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Ya disponible en ajedrez21.com Sumario Peón de Rey nº 152 SUMARIO PDR-152 (MAY-JUN 2021) 10 BUZÓN PDR 8-9 LA ALINEACIÓN IDEAL DE CARLSEN 12-15 LA PARTIDA DE LOS LECTORES 16-19 LA MEJOR EDAD PARA JUGAR Jorge I. Aguadero 11 CONCURSO PDR 30-43 CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL Jesús G. Bayolo GM R. Vera 44-49 LA REGLA DE MAKOGÓNOV GM A. Mikhalchishin 20-28 GIRI GANA EL 2º INVITATIONAL GM D. Alsina 4 PEÓN DE REY, Revista de Ajedrez “Porque nos gusta el Ajedrez” Una publicación bimestral de: Chess Education and Technology C/ Francisco Giner 42 · 08012 Barcelona Tel: (+34) 932 385 352 ·Lun-Vie 16h. a 20h. Colaboran en este número: GM Adrian Mikhalchishin, GM Jesús de la Villa, GM Reinaldo Vera, GM José González, GM Daniel Alsina, GM Leo Krysa, MI Diego Adla, AI Mario Tallarico y Jesús G. Bayolo EDITOR y DIRECTOR: Miguel Illescas Redactor Jefe: Jorge I. Aguadero Casado Administración y Publicidad: Sergio Ballesteros y Víctor Gómez-Pardo Fotografía, ilustraciones y traducción: Patricia Claros (FEDA), Jesús Bayolo, Chess24, Tata Steel Chess Tournament 2021, Wikimedia, Biel Chess Tournament 2020, inperfecto.com.mx, Chess Notes (Edward Winter), filmaffinity.com, facebook Carlos Torre, Soviet Chess History. Jcroes, Rob C. (Anefo), Adobe Stock WEB y REDES SOCIALES Web PDR: www.peonderey.com Tienda A21: www.ajedrez21.com Escuela EDAMI: www.edami.com Facebook: @revistaPDR Twitter: @revistaPDR YouTube: ChessFM CORREO ELECTRÓNICO Revista: revista@peonderey.com Tienda: tienda@ajedrez21.com EDAMI: escuela@edami.com PEÓN DE REY 152 [may-jun 2021] Imprime: Villena Artes Gráficas. Distribuye: SGEL · Depósito legal: M-49946-2001 · Impreso en España: 05/2021 PVP: 8,50 € · Suscripción 1 año (6 ej.): España 49,90 €, Europa 59,90 €, América 59,90 € · Ver ofertas en páginas centrales Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio o soporte del contenido de esta publicación. La editorial no se hace necesariamente solidaria con las opiniones expresadas por los colaboradores. SUMARIO PDR-152 (MAY-JUN 2021) 98 AVANCES PDR-153 jul-ago 2021 94-96 TEST DE TÁCTICA Y SOLUCIONES GM Miguel Illescas 52-57 ENTREVISTA A DAVID ANTÓN Jorge I. Aguadero 90-93 FINALES: ¿CAMBIAR O NO CAMBIAR? (2) GM Jesús de la Villa 79-85 FINALES DE TORRE 4 PEONES VS. 3 MI Diego Adla 66-78 CARLOS TORRE, ESTRELLA FUGAZ GM José González 62-64 APERTURA DEL CENTRO: 4.£c4 GM Leo Krysa 86-89 AJEDREZ INFINITO GM Miguel Illescas 58-61 EL LADO OSCURO DEL TABLERO AI Mario Tallarico 5 7AJEDREZ21.COM/CURSO-AJEDREZ El “Curso Completo de Miguel Illescas”, edita- do por RBA es la obra definitiva para aprender ajedrez, de principiante a maestro, y se ha con- vertido en el curso más vendido en los últimos años en nuestra tienda online. El gran éxito de este curso se fundamenta en su estructura, que facilita mucho el estudio. Se compone de 40 lecciones con 4 bloques temá- ticos: aperturas, táctica, estrategia y finales, en total 160 apartados. Se presenta en libro, en PDF y en vídeo. El curso en vídeo se ofrece en “streaming” y precisa conexión a Internet. Incluye las 40 lec- ciones y 40 vídeos exclusivos de Miguel Illescas, que no aparecen en papel ni en PDF. La versión PDF en edición de lujo, a todo color, incluye las 40 lecciones y un especial de 40 artí- culos sobre historia del ajedrez, que no apare- ce en vídeo ni en papel, así como el fichero PGN con las partidas. Para el libro en papel hubo que sacrificar algu- nas lecciones. Aún así mantiene todo lo esen- cial del curso, incluyendo los ejercicios. Curso de Miguel Illescas Tres formatos OPINIONES 9,9/10 (41 opiniones) Alberto Es una maravilla Llevo tan solo tres lecciones y ya he notado como mi forma de pensar delante del tablero ha cambiado. La manera en la que se estructu- ran las lecciones es muy buena, y la manera de explicar los conceptos es muy clara y eficaz (soy profesor, sé de lo que hablo). En definiti- va, estoy encantado con el curso, un 10. A Carlos 42 años federado Me he encontrado con un curso que me ayuda muchísimo a mejorar. Actualmente tengo un Elo de 1760, pero creo que va a aumentar, no sé hasta dónde, porque juego pocos torneos. (...) También resulta un placer escuchar a Miguel Illescas, que nos ayuda a comprender las sensaciones de un GM en plena competi- ción, con vivencias tomadas de su extraordina- ria carrera ajedrecística. C Paul El curso de ajedrez soñado Apenas llevo 10 lecciones, pero mi compren- sión del juego ha mejorado notablemente. Las lecciones están bien equilibradas, estructura- das y explicadas. Me parece que es el curso soñado para todos aquellos que quieren aprender de una manera seria (y correcta). P Isabelino Lo más completo que he visto Todo perfectamente explicado y las ideas con sus ejemplos de partidas se transmiten bien. Me he motivado mientras lo estoy estudiando. I Pablo Vídeos geniales y PDF de gran calidad Puedo constatar como aficionado que los víde- os son de una gran calidad. Se nota el cuidado y esmero que se ha puesto al realizarlos. El PDF del curso es excelente. P Antonio Un excelente curso Desarrollo ordenado y práctico para el princi- piante y avanzado. Metodología moderna y contenidos adicionales muy interesantes. Permite mejorar el nivel de manera rápida. A 8 El «once» ideal de Magnus Carlsen Durante el reciente torneo «Opera Euro» de ajedrez por Internet, fue requerido para que eligiera su once ideal de grandes ajedrecistas de la historia. ¡Participa con PDR y forma tu equipo! Votaremos en redes sociales las mejores alineaciones, que serán publicadas en la revista. https://www.peonderey.com/concursos/ Un buen jugador que rara vez pierde. ❶ ANISH GIRI Gran visión para preve- nir los ataques. ❷ T. PETROSIÁN Por sus largas rachas sin perder partida. ❸ MIJAÍL TAL Era casi invencible, el defensa perfecto. ❹ CAPABLANCA Alto rendim ambas áreas. ❺ M. CARL Tenaz en d ponzoñoso en ❻ A. KÁRP 9 Para aprovechar sus grandes habilidades. ❿ E. LASKER miento en . SEN defensa y n ataque. POV Como Ronaldo: impla- cable y profesional. ❾ G. KASPÁROV No podía faltar en nin- gún equipo. ❼ B. FISCHER Entrenador. Ladrando las órdenes al equipo... V. KORCHNÓI Un gran adelantado a su tiempo. ⓫ P. MORPHY Jugaba con mucha energía y creatividad. ❽ B. SPASKI 10 BUZÓN PDR REDACCIÓN PDR Sabrina Vega, premio “Reina Sofía” Sabrina Vega, de 34 años, recibió el pasado martes 2 de marzo, y de manos de Doña Letizia, el premio “Reina Sofía”. La entrega se enmarcó en la gala de entrega de los Premios Nacionales del Deporte 2018. El galardón recibido por la jugadora grancana- ria es “Para premiar a la persona o entidad que más haya destacado durante el año por un gesto especial- mente relevante de nobleza o juego limpio en la prácti- ca deportiva, o que haya prestado una contribución especial a la erradicación de la violencia en el deporte”. Cartas a la redacción Distinguido señor Illescas, Mi padre (Sr. Manuel Flores Carpe) y yo somos fie- les lectores de su revista y apasionados jugadores de ajedrez. Yo soy redactora de una columna de ajedrez para una revista alemana online (LizzyNet.de) y poeta. Mi padre me ha sugerido enviarle uno de mis poemas con temática de ajedrez por si le interesa publicarlo en su revista. Un cordial saludo, Tatiana Flores Bernholz Acertijo El GM Miguel Illescas lanzó este reto en su cuenta de Twitter, @illescasmiguel ¿Te atreves a adivinar con quién se enfrentaba Fischer, el resultado y el año con tan solo ver la parte de tablero que muestra la foto? El Mate de la Coz Quiero ser arte, quiero ser ciencia, quiero renaceren cada partida una y otra vez. Quiero ser el juego de las reinas y los reyes, quiero sacrificar a mis más fuertes y flojos y acabar siempre sin falta ganando, quiero darle un Mate de la Coz a la vida. Quiero jugar, quiero ganar, quiero ser ajedrez. Solución en pág. 96 Em ul a a M ag nu s Ca rl se n y es cr ib e lo s no m br es d e tu e qu ip o id ea l, c on 1 1 ju ga do re s de t od os l os t ie m po s: 1 p or te ro , 3- 5 de fe ns as , 3- 5 m ed io s y 2- 3 de la nt er os . H az u na f ot o y sú be la a t us re de s so ci al es c on l a et iq ue ta # co nc ur so PD R. L a al in ea - ci ón m ás p op ul ar s er á pu bl ic ad a en e l pr óx im o nú m er o. M ás i nf or m ac ió n y lis ta d e pr em io s en pe on de re y. co m /c on cu rs os Nombre del entrenador y localidad: Concurso PDR: Tu equipo ideal 11 MIGUEL ILLESCAS Agradezco mucho a César Mataix el habernos enviado esta interesante partida. Tal como señala el propio César, puede ser la única vez en la historia que un bando conserva los ocho peones mientras el rival no tiene ya nin- guno. ¡Hasta las máquinas se vuelven locas tratando de eva- luar los finales resultantes! CÉSAR MATAIX: “Estimado Mi - guel: tengo el placer de dirigirme a ti como suscriptor de la exce- lente revista PDR y como cliente habitual en la compra de libros, vídeos, etc., por vosotros oferta- dos. Nos conocemos en persona, aunque seguramente no me recuerdes, porque coincidimos en el Cto. de España Juvenil de Lleida en 1982. Era mi último año de juvenil e iba de nº 1 en el ranking inicial, pues el año ante- rior en Reus había quedado 3º-6º ex-aequo alternando con las “viejas glorias” como J. A. Co - rral, Joanpera, Villavicencio, Moyano, etc., que en Lleida ya no eran juveniles. Tú, ese 1982, comenzabas tus primeras aven- turas ajedrecísticas, de hecho, ¡tenías el nº 40 de ranking! (NdR: En aquel campeonato de España juvenil en Lleida 1982, logró el triunfo el catalán José Manuel Gil, por delante del sevi- llano Juan Carlos Talavera y de Miguel Illescas). Posteriormente, estuve de presi- dente del Club ajedrez Alcoy (Club campeón absoluto de España en 1965) entre 1985 y 1990, y tuve el honor de traer a España el 1 de febrero de 1.986 a Garry Kaspárov, quien dio sus primeras simultáneas en Alcoy como recién coronado campeón mundial de ajedrez (match con- tra A. Kárpov) y fue un aconteci- miento a nivel nacional. Actualmente sigo jugando, dada mi afición por este juego-ciencia, aunque en ajedrez vivo lo justito y lo que me permite el trabajo, aunque también juego por correspondencia desde hace más de 30 años, habiendo conseguido el título de maestro nacional en 1996. Me permito remitirte esta curiosa partida jugada por mí, por si con- sideras interesante publicarla en tu sección “Los lectores juegan”. La partida fue jugada en noviem- bre de 2016 en el campeonato provincial absoluto de Alicante. Es una partida que, aparte de considerarla interesante y con sus respectivos errores, se da la cir- cunstancia y la paradoja de que, en un momento determinado, el bando blanco dispone de los 8 peones (en compensación por dos piezas entregadas) y el bando negro no dispone de ningún peón. Particularmente, no he encontrado registros sobre esta circunstancia, al menos en parti- das oficiales. Ataque Indio de Rey [C00] 1.¤f3 d5 2.g3 ¤f6 3.¥g2 e6 4.0–0 c5 5.d3 ¤c6 6.¤bd2 ¥e7 7.¦e1 0–0 8.e4 £c7 9.e5 ¤d7 10.£e2 Mataix: “La famosa receta de Robert J. Fischer, el cual era un especialista del Ataque Indio de Rey”. 10...b5 11.¤f1 a5 12.h4 ¥a6 13.¥f4 ¦fc8 14.¤1h2 £d8 15.¤g4 ¤b6 16.h5 h6 17.£d2 ¥f8 18.¥xh6!? Mataix: “Interesante entrega de pieza por dos peones y chances tácticas, que las máquinas de silicio valoran como ventaja negra moderada”. 18...gxh6 19.¤f6+? Mejor era 19.¤xh6+ ¥xh6 20.£xh6 £f8 21.£f4, que lleva a una posición con chances mutuas. pMATAIX,C ESP 2063 SERAROLS,B ESP 2268 r?l?-Trk? ZppWqnVlpZpp -?n?p?-? ?-ZppZP-?- -?-?-?-? ?-?P?NZP- PZPPSNQZPLZP TR-VL-TR-MK- r?rWq-Vlk? ?-?-?pZp- lSnn?p?-VL ZppZppZP-?P -?-?-?N? ?-?P?NZP- PZPPWQ-ZPL? TR-?-TR-MK- Comentarios: GM Miguel Illescas Los lectores juegan 12 LOS LECTORES JUEGAN MIGUEL ILLESCAS 13LOS LECTORES JUEGAN 19...¢h8 20.¤g4! Rectificar es de sabios. 20...¤d4 Las negras actúan con lógica, tratando de cambiar piezas para quitar hierro al ataque enemigo. Sin embargo, era interesante 20...¦a7!? 21.¤xh6 f5!, y el juego blanco se vuelve bastante forza- do. Podría seguir 22.exf6 £xf6 23.¤g4 £f5 24.¤ge5! £xh5 25.¤g5! ¥g7 26.¤xc6 ¦xc6 27.¦xe6 ¦xe6 28.¤xe6 £h6 29.£xh6+ ¥xh6 30.¤xc5 ¥c8, con ligera ventaja negra. 21.¤xh6 ¤xf3+ 22.¥xf3 £e7 23.£f4! El final, tras 23.£g5 £xg5 24.¤xf7+ ¢g7 25.¤xg5 ¦c6, me parece algo favorable al negro. 23...¦a7 24.¢h2 Mataix: “Aparta al rey de la columna de caballo previendo lo que sigue”. 24...¥xh6 Había otras jugadas, pero las negras siguen con su estrategia de cambiar piezas. No obstante, se encontrarán con una desagra- dable sorpresa. 25.£xh6+ ¢g8 26.¥e4!! Dos admiraciones por la valentía al entregar una segunda pieza, que lanza el ataque blanco a su máxima intensidad. 26...dxe4 27.¦xe4 f5 28.exf6 £h7 29.£g5+ 29...¢h8? Este es el primer error grave en la partida, que colocará a las negras en una difícil situación. Era necesaria 29...¢f7!, y los peo- nes e6–f6 ofrecen un escudo decente al rey negro. En caso de 30.¦ae1 ¦c6 31.£g4 ¥c8, las negras se aferran a la defensa de e6, impidiendo el acceso de las torres blancas. 30.¦xe6 Lo importante no solo es el peón, sino que ahora la acción de las torres blancas se dejará sentir en todo el tablero. 30...¦g8 Abandona el peón de c5, pero las negras tenían que hacer algo frente al plan blanco de doblar torres e invadir la séptima fila. 31.£xc5 ¤c8 32.¦ae1 Las piezas menores negras ocu- pan posiciones muy malas, y por ello parece preferible la posición de las blancas. 32...£f7 33.£e5?! Parece cierto lo que comenta aquí Mataix: “33.£f5!, seguido del plan g4-¦1e3-g5, gana sin problemas y por la vía rápida”. 33...¢h7? Mataix: “Era necesario 33...¥b7, para tener alguna posibilidad de lucha y seguir con 34...¦a6, o 34...¥a8 y 35...¦d7)”. 34.¦e4?! Mataix: “Nueva oportunidad para resolver a mi favor, con el plan anteriormente mencionado, pero solo queda menos de un minuto en mi reloj y es difícil ser preciso después de casi cuatro horas de juego”. 34...¥b7! 35.¦f4 Parece mejor mantener las torres dobladas con 35.¦e3. 35...¦a6?! Sigue con la idea de cambiar pie- zas, muy natural, aunque aquí quizá no era la mejor idea. Más adecuada y ambiciosa parece 35...¥a8!, y las piezas negras comienzan a coordinarse de forma adecuada. 36.¦xa6 ¥xa6 37.£f5+?! Estaban a tiempo las blancas de recuperar la iniciativa con 37.¦d4! -?n?-?rMk Tr-?-?-?q l?-?RZP-? ZppWQ-?-?P -?-?-?-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK ?-?-TR-?- -?r?-?k? Tr-?-Wqp?- lSn-?p?-WQ ZppZppZP-?P -?-?L?-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK TR-?-TR-?- -?r?-?k? Tr-?-?-?q lSn-?pZP-? ZppZp-?-WQP -?-?R?-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK TR-?-?-?- -?n?-?r? ?-?-?q?k l?-?-ZP-? Zpp?-WQ-?P -?-?-TR-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- MIGUEL ILLESCAS 14 LOS LECTORES JUEGAN evitando que las negras activen sus piezas. No se ve forma activa de jugar para las negras. Por ejemplo: 37...¦e8? (no hay modo de que entren en juego el caballo ni el alfil: 37...¤b6? 38.¦d6 ¤d7? 39.£f5+. Y tampoco 37...¥b7? 38.£f5+ ¢h8 39.¦d7) 38.£f5+ ¢h8 39.£g6!, con final ganador. 37...¢h8 Probablemente, mejor fuera 37...¢h6!, usando el rey como fuerza de combate. 38.¦d4 Ahora las negras van a lograr activar sus piezas con varias jugadas muy precisas.Merecía atención 38.£c5!? 38...¤b6! 39.¦d6 ¥c8! 40.£xb5 ¤d7! 41.£xa5 Mataix: “Ya sin tiempo, opté por comer el ultimo peón negro, antes de volver a f5 con la dama, y aquí se da la paradójica posición en partida oficial en la que un bando dispone de sus 8 peones y el otro ninguno”. Proba blemente era más preciso 41.£f5 ¦f8 42.¦c6 ¤xf6!, con variantes similares a las que se analizan más adelante, aunque lo jugado en la partida también parece suficiente para mantener el equilibrio. 41...¦e8 Para saltar a e5. La aternativa 41...¤xf6 42.£e5 ¦f8 no parece alterar la igualdad dinámica. 42.£g5 El final 42.£d5 £xd5 43.¦xd5 ¤xf6 44.¦c5 debe llevar a tablas. Hay demasiados peones como para que el negro pretenda ganar, pero no están lo bastante avanzados como para que el blanco pueda tampoco lograr el triunfo. Lo normal es que las negras ataquen y se produzca algún jaque continuo o que la última pieza negra se sacrifique por el último peón blanco. 42...¢h7?! Las negras juegan con fuego. Parece mejor 42...¤e5!, aunque permite 43.£h6+ y, si las negras quieren ganar, han de intentar 43...£h7 44.£xh7+ ¢xh7, alcan- zando un final con valoración de tablas, tal como he indicado en mi nota anterior. 43.a4?! Muy lento, pero es que la posi- ción es muy difícil de jugar, aún más con poco tiempo. La varian- te crítica comienza con 43.£f5+! ¢h8 44.¦c6! ¦f8 45.¢g1! y las negras no pueden capturar en f6 porque perderían el alfil. En la partida, esta variante pudo darse de nuevo, pero con el rey blanco en h2, lo cual habilita un recurso defensivo para las negras, como luego analizare- mos. 43...¦f8?! Sería un gran error ahora 43...¦e5?? por 44.¦xd7!, ganando. La mejor parece de nuevo 43...¤e5!, que obliga a las blan- cas a entrar en el consabido final con 44.£g7+! £xg7 45.fxg7. Una posible continuación sería 45...¥g4 46.h6 ¤f3+ 47.¢g2 ¤e1+ 48.¢g1 ¤f3+ 49.¢g2, y las negras han de conformarse con tablas, ya que el intento 49...¦e1? fracasa por 50.g8£+! ¢xg8 51.¦g6+. Otra jugada natural, aunque más arriesgada, sería 43...¦e2 44.£f5+ ¢h8, y el desen- lace se vuelve muy incierto. 44.£f5+ ¢h8 45.a5? Ahora son las blancas las que juegan con fuego. Lo más sólido era 45.£g6 £xg6 46.hxg6 ¤xf6, con igualdad aproximada. Sin embargo, había un modo de apretar las tuercas a las negras, con la precisa 45.¦c6! Ahora resulta que si el negro toma en f6 pierde el alfil de c8. Pero, ¿qué jugar entonces? La respuesta es 45...¤xf6! (obviamente, no apor- ta nada a las negras 45...¥b7? por 46.¦c7) 46.¦xc8 ¤g4+! -?l?r?-? ?-?n?q?k -?-TR-ZP-? ?-?-?-WQP P?-?-?-? ?-?P?-ZP- -ZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- -?l?r?-Mk ?-?-?-?- -?-?-Sn-? ?-TR-?-?P -?-?-?-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- -?R?-Tr-Mk ?-?-?q?- -?-?-?-? ?-?-?Q?P P?-?-?n? ?-?P?-ZP- -ZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- -?l?-?rMk ?-?n?q?- -?-TR-ZP-? WQ-?-?-?P -?-?-?-? ?-?P?-ZP- PZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- MIGUEL ILLESCAS 15LOS LECTORES JUEGAN El sacrificio de las dos piezas menores permite a las negras buscar el jaque continuo en un final... ¡con siete peones de menos! 47.£xg4 £xf2+ 48.¢h3 £f1+ 49.¢h4. El rey blanco trata de huir de los jaques, pero el único modo de conseguirlo será cubrir un jaque con la dama, abandonando a su suerte a la infeliz torre de c8. 49...£h1+ 50.£h3! £xh3+ 51.¢xh3 ¦xc8. Se alcanza un final alucinante, y aunque el blanco tiene ventaja, mi intuición me dice que debe ser tablas, pues los peones blan- cos están muy atrasados y el rey blanco demasiado lejos del ala de dama. Ofrezco una variante de ejemplo: 52.c3 ¦a8 53.¢g4 ¦xa4+ 54.¢f5 ¦a5+ 55.¢e6 ¦xh5 En este punto las famosas tablas de Lomonosov nos confirman que la posición es tablas. 56.b4 ¢g7 57.c4 ¦h6+ 58.¢d7 ¢f7 59.c5 ¦h5! 60.¢d6 ¦h6+, y la evi- dente ventaja blanca no basta para ganar. 45...¤xf6 46.£e5 ¢h7 47.£g5?? Era imprescindible controlar al caballo negro con 47.f3! Una posi- ble continuación sería 47...£g7 48.d4 £h6 49.£f4. Creo que las blancas deben esforzarse en cam- biar damas lo antes posible, pues su rey sería muy vulnerable en caso de que las negras pasen al ataque. 49...£xh5+ 50.£h4 £xh4+ 51.gxh4 ¥b7 y las negras están mejor, aunque no estoy seguro si lo bastante para ganar. 47...¤g4+! 0–1 Es fácil darse cuenta de que las negras tienen ataque de mate. El blanco abandonó. La variante más bonita es 48.¢h3 ¤e3+ 49.¢h4 ¤g2, mate. -?l?-Tr-? ?-?-?q?k -?-TR-Sn-? ZP-?-WQ-?P -?-?-?-? ?-?P?-ZP- -ZPP?-ZP-MK ?-?-?-?- -?r?-?-Mk ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?P P?-?-?-? ?-?P?-ZPK -ZPP?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-Mk ?-?-?-?- -?-?K?-? ?-?-?-?r -?-?-?-? ?-ZPP?-ZP- -ZP-?-?-? ?-?-?-?- -?l?-Tr-? ?-?-?q?k -?-TR-?-? ZP-?-?-WQP -?-?-?-MK ?-?P?-ZP- -ZPP?-ZPn? ?-?-?-?- Sucede, en muchos deportes, que las edades de los campeones se han acortado drásticamente. Con frecuencia, hasta la ado- lescencia. Esto sugiere, antes de análisis, que el ajedrez no es ajeno a esta dinámica. Pero, ¿y si no fuese realmente así? ¿Qué sorpresas nos deparan las estadísticas? Vean cómo, con un dato a priori significativo descubierto por nuestro editor, el GM Miguel Illescas, se podría incluso inferir una posible edad dorada del cerebro humano en la madurez. L VETERANO ERUDITO estudia a la luz de una bom- billa, la mesa cubierta por innumerables libros, hojas perforadas repletas de apuntes a mano de apertura junto a un tablero de ajedrez desgastado por el uso; el niño, apenas cumplidos los diez años, abre su ordenador portátil y repasa las líneas que le ha preparado su entrenador, memori- zando las últimas variantes que se han jugado, esa misma tarde, en un torneo a tres mil kilómetros de su cuarto. Ambos, maña- na, disputarán la final de un torneo local. ¿Por cuál de los dos apostaría usted? Partamos de la base de que el jugador veterano tiene de su lado la experiencia mas, por contra, está menos ducho en tecnología. A su vez, el niño tiene a su alcance las últimas novedades anali- zadas por el módulo pero, en su debe, no destaca por la profun- didad de su ajedrez. Sería, si me permiten la analogía, una pues- ta al día de la fábula de la liebre y la tortuga. Estamos, también, en una dicotomía que trata del balance entre el conocimiento asimilado y el progresivo deterioro de las capa- cidades cognitivas. ¿Cuál es la edad en la que los jugadores alcanzan su mejor nivel? ¿Qué nos dirá de esto la ciencia estadís- tica? ¿El deterioro es lineal? ¿Puede haber momentos puntuales de rejuvenecimiento y potenciación de las capacidades? En Peón de Rey hemos acudido a la lista Elo de la FIDE, contabi- lizando a los jugadores activos, que nos ha sorprendido en el intervalo que comprende a los ajedrecistas que superan leve- mente los 50 años de edad. E LA EDAD ÓPTIMA para jugar al ajedrez 16 Jorge I. Aguadero Casado aguaderocasado.com 17 JORGE I. AGUADERO CASADO LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ El promedio de Elo FIDE, a fecha de noviembre de 2020, nos muestra que la edad óptima para el ren- dimiento ajedrecístico se sitúa entre los 28 y los 38 años, lo que choca con los enunciados que se apli- can en otras disciplinas deportivas (por ejemplo, las gimnastas presentan una pubertad tardía y corta, que se plasma en una edad de retirada sobre los 23 años; los ciclistas experimentan su declive entre los 25-35 años; los tenistas, por lo general, se retiran antes de cumplir los 30). Por lo tanto, se podría inferir que la práctica del ajedrez tiene, en cuanto al rendimiento, más en común con actividades que presentan sus picos más brillantes en edades más longevas, como son las artes y las ciencias. En este sentido, la acumu- lación de vivencias, el asentamiento del conoci- miento y la madurez personal parecen claves. Yendo al dato concreto, el pico de máximo rendi- miento del ajedrecista nos aparece en los 34 años, comenzando el declive a los 39. Hasta aquí, parece normal, aunque la presencia habitualde niños en los torneos nos introduzca el sesgo de creer que la edad óptima se haya rebajado de forma radical. Pero, ¿qué sucede con los veteranos que, sobre los 52 años, experimentan un marcado repunte en sus resultados? Tienen resultados más brillantes que el grupo de control anterior (¡sorprendente!) y que el grupo posterior (encaja con la percep- ción común que, a partir de los 60, el rendimien- to baje en picado). ¿Por qué se juega mejor en ese intervalo? ¿Es debido a factores relacionados con una edad dorada del cerebro o se debe a factores exógenos como, por ejemplo, haber criado ya a los hijos y tener la vida laboral encarrilada? Es decir, ¿esos buenos resultados se deben a que el ajedrecista maduro puede enfocarse en su dedi- cación al ajedrez, libre de preocupaciones, en una etapa de brillo que precede a la decadencia? ¿O hay algo más, que corresponde responder a la neurociencia? Ahora bien, con perspectiva histórica, ¿con qué edad se hicieron con el título los campeones del mundo? ¿No les parece significativo que, entre los 19 cam- peones mundiales, 12 lo consiguiesen en el inter- valo que les propusimos entre los 28 y los 38 años? Por si les interesa, la media de edad se sitúa en 30- 31, lo que también entra dentro del parámetro que les proporcionamos. Seguiremos con este estudio en el próximo núme- ro de Peón de Rey, con la ayuda del reputado neu- rocientífico, y maestro internacional venezolano radicado en Córdoba, Cristóbal Blanco. CAMPEÓN MUNDIAL AÑO EDAD Wilhelm Steinitz 1886 50 años Emanuel Lasker 1894 26 años José Raúl Capablanca 1921 33 años Alexander Alekhine 1927 35 años Max Euwe 1935 34 años Mijaíl Botvínnik 1948 37 años Vasili Smyslov 1957 36 años Mijaíl Tal 1960 24 años Tigrán Petrosián 1963 34 años Borís Spaski 1969 32 años Robert James Fischer 1972 29 años Anatoli Kárpov 1975 24 años Garri Kaspárov 1985 22 años Anand Viswanathan 2000 31 años Veselin Topalov 2005 30 años Vladímir Krámnik 2006 31 años Magnus Carlsen 2013 23 años 34 años es la edad óptima para el ajedrecista El o pr om ed io Edad 18 LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ Gráfico: 10 a 25 años G. Kaspárov Campeón mundial a los 22 años. J. R. Capablanca Campeón mundial a los 33 años. A. Alekhine Campeón mundial a los 35 años. M. Botvínnik Campeón mundial a los 37 años. M. Euwe Campeón mundial a los 34 años. J. Polgár 57º ranking mundial a los 12 años. B. Fischer Torneo de Candidatos con 16 años. P. Morphy Mejor jugador del mundo con 21 años. M. Carlsen Campeón mundial a los 23 años. M. Tal Campeón mundial a los 24 años. T. Petrosian Campeón mundial a los 34 años. B. Spaski Campeón mundial a los 32 años. V. Krámnik Campeón mundial a los 31 años. V. Anand Campeón mundial a los 31 años. V. Topalov Campeón mundial a los 30 años. A. Kárpov Campeón mundial a los 24 años. 34 35 39 45 28 Promedio Elo jugadores activos lista FIDE nov-2020 En las gráficas se aprecia un rapidísimo ascenso de los 10 a los 20 años; luego se suaviza ligeramente, pero la curva ascendente se mantiene con fuerza hasta los 28 años. Se observa entonces un pequeño bache hasta los 31, para continuar la subida y alcanzar el pico más alto a la edad de 34 años. La primera gran bajada se produ- ce a los 39 años, hasta tocar fondo a los 45. Curio - samente, a partir de ahí se aprecia una mejora, que se manifiesta con fuerza a partir de los 50 años. Esta segunda edad dorada se alarga hasta los 57, y es a par- tir de los 60 años cuando el nivel empieza a bajar de forma severa y continuada. De 28 a 38 años: época de mejor rendimiento Elo prom edio 19LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ E. Lasker ganó el torneo de Nueva York 1924 con 56 años. Philidor triunfa en una exhibición a la ciega con 62 años. W. Steinitz Campeón mundial a los 50 años. V. Korchnói ganó el torneo de Biel 2001 con 70 años. V. Smyslov jugó la final del Candidatos con 63 años. M. Najdorf, campeón de Argentina con 65 años. A. Rubinstein gana la Olimpiada con Polo nia a los 50 años. 50 57 60 65 E CELEBRÓ del 13 al 21 de marzo el 2º Magnus Carlsen Invitational, la cuarta entrega del «Champions Chess Tour», un conjunto de nueve torneos de semi- rápidas más una final para jugadores de élite, que se está disputando entre finales de 2020 y a lo largo de 2021. En la revista ya cubrimos la primera entre- ga, el Skilling Open (ver PDR-150). Tal como expli- qué ya en esa ocasión, es una delicia poder seguir estos torneos con comentarios en directo, a elegir entre varios jugadores de élite. Como las otras entregas del tour, se dividió en una fase de liga de 16 jugadores (15 rondas), y una fase eliminatoria con los 8 primeros, en la que cada encuentro consistía en 2 matches de 4 partidas cada uno, y un match de desempate a blitz de 2 par- tidas más Armagedon si era necesario. El elenco de jugadores fue bastante parecido al Skilling Open, incluida la participación de David Antón. La nove- dad más importante para el mundo hispanoha- blante fue la presencia del joven argentino de 22 años Alan Pichot, que se ganó su plaza en un tor- neo clasificatorio previo. Desde el punto de vista de los resultados no fue un buen torneo para ninguno de los dos, pues Antón quedó penúltimo con 4 de 15 y Pichot último con 2,5 de 15. Pero hay que tener en cuenta que ambos se encontraban entre los últi- mos de ranking, especialmente el argentino, que mostró una actitud muy positiva en sus comenta- rios al final del torneo, diciendo que había querido jugar de tú a tú con todos y aprender por qué le superaban en las posiciones críticas. ¡Esperamos que haya sacado buenas lecciones para el futuro! S GM Daniel Alsina Imágenes: chess24 Giri gana el 2º Magnus Carlsen Invitational DANIEL ALSINA 21MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI A continuación, comento una par- tida entre Pichot y Danil Dubov que ejemplifica bien las caracterís- ticas de ambos. El argentino mos- tró una gran preparación teórica, pero se mostraba menos preciso en los momentos críticos que sus rivales con más galones. El joven ruso es muy original, a veces hasta el punto de meterse en líneas extremadamente dudosas, y suele encontrar recursos en posiciones desesperadas. En esta partida se observan todos estos rasgos de forma exagerada. Apertura Italiana [C53] 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.c3 ¤f6 5.d4 exd4 6.e5 Una vieja línea que durante mucho tiempo no se consideró seria para la élite, pero que se ha puesto muy de moda reciente- mente, incluso Wesley So la reco- mienda en su reciente repertorio con 1.e4. 