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Sumario 
Peón de Rey nº 152
SUMARIO PDR-152 (MAY-JUN 2021)
10 
BUZÓN PDR 

8-9 
LA ALINEACIÓN 
IDEAL DE CARLSEN 

12-15 
LA PARTIDA DE 
LOS LECTORES 

16-19 
LA MEJOR EDAD 
PARA JUGAR 
Jorge I. Aguadero
11 
CONCURSO PDR 

30-43 
CAPABLANCA, 
CAMPEÓN MUNDIAL 
Jesús G. Bayolo 
GM R. Vera
44-49 
LA REGLA DE 
MAKOGÓNOV 
GM A. Mikhalchishin
20-28 
GIRI GANA EL 
2º INVITATIONAL 
GM D. Alsina
4
 
PEÓN DE REY, Revista de Ajedrez 
“Porque nos gusta el Ajedrez” 
 
Una publicación bimestral de: 
Chess Education and Technology 
C/ Francisco Giner 42 · 08012 Barcelona 
Tel: (+34) 932 385 352 ·Lun-Vie 16h. a 20h. 
 
Colaboran en este número: 
GM Adrian Mikhalchishin, GM Jesús de la Villa, 
GM Reinaldo Vera, GM José González, 
GM Daniel Alsina, GM Leo Krysa, 
MI Diego Adla, AI Mario Tallarico y 
Jesús G. Bayolo 
 
 
 
 
 
 
EDITOR y DIRECTOR: 
Miguel Illescas 
 
Redactor Jefe: Jorge I. Aguadero Casado 
 
Administración y Publicidad: 
Sergio Ballesteros y Víctor Gómez-Pardo 
 
Fotografía, ilustraciones y traducción: 
Patricia Claros (FEDA), Jesús Bayolo, Chess24, 
Tata Steel Chess Tournament 2021, Wikimedia, 
Biel Chess Tournament 2020, inperfecto.com.mx, 
Chess Notes (Edward Winter), filmaffinity.com, 
facebook Carlos Torre, Soviet Chess History. 
Jcroes, Rob C. (Anefo), Adobe Stock 
 
 
 
 
 
 
WEB y REDES SOCIALES 
 
 Web PDR: www.peonderey.com 
 Tienda A21: www.ajedrez21.com 
 Escuela EDAMI: www.edami.com 
 Facebook: @revistaPDR 
 Twitter: @revistaPDR 
 YouTube: ChessFM 
 
CORREO ELECTRÓNICO 
 
 Revista: revista@peonderey.com 
 Tienda: tienda@ajedrez21.com 
 EDAMI: escuela@edami.com 
 
PEÓN DE REY 152 [may-jun 2021]
Imprime: Villena Artes Gráficas. Distribuye: SGEL · Depósito legal: M-49946-2001 · Impreso en España: 05/2021 
PVP: 8,50 € · Suscripción 1 año (6 ej.): España 49,90 €, Europa 59,90 €, América 59,90 € · Ver ofertas en páginas centrales 
Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio o soporte del contenido de esta publicación. 
La editorial no se hace necesariamente solidaria con las opiniones expresadas por los colaboradores.
SUMARIO PDR-152 (MAY-JUN 2021)
98 
AVANCES 
PDR-153 
jul-ago 2021
94-96 
TEST DE TÁCTICA 
Y SOLUCIONES 
GM Miguel Illescas
52-57 
ENTREVISTA A 
DAVID ANTÓN 
Jorge I. Aguadero
90-93 
FINALES: ¿CAMBIAR 
O NO CAMBIAR? (2) 
GM Jesús de la Villa
79-85 
FINALES DE TORRE 
4 PEONES VS. 3 
MI Diego Adla
66-78 
CARLOS TORRE, 
ESTRELLA FUGAZ 
GM José González
62-64 
APERTURA DEL 
CENTRO: 4.£c4 
GM Leo Krysa
86-89 
AJEDREZ 
INFINITO 
GM Miguel Illescas
58-61 
EL LADO OSCURO 
DEL TABLERO 
AI Mario Tallarico
5
7AJEDREZ21.COM/CURSO-AJEDREZ
 
 
El “Curso Completo de Miguel Illescas”, edita-
do por RBA es la obra definitiva para aprender 
ajedrez, de principiante a maestro, y se ha con-
vertido en el curso más vendido en los últimos 
años en nuestra tienda online. 
 
El gran éxito de este curso se fundamenta en su 
estructura, que facilita mucho el estudio. Se 
compone de 40 lecciones con 4 bloques temá-
ticos: aperturas, táctica, estrategia y finales, en 
total 160 apartados. 
 
Se presenta en libro, en PDF y en vídeo. 
 
 
 
El curso en vídeo se ofrece en “streaming” y 
precisa conexión a Internet. Incluye las 40 lec-
ciones y 40 vídeos exclusivos de Miguel 
Illescas, que no aparecen en papel ni en PDF. 
 
La versión PDF en edición de lujo, a todo color, 
incluye las 40 lecciones y un especial de 40 artí-
culos sobre historia del ajedrez, que no apare-
ce en vídeo ni en papel, así como el fichero PGN 
con las partidas. 
 
Para el libro en papel hubo que sacrificar algu-
nas lecciones. Aún así mantiene todo lo esen-
cial del curso, incluyendo los ejercicios.
 Curso de Miguel Illescas  Tres formatos 
 OPINIONES 9,9/10 (41 opiniones) 
Alberto 
Es una maravilla 
Llevo tan solo tres lecciones y ya he notado 
como mi forma de pensar delante del tablero 
ha cambiado. La manera en la que se estructu-
ran las lecciones es muy buena, y la manera de 
explicar los conceptos es muy clara y eficaz 
(soy profesor, sé de lo que hablo). En definiti-
va, estoy encantado con el curso, un 10.
A Carlos 
42 años federado 
Me he encontrado con un curso que me ayuda 
muchísimo a mejorar. Actualmente tengo un 
Elo de 1760, pero creo que va a aumentar, no 
sé hasta dónde, porque juego pocos torneos. 
(...) También resulta un placer escuchar a 
Miguel Illescas, que nos ayuda a comprender 
las sensaciones de un GM en plena competi-
ción, con vivencias tomadas de su extraordina-
ria carrera ajedrecística.
C
Paul 
El curso de ajedrez soñado 
Apenas llevo 10 lecciones, pero mi compren-
sión del juego ha mejorado notablemente. Las 
lecciones están bien equilibradas, estructura-
das y explicadas. Me parece que es el curso 
soñado para todos aquellos que quieren 
aprender de una manera seria (y correcta).
P
Isabelino 
Lo más completo que he visto 
Todo perfectamente explicado y las ideas con 
sus ejemplos de partidas se transmiten bien. 
Me he motivado mientras lo estoy estudiando.
I
Pablo 
Vídeos geniales y PDF de gran calidad 
Puedo constatar como aficionado que los víde-
os son de una gran calidad. Se nota el cuidado 
y esmero que se ha puesto al realizarlos. 
El PDF del curso es excelente.
P Antonio 
Un excelente curso 
Desarrollo ordenado y práctico para el princi-
piante y avanzado. Metodología moderna y 
contenidos adicionales muy interesantes. 
Permite mejorar el nivel de manera rápida.
A
8
El «once» ideal de Magnus Carlsen
Durante el reciente torneo «Opera Euro» de ajedrez por Internet, fue 
requerido para que eligiera su once ideal de grandes ajedrecistas de la 
historia. ¡Participa con PDR y forma tu equipo! Votaremos en redes 
sociales las mejores alineaciones, que serán publicadas en la revista. 
https://www.peonderey.com/concursos/ 
Un buen jugador que 
rara vez pierde.
❶ ANISH GIRI
Gran visión para preve-
nir los ataques.
❷ T. PETROSIÁN
Por sus largas rachas 
sin perder partida.
❸ MIJAÍL TAL
Era casi invencible, el 
defensa perfecto.
❹ CAPABLANCA
Alto rendim
ambas áreas.
❺ M. CARL
Tenaz en d
ponzoñoso en
❻ A. KÁRP
9
Para aprovechar sus 
grandes habilidades.
❿ E. LASKER
miento en 
.
SEN
defensa y 
n ataque.
POV
Como Ronaldo: impla-
cable y profesional.
❾ G. KASPÁROV 
No podía faltar en nin-
gún equipo.
❼ B. FISCHER
Entrenador. Ladrando 
las órdenes al equipo...
V. KORCHNÓI
Un gran adelantado a 
su tiempo.
⓫ P. MORPHY
Jugaba con mucha 
energía y creatividad.
❽ B. SPASKI
10
BUZÓN PDR 
REDACCIÓN PDR
 Sabrina Vega, premio 
“Reina Sofía” 
 
Sabrina Vega, de 34 años, recibió el pasado martes 2 
de marzo, y de manos de Doña Letizia, el premio 
“Reina Sofía”. La entrega se enmarcó en la gala de 
entrega de los Premios Nacionales del Deporte 
2018. El galardón recibido por la jugadora grancana-
ria es “Para premiar a la persona o entidad que más 
haya destacado durante el año por un gesto especial-
mente relevante de nobleza o juego limpio en la prácti-
ca deportiva, o que haya prestado una contribución 
especial a la erradicación de la violencia en el deporte”. 
 Cartas a la redacción 
 
Distinguido señor Illescas, 
Mi padre (Sr. Manuel Flores Carpe) y yo somos fie-
les lectores de su revista y apasionados jugadores de 
ajedrez. 
Yo soy redactora de una columna de ajedrez para 
una revista alemana online (LizzyNet.de) y poeta. Mi 
padre me ha sugerido enviarle uno de mis poemas 
con temática de ajedrez por si le interesa publicarlo 
en su revista. 
Un cordial saludo, 
Tatiana Flores Bernholz 
 
 Acertijo 
 
El GM Miguel Illescas lanzó este reto en su cuenta 
de Twitter, @illescasmiguel 
 
¿Te atreves a adivinar con quién se enfrentaba 
Fischer, el resultado y el año con tan solo ver la 
parte de tablero que muestra la foto? 
 
 
 
El Mate de la Coz 
 
Quiero ser arte, 
quiero ser ciencia, 
quiero renaceren cada partida 
una y otra vez. 
 
Quiero ser el juego 
de las reinas y 
los reyes, quiero 
sacrificar a mis 
más fuertes y flojos 
y acabar siempre 
sin falta ganando, 
quiero darle un 
Mate de la Coz 
a la vida. 
 
Quiero jugar, 
quiero ganar, 
quiero ser ajedrez. 
 Solución en pág. 96
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Nombre del entrenador y localidad:
Concurso PDR: Tu equipo ideal
11
MIGUEL ILLESCAS 
Agradezco mucho a César 
Mataix el habernos enviado esta 
interesante partida. Tal como 
señala el propio César, puede ser 
la única vez en la historia que un 
bando conserva los ocho peones 
mientras el rival no tiene ya nin-
guno. ¡Hasta las máquinas se 
vuelven locas tratando de eva-
luar los finales resultantes! 
 
CÉSAR MATAIX: “Estimado Mi -
guel: tengo el placer de dirigirme 
a ti como suscriptor de la exce-
lente revista PDR y como cliente 
habitual en la compra de libros, 
vídeos, etc., por vosotros oferta-
dos. Nos conocemos en persona, 
aunque seguramente no me 
recuerdes, porque coincidimos 
en el Cto. de España Juvenil de 
Lleida en 1982. Era mi último 
año de juvenil e iba de nº 1 en el 
ranking inicial, pues el año ante-
rior en Reus había quedado 3º-6º 
ex-aequo alternando con las 
“viejas glorias” como J. A. Co -
rral, Joanpera, Villavicencio, 
Moyano, etc., que en Lleida ya no 
eran juveniles. Tú, ese 1982, 
comenzabas tus primeras aven-
turas ajedrecísticas, de hecho, 
¡tenías el nº 40 de ranking! 
(NdR: En aquel campeonato de 
España juvenil en Lleida 1982, 
logró el triunfo el catalán José 
Manuel Gil, por delante del sevi-
llano Juan Carlos Talavera y de 
Miguel Illescas). 
 
Posteriormente, estuve de presi-
dente del Club ajedrez Alcoy 
(Club campeón absoluto de 
España en 1965) entre 1985 y 
1990, y tuve el honor de traer a 
España el 1 de febrero de 1.986 a 
Garry Kaspárov, quien dio sus 
primeras simultáneas en Alcoy 
como recién coronado campeón 
mundial de ajedrez (match con-
tra A. Kárpov) y fue un aconteci-
miento a nivel nacional. 
 
Actualmente sigo jugando, dada 
mi afición por este juego-ciencia, 
aunque en ajedrez vivo lo justito 
y lo que me permite el trabajo, 
aunque también juego por 
correspondencia desde hace más 
de 30 años, habiendo conseguido 
el título de maestro nacional en 
1996. 
 
Me permito remitirte esta curiosa 
partida jugada por mí, por si con-
sideras interesante publicarla en 
tu sección “Los lectores juegan”. 
 
La partida fue jugada en noviem-
bre de 2016 en el campeonato 
provincial absoluto de Alicante. 
Es una partida que, aparte de 
considerarla interesante y con sus 
respectivos errores, se da la cir-
cunstancia y la paradoja de que, 
en un momento determinado, el 
bando blanco dispone de los 8 
peones (en compensación por 
dos piezas entregadas) y el bando 
negro no dispone de ningún 
peón. Particularmente, no he 
encontrado registros sobre esta 
circunstancia, al menos en parti-
das oficiales. 
 
 
 
 
Ataque Indio de Rey [C00] 
 
1.¤f3 d5 2.g3 ¤f6 3.¥g2 e6 4.0–0 
c5 5.d3 ¤c6 6.¤bd2 ¥e7 7.¦e1 
0–0 8.e4 £c7 9.e5 ¤d7 10.£e2 
 
Mataix: “La famosa receta de 
Robert J. Fischer, el cual era un 
especialista del Ataque Indio de 
Rey”. 
 
10...b5 11.¤f1 a5 12.h4 ¥a6 
13.¥f4 ¦fc8 14.¤1h2 £d8 
15.¤g4 ¤b6 16.h5 h6 17.£d2 
¥f8 18.¥xh6!? 
 
Mataix: “Interesante entrega de 
pieza por dos peones y chances 
tácticas, que las máquinas de 
silicio valoran como ventaja 
negra moderada”. 
 
18...gxh6 19.¤f6+? 
Mejor era 19.¤xh6+ ¥xh6 
20.£xh6 £f8 21.£f4, que lleva a 
una posición con chances 
mutuas. 
 
pMATAIX,C ESP 2063 
SERAROLS,B ESP 2268 
r?l?-Trk? 
ZppWqnVlpZpp 
-?n?p?-? 
?-ZppZP-?- 
-?-?-?-? 
?-?P?NZP- 
PZPPSNQZPLZP 
TR-VL-TR-MK- 
r?rWq-Vlk? 
?-?-?pZp- 
lSnn?p?-VL 
ZppZppZP-?P 
-?-?-?N? 
?-?P?NZP- 
PZPPWQ-ZPL? 
TR-?-TR-MK- 
Comentarios: 
GM Miguel Illescas
Los lectores 
juegan
12 LOS LECTORES JUEGAN
MIGUEL ILLESCAS 
13LOS LECTORES JUEGAN
19...¢h8 20.¤g4! 
Rectificar es de sabios. 
 
20...¤d4 
Las negras actúan con lógica, 
tratando de cambiar piezas para 
quitar hierro al ataque enemigo. 
Sin embargo, era interesante 
20...¦a7!? 21.¤xh6 f5!, y el juego 
blanco se vuelve bastante forza-
do. Podría seguir 22.exf6 £xf6 
23.¤g4 £f5 24.¤ge5! £xh5 
25.¤g5! ¥g7 26.¤xc6 ¦xc6 
27.¦xe6 ¦xe6 28.¤xe6 £h6 
29.£xh6+ ¥xh6 30.¤xc5 ¥c8, 
con ligera ventaja negra. 
 
21.¤xh6 ¤xf3+ 22.¥xf3 £e7 
23.£f4! 
El final, tras 23.£g5 £xg5 
24.¤xf7+ ¢g7 25.¤xg5 ¦c6, me 
parece algo favorable al negro. 
 
23...¦a7 24.¢h2 
Mataix: “Aparta al rey de la 
columna de caballo previendo lo 
que sigue”. 
 
24...¥xh6 
Había otras jugadas, pero las 
negras siguen con su estrategia 
de cambiar piezas. No obstante, 
se encontrarán con una desagra-
dable sorpresa. 
 
25.£xh6+ ¢g8 26.¥e4!! 
 
Dos admiraciones por la valentía 
al entregar una segunda pieza, 
que lanza el ataque blanco a su 
máxima intensidad. 
 
26...dxe4 27.¦xe4 f5 28.exf6 £h7 
29.£g5+ 
 
29...¢h8? 
Este es el primer error grave en 
la partida, que colocará a las 
negras en una difícil situación. 
Era necesaria 29...¢f7!, y los peo-
nes e6–f6 ofrecen un escudo 
decente al rey negro. En caso de 
30.¦ae1 ¦c6 31.£g4 ¥c8, las 
negras se aferran a la defensa de 
e6, impidiendo el acceso de las 
torres blancas. 
 
30.¦xe6 
Lo importante no solo es el peón, 
sino que ahora la acción de las 
torres blancas se dejará sentir en 
todo el tablero. 
 
30...¦g8 
Abandona el peón de c5, pero las 
negras tenían que hacer algo 
frente al plan blanco de doblar 
torres e invadir la séptima fila. 
 
31.£xc5 ¤c8 32.¦ae1 
 
Las piezas menores negras ocu-
pan posiciones muy malas, y por 
ello parece preferible la posición 
de las blancas. 
 
32...£f7 33.£e5?! 
Parece cierto lo que comenta 
aquí Mataix: “33.£f5!, seguido 
del plan g4-¦1e3-g5, gana sin 
problemas y por la vía rápida”. 
 
33...¢h7? 
Mataix: “Era necesario 33...¥b7, 
para tener alguna posibilidad de 
lucha y seguir con 34...¦a6, o 
34...¥a8 y 35...¦d7)”. 
 
34.¦e4?! 
Mataix: “Nueva oportunidad 
para resolver a mi favor, con el 
plan anteriormente mencionado, 
pero solo queda menos de un 
minuto en mi reloj y es difícil ser 
preciso después de casi cuatro 
horas de juego”. 
 
34...¥b7! 35.¦f4 
Parece mejor mantener las torres 
dobladas con 35.¦e3. 
 
35...¦a6?! 
Sigue con la idea de cambiar pie-
zas, muy natural, aunque aquí 
quizá no era la mejor idea. Más 
adecuada y ambiciosa parece 
35...¥a8!, y las piezas negras 
comienzan a coordinarse de 
forma adecuada. 
 
36.¦xa6 ¥xa6 
 
37.£f5+?! 
Estaban a tiempo las blancas de 
recuperar la iniciativa con 37.¦d4! 
-?n?-?rMk 
Tr-?-?-?q 
l?-?RZP-? 
ZppWQ-?-?P 
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PZPP?-ZP-MK 
?-?-?-?- 
MIGUEL ILLESCAS 
14 LOS LECTORES JUEGAN
evitando que las negras activen 
sus piezas. No se ve forma activa 
de jugar para las negras. Por 
ejemplo: 37...¦e8? (no hay modo 
de que entren en juego el caballo 
ni el alfil: 37...¤b6? 38.¦d6 ¤d7? 
39.£f5+. Y tampoco 37...¥b7? 
38.£f5+ ¢h8 39.¦d7) 38.£f5+ 
¢h8 39.£g6!, con final ganador. 
 
37...¢h8 
Probablemente, mejor fuera 
37...¢h6!, usando el rey como 
fuerza de combate. 
 
38.¦d4 
Ahora las negras van a lograr 
activar sus piezas con varias 
jugadas muy precisas.Merecía 
atención 38.£c5!? 
 
38...¤b6! 39.¦d6 ¥c8! 40.£xb5 
¤d7! 41.£xa5 
 
Mataix: “Ya sin tiempo, opté por 
comer el ultimo peón negro, antes 
de volver a f5 con la dama, y aquí 
se da la paradójica posición en 
partida oficial en la que un bando 
dispone de sus 8 peones y el otro 
ninguno”. Proba blemente era 
más preciso 41.£f5 ¦f8 42.¦c6 
¤xf6!, con variantes similares a 
las que se analizan más adelante, 
aunque lo jugado en la partida 
también parece suficiente para 
mantener el equilibrio. 
 
41...¦e8 
Para saltar a e5. La aternativa 
41...¤xf6 42.£e5 ¦f8 no parece 
alterar la igualdad dinámica. 
42.£g5 
El final 42.£d5 £xd5 43.¦xd5 
¤xf6 44.¦c5 debe llevar a tablas. 
 
Hay demasiados peones como 
para que el negro pretenda 
ganar, pero no están lo bastante 
avanzados como para que el 
blanco pueda tampoco lograr el 
triunfo. Lo normal es que las 
negras ataquen y se produzca 
algún jaque continuo o que la 
última pieza negra se sacrifique 
por el último peón blanco. 
 
42...¢h7?! 
Las negras juegan con fuego. 
Parece mejor 42...¤e5!, aunque 
permite 43.£h6+ y, si las negras 
quieren ganar, han de intentar 
43...£h7 44.£xh7+ ¢xh7, alcan-
zando un final con valoración de 
tablas, tal como he indicado en 
mi nota anterior. 
 
43.a4?! 
Muy lento, pero es que la posi-
ción es muy difícil de jugar, aún 
más con poco tiempo. La varian-
te crítica comienza con 43.£f5+! 
¢h8 44.¦c6! ¦f8 45.¢g1! y las 
negras no pueden capturar en f6 
porque perderían el alfil. 
 
En la partida, esta variante pudo 
darse de nuevo, pero con el rey 
blanco en h2, lo cual habilita un 
recurso defensivo para las 
negras, como luego analizare-
mos. 
 
43...¦f8?! 
Sería un gran error ahora 
43...¦e5?? por 44.¦xd7!, ganando. 
La mejor parece de nuevo 
43...¤e5!, que obliga a las blan-
cas a entrar en el consabido final 
con 44.£g7+! £xg7 45.fxg7. Una 
posible continuación sería 
45...¥g4 46.h6 ¤f3+ 47.¢g2 
¤e1+ 48.¢g1 ¤f3+ 49.¢g2, y las 
negras han de conformarse con 
tablas, ya que el intento 49...¦e1? 
fracasa por 50.g8£+! ¢xg8 
51.¦g6+. Otra jugada natural, 
aunque más arriesgada, sería 
43...¦e2 44.£f5+ ¢h8, y el desen-
lace se vuelve muy incierto. 
 
44.£f5+ ¢h8 45.a5? 
Ahora son las blancas las que 
juegan con fuego. Lo más sólido 
era 45.£g6 £xg6 46.hxg6 ¤xf6, 
con igualdad aproximada. Sin 
embargo, había un modo de 
apretar las tuercas a las negras, 
con la precisa 45.¦c6! Ahora 
resulta que si el negro toma en f6 
pierde el alfil de c8. Pero, ¿qué 
jugar entonces? La respuesta es 
45...¤xf6! (obviamente, no apor-
ta nada a las negras 45...¥b7? 
por 46.¦c7) 46.¦xc8 ¤g4+! 
 
-?l?r?-? 
?-?n?q?k 
-?-TR-ZP-? 
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P?-?-?-? 
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WQ-?-?-?P 
-?-?-?-? 
?-?P?-ZP- 
PZPP?-ZP-MK 
?-?-?-?- 
MIGUEL ILLESCAS 
15LOS LECTORES JUEGAN
El sacrificio de las dos piezas 
menores permite a las negras 
buscar el jaque continuo en un 
final... ¡con siete peones de 
menos! 47.£xg4 £xf2+ 48.¢h3 
£f1+ 49.¢h4. El rey blanco trata 
de huir de los jaques, pero el 
único modo de conseguirlo será 
cubrir un jaque con la dama, 
abandonando a su suerte a la 
infeliz torre de c8. 49...£h1+ 
50.£h3! £xh3+ 51.¢xh3 ¦xc8. 
 
Se alcanza un final alucinante, y 
aunque el blanco tiene ventaja, 
mi intuición me dice que debe 
ser tablas, pues los peones blan-
cos están muy atrasados y el rey 
blanco demasiado lejos del ala 
de dama. Ofrezco una variante 
de ejemplo: 52.c3 ¦a8 53.¢g4 
¦xa4+ 54.¢f5 ¦a5+ 55.¢e6 ¦xh5 
 
En este punto las famosas tablas 
de Lomonosov nos confirman 
que la posición es tablas. 56.b4 
¢g7 57.c4 ¦h6+ 58.¢d7 ¢f7 
59.c5 ¦h5! 60.¢d6 ¦h6+, y la evi-
dente ventaja blanca no basta 
para ganar. 
 
45...¤xf6 46.£e5 ¢h7 
 
47.£g5?? 
Era imprescindible controlar al 
caballo negro con 47.f3! Una posi-
ble continuación sería 47...£g7 
48.d4 £h6 49.£f4. Creo que las 
blancas deben esforzarse en cam-
biar damas lo antes posible, pues 
su rey sería muy vulnerable en 
caso de que las negras pasen al 
ataque. 49...£xh5+ 50.£h4 
£xh4+ 51.gxh4 ¥b7 y las negras 
están mejor, aunque no estoy 
seguro si lo bastante para ganar. 
 
47...¤g4+! 0–1 
Es fácil darse cuenta de que las 
negras tienen ataque de mate. El 
blanco abandonó. La variante 
más bonita es 48.¢h3 ¤e3+ 
49.¢h4 ¤g2, mate. 
 
 
-?l?-Tr-? 
?-?-?q?k 
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ZP-?-WQ-?P 
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-?-TR-?-? 
ZP-?-?-WQP 
-?-?-?-MK 
?-?P?-ZP- 
-ZPP?-ZPn? 
?-?-?-?- 
Sucede, en muchos deportes, que las edades de los campeones 
se han acortado drásticamente. Con frecuencia, hasta la ado-
lescencia. Esto sugiere, antes de análisis, que el ajedrez no es 
ajeno a esta dinámica. Pero, ¿y si no fuese realmente así? ¿Qué 
sorpresas nos deparan las estadísticas? Vean cómo, con un 
dato a priori significativo descubierto por nuestro editor, el 
GM Miguel Illescas, se podría incluso inferir una posible edad 
dorada del cerebro humano en la madurez. 
 
L VETERANO ERUDITO estudia a la luz de una bom-
billa, la mesa cubierta por innumerables libros, hojas 
perforadas repletas de apuntes a mano de apertura 
junto a un tablero de ajedrez desgastado por el uso; el 
niño, apenas cumplidos los diez años, abre su ordenador portátil 
y repasa las líneas que le ha preparado su entrenador, memori-
zando las últimas variantes que se han jugado, esa misma tarde, 
en un torneo a tres mil kilómetros de su cuarto. Ambos, maña-
na, disputarán la final de un torneo local. ¿Por cuál de los dos 
apostaría usted? 
 
Partamos de la base de que el jugador veterano tiene de su lado 
la experiencia mas, por contra, está menos ducho en tecnología. 
A su vez, el niño tiene a su alcance las últimas novedades anali-
zadas por el módulo pero, en su debe, no destaca por la profun-
didad de su ajedrez. Sería, si me permiten la analogía, una pues-
ta al día de la fábula de la liebre y la tortuga. 
 
Estamos, también, en una dicotomía que trata del balance entre 
el conocimiento asimilado y el progresivo deterioro de las capa-
cidades cognitivas. ¿Cuál es la edad en la que los jugadores 
alcanzan su mejor nivel? ¿Qué nos dirá de esto la ciencia estadís-
tica? ¿El deterioro es lineal? ¿Puede haber momentos puntuales 
de rejuvenecimiento y potenciación de las capacidades? 
 
En Peón de Rey hemos acudido a la lista Elo de la FIDE, contabi-
lizando a los jugadores activos, que nos ha sorprendido en el 
intervalo que comprende a los ajedrecistas que superan leve-
mente los 50 años de edad. 
 
E
LA EDAD ÓPTIMA 
para jugar al ajedrez
16
Jorge I. Aguadero Casado 
aguaderocasado.com
17
JORGE I. AGUADERO CASADO 
LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ
El promedio de Elo FIDE, a fecha de noviembre de 
2020, nos muestra que la edad óptima para el ren-
dimiento ajedrecístico se sitúa entre los 28 y los 38 
años, lo que choca con los enunciados que se apli-
can en otras disciplinas deportivas (por ejemplo, 
las gimnastas presentan una pubertad tardía y 
corta, que se plasma en una edad de retirada sobre 
los 23 años; los ciclistas experimentan su declive 
entre los 25-35 años; los tenistas, por lo general, se 
retiran antes de cumplir los 30). 
 
Por lo tanto, se podría inferir que la práctica del 
ajedrez tiene, en cuanto al rendimiento, más en 
común con actividades que presentan sus picos 
más brillantes en edades más longevas, como son 
las artes y las ciencias. En este sentido, la acumu-
lación de vivencias, el asentamiento del conoci-
miento y la madurez personal parecen claves. 
 
Yendo al dato concreto, el pico de máximo rendi-
miento del ajedrecista nos aparece en los 34 años, 
comenzando el declive a los 39. Hasta aquí, parece 
normal, aunque la presencia habitualde niños en 
los torneos nos introduzca el sesgo de creer que la 
edad óptima se haya rebajado de forma radical. 
 
Pero, ¿qué sucede con los veteranos que, sobre los 
52 años, experimentan un marcado repunte en 
sus resultados? Tienen resultados más brillantes 
que el grupo de control anterior (¡sorprendente!) 
y que el grupo posterior (encaja con la percep-
ción común que, a partir de los 60, el rendimien-
to baje en picado). ¿Por qué se juega mejor en ese 
intervalo? ¿Es debido a factores relacionados con 
una edad dorada del cerebro o se debe a factores 
exógenos como, por ejemplo, haber criado ya a 
los hijos y tener la vida laboral encarrilada? Es 
decir, ¿esos buenos resultados se deben a que el 
ajedrecista maduro puede enfocarse en su dedi-
cación al ajedrez, libre de preocupaciones, en 
una etapa de brillo que precede a la decadencia? 
¿O hay algo más, que corresponde responder a la 
neurociencia? 
Ahora bien, con perspectiva histórica, ¿con qué 
edad se hicieron con el título los campeones del 
mundo? 
¿No les parece significativo que, entre los 19 cam-
peones mundiales, 12 lo consiguiesen en el inter-
valo que les propusimos entre los 28 y los 38 años? 
Por si les interesa, la media de edad se sitúa en 30-
31, lo que también entra dentro del parámetro que 
les proporcionamos. 
 
Seguiremos con este estudio en el próximo núme-
ro de Peón de Rey, con la ayuda del reputado neu-
rocientífico, y maestro internacional venezolano 
radicado en Córdoba, Cristóbal Blanco. 
CAMPEÓN MUNDIAL AÑO EDAD
Wilhelm Steinitz 1886 50 años
Emanuel Lasker 1894 26 años
José Raúl Capablanca 1921 33 años
Alexander Alekhine 1927 35 años
Max Euwe 1935 34 años
Mijaíl Botvínnik 1948 37 años
Vasili Smyslov 1957 36 años
Mijaíl Tal 1960 24 años
Tigrán Petrosián 1963 34 años
Borís Spaski 1969 32 años
Robert James Fischer 1972 29 años
Anatoli Kárpov 1975 24 años
Garri Kaspárov 1985 22 años
Anand Viswanathan 2000 31 años
Veselin Topalov 2005 30 años
Vladímir Krámnik 2006 31 años
Magnus Carlsen 2013 23 años
34 años es la edad óptima para el ajedrecista
El
o 
pr
om
ed
io
Edad
18 LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ
Gráfico: 10 a 25 años
G. Kaspárov 
Campeón mundial 
a los 22 años.
J. R. Capablanca 
Campeón mundial 
a los 33 años.
A. Alekhine 
Campeón mundial 
a los 35 años.
M. Botvínnik 
Campeón mundial 
a los 37 años.
M. Euwe 
Campeón mundial 
a los 34 años.
J. Polgár 
57º ranking mundial 
a los 12 años.
B. Fischer 
Torneo de Candidatos 
con 16 años.
P. Morphy 
Mejor jugador del 
mundo con 21 años.
M. Carlsen 
Campeón mundial 
a los 23 años.
M. Tal 
Campeón mundial 
a los 24 años.
T. Petrosian 
Campeón mundial 
a los 34 años.
B. Spaski 
Campeón mundial 
a los 32 años.
V. Krámnik 
Campeón mundial 
a los 31 años.
V. Anand 
Campeón mundial 
a los 31 años.
V. Topalov 
Campeón mundial 
a los 30 años.
A. Kárpov 
Campeón mundial 
a los 24 años.
34
35
39
45
28
Promedio Elo jugadores activos lista FIDE nov-2020 
En las gráficas se aprecia un rapidísimo ascenso de los 
10 a los 20 años; luego se suaviza ligeramente, pero la 
curva ascendente se mantiene con fuerza hasta los 28 
años. Se observa entonces un pequeño bache hasta los 
31, para continuar la subida y alcanzar el pico más alto 
a la edad de 34 años. La primera gran bajada se produ-
ce a los 39 años, hasta tocar fondo a los 45. Curio -
samente, a partir de ahí se aprecia una mejora, que se 
manifiesta con fuerza a partir de los 50 años. Esta 
segunda edad dorada se alarga hasta los 57, y es a par-
tir de los 60 años cuando el nivel empieza a bajar de 
forma severa y continuada.
De 28 a 38 años: época de mejor rendimiento
Elo prom
edio
19LA EDAD ÓPTIMA PARA JUGAR AL AJEDREZ
E. Lasker ganó el 
torneo de Nueva York 
1924 con 56 años.
Philidor triunfa en 
una exhibición a la 
ciega con 62 años.
W. Steinitz 
Campeón mundial 
a los 50 años.
V. Korchnói ganó el 
torneo de Biel 2001 
con 70 años.
V. Smyslov jugó la 
final del Candidatos 
con 63 años.
M. Najdorf, campeón 
de Argentina con 65 
años.
A. Rubinstein gana la 
Olimpiada con Polo nia 
a los 50 años.
50
57
60
65
E CELEBRÓ del 13 al 21 de marzo el 2º 
Magnus Carlsen Invitational, la cuarta 
entrega del «Champions Chess Tour», 
un conjunto de nueve torneos de semi-
rápidas más una final para jugadores de élite, que 
se está disputando entre finales de 2020 y a lo largo 
de 2021. En la revista ya cubrimos la primera entre-
ga, el Skilling Open (ver PDR-150). Tal como expli-
qué ya en esa ocasión, es una delicia poder seguir 
estos torneos con comentarios en directo, a elegir 
entre varios jugadores de élite. 
 
