en institución en la medida en que se organizan en torno a unos fines y ofrecen servicios de interés para sus asociados o el público en general. - Archivo Virtual de la Edad de Plata 1868-1936 (http://www.archivo- virtual.org) Proyecto que nace con el propósito de salvaguardar y difundir los tes- timonios de la historia intelectual de esta etapa de la cultura española. En él participan distintos centros (Biblioteca Menéndez Pelayo, Fun- dación Federico García Lorca, Fundación Francisco Giner de los Ríos, Residencia de Estudiantes, Diario ABC, Filmoteca Española, Ateneo español de México). Ofrece el acceso al catálogo de las bibliotecas de los centros, información sobre cursos y seminarios que organizan y acceso a foros relacionados con el tema. - Biblioteca digital17 del Ateneo de Madrid 17 El concepto de biblioteca digital se emplea hoy con diversas acepciones, las cuales tienen en común su referencia al acceso a documentos en formato electrónico por medio de redes de comunicación. Se emplean como sinónimos los términos virtual o electrónica. Investigación y documentación jurídicas 113 (http://www.ateneodemadrid.com/biblioteca_digital/index2.htm) Está estructurada en tres secciones: Libros y folletos, Revistas y Otras colecciones. En la primera, incluye referencias y algunos textos di- gitalizados de estatutos y reglamentos, listas de socios, memorias, catálogos de exposiciones, ediciones propias, historias del Ateneo y últimos donativos recibidos. En la segunda, el texto completo de las revistas del Ateneo en sus distintas épocas y de la Revista Europea: revista científi ca, literaria y artística (1874-1880). La tercera sección recoge las actas de Constitución y primera Junta General (1835, 1836) y cartas manuscritas remitidas al Ateneo entre 1885 a 1940 que nos permiten conocer información sobre la provisión de cátedras, invita- ciones a personas para que se hagan socios, resolución de problemas de índole científi co y cultural, etc... También puede consultarse, a texto completo, el Boletín de la Biblioteca desde 1910 hasta hoy. - Biblioteca Nacional (http://www.bne.es) Además de aportar información sobre su organización, fondos y forma de acceso, ofrece la posibilidad de poder consultar su catálogo y los de otras bibliotecas y redes de bibliotecas. - Biblioteca Virtual Complutense (http://www.ucm.es/bucm) Recoge, sistematiza y difunde la información contenida en bases de datos, revistas y libros electrónicos, catálogos de bibliotecas y otros recursos electrónicos de información. - Biblioteca Virtual de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es/culturaydeporte/bibliotecavirtualan- dalucia) Cuenta con un recurso que contiene fondos digitalizados de bibliotecas públicas andaluzas. - Biblioteca Virtual del Consejo Superior de Investigaciones Científi - cas (http://www.csic.es/web/guest/bibliotecas) Portal de consulta para acceder a todos los recursos de información científi ca que el Consejo pone a disposición de sus usuarios. Ofrece un acceso global a los recursos electrónicos e impresos del CSIC. - Biblioteca Virtual del Pensamiento Político Hispánico Saavedra Fajar- do (http://saavedrafajardo.um.es/WEB/HTML/inicio.html) Proyecto de investigación de las Universidades de Murcia, Salamanca, Alicante, Politécnica de Valencia. Contiene un conjunto de recursos Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 114 digitales en red; corpus de fuentes sobre pensamiento político hispáni- co. - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual. com) Proyecto, nacido en 1999, en el que cooperan distintas bibliotecas españolas para poner a disposición de los usuarios los textos, digitali- zados, de más de 30000 obras del patrimonio bibliográfi co español e hispanoamericano. - Bibliotecas del Consejo Superior de Investigaciones Científi cas (http:// aleph.csic.es) Incluye el catálogo de la red de bibliotecas, directorio, relación de bibliotecas asociadas a la red, revistas electrónicas, otros catálogos de bibliotecas, bases de datos y recursos con buscadores por temas. - Bibliotecas Públicas del Estado (España) (http://www.mcu.es/bibliote- cas/MC/CBPE/) Informa sobre las bibliotecas de titularidad estatal y gestión autonómica que se encuentran en cada una de las provincias españolas como cabe- ceras de los sistemas provinciales. Ofrece la posibilidad de acceder al catálogo de todos sus fondos, entre los que se encuentran ejemplares de fondo antiguo. - Bibliotecas universitarias En la actualidad son las bibliotecas mejor preparadas para atender las necesidades de usuarios especializados. La mayoría de ellas cuentan con enlaces a recursos propios o externos de interés. Para poder co- nocer las direcciones de todas ellas se pueden consultar los siguientes directorios: - BIBLIOTECAS españolas (Biblioteca Universidad de Valencia) (http://www.uv.es/biblios/webs/web_Espa.html) - BIBLIOTECAS españolas (Biblioteca Universidad de Salamanca) (http://www3.usal.es/~sabus/biblioteca.htm) - Boletín Ofi cial del Estado (http://www.boe.es) Ofrece información sobre el organismo, sus bases de datos, publicacio- nes, etc… - Centro de Documentación de la Asociación pro Derechos Humanos de España (http://www.eurosur.org/apdhe) Contiene una colección compuesta de publicaciones periódicas, infor- mes de instituciones y organizaciones, monografías y otros documentos Investigación y documentación jurídicas 115 de literatura gris. Elabora bibliografías especializadas y boletines de prensa nacional. - Centro de Documentación en Interculturalidad (Universidad de Grana- da) (http://migraciones.ugr.es/cddi/) Cuenta con uno de los fondos documentales más importantes del Es- tado español sobre migraciones, exclusión social y cultural, racismo, xenofobia, minorías étnicas, interculturalidad, etc... Ofrece un variado conjunto de recursos propios y externos disponibles en sus sistemas automatizados de información. Tiene como misión el suministrar opor- tunamente productos y servicios de información pertinentes, novedosos y actualizados, que contribuyan al cumplimiento de los objetivos de las investigaciones en el área de la interculturalidad. Su objetivo central es seleccionar, adquirir, procesar, almacenar y divulgar materiales y recursos documentales y de información, relacionados con la intercul- turalidad, el multiculturalismo y las migraciones, mediante la oferta y promoción de productos y servicios de información pertinentes y oportunos, a los miembros de las instituciones académicas, a otros organismos públicos y privados y a los investigadores y especialistas engeneral. - Centro de Documentación Judicial (http://www.poderjudicial.es/cgpj/ es/Temas/Documentacion_Judicial/El_Centro_de_Documentacion_Ju- dicial__Cendoj__) Dependiente del Consejo General del Poder Judicial, desde 1997 se encarga de la selección, ordenación, tratamiento, difusión y publicación de información jurídica legislativa, jurisprudencial y doctrinal. - Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (http://www.cepc.gob. es) Tiene como misión el estudio, investigación y publicación sobre mate- rias políticas y constitucionales. Organiza cursos, y cuenta con biblioteca y un departamento de Documentación jurídica. - Centro de Información y Documentación Científi ca. CINDOC (http://www.cindoc.csic.es) Se trata del primer centro suministrador de documentos en España. Fa- cilita documentos ubicados en España (sus fondos, los de las bibliotecas del CSIC, etc...) y del extranjero. También es el mejor centro español en proporcionar información especializada. - Congreso de los Diputados (http://www.congreso.es) Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 116 Proporciona información sobre el organismo y su actividad: datos sobre diputados, grupos, órganos de la Cámara. Permite el acceso al texto de los boletines y diarios ofi ciales del Congreso, del Senado y las Cortes Generales publicados desde la VI legislatura. - Consejo General del Notariado (http://www.notariado.org/) - Consejo General de la Abogacía (http://www.cgae.es) Incluye enlaces a los Colegios de abogados. - Consejo Superior de Investigaciones Científi cas (http://www.csic.es) Organismo público de investigación que cuenta con distintos institutos especializados, uno de ellos en documentación. - Consorcio de Universidades de la Comunidad de Madrid y de la UNED para la cooperación bibliotecaria. Madroño (http://www.consorcioma- drono.net) Desde 1999, tiene como objetivo fundamental mejorar la calidad de los servicios bibliotecarios a través de la cooperación interbibliotecaria. Las bibliotecas que lo componen son las de las Universidades de Alcalá de Henares, Carlos III, Autónoma de Madrid, Complutense, Politécnica, Rey Juan Carlos y UNED. - Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Galicia. Bugalicia (http://www.bugalicia.org) Nace en 2001 para la cooperación bibliotecaria de las tres Universida- des gallegas: A Coruña, Santiago de Compostela y Vigo. Su objetivo es poner a disposición de estudiantes e investigadores un alto número de recursos electrónicos de información científi ca. - Corte Europea de Derechos Humanos (http://www.echr.coe.int) - Corte Internacional de Justicia (http://www.icj-cij.org/homepage/sp/) - Derechos HUMAN RIGHTS (http://www.hrw.org/es) Organización internacional nacida en Internet que ofrece información sobre novedades, publicaciones (artículos, monografías, bases de datos, bibliografías, boletines de ONGS, revistas académicas) y enlaces de derechos humanos (acciones y campañas, legislación y jurisprudencia, directorios de enlaces, foros de discusión, informes y noticias, organis- mos internacionales, ONGS, etc...). - Ensayo hispánico (www.ensayistas.org) Biblioteca virtual que pretende recoger textos de ensayistas y pensadores españoles y latinoamericanos. - EUROSUR (http://www.eurosur.org) Investigación