6...d5 7.¥b5 ¤e4 8.cxd4 ¥b6 9.¤c3 0–0 10.¥e3 ¥g4 11.h3 ¥h5 12.£c2 Hasta aquí lo más principal. 12...f5?! Pero ahora Dubov, fiel a su estilo ultraagudo, se mete en una línea irracional y casi inexistente. Sin embargo, se había jugado recientemente en un blitz entre Aronian y Carlsen, y eso fue sufi- ciente para que Pichot viniera pre- parado hasta los dientes. 13.¤xd5! La respuesta obvia, que parece indicar que f5 fue un grave error táctico, pero en realidad es solo el comienzo de un intercambio de golpes: 13...¥a5+ 14.¢e2 ¤xd4+! 15.¥xd4 15...¤d2!! Pintoresca jugada, para evitar ¥c4 y amenazar las piezas en la colum- na d. La más natural 15...¢h8?! lleva a otra línea irracional que acaba en clara ventaja para el blan- co: 16.¥c4 c6 17.¤e3 £xd4 18.g4! fxg4! 19.¤xd4 ¦xf2+ 20.¢d1 g3+ 21.¤g4 ¦xc2 22.¢xc2 ¥g6 23.¥d3 c5 24.¤b3 c4 25.¤xa5 cxd3+ 26.¢xd3 ¤f2+ 27.¢e2 ¤xh1 28.¦xh1, y tras los fuegos artificia- les el blanco acaba quedando con pieza de más, aunque el negro con- serva alguna compensación. 16.£c5! Ortopédica forma de defender las piezas que, increíblemente, funciona. 16...¤e4 17.£c4! ¡Y el blanco incluso puede permi- tirse el lujo de jugar a ganar! Aronian y Carlsen firmaron tablas con la repetición tras 17.£c2 ¤d2 18.£c5 1/2–1/2. Aronian – Carlsen. Saint LouisBlitz, 2020. 17...¥f7 18.¤f6+!? ¤xf6? 18...gxf6! Esta jugada, aparente- mente más debilitadora, era clave por el siguiente detalle: 19.e6 a6 20.exf7+ ¦xf7, y es importantísi- mo que el peón de f6 cubra las entradas del caballo en g5 y e5, de forma que el bando negro recu- pera la pieza y tiene una posición razonable. 19.e6 £e7 Ahora la única forma de seguir la partida es entrar en un triste final con calidad de menos. 19...a6? falla ahora estrepitosamente. 20.exf7+ ¦xf7 (20...¢h8 21.¥e8+–) 21.¤e5+, aprovechando la ausencia del peón en f6. 20.¥c5 £xe6+ 21.£xe6 ¥xe6 22.¥xf8 ¢xf8 23.¦hc1± Probablemente la preparación de Pichot llegaba hasta aquí. Final muy cómodo para el blanco, aun- que la pareja de alfiles y el peón de más le dan cierta compensación al negro. Alan sigue jugando muy bien y pronto consigue ventaja decisiva. 23...¥b6 24.¥c4 ¥d7 25.¢f1 ¤e4 26.¦c2 ¦e8 27.¦d1 ¥c8 28.h4 h6 29.h5 ¢e7 30.¤e5 c6 31.¥f7 ¦f8 32.¥b3 ¦e8 33.¦e2 ¥c7 34.¤g6+ ¢f6 35.¢g1 ¥b6 36.g3 ¢g5 37.¢g2 ¦d8 38.¦xd8 ¥xd8 39.f3 ¤d6 40.¥e6+– Ya hace tiempo que la ventaja blanca es decisiva, pero el cambio de alfiles debería ser la puntilla. pPICHOT,A ARG 2630 DUBOV,D RUS 2710 r?-Wq-Trk? ZppZp-?-Zpp -?-?-?-? VlL?NZPp?l -?-VLn?-? ?-?-?N?P PZPQ?KZPP? TR-?-?-?R r?-Wq-Trk? ZppZp-?-Zpp -Vln?-?-? ?L?pZPp?l -?-ZPn?-? ?-SN-VLN?P PZPQ?-ZPP? TR-?-MK-?R r?-?-Mk-? ZppZp-?-Zpp -?-?lSn-? VlL?-?p?- -?-?-?-? ?-?-?N?P PZP-?KZPP? TR-TR-?-?- 40...¥f6 41.¤f4 ¥xe6 42.¦xe6 ¤b5 43.b3 a5 44.¦e8 ¤c3 45.¦a8 ¤xa2 46.¦xa5 ¤b4 47.¦a7 b5 48.¢h3 ¤c2 49.¤e6+ ¢xh5 50.¤xg7+ ¢g6 51.¤e6 ¥c3 52.¦c7 ¤b4 53.¤d8 ¥e5 54.¦c8 El flanco de dama se cae y parece que Dubov debería abandonar. Pero increíblemente va a poder sacar su magia. 54...¥f6 55.¤xc6 ¤d3 56.¦b8 f4 57.¦xb5 fxg3 58.¢xg3 Parece increíble que, con calidad y peón de menos y solo alfil, caballo y peón de h, con el rey blanco delante, el negro pueda crear la más mínima complicación prácti- ca al blanco, pero eso es lo que pasó... 58...h5 59.¦d5 h4+ 60.¢h2 ¤f4 61.¦d2 ¥c3 62.¦c2?! Primer paso hacia el drama. 62.¦d1 y no hay nada que impida al blanco ganar, simplemente, tirando su peón b. 62...¥e1 63.b4 ¥g3+ 64.¢h1 h3 Ahora, con esta coordinación per- fecta del negro ya hay una amena- za real (¤d3–f2), pero todavía el blanco podía ganar fácilmente incluso sin evitarla. 65.¤d4?? Supongo que pretendía jugar ¤e2 para acabar de simplificar, y se le escapó la amenaza del negro. 65.¤e5+ ¢f5 66.¤g4 evita el pro- blema. La ironía es que incluso 65.b5 ganaba, aunque por un tiempo: 65...¤d3 66.b6 ¤f2+ 67.¦xf2 ¥xf2 68.b7 ¥g3 69.b8£ ¥xb8 70.¤xb8 ¢g5 71.¤c6 ¢f4 72.¤d4 ¢e3 73.¢h2 ¢xd4 74.¢xh3 ¢e5 75.¢g4+– 65...¤d3! Y de repente es tablas, las blancas tendrán que devolver la calidad y el final resultante no se gana. 66.b5 ¤f2+ 67.¦xf2 ¥xf2 68.¤e2 ¢g5 69.¢h2 ¢h4 70.¤c3 ¥d4 71.¤d5 ¥e5+ 72.¢h1 ¥d6 73.¤f6 ¥e5 74.¤e4 ¥c7 75.¤c3 ¢g3 76.f4 ¢g4 77.¤d5 ¥b8 78.¢h2 ¢f5 79.b6 ¢e4 80.¤c7 ¢xf4 81.¢xh3 ¢e5 82.¢g4 ¢d6 83.¤a6 ¢c6 84.¤xb8+ ¢xb6 ½–½ Una verdadera lástima para el argentino, que se quedó sin ganar ninguna partida en el torneo, ¡a pesar de haber estado tan cerca en esta! Antón no tuvo su torneo: en algu- nas partidas fue superado poco a poco, en otras tuvo descuidos tác- ticos graves. Pero nos dejó algu- nas muestras de su clase, como aquí, en que supera claramente en una lucha estratégica a un top10 mundial. Defensa Siciliana [B22] 1.e4 c5 2.c3 ¤f6 3.e5 ¤d5 4.¥c4 ¤b6 5.¥b3 ¤c6 6.d4 cxd4 7.cxd4 d5 8.¤c3 ¥f5 9.h4 h5 10.¥g5 Tras una Alapin hemos llegado a una estructura que recuerda más bien a la Caro-Kann del avance. La última jugada de Mamedyarov es una provocación que David valora correctamente que puede intentar castigar. 10...f6! este avance siempre es arriesgado en la Caro-Kann y lleva a posicio- nes peligrosas para el negro, pero aquí parece estar más justificado, el caballo todavía está en g1 y el plan de desarrollo normal del negro tomaría muchos tiempos. El rey negro buscará refugio en f7. Una alternativa era 10...£d7 11.¤ge2 e6 12.0–0 ¥e7, y al negro le va a costar igualmente enrocar- se con comodidad, por la debili- dad del peón de h5, aunque quizás enrocando en largo consiga una posición razonable. 11.exf6 gxf6 12.¥e3 e6 13.¤ge2 ¥d6 14.¤f4?! El plan lógico de ir a comerse el peón de h5 pierde demasiado tiempo y deja mal situado al caba- llo, permitiendo al negro tomar la iniciativa. r?-WqkVl-Tr Zpp?-ZppZp- -Snn?-?-? ?-?pZPlVLp -?-ZP-?-ZP ?LSN-?-?- PZP-?-ZPP? TR-?QMK-SNR -?-?-?-? ?-?-?-?- -?N?-?k? ?-?-?-?- -ZP-?-Sn-? ?-?-?PVlp -?R?-?-? ?-?-?-?K pMAMEDYAROV,S AZE 2770 ANTÓN,D ESP 2673 DANIEL ALSINA 22 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021 La presencia de David Antón y Alan Pichot hizo más atractivo el torneo para los aficionados latinos. Se podía jugar 14.0–0, con posi- ción complicada. 14...¢f7!? Entregando el peón a lo “Volga de flanco de rey”, esperando obtener gran actividad en las columnas g y h, aprovechando además la torpe- za del caballo en h5. Curiosa mente, el módulo prefiere jugar con 14...£e7!? 15.¤xh5 ¦g8, pero resul- ta poco intuitivo separarse de la idea más tentadora de colocar las torres en g8 y h8. 16.¤e2 0–0–0, y el negro está algo mejor. Era posi- ble 14...¥xf4 15.¥xf4 ¤c4, como alternativa para no entregar el peón, también jugable, pero menos atractiva. 15.¤xh5 £g8! 16.£f3 16...£g4! Igual que en el Volga, el cambio de damas favorece al negro, pues la dama negra estorba la acción de sus torres mientras que la blanca contribuye a defender sus debili- dades, a la vez que mantiene al rey de f7 en potencial peligro. 17.£xg4 ¥xg4 18.¤g3 ¦ag8 Aunque el módulo da casi igual- dad, para mí es una posición mucho más cómoda con negras. Está claro lo que tienen que hacer, y probablemente recuperarán el peón en breve, mientras que pare- ce una verdadera pesadilla encon- trar un plan razonable para el blanco. 19.¦c1 a6 20.¢f1 ¥xg3 21.fxg3 ¥f5 22.¤e2 ¥d3 23.¦d1 ¥xe2+ 24.¢xe2 ¦xg3 25.¢f2 ¦hg8 26.¦h2 ¦3g4 27.h5 ¤a5 De momento, Mamedyarov ha aguantado muy bien, mantenien- do el equilibrio según el módulo, pero su posición sigue siendo difí- cil de jugar y ahora empieza a colapsar. 28.¥c2? Cuando una jugada tan natural como esta retirada de alfil hace sal- tar el módulo de 0.00 a –1.00, es que algo no estaba bien en tu posición desde el punto de vista humano. El impulso de mantener la pareja de alfiles es lógico, pero en esta posi- ción son ambos muy pasivos y valía más la pena cambiarlos por los caballos. 28.h6!? ¤bc4 29.h7 ¦h8 30.¥xc4! ¤xc4 31.b3! ¤xe3 32.¢xe3 ¢g6 33.¦dh1. Solo después de haber cambiado los dos alfiles por los dos caballos se puede apreciar que el blanco ya está fuera de peli- gro: el peón de h7 liga totalmente al negro y los intentos de ganar solo le pueden traer problemas. 33...e5?! 34.dxe5 fxe5 35.¦h6+ ¢g7 36.¦6h5 ¦xg2 37.¦xe5² 28...¤bc4 29.¥g6+?! Otro paso en la dirección equivo- cada, el alfil va a quedar totalmen- te fuera de juego aquí y, además, frena el avance del peón h, que es su único contrajuego. Había que jugar 29.¥c1 ¤c6 30.b3 ¤d6 31.¥e3 f5μ 29...¢e7 30.¥c1 ¤c6 31.b3 ¤d6 32.¥e3? El error decisivo. Era necesario ¥b1!, y por sorprendente que pueda parecer, la máquina afirma que regalar un peón a cambio de poder retirar el alfil y avanzar el peón de h era la única forma de luchar por sobrevivir. 32...¤xd4 33.h6μ 32...f5! Estoy convencido de que aquí Mamedyarov se dio cuenta, per- fectamente, de que su maniobra de alfil ha sido un error catastrófi- co: el caballo de d6 va a reinar esplendoroso en e4 y el otro va a atacar el alfil desde e7, ganando el peón de h inevitablemente, mien- tras el alfil de e3 se limita a obser- var. David dio algunas vueltas, pero acabó imponiéndose con cla- ridad. 33.¦h3 ¤e4+ 34.¢g1 ¢f635.¦f1 ¦h8 36.¢h2 ¦c8 37.¦c1 ¦g8 38.¦f1 ¤d6 39.¥f4 ¤b5 40.¥c1 ¤e7 41.a4 ¤xd4 42.¥b2 ¤xg6 43.hxg6 ¦8xg6 44.g3 ¦e4 0–1 Magnus Carlsen había quedado empatado en el primer puesto en las fases previas de los tres torne- os anteriores, y en este consiguió superarse y quedar primero en solitario. Sin embargo, ¡todavía no ha conseguido ganar ninguna fase final! -?-?-?r? ?p?-?k?- pSn-?pZp-? Sn-?p?-?P -?-ZP-?r? ?L?-VL-?- PZP-?-MKPTR ?-?R?-?- -?-?-?r? ?p?-Mk-?- p?nSnp?L? ?-?p?p?P -?-ZP-?r? ?P?-VL-?- P?-?-MKPTR ?-?R?-?- r?-?-?qTr Zpp?-?k?- -SnnVlpZp-? ?-?p?l?N -?-ZP-?-ZP ?LSN-VLQ?- PZP-?-ZPP? TR-?-MK-?R DANIEL ALSINA 23MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI Gran fase previa también de Anish Giri, que quedó segundo, en una actuación que tuvo continuidad en la siguiente. En los cuartos de final, Carlsen y So dieron sendas exhibiciones ante Aronian y Firouzja, mientras que Nepomniachtchi y Giri tuvieron algo más de dificultades para clasi- ficarse ante Nakamura y Vachier- Lagrave, aunque ningún match tuvo que ir al desempate a blitz. En semifinales, Carlsen y So eran razonablemente favoritos ante Nepomniachtchi y Giri, por historial y por lo visto en cuartos de final, y parecía que se iba a repetir la final del Skilling Open y del Opera Euro Rapid (¡sería su tercera final en 4 torneos del circuito!). Sin embargo, los pronósticos saltaron por los aires y fueron los dos últimos los que se llevaron el gato al agua. A continuación, comento la parti- da más interesante del encuentro Carlsen-Nepomniachtchi, que fue la única que se decidió del prime- ro de sus dos matches: M. C. Invitational 2021 [R2.13] Tras una defensa dudosa, Nepo llega a esta posición delicada, con una estructura de peones deficiente. 22.¤xd6?! Carlsen fue muy crítico con esta jugada, posicionalmente mala, pues arregla la estructura de las negras, decisión basada en un des- cuido concreto. El módulo no la ve mala, pero la justifica con conti- nuaciones poco humanas. 22.¤c5! es la jugada más atractiva posicionalmente, manteniendo gran ventaja por la terrible estruc- tura negra. 22...¥xc5 23.¤e5 £d6 24.dxc5 £xc5 25.¤xc4± 22...cxd6 23.¥g2?! 23.b3? era la idea de Carlsen, y se le escapó que el negro puede respon- der, simplemente, con 23...c3μ. Mucho mejor era 23.£xe6! El módulo afirma que se puede justi- ficar la captura en d6 comiendo este peón, aunque realmente da mucho miedo humanamente, por lo que pueda pasar en la gran dia- gonal. 23...¤c7 24.d5! es la clave. 24...¤bxd5 25.£xf5 ¦gf8 26.£e4 ¦de8 27.¤d4 £c5 28.£h4+–, y milagrosamente el blanco esquiva todos los golpes y se consolida. 23...¦de8 24.¤h4?! Aún era posible 24.¤g5!? h6 25.¤h3², otra maniobra poco humana que, al parecer, todavía da ventaja a las blancas. 24...£b5 Ahora el negro se ha consolidado y la posición ya es más fácil de jugar para este bando. -Mk-Tr-?r? ZplZp-?-?p -SnqVlp?-? ?-?n?p?- -?pZPN?-? ZP-?-?NZP- -ZP-VLQZP-ZP ?-TR-TRLMK- pCARLSEN,M NOR 2847 NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 DANIEL ALSINA 24 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021 25.¦b1 £b3 26.¥c3 26...¤f4!? Con la tendencia de la partida favorable, Nepo se lanza a presio- nar al rey blanco. 27.gxf4 ¦g4 28.h3 ¦xh4 El negro ha recuperado la pieza y da la sensación de que el rey blan- co está en gran peligro. 29.¥xb7 ¢xb7 30.£f3+ ¢a6 Y aquí, con poco tiempo, Carlsen ve que le está viniendo ¤d5 y no ve cómo va a defender f4, y se le ocurre la réplica correcta pero con mala ejecución: 31.d5? Error típico de rápidas, vemos la idea que queremos hacer (entre- gar en e6 para comer el caballo en d5) y queremos ejecutarla de forma forzada. Lo correcto era 31.¢h2!, una juga- da paciente para mejorar el rey y entregar la calidad en mejores condiciones. 31...¤d5 32.¦xe6 ¦xe6 33.£xd5 y, en comparación con la partida, el negro no tiene jaque en g6, con lo que el blanco tiene tablas immediatas: 33...¦eh6 34.£c6+ £b6 35.£c8+ £b7 36.£xc4+ ¢b6 37.£b3+ ¢c6 38.£c4+ ¢b6. 31...¤xd5 32.¦xe6 ¦xe6 33.£xd5 ¦g6+! 34.¢f1 £b5! Gracias al jaque, el negro tiene tiempo de cubrir su rey con esta jugada, y ahora el rey blanco sigue estando más desprotegido que el rival, y en el final no hay compen- sación por la calidad. El resto es sencillo. 35.¦d1 £xd5 36.¦xd5 ¦xf4 37.¥d4 ¦f3 38.¥e3 f4 39.¦f5 ¦e6 40.¥d4 ¦e4 41.¢g2 ¦d3 42.¥c3 d5 43.¦f6+ ¢b5 44.¦f7 d4 45.¥b4 ¦e2 0–1 En su segundo match pasó de todo: Nepo se adelantó en la segunda partida, con lo cual pare- cía sentenciar la eliminatoria, pero Carlsen consiguió remontar y ganar la tercera y la cuarta, trasla- dando el desenlace al desempate de blitz. Tras unas tablas en la pri- mera, en la segunda Carlsen obtu- vo una posición de clara ventaja, pero fue perdiendo el hilo y termi- nó perdiendo la partida y la elimi- natoria. La otra semifinal también estuvo movida: empezó muy mal Giri, perdiendo con blancas la primera partida dejándose todo en una posición prometedora, pero lo compensó ganando la tercera estando peor. También acabó ganando la cuarta con negras, lle- vándose el match del primer día. El segundo día, So empezó presio- nando bien la primera con blancas y tuvo alguna opción, pero se le escapó y terminó en tablas. Las dos siguientes terminaron tam- bién en tablas y, si acaso, fue Giri el que desaprovechó oportunidades. En la cuarta, So estaba obligado a ganar con negras para conseguir la victoria en el match y empatar la eliminatoria. Giri consiguió secar la posición en seguida y parecía que no sufriría nada, pero tras alguna imprecisión acabó dándose la siguiente posición. M. C. Invitational 2021 [R2.24] Parece una posición bastante sosa, pero hay factores que le dan potencial al negro: la pareja de alfiles, que el caballo está lejos de llegar a e5, y el más importante: la casilla e4 para su torre o su dama. 25.£d3 No es mala objetivamente, pero permite una réplica molesta que provoca el error posterior. 25.¦e1 podría parecer más segura, pero de todas formas, tras 25...¦e6 26.¦xe6 £xe6 27.£e3 £e4³, la posición parece preocupante para el blanco. -?-?-?-? Zp-?-?-?p k?-Zp-?r? ?q?Q?p?- -?p?-ZP-Tr ZP-VL-?-?P -ZP-?-ZP-? ?R?-?K?- pGIRI,A NED 2776 SO,W USA 2770 -Mk-?r?r? Zpl?-?-?p -Sn-Zpp?-? ?-?n?p?- -?pZP-?-SN ZPqVL-?-ZP- -ZP-?QZPLZP ?R?-TR-MK- -?-?r?-? Zp-?-?-?p kSn-Zpp?-? ?-?-?p?- -?pZP-ZP-Tr ZPqVL-?Q?P -ZP-?-ZP-? ?R?-TR-MK- -?-?R?l? Zpp?-?-Zpk -Wqr?-Vl-Zp ?-?p?p?- -?-ZP-ZP-? ?-VL-?-?- PZPNWQ-?PZP ?-?-?-MK- 25MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI DANIEL ALSINA También se podía jugar 25.¤e1 ¥f7 26.¦e3 ¦e6 27.¦xe6 £xe6 28.¤f3 £e4 29.¤e5 ¥e8³, aunque igualmente aquí la presencia de la dama en e4 es mucho más relevan- te que la del caballo en e5. 25...¥e6!? Casi encierra la torre, cosa que hace entrar en pánico a Giri. 26.g4? Gran debilitamiento impulsado, creo yo, por la voluntad de expul- sar al alfil de e6 y liberar a la torre. En realidad, no hay nada que temer, pues 26.¤e1 ¢g6 27.¤f3 ¢f7 28.¦a8= y la torre está muy segura en esta casilla, pero no es el tipo de continuación que busca- mos en una rápida cuando, ade- más, priorizamos no perder. 26...£c7?? Resulta que la jugada de modo pánico de Giri desestabiliza toda- vía más a So y se le escapa un truco táctico elemental. Como comentó Giri, en estas situaciones en que un jugador está obligado a ganar, es habitual que el que nece- sita tablas dé chances pero que el otro no las aproveche, por la gran presión a la que están sometidos los dos. 26...¥d7! 27.¦e1 ¦c8μ y el negro puede reagruparse para explotar a medio plazo el debilita- miento causado por g4. 27.¦xe6! 1–0 Y así se decidió la semifinal, pues tras 27...¦xe6 sigue 28.£xf5+. Quedó, pues, servida una final inédita Giri-Nepomniachtchi. El primer día dominó el holandés, aunque terminó en 4 tablas: de blancas desaprovechógrandes oportunidades, y de negras mos- tró una fantástica preparación en el peón envenenado de la Najdorf para hacer tablas sin problemas. El segundo día, Giri volvió a aguantar bien las dos de negras, esta vez en posiciones muy agu- das, pero menos teóricas, y golpeó bien en la primera de blancas. Defensa Siciliana [B48] Esta partida muestra una de las mejores cualidades de Giri: gran preparación teórica, que le permi- te jugar una idea poco conocida y navegar muy bien por la posición novedosa resultante. Luego juega con gran precisión para explotar la gran ventaja que consigue, cosa que a menudo le cuesta más. 1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤c6 5.¤c3 £c7 6.¥e3 a6 7.g4!? Cada vez se realizan más avances de flanco, en todo tipo de posicio- nes, gracias a la influencia de las máquinas. En esta posición en concreto, de más de 20.000 parti- das en la base, g4 solo se había jugado en unas 40, y a nivel de élite podemos decir que justo la introdujo Grandelius contra Pichot en este mismo torneo, en la fase previa. Resulta bastante sor- prendente, desde el punto de vista clásico, jugar g4 cuando el caballo todavía no está en f6 y no se sabe dónde va a ir el rey negro, pero parece que el mero hecho de difi- cultar el desarrollo del flanco de rey negro ya lo justifica. 7...h6?! Nepo opta por preparar la salida de su caballo a f6 igualmente, pero se dirige a una posición extrema- damente peligrosa. 7...b5!? fue la opción de Pichot, que parece ser mejor, pero algunas decisiones dudosas le llevaron también rápi- damente a una mala posición. 8.¤xc6 dxc6 9.£f3 e5 10.h4 ¥e6 11.g5 ¥b4 12.a3 ¥a5 13.¥c5 ¥b6 14.£e3 ¦b8 15.0–0–0± 1–0 (43) Grandelius, N (2670) - Pichot, A (2630). chess24.com INT, 2021. 8.h4 El blanco no se anda con rodeos y prepara la rápida expulsión del caballo, que va a aparecer en f6. 8...¤f6 9.¤xc6!? Otra jugada cuestionable desde principios clásicos, pues solía decirse que este cambio, cuando el negro puede retomar de b y forta- lecer su centro, no es recomenda- ble. Pero el juego concreto manda y la partida muestra que jugar g5 y romper la estructura negra con g6 es más importante. 9...bxc6 10.£f3 Para defender la torre de h1 y jugar g5 a la siguiente. Era necesa- rio cambiar en c6 para que el negro no tuviera ¤e5. 10...d5 11.g5 hxg5 12.hxg5 ¦xh1 13.£xh1 ¤g4! 13...¤d7? 14.0–0–0: que el módulo dé decisiva blanca en esta posi- ción, en que el negro no parece haber hecho nada mal, demuestra lo peligroso que es todo el esque- pGIRI,A NED 2776 NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 r?l?kVlnTr ?pWqp?pZpp p?n?p?-? ?-?-?-?- -?-SNP?P? ?-SN-VL-?- PZPP?-ZP-ZP TR-?QMKL?R -?-?R?-? ZppWq-?-Zpk -?r?lVl-Zp ?-?p?p?- -?-ZP-ZPP? ?-VLQ?-?- PZPN?-?-ZP ?-?-?-MK- DANIEL ALSINA 26 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021 ma blanco (la temática 14.g6 tam- bién es buena). 14.¥d2 Péter Lékó comentó en directo que no se creía que esta forma de jugar tan primitiva del blanco, que además involucra esta modesta retirada del alfil a d2, pudiera ser buena, y estaba convencido de que el negro debía tener opciones inte- resantes aquí. Pero la preparación de Giri no falló y resulta que, en realidad, el negro está ya al filo del abismo. 14...¥b7 14...£b6? es una jugada que suge- ría Lékó que parece activa, pero es una ilusión: 15.£g2 ¤e5 16.0–0–0 seguido de f4, con enorme ventaja. 15.£h3 Era posible ya 15.g6!? La partida girará en las próximas jugadas en torno a esta atractiva ruptura. Ahora era interesante, aunque no decisiva, 15...0–0–0 16.¥e2² 15...¤e5 16.0–0–0 d4 16...¤g6!?, evitando f4, quizás era algo mejor y le permitiría al negro sobrevivir sin tener que afinar tanto, aunque la posición del blan- co es muy buena tras jugadas naturales: 17.¥e3 0–0–0 18.¢b1 ¢b8 19.£f3± (evitando c5). 17.¤b1! Una retirada aparentemente triste, pero el caballo tiene un gran futu- ro en c4. 17...c5 17...¤g6, otra vez, era mejor. 18.f4 Nepo ha permitido este avance y, en una posición difícil, comete un error decisivo. 18...¤c6? Jugada extraña, que permite g6 con efectos devastadores, pero puedo entender su rechazo a las alternativas. 18...¤d7?! 19.g6 pare- ce todavía más fuerte que en la partida, pero aquí existe 19...c4! (tras 19...0–0–0? 20.gxf7+–, el negro ni siquiera tiene £xf7) 20.gxf7+ ¢xf7 21.f5 e5± y el negro todavía puede luchar. En cambio, 18...¤g6! parece que le da todavía más tiempos al blanco para acabar jugando g6 igualmente, pero aquí no es tan efectivo: 19.f5 ¤e5 20.g6. La clave es que el fuerte caballo en e5 sostiene la posición negra y el alfil de f1 queda muy pasivo, a diferencia de la partida. 20...exf5 21.exf5 f6 22.¥f4 0–0–0 23.¤d2² 19.g6! Gana un peón de forma forzada, pues el alfil viene a c4 y no se puede defender e6. 19...0–0–0 20.gxf7 £xf7 21.¥c4 ¢b8 22.¥xe6+– Además del peón de más, todas las piezas menores del negro han quedado pasivas, con lo que la ventaja es ya decisiva. Giri juega el resto con bastante seguridad, rematando con elegancia. 22...£c7 23.¥c4 ¢a7 24.¤a3 ¤b4 25.¦e1 ¥e7 26.¢b1 ¦e8 27.e5 ¥d8 28.¥b3 g5 29.¤c4 gxf4 30.¥xf4 ¤d5 31.¥d2 £g7 32.¤d6 ¦h8 33.£e6 ¥h4 34.¦c1 ¤c7 35.£c4 £xe5 36.¤f7 £h2 37.£xc5+ ¢b8 38.£xd4 ¦f8 39.¥f4 ¥g3 40.¥xg3 £xg3 41.£b4 1–0 Y el negro abandonó, ya que tras 41...£g7 42.¤d6 ¤b5 43.¤xb7 ¢xb7 44.a4, ganando. -Mk-Tr-Vl-? ?l?-?qZp- p?n?L?-? ?-Zp-?-?- -?-ZpPZP-? ?-?-?-?Q PZPPVL-?-? ?NMKR?-?- r?-?kVl-? ?lWq-?pZp- p?-?p?-? ?-Zp-Sn-ZP- -?-ZpPZP-? ?-?-?-?Q PZPPVL-?-? ?NMKR?L?- r?l?kVl-? ?-Wq-?pZp- p?p?p?-? ?-?p?-ZP- -?-?P?n? ?-SN-?-?- PZPPVL-ZP-? TR-?-MKL?Q 27MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI DANIEL ALSINA Pero en la última partida, en la que de nuevo necesitaba tablas con blancas para llevarse la eliminato- ria, como en la semifinal, volvió a bajar el nivel y esta vez fue castiga- do duramente, con lo que la final tuvo que decidirse en las dos par- tidas de blitz. Esta fue la primera: M. C. Invitational 2021 [R3.31] Tras realizar un sacrificio de pieza especulativo, Giri ha llegado a esta posición en que el módulo decreta decisiva negra, pero para un blitz entre humanos es más que intere- sante y puede pasar de todo. 25...¦h7?? Tras la correcta 25...¦g8! 26.£d7+ es inofensiva: 26...¥e7–+. La torre de c8 está defendida y el negro se sacudirá la presión poco a poco. 26.£d7+ ¤ge7 26...¥e7 27.¦xc8 ganando, mues- tra la “pequeña” diferencia con 25...¦g8. 27.¥xe7 Y, para desgracia de Nepo, cual- quiera de las tres recapturas pier- de la torre o la dama. 27...£xe7 O bien 27...¥xe7 28.¦xc8+–; 27...¤xe7 28.¦f4+, ganando. 28.£xc8 ¥b6 29.¤f6 ¦g7 30.£h8 d3 31.£h5+ ¦g6 32.¦g4 1–0 Tras este duro golpe, en la segunda Nepo pronto cometió un grave error y ya no tuvo opción y termi- nó perdiendo, así que Giri se pro- clamó campeón de la cuarta entre- ga de este circuito. Carlsen y otros de sus colegas del top mundial a menudo se ríen del holandés, por Twitter y siempre que tienen oca- sión, por no haber ganado nunca ningún torneo de élite. A punto estuvo de romper su racha en enero en Wijk aan Zee, pero ter- minó perdiendo el match de des- empate ante el sorprendente Jorden van Foreest. Este torneo, por nivel de jugadores, sin duda merece el calificativo “de élite”, pero me imagino que el hecho de que sea de semirápidas y por Internet será excusa suficiente para que prosiga la leyenda... -?r?-Wq-Tr Zpp?-?k?- -?-?pVLn? ?-Vl-ZPn?- Q?-ZpR?N? ?-?-?-ZP- PZP-?-ZP-? ?-TR-?-MK- pGIRI,A NED 2776 NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 -?r?-Wq-? Zpp?QVLk?r -?-?p?-? ?-Vl-ZPn?- -?-ZpR?N? ?-?-?-ZP- PZP-?-ZP-? ?-TR-?-MK- DANIEL ALSINA 28 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021 Capablanca, campeón mundial 30 CENTENARIO (1921-2021) 31 UANDO José Raúl Capablanca ganó en 1911 con 22 años su primer torneo internacional en San Sebastián, comenzó a pensar en la corona mundialde ajedrez y, días más tarde, estando en Viena, lanzó un reto público al campeón Emanuel Lasker. Pero cuando un periodista interrogó al maestro ale- mán sobre el tema, dijo escuetamente –y con razón– que no había recibido ningún documento de Capablanca. De modo que el primer reto oficial data del 26 de octu- bre de 1911, mediante una carta, estando ambos en los Estados Unidos. Lasker contestó y expuso, entre otras cosas, que si al cabo de 30 partidas el score no acusaba una diferencia de más de un punto, el match se consi- deraba empatado y el campeón retenía el título. Capablanca respondió que eso era injusto y las “nego- ciaciones” quedaron interrumpidas. Personalmente se encontraron en San Petersburgo 1914 (abril-mayo), el último torneo en la Rusia de los zares y donde por vez primera se empleó el término gran maestro, al conferirle tal “título honorífico” a los cinco finalistas el Zar Nicolás II (Nicolás Románov). Un romántico adelanto, ya que los títulos internacionales en ajedrez se oficializaron en 1950. Capablanca triunfó en la primera fase en calidad de invicto con ocho puntos (+6 =4 -0), sacando punto y medio de ventaja a Lasker y Tarrasch, y dos a Alekhine y Marshall, los otros clasificados, a quienes siguieron: Bernstein, Rubinstein, Nimzowitsch, Blackburne, Janowski y Gunsberg. »»» C Textos y fotos Jesús G. Bayolo Pero en la final el campeón del mundo, Emanuel Lasker, estuvo inmenso y se llevó el triunfo con 13,5, seguido por Capablanca con 13. Obtuvo su primera victoria sobre el cubano. Allí quedaron limadas las asperezas que habían surgido entre ambos y comenzaron conversaciones para un duelo por el cetro. Además, disputaron semanas más tarde en Berlín un match de partidas rápidas, en el que se impuso el joven caribeño 6,5 por 3,5. Caen las últimas hojas del almanaque en el mes de julio cuando Capablanca se encuentra nave- gando a bordo del buque alemán Vilanex, con destino a la Argentina. En alta mar la nave recibe por vía cablegráfica la más terrible de las noticias para todos los ciudadanos del planeta: ha estalla- do la Primera Guerra Mundial. El capitán del Vilanex, evitando ser apresado por los británicos, manda a poner proa rumbo a Lisboa, para res- guardarse en un país neutral, como era Portugal. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) hirió las aspiraciones de Capablanca. En 1919 se organizó en la ciudad inglesa de Hastings el llamado Torneo de la Victoria, convocado por los países aliados para dar el título de campeón mundial al vencedor, ya que Lasker no fue invitado. Capablanca ganó con 10,5 puntos de 11. Su única par- tida tablas fue con Boris Kostić. Las agencias cable- gráficas anunciaron que el mundo tenía un nuevo monarca. Capablanca hizo gala de diplo- macia y aceptó las alabanzas, pero se fue a Holanda, donde sabía que podría encontrar a Lasker para retarlo, y el 20 de enero de 1920 proclamó: —No acepto título que no haya ganado tablero por medio frente al doctor Lasker. El 23 de enero de 1920 se entre- vistan Lasker y Capablanca en Holanda. A los dos días se publican las bases. Inme - diatamente comienzan a pos- tularse ciudades para acoger el esperado combate por el título universal. Pero el 28 de junio de 1920 una noticia estremece al mundillo ajedrecístico: “Lasker entrega el títu- lo a Capablanca”. El cubano está en La Habana y es felicitado, pero no refleja alegría sino más bien preocupación, y ratifica que no acepta ese título si no lo obtiene frente al tablero. Según los medios cablegráficos Lasker declaró: —“El mundo del ajedrez no quiere las condicio- nes del convenio, y no puedo jugar sabiendo que estas son impopulares”. — Pero… ¿qué motivó a Lasker para tomar semejante decisión? Pues una carta del argentino Benito Pérez Mendoza, presi- dente del Club de Ajedrez de Buenos Aires, en la que creyó ver un ataque a las bases. Ya había echado al correo las cartas de renuncia, dirigidas a Capablanca y al norteamericano Walter Penn Shipley, a quienes habían nominado juez provisional, cuando se percató de que la misiva procedente de la Argentina estaba fechada el 25 de abril, pero no de 1920, sino de 1919, y que por ende había demorado más de un año. CUBA APUESTA POR EL MUNDIAL En Cuba crecía el interés por organizar el match y el Dr. Alberto Ponce, expresidente del Club de Ajedrez de La Habana, había iniciado una colecta pública. Con parte de ese dinero, en los primeros días de agosto Capablanca emprende la travesía hacia Holanda y se encuentra 32 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL JESÚS G. BAYOLO Capablanca y Lasker en San Petersburgo 1914. (Dibujo ruso de la época) Aunque el match se celebró en 1921, ya diez años antes Capablanca había retado a Lasker por el título mundial. nuevamente con Lasker. Queda sin efecto la renun- cia y el cubano le propone jugar en La Habana, que además ofrecía una bolsa muy superior a todas las demás ofertas. Inicial - mente, Lasker quería una sede compartida y disputar la primera parte en Holanda, pero accede a la propuesta de Capablanca. Hubo retraso porque el precio del azúcar (princi- pal rubro exportable) se había disparado por la I Guerra Mundial, pero estaba bajando cada vez más y hubo demora para conseguir los 20.000 pesos, moneda que entonces tenía equivalencia con el dólar. Hay textos que anotan 36.000 y puede que esa haya sido la intención inicial, pero la bolsa quedó en 20.000, de los cuales indepen- dientemente del resultado, Lasker recibiría 11.000 y Capablanca 9.000. Ciertas fuentes señalan que aparte de la bolsa reglamentada hubo luego un aporte de 5.000 pesos más. En enero de 1921, cuando ya estaba la bolsa, uno de los organizadores, el doctor Rafael de Pazos, le dijo a Capablanca que pasaría un cable a Lasker para que viniera de inmediato. José Raúl le con- testó: —“No, doctor, deme un poco de tiempo, porque el doctor Lasker es mucho Lasker”. — Entonces se retiró a una finca para estudiar y pre- pararse físicamente un par de meses. Fue la única vez que se entrenó para un evento. Desde joven era alta la valoración de Capablanca sobre Lasker, la cual fue aumentando. En las con- ferencias que escribió para la radio en 1941 seña- ló: —"En cuanto al doctor Lasker, su concepción estratégica del final y la táctica empleada para lle- var a cabo su plan harían honor a cualquier cam- peón del mundo, y ya que del doctor Lasker hablamos, llamaremos la atención sobre el hecho de ser el gran Lasker uno de los maestros menos comprendidos por la mayoría de los aficionados al ajedrez, incluso, muchos de los maestros”. —Abunda Capablanca: — “Se ha dicho a menudo del doctor Lasker que tenía un juego poco interesante, falto de brillantez, y que muchas de sus victorias se debían principalmente a dos cosas, a saber: su gran habilidad en los finales y los errores de sus adversa- rios. Que era un gran fina- lista no hay duda. Era el mejor finalista que yo he conocido. Pero, además, era al mismo tiempo el jugador más profundo y de más imaginación que yo he visto. Hace ya muchos años, cuando yo ya había llegado a la cumbre, mi amigo el señor Walter Penn Shipley me escribió una carta, y entre otras cosas, me decía: «Usted y Lasker son los únicos jugadores que yo he conocido capaces de hacer combinacio- nes que no existen en el tablero». El señor Shipley conoció íntimamente al doctor Lasker, y fue juez del primer match por el campeonato del mundo entre Steinitz y Lasker.” ARRIBAN EMANUEL Y MARTA LASKER Campeón mundial desde 1894, Emanuel no hacía una defensa de su título desde 1910, cuando lo revalidó dos veces, frente a Schlechter y Janowski. En el vapor Hollandia embarcó junto con su espo- sa Marta rumbo a La Habana el 15 de febrero de 1921. Arribaron el nueve de marzo y fueron hos- pedados de inmediato en el hotel Trotcha, del Vedado. En los seis días que faltaban para el inicio del encuentro, Lasker llevó a suesposa a lugares conocidos… y a otros que le eran desconocidos. Tras 15 años de ausencia apreciaba “otra ciudad”. Además, le “llovían” las invitaciones sociales. En una visita de cortesía al periódico Heraldo de Cuba, ya próximo al match, declaró que estaba sorprendido de los enormes progresos que había apreciado en La Habana, tanto en el orden comercial como en su extensión urbana. Elogió a Capablanca, reconoció que podría ganarle, pero ratificó que también él podría vencerlo. Tuvo palabras de elogio para el hotel que le habí- an asignado, aunque dijo que durante el desarro- llo del match preferiría un hospedaje más apacible. ¿Por qué? Trotcha fue el primer hotel que se cons- truyó en la residencial barriada de El Vedado. Allí se alojaron entre otros el JESÚS G. BAYOLO 33CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL La Primera Guerra Mundial (1914-1918) truncó las aspiraciones de Capablanca de celebrar en ese periodo el match por el título mundial. La bolsa de 20.000 pesos equivaldría hoy a unos 300.000 dólares USA. poeta Rubén Darío y Mazzantini, el torero. Debe su nombre al catalán Don Buenaventura Trotcha, quien primero mandó a construir un salón de recreación, que fue convertido en hotel en 1890. Tal como anunciara, en algún momento del match Lasker y Marta se trasladaron a una pensión pro- piedad de judíos, en la que el todavía campeón se sentía más a gusto, por la tranquilidad y las comi- das que le preparaban sus anfitriones. ENTREVISTA A LASKER La sensacional (e incierta) declaración de que acude a La Habana como retador y no como cam- peón la hace en entrevista aparecida el jueves 10 de marzo de 1921 en el perió- dico El Mundo, realizada en el hotel Trotcha por el periodista Guillermo Pi, con el título “José Raúl Capablanca Campeón Mundial de Ajedrez”. He aquí algunas preguntas y respuestas: —¿Cuántos años lleva usted jugan- do? —¡Ah!, llevo muchos años jugando el ajedrez; calcule usted desde los doce años de edad, teniendo ahora 52, pues nací en 1868. —¿Cuándo fue usted proclamado Campeón Mundial de Ajedrez? —El 26 de mayo de 1894, en la ciudad de Montreal, Canadá, después de vencer en un match muy reñido al maestro Steinitz. —¿Y desde entonces? —Desde entonces hasta el 18 de junio de 1920, en que cedí el título de Campeón Mundial de Ajedrez al gran maestro cubano José Raúl Capablanca por acuerdo personal hablado entre ambos, en la ciudad de La Haya, Holanda. —¿Así que usted estima, y así lo declara, que el señor José Raúl Capablanca está actualmente en el más perfecto uso y disfrute del títu- lo de Campeón de Ajedrez del Mundo? —Sí, señor, desde la fecha que le acabo de indicar no hay más Campeón Mundial que él, y mi estan- cia aquí significa que vengo a discutirle ese título. —¿Qué maestro considera usted el más capaci- tado, el más fuerte competidor suyo? —En primer lugar Capa blanca, después Rubins - tein, el gran maestro ruso que se encuentra actualmente en Estocolmo. —¿Cuántas veces discutió usted el título de Campeón Mundial? —En los 26 años que fui Campeón del Mundo, lo discutí dos veces con Steinitz, una con Marshall, una con el doctor Tarrasch, una con Janowski y una con Schlechter; en total seis veces. —¿Tiene usted títulos universitarios? JESÚS G. BAYOLO 34 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL Famosa caricatura de Capablanca realizada por Massaguer, 1922. Por primera vez en su vida, Capablanca se retiró dos meses a una finca para preparar el match. —Soy Doctor en Filosofía y Profesor graduado en Matemática. —¿Se encuentra usted ejerciendo en su país en alguna de esas dos ramas de la ciencia? —Ahora, no; fui profesor en la Universidad de Mánchester, Inglaterra, de 1901 al 1902. —¿Usted ha estado dos veces en la Habana? —En 1893 y 1906. Y puedo decirle que la encuen- tro muy cambiada, muy mejorada con los magní- ficos ensanches que la rodean, que nada tiene que envidiar a ninguna otra gran ciudad, sus calles asfaltadas y limpias; todo esto invadido siempre por la luz fuerte, la intensa claridad de este bello país durante el día, al que suple la electricidad durante la noche; yo a la Habana la llamaría “la ciudad de la luz”. —¿Ha fijado la fecha para el comienzo del match entre usted y Capablanca? —Sí, el próximo martes 15, en el Unión Club, de 8 a 12 de la noche. A PUNTO DE SONAR EL GONG Mientras, en el orden organizativo se ultimaban los detalles. A la sazón se les nombraban padrinos a los representantes, como en los duelos de pistola o de capa y espada. Rafael de Pazos fungiría como padrino de Lasker y Manuel Márquez Sterling (presidente del Club de Ajedrez de La Habana) como padrino de Capablanca, en tanto Alberto Ponce sería el juez del match. Todavía no se deno- minaba árbitro, como está establecido hoy. La función del arbitraje en ajedrez no estaba defi- nida cuando comenzaron las competencias, y en los campeonatos mundiales solía designarse un “juez de campo”. Existen pocos datos sobre esta figura en las lides precedentes, y hasta donde conocemos fue la primera vez que se nombró juez (a secas). Curio samente, Alberto Ponce era además juez de profesión. Se desempeñaba como Juez de Instrucción de La Habana. Se emplearían la mesa y las piezas que utilizaron Steinitz y Chigorin en su segundo match de La Habana, en 1892, así como Capablanca y Kostic en 1919. El reloj lo aportó José A. Gelabert, primer biógra- fo capablanquino, quien luego lo donó como pieza histórica. La mesa y el reloj le fueron obsequia- dos a Capablanca por el Club de Ajedrez de La Habana y están hoy en el Museo del Deporte, en la capital cubana, así como su mascarilla y su taco de billar. El juego se lo regaló Capablanca al Museo Metropolitano de Nueva York, de donde desapareció años más tarde. En el aspecto técnico, se proclamaría vencedor quien llegara a ocho victorias, sin contar las tablas, pero si en 24 esto no había sucedido, triunfaba quien se encontrara delante en el mar- cador, y en caso de empate el monarca retenía la corona. El ritmo de juego sería de 15 movidas por hora, en sesiones de cuatro horas. SUENA EL GONG La primera partida del match por el máximo títu- lo comenzó el 15 de marzo de 1921 a las nueve de la noche, en los salones del Unión Club, situado en la confluencia de las calles Virtudes y Zulueta, en la capital cubana. A partir de la segunda ronda el match se trasladó para el Casino de la Playa (ya inexistente), en Miramar, para propiciarle mejor clima al visitante. En la ronda inicial ocurrió un incidente con el reloj. Al momento de suspender la partida, Lasker se percató de que aparecía como consumido una cantidad de tiempo exagerada, por lo que protestó argumentando que el reloj tenía dificultades. Rafael de Pazos, padrino del doctor Lasker, le dijo que los relojes estaban exactos y le enseñó el cer- tificado de un relojero alemán. Sucede que en fecha próxima al match su dueño, José A Gelabert, se lo había llevado para que verificara las perfectas condiciones en que se encontraba y el relojero compatriota de Lasker ofreció las garantías. ¿Cómo se resolvió el inci- dente? Luego de una rápida investigación surgió el tes- timonio de que en una de las ocasiones en que le JESÚS G. BAYOLO 35CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL En la década de los 20, La Habana era una metrópoli floreciente, muy visitada por los estadounidenses. El match se decidiría al que primero llegara a 8 victorias, sin contar tablas, pero con un límite de 24 partidas. tocaba jugar a Capablanca y cuyo movimiento meditó durante veinte minutos, Lasker había dejado de poner en marcha el reloj de su contra- rio. Asegura Gelabert que con la evidencia de lo sucedido Capablanca consintió en que ese tiempo se le cargara a él, descontándoselo a Lasker, y la discordia terminó con un apretón de manos de los contendientes. Sobreel programa del match, Capablanca nos ofrece más información: —“Las partidas se con- tinuaron jugando durante la noche, entre las 21:00 y la 1:00 horas. La realidad es que jugamos en las mejores condiciones imaginables. En el Casino, próximo al Club de Campo y a menos de 500 metros de la playa, se nos acondicionó una gran sala, con ventanas en tres direcciones y jar- dines en los bajos, por donde a menudo paseába- mos mientras el otro estaba pensando. Un cama- rero fue exclusivamente puesto a nuestra disposi- ción. Nos servía rápidamente y sin costo alguno. El clima fue excelente, no solo para un hombre de los trópicos sino para cual- quier ciudadano europeo”. Aquí podría insertarse una anécdota aportada por el ingeniero César Revuelta Capablanca, quien señala que, en otro salón del edificio, debidamen- te aislado acústicamente, jóvenes parejas baila- ban al compás de melodías interpretadas por una orquesta local. Con frecuencia José Raúl se trasladaba al salón de baile –mientras Lasker pensaba sus jugadas– e invitaba a alguna muchacha a bailar. Enrique Capablanca Verde, primo del maestro, estaba pendiente de la partida y le avisaba mediante un movimiento disimulado de sus manos que Lasker había hecho su jugada. Pero Capablanca no inte- rrumpía el baile. Duró solo 14 partidas el duelo. Cuando Capablanca ganaba cuatro por cero con 10 tablas, luego de la decimocuarta partida, que se disputó los días 20 y 21 de abril, Lasker envió una nota el 21 de abril de 1921 al doctor Rafael de Pazos, quien fungía como su “second”, y otra al juez del encuentro, Alberto Ponce, anunciando que resignaba. (Recalco la fecha: 21 de abril, porque en varios libros se consigna errónea- mente como el 27). Veamos la nota: JESÚS G. BAYOLO 36 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL Mientras Lasker pensaba, Capablanca iba con frecuencia al salón de baile, donde invitaba a alguna mujer. Instantánea del match entre Capablanca y Lasker (La Hablana, 1921) Es preciso llamar la atención sobre la nota a ambos destinatarios, porque en algunos libros se asegura que se la remitió a Pazos y en otros a Ponce. Lo cierto es que existieron las dos notas, a su padrino y al juez. Y aunque no se publicó una tercera, probablemente haya existido otra, dirigi- da a Márquez Sterling, padrino de su oponente. Al enterarse en su casa del Vedado, Capablanca tuvo una reacción de ira… que se apagó rápida- mente. Fueron solo unos minutos de ofuscamien- to en los que no quería aceptar, porque no se había acabado el match. Entró en razones con los argumentos del genial periodista que fue Márquez Sterling y de otros amigos, que aboga- ron por la sinceridad de Lasker. Aceptó su rendi- ción y Ponce, allí presente, salió a redactar la nota de respuesta al hasta ese momento campeón. Esta es la respuesta: TRES HURRAS POR EL NUEVO CAMPEÓN Hay testimonios de que el 22 de abril, luego de avisarles previamente, José Raúl Capablanca y Manuel Márquez Sterling fueron a visitar a Emanuel y Marta Lasker “a su pensión”. Los encontraron muy animados, en compañía de un compatriota de ambos. Lasker estaba de muy buen humor. Contó anécdotas del torneo de París 1900, en el que coincidentemente él quedó prime- ro y Márquez Sterling último. Sabiendo que era uno de los encuentros persona- les más significativos de sus vidas, los dos campe- ones estaban vestidos de etiqueta, y señalando a Márquez Sterling, Lasker le dijo en tono jocoso a Capablanca: —Él es más práctico que nosotros. Se refería a que el aludido en lugar de traje lleva- ba cierta prenda fresca propia para el verano: una guayabera, que es una vistosa y especial camisa muy cubana, la cual exhibe bordados y cuatro bolsillos. Estas historias no se supieron de momento. Algunas incluso mucho después. La prensa, y por ende el gran público, tardó en enterarse de que Capablanca era campeón mundial. El Diario de la Marina, el más influyente entonces en la Isla, publicó ese mismo día escuetamente que el cuba- no ganó la partida 14 y el estado del match. Dos días después (domingo 24 de abril) el propio rotativo publicaba en primera página algo insóli- to: que se aplazaba hasta el martes la partida 15, pese a que Lasker ya había consumido sus tres derechos a descanso. No fue hasta el jueves 28 de abril que publicó en ese periódico la noticia de que Capablanca había conquistado el título del orbe. Insertó las notas de Lasker y Ponce, pero… ambas con fecha el 27 de abril, y esa obviamente es la base de un error harto repetido en publicaciones. Agrega la información aparecida ese día en el citado matutino que el match fue concertado por iniciativa del Dr. Alberto Ponce, con el generoso concurso de los señores Regino Truffin, Anníbal Mesa y Mario García Menocal (en ese momento Presidente de la República), así como del Casino de la Playa. Claro que la relación que sigue a Ponce es la de los principales patrocinadores. JESÚS G. BAYOLO 37CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL La Habana, abril 21 de 1921 Dr. Don Alberto Ponce Presente Estimado Señor: En su carácter de juez del match, me permito dirigirle la presente, proponiéndole resignar el match. Le agradeceré se sirva manifestarme si esta determinación es aceptada por mi adversario, la Comisión y por su persona. De Usted, atentamente, Emanuel Lasker” La Habana, abril 22 de 1921 Sr. Doctor Emanuel Lasker Estimado Señor: En contestación a la carta que usted me ha dirigido, haciéndome presente su deseo de resignar el match con el señor Capablanca, tengo el gusto de hacerle presente que tanto el señor Capablanca como el Comité Organizador del match aceptan su proposi- ción, a la que por lo tanto imparto yo mi apro- bación, quedando por consiguiente terminado dicho match. Suyo afectísimo, Alberto Ponce De mucho interés es lo que publica el Diario de la Marina el viernes 29 de abril bajo el título En el Club de Ajedrez: “Esta noche, a las nueve, el profe- sor alemán Dr. Emanuel Lasker, ofrecerá una interesante conferencia en el Club de Ajedrez de La Habana. Quedan invitados todos los aficiona- dos. El doctor Lasker embarcará probablemente en el vapor Alfonso XIII que saldrá mañana para España”. La conferencia versó sobre vinculación del ajedrez con la ciencia y vinculación del aje- drez con el arte. Ciertamente el último día de que se tiene cons- tancia de permanencia de Lasker en La Habana es el 30 de abril, pero un pie de foto publicado cua- tro décadas después en la revista Jaque Mate sugiere que viajó a Estados Unidos. Dice así: “Vencido, pero siempre glorioso, el doctor Lasker fue acompañado al muelle, de regreso a los Estados Unidos, por un grupo de amigos que aparecen en la foto, recién terminado su match con Capablanca. De izquierda a derecha, el doctor Alberto Ponce, doctor Lasker, el doctor José Antonio Gelabert y Jaime Baca-Arús”. (Acredita las fotos del artículo, que incluye otras personales de Capablanca, a los archivos de Carlos A. Palacio y José A. Gelabert). Estadística poco conocida es que ambos medita- ron durante el encuentro a un ritmo casi idéntico: el cubano consumió 35 horas y 55 minutos, mien- tras el alemán empleaba 36 horas y nueve minu- tos. Lasker anunció en La Habana que no solicita- ría un match de revancha. Capablanca era el único ganador del título en calidad de invicto. Quedaba en 27 (bueno, en cerca de 27) el número de años para Lasker como campeón, récord que se mantiene vigente. Desde antes de comenzar el encuentro, Emanuel Lasker escribía para el Telegraff de Amsterdam y en una crónica fechada en La Habana el 30 de abril de 1921 plasmó: —“(...) Sus jugadas son transparentes. Sus partidas son claras, lógicas y poderosas. Su profundidad es la de un matemático, no la de un poeta. Su ingenio es romano, no griego... Capablanca merece ser campeón mundial (…) Cuando Steinitz se vio perdido en la última parti- da de nuestromatch, se levantó exclamando: ¡Tres hurras por el nuevo campeón mundial! Estas palabras me conmovieron. Es para mí un timbre de orgullo repetirlas ahora ante el mundo ajedrecístico”. La bolsa de 10.000 dólares obtenida junto con la corona le permitió la fabricación de una casa de dos plantas en el reparto de Buena Vista, al oeste de La Habana, donde su padre poseía unos terre- nos. Entre los mosaicos de la terraza figuraba la posi- ción final de su última vic- toria sobre Lasker. La vivienda fue bautizada como Villa Gloria en honor a la que iba a ser su esposa. El noviazgo con Gloria había comenzado en 1919, poco antes del duelo con Kostic, cuando se cono- cieron en una de las tertulias culturales hogare- ñas que organizaba los jueves Angelina, la esposa de Gonzalo de Quesada Miranda, hijo de Gonzalo de Quesada Aróstegui, estrecho colaborador del héroe nacional de Cuba, José Martí. Con frecuen- cia Capablanca asistía a la tertulia y cuando cier- ta vez acudió la camagüeyana Gloria Simoni, ocu- rrió el encuentro que pronto devino en compro- miso sentimental. Contrajeron matrimonio Gloria Simoni Betancourt y José Raúl Capablanca Graupera el 29 de diciembre de 1921 en la capilla del Palacio Arzobispal de La Habana. Tuvieron dos hijos, que llevaron los nombres de sus padres. José Raúl nació el dos de enero de 1923 y Gloria el 25 de junio de 1925. JESÚS G. BAYOLO 38 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL N NOMBRE PAÍS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 PTS 1 Emanuel Lasker GER ½ ½ ½ ½ 0 ½ ½ ½ ½ 0 0 ½ ½ 0 5,0 2 José Raúl Capablanca CUB ½ ½ ½ ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 1 ½ ½ 1 9,0 Campeonato Mundial de Ajedrez · 18 de marzo a 28 de abril de 1921 · La Habana (Cuba) Con el premio de 10.000 $, Capablanca se hizo construir una casa de dos plantas. Como colofón, Capablanca contrajo matrimonio con Gloria Simoni ese mismo año. PARTIDAS COMENTADAS 39CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL Capablanca - Lasker Cto. del mundo. La Habana [P1] En la primera partida, Capablanca perdió la posibilidad de comenzar ganando. Tal vez respetaba mucho al campeón mundial o quizás el asunto del reloj le hizo perder con- centración. Lo cierto es que en la posición del diagrama, a la altura del movimiento 42, tal vez apura- do de tiempo, Capablanca respon- de retirando su rey a e3, cuando era visiblemente mejor jugar 42.¢c5! La partida continuó con 42.¢e3 ¦e6+ 43.¢f2 ¦d6 44.g4 ¦d1 45.¢e2 ¦a1 46.¢d3 ¢g7 47.b4 ¦f1 48.¢e3 ¦b1 49.¦c6 ¦xb4 50.¦xa6 ¦b2, y se acordó el empate. Como se ha dicho, lo correcto era 42.¢c5!, que fue analizada por Lasker (Capablanca también la menciona) y asegura que las negras podían empatar, pero el fuerte programa Stockfish no tiene la misma opinión. Veamos los análisis. 42.¢c5! ¦d3! Lo más activo. Las alternativas son claramente inferiores. 42...¦f6 43.¦c3 a5 44.a3 o 42...¦e6 43.b4 ¦e3 44.a4. En ambos casos, las blancas pronto tendrán un peón pasado que le costará la torre a su rival. 43.¦f2!? Lasker solo analiza 43.¢b6 y des- pués de 43...¦xf3 44.¢xa6 ¦xg3 45.b4 ¦a3+ 46.¢b7 g4 47.b5 g3 48.b6 f5 49.¢c6 ¦a8! 50.b7 ¦b8 y los peones pasados negros garan- tizan el empate. Por ejemplo: 51.a4 f4 52.a5 (52.¦g2 ¦f8!, seguido de f3) 52...f3 53.a6 f2 54.a7 ¦f8 55.b8£ f1£ 56.a8£ £h1+ 57. ¢c5! y des- pués del cambio de damas se llega a un final de torres que es tablas. 43...g4 44.fxg4 ¦xg3 45.¢b6! Esta natural jugada, que en el turno 43 no es correcta, ahora es el movimiento más fuerte. Varios comentaristas solo analizan 45.¦f4, que es insuficiente para ganar. En lugar de defender el peón de g4, el blanco se lanza a la carrera de dos peones y llega primero. Note que, a pesar de la igualdad material existente, la diferencia la marcan la posición activa del rey blanco, que apoya el avance de sus peones y la excelente colocación de la torre en f2, que ejerce un efecto paralizador sobre los peo- nes negros. Por ejemplo: 45...¦xg4 46.¢xa6 f5 47.¢b5! f4 48.a4 Y los peones blancos son más rápidos en llegar a dama. 48...¦g5+ 49.¢c4! ¦f5 50.b4 g5 51.b5 g4 52.b6 g3 53.¦g2 Ganando. Capablanca - Lasker Cto. del mundo. La Habana [P5] Después de 4 empates, Capa blanca había ganado confianza en su juego. En esta partida se emplea a fondo en busca de la victoria, que consigue después de pasar de una obstinada defensa con material de más al contraataque. Esta fue la primera victoria en tor- neos oficiales de Capablanca sobre Lasker, quien comete el error defi- nitivo en la jugada 45, cuando ya había pasado lo peor. 1.d4 d5 2.¤f3 ¤f6 3.c4 e6 4.¥g5 ¤bd7 5.e3 ¥e7 6.¤c3 El gambito de dama rehusado fue la apertura estrella en este match por el campeonato del mundo. Se empleó en 7 de las 14 partidas. Capablanca condujo las blancas en 5 partidas y en dos movió las piezas oscuras. El resultado gene- ral fue muy favorable para el cuba- no, quien salió victorioso dos veces con blancas y una con negras. -?-?-?k? ?-?-?p?- pMK-?-?p? ?-?-?-?- -?-?-?P? ?P?-?-Tr- P?-?-TR-? ?-?-?-?- r?lWqk?-Tr ZppZpnVlpZpp -?-?pSn-? ?-?p?-VL- -?PZP-?-? ?-SN-ZPN?- PZP-?-ZPPZP TR-?QMKL?R -?-?-?k? ?-?-?p?- p?-Tr-?p? ?-?-?-Zp- -?-MK-?-? ?P?-?PZP- P?R?-?-? ?-?-?-?- Comentarios: GM Reinaldo Vera Es curioso que esta apertura, tan popular en aquel momento dentro del mundo del ajedrez, haya reco- brado su esplendor después de 100 años, gracias a una serie de televi- sión del mismo nombre “Gambito de Dama”. 6...0–0 7.¦c1 La jugada preferida por Capablanca y por los mejores jugadores de la actualidad. La alternativa más importante es 7.£c2, empleada por Lasker en las partidas 4 y 10 de este encuentro. 7...b6 Esta lógica jugada de desarrollo tiene el inconveniente de que debilita prematuramente las casi- llas blancas del flanco de dama (en especial los puntos a6 y c6) y deja al negro con un peón retrasado en la columna c. Lasker empleó este lance en dos ocasiones (partidas 1 y 5); después dio preferencia a 7...¦e8 y a 7...c6. 8.cxd5 exd5 9.£a4 En la primera partida de este encuentro, Capablanca se decantó por 9.¥b5 y no consiguió nada especial tras 9...¥b7 10.£a4 a6! 11.¥xd7 (11.¥c6?? b5! pierde mate- rial) 11...¤xd7 12.¥xe7 £xe7 13.£b3 £d6 (mejor es 13...c5!? 14.dxc5 ¤xc5! 15.£c2 d4 16.¤xd4 £g5 y las negras tienen poderosa iniciativa a cambio del peón) 14.0–0 ¦fd8 15.¦fd1 ¦ab8 16.¤e1 ¤f6 17.¦c2 c5, y las negras no tuvieron mayores problemas. Lo mejor es 9.¥d3! ¥b7 10.0–0 c5 11.¥f5!?, con buena presión cen- tral, por ejemplo: 11...g6 (si 11...c4, tanto 12.¤e5 como 12.b3 dan al blanco una posición favorable) 12.¥xd7! £xd7 13.dxc5 bxc5 14.¥xf6 ¥xf6 15.¤e4! £e7 16.¤xf6+ £xf6 17.¦xc5 £xb2 18.£d4! £xa2 19.¤e5, con eviden- te superioridad B. Jobava – A. Delorme. Europe-Chess INT 2020. 9...c5 10.£c6 Capablanca juega a ganar un peón a expensas del desarrollo, lo que demuestra su ansiedad por una victoria y que su confianza había crecido después de 4 empates, donde tuvo buenas posiciones. Más prudente es 10.¥a6, como jugó Gélfand contra Short en Bruselas, 1991. 10...¦b8 11.¤xd5 ¥b7 La manera más precisa de mane- jar esta posición se demostró en la partida entre Irina Levitina y Maya Chiburdanidze en Volgo - grado 1984, que continuó 11...¤xd5! 12.£xd5 ¥b7 13.¥xe7 £xe7 14.£g5 £xg5 15.¤xg5 cxd4 16.exd4, y ahora tanto con 16...¦fe8+ como con 16...¤f6! las negras obtienen excelente com- pensación por el peón. 12.¤xe7+ £xe7 13.£a4 ¦bc8 14.£a3 £e6 Era interesante jugar primero 14...¥xf3!? 15.gxf3 £e6, para con- testar a 16.¥a6 con 16...¦cd8 17.0–0 £f5, y las negras tienen compensación sin necesidad de entregar la calidad. 15.¥xf6 £xf6 16.¥a6! 16...¥xf3! Entrega forzada de calidad. De otra maner, las negras quedarían con peón de menos y nada a cam- bio. De acuerdo con Capablanca, este sacrificio demuestra “la mano del maestro Lasker”. 17.¥xc8 ¦xc8 18.gxf3 £xf319.¦g1 ¦e8! La posición más activa de la torre, que ata a la dama rival a la defensa del peón e. Note las dificultades que tienen las blancas en coordi- nar sus torres y poner su rey en completa seguridad. 20.£d3! Capablanca necesita desalojar la dama negra de su activa posición y para ello dirige su dama a d1. 20...g6 21.¢f1 Luego de 21.£d1 £h3 22.£g4 £xh2 23.¦g2 £d6, las blancas siguen sin coordinar sus fuerzas. 21...¦e4 Tras 21...¤f6!? viene 22.£d1. 22.£d1 Continuando con el plan trazado, pero tal vez era el momento de abrir la posición con 22.dxc5!? ¤xc5 y ahora 23.£e2! £h3+ 24.¦g2 ¤e6 25.£d1 (evitando ¤f4) h5 (si 25...¢g7 26.¢g1) 26.¢g1 £f5 27.¦c3 ¢h7 28.f3 y, poco a poco, el blanco va consolidando su ventaja. 22...£h3+ Peor es permitir el cambio de damas. 22...¦xe3?! 23.£xf3 ¦xf3 24.¢g2 ¦f4 25.dxc5 ¤xc5 26.¦gd1, y las blancas deben imponerse. 23.¦g2 ¤f6 Un momento importante. Las negras no se deciden por 23...cxd4! que, al parecer, les permite igualar en cualquier caso. Por ejemplo: 24.¦c8+ (si 24.exd4 ¤f6! 25.¢g1 ¤h5! o 24.¦c4 ¤e5 25.¦xd4 ¦xd4 26.£xd4 ¤f33, y las negras tienen compensación en ambos casos) 24...¤f8 25.¦d8 dxe3 26.£d6! £h6 27.fxe3 ¦xe3 28.¦e2 ¦f3+, y las blancas no pueden evitar el jaque continuo. -?r?-Trk? Zpl?n?pZpp LZp-?-Wq-? ?-Zp-?-?- -?-ZP-?-? WQ-?-ZPN?- PZP-?-ZPPZP ?-TR-MK-?R REINALDO VERA 40 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL 24.¢g1! cxd4 25.¦c4! Excelente jugada que consigue el cambio de torres, aliviando la defensa del blanco. Peor era 25.exd4 ¤h5 26.£c2 £f3, con la amenaza ¤f4. 25...dxe3 26.¦xe4 ¤xe4 27.£d8+ ¢g7 28.£d4+ ¤f6 29.fxe3 Mejor que 29.£xe3 £f5, y las negras mantienen la iniciativa. 29...£e6 30.¦f2 Al precio de un peón, Capablanca ha activado sus fuerzas haciendo retroceder al ejército negro. Ahora amenaza h4, dejando a las negras muy pasivas, por lo que Lasker decide buscar espacio en el flanco de rey y salir de la molesta clavada. 30...g5 31.h4 gxh4!? Esta fue la jugada sellada. Como es sabido, luego de 4 horas de juego y realizadas 30 jugadas, se aplazaba la partida hasta el otro día. La mejor continuación hubiera sido 31...¢g6! y, luego de 32.hxg5 ¤e4 33.£d3 £g4+ (33...¢xg5? 34.¦g2+) 34.¦g2 £h4 35.£b1 ¢g7, las blancas mantienen la ventaja, pero la tarea no es fácil, debido a la actividad de las piezas negras. Kaspárov propone aquí 36.£d1! ¢g6 37.£f3 pero, en lugar de 37...¤xg5?! 38.£g3 £h5 39.£g4, que prácticamente fuerza al negro a cambiar las damas o sumirse en total pasividad, las negras pueden conservar la activa dama con 37...£e1+! 38.¢h2 £b4 39.£f4 £e7!, seguido de ...¤xg5. 32.£xh4 ¤g4 33.£g5+ ¢f8 34.¦f5!? Capablanca consideraba que des- pués de 4.¦d2!? las blancas se acer- carían a la victoria, aunque des- pués de 34...f6! 35.£f4 ¢f7, las blancas tienen que trabajar duro para lograrlo. 34...h5 35.£d8+ Repetir la posición cuando se tiene ventaja es signo de buena técnica. Así se evita el apuro de tiempo y se demuestra la superio- ridad, lo que es molesto psicológi- camente para el rival. 35...¢g7 36.£g5+ ¢f8 37.£d8+ ¢g7 38.£g5+ ¢f8 39.b3?! Tranquila defensa del peón de a2 que permite que la dama negra se active de nuevo. Lo mejor y más seguro era 39. £f4!, con las siguientes variantes: 39...£d7 40.£b4+ ¢e8 a) (40...¢g7 41.£d4+; 40...¢g8 41.¦g5+ ¢h7 42.£d4!) 41.£b5!, y se consigue el cambio de damas. 