Como las otras entregas del tour, se dividió en una 
fase de liga de 16 jugadores (15 rondas), y una fase 
eliminatoria con los 8 primeros, en la que cada 
encuentro consistía en 2 matches de 4 partidas 
cada uno, y un match de desempate a blitz de 2 par-
tidas más Armagedon si era necesario. El elenco de 
jugadores fue bastante parecido al Skilling Open, 
incluida la participación de David Antón. La nove-
dad más importante para el mundo hispanoha-
blante fue la presencia del joven argentino de 22 
años Alan Pichot, que se ganó su plaza en un tor-
neo clasificatorio previo. Desde el punto de vista de 
los resultados no fue un buen torneo para ninguno 
de los dos, pues Antón quedó penúltimo con 4 de 
15 y Pichot último con 2,5 de 15. Pero hay que tener 
en cuenta que ambos se encontraban entre los últi-
mos de ranking, especialmente el argentino, que 
mostró una actitud muy positiva en sus comenta-
rios al final del torneo, diciendo que había querido 
jugar de tú a tú con todos y aprender por qué le 
superaban en las posiciones críticas. ¡Esperamos 
que haya sacado buenas lecciones para el futuro! 
S
GM Daniel Alsina 
Imágenes: chess24 
Giri gana el 2º Magnus 
Carlsen Invitational
DANIEL ALSINA 
21MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI
A continuación, comento una par-
tida entre Pichot y Danil Dubov 
que ejemplifica bien las caracterís-
ticas de ambos. El argentino mos-
tró una gran preparación teórica, 
pero se mostraba menos preciso 
en los momentos críticos que sus 
rivales con más galones. El joven 
ruso es muy original, a veces hasta 
el punto de meterse en líneas 
extremadamente dudosas, y suele 
encontrar recursos en posiciones 
desesperadas. En esta partida se 
observan todos estos rasgos de 
forma exagerada. 
 
 
 
 
Apertura Italiana [C53] 
 
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.c3 
¤f6 5.d4 exd4 6.e5 
Una vieja línea que durante 
mucho tiempo no se consideró 
seria para la élite, pero que se ha 
puesto muy de moda reciente-
mente, incluso Wesley So la reco-
mienda en su reciente repertorio 
con 1.e4. 
 
6...d5 7.¥b5 ¤e4 8.cxd4 ¥b6 
9.¤c3 0–0 10.¥e3 ¥g4 11.h3 ¥h5 
12.£c2 
Hasta aquí lo más principal. 
 
12...f5?! 
 
Pero ahora Dubov, fiel a su estilo 
ultraagudo, se mete en una línea 
irracional y casi inexistente. 
 
Sin embargo, se había jugado 
recientemente en un blitz entre 
Aronian y Carlsen, y eso fue sufi-
ciente para que Pichot viniera pre-
parado hasta los dientes. 
 
13.¤xd5! 
La respuesta obvia, que parece 
indicar que f5 fue un grave error 
táctico, pero en realidad es solo el 
comienzo de un intercambio de 
golpes: 
 
13...¥a5+ 14.¢e2 ¤xd4+! 15.¥xd4 
 
15...¤d2!! 
Pintoresca jugada, para evitar ¥c4 
y amenazar las piezas en la colum-
na d. La más natural 15...¢h8?! 
lleva a otra línea irracional que 
acaba en clara ventaja para el blan-
co: 16.¥c4 c6 17.¤e3 £xd4 18.g4! 
fxg4! 19.¤xd4 ¦xf2+ 20.¢d1 g3+ 
21.¤g4 ¦xc2 22.¢xc2 ¥g6 23.¥d3 
c5 24.¤b3 c4 25.¤xa5 cxd3+ 
26.¢xd3 ¤f2+ 27.¢e2 ¤xh1 
28.¦xh1, y tras los fuegos artificia-
les el blanco acaba quedando con 
pieza de más, aunque el negro con-
serva alguna compensación. 
 
16.£c5! 
Ortopédica forma de defender las 
piezas que, increíblemente, funciona. 
 
16...¤e4 17.£c4! 
¡Y el blanco incluso puede permi-
tirse el lujo de jugar a ganar! 
Aronian y Carlsen firmaron tablas 
con la repetición tras 17.£c2 ¤d2 
18.£c5 1/2–1/2. Aronian – Carlsen. 
Saint LouisBlitz, 2020. 
17...¥f7 18.¤f6+!? ¤xf6? 
18...gxf6! Esta jugada, aparente-
mente más debilitadora, era clave 
por el siguiente detalle: 19.e6 a6 
20.exf7+ ¦xf7, y es importantísi-
mo que el peón de f6 cubra las 
entradas del caballo en g5 y e5, de 
forma que el bando negro recu-
pera la pieza y tiene una posición 
razonable. 
 
19.e6 £e7 
Ahora la única forma de seguir la 
partida es entrar en un triste final 
con calidad de menos. 19...a6? falla 
ahora estrepitosamente. 20.exf7+ 
¦xf7 (20...¢h8 21.¥e8+–) 21.¤e5+, 
aprovechando la ausencia del peón 
en f6. 
 
20.¥c5 £xe6+ 21.£xe6 ¥xe6 
22.¥xf8 ¢xf8 23.¦hc1± 
 
Probablemente la preparación de 
Pichot llegaba hasta aquí. Final 
muy cómodo para el blanco, aun-
que la pareja de alfiles y el peón de 
más le dan cierta compensación al 
negro. Alan sigue jugando muy 
bien y pronto consigue ventaja 
decisiva. 
 
23...¥b6 24.¥c4 ¥d7 25.¢f1 ¤e4 
26.¦c2 ¦e8 27.¦d1 ¥c8 28.h4 h6 
29.h5 ¢e7 30.¤e5 c6 31.¥f7 ¦f8 
32.¥b3 ¦e8 33.¦e2 ¥c7 34.¤g6+ 
¢f6 35.¢g1 ¥b6 36.g3 ¢g5 
37.¢g2 ¦d8 38.¦xd8 ¥xd8 39.f3 
¤d6 40.¥e6+– 
Ya hace tiempo que la ventaja 
blanca es decisiva, pero el cambio 
de alfiles debería ser la puntilla. 
pPICHOT,A ARG 2630 
DUBOV,D RUS 2710 
r?-Wq-Trk? 
ZppZp-?-Zpp 
-?-?-?-? 
VlL?NZPp?l 
-?-VLn?-? 
?-?-?N?P 
PZPQ?KZPP? 
TR-?-?-?R 
r?-Wq-Trk? 
ZppZp-?-Zpp 
-Vln?-?-? 
?L?pZPp?l 
-?-ZPn?-? 
?-SN-VLN?P 
PZPQ?-ZPP? 
TR-?-MK-?R 
r?-?-Mk-? 
ZppZp-?-Zpp 
-?-?lSn-? 
VlL?-?p?- 
-?-?-?-? 
?-?-?N?P 
PZP-?KZPP? 
TR-TR-?-?- 
40...¥f6 41.¤f4 ¥xe6 42.¦xe6 
¤b5 43.b3 a5 44.¦e8 ¤c3 45.¦a8 
¤xa2 46.¦xa5 ¤b4 47.¦a7 b5 
48.¢h3 ¤c2 49.¤e6+ ¢xh5 
50.¤xg7+ ¢g6 51.¤e6 ¥c3 52.¦c7 
¤b4 53.¤d8 ¥e5 54.¦c8 
El flanco de dama se cae y parece 
que Dubov debería abandonar. 
Pero increíblemente va a poder 
sacar su magia. 
 
54...¥f6 55.¤xc6 ¤d3 56.¦b8 f4 
57.¦xb5 fxg3 58.¢xg3 
Parece increíble que, con calidad y 
peón de menos y solo alfil, caballo 
y peón de h, con el rey blanco 
delante, el negro pueda crear la 
más mínima complicación prácti-
ca al blanco, pero eso es lo que 
pasó... 
 
58...h5 59.¦d5 h4+ 60.¢h2 ¤f4 
61.¦d2 ¥c3 62.¦c2?! 
Primer paso hacia el drama. 
62.¦d1 y no hay nada que impida 
al blanco ganar, simplemente, 
tirando su peón b. 
 
62...¥e1 63.b4 ¥g3+ 64.¢h1 h3 
 
Ahora, con esta coordinación per-
fecta del negro ya hay una amena-
za real (¤d3–f2), pero todavía el 
blanco podía ganar fácilmente 
incluso sin evitarla. 
 
65.¤d4?? 
Supongo que pretendía jugar ¤e2 
para acabar de simplificar, y se le 
escapó la amenaza del negro. 
65.¤e5+ ¢f5 66.¤g4 evita el pro-
blema. 
 
La ironía es que incluso 65.b5 
ganaba, aunque por un tiempo: 
65...¤d3 66.b6 ¤f2+ 67.¦xf2 ¥xf2 
68.b7 ¥g3 69.b8£ ¥xb8 70.¤xb8 
¢g5 71.¤c6 ¢f4 72.¤d4 ¢e3 
73.¢h2 ¢xd4 74.¢xh3 ¢e5 
75.¢g4+– 
 
65...¤d3! 
Y de repente es tablas, las blancas 
tendrán que devolver la calidad y 
el final resultante no se gana. 
 
66.b5 ¤f2+ 67.¦xf2 ¥xf2 68.¤e2 
¢g5 69.¢h2 ¢h4 70.¤c3 ¥d4 
71.¤d5 ¥e5+ 72.¢h1 ¥d6 73.¤f6 
¥e5 74.¤e4 ¥c7 75.¤c3 ¢g3 
76.f4 ¢g4 77.¤d5 ¥b8 78.¢h2 
¢f5 79.b6 ¢e4 80.¤c7 ¢xf4 
81.¢xh3 ¢e5 82.¢g4 ¢d6 83.¤a6 
¢c6 84.¤xb8+ ¢xb6 
 
½–½ 
Una verdadera lástima para el 
argentino, que se quedó sin ganar 
ninguna partida en el torneo, ¡a 
pesar de haber estado tan cerca 
en esta! 
 
Antón no tuvo su torneo: en algu-
nas partidas fue superado poco a 
poco, en otras tuvo descuidos tác-
ticos graves. Pero nos dejó algu-
nas muestras de su clase, como 
aquí, en que supera claramente 
en una lucha estratégica a un 
top10 mundial. 
 
 
 
 
 
 
Defensa Siciliana [B22] 
 
1.e4 c5 2.c3 ¤f6 3.e5 ¤d5 4.¥c4 
¤b6 5.¥b3 ¤c6 6.d4 cxd4 7.cxd4 
d5 8.¤c3 ¥f5 9.h4 h5 10.¥g5 
 
Tras una Alapin hemos llegado a 
una estructura que recuerda más 
bien a la Caro-Kann del avance. La 
última jugada de Mamedyarov es 
una provocación que David valora 
correctamente que puede intentar 
castigar. 
 
10...f6! 
este avance siempre es arriesgado 
en la Caro-Kann y lleva a posicio-
nes peligrosas para el negro, pero 
aquí parece estar más justificado, 
el caballo todavía está en g1 y el 
plan de desarrollo normal del 
negro tomaría muchos tiempos. El 
rey negro buscará refugio en f7. 
 
Una alternativa era 10...£d7 
11.¤ge2 e6 12.0–0 ¥e7, y al negro 
le va a costar igualmente enrocar-
se con comodidad, por la debili-
dad del peón de h5, aunque quizás 
enrocando en largo consiga una 
posición razonable. 
 
11.exf6 gxf6 12.¥e3 e6 13.¤ge2 
¥d6 14.¤f4?! 
El plan lógico de ir a comerse el 
peón de h5 pierde demasiado 
tiempo y deja mal situado al caba-
llo, permitiendo al negro tomar la 
iniciativa. 
r?-WqkVl-Tr 
Zpp?-ZppZp- 
-Snn?-?-? 
?-?pZPlVLp 
-?-ZP-?-ZP 
?LSN-?-?- 
PZP-?-ZPP? 
TR-?QMK-SNR 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?N?-?k? 
?-?-?-?- 
-ZP-?-Sn-? 
?-?-?PVlp 
-?R?-?-? 
?-?-?-?K 
pMAMEDYAROV,S AZE 2770 
ANTÓN,D ESP 2673 
DANIEL ALSINA 
22 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021
La presencia de David Antón y Alan 
Pichot hizo más atractivo el torneo 
para los aficionados latinos.
Se podía jugar 14.0–0, con posi-
ción complicada. 
 
14...¢f7!? 
Entregando el peón a lo “Volga de 
flanco de rey”, esperando obtener 
gran actividad en las columnas g y 
h, aprovechando además la torpe-
za del caballo en h5. Curiosa mente, 
el módulo prefiere jugar con 
14...£e7!? 15.¤xh5 ¦g8, pero resul-
ta poco intuitivo separarse de la 
idea más tentadora de colocar las 
torres en g8 y h8. 16.¤e2 0–0–0, y 
el negro está algo mejor. Era posi-
ble 14...¥xf4 15.¥xf4 ¤c4, como 
alternativa para no entregar el 
peón, también jugable, pero 
menos atractiva. 
 
15.¤xh5 £g8! 16.£f3 
 
16...£g4! 
Igual que en el Volga, el cambio de 
damas favorece al negro, pues la 
dama negra estorba la acción de 
sus torres mientras que la blanca 
contribuye a defender sus debili-
dades, a la vez que mantiene al rey 
de f7 en potencial peligro. 
 
17.£xg4 ¥xg4 18.¤g3 ¦ag8 
Aunque el módulo da casi igual-
dad, para mí es una posición 
mucho más cómoda con negras. 
Está claro lo que tienen que hacer, 
y probablemente recuperarán el 
peón en breve, mientras que pare-
ce una verdadera pesadilla encon-
trar un plan razonable para el 
blanco. 
 
19.¦c1 a6 20.¢f1 ¥xg3 21.fxg3 
¥f5 22.¤e2 ¥d3 23.¦d1 ¥xe2+ 
24.¢xe2 ¦xg3 25.¢f2 ¦hg8 
26.¦h2 ¦3g4 27.h5 ¤a5 
 
De momento, Mamedyarov ha 
aguantado muy bien, mantenien-
do el equilibrio según el módulo, 
pero su posición sigue siendo difí-
cil de jugar y ahora empieza a 
colapsar. 
 
28.¥c2? 
Cuando una jugada tan natural 
como esta retirada de alfil hace sal-
tar el módulo de 0.00 a –1.00, es que 
algo no estaba bien en tu posición 
desde el punto de vista humano. El 
impulso de mantener la pareja de 
alfiles es lógico, pero en esta posi-
ción son ambos muy pasivos y 
valía más la pena cambiarlos por 
los caballos. 28.h6!? ¤bc4 29.h7 ¦h8 
30.¥xc4! ¤xc4 31.b3! ¤xe3 32.¢xe3 
¢g6 33.¦dh1. Solo después de 
haber cambiado los dos alfiles por 
los dos caballos se puede apreciar 
que el blanco ya está fuera de peli-
gro: el peón de h7 liga totalmente al 
negro y los intentos de ganar solo 
le pueden traer problemas. 33...e5?! 
34.dxe5 fxe5 35.¦h6+ ¢g7 36.¦6h5 
¦xg2 37.¦xe5² 
 
28...¤bc4 29.¥g6+?! 
Otro paso en la dirección equivo-
cada, el alfil va a quedar totalmen-
te fuera de juego aquí y, además, 
frena el avance del peón h, que es 
su único contrajuego. Había que 
jugar 29.¥c1 ¤c6 30.b3 ¤d6 
31.¥e3 f5μ 
29...¢e7 30.¥c1 ¤c6 31.b3 ¤d6 
32.¥e3? 
El error decisivo. Era necesario 
¥b1!, y por sorprendente que 
pueda parecer, la máquina afirma 
que regalar un peón a cambio de 
poder retirar el alfil y avanzar el 
peón de h era la única forma de 
luchar por sobrevivir. 32...¤xd4 
33.h6μ 
 
32...f5! 
 
Estoy convencido de que aquí 
Mamedyarov se dio cuenta, per-
fectamente, de que su maniobra 
de alfil ha sido un error catastrófi-
co: el caballo de d6 va a reinar 
esplendoroso en e4 y el otro va a 
atacar el alfil desde e7, ganando el 
peón de h inevitablemente, mien-
tras el alfil de e3 se limita a obser-
var. David dio algunas vueltas, 
pero acabó imponiéndose con cla-
ridad. 
 
33.¦h3 ¤e4+ 34.¢g1 ¢f635.¦f1 
¦h8 36.¢h2 ¦c8 37.¦c1 ¦g8 
38.¦f1 ¤d6 39.¥f4 ¤b5 40.¥c1 
¤e7 41.a4 ¤xd4 42.¥b2 ¤xg6 
43.hxg6 ¦8xg6 44.g3 ¦e4 
 
0–1 
 
Magnus Carlsen había quedado 
empatado en el primer puesto en 
las fases previas de los tres torne-
os anteriores, y en este consiguió 
superarse y quedar primero en 
solitario. Sin embargo, ¡todavía 
no ha conseguido ganar ninguna 
fase final! 
-?-?-?r? 
?p?-?k?- 
pSn-?pZp-? 
Sn-?p?-?P 
-?-ZP-?r? 
?L?-VL-?- 
PZP-?-MKPTR 
?-?R?-?- 
-?-?-?r? 
?p?-Mk-?- 
p?nSnp?L? 
?-?p?p?P 
-?-ZP-?r? 
?P?-VL-?- 
P?-?-MKPTR 
?-?R?-?- r?-?-?qTr 
Zpp?-?k?- 
-SnnVlpZp-? 
?-?p?l?N 
-?-ZP-?-ZP 
?LSN-VLQ?- 
PZP-?-ZPP? 
TR-?-MK-?R 
DANIEL ALSINA 
23MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI
Gran fase previa también de Anish 
Giri, que quedó segundo, en una 
actuación que tuvo continuidad 
en la siguiente. 
 
En los cuartos de final, Carlsen y 
So dieron sendas exhibiciones ante 
Aronian y Firouzja, mientras que 
Nepomniachtchi y Giri tuvieron 
algo más de dificultades para clasi-
ficarse ante Nakamura y Vachier- 
Lagrave, aunque ningún match 
tuvo que ir al desempate a blitz. 
 
En semifinales, Carlsen y So eran 
razonablemente favoritos ante 
Nepomniachtchi y Giri, por historial 
y por lo visto en cuartos de final, y 
parecía que se iba a repetir la final 
del Skilling Open y del Opera Euro 
Rapid (¡sería su tercera final en 4 
torneos del circuito!). Sin embargo, 
los pronósticos saltaron por los 
aires y fueron los dos últimos los 
que se llevaron el gato al agua. 
 
A continuación, comento la parti-
da más interesante del encuentro 
Carlsen-Nepomniachtchi, que fue 
la única que se decidió del prime-
ro de sus dos matches: 
 
 
 
M. C. Invitational 2021 [R2.13] 
 
Tras una defensa dudosa, Nepo llega 
a esta posición delicada, con una 
estructura de peones deficiente. 
 
22.¤xd6?! 
Carlsen fue muy crítico con esta 
jugada, posicionalmente mala, 
pues arregla la estructura de las 
negras, decisión basada en un des-
cuido concreto. El módulo no la ve 
mala, pero la justifica con conti-
nuaciones poco humanas. 
 
22.¤c5! es la jugada más atractiva 
posicionalmente, manteniendo 
gran ventaja por la terrible estruc-
tura negra. 22...¥xc5 23.¤e5 £d6 
24.dxc5 £xc5 25.¤xc4± 
 
22...cxd6 23.¥g2?! 
23.b3? era la idea de Carlsen, y se le 
escapó que el negro puede respon-
der, simplemente, con 23...c3μ. 
Mucho mejor era 23.£xe6! El 
módulo afirma que se puede justi-
ficar la captura en d6 comiendo 
este peón, aunque realmente da 
mucho miedo humanamente, por 
lo que pueda pasar en la gran dia-
gonal. 23...¤c7 24.d5! es la clave. 
24...¤bxd5 25.£xf5 ¦gf8 26.£e4 
¦de8 27.¤d4 £c5 28.£h4+–, y 
milagrosamente el blanco esquiva 
todos los golpes y se consolida. 
 
23...¦de8 24.¤h4?! 
Aún era posible 24.¤g5!? h6 
25.¤h3², otra maniobra poco 
humana que, al parecer, todavía 
da ventaja a las blancas. 
 
24...£b5 
Ahora el negro se ha consolidado 
y la posición ya es más fácil de 
jugar para este bando. 
 
-Mk-Tr-?r? 
ZplZp-?-?p 
-SnqVlp?-? 
?-?n?p?- 
-?pZPN?-? 
ZP-?-?NZP- 
-ZP-VLQZP-ZP 
?-TR-TRLMK- 
pCARLSEN,M NOR 2847 
NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 
DANIEL ALSINA 
24 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021
25.¦b1 £b3 26.¥c3 
 
26...¤f4!? 
Con la tendencia de la partida 
favorable, Nepo se lanza a presio-
nar al rey blanco. 
 
27.gxf4 ¦g4 28.h3 ¦xh4 
El negro ha recuperado la pieza y 
da la sensación de que el rey blan-
co está en gran peligro. 
 
29.¥xb7 ¢xb7 30.£f3+ ¢a6 
 
Y aquí, con poco tiempo, Carlsen 
ve que le está viniendo ¤d5 y no 
ve cómo va a defender f4, y se le 
ocurre la réplica correcta pero con 
mala ejecución: 
 
31.d5? 
Error típico de rápidas, vemos la 
idea que queremos hacer (entre-
gar en e6 para comer el caballo en 
d5) y queremos ejecutarla de 
forma forzada. 
 
Lo correcto era 31.¢h2!, una juga-
da paciente para mejorar el rey y 
entregar la calidad en mejores 
condiciones. 31...¤d5 32.¦xe6 
¦xe6 33.£xd5 y, en comparación 
con la partida, el negro no tiene 
jaque en g6, con lo que el blanco 
tiene tablas immediatas: 33...¦eh6 
34.£c6+ £b6 35.£c8+ £b7 
36.£xc4+ ¢b6 37.£b3+ ¢c6 
38.£c4+ ¢b6. 
 
31...¤xd5 32.¦xe6 ¦xe6 33.£xd5 
¦g6+! 34.¢f1 £b5! 
 
Gracias al jaque, el negro tiene 
tiempo de cubrir su rey con esta 
jugada, y ahora el rey blanco sigue 
estando más desprotegido que el 
rival, y en el final no hay compen-
sación por la calidad. El resto es 
sencillo. 
 
35.¦d1 £xd5 36.¦xd5 ¦xf4 37.¥d4 
¦f3 38.¥e3 f4 39.¦f5 ¦e6 40.¥d4 
¦e4 41.¢g2 ¦d3 42.¥c3 d5 
43.¦f6+ ¢b5 44.¦f7 d4 45.¥b4 
¦e2 0–1 
 
En su segundo match pasó de 
todo: Nepo se adelantó en la 
segunda partida, con lo cual pare-
cía sentenciar la eliminatoria, pero 
Carlsen consiguió remontar y 
ganar la tercera y la cuarta, trasla-
dando el desenlace al desempate 
de blitz. Tras unas tablas en la pri-
mera, en la segunda Carlsen obtu-
vo una posición de clara ventaja, 
pero fue perdiendo el hilo y termi-
nó perdiendo la partida y la elimi-
natoria. 
 
La otra semifinal también estuvo 
movida: empezó muy mal Giri, 
perdiendo con blancas la primera 
partida dejándose todo en una 
posición prometedora, pero lo 
compensó ganando la tercera 
estando peor. También acabó 
ganando la cuarta con negras, lle-
vándose el match del primer día. 
 
El segundo día, So empezó presio-
nando bien la primera con blancas 
y tuvo alguna opción, pero se le 
escapó y terminó en tablas. Las 
dos siguientes terminaron tam-
bién en tablas y, si acaso, fue Giri el 
que desaprovechó oportunidades. 
En la cuarta, So estaba obligado a 
ganar con negras para conseguir la 
victoria en el match y empatar la 
eliminatoria. Giri consiguió secar 
la posición en seguida y parecía 
que no sufriría nada, pero tras 
alguna imprecisión acabó dándose 
la siguiente posición. 
 
 
 
 
M. C. Invitational 2021 [R2.24] 
 
Parece una posición bastante sosa, 
pero hay factores que le dan 
potencial al negro: la pareja de 
alfiles, que el caballo está lejos de 
llegar a e5, y el más importante: la 
casilla e4 para su torre o su dama. 
 
25.£d3 
No es mala objetivamente, pero 
permite una réplica molesta que 
provoca el error posterior. 25.¦e1 
podría parecer más segura, pero 
de todas formas, tras 25...¦e6 
26.¦xe6 £xe6 27.£e3 £e4³, la 
posición parece preocupante para 
el blanco. 
 
-?-?-?-? 
Zp-?-?-?p 
k?-Zp-?r? 
?q?Q?p?- 
-?p?-ZP-Tr 
ZP-VL-?-?P 
-ZP-?-ZP-? 
?R?-?K?- 
pGIRI,A NED 2776 
SO,W USA 2770 
-Mk-?r?r? 
Zpl?-?-?p 
-Sn-Zpp?-? 
?-?n?p?- 
-?pZP-?-SN 
ZPqVL-?-ZP- 
-ZP-?QZPLZP 
?R?-TR-MK- 
-?-?r?-? 
Zp-?-?-?p 
kSn-Zpp?-? 
?-?-?p?- 
-?pZP-ZP-Tr 
ZPqVL-?Q?P 
-ZP-?-ZP-? 
?R?-TR-MK- 
-?-?R?l? 
Zpp?-?-Zpk 
-Wqr?-Vl-Zp 
?-?p?p?- 
-?-ZP-ZP-? 
?-VL-?-?- 
PZPNWQ-?PZP 
?-?-?-MK- 
25MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI
DANIEL ALSINA 
También se podía jugar 25.¤e1 
¥f7 26.¦e3 ¦e6 27.¦xe6 £xe6 
28.¤f3 £e4 29.¤e5 ¥e8³, aunque 
igualmente aquí la presencia de la 
dama en e4 es mucho más relevan-
te que la del caballo en e5. 
 
25...¥e6!? 
Casi encierra la torre, cosa que 
hace entrar en pánico a Giri. 
 
26.g4? 
Gran debilitamiento impulsado, 
creo yo, por la voluntad de expul-
sar al alfil de e6 y liberar a la torre. 
En realidad, no hay nada que 
temer, pues 26.¤e1 ¢g6 27.¤f3 
¢f7 28.¦a8= y la torre está muy 
segura en esta casilla, pero no es el 
tipo de continuación que busca-
mos en una rápida cuando, ade-
más, priorizamos no perder. 
 
26...£c7?? 
 
Resulta que la jugada de modo 
pánico de Giri desestabiliza toda-
vía más a So y se le escapa un 
truco táctico elemental. Como 
comentó Giri, en estas situaciones 
en que un jugador está obligado a 
ganar, es habitual que el que nece-
sita tablas dé chances pero que el 
otro no las aproveche, por la gran 
presión a la que están sometidos 
los dos. 26...¥d7! 27.¦e1 ¦c8μ y el 
negro puede reagruparse para 
explotar a medio plazo el debilita-
miento causado por g4. 
 
27.¦xe6! 1–0 
Y así se decidió la semifinal, pues 
tras 27...¦xe6 sigue 28.£xf5+. 
Quedó, pues, servida una final 
inédita Giri-Nepomniachtchi. El 
primer día dominó el holandés, 
aunque terminó en 4 tablas: de 
blancas desaprovechógrandes 
oportunidades, y de negras mos-
tró una fantástica preparación en 
el peón envenenado de la Najdorf 
para hacer tablas sin problemas. 
 
El segundo día, Giri volvió a 
aguantar bien las dos de negras, 
esta vez en posiciones muy agu-
das, pero menos teóricas, y golpeó 
bien en la primera de blancas. 
 
 
 
 
Defensa Siciliana [B48] 
 
Esta partida muestra una de las 
mejores cualidades de Giri: gran 
preparación teórica, que le permi-
te jugar una idea poco conocida y 
navegar muy bien por la posición 
novedosa resultante. Luego juega 
con gran precisión para explotar 
la gran ventaja que consigue, cosa 
que a menudo le cuesta más. 
 
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 
¤c6 5.¤c3 £c7 6.¥e3 a6 7.g4!? 
 
Cada vez se realizan más avances 
de flanco, en todo tipo de posicio-
nes, gracias a la influencia de las 
máquinas. En esta posición en 
concreto, de más de 20.000 parti-
das en la base, g4 solo se había 
jugado en unas 40, y a nivel de 
élite podemos decir que justo la 
introdujo Grandelius contra 
Pichot en este mismo torneo, en la 
fase previa. Resulta bastante sor-
prendente, desde el punto de vista 
clásico, jugar g4 cuando el caballo 
todavía no está en f6 y no se sabe 
dónde va a ir el rey negro, pero 
parece que el mero hecho de difi-
cultar el desarrollo del flanco de 
rey negro ya lo justifica. 
 
7...h6?! 
Nepo opta por preparar la salida 
de su caballo a f6 igualmente, pero 
se dirige a una posición extrema-
damente peligrosa. 7...b5!? fue la 
opción de Pichot, que parece ser 
mejor, pero algunas decisiones 
dudosas le llevaron también rápi-
damente a una mala posición. 
8.¤xc6 dxc6 9.£f3 e5 10.h4 ¥e6 
11.g5 ¥b4 12.a3 ¥a5 13.¥c5 ¥b6 
14.£e3 ¦b8 15.0–0–0± 1–0 (43) 
Grandelius, N (2670) - Pichot, A 
(2630). chess24.com INT, 2021. 
 
8.h4 
El blanco no se anda con rodeos y 
prepara la rápida expulsión del 
caballo, que va a aparecer en f6. 
 
8...¤f6 9.¤xc6!? 
Otra jugada cuestionable desde 
principios clásicos, pues solía 
decirse que este cambio, cuando el 
negro puede retomar de b y forta-
lecer su centro, no es recomenda-
ble. Pero el juego concreto manda 
y la partida muestra que jugar g5 y 
romper la estructura negra con g6 
es más importante. 
 
9...bxc6 10.£f3 
Para defender la torre de h1 y 
jugar g5 a la siguiente. Era necesa-
rio cambiar en c6 para que el 
negro no tuviera ¤e5. 
 
10...d5 11.g5 hxg5 12.hxg5 ¦xh1 
13.£xh1 ¤g4! 
13...¤d7? 14.0–0–0: que el módulo 
dé decisiva blanca en esta posi-
ción, en que el negro no parece 
haber hecho nada mal, demuestra 
lo peligroso que es todo el esque-
pGIRI,A NED 2776 
NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 
r?l?kVlnTr 
?pWqp?pZpp 
p?n?p?-? 
?-?-?-?- 
-?-SNP?P? 
?-SN-VL-?- 
PZPP?-ZP-ZP 
TR-?QMKL?R 
-?-?R?-? 
ZppWq-?-Zpk 
-?r?lVl-Zp 
?-?p?p?- 
-?-ZP-ZPP? 
?-VLQ?-?- 
PZPN?-?-ZP 
?-?-?-MK- 
DANIEL ALSINA 
26 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021
ma blanco (la temática 14.g6 tam-
bién es buena). 
 
14.¥d2 
 
Péter Lékó comentó en directo 
que no se creía que esta forma de 
jugar tan primitiva del blanco, que 
además involucra esta modesta 
retirada del alfil a d2, pudiera ser 
buena, y estaba convencido de que 
el negro debía tener opciones inte-
resantes aquí. Pero la preparación 
de Giri no falló y resulta que, en 
realidad, el negro está ya al filo del 
abismo. 
 
14...¥b7 
14...£b6? es una jugada que suge-
ría Lékó que parece activa, pero es 
una ilusión: 15.£g2 ¤e5 16.0–0–0 
seguido de f4, con enorme ventaja. 
 