y documentación jurídicas 117 Espacio de encuentro entre las organizaciones que trabajan por los derechos humanos, entre otros temas. Se trata de una comunidad in- ternacional de información en red creada para acceder vía Internet a un fondo virtual sobre temas globales y países del sur, fundamentalmente en lengua castellana. Ofrece enlaces de interés. - Federación Internacional de los Derechos Humanos (http://www.fi dh. org) Agrupa a 105 organizaciones de 86 países. Ofrece una revista mensual, comunicados de prensa, informes, etc... - Instituto de Estudios Políticos de América Latina y África (IEPALA) (http://www.iepala.es) Cuenta con un centro de documentación y con distintas bases de da- tos: bibliográfi cas (monografías y publicaciones seriadas), factuales (contiene fi chas conceptuales sobre derechos humanos), numéricas (estadísticas) y de literatura gris. Otros productos documentales de este centro son: directorios de centros de documentación en América Latina, guías de recursos, publicaciones, etc... - Ministerio de Justicia (http://www.justicia.es) Ofrece información sobre su organización y sus publicaciones. - Naciones Unidas (http://www.un.org/spanish) Contiene información sobre actividades y publicaciones, entre otros asuntos. - PixeLEGIS. La biblioteca digital del derecho (http://bib.us.es/guiasformativas/ayuda_invest/derecho/pixelegis. htm) Proyecto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla para digitalizar el fondo jurídico del siglo XIX (479 volúmenes). La página ofrece distintas secciones: novedades, áreas temáticas, número de títulos incorporados, imágenes de los siglos XVIII-XIX; además de enlaces a otras bibliotecas jurídicas virtuales. - Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (http://www.racmyp. es) Creada en 1857, su página web informa de su estructura, historia, es- tatutos, académicos, biblioteca y actividad (discursos, publicaciones, conferencias, etc…). - Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (antes Academia Ma- tritense de Jurisprudencia y Legislación) (http://rajyl.insde.es) Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 118 Su archivo reúne el conjunto de documentos generados por la actividad y vida interna de las diferentes Academias de Derecho o de Jurispru- dencia que existieron en los siglos XVIII y XIX (Academia de Santa Bárbara, de la Inmaculada, de Carlos III, Matritense, de Cánones, etc...). La colección de su biblioteca incluye más de cuarenta mil monografías de materia mayoritariamente jurídica e histórica, publicaciones de la propia Academia (los discursos de recepción de académicos, los de inauguración de curso y conferencias), publicaciones periódicas, fondo antiguo integrado en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfi co Español. Su página web ofrece información sobre socios y presidentes y enlaces a las distintas secciones y a su biblioteca y archivo, así como al boletín de sumarios de Anales desde 1973 y los textos de discursos actuales. - Red de bibliotecas del CSIC (http://www.csic.es) Su página informa de cada una de las bibliotecas que constituyen la red y permite acceder a su catálogo así como a los recursos informativos creados por la red. - Red de bibliotecas universitarias. REBIUN (http://www.rebiun.org) Es la mayor red de bibliotecas universitarias española. Constituida con el fi n esencial de dar apoyo a los usuarios especializados, su página informa de las actividades que realiza y permite acceder al catálogo colectivo así como a las direcciones de las bibliotecas participantes. - Senado (http://www.senado.es) Ofrece información sobre su actividad y publicaciones así como legis- lación y jurisprudencia del Tribunal Constitucional relacionada con las Comunidades Autónomas y Actividad parlamentaria de las comunidades Autónomas y ciudades con Estatuto de Autonomía. - Tribunal Constitucional español (http://www.tribunalconstitucional. es) De interés para los estudiosos de los derechos humanos por recoger, entre otras informaciones, las sentencias dictadas por este tribunal des- de 1999, clasifi cadas anualmente y con un resumen inicial que puede completarse con el texto completo si el usuario lo desea. - Tribunal Internacional de Justicia (http://www.icj-cij.org) - Tribunal Supremo (http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/ts/ principal.htm) BIBLIOGRAFÍA PRIMERA PARTE: LA INVESTIGACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 1: La investigación científi ca. 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VILLASEÑOR RODRÍGUEZ, Isabel: “Metodología para la elaboración de Guías de Fuentes de Información”. Investigación Bibliotecológica: archivonomía, bibliotecología e información (UNAM. México), 2008, vol. 22, nº 46, pp. 113-138. CAPÍTULOS 6 y 7: Fuentes de información jurídica documentales. Fuentes de información jurídica personales e institucionales ALVITE DÍEZ, María Luisa: “Evolución de las bases de datos jurídicas en España”. Anales de documentación, 7, 2004, pp.7-27. Las Fuentes de Información. Estudios Teórico-prácticos, bajo la dirección de la Profra. Dra. Dña. Isabel de Torres Ramírez. Madrid, Síntesis, 1998. VILLASEÑOR RODRÍGUEZ, Isabel: Fuentes de Información en Filosofía Ju- rídica española (siglos XIX-XXI). Madrid: Dykinson, 2009. ANEXO LEGAL Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado La Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, en su nueva redacción dada por la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la anterior, define la estructura de las enseñanzas universitarias en tres ciclos: Grado, Máster y Doctorado. Los estudios de doctorado, correspondientes al tercer ciclo, conducen a la obtención del título oficial de Doctor o Doctora, de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional. Según establece la citada Ley, los estudios de doctorado se organizarán y realizarán en la forma que determinen los estatutos de las universidades, de acuerdo con los criterios que para la obtención del título de Doctor apruebe el Gobierno, previo informe del Consejo de Universidades. El desarrollo del tercer ciclo dentro de la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) debe tener presente las nuevas bases de la Agenda Revisada de Lisboa, así como la construcción del Espacio Europeo de Investiga- ción (EEI) y los objetivos trazados para éste en el Libro Verde de 2007. De este modo, el doctorado debe jugar un papel fundamental como intersección entre el EEES y el EEI, ambos pilares fundamentales de la sociedad basada en el cono- cimiento. La investigación debe tener una clara importancia como parte integral de la educación superior universitaria y la movilidad debe ser valorada tanto en la etapa doctoral como Postdoctoral, como pieza esencial en la formación de jóvenes investigadores. El proceso del cambio del modelo productivo hacia una economía sostenible necesita a los doctores como actores principalesde la sociedad en la generación, transferencia y adecuación de la I+D+i. Los doctores han de jugar un papel esencial Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 124 en todas las instituciones implicadas en la innovación y la investigación, de forma que lideren el trasvase desde el conocimiento hasta el bienestar de la sociedad. Desde el punto de vista europeo, desde el comunicado de Berlín en 2003, hasta el último comunicado de Lovaina en 2009, los ministros europeos responsables de la educación superior han ido avanzando en el desarrollo de aquellos aspectos que deben caracterizar un programa de doctorado en el marco de los Espacios Europeos de Educación Superior e Investigación. De igual manera, los diferentes encuen- tros y actividades de la European University Association (EUA) han realizado un conjunto de estudios y recomendaciones para el desarrollo de los programas de doctorado. En el Comunicado de Berlín (2003) se trata, dentro de las acciones adicionales, el papel del doctorado en la relación entre el EEES y el EEI. El proceso de concre- ción del doctorado como tercer ciclo se percibe de forma clara a partir del proyecto piloto «Doctoral Programmes for the European Knowledge Society» promovido por la European University Association (EUA) que es utilizado de base del Comu- nicado de la Conferencia de Bergen (2005), donde se establece definitivamente el doctorado como tercer ciclo de los estudios europeos, diferenciado del máster. En dicho comunicado los ministros europeos responsables de la educación superior destacan la importancia de la educación superior universitaria en la mejora de la I+D+i y la importancia de la investigación en el apoyo de la función docente uni- versitaria, todo ello para mejorar el desarrollo económico y cultural de nuestras sociedades, así como de forma fundamental defender su papel como elemento de cohesión social. El componente fundamental de la formación doctoral es el avance del conocimiento científico a través de la «investigación original». Además, se considera que en este tercer ciclo los participantes en programas de doctorado no son sólo estudiantes sino investigadores en formación. Con ello se enlaza en este momento del Proceso de Bolonia la formación doctoral, la carrera investigadora y la transmisión del conocimiento a la sociedad. La reunión-seminario realizada en Salzburgo en febrero de 2005 confecciona un conjunto de 10 recomendaciones o principios para el desarrollo futuro de los programas de doctorado de los diferentes países. Los derechos de los doctorandos como investigadores en formación se reco- gen en las bases descritas en la Carta Europea del Investigador y en el Código de Conducta para la Contratación de Investigadores de marzo de 2005 ampliamente aceptados en Europa por parte de las Universidades. España, como miembro activo de los procesos conducentes a la creación y desarrollo de un