39...¤xe3 40.£b8+ ¢g7 41.¦g5, b) y ganan. 39...£xe3+ 40.£xe3 ¤xe3 c) 41.¦xh5, y el final se gana. 39... £g6 40.¦g5 £b1+ 41.¢g2 d) £xb2+ 42.¢h3, y con el rey seguro, la dama y la torre pasan al contrataque definitivo. 39...£d6! Amenaza entrar por h2 al mismo tiempo que defiende la casilla d8. 40.£f4! £d1+ 41.£f1 £d7! Mantiene la tensión. Si se cambian las damas... 41...£xf1+ 42.¦xf1 ¤xe3 43.¦f4! el final se debe perder. 42.¦xh5 Kaspárov opina que las blancas ganan con 42.£f3!, porque des- pués de 42...¤xe3! 43.¦e5! ¤g4 44.£a8+ ¢g7 45.¦g5+ ¢f6 46.¦d5 £e7 47.£d8, se logra el deseado cambio de damas, aunque en una de las versiones más favorables para el segundo jugador, debido a que su rey está más activo. 47...£xd8 48.¦xd8 ¤e5 49.¦b8 ¢e6 50.¦b7 ¤c6 51.¦c7 ¢d5 52.¦xf7 a5, con posibilidades de tablas. 42...¤xe3 43.£f3 £d4! Máxima actividad. 44.£a8+ ¢e7 45.£b7+ ¢f8?? El error definitivo llega justo antes del control de tiempo. Lasker diría después: “Tenía un cuarto de hora para pensar, pero era completa- mente incapaz de hacerlo”. Luego de la precisa 45...¢d6!, las activas piezas negras deberían garantizar el empate. -?-?-?k? Zp-?-?p?p -Zp-?-Snp? ?-?-?-?- -?RZpr?-? ?-?-ZP-?q PZP-?-ZPRZP ?-?Q?-MK- -?-?-?-? Zp-?-?pMkp -Zp-?qSnp? ?-?-?-?- -?-WQ-?-? ?-?-ZP-?- PZP-?-TR-ZP ?-?-?-MK- -?-?-Mk-? Zp-?-?p?- -Zp-?-?-? ?-?-?-?R -?-Wq-?-? ?P?-SnQ?- P?-?-?-? ?-?-?-MK- REINALDO VERA 41CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL 46.£b8+! 1-0 Lasker abandonó, al ver que pier- de el caballo después de 46...¢e7 47.£e5+! Lasker - Capablanca Cto. del mundo. La Habana [P10] A esta posición se llegó en la 10ª partida tras el movimiento 23 de las blancas. Aparentemente, la estructura de peones debería ser favorable al blanco, porque las negras tienen dos debilidades en c6 y a7, mientras que el blanco tiene únicamente la debilidad en d4. Pero, en esta partida, Capablanca demostró que es más fácil jugar la posición de las negras, quienes atacan al peón de d4 al mismo tiempo que usan la casilla fuerte de d5 para sus piezas. Otro detalle de importancia es que, en caso de que se cambie el peón de d4 blan- co por el de c6 negro, la posición puede resultar ligeramente favora- ble al segundo jugador, quien puede lanzar un ataque de las minorías (presionar por la colum- na b y avanzar el peón a). Es curioso que el cubano (quien era un ferviente defensor de las estructuras sanas de peones) supo captar las excepciones de la regla, como en este caso. También lo demostró en la partida con Bernstein de Moscú del 1914. En aquella partida, Capa avanzó su peón a c4, dejando a merced de su rival la casilla d4, pero al mismo tiempo fijaba la debilidad del peón en b2 de su rival, lo que a la postre resultó más importante. 23...¦d5! 24.¦xd5 Este cambio mejora sustancial- mente la estructura del negro, pero tras 24.b3 ¦xe5 25.dxe5 ¤g6 las negras ganan un peón después de 26.£e4 (o 26.£c3 £b5 27 ¤g3 £xe5) 26...£a5. Contra 24.¦e3 lo mejor es c5! (en lugar de 24...¤f5?!) 25.dxc5? (25.¦c3 ¦cd8 y las negras ganarán el peón de d4) 25...£xb2!! 26.£c1 ¦cxc5!, con ventaja ganadora. 24...cxd5 Según Capablanca, el negro tiene una clara ventaja debido a que controla la columna c, sus piezas están excelentemente ubicadas y a las blancas les es imposible atacar la única debilidad del negro, que sería el peón de a7, debido a la propia situación de las piezas. Luego del cambio en d5, el plan de Capablanca para convertir esa ventaja consiste en atar primero a las piezas rivales a la defensa del peo de d4 y, después, avanzar su peón a (¡ataque de las minorías!) hasta que haga contacto con los peones blancos, de manera que, tras su cambio, las blancas queden con otro peón débil (pasado pero aislado y bloqueado) en el flanco de dama. 25.£d2 Si el blanco juega 25.¤c3 ¤f5 26.£d2 sigue ¤xd4! 27.£xd4 £xb2!, y las negras recuperan la pieza por los temas de mate en la primera fila. 28.¦d3 ¦xc3!! 25...¤f5 26.b3 h5 Asegurando la fuerte posición del caballo en f5. 27.h3? Un debilitamiento innecesario. Ahora las negras fijan los peones blancos del flanco de rey. Mejor era, según Lasker, 27.¤g3 ¤xg3 28.hxg3, aunque Kaspárov, des- pués de 28...£c7, evalúa la posi- ción como difícil para las blancas. 27...h4! Apuntalando aún más el caballo de f5, dejando al blanco sin plan y en completa pasividad, pues el avance g4 y hxg3 debilitaría dema-siado la posición del rey. 28.£d3 ¦c6 29.¢f1 g6! Como recomiendan los conceptos actuales de técnica (¡aprendidos de las partidas de Capablanca!), cuando se tiene ventaja estable y tu rival no tiene contrajuego, debe reforzarse la posición al máximo antes de ejecutar el plan ganador. 30.£b1 £b4 31.¢g1 a5! Las negras cambiarán su peón a saliendo de su única debilidad y, al mismo tiempo, generan otro peón aislado a su oponente. Un ejemplo de ataque de minorías. -WQ-?-Mk-? Zp-?-?p?- -Zp-?-?-? ?-?-?-?R -?-Wq-?-? ?P?-Sn-?- P?-?-?-? ?-?-?-MK- -?rTr-?k? Zp-?-SnpZp- -Wqp?p?-Zp ?-?-TR-?- -?-ZP-?-? ?-?-?-?- PZPQ?NZPPZP ?-?R?-MK- -?-?-?k? ?-?-?p?- -?r?p?p? Zp-?p?n?- -Wq-ZP-?-Zp ?P?-?-?P P?-?NZPP? ?Q?R?-MK- REINALDO VERA 42 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL 32.£b2 a4! 33.£d2 El cambio de damas no mejora la situación del blanco, pero no había mejores jugadas. 33...£xd2 34.¦xd2 axb3 35.axb3 ¦b6! 36.¦d3 Forzada, si 36.¦b2 ¦b4 cae un peón inmediatamente. 36...¦a6 37.g4 Como bien destaca Capablanca, después de cambiadas las damas, las blancas pueden permitirse el debilitamiento de su rey, aunque su posición sigue perdida estraté- gicamente. 37...hxg3 38.fxg3 ¦a2 39.¤c3 Parece algo mejor 39.¢f2, pero esto no cambia la esencia de la posición. Las negras continuarían mejorando la posición de sus pie- zas y combinando el ataque sobre las debilidades de b3 y d4, lo que debe llevar a la ganancia de al menos un peón. 39...¦c2 Amenaza ¤xd4. 40.¤d1 Si 40.¤b5 entonces 40...g5, seguido del traslado del rey a d7 y c6, ata- cando el caballo blanco. 40...¤e7 40...g5!? 41.¤c3 ¦c1+ 42.¢f2 ¤c6 43.¤d1 ¦b1 Capablanca alerta sobre la varian- te 43...¤b4 44.¦d2 ¦b1 45.¤b2 ¦xb2? (45...¤c6! mantiene la ven- taja) 46.¦xb2 ¤d3+ 47.¢e2 ¤xb2 48.¢d2, y las blancas logran las tablas porque el caballo está ence- rrado. Por ejemplo: 48...¢f8 49.¢c2 ¤c4 50.bxc4 dxc4 51.¢c3 ¢e7 52.¢xc4, con tablas de acuer- do a los análisis de Kaspárov. 44.¢e2? Un grave error. El final de caballos que se da luego de la mejor 44.¢e1 ¤a5 45.¢d2 ¦xb3 46.¦xb3 ¤xb3+ 47.¢c3 es ganado para el negro, aunque, según Capablanca, sería bastante difícil. 44...¦xb3! 45.¢e3 Si 45.¦xb3 ¤xd4+ y ¤xb3. 45...¦b4 Manteniendo las torres la ejecu- ción técnica es más fácil. 46.¤c3 ¤e7 47.¤e2 ¤f5+ 48.¢f2 g5 49.g4 ¤d6 50.¤g1 ¤e4+ 51.¢f1 ¦b1+ 52.¢g2 ¦b2+ 53.¢f1 ¦f2+ 54.¢e1 ¦a2 55.¢f1 ¢g7 Ahora solo resta traer el rey a apo- yar el avance de los peones centra- les. 56.¦e3 ¢g6 57.¦d3 f6 58.¦e3 ¢f7 59.¦d3 ¢e7 60.¦e3 ¢d6 61.¦d3 ¦f2+ 62.¢e1 ¦g2 63.¢f1 ¦a2 64.¦e3 e5 65.¦d3 exd4 66.¦xd4 ¢c5 67.¦d1 d4 68.¦c1+ ¢d5 0–1 Y Lasker abandonó. Esta fue la segunda victoria de Capablanca en el match. Se considera una joya del juego posicional y la conduc- ción del final. -?-?-?k? ?-?-?p?- -?n?p?p? ?-?p?-?- -?-ZP-?-? ?P?R?-ZPP -?-?K?-? ?r?N?-?- REINALDO VERA 43CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL Fotografía de estudio que muestra a Capablanca entronizado. 44 LECCIONES DE ESTRATEGIA Galliamova – Prokopchuk Nóvgorod, 1999 La pieza más débil de las blancas es el alfil en c1: y la tarea principal es que entre en juego. 32.¥f4! Aprovechando que el caballo negro está atado a la defensa de h8, esta jugada es muy acertada, y amenaza ¥d6 seguido de £h7#. 32...¦a6 33.¥e5! Insistiendo en la idea, el alfil pone el punto de mira en el peón de g7. Se amenaza £h7+. 33...¢f8 34.£h7? ¡La regla de Makogónov se puede usar varias veces en la misma par- tida! Ahora la peor pieza era la torre de d1, por lo que procedía 34.¦de1!, que deja a las negras sin defensa válida. Por ejemplo: 34...£d7 35.¥d6+! ¦xd6 36.£h8+!! ¤xh8 37.¦xh8#. 34...¤xe5 35.dxe5 £xe5? En el fragor de la batalla, las negras cometen un grave error. Buenas posibilidades de supervi- vencia ofrecía 35...£g6! 36.¦he1! £xe1 37.£h8+! ¢e7 38.¦xe1+ 1–0 Mikhalchishin, A – Baréyev, E Dortmund, 1990 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2 c5 4.exd5 exd5 5.¤gf3 ¤f6 6.¥b5+ ¥d7 7.¥xd7+ ¤bxd7 8.0–0 ¥e7 9.dxc5 ¤xc5 10.¤b3 ¤ce4 11.¥e3 0–0 12.£d3 ¤d6 13.¥d4 £c7 14.¦fe1 ¦fe8 15.¦ad1 ¦ad8 16.¥e5 £c8 Aquí vi que el bloqueo del peón aislado en d5 no es tan exitoso. r?-?r?k? ?-?-?pZp- -?-?q?n? Zpp?p?-ZP- -?-ZP-?-? ?-?-?-?- PZP-?-?-WQ MK-VLR?-?R -?-?rMk-? ?-?-?pZp- r?-?q?n? Zpp?pVL-ZP- -?-ZP-?-? ?-?-?-?- PZP-?-?-WQ MK-?R?-?R -?qTrr?k? Zpp?-VlpZpp -?-Sn-Sn-? ?-?pVL-?- -?-?-?-? ?N?Q?N?- PZPP?-ZPPZP ?-?RTR-MK- La regla de Makogónov GM Adrian Mikhalchishin Existen varios métodos de cálculo para hallar la mejor jugada en una posición, pero hay veces que los planes directos no son posi- bles, ya que el oponente tiene una posición sólida, y no resulta fácil hallar ideas útiles. En tales situaciones, se aplican desde hace muchos años, en la Escuela Soviética, unos consejos prácticos muy eficaces, ideados por el GM Vladímir Makogónov. Este gran entrenador trabajó para el campeón mundial Vasili Smyslov e impartió clases parti- culares a Garri Kaspárov, a peti- ción de Mijaíl Botvínnik. La regla es simple, y dice lo siguiente: si no se presentan debi- lidades en la posición de ninguno de los bandos, y no existen opor- tunidades tácticas ni un plan claro para el ataque, intente ocu- parse de su peor pieza. Busque el modo de mejorar su situación, o tal vez de cambiarla. Esta regla aparece en algunos libros como la “regla de la peor pieza”. Debemos recordar que esta regla puede aplicarse más de una vez durante el juego. ¡Este consejo práctico es utilizado auto- máticamente por los mejores jugadores! ADRIAN MIKHALCHISHIN 45LA REGLA DE MAKOGÓNOV Probé algunas variantes activas, pero la amenaza negra de ¤c4 es muy desagradable. Luego comencé a pensar en la peor pieza y supe que el caballo de b3 tiene que ser movido a e3, para atacar al peón aislado negro. 17.¤bd2! Con idea de ¤f1–e3. Los movi- mientos lógicos no son peligrosos para las negras: 17.¥xf6 ¥xf6 18.¦xe8+ ¤xe8; 17.¤bd4 ¤c4 18.¤f5 ¤xe5 19.¦xe5 ¥f8; 17.¤g5 ¤fe4 18.¥xd6 ¥xg5 19.¥a3 ¥f6 20.c3 ¥e5. O bien 17.¤fd4 ¤c4. 17...¤de4 17...¤c4 se contesta, simplemente, con 18.¥d4. 18.¥d4 ¤c5 19.£b5 a6 20.£a5 ¤e6 21.¥b6 ¦d6 22.c3 ¤f4 23.¤f1 £g4 24.¤g3 Es más sólido este movimiento que el originalmente planeado 24.¤e3. 24...¥f8?! Mejor era 24...¦e6. 25.¦xe8! ¤xe8 Ahora la peor pieza es el alfil en b6. 26.¥e3! ¤f6 26...¤h3+ 27.¢f1 £c4+ 28.¤e2. 27.£c7 Generando bastantes amenazas. 27...b5 28.£xf7+! ¡El ajedrez es el juego de doble ata- que, como dijo el gran David Bronstein! 28...¢xf7 29.¤e5+ ¢e6 30.¤xg4 ¤xg4 31.¥xf4 ¦b6 32.h3 ¤f6 33.¥e3 ¦b7 34.¤e2 Y logré convertir el peón de venta- ja pocas jugadas más tarde. 1–0 Adams, M – Sokolov, I Sarajevo, 1999 El caballo de c3 no es tan fuerte, pero es difícil mejorar su función. El alfil en g2 debe ponerse en juego. 21.¥f1!? 21.¦h7= ¤f6 22.¦h6 ¤d7. 21...¦d8? Mejor era 21...¤f8, con idea de ¤g6–f4. 22.¥c4 ¤f8 23.¤d5! Ahora es el momento para la entrada en acción del caballo. 23...exd5 24.exd5 £b4? Un poco mejor era 24...¥b5 25.¥xb5+ £xb5 26.d6 f6 27.dxe7 ¦xd1+ 28.£xd1 ¢xe7 29.a3. 25.dxc6 ¦xd1+ 26.£xd1 £xc4 27.b3!+– Era posible también 27.cxb7 ¤d7 28.¥a7 f6 29.b3 £c6 30.b8£+ ¤xb8 31.¥xb8 ¢f7 32.¥a7, con peón extra y mejor posición. 27...£b4 No hay buena defensa para las negras: si 27...£e4 28.c7! O bien 27...£b5 28.c4! 28.a3 £a5 28...£b5 29.c4! £a5 30.cxb7 £c7 31.£d5, ganando. 29.cxb7 ¤d7 30.¦c6! ¥d8 31.¦c8 ¢e7 32.¥c5+ 1–0 -?-?nVlk? ?p?-?pZpp pVL-Tr-?-? WQ-?p?-?- -?-?-Snq? ?-ZP-?NSN- PZP-?-ZPPZP ?-?R?-MK- -?-?-Vlk? ?-?-?QZpp p?-Tr-Sn-? ?p?p?-?- -?-?-Snq? ?-ZP-VLNSN- PZP-?-ZPPZP ?-?R?-MK- r?-?k?r? ?p?nVlp?- p?l?p?-TR Wq-?-Zp-Zp- -?-?P?P? ?-SN-VLQ?- PZPP?-ZPL? ?K?R?-?- -?-TrkSnr? ?p?-Vlp?- p?l?p?-TR Wq-?-Zp-Zp- -?L?P?P? ?-SN-VLQ?- PZPP?-ZP-??K?R?-?- La regla de Makogónov consiste en mejorar nuestra peor pieza. Puede usarse varias veces en una partida. ADRIAN MIKHALCHISHIN 46 LECCIONES DE ESTRATEGIA Mikhalchishin – Chernin Cienfuegos, 1981 16.¥xf6! Después de analizar algunas variantes, llegué a la conclusión de que el caballo en f6 es la pieza más fuerte del rival, ¡así que es necesa- rio eliminarla! La regla de Makogónov no basta aquí. Tras 16.¦d1 ¤d7! 17.¥xe7 ¢xe7 18.¦d3 ¦hc8 19.¦a3 ¤b6, las negras se defienden bien. Tampoco era posi- ble evitar que el caballo se retirara con 16.¤e5 ¤d7! 17.¥xe7 ¤xe5 18.¦xc5 ¤d7! 16...gxf6 17.¦d1 ¦b8 Si 17...¦d8 18.¦xd8+ ¢xd8 19.¦a4+– 18.¦d3! ¦b4 19.¤d2 ¦g8 20.g3 ¦xc4 21.¤xc4 ¦g4 22.f4 h5 Tras 22...e5 23.h3 ¦g6 24.fxe5+– Ahora las negras amenazan con crear una debilidad en g3. Es nece- sario que el rey se dirija a un lugar mejor. Por ejemplo, a f3, ya que por ahora es la peor pieza. Usamos la regla de Makagónov las veces que sea necesario. 23.¢d2!+– Mejor que 23.¦a3 h4 24.¦xa7 hxg3 25.hxg3 ¦xg3 26.a4 ¦f3 27.a5 ¦xf4 28.b3. 23...h4 24.¢e2 hxg3 25.hxg3 ¦g6 26.¦a3 ¦h6 27.¢f3 ¦h1 O bien 27...¦h2 28.c3. 28.¦xa7 1–0 Mikhalchishin, A – Psakhis, L Biskek, 1981 El caballo en e4 parece estar bien colocado, pero en realidad no hace nada, es necesario llevarlo a e5. Hay que hacerlo rápido, ya que las negras quieren mejorar la posi- ción con las maniobras £e7–d8 y luego ¤g6–e7–f5. 27.¤d2! La ruta elegida es c4–e5, mientras queda en el aire la captura en g6. 27...¤f8 28.¤c4 b5 29.¤e5 ¦d6 30.¤d3? ¡Demasiadas mejoras para una sola pieza! Era más adecuado aprovechar la columna abierta con 30.¦c5! ¦ed8 31.£c3! (Es pronto para 31.¦dc1? ¦xd4 32.¦c7?? ¦d1+!) 31...£f6 32.f4!, y la posición blanca es preferible tras la inmi- nente entrada en c7 (32.¦c7? £xe5). También era razonable 30.¥e4 ¦ed8 31.f4. 30...¦ed8 31.¤c5 ¥a8 Ahora las negras tienen ideas como e5. 32.¥e4 £a7 33.£f3 ¥d5 34.¥xd5 ¦xd5 35.¤b3 ¤h7 36.¦c6? Mejor era un preventivo 36.h4. 36...¤g5 37.£c3 e5! 38.¦c7 £a8 39.¦e1 exd4 40.£d3 ¦5d7 41.¦xd7 ¦xd7 0–1 Gligorić, S – Speelman, J Lucerna, 1982 Las blancas no tienen ninguna -?-?k?-? Zp-?-Vlp?- -?-?pZp-? ?-Zp-?-?p -?N?-ZPr? ?-?R?-ZP- PZPP?-?-ZP ?-MK-?-?- -?-?r?k? ?l?rWqpZp- pZp-?p?nZp ?-?-?-?- -?-ZPN?-? ZP-?-WQ-ZP- -ZP-?-ZP-ZP ?LTRR?-MK- -?-?rSnk? ?l?-WqpZp- p?-Trp?-Zp ?p?-SN-?- -?-ZP-?-? ZP-?-WQ-ZP- -ZP-?-ZP-ZP ?LTRR?-MK- -Mk-Tr-?-Tr Zp-Zpq?pZp- -Zpn?pSn-? ?-?-?-?p -?-ZPP?-ZP VL-ZP-?-SN- P?-?QZPP? TR-?-MK-?R r?-?k?-Tr Zp-?-VlpZpp -?-?pSn-? ?-Zp-?-VL- -?R?-?-? ?-?-?N?- PZPP?-ZPPZP ?-MK-?-?R Vladímir Makogónov (1904-1993) FO TO : S OV IET CH ES S H IST OR Y ADRIAN MIKHALCHISHIN 47LA REGLA DE MAKOGÓNOV amenaza ni coordinación aparen- tes. Gligorić vio que el alfil de a3 está absolutamente vacío y prepa- ra su movimiento a g5. 15.¥c1! ¤g4 ¿Qué más hacer? Las negras se decidieron por un contrajuego arriesgado. 16.f3 ¤xd4 17.cxd4 £xd4 18.¦b1! Sería un error 18.¥b2? £b4+ 19.¢f1 ¦d2 20.¥a3 £c3. 18...¤e5 Lleva a lo mismo 18...¤f2!? 19.¥e3! ¤d3+ 20.¢f1. 19.¥e3 ¤d3+ 20.¢f1 £e5 21.¦h3! ¦d7 22.¢g1! Muy técnico: las blancas deben volver a poner en juego el caballo en g3 vía f1 y la torre de h3 vía h2, tras un previo g2–g3. 22...¦hd8 23.¤f1 ¤f4 24.¥xf4 £xf4 25.g3 £e5 26.¦h2! Siguiente paso: ¡la torre entra en acción! 26...¦d3 27.¦f2 g6 28.¢g2 ¢b7 29.£b2 Las blancas consolidan la pieza de ventaja y el resto es fácil para un jugador de la gran calidad técnica de Gligorić, que no tuvo proble- mas para imponerse. 29...¦8d4 30.¦d2 £a5 31.¦xd3 ¦xd3 32.£e2 ¦c3 33.¦b3 ¦c1 34.¦b2 £c3 35.¦d2 a5 36.¤e3 £a3 37.¤d1 £c5 38.e5 ¢a7 39.¤f2 a4 40.£e4 1–0 Korchnói, V – Spaski, B San Petersburgo, 1999 Detengámonos primero en obser- var el alfil situado en f3, ¿qué podemos hacer con él? Nada, claro. Luego nos preguntamos: ¿qué está haciendo el caballo en c3? 23.¤e2! Se ataca c5 mientras el caballo se dirige a h5, desde donde planteará problemas insolubles a las negras. 23...c4 Las negras intentan jugar de forma activa. 24.¤g3! El blanco debe continuar con su plan. Era tentador cambiar de ruta con 24.¤d4, pero tras 24...cxb3 25.£xb3 £c4 26.¤e6 ¦fc8, ¡el caballo en e6 no está haciendo nada! ¡Un caso muy extraño! 24...cxb3 25.£xb3 £c4 26.¤h5! £xb3 27.axb3 ¤bc8 28.¤xf6 exf6 29.¦e6 b6 -Mk-?-?-Tr Zp-Zpr?pZp- -Zp-?p?-? ?-?-Wq-?p -?-?P?-ZP ?-?nVLPSNR P?-?Q?P? ?R?-?K?- -Mk-Tr-?-? Zp-Zpr?pZp- -Zp-?p?-? ?-?-Wq-?p -?-?P?-ZP ?-?-?PZPR P?-?Q?-? ?R?-?NMK- -Trq?-Tr-Mk Zpp?-Zp-?p -Sn-Sn-Vl-? ?-ZpP?p?- -?-?-ZP-? ?PSN-?L?- P?Q?-VLPZP ?-?RTR-MK- -Trq?-Tr-Mk Zpp?-Zp-?p -Sn-Sn-Vl-? ?-?P?p?- -?p?-ZP-? ?P?-?L?- P?Q?NVLPZP ?-?RTR-MK- Spaski y Korchnói durante su match de 2009, 32 años después del que disputaran en 1977 en la final de Candidatos. FO TO : S OV IET CH ES S H IST OR Y 48 LECCIONES DE ESTRATEGIA 30.¦c1! Regla de Makogónov, que utiliza- remos varias veces en la partida. La torre en d1 no hacía gran cosa, así que ocupa la otra columna abierta, para invadir en c6 o c7. 30...¦b7 31.¦c6 ¦d7 32.¥d4 ¢g7 Es hora de que la peor pieza entre en acción: ¡el rey! 33.g3! También era buena 33.¢f2; o incluso la más directa 33.g4 fxg4 34.¥xg4, con idea de ¦f6. 33...¢g6 34.¢g2 h5 Si el negro se limita a esperar, podría seguir: 34...¢g7 35.g4 fxg4 36.¥xg4 ¦dd8 37.¥b2 ¦f7 38.¢f3 a5 39.¥h5 ¦ff8 40.¦xf6 ¦xf6 41.¦c7+ ¢h6 42.¥xf6 ¢xh5 43.¥xd8. 35.¢h3 h4 36.gxh4 El truco final era 36.¢xh4?? ¦h8+. 36...¤e4 37.¥xe4 fxe4 38.¥xf6 ¢h7 39.¥g5 ¦xd5 40.¦c7+ Y las negras abandonaron ante 40...¢g8 41.¦g6+ ¢h8 42.¥f6+, con enorme pérdida de material. 1–0 Kárpov, A – Spaski, B San Petersburgo, 1974 Regla de Makogónov: la pieza más débil es el caballo de c3 y es nece- sario encontrarle alguna función. 24.¤b1! Para llevar el caballo a f3 y expul- sar el caballo negro con c2–c3. Era peor 24.¦xd8+ ¦xd8 25.¥b6 ¦d2. 24...£b7 25.¢h2 ¢g7 26.c3 ¤a6 -Trn?-Tr-Mk Zp-?-?-?p -Zp-SnRZp-? ?-?P?p?- -?-?-ZP-? ?P?-?L?- -?-?-VLPZP ?-?R?-MK- -?n?-Tr-? Zp-?r?-Mkp -ZpRSnRZp-? ?-?P?p?- -?-VL-ZP-? ?P?-?L?- -?-?-?PZP ?-?-?-MK- -?n?-Tr-? Zp-TR-?-?k -Zp-?R?-? ?-?r?-VL- -?-?pZP-ZP ?P?-?-?K -?-?-?-ZP ?-?-?-?- r?-Tr-?k? ?-?-Wqp?- -?p?-?p? Zp-?-Zp-?p PSnQ?P?-Vl ?-SN-VL-?P -ZPPTR-?P? ?-?-?RMK- r?-Tr-?-? ?q?-?pMk- n?p?-?p? Zp-?-Zp-?p P?Q?P?-Vl ?-ZP-VL-?P -ZP-TR-?PMK ?N?-?R?- Un momento de la histórica final de Candidatos entre Korchnói y Kárpov (Moscú, 1974). FO TO : S OV IET CH ES S H IST OR Y ADRIAN MIKHALCHISHIN 49LA REGLA DE MAKOGÓNOV 27.¦e2! Las blancas reservan las torres para doblarse en la columna f, lle- gado el caso. Aún más fuerte que el plan directo 27.¦xd8 ¦xd8 28.¤d2 ¦d7 29.¤f3 ¥f6. 27...¦f8 28.¤d2 ¥d8 Pierde pieza 28...£xb2? 29.¤f3. 29.¤f3 f6 30.¦d2 No funciona 30.¤xe5?? ¥c7, pero era fuerte 30.¤g5! fxg5 31.¦xf8 ¢xf8 32.£e6! ¢g7 33.¦d2! con ata- que decisivo. 30...¥e7 31.£e6 ¦ad8 32.¦xd8 ¥xd8 En caso de 32...¦xd8 33.¤xe5! gana en todas las variantes. 33.¦d1! Kárpov en estado puro, aplicando la regla de la peor pieza. De paso, se evitan las complicaciones deri- vadas de 33.¤xe5 £c7! 33...¤b8 34.¥c5 ¦h8 Llega el momento de entrar a matar. 35.¦xd8! ¦xd8 36.¥e7 ¦e8 37.£xf6+ ¢h6 38.¥f8+ ¢h7 39.¤g5+ ¢g8 40.£xg6+ ¢xf8 41.¤h7+ ¢e7 42.£g7+ 1–0 Una gran victoria del joven Anatoli Kárpov. Kursova, M – Topel, Z Reikiavik, 2015 30...¦c8? El alfil en b7 no participa en el juego, por lo que era necesario lle- varlo al flanco de rey. Se imponía 30...¥c8!, con tremendas amena- zas, como ¥g4 y £h5. 31.¥c2 £h4 32.¥b3 ¢h7 33.£e1 £g5 34.£d2 £h4 35.£e1 £g5 36.£d2 £h4 ½–½ Feigins, M – Flohr, S Kemeri, 1937 ¿Qué pieza negra no está bien colocada y cómo mejorarla? 17...¤b8!! El caballo va hacia el flanco de rey.También era posible un plan más clásico: 17...¦ad8 18.b3 g5. 18.¤d2 ¤d7 19.¥f3 ¤f6 20.£d3 ¤e4 21.£e2 ¤g5! 22.¥xd5 exd5 23.¤f3 ¤e4 24.¦ac1 c6 25.¥e1 25...¦ae8! ¡Este movimiento es una simple ejecución de la regla de Makogónov! 26.g3 £d7 27.£f1 g5! Todas las piezas negras apoyan la ofensiva en el ala de rey, y el ata- que será pronto imparable. 28.¦d3 f4 29.exf4 gxf4 30.¤h4 ¢h8 31.£g2 fxg3 32.hxg3 ¤g5 33.f3 ¤h3+ 34.¢h1 ¥e7 35.¥d2 ¥xh4 36.gxh4 £f5 37.¦b3 ¦g8 38.£h2 ¦e6 39.¦f1 ¤f2+ 0–1 r?-?-Trk? ?pZp-Wq-?p p?nVlp?p? ?-?l?p?- -?-ZP-?-? ?-VL-ZPN?- PZP-?LZPPZP TRQ?R?-MK- -?-Vl-Tr-? ?q?-?-Mk- n?p?QZpp? Zp-?-Zp-?p P?-?P?-? ?-ZP-VLN?P -ZP-?-?PMK ?-?-?R?- -Sn-Vl-?-Tr ?q?-?-Mk- -?p?QZpp? Zp-VL-Zp-?p P?-?P?-? ?-ZP-?N?P -ZP-?-?PMK ?-?R?-?- -?-?-Trk? ?l?-?-Zp- p?-?-?rZp ?p?PZp-Wq- -?-VlPZp-? ?-SNL?R?P PZP-?Q?P? ?-?-?R?K r?-?-Trk? ?p?-Wq-?p p?pVl-?p? ?-?p?p?- -?-ZPn?-? ?-?-ZPN?- PZP-?QZPPZP ?-TRRVL-MK- -?-?rTrk? ?p?q?-?p p?pVl-?-? ?-?p?pZp- -?-ZPn?-? ?-?-ZPNZP- PZP-?-ZP-ZP ?-TRRVLQMK- Kárpov ha sido un virtuoso aplicando la regla de Makogónov. www.ajedrez21.com Novedades Opening Repertoire: the Grünfeld Defence Nigel Davies Completa guía a través de las complicaciones de la Grünfeld, elaborando un repertorio para el negro. Examina todos los aspectos de esta apertura altamente compleja y proporciona al lector un análisis bien analizado, fresco e innovador. Chess Informant 147 Awakening ¡La publicación periódica que los profesionales usan con placer es, al mismo tiempo, una publicación imprescindible para todos los estudiantes de ajedrez serios! Enciclopedia de Aperturas - Volumen B-II Cobertura completa de las variantes Richter-Rauzer, Dragón, Sozin, Scheveningen y Najdorf. Todas las líneas menores de 2 ... d6, cubiertas en detalle. 1.e4! The Chess Bible - Volume 1 Justin Tan En este libro, encontrará que las negras deben actuar con cuidado si juegan con un sistema poco convencional, ya que el autor ha descubierto varias refutaciones a las líneas más populares y ampliamente aceptadas en las aperturas de peón de rey. 1.d4! 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Pero entonces, a falta de 2´ y estando ocho puntos abajo en el marcador, el entrenador Rick Carlisle paró el partido y sor- prendió al mundo dando entrada al debutante David Antón. Luka, con ánimo de liberar de pre- sión al novato, le preguntó por su gran pasión antes de reanudarse el juego: —¿Cómo llevas el confinamiento en la burbuja, David? Supongo que te habrá afectado en tu carrera de ajedrecista… —Ha sido un gran cambio para el ajedrez presen- cial y, por supuesto, en algunos momentos perdí un poco el ritmo, ya que antes solía jugar un tor- neo al mes. Espero recuperar mi nivel cuando vuelva a jugar. Necesito práctica —respondió Antón, la vista puesta en el marcador—. Pero, por otra parte, el boom del ajedrez en línea me ha ayu- dado a mantenerme activo. Mas diría que es muy diferente: no me vale como entrenamiento para competir en tablero físico. Los padres de Antón, a 7.251 km. de allí, no qui- taban los ojos del televisor. El niño se les había hecho hombre en unos años y ver su nombre bri- llando entre los grandes daba sentido al esfuerzo de media vida ajedrezando. David, para aislarse, llevó la mente a una partida que habíamos jugado esa misma tarde: AGUADERO, J. – ANTÓN, D. 1.d4 ¤f6 Durante la partida habíamos estado hablando de sus opciones de debutar esa noche junto a Divis ante los Lakers y, también, de sus éxitos recientes en el ajedrez: —Has jugado con los más grandes del mundo en el torneo Tata Steel Chess 2021, en Wijk aan Zee. ¿Qué se siente? —No es algo en lo que haya pensado mucho. Jugar contra el top10 es diferente a lo que estaba habi- tuado, claro… pero, en realidad, no me lo he plan- teado de manera muy diferente: siempre juego a ganar. A partir de cierto nivel las partidas siempre son duras, no cambia tanto, aunque juegues con el campeón mundial. 2.¥f4 b6 —¿Notaste que los rivales te tratasen de manera diferente? —Hace tiempo que noto que me respetan como jugador, no me quieren ir a ganar por ser yo. Y, fuera del tablero, los ajedrecistas son gente maja, nunca he tenido problemas con ninguno. Normalmente, tras las partidas, charlamos un poco. El ambiente, dentro y fuera del tablero, es muy bueno. David es un joven divertido, como pudieron cons- tatar los espectadores que le vieron, a finales de febrero, en el programa de televisión La resisten- cia (Movistar+), capeando las preguntas del mor- daz David Broncano. Entre sus cualidades, en Antón me atrevo a destacar una mirada de acero con la que mide las distancias y refuerza las pare- des de su círculo de confianza. 3.¤f3 ¥b7 »»» 53DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES Jorge I. Aguadero Casado @aguaderocasado Fotos Tata Steel 2021 David Antón capeó con maestría las preguntas del mordaz David Broncano en “La resistencia” (Movistar+). L Ya cuando nos conoci- mos, en el Magistralde León, estando en franca subida libre, sus pies se asentaban en tierra. Por eso, vi lugar para pre- guntarle: —¿En qué momento, en el intervalo desde León 2017 hasta el presente, intuiste que podías enfrentarte a los superélite de tú a tú? —Como tengo muy mala memoria no me acuerdo de estas cosas, pero… —créanme, nuestro héroe entrecerró los ojos. ¿Recuerdan cuando Leonard Cohen cantaba las sublimes estrofas de “Hallelujah” con voz profunda? Sonó, de alguna forma, aunque estábamos jugando en silencio—. Si hubo un torneo que marcó la diferencia, diría que fue cuando gané Tata Steel B, en Praga, en 2019. Fue un buen año, también lo hice bien en el Europeo. Las sensaciones fueron muy buenas: cuando jugaba con rivales de 2725-2750 no notaba que fuesen mejores que yo. Entendí que, aunque los top10 son excelentes, en una partida les puedo ganar. Volviendo al partido contra los angelinos, la reacción de Dallas, que- dando solo 1´ para fina- lizar el cuarto y último tiempo, devolvía la ilusión a sus seguidores. David, consciente de que había que seleccionar los tiros, dio circulación al balón para que Porzingis postease y comprimiese el marcador en un ajustado 89-92 a favor de los visi- tantes. Hubo, entonces, una petición de tiempo muerto por parte del entrenador del equipo de púrpura y oro, que Doncic aprovechó para seguir hablando de ajedrez con Antón: —¿Cómo es tu rutina de entrenamiento? —Me levanto bastante tarde, a las 13:00 h. o inclu- so después… —¡Qué tarde! —Es porque estudio más cómodamente por las noches. Si me permiten el inciso, he de confesarles que me cuesta fiarme de las per- sonas que madrugan, pues las cosas divertidas de la vida suelen suceder cuando el sol se oculta. —No me pongo a entre- nar directamente, juego un rato a algún videojue- go. Luego, sobre las 17:00 h., me pongo a entrenar. Lo normal suele ser ver las partidas que se han jugado en los principa- les torneos, para coger ideas y aprender. Y, luego, voy improvisando. A veces veo una línea que me interesa jugar y le dedico unas cuantas horas. Otras veces, entreno menos y hago cualquier otra cosa: análisis, problemas… sin una estructura rígida de entrenamiento. He de reconocer que, si no tengo un torneo cercano, me cuesta entrenar. —¿En qué sentido? —Por ejemplo, si veo una línea interesante, me cuesta ponerme a estudiarla sabiendo que pueden pasar meses hasta que llegue a emplearla. —Si fuese para un supertorneo, ¿cambiarías mucho tu entrenamiento? —Sobre todo, en las semanas previas a jugar. Aumenta mucho la motivación, sea cual sea la categoría del torneo. Me centro más en las apertu- ras, especialmente si sé quiénes serán mis riva- les, y entreno duro. Luego, durante el torneo, bajo el ritmo de prepara- ción, prefiero reservar energías. Por eso, me gusta tenerlo todo pre- parado previamente, para en el torneo solo revi- sar, memorizar y no hacer el trabajo de estar ana- lizando cuatro horas una partida. Prefiero revisar una hora (como mucho, dos) alguna línea que no tenga bien memorizada—. El tiempo muerto se eternizaba; la mente de Antón voló de nuevo hacia la partida. 4.e3 e6 5.¤bd2 h6 —En Tata Steel, ¿hubo algún rival que te sor- prendiese? —En general, no. Pero sí que me llamó la atención Jorden van Foreest, quien ganó el torneo, pues meses atrás no pensaba que fuese tan bueno como para eso. No obstante, habíamos jugado en el Cerrado de La Palma y ahí ya le vi muy buen nivel. En cuanto al resto, son jugadores más asen- tados, muy conocidos, no hay salidas de guion. JORGE I. AGUADERO CASADO 54 DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES “Si hubo un torneo que marcó la diferencia, diría que fue cuando gané Tata Steel B (Praga, 2019)”. “Suelo entrenar diariamente a partir de las 17:00 h., pero debo reconocer que si no tengo un torneo a la vista me cuesta ponerme”. “En el pasado Tata Steel me sorprendió mucho el ganador, Jorden van Foreest. No pensaba que hubiera progresado tanto”. 6.c3 ¤h5 —¿Qué crees que va a pasar cuando se reanude el Candidatos? La sonrisa de Antón se extendió como el mar en el plenilunio, incontenible. El profesional se identifi- caba con el aficionado que, desde la niñez, sueña con estar en la distancia donde se disputan los grandes títulos. —Puede pasar de todo. Es una situación extraña, lo que puede despistar a los jugadores. Les puede afectar mucho el no haber jugado presencialmen- te durante largo tiempo. Ya veremos. —Desde tu punto de vista, ¿qué opinas de la FIDE? Formulé la pregunta a bocajarro, había confianza. David se puso serio: —Tengo dudas sobre su trabajo en general. Creo que tienen buenas intenciones y que hay personas trabajando bien, espe- cialmente en la promo- ción del ajedrez y en las Redes Sociales, aunque muchos jugadores profe- sionales coincidimos en que están fallando en las competiciones, pues están haciendo cosas extra- ñas con las que no estamos de acuerdo. —¿Por ejemplo? —El cambio de la Copa del Mundo, doblando el número de participantes, dando más plazas para las federaciones que participan en la Olimpíada. Es un torneo del que nadie se había quejado. Estábamos contentos con el sistema y lo cambia- ron, en mi opinión y en la de muchos jugadores fuertes con los que he hablado, solo para ganar las próximas elecciones. 