15.£h3 
Era posible ya 15.g6!? La partida 
girará en las próximas jugadas en 
torno a esta atractiva ruptura. 
Ahora era interesante, aunque no 
decisiva, 15...0–0–0 16.¥e2² 
 
15...¤e5 16.0–0–0 d4 
16...¤g6!?, evitando f4, quizás era 
algo mejor y le permitiría al negro 
sobrevivir sin tener que afinar 
tanto, aunque la posición del blan-
co es muy buena tras jugadas 
naturales: 17.¥e3 0–0–0 18.¢b1 
¢b8 19.£f3± (evitando c5). 
 
17.¤b1! 
Una retirada aparentemente triste, 
pero el caballo tiene un gran futu-
ro en c4. 
17...c5 
17...¤g6, otra vez, era mejor. 
 
18.f4 
 
Nepo ha permitido este avance y, 
en una posición difícil, comete un 
error decisivo. 
 
18...¤c6? 
Jugada extraña, que permite g6 
con efectos devastadores, pero 
puedo entender su rechazo a las 
alternativas. 18...¤d7?! 19.g6 pare-
ce todavía más fuerte que en la 
partida, pero aquí existe 19...c4! 
(tras 19...0–0–0? 20.gxf7+–, el 
negro ni siquiera tiene £xf7) 
20.gxf7+ ¢xf7 21.f5 e5± y el negro 
todavía puede luchar. En cambio, 
18...¤g6! parece que le da todavía 
más tiempos al blanco para acabar 
jugando g6 igualmente, pero aquí 
no es tan efectivo: 19.f5 ¤e5 20.g6. 
La clave es que el fuerte caballo en 
e5 sostiene la posición negra y el 
alfil de f1 queda muy pasivo, a 
diferencia de la partida. 20...exf5 
21.exf5 f6 22.¥f4 0–0–0 23.¤d2² 
19.g6! 
Gana un peón de forma forzada, 
pues el alfil viene a c4 y no se 
puede defender e6. 
 
19...0–0–0 20.gxf7 £xf7 21.¥c4 
¢b8 22.¥xe6+– 
 
Además del peón de más, todas las 
piezas menores del negro han 
quedado pasivas, con lo que la 
ventaja es ya decisiva. Giri juega el 
resto con bastante seguridad, 
rematando con elegancia. 
 
22...£c7 23.¥c4 ¢a7 24.¤a3 ¤b4 
25.¦e1 ¥e7 26.¢b1 ¦e8 27.e5 
¥d8 28.¥b3 g5 29.¤c4 gxf4 
30.¥xf4 ¤d5 31.¥d2 £g7 32.¤d6 
¦h8 33.£e6 ¥h4 34.¦c1 ¤c7 
35.£c4 £xe5 36.¤f7 £h2 
37.£xc5+ ¢b8 38.£xd4 ¦f8 
39.¥f4 ¥g3 40.¥xg3 £xg3 
41.£b4 1–0 
Y el negro abandonó, ya que tras 
41...£g7 42.¤d6 ¤b5 43.¤xb7 
¢xb7 44.a4, ganando. 
 
 
-Mk-Tr-Vl-? 
?l?-?qZp- 
p?n?L?-? 
?-Zp-?-?- 
-?-ZpPZP-? 
?-?-?-?Q 
PZPPVL-?-? 
?NMKR?-?- 
r?-?kVl-? 
?lWq-?pZp- 
p?-?p?-? 
?-Zp-Sn-ZP- 
-?-ZpPZP-? 
?-?-?-?Q 
PZPPVL-?-? 
?NMKR?L?- 
r?l?kVl-? 
?-Wq-?pZp- 
p?p?p?-? 
?-?p?-ZP- 
-?-?P?n? 
?-SN-?-?- 
PZPPVL-ZP-? 
TR-?-MKL?Q 
27MERECIDA VICTORIA DE ANISH GIRI
DANIEL ALSINA 
Pero en la última partida, en la que 
de nuevo necesitaba tablas con 
blancas para llevarse la eliminato-
ria, como en la semifinal, volvió a 
bajar el nivel y esta vez fue castiga-
do duramente, con lo que la final 
tuvo que decidirse en las dos par-
tidas de blitz. Esta fue la primera: 
 
 
 
 
M. C. Invitational 2021 [R3.31] 
 
Tras realizar un sacrificio de pieza 
especulativo, Giri ha llegado a esta 
posición en que el módulo decreta 
decisiva negra, pero para un blitz 
entre humanos es más que intere-
sante y puede pasar de todo. 
25...¦h7?? 
Tras la correcta 25...¦g8! 26.£d7+ 
es inofensiva: 26...¥e7–+. La torre 
de c8 está defendida y el negro se 
sacudirá la presión poco a poco. 
 
26.£d7+ ¤ge7 
26...¥e7 27.¦xc8 ganando, mues-
tra la “pequeña” diferencia con 
25...¦g8. 
 
27.¥xe7 
Y, para desgracia de Nepo, cual-
quiera de las tres recapturas pier-
de la torre o la dama. 
 
27...£xe7 
O bien 27...¥xe7 28.¦xc8+–; 
27...¤xe7 28.¦f4+, ganando. 
 
28.£xc8 ¥b6 29.¤f6 ¦g7 30.£h8 
d3 31.£h5+ ¦g6 32.¦g4 1–0 
 
Tras este duro golpe, en la segunda 
Nepo pronto cometió un grave 
error y ya no tuvo opción y termi-
nó perdiendo, así que Giri se pro-
clamó campeón de la cuarta entre-
ga de este circuito. Carlsen y otros 
de sus colegas del top mundial a 
menudo se ríen del holandés, por 
Twitter y siempre que tienen oca-
sión, por no haber ganado nunca 
ningún torneo de élite. A punto 
estuvo de romper su racha en 
enero en Wijk aan Zee, pero ter-
minó perdiendo el match de des-
empate ante el sorprendente 
Jorden van Foreest. Este torneo, 
por nivel de jugadores, sin duda 
merece el calificativo “de élite”, 
pero me imagino que el hecho de 
que sea de semirápidas y por 
Internet será excusa suficiente 
para que prosiga la leyenda... 
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pGIRI,A NED 2776 
NEPOMNIACHTCHI RUS 2789 
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DANIEL ALSINA 
28 2º MAGNUS CARLSEN INVITATIONAL 2021
Capablanca, campeón mundial
30
CENTENARIO (1921-2021)
31
UANDO José Raúl Capablanca ganó en 1911 
con 22 años su primer torneo internacional 
en San Sebastián, comenzó a pensar en la 
corona mundialde ajedrez y, días más tarde, 
estando en Viena, lanzó un reto público al campeón 
Emanuel Lasker. 
 
Pero cuando un periodista interrogó al maestro ale-
mán sobre el tema, dijo escuetamente –y con razón– 
que no había recibido ningún documento de 
Capablanca. 
 
De modo que el primer reto oficial data del 26 de octu-
bre de 1911, mediante una carta, estando ambos en los 
Estados Unidos. Lasker contestó y expuso, entre otras 
cosas, que si al cabo de 30 partidas el score no acusaba 
una diferencia de más de un punto, el match se consi-
deraba empatado y el campeón retenía el título. 
Capablanca respondió que eso era injusto y las “nego-
ciaciones” quedaron interrumpidas. 
 
Personalmente se encontraron en San Petersburgo 
1914 (abril-mayo), el último torneo en la Rusia de los 
zares y donde por vez primera se empleó el término 
gran maestro, al conferirle tal “título honorífico” a los 
cinco finalistas el Zar Nicolás II (Nicolás Románov). Un 
romántico adelanto, ya que los títulos internacionales 
en ajedrez se oficializaron en 1950. 
 
Capablanca triunfó en la primera fase en calidad de 
invicto con ocho puntos (+6 =4 -0), sacando punto y 
medio de ventaja a Lasker y Tarrasch, y dos a Alekhine 
y Marshall, los otros clasificados, a quienes siguieron: 
Bernstein, Rubinstein, Nimzowitsch, Blackburne, 
Janowski y Gunsberg. 
»»» 
C
Textos y fotos 
Jesús G. Bayolo
Pero en la final el campeón del mundo, Emanuel 
Lasker, estuvo inmenso y se llevó el triunfo con 
13,5, seguido por Capablanca con 13. Obtuvo su 
primera victoria sobre el cubano. Allí quedaron 
limadas las asperezas que habían surgido entre 
ambos y comenzaron conversaciones para un 
duelo por el cetro. Además, disputaron semanas 
más tarde en Berlín un match de partidas rápidas, 
en el que se impuso el joven caribeño 6,5 por 3,5. 
 
Caen las últimas hojas del almanaque en el mes 
de julio cuando Capablanca se encuentra nave-
gando a bordo del buque alemán Vilanex, con 
destino a la Argentina. En alta mar la nave recibe 
por vía cablegráfica la más terrible de las noticias 
para todos los ciudadanos del planeta: ha estalla-
do la Primera Guerra Mundial. El capitán del 
Vilanex, evitando ser apresado por los británicos, 
manda a poner proa rumbo a Lisboa, para res-
guardarse en un país neutral, como era Portugal. 
 
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) hirió las 
aspiraciones de Capablanca. En 1919 se organizó 
en la ciudad inglesa de Hastings el llamado 
Torneo de la Victoria, convocado por los países 
aliados para dar el título de campeón mundial al 
vencedor, ya que Lasker no fue invitado. 
Capablanca ganó con 10,5 
puntos de 11. Su única par-
tida tablas fue con Boris 
Kostić. Las agencias cable-
gráficas anunciaron que el 
mundo tenía un nuevo 
monarca. 
Capablanca hizo gala de diplo-
macia y aceptó las alabanzas, 
pero se fue a Holanda, donde 
sabía que podría encontrar a 
Lasker para retarlo, y el 20 de 
enero de 1920 proclamó: —No 
acepto título que no haya 
ganado tablero por medio 
frente al doctor Lasker. 
 
El 23 de enero de 1920 se entre-
vistan Lasker y Capablanca en 
Holanda. A los dos días se 
publican las bases. Inme -
diatamente comienzan a pos-
tularse ciudades para acoger el 
esperado combate por el título 
universal. Pero el 28 de junio 
de 1920 una noticia estremece 
al mundillo ajedrecístico: “Lasker entrega el títu-
lo a Capablanca”. El cubano está en La Habana y 
es felicitado, pero no refleja alegría sino más bien 
preocupación, y ratifica que no acepta ese título 
si no lo obtiene frente al tablero. 
 
Según los medios cablegráficos Lasker declaró: 
—“El mundo del ajedrez no quiere las condicio-
nes del convenio, y no puedo jugar sabiendo que 
estas son impopulares”. — Pero… ¿qué motivó a 
Lasker para tomar semejante decisión? Pues una 
carta del argentino Benito Pérez Mendoza, presi-
dente del Club de Ajedrez de Buenos Aires, en la 
que creyó ver un ataque a las bases. 
 
Ya había echado al correo las cartas de renuncia, 
dirigidas a Capablanca y al norteamericano 
Walter Penn Shipley, a quienes habían nominado 
juez provisional, cuando se percató de que la 
misiva procedente de la Argentina estaba fechada 
el 25 de abril, pero no de 1920, sino de 1919, y que 
por ende había demorado más de un año. 
CUBA APUESTA POR EL MUNDIAL 
 
En Cuba crecía el interés por organizar el match y 
el Dr. Alberto Ponce, expresidente del Club de 
Ajedrez de La Habana, 
había iniciado una colecta 
pública. Con parte de ese 
dinero, en los primeros 
días de agosto Capablanca 
emprende la travesía hacia 
Holanda y se encuentra 
32 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
JESÚS G. BAYOLO 
Capablanca y Lasker en San Petersburgo 1914. (Dibujo ruso de la época)
Aunque el match se celebró en 
1921, ya diez años antes 
Capablanca había retado a 
Lasker por el título mundial.
nuevamente con Lasker. 
Queda sin efecto la renun-
cia y el cubano le propone 
jugar en La Habana, que 
además ofrecía una bolsa 
muy superior a todas las 
demás ofertas. Inicial -
mente, Lasker quería una 
sede compartida y disputar la primera parte en 
Holanda, pero accede a la propuesta de 
Capablanca. 
 
Hubo retraso porque el precio del azúcar (princi-
pal rubro exportable) se había disparado por la I 
Guerra Mundial, pero estaba bajando cada vez 
más y hubo demora para conseguir los 20.000 
pesos, moneda que entonces tenía equivalencia 
con el dólar. Hay textos que anotan 36.000 y 
puede que esa haya sido la intención inicial, pero 
la bolsa quedó en 20.000, de los cuales indepen-
dientemente del resultado, Lasker recibiría 11.000 
y Capablanca 9.000. Ciertas fuentes señalan que 
aparte de la bolsa reglamentada hubo luego un 
aporte de 5.000 pesos más. 
 
En enero de 1921, cuando ya estaba la bolsa, uno 
de los organizadores, el doctor Rafael de Pazos, le 
dijo a Capablanca que pasaría un cable a Lasker 
para que viniera de inmediato. José Raúl le con-
testó: —“No, doctor, deme un poco de tiempo, 
porque el doctor Lasker es mucho Lasker”. —
Entonces se retiró a una finca para estudiar y pre-
pararse físicamente un par de meses. Fue la única 
vez que se entrenó para un evento. 
 
Desde joven era alta la valoración de Capablanca 
sobre Lasker, la cual fue aumentando. En las con-
ferencias que escribió para la radio en 1941 seña-
ló: —"En cuanto al doctor Lasker, su concepción 
estratégica del final y la táctica empleada para lle-
var a cabo su plan harían honor a cualquier cam-
peón del mundo, y ya que del doctor Lasker 
hablamos, llamaremos la atención sobre el hecho 
de ser el gran Lasker uno de los maestros menos 
comprendidos por la mayoría de los aficionados 
al ajedrez, incluso, muchos de los maestros”. 
 
—Abunda Capablanca: —
“Se ha dicho a menudo del 
doctor Lasker que tenía un 
juego poco interesante, 
falto de brillantez, y que 
muchas de sus victorias se 
debían principalmente a 
dos cosas, a saber: su gran 
habilidad en los finales y 
los errores de sus adversa-
rios. Que era un gran fina-
lista no hay duda. Era el 
mejor finalista que yo he 
conocido. Pero, además, 
era al mismo tiempo el jugador más profundo y 
de más imaginación que yo he visto. Hace ya 
muchos años, cuando yo ya había llegado a la 
cumbre, mi amigo el señor Walter Penn Shipley 
me escribió una carta, y entre otras cosas, me 
decía: «Usted y Lasker son los únicos jugadores 
que yo he conocido capaces de hacer combinacio-
nes que no existen en el tablero». El señor Shipley 
conoció íntimamente al doctor Lasker, y fue juez 
del primer match por el campeonato del mundo 
entre Steinitz y Lasker.” 
ARRIBAN EMANUEL Y MARTA LASKER 
 
Campeón mundial desde 1894, Emanuel no hacía 
una defensa de su título desde 1910, cuando lo 
revalidó dos veces, frente a Schlechter y Janowski. 
En el vapor Hollandia embarcó junto con su espo-
sa Marta rumbo a La Habana el 15 de febrero de 
1921. Arribaron el nueve de marzo y fueron hos-
pedados de inmediato en el hotel Trotcha, del 
Vedado. 
 
En los seis días que faltaban para el inicio del 
encuentro, Lasker llevó a suesposa a lugares 
conocidos… y a otros que le eran desconocidos. 
Tras 15 años de ausencia apreciaba “otra ciudad”. 
Además, le “llovían” las invitaciones sociales. En 
una visita de cortesía al periódico Heraldo de 
Cuba, ya próximo al match, declaró que estaba 
sorprendido de los enormes progresos que había 
apreciado en La Habana, tanto en el orden 
comercial como en su extensión urbana. Elogió a 
Capablanca, reconoció que podría ganarle, pero 
ratificó que también él podría vencerlo. 
 
Tuvo palabras de elogio para el hotel que le habí-
an asignado, aunque dijo que durante el desarro-
llo del match preferiría un 
hospedaje más apacible. 
¿Por qué? Trotcha fue el 
primer hotel que se cons-
truyó en la residencial 
barriada de El Vedado. Allí 
se alojaron entre otros el 
JESÚS G. BAYOLO 
33CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
La Primera Guerra Mundial 
(1914-1918) truncó las 
aspiraciones de Capablanca de 
celebrar en ese periodo el 
match por el título mundial.
La bolsa de 20.000 pesos 
equivaldría hoy a unos 
300.000 dólares USA.
poeta Rubén Darío y Mazzantini, el torero. Debe 
su nombre al catalán Don Buenaventura Trotcha, 
quien primero mandó a construir un salón de 
recreación, que fue convertido en hotel en 1890. 
 
Tal como anunciara, en algún momento del match 
Lasker y Marta se trasladaron a una pensión pro-
piedad de judíos, en la que el todavía campeón se 
sentía más a gusto, por la tranquilidad y las comi-
das que le preparaban sus anfitriones. 
ENTREVISTA A LASKER 
 
La sensacional (e incierta) declaración de que 
acude a La Habana como retador y no como cam-
peón la hace en entrevista 
aparecida el jueves 10 de 
marzo de 1921 en el perió-
dico El Mundo, realizada 
en el hotel Trotcha por el 
periodista Guillermo Pi, 
con el título “José Raúl 
Capablanca Campeón Mundial de 
Ajedrez”. He aquí algunas preguntas 
y respuestas: 
 
—¿Cuántos años lleva usted jugan-
do? 
—¡Ah!, llevo muchos años jugando el 
ajedrez; calcule usted desde los doce 
años de edad, teniendo ahora 52, 
pues nací en 1868. 
—¿Cuándo fue usted proclamado 
Campeón Mundial de Ajedrez? 
—El 26 de mayo de 1894, en la ciudad 
de Montreal, Canadá, después de 
vencer en un match muy reñido al 
maestro Steinitz. 
 
—¿Y desde entonces? 
—Desde entonces hasta el 18 de 
junio de 1920, en que cedí el título de 
Campeón Mundial de Ajedrez al gran 
maestro cubano José Raúl 
Capablanca por acuerdo personal 
hablado entre ambos, en la ciudad de 
La Haya, Holanda. 
 
—¿Así que usted estima, y así lo 
declara, que el señor José Raúl 
Capablanca está actualmente en el 
más perfecto uso y disfrute del títu-
lo de Campeón de Ajedrez del 
Mundo? 
—Sí, señor, desde la fecha que le acabo de indicar 
no hay más Campeón Mundial que él, y mi estan-
cia aquí significa que vengo a discutirle ese título. 
 
—¿Qué maestro considera usted el más capaci-
tado, el más fuerte competidor suyo? 
—En primer lugar Capa blanca, después Rubins -
tein, el gran maestro ruso que se encuentra 
actualmente en Estocolmo. 
 
—¿Cuántas veces discutió usted el título de 
Campeón Mundial? 
—En los 26 años que fui Campeón del Mundo, lo 
discutí dos veces con Steinitz, una con Marshall, 
una con el doctor Tarrasch, 
una con Janowski y una 
con Schlechter; en total seis 
veces. 
 
—¿Tiene usted títulos 
universitarios? 
JESÚS G. BAYOLO 
34 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
Famosa caricatura de Capablanca realizada por Massaguer, 1922.
Por primera vez en su vida, 
Capablanca se retiró dos 
meses a una finca para 
preparar el match.
—Soy Doctor en Filosofía y 
Profesor graduado en 
Matemática. 
 
—¿Se encuentra usted 
ejerciendo en su país en 
alguna de esas dos ramas de la ciencia? 
—Ahora, no; fui profesor en la Universidad de 
Mánchester, Inglaterra, de 1901 al 1902. 
 
—¿Usted ha estado dos veces en la Habana? 
—En 1893 y 1906. Y puedo decirle que la encuen-
tro muy cambiada, muy mejorada con los magní-
ficos ensanches que la rodean, que nada tiene que 
envidiar a ninguna otra gran ciudad, sus calles 
asfaltadas y limpias; todo esto invadido siempre 
por la luz fuerte, la intensa claridad de este bello 
país durante el día, al que suple la electricidad 
durante la noche; yo a la Habana la llamaría “la 
ciudad de la luz”. 
 
—¿Ha fijado la fecha para el comienzo del 
match entre usted y Capablanca? 
—Sí, el próximo martes 15, en el Unión Club, de 
8 a 12 de la noche. 
A PUNTO DE SONAR EL GONG 
 
Mientras, en el orden organizativo se ultimaban 
los detalles. A la sazón se les nombraban padrinos 
a los representantes, como en los duelos de pistola 
o de capa y espada. Rafael de Pazos fungiría como 
padrino de Lasker y Manuel Márquez Sterling 
(presidente del Club de Ajedrez de La Habana) 
como padrino de Capablanca, en tanto Alberto 
Ponce sería el juez del match. Todavía no se deno-
minaba árbitro, como está establecido hoy. 
 
La función del arbitraje en ajedrez no estaba defi-
nida cuando comenzaron las competencias, y en 
los campeonatos mundiales solía designarse un 
“juez de campo”. Existen pocos datos sobre esta 
figura en las lides precedentes, y hasta donde 
conocemos fue la primera vez que se nombró 
juez (a secas). Curio samente, Alberto Ponce era 
además juez de profesión. Se desempeñaba como 
Juez de Instrucción de La 
Habana. 
 
Se emplearían la mesa y las 
piezas que utilizaron 
Steinitz y Chigorin en su 
segundo match de La 
Habana, en 1892, así como 
Capablanca y Kostic en 
1919. El reloj lo aportó José 
A. Gelabert, primer biógra-
fo capablanquino, quien 
luego lo donó como pieza 
histórica. La mesa y el reloj le fueron obsequia-
dos a Capablanca por el Club de Ajedrez de La 
Habana y están hoy en el Museo del Deporte, en 
la capital cubana, así como su mascarilla y su 
taco de billar. El juego se lo regaló Capablanca al 
Museo Metropolitano de Nueva York, de donde 
desapareció años más tarde. 
 
En el aspecto técnico, se proclamaría vencedor 
quien llegara a ocho victorias, sin contar las 
tablas, pero si en 24 esto no había sucedido, 
triunfaba quien se encontrara delante en el mar-
cador, y en caso de empate el monarca retenía la 
corona. El ritmo de juego sería de 15 movidas por 
hora, en sesiones de cuatro horas. 
SUENA EL GONG 
 
La primera partida del match por el máximo títu-
lo comenzó el 15 de marzo de 1921 a las nueve de 
la noche, en los salones del Unión Club, situado 
en la confluencia de las calles Virtudes y Zulueta, 
en la capital cubana. A partir de la segunda ronda 
el match se trasladó para el Casino de la Playa (ya 
inexistente), en Miramar, para propiciarle mejor 
clima al visitante. 
 
En la ronda inicial ocurrió un incidente con el 
reloj. Al momento de suspender la partida, Lasker 
se percató de que aparecía como consumido una 
cantidad de tiempo exagerada, por lo que protestó 
argumentando que el reloj tenía dificultades. 
 
Rafael de Pazos, padrino del doctor Lasker, le dijo 
que los relojes estaban exactos y le enseñó el cer-
tificado de un relojero alemán. Sucede que en 
fecha próxima al match su dueño, José A 
Gelabert, se lo había llevado para que verificara 
las perfectas condiciones en que se encontraba y 
el relojero compatriota de Lasker ofreció las 
garantías. 
 
¿Cómo se resolvió el inci-
dente? Luego de una rápida 
investigación surgió el tes-
timonio de que en una de 
las ocasiones en que le 
JESÚS G. BAYOLO 
35CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
En la década de los 20, La 
Habana era una metrópoli 
floreciente, muy visitada por los 
estadounidenses.
El match se decidiría al que 
primero llegara a 8 victorias, 
sin contar tablas, pero con un 
límite de 24 partidas.
tocaba jugar a Capablanca y cuyo movimiento 
meditó durante veinte minutos, Lasker había 
dejado de poner en marcha el reloj de su contra-
rio. Asegura Gelabert que con la evidencia de lo 
sucedido Capablanca consintió en que ese tiempo 
se le cargara a él, descontándoselo a Lasker, y la 
discordia terminó con un apretón de manos de 
los contendientes. 
 
Sobreel programa del match, Capablanca nos 
ofrece más información: —“Las partidas se con-
tinuaron jugando durante la noche, entre las 
21:00 y la 1:00 horas. La realidad es que jugamos 
en las mejores condiciones imaginables. En el 
Casino, próximo al Club de Campo y a menos de 
500 metros de la playa, se nos acondicionó una 
gran sala, con ventanas en tres direcciones y jar-
dines en los bajos, por donde a menudo paseába-
mos mientras el otro estaba pensando. Un cama-
rero fue exclusivamente puesto a nuestra disposi-
ción. Nos servía rápidamente y sin costo alguno. 
El clima fue excelente, no 
solo para un hombre de los 
trópicos sino para cual-
quier ciudadano europeo”. 
 
Aquí podría insertarse una 
anécdota aportada por el 
ingeniero César Revuelta Capablanca, quien 
señala que, en otro salón del edificio, debidamen-
te aislado acústicamente, jóvenes parejas baila-
ban al compás de melodías interpretadas por una 
orquesta local. 
 
Con frecuencia José Raúl se trasladaba al salón de 
baile –mientras Lasker pensaba sus jugadas– e 
invitaba a alguna muchacha a bailar. Enrique 
Capablanca Verde, primo del maestro, estaba 
pendiente de la partida y le avisaba mediante un 
movimiento disimulado de sus manos que Lasker 
había hecho su jugada. Pero Capablanca no inte-
rrumpía el baile. 
 
Duró solo 14 partidas el duelo. Cuando 
Capablanca ganaba cuatro por cero con 10 tablas, 
luego de la decimocuarta partida, que se disputó 
los días 20 y 21 de abril, Lasker envió una nota el 
21 de abril de 1921 al doctor Rafael de Pazos, 
quien fungía como su “second”, y otra al juez del 
encuentro, Alberto Ponce, 
anunciando que resignaba. 
(Recalco la fecha: 21 de 
abril, porque en varios 
libros se consigna errónea-
mente como el 27). Veamos 
la nota: 
JESÚS G. BAYOLO 
36 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
Mientras Lasker pensaba, 
Capablanca iba con frecuencia 
al salón de baile, donde 
invitaba a alguna mujer.
Instantánea del match entre Capablanca y Lasker (La Hablana, 1921)
Es preciso llamar la atención sobre la nota a 
ambos destinatarios, porque en algunos libros se 
asegura que se la remitió a Pazos y en otros a 
Ponce. Lo cierto es que existieron las dos notas, a 
su padrino y al juez. Y aunque no se publicó una 
tercera, probablemente haya existido otra, dirigi-
da a Márquez Sterling, padrino de su oponente. 
 
Al enterarse en su casa del Vedado, Capablanca 
tuvo una reacción de ira… que se apagó rápida-
mente. Fueron solo unos minutos de ofuscamien-
to en los que no quería aceptar, porque no se 
había acabado el match. Entró en razones con los 
argumentos del genial periodista que fue 
Márquez Sterling y de otros amigos, que aboga-
ron por la sinceridad de Lasker. Aceptó su rendi-
ción y Ponce, allí presente, salió a redactar la nota 
de respuesta al hasta ese momento campeón. 
 
Esta es la respuesta: 
TRES HURRAS POR EL NUEVO CAMPEÓN 
 
Hay testimonios de que el 22 de abril, luego de 
avisarles previamente, José Raúl Capablanca y 
Manuel Márquez Sterling fueron a visitar a 
Emanuel y Marta Lasker “a su pensión”. Los 
encontraron muy animados, en compañía de un 
compatriota de ambos. Lasker estaba de muy 
buen humor. Contó anécdotas del torneo de París 
1900, en el que coincidentemente él quedó prime-
ro y Márquez Sterling último. 
 
Sabiendo que era uno de los encuentros persona-
les más significativos de sus vidas, los dos campe-
ones estaban vestidos de etiqueta, y señalando a 
Márquez Sterling, Lasker le dijo en tono jocoso a 
Capablanca: —Él es más práctico que nosotros. 
Se refería a que el aludido en lugar de traje lleva-
ba cierta prenda fresca propia para el verano: una 
guayabera, que es una vistosa y especial camisa 
muy cubana, la cual exhibe bordados y cuatro 
bolsillos. 
 
Estas historias no se supieron de momento. 
Algunas incluso mucho después. La prensa, y por 
ende el gran público, tardó en enterarse de que 
Capablanca era campeón mundial. El Diario de la 
Marina, el más influyente entonces en la Isla, 
publicó ese mismo día escuetamente que el cuba-
no ganó la partida 14 y el estado del match. Dos 
días después (domingo 24 de abril) el propio 
rotativo publicaba en primera página algo insóli-
to: que se aplazaba hasta el martes la partida 15, 
pese a que Lasker ya había consumido sus tres 
derechos a descanso. 
 
No fue hasta el jueves 28 de abril que publicó en 
ese periódico la noticia de que Capablanca había 
conquistado el título del orbe. Insertó las notas 
de Lasker y Ponce, pero… ambas con fecha el 27 
de abril, y esa obviamente es la base de un error 
harto repetido en publicaciones. 
 
Agrega la información aparecida ese día en el 
citado matutino que el match fue concertado por 
iniciativa del Dr. Alberto Ponce, con el generoso 
concurso de los señores Regino Truffin, Anníbal 
Mesa y Mario García Menocal (en ese momento 
Presidente de la República), así como del Casino 
de la Playa. Claro que la relación que sigue a 
Ponce es la de los principales patrocinadores. 
 
 
JESÚS G. BAYOLO 
37CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
La Habana, abril 21 de 1921 
Dr. Don Alberto Ponce 
Presente 
 
Estimado Señor: 
 
En su carácter de juez del match, me permito 
dirigirle la presente, proponiéndole resignar el 
match. Le agradeceré se sirva manifestarme 
si esta determinación es aceptada por mi 
adversario, la Comisión y por su persona. 
 
De Usted, atentamente, Emanuel Lasker” 
La Habana, abril 22 de 1921 
Sr. Doctor Emanuel Lasker 
 
Estimado Señor: 
 
En contestación a la carta que usted me ha 
dirigido, haciéndome presente su deseo de 
resignar el match con el señor Capablanca, 
tengo el gusto de hacerle presente que tanto 
el señor Capablanca como el Comité 
Organizador del match aceptan su proposi-
ción, a la que por lo tanto imparto yo mi apro-
bación, quedando por consiguiente terminado 
dicho match. 
 
Suyo afectísimo, Alberto Ponce
De mucho interés es lo que 
publica el Diario de la 
Marina el viernes 29 de 
abril bajo el título En el 
Club de Ajedrez: “Esta 
noche, a las nueve, el profe-
sor alemán Dr. Emanuel Lasker, ofrecerá una 
interesante conferencia en el Club de Ajedrez de 
La Habana. Quedan invitados todos los aficiona-
dos. El doctor Lasker embarcará probablemente 
en el vapor Alfonso XIII que saldrá mañana para 
España”. La conferencia versó sobre vinculación 
del ajedrez con la ciencia y vinculación del aje-
drez con el arte. 
 
Ciertamente el último día de que se tiene cons-
tancia de permanencia de Lasker en La Habana es 
el 30 de abril, pero un pie de foto publicado cua-
tro décadas después en la revista Jaque Mate 
sugiere que viajó a Estados Unidos. Dice así: 
“Vencido, pero siempre 
glorioso, el doctor Lasker 
fue acompañado al muelle, 
de regreso a los Estados 
Unidos, por un grupo de 
amigos que aparecen en la 
foto, recién terminado su 
match con Capablanca. De izquierda a derecha, el 
doctor Alberto Ponce, doctor Lasker, el doctor 
José Antonio Gelabert y Jaime Baca-Arús”. 
(Acredita las fotos del artículo, que incluye otras 
personales de Capablanca, a los archivos de 
Carlos A. Palacio y José A. Gelabert). 
 
Estadística poco conocida es que ambos medita-
ron durante el encuentro a un ritmo casi idéntico: 
el cubano consumió 35 horas y 55 minutos, mien-
tras el alemán empleaba 36 horas y nueve minu-
tos. Lasker anunció en La Habana que no solicita-
ría un match de revancha. Capablanca era el 
único ganador del título en calidad de invicto. 
Quedaba en 27 (bueno, en cerca de 27) el número 
de años para Lasker como campeón, récord que 
se mantiene vigente. 
 
Desde antes de comenzar el encuentro, Emanuel 
Lasker escribía para el Telegraff de Amsterdam y 
en una crónica fechada en 
La Habana el 30 de abril de 
1921 plasmó: —“(...) Sus 
jugadas son transparentes. 
Sus partidas son claras, 
lógicas y poderosas. Su 
profundidad es la de un matemático, no la de un 
poeta. Su ingenio es romano, no griego... 
Capablanca merece ser campeón mundial (…) 
Cuando Steinitz se vio perdido en la última parti-
da de nuestromatch, se levantó exclamando: 
¡Tres hurras por el nuevo campeón mundial! 
Estas palabras me conmovieron. Es para mí un 
timbre de orgullo repetirlas ahora ante el mundo 
ajedrecístico”. 
 
La bolsa de 10.000 dólares obtenida junto con la 
corona le permitió la fabricación de una casa de 
dos plantas en el reparto de Buena Vista, al oeste 
de La Habana, donde su padre poseía unos terre-
nos. Entre los mosaicos de 
la terraza figuraba la posi-
ción final de su última vic-
toria sobre Lasker. La 
vivienda fue bautizada 
como Villa Gloria en honor 
a la que iba a ser su esposa. 
 