Espacio Europeo del Conocimiento, ha ido incorporando las re- formas legislativas que han permitido consolidar una oferta de enseñanzas acorde a los principios del EEES. De igual manera se ha avanzado en la regulación de la Investigación y documentación jurídicas 125 figura de investigador en formación, a través del Estatuto del Personal Investigador en Formación aprobado por Real Decreto 63/2006, de 27 de enero. Asimismo, en un proceso vivo que continúa precisando y profundizando los elementos conducentes a hacer de Europa un espacio basado en el conocimiento, atractivo, abierto y cooperativo con otras regiones del mundo, con una oferta for- mativa de alta calidad en docencia e investigación, es necesario seguir avanzando especialmente en el doctorado como elemento fundamental de encuentro entre el EEES y el EEI y el soporte para buscar nuevos motores de crecimiento sostenibles. El proceso europeo ha alcanzado bastante notoriedad internacional toda vez que una de las principales consecuencias del mismo es alcanzar una definición clara del estándar de competencias, exigencias y contribución a la sociedad de un doctor en el marco nacional y europeo. De esta forma, se define con claridad la misión de los doctores en la nueva sociedad del conocimiento, lo que redundará en el reconoci- miento profesional y prestigio social, la idoneidad en las perspectivas laborales y en sus aportaciones al nuevo modelo de crecimiento. Las estrategias institucionales en material de I+D+i de las universidades deben tener al doctorado en el centro de sus actuaciones, permitiendo una amplia flexi- bilidad y autonomía, pero a la vez alcanzando altas cotas de calidad, internaciona- lización, innovación, reconocimiento y movilidad. La formación de investigadores es, en estos momentos, un elemento clave de una sociedad basada en el conocimiento. El reconocimiento social de las capacida- des adquiridas en esta etapa formativa, la necesidad de incrementar sustancialmente el número de personas con competencia en investigación e innovación y el impulso a su influencia y empleo tanto dentro como fuera de los ámbitos académicos es uno de los principales desafíos españoles y europeos. Los documentos europeos también destacan la necesidad de impulsar la I+D+i en todos los sectores sociales particularmente mediante la colaboración en el doctorado de industrias y empresas, con el fin de que jueguen un papel sustancial en sus estrategias de innovación y futuro. Las especiales características de los estudios de doctorado y la variedad de necesidades y métodos de formación investigadora de los distintos ámbitos del conocimiento aconsejan un alto grado de flexibilidad en la regulación de estos estudios. De esta forma se promueve un modelo de formación doctoral con base en la universidad pero integradora de la colaboración de otros organismos, entidades e instituciones implicadas en la I+D+i tanto nacional como internacional, en el que las Escuelas de Doctorado, cuya creación se prevé en la presente norma, están llamadas a jugar un papel esencial. En este ámbito de colaboración, ha de corresponder un especial protagonismo a los Organismos Públicos de Investigación como instituciones de carácter público y Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 126 ámbito nacional que junto con las universidades forman el núcleo básico del sistema público de investigación científica y desarrollo tecnológico español. La experiencia acumulada, especialmente con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, habla de los enormes beneficios esperados de una colaboración equilibrada para la formación de investigadores y doctores. Asimismo, se ha de hacer mención al no menos importante papel que han de desempeñar aquellas otras instituciones que canalizan la investigación a su plas- mación en la sociedad, como empresas, hospitales, fundaciones, etc. que han de convertirse en actores y aliados en la formación doctoral y después en la inclusión de los doctores en sus actuaciones cotidianas. En consonancia con las recomendaciones europeas, es determinante enfatizar el importante, adecuado y necesario papel que la supervisión y el seguimiento de las actividades doctorales, en términos de los objetivos de los programas de doctorado y de las Escuelas de Doctorado. Aunque se enfatizan las responsabilidades persona- les en este aspecto, son compartidas por las propias instituciones que gestionen el programa, a través de las correspondientes Comisiones Académicas, y, en su caso, por las Escuelas de Doctorado a través de diversos mecanismos. De acuerdo con todo lo expuesto, este real decreto persigue el objetivo de co- laborar en la formación de aquellos que han de liderar y cooperar en el trasvase del conocimiento hacia el bienestar de la sociedad coordinadamente con la incorpora- ción de las principales recomendaciones surgidas de los distintos foros europeos e internacionales. Todas ellas se refieren a la estructura y organización de doctorado, las competencias a adquirir, las condiciones de accesoy el desarrollo de la carrera investigadora en su etapa inicial, el fundamental papel de la supervisión y tutela de la formación investigadora, la inserción de esta formación en un ambiente in- vestigador que incentive la comunicación y la creatividad, la internacionalización y movilidad esenciales en este tipo de estudios y la evaluación y acreditación de la calidad como referencia para su reconocimiento y atractivo internacional. De conformidad con lo anterior la presente norma prevé la creación de Escuelas de Doctorado y establece comisiones académicas de los programas de doctorado, así como la figura del coordinador del programa. Introduce como novedad el documento de actividades del doctorando previendo un régimen de supervisión y seguimiento del mismo y establece por vez primera un plazo máximo de duración de los estudios de doctorado con la posibilidad de dedicación a tiempo parcial y a tiempo completo. Por otro lado la nueva ordenación establece una regulación de estas enseñanzas que propicia una más clara distinción entre el segundo ciclo de estudios universi- tarios, de Máster, y el tercero, de doctorado, determinando asimismo los criterios específicos para la verificación y evaluación de los programas de doctorado. Investigación y documentación jurídicas 127 Entre las principales novedades se incluye asimismo la previsión de que los tribunales encargados de evaluar las tesis doctorales deberán estar conformados en su mayoría por doctores externos a la Universidad y a las instituciones colaborado- ras. También se recogen aspectos relativos a la protección de datos confidenciales y garantías de eventuales patentes de los trabajos de investigación y se establece la posibilidad de incluir en el título la mención de «Doctor Internacional». El carácter básico de esta norma reglamentaria se justifica, conforme a la doctrina del Tribunal Constitucional, en la propia naturaleza de la materia regu- lada, que constituye un complemento indispensable para asegurar la completa ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales establecida mediante el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, modificado por el Real Decreto 861/2010, de 2 de julio. De este modo, la regulación de las enseñanzas oficiales de doctorado acome- tida en este real decreto resulta, por la naturaleza de la materia y de acuerdo con la doctrina del Tribunal Constitucional, complemento necesario para garantizar la consecución de la finalidad objetiva a que responde la competencia estatal, sin que dicho cumplimiento resulte un obstáculo al ejercicio de las competencias de desarrollo normativo que corresponden a las comunidades autónomas. Este real decreto ha sido informado por el Consejo de Universidades, por la Conferencia General de Política Universitaria y por el Ministerio de Política Territorial. En su virtud, a propuesta del Ministro de Educación, con la aprobación previa de la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, de acuer- do con el Consejo de Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 28 de enero de 2011, DISPONGO: Artículo 1. Objeto. El presente Real Decreto tiene por objeto regular la organización de los estu- dios de doctorado correspondientes al tercer ciclo de las enseñanzas universitarias oficiales conducentes a la obtención del Título de Doctor o Doctora, que tendrá carácter oficial y validez en todo el territorio nacional. Artículo 2. Definiciones. 1. Se entiende por doctorado el tercer ciclo de estudios universitarios oficiales, conducente a la adquisición de las competencias y habilidades relacionadas con la investigación científica de calidad. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 128 2. Se denomina programa de doctorado a un conjunto de actividades conducen- tes a la adquisición de las competencias y habilidades necesarias para la obtención del título de Doctor. Dicho programa tendrá por objeto el desarrollo de los distintos aspectos formativos del doctorando y establecerá los procedimientos y líneas de investigación para el desarrollo de tesis doctorales. 3. Tiene la consideración de doctorando quien, previa acreditación de los re- quisitos establecidos en el presente real decreto, ha sido admitido a un programa de doctorado y se ha matriculado en el mismo. 4. Se entiende por Escuela de Doctorado la unidad creada por una o varias uni- versidades y en posible colaboración con otros organismos, centros, instituciones y entidades con actividades de I+D+i, nacionales o extranjeras, que tiene por objeto fundamental la organización dentro de su ámbito de gestión del doctorado, en una o varias ramas de conocimiento o con carácter interdisciplinar. 