7.¥g3 d6 —El aficionado español se emociona con tus resultados, sueña con un español jugando el Candidatos, luchando por el título mundial. ¿Qué habría de darse para llegar a ese punto? Doy fe de que a David se le iluminó el rostro. ¿Cuántas veces habrá soñado, él mismo, con estar ahí? Imaginé al maestro, ya sea David o cualquier otro de los muchos talentos que ha dado el ajedrez, sentado frente al muelle, esperando la lle- gada de un barco entre la JORGE I. AGUADERO CASADO 55DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES Todo un hito: David Antón hace tablas contra Magnus Carlsen en la ronda 2 de Tata Steel 2021. “En el Candidatos puede pasar de todo. A los jugadores les puede afectar mucho no haber competido presencialmente en mucho tiempo”. bruma, construida la autoestima a base de prestar poca atención a los halagos y de no hun- dirse a la sombra de las derrotas. —Muchas cosas, Jorge. Creo que tengo nivel para competir contra cual- quiera, pero para el Candidatos se clasifican ocho. En algún momento me podría clasificar, pero es francamente difícil. Necesitaría hacer un tornea- zo, en el Grand Swiss de la FIDE o en la Copa del Mundo. Para eso necesitaría suerte y seguir traba- jando aspectos ajedrecísticos en los que aún tengo carencias. 8.¥d3 ¤d7 El sueño de tener a uno de los nuestros en el Candidatos topa con una realidad: se precisan medios. La exigencia ha de ir acompañada de una base objetiva que les permita auparse. Me pregun- taba si esos medios estaban a su alcance: —David, ¿tienes un buen ordenador? —Mi entrenador (Divis) y yo, compra- mos un ordenador, hace unos cuatro años, muy potente para el estándar del momento. Es una herramienta que me ha ayudado muchísimo, aunque con el avance tecnológico se ha quedado obsoleto. Estamos planteándonos comprar uno nuevo. Lo que nos está frenando para la compra es que, con mi pre- paración, ya suelo quedar bien en la apertura en las partidas y no tengo problema en los análisis. Además, ahora, existe la posibilidad de alquilar máquinas en la nube con Chessbase, lo que utili- zan varios jugadores. Así que, en general, tenemos un buen ordenador. 9.0-0 ¥e7 —Magnus Carlsen tiene acceso a supercomputa- ción. ¿Te iría bien tener esa oportunidad? ¿Sería oportuno para tus aspi- raciones deportivas? —¡Por supuesto! ¡Sin duda! Me ayudaría, prin- cipalmente, a economi- zar tiempo. Para que te hagas una idea, Jorge, aunque nuestro ordena- dor está bien, sabemos de ordenadores de riva- les que van diez veces más rápido. ¿Te imaginas la ventaja que supone cuando tienes solo una nochepara preparar la partida? No tengo acceso a nin- gún ordenador de esas características. —Pues es algo que se podría plantear al Consejo Superior de Deportes. Un acceso remoto a supercomputación, en períodos concretos, parece viable. Otro aspecto que me interesaba conocer era el relativo a la nutrición: —He hablado del tema con otros jugadores que lo han trabajado más, como Iván Salgado o Noel Studer, quien está trabajando con una nutricio- nista. Por supuesto, alimentarse bien y tener ener- gía en los torneos es vital, pero es un campo que nunca he trabajado de manera específica, creo que es suficiente con comer de mane- ra razonable. 10.¦e1, 0-0 Quedaba solo 1´´ por jugarse en la final entre Mavericks y Lakers. El luminoso reflejaba un empate a 99 cuando, al recibir una falta personal de Lebron James, David Antón asumió la responsabilidad de lanzar desde la línea de tiros libres. El equipo le arropaba; la pre- sión para el debutante era máxima. Luka, en clave ajedrecística, le preguntó si se veía con confianza: —Cuanto más se sube, mayor es la caída. ¿Cómo llevas eso? —Es algo en lo que he pensado desde hace tiempo —confesó David sin per- der de vista el aro angelino-. Antes de llegar a 2700, sinceramente, hubiera apostado a que no llega- ría. Todos tenemos un límite. ¡Y mira que yo siempre pongo el trabajo por encima del talento! Pero, una vez llegado ahí, com- prendes que, jugando con los mejores, a veces ganas, a veces JORGE I. AGUADERO CASADO 56 “Para poder llegar a jugar un Candidatos necesitaría suerte y seguir trabajando aspectos en los que aún tengo carencias”. pierdes… Ahora tengo la convicción de que podría llegar a 2750. ¿Más que eso? Ahí ya me entran las dudas, sería muy difícil. —¿Ha habido alguna crisis acompañada por profundas dudas? —le preguntó el exjugador del Real Madrid. —Depende con respecto a qué. No he tenido dudas en cuanto a dedicarme al ajedrez, lo disfru- to muchísimo, pero sí he tenido dudas con respec- to a dónde iba a llegar. Hay momentos duros, en los que te vienes abajo, es así. Mi afición es tam- bién mi profesión, y eso se hace sentir doblemente doloroso cuando se pierde, pero vivo mi progre- sión sin preocupación, llegando hasta donde pueda. Soy afortunado: soy feliz con lo que hago y puedo vivir de jugar al ajedrez. David botó el balón. Una vez. Dos. Miró al árbitro, esperando su señal; libe- ró el pensamiento yendo de nuevo al Sistema Londres que habíamos jugado. 11.e4 ¤xg3 —En cuanto a la calidad de vida que te está dando el ajedrez, ¿estás satisfecho? En León 2017 me dijiste que vivías de manera un tanto ajustada… —Estoy muy contento por cómo me ha ido — echó la vista atrás-. Mejor de lo que esperaba, por mi nivel, pues el ajedrez es un deporte limitado económicamente. Pero he tenido unos años bue- nos y estoy satisfecho de haber seguido este cami- no, desde luego. —¿Has tenido la tentación de hacerte streamer? —Hay que decir que abrí un canal de Twitch con Divis y con Pepe Cuenca, mas no seré streamer porque requiere dedicación diaria. Para ello ten- dría que dejar el ajedrez de competición y eso no va a pasar —expuso sonriendo con franqueza. 12.hxg3, a6 Durante la partida, David Antón me dijo, entre risas, que seguía sin haber visto “Gambito de Dama” (Netflix). Me llamó la atención, a tenor de que la serie ha propicia- do un aumento de la base de aficionados, con muchos niños y niñas tomando clases. Sin embargo, me preocupa que haya una sobresatura- ción de oferta ajedrecística de élite, con multitud de torneos en línea con participación del top10. Lo que antes era excepcional se está volviendo rutinario. —¿Se corre el riesgo de que las partidas entre los mejores pierdan el halo glamuroso que tuvieron en el pasado? —Quizá haya un poco de riesgo, pero creo que, en cuanto vuelva el ajedrez presencial, es el que más disfrutará y valorará el aficionado. Durante la pandemia se jugó Tata Steel y sus números de seguimiento fueron mayores que los del Tour Online. Así, más que perjudicar, los torneos en línea han ayudado a visibilizar el ajedrez. Es ver- dad que los primeros hacían más ilusión que los siguientes, pues ver todos los meses algo que antes era tan específico a mí también me cansa un poco, pero cuando vuel- va la normalidad el aje- drez presencial se habrá visto fortalecido. —¿Qué te dice el hecho de que, durante la pan- demia, el ajedrez en línea haya sido una fuente de cordura y de alivio para millones de perso- nas confinadas en sus hogares? —Me alegra mucho, claro. El ajedrez, aunque al principio pueda ser rechazado porque parezca complejo, proporciona mucho placer y una buena parte de las personas que se han acercado al juego-ciencia en la pandemia va a seguir practi- cándolo en el futuro, por lo que les seguirá ayu- dando en otras facetas. El pitido del árbitro levantó al público de sus asientos en el American Airlines Center de Dallas. Se hizo el silencio en el pabellón. Todos los ojos, en ese momento, se pusieron en el jugador español. David fue consciente de que, esa noche, tenía la oportunidad de definir las finales de la NBA. Las esperanzas de la afición, en sus hombros, pesaban, pero tenía buena madera y los dioses le habían puesto ahí, preparado para jugarse el último tiro. JORGE I. AGUADERO CASADO 57DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES “Tengo la convicción de que puedo llegar a los 2750. ¿Más que eso? Ahí ya me entran las dudas”. “Me alegra mucho comprobar que el ajedrez ha supuesto un alivio para millones de personas durante el pasado confinamiento”. ¡Cómase ese caballo de una vez, Rossetto! La IX Olimpíada de Ajedrez tuvo lugar en Dubrovnik (Yugoslavia, actual Croacia) del 20 de agosto al 11 de septiembre de 1950. Fue la primera que se organizó después de la Segunda Guerra Mundial. La última había sido la de Buenos Aires en 1939, aunque en ese entonces se llamaba Torneo de las Naciones. Participaron solo dieciséis países, aunque pudieron ser más. En esos momentos, las relaciones entre la Unión Soviética y la Yugoslavia del mariscal Tito no eran buenas, y la primera decretó el boicot a esta competición ajedrecística, por lo que no envió a su poderoso equipo de ajedrez, como tampoco lo hicie- ron los países satélites de la URSS de Europa del Este: Hungría, Polonia, Rumanía, Alemania Oriental, Checoslovaquia, etc. Cinco equipos eran los principales favoritos a una de las tres meda- llas en juego: Yugoslavia, Argentina, Holanda, Estados Unidos y Alemania. La competi- ción sería larga, cada equipo juga- ría contra las otras quince escua- dras y, dada la paridad de fuerzas entre los cinco candidatos. cada punto sería muy importante. Al llegar a la séptima ronda, el equipo yugoslavo había consegui- do 19,5 puntos, distanciándose del segundo, Alemania, que llevaba 16,5. Tercero marchaba el equipo argentino, con 16 puntos. A medio punto por detrás, compartiendo el cuarto y quinto puestos, estaban las selecciones de Estados Unidos y Holanda (15,5 puntos), y a una unidad de estos iba Bélgica, con 14,5 puntos. Fue en esta ronda séptima cuando ocurrió la partida que da título a esta historia. Argentina se enfren- taba a Dinamarca, que no tenía a ningún titulado en sus filas. Los tres primeros tableros argentinos habían ganado ya sus partidas: el GM Miguel Najdorf a Christian Poulsen, el MI Julio Bolvochán a Jens Enevoldsen, y el MI Carlos Guimard a Eigil Pedersen. Solo quedaba una partida en juego, la de su cuarto tablero, el MI Héctor Dalecio Rossetto (1922 – 2009), que se enfrentaba al jugador danés Moises Aron Kupferstich (1905 – 1984). La posición más crítica de esta partida llegó cuando el jugador danés, en una posición bastante inferior, sacrifica un caballo con la esperanza de conseguir unas tablas por jaque continuo. 58 El lado oscuro del tablero AI Mario Tallarico En estatercera entrega de El lado oscuro del table- ro, veremos a la selección argentina durante la 9ª Olimpiada de 1950 en Dubrovnik, siguiendo con enorme preocupación la partida de Héctor Rossetto y cómo se acercaron a este hablando en «Lunfardo». Y qué decir de la divertida anécdota entre Chigorin y Tarrasch, que pone de manifiesto el férreo e intransigente carácter del maestro alemán. Por último, comprobaremos el mal perder de Nimzo - witsch frente a Sae misch... y es que el maestro alemán siempre fue un buen cliente de Nimzo witsch, quien en sus enfrentamientos parti- culares se impuso con un contundente + 9. CASILLA 66 - HISTORIAS DE AJEDREZ 59 Kupferstich – Rossetto 9ª Olimpiada Dubrovnik, 1950 [R7] El jugador argentino se sumerge en una larga reflexión. Para enton- ces había numeroso público observando esta partida, entre ellos sus compañeros de equipo que, en un pequeño corro, discu- tieron algunas variantes y llegaron a la conclusión de que sí era comestible la pieza del danés, sin riesgos a un posterior empate. Pero Rossetto parecía no tenerlo muy claro, y seguía meditando si podía o no comerse el caballo. Los argentinos se impacientaron y decidieron que había que hacerle saber que se lo comiera, pero... ¿cómo hacerle llegar el mensaje? Finalmente, decidieron que Carlos Guimard (1913 – 1998) fuera el encargado de acercarse lo máximo posible a Rossetto y le hiciese saber de la forma más discreta posible que podía capturar la pieza sin temor alguno. Fue así cómo Guimard se fue acer- cando lentamente al tablero de su compañero, apartando con sus manos a la gente que estaba delan- te de él, utilizando un tono propio de: “permiso”, “por favor”, “gra- cias”, “muy amable”, pero dicien- do en realidad: “Morfate el yoba- ca”, “Morfate el yobacaaa”… Le estaba comunicando en Lunfardo(1), de forma encubierta, claro: “cómete el caballo”, “cómete el caballo”. De esta manera evitaría que algu- nos de los árbitros o espectadores, que pudieran hablar español, se dieran cuenta de esta ayuda extra- deportiva. ¿Cómo continuó la partida? Finalmente, para alivio de sus compañeros de equipo, Rosetto captura la pieza. 1...£xg4 2.£f7+ ¢d8 3.£g8+ ¢e7 4.£g7+ ¢e6 5.£g8+ ¢e5 6.£h8+ ¢e4 0–1 No hay forma de conseguir un jaque continuo. Por ejemplo: 72.£e8+ ¥e5 73.£c6+ d5 74.£c2+ d3 75.£a4+ ¥d4 76.£e8+ ¢f3 77.£f7+ ¢g3, y se le acabaron al blanco los jaques útiles. Si 78.£c7+ £f4+, con cambios de damas. Finalmente, los cinco primeros países clasificados de esta olimpía- da fueron: Esta anécdota se contó, y sigue contándose en Argentina, desde hace muchísimos años aunque, en honor a la verdad, pudo haber sido un poco distinta según el tes- timonio de uno de sus principales protagonistas. En mayo del año 1999, coincidí con el gran maestro Héctor Rossetto en Buenos Aires y aproveché para preguntarle por la famosa historia. La confirmó en lo esencial, y me dio algunos detalles más de esta interesante anécdota. —“Yo me di cuenta bastante rápido de que podía comerme ese caballo sin riesgos a un jaque continuo, pero no lo capturaba para hacer sufrir a mis compañeros de equipo, que estaban pendientes de mi partida. Por esta razón, dejaba correr el tiempo mientras observaba con aparente indecisión el tablero. Mientras disimulaba no saber qué hacer con el caballo, escuché a Carlos Guimard que repetía el eslogan de una famosa publicidad de la aspirina de aquellos años: «Yo me lo tomo»(2)”. Un final insólito en Viena Dos de los ajedrecistas más fuertes del mundo, en aquellos años finise- culares del siglo diecinueve, eran el maestro ruso Mijaíl Chigorin (1850 – 1908) y el alemán Siegbert Tarrasch (1862 – 1934), ambos can- didatos al título de Campeón del Mundo en algún momento de sus vidas ajedrecísticas. Chigorin fue candidato dos veces, en ambas oca- siones contra Willeim Steinitz (1836 – 1900), y ambas en La Habana: 1889 y 1992. En la primera, se impuso Steinitz por amplio mar- gen: 10,5 a 6,5 puntos; en la segun- da el marcador fue más ajustado, volviendo a vencer el maestro checo por 12,5 a 10,5 unidades. -?-?-?Q? ?-Mk-?-?- -?-Zp-?-? ?-?-?-Zp- -?-Zp-VlN? ?-?-?-Wq- P?-?-?-? ?-?-?K?- MARIO TALLARICO IM AG EN P RO PO RC IO NA DA P OR EL A UT OR Anuncio en medios de la época, protagonizado por ajedrecistas. EL LADO OSCURO DEL TABLERO N PAÍS PTS 1 Yugoslavia 45,5 2 Argentina 43,5 3 Alemania Federal 40,5 4 Estados Unidos 40,0 5 Holanda 37,0 MARIO TALLARICO 60 CASILLA 66 - HISTORIAS DE AJEDREZ Por su parte, Tarrasch se enfrentó a Emanuel Lasker (1868 – 1941) en 1908 por el campeonato mundial, que se jugó en dos ciudades ale- manas: Dusseldorf y Múnich, imponiéndose Lasker por un amplio margen: 10,5 a 5,5 puntos. En 1898, el torneo de Viena celebró el quincuagésimo aniversario del acceso del emperador Francisco José I de Austria al trono de Austria-Hungría. Fue el torneo más importante de la época y, de los grandes, solo Lasker y Charousek estuvieron ausentes. Nuestros protagonistas, Chigorin y Tarrasch, en 1893 habían disputa- do un largo encuentro amistoso en San Petersburgo (Rusia) a 22 parti- das, con un resultado nivelado: + 9 – 9 = 4. Pero en Viena, donde participaron 19 jugadores, debían enfrentarse entre sí a dos encuentros. En la primera partida se impuso Tarrasch. Veamos qué ocurrió en la segunda: Chigorin – Tarrasch Viena, 1898 1.f4 e5 2.fxe5 d6 3.exd6 ¥xd6 4.¤f3 g5 5.d4 g4 6.¤e5 ¥xe5 7.dxe5 £xd1+ 8.¢xd1 ¤c6 9.¤c3 ¥e6 10.¥f4 0–0–0+ 11.¢e1 ¤ge7 12.e3 ¤g6 13.¥d3 ¤cxe5 14.¥xg6 ¤xg6 15.¦f1 f5 16.¦f2 h5 17.¦d1 ¦xd1+ 18.¢xd1 ¦e8 19.¤e2 c5 20.¤c3 ¦d8+ 21.¦d2 ¦xd2+ 22.¢xd2 ¢d7 23.g3 ¢c6 24.¥b8 a6 25.b3 b5 26.¢d3 b4 27.¤e2 ¥d5 28.c4 ¥e4+ 29.¢d2 ¤f8 30.¥e5 ¤e6 31.¥f6 ¢d6 32.¤f4 El blanco obliga al negro a cambiar los caballos y a llegar a un final de tablas con alfiles de distinto color. 32...¤xf4 33.exf4 ¢d7 Naturalmente, el peón de a2 no es comestible, puesto que luego de 33...¥b1 34.¢c1 ¥xa2 35.¢b2, el alfil no tendría salida. 34.¢c1 a5 35.¢b2 ¥d3 36.a4 ¥e4 37.¢a2 ¥f3 La posición es de absoluta igual- dad: alfiles de distinto color, ambos reyes deben proteger las bases de sus peones: b3 el blanco y c5 y a5 el negro y, sobre todo, que la estructura de peones impide a los monarcas incursionar en el terreno enemigo. Por estas razo- nes, Chigorin propone dejar la partida en empate, a lo que Tarrasch se niega. -?-?-?-? ?-?-?-?- p?-MknVL-? ?-Zp-?p?p -ZpP?lSNp? ?P?-ZP-ZP- P?-MK-?-ZP ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?k?-?- -?-?-VL-? Zp-Zp-?p?p PZpP?-ZPp? ?P?-?lZP- K?-?-?-ZP ?-?-?-?- Los 19 participantes en el torneo de Viena de 1898. De izq. a der. y sentados: en primer lugar Tarrasch y en quinto Chigorin. FOTO: CHESS NOTES BY EDWARD WINTER MARIO TALLARICO 61EL LADO OSCURO DEL TABLERO El ruso conocía bien al alemán y se esperaba una respuesta de este tipo, por lo que retira su alfil del tablero: Y, en un mal alemán, le dice: — “¡Pues adelante, gane!” Tarrasch entonces se dio cuenta de que ni con esta importante ventaja mate- rial puede desequilibrar la posición. Ni siquiera serviría entregar su alfil por un peón blanco. Si bien podría en este caso conseguir que su peón de b4 sea pasado y protegido, sin la ayuda de su rey la victoria es impo- sible. Y se firmaron las tablas(3). ¡Tengo que perder con este idiota! El protagonista principal de esta lapidaria frase es nada menos que uno de los ajedrecistas más influ- yentes de la historia del ajedrez: Aron Nimzowitsch (1886 – 19366). Y el protagonista involuntario fue el maestro alemán Friedrich Sae - misch (1896 – 1975). Los hechos: Berlín, 1928, durante un Torneo de rápidas. En esos días el tabaco no estaba prohibido en las salas de juego, y los organizadores, acep- tando la propuesta de Nimzo - witsch, organizaron dos grupos: uno de fumadores y otro de no fumadores, cuyos dos primeros clasificadospasarían a la final. En el primer grupo se impuso un fumador empedernido: Saemisch, y en el segundo un enemigo del tabaco: Aron Nimzowitsch. Los encuentros históricos entre estos dos maestros dejaron un resultado abrumador a favor de Nimzo witsch. Se enfrentaron en 12 ocasiones en partidas lentas entre 1923 y 1930, con un saldo favorable al maestro letón de nueve puntos: + 10, - 1, = 1. Por si esto fuera poco, en 1923 ambos jugadores se enfrentaron en el Copenaguen International Master y Nimzo - witsch consiguió la victoria más espectacular de su carrera, al dejar prácticamente sin movimientos al maestro alemán en la jugada 25, cuando este abandona. Esta gran partida es conocida en la literatura ajedrecística como La inmortal del zugzwang. Y así llegamos a la derrota de Nimzo y a su memorable exabrup- to: —“¡Tengo que perder con este idiota!”— Y dicho en alemán, para que todos se enteraran bien y no quedara ninguna duda: —“Gegen diesen Idioten muss ich verlieren”. La historia, en lo esencial (insulto y protagonistas), la contó el gran maestro austríaco Hans Kmoch (1894 – 1973). ¿Y cómo se enteró este? Según sus propias palabras, se lo contó el propio idiota(4). Aunque Kmoch no dio datos con- cretos del torneo, el que sí lo hizo fue un admirador alemán de Nimzo witsch: Wilfried Krebbers (1968). Según sus indagaciones, el torneo fue el organizado por la Aso ciación de Ajedrez de Berlín, el 9 de agosto de 1928, en el Kaffe Konig de Berlín. Grupo de no fumadores: 1º Nimzowitsch: 9½ puntos. 2º List: 8½. 3º Rotenstein: 7½. 4º Rellstab: 6½. 5º B. Koch: 6 y 6º Wächter: 5½ puntos. Grupo de fumadores: 1º Saemisch: 10½. 2ºAhues: 10. 3º Kagan: 8½. 4º Rabinowitsch: 8, 5º y 6º Enoch y Landmann: 5 puntos. Finalmente, los dos primeros de cada grupo se enfrentaron entre sí, imponiéndose los fumadores al vencer Saemisch a Nimzowitsch y Ahues a List(5). NOTAS DEL AUTOR El Lunfardo es una jerga hablada 1 principalmente en Buenos Aires y muy presente en la letra de muchos tangos. En nuestra histo- ria, “morfar” es comer, y “yobaca” es caballo. Una publicidad protagonizada en 2 medios gráficos por ajedrecistas, principalmente en su momento por Roberto Grau, y en la que también participó el propio Carlos Guimard. Fuente: Chess Panorama de 3 William Lombardy y David Daniels, Chilton Book Co, 1975, pág. 68. Artículo de Hans Kmoch y Fred 4 Reinfeld “Rendición no conven- cional”, en Chess Review. Febrero de 1950, página 55. Wilfried Krebbers, en su portal 5 de nimzowitsch.net -?-?-?-? ?-?k?-?- -?-?-?-? Zp-Zp-?p?p PZpP?-ZPp? ?P?-?lZP- K?-?-?-ZP ?-?-?-?- FO TO : N IM ZO W ITS CH .N ET LEO KRYSA 62 SECCIÓN DE APERTURAS En este artículo analizo una alter- nativa sorprendente y agresiva para enfrentar al siempre sólido doble peón rey. Solo he encontrado 102 partidas registradas con 4.£c4. ¿Qué ganamos y qué perdemos con este rápido cambio en el centro? Ventajas: Eliminamos el peón de e5 del ▪ negro, lo que nos deja con más espacio en el centro. Estamos a dos movimientos de ▪ hacer el enroque largo, que es la idea agresiva que queremos plantear. Al no haber desarrollado el ▪ caballo por f3, estamos a tiem- po de intentar un ataque al flan- co de rey negro con f3 y g4. Desventajas: La dama en c4 se encuentra un ▪ tanto expuesta. Nos hemos retrasado un poco ▪ en el desarrollo. ¿Por qué la dama a c4? La jugada principal tras 3...¤c6 suele ser 4.£e3. En c4 me gusta más, porque no se expone a la pre- sión en la columna e que podría ejercer una torre negra. 4...¤f6 5.¤c3 ¥b4 El movimiento más incisivo. 5...¥e7 nos permitiría desarrollar el alfil por f4, seguido de 0–0–0. Tendríamos más espacio y nos prepararíamos para atacar con f3 y g4. 6.¥f4. 6.¥d2 0–0 7.0–0–0 d6 7...¦e8 8.f3 transpone a 7...d6. 8.f3 Las posibilidades de alcanzar esta posición son muy altas. Nuestro plan es atacar en el flanco de rey con g4 y g5, mientras que el negro precisa de buscar sus posibilida- des en el flanco de dama. 8...¦e8 O bien 8...¥e6 9.£e2. 9.g4 ¥e6 10.£e2 La jugada típica que vamos a rea- lizar cuando nos jueguen ¥e6. Ahora, el alfil tapa a la torre de e8 en la presión hacia la dama de e2. 10...¥xc3 A 10...d5 seguiría 11.g5, y el caballo de f6 se tendría que mover, aflo- jando la defensa del centro. 11.¥xc3 ¥xa2 12.£g2! Es posible 12.b3 a5 13.¢b2 a4 14.¢xa2 axb3+, con posición muy compleja y cierta compensación por la pieza sacrificada. 12...¥e6 13.h4 r?lWq-Trk? ZppZp-?pZpp -?nZp-Sn-? ?-?-?-?- -VlQ?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVL-?PZP ?-MKR?LSNR r?-Wqr?k? ZppZp-?pZpp -?nZplSn-? ?-?-?-?- -?-?P?PZP ?-VL-?P?- -ZPP?-?Q? ?-MKR?LSNR 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 El GM Leo Krysa nos invita a ensayar un sorprendente planteamiento agresivo con piezas blancas. Desde la segunda jugada tomaremos la iniciativa, con la ventaja del factor sorpresa y entrando en territorio poco teórico, donde nuestra mejor preparación puede hacerse valer. r?lWqkVlnTr ZppZpp?pZpp -?n?-?-? ?-?-?-?- -?Q?P?-? ?-?-?-?- PZPP?-ZPPZP TRNVL-MKLSNR Apertura del Centro: 4.£c4 GM Leo Krysa Teoría general LEO KRYSA 63APERTURA DEL CENTRO CON 4.£c4 El bando blanco cuenta con una posición muy prometedora: el peón está claramente compensa- do. Se amenaza con el típico ata- que a la bayoneta mediante h5, g5 , g6 y el alfil de c3 es muy fuerte. Pero considero que 8...¦e8 no es la mejor continuación para las negras. Propongo esta otra línea, como una clara mejora. 8...a5! Acelerando el contrajuego en el flanco de dama y preparando una trampa. Si ahora 9.g4?! ¥e6 10.£e2 ¥xc3 11.¥xc3 ¤b4! Esta era la idea de a5. Ahora el negro amenaza ¤xa2 y estaría con una iniciativa muy fuerte. 9.¢b1! Profilaxis para defender el peón de a2. Ahora, sí, ya estaríamos prepa- rados para iniciar nuestro ataque con g4 y g5. 9...¥e6 10.£e2 Y no serviría 10...¥xc3?! 11.¥xc3 ¤b4 12.a3, neutralizando el ataque negro. Apertura del Centro [C22] 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 0–0 7.0–0–0 d6 8.f3 ¦e8 9.£e2 No es de mi agrado regresar con la dama directamente. Prefiero espe- rar el ataque negro con ¥e6. 9.g4 es mi sugerencia. 9...¥e6 10.£f2 Yi Wei opta en esta partida por un juego más posicional. Libera la casilla e2 para el caballo de g1 e intentar aprovechar su ventaja de espacio. 10...a5 10...¥xc3 11.¥xc3 ¥xa2 12.b3 a5 13.¢b2 a4 14.¢xa2 axb3+ 15.¢b1 es caótico, con chances mutuas. 11.¤ge2 £e7 12.¤f4? Era importante mantener el caba- llo en e2, para respaldar a su par de c3. Tras esta imprecisión, el negro se hizo con la ventaja. 12.g4 hubiese sido mejor, con ventaja blanca. 12...¥xc3! 13.¥xc3 ¤b4! Y aquí las negras obtuvieron la iniciativa, aunque luego Yi Wei ter- minaría imponiéndose. pYI,WEI CHN 2725 KARIAKIN,S RUS 2754 r?-Wq-Trk? ?pZp-?pZpp -?-ZplSn-? Zp-?-?-?- -Sn-?P?P? ?-VL-?P?- PZPP?Q?-ZP ?-MKR?LSNR r?lWqr?k? ZppZp-?pZpp -?nZp-Sn-? ?-?-?-?- -VlQ?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVL-?PZP ?-MKR?LSNR r?-?r?k? ?pZp-WqpZpp -?nZplSn-? Zp-?-?-?- -Vl-?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVLNWQPZP ?-MKR?L?R r?-Wq-Trk? ?pZp-?pZpp -?nZplSn-? Zp-?-?-?- -Vl-?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVLQ?PZP ?K?R?LSNR r?-?r?k? ?pZp-WqpZpp -?-ZplSn-? Zp-?-?-?- -Sn-?PSN-? ?-VL-?P?- PZPP?-WQPZP ?-MKR?L?R FO TO : W OR LD CH ES S - N IK I R IG A Yi Wei sorprendió a Kariakin en su match del GP FIDE de Jerusalén 2019. 64 SECCIÓN DE APERTURAS MI EXPERIENCIA Empleé la Apertura del Centro en cuatro oportunidades, todas en partidas blitz online en el clásico Torneo de Titulados (3+1, 11 ron- das) que se realiza los martes en chess.com. Me enfrenté a 2 GMs y 2 MIs, con un 75% de efectividad. Apertura del Centro [C22] 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 d6 5.¤c3 ¥e6 6.£e2 ¤f6 7.¥f4! Aprovechando que mi rival no jugó con ¥b4, ahora puedo des- arrollarel alfil a f4. 7...¥e7 8.0–0–0 £c8 9.h3 9.f3 también sería posible, pero al no existir presión en el punto e4, puedo empujar con h3 y g4. 9...0–0 10.g4 ¤d7 11.¢b1 ¥f6 12.¤d5 ¥xd5 13.exd5 ¤b4 14.g5 ¥e5 15.¥c1! La ventaja blanca es muy clara. La dama negra en c8 está mal ubicada y tengo mucho más espacio. En particular, se amenaza ya con f4 y toda una ofensiva en el flanco de rey, donde el blanco tiene gran libertad de acción. Finalmente, la partida acabo alargándose hasta la jugada 64, terminando con la vic- toria de las blancas. Apertura del Centro [C22] 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¤e5 6.£e2 ¥b4 7.¥d2 d6 8.0–0–0 0–0 9.a3 ¥a5 10.f3 10.h3 es la sugerencia del ordena- dor en esta posición. La idea es jugar g4 y reservarme la idea de hacer f4 también, presionando al caballo de e5. 10...¥e6 11.£f2 ¤c4 12.¥xc4 ¥xc4 13.g4 b5 14.g5 Y el blanco ganó en la jugada 48. Apertura del Centro [C22] 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 0–0 7.0–0–0 ¦e8 8.f3 ¤e5?? 9.£xb4+– Y las blancas ganaron en el movi- miento 44. Apertura del Centro [C22] 1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£c4 d6 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 0–0 7.0–0–0 d6 8.f3 a5 9.¢b1 ¥e6 10.¤d5? Un grave error, que pierde un peón. 10.£e2 era lo correcto, con chances mutuas. 10...¥xd2 11.¦xd2 ¤b4 12.a3 ¤bxd5 13.exd5 ¤xd5! 14.£d4 Si 14.¦xd5 c6μ 14...¦e8 Y el negro ganó en la jugada 23. r?q?-Trk? ZppZpn?pZpp -?-Zp-?-? ?-?PVl-ZP- -Sn-?-?-? ?-?-?-?P PZPP?QZP-? ?KVLR?LSNR pKRYSA,L ARG 2527 SIROSH,I EST 2400 pKRYSA,L ARG 2527 MAZUR,S SVK 2416 pKRYSA,L ARG 2527 SYCHEV,K RUS 2572 r?lWq-Trk? ZppZp-?pZpp -?-Zp-Sn-? Vl-?-Sn-?- -?-?P?-? ZP-SN-?P?- -ZPPVLQ?PZP ?-MKR?LSNR r?-Wq-Trk? Zp-Zp-?pZpp -?-Zp-Sn-? Vlp?-?-ZP- -?l?P?-? ZP-SN-?P?- -ZPPVL-WQ-ZP ?-MKR?-SNR r?lWqr?k? ZppZpp?pZpp -?-?-Sn-? ?-?-Sn-?- -WQ-?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVL-?PZP ?-MKR?LSNR r?-Wq-Trk? ?pZp-?pZpp -?nZplSn-? Zp-?-?-?- -VlQ?P?-? ?-SN-?P?- PZPPVL-?PZP ?K?R?LSNR pKRYSA,L ARG 2527 MARTÍNEZ,J PER 2620 r?-WqkVl-Tr ZppZp-?pZpp -?nZplSn-? ?-?-?-?- -?-?P?-? ?-SN-?-?