El noviazgo con Gloria había comenzado en 1919, 
poco antes del duelo con Kostic, cuando se cono-
cieron en una de las tertulias culturales hogare-
ñas que organizaba los jueves Angelina, la esposa 
de Gonzalo de Quesada Miranda, hijo de Gonzalo 
de Quesada Aróstegui, estrecho colaborador del 
héroe nacional de Cuba, José Martí. Con frecuen-
cia Capablanca asistía a la tertulia y cuando cier-
ta vez acudió la camagüeyana Gloria Simoni, ocu-
rrió el encuentro que pronto devino en compro-
miso sentimental. 
 
Contrajeron matrimonio Gloria Simoni 
Betancourt y José Raúl Capablanca Graupera el 29 
de diciembre de 1921 en la capilla del Palacio 
Arzobispal de La Habana. Tuvieron dos hijos, que 
llevaron los nombres de sus padres. José Raúl 
nació el dos de enero de 1923 y Gloria el 25 de 
junio de 1925. 
JESÚS G. BAYOLO 
38 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
N NOMBRE PAÍS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 PTS
1 Emanuel Lasker GER ½ ½ ½ ½ 0 ½ ½ ½ ½ 0 0 ½ ½ 0 5,0
2 José Raúl Capablanca CUB ½ ½ ½ ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 1 ½ ½ 1 9,0
Campeonato Mundial de Ajedrez · 18 de marzo a 28 de abril de 1921 · La Habana (Cuba)
Con el premio de 10.000 $, 
Capablanca se hizo construir 
una casa de dos plantas.
Como colofón, Capablanca 
contrajo matrimonio con Gloria 
Simoni ese mismo año.
PARTIDAS COMENTADAS 
39CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Capablanca - Lasker 
Cto. del mundo. La Habana [P1] 
 
En la primera partida, Capablanca 
perdió la posibilidad de comenzar 
ganando. Tal vez respetaba mucho 
al campeón mundial o quizás el 
asunto del reloj le hizo perder con-
centración. Lo cierto es que en la 
posición del diagrama, a la altura 
del movimiento 42, tal vez apura-
do de tiempo, Capablanca respon-
de retirando su rey a e3, cuando 
era visiblemente mejor jugar 
42.¢c5! 
 
La partida continuó con 42.¢e3 
¦e6+ 43.¢f2 ¦d6 44.g4 ¦d1 45.¢e2 
¦a1 46.¢d3 ¢g7 47.b4 ¦f1 48.¢e3 
¦b1 49.¦c6 ¦xb4 50.¦xa6 ¦b2, y se 
acordó el empate. 
 
Como se ha dicho, lo correcto era 
42.¢c5!, que fue analizada por 
Lasker (Capablanca también la 
menciona) y asegura que las 
negras podían empatar, pero el 
fuerte programa Stockfish no 
tiene la misma opinión. 
 
Veamos los análisis. 
 
42.¢c5! ¦d3! 
Lo más activo. Las alternativas 
son claramente inferiores. 42...¦f6 
43.¦c3 a5 44.a3 o 42...¦e6 43.b4 ¦e3 
44.a4. En ambos casos, las blancas 
pronto tendrán un peón pasado 
que le costará la torre a su rival. 
 
43.¦f2!? 
Lasker solo analiza 43.¢b6 y des-
pués de 43...¦xf3 44.¢xa6 ¦xg3 
45.b4 ¦a3+ 46.¢b7 g4 47.b5 g3 
48.b6 f5 49.¢c6 ¦a8! 50.b7 ¦b8 y 
los peones pasados negros garan-
tizan el empate. Por ejemplo: 51.a4 
f4 52.a5 (52.¦g2 ¦f8!, seguido de 
f3) 52...f3 53.a6 f2 54.a7 ¦f8 55.b8£ 
f1£ 56.a8£ £h1+ 57. ¢c5! y des-
pués del cambio de damas se llega 
a un final de torres que es tablas. 
 
43...g4 44.fxg4 ¦xg3 45.¢b6! 
 
Esta natural jugada, que en el 
turno 43 no es correcta, ahora es el 
movimiento más fuerte. Varios 
comentaristas solo analizan 
45.¦f4, que es insuficiente para 
ganar. 
 
En lugar de defender el peón de 
g4, el blanco se lanza a la carrera 
de dos peones y llega primero. 
Note que, a pesar de la igualdad 
material existente, la diferencia la 
marcan la posición activa del rey 
blanco, que apoya el avance de sus 
peones y la excelente colocación 
de la torre en f2, que ejerce un 
efecto paralizador sobre los peo-
nes negros. Por ejemplo: 
 
45...¦xg4 46.¢xa6 f5 47.¢b5! f4 
48.a4 
Y los peones blancos son más 
rápidos en llegar a dama. 
 
48...¦g5+ 49.¢c4! ¦f5 50.b4 g5 
51.b5 g4 52.b6 g3 53.¦g2 
Ganando. 
Capablanca - Lasker 
Cto. del mundo. La Habana [P5] 
 
Después de 4 empates, Capa blanca 
había ganado confianza en su 
juego. En esta partida se emplea a 
fondo en busca de la victoria, que 
consigue después de pasar de una 
obstinada defensa con material de 
más al contraataque. 
 
Esta fue la primera victoria en tor-
neos oficiales de Capablanca sobre 
Lasker, quien comete el error defi-
nitivo en la jugada 45, cuando ya 
había pasado lo peor. 
 
1.d4 d5 2.¤f3 ¤f6 3.c4 e6 4.¥g5 
¤bd7 5.e3 ¥e7 6.¤c3 
 
El gambito de dama rehusado fue 
la apertura estrella en este match 
por el campeonato del mundo. Se 
empleó en 7 de las 14 partidas. 
Capablanca condujo las blancas 
en 5 partidas y en dos movió las 
piezas oscuras. El resultado gene-
ral fue muy favorable para el cuba-
no, quien salió victorioso dos 
veces con blancas y una con 
negras. 
 
 
-?-?-?k? 
?-?-?p?- 
pMK-?-?p? 
?-?-?-?- 
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P?-?-TR-? 
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p?-Tr-?p? 
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-?-MK-?-? 
?P?-?PZP- 
P?R?-?-? 
?-?-?-?- 
Comentarios: 
GM Reinaldo Vera
Es curioso que esta apertura, tan 
popular en aquel momento dentro 
del mundo del ajedrez, haya reco-
brado su esplendor después de 100 
años, gracias a una serie de televi-
sión del mismo nombre “Gambito 
de Dama”. 
 
6...0–0 7.¦c1 
La jugada preferida por 
Capablanca y por los mejores 
jugadores de la actualidad. La 
alternativa más importante es 
7.£c2, empleada por Lasker en las 
partidas 4 y 10 de este encuentro. 
 
7...b6 
Esta lógica jugada de desarrollo 
tiene el inconveniente de que 
debilita prematuramente las casi-
llas blancas del flanco de dama (en 
especial los puntos a6 y c6) y deja 
al negro con un peón retrasado en 
la columna c. Lasker empleó este 
lance en dos ocasiones (partidas 1 
y 5); después dio preferencia a 
7...¦e8 y a 7...c6. 
 
8.cxd5 exd5 9.£a4 
En la primera partida de este 
encuentro, Capablanca se decantó 
por 9.¥b5 y no consiguió nada 
especial tras 9...¥b7 10.£a4 a6! 
11.¥xd7 (11.¥c6?? b5! pierde mate-
rial) 11...¤xd7 12.¥xe7 £xe7 
13.£b3 £d6 (mejor es 13...c5!? 
14.dxc5 ¤xc5! 15.£c2 d4 16.¤xd4 
£g5 y las negras tienen poderosa 
iniciativa a cambio del peón) 
14.0–0 ¦fd8 15.¦fd1 ¦ab8 16.¤e1 
¤f6 17.¦c2 c5, y las negras no 
tuvieron mayores problemas. Lo 
mejor es 9.¥d3! ¥b7 10.0–0 c5 
11.¥f5!?, con buena presión cen-
tral, por ejemplo: 11...g6 (si 11...c4, 
tanto 12.¤e5 como 12.b3 dan al 
blanco una posición favorable) 
12.¥xd7! £xd7 13.dxc5 bxc5 
14.¥xf6 ¥xf6 15.¤e4! £e7 
16.¤xf6+ £xf6 17.¦xc5 £xb2 
18.£d4! £xa2 19.¤e5, con eviden-
te superioridad B. Jobava – A. 
Delorme. Europe-Chess INT 2020. 
9...c5 10.£c6 
Capablanca juega a ganar un peón 
a expensas del desarrollo, lo que 
demuestra su ansiedad por una 
victoria y que su confianza había 
crecido después de 4 empates, 
donde tuvo buenas posiciones. 
Más prudente es 10.¥a6, como 
jugó Gélfand contra Short en 
Bruselas, 1991. 
 
10...¦b8 11.¤xd5 ¥b7 
La manera más precisa de mane-
jar esta posición se demostró en la 
partida entre Irina Levitina y 
Maya Chiburdanidze en Volgo -
grado 1984, que continuó 
11...¤xd5! 12.£xd5 ¥b7 13.¥xe7 
£xe7 14.£g5 £xg5 15.¤xg5 cxd4 
16.exd4, y ahora tanto con 
16...¦fe8+ como con 16...¤f6! las 
negras obtienen excelente com-
pensación por el peón. 
 
12.¤xe7+ £xe7 13.£a4 ¦bc8 
14.£a3 £e6 
Era interesante jugar primero 
14...¥xf3!? 15.gxf3 £e6, para con-
testar a 16.¥a6 con 16...¦cd8 
17.0–0 £f5, y las negras tienen 
compensación sin necesidad de 
entregar la calidad. 
 
15.¥xf6 £xf6 16.¥a6! 
 
16...¥xf3! 
Entrega forzada de calidad. De 
otra maner, las negras quedarían 
con peón de menos y nada a cam-
bio. De acuerdo con Capablanca, 
este sacrificio demuestra “la mano 
del maestro Lasker”. 
17.¥xc8 ¦xc8 18.gxf3 £xf319.¦g1 
¦e8! 
La posición más activa de la torre, 
que ata a la dama rival a la defensa 
del peón e. Note las dificultades 
que tienen las blancas en coordi-
nar sus torres y poner su rey en 
completa seguridad. 
 
20.£d3! 
Capablanca necesita desalojar la 
dama negra de su activa posición 
y para ello dirige su dama a d1. 
 
20...g6 21.¢f1 
Luego de 21.£d1 £h3 22.£g4 
£xh2 23.¦g2 £d6, las blancas 
siguen sin coordinar sus fuerzas. 
 
21...¦e4 
Tras 21...¤f6!? viene 22.£d1. 
 
22.£d1 
Continuando con el plan trazado, 
pero tal vez era el momento de 
abrir la posición con 22.dxc5!? 
¤xc5 y ahora 23.£e2! £h3+ 
24.¦g2 ¤e6 25.£d1 (evitando ¤f4) 
h5 (si 25...¢g7 26.¢g1) 26.¢g1 £f5 
27.¦c3 ¢h7 28.f3 y, poco a poco, el 
blanco va consolidando su ventaja. 
 
22...£h3+ 
Peor es permitir el cambio de 
damas. 22...¦xe3?! 23.£xf3 ¦xf3 
24.¢g2 ¦f4 25.dxc5 ¤xc5 26.¦gd1, 
y las blancas deben imponerse. 
 
23.¦g2 ¤f6 
Un momento importante. Las 
negras no se deciden por 23...cxd4! 
que, al parecer, les permite igualar 
en cualquier caso. Por ejemplo: 
24.¦c8+ (si 24.exd4 ¤f6! 25.¢g1 
¤h5! o 24.¦c4 ¤e5 25.¦xd4 ¦xd4 
26.£xd4 ¤f33, y las negras tienen 
compensación en ambos casos) 
24...¤f8 25.¦d8 dxe3 26.£d6! £h6 
27.fxe3 ¦xe3 28.¦e2 ¦f3+, y las 
blancas no pueden evitar el jaque 
continuo. 
 
 
-?r?-Trk? 
Zpl?n?pZpp 
LZp-?-Wq-? 
?-Zp-?-?- 
-?-ZP-?-? 
WQ-?-ZPN?- 
PZP-?-ZPPZP 
?-TR-MK-?R 
REINALDO VERA 
40 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
24.¢g1! cxd4 25.¦c4! 
 
Excelente jugada que consigue el 
cambio de torres, aliviando la 
defensa del blanco. Peor era 
25.exd4 ¤h5 26.£c2 £f3, con la 
amenaza ¤f4. 
 
25...dxe3 26.¦xe4 ¤xe4 27.£d8+ 
¢g7 28.£d4+ ¤f6 29.fxe3 
Mejor que 29.£xe3 £f5, y las 
negras mantienen la iniciativa. 
 
29...£e6 30.¦f2 
 
Al precio de un peón, Capablanca 
ha activado sus fuerzas haciendo 
retroceder al ejército negro. Ahora 
amenaza h4, dejando a las negras 
muy pasivas, por lo que Lasker 
decide buscar espacio en el flanco 
de rey y salir de la molesta clavada. 
 
30...g5 31.h4 gxh4!? 
 
Esta fue la jugada sellada. Como es 
sabido, luego de 4 horas de juego y 
realizadas 30 jugadas, se aplazaba 
la partida hasta el otro día. La 
mejor continuación hubiera sido 
31...¢g6! y, luego de 32.hxg5 ¤e4 
33.£d3 £g4+ (33...¢xg5? 
34.¦g2+) 34.¦g2 £h4 35.£b1 ¢g7, 
las blancas mantienen la ventaja, 
pero la tarea no es fácil, debido a 
la actividad de las piezas negras. 
Kaspárov propone aquí 36.£d1! 
¢g6 37.£f3 pero, en lugar de 
37...¤xg5?! 38.£g3 £h5 39.£g4, 
que prácticamente fuerza al negro 
a cambiar las damas o sumirse en 
total pasividad, las negras pueden 
conservar la activa dama con 
37...£e1+! 38.¢h2 £b4 39.£f4 
£e7!, seguido de ...¤xg5. 
 
32.£xh4 ¤g4 33.£g5+ ¢f8 
34.¦f5!? 
Capablanca consideraba que des-
pués de 4.¦d2!? las blancas se acer-
carían a la victoria, aunque des-
pués de 34...f6! 35.£f4 ¢f7, las 
blancas tienen que trabajar duro 
para lograrlo. 
 
34...h5 35.£d8+ 
Repetir la posición cuando se 
tiene ventaja es signo de buena 
técnica. Así se evita el apuro de 
tiempo y se demuestra la superio-
ridad, lo que es molesto psicológi-
camente para el rival. 
 
35...¢g7 36.£g5+ ¢f8 37.£d8+ 
¢g7 38.£g5+ ¢f8 39.b3?! 
Tranquila defensa del peón de a2 
que permite que la dama negra se 
active de nuevo. Lo mejor y más 
seguro era 39. £f4!, con las 
siguientes variantes: 
 
39...£d7 40.£b4+ ¢e8 a)
(40...¢g7 41.£d4+; 40...¢g8 
41.¦g5+ ¢h7 42.£d4!) 41.£b5!, 
y se consigue el cambio de 
damas. 
 
39...¤xe3 40.£b8+ ¢g7 41.¦g5, b)
y ganan. 
 
39...£xe3+ 40.£xe3 ¤xe3 c)
41.¦xh5, y el final se gana. 
 
 
39... £g6 40.¦g5 £b1+ 41.¢g2 d)
£xb2+ 42.¢h3, y con el rey 
seguro, la dama y la torre pasan 
al contrataque definitivo. 
 
39...£d6! 
Amenaza entrar por h2 al mismo 
tiempo que defiende la casilla d8. 
 
40.£f4! £d1+ 41.£f1 £d7! 
Mantiene la tensión. Si se cambian 
las damas... 41...£xf1+ 42.¦xf1 
¤xe3 43.¦f4! el final se debe perder. 
 
42.¦xh5 
Kaspárov opina que las blancas 
ganan con 42.£f3!, porque des-
pués de 42...¤xe3! 43.¦e5! ¤g4 
44.£a8+ ¢g7 45.¦g5+ ¢f6 46.¦d5 
£e7 47.£d8, se logra el deseado 
cambio de damas, aunque en una 
de las versiones más favorables 
para el segundo jugador, debido a 
que su rey está más activo. 
47...£xd8 48.¦xd8 ¤e5 49.¦b8 
¢e6 50.¦b7 ¤c6 51.¦c7 ¢d5 
52.¦xf7 a5, con posibilidades de 
tablas. 
 
42...¤xe3 43.£f3 £d4! 
 
Máxima actividad. 
 
44.£a8+ ¢e7 45.£b7+ ¢f8?? 
El error definitivo llega justo antes 
del control de tiempo. Lasker diría 
después: “Tenía un cuarto de hora 
para pensar, pero era completa-
mente incapaz de hacerlo”. Luego 
de la precisa 45...¢d6!, las activas 
piezas negras deberían garantizar 
el empate. 
-?-?-?k? 
Zp-?-?p?p 
-Zp-?-Snp? 
?-?-?-?- 
-?RZpr?-? 
?-?-ZP-?q 
PZP-?-ZPRZP 
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Zp-?-?pMkp 
-Zp-?qSnp? 
?-?-?-?- 
-?-WQ-?-? 
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Zp-?-?p?- 
-Zp-?-?-? 
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?P?-SnQ?- 
P?-?-?-? 
?-?-?-MK- 
REINALDO VERA 
41CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
46.£b8+! 1-0 
 
Lasker abandonó, al ver que pier-
de el caballo después de 46...¢e7 
47.£e5+! 
Lasker - Capablanca 
Cto. del mundo. La Habana [P10] 
 
A esta posición se llegó en la 10ª 
partida tras el movimiento 23 de 
las blancas. Aparentemente, la 
estructura de peones debería ser 
favorable al blanco, porque las 
negras tienen dos debilidades en c6 
y a7, mientras que el blanco tiene 
únicamente la debilidad en d4. 
 
Pero, en esta partida, Capablanca 
demostró que es más fácil jugar la 
posición de las negras, quienes 
atacan al peón de d4 al mismo 
tiempo que usan la casilla fuerte 
de d5 para sus piezas. Otro detalle 
de importancia es que, en caso de 
que se cambie el peón de d4 blan-
co por el de c6 negro, la posición 
puede resultar ligeramente favora-
ble al segundo jugador, quien 
puede lanzar un ataque de las 
minorías (presionar por la colum-
na b y avanzar el peón a). 
Es curioso que el cubano (quien 
era un ferviente defensor de las 
estructuras sanas de peones) supo 
captar las excepciones de la regla, 
como en este caso. 
 
También lo demostró en la partida 
con Bernstein de Moscú del 1914. 
En aquella partida, Capa avanzó 
su peón a c4, dejando a merced de 
su rival la casilla d4, pero al 
mismo tiempo fijaba la debilidad 
del peón en b2 de su rival, lo que a 
la postre resultó más importante. 
 
23...¦d5! 24.¦xd5 
Este cambio mejora sustancial-
mente la estructura del negro, 
pero tras 24.b3 ¦xe5 25.dxe5 ¤g6 
las negras ganan un peón después 
de 26.£e4 (o 26.£c3 £b5 27 ¤g3 
£xe5) 26...£a5. 
 
Contra 24.¦e3 lo mejor es c5! (en 
lugar de 24...¤f5?!) 25.dxc5? 
(25.¦c3 ¦cd8 y las negras ganarán 
el peón de d4) 25...£xb2!! 26.£c1 
¦cxc5!, con ventaja ganadora. 
 
24...cxd5 
Según Capablanca, el negro tiene 
una clara ventaja debido a que 
controla la columna c, sus piezas 
están excelentemente ubicadas y a 
las blancas les es imposible atacar 
la única debilidad del negro, que 
sería el peón de a7, debido a la 
propia situación de las piezas. 
 
Luego del cambio en d5, el plan de 
Capablanca para convertir esa 
ventaja consiste en atar primero a 
las piezas rivales a la defensa del 
peo de d4 y, después, avanzar su 
peón a (¡ataque de las minorías!) 
hasta que haga contacto con los 
peones blancos, de manera que, 
tras su cambio, las blancas queden 
con otro peón débil (pasado pero 
aislado y bloqueado) en el flanco 
de dama. 
 
 
 
25.£d2 
Si el blanco juega 25.¤c3 ¤f5 
26.£d2 sigue ¤xd4! 27.£xd4 
£xb2!, y las negras recuperan la 
pieza por los temas de mate en la 
primera fila. 28.¦d3 ¦xc3!! 
 
25...¤f5 26.b3 h5 
Asegurando la fuerte posición del 
caballo en f5. 
 
27.h3? 
Un debilitamiento innecesario. 
Ahora las negras fijan los peones 
blancos del flanco de rey. Mejor 
era, según Lasker, 27.¤g3 ¤xg3 
28.hxg3, aunque Kaspárov, des-
pués de 28...£c7, evalúa la posi-
ción como difícil para las blancas. 
 
27...h4! 
Apuntalando aún más el caballo 
de f5, dejando al blanco sin plan y 
en completa pasividad, pues el 
avance g4 y hxg3 debilitaría dema-siado la posición del rey. 
 
28.£d3 ¦c6 29.¢f1 g6! 
Como recomiendan los conceptos 
actuales de técnica (¡aprendidos 
de las partidas de Capablanca!), 
cuando se tiene ventaja estable y 
tu rival no tiene contrajuego, debe 
reforzarse la posición al máximo 
antes de ejecutar el plan ganador. 
 
30.£b1 £b4 31.¢g1 a5! 
 
Las negras cambiarán su peón a 
saliendo de su única debilidad y, al 
mismo tiempo, generan otro peón 
aislado a su oponente. Un ejemplo 
de ataque de minorías. 
-WQ-?-Mk-? 
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?P?-?-?P 
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REINALDO VERA 
42 CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
32.£b2 a4! 33.£d2 
El cambio de damas no mejora la 
situación del blanco, pero no 
había mejores jugadas. 
 
33...£xd2 34.¦xd2 axb3 35.axb3 
¦b6! 36.¦d3 
Forzada, si 36.¦b2 ¦b4 cae un 
peón inmediatamente. 
 
36...¦a6 37.g4 
Como bien destaca Capablanca, 
después de cambiadas las damas, 
las blancas pueden permitirse el 
debilitamiento de su rey, aunque 
su posición sigue perdida estraté-
gicamente. 
 
37...hxg3 38.fxg3 ¦a2 39.¤c3 
Parece algo mejor 39.¢f2, pero 
esto no cambia la esencia de la 
posición. Las negras continuarían 
mejorando la posición de sus pie-
zas y combinando el ataque sobre 
las debilidades de b3 y d4, lo que 
debe llevar a la ganancia de al 
menos un peón. 
 
39...¦c2 
Amenaza ¤xd4. 
 
40.¤d1 
Si 40.¤b5 entonces 40...g5, seguido 
del traslado del rey a d7 y c6, ata-
cando el caballo blanco. 
 
40...¤e7 
40...g5!? 
 
41.¤c3 ¦c1+ 42.¢f2 ¤c6 43.¤d1 
¦b1 
Capablanca alerta sobre la varian-
te 43...¤b4 44.¦d2 ¦b1 45.¤b2 
¦xb2? (45...¤c6! mantiene la ven-
taja) 46.¦xb2 ¤d3+ 47.¢e2 ¤xb2 
48.¢d2, y las blancas logran las 
tablas porque el caballo está ence-
rrado. Por ejemplo: 48...¢f8 
49.¢c2 ¤c4 50.bxc4 dxc4 51.¢c3 
¢e7 52.¢xc4, con tablas de acuer-
do a los análisis de Kaspárov. 
 
 
44.¢e2? 
Un grave error. El final de caballos 
que se da luego de la mejor 44.¢e1 
¤a5 45.¢d2 ¦xb3 46.¦xb3 ¤xb3+ 
47.¢c3 es ganado para el negro, 
aunque, según Capablanca, sería 
bastante difícil. 
 
44...¦xb3! 45.¢e3 
Si 45.¦xb3 ¤xd4+ y ¤xb3. 
 
45...¦b4 
Manteniendo las torres la ejecu-
ción técnica es más fácil. 
 
46.¤c3 ¤e7 47.¤e2 ¤f5+ 48.¢f2 
g5 49.g4 ¤d6 50.¤g1 ¤e4+ 51.¢f1 
¦b1+ 52.¢g2 ¦b2+ 53.¢f1 ¦f2+ 
54.¢e1 ¦a2 55.¢f1 ¢g7 
Ahora solo resta traer el rey a apo-
yar el avance de los peones centra-
les. 
 
56.¦e3 ¢g6 57.¦d3 f6 58.¦e3 ¢f7 
59.¦d3 ¢e7 60.¦e3 ¢d6 61.¦d3 
¦f2+ 62.¢e1 ¦g2 63.¢f1 ¦a2 
64.¦e3 e5 65.¦d3 exd4 66.¦xd4 
¢c5 67.¦d1 d4 68.¦c1+ ¢d5 0–1 
Y Lasker abandonó. Esta fue la 
segunda victoria de Capablanca 
en el match. Se considera una joya 
del juego posicional y la conduc-
ción del final. 
-?-?-?k? 
?-?-?p?- 
-?n?p?p? 
?-?p?-?- 
-?-ZP-?-? 
?P?R?-ZPP 
-?-?K?-? 
?r?N?-?- 
REINALDO VERA 
43CENTENARIO (1921-2021) · CAPABLANCA, CAMPEÓN MUNDIAL
Fotografía de estudio que muestra a Capablanca entronizado.
44 LECCIONES DE ESTRATEGIA
Galliamova – Prokopchuk 
Nóvgorod, 1999 
 
La pieza más débil de las blancas 
es el alfil en c1: y la tarea principal 
es que entre en juego. 
 
32.¥f4! 
Aprovechando que el caballo 
negro está atado a la defensa de 
h8, esta jugada es muy acertada, y 
amenaza ¥d6 seguido de £h7#. 
 
32...¦a6 33.¥e5! 
Insistiendo en la idea, el alfil pone 
el punto de mira en el peón de g7. 
Se amenaza £h7+. 
 
33...¢f8 
 
34.£h7? 
¡La regla de Makogónov se puede 
usar varias veces en la misma par-
tida! Ahora la peor pieza era la 
torre de d1, por lo que procedía 
34.¦de1!, que deja a las negras sin 
defensa válida. Por ejemplo: 
34...£d7 35.¥d6+! ¦xd6 36.£h8+!! 
¤xh8 37.¦xh8#. 
 
34...¤xe5 35.dxe5 £xe5? 
En el fragor de la batalla, las 
negras cometen un grave error. 
Buenas posibilidades de supervi-
vencia ofrecía 35...£g6! 
 
36.¦he1! £xe1 37.£h8+! ¢e7 
38.¦xe1+ 1–0 
Mikhalchishin, A – Baréyev, E 
Dortmund, 1990 
 
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2 c5 4.exd5 
exd5 5.¤gf3 ¤f6 6.¥b5+ ¥d7 
7.¥xd7+ ¤bxd7 8.0–0 ¥e7 9.dxc5 
¤xc5 10.¤b3 ¤ce4 11.¥e3 0–0 
12.£d3 ¤d6 13.¥d4 £c7 14.¦fe1 
¦fe8 15.¦ad1 ¦ad8 16.¥e5 £c8 
 
Aquí vi que el bloqueo del peón 
aislado en d5 no es tan exitoso. 
r?-?r?k? 
?-?-?pZp- 
-?-?q?n? 
Zpp?p?-ZP- 
-?-ZP-?-? 
?-?-?-?- 
PZP-?-?-WQ 
MK-VLR?-?R 
-?-?rMk-? 
?-?-?pZp- 
r?-?q?n? 
Zpp?pVL-ZP- 
-?-ZP-?-? 
?-?-?-?- 
PZP-?-?-WQ 
MK-?R?-?R 
-?qTrr?k? 
Zpp?-VlpZpp 
-?-Sn-Sn-? 
?-?pVL-?- 
-?-?-?-? 
?N?Q?N?- 
PZPP?-ZPPZP 
?-?RTR-MK- 
La regla de Makogónov
GM Adrian Mikhalchishin
Existen varios métodos de cálculo 
para hallar la mejor jugada en 
una posición, pero hay veces que 
los planes directos no son posi-
bles, ya que el oponente tiene una 
posición sólida, y no resulta fácil 
hallar ideas útiles. 
 
En tales situaciones, se aplican 
desde hace muchos años, en la 
Escuela Soviética, unos consejos 
prácticos muy eficaces, ideados 
por el GM Vladímir Makogónov. 
Este gran entrenador trabajó 
para el campeón mundial Vasili 
Smyslov e impartió clases parti-
culares a Garri Kaspárov, a peti-
ción de Mijaíl Botvínnik. 
 
La regla es simple, y dice lo 
siguiente: si no se presentan debi-
lidades en la posición de ninguno 
de los bandos, y no existen opor-
tunidades tácticas ni un plan 
claro para el ataque, intente ocu-
parse de su peor pieza. Busque el 
modo de mejorar su situación, o 
tal vez de cambiarla. 
 
Esta regla aparece en algunos 
libros como la “regla de la peor 
pieza”. Debemos recordar que 
esta regla puede aplicarse más 
de una vez durante el juego. ¡Este 
consejo práctico es utilizado auto-
máticamente por los mejores 
jugadores!
ADRIAN MIKHALCHISHIN 
45LA REGLA DE MAKOGÓNOV
Probé algunas variantes activas, 
pero la amenaza negra de ¤c4 es 
muy desagradable. Luego comencé 
a pensar en la peor pieza y supe 
que el caballo de b3 tiene que ser 
movido a e3, para atacar al peón 
aislado negro. 
 
17.¤bd2! 
Con idea de ¤f1–e3. Los movi-
mientos lógicos no son peligrosos 
para las negras: 17.¥xf6 ¥xf6 
18.¦xe8+ ¤xe8; 17.¤bd4 ¤c4 
18.¤f5 ¤xe5 19.¦xe5 ¥f8; 17.¤g5 
¤fe4 18.¥xd6 ¥xg5 19.¥a3 ¥f6 
20.c3 ¥e5. O bien 17.¤fd4 ¤c4. 
 
17...¤de4 
17...¤c4 se contesta, simplemente, 
con 18.¥d4. 
 
18.¥d4 ¤c5 19.£b5 a6 20.£a5 
¤e6 21.¥b6 ¦d6 22.c3 ¤f4 23.¤f1 
£g4 24.¤g3 
Es más sólido este movimiento 
que el originalmente planeado 
24.¤e3. 
 
24...¥f8?! 
Mejor era 24...¦e6. 
 
25.¦xe8! ¤xe8 
 
Ahora la peor pieza es el alfil en 
b6. 
 
26.¥e3! ¤f6 
26...¤h3+ 27.¢f1 £c4+ 28.¤e2. 
 
27.£c7 
Generando bastantes amenazas. 
 
27...b5 28.£xf7+! 
 
¡El ajedrez es el juego de doble ata-
que, como dijo el gran David 
Bronstein! 
 
28...¢xf7 29.¤e5+ ¢e6 30.¤xg4 
¤xg4 31.¥xf4 ¦b6 32.h3 ¤f6 
33.¥e3 ¦b7 34.¤e2 
Y logré convertir el peón de venta-
ja pocas jugadas más tarde. 
 
1–0 
Adams, M – Sokolov, I 
Sarajevo, 1999 
 
El caballo de c3 no es tan fuerte, 
pero es difícil mejorar su función. 
El alfil en g2 debe ponerse en 
juego. 
 
21.¥f1!? 
21.¦h7= ¤f6 22.¦h6 ¤d7. 
 
21...¦d8? 
Mejor era 21...¤f8, con idea de 
¤g6–f4. 
 
22.¥c4 ¤f8 
 
23.¤d5! 
Ahora es el momento para la 
entrada en acción del caballo. 
 
23...exd5 24.exd5 £b4? 
Un poco mejor era 24...¥b5 
25.¥xb5+ £xb5 26.d6 f6 27.dxe7 
¦xd1+ 28.£xd1 ¢xe7 29.a3. 
 
25.dxc6 ¦xd1+ 26.£xd1 £xc4 
27.b3!+– 
Era posible también 27.cxb7 ¤d7 
28.¥a7 f6 29.b3 £c6 30.b8£+ 
¤xb8 31.¥xb8 ¢f7 32.¥a7, con 
peón extra y mejor posición. 
 
27...£b4 
No hay buena defensa para las 
negras: si 27...£e4 28.c7! O bien 
27...£b5 28.c4! 
 
28.a3 £a5 
28...£b5 29.c4! £a5 30.cxb7 £c7 
31.£d5, ganando. 
 
29.cxb7 ¤d7 30.¦c6! ¥d8 31.¦c8 
¢e7 32.¥c5+ 
 
1–0 
 
-?-?nVlk? 
?p?-?pZpp 
pVL-Tr-?-? 
WQ-?p?-?- 
-?-?-Snq? 
?-ZP-?NSN- 
PZP-?-ZPPZP 
?-?R?-MK- 
-?-?-Vlk? 
?-?-?QZpp 
p?-Tr-Sn-? 
?p?p?-?- 
-?-?-Snq? 
?-ZP-VLNSN- 
PZP-?-ZPPZP 
?-?R?-MK- 
r?-?k?r? 
?p?nVlp?- 
p?l?p?-TR 
Wq-?-Zp-Zp- 
-?-?P?P? 
?-SN-VLQ?- 
PZPP?-ZPL? 
?K?R?-?- 
-?-TrkSnr? 
?p?-Vlp?- 
p?l?p?-TR 
Wq-?-Zp-Zp- 
-?L?P?P? 
?-SN-VLQ?- 
PZPP?-ZP-??K?R?-?- 
La regla de Makogónov consiste en 
mejorar nuestra peor pieza. Puede 
usarse varias veces en una partida.
ADRIAN MIKHALCHISHIN 
46 LECCIONES DE ESTRATEGIA
Mikhalchishin – Chernin 
Cienfuegos, 1981 
 
16.¥xf6! 
Después de analizar algunas 
variantes, llegué a la conclusión de 
que el caballo en f6 es la pieza más 
fuerte del rival, ¡así que es necesa-
rio eliminarla! La regla de 
Makogónov no basta aquí. Tras 
16.¦d1 ¤d7! 17.¥xe7 ¢xe7 18.¦d3 
¦hc8 19.¦a3 ¤b6, las negras se 
defienden bien. Tampoco era posi-
ble evitar que el caballo se retirara 
con 16.¤e5 ¤d7! 17.¥xe7 ¤xe5 
18.¦xc5 ¤d7! 
 