5. Se entiende por documento de actividades del doctorando el registro indi- vidualizado de control de dichas actividades, materializado en el correspondiente soporte, que será regularmente revisado por el tutor y el director de tesis y evaluado por la comisión académica responsable del programa de doctorado a que se refiere el artículo 8.3. 6. El Director de tesis es el máximo responsable en la conducción del conjunto de las tareas de investigación del doctorando, en los términos previstos en el artículo 12 de esta norma. 7. El tutor es el responsable de la adecuación de la formación y de la actividad investigadora a los principios de los programas y, en su caso, de las Escuelas de doctorado. 8. La comisión académica de cada programa es la responsable de su definición, actualización, calidad y coordinación, así como del progreso de la investigación y de la formación y de la autorización de la presentación de tesis de cada doctorando del programa. Artículo 3. Estructura. 1. Los estudios de doctorado se organizarán a través de programas, en la forma que determinen los estatutos de las universidades y de acuerdo con los criterios establecidos en el presente real decreto. Dichos estudios finalizarán en todo caso con la elaboración y defensa de una tesis doctoral que incorpore resultados origi- nales de investigación. 2. La duración de los estudios de doctorado será de un máximo de tres años, a tiempo completo, a contar desde la admisión del doctorando al programa hasta la presentación de la tesis doctoral. Investigación y documentación jurídicas 129 No obstante lo anterior, y previa autorización de la comisión académica res- ponsable del programa, podrán realizarse estudios de doctorado a tiempo parcial. En este caso tales estudios podrán tener una duración máxima de cinco años desde la admisión al programa hasta la presentación de la tesis doctoral. Si transcurrido el citado plazo de tres años no se hubiera presentado la solicitud de depósito de la tesis, la comisión responsable del programa podrá autorizar la pró- rroga de este plazo por un año más, que excepcionalmente podría ampliarse por otro año adicional, en las condiciones que se hayan establecido en el correspondiente programa de doctorado. En el caso de estudios a tiempo parcial la prórroga podrá autorizarse por dos años más que, asimismo, excepcionalmente, podría ampliarse por otro año adicional. A los efectos del cómputo del periodo anterior no se tendrán en cuenta las bajas por enfermedad, embarazo o cualquier otra causa prevista por la normativa vigente. Asimismo, el doctorando podrá solicitar su baja temporal en el programa por un período máximo de un año, ampliable hasta un año más. Dicha solicitud deberá ser dirigida y justificada ante la comisión académica responsable del programa, que se pronunciará sobre la procedencia de acceder a lo solicitado por el doctorando. Artículo 4. Organización de la formación doctoral. 1. Los programas de doctorado incluirán aspectos organizados de formación investigadora que no requerirán su estructuración en créditos ECTS y comprende- rán tanto formación transversal como específica del ámbito de cada programa, si bien en todo caso la actividad esencial del doctorando será la investigadora.2. La organización de dicha formación y los procedimientos para su control de- berán expresarse en la memoria para la verificación de los programas de doctorado incluida en el Anexo I de esta norma y formarán parte de la posterior evaluación a efectos de la renovación de la acreditación de dichos programas. 3. Las actividades de formación realizadas por el doctorando se recogerán en el documento de actividades a que se refiere el artículo 2.5. Artículo 5. Competencias que debe adquirir el doctorando. 1. Los estudios de doctorado garantizarán, como mínimo, la adquisición por el doctorando de las siguientes competencias básicas así como aquellas otras que figuren en el Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior: a) Comprensión sistemática de un campo de estudio y dominio de las habili- dades y métodos de investigación relacionados con dicho campo. b) Capacidad de concebir, diseñar o crear, poner en práctica y adoptar un pro- ceso sustancial de investigación o creación. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 130 c) Capacidad para contribuir a la ampliación de las fronteras del conocimiento a través de una investigación original. d) Capacidad de realizar un análisis crítico y de evaluación y síntesis de ideas nuevas y complejas. e) Capacidad de comunicación con la comunidad académica y científica y con la sociedad en general acerca de sus ámbitos de conocimiento en los modos e idiomas de uso habitual en su comunidad científica internacional. f) Capacidad de fomentar, en contextos académicos y profesionales, el avance científico, tecnológico, social, artístico o cultural dentro de una sociedad basada en el conocimiento. 2. Asimismo, la obtención del título de Doctor debe proporcionar una alta capa- citación profesional en ámbitos diversos, especialmente en aquellos que requieren creatividad e innovación. Los doctores habrán adquirido, al menos, las siguientes capacidades y destrezas personales para: a) Desenvolverse en contextos en los que hay poca información específica. b) Encontrar las preguntas claves que hay que responder para resolver un problema complejo. c) Diseñar, crear, desarrollar y emprender proyectos novedosos e innovadores en su ámbito de conocimiento. d) Trabajar tanto en equipo como de manera autónoma en un contexto inter- nacional o multidisciplinar. e) Integrar conocimientos, enfrentarse a la complejidad y formular juicios con información limitada. f) La crítica y defensa intelectual de soluciones. Artículo 6. Requisitos de acceso al doctorado. 1. Con carácter general, para el acceso a un programa oficial de doctorado será necesario estar en posesión de los títulos oficiales españoles de Grado, o equiva- lente, y de Máster Universitario. 2. Asimismo podrán acceder quienes se encuentren en alguno de los siguientes supuestos: a) Estar en posesión de un título universitario oficial español, o de otro país integrante del Espacio Europeo de Educación Superior, que habilite para el acceso a Máster de acuerdo con lo establecido en el artículo 16 del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre y haber superado un mínimo de 300 créditos ECTS en el conjunto de estudios universitarios oficiales, de los que, al menos 60, habrán de ser de nivel de Máster. b) Estar en posesión de un título oficial español de Graduado o Graduada, cuya duración, conforme a normas de derecho comunitario, sea de al menos 300 Investigación y documentación jurídicas 131 créditos ECTS. Dichos titulados deberán cursar con carácter obligatorio los com- plementos de formación a que se refiere el artículo 7.2 de esta norma, salvo que el plan de estudios del correspondiente título de grado incluya créditos de formación en investigación, equivalentes en valor formativo a los créditos en investigación procedentes de estudios de Máster. c) Los titulados universitarios que, previa obtención de plaza en formación en la correspondiente prueba de acceso a plazas de formación sanitaria especializada, hayan superado con evaluación positiva al menos dos años de formación de un programa para la obtención del título oficial de alguna de las especialidades en Ciencias de la Salud. d) Estar en posesión de un título obtenido conforme a sistemas educativos extranjeros, sin necesidad de su homologación, previa comprobación por la univer- sidad de que éste acredita un nivel de formación equivalente a la del título oficial español de Máster Universitario y que faculta en el país expedidor del título para el acceso a estudios de doctorado. Esta admisión no implicará, en ningún caso, la homologación del título previo del que esté en posesión el interesado ni su recono- cimiento a otros efectos que el del acceso a enseñanzas de Doctorado. e) Estar en posesión de otro título español de Doctor obtenido conforme a anteriores ordenaciones universitarias. Artículo 7. Criterios de admisión. 1. Las Universidades, a través de las Comisiones Académicas a que se refiere el artículo 8.3 de este real decreto, podrán establecer requisitos y criterios adicio- nales para la selección y admisión de los estudiantes a un concreto programa de doctorado. 2. La admisión a los Programas de Doctorado, podrá incluir la exigencia de complementos de formación específicos. Dichos complementos de formación específica tendrán, a efectos de precios públicos y de concesión de becas y ayudas al estudio la consideración de formación de nivel de doctorado y su desarrollo no computará a efectos del límite establecido en el artículo 3.2. 3. Los requisitos y criterios de admisión a que se refiere el apartado uno, así como el diseño de los complementos de formación a que se refiere el apartado dos, se harán constar en la memoria de verificación a que se refiere el artículo 10.2. 4. Los sistemas y procedimientos de admisión que establezcan las universidades deberán incluir, en el caso de estudiantes con necesidades educativas especiales derivadas de la discapacidad, los servicios de apoyo y asesoramiento adecuados, que evaluarán la necesidad de posibles adaptaciones curriculares, itinerarios o estudios alternativos. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 132 Artículo 8. Programas de doctorado. 1. La universidad, de acuerdo con lo que establezca su normativa, definirá su estrategia en materia de investigación y de formación doctoral que se articulará a través de programas de doctorado desarrollados en Escuelas de Doctorado o en sus otras unidades competentes en materia de investigación, de acuerdo con lo establecido en los estatutos de la universidad, en los respectivos convenios de colaboración y en este real decreto. 