- PZPP?QZPPZP TR-VL-MKLSNR LEO KRYSA UANDO EN 1990 comencé a jugar tor- neos, a lo largo y ancho del territorio mexicano, tuve el acierto de viajar a Yucatán para participar en la tercera edición del torneo en memoria de Carlos Torre Repetto. Visitar Mérida, la ciudad que vio nacer a Carlos Jesús Torre Repetto, fue una experiencia enriquecedora desde varios puntos de vista: en el plano competitivo pude jugar mi primer torneo internacional, teniendo la oportunidad de medir- me con importantes figuras del ajedrez cubano y centroamericano. Además, pude presenciar cómo, en la capital yucateca, el ajedrez era muy respetado y se adueñaba, a paso firme, de espa- cios en centros educativos, culturales y deporti- vos; existía una verdadera fiebre del ajedrez. Con el tiempo supe que el principal artífice de esta situación fue Alejandro Preve Castro, un empresario que lo mismo apostaba por un pro- yecto para impulsar el alto rendimiento ajedre- cístico, que por la introducción del ajedrez en la escuela, o por la organización de un torneo inter- nacional. Alejandro Preve fue un todoterreno de la promoción del ajedrez. Gran parte de su inspi- ración venía de la figura de un yucateco a quien él había conocido personalmente, un hombre que había escalado hasta lo más alto del monte olim- po ajedrecístico, el genial Carlos Torre Repetto. »»» GM José González Carlos Torre Repetto, estrella fugaz del ajedrez mundial Dibujo de Carlos Torre Repetto (inperfecto.com.mx) C De esta manera pude comprender que el legado de los grandes ajedrecistas tomaba formas varia- das, que no se limitaba solo a sus brillantes ideas en el tablero. Carlos Torre Repetto nació el 29 de noviembre de 1904 en Mérida, en el seno de una familia con una gran afición por el ajedrez, aprendió a mover las piezas con tan solo seis años, se dice que lo hizo viendo jugar a su padre. En su entorno familiar se solía jugar con frecuencia y Carlos Torre conse- guiría derrotar, incluso, al más experimentado de sus familiares aun siendo un niño. Este hecho le impulsaría para tomarse muy en serio el ajedrez. Por aquellos años, México atravesaba un período de agitación política y social que desencadenó una revolución; como consecuencia de la crecien- te inestabilidad, la familia Torre decidió reubicar- se en los Estados Unidos de Norteamérica. Más concretamente, en Nueva Orleans, ciudad de una importante tradición ajedrecística que fuera la cuna del gran Paul Morphy (1837-1884). Para el desarrollo ajedrecístico de Carlos Torre, quien al llegar a Nueva Orleans no había cumpli- do aún los 11 años, ese cambio de escenario fue enormemente positivo. Aprendió a hablar inglés y pudo estudiar algunos libros que le ayudarían a mejorar su entendimiento del juego y a subir su nivel. Muy pronto, también, comenzaría a fre- cuentar los círculos ajedrecísticos de la ciudad, en los que Torre seguía, sin querer, los pasos que había dado un joven caballero criollo de Nueva Orleans, Paul Morphy, jugando en sitios cercanos a los que este jugara en su época, prácticamente en los mismos tableros y con las mismas piezas que lo hiciera el legendario Morphy. El gran talento de Carlos Torre no pasaría des- apercibido, pronto fue reconocido como uno de los mejores jugadores de la ciudad. A los 14 años se consolidó como el segundo mejor jugador de Nueva Orleans. A este respecto, la fotografía publicada en The Good Companion es un interesante testi- monio. En ella, Torre aparece rodeado por otros fuertes jugado- res locales, a quienes recién había superado en una exhibición de simultáneas. En esa foto está acompañado, en primer plano, por Edwin Ziegler Adams, el vicepresidente del club local, quien fuera su mentor y promotor en aquella primera época. Se piensa que el agradecimiento que el mexicano sentía por E. Z. Adams lo lleva- ría a firmar, el bando perdedor, de una combinación inmortal que, según algu- nos expertos, nunca se jugó. Se especula que fue una invención de Torre para homenajear a una persona que le había ayudado en varios aspectos. JOSÉ GONZÁLEZ 67 FO TO : C HE SS N OT ES - ED W AR D W IN TE R Portada de la revista "The Good Companion", de mayo de 1920. En la foto aparece un adolescente Carlos Torre (15 años), tablero de por medio frente a E. Z. Adams, entonces vicepresidente del Club de Ajedrez de Nueva Orleans. Edwin Ziegler Adams (1885-1944) fue descrito como “El patrocinador de Carlos Torre” en un artículo de la revista «American Chess Bulletin» de mayo de 1927. Otro indicio de la importancia de Adams es la dedicatoria que Carlos Torre le hizo en su libro «Desarrollo de la habi- lidad del ajedrez», encabezando la lista de agradecimien- tos. Hoy en día parece bastante documentado que Adams fue quien patrocinó su viaje a Estados Unidos primero, y después a Europa. Adams, E. Z. – Torre, C. Nueva Orleans, 1920 1.e4 e5 2.¤f3 d6 3.d4 exd4 4.£xd4 ¤c6 5.¥b5 ¥d7 6.¥xc6 ¥xc6 7.¤c3 ¤f6 8.0–0 Otra alternativa interesante es enrocar largo, al estilo de Paul Morphy: 8.¥g5 ¥e7 9.0–0–0 0–0 10.¦he1 h6 11.¥h4 ¤e8 12.¥xe7 £xe7 13.e5. Morphy, P - Harrwitz, D. París, 1858. 8...¥e7 9.¤d5 O bien 9.£d3 0–0 10.¤d4. 9...¥xd5 10.exd5 0–0 11.¥g5 c6 12.c4 Era más lógico intentar debilitar los peones negros con 12.dxc6 bxc6 13.£a4. 12...cxd5 13.cxd5 ¦e8 14.¦fe1 a5 Las negras retiran el peón de la casilla atacada para poder mover la torre a c8, pero en este caso 14...a6 era más natural para no crear debilidades en las casillas blancas del flanco de dama. 15.¦e2 ¦c8? Esta jugada no atiende a la cre- ciente presión que desarrollan las piezas blancas, por ello era mejor 15...h6 16.¥h4 £d7 17.¦ae1 ¥d8, y las negras estaríanbien. 16.¦ae1 £d7 17.¥xf6 ¥xf6 Esta jugada da lugar a una de las combinaciones más espectacula- res de la historia del ajedrez. Resulta curioso que esta sea la partida más famosa de todas las jugadas por Carlos Torre. La triste alternativa 17...gxf6 18.g3! habría dejado con una gran ventaja a las blancas. (Sin embargo, era erró- neo intentar imponerse de inme- diato con: 18.¦xe7 £xe7!! (18...¦xe7? 19.¦xe7 £xe7 20.£g4+) 19.¦xe7 ¦c1+, y serían las negras quienes se impondrían). 18.£g4! El primer intento blanco para des- viar la dama enemiga de la defen- sa de la octava línea. 18...£b5 Única para no perder material de inmediato. Las negras no pueden aceptar el obsequio blanco, pues recibirían mate: 18...£xg4 19.¦xe8+ ¦xe8 20.¦xe8# 19.£c4!! Con esta espectacular jugada las blancas insisten en desviar la dama enemiga. La dama blanca sigue siendo intocable. 19...£d7 De nuevo, esta jugada es forzada para no perder material. 20.£c7!! Los esfuerzos blancos por ganar acceso para sus torres a la casilla e8 continúan. La dama blanca sigue sin poderse capturar por el mate en la última fila. 20...£b5 20...£a4 tampoco resolvería los problemas negros: 21.b3 £b5 22.a4! ¦f8 23.£xc8! £xe2 24.£xf8+ ¢xf8 25.¦xe2. 21.a4!! Un nuevo y sorprendente recurso, las blancas siguen presionando la dama enemiga, pero lo curioso es que esta jugada no desvía la dama negra de la defensa de a8. Nótese cómo la inmediata 21.£xb7 per- dería tras: 21...£xe2 22.¦xe2 ¦c1+ ¡Con mate en la primera fila! 21...£xa4 22.¦e4!! £b5 Si 22...h6 23.£xc8! 23.£xb7!! 1–0 El broche de oro, la lucha por e8 se decanta favor de las blancas, por lo que las negras incurren en seve- ras pérdidas materiales. Es muy posible que se trate de la combina- ción más brillante realizada nunca por un jugador amateur. Esta par- tida, sin embargo, es un misterio propio del enigmático genio mexi- cano. De ser cierta la extendida -?r?r?k? ?p?qVlpZpp -?-Zp-Sn-? Zp-?P?-VL- -?-WQ-?-? ?-?-?N?- PZP-?RZPPZP ?-?-TR-MK- -?r?r?k? ?p?-?pZpp -?-Zp-Vl-? Zpq?P?-?- -?-?-?Q? ?-?-?N?- PZP-?RZPPZP ?-?-TR-MK- -?r?r?k? ?pWQ-?pZpp -?-Zp-Vl-? Zpq?P?-?- -?-?-?-? ?-?-?N?- PZP-?RZPPZP ?-?-TR-MK- -?r?r?k? ?pWQ-?pZpp -?-Zp-Vl-? Zpq?P?-?- -?-?R?-? ?-?-?N?- -ZP-?-ZPPZP ?-?-TR-MK- JOSÉ GONZÁLEZ 68 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) idea en la que se presume que Torre adaptó esta brillante secuencia para agradecer a E.Z. Adams por su apoyo, nos lleva a entender la cosmovisión de Carlos Torre. En su mundo, valoraba algunas cosas más que los resul- tados competitivos, como por ejemplo la lealtad y la belleza. Cuando echamos un vistazo a la trayectoria competitiva de Carlos Torre, nos encontramos con una vertiginosa sucesión de éxitos, de los cuales sus victorias, en los campeonatos de Nueva Orleans en 1922 y de Luisiana en 1923, fueron tan solo el inicio. En 1924, cuando se traslada a Nueva York, en busca de enfrentar una oposición más fuerte, consi- gue adaptarse rápidamente al nivel de sus nuevos adversarios. Comienza con un modesto tercer puesto en el campeonato del icóni- co Club de ajedrez Marshall, pero tan solo un mes más tarde, Carlos Torre consiguió imponerse en el campeonato estatal de Nueva York 1924. Éxito que le permitiría repre- sentar a Nueva York en el presti- gioso Western Championship que se celebró en Detroit. En el Western, un torneo que era considerado el Campeonato ofi- cioso de Estados Unidos, Carlos Torre se impuso con mucha auto- ridad. En aquella época, a diferen- cia de la actualidad, que un muchacho de tan solo 19 años se impusiera en tan prestigiosos tor- neos era una verdadera proeza. Por este motivo, el nombre “Carlos Torre Repetto” daría, muy pronto, la vuelta al mundo. En este senti- do, el hecho de que la famosa revista American Chess Bulletin dedicara muchas de sus páginas de los tomos de septiembre y octu- bre de 1924 a los éxitos de Carlos Torre, contribuyó de manera espe- cial a cimentar la creciente fama del joven mexicano. Todo esto no pasó inadvertido en Europa, los pasos de Carlos Torre fueron seguidos con gran interés por muchos expertos. De manera que no fue del todo sorprendente que, a principios de 1925, Carlos Torre recibiera una invitación, por parte del ilustre Dr. Sigbert Tarrasch, para participar en el torneo de Baden-Baden 1925. Torre viajó con rumbo al viejo continente acompañado de Frank Marshall, en un trayecto que esta- ría lleno de partidas amistosas, en las que se dice que nació la defen- sa mexicana (o Tango de los Caballos). Una defensa provocati- va que conserva un buen grado de popularidad en la actualidad. Marshall, F. – Torre, C. Exhibición, 1925 1.d4 ¤f6 2.c4 ¤c6 La defensa Mexicana guarda pun- tos de contacto con la Alekhine, se provoca a los peones enemigos a incursionar en el territorio con- trario con la intención de atacar- los más tarde. 3.d5 ¤e5 4.b3 En vez de realizar esta pasiva juga- da, las blancas podrían entregar el peón c para acelerar su desarrollo y estabilizar su dominio territo- rial, como en el siguiente ejemplo: 4.¤c3 ¤xc4 5.e4 ¤b6 6.e5 ¤g8 7.¤f3, según la reciente partida Jobava, B (2603) - Sadhwani, R (2545). Lichess.org INT, 2020. 4...e6 5.¥b2 ¥b4+ 6.¤d2?? El error decisivo, era necesario continuar con 6.¥c3, después de lo r?lWqk?-Tr ZppZpp?pZpp -?-?pSn-? ?-?PSn-?- -VlP?-?-? ?P?-?-?- PVL-?PZPPZP TRN?QMKLSNR JOSÉ GONZÁLEZ 69ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL Carlos Torre jugando contra Frank Marshall en el torneo de Moscú de 1925. FOTO: FACEBOOK CARLOS TORRE REPETTO que la partida podría haber conti- nuado con: 6...£e7 7.a3 ¥xc3+ 8.¤xc3 exd5 9.cxd5 0–0 10.e3 d6 11.¥e2 c5, y el negro estaría muy cómodo. 6...¤e4 7.¥c1 £f6 0–1 Las blancas abandonaron porque no pueden evitar grandes pérdi- das materiales. Es obvio que esta miniatura fue jugada en un ambiente desenfada- do, pero hay que reconocer que ayudaría a engrandecer aún más la leyenda de Carlos Torre. Una vez en Baden-Baden, el mexi- cano se mostró un tanto temeroso en lo ajedrecístico y no pudo jugar a su mejor nivel, teniendo que conformarse con el décimo puesto de 19 participantes. Alekhine mos- tró su gran calidad al imponerse con un punto y medio de ventaja sobre su más cercano seguidor, el genial Akiba Rubinstein. Aun así, el debut de Torre en Europa fue muy respetable, pues quedó por delante de importantes figuras consagradas, como lo eran Réti, Spielmann y Tarrasch. Al terminar Baden-Baden, Carlos Torre se dirigió a Mariánské Lázně (Marienbad), una famosa ciudad balneario ubicada a 170 km de Praga. Ahí participaría en otro fortísimo torneo, que comenzó a los pocos días del final de Baden- Baden. En este nuevo torneo el yucateco pudo reencontrase con- sigo mismo, desarrollando un aje- drez interesante que le permitió fraguar una excelente actuación: ocupó el tercer puesto, entre 16 participantes, quedando solo por detrás de Aaron Nimzowitsch y Akiba Rubinstein. En la siguiente partida, Torre enfrenta a uno de los principales defensores de la escuela hipermo- dernista, Richard Réti. Los logros de Réti son muy variados, pero en aquel momento estarían muy pre- sentes sus victorias sobre José Raúl Capablanca y Alexander Alekhine de Nueva York 1924. En el caso de Capablanca, esa derrota puso fin a 8 años de invencibilidad. Réti ade- más es muy conocido por sus exce- lentes libros: Nuevas ideas en aje- drez (1922) y Los grandes maestros del tablero (1930). Sus exquisitos finales compuestos son muy ins- tructivos y reconocidos. Réti, R. – Torre, C. Mariánské Lázne, 1925 1.c4 e5 2.¤f3 e4 3.¤d4 ¤c6 4.¤xc6 dxc6 5.¤c3 ¤f6 Con colores cambiados, y un tiem- po de ventaja para las blancas, estamos en la llamada variante Rubinstein de la Defensa Siciliana. 1.e4 c5 2.¤f3 ¤f6 3.e5 ¤d5 4.¤c3 ¤xc3 5.dxc3, etc. r?l?k?-Tr ZppZpp?pZpp -?-?pWq-? ?-?PSn-?--VlP?n?-? ?P?-?-?- P?-SNPZPPZP TR-VLQMKLSNR JOSÉ GONZÁLEZ 70 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) Participantes en el torneo de Baden-Baden 1925. Carlos Torre es el quinto por la derecha, de pie. FO TO : C HE SS N OT ES - ED W AR D W IN TE R 6.g3 Esta no parece ser la mejor opción. Era preferible continuar con 6.e3, que fue jugada por pri- mera vez por Mijaíl Botvínnik en su partida contra Ilia Kan en 1955, y que hoy en día es la especialidad del fuerte gran maestro ruso Alexander Rakhmanov. 6...¥f5 7.£b3 £c8 8.h3 h5 9.£c2 £d7 10.b3 0–0–0 11.a3 h4 12.b4, con una posición muy compleja que se dio en la partida Rakhmanov, A. (2650) - Kotronias, V. (2541). Moscú, 2016. 6...¥c5 7.¥g2 ¥f5 8.0–0 0–0 El control central y fácil desarrollo negro compensan con creces sus peones doblados. 9.¢h1 Réti no encuentra la manera de continuar con el desarrollo, así que se dispone a eliminar el peón e negro con f3. 9...£d4 10.£b3 ¦fe8 Torre continúa con su moviliza- ción, sin reparar en defender el peón b. 11.¤d1 Continuar moviendo la dama para capturar el peón no parecía nada recomendable. 11.£xb7 £d7 12.£b3 h5, y las negras, que pre- paran ...h4, cuentan con grandes posibilidades de ataque. 11...¦ad8 12.¤e3 ¥c8 Mientras Réti no ha podido con- cluir su desarrollo, Torre cuenta con una coordinación de piezas envidiable y está listo para incre- mentar la presión sobre la posi- ción enemiga. 13.£c2 £e5 La dama se dirige a h5 para pre- sionar el enroque enemigo. También era digna de considera- ción 13...h5!? 14.f3 £h5 15.b4 Parece que Réti se lanza en la bús- queda de contrajuego con esta entrega, pero su intención princi- pal es desviar al alfil enemigo de la diagonal a7–g1, para poder captu- rar fxe4, ya que jugarlo directa- mente sería muy malo para la, ya de por sí, débil posición blanca: 15.fxe4 ¥xe3 16.dxe3 ¤g4 17.h3 ¦d6, con una muy peligrosa acu- mulación de piezas negras en el flanco de rey enemigo. Por otro lado, la continuación “normal” 15.b3 se podría haber encontrado con una continuación muy ingeniosa: 15...£g6, ya que en caso de 16.¥b2? las negras ganarí- an material. (16.f4 es mejor, pero las negras seguirían muy bien tras 16...£h5. Ahora el caballo negro dispondrá de la casilla g4 y no cabe duda de que la presión negra va aumentando a un ritmo acele- rado) 16...¥xe3 17.dxe3 exf3 18.£xg6 fxg2+ 19.¢xg2 hxg6, con posición ganadora. 15...¥xb4 16.fxe4 £xe2 17.¥f3 £d3 Tras el cambio de damas, las blan- cas tienen la difícil tarea de defen- der sus muy debilitados peones. 18.£xd3 ¦xd3 19.¥e2 19...¦xd2! Esta enérgica entrega dejará a las negras con una posición muy pro- metedora. 20.¥xd2 ¥xd2 21.¤f5 ¤xe4 Las negras tienen dos peones a cambio de la calidad entregada, pero sobre todo sus piezas gozan de un dominio completo de la posición. -?lTrr?k? ZppZp-?pZpp -?p?-Sn-? ?-Vl-?-?- -?PWqp?-? ?Q?-SN-ZP- PZP-ZPPZPLZP TR-VL-?R?K -?l?r?k? ZppZp-?pZpp -?p?-Sn-? ?-?-?-?- -VlP?P?-? ?-?rSN-ZP- P?-ZPL?-ZP TR-VL-?R?K 71ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL “Cartel oficial del documental Torre x Torre” (Artegios, 2018). Dirección: Juan Luis Obregon y Roberto Garza Angulo. FO TO : F ILM AF FIN ITY .CO M 22.¥d3 g6 23.¤h4 ¥h3 La pareja de alfiles negros será la peor pesadilla de las torres blan- cas. 24.¤g2 ¤c5 25.¦fd1 Si 25.¥c2 ¦e2 26.¦g1 ¥c3 27.¦ac1 g5, con la amenaza de ¥d4. 28.¥xh7+ (28.¥d1 ¤e4 29.¥xe2 ¤f2#) 28...¢xh7 29.¦xc3 ¤e4 30.¦f3 ¤f2+ 31.¦xf2 ¦xf2, con una abrumadora ventaja negra. 25...¥c3 26.¦ac1 26...¥g4! 27.¦f1 Las blancas no pueden devolver la calidad porque, simplemente, quedarían con dos peones de menos. 27...¥d2 28.¦c2 ¥a5 29.¤f4 ¤xd3 30.¤xd3 ¥e2 Los alfiles terminaron imponien- do su gran fuerza. ¡Una excelente partida de Carlos Torre! 0–1 El siguiente torneo en el que par- ticiparía Torre fue, sin duda, uno los acontecimientos ajedrecísticos más importantes del primer cuar- to del siglo XX, el torneo de Moscú 1925. En la Rusia postrevoluciona- ria el ajedrez iba ganando impor- tancia a pasos agigantados y, en este sentido, este torneo fue un parteaguas. Fue la primera com- petición ajedrecística patrocinada por un Estado. Once destacados invitados, sumados a diez maes- tros soviéticos, conformarían una nómina durísima. Tras un excelente comienzo, en la octava ronda (que era la séptima para Torre, por recibir un bye en la primera ronda), Carlos Torre se convirtió en el líder único con 6.5 puntos de 7 partidas disputadas, tras ganar la siguiente partida: Torre, C. – Saemisch, F. Moscú, 1925 1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.¥g5 Esta directa jugada de desarrollo es el inicio de lo que más tarde se conocería como el Ataque Torre. En esta apertura el carácter del juego es esquemático, la idea blan- ca es crear un esqueleto de peones firme con d4, e3 y c3 para luego continuar con el desarrollo de pie- zas con ¥d3 y ¤bd2. Carlos Torre lo practicó con mucho éxito. Según las partidas disponibles en las bases de datos, ganó cuatro partidas e hizo dos tablas con el Ataque Torre. En este sentido hay que realizar un intere- sante apunte: cuando sus adversa- rios respondían a 1.d4 con 1...d5, tras 2.¤f3 ¤f6, Torre prefería el Gambito de Dama, con 3.c4 sobre 3.Ag5. La razón es que tras 3.¥g5 las negras podrían responder con la incómoda 3...¤e4. También es interesante notar que, tras 1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6, Torre contestaba invariablemente con 3.¤c3, que hoy se conoce como Ataque Barry, y no con 3.¥g5, que en la actuali- dad también se denomina Ataque Torre. 3...c5 4.e3 ¤c6 5.¤bd2 b6 6.c3 ¥b7 7.¥d3 cxd4 8.exd4 ¥e7 9.¤c4 Amenaza ¥xf6 para entrar en d6 con el caballo. 9...£c7 10.£d2 ¦c8 11.0–0 h6 12.¥f4 d6 Después de este orden de jugadas un tanto extraño, las blancas están un poco mejor en una posición que recuerda mucho al Sistema Londres. Estos dos sistemas guar- dan importantes puntos de con- tacto. 13.¦fe1 ¤d8 Con esta incómoda jugada, Saemisch amenaza ...¥xf3, con lo que pretende forzar el movimien- to de la dama blanca a e2 o d1, para de esta manera poder enro- car. Hacerlo directamente sería perdedor por la entrega en h6: 13...0–0? 14.¥xh6 gxh6 15.£xh6, seguido de ¤g5 y ¦e3. 14.£d1 ¤d5 15.¥g3 0–0 16.¤h4? La posición blanca es muy cómo- da pero sus posibilidades de ata- que son escasas, por ello era mejor continuar con 16.a4 para evitar ...b5 y continuar, en un momento dado, con a5. -?rSn-Trk? ZplWq-VlpZp- -Zp-Zpp?-Zp ?-?n?-?- -?NZP-?-? ?-ZPL?NVL- PZP-?-ZPPZP TR-?QTR-MK- -?-?r?k? ZppZp-?p?p -?p?-?p? ?-Sn-?-?- -?P?-?-? ?-VlL?-ZPl P?-?-?NZP ?-TRR?-?K JOSÉ GONZÁLEZ 72 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) A medida que su periplo europeo avanzaba, el juego de Carlos Torre ganaba en confianza y ambición. 16...g5!? 17.£h5 ¢g7?? Un grave error, que le costará caro al maestro alemán. La partida podría haberse encaminado hacia las tablas tras 17...gxh4! 18.£xh6 f5!, y las blancas no tendrían más que jaque perpetuo. 18.¦xe6! Tras esta potente jugada, la posi- ción negra se desmorona. 18...¤xe6 La captura con peón permitiría mate en dos: 18...fxe6 19.£g6+ ¢h8 20.£h7# 19.¤f5+ ¢g8 20.¤xh6+ 1–0 Y las negras se rindieron ante la inminente derrota. En la siguiente ronda, Carlos Torre cayó derrotado ante quien a la postre resultaría el campeón del torneo, Efim Bogoljubov. Aun así, el mexicano fue capaz de mante- nerse en contención cerca del puntero durante muchas rondas. Creo que no es exagerado decir que la siguiente partida represen- ta el momento cumbre de la carre- ra de Carlos Torre Repetto. Torre, C. – Lasker, E. Moscú, 1925 1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.¥g5 c5! 4.e3 cxd4 5.exd4 ¥e7 6.¤bd2 d6 7.c3 ¤bd7 8.¥d3 b6 9.¤c4 En las posiciones que se presentan en esta variante predomina el juego de maniobra. En la presente configuración de peones existen escasas posibilidades de realizar rupturas de peones con las blancas.Un par de rondas más tarde, en su partida contra Grünfeld, Torre prefirió enrocar con 9.0–0, pero tampoco obtuvo ventaja: 9...¥b7 10.¦e1 0–0 11.¤f1 (62 años más tarde, Borís Spaski jugó la línea que parece más prometedora para las blancas: 11.a4 a6 12.¤c4 ¦e8 13.¤fd2 £c7 14.f4 ¥f8 15.¦e3 g6 16.£f1 ¥g7 17.¦h3 b5 18.¤e3 ½–½ (18) Spaski, B (2605) - Daml - janovic, B (2470). Nueva York, 1987) 11...¦e8 12.¤g3 £c7 13.¥c2 ¤f8 14.£d3 ¦ac8 15.¦ad1 ¤d5 16.¤h5 ¤b4! Buena jugada, que debilita seriamente el flanco de dama blanco. 17.cxb4 £xc2 18.¥xe7 £xd3 19.¦xd3 ¦xe7. En esta posición el negro está mejor, pero Torre consiguió llevar la partida hacia las tablas sin muchas dificultades. 9...¥b7 10.£e2 £c7 11.0–0 0–0 12.¦fe1 Una jugada natural de desarrollo, pero creo que las blancas podrían haber tenido mejores posibilida- des con 12.¤e3. La idea es quitar- le fuerza o evitar la molesta ...¤d5. 12...¦fe8 13.¤d2. Las blan- cas encaminan su caballo hacia el flanco de dama, mientras habili- tan un posible f4. 13...¥f8 14.a4, con una posición interesante, en la que las blancas se preparan para jugar a4–a5. 12...¦fe8 Con esta útil jugada, Lasker refuerza su posición defendiendo el alfil e7, permitiendo ...¤d5 y habilitando maniobras como ...¥f8, ...g6 y ...¥g7, así como ...¤f8-g6. Ahora Torre cuenta con muchas alternativas, pero ningu- na parece ofrecerle opciones de luchar por la iniciativa. 13.¦ad1 Tengo la impresión de que esta y la siguiente jugada son la raíz de los futuros problemas blancos. Era mejor continuar con 13.¤fd2!? ¤d5 14.¥xe7 ¦xe7 15.£g4 b5 16.£h4 ¤f8 17.¤e3, y las blancas hubieran obtenido una posición muy razonable. 13...¤f8 14.¥c1?! Aunque esta jugada tiene un doble propósito (libera la casilla g5, para llevar el caballo al ataque y evita el cambio de alfiles de casillas negras), creo que la clave de la posición radica en controlar la casilla d5. -?rSn-Tr-? ZplWq-VlpMk- -Zp-Zpp?-Zp ?-?n?-ZpQ -?NZP-?-SN ?-ZPL?-VL- PZP-?-ZPPZP TR-?-TR-MK- JOSÉ GONZÁLEZ 73ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL Vista parcial de la presentación del torneo de Moscú 1925. FOTO: SOVIET CHESS HISTORY Por todo ello, las blancas debían jugar 14.¤e3! ¤d5 15.¤xd5 ¥xd5 16.¥xe7 ¦xe7 17.c4 ¥b7 18.£e3, con una posición equilibrada. 14...¤d5 15.¤g5 15...b5! Con esta jugada se exponen clara- mente los problemas de la posi- ción blanca. Ahora su caballo debe alejarse del centro, ya que de reti- rarse a d2 o e3 dejarían el caballo en g5 indefenso. 16.¤a3 b4! Lasker aprovecha la oportunidad para dañar la estructura de peo- nes blanca. 17.cxb4 ¤xb4 18.£h5!? Carlos Torre se embarca en una situación de todo o nada; dada la debilidad de la estructura de peo- nes blanca, luchar por cambiar el carácter de la partida generando complicaciones resulta un enfo- que muy razonable. En especial, desde el punto de vista práctico. 18...¥xg5 19.¥xg5 ¤xd3 20.¦xd3 £a5! Lasker no cree en las posibilidades de ataque enemigas y, con esta doble amenaza (21...Dxe1# y 21...h6), se dispone a ganar mate- rial. 21.b4! La partida se agudiza, y con esta jugada Carlos Torre obliga a su adversario a entrar de lleno en las complicaciones. 21...£f5 La jugada más incisiva. Lasker gana tiempo atacando la torre blanca y se prepara para aprove- char la clavada del alfil blanco con h6 o f6. Debe haber sido muy difí- cil para Lasker decidirse entre la jugada de la partida y la natural centralización de la dama negra. 21...£d5 22.¦g3 h6 23.¥f6 ¤g6! 24.£xd5 ¥xd5 25.h4 h5 26.¥g5 ¦eb8, y las negras gozarían de clara ventaja. 22.¦g3 22...h6? El inventivo juego de Carlos Torre logró confundir al veterano excampeón mundial. Las negras podían haber ganado pieza y neutralizado las agresivas intenciones blancas con la siguiente secuencia defensiva: 22...f6! 23.¤c4 ¦e7!! Esta fantástica jugada defensiva daba ventaja a las negras. Desde e7 la torre prote- ge simultáneamente el ¥b7 y el punto g7, evitando los temas tácti- cos que se presentarán en la parti- da. 24.¤xd6 (24.¤e3 £b5) 24...£d5, y las blancas, que no pueden evitar la pérdida del ¥g5, no tienen compensación por el déficit material. 23.¤c4 £d5?? Lasker está siendo superado por Torre en las complicaciones. Con esta jugada deja escapar su última oportunidad para no quedar per- dido: 23...hxg5 24.¤xd6, y ahora las negras deben resignarse a entrar en un final igualado con 24...£g6 25.£xg6 ¤xg6 26.¤xb7 ¦eb8 27.¤c5 ¦xb4 28.¦xg5 ¤f4. 24.¤e3! £b5?! Aunque la posición negra está objetivamente perdida, existen mayores posibilidades prácticas tras: 24...£xd4 25.¦d1! £e4 26.¥xh6 ¤g6 27.¥g5 ¤f4 28.¥xf4 £xf4 29.¦h3 £h6 30.£b5. r?-?rSnk? Zpl?-?pZpp -?-Zpp?-? ?-?-?qVLQ -ZP-ZP-?-? SN-?-?-TR- P?-?-ZPPZP ?-?-TR-MK- r?-?rSnk? Zpl?-?pZpp -?-Zpp?-? Wq-?-?-VLQ -?-ZP-?-? SN-?R?-?- PZP-?-ZPPZP ?-?-TR-MK- r?-?rSnk? ZplWq-VlpZpp -Zp-Zpp?-? ?-?n?-SN- -?NZP-?-? ?-ZPL?-?- PZP-?QZPPZP ?-VLRTR-MK- JOSÉ GONZÁLEZ 74 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) La famosa película muda “Chess fever” grabó escenas del torneo de Moscú y alguno de sus participantes, (como Capablanca), tuvieron un papel activo en el film. FO TO : C HE SS N OT ES - ED W AR D W IN TE R Haber llegado a esta posición representa un premio al ingenio y carácter luchador de Carlos Torre. La belleza de la secuencia forzada que sigue, representó para el mexicano un pase directo a la inmortalidad. 25.¥f6!! £xh5 26.¦xg7+ ¢h8 Ahora las blancas pueden aprove- char la fuerza del jaque a la descu- bierta para ganar material impu- nemente. 27.¦xf7+ ¢g8 28.¦g7+ ¢h8 29.¦xb7+ ¢g8 30.¦g7+ ¢h8 31.¦g5+! Parece mejor rechazar el peón negro en a7, para no abrir la columna a para la torre negra. 31...¢h7 32.¦xh5 ¢g6 33.¦h3 ¢xf6 34.¦xh6+ ¢g5 35.¦h3 El resultado del “molino” de Carlos Torre es una ventaja mate- rial abrumadora para las blancas. El resto de la partida es pura iner- cia y no requiere comentarios. 35...¦eb8 36.¦g3+ ¢f6 37.¦f3+ ¢g6 38.a3 a5 39.bxa5 ¦xa5 40.¤c4 ¦d5 41.¦f4 ¤d7 42.¦xe6+ ¢g5 43.g3 1–0 Aunque tras esta partida Torre se ubicó en la segunda posición, comenzó a perder fuerza y no pudo reencontrarse con la victoria hasta la penúltima ronda. La siguiente brillante partida fue muy importante para que Torre mejorara su clasificación final en Moscú 1925. Torre, C. – Verlinsky, B. Moscú, 1925 1.d4 ¤f6 2.¤f3 b6 3.¥g5 ¥b7 4.¤bd2 d5 5.e3 ¤bd7 6.¥d3 e6 Tras un orden de jugadas un tanto diferente a lo habitual, estamos en una de las posiciones comunes del Ataque Torre. En esta partida, podremos presen- ciar uno de los esquemas de ata- que más peligrosos a disposición del blanco en el Ataque Torre, que sería muy imitado en el futuro por los jugadores de blancas. 7.¤e5 a6 8.f4 Un esquema de ataque idéntico al que utilizaba Pillsbury en el Gambito de Dama. 8...¥e7 9.0–0 c5 10.c3 0–0 11.£f3 El control de la casilla e4 es funda- mental para las blancas en estas posiciones, la idea es evitar la sim- plificadora ...¤e4. Ahora, las blan- cas se preparan para continuar con f5 seguido de fxe6 y £h3. 11...¤xe5 Este comprensible intento de sim- plificar abre la columna f para las torres blancas. Las negras no pue- den evitar f5 con 11...g6, ya que después de 12.¥h6 ¦e8 13.f5 exf5 14.¥xf5, el ataque blanco en la columna f sería decisivo. Posi - blemente la mejor defensa era 11...¤e8, aunque en ese caso las blancas contarían con un intere- sante sacrificio: 12.¥xh7+ ¢xh7 13.£h5+ ¢g8 14.¥xe7 £xe7 15.¦f3, y a las negras les cuesta mucho enfrentar el ataque directo ¦h3, £h8. 15...¤ef6 16.£h4 ¦fd8, preparando el camino para des- alojar al monarca negro. 17.¦g3! Tras evitar ...¢f8, a la que seguiría £h8 y £xg7, las blancas se prepa- ran para traer más efectivos en contra del monarca enemigo con ¤df3–g5 y ¦f1. 12.fxe5 ¤d7 A las negras no les convenía conti- nuar con 12...¤e4? 13.¥xe7¤xd2 (13...£xe7 14.¤xe4 dxe4 15.¥xe4 ¥xe4 16.£xe4) 14.£h3, porque las blancas ganarían de inmediato. 13.£h3 g6 14.¥h6 c4 El maestro ruso acepta entregar la calidad, ya que en caso de 14...¦e8 r?-Wq-Trk? ?l?nVlpZpp pZp-?pSn-? ?-ZppSN-VL- -?-ZP-ZP-? ?-ZPLZPQ?- PZP-SN-?PZP TR-?-?RMK- r?-?rSn-? Zp-?-?-?- -?-Zpp?-? ?-?-?-Mk- -ZP-ZP-?-? ?-?-SN-?R P?-?-ZPPZP ?-?-TR-MK- r?-?rSnk? Zpl?-?pZp- -?-Zpp?-Zp ?q?-?-VLQ -ZP-ZP-?-? ?-?-SN-TR- P?-?-ZPPZP ?-?-TR-MK- JOSÉ GONZÁLEZ 75ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL La victoria de Carlos Torre frente a Lasker marca el cénit de la corta carrera del genial jugador mexicano. hubiera perdido estrepitosamente tras: 15.¦xf7 ¢xf7 16.¦f1+ ¢g8?, que lleva al jaque mate de manera forzada: (16...¥f6 17.exf6, seguido de ¤f3 y ¤g5) 17.£xe6+ ¢h8 18.¥g7+ ¢xg7 19.¦f7+ ¢h8 20.¦xh7+ ¢xh7 21.£xg6+ ¢h8 22.£h7, mate. 15.¥c2 b5 16.¦f2 £b6 17.¦af1 f5 18.exf6 Una vez más, Torre rechaza la ganancia de material para mante- ner al máximo sus posibilidades de ataque. En su lugar, abre la posición para que sus piezas pue- dan aprovechar todo su potencial. 18...¦xf6 19.¤f3 ¦e8 20.£g3 La dama cede el paso al peón h, pues el nuevo objetivo blanco es el peón negro en g6. 20...¤f8 21.¤e5 Las amenazas blancas van cre- ciendo jugada a jugada y las negras tienen muchas dificultades para frenarlas por la crónica debi- lidad de su monarca. 21...£d8 22.h4 ¦f5 Ante la creciente presión blanca, las negras buscan sus posibilida- des en las complicaciones, se pre- paran para jugar ¥xh4. 23.¥xf5 Torre es incrédulo y acepta el reto gustoso… 23...¥xh4 24.¥xg6! La jugada más enérgica, pero no la única solución disponible para las blancas: la elegante 24.¥h3 ¥xg3 25.¦xf8+ ¦xf8 26.¥xe6+ también ganaba. 24...¥xg3 25.¥f7+ ¢h8 26.¥xe8 ¥xf2+ 27.¦xf2 Las negras no pueden hacer nada para evitar grandes pérdidas materiales, por lo que decidieron abandonar. 