16...gxf6 17.¦d1 ¦b8 
Si 17...¦d8 18.¦xd8+ ¢xd8 
19.¦a4+– 
 
18.¦d3! ¦b4 19.¤d2 ¦g8 20.g3 
¦xc4 21.¤xc4 ¦g4 22.f4 h5 
Tras 22...e5 23.h3 ¦g6 24.fxe5+– 
 
Ahora las negras amenazan con 
crear una debilidad en g3. Es nece-
sario que el rey se dirija a un lugar 
mejor. Por ejemplo, a f3, ya que 
por ahora es la peor pieza. Usamos 
la regla de Makagónov las veces 
que sea necesario. 
 
23.¢d2!+– Mejor que 23.¦a3 h4 
24.¦xa7 hxg3 25.hxg3 ¦xg3 26.a4 
¦f3 27.a5 ¦xf4 28.b3. 
 
23...h4 24.¢e2 hxg3 25.hxg3 ¦g6 
26.¦a3 ¦h6 27.¢f3 ¦h1 
O bien 27...¦h2 28.c3. 
 
28.¦xa7 1–0 
Mikhalchishin, A – Psakhis, L 
Biskek, 1981 
 
El caballo en e4 parece estar bien 
colocado, pero en realidad no hace 
nada, es necesario llevarlo a e5. 
Hay que hacerlo rápido, ya que las 
negras quieren mejorar la posi-
ción con las maniobras £e7–d8 y 
luego ¤g6–e7–f5. 
 
27.¤d2! 
La ruta elegida es c4–e5, mientras 
queda en el aire la captura en g6. 
27...¤f8 28.¤c4 b5 29.¤e5 ¦d6 
 
30.¤d3? 
¡Demasiadas mejoras para una 
sola pieza! Era más adecuado 
aprovechar la columna abierta con 
30.¦c5! ¦ed8 31.£c3! (Es pronto 
para 31.¦dc1? ¦xd4 32.¦c7?? 
¦d1+!) 31...£f6 32.f4!, y la posición 
blanca es preferible tras la inmi-
nente entrada en c7 (32.¦c7? 
£xe5). También era razonable 
30.¥e4 ¦ed8 31.f4. 
 
30...¦ed8 31.¤c5 ¥a8 
Ahora las negras tienen ideas 
como e5. 
 
32.¥e4 £a7 33.£f3 ¥d5 34.¥xd5 
¦xd5 35.¤b3 ¤h7 36.¦c6? 
Mejor era un preventivo 36.h4. 
 
36...¤g5 37.£c3 e5! 38.¦c7 £a8 
39.¦e1 exd4 40.£d3 ¦5d7 41.¦xd7 
¦xd7 
 
0–1 
Gligorić, S – Speelman, J 
Lucerna, 1982 
 
Las blancas no tienen ninguna 
-?-?k?-? 
Zp-?-Vlp?- 
-?-?pZp-? 
?-Zp-?-?p 
-?N?-ZPr? 
?-?R?-ZP- 
PZPP?-?-ZP 
?-MK-?-?- 
-?-?r?k? 
?l?rWqpZp- 
pZp-?p?nZp 
?-?-?-?- 
-?-ZPN?-? 
ZP-?-WQ-ZP- 
-ZP-?-ZP-ZP 
?LTRR?-MK- 
-?-?rSnk? 
?l?-WqpZp- 
p?-Trp?-Zp 
?p?-SN-?- 
-?-ZP-?-? 
ZP-?-WQ-ZP- 
-ZP-?-ZP-ZP 
?LTRR?-MK- 
-Mk-Tr-?-Tr 
Zp-Zpq?pZp- 
-Zpn?pSn-? 
?-?-?-?p 
-?-ZPP?-ZP 
VL-ZP-?-SN- 
P?-?QZPP? 
TR-?-MK-?R 
r?-?k?-Tr 
Zp-?-VlpZpp 
-?-?pSn-? 
?-Zp-?-VL- 
-?R?-?-? 
?-?-?N?- 
PZPP?-ZPPZP 
?-MK-?-?R 
Vladímir Makogónov (1904-1993)
FO
TO
: S
OV
IET
 CH
ES
S H
IST
OR
Y
ADRIAN MIKHALCHISHIN 
47LA REGLA DE MAKOGÓNOV
amenaza ni coordinación aparen-
tes. Gligorić vio que el alfil de a3 
está absolutamente vacío y prepa-
ra su movimiento a g5. 
 
15.¥c1! ¤g4 
¿Qué más hacer? Las negras se 
decidieron por un contrajuego 
arriesgado. 
 
16.f3 ¤xd4 17.cxd4 £xd4 18.¦b1! 
Sería un error 18.¥b2? £b4+ 
19.¢f1 ¦d2 20.¥a3 £c3. 
 
18...¤e5 
Lleva a lo mismo 18...¤f2!? 19.¥e3! 
¤d3+ 20.¢f1. 
 
19.¥e3 ¤d3+ 20.¢f1 £e5 21.¦h3! 
¦d7 
 
22.¢g1! 
Muy técnico: las blancas deben 
volver a poner en juego el caballo 
en g3 vía f1 y la torre de h3 vía h2, 
tras un previo g2–g3. 
 
22...¦hd8 23.¤f1 ¤f4 24.¥xf4 
£xf4 25.g3 £e5 
 
26.¦h2! 
Siguiente paso: ¡la torre entra en 
acción! 
 
26...¦d3 27.¦f2 g6 28.¢g2 ¢b7 
29.£b2 
Las blancas consolidan la pieza de 
ventaja y el resto es fácil para un 
jugador de la gran calidad técnica 
de Gligorić, que no tuvo proble-
mas para imponerse. 
 
29...¦8d4 30.¦d2 £a5 31.¦xd3 
¦xd3 32.£e2 ¦c3 33.¦b3 ¦c1 
34.¦b2 £c3 35.¦d2 a5 36.¤e3 
£a3 37.¤d1 £c5 38.e5 ¢a7 
39.¤f2 a4 40.£e4 1–0 
Korchnói, V – Spaski, B 
San Petersburgo, 1999 
 
Detengámonos primero en obser-
var el alfil situado en f3, ¿qué 
podemos hacer con él? Nada, claro. 
Luego nos preguntamos: ¿qué está 
haciendo el caballo en c3? 
 
23.¤e2! 
Se ataca c5 mientras el caballo se 
dirige a h5, desde donde planteará 
problemas insolubles a las negras. 
 
23...c4 
Las negras intentan jugar de 
forma activa. 
 
24.¤g3! 
El blanco debe continuar con su 
plan. Era tentador cambiar de ruta 
con 24.¤d4, pero tras 24...cxb3 
25.£xb3 £c4 26.¤e6 ¦fc8, ¡el 
caballo en e6 no está haciendo 
nada! ¡Un caso muy extraño! 
 
24...cxb3 25.£xb3 £c4 26.¤h5! 
£xb3 27.axb3 ¤bc8 28.¤xf6 exf6 
29.¦e6 b6 
-Mk-?-?-Tr 
Zp-Zpr?pZp- 
-Zp-?p?-? 
?-?-Wq-?p 
-?-?P?-ZP 
?-?nVLPSNR 
P?-?Q?P? 
?R?-?K?- 
-Mk-Tr-?-? 
Zp-Zpr?pZp- 
-Zp-?p?-? 
?-?-Wq-?p 
-?-?P?-ZP 
?-?-?PZPR 
P?-?Q?-? 
?R?-?NMK- 
-Trq?-Tr-Mk 
Zpp?-Zp-?p 
-Sn-Sn-Vl-? 
?-ZpP?p?- 
-?-?-ZP-? 
?PSN-?L?- 
P?Q?-VLPZP 
?-?RTR-MK- 
-Trq?-Tr-Mk 
Zpp?-Zp-?p 
-Sn-Sn-Vl-? 
?-?P?p?- 
-?p?-ZP-? 
?P?-?L?- 
P?Q?NVLPZP 
?-?RTR-MK- 
Spaski y Korchnói durante su match de 2009, 32 años después del que 
disputaran en 1977 en la final de Candidatos.
FO
TO
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IET
 CH
ES
S H
IST
OR
Y
48 LECCIONES DE ESTRATEGIA
 
30.¦c1! 
Regla de Makogónov, que utiliza-
remos varias veces en la partida. 
La torre en d1 no hacía gran cosa, 
así que ocupa la otra columna 
abierta, para invadir en c6 o c7. 
 
30...¦b7 31.¦c6 ¦d7 32.¥d4 ¢g7 
 
Es hora de que la peor pieza entre 
en acción: ¡el rey! 
 
 
 
33.g3! 
También era buena 33.¢f2; o 
incluso la más directa 33.g4 fxg4 
34.¥xg4, con idea de ¦f6. 
 
33...¢g6 34.¢g2 h5 
Si el negro se limita a esperar, 
podría seguir: 34...¢g7 35.g4 fxg4 
36.¥xg4 ¦dd8 37.¥b2 ¦f7 38.¢f3 
a5 39.¥h5 ¦ff8 40.¦xf6 ¦xf6 
41.¦c7+ ¢h6 42.¥xf6 ¢xh5 
43.¥xd8. 
 
35.¢h3 h4 36.gxh4 
El truco final era 36.¢xh4?? ¦h8+. 
 
36...¤e4 37.¥xe4 fxe4 38.¥xf6 
¢h7 39.¥g5 ¦xd5 40.¦c7+ 
 
Y las negras abandonaron ante 
40...¢g8 41.¦g6+ ¢h8 42.¥f6+, 
con enorme pérdida de material. 
 
1–0 
Kárpov, A – Spaski, B 
San Petersburgo, 1974 
 
Regla de Makogónov: la pieza más 
débil es el caballo de c3 y es nece-
sario encontrarle alguna función. 
 
24.¤b1! 
Para llevar el caballo a f3 y expul-
sar el caballo negro con c2–c3. Era 
peor 24.¦xd8+ ¦xd8 25.¥b6 ¦d2. 
 
24...£b7 25.¢h2 ¢g7 26.c3 ¤a6 
 
-Trn?-Tr-Mk 
Zp-?-?-?p 
-Zp-SnRZp-? 
?-?P?p?- 
-?-?-ZP-? 
?P?-?L?- 
-?-?-VLPZP 
?-?R?-MK- 
-?n?-Tr-? 
Zp-?r?-Mkp 
-ZpRSnRZp-? 
?-?P?p?- 
-?-VL-ZP-? 
?P?-?L?- 
-?-?-?PZP 
?-?-?-MK- 
-?n?-Tr-? 
Zp-TR-?-?k 
-Zp-?R?-? 
?-?r?-VL- 
-?-?pZP-ZP 
?P?-?-?K 
-?-?-?-ZP 
?-?-?-?- 
r?-Tr-?k? 
?-?-Wqp?- 
-?p?-?p? 
Zp-?-Zp-?p 
PSnQ?P?-Vl 
?-SN-VL-?P 
-ZPPTR-?P? 
?-?-?RMK- 
r?-Tr-?-? 
?q?-?pMk- 
n?p?-?p? 
Zp-?-Zp-?p 
P?Q?P?-Vl 
?-ZP-VL-?P 
-ZP-TR-?PMK 
?N?-?R?- 
Un momento de la histórica final de Candidatos entre Korchnói y Kárpov (Moscú, 1974).
FO
TO
: S
OV
IET
 CH
ES
S H
IST
OR
Y
ADRIAN MIKHALCHISHIN 
49LA REGLA DE MAKOGÓNOV
27.¦e2! 
Las blancas reservan las torres 
para doblarse en la columna f, lle-
gado el caso. Aún más fuerte que 
el plan directo 27.¦xd8 ¦xd8 
28.¤d2 ¦d7 29.¤f3 ¥f6. 
 
27...¦f8 28.¤d2 ¥d8 
Pierde pieza 28...£xb2? 29.¤f3. 
 
29.¤f3 f6 30.¦d2 
No funciona 30.¤xe5?? ¥c7, pero 
era fuerte 30.¤g5! fxg5 31.¦xf8 
¢xf8 32.£e6! ¢g7 33.¦d2! con ata-
que decisivo. 
 
30...¥e7 31.£e6 ¦ad8 32.¦xd8 
¥xd8 
En caso de 32...¦xd8 33.¤xe5! gana 
en todas las variantes. 
 
33.¦d1! 
Kárpov en estado puro, aplicando 
la regla de la peor pieza. De paso, 
se evitan las complicaciones deri-
vadas de 33.¤xe5 £c7! 
 
33...¤b8 34.¥c5 ¦h8 
 
Llega el momento de entrar a 
matar. 
 
35.¦xd8! ¦xd8 36.¥e7 ¦e8 
37.£xf6+ ¢h6 38.¥f8+ ¢h7 
39.¤g5+ ¢g8 40.£xg6+ ¢xf8 
41.¤h7+ ¢e7 42.£g7+ 1–0 
Una gran victoria del joven 
Anatoli Kárpov. 
Kursova, M – Topel, Z 
Reikiavik, 2015 
 
30...¦c8? 
El alfil en b7 no participa en el 
juego, por lo que era necesario lle-
varlo al flanco de rey. Se imponía 
30...¥c8!, con tremendas amena-
zas, como ¥g4 y £h5. 
 
31.¥c2 £h4 32.¥b3 ¢h7 33.£e1 
£g5 34.£d2 £h4 35.£e1 £g5 
36.£d2 £h4 ½–½ 
Feigins, M – Flohr, S 
Kemeri, 1937 
 
¿Qué pieza negra no está bien 
colocada y cómo mejorarla? 
 
17...¤b8!! 
El caballo va hacia el flanco de rey.También era posible un plan más 
clásico: 17...¦ad8 18.b3 g5. 
 
18.¤d2 ¤d7 19.¥f3 ¤f6 20.£d3 
¤e4 21.£e2 ¤g5! 22.¥xd5 exd5 
23.¤f3 ¤e4 24.¦ac1 c6 25.¥e1 
 
25...¦ae8! 
¡Este movimiento es una simple 
ejecución de la regla de 
Makogónov! 
 
26.g3 £d7 27.£f1 g5! 
 
Todas las piezas negras apoyan la 
ofensiva en el ala de rey, y el ata-
que será pronto imparable. 
 
28.¦d3 f4 29.exf4 gxf4 30.¤h4 ¢h8 
31.£g2 fxg3 32.hxg3 ¤g5 33.f3 
¤h3+ 34.¢h1 ¥e7 35.¥d2 ¥xh4 
36.gxh4 £f5 37.¦b3 ¦g8 38.£h2 
¦e6 39.¦f1 ¤f2+ 0–1 
 
 
r?-?-Trk? 
?pZp-Wq-?p 
p?nVlp?p? 
?-?l?p?- 
-?-ZP-?-? 
?-VL-ZPN?- 
PZP-?LZPPZP 
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-?-Vl-Tr-? 
?q?-?-Mk- 
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Zp-?-Zp-?p 
P?-?P?-? 
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-Sn-Vl-?-Tr 
?q?-?-Mk- 
-?p?QZpp? 
Zp-VL-Zp-?p 
P?-?P?-? 
?-ZP-?N?P 
-ZP-?-?PMK 
?-?R?-?- 
-?-?-Trk? 
?l?-?-Zp- 
p?-?-?rZp 
?p?PZp-Wq- 
-?-VlPZp-? 
?-SNL?R?P 
PZP-?Q?P? 
?-?-?R?K 
r?-?-Trk? 
?p?-Wq-?p 
p?pVl-?p? 
?-?p?p?- 
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?-?-ZPN?- 
PZP-?QZPPZP 
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-?-?rTrk? 
?p?q?-?p 
p?pVl-?-? 
?-?p?pZp- 
-?-ZPn?-? 
?-?-ZPNZP- 
PZP-?-ZP-ZP 
?-TRRVLQMK- 
Kárpov ha sido un virtuoso aplicando 
la regla de Makogónov.
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David Antón, preparado 
para ganar a los mejores
52 FOTO: BIEL CHESS TOURNAMENT 2020
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Han pasado muchas cosas desde que David 
Antón (2673 FIDE) fue entrevistado en el nº 125 
de Peón de Rey: el mundo ha cambiado y, con él, 
la joven promesa del ajedrez español se ha hecho 
una firme realidad. Pero el talento nacido en 
Murcia se marca cotas aún más altas. ¿Dónde 
está, pues, su límite? 
 
A NOCHE en el American Airlines 
Center de Dallas estaba siendo aciaga 
para los seguidores de los Mavericks 
frente a los Lakers. El equipo de 
Doncic no acertaba con los triples y, habiendo lle-
gado a la final de la NBA, su sueño de volver a ser 
campeones se difuminaba. Pero entonces, a falta 
de 2´ y estando ocho puntos abajo en el marcador, 
el entrenador Rick Carlisle paró el partido y sor-
prendió al mundo dando entrada al debutante 
David Antón. Luka, con ánimo de liberar de pre-
sión al novato, le preguntó por su gran pasión 
antes de reanudarse el juego: 
—¿Cómo llevas el confinamiento en la burbuja, 
David? Supongo que te habrá afectado en tu 
carrera de ajedrecista… 
—Ha sido un gran cambio para el ajedrez presen-
cial y, por supuesto, en algunos momentos perdí 
un poco el ritmo, ya que antes solía jugar un tor-
neo al mes. Espero recuperar mi nivel cuando 
vuelva a jugar. Necesito práctica —respondió 
Antón, la vista puesta en el marcador—. Pero, por 
otra parte, el boom del ajedrez en línea me ha ayu-
dado a mantenerme activo. Mas diría que es muy 
diferente: no me vale como entrenamiento para 
competir en tablero físico. 
 
Los padres de Antón, a 7.251 km. de allí, no qui-
taban los ojos del televisor. El niño se les había 
hecho hombre en unos años y ver su nombre bri-
llando entre los grandes daba sentido al esfuerzo 
de media vida ajedrezando. David, para aislarse, 
llevó la mente a una partida que habíamos jugado 
esa misma tarde: 
AGUADERO, J. – ANTÓN, D. 
 
1.d4 ¤f6 
 
Durante la partida habíamos estado hablando de 
sus opciones de debutar esa noche junto a Divis 
ante los Lakers y, también, de sus éxitos recientes 
en el ajedrez: 
—Has jugado con los más grandes del mundo 
en el torneo Tata Steel Chess 2021, en Wijk aan 
Zee. ¿Qué se siente? 
—No es algo en lo que haya pensado mucho. Jugar 
contra el top10 es diferente a lo que estaba habi-
tuado, claro… pero, en realidad, no me lo he plan-
teado de manera muy diferente: siempre juego a 
ganar. A partir de cierto nivel las partidas siempre 
son duras, no cambia tanto, aunque juegues con el 
campeón mundial. 
 
2.¥f4 b6 
 
—¿Notaste que los rivales te tratasen de manera 
diferente? 
—Hace tiempo que noto que me respetan como 
jugador, no me quieren ir a ganar por ser yo. Y, 
fuera del tablero, los ajedrecistas son gente maja, 
nunca he tenido problemas con ninguno. 
Normalmente, tras las partidas, charlamos un 
poco. El ambiente, dentro y fuera del tablero, es 
muy bueno. 
 
David es un joven divertido, como pudieron cons-
tatar los espectadores que le vieron, a finales de 
febrero, en el programa de televisión La resisten-
cia (Movistar+), capeando las preguntas del mor-
daz David Broncano. Entre sus cualidades, en 
Antón me atrevo a destacar una mirada de acero 
con la que mide las distancias y refuerza las pare-
des de su círculo de confianza. 
 
3.¤f3 ¥b7 
»»» 
53DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES
Jorge I. Aguadero Casado 
@aguaderocasado 
 
Fotos 
Tata Steel 2021
David Antón capeó con maestría las 
preguntas del mordaz David Broncano 
en “La resistencia” (Movistar+).
L
Ya cuando nos conoci-
mos, en el Magistralde 
León, estando en franca 
subida libre, sus pies se 
asentaban en tierra. Por 
eso, vi lugar para pre-
guntarle: 
—¿En qué momento, en el intervalo desde León 
2017 hasta el presente, intuiste que podías 
enfrentarte a los superélite de tú a tú? 
—Como tengo muy mala memoria no me acuerdo 
de estas cosas, pero… —créanme, nuestro héroe 
entrecerró los ojos. ¿Recuerdan cuando Leonard 
Cohen cantaba las sublimes estrofas de 
“Hallelujah” con voz profunda? Sonó, de alguna 
forma, aunque estábamos jugando en silencio—. 
Si hubo un torneo que marcó la diferencia, diría 
que fue cuando gané Tata Steel B, en Praga, en 
2019. Fue un buen año, también lo hice bien en el 
Europeo. Las sensaciones fueron muy buenas: 
cuando jugaba con rivales de 2725-2750 no notaba 
que fuesen mejores que yo. Entendí que, aunque 
los top10 son excelentes, 
en una partida les puedo 
ganar. 
 
Volviendo al partido 
contra los angelinos, la 
reacción de Dallas, que-
dando solo 1´ para fina-
lizar el cuarto y último tiempo, devolvía la ilusión 
a sus seguidores. David, consciente de que había 
que seleccionar los tiros, dio circulación al balón 
para que Porzingis postease y comprimiese el 
marcador en un ajustado 89-92 a favor de los visi-
tantes. Hubo, entonces, una petición de tiempo 
muerto por parte del entrenador del equipo de 
púrpura y oro, que Doncic aprovechó para seguir 
hablando de ajedrez con Antón: 
—¿Cómo es tu rutina de entrenamiento? 
—Me levanto bastante tarde, a las 13:00 h. o inclu-
so después… 
—¡Qué tarde! 
—Es porque estudio más cómodamente por las 
noches. 
Si me permiten el inciso, he de confesarles que me 
cuesta fiarme de las per-
sonas que madrugan, 
pues las cosas divertidas 
de la vida suelen suceder 
cuando el sol se oculta. 
—No me pongo a entre-
nar directamente, juego 
un rato a algún videojue-
go. Luego, sobre las 17:00 
h., me pongo a entrenar. 
Lo normal suele ser ver 
las partidas que se han 
jugado en los principa-
les torneos, para coger ideas y aprender. Y, luego, 
voy improvisando. A veces veo una línea que me 
interesa jugar y le dedico unas cuantas horas. 
Otras veces, entreno menos y hago cualquier otra 
cosa: análisis, problemas… sin una estructura 
rígida de entrenamiento. He de reconocer que, si 
no tengo un torneo cercano, me cuesta entrenar. 
—¿En qué sentido? 
—Por ejemplo, si veo una línea interesante, me 
cuesta ponerme a estudiarla sabiendo que pueden 
pasar meses hasta que llegue a emplearla. 
—Si fuese para un supertorneo, ¿cambiarías 
mucho tu entrenamiento? 
—Sobre todo, en las semanas previas a jugar. 
Aumenta mucho la motivación, sea cual sea la 
categoría del torneo. Me centro más en las apertu-
ras, especialmente si sé 
quiénes serán mis riva-
les, y entreno duro. 
Luego, durante el torneo, 
bajo el ritmo de prepara-
ción, prefiero reservar 
energías. Por eso, me 
gusta tenerlo todo pre-
parado previamente, para en el torneo solo revi-
sar, memorizar y no hacer el trabajo de estar ana-
lizando cuatro horas una partida. Prefiero revisar 
una hora (como mucho, dos) alguna línea que no 
tenga bien memorizada—. 
El tiempo muerto se eternizaba; la mente de 
Antón voló de nuevo hacia la partida. 
 
4.e3 e6 5.¤bd2 h6 
 
—En Tata Steel, ¿hubo algún rival que te sor-
prendiese? 
—En general, no. Pero sí que me llamó la atención 
Jorden van Foreest, quien ganó el torneo, pues 
meses atrás no pensaba que fuese tan bueno como 
para eso. No obstante, habíamos jugado en el 
Cerrado de La Palma y 
ahí ya le vi muy buen 
nivel. En cuanto al resto, 
son jugadores más asen-
tados, muy conocidos, 
no hay salidas de guion. 
 
JORGE I. AGUADERO CASADO 
54 DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES
“Si hubo un torneo que marcó la 
diferencia, diría que fue cuando 
gané Tata Steel B (Praga, 2019)”.
“Suelo entrenar diariamente a 
partir de las 17:00 h., pero debo 
reconocer que si no tengo un torneo 
a la vista me cuesta ponerme”.
“En el pasado Tata Steel me 
sorprendió mucho el ganador, 
Jorden van Foreest. No pensaba que 
hubiera progresado tanto”.
6.c3 ¤h5 
 
—¿Qué crees que va a pasar cuando se reanude 
el Candidatos? 
La sonrisa de Antón se extendió como el mar en el 
plenilunio, incontenible. El profesional se identifi-
caba con el aficionado que, desde la niñez, sueña 
con estar en la distancia donde se disputan los 
grandes títulos. 
—Puede pasar de todo. Es una situación extraña, 
lo que puede despistar a los jugadores. Les puede 
afectar mucho el no haber jugado presencialmen-
te durante largo tiempo. Ya veremos. 
 
—Desde tu punto de vista, ¿qué opinas de la 
FIDE? 
Formulé la pregunta a bocajarro, había confianza. 
David se puso serio: 
—Tengo dudas sobre su trabajo en general. Creo 
que tienen buenas intenciones y que hay personas 
trabajando bien, espe-
cialmente en la promo-
ción del ajedrez y en las 
Redes Sociales, aunque 
muchos jugadores profe-
sionales coincidimos en 
que están fallando en las 
competiciones, pues están haciendo cosas extra-
ñas con las que no estamos de acuerdo. 
—¿Por ejemplo? 
—El cambio de la Copa del Mundo, doblando el 
número de participantes, dando más plazas para 
las federaciones que participan en la Olimpíada. 
Es un torneo del que nadie se había quejado. 
Estábamos contentos con el sistema y lo cambia-
ron, en mi opinión y en la de muchos jugadores 
fuertes con los que he hablado, solo para ganar las 
próximas elecciones. 
 
7.¥g3 d6 
 
—El aficionado español se emociona con tus 
resultados, sueña con un español jugando el 
Candidatos, luchando por el título mundial. 
¿Qué habría de darse para llegar a ese punto? 
Doy fe de que a David se le iluminó el rostro. 
¿Cuántas veces habrá soñado, él mismo, con estar 
ahí? Imaginé al maestro, 
ya sea David o cualquier 
otro de los muchos 
talentos que ha dado el 
ajedrez, sentado frente al 
muelle, esperando la lle-
gada de un barco entre la 
JORGE I. AGUADERO CASADO 
55DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES
Todo un hito: David Antón hace tablas contra Magnus Carlsen en la ronda 2 de Tata Steel 2021.
“En el Candidatos puede pasar de 
todo. A los jugadores les puede 
afectar mucho no haber competido 
presencialmente en mucho tiempo”.
bruma, construida la 
autoestima a base de 
prestar poca atención a 
los halagos y de no hun-
dirse a la sombra de las 
derrotas. 
—Muchas cosas, Jorge. 
Creo que tengo nivel para competir contra cual-
quiera, pero para el Candidatos se clasifican ocho. 
En algún momento me podría clasificar, pero es 
francamente difícil. Necesitaría hacer un tornea-
zo, en el Grand Swiss de la FIDE o en la Copa del 
Mundo. Para eso necesitaría suerte y seguir traba-
jando aspectos ajedrecísticos en los que aún tengo 
carencias. 
 
8.¥d3 ¤d7 
 
El sueño de tener a uno de los nuestros en el 
Candidatos topa con una realidad: se precisan 
medios. La exigencia ha de ir acompañada de una 
base objetiva que les permita auparse. Me pregun-
taba si esos medios estaban a su alcance: 
—David, ¿tienes un buen ordenador? 
—Mi entrenador (Divis) y yo, compra-
mos un ordenador, hace unos cuatro 
años, muy potente para el estándar 
del momento. Es una herramienta 
que me ha ayudado muchísimo, 
aunque con el avance tecnológico 
se ha quedado obsoleto. Estamos 
planteándonos comprar uno 
nuevo. Lo que nos está frenando 
para la compra es que, con mi pre-
paración, ya suelo quedar bien en la 
apertura en las partidas y no tengo 
problema en los análisis. Además, 
ahora, existe la posibilidad de 
alquilar máquinas en la nube 
con Chessbase, lo que utili-
zan varios jugadores. Así 
que, en general, tenemos 
un buen ordenador. 
 
9.0-0 ¥e7 
 
—Magnus Carlsen tiene 
acceso a supercomputa-
ción. ¿Te iría bien tener 
esa oportunidad? ¿Sería 
oportuno para tus aspi-
raciones deportivas? 
—¡Por supuesto! ¡Sin 
duda! Me ayudaría, prin-
cipalmente, a economi-
zar tiempo. Para que te 
hagas una idea, Jorge, 
aunque nuestro ordena-
dor está bien, sabemos 
de ordenadores de riva-
les que van diez veces más rápido. ¿Te imaginas la 
ventaja que supone cuando tienes solo una nochepara preparar la partida? No tengo acceso a nin-
gún ordenador de esas características. 
—Pues es algo que se podría plantear al Consejo 
Superior de Deportes. Un acceso remoto a 
supercomputación, en períodos concretos, 
parece viable. 
 
Otro aspecto que me interesaba conocer era el 
relativo a la nutrición: 
—He hablado del tema con otros jugadores que lo 
han trabajado más, como Iván Salgado o Noel 
Studer, quien está trabajando con una nutricio-
nista. Por supuesto, alimentarse bien y tener ener-
gía en los torneos es vital, pero es un campo que 
nunca he trabajado de manera específica, creo 
que es suficiente con comer de mane-
ra razonable. 
 
10.¦e1, 0-0 
 
Quedaba solo 1´´ por jugarse en 
la final entre Mavericks y Lakers. 
El luminoso reflejaba un empate 
a 99 cuando, al recibir una falta 
personal de Lebron James, David 
Antón asumió la responsabilidad 
de lanzar desde la línea de tiros 
libres. El equipo le arropaba; la pre-
sión para el debutante era máxima. 
Luka, en clave ajedrecística, le preguntó 
si se veía con confianza: 
—Cuanto más se sube, mayor es la 
caída. ¿Cómo llevas eso? 
—Es algo en lo que he pensado desde 
hace tiempo —confesó David sin per-
der de vista el aro angelino-. Antes 
de llegar a 2700, sinceramente, 
hubiera apostado a que no llega-
ría. Todos tenemos un límite. ¡Y 
mira que yo siempre pongo el 
trabajo por encima del talento! 
Pero, una vez llegado ahí, com-
prendes que, jugando con los 
mejores, a veces ganas, a veces 
JORGE I. AGUADERO CASADO 
56
“Para poder llegar a jugar un 
Candidatos necesitaría suerte y 
seguir trabajando aspectos en los 
que aún tengo carencias”.
pierdes… Ahora tengo 
la convicción de que 
podría llegar a 2750. 
¿Más que eso? Ahí ya me 
entran las dudas, sería 
muy difícil. 
 
—¿Ha habido alguna crisis acompañada por 
profundas dudas? —le preguntó el exjugador del 
Real Madrid. 
—Depende con respecto a qué. No he tenido 
dudas en cuanto a dedicarme al ajedrez, lo disfru-
to muchísimo, pero sí he tenido dudas con respec-
to a dónde iba a llegar. Hay momentos duros, en 
los que te vienes abajo, es así. Mi afición es tam-
bién mi profesión, y eso se hace sentir doblemente 
doloroso cuando se pierde, pero vivo mi progre-
sión sin preocupación, llegando hasta donde 
pueda. Soy afortunado: soy feliz con lo que hago y 
puedo vivir de jugar al ajedrez. 
 
David botó el balón. Una 
vez. Dos. Miró al árbitro, 
esperando su señal; libe-
ró el pensamiento yendo 
de nuevo al Sistema 
Londres que habíamos 
jugado. 
 
11.e4 ¤xg3 
 
—En cuanto a la calidad de vida que te está 
dando el ajedrez, ¿estás satisfecho? En León 
2017 me dijiste que vivías de manera un tanto 
ajustada… 
—Estoy muy contento por cómo me ha ido —
echó la vista atrás-. Mejor de lo que esperaba, por 
mi nivel, pues el ajedrez es un deporte limitado 
económicamente. Pero he tenido unos años bue-
nos y estoy satisfecho de haber seguido este cami-
no, desde luego. 
—¿Has tenido la tentación de hacerte streamer? 
—Hay que decir que abrí un canal de Twitch con 
Divis y con Pepe Cuenca, mas no seré streamer 
porque requiere dedicación diaria. Para ello ten-
dría que dejar el ajedrez de competición y eso no 
va a pasar —expuso sonriendo con franqueza. 
 