2. La citada estrategia contará preferentemente con aliados externos para su puesta en marcha en virtud de complementariedades, compartición de excelencia o sinergias con las estrategias de I+D+i de otras instituciones. En este sentido, los programas de doctorado pueden llevarse a cabo de forma conjunta entre varias universidades y contar con la colaboración, expresada mediante un convenio, de otros organismos, centros, instituciones y entidades con actividades de I+D+i, públicos o privados, nacionales o extranjeros. 3. En el marco de la citada estrategia, cada programa de doctorado será orga- nizado, diseñado y coordinado por una Comisión Académica responsable de las actividades de formación e investigación del mismo. Dicha comisión académica estará integrada por doctores y será designada por la Universidad, de acuerdo con lo establecido en su normativa, estatutos y convenios de colaboración, pudiendo integrarse en la misma investigadores de Organismos Públicos de Investigación así como de otras entidades e instituciones implicadas en la I+D+i tanto nacional como internacional. 4. Cada programa de doctorado contará con un coordinador designado por el rector de la universidad o por acuerdo entre rectores cuando se trate de programas conjuntos o en el modo indicado en el convenio con otras instituciones cuando sedesarrolle un doctorado en colaboración. Dicha condición deberá recaer sobre un investigador relevante y estar avalada por la dirección previa de al menos dos tesis doctorales y la justificación de la posesión de al menos dos períodos de acti- vidad investigadora reconocidos de acuerdo con las previsiones del Real Decreto 1086/1989, de 28 de agosto, de retribuciones del profesorado universitario. En el caso de que dicho investigador ocupe una posición en la que no resulte de aplica- ción el citado criterio de evaluación, deberá acreditar méritos equiparables a los señalados. 5. Todo el profesorado de un programa de doctorado deberá poseer el título de doctor, sin perjuicio de la posible colaboración en determinadas actividades espe- cíficas de otras personas o profesionales en virtud de su relevante cualificación en el correspondiente ámbito de conocimiento. Investigación y documentación jurídicas 133 Artículo 9. Escuelas de Doctorado. 1. Las universidades podrán crear Escuelas de Doctorado de acuerdo con lo previsto en sus Estatutos, en la normativa de la respectiva Comunidad Autónoma y en el presente Real Decreto, con la finalidad de organizar, dentro de su ámbito de gestión, las enseñanzas y actividades propias del doctorado. Su creación debe- rá ser notificada al Ministerio de Educación a través de la Dirección General de Política Universitaria, a efectos de su inscripción en el Registro de Universidades, Centros y Títulos (RUCT), regulado mediante Real Decreto 1509/2008, de 12 de septiembre. 2. Las Escuelas de Doctorado podrán ser creadas individualmente por una uni- versidad, o conjuntamente con otras o en colaboración de una o varias universidades con otros organismos, centros, instituciones y entidades con actividades de I+D+i, públicas o privadas, nacionales o extranjeras. 3. Las Escuelas de Doctorado deberán garantizar que desarrollan su propia estrategia ligada a la estrategia de investigación de la universidad o universidades y, en su caso, de los Organismos Públicos de Investigación y demás entidades e ins- tituciones implicadas. También deben acreditar una capacidad de gestión adecuada para sus fines asegurada por las Universidades e instituciones promotoras. 4. Las Escuelas planificarán la necesaria oferta de actividades inherentes a la formación y desarrollo de los doctorandos, llevadas a cabo bien por colaboradores de las universidades y entidades promotoras bien con el auxilio de profesionales externos, profesores o investigadores visitantes. En todo caso las Escuelas de Doc- torado deberán garantizar un liderazgo en su ámbito y una masa crítica suficiente de doctores profesores de tercer ciclo y doctorandos en su ámbito de conocimiento. 5. Las Escuelas de Doctorado podrán organizarse centrando sus actividades en uno o más ámbitos especializados o interdisciplinares. Asimismo, de acuerdo con lo que establezca los estatutos de la universidad y la normativa de la comu- nidad autónoma correspondiente, podrán incluir enseñanzas oficiales de Máster de contenido fundamentalmente científico, así como otras actividades abiertas de formación en investigación. 6. Las Escuelas de Doctorado contarán con un Comité de Dirección, que realizará las funciones relativas a la organización y gestión de las mismas y que estará formado por, al menos, el director de la Escuela, los coordinadores de sus programas de doctorado y representantes de las entidades colaboradoras. El director de la Escuela será nombrado por el Rector, o por consenso de los rectores, cuando se establezca por agregación de varias universidades. Debe ser un investigador de reconocido prestigio perteneciente a una de las universidades o instituciones promotoras. Esta condición debe estar avalada por la justificación de la posesión de al menos tres períodos de actividad investigadora reconocidos de acuerdo con Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 134 las previsiones del Real Decreto 1086/1989, de 28 de agosto, anteriormente citado. En el caso de que dicho investigador ocupe una posición en la que no resulte de aplicación el citado criterio de evaluación, deberá acreditar méritos equiparables a los señalados. 7. Las Escuelas de Doctorado contarán con un reglamento de régimen interno que establecerá, entre otros aspectos, los derechos y deberes de los doctorandos, de conformidad con lo establecido en el Real Decreto 1791/2010, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto del Estudiante Universitario, y de los tutores y de los directores de tesis, así como la composición y funciones de las comisiones académicas de sus programas. 8. Todas las personas integrantes de una Escuela de Doctorado deberán suscribir su compromiso con el cumplimiento del código de buenas prácticas adoptado por dicha Escuela. Artículo 10. Verificación, seguimiento y renovación de la acreditación de los Programas de doctorado. 1. Los programas de doctorado conducentes a la obtención del título oficial de Doctor deberán ser verificados por el Consejo de Universidades y autorizados por las correspondientes Comunidades Autónomas, de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, con las particularidades a que se refiere el presente real decreto. 2. A efectos de su verificación los programas de doctorado se ajustarán a la memoria que figura como Anexo I del presente real decreto. 3. Los programas de doctorado deberán someterse a un procedimiento de eva- luación cada seis años a efectos de la renovación de la acreditación a que se refiere el artículo 24 del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre. 4. Para garantizar la calidad del doctorado y el correcto desarrollo de la forma- ción doctoral la universidad deberá justificar la existencia de equipos investigadores solventes y experimentados en el ámbito correspondiente. 5. De acuerdo con lo establecido en el Anexo II, los criterios de evaluación para la verificación y acreditación de los programas de doctorado tendrán en cuenta el porcentaje de investigadores con experiencia acreditada, los proyectos competi- tivos en que participan, las publicaciones recientes y la financiación disponible para los doctorandos. Asimismo se valorará el grado de internacionalización de los doctorados, con especial atención a la existencia de redes, la participación de profesores y estudiantes internacionales, la movilidad de profesores y estudiantes, y los resultados tales como cotutelas, menciones, europeas e internacionales, pu- Investigación y documentación jurídicas 135 blicaciones conjuntas con investigadores extranjeros, organización de seminarios internacionales, o cualquier otro criterio que se determine al respecto. Artículo 11. Supervisión y seguimiento del doctorando. 1. Los doctorandos admitidos en un programa de doctorado se matricularán anualmente en la universidad correspondiente, en su Escuela de Doctorado o en la unidad responsable del programa por el concepto de tutela académica del doctora- do. Cuando se trate de programas conjuntos, el convenio determinará la forma en que deberá llevarse a cabo dicha matrícula. 2. Las personas incorporadas a un programa de doctorado se someterán al régimen jurídico, en su caso contractual, que resulte de la legislación específica que les sea de aplicación. 3. Una vez admitido al programa de doctorado, a cada doctorando le será asignado por parte de la correspondiente comisión académica un tutor, doctor con acreditada experiencia investigadora, ligado a la unidad o a la Escuela que organiza el programa, a quien corresponderá velar por la interacción del doctorando con la comisión académica. La comisión académica, oído el doctorando, podrá modificar el nombramiento del tutor de un doctorando en cualquier momento del periodo de realización del doctorado, siempre que concurran razones justificadas. 4. En el plazo máximo de seis meses desde su matriculación,la comisión aca- démica responsable del programa asignará a cada doctorando un director de tesis doctoral que podrá ser coincidente o no con el tutor a que se refiere el apartado anterior. Dicha asignación podrá recaer sobre cualquier doctor español o extranjero, con experiencia acreditada investigadora, con independencia de la universidad, centro o institución en que preste sus servicios. La comisión académica, oído el doctorando, podrá modificar el nombramiento de director de tesis doctoral a un doctorando en cualquier momento del periodo de realización del doctorado, siempre que concurran razones justificadas. 