1–0 La excelente actuación de Carlos Torre en tan importante torneo llevó a muchos a presagiar un futuro brillante para el joven maestro mexicano, a quien muchos veían como un firme can- didato a competir por el título mundial. Después del torneo de Moscú, Carlos Torre paso una temporada en Rusia. Especialmente fructífera resultaría su estancia en San Petersburgo, en donde a propuesta del profesor Konstatin Derzavin, escribió “El desarrollo de la habili- dad en el ajedrez”, libro en el que explica algunas de sus partidas a modo de conversación, no analíti- co, y en el que comparte algunos valiosos consejos para quien busca mejorar en ajedrez: —“(…) El desarrollo de nuestra habilidad no consiste en que lle- guemos a ser conocedores de las aperturas y diestros en los finales, porque no hay desarrollo sin armonía. En consecuencia, para desarrollar nuestra habilidad, debemos empe- ñarnos primordialmente en jugar todas las partes del juego igual- mente bien; esto es «en jugar aje- drez»”. En San Petersburgo Torre también participaría en un cuadrangular contra jugadores locales en el que obtendría un resultado modesto. De regreso al continente america- no, en 1926 Torre pasó unos meses en México, en donde realizó una gira por distintos estados de la república, en la cual también visi- taría su natal Mérida. En la ciudad de México participó en el campeonato nacional, que se disputó en un cuadrangular a doble vuelta, que pudo dominar sin dificultad: ganó las seis parti- das que disputó. Después de este dulce reencuentro con su patria, en agosto de 1926 volvió a Estados Unidos para participar en un tor- neo en el que jugarían los mejores jugadores estadounidenses del momento y que se disputaría en Chicago del 21 de agosto al 2 de septiembre. En aquel tiempo, Carlos Torre estaba modelando su estilo de juego, iba realizando algunos ajus- tes en su repertorio de aperturas. Con blancas había abandonado su antigua jugada inicial favorita, 1.e4, para jugar exclusivamente 1.d4 o, de vez en cuando, 1.¤f3. Con negras estaba incorporando con éxito defensas como la Grünfeld, la India de Rey y la defensa Alekhine. Con esta última tuvo un verdadero idilio, obte- niendo 5 victorias sobre 5 partidas jugadas, que comenzó en su victo- ria contra Zubarev en Moscú 1925 y que concluyera con la partida que muestro a continuación. r?-Wq-Trk? ?l?nVlp?p pZp-?p?pVL ?-?pZP-?- -?pZP-?-? ?-ZPLZP-?Q PZP-SN-?PZP TR-?-?RMK- -?-WqrSnk? ?l?-Vl-?p p?-?p?pVL ?p?pSNr?- -?pZP-?-ZP ?-ZP-ZP-WQ- PZPL?-TRP? ?-?-?RMK- JOSÉ GONZÁLEZ 76 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) Showalter, J. – Torre, C. Chicago, 1926 1.e4 ¤f6 2.e5 ¤d5 3.d4 d6 4.¥c4 ¤b6 5.¥b3 dxe5 6.£f3 La jugada principal en esta línea es 6.£h5 e6 7.dxe5 a5 8.a4 ¤a6 9.c3? ¤c5 10.¥c2 ¤d3+ 11.¥xd3 £xd3, y la ventaja negra resultó aplastante en la partida Bodnaruk, A (2463) - Goryach - kina, A (2460). Sochi, 2016. 6...e6 7.dxe5 ¤c6 8.£g3 a5 Con este avance, Torre no solo se propone molestar al alfil blanco, su objetivo es conseguir algo de espacio en el flanco de dama y conquistar casillas para sus caba- llos. Otra alternativa jugable es 8...£d4 9.¤f3 £e4+ 10.¥e3 ¤d5, con posición complicada. 9.c3 O bien 9.a4 ¤d4. 9...a4 10.¥c2 ¤c4 11.¤f3 £d5 El conflicto está servido, las negras han decidido eliminar el peón central blanco a costa de per- der tiempo en el desarrollo de sus piezas. 12.0–0 12...¤4xe5? Era mejor capturar con el otro caballo, la continuación de Torre parece más sólida porque el caba- llo que no se cambia queda defen- dido por un peón en c6 y no inde- fenso en c4. 12...¤6xe5 13.¤xe5 £xe5 14.¥f4 £c5, y aquí vemos que existe una importante diferen- cia, pues el peón c negro no puede ser capturado: 15.¥xc7? e5! 13.¤xe5 £xe5 14.¥f4 £h5 La idea del comentario anterior no es efectiva aquí. Tras 14...£c5 15.¥xc7 e5, al no estar tocado su alfil las blancas cuentan con tiem- po suficiente para acudir en su ayuda, como queda claro en la siguiente variante: 16.¤d2 ¢d7 17.¤e4 £b5 18.¥d6! ¥xd6 19.¦ad1, con posición ganadora para las blancas. r?l?kVl-Tr ?pZp-?pZpp -?n?p?-? ?-?qZP-?- p?n?-?-? ?-ZP-?NWQ- PZPL?-ZPPZP TRNVL-?RMK- JOSÉ GONZÁLEZ 77ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL N NOMBRE PAÍS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 PTS 1 Bogoljubov URSS ½ 0 ½ 1 1 0 ½ 1 1 ½ 1 1 ½ 1 1 1 1 1 1 1 15,5 2 Lasker GER ½ ½ 1 ½ 0 ½ 1 ½ 1 1 1 1 1 0 ½ 1 ½ ½ 1 1 14,0 3 Capablanca CUB 1 ½ 1 1 ½ ½ ½ ½ 0 1 0 ½ ½ ½ ½ 1 1 1 1 1 13,5 4 Marshall USA ½ 0 0 ½ 0 1 1 ½ 0 1 1 1 1 1 1 ½ 0 ½ 1 1 12,5 5 Tartakower POL 0 ½ 0 ½ ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 1 1 ½ 1 1 ½ ½ ½ ½ 12,0 6 Torre MEX 0 1 ½ 1 ½ ½ 0 ½ ½ 0 1 ½ ½ 1 ½ 0 1 1 1 1 12,0 7 Réti CSK 1 ½ ½ 0 0 ½ 1 0 1 1 ½ 0 ½ ½ 1 1 ½ 1 ½ ½ 11,5 8 Romanovsky URSS ½ 0 ½ 0 ½ 1 0 1 0 ½ 1 0 0 1 1 1 ½ 1 1 1 11,5 9 Grünfeld AUT 0 ½ ½ ½ ½ ½ 1 0 1 ½ ½ ½ 0 ½ 1 1 ½ ½ ½ ½ 10,5 10 Ilyin-Genevsky URSS 0 0 1 1 ½ ½ 0 1 0 ½ 0 1 ½ 0 ½ 1 ½ ½ 1 1 10,5 11 Bogatyrchuk URSS ½ 0 0 0 ½ 1 0 ½ ½ ½ ½ ½ 1 ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 10,0 12 Verlinsky URSS 0 0 1 0 0 0 ½ 0 ½ 1 ½ 1 1 1 ½ 0 1 ½ 1 0 9,5 13 Spielmann AUT 0 0 ½ 0 0 ½ 1 1 ½ 0 ½ 0 1 1 ½ ½ 1 ½ 0 1 9,5 14 Rubinstein POL ½ 0 ½ 0 0 ½ ½ 1 1 ½ 0 0 0 1 0 0 1 1 1 1 9½ 15 Levenfish URSS 0 1 ½ 0 ½ 0 ½ 0 ½ 1 ½ 0 0 0 1 1 ½ ½ 1 ½ 9,0 16 Rabinovich URSS 0 ½ ½ 0 0 ½ 0 0 0 ½ 0 ½ ½ 1 0 1 ½ 1 1 1 8,5 17 Yates ENG 0 0 0 ½ 0 1 0 0 0 0 ½ 1 ½ 1 0 0 1 ½ 0 1 7,0 18 Sämisch GER 0 ½ 0 1 ½ 0 ½ ½ ½ ½ ½ 0 0 0 ½ ½ 0 0 1 0 6,5 19 Gotthilf URSS 0 ½ 0 ½ ½ 0 0 0 ½ ½ ½ ½ ½ 0 ½ 0 ½ 1 0 ½ 6,5 20 Duz-Khotimirsky URSS 0 0 0 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 1 0 0 0 1 0 1 1 6,0 21 Zubarev URSS 0 0 0 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 0 1 0 0 ½ 0 0 1 ½ 0 4,5 Torneo internacional de Moscú · 10 noviembre a 8 diciembre 1925 · Moscú (Antigua Unión Soviética) 15.¤a3 f6 16.¥xc7 e5 17.¤c4 Las blancas cuentan con una importante ventaja de desarrollo, mientras que las negras no cuen- tan con una solución fácil para mejorar la seguridad de su monar- ca y la coordinación general de suspiezas. 17...¥f5 18.¥xf5 £xf5 19.¤d6+? El cinco veces campeón de Estados Unidos se embarca en una combinación fallida, que le hace perder su ventaja. Era apropiado continuar con 19.¤b6! ¦a6 20.¦ad1, con una importante ven- taja blanca. Las negras tienen difi- cultades para completar el des- arrollo por la molesta presión de la dama blanca sobre el punto g7. 19...¥xd6 20.£xg7 La dama blanca cae en la trampa. En caso de 20.¥xd6 ¢f7, seguido de ...¦hd8, y las negras tendrían una excelente posición. 20...¥f8! 21.£xh8 ¢f7! Las blancas no cuentan con recur- sos para liberar a su dama, por lo que perderán material. 22.h3 ¦e8 23.g4 £g6 24.¦ad1 ¥e7 25.£xe8+ ¢xe8 Y el blanco abandonó. 0–1 En Chicago, Carlos Torre comenzó con una derrota contra Charles Jaffe, pero consiguió remontar jugando un buen ajedrez que le permitió derrotar a Géza Maróczy y a Frank Marshal. Llegó a la última ronda con medio punto de ventaja sobre su más cercano perseguidor, pero trope- zó en el momento decisivo jugan- do con blancas contra Edward Lasker. Torre tuvo que confor- marse con la segunda plaza tras Frank Marshall. Nadie podría haber sospechado que este habría sido el último tor- neo en que participara esta gran promesa del ajedrez mundial. Tras su retorno a Nueva York, Carlos Torre sufrió un colapso nervioso. Se dice que perdió la conciencia y, al recobrarla, ya esta- ba de camino a México. Todo había terminado, de ahí en ade- lante su vida cambiaría de manera radical. Este episodio representa el principal enigma de la vida de Carlos Torre, ¿qué le pasó en reali- dad? ¿Por qué volvió a México? Esas preguntas no tienen una única respuesta, existen muchas versiones, pero ninguna es acepta- da del todo. Lo que sí es seguro es que Torre ya no volvería a ser quien fue, ya que estaba aquejado por un mal del cual su diagnóstico no fue conocido y cuyo tratamien- to no fue exitoso. Carlos Torre nunca volvió a parti- cipar en un torneo de ajedrez y murió en Mérida, Yucatán, a los 73 años. BIBLIOGRAFÍA Vida y partidas de Carlos Torre, ▪ Gabriel Velasco, Editorial Incaro, 1993. Desarrollo de la habilidad en el ▪ ajedrez, Carlos Torre, Editorial Grabo, 1944. r?l?kVl-Tr ?pVL-?-Zpp -?n?-Zp-? ?-?-Zp-?q p?N?-?-? ?-ZP-?-WQ- PZPL?-ZPPZP TR-?-?RMK- r?-?k?-Tr ?pVL-?-WQp -?nVl-Zp-? ?-?-Zpq?- p?-?-?-? ?-ZP-?-?- PZP-?-ZPPZP TR-?-?RMK- JOSÉ GONZÁLEZ 78 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978) Carlos Torre en su partida contra Géza Maróczy (Chicago, 1926). FO TO : F AC EB OO K C AR LO S T OR RE R EP ET TO 794 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO 4 peones vs. 3 en el mismo flanco MI Diego Adla FINALES DE TORRES Durante la disputa del último Wijk aan Zee (¡qué gran noticia, poder analizar parti- das a ritmo lento! ¿Estás saturado de las rápidas?), el gran maestro español David Antón defendió con gran habilidad y, creo yo, conoci- miento, el famoso final de torres de 4 peones contra 3 en el mismo flanco contra el polaco Wojtasek. Esta posición me produjo varios recuerdos porque, hacía unos años, había estudiado otra partida de David Antón con este final, donde llevaba los 4 peones y ganó. Entrenando este final con buenos jugadores que no lo habían traba- jado, me encontré que muchas veces podía ganar con los 4 peo- nes, dadas las erráticas defensas intuidas por mis compañeros. Entendí que era necesario estudiar los conceptos de la defensa y cono- cer algunos temas típicos que, aunque sencillos, son imprescindi- bles para no ir equivocado. Hay que saber que en el final de partida los errores son práctica- mente insalvables, estoy convenci- do por ello de que el final es la parte más táctica de la partida. Por tanto, la idea de este artículo será brindar planes, consejos y tácticas típicas de este final, sin pretender que sea un tratado teórico, para ello ya está detallado en diferentes manuales de técnica. Los concep- tos de la defensa, que Antón aplica con precisión, son los siguientes: Cambiar peones, pero no torres. 1 Fortaleza con una base débil 2 (f7). La torre defensora ataca peones 3 para inmovilizar al rey contra- rio (lateral o desde atrás). Proceder a simplificaciones 4 cada vez que sea posible. Con menos peones, el refugio 5 del rey atacante tiende a debili- tarse y la defensa puede usar jaques y clavadas para impedir el progreso. Como veremos en los ejemplos siguientes, el bando atacante puede elegir diferentes formas para desplegar el 4 contra 3. Localizaremos diferentes momen- tos y trataremos de saber lo sufi- ciente para defender el final si nos toca el peón de menos, y para bus- car posibilidades ganadoras si nos toca ser el peón de más. La defensa debe saber que es necesario ir gra- bando en la mente las distintas estructuras que van quedando con los cambios. Es decir, tener el mejor conocimiento posible del 3 contra 2, 2 contra 1, 1 contra 0 y unas cuantas veces es posible hacer tablas 2 contra 0. Comenzaremos por la partida mencionada, en la que las negras proceden a una simplificación para alcanzar una de las posicio- nes deseadas, un 2 contra 1 que es tablas seguras si aplicas el correc- to método defensivo enseñado por Antón. Wojtaszek, R - Antón, D Tata Steel Masters, 2021 [R1] 26...cxd4! -Tr-?-?k? Zpr?nVlpZp- -Wq-?-?-Zp ?-Zpp?-?- -?-ZP-?-? ?P?QVL-ZP- -?-SNPZP-ZP TR-TR-?-MK- D DIEGO ADLA 80 FINALES DE TORRES Empecé por esta posición para mostrar la importancia de conocer finales, aquí veremos como una continuación forzada ayuda a las negras a disminuir el riesgo de perder en un medio juego azaroso. 27.¥xd4 ¥c5 28.¥xc5 ¤xc5 29.£xd5 ¤xb3! La mejor, esta continuación obliga a llegar al final con el cambio de una torre, lo cual favorece a la defensa. 30.¤xb3 £xb3 31.£xb3 ¦xb3 32.¦xa7 ¦b1! No interesa a las negras permitir que las torres blancas se doblen en la séptima fila, pues aunque ese final sea tablas, es más difícil de defender. 33.¦xb1 ¦xb1+ 34.¢g2 34...h5! Una famosa clave de este final. Las negras realizan la estructura de peones f7, g6 y h5. Cada vez que las blancas quieran avanzar con sus infantes, las negras cambiarán peones, acercándose a finales teó- ricos con peón de menos, donde la fortaleza negra se sostiene. 35.¢f3 g6 36.h4 Las blancas eligen esta formación de peones, que también veremos en la partida siguiente, Keres - Petrosian. 36...¢g7 Aunque parece muy natural, tiene un objetivo claro, evitar la inva- sión del rey blanco hasta f6 o qui- zás h6. 37.e4 ¦b3+ 38.¢f4 ¦b2 39.f3 39...¦b4!? Veremos cómo, casi permanente- mente, Antón elige el método defensivo de la clavada. Al limitar la movilidad del peón e, las negras se despreocupan del posible ata- que blanco e5–e6. 40.¦a5 ¢f6 41.g4 hxg4 42.¢xg4 ¦b1 Un clásico, el rey blanco está más expuesto y la torre negra se ubica para molestar desde atrás o desde el lado. 43.h5 ¦g1+ 44.¢f4 gxh5 45.¦xh5 ¦a1 46.¦h6+ ¢g7 47.¦d6 ¦a3 Limitando la movilidad del rey blanco 48.e5 ¦a4+ 49.¢f5 ¦a3 50.f4 50...¦a5! Nuevamente el método de la clava- da, inmovilizando el peón e. 51.¢g5 ¦b5 52.¦d7 ¦a5 53.¢g4 Amenazando e6. 53...¢f8 54.¢f5 ¢g7 55.¢e4 ¢f8 56.f5 Finalmente, las blancas realizan este avance, que tiene el defecto de debilitar el refugio del rey blanco. 56...¢e8 57.¦c7 ¦a1 58.¢f4 ¦g1 La jugada de la partida es muy buena. Si 58...¦b1?? 59.¢g5 ¦b6 60.¦a7 ¢f8 61.f6 ¦b8 62.e6 fxe6 63.¢g6 ¢g8 64.¦h7, ganando. 59.¦b7 La estructura con 59.f6 produce un sinfín de jaques de la torre negra, el rey blanco se queda sin refugio. 59...¦f1+ 60.¢g4 ¦g1+ 61.¢f3 ¦e1 62.¦e7+ ¢f8, y sin la ayuda del rey blanco no se gana. 59...f6! 60.¦b8+ ¢e7 61.¦b7+ ¢e8 62.e6 ¦f1+ 63.¢e4 ¦e1+ 64.¢d5 El blanco no puede progresar en el flanco de rey. 64.¢f4 ¦f1+ 65.¢g4 ¦g1+ 66.¢h5 ¦g5+ y tablas: o te comen el peón o te fríen a jaques. 64...¦d1+ 65.¢c4 ¦c1+ 66.¢d3 ¦d1+ 67.¢c4 No hay escapatoria,si 67.¢c2 ¦d5 y tablas. 67...¦c1+ ½–½ -?-?-?k? TR-?-?pZp- -?-?-?-Zp ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-ZP- -?-?PZPKZP ?r?-?-?- -?-?-?-? TR-?-?pMk- -?-?-?p? ?-?-?-?p -?-?PMK-ZP ?-?-?PZP- -Tr-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-TR-?-? ?-?-ZPK?- -?-?-ZP-? Tr-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?k?-? ?R?-?p?- -?-?-?-? ?-?-ZPP?- -?-?-MK-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-Tr- DIEGO ADLA 814 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO Capablanca, JR - Yates, F Hastings, 1930 El siguiente famoso final, de Capablanca, muestra una de las estructuras que las blancas pueden intentar para presionar en este final. Aun así es necesario aclarar que, con juego correcto, este final sigue siendo tablas, pero las blan- cas pueden presionar y obligar a las negras a jugar en ciertos momentos con mucha precisión. 39...¦c4? Esta jugada permite a las blancas sostener la tensión y evitar que las negras realicen su cadena ideal de peones. Era mejor ejecutar el plan antes estudiado, empezando con 39...h5! 40.g4! Esta es la clave. Las blancas evitan fáciles cambios de peones y prepa- ran una lenta, pero consistente, ganancia de espacio. Obviamente sería un error 40.h4 h5!, llegando a la posición de tablas ya estudiada. 40...h6 41.¢g3 Intentando f4, h4 y h5, para debili- tar los peones negros. Este plan es el principal de las blancas en esta estructura de peones. 41...¦c1 42.¢g2 ¦c4 No arruina nada, pero las negras pueden seguir apuntando a los cambios con 42...g5! Esta estructu- ra también es tablas. Es interesan- te probarla en entrenamiento. 43.¦d5 ¦a4 Las negras insisten con la defensa pasiva. Aún se podía 43...g5. 44.f4 ¦a2+ 45.¢g3 ¦e2 46.¦e5 ¦e1 47.¢f2 ¦h1 48.¢g2 ¦e1 49.h4 49...¢f6 Las negras pueden entrar en una variante forzada, aprovechando que en este momento las blancas tienen una atadura molesta de su torre al peón e3. La continuación siguiente permite simplificaciones sin grandes perjuicios. Por tanto, debió elegirse: 49...f6! 50.¦e7+ ¢f8 51.¦e6 ¢f7 52.f5 gxf5 53.gxf5 h5! La más sencilla, cerrando caminos al rey blanco por g4 hacia h5. 54.¢f2 ¦a1 55.¦b6 ¦a5! Muchas son tablas, pero esta idea es muy sencilla. Las negras harán cortina para que el rey blanco no pueda entrar en la lucha. Ya sabemos que la torre blanca, sola, no es sufi- ciente para quebrar a la defensa. 56.¦b7+ ¢g8 (También funciona 56...¢f8 57.e4 ¦a3 58.¦h7 ¢g8 59.¦xh5 ¢g7, con igualdad) 57.e4 ¦a3!, con total igualdad, según una variante indicada por Kopaev. 50.h5 ¦e2+ 51.¢f3 ¦e1 52.¦a5 ¢g7 53.hxg6 53...¢xg6!! Este es uno de esos momentos difíciles en la defensa. Las negras deben evitar la estructura perde- dora con el peón pasado e de las blancas. 53...fxg6?? 54.¦a7+ ¢g8 55.e4! ¦f1+ 56.¢e3 ¦g1 57.f5! La clave. Las blancas devuelven un peón, pero aceleran el avance de sus peones pasados. La ventaja de espacio hace su trabajo con efi- ciencia. 57...¦xg4 58.f6 ¦g1 59.e5 ¦f1 60.¢e4, y gana. -?-?-?-? ?-?-?pMkp -?-?-?p? TR-?-?-?- -Tr-?-?-? ?-?-ZPKZPP -?-?-ZP-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-?pZp ?-?-TR-?- -?-?-ZPPZP ?-?-ZP-?- -?-?-?K? ?-?-Tr-?- -?-?-?-? ?-?-?k?- -TR-?-Zp-? Tr-?-?P?p -?-?-?-ZP ?-?-ZP-?- -?-?-MK-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-?PZp TR-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-ZPK?- -?-?-?-? ?-?-Tr-?- Capablanca, gran protagonista de PDR-152. FOTO: WIKIMEDIA DIEGO ADLA 82 FINALES DE TORRES 54.e4 ¦f1+ 55.¢g3 ¦g1+ 56.¢h3 ¦f1 57.¦f5 ¦e1? La jugada de la partida permite a las blancas desarrollar el esquema ideal que veremos a continuación. Las negras tienen dos defensas posibles. Detener a los peones blancos adelantando el peón f o buscar jaques laterales, para atar a la torre blanca a defender el peón f. 57...f6! El método más fácil. Las piezas atacantes están inmoviliza- das defendiendo peones débiles y, si quieren progresar, deben avan- zar peones, lo que permite simpli- ficaciones y ataques al rey blanco. 58.¢g2 ¦e1 59.¢f3 ¦f1+ 60.¢e3 ¦g1, y no se ve salida contra el permanen- te ataque a los peones débiles. 58.e5! ¦e3+ 59.¢g2! Como vimos anteriormente, la torre negra sería un monstruo defensivo en caso de 59.¢h4? ¦f3! 60.¦f6+ ¢g7 61.g5 hxg5+ 62.¢xg5 ¦a3!, siguiendo el modelo. 59...¦a3 60.¦f6+ ¢g7 61.¦b6? Este momento del final es impac- tante. Las blancas tienen un plan gana- dor: ubicar la torre en la octava fila y avanzar el peón hasta f6. Si las negras atacan el peón de rey, las blancas lo defienden con ¦e8. En este caso, es muy importante seña- lar el gran papel del peón blanco en g4, que evita las defensas negras con ¢f5. ¡Y pensar que todo esto empezó con aquél g4! Sin embargo, hay que ser muy pre- ciso, dado que si el rey blanco es empujado hacia f5, el final es tablas. La torre blanca debe encar- garse del refugio del rey contra los jaques laterales. Por tanto, debió hacerse 61.¦d6!! La defensa lineal 61...¦a2+ 62.¢f3 ¦a3+ 63.¢e4 ¦a4+, no es mejor: 64.¦d4 ¦a1 65.f5 ¢f8 66.¦b4, y las blancas continuarán el plan de lle- var la torre a octava y jugar f6. 61...¦e3? Las negras deben forzar al rey blanco a ir a f5 y atacarlo desde el lateral, para tener defensa contra el avance e6. 61...¦a4! 62.¢f3 ¦a3+ 63.¢e4 ¦a4+ 64.¢f5 64...¦c4! La clave de la defensa. El rey blanco está encerrado y pro- gresar conlleva simplificaciones favorables a las negras. 65.¦b7 ¢f8 66.¦b3 ¢g7, con tenaz defensa. 62.¦b4 El plan 62.¦b8 ¦e4 63.¢f3 ¦e1 64.¦e8?, permite una hermosa variante de simplificación: 64...h5! 65.g5 ¦f1+! Estos jaques interme- dios para romper la coordinación del rival, son característicos y siempre hay que tener un ojo en este tema. 66.¢e3 h4 67.¦a8 h3 68.¦a2 ¢g6 69.¦a6+ ¢f5 70.¦h6 h2 71.¦xh2 ¦xf4, con obvias tablas. Dvoretski sugiere 62.¦b1!?, para evitar que la torre negra ocupe efi- cientemente la primera fila. 62...¦c3 63.¢f2? Las blancas descuidan un tema muy difícil de prever. Lo correcto es 63.¦b8! 63...¦a3? Esta posición contiene una her- mosa variante de simplificación: 63...h5!! 64.g5 h4 65.¦b7 ¢g6 66.¦b6+ ¢g7! 67.¦h6 h3 68.f5 ¦c5 69.f6+ ¢g8 70.e6 fxe6 71.¦g6+ ¢f8 72.¢g3 ¦c3+ 73.¢h2 ¦f3 74.¦h6 e5 75.¦xh3 ¦f5 76.¦h8+ ¢f7 77.¦h7+ ¢f8 78.¦g7 ¦f3! 79.¢g2 e4, con fáciles tablas, pues las blancas están sin rey. 64.¦b7? La correcta siempre sigue siendo 64.¦b8! -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZpkZp ?-?-?R?- -?-?PZPP? ?-?-?-?K -?-?-?-? ?-?-?r?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-TR-Zp ?-?-ZP-?- -?-?-ZPP? Tr-?-?-?- -?-?-?K? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-TR-?-Zp ?-?-ZP-?- r?-?KZPP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -TR-?-?-Zp ?-?-ZPK?- r?-?-ZPP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-?-Zp ?-?-ZP-?- -TR-?-ZPP? ?-Tr-?-?- -?-?-MK-? ?-?-?-?- DIEGO ADLA 834 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO 64...¢g8? Esta partida muestra lo difícil, si no imposible, que es sacar en una partida un final que no se conoce. Las negras debieron insistir con llevar al rey blanco hasta f5 64...¦a2+!? y seguir los planes anteriormente citados. 65.¦b8+! ¢g7 66.f5! A partir de ahora el final está ganado, y solo hace falta aprender el mecanismo. 66...¦a2+ Contra el juego pasivo, las blancas ganan de varias maneras. 66...¦c3 67.f6+ ¢h7 68.e6 es fácil, ganando la torre negra. También otros pla- nes son decisivos, por ejemplo: 68.¦f8 ¦c7 69.¢g3 ¦b7 70.¢h4 ¦a7 71.¢h5 ¦b7 72.g5! Una vez más, el sacrificio de peón para obtener refugio para el rey. 72...hxg5 73.e6! fxe6 74.¦e8 ¦f7 75.¦e7 ¢g8 76.¢g6, y mate en pocas. 67.¢e3 ¦a3+ 68.¢e4 ¦a4+ 69.¢d5! ¦a5+ En caso de 69...¦xg4 70.f6+ ¢h7 71.¦f8, y las blancas ganan. 70.¢d6 ¦a6+ 71.¢c7 ¢h7 71...¦a7+ 72.¢b6 ganando, segui- do de f6. 72.¢d7 ¦a7+ 73.¢d6 ¢g7 74.¦d8 ¦a5 75.f6+ ¢h7 76.¦f8 ¦a7 77.¢c6 Hay varias jugadas para ganar, pero el plan es dejar al negro en zugzwang para hacer la ruptura e6 en un momento adecuado. La jugada de la partida permite a las blancascolocar su torre en g7. 77...¢g6 O bien 77...¦a6+ 78.¢b7. 78.¦g8+ ¢h7 79.¦g7+ ¢h8 80.¢b6 ¦d7 81.¢c5 Amenazando e6. 81...¦c7+ Si 81...¦a7 82.e6. 82.¢d6 ¦a7 83.e6! ¦a6+ 84.¢e7 ¦xe6+ Tras 84...fxe6 85.¦g8+ ¢xg8 86.f7+ ¢h7 87.f8£. 85.¢xf7 ¦e4 86.g5! Un tema clásico, sacrificio de peón para brindarle un refugio al rey atacante. 86...hxg5 87.¢g6 Un final indispensable. 1–0 Korchnói, V - Antoshin, V Erevan, 1954 Veremos la misma estructura del final anterior desde antes, y com- prenderemos las dificultades que hay para llegar a la posición gana- dora. 40.h5! Ya sabemos, evitando h5 de las negras. 40...¦a5! Quitándole la casilla g4 al rey blan- co en variantes posteriores. 41.g4 En caso de 41.¦c8+ ¢h7 42.g4 g5! 43.hxg6+ ¢xg6 44.f4 f6!, y lo que hemos estudiado hasta ahora nos ayuda mucho, pues este es el mismo final de tablas analizado en Capablanca - Yates. 41...¦a7? Un error instructivo. 41...f6! Esta estructura es tablas, con cierta comodidad para las negras, si no permiten que el rey blanco se con- solide en f5, como en la partida anterior. -TR-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-?-Zp ?-?-ZP-?- -?-?-ZPP? Tr-?-?-?- -?-?-MK-? ?-?-?-?- -?-?-?k? ?-?-?pZp- -?-?-?-Zp ?-?-?-?- -?-?P?-ZP Tr-?-?-ZP- -?R?-ZPK? ?-?-?-?- -?-?-?k? ?-?-?pZp- -?-?-?-Zp Tr-?-?-?P -?-?P?P? ?-?-?-?- -?R?-ZPK? ?-?-?-?- -?-?-TR-? Tr-?-?p?k -?-MK-ZP-Zp ?-?-ZP-?- -?-?-?P? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- Incluso los grandes campeones han tenido problemas para interpretar este tipo de finales de torre. DIEGO ADLA 84 FINALES DE TORRES 42.¦c6? Las blancas pierden la oportuni- dad de realizar un plan tremenda- mente restrictivo. La defensa negra estará todo el tiempo al borde del colapso, luego de 42.¦c8+! ¢h7 43.e5! 42...¦a3? Todos los errores de esta parte demuestran lo difícil que es sacar temas técnicos que no se conocen. La mejor defensa era 42...f6! 43.f3? 43.¦c8+ ¢h7 44.e5!, sigue siendo el plan más fuerte. 43...¦a5!? 14.¦c8+ ¢h7 45.f4 ¦a2+ 46.¢f3 ¦a3+ 47.¢f2 ¦a2+ 48.¢e3 ¦a3+ 49.¢d4 ¦g3? Permitir el peón pasado e se demostrará un error. 50.¦f8! f6 51.e5! ¦xg4 52.e6 ¦xf4+ 53.¢d5 ¦f5+ 54.¢d6 ¦xh5 55.e7 ¦e5 56.e8£ ¦xe8 57.¦xe8 Un divertido final. Las blancas ganan fácilmente, llevando su rey al frente de los peones negros. Si las negras lo evitan oponiendo su rey, la torre blanca se encargará de apartarlo. 57...¢g6 58.¢d5 ¢f5 59.¦e1 h5 60.¦f1+ ¢g4 61.¢e4 g5 62.¦xf6 h4 63.¢e3 ¢g3 64.¢e2 g4 65.¢f1 ¢h2 66.¦f4 h3 67.¦xg4 ¢h1 68.¢f2 h2 69.¢g3 ¢g1 70.¢h3+ Y, resueltos los problemas técni- cos, las blancas ganaron este apa- sionante final. 1–0 Piket, J - Kaspárov, G Blitz en internet, 2000 La estructura que nos queda por ver tiene gran importancia, ya que ni el propio Kaspárov pudo defen- derlo con éxito. 41...¦d3?! Hay una manera fácil de detener la marcha del rey blanco: 41...¢g7 42.¢h3 ¦a7 43.¢h4 ¢h6!, y las negras tienen una cómoda fortaleza. 42.¢h3 42...¦e3? Hay varias formas de hacer tablas, pero no así. Se podía jugar 42...¢g7 43.¦c7 ¦a3, como en el ejemplo en la página siguiente, en la partida Antón-Lillo. 43.¢h4?! Las blancas pueden crear las con- diciones para invadir g5 con 43.¦c7! ¢g7 44.¢h4 ¦e2 45.¢g5. 43...¢g7? 44.¢g5? Ganaba 44.¦c7! ¦e2 45.¢g5, como en la partida. 44...¦e1? Había que jugar 44...¦a3! 45.¦c7 ¦a5, y las negras se mantienen. 45.¦c7 ¦e2 46.¦e7!! ¦a2 7.f5! gxf5 48.e6 h4 49.¦xf7+ ¢g8 50.¢f6 1–0 Tremendo final. -?R?-?-? ?-?-?pZpk -?-?-?-Zp ?-?-?-?P -?-MKPZPP? ?-?-?-Tr- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?R?-? ?-?-?-Zpk -?-MK-Zp-Zp ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?r?p?k -?-?-?p? ?-?-ZP-?p -?-?-ZP-? ?-?-?-ZP- -?R?-?KZP ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?p?k -?-?-?p? ?-?-ZP-?p -?-?-ZP-? ?-?r?-ZPK -?R?-?-ZP ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?pMk- -?-?-?p? ?-?-ZP-?p -?-?-ZP-MK ?-?-Tr-ZP- -?R?-?-ZP ?-?-?-?- Jeroen Piket (Hoogovens 1988). FO TO : J CR OE S, RO B C. / A NE FO DIEGO ADLA 854 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO Antón, D - Lillo, V LLucmajor, 2014 38...¦e1? Esta jugada natural sería el error decisivo. Veamos primero el des- arrollo de la partida, y luego anali- zamos la sorprendente alternativa que podría −quizá− forzar las tablas. 39.e5+ ¢e6 40.¢h4 ¦e2 41.h3 ¦h2 42.¦c6+ ¢e7 43.¦f6!! El plan ganador. Se amenaza f5, y las negras no pueden evitar los temas relacionados con e6, donde la debilidad de g6 será decisiva. Lo que demuestra que el rey negro debe estar en g7. 43...¦e2 44.g4 También gana 44.¢g5 ¦e3 45.¢h6 ¦xg3 46.¢g7 ¦xh3 47.¦xf7+ ¢e8 48.e6+– 44...hxg4 45.hxg4 ¦e3 46.¢g5 ¦e1 47.¢h6! ¦e4 48.g5 1–0 Y lo que sigue es muy fácil. Reflexionando sobre la posición inicial de este final, en un princi- pio, pensé que debido a la mala posición de la ¦g1 las negras pier- den. Sin embargo, se puede forzar la defensa lateral y, con dos peones de menos, las negras pueden reali- zar una fortaleza gracias a que el rey blanco aún está en h3. Esta posición es esencial y muestra un nuevo método de tablas, que se agrega a los ya conocidos. 38...¢g7 39.e5 ¦a1!! Las negras permiten e6, pero encontrarán una fortaleza tras el peón blanco de f7. 40.e6 En caso de 40.¢h4 ¦a5!, llegando justo a tiempo. 40...¢f6 41.exf7 ¢g7 42.¢h4 Si 42.f5 gxf5 43.¢h4 ¦a2, y el final se simplifica y será tablas bien jugado. 42...¦a5! Esta cortina es esencial. Si 42...¦a2? 43.f8£+! ¢xf8 44.¢g5 ¦xh2 45.¢xg6 es ganador. 43.h3 ¦b5 44.g4 hxg4 45.hxg4 ¢f8! Planeando astutamente un futuro ahogado. 46.f5! El mejor intento para ganar. 46...¦b6!! Esta defensa es única, pero sufi- ciente para empatar. Horrible sería 46...gxf5 47.g5, ganando. 47.g5 La clave está en que tras 47.¢g5 gxf5 48.¢xf5 ¦f6+! 49.¢e5 ¦g6 es tablas. 47...¦b4+ Más simple, quizá, sea el empate tras 47...¦a6 48.fxg6 ¦xg6 49.¢h5 ¦h6+!! 48.¢h3 ¦b3+ 49.¢g4 ¦b4+ 50.¢f3 ¦b3+ 51.¢f4 ¦b4+ 52.¢e3 ¦b6 53.¦c8+ Contra 53.f6, lo más simple es 53...¦b5 54.¢f4 ¦f5+ 55.¢g4 ¦xg5+! 53...¢xf7 54.¦c7+ ¢f8 55.f6 ¦b5 56.¢f4 ¦b4+ 57.¢e5 ¦g4 58.¦a7 ¦g1 59.¢e6 ¦e1+ Y no se ve progreso para las blan- cas. Un final impresionante. ¡Y luego hay gente que dice que los finales son aburridos! 1–0 -?-?-?-? ?-TR-?p?- -?-?-Mkp? ?-?-?-?p -?-?PZP-? ?-?-?-ZPK -?-?-?-ZP ?-?-?-Tr- -?-?-?-? ?-?-Mkp?- -?R?-?p? ?-?-ZP-?p -?-?-ZP-MK ?-?-?-ZPP -?-?-?-Tr ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-TR-?pMk- -?-?-?p? ?-?-ZP-?p -?-?-ZP-? ?-?-?-ZPK -?-?-?-ZP Tr-?-?-?- -?-?-?-? ?-TR-?PMk- -?-?-?p? Tr-?-?-?p -?-?-ZP-MK ?-?-?-ZP- -?-?-?-ZP ?-?-?-?- -?-?-Mk-? ?-TR-?P?- -Tr-?-?p? ?-?-?P?- -?-?-?PMK ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- 86 TEORÍA DE FINALES Tablas Blancas ganan ¿Valoración? -?-?-Vlk? ?-?-?n?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?RMK- -?-?-?-? ?-?-?n?- -?-?lMk-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?RMK- -?-?-?-? ?-?-?k?- -?