12.hxg3, a6 
 
Durante la partida, David Antón me dijo, entre 
risas, que seguía sin haber visto “Gambito de 
Dama” (Netflix). Me llamó la atención, a tenor de 
que la serie ha propicia-
do un aumento de la 
base de aficionados, con 
muchos niños y niñas 
tomando clases. Sin 
embargo, me preocupa que haya una sobresatura-
ción de oferta ajedrecística de élite, con multitud 
de torneos en línea con participación del top10. 
Lo que antes era excepcional se está volviendo 
rutinario. 
—¿Se corre el riesgo de que las partidas entre 
los mejores pierdan el halo glamuroso que 
tuvieron en el pasado? 
—Quizá haya un poco de riesgo, pero creo que, en 
cuanto vuelva el ajedrez presencial, es el que más 
disfrutará y valorará el aficionado. Durante la 
pandemia se jugó Tata Steel y sus números de 
seguimiento fueron mayores que los del Tour 
Online. Así, más que perjudicar, los torneos en 
línea han ayudado a visibilizar el ajedrez. Es ver-
dad que los primeros 
hacían más ilusión que 
los siguientes, pues ver 
todos los meses algo que 
antes era tan específico a 
mí también me cansa un 
poco, pero cuando vuel-
va la normalidad el aje-
drez presencial se habrá visto fortalecido. 
 
—¿Qué te dice el hecho de que, durante la pan-
demia, el ajedrez en línea haya sido una fuente 
de cordura y de alivio para millones de perso-
nas confinadas en sus hogares? 
—Me alegra mucho, claro. El ajedrez, aunque al 
principio pueda ser rechazado porque parezca 
complejo, proporciona mucho placer y una buena 
parte de las personas que se han acercado al 
juego-ciencia en la pandemia va a seguir practi-
cándolo en el futuro, por lo que les seguirá ayu-
dando en otras facetas. 
 
El pitido del árbitro levantó al público de sus 
asientos en el American Airlines Center de Dallas. 
Se hizo el silencio en el pabellón. Todos los ojos, en 
ese momento, se pusieron en el jugador español. 
David fue consciente de que, esa noche, tenía la 
oportunidad de definir las finales de la NBA. Las 
esperanzas de la afición, en sus hombros, pesaban, 
pero tenía buena madera y los dioses le habían 
puesto ahí, preparado para jugarse el último tiro. 
 
 
JORGE I. AGUADERO CASADO 
57DAVID ANTÓN, PREPARADO PARA GANAR A LOS MEJORES
“Tengo la convicción de que puedo 
llegar a los 2750. ¿Más que eso? 
Ahí ya me entran las dudas”.
“Me alegra mucho comprobar que 
el ajedrez ha supuesto un alivio 
para millones de personas durante 
el pasado confinamiento”.
 
 
 
 
¡Cómase ese caballo de una 
vez, Rossetto! 
 
La IX Olimpíada de Ajedrez tuvo 
lugar en Dubrovnik (Yugoslavia, 
actual Croacia) del 20 de agosto al 
11 de septiembre de 1950. Fue la 
primera que se organizó después 
de la Segunda Guerra Mundial. La 
última había sido la de Buenos 
Aires en 1939, aunque en ese 
entonces se llamaba Torneo de las 
Naciones. 
 
Participaron solo dieciséis países, 
aunque pudieron ser más. En esos 
momentos, las relaciones entre la 
Unión Soviética y la Yugoslavia del 
mariscal Tito no eran buenas, y la 
primera decretó el boicot a esta 
competición ajedrecística, por lo 
que no envió a su poderoso equipo 
de ajedrez, como tampoco lo hicie-
ron los países satélites de la URSS 
de Europa del Este: Hungría, 
Polonia, Rumanía, Alemania 
Oriental, Checoslovaquia, etc. 
 
Cinco equipos eran los principales 
favoritos a una de las tres meda-
llas en juego: Yugoslavia, 
Argentina, Holanda, Estados 
Unidos y Alemania. La competi-
ción sería larga, cada equipo juga-
ría contra las otras quince escua-
dras y, dada la paridad de fuerzas 
entre los cinco candidatos. cada 
punto sería muy importante. 
Al llegar a la séptima ronda, el 
equipo yugoslavo había consegui-
do 19,5 puntos, distanciándose del 
segundo, Alemania, que llevaba 
16,5. Tercero marchaba el equipo 
argentino, con 16 puntos. A medio 
punto por detrás, compartiendo el 
cuarto y quinto puestos, estaban 
las selecciones de Estados Unidos 
y Holanda (15,5 puntos), y a una 
unidad de estos iba Bélgica, con 
14,5 puntos. 
 
Fue en esta ronda séptima cuando 
ocurrió la partida que da título a 
esta historia. Argentina se enfren-
taba a Dinamarca, que no tenía a 
ningún titulado en sus filas. Los 
tres primeros tableros argentinos 
habían ganado ya sus partidas: el 
GM Miguel Najdorf a Christian 
Poulsen, el MI Julio Bolvochán a 
Jens Enevoldsen, y el MI Carlos 
Guimard a Eigil Pedersen. Solo 
quedaba una partida en juego, la 
de su cuarto tablero, el MI Héctor 
Dalecio Rossetto (1922 – 2009), 
que se enfrentaba al jugador danés 
Moises Aron Kupferstich (1905 – 
1984). 
 
La posición más crítica de esta 
partida llegó cuando el jugador 
danés, en una posición bastante 
inferior, sacrifica un caballo con la 
esperanza de conseguir unas 
tablas por jaque continuo. 
 
58
El lado oscuro del tablero
AI Mario Tallarico
En estatercera entrega de 
El lado oscuro del table-
ro, veremos a la selección 
argentina durante la 9ª 
Olimpiada de 1950 en 
Dubrovnik, siguiendo con 
enorme preocupación la 
partida de Héctor Rossetto 
y cómo se acercaron a este 
hablando en «Lunfardo». 
 
Y qué decir de la divertida 
anécdota entre Chigorin y 
Tarrasch, que pone de 
manifiesto el férreo e 
intransigente carácter del 
maestro alemán. 
 
Por último, comprobaremos 
el mal perder de Nimzo -
witsch frente a Sae misch... y 
es que el maestro alemán 
siempre fue un buen cliente 
de Nimzo witsch, quien en 
sus enfrentamientos parti-
culares se impuso con un 
contundente + 9.
CASILLA 66 - HISTORIAS DE AJEDREZ
59
Kupferstich – Rossetto 
9ª Olimpiada Dubrovnik, 1950 [R7] 
 
El jugador argentino se sumerge 
en una larga reflexión. Para enton-
ces había numeroso público 
observando esta partida, entre 
ellos sus compañeros de equipo 
que, en un pequeño corro, discu-
tieron algunas variantes y llegaron 
a la conclusión de que sí era 
comestible la pieza del danés, sin 
riesgos a un posterior empate. 
 
Pero Rossetto parecía no tenerlo 
muy claro, y seguía meditando si 
podía o no comerse el caballo. Los 
argentinos se impacientaron y 
decidieron que había que hacerle 
saber que se lo comiera, pero... 
¿cómo hacerle llegar el mensaje? 
Finalmente, decidieron que Carlos 
Guimard (1913 – 1998) fuera el 
encargado de acercarse lo máximo 
posible a Rossetto y le hiciese 
saber de la forma más discreta 
posible que podía capturar la 
pieza sin temor alguno. 
 
Fue así cómo Guimard se fue acer-
cando lentamente al tablero de su 
compañero, apartando con sus 
manos a la gente que estaba delan-
te de él, utilizando un tono propio 
de: “permiso”, “por favor”, “gra-
cias”, “muy amable”, pero dicien-
do en realidad: “Morfate el yoba-
ca”, “Morfate el yobacaaa”… Le 
estaba comunicando en 
Lunfardo(1), de forma encubierta, 
claro: “cómete el caballo”, “cómete 
el caballo”. 
 
De esta manera evitaría que algu-
nos de los árbitros o espectadores, 
que pudieran hablar español, se 
dieran cuenta de esta ayuda extra-
deportiva. 
 
¿Cómo continuó la partida? 
Finalmente, para alivio de sus 
compañeros de equipo, Rosetto 
captura la pieza. 
 
1...£xg4 2.£f7+ ¢d8 3.£g8+ 
¢e7 4.£g7+ ¢e6 5.£g8+ ¢e5 
6.£h8+ ¢e4 0–1 
No hay forma de conseguir un 
jaque continuo. Por ejemplo: 
72.£e8+ ¥e5 73.£c6+ d5 74.£c2+ 
d3 75.£a4+ ¥d4 76.£e8+ ¢f3 
77.£f7+ ¢g3, y se le acabaron al 
blanco los jaques útiles. Si 
78.£c7+ £f4+, con cambios de 
damas. 
 
Finalmente, los cinco primeros 
países clasificados de esta olimpía-
da fueron: 
 
Esta anécdota se contó, y sigue 
contándose en Argentina, desde 
hace muchísimos años aunque, en 
honor a la verdad, pudo haber 
sido un poco distinta según el tes-
timonio de uno de sus principales 
protagonistas. 
 
En mayo del año 1999, coincidí con 
el gran maestro Héctor Rossetto 
en Buenos Aires y aproveché para 
preguntarle por la famosa historia. 
La confirmó en lo esencial, y me 
dio algunos detalles más de esta 
interesante anécdota. —“Yo me di 
cuenta bastante rápido de que 
podía comerme ese caballo sin 
riesgos a un jaque continuo, pero 
no lo capturaba para hacer sufrir a 
mis compañeros de equipo, que 
estaban pendientes de mi partida. 
Por esta razón, dejaba correr el 
tiempo mientras observaba con 
aparente indecisión el tablero. 
Mientras disimulaba no saber qué 
hacer con el caballo, escuché a 
Carlos Guimard que repetía el 
eslogan de una famosa publicidad 
de la aspirina de aquellos años: 
«Yo me lo tomo»(2)”. 
Un final insólito en Viena 
 
Dos de los ajedrecistas más fuertes 
del mundo, en aquellos años finise-
culares del siglo diecinueve, eran el 
maestro ruso Mijaíl Chigorin (1850 
– 1908) y el alemán Siegbert 
Tarrasch (1862 – 1934), ambos can-
didatos al título de Campeón del 
Mundo en algún momento de sus 
vidas ajedrecísticas. Chigorin fue 
candidato dos veces, en ambas oca-
siones contra Willeim Steinitz 
(1836 – 1900), y ambas en La 
Habana: 1889 y 1992. En la primera, 
se impuso Steinitz por amplio mar-
gen: 10,5 a 6,5 puntos; en la segun-
da el marcador fue más ajustado, 
volviendo a vencer el maestro 
checo por 12,5 a 10,5 unidades. 
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?-Mk-?-?- 
-?-Zp-?-? 
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MARIO TALLARICO 
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Anuncio en medios de la época, 
protagonizado por ajedrecistas.
EL LADO OSCURO DEL TABLERO
N PAÍS PTS
1 Yugoslavia 45,5
2 Argentina 43,5
3 Alemania Federal 40,5
4 Estados Unidos 40,0
5 Holanda 37,0
MARIO TALLARICO 
60 CASILLA 66 - HISTORIAS DE AJEDREZ
Por su parte, Tarrasch se enfrentó 
a Emanuel Lasker (1868 – 1941) en 
1908 por el campeonato mundial, 
que se jugó en dos ciudades ale-
manas: Dusseldorf y Múnich, 
imponiéndose Lasker por un 
amplio margen: 10,5 a 5,5 puntos. 
 
En 1898, el torneo de Viena celebró 
el quincuagésimo aniversario del 
acceso del emperador Francisco 
José I de Austria al trono de 
Austria-Hungría. Fue el torneo más 
importante de la época y, de los 
grandes, solo Lasker y Charousek 
estuvieron ausentes. 
 
Nuestros protagonistas, Chigorin y 
Tarrasch, en 1893 habían disputa-
do un largo encuentro amistoso en 
San Petersburgo (Rusia) a 22 parti-
das, con un resultado nivelado: + 9 
– 9 = 4. 
 
Pero en Viena, donde participaron 
19 jugadores, debían enfrentarse 
entre sí a dos encuentros. En la 
primera partida se impuso 
Tarrasch. Veamos qué ocurrió en 
la segunda: 
 
Chigorin – Tarrasch 
Viena, 1898 
 
1.f4 e5 2.fxe5 d6 3.exd6 ¥xd6 4.¤f3 
g5 5.d4 g4 6.¤e5 ¥xe5 7.dxe5 
£xd1+ 8.¢xd1 ¤c6 9.¤c3 ¥e6 
10.¥f4 0–0–0+ 11.¢e1 ¤ge7 12.e3 
¤g6 13.¥d3 ¤cxe5 14.¥xg6 ¤xg6 
15.¦f1 f5 16.¦f2 h5 17.¦d1 ¦xd1+ 
18.¢xd1 ¦e8 19.¤e2 c5 20.¤c3 
¦d8+ 21.¦d2 ¦xd2+ 22.¢xd2 ¢d7 
23.g3 ¢c6 24.¥b8 a6 25.b3 b5 
26.¢d3 b4 27.¤e2 ¥d5 28.c4 
¥e4+ 29.¢d2 ¤f8 30.¥e5 ¤e6 
31.¥f6 ¢d6 32.¤f4 
El blanco obliga al negro a cambiar 
los caballos y a llegar a un final de 
tablas con alfiles de distinto color. 
 
32...¤xf4 33.exf4 ¢d7 
Naturalmente, el peón de a2 no es 
comestible, puesto que luego de 
33...¥b1 34.¢c1 ¥xa2 35.¢b2, el 
alfil no tendría salida. 
 
34.¢c1 a5 35.¢b2 ¥d3 36.a4 ¥e4 
37.¢a2 ¥f3 
 
La posición es de absoluta igual-
dad: alfiles de distinto color, 
ambos reyes deben proteger las 
bases de sus peones: b3 el blanco y 
c5 y a5 el negro y, sobre todo, que 
la estructura de peones impide a 
los monarcas incursionar en el 
terreno enemigo. Por estas razo-
nes, Chigorin propone dejar la 
partida en empate, a lo que 
Tarrasch se niega. 
 
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p?-MknVL-? 
?-Zp-?p?p 
-ZpP?lSNp? 
?P?-ZP-ZP- 
P?-MK-?-ZP 
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Zp-Zp-?p?p 
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K?-?-?-ZP 
?-?-?-?- 
Los 19 participantes en el torneo de Viena de 1898. De izq. a der. y sentados: en primer lugar Tarrasch y en quinto Chigorin.
FOTO: CHESS NOTES BY EDWARD WINTER
MARIO TALLARICO 
61EL LADO OSCURO DEL TABLERO
El ruso conocía bien al alemán y se 
esperaba una respuesta de este 
tipo, por lo que retira su alfil del 
tablero: 
 
Y, en un mal alemán, le dice: —
“¡Pues adelante, gane!” Tarrasch 
entonces se dio cuenta de que ni 
con esta importante ventaja mate-
rial puede desequilibrar la posición. 
Ni siquiera serviría entregar su alfil 
por un peón blanco. Si bien podría 
en este caso conseguir que su peón 
de b4 sea pasado y protegido, sin la 
ayuda de su rey la victoria es impo-
sible. Y se firmaron las tablas(3). 
¡Tengo que perder 
con este idiota! 
 
El protagonista principal de esta 
lapidaria frase es nada menos que 
uno de los ajedrecistas más influ-
yentes de la historia del ajedrez: 
Aron Nimzowitsch (1886 – 19366). 
Y el protagonista involuntario fue 
el maestro alemán Friedrich Sae -
misch (1896 – 1975). Los hechos: 
Berlín, 1928, durante un Torneo de 
rápidas. En esos días el tabaco no 
estaba prohibido en las salas de 
juego, y los organizadores, acep-
tando la propuesta de Nimzo -
witsch, organizaron dos grupos: 
uno de fumadores y otro de no 
fumadores, cuyos dos primeros 
clasificadospasarían a la final. 
 
En el primer grupo se impuso un 
fumador empedernido: Saemisch, 
y en el segundo un enemigo del 
tabaco: Aron Nimzowitsch. 
Los encuentros históricos entre 
estos dos maestros dejaron un 
resultado abrumador a favor de 
Nimzo witsch. Se enfrentaron en 12 
ocasiones en partidas lentas entre 
1923 y 1930, con un saldo favorable 
al maestro letón de nueve puntos: 
+ 10, - 1, = 1. Por si esto fuera 
poco, en 1923 ambos jugadores se 
enfrentaron en el Copenaguen 
International Master y Nimzo -
witsch consiguió la victoria más 
espectacular de su carrera, al dejar 
prácticamente sin movimientos al 
maestro alemán en la jugada 25, 
cuando este abandona. Esta gran 
partida es conocida en la literatura 
ajedrecística como La inmortal del 
zugzwang. 
 
Y así llegamos a la derrota de 
Nimzo y a su memorable exabrup-
to: —“¡Tengo que perder con este 
idiota!”— Y dicho en alemán, para 
que todos se enteraran bien y no 
quedara ninguna duda: —“Gegen 
diesen Idioten muss ich verlieren”. 
La historia, en lo esencial (insulto 
y protagonistas), la contó el gran 
maestro austríaco Hans Kmoch 
(1894 – 1973). ¿Y cómo se enteró 
este? Según sus propias palabras, 
se lo contó el propio idiota(4). 
Aunque Kmoch no dio datos con-
cretos del torneo, el que sí lo hizo 
fue un admirador alemán de 
Nimzo witsch: Wilfried Krebbers 
(1968). Según sus indagaciones, el 
torneo fue el organizado por la 
Aso ciación de Ajedrez de Berlín, el 
9 de agosto de 1928, en el Kaffe 
Konig de Berlín. 
 
Grupo de no fumadores: 
1º Nimzowitsch: 9½ puntos. 2º 
List: 8½. 3º Rotenstein: 7½. 4º 
Rellstab: 6½. 5º B. Koch: 6 y 6º 
Wächter: 5½ puntos. 
 
Grupo de fumadores: 
1º Saemisch: 10½. 2ºAhues: 10. 3º 
Kagan: 8½. 4º Rabinowitsch: 8, 5º y 
6º Enoch y Landmann: 5 puntos. 
Finalmente, los dos primeros de 
cada grupo se enfrentaron entre sí, 
imponiéndose los fumadores al 
vencer Saemisch a Nimzowitsch y 
Ahues a List(5). 
NOTAS DEL AUTOR 
 
El Lunfardo es una jerga hablada 1
principalmente en Buenos Aires y 
muy presente en la letra de 
muchos tangos. En nuestra histo-
ria, “morfar” es comer, y “yobaca” 
es caballo. 
Una publicidad protagonizada en 2
medios gráficos por ajedrecistas, 
principalmente en su momento 
por Roberto Grau, y en la que 
también participó el propio 
Carlos Guimard. 
Fuente: Chess Panorama de 3
William Lombardy y David 
Daniels, Chilton Book Co, 1975, 
pág. 68. 
Artículo de Hans Kmoch y Fred 4
Reinfeld “Rendición no conven-
cional”, en Chess Review. 
Febrero de 1950, página 55. 
Wilfried Krebbers, en su portal 5
de nimzowitsch.net 
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LEO KRYSA 
62 SECCIÓN DE APERTURAS
En este artículo analizo una alter-
nativa sorprendente y agresiva 
para enfrentar al siempre sólido 
doble peón rey. Solo he encontrado 
102 partidas registradas con 4.£c4. 
¿Qué ganamos y qué perdemos con 
este rápido cambio en el centro? 
 
Ventajas: 
Eliminamos el peón de e5 del ▪
negro, lo que nos deja con más 
espacio en el centro. 
Estamos a dos movimientos de ▪
hacer el enroque largo, que es la 
idea agresiva que queremos 
plantear. 
Al no haber desarrollado el ▪
caballo por f3, estamos a tiem-
po de intentar un ataque al flan-
co de rey negro con f3 y g4. 
 
Desventajas: 
La dama en c4 se encuentra un ▪
tanto expuesta. 
Nos hemos retrasado un poco ▪
en el desarrollo. 
 
¿Por qué la dama a c4? 
La jugada principal tras 3...¤c6 
suele ser 4.£e3. En c4 me gusta 
más, porque no se expone a la pre-
sión en la columna e que podría 
ejercer una torre negra. 
4...¤f6 5.¤c3 ¥b4 
El movimiento más incisivo. 
5...¥e7 nos permitiría desarrollar 
el alfil por f4, seguido de 0–0–0. 
Tendríamos más espacio y nos 
prepararíamos para atacar con f3 y 
g4. 6.¥f4. 
 
6.¥d2 0–0 7.0–0–0 d6 
7...¦e8 8.f3 transpone a 7...d6. 
 
8.f3 
 
Las posibilidades de alcanzar esta 
posición son muy altas. Nuestro 
plan es atacar en el flanco de rey 
con g4 y g5, mientras que el negro 
precisa de buscar sus posibilida-
des en el flanco de dama. 
 
8...¦e8 
O bien 8...¥e6 9.£e2. 
 
9.g4 ¥e6 10.£e2 
La jugada típica que vamos a rea-
lizar cuando nos jueguen ¥e6. 
Ahora, el alfil tapa a la torre de e8 
en la presión hacia la dama de e2. 
 
10...¥xc3 
A 10...d5 seguiría 11.g5, y el caballo 
de f6 se tendría que mover, aflo-
jando la defensa del centro. 
 
11.¥xc3 ¥xa2 12.£g2! 
Es posible 12.b3 a5 13.¢b2 a4 
14.¢xa2 axb3+, con posición muy 
compleja y cierta compensación 
por la pieza sacrificada. 
 
12...¥e6 13.h4 
 
r?lWq-Trk? 
ZppZp-?pZpp 
-?nZp-Sn-? 
?-?-?-?- 
-VlQ?P?-? 
?-SN-?P?- 
PZPPVL-?PZP 
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r?-Wqr?k? 
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-?nZplSn-? 
?-?-?-?- 
-?-?P?PZP 
?-VL-?P?- 
-ZPP?-?Q? 
?-MKR?LSNR 
1.e4 e5 2.d4 exd4 
3.£xd4 ¤c6 4.£c4
El GM Leo Krysa nos invita a ensayar un sorprendente 
planteamiento agresivo con piezas blancas. Desde la 
segunda jugada tomaremos la iniciativa, con la ventaja 
del factor sorpresa y entrando en territorio poco teórico, 
donde nuestra mejor preparación puede hacerse valer.
r?lWqkVlnTr 
ZppZpp?pZpp 
-?n?-?-? 
?-?-?-?- 
-?Q?P?-? 
?-?-?-?- 
PZPP?-ZPPZP 
TRNVL-MKLSNR 
Apertura del Centro: 4.£c4
GM Leo Krysa
Teoría general
LEO KRYSA 
63APERTURA DEL CENTRO CON 4.£c4
El bando blanco cuenta con una 
posición muy prometedora: el 
peón está claramente compensa-
do. Se amenaza con el típico ata-
que a la bayoneta mediante h5, g5 , 
g6 y el alfil de c3 es muy fuerte. 
 
Pero considero que 8...¦e8 no es la 
mejor continuación para las 
negras. Propongo esta otra línea, 
como una clara mejora. 
 
8...a5! 
Acelerando el contrajuego en el 
flanco de dama y preparando una 
trampa. Si ahora 9.g4?! ¥e6 10.£e2 
¥xc3 11.¥xc3 ¤b4! 
 
Esta era la idea de a5. Ahora el 
negro amenaza ¤xa2 y estaría con 
una iniciativa muy fuerte. 
 
9.¢b1! 
Profilaxis para defender el peón de 
a2. Ahora, sí, ya estaríamos prepa-
rados para iniciar nuestro ataque 
con g4 y g5. 
 
9...¥e6 10.£e2 
 
Y no serviría 10...¥xc3?! 11.¥xc3 
¤b4 12.a3, neutralizando el ataque 
negro. 
 
 
 
Apertura del Centro [C22] 
 
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 
4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 0–0 
7.0–0–0 d6 8.f3 ¦e8 
 
9.£e2 
No es de mi agrado regresar con la 
dama directamente. Prefiero espe-
rar el ataque negro con ¥e6. 9.g4 
es mi sugerencia. 
 
9...¥e6 10.£f2 
Yi Wei opta en esta partida por un 
juego más posicional. Libera la 
casilla e2 para el caballo de g1 e 
intentar aprovechar su ventaja de 
espacio. 
 
10...a5 
10...¥xc3 11.¥xc3 ¥xa2 12.b3 a5 
13.¢b2 a4 14.¢xa2 axb3+ 15.¢b1 
es caótico, con chances mutuas. 
 
11.¤ge2 £e7 
 
12.¤f4? 
Era importante mantener el caba-
llo en e2, para respaldar a su par 
de c3. Tras esta imprecisión, el 
negro se hizo con la ventaja. 12.g4 
hubiese sido mejor, con ventaja 
blanca. 
 
12...¥xc3! 13.¥xc3 ¤b4! 
 
Y aquí las negras obtuvieron la 
iniciativa, aunque luego Yi Wei ter-
minaría imponiéndose. 
 
pYI,WEI CHN 2725 
KARIAKIN,S RUS 2754 
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OR
LD
 CH
ES
S -
 N
IK
I R
IG
A
Yi Wei sorprendió a Kariakin en su match del GP FIDE de Jerusalén 2019.
64 SECCIÓN DE APERTURAS
MI EXPERIENCIA 
 
Empleé la Apertura del Centro en 
cuatro oportunidades, todas en 
partidas blitz online en el clásico 
Torneo de Titulados (3+1, 11 ron-
das) que se realiza los martes en 
chess.com. Me enfrenté a 2 GMs y 
2 MIs, con un 75% de efectividad. 
 
 
 
 
Apertura del Centro [C22] 
 
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 
4.£c4 d6 5.¤c3 ¥e6 6.£e2 ¤f6 
 
7.¥f4! 
Aprovechando que mi rival no 
jugó con ¥b4, ahora puedo des-
arrollarel alfil a f4. 
 
7...¥e7 8.0–0–0 £c8 9.h3 
9.f3 también sería posible, pero al 
no existir presión en el punto e4, 
puedo empujar con h3 y g4. 
 
9...0–0 10.g4 ¤d7 11.¢b1 ¥f6 
12.¤d5 ¥xd5 13.exd5 ¤b4 14.g5 
¥e5 15.¥c1! 
 
La ventaja blanca es muy clara. La 
dama negra en c8 está mal ubicada 
y tengo mucho más espacio. En 
particular, se amenaza ya con f4 y 
toda una ofensiva en el flanco de 
rey, donde el blanco tiene gran 
libertad de acción. Finalmente, la 
partida acabo alargándose hasta la 
jugada 64, terminando con la vic-
toria de las blancas. 
 
 
 
 
Apertura del Centro [C22] 
 
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 
4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¤e5 6.£e2 ¥b4 
7.¥d2 d6 8.0–0–0 0–0 9.a3 ¥a5 
10.f3 
 
10.h3 es la sugerencia del ordena-
dor en esta posición. La idea es 
jugar g4 y reservarme la idea de 
hacer f4 también, presionando al 
caballo de e5. 
 
10...¥e6 11.£f2 ¤c4 12.¥xc4 
¥xc4 13.g4 b5 14.g5 
 
Y el blanco ganó en la jugada 48. 
 
 
 
 
Apertura del Centro [C22] 
 
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 
4.£c4 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 0–0 
7.0–0–0 ¦e8 8.f3 ¤e5?? 9.£xb4+– 
 
Y las blancas ganaron en el movi-
miento 44. 
 
 
 
 
Apertura del Centro [C22] 
 
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.£xd4 ¤c6 
4.£c4 d6 ¤f6 5.¤c3 ¥b4 6.¥d2 
0–0 7.0–0–0 d6 8.f3 a5 9.¢b1 ¥e6 
 
10.¤d5? 
Un grave error, que pierde un 
peón. 10.£e2 era lo correcto, con 
chances mutuas. 
 
10...¥xd2 11.¦xd2 ¤b4 12.a3 
¤bxd5 13.exd5 ¤xd5! 14.£d4 
Si 14.¦xd5 c6μ 
 
14...¦e8 
Y el negro ganó en la jugada 23.
r?q?-Trk? 
ZppZpn?pZpp 
-?-Zp-?-? 
?-?PVl-ZP- 
-Sn-?-?-? 
?-?-?-?P 
PZPP?QZP-? 
?KVLR?LSNR 
pKRYSA,L ARG 2527 
SIROSH,I EST 2400 
pKRYSA,L ARG 2527 
MAZUR,S SVK 2416 
pKRYSA,L ARG 2527 
SYCHEV,K RUS 2572 
r?lWq-Trk? 
ZppZp-?pZpp 
-?-Zp-Sn-? 
Vl-?-Sn-?- 
-?-?P?-? 
ZP-SN-?P?- 
-ZPPVLQ?PZP 
?-MKR?LSNR 
r?-Wq-Trk? 
Zp-Zp-?pZpp 
-?-Zp-Sn-? 
Vlp?-?-ZP- 
-?l?P?-? 
ZP-SN-?P?- 
-ZPPVL-WQ-ZP 
?-MKR?-SNR 
r?lWqr?k? 
ZppZpp?pZpp 
-?-?-Sn-? 
?-?-Sn-?- 
-WQ-?P?-? 
?-SN-?P?- 
PZPPVL-?PZP 
?-MKR?LSNR 
r?-Wq-Trk? 
?pZp-?pZpp 
-?nZplSn-? 
Zp-?-?-?- 
-VlQ?P?-? 
?-SN-?P?- 
PZPPVL-?PZP 
?K?R?LSNR 
pKRYSA,L ARG 2527 
MARTÍNEZ,J PER 2620 
r?-WqkVl-Tr 
ZppZp-?pZpp 
-?nZplSn-? 
?-?-?-?- 
-?-?P?-? 
?-SN-?-?- 
PZPP?QZPPZP 
TR-VL-MKLSNR 
LEO KRYSA 
UANDO EN 1990 comencé a jugar tor-
neos, a lo largo y ancho del territorio 
mexicano, tuve el acierto de viajar a 
Yucatán para participar en la tercera 
edición del torneo en memoria de Carlos Torre 
Repetto. Visitar Mérida, la ciudad que vio nacer a 
Carlos Jesús Torre Repetto, fue una experiencia 
enriquecedora desde varios puntos de vista: en el 
plano competitivo pude jugar mi primer torneo 
internacional, teniendo la oportunidad de medir-
me con importantes figuras del ajedrez cubano y 
centroamericano. Además, pude presenciar 
cómo, en la capital yucateca, el ajedrez era muy 
respetado y se adueñaba, a paso firme, de espa-
cios en centros educativos, culturales y deporti-
vos; existía una verdadera fiebre del ajedrez. 
 
Con el tiempo supe que el principal artífice de 
esta situación fue Alejandro Preve Castro, un 
empresario que lo mismo apostaba por un pro-
yecto para impulsar el alto rendimiento ajedre-
cístico, que por la introducción del ajedrez en la 
escuela, o por la organización de un torneo inter-
nacional. Alejandro Preve fue un todoterreno de 
la promoción del ajedrez. Gran parte de su inspi-
ración venía de la figura de un yucateco a quien 
él había conocido personalmente, un hombre que 
había escalado hasta lo más alto del monte olim-
po ajedrecístico, el genial Carlos Torre Repetto. 
 
»»» 
GM José González
Carlos Torre Repetto, 
estrella fugaz del 
ajedrez mundial 
Dibujo de Carlos Torre Repetto (inperfecto.com.mx)
C
De esta manera pude comprender que el legado 
de los grandes ajedrecistas tomaba formas varia-
das, que no se limitaba solo a sus brillantes ideas 
en el tablero. 
 
Carlos Torre Repetto nació el 29 de noviembre de 
1904 en Mérida, en el seno de una familia con una 
gran afición por el ajedrez, aprendió a mover las 
piezas con tan solo seis años, se dice que lo hizo 
viendo jugar a su padre. En su entorno familiar se 
solía jugar con frecuencia y Carlos Torre conse-
guiría derrotar, incluso, al más experimentado de 
sus familiares aun siendo un niño. Este hecho le 
impulsaría para tomarse muy en serio el ajedrez. 
 
Por aquellos años, México atravesaba un período 
de agitación política y social que desencadenó 
una revolución; como consecuencia de la crecien-
te inestabilidad, la familia Torre decidió reubicar-
se en los Estados Unidos de Norteamérica. Más 
concretamente, en Nueva Orleans, ciudad de una 
importante tradición ajedrecística que fuera la 
cuna del gran Paul Morphy (1837-1884). 
 
Para el desarrollo ajedrecístico de Carlos Torre, 
quien al llegar a Nueva Orleans no había cumpli-
do aún los 11 años, ese cambio de escenario fue 
enormemente positivo. Aprendió a hablar inglés 
y pudo estudiar algunos libros que le ayudarían a 
mejorar su entendimiento del juego y a subir su 
nivel. Muy pronto, también, comenzaría a fre-
cuentar los círculos ajedrecísticos de la ciudad, 
en los que Torre seguía, sin querer, los pasos que 
había dado un joven caballero criollo de Nueva 
Orleans, Paul Morphy, jugando en sitios cercanos 
a los que este jugara en su época, prácticamente 
en los mismos tableros y con las mismas piezas 
que lo hiciera el legendario Morphy. 
 
El gran talento de Carlos Torre no pasaría des-
apercibido, pronto fue reconocido como uno de 
los mejores jugadores de la ciudad. A los 14 años 
se consolidó como el segundo mejor jugador de 
Nueva Orleans. A este respecto, la 
fotografía publicada en The Good 
Companion es un interesante testi-
monio. En ella, Torre aparece 
rodeado por otros fuertes jugado-
res locales, a quienes recién había 
superado en una exhibición de 
simultáneas. 
 