5. Una vez matriculado en el programa, se materializará para cada doctorando el documento de actividades personalizado a efectos del registro individualizado de control a que se refiere el artículo 2.5 de este real decreto. En él se inscribirán todas las actividades de interés para el desarrollo del doctorando según regule la univer- sidad, la escuela o la propia comisión académica y será regularmente revisado por el tutor y el director de tesis y evaluado por la comisión académica responsable del programa de doctorado a que se refiere el artículo 8.3. 6. Antes de la finalización del primer año el doctorando elaborará un Plan de investigación que incluirá al menos la metodología a utilizar y los objetivos a al- canzar, así como los medios y la planificación temporal para lograrlo. Dicho Plan Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 136 se podrá mejorar y detallar a lo largo de su estancia en el programa y debe estar avalado por el tutor y el director. 7. Anualmente la comisión académica del programa evaluará el Plan de in- vestigación y el documento de actividades junto con los informes que a tal efecto deberán emitir el tutor y el director. La evaluación positiva será requisito indis- pensable para continuar en el programa. En caso de evaluación negativa, que será debidamente motivada, el doctorando deberá ser de nuevo evaluado en el plazo de seis meses, a cuyo efecto elaborará un nuevo Plan de investigación. En el supuesto de producirse nueva evaluación negativa, el doctorando causará baja definitiva en el programa. 8. Las universidades establecerán las funciones de supervisión de los docto- randos mediante un compromiso documental firmado por la universidad, el doc- torando, su tutor y su director en la forma que se establezca. Este compromiso será rubricado a la mayor brevedad posible después de la admisión y habrá de incluir un procedimiento de resolución de conflictos y contemplar los aspectos relativos a los derechos de propiedad intelectual o industrial que puedan generarse en el ámbito de programas de doctorado. 9. Las universidades, a través de la Escuela de Doctorado o de la correspondien- te unidad responsable del programa de doctorado establecerán los mecanismos de evaluación y seguimiento indicados anteriormente, la realización de la tesis en el tiempo proyectado y los procedimientos previstos en casos de conflicto y aspectos que afecten al ámbito de la propiedad intelectual de acuerdo con lo establecido en el párrafo anterior. Artículo 12. Dirección de tesis. 1. De acuerdo con lo establecido en el artículo 11.4, la universidad asignará al doctorando un director para la elaboración de la tesis doctoral que será el máximo responsable de la coherencia e idoneidad de las actividades de formación, del impacto y novedad en su campo de la temática de la tesis doctoral y de la guía en la planificación y su adecuación, en su caso, a la de otros proyectos y actividades donde se inscriba el doctorando. La tesis podrá ser codirigida por otros doctores cuando concurran razones de índole académico, como puede ser el caso de la inter- disciplinariedad temática o los programas desarrollados en colaboración nacional o internacional, previa autorización de la comisión académica. Dicha autorización podrá ser revocada con posterioridad si a juicio de la comisión académica la codi- rección no beneficia el desarrollo de la tesis. 2. Las universidades, a través de la Escuela de Doctorado o de la correspon- diente unidad responsable del programa de doctorado, podrán establecer requisitos adicionales para ser director de tesis. Investigación y documentación jurídicas 137 3. La labor de tutorización del doctorando y dirección de tesis deberá ser reco- nocida como parte de la dedicación docente e investigadora del profesorado. Artículo 13. Tesis doctoral. 1. La tesis doctoral consistirá en un trabajo original de investigación elaborado por el candidato en cualquier campo del conocimiento. La tesis debe capacitar al doctorando para el trabajo autónomo en el ámbito de la I+D+i. 2. Las Universidades establecerán el procedimiento para la presentación de la tesis doctoral, incluyendo la determinación de un plazo máximo para la posterior lectura de la misma. Las universidades, a través de la Escuela de Doctorado o de la correspondiente unidad responsable del programa de doctorado, establecerán procedimientos de control con el fin de garantizar la calidad de las tesis doctorales, incidiendo espe- cialmente en la calidad de la formación del doctorando y en la supervisión. 3. La universidad garantizará la publicidad de la tesis doctoral finalizada a fin de que durante el proceso de evaluación, y con carácter previo al acto de defensa, otros doctores puedan remitir observaciones sobre su contenido. 4. La tesis podrá ser desarrollada y, en su caso, defendida, en los idiomas habi- tuales para la comunicación científica en su campo de conocimiento. Artículo 14. Evaluación y defensa de la tesis doctoral. 1. El tribunal que evalúe la tesis doctoral se compondrá de acuerdo con los requisitos fijados por la universidad y de acuerdo con lo establecido en el presente artículo. 2. La totalidad de los miembros que integren el tribunal deberán estar en po- sesión del título de Doctor y contar con experiencia investigadora acreditada. En todo caso, el tribunal estará formado por una mayoría de miembros externos a la Universidad y a las instituciones colaboradoras en la Escuela o programa. 3. El tribunal que evalúe la tesis dispondrá del documento de actividades del doctorando, a que se refiere el artículo 2.5 de este real decreto, con las actividades formativas llevadas a cabo por el doctorando. Este documento de seguimiento no dará lugar a una puntuación cuantitativa pero sí constituirá un instrumento de eva- luación cualitativa que complementará la evaluación de la tesis doctoral. 4. La tesis doctoral se evaluará en el acto de defensa que tendrá lugar en sesión pública y consistirá en la exposición y defensa por el doctorando del trabajo de investigación elaborado ante los miembros del tribunal. Los doctores presentes en el acto público podrán formular cuestiones en el momento y forma que señale el presidente del tribunal. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 138 5. Una vez aprobada la tesis doctoral, la universidad se ocupará de su archivo en formato electrónico abierto en un repositorio institucional y remitirá, en formato electrónico, un ejemplar de la misma así como toda la información complementaria que fuera necesaria al Ministerio de Educación a los efectos oportunos. 6. En circunstancias excepcionales determinadas por la comisión académica del programa, como pueden ser, entre otras, la participación de empresas en el programa o Escuela, la existencia de convenios de confidencialidad con empresas o la posibilidad de generación de patentes que recaigan sobre el contenido de la tesis, las universidades habilitarán procedimientos para desarrollar los apartados 4 y 5 anteriores que aseguren la no publicidad de estos aspectos. 7. El tribunal emitirá un informe y la calificación global concedida a la tesis en términos de «apto» o «no apto». El tribunal podrá proponer que la tesis obtenga la mención de «cum laude» si se emite en tal sentido el voto secreto positivo por unanimidad. La Universidadhabilitará los mecanismos precisos para la materialización de la concesión final de dicha mención garantizando que el escrutinio de los votos para dicha concesión se realice en sesión diferente de la correspondiente a la de defensa de la tesis doctoral. Artículo 15. Mención Internacional en el título de Doctor. 1. El título de Doctor o Doctora podrá incluir en su anverso la mención «Doctor internacional», siempre que concurran las siguientes circunstancias: a) Que, durante el periodo de formación necesario para la obtención del título de doctor, el doctorando haya realizado una estancia mínima de tres meses fuera de España en una institución de enseñanza superior o centro de investigación de prestigio, cursando estudios o realizando trabajos de investigación. La estancia y las actividades han de ser avaladas por el director y autorizadas por la Comisión Académica, y se incorporarán al documento de actividades del doctorando. b) Que parte de la tesis doctoral, al menos el resumen y las conclusiones, se haya redactado y sea presentado en una de las lenguas habituales para la comuni- cación científica en su campo de conocimiento, distinta a cualquiera de las lenguas oficiales en España. Esta norma no será de aplicación cuando las estancias, infor- mes y expertos procedan de un país de habla hispana. c) Que la tesis haya sido informada por un mínimo de dos expertos doctores pertenecientes a alguna institución de educación superior o instituto de investiga- ción no española. d) Que al menos un experto perteneciente a alguna institución de educación superior o centro de investigación no española, con el título de doctor, y distinto Investigación y documentación jurídicas 139 del responsable de la estancia mencionada en el apartado a), haya formado parte del tribunal evaluador de la tesis. 2. La defensa de la tesis ha de ser efectuada en la propia universidad española en la que el doctorando estuviera inscrito, o, en el caso de programas de doctorado conjuntos, en cualquiera de las universidades participantes o en los términos que identifiquen los convenios de colaboración. Artículo 16. Fomento de la formación doctoral. 1. El Ministerio de Educación podrá establecer una convocatoria anual para otorgar un sello de doctorado de excelencia a aquellos programas de doctorado que destaquen por sus resultados y su alto nivel de internacionalización. En dicha convocatoria se establecerán los requisitos para la obtención del citado sello y los criterios de evaluación. 