-?lVl-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-TR-MK- Ajedrez infinito GM Miguel Illescas En Peón de Rey 147, el GM Daniel Alsina nos presentó “las tablas de Lomonosov”, un sistema de juego perfecto para finales de siete piezas, que toma el nombre de la universidad estatal rusa, fundada en Moscú en 1755 por el científico ruso Mijaíl Lomonosov, donde se aloja la supercom- putadora del mismo nombre, utilizada para elaborar estas tablas de fina- les de ajedrez. Estos sistemas de juego perfecto tienen poco que ver con la inteligencia artificial, pues lo que hacen es “agotar” el juego del ajedrez, relacionando las posiciones de mate con sus predecesoras de mate en una, éstas con las de mate en dos, y así, hacia atrás, enlazando los nodos de tal modo que la máquina puede predecir un mate en cualquier número de movi- mientos, de forma casi instantánea. Esta poderosa herramienta nos permite desvelar los misterios de posicio- nes que, hasta ahora, no estaban deltodo claras, y a menudo sorprender- nos con las conclusiones. TEST DE LOMONOSOV POSICIÓN Nº 1 POSICIÓN Nº 2 POSICIÓN Nº 3 Partiendo de un juego perfecto de ambos bandos, las tablas de Lomonosov nos dicen que la posición 1 es tablas, mientras que la 2 está ganada para las blancas. Nuestro cerebro rechaza tal discrepancia asimétrica, y se pregunta: “¿qué diferencia puede haber entre uno u otro alfil?” ¿Y qué me dicen del tercer diagra- ma? ¿Se atreven a aventurar una valoración, antes de seguir leyendo? Para facilitar la comprensión de los problemas, expongo a continuación las estrategias comunes de cada bando en los ejemplos propuestos: Para ganar, las blancas necesitan avanzar sus peo-▪ nes. Si alcanzan la quinta fila, la victoria es casi segura, pues las negras quedan sin espacio para defenderse. El principal plan de las negras consiste en sacrifi-▪ car una de sus piezas por los peones blancos, alcanzando un final de tablas. Las blancas empiezan activando su torre, que ha ▪ de actuar desde la distancia, normalmente barriendo las filas 5, 6 y 7. La segunda etapa del plan blanco pasa por activar ▪ su rey y avanzar sus peones hasta la cuarta fila, algo que en general las negras no pueden evitar. Las negras montan su defensa con las tres piezas ▪ agrupadas, tratando de evitar el avance de los peo- nes blancos, y se alcanza la posición crítica. Vamos ya con el análisis. Para hacer más fácil el seguimiento de las soluciones he omitido la mayoría de variantes, dejando solo las imprescindibles, que ayudan a entender lo esencial de cada posición. MIGUEL ILLESCAS 87TEST DE LOMONOSOV – EL AJEDREZ INFINITO POSICIÓN 1 - TABLAS 1.g3 ¢g7 2.¢g2 ¥e7 3.¦a1 ¥f6 4.¦a6 ¢g6 5.f4 ¢g7 6.¢f3 ¢g6 Alcanzamos la primera posición crítica. Las negras sitúan su forma- ción defensiva en la segunda y ter- cera filas, y quedan a la espera de acontecimientos. Las blancas pue- den ahora avanzar su peón a g4 o tratar antes de progresar con su rey. 7.g4 7.¢e4 se contesta siempre con 7...¤h6!, y las blancas no pueden progresar sin avanzar sus peones. 7...¢g7 Alcanzando la posición crítica, con peones en cuarta fila. El negro fía su suerte al control del avance g4–g5, que ahora sería con- testado con el sacrificio de pieza que llevaría a tablas. Como primer intento, las blancas prueban a ver si hay zugzwang, poniendo en mano al contrario. 8.¦a7 ¢g6 9.¦a8! ¢g7 10.¦a6! Se repite la posición de hace tres jugadas, pero les toca a las negras, que deben alterar su esquema defensivo. Se exige ahora gran pre- cisión. 10...¥d8! También valdría 10...¥h4! La natural 10...¢g6? pierde por 11.¢e4! ¢g7 12.¦a7! ¢g6 13.f5+! ¢g7 14.¢d5 Y las blancas ganan pieza tras la inevitable 15.¢e6. En esta variante se aprecia que el alfil negro está mal colocado en la casilla f6. La otra jugada natural 10...¥e7?, también pierde, ya que tras 11.¦a7 ¥d8 12.g5, los peones blancos logran avanzar, y el sacrificio 12...¥xg5 13.fxg5 ¢g6 Se responde con 14.¢f4 ¤xg5 15.¦a6+ ¢h5 16.¦a5, ganando. 11.¢e4! 11...¥h4!! Único modo de seguir con el con- trol de g5 sin estropear la forma- ción defensiva. El alfil bascula entre d8 y h4, manteniendo el pre- cario equilibrio. Pierden 11...¥f6? 12.¦a7 ¢g6 13.f5+! o 11...¥e7? 12.¦a7, como hemos visto en las variantes anteriores. 12.¢d5 En caso de 12.¦a7 ¢g6 13.f5+, las negras disponen ahora de la salva- dora 13...¢f6!, usando la casilla que en variantes anteriores ocupaba de forma nefasta su alfil. Y en caso de 12.¢f5, sigue 12...¤h6+, rechazan- do al rey blanco. Con el rey lejos, es el momento de provocar el avance de los peones blancos. 12...¤h6! 13.g5 En caso de 13.f5 ¤f7, los peones son bloqueados de forma perma- nente. 13...¤f7! Se amenaza la eliminación de los peones. -?-?-Vlk? ?-?-?n?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?RMK- -?-?-?-? ?-?-?n?- R?-?-Vlk? ?-?-?-?- -?-?-ZP-? ?-?-?KZP- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?nMk- R?-?-Vl-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?K?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-Vl-?-? ?-?-?nMk- R?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?KZPP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? TR-?-?nMk- -?-?-Vl-? ?-?K?P?- -?-?-?P? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? TR-?-?n?- -?-?-?k? ?-?-?-ZP- -?-?-?-? ?-?-?K?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?nMk- R?-?-?-? ?-?K?-ZP- -?-?-ZP-Vl ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- MIGUEL ILLESCAS 88 TEORÍA DE FINALES 14.¦a7 Si 14.g6 ¤h6 15.¢e4 ¤g8, con un sólido bloqueo en casillas negras. 14...¢g6! Cuidado con la prematura 14...¥xg5?, que se refuta con 15.¢e6! 15.f5+ No hay modo de progresar. Este último intento sirve para certificar rápidamente el empate. 15...¢xf5 16.¦xf7+ ¢xg5 Y es tablas. POSICIÓN 2 - GANA 1.f3 ¤e5 2.¦a1 ¢f7 3.¢f2 ¢f6 4.¦a6 ¢f7 5.¢e3 Alcanzamos la primera posición crítica, en que las negras pueden elegir entre dos estrategias defen- sivas. 5...¤g6 Con esta jugada, las negras acep- tan como inevitable el avance de los peones a cuarta fila, y se prepa- ran para montar un dique de con- tención en la casilla f5. Una tenaz alternativa sería 5...¢e7 6.¢e4 ¤f7 7.g4 ¤d6+ 8.¢f4 ¤f7 9.¢g3! (9.g5? ¤h8!) 9...¤e5, tratan- do de dificultar el avance f4, pero las blancas logran avanzar a pesar de todo: 10.¦a5! ¢d6 (10...¢f6 11.g5+! O bien 10...¤f7 11.f4 ¤d6 12.f5) 11.¦a7! ¥c8 (11...¥d7 12.f4! ¤xg4 13.¦xd7+!, ganando el final de peo- nes) 12.¦g7! ¢e6 13.f4 ¢f6 14.¦c7!, ganando. 6.g4 ¤e7 7.¢f4 ¢f6 8.¢g3 ¤g6 9.f4 ¤e7 Alcanzamos la posición crítica, con los peones en cuarta. Las negras controlan el avance f5 y mantienen una defensa compacta, y por ello las blancas, como viéramos en el ejemplo anterior, prueban primero la técnica del zugzwang. 10.¦a8! ¢f7 11.¦a7 ¢f6 12.¦a6! Se repite la posición con el turno cambiado y las negras se ven obli- gadas a retroceder con su rey, dejando libre la casilla g5, que pronto veremos tiene gran impor- tancia. 12...¢f7 13.¢h4! ¡Esta es la clave! A diferencia del ejemplo anterior, aquí el rey de las blancas dispone de este camino alternativo. Ahora vemos que el alfil de negras hacía una doble labor, controlando g5 y h4. Y esa es la razón por la que esta posición está perdida, mientras que la ante- rior se podía salvar. 13...¢f6 14.¢h5! Mientras el caballo negro sigue paralizado por la amenaza del avance f5, el rey negro se ve obli- gado a ceder la casilla g5 a su homólogo blanco. 14...¢f7 15.¢g5! Y la victoria es fácil, por ejemplo: 15...¤c8 16.f5 ¥d7 17.¢f4 ¤e7 18.¦a7 ¥c8 19.¢g5! ¢f8 20.f6 ¤d5 21.¦a8 ¤b6 22.¦b8, etc. -?-?-?-? ?-?-?n?- -?-?lMk-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?RMK- -?-?-?-? ?-?-Sn-?- R?-?lMk-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?-MK- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?k?- R?-?l?-? ?-?-Sn-?- -?-?-?-? ?-?-MKP?- -?-?-?P? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-Snk?- R?-?l?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPPMK ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-Mk-?- R?-?l?-? ?-?-Sn-?- -?-?-?P? ?-?-?PMK- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-Sn-?- R?-?lMk-? ?-?-?-?K -?-?-ZPP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- 89 POSICIÓN 3 ¿GANA O TABLAS? La intuición nos dice que la pareja de alfiles ha de ser mejor que alfil y caballo, pero no es cierto. Si los peones blancos llegan a cuarta, será imposible contener su avance, pues los alfiles negros no pueden colaborar en controlar casillas de un color, siendo más difícil el cam- bio de una pieza por los peones. 1.¢h2!! Jugada única para ganar. El rey debe ir por delante de los peones, para evitar un eventual bloqueo. Otras jugadas no ganan. Por ejem- plo: 1.f3 ¥d5 2.¢f2 ¢g6 3.¦d1 ¥e6 4.g4 ¥e5 5.¢e3 ¢g5 6.¢e4 ¥c7, con un bloqueo eficaz. 1...¥d7 2.¢g3 ¢g6 3.¦d1!! Única jugada ganadora, antes de que el rey negro llegue a f5. En cambio, 3.f4 ¢f5 lleva a tablas, pues 4.¢f3 se contesta con 4...¥c6+. 3...¥c8! Las negras deben estar preparadas para dar jaque en la gran diagonal. La natural3...¥e6 se contesta con 4.f4 ¢f5 5.¢f3, y el avance g4 es inevitable. 4.¦d5! ¥e6 5.¦c5! Y las negras no tienen modo eficaz de oponerse al plan f4, ¢f3 y g4. 5...¥e7 6.¦a5 ¥c8 7.f4 ¥f6 8.¦b5 ¥d7 9.¦b6 ¢f7 10.¢f3 ¥e6 11.g4 Los peones seguirán avanzando, apoyados por sus piezas y obte- niendo la victoria. Por ejemplo: 11...¥d7 12.f5 ¥g5 13.¦g6 ¥d8 14.¦d6 ¢e7 15.¦a6 ¢f7 16.¦a7 ¢e8 17.¢f4 17...¥b6 18.¦a6 ¥c7+ 19.¢g5 ¥d8+ 20.¢g6, etc. Pero, volviendo a la posición ini- cial, lo más increíble no es la juga- da ganadora, sino que el desenlace de la partida... ¡depende del turno de juego! En caso de jugar las negras, se logran tablas por un tiempo. Vamos a verlo. 1...¥d7 2.¢h2 ¢g6 3.¢g3 ¢g5 4.f4+ Si 4.¦d1 ¥e5+. 4...¢f5 5.¦c1 ¥e8! 6.¦c5+ O bien 6.¢f3 ¥h5+. 6...¢e4 7.¦c8 ¥d7 8.¦f8 ¢f5 Y el bloqueo es persistente. -?-?-?-? ?-?-?k?- -?-?lVl-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-TR-MK- -?-?-?-? ?-?l?-?- -?-?-Vlk? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-MK- -?-?-ZPP? ?-?-TR-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?lVlk? ?-TR-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-MK- -?-?-ZPP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?k?- -TR-?lVl-? ?-?-?-?- -?-?-ZPP? ?-?-?K?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-Vlk?-? TR-?l?-?- -?-?-?-? ?-?-?P?- -?-?-MKP? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?l?-?- -?-?-Vl-? ?-?-?-Mk- -?-?-?-? ?-?-?-MK- -?-?-ZPP? ?-?-TR-?- -?-?l?-? ?-?-?-?- -?-?-Vl-? ?-?-?k?- -?-?-ZP-? ?-?-?-MK- -?-?-?P? ?-TR-?-?- -?-?-TR-? ?-?l?-?- -?-?-Vl-? ?-?-?k?- -?-?-ZP-? ?-?-?-MK- -?-?-?P? ?-?-?-?- MIGUEL ILLESCAS TEST DE LOMONOSOV – EL AJEDREZ INFINITO 90 FINALES DE PEONES EGRESAMOS al impor- tante tema de la simplifi- cación, y en este caso lo hacemos con vocación de clasifi- car las diferentes situaciones. Nos vamos a enfrentar a algunas posiciones históricas y a otras realmente originales. Son varios los factores que se mezclan a la hora de tomar la decisión, algunos puramente analíticos, pero otros esencialmente prácticos. Los vamos a dividir en 3 grupos: El primero serán aquellas situa- ciones en que la simplificación lleva a un final teórico cuyo resul- tado es perfectamente conocido, al menos por los libros. En este caso el jugador necesita dos cosas: a) conocer la teoría y b) calcular con precisión para llegar a ella. A veces es una cosa trivial, otras veces no tanto. El segundo grupo serán aquellas posiciones en que la simplifica- ción no lleva a un final teórico exactamente, pero sí a uno que de forma genérica se considera gana- do (o tablas) o que puede calcular- se hasta el final. Una vez más, el jugador debe cal- cular con exactitud y le conviene tener una información correcta sobre las cosas que cree conocer. En el tercer grupo están aquellas posiciones en que la simplifica- ción no permite una valoración segura de la posición final, en cuyo caso, además del buen cálculo que siempre es necesario, será de gran ayuda comparar los factores posi- cionales con buen sentido. Algunas posiciones están a caballo entre los grupos, pero pienso que es útil clasificar las situaciones para tomar las decisiones con más tranquilidad de ánimo. En todos los ejemplos, propongo al lector que considere brevemen- te la posición inicial y trate de decidir cuál sería su decisión. Topalov, V - Antunes, A Candas, 1992 Comenzamos con una posición muy simple. Las blancas juegan: ¿deben cambiar el caballo? Naturalmente, mantener los caba- llos puede permitir alcanzar las tablas, pero siempre lo hará a tra- vés de un largo periodo de sufri- miento. Topalov demuestra una gran confianza en su cálculo para tomar la decisión más crítica y, en este caso, correcta. 1.¤xf5+! exf5 2.¢d4 ¢c6 2...¢e6 3.¢c5, y las negras incluso tienen que defenderse. 3.¢e5 ¢c5 4.¢xf5 d4 5.¢g6! Única. 5...d3 6.f5 d2 7.f6 d1£ 8.f7 Y por fin se ha alcanzado una posi- ción teórica básica. La teoría de finales dice que el final de la dama contra el peón de alfil en séptima, apoyado por su rey, se gana en los siguientes casos: Cuando la dama puede situarse 1 delante del peón. Cuando el rey del peón está 2 situado en el lado pequeño del peón y el rey del bando fuerte está a 1 paso de las casillas g6 o e7 (en amarillo en este caso). -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-Mkp?-? ?-?p?n?- -?-SN-ZP-? ?-?K?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-???P?- -?-?-?MK? ?-Mk-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?q?-?- ¿Cambiar o no cambiar? (2) GM Jesús de la Villa Finales de peones especiales y decisiones de simplificación. FINALES DE PEONES R JESÚS DE LA VILLA 91¿CAMBIAR O NO CAMBIAR? ESA ES LA CUESTIÓN (2) Cuando el rey del bando del 3 peón está en el lado grande del peón, y el otro rey está a dos pasos de las casillas g3 o d7 (la segunda en rojo en el diagrama). Ninguna de las 3 circunstancias se produce aquí, o sea que son tablas. ¿Eligió Vd. está opción, querido lector? Si no lo hizo y decidió man- tener los caballos también lograría las tablas, pero después de una larga defensa. La decisión de Topalov acortó su sufrimiento, y demuestra una confianza absoluta en su cálculo, lo que caracteriza a algunos jugadores, no necesaria- mente los más fuertes. 8...£d8 9.¢g7 £g5+ 10.¢h8 £f6+ 11.¢g8 £g6+ 12.¢h8 £xf7 ½–½ Nakamura. H - Benjamin, J Filadelfia, 2005 Tenemos una nueva decisión cru- cial. ¿Deben las blancas forzar el cambio de damas con £f4? 54.£f4+! Aunque Nakamura no es conocido por su técnica en los finales (e incluso ha hecho algunas declara- ciones despreciando el estudio de las posiciones básicas), demuestra aquí estar bien informado. Con este cambio llega a un final teóri- camente ganado y, por lo tanto (una vez más), ahorra mucho esfuerzo. 54.a4, por ejemplo, como muchas otras, podría ser una jugada gana- dora, pero para una persona signi- ficaría continuar en un final agota- dor y expuesto a un pequeño error, que podría llevar la partida a jaque continuo. 54...£xf4 55.gxf4 ¢xf4 56.¢f2 El procedimiento para ganar este final es muy sencillo. Si lo vemos una vez y lo fijamos en la memo- ria, se nos quedará para siempre y, tal vez, algún día nos ayude a ganar una partida sin esfuerzo. Consiste en llevar el peón libre a séptima, sin mover el otro peón de la segunda fila, y entonces aho- gar al rey contario y, cuando mueva su peón a, contar para ver a qué casilla debemos avanzar nosotros el nuestro. 56...¢e4 57.¢e2 ¢d5 58.¢d3 ¢c5 59.c4 ¢c6 60.¢d4 ¢d6 61.c5+ ¢c7 62.¢d5 ¢d7 63.c6+ ¢c7 64.¢c5 ¢c8 65.¢d6 ¢d8 66.c7+ ¢c8 67.¢c6 a6 Si 67...a5 68.a3! 68.¢d6 68.a4! traspone y es más gráfico. 68...a5 69.a4 1–0 Ivanchuk, V - Giri, A Wijk aan Zee, 2012 En nuestro tercer ejemplo, no es posible reducir la posición a un final teórico, pero Ivanchuk hace algo mejor. Las negras tienen atacado el peón de g5 y están en peligro de ver cambiada su torre. ¿Deben permi- tirlo o no? 47...¦b7? Es lógico que las negras quieran activar su torre, pero se van a encontrar con un cálculo primoro- so por parte de Ivanchuk. Por el contrario, buscar el contrajuego con el rey y permitir el cambio de la torre en la casilla c7, sí alcanza las tablas. Consideramos 3 alter- nativas: 47...¢e6! 48.¦h6+ ¢e7 49.¦h7+ a) ¢d8 50.¦h5 ¦d7+ 51.¢e3 ¢e7 52.¦xg5 ¢e6 53.f4 ¦a7, con con- trajuego suficiente gracias al peón pasado “empujado por su torre”. 47...a5? 48.¦xg5 ¢e6 49.¦g6+ b) ¢f7 50.¦f6+, pierde demasiados peones. 47...¦c1? 48.¦xg5 ¦d1+ 49.¢e3 c) ¢e6 50.f4 ¦a1, y la torre negra queda peor situada y el final debe estar perdido. -?-?-?-? Zp-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?k?- -?Q?-?-? ?-ZP-?-ZP- P?-Wq-?-? ?-?-?-MK- -?-?-?-? Zp-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-Mk-? ?-ZP-?-?- P?-?-MK-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-Trk?-?- p?-?-?-? ?-?-ZPpZpR -?-MK-?-? ?-?-?P?- -?-?-?-ZP ?-?-?-?- Los ejemplos de este artículo demues- tran, una vez más, la importancia de conocer los modelos básicos. JESÚS DE LA VILLA 92 FINALES DE PEONES 48.¦h7+ ¢c8 49.¦h8+¢d7 50.¦h7+ ¢c8 51.¦xb7 ¢xb7 El resto de las jugadas recuerdan un estudio artístico. Pero aún así, un jugador de élite debe ser capaz de preverlas. ¿O no? 52.f4! Creando un segundo peón pasado (mucho más alejado) o bien un peón pasado apoyado. Las negras, lógicamente, eligen la primera opción. 52...gxf4 52...g4 permite a las blancas ganar de muchas formas, entre ellas con la inmediata e6. 53.h4! A tiempo para que el rey negro no entre en el cuadrado de este peón. 53...a5! Claro que este peón negro también corona a tiempo, justo después del blanco, pero con jaque. Así que la simple carrera del peón h no es suficiente. 54.e6! Este peón va muy por delante del negro, así que obliga al rey a acer- carse a él. 54...¢c7 55.h5! De nuevo teniendo cuidado de que el rey negro no entre en el cuadra- do del peón h. En cambio, perdía 55.e7?? ¢d7. 55...a4 56.e7! Atrayendo al rey negro a la casilla fatal. 56...¢d7 57.h6! Y, ahora, Giri comprendió que su peón de a no va a coronar porque seguirá... 57...a3 58.h7 a2 Y, ahora, la doble coronación con- secutiva con jaque. 59.e8£+! ¢xe8 60.h8£+! 1–0 Cori, J - Fernández, F Sitges, 2017 De nuevo volvemos al primer grupo... en sentido objetivo. Pero, para el jugador de las negras, como mucho estábamos en el segundo. ¿Dónde retirar el rey? 47...¢f7? La respuesta a estas preguntas, en la sección de hoy, no tiene por qué ser brillante, ingeniosa... ni siquie- ra exacta, pero igualmente es útil reflexionar sobre ella. En este caso calificamos la decisión de las negras de mala, aunque el final sigue siendo tablas, porque, como demuestra la continuación, no controlaban lo que hacían. Por el contrario, hubiera merecido una admiración, por tener el efecto de simplificar su trabajo, si hubieran conocido bien el final. 47...¢e7! era la elección correcta en su caso, porque el final con caballos no se debe perder si no es por un error grave. 48.¤e5+ Interpreto que las blancas deciden jugar su única opción y, por lo tanto, es una correcta decisión práctica. Seguir dando vueltas con el caballo da pocas esperanzas de confundir al rival. 48...¤xe5 49.¢xe5 ¢e7 50.f6+ ¢f7 51.¢f5 Inmediatamente llega el momento crítico. Las negras, seguramente, no sospechaban la sutileza que esconde esta posición. 51...¢f8?? La retirada perdedora. Una deci- sión de nuevo “perezosa”, basada en una mala comprensión del tema de la oposición. 51...¢e8! o también 51..¢g8, hacen tablas. Viendo la continuación de la parti- da, no hace falta explicar por qué. -?-?-?-? ?k?-?-?- p?-?-?-? ?-?-ZPpZp- -?-MK-?-? ?-?-?P?- -?-?-?-ZP ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?p -?n?k?-? ?-?-?P?- -?-?K?N? ?-?-?-?P -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?k?p -?-?-ZP-? ?-?-?K?- -?-?-?-? ?-?-?-?P -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-Mk-?-?- -?-?P?-? ?-?-?p?P p?-MK-Zp-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- 93 52.¢e6 ¢e8 53.h4 Y las negras pierden la oposición, que “tan trabajosamente” han ganado. 53...¢f8 Si 53...h6 54.h5 ¢f8 55.f7, y el peón blanco corona. O bien 53...h5 54.¢f5, y el peón de h5 cae. 54.h5 ¢e8 55.f7+ ¢f8 56.¢f6 h6 57.¢g6 1–0 Cohn – Rubinstein San Petersburgo, 1909 Y, en el último ejemplo, tenemos un caso de tipo 2. Pero, en la época en que fue jugada, tal vez pudiera clasificarse en el 3, como los que veremos en la siguiente entrega. En este caso, se trata de una parti- da histórica y sugiero al lector 3 opciones para elegir una entre ellas: ofrecer cambio de torres con 1.¦c1, atacar la torre con 1.¢d3 o jugar 1.f4. Se trata de seleccionar la mejor. 24.¦c1? El jugador de las blancas eligió “perezosamente” (otra vez) cam- biar las torres, pensando tal vez, estratégicamente, que la torre negra era más activa. Pero el cambio de torres lleva a un final de peones, en el cual las blancas tienen una desventaja grave, en forma de debilidad en h2. Aunque no puedan calcular en todos sus detalles que van a per- der, deben rechazar el cambio porque es seguro que van a sufrir mucho y las alternativas son mejores: 24.¢d3?! desplaza la torre de la a) columna c, pero la envía a ata- car la debilidad de h2. 24...¦h4 25.¦c1 ¢d7, y es preciso situar la torre blanca en una posición muy pasiva, 26.¦h1μ. La mejor jugada era 24.f4!³, b) evitando el paso de la torre negra a h4 y preparando tanto ¢d3, como tal vez ¦c1. 24...¦xc1 25.¢xc1 ¢f6 Actualmente podemos comprobar si existe alguna esperanza defensi- va con poderosos módulos de aná- lisis. En este caso, Stockfish 13 en profundidad 40 da a las negras una ventaja de +9, que normal- mente garantiza la victoria. Rubinstein, seguramente, se basó en su concepto y solo calculó que el rey negro llegaba hasta la casilla clave de h3. 26.¢d2 26.f4 lleva a algo parecido: 26...¢g6 27.¢d2 ¢h5 28.¢e2 ¢g4 29.¢f1 ¢h3 30.¢g1 b5!, con posi- ción similar a la partida. 26...¢g5 27.¢e2 ¢h4 28.¢f1 ¢h3 29.¢g1 La posición que ambos jugadores deberían haber anticipado al deci- dir sobre el cambio de torres. El rey negro tiene una posición dominante: puede puede forzar el cambio de todos los peones del flanco de rey y dirigirse a capturar el peón de a3 blanco o bien otra debilidad que permanezca en la tercera fila (e3, por ejemplo). Las blancas están condenadas a una actitud absoluta de espera y eso ya les debía haber advertido contra esta elección. 29...e5!? 30.¢h1 b5 31.¢g1 f5 32.¢h1 g5 33.¢g1 h5 34.¢h1 g4 35.e4 Es difícil decir si continuar con la táctica de espera es más resistente o simplemente da lo mismo. Por ejemplo: 35.fxg4 fxg4 36.¢g1 e4 37.¢h1 h4 38.¢g1 g3 39.fxg3 hxg3 40.hxg3 ¢xg3, con ventaja decisi- va al caer el peón de e3. 35...fxe4 36.fxe4 h4 37.¢g1 g3 38.hxg3 hxg3 0–1 -?-?-?-? Zpp?-MkpZpp -?-?p?-? ?-?-?-?- -ZPr?-?-? ZP-?-ZPP?- -?-MK-ZP-ZP TR-?-?-?- -?-?-?-? Zp-?-?-?- -?-?-?-? ?p?-Zpp?p -ZP-?-?p? ZP-?-ZPP?k -?-?-ZP-ZP ?-?-?-?K -?-?k?-? ?-?-?-?p -?-?KZP-? ?-?-?-?- -?-?-?-ZP ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? Zpp?-?pZpp -?-?p?-? ?-?-?-?- -ZP-?-?-? ZP-?-ZPP?k -?-?-ZP-ZP ?-?-?-MK- JESÚS DE LA VILLA ¿CAMBIAR O NO CAMBIAR? ESA ES LA CUESTIÓN (2) -?-Tr-MklTR Zp-?r?-Zp- -?qZp-Sn-? Zp-?-ZpPWQ- P?P?P?-? VLP?-?-?- -?L?-?-? ?-?-?-TRK -TR-?-?-? MKP?-?-?- P?RZPQSN-? Zp-?nZP-?- -Wq-ZPpZPPZp ?-?p?-?- -Zpp?-?p? ?kTrr?-?- -?-?rTrk? Zpq?-?pZpp n?p?-Vl-? ?-?-?-?- -?-Zp-?-? ZPP?L?N?- -?PWQ-ZPPZP TR-?-?RMK- -?-?-?-? ?-TR-?-?p -?-?-Zp-Mk ?-?-ZpL?- -Tr-?p?-? ?-?rSn-?- -ZP-?R?PZP ?K?-?-?- r?-?-?k? ?q?nTR-Vlp p?-Zp-?p? ?-?P?p?- -ZP-?-?-? ?-?L?p?P -?-VL-ZPP? ?-WQ-?-MK- -?-TrnTrk? Wqp?-Vlp?p p?l?p?pWQ ?-?-ZP-?- -?P?N?-? ?P?L?-?- PVL-?-?PZP ?-TR-TR-?K 06 Blancas juegan y ganan nnnnn05 Blancas juegan y ganan nnnnn04 Blancas juegan y ganan nnnnn 03 Blancas juegan y ganan nnnnn02 Negras juegan y ganan nnnnn01 Blancas juegan y ganan nnnnn Observará que, cuando es el turno del negro, el dia- grama se ve desde el punto de vista de las negras. NOTA DE LA REDACCIÓN Test de Táctica GM Miguel Illescas TEST DE TÁCTICA94 r?-?k?-Tr ?p?lZppVlp p?-?-Snp? ZP-?p?q?- -?-ZP-?-? ?QSN-?N?- -ZP-?-ZPPZP TR-VL-TR-MK- -?-?l?-? ZpkVl-?-?- -Zpp?LZp-? ?-?-ZpPZp- PZP-?P?-Tr ?-ZPQVLq?- -?-?-?-? ?-MKR?-?- -?-?-Tr-Mk ?-?l?-Zp- p?-?-?-Zp ?pTRpTR-?--ZP-ZP-?q? ZP-?-?pZP- -?-?-WQnZP ?L?-?-MK- -Trl?-Snk? Zp-Tr-WqpZpp -?-?p?-? ?-ZP-?-?- -?-?L?N? ZP-?-?-WQ- -?-?-ZPPZP TR-?-TR-MK- -?rTr-Vl-Mk ?p?l?-Zpp pWqn?-?-? ?-Zp-?p?- P?L?-?-WQ ?P?-ZP-?P -VL-?-ZPP? ?-TRR?-MK- -?-WqrVlk? ?r?-?p?- p?lZp-ZPp? ?p?-Zp-ZPp -?-?P?-TR ?P?-VLL?Q P?P?-?-ZP TR-?-?-?K -Tr-?r?-? ?-?-?-Mkp -?-?-Zpl? Zp-?p?p?- -?-ZP-?N? Wq-ZP-?-?- P?-WQ-?P? ?-?-TR-MKR KVl-?-?-? ?-?-Zp-?- -?k?L?-? ZP-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -?-?-?-? ?-?-?-?- -Mk-?-?-? ?-?-Sn-?- -?-TRP?-? ?-?-?r?- -?-?-?-? ?-?K?-?- N?-?-?-? ?-?-?-?- 12 Blancas juegan y ganan nnnnn11 Blancas juegan y ganan nnnnn10 Blancas juegan y ganan nnnnn 09 Blancas juegan y ganan nnnnn08 Blancas juegan y ganan nnnnn07 Blancas juegan y ganan nnnnn 15 Blancas juegan y ganan nnnnn14 Blancas juegan y ganan nnnnn13 Blancas juegan y ganan nnnnn 95TEST DE TÁCTICA (1) Polgár - Gocheva Este sacrificio de dama no es la única forma de ganar, pero sí la más rápida y forzada, ya que da mate en 3. 1.£xf6+! gxf6 2.¦hxg8+ ¢e7 3.¦1g7# 1–0 (2) Unzicker - Dankert 1...£g3+!–+ [Un sacrificio de dama que fuerza el mate o la ganancia de material] 2.¦xg3 [En caso de 2.¢h1, entonces 2...£xf3–+ gana una torre, pues si 3.gxf3 ¤f2+ 4.¢g2 ¤xd3] 2...hxg3+ 3.¢h1 ¤f2# 0–1 (3) Henkin - Lebedev 2.£a5! [2.£f4 £c8] 2...¤c7 [2...¤b8 3.£f5] 3.£f5! g6 4.£xf6, ganando. (4) Zaichik - Chekhov 1.¦xe3! [1.h4?? ¤xf5; 1.¦xh7+? ¢g5] 1...¦xe3 2.h4! ¢h5 3.¦xh7# 1–0 (5) Ciocaltea - Ungureanu 1.¥xf5! [Buena, pero no tan decisiva es 1.¥c3 ¥f8 2.£e3. También es fuerte, pero más lenta, 1.£c6 £xc6 2.dxc6 ¤e5 3.¦b7 ¤xc6 4.¥c4+ ¢h8 5.¥d5. Son peores 1.¦xg7+? ¢xg7 2.¥c3+ ¤e5; o bien 1.¥h6 ¥f6, con defensa] 1...gxf5 2.¥c3! ¢f8 [2...¥xc3 3.£xc3 ¤e5 4.¦xb7; 2...¥f8 3.£g5+] 3.¦xg7, con ventaja decisiva. (6) Sveshnikov - Gorchakov 1.¥a3! b6 [1...¥xe4 2.¥xe7!; 1...¥xa3 2.¤f6+ ¤xf6 (2...¢h8 3.£xh7#) 3.exf6 ¦fe8 4.£g7#; 1...f5 2.¥xe7 ¦f7 3.¥xd8] 2.¤g5! ¥xg5 [2...¥xa3 3.£xh7#] 3.£xf8# 1–0 (7) Bronstein - Geller 14.¦e5! [14.£xb7 0–0 sería menos fuerte] 14...£d3 [14...£g4? 15.h3] 15.¦xe7+! ¢xe7 16.¤xd5+ ¤xd5 17.£xd3 [Las blancas han obtenido una ventaja material decisiva y ganaron pocas jugadas más tarde] 1–0 (8) Botvínnik - Zharov 1.¤f6+! ¢h8 [Si 1...£xf6 2.£xc7+–, las blancas logran una importante ganancia material, pues no vale 2...£b2 3.¦ab1] 2.¤e8! [La clave. Se amenazan la torre y el mate en g7, por lo que las negras han de tomar el caballo] 2...£xe8 [2...¥b7?? 3.£xg7#] 3.£xc7 [Y la ventaja material de las blancas es decisiva]. (9) Pedersen - Norbi 1.¦xh7+! [1.£h6+? ¢f7; 1.¦xe8 ¦xe8 2.¦xh7+ ¥xh7 3.£h6+ ¢g8 4.¤xf6+ ¢f7 5.¤xe8 ¢xe8 6.£xh7=] 1...¥xh7 [1...¢xh7 2.£h6+ ¢g8 3.£xg6+ ¢f8 4.£xf6+ ¢g8 5.£g6+ ¢f8 6.£xf5+ ¢g7 7.£g5+ ¢h8 8.£h6+ ¢g8 9.¤f6+ ¢f7 10.£h7+ ¢xf6 11.¦f1+ ¢e6 12.£f7+ ¢d6 13.¦f6+ ¦e6 14.¦xe6#] 2.£h6+ ¢g8 3.¤xf6+ ¢f7 4.¤xe8 ¦xe8 5.£xh7+ ¢f6 6.£h6+ ¢f7 7.£h5++– (10) Jacobson - Von Henning 1.£a6+!! [1.¦f1? £xe4; 1.¥c8+?? ¢xc8] 1...¢a8 [1...¢xa6 2.¥c8#] 2.¦d8+! [También gana 2.£c8+ ¥b8 3.¦d8 £xe3+ 4.¢c2] 2...¥b8 [2...¥xd8 3.£c8#] 3.¦xb8+! ¢xb8 4.£c8# 1–0 (11) Pomar - Larsen 1.¦d6!+– ¥e7 [1...¥xd6 2.¥xg7+! ¢xg7 3.£g5+ ¢f8 4.£f6+ ¢e8 5.£f7#; 1...¥e8 2.¦h6! ¥g6 3.¦xg6; 1...¥e6 2.¦xe6+–; 1...£c7 2.¦h6! ¤e5 3.¦xh7#] 2.£h6 [2.£g3! ¥f8 3.¦f6!] 2...¦g8 3.¦g6 ¤d4 4.¦xb6 gxh6 5.exd4 ¦g7 6.d5+– (12) Estudio de Hildebrand 3.¥d7+!! [3.¢xb8? ¢b5=] 3...¢c7 [3...¢xd7 4.¢xb8+–] 4.¥b5! ¢c8 [4...e5 5.¥a6 e4 6.¥b7, como en la línea principal; 4...e6 5.¥a6 e5 6.¥b7 e4 7.¥xe4 ¢c8 8.¥b7+ ¢c7 9.a6] 5.¥a6+ ¢c7 6.¥b7! e5 7.¥a6 e4 8.¥b7 e3 9.¥a6 e2 10.¥xe2 ¢c8 11.¥a6+ ¢c7 12.¥b7, ganando. (13) Wolf - Spielmann 1.h3! [1.¦cxd5? ¤f4!] 1...£xh3 2.£xf3!! ¦xf3 [2...¦g8 3.£xg2; 2...¤f4! 3.£xf4! ¢g8! 4.¥h7+! (4.¥f5 ¥xf5 5.£h4! £xh4 6.gxh4 ¥e4, con ventaja blanca) 4...¢xh7 5.£xf8 £xg3+ 6.¢f1 ¥h3+ 7.¢e2 ¥g4+ 8.¢d2 £g2+ 9.¢e1 £g1+ 10.£f1 £g3+ 11.£f2, y se aca- ban los jaques] 3.¦c8+! ¥xc8 4.¦e8+ [1–0] 4...¦f8 5.¦xf8# (14) Martin, Andrew - García Padrón 1.¥xh5! gxh5 2.£f3!! [2.¦xh5 ¥xe4+ 3.¢g1 ¥g7!! 4.fxg7 ¢xg7] 2...£d7 [2...¥xe4 3.£xe4 ¦c7 4.¦d1 £a8 5.¦d5 ¦xc2 6.¦xh5] 3.£xh5 ¥xe4+ 4.¢g1! ¥g7 5.fxg7 f5 6.£h7+ 1–0 (15) Estudio de Tiavlovski 1.¦d8+ ¢c7 2.¦d7+ ¢c6 3.¤b4+! [3.¦xe7 ¢d6=] 3...¢c5 4.¢e4! [4.¦xe7 ¢d6! 5.¦e8 ¦e5=] 4...¦f6! [4...¢xb4 5.¦xe7 ¦f1 6.¦c7; 4...¦f1 5.¤d3+] 5.¤d3+ ¢c6 6.¦xe7 ¢d6 7.¦d7+! ¢xe6 8.¤c5# 1–0 SOLUCIONES SOLUCIONES TEST DE TÁCTICA96 La foto corresponde a la partida Fischer-Tal de la Olimpiada de Leipzig de 1960 y captura el momento exacto en que Tal juega 7...¤e7. Se observa en el tablero una posición típica de la Defensa Francesa variante Winawer, con la dama blanca en g4. Llama la atención la presencia del peón negro en d4, que solo se da en la variante 6...¥a5, poco empleada. Buscando en la base de datos, veremos que solo aparecen dos partidas de Fischer con esa posición, una en partidas simultáneas, y la otra frente a Tal. Y, puesto que Fischer está sentado, cabe deducir que no eran las simultáneas. FO TO : S OV IET CH ES S H IST OR Y Fischer, R – Tal, M Olimpiada Leipzig, 1960 [C18] 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥b4 4.e5 c5 5.a3 ¥a5 6.b4 cxd4 7.£g4 7...¤e7 8.bxa5 dxc3 9.£xg7 ¦g8 10.£xh7 ¤bc6 11.¤f3 £c7 12.¥b5 ¥d7 13.0–0 0–0–0 14.¥g5 ¤xe5 15.¤xe5 ¥xb5 16.¤xf7 ¥xf1 17.¤xd8 ¦xg5 18.¤xe6 ¦xg2+ 19.¢h1 £e5 20.¦xf1 £xe6 21.¢xg2 £g4+ ½–½ rSnlWqk?nTr Zpp?-?pZpp -?-?p?-? Vl-?pZP-?- -ZP-Zp-?Q? ZP-SN-?-?- -?P?-ZPPZP TR-VL-MKLSNR Solución al acertijo Avances Peón de Rey nº 153 (jul-ago 2021) AVANCES PDR-153 (JUL-AGO 2021) ¡Síguenos en Redes Sociales! � @revistaPDR revistaPDR ChessFM www.peonderey.com Y ADEMÁS... Finales, decisiones de simplificación, con GM Jesús de la Villa El lado oscuro del tablero, con Mario Tallarico. Mis estudios favoritos, GM Miguel Illescas. ¡Y mucho más en el próximo PDR-153! EL SACRIFICIO POSICIONAL El GM Andrea Stella aborda una cuestión capital para llevar tu ajedrez a un nivel superior: las entregas de material a largo plazo. AVRO 1938 Estreno de lujo en PDR del GM Carlos García Palermo, con mirada nostálgica al gran torneo en que Keres y Fine se impusieron a Botvínnik, Euwe, Reshevsky, Alekhine, Capablanca y Flohr. NAJDORF ETERNO En el 24 aniversario de su muerte rendimos homenaje a Miguel Najdorf, con una entre- vista inédita y sus mejores partidas comenta- das, a cargo de Jesús Bayolo y el GM Reinaldo Vera. TORNEO DE CANDIDATOS Del 19 al 28 de abril, también en Ekaterim - burgo, se disputará la segunda mitad del Candidatos, que quedó suspendido en abril de 2020 por la pandemia mundial. Vachier- Lagrave y Nepomniachtchi llegaron empatados tras la primera vuelta como líderes. El vence- dor se enfrentará a Carlsen en Dubái. TRAGEDIAS EN LA ÉLITE El GM Adrian Mikhalchishin comparte con los lectores de PDR sus análisis sobre algunos momentos decisivos en partidas que podrían haber cambiado la historia del ajedrez. 98