 
En esa foto está acompañado, en primer plano, 
por Edwin Ziegler Adams, el vicepresidente del 
club local, quien fuera su mentor y promotor en 
aquella primera época. 
 
Se piensa que el agradecimiento que el 
mexicano sentía por E. Z. Adams lo lleva-
ría a firmar, el bando perdedor, de una 
combinación inmortal que, según algu-
nos expertos, nunca se jugó. Se especula 
que fue una invención de Torre para 
homenajear a una persona que le había 
ayudado en varios aspectos. 
JOSÉ GONZÁLEZ 
67
FO
TO
: C
HE
SS
 N
OT
ES
 - 
ED
W
AR
D 
W
IN
TE
R
Portada de la revista "The Good Companion", de mayo de 
1920. En la foto aparece un adolescente Carlos Torre (15 
años), tablero de por medio frente a E. Z. Adams, entonces 
vicepresidente del Club de Ajedrez de Nueva Orleans. 
Edwin Ziegler Adams (1885-1944) fue descrito como “El 
patrocinador de Carlos Torre” en un artículo de la revista 
«American Chess Bulletin» de mayo de 1927. 
 
Otro indicio de la importancia de Adams es la dedicatoria 
que Carlos Torre le hizo en su libro «Desarrollo de la habi-
lidad del ajedrez», encabezando la lista de agradecimien-
tos. Hoy en día parece bastante documentado que Adams 
fue quien patrocinó su viaje a Estados Unidos primero, y 
después a Europa.
Adams, E. Z. – Torre, C. 
Nueva Orleans, 1920 
 
1.e4 e5 2.¤f3 d6 3.d4 exd4 4.£xd4 
¤c6 5.¥b5 ¥d7 6.¥xc6 ¥xc6 
7.¤c3 ¤f6 8.0–0 
Otra alternativa interesante es 
enrocar largo, al estilo de Paul 
Morphy: 8.¥g5 ¥e7 9.0–0–0 0–0 
10.¦he1 h6 11.¥h4 ¤e8 12.¥xe7 
£xe7 13.e5. Morphy, P - Harrwitz, 
D. París, 1858. 
 
8...¥e7 9.¤d5 
O bien 9.£d3 0–0 10.¤d4. 
 
9...¥xd5 10.exd5 0–0 11.¥g5 c6 
12.c4 
Era más lógico intentar debilitar 
los peones negros con 12.dxc6 
bxc6 13.£a4. 
 
12...cxd5 13.cxd5 ¦e8 14.¦fe1 a5 
Las negras retiran el peón de la 
casilla atacada para poder mover 
la torre a c8, pero en este caso 
14...a6 era más natural para no 
crear debilidades en las casillas 
blancas del flanco de dama. 
 
15.¦e2 ¦c8? 
Esta jugada no atiende a la cre-
ciente presión que desarrollan las 
piezas blancas, por ello era mejor 
15...h6 16.¥h4 £d7 17.¦ae1 ¥d8, y 
las negras estaríanbien. 
 
16.¦ae1 £d7 
 
17.¥xf6 ¥xf6 
Esta jugada da lugar a una de las 
combinaciones más espectacula-
res de la historia del ajedrez. 
Resulta curioso que esta sea la 
partida más famosa de todas las 
jugadas por Carlos Torre. La triste 
alternativa 17...gxf6 18.g3! habría 
dejado con una gran ventaja a las 
blancas. (Sin embargo, era erró-
neo intentar imponerse de inme-
diato con: 18.¦xe7 £xe7!! 
(18...¦xe7? 19.¦xe7 £xe7 20.£g4+) 
19.¦xe7 ¦c1+, y serían las negras 
quienes se impondrían). 
 
18.£g4! 
El primer intento blanco para des-
viar la dama enemiga de la defen-
sa de la octava línea. 
 
18...£b5 
 
Única para no perder material de 
inmediato. Las negras no pueden 
aceptar el obsequio blanco, pues 
recibirían mate: 18...£xg4 
19.¦xe8+ ¦xe8 20.¦xe8# 
 
19.£c4!! 
Con esta espectacular jugada las 
blancas insisten en desviar la 
dama enemiga. La dama blanca 
sigue siendo intocable. 
 
19...£d7 
De nuevo, esta jugada es forzada 
para no perder material. 
 
20.£c7!! 
Los esfuerzos blancos por ganar 
acceso para sus torres a la casilla 
e8 continúan. La dama blanca 
sigue sin poderse capturar por el 
mate en la última fila. 
20...£b5 
 
20...£a4 tampoco resolvería los 
problemas negros: 21.b3 £b5 
22.a4! ¦f8 23.£xc8! £xe2 
24.£xf8+ ¢xf8 25.¦xe2. 
 
21.a4!! 
Un nuevo y sorprendente recurso, 
las blancas siguen presionando la 
dama enemiga, pero lo curioso es 
que esta jugada no desvía la dama 
negra de la defensa de a8. Nótese 
cómo la inmediata 21.£xb7 per-
dería tras: 21...£xe2 22.¦xe2 ¦c1+ 
¡Con mate en la primera fila! 
 
21...£xa4 22.¦e4!! £b5 
Si 22...h6 23.£xc8! 
 
23.£xb7!! 1–0 
El broche de oro, la lucha por e8 se 
decanta favor de las blancas, por 
lo que las negras incurren en seve-
ras pérdidas materiales. Es muy 
posible que se trate de la combina-
ción más brillante realizada nunca 
por un jugador amateur. Esta par-
tida, sin embargo, es un misterio 
propio del enigmático genio mexi-
cano. De ser cierta la extendida 
-?r?r?k? 
?p?qVlpZpp 
-?-Zp-Sn-? 
Zp-?P?-VL- 
-?-WQ-?-? 
?-?-?N?- 
PZP-?RZPPZP 
?-?-TR-MK- 
-?r?r?k? 
?p?-?pZpp 
-?-Zp-Vl-? 
Zpq?P?-?- 
-?-?-?Q? 
?-?-?N?- 
PZP-?RZPPZP 
?-?-TR-MK- 
-?r?r?k? 
?pWQ-?pZpp 
-?-Zp-Vl-? 
Zpq?P?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?N?- 
PZP-?RZPPZP 
?-?-TR-MK- 
-?r?r?k? 
?pWQ-?pZpp 
-?-Zp-Vl-? 
Zpq?P?-?- 
-?-?R?-? 
?-?-?N?- 
-ZP-?-ZPPZP 
?-?-TR-MK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
68 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
idea en la que se presume que 
Torre adaptó esta brillante 
secuencia para agradecer a E.Z. 
Adams por su apoyo, nos lleva a 
entender la cosmovisión de Carlos 
Torre. En su mundo, valoraba 
algunas cosas más que los resul-
tados competitivos, como por 
ejemplo la lealtad y la belleza. 
 
Cuando echamos un vistazo a la 
trayectoria competitiva de Carlos 
Torre, nos encontramos con una 
vertiginosa sucesión de éxitos, de 
los cuales sus victorias, en los 
campeonatos de Nueva Orleans en 
1922 y de Luisiana en 1923, fueron 
tan solo el inicio. 
 
En 1924, cuando se traslada a 
Nueva York, en busca de enfrentar 
una oposición más fuerte, consi-
gue adaptarse rápidamente al nivel 
de sus nuevos adversarios. 
Comienza con un modesto tercer 
puesto en el campeonato del icóni-
co Club de ajedrez Marshall, pero 
tan solo un mes más tarde, Carlos 
Torre consiguió imponerse en el 
campeonato estatal de Nueva York 
1924. Éxito que le permitiría repre-
sentar a Nueva York en el presti-
gioso Western Championship que 
se celebró en Detroit. 
 
En el Western, un torneo que era 
considerado el Campeonato ofi-
cioso de Estados Unidos, Carlos 
Torre se impuso con mucha auto-
ridad. En aquella época, a diferen-
cia de la actualidad, que un 
muchacho de tan solo 19 años se 
impusiera en tan prestigiosos tor-
neos era una verdadera proeza. 
Por este motivo, el nombre “Carlos 
Torre Repetto” daría, muy pronto, 
la vuelta al mundo. En este senti-
do, el hecho de que la famosa 
revista American Chess Bulletin 
dedicara muchas de sus páginas 
de los tomos de septiembre y octu-
bre de 1924 a los éxitos de Carlos 
Torre, contribuyó de manera espe-
cial a cimentar la creciente fama 
del joven mexicano. Todo esto no 
pasó inadvertido en Europa, los 
pasos de Carlos Torre fueron 
seguidos con gran interés por 
muchos expertos. De manera que 
no fue del todo sorprendente que, 
a principios de 1925, Carlos Torre 
recibiera una invitación, por parte 
del ilustre Dr. Sigbert Tarrasch, 
para participar en el torneo de 
Baden-Baden 1925. 
 
Torre viajó con rumbo al viejo 
continente acompañado de Frank 
Marshall, en un trayecto que esta-
ría lleno de partidas amistosas, en 
las que se dice que nació la defen-
sa mexicana (o Tango de los 
Caballos). Una defensa provocati-
va que conserva un buen grado de 
popularidad en la actualidad. 
 
Marshall, F. – Torre, C. 
Exhibición, 1925 
 
1.d4 ¤f6 2.c4 ¤c6 
La defensa Mexicana guarda pun-
tos de contacto con la Alekhine, se 
provoca a los peones enemigos a 
incursionar en el territorio con-
trario con la intención de atacar-
los más tarde. 
 
3.d5 ¤e5 4.b3 
En vez de realizar esta pasiva juga-
da, las blancas podrían entregar el 
peón c para acelerar su desarrollo 
y estabilizar su dominio territo-
rial, como en el siguiente ejemplo: 
4.¤c3 ¤xc4 5.e4 ¤b6 6.e5 ¤g8 
7.¤f3, según la reciente partida 
Jobava, B (2603) - Sadhwani, R 
(2545). Lichess.org INT, 2020. 
 
4...e6 5.¥b2 ¥b4+ 
 
6.¤d2?? 
El error decisivo, era necesario 
continuar con 6.¥c3, después de lo 
r?lWqk?-Tr 
ZppZpp?pZpp 
-?-?pSn-? 
?-?PSn-?- 
-VlP?-?-? 
?P?-?-?- 
PVL-?PZPPZP 
TRN?QMKLSNR 
JOSÉ GONZÁLEZ 
69ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL
Carlos Torre jugando contra Frank Marshall en el torneo de Moscú de 1925.
FOTO: FACEBOOK CARLOS TORRE REPETTO
que la partida podría haber conti-
nuado con: 6...£e7 7.a3 ¥xc3+ 
8.¤xc3 exd5 9.cxd5 0–0 10.e3 d6 
11.¥e2 c5, y el negro estaría muy 
cómodo. 
 
6...¤e4 7.¥c1 £f6 0–1 
 
Las blancas abandonaron porque 
no pueden evitar grandes pérdi-
das materiales. 
 
Es obvio que esta miniatura fue 
jugada en un ambiente desenfada-
do, pero hay que reconocer que 
ayudaría a engrandecer aún más 
la leyenda de Carlos Torre. 
 
Una vez en Baden-Baden, el mexi-
cano se mostró un tanto temeroso 
en lo ajedrecístico y no pudo jugar 
a su mejor nivel, teniendo que 
conformarse con el décimo puesto 
de 19 participantes. Alekhine mos-
tró su gran calidad al imponerse 
con un punto y medio de ventaja 
sobre su más cercano seguidor, el 
genial Akiba Rubinstein. Aun así, 
el debut de Torre en Europa fue 
muy respetable, pues quedó por 
delante de importantes figuras 
consagradas, como lo eran Réti, 
Spielmann y Tarrasch. 
 
Al terminar Baden-Baden, Carlos 
Torre se dirigió a Mariánské Lázně 
(Marienbad), una famosa ciudad 
balneario ubicada a 170 km de 
Praga. Ahí participaría en otro 
fortísimo torneo, que comenzó a 
los pocos días del final de Baden-
Baden. En este nuevo torneo el 
yucateco pudo reencontrase con-
sigo mismo, desarrollando un aje-
drez interesante que le permitió 
fraguar una excelente actuación: 
ocupó el tercer puesto, entre 16 
participantes, quedando solo por 
detrás de Aaron Nimzowitsch y 
Akiba Rubinstein. 
 
En la siguiente partida, Torre 
enfrenta a uno de los principales 
defensores de la escuela hipermo-
dernista, Richard Réti. Los logros 
de Réti son muy variados, pero en 
aquel momento estarían muy pre-
sentes sus victorias sobre José Raúl 
Capablanca y Alexander Alekhine 
de Nueva York 1924. En el caso de 
Capablanca, esa derrota puso fin a 
8 años de invencibilidad. Réti ade-
más es muy conocido por sus exce-
lentes libros: Nuevas ideas en aje-
drez (1922) y Los grandes maestros 
del tablero (1930). Sus exquisitos 
finales compuestos son muy ins-
tructivos y reconocidos. 
Réti, R. – Torre, C. 
Mariánské Lázne, 1925 
 
1.c4 e5 2.¤f3 e4 3.¤d4 ¤c6 
4.¤xc6 dxc6 5.¤c3 ¤f6 
Con colores cambiados, y un tiem-
po de ventaja para las blancas, 
estamos en la llamada variante 
Rubinstein de la Defensa Siciliana. 
1.e4 c5 2.¤f3 ¤f6 3.e5 ¤d5 4.¤c3 
¤xc3 5.dxc3, etc. 
 
 
r?l?k?-Tr 
ZppZpp?pZpp 
-?-?pWq-? 
?-?PSn-?--VlP?n?-? 
?P?-?-?- 
P?-SNPZPPZP 
TR-VLQMKLSNR 
JOSÉ GONZÁLEZ 
70 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
Participantes en el torneo de Baden-Baden 1925. Carlos Torre es el quinto por la derecha, de pie.
FO
TO
: C
HE
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 N
OT
ES
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ED
W
AR
D 
W
IN
TE
R
6.g3 
Esta no parece ser la mejor 
opción. Era preferible continuar 
con 6.e3, que fue jugada por pri-
mera vez por Mijaíl Botvínnik en 
su partida contra Ilia Kan en 1955, 
y que hoy en día es la especialidad 
del fuerte gran maestro ruso 
Alexander Rakhmanov. 6...¥f5 
7.£b3 £c8 8.h3 h5 9.£c2 £d7 
10.b3 0–0–0 11.a3 h4 12.b4, con 
una posición muy compleja que se 
dio en la partida Rakhmanov, A. 
(2650) - Kotronias, V. (2541). 
Moscú, 2016. 
 
6...¥c5 7.¥g2 ¥f5 8.0–0 0–0 
El control central y fácil desarrollo 
negro compensan con creces sus 
peones doblados. 
 
9.¢h1 
Réti no encuentra la manera de 
continuar con el desarrollo, así 
que se dispone a eliminar el peón 
e negro con f3. 
 
9...£d4 10.£b3 ¦fe8 
Torre continúa con su moviliza-
ción, sin reparar en defender el 
peón b. 
 
11.¤d1 
Continuar moviendo la dama para 
capturar el peón no parecía nada 
recomendable. 11.£xb7 £d7 
12.£b3 h5, y las negras, que pre-
paran ...h4, cuentan con grandes 
posibilidades de ataque. 
 
11...¦ad8 12.¤e3 ¥c8 
 
Mientras Réti no ha podido con-
cluir su desarrollo, Torre cuenta 
con una coordinación de piezas 
envidiable y está listo para incre-
mentar la presión sobre la posi-
ción enemiga. 
 
13.£c2 £e5 
La dama se dirige a h5 para pre-
sionar el enroque enemigo. 
También era digna de considera-
ción 13...h5!? 
 
14.f3 £h5 15.b4 
Parece que Réti se lanza en la bús-
queda de contrajuego con esta 
entrega, pero su intención princi-
pal es desviar al alfil enemigo de la 
diagonal a7–g1, para poder captu-
rar fxe4, ya que jugarlo directa-
mente sería muy malo para la, ya 
de por sí, débil posición blanca: 
15.fxe4 ¥xe3 16.dxe3 ¤g4 17.h3 
¦d6, con una muy peligrosa acu-
mulación de piezas negras en el 
flanco de rey enemigo. 
 
Por otro lado, la continuación 
“normal” 15.b3 se podría haber 
encontrado con una continuación 
muy ingeniosa: 15...£g6, ya que en 
caso de 16.¥b2? las negras ganarí-
an material. (16.f4 es mejor, pero 
las negras seguirían muy bien tras 
16...£h5. Ahora el caballo negro 
dispondrá de la casilla g4 y no 
cabe duda de que la presión negra 
va aumentando a un ritmo acele-
rado) 16...¥xe3 17.dxe3 exf3 
18.£xg6 fxg2+ 19.¢xg2 hxg6, con 
posición ganadora. 
 
15...¥xb4 16.fxe4 £xe2 17.¥f3 
£d3 
Tras el cambio de damas, las blan-
cas tienen la difícil tarea de defen-
der sus muy debilitados peones. 
 
18.£xd3 ¦xd3 19.¥e2 
 
19...¦xd2! 
Esta enérgica entrega dejará a las 
negras con una posición muy pro-
metedora. 
 
20.¥xd2 ¥xd2 21.¤f5 ¤xe4 
Las negras tienen dos peones a 
cambio de la calidad entregada, 
pero sobre todo sus piezas gozan 
de un dominio completo de la 
posición. 
-?lTrr?k? 
ZppZp-?pZpp 
-?p?-Sn-? 
?-Vl-?-?- 
-?PWqp?-? 
?Q?-SN-ZP- 
PZP-ZPPZPLZP 
TR-VL-?R?K 
-?l?r?k? 
ZppZp-?pZpp 
-?p?-Sn-? 
?-?-?-?- 
-VlP?P?-? 
?-?rSN-ZP- 
P?-ZPL?-ZP 
TR-VL-?R?K 
71ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL
“Cartel oficial del documental Torre x Torre” 
(Artegios, 2018). Dirección: Juan Luis Obregon y 
Roberto Garza Angulo.
FO
TO
: F
ILM
AF
FIN
ITY
.CO
M
22.¥d3 g6 23.¤h4 ¥h3 
La pareja de alfiles negros será la 
peor pesadilla de las torres blan-
cas. 
 
24.¤g2 ¤c5 25.¦fd1 
Si 25.¥c2 ¦e2 26.¦g1 ¥c3 27.¦ac1 
g5, con la amenaza de ¥d4. 
28.¥xh7+ (28.¥d1 ¤e4 29.¥xe2 
¤f2#) 28...¢xh7 29.¦xc3 ¤e4 
30.¦f3 ¤f2+ 31.¦xf2 ¦xf2, con una 
abrumadora ventaja negra. 
 
25...¥c3 26.¦ac1 
 
26...¥g4! 27.¦f1 
Las blancas no pueden devolver la 
calidad porque, simplemente, 
quedarían con dos peones de 
menos. 
 
27...¥d2 28.¦c2 ¥a5 29.¤f4 ¤xd3 
30.¤xd3 ¥e2 
Los alfiles terminaron imponien-
do su gran fuerza. ¡Una excelente 
partida de Carlos Torre! 
 
0–1 
 
El siguiente torneo en el que par-
ticiparía Torre fue, sin duda, uno 
los acontecimientos ajedrecísticos 
más importantes del primer cuar-
to del siglo XX, el torneo de Moscú 
1925. En la Rusia postrevoluciona-
ria el ajedrez iba ganando impor-
tancia a pasos agigantados y, en 
este sentido, este torneo fue un 
parteaguas. Fue la primera com-
petición ajedrecística patrocinada 
por un Estado. Once destacados 
invitados, sumados a diez maes-
tros soviéticos, conformarían una 
nómina durísima. 
 
Tras un excelente comienzo, en la 
octava ronda (que era la séptima 
para Torre, por recibir un bye en la 
primera ronda), Carlos Torre se 
convirtió en el líder único con 6.5 
puntos de 7 partidas disputadas, 
tras ganar la siguiente partida: 
Torre, C. – Saemisch, F. 
Moscú, 1925 
 
1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.¥g5 
Esta directa jugada de desarrollo 
es el inicio de lo que más tarde se 
conocería como el Ataque Torre. 
En esta apertura el carácter del 
juego es esquemático, la idea blan-
ca es crear un esqueleto de peones 
firme con d4, e3 y c3 para luego 
continuar con el desarrollo de pie-
zas con ¥d3 y ¤bd2. 
 
Carlos Torre lo practicó con 
mucho éxito. Según las partidas 
disponibles en las bases de datos, 
ganó cuatro partidas e hizo dos 
tablas con el Ataque Torre. En este 
sentido hay que realizar un intere-
sante apunte: cuando sus adversa-
rios respondían a 1.d4 con 1...d5, 
tras 2.¤f3 ¤f6, Torre prefería el 
Gambito de Dama, con 3.c4 sobre 
3.Ag5. La razón es que tras 3.¥g5 
las negras podrían responder con 
la incómoda 3...¤e4. También es 
interesante notar que, tras 1.d4 
¤f6 2.¤f3 g6, Torre contestaba 
invariablemente con 3.¤c3, que 
hoy se conoce como Ataque Barry, 
y no con 3.¥g5, que en la actuali-
dad también se denomina Ataque 
Torre. 
 
3...c5 4.e3 ¤c6 5.¤bd2 b6 6.c3 
¥b7 7.¥d3 cxd4 8.exd4 ¥e7 9.¤c4 
Amenaza ¥xf6 para entrar en d6 
con el caballo. 
 
9...£c7 10.£d2 ¦c8 11.0–0 h6 
12.¥f4 d6 
Después de este orden de jugadas 
un tanto extraño, las blancas están 
un poco mejor en una posición 
que recuerda mucho al Sistema 
Londres. Estos dos sistemas guar-
dan importantes puntos de con-
tacto. 
 
13.¦fe1 ¤d8 
Con esta incómoda jugada, 
Saemisch amenaza ...¥xf3, con lo 
que pretende forzar el movimien-
to de la dama blanca a e2 o d1, 
para de esta manera poder enro-
car. Hacerlo directamente sería 
perdedor por la entrega en h6: 
13...0–0? 14.¥xh6 gxh6 15.£xh6, 
seguido de ¤g5 y ¦e3. 
 
14.£d1 ¤d5 15.¥g3 0–0 
 
16.¤h4? 
La posición blanca es muy cómo-
da pero sus posibilidades de ata-
que son escasas, por ello era mejor 
continuar con 16.a4 para evitar 
...b5 y continuar, en un momento 
dado, con a5. 
-?rSn-Trk? 
ZplWq-VlpZp- 
-Zp-Zpp?-Zp 
?-?n?-?- 
-?NZP-?-? 
?-ZPL?NVL- 
PZP-?-ZPPZP 
TR-?QTR-MK- 
-?-?r?k? 
ZppZp-?p?p 
-?p?-?p? 
?-Sn-?-?- 
-?P?-?-? 
?-VlL?-ZPl 
P?-?-?NZP 
?-TRR?-?K 
JOSÉ GONZÁLEZ 
72 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
A medida que su periplo 
europeo avanzaba, el juego de 
Carlos Torre ganaba en 
confianza y ambición.
16...g5!? 17.£h5 ¢g7?? 
Un grave error, que le costará caro 
al maestro alemán. La partida 
podría haberse encaminado hacia 
las tablas tras 17...gxh4! 18.£xh6 
f5!, y las blancas no tendrían más 
que jaque perpetuo. 
 
18.¦xe6! 
Tras esta potente jugada, la posi-
ción negra se desmorona. 
 
18...¤xe6 
La captura con peón permitiría 
mate en dos: 18...fxe6 19.£g6+ 
¢h8 20.£h7# 
 
19.¤f5+ ¢g8 20.¤xh6+ 1–0 
Y las negras se rindieron ante la 
inminente derrota. 
 
En la siguiente ronda, Carlos Torre 
cayó derrotado ante quien a la 
postre resultaría el campeón del 
torneo, Efim Bogoljubov. Aun así, 
el mexicano fue capaz de mante-
nerse en contención cerca del 
puntero durante muchas rondas. 
 
Creo que no es exagerado decir 
que la siguiente partida represen-
ta el momento cumbre de la carre-
ra de Carlos Torre Repetto. 
Torre, C. – Lasker, E. 
Moscú, 1925 
 
1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.¥g5 c5! 4.e3 
cxd4 5.exd4 ¥e7 6.¤bd2 d6 7.c3 
¤bd7 8.¥d3 b6 9.¤c4 
En las posiciones que se presentan 
en esta variante predomina el 
juego de maniobra. En la presente 
configuración de peones existen 
escasas posibilidades de realizar 
rupturas de peones con las blancas.Un par de rondas más tarde, en su 
partida contra Grünfeld, Torre 
prefirió enrocar con 9.0–0, pero 
tampoco obtuvo ventaja: 9...¥b7 
10.¦e1 0–0 11.¤f1 (62 años más 
tarde, Borís Spaski jugó la línea 
que parece más prometedora para 
las blancas: 11.a4 a6 12.¤c4 ¦e8 
13.¤fd2 £c7 14.f4 ¥f8 15.¦e3 g6 
16.£f1 ¥g7 17.¦h3 b5 18.¤e3 ½–½ 
(18) Spaski, B (2605) - Daml -
janovic, B (2470). Nueva York, 
1987) 11...¦e8 12.¤g3 £c7 13.¥c2 
¤f8 14.£d3 ¦ac8 15.¦ad1 ¤d5 
16.¤h5 ¤b4! Buena jugada, que 
debilita seriamente el flanco de 
dama blanco. 17.cxb4 £xc2 
18.¥xe7 £xd3 19.¦xd3 ¦xe7. En 
esta posición el negro está mejor, 
pero Torre consiguió llevar la 
partida hacia las tablas sin 
muchas dificultades. 
 
9...¥b7 10.£e2 £c7 11.0–0 0–0 
12.¦fe1 
Una jugada natural de desarrollo, 
pero creo que las blancas podrían 
haber tenido mejores posibilida-
des con 12.¤e3. La idea es quitar-
le fuerza o evitar la molesta 
...¤d5. 12...¦fe8 13.¤d2. Las blan-
cas encaminan su caballo hacia el 
flanco de dama, mientras habili-
tan un posible f4. 13...¥f8 14.a4, 
con una posición interesante, en la 
que las blancas se preparan para 
jugar a4–a5. 
 
12...¦fe8 
Con esta útil jugada, Lasker 
refuerza su posición defendiendo 
el alfil e7, permitiendo ...¤d5 y 
habilitando maniobras como 
...¥f8, ...g6 y ...¥g7, así como 
...¤f8-g6. Ahora Torre cuenta con 
muchas alternativas, pero ningu-
na parece ofrecerle opciones de 
luchar por la iniciativa. 
 
13.¦ad1 
Tengo la impresión de que esta y la 
siguiente jugada son la raíz de los 
futuros problemas blancos. Era 
mejor continuar con 13.¤fd2!? 
¤d5 14.¥xe7 ¦xe7 15.£g4 b5 
16.£h4 ¤f8 17.¤e3, y las blancas 
hubieran obtenido una posición 
muy razonable. 
 
13...¤f8 14.¥c1?! 
Aunque esta jugada tiene un doble 
propósito (libera la casilla g5, para 
llevar el caballo al ataque y evita el 
cambio de alfiles de casillas 
negras), creo que la clave de la 
posición radica en controlar la 
casilla d5. 
-?rSn-Tr-? 
ZplWq-VlpMk- 
-Zp-Zpp?-Zp 
?-?n?-ZpQ 
-?NZP-?-SN 
?-ZPL?-VL- 
PZP-?-ZPPZP 
TR-?-TR-MK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
73ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL
Vista parcial de la presentación del torneo de Moscú 1925.
FOTO: SOVIET CHESS HISTORY
Por todo ello, las blancas debían 
jugar 14.¤e3! ¤d5 15.¤xd5 ¥xd5 
16.¥xe7 ¦xe7 17.c4 ¥b7 18.£e3, 
con una posición equilibrada. 
 
14...¤d5 15.¤g5 
 
15...b5! 
Con esta jugada se exponen clara-
mente los problemas de la posi-
ción blanca. Ahora su caballo debe 
alejarse del centro, ya que de reti-
rarse a d2 o e3 dejarían el caballo 
en g5 indefenso. 
 
16.¤a3 b4! 
Lasker aprovecha la oportunidad 
para dañar la estructura de peo-
nes blanca. 
 
17.cxb4 ¤xb4 18.£h5!? 
Carlos Torre se embarca en una 
situación de todo o nada; dada la 
debilidad de la estructura de peo-
nes blanca, luchar por cambiar el 
carácter de la partida generando 
complicaciones resulta un enfo-
que muy razonable. En especial, 
desde el punto de vista práctico. 
 
18...¥xg5 19.¥xg5 ¤xd3 20.¦xd3 
£a5! 
 
Lasker no cree en las posibilidades 
de ataque enemigas y, con esta 
doble amenaza (21...Dxe1# y 
21...h6), se dispone a ganar mate-
rial. 
 
21.b4! 
La partida se agudiza, y con esta 
jugada Carlos Torre obliga a su 
adversario a entrar de lleno en las 
complicaciones. 
 
21...£f5 
La jugada más incisiva. Lasker 
gana tiempo atacando la torre 
blanca y se prepara para aprove-
char la clavada del alfil blanco con 
h6 o f6. Debe haber sido muy difí-
cil para Lasker decidirse entre la 
jugada de la partida y la natural 
centralización de la dama negra. 
21...£d5 22.¦g3 h6 23.¥f6 ¤g6! 
24.£xd5 ¥xd5 25.h4 h5 26.¥g5 
¦eb8, y las negras gozarían de 
clara ventaja. 
 
22.¦g3 
 
22...h6? 
El inventivo juego de Carlos Torre 
logró confundir al veterano 
excampeón mundial. 
 
Las negras podían haber ganado 
pieza y neutralizado las agresivas 
intenciones blancas con la 
siguiente secuencia defensiva: 
22...f6! 23.¤c4 ¦e7!! Esta fantástica 
jugada defensiva daba ventaja a 
las negras. Desde e7 la torre prote-
ge simultáneamente el ¥b7 y el 
punto g7, evitando los temas tácti-
cos que se presentarán en la parti-
da. 24.¤xd6 (24.¤e3 £b5) 
24...£d5, y las blancas, que no 
pueden evitar la pérdida del ¥g5, 
no tienen compensación por el 
déficit material. 
 
23.¤c4 £d5?? 
Lasker está siendo superado por 
Torre en las complicaciones. Con 
esta jugada deja escapar su última 
oportunidad para no quedar per-
dido: 23...hxg5 24.¤xd6, y ahora 
las negras deben resignarse a 
entrar en un final igualado con 
24...£g6 25.£xg6 ¤xg6 26.¤xb7 
¦eb8 27.¤c5 ¦xb4 28.¦xg5 ¤f4. 
 
24.¤e3! £b5?! 
Aunque la posición negra está 
objetivamente perdida, existen 
mayores posibilidades prácticas 
tras: 24...£xd4 25.¦d1! £e4 
26.¥xh6 ¤g6 27.¥g5 ¤f4 28.¥xf4 
£xf4 29.¦h3 £h6 30.£b5. 
r?-?rSnk? 
Zpl?-?pZpp 
-?-Zpp?-? 
?-?-?qVLQ 
-ZP-ZP-?-? 
SN-?-?-TR- 
P?-?-ZPPZP 
?-?-TR-MK- 
r?-?rSnk? 
Zpl?-?pZpp 
-?-Zpp?-? 
Wq-?-?-VLQ 
-?-ZP-?-? 
SN-?R?-?- 
PZP-?-ZPPZP 
?-?-TR-MK- 
r?-?rSnk? 
ZplWq-VlpZpp 
-Zp-Zpp?-? 
?-?n?-SN- 
-?NZP-?-? 
?-ZPL?-?- 
PZP-?QZPPZP 
?-VLRTR-MK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
74 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
La famosa película muda “Chess 
fever” grabó escenas del torneo de 
Moscú y alguno de sus participantes, 
(como Capablanca), tuvieron un papel 
activo en el film.
FO
TO
: C
HE
SS
 N
OT
ES
 - 
ED
W
AR
D 
W
IN
TE
R
 
Haber llegado a esta posición 
representa un premio al ingenio y 
carácter luchador de Carlos Torre. 
La belleza de la secuencia forzada 
que sigue, representó para el 
mexicano un pase directo a la 
inmortalidad. 
 
25.¥f6!! £xh5 26.¦xg7+ ¢h8 
Ahora las blancas pueden aprove-
char la fuerza del jaque a la descu-
bierta para ganar material impu-
nemente. 
 
27.¦xf7+ ¢g8 28.¦g7+ ¢h8 
29.¦xb7+ ¢g8 30.¦g7+ ¢h8 
31.¦g5+! 
Parece mejor rechazar el peón 
negro en a7, para no abrir la 
columna a para la torre negra. 
 
31...¢h7 32.¦xh5 ¢g6 33.¦h3 
¢xf6 34.¦xh6+ ¢g5 35.¦h3 
 
El resultado del “molino” de 
Carlos Torre es una ventaja mate-
rial abrumadora para las blancas. 
El resto de la partida es pura iner-
cia y no requiere comentarios. 
 
35...¦eb8 36.¦g3+ ¢f6 37.¦f3+ 
¢g6 38.a3 a5 39.bxa5 ¦xa5 40.¤c4 
¦d5 41.¦f4 ¤d7 42.¦xe6+ ¢g5 
43.g3 
 
1–0 
 
Aunque tras esta partida Torre se 
ubicó en la segunda posición, 
comenzó a perder fuerza y no 
pudo reencontrarse con la victoria 
hasta la penúltima ronda. 
 