2. Asimismo, el Ministerio de Educación podrá establecer una convocatoria anual para otorgar una mención de excelencia a las Escuelas de Doctorado que destaquen por su prestigio y especial proyección internacional. En dicha convo- catoria se establecerán los requisitos para la obtención de la citada mención y los criterios de evaluación. 3. El Gobierno, en el marco de la legislación vigente en materia de ciencia, tecnología e innovación, podrá realizar convocatorias periódicas de ayudas para el fomento de las Escuelas de Doctorado y de la formación doctoral de calidad, dirigidas a programas de doctorado, especialmente a aquellos que hayan obtenido el sello de excelencia y a las Escuelas de Doctorado que asimismo hayan obtenido la mención de excelencia. 4. Las administraciones públicas podrán establecer mecanismos de fomento y financiación de la internacionalización de los doctorados y de apoyo a la movi- lidad. Disposición adicional primera. Verificación de programas de doctorado conjuntos internacionales Erasmus Mundus. Los programas de doctorado conjuntos creados mediante consorcios interna- cionales en los que participen instituciones de Educación Superior españolas y extranjeras y que hayan sido evaluados y seleccionados por la Comisión Europea en convocatorias competitivas como programas de excelencia con el sello Erasmus Mundus, se entenderá que cuentan con el informe favorable de verificación a que se refiere el artículo 10 de este real decreto. A estos efectos, la universidad solicitante enviará al Ministerio de Educación la propuesta del plan de estudios aprobada por la Comisión Europea junto con el Convenio correspondiente del consorcio y la carta de notificación de haber obte- Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 140 nido el sello Erasmus Mundus al que se refiere el párrafo anterior, así como un formulario adaptado que proporcione los datos necesarios para la inscripción del correspondiente programa de doctorado en el RUCT. El Ministerio de Educación enviará el expediente al Consejo de Universidades a efectos de emitir la correspondiente resolución de verificación de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre. Disposición adicional segunda. Incorporación a las nuevas enseñanzas de doctorado establecidas en el presente real decreto. 1. Los doctorandos que hubieren iniciado su programa de doctorado confor- me a anteriores ordenaciones universitarias, podrán acceder a las enseñanzas de doctorado reguladas en este real decreto, previa admisión de la universidad corres- pondiente, de acuerdo con lo establecido en este real decreto y en la normativa de la propia universidad. 2. Podrán ser admitidos a los estudios de doctorado regulados en el presente real decreto, los Licenciados, Arquitectos o Ingenieros que estuvieran en posesión del Diploma de Estudios Avanzados obtenido de acuerdo con lo dispuesto en el Real Decreto 778/1998, de 30 de abril, o hubieran alcanzado la suficiencia investigadora regulada en el Real Decreto 185/1985, de 23 de enero. Disposición adicional tercera. Doctor Honoris Causa. De acuerdo con lo que establezca su normativa, las universidades podrán nom- brar Doctor Honoris Causa a aquellas personas que, en atención a sus excepcionales méritos académicos, científicos o personales sean acreedoras de tal distinción. Disposición transitoria primera. Doctorandos conforme a anteriores or- denaciones. 1. A los doctorandos que en la fecha de entrada en vigor de este real decreto hubiesen iniciado estudios de doctorado conforme a anteriores ordenaciones, les será de aplicación las disposiciones reguladoras del doctorado y de la expedición del título de Doctor por las que hubieren iniciado dichos estudios. En todo caso, el régimen relativo a tribunal, defensa y evaluación de la tesis doctoral previsto por el presente real decreto será aplicable a dichos estudiantes a partir de un año de su entrada en vigor. 2. En todo caso, quienes a la entrada en vigor de este real decreto se encuentren cursando estudios de doctorado disponen de 5 años para la presentación y defensa de la tesis doctoral. Transcurrido dicho plazo sin que se haya producido ésta, el doctorando causará baja definitiva en el programa. Investigación y documentación jurídicas 141 Disposición transitoria segunda. Programas de doctorado verificados con anterioridad o en tramitación. Los programas de doctorado ya verificados conforme a lo establecido en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, deberán adaptarse a lo dispuesto en el presente real decreto con anterioridad al inicio del curso académico 2013-2014. En todo caso tales programas deberán quedar completamente extinguidos con anterioridad al 30 de septiembre de 2017. Las universidades responsables de los programas de doctorado que en la fecha de entrada en vigor del presente real decreto hubieran iniciado el procedimiento de verificación y no hubieran obtenido todavía la correspondiente resolución, po- drán optar entre continuar la tramitación ya iniciada o acogerse a lo dispuesto en el presente real decreto. Disposición derogatoria única. Derogación normativa. Queda derogado el Capítulo V del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias y cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo establecido en este real decreto, sin perjuicio de lo establecido en la disposición transitoriasegunda del presente real decreto. Disposición final primera. Modificación del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universita- rias. 1. Se modifica el artículo 11 del Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, que queda redactado en los siguientes términos: «Artículo 11. Enseñanzas de Doctorado. 1. Se entiende por doctorado el tercer ciclo de estudios universitarios oficiales, conducente a la adquisición de las competencias y habilidades relacionadas con la investigación científica de calidad. 2. La superación de las enseñanzas de doctorado dará derecho a la obtención del título de Doctor o Doctora, con la denominación que figure en el RUCT. 3. La denominación de los títulos de Doctor será: Doctor o Doctora por la Universidad U, siendo U la denominación de la Universidad que expide el título. Asimismo, la expedición material del título incluirá información sobre el programa de doctorado cursado, de acuerdo con lo establecido al respecto en el Real Decreto 1002/2010, de 5 de agosto, sobre expedición de títulos universitarios oficiales. 4. Sin perjuicio de la vigencia para estas enseñanzas de lo dispuesto en las disposiciones adicionales, cuarta, quinta, sexta y disposición transitoria tercera Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 142 de este real decreto, las enseñanzas de doctorado se regirán por su normativa es- pecífica.» 2. Queda sin contenido el apartado 3.4 de la Memoria para la solicitud de veri- ficación de títulos oficiales contenida en el Anexo del citado real decreto. Disposición final segunda. Modificación del Real Decreto 1002/2010, de 5 de agosto, sobre expedición de títulos universitarios oficiales. 2. Se modifica el apartado 5 del artículo 11 del Real Decreto 1002/2010, de 5 de agosto, sobre expedición de títulos universitarios oficiales, que queda redactado en los siguientes términos: «5. Asimismo, en el anverso del título de Doctor o Doctora podrá figurar la mención “Doctor internacional”, siempre que concurran las circunstancias esta- blecidas al efecto en su normativa reguladora.» Disposición final tercera. Título competencial. Este real decreto tiene carácter básico y se dicta al amparo de lo dispuesto en el artículo 149.1.30.ª de la Constitución Española que atribuye al Estado la com- petencia exclusiva sobre la regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales y normas básicas para el desarrollo del artículo 27 de la Constitución, a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los poderes públicos en esta materia y es de aplicación en todo el territorio nacional. Disposición final cuarta. Entrada en vigor. El presente real decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial de Estado». Real Decreto 534/2013, de 12 de julio, por el que se modifican los Reales Decretos 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales; 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado; y 1892/2008, de 14 de noviembre, por el que se regulan las condiciones para el acceso a las enseñanzas universi- tarias oficiales de grado y los procedimientos de admisión a las universidades públicas españolas El Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordena- ción de las enseñanzas universitarias oficiales, introduce un modelo de control de la calidad de las nuevas titulaciones de Grado, Máster y Doctorado basado en tres tipos de procedimientos: El de verificación inicial de un título, el de seguimiento, y el de renovación de la acreditación. Esta última debe producirse antes de cum- plirse cuatro años, en el caso de los Másteres universitarios, y seis años, en el caso de los Grados y Doctorados. Sus consecuencias son muy relevantes, porque si en Investigación y documentación jurídicas 143 esos plazos una titulación no obtiene la renovación de su acreditación perderá su carácter oficial y deberá darse de baja en el RUCT. Dado que los primeros títulos de Máster oficial fueron verificados por un procedimiento abreviado durante el curso académico 2008/2009, resulta que hay en el sistema universitario español del orden de 1.900 Másteres que necesitarían obtener la renovación de su acredi- tación a lo largo de este curso 2012-2013 para poder seguir impartiéndose en el curso 2013-2014. Son varias las razones que aconsejan en estas circunstancias la aprobación de una moratoria de la puesta en marcha del sistema de renovación de la acreditación de las titulaciones. Por un lado, el curso académico está ya casi consumido y la normativa establece un plazo de seis meses para la tramitación de estas solicitudes, que no va a ser posible resolver a tiempo. Por otro lado, en la actualidad se está trabajando en la elaboración de unos protocolos de armonización de los procedi- mientos de renovación de la acreditación, que no han podido ser aún aprobados de manera oficial. Finalmente la gestión de estos procedimientos exige contar con recursos humanos y financieros por parte de las agencias evaluadoras, así como impartir la formación de los equipos y comisiones que se van a encargar de estas tareas. Por tanto, se establece mediante el presente real decreto una moratoria de dos cursos académicos para la obligación de someter las titulaciones oficiales al procedimiento de renovación de la acreditación. Sin embargo, para respetar el derecho de las universidades que ya tienen pre- parados sus títulos para someter a este examen de acreditación, e incluso ya lo han solicitado, se permite que durante el curso 2013-2014 pueda ponerse en marcha el sistema con efectos oficiales para sus solicitantes. Por su parte, el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado, reemplaza la regulación de estos títulos establecida por el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, e impone la obliga- ción de adaptar los programas verificados conforme a esa normativa a las nuevas disposiciones que introduce. El límite temporal para hacerlo era el inicio del curso académico 2013-2014. Dada la proximidad de esa fecha y conscientes de la carga de trabajo que conlleva esa adaptación, se decide igualmente ampliar el plazo es- tablecido por un curso académico, manteniendo la fecha del 30 de septiembre de 2017 como límite para la extinción definitiva de los programas regidos por el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre. Se aprovecha también la modificación del mencionado Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, para reformar su artículo 14.7, relativo a las posibles calificaciones a otorgar por el tribunal evaluador de la tesis doctoral, de manera que se amplían las posibilidades que el actual baremo ofrece. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 144 Por último, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 17 de mayo la remisión a las Cortes Generales del proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, de acuerdo con el artículo 22.4 de la Ley 50/1997, de 27 de noviem- bre, del Gobierno. Este proyecto supone la modificación del sistema de acceso y admisión a las Universidades españolas. Atendiendo a dichas circunstancias, resulta preciso aplazar la implantación de la prueba oral de la lengua extranjera de la prueba de acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado. También es preciso posibilitar el aplazamiento de la implantación de los ciclos formativos de Artes Plásticas y Diseño establecidos por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, al curso escolar 2014-2015. En el proceso de elaboración de este real decreto han sido consultadas las Comunidades Autónomas, y han emitido informe el Consejo de Universidades, el Consejo Escolar del Estado y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. En su virtud, a propuesta del Ministro de Educación,Cultura y Deporte, de acuerdo con el Consejo de Estado y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 12 de julio de 2013, DISPONGO: Artículo primero. Modificación del Real Decreto 1393/2007, de 29 de oc- tubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. Se introduce una disposición transitoria sexta en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, con la siguiente redacción: «Disposición transitoria sexta. Implantación del sistema de renovación de la acreditación de las titulaciones universitarias oficiales. Se amplía por dos años, computados de fecha a fecha, el plazo aplicable para la renovación de la acreditación prevista en los artículos 24.2 y 27 bis de este real decreto para aquellos títulos universitarios oficiales a los que correspondería ob- tenerla en los cursos académicos 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015. Sin perjuicio de la ampliación de plazo establecida en el párrafo anterior, las Comunidades Autónomas podrán abrir un plazo de dos meses tras la entrada en vigor de esta disposición transitoria, para que las universidades que voluntariamen- te lo deseen puedan solicitar la renovación de la acreditación de sus títulos cuyo vencimiento de plazo se haya producido durante el curso académico 2012-2013 o se vaya a producir durante el curso académico 2013-2014. Estos procedimientos tendrán carácter oficial y surtirán los efectos previstos en este real decreto. Investigación y documentación jurídicas 145 Los procedimientos de seguimiento de los títulos inscritos en el RUCT seguirán llevándose a cabo durante la moratoria regulada en esta disposición transitoria en los términos previstos por el artículo 27 de este real decreto.» Artículo segundo. Modificación del Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado. El Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado, queda modificado de la siguiente manera: Uno. El artículo 14, apartado 7, queda redactado en los siguientes términos: «El tribunal emitirá un informe y la calificación global concedida a la tesis de acuerdo con la siguiente escala: No apto, aprobado, notable y sobresaliente. El tribunal podrá otorgar la mención de cum laude si la calificación global es de sobresaliente y se emite en tal sentido el voto secreto positivo por unanimidad. La Universidad habilitará los mecanismos precisos para la materialización de la concesión final de dicha mención garantizando que el escrutinio de los votos para dicha concesión se realice en sesión diferente de la correspondiente a la de defensa de la tesis doctoral.» Dos. La disposición transitoria segunda, párrafo primero, queda redactada en los siguientes términos: «Los programas de doctorado ya verificados conforme a lo establecido en el Real Decreto 1393/2007, de 29 de octubre, deberán adaptarse a lo dispuesto en el presente real decreto con anterioridad al inicio del curso académico 2014-2015. En todo caso tales programas deberán quedar completamente extinguidos con anterioridad al 30 de septiembre de 2017.» Artículo tercero. Modificación del Real Decreto 1892/2008, de 14 de no- viembre, por el que se regulan las condiciones para el acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado y los procedimientos de admisión a las univer- sidades públicas españolas. La disposición final segunda queda redactada en los siguientes términos: «Disposición final segunda. Ejercicio de lengua extranjera. El tercer ejercicio de lengua extranjera a que hace referencia el artículo 9.3 no incluirá la valoración de la comprensión y expresión oral hasta el curso académico 2015-2016.» Disposición adicional única. Implantación de los ciclos formativos de grado medio y grado superior de las Enseñanzas Profesionales de Artes Plásticas y Diseño. Isabel Villaseñor Rodríguez y Juan Antonio Gómez García 146 Las Administraciones educativas podrán retrasar el inicio de la implantación de los ciclos formativos de grado medio y grado superior de las Enseñanzas Pro- fesionales de Artes Plásticas y Diseño fijado en el artículo 21.3 del Real Decreto 806/2006, de 30 de junio, por el que se establece el calendario de aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo, establecida por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, al curso escolar 2014-2015. Disposición final primera. Título competencial. El artículo 1 de este real decreto se dicta al amparo de lo dispuesto en el ar- tículo 149.1.30.ª de la Constitución Española, que atribuye al Estado la compe- tencia exclusiva sobre la regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profesionales y normas básicas para el desarrollo del artículo 27 de la Constitución, a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los poderes públicos en esta materia. Disposición final segunda. Entrada en vigor. El presente real decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado». Dado en Madrid, el 12 de julio de 2013. INVESTIGACIÓN Y DOCUMENTACIÓN JURÍDICAS (2A. ED.) PÁGINA LEGAL ÍNDICE PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE CAPÍTULO 1: 1.1. INVESTIGACIÓN E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA 1.2. CONOCIMIENTO Y CIENCIA 1.3. MÉTODO, MÉTODO CIENTÍFICO Y METODOLOGÍA CIENTÍFICA 1.4. OBJETO Y CONDICIONES OBJETIVAS DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA 1.5. SUJETO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA: EL INVESTIGADOR CIENTÍFICO 1.6. CLASES DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS 1.7. LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS JURÍDICAS CAPÍTULO 2: 2.1. EL PLAN DE TRABAJO INVESTIGADOR 2.2. FASES DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN 2.3. TIPOS DE TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN EN DERECHO. LA TESIS DOCTORAL CAPÍTULO 3: 3.1. CONCEPTO DE SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 3.2. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO 3.3. EL PAPEL DEL DERECHO EN EL CONTEXTO DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 3.4. LA INCIDENCIA DEL DERECHO EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN: 3.5. LA INFORMÁTICA JURÍDICA 3.6. PRINCIPALES INSTRUMENTOS Y ACCIONES JURÍDICAS INTERNACIONALES SEGUNDA PARTE CAPÍTULO 4: 4.1. LA DOCUMENTACIÓN Y LAS FUENTES DE INFORMACIÓN 4.2. CONCEPTO Y CARACTERIZACIÓN DE LA DOCUMENTACIÓN JURÍDICA 4.3. UNA TIPOLOGÍA DE DOCUMENTACIÓN JURÍDICA CAPÍTULO 5: 5.1. ETAPAS DEL MÉTODO BIBLIOGRÁFICO 5.2. ALGUNOS MODELOS DE DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA CAPÍTULO 6: 6.1. GUÍAS DE FUENTES DE INFORMACIÓN O FUENTES DOCUMENTALES TERCIARIAS 6.2. FUENTES DOCUMENTALES PRIMARIAS 6.3. FUENTES DOCUMENTALES SECUNDARIAS CAPÍTULO 7: 7.1. FUENTES PERSONALES 7.2. FUENTES INSTITUCIONALES BIBLIOGRAFÍA ANEXO LEGAL