La siguiente brillante partida fue 
muy importante para que Torre 
mejorara su clasificación final en 
Moscú 1925. 
Torre, C. – Verlinsky, B. 
Moscú, 1925 
 
1.d4 ¤f6 2.¤f3 b6 3.¥g5 ¥b7 
4.¤bd2 d5 5.e3 ¤bd7 6.¥d3 e6 
Tras un orden de jugadas un tanto 
diferente a lo habitual, estamos en 
una de las posiciones comunes del 
Ataque Torre. 
 
En esta partida, podremos presen-
ciar uno de los esquemas de ata-
que más peligrosos a disposición 
del blanco en el Ataque Torre, que 
sería muy imitado en el futuro por 
los jugadores de blancas. 
 
7.¤e5 a6 8.f4 
Un esquema de ataque idéntico al 
que utilizaba Pillsbury en el 
Gambito de Dama. 
 
8...¥e7 9.0–0 c5 10.c3 0–0 11.£f3 
 
El control de la casilla e4 es funda-
mental para las blancas en estas 
posiciones, la idea es evitar la sim-
plificadora ...¤e4. Ahora, las blan-
cas se preparan para continuar 
con f5 seguido de fxe6 y £h3. 
 
11...¤xe5 
Este comprensible intento de sim-
plificar abre la columna f para las 
torres blancas. Las negras no pue-
den evitar f5 con 11...g6, ya que 
después de 12.¥h6 ¦e8 13.f5 exf5 
14.¥xf5, el ataque blanco en la 
columna f sería decisivo. Posi -
blemente la mejor defensa era 
11...¤e8, aunque en ese caso las 
blancas contarían con un intere-
sante sacrificio: 12.¥xh7+ ¢xh7 
13.£h5+ ¢g8 14.¥xe7 £xe7 
15.¦f3, y a las negras les cuesta 
mucho enfrentar el ataque directo 
¦h3, £h8. 15...¤ef6 16.£h4 ¦fd8, 
preparando el camino para des-
alojar al monarca negro. 17.¦g3! 
Tras evitar ...¢f8, a la que seguiría 
£h8 y £xg7, las blancas se prepa-
ran para traer más efectivos en 
contra del monarca enemigo con 
¤df3–g5 y ¦f1. 
 
12.fxe5 ¤d7 
A las negras no les convenía conti-
nuar con 12...¤e4? 13.¥xe7¤xd2 
(13...£xe7 14.¤xe4 dxe4 15.¥xe4 
¥xe4 16.£xe4) 14.£h3, porque las 
blancas ganarían de inmediato. 
 
13.£h3 g6 14.¥h6 c4 
El maestro ruso acepta entregar la 
calidad, ya que en caso de 14...¦e8 
r?-Wq-Trk? 
?l?nVlpZpp 
pZp-?pSn-? 
?-ZppSN-VL- 
-?-ZP-ZP-? 
?-ZPLZPQ?- 
PZP-SN-?PZP 
TR-?-?RMK- 
r?-?rSn-? 
Zp-?-?-?- 
-?-Zpp?-? 
?-?-?-Mk- 
-ZP-ZP-?-? 
?-?-SN-?R 
P?-?-ZPPZP 
?-?-TR-MK- 
r?-?rSnk? 
Zpl?-?pZp- 
-?-Zpp?-Zp 
?q?-?-VLQ 
-ZP-ZP-?-? 
?-?-SN-TR- 
P?-?-ZPPZP 
?-?-TR-MK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
75ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL
La victoria de Carlos Torre 
frente a Lasker marca el cénit 
de la corta carrera del genial 
jugador mexicano.
hubiera perdido estrepitosamente 
tras: 15.¦xf7 ¢xf7 16.¦f1+ ¢g8?, 
que lleva al jaque mate de manera 
forzada: (16...¥f6 17.exf6, seguido 
de ¤f3 y ¤g5) 17.£xe6+ ¢h8 
18.¥g7+ ¢xg7 19.¦f7+ ¢h8 
20.¦xh7+ ¢xh7 21.£xg6+ ¢h8 
22.£h7, mate. 
 
15.¥c2 b5 16.¦f2 £b6 17.¦af1 f5 
18.exf6 
Una vez más, Torre rechaza la 
ganancia de material para mante-
ner al máximo sus posibilidades 
de ataque. En su lugar, abre la 
posición para que sus piezas pue-
dan aprovechar todo su potencial. 
 
18...¦xf6 19.¤f3 ¦e8 20.£g3 
La dama cede el paso al peón h, 
pues el nuevo objetivo blanco es el 
peón negro en g6. 
 
20...¤f8 21.¤e5 
Las amenazas blancas van cre-
ciendo jugada a jugada y las 
negras tienen muchas dificultades 
para frenarlas por la crónica debi-
lidad de su monarca. 
 
21...£d8 22.h4 ¦f5 
 
Ante la creciente presión blanca, 
las negras buscan sus posibilida-
des en las complicaciones, se pre-
paran para jugar ¥xh4. 
 
23.¥xf5 
Torre es incrédulo y acepta el reto 
gustoso… 
 
23...¥xh4 24.¥xg6! 
La jugada más enérgica, pero no la 
única solución disponible para las 
blancas: la elegante 24.¥h3 ¥xg3 
25.¦xf8+ ¦xf8 26.¥xe6+ también 
ganaba. 
 
24...¥xg3 25.¥f7+ ¢h8 26.¥xe8 
¥xf2+ 27.¦xf2 
Las negras no pueden hacer nada 
para evitar grandes pérdidas 
materiales, por lo que decidieron 
abandonar. 
 
1–0 
 
La excelente actuación de Carlos 
Torre en tan importante torneo 
llevó a muchos a presagiar un 
futuro brillante para el joven 
maestro mexicano, a quien 
muchos veían como un firme can-
didato a competir por el título 
mundial. 
 
Después del torneo de Moscú, 
Carlos Torre paso una temporada 
en Rusia. Especialmente fructífera 
resultaría su estancia en San 
Petersburgo, en donde a propuesta 
del profesor Konstatin Derzavin, 
escribió “El desarrollo de la habili-
dad en el ajedrez”, libro en el que 
explica algunas de sus partidas a 
modo de conversación, no analíti-
co, y en el que comparte algunos 
valiosos consejos para quien 
busca mejorar en ajedrez: 
—“(…) El desarrollo de nuestra 
habilidad no consiste en que lle-
guemos a ser conocedores de las 
aperturas y diestros en los finales, 
porque no hay desarrollo sin 
armonía. 
 
En consecuencia, para desarrollar 
nuestra habilidad, debemos empe-
ñarnos primordialmente en jugar 
todas las partes del juego igual-
mente bien; esto es «en jugar aje-
drez»”. 
 
En San Petersburgo Torre también 
participaría en un cuadrangular 
contra jugadores locales en el que 
obtendría un resultado modesto. 
 
De regreso al continente america-
no, en 1926 Torre pasó unos meses 
en México, en donde realizó una 
gira por distintos estados de la 
república, en la cual también visi-
taría su natal Mérida. 
 
En la ciudad de México participó 
en el campeonato nacional, que se 
disputó en un cuadrangular a 
doble vuelta, que pudo dominar 
sin dificultad: ganó las seis parti-
das que disputó. Después de este 
dulce reencuentro con su patria, 
en agosto de 1926 volvió a Estados 
Unidos para participar en un tor-
neo en el que jugarían los mejores 
jugadores estadounidenses del 
momento y que se disputaría en 
Chicago del 21 de agosto al 2 de 
septiembre. 
 
En aquel tiempo, Carlos Torre 
estaba modelando su estilo de 
juego, iba realizando algunos ajus-
tes en su repertorio de aperturas. 
Con blancas había abandonado su 
antigua jugada inicial favorita, 
1.e4, para jugar exclusivamente 
1.d4 o, de vez en cuando, 1.¤f3. 
Con negras estaba incorporando 
con éxito defensas como la 
Grünfeld, la India de Rey y la 
defensa Alekhine. Con esta última 
tuvo un verdadero idilio, obte-
niendo 5 victorias sobre 5 partidas 
jugadas, que comenzó en su victo-
ria contra Zubarev en Moscú 1925 
y que concluyera con la partida 
que muestro a continuación. 
 
r?-Wq-Trk? 
?l?nVlp?p 
pZp-?p?pVL 
?-?pZP-?- 
-?pZP-?-? 
?-ZPLZP-?Q 
PZP-SN-?PZP 
TR-?-?RMK- 
-?-WqrSnk? 
?l?-Vl-?p 
p?-?p?pVL 
?p?pSNr?- 
-?pZP-?-ZP 
?-ZP-ZP-WQ- 
PZPL?-TRP? 
?-?-?RMK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
76 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
Showalter, J. – Torre, C. 
Chicago, 1926 
 
1.e4 ¤f6 2.e5 ¤d5 3.d4 d6 4.¥c4 
¤b6 5.¥b3 dxe5 6.£f3 
La jugada principal en esta línea 
es 6.£h5 e6 7.dxe5 a5 8.a4 ¤a6 
9.c3? ¤c5 10.¥c2 ¤d3+ 11.¥xd3 
£xd3, y la ventaja negra resultó 
aplastante en la partida 
Bodnaruk, A (2463) - Goryach -
kina, A (2460). Sochi, 2016. 
 
6...e6 7.dxe5 ¤c6 8.£g3 a5 
Con este avance, Torre no solo se 
propone molestar al alfil blanco, 
su objetivo es conseguir algo de 
espacio en el flanco de dama y 
conquistar casillas para sus caba-
llos. Otra alternativa jugable es 
8...£d4 9.¤f3 £e4+ 10.¥e3 ¤d5, 
con posición complicada. 
 
9.c3 
O bien 9.a4 ¤d4. 
 
9...a4 10.¥c2 ¤c4 11.¤f3 £d5 
El conflicto está servido, las 
negras han decidido eliminar el 
peón central blanco a costa de per-
der tiempo en el desarrollo de sus 
piezas. 
 
12.0–0 
 
 
12...¤4xe5? 
Era mejor capturar con el otro 
caballo, la continuación de Torre 
parece más sólida porque el caba-
llo que no se cambia queda defen-
dido por un peón en c6 y no inde-
fenso en c4. 12...¤6xe5 13.¤xe5 
£xe5 14.¥f4 £c5, y aquí vemos 
que existe una importante diferen-
cia, pues el peón c negro no puede 
ser capturado: 15.¥xc7? e5! 
 
13.¤xe5 £xe5 14.¥f4 £h5 
La idea del comentario anterior no 
es efectiva aquí. Tras 14...£c5 
15.¥xc7 e5, al no estar tocado su 
alfil las blancas cuentan con tiem-
po suficiente para acudir en su 
ayuda, como queda claro en la 
siguiente variante: 16.¤d2 ¢d7 
17.¤e4 £b5 18.¥d6! ¥xd6 
19.¦ad1, con posición ganadora 
para las blancas. 
 
r?l?kVl-Tr 
?pZp-?pZpp 
-?n?p?-? 
?-?qZP-?- 
p?n?-?-? 
?-ZP-?NWQ- 
PZPL?-ZPPZP 
TRNVL-?RMK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
77ESTRELLA FUGAZ DEL AJEDREZ MUNDIAL
N NOMBRE PAÍS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 PTS
1 Bogoljubov URSS  ½ 0 ½ 1 1 0 ½ 1 1 ½ 1 1 ½ 1 1 1 1 1 1 1 15,5
2 Lasker GER ½  ½ 1 ½ 0 ½ 1 ½ 1 1 1 1 1 0 ½ 1 ½ ½ 1 1 14,0
3 Capablanca CUB 1 ½  1 1 ½ ½ ½ ½ 0 1 0 ½ ½ ½ ½ 1 1 1 1 1 13,5
4 Marshall USA ½ 0 0  ½ 0 1 1 ½ 0 1 1 1 1 1 1 ½ 0 ½ 1 1 12,5
5 Tartakower POL 0 ½ 0 ½  ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 1 1 ½ 1 1 ½ ½ ½ ½ 12,0
6 Torre MEX 0 1 ½ 1 ½  ½ 0 ½ ½ 0 1 ½ ½ 1 ½ 0 1 1 1 1 12,0
7 Réti CSK 1 ½ ½ 0 0 ½  1 0 1 1 ½ 0 ½ ½ 1 1 ½ 1 ½ ½ 11,5
8 Romanovsky URSS ½ 0 ½ 0 ½ 1 0  1 0 ½ 1 0 0 1 1 1 ½ 1 1 1 11,5
9 Grünfeld AUT 0 ½ ½ ½ ½ ½ 1 0  1 ½ ½ ½ 0 ½ 1 1 ½ ½ ½ ½ 10,5
10 Ilyin-Genevsky URSS 0 0 1 1 ½ ½ 0 1 0  ½ 0 1 ½ 0 ½ 1 ½ ½ 1 1 10,5
11 Bogatyrchuk URSS ½ 0 0 0 ½ 1 0 ½ ½ ½  ½ ½ 1 ½ 1 ½ ½ ½ ½ 1 10,0
12 Verlinsky URSS 0 0 1 0 0 0 ½ 0 ½ 1 ½  1 1 1 ½ 0 1 ½ 1 0 9,5
13 Spielmann AUT 0 0 ½ 0 0 ½ 1 1 ½ 0 ½ 0  1 1 ½ ½ 1 ½ 0 1 9,5
14 Rubinstein POL ½ 0 ½ 0 0 ½ ½ 1 1 ½ 0 0 0  1 0 0 1 1 1 1 9½
15 Levenfish URSS 0 1 ½ 0 ½ 0 ½ 0 ½ 1 ½ 0 0 0  1 1 ½ ½ 1 ½ 9,0
16 Rabinovich URSS 0 ½ ½ 0 0 ½ 0 0 0 ½ 0 ½ ½ 1 0  1 ½ 1 1 1 8,5
17 Yates ENG 0 0 0 ½ 0 1 0 0 0 0 ½ 1 ½ 1 0 0  1 ½ 0 1 7,0
18 Sämisch GER 0 ½ 0 1 ½ 0 ½ ½ ½ ½ ½ 0 0 0 ½ ½ 0  0 1 0 6,5
19 Gotthilf URSS 0 ½ 0 ½ ½ 0 0 0 ½ ½ ½ ½ ½ 0 ½ 0 ½ 1  0 ½ 6,5
20 Duz-Khotimirsky URSS 0 0 0 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 1 0 0 0 1 0 1  1 6,0
21 Zubarev URSS 0 0 0 0 ½ 0 ½ 0 ½ 0 0 1 0 0 ½ 0 0 1 ½ 0  4,5
Torneo internacional de Moscú · 10 noviembre a 8 diciembre 1925 · Moscú (Antigua Unión Soviética)
15.¤a3 f6 16.¥xc7 e5 17.¤c4 
 
Las blancas cuentan con una 
importante ventaja de desarrollo, 
mientras que las negras no cuen-
tan con una solución fácil para 
mejorar la seguridad de su monar-
ca y la coordinación general de suspiezas. 
 
17...¥f5 18.¥xf5 £xf5 19.¤d6+? 
El cinco veces campeón de 
Estados Unidos se embarca en una 
combinación fallida, que le hace 
perder su ventaja. Era apropiado 
continuar con 19.¤b6! ¦a6 
20.¦ad1, con una importante ven-
taja blanca. Las negras tienen difi-
cultades para completar el des-
arrollo por la molesta presión de 
la dama blanca sobre el punto g7. 
19...¥xd6 20.£xg7 
 
La dama blanca cae en la trampa. 
En caso de 20.¥xd6 ¢f7, seguido 
de ...¦hd8, y las negras tendrían 
una excelente posición. 
 
20...¥f8! 21.£xh8 ¢f7! 
Las blancas no cuentan con recur-
sos para liberar a su dama, por lo 
que perderán material. 
 
22.h3 ¦e8 23.g4 £g6 24.¦ad1 ¥e7 
25.£xe8+ ¢xe8 
Y el blanco abandonó. 
 
0–1 
 
En Chicago, Carlos Torre comenzó 
con una derrota contra Charles 
Jaffe, pero consiguió remontar 
jugando un buen ajedrez que le 
permitió derrotar a Géza Maróczy 
y a Frank Marshal. 
 
Llegó a la última ronda con medio 
punto de ventaja sobre su más 
cercano perseguidor, pero trope-
zó en el momento decisivo jugan-
do con blancas contra Edward 
Lasker. Torre tuvo que confor-
marse con la segunda plaza tras 
Frank Marshall. 
 
Nadie podría haber sospechado 
que este habría sido el último tor-
neo en que participara esta gran 
promesa del ajedrez mundial. 
 
Tras su retorno a Nueva York, 
Carlos Torre sufrió un colapso 
nervioso. Se dice que perdió la 
conciencia y, al recobrarla, ya esta-
ba de camino a México. Todo 
había terminado, de ahí en ade-
lante su vida cambiaría de manera 
radical. Este episodio representa el 
principal enigma de la vida de 
Carlos Torre, ¿qué le pasó en reali-
dad? ¿Por qué volvió a México? 
Esas preguntas no tienen una 
única respuesta, existen muchas 
versiones, pero ninguna es acepta-
da del todo. Lo que sí es seguro es 
que Torre ya no volvería a ser 
quien fue, ya que estaba aquejado 
por un mal del cual su diagnóstico 
no fue conocido y cuyo tratamien-
to no fue exitoso. 
 
Carlos Torre nunca volvió a parti-
cipar en un torneo de ajedrez y 
murió en Mérida, Yucatán, a los 73 
años. 
BIBLIOGRAFÍA 
 
Vida y partidas de Carlos Torre, ▪
Gabriel Velasco, Editorial 
Incaro, 1993. 
Desarrollo de la habilidad en el ▪
ajedrez, Carlos Torre, Editorial 
Grabo, 1944.
r?l?kVl-Tr 
?pVL-?-Zpp 
-?n?-Zp-? 
?-?-Zp-?q 
p?N?-?-? 
?-ZP-?-WQ- 
PZPL?-ZPPZP 
TR-?-?RMK- 
r?-?k?-Tr 
?pVL-?-WQp 
-?nVl-Zp-? 
?-?-Zpq?- 
p?-?-?-? 
?-ZP-?-?- 
PZP-?-ZPPZP 
TR-?-?RMK- 
JOSÉ GONZÁLEZ 
78 CARLOS TORRE REPETTO (1904-1978)
Carlos Torre en su partida contra Géza Maróczy (Chicago, 1926).
FO
TO
: F
AC
EB
OO
K C
AR
LO
S T
OR
RE
 R
EP
ET
TO
794 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO
4 peones vs. 3 en el mismo flanco
MI Diego Adla
FINALES DE TORRES
Durante la disputa del 
último Wijk aan Zee 
(¡qué gran noticia, 
poder analizar parti-
das a ritmo lento! ¿Estás saturado 
de las rápidas?), el gran maestro 
español David Antón defendió con 
gran habilidad y, creo yo, conoci-
miento, el famoso final de torres 
de 4 peones contra 3 en el mismo 
flanco contra el polaco Wojtasek. 
Esta posición me produjo varios 
recuerdos porque, hacía unos 
años, había estudiado otra partida 
de David Antón con este final, 
donde llevaba los 4 peones y ganó. 
Entrenando este final con buenos 
jugadores que no lo habían traba-
jado, me encontré que muchas 
veces podía ganar con los 4 peo-
nes, dadas las erráticas defensas 
intuidas por mis compañeros. 
Entendí que era necesario estudiar 
los conceptos de la defensa y cono-
cer algunos temas típicos que, 
aunque sencillos, son imprescindi-
bles para no ir equivocado. 
 
Hay que saber que en el final de 
partida los errores son práctica-
mente insalvables, estoy convenci-
do por ello de que el final es la 
parte más táctica de la partida. Por 
tanto, la idea de este artículo será 
brindar planes, consejos y tácticas 
típicas de este final, sin pretender 
que sea un tratado teórico, para 
ello ya está detallado en diferentes 
manuales de técnica. Los concep-
tos de la defensa, que Antón aplica 
con precisión, son los siguientes: 
 
Cambiar peones, pero no torres. 1
Fortaleza con una base débil 2
(f7). 
La torre defensora ataca peones 3
para inmovilizar al rey contra-
rio (lateral o desde atrás). 
Proceder a simplificaciones 4
cada vez que sea posible. 
Con menos peones, el refugio 5
del rey atacante tiende a debili-
tarse y la defensa puede usar 
jaques y clavadas para impedir 
el progreso. 
 
Como veremos en los ejemplos 
siguientes, el bando atacante 
puede elegir diferentes formas 
para desplegar el 4 contra 3. 
Localizaremos diferentes momen-
tos y trataremos de saber lo sufi-
ciente para defender el final si nos 
toca el peón de menos, y para bus-
car posibilidades ganadoras si nos 
toca ser el peón de más. La defensa 
debe saber que es necesario ir gra-
bando en la mente las distintas 
estructuras que van quedando con 
los cambios. Es decir, tener el 
mejor conocimiento posible del 3 
contra 2, 2 contra 1, 1 contra 0 y 
unas cuantas veces es posible 
hacer tablas 2 contra 0. 
 
Comenzaremos por la partida 
mencionada, en la que las negras 
proceden a una simplificación 
para alcanzar una de las posicio-
nes deseadas, un 2 contra 1 que es 
tablas seguras si aplicas el correc-
to método defensivo enseñado por 
Antón. 
Wojtaszek, R - Antón, D 
Tata Steel Masters, 2021 [R1] 
 
26...cxd4! 
-Tr-?-?k? 
Zpr?nVlpZp- 
-Wq-?-?-Zp 
?-Zpp?-?- 
-?-ZP-?-? 
?P?QVL-ZP- 
-?-SNPZP-ZP 
TR-TR-?-MK- 
D
DIEGO ADLA 
80 FINALES DE TORRES
Empecé por esta posición para 
mostrar la importancia de conocer 
finales, aquí veremos como una 
continuación forzada ayuda a las 
negras a disminuir el riesgo de 
perder en un medio juego azaroso. 
 
27.¥xd4 ¥c5 28.¥xc5 ¤xc5 
29.£xd5 ¤xb3! 
La mejor, esta continuación obliga 
a llegar al final con el cambio de 
una torre, lo cual favorece a la 
defensa. 
 
30.¤xb3 £xb3 31.£xb3 ¦xb3 
32.¦xa7 ¦b1! 
No interesa a las negras permitir 
que las torres blancas se doblen en 
la séptima fila, pues aunque ese 
final sea tablas, es más difícil de 
defender. 
 
33.¦xb1 ¦xb1+ 34.¢g2 
 
34...h5! 
Una famosa clave de este final. Las 
negras realizan la estructura de 
peones f7, g6 y h5. Cada vez que las 
blancas quieran avanzar con sus 
infantes, las negras cambiarán 
peones, acercándose a finales teó-
ricos con peón de menos, donde la 
fortaleza negra se sostiene. 
 
35.¢f3 g6 36.h4 
Las blancas eligen esta formación 
de peones, que también veremos 
en la partida siguiente, Keres - 
Petrosian. 
 
36...¢g7 
Aunque parece muy natural, tiene 
un objetivo claro, evitar la inva-
sión del rey blanco hasta f6 o qui-
zás h6. 
 
37.e4 ¦b3+ 38.¢f4 ¦b2 39.f3 
 
39...¦b4!? 
Veremos cómo, casi permanente-
mente, Antón elige el método 
defensivo de la clavada. Al limitar 
la movilidad del peón e, las negras 
se despreocupan del posible ata-
que blanco e5–e6. 
 
40.¦a5 ¢f6 41.g4 hxg4 42.¢xg4 
¦b1 
Un clásico, el rey blanco está más 
expuesto y la torre negra se ubica 
para molestar desde atrás o desde 
el lado. 
 
43.h5 ¦g1+ 44.¢f4 gxh5 45.¦xh5 
¦a1 46.¦h6+ ¢g7 47.¦d6 ¦a3 
Limitando la movilidad del rey 
blanco 
 
48.e5 ¦a4+ 49.¢f5 ¦a3 50.f4 
 
50...¦a5! 
Nuevamente el método de la clava-
da, inmovilizando el peón e. 
51.¢g5 ¦b5 52.¦d7 ¦a5 53.¢g4 
Amenazando e6. 
 
53...¢f8 54.¢f5 ¢g7 55.¢e4 ¢f8 
56.f5 
Finalmente, las blancas realizan 
este avance, que tiene el defecto de 
debilitar el refugio del rey blanco. 
 
56...¢e8 57.¦c7 ¦a1 58.¢f4 ¦g1 
La jugada de la partida es muy 
buena. Si 58...¦b1?? 59.¢g5 ¦b6 
60.¦a7 ¢f8 61.f6 ¦b8 62.e6 fxe6 
63.¢g6 ¢g8 64.¦h7, ganando. 
 
59.¦b7 
 
La estructura con 59.f6 produce un 
sinfín de jaques de la torre negra, 
el rey blanco se queda sin refugio. 
59...¦f1+ 60.¢g4 ¦g1+ 61.¢f3 ¦e1 
62.¦e7+ ¢f8, y sin la ayuda del rey 
blanco no se gana. 
 
59...f6! 60.¦b8+ ¢e7 61.¦b7+ ¢e8 
62.e6 ¦f1+ 63.¢e4 ¦e1+ 64.¢d5 
El blanco no puede progresar en el 
flanco de rey. 64.¢f4 ¦f1+ 65.¢g4 
¦g1+ 66.¢h5 ¦g5+ y tablas: o te 
comen el peón o te fríen a jaques. 
 
64...¦d1+ 65.¢c4 ¦c1+ 66.¢d3 
¦d1+ 67.¢c4 
No hay escapatoria,si 67.¢c2 ¦d5 
y tablas. 
 
67...¦c1+ 
 
½–½ 
 
 
 
-?-?-?k? 
TR-?-?pZp- 
-?-?-?-Zp 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-ZP- 
-?-?PZPKZP 
?r?-?-?- 
-?-?-?-? 
TR-?-?pMk- 
-?-?-?p? 
?-?-?-?p 
-?-?PMK-ZP 
?-?-?PZP- 
-Tr-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-TR-?-? 
?-?-ZPK?- 
-?-?-ZP-? 
Tr-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?k?-? 
?R?-?p?- 
-?-?-?-? 
?-?-ZPP?- 
-?-?-MK-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-Tr- 
DIEGO ADLA 
814 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO
Capablanca, JR - Yates, F 
Hastings, 1930 
 
El siguiente famoso final, de 
Capablanca, muestra una de las 
estructuras que las blancas pueden 
intentar para presionar en este 
final. Aun así es necesario aclarar 
que, con juego correcto, este final 
sigue siendo tablas, pero las blan-
cas pueden presionar y obligar a 
las negras a jugar en ciertos 
momentos con mucha precisión. 
 
39...¦c4? 
Esta jugada permite a las blancas 
sostener la tensión y evitar que las 
negras realicen su cadena ideal de 
peones. Era mejor ejecutar el plan 
antes estudiado, empezando con 
39...h5! 
 
40.g4! 
Esta es la clave. Las blancas evitan 
fáciles cambios de peones y prepa-
ran una lenta, pero consistente, 
ganancia de espacio. Obviamente 
sería un error 40.h4 h5!, llegando a 
la posición de tablas ya estudiada. 
 
40...h6 41.¢g3 
Intentando f4, h4 y h5, para debili-
tar los peones negros. Este plan es 
el principal de las blancas en esta 
estructura de peones. 
 
41...¦c1 42.¢g2 ¦c4 
No arruina nada, pero las negras 
pueden seguir apuntando a los 
cambios con 42...g5! Esta estructu-
ra también es tablas. Es interesan-
te probarla en entrenamiento. 
43.¦d5 ¦a4 
Las negras insisten con la defensa 
pasiva. Aún se podía 43...g5. 
 
44.f4 ¦a2+ 45.¢g3 ¦e2 46.¦e5 
¦e1 47.¢f2 ¦h1 48.¢g2 ¦e1 49.h4 
 
49...¢f6 
Las negras pueden entrar en una 
variante forzada, aprovechando 
que en este momento las blancas 
tienen una atadura molesta de su 
torre al peón e3. La continuación 
siguiente permite simplificaciones 
sin grandes perjuicios. Por tanto, 
debió elegirse: 49...f6! 50.¦e7+ ¢f8 
51.¦e6 ¢f7 52.f5 gxf5 53.gxf5 h5! 
La más sencilla, cerrando caminos 
al rey blanco por g4 hacia h5. 
54.¢f2 ¦a1 55.¦b6 ¦a5! Muchas 
son tablas, pero esta idea es muy 
sencilla. Las negras harán cortina 
para que el rey blanco no pueda 
entrar en la lucha. Ya sabemos que 
la torre blanca, sola, no es sufi-
ciente para quebrar a la defensa. 
 
56.¦b7+ ¢g8 (También funciona 
56...¢f8 57.e4 ¦a3 58.¦h7 ¢g8 
59.¦xh5 ¢g7, con igualdad) 57.e4 
¦a3!, con total igualdad, según una 
variante indicada por Kopaev. 
 
50.h5 ¦e2+ 51.¢f3 ¦e1 52.¦a5 
¢g7 53.hxg6 
 
53...¢xg6!! 
Este es uno de esos momentos 
difíciles en la defensa. Las negras 
deben evitar la estructura perde-
dora con el peón pasado e de las 
blancas. 53...fxg6?? 54.¦a7+ ¢g8 
55.e4! ¦f1+ 56.¢e3 ¦g1 57.f5! La 
clave. Las blancas devuelven un 
peón, pero aceleran el avance de 
sus peones pasados. La ventaja de 
espacio hace su trabajo con efi-
ciencia. 57...¦xg4 58.f6 ¦g1 59.e5 
¦f1 60.¢e4, y gana. 
 
-?-?-?-? 
?-?-?pMkp 
-?-?-?p? 
TR-?-?-?- 
-Tr-?-?-? 
?-?-ZPKZPP 
-?-?-ZP-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-?pZp 
?-?-TR-?- 
-?-?-ZPPZP 
?-?-ZP-?- 
-?-?-?K? 
?-?-Tr-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
-TR-?-Zp-? 
Tr-?-?P?p 
-?-?-?-ZP 
?-?-ZP-?- 
-?-?-MK-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-?PZp 
TR-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-ZPK?- 
-?-?-?-? 
?-?-Tr-?- 
Capablanca, gran protagonista de PDR-152.
FOTO: WIKIMEDIA
DIEGO ADLA 
82 FINALES DE TORRES
54.e4 ¦f1+ 55.¢g3 ¦g1+ 56.¢h3 
¦f1 57.¦f5 ¦e1? 
La jugada de la partida permite a 
las blancas desarrollar el esquema 
ideal que veremos a continuación. 
Las negras tienen dos defensas 
posibles. Detener a los peones 
blancos adelantando el peón f o 
buscar jaques laterales, para atar a 
la torre blanca a defender el peón 
f. 57...f6! El método más fácil. Las 
piezas atacantes están inmoviliza-
das defendiendo peones débiles y, 
si quieren progresar, deben avan-
zar peones, lo que permite simpli-
ficaciones y ataques al rey blanco. 
 
58.¢g2 ¦e1 59.¢f3 ¦f1+ 60.¢e3 ¦g1, 
y no se ve salida contra el permanen-
te ataque a los peones débiles. 
 
58.e5! ¦e3+ 59.¢g2! 
Como vimos anteriormente, la 
torre negra sería un monstruo 
defensivo en caso de 59.¢h4? ¦f3! 
60.¦f6+ ¢g7 61.g5 hxg5+ 62.¢xg5 
¦a3!, siguiendo el modelo. 
 
59...¦a3 60.¦f6+ ¢g7 
 
61.¦b6? 
Este momento del final es impac-
tante. 
Las blancas tienen un plan gana-
dor: ubicar la torre en la octava fila 
y avanzar el peón hasta f6. Si las 
negras atacan el peón de rey, las 
blancas lo defienden con ¦e8. En 
este caso, es muy importante seña-
lar el gran papel del peón blanco 
en g4, que evita las defensas negras 
con ¢f5. ¡Y pensar que todo esto 
empezó con aquél g4! 
 
Sin embargo, hay que ser muy pre-
ciso, dado que si el rey blanco es 
empujado hacia f5, el final es 
tablas. La torre blanca debe encar-
garse del refugio del rey contra los 
jaques laterales. Por tanto, debió 
hacerse 61.¦d6!! La defensa lineal 
61...¦a2+ 62.¢f3 ¦a3+ 63.¢e4 
¦a4+, no es mejor: 
 
64.¦d4 ¦a1 65.f5 ¢f8 66.¦b4, y las 
blancas continuarán el plan de lle-
var la torre a octava y jugar f6. 
 
61...¦e3? 
Las negras deben forzar al rey 
blanco a ir a f5 y atacarlo desde el 
lateral, para tener defensa contra 
el avance e6. 61...¦a4! 62.¢f3 ¦a3+ 
63.¢e4 ¦a4+ 64.¢f5 
 
64...¦c4! La clave de la defensa. 
 
 
El rey blanco está encerrado y pro-
gresar conlleva simplificaciones 
favorables a las negras. 65.¦b7 ¢f8 
66.¦b3 ¢g7, con tenaz defensa. 
 
62.¦b4 
El plan 62.¦b8 ¦e4 63.¢f3 ¦e1 
64.¦e8?, permite una hermosa 
variante de simplificación: 64...h5! 
65.g5 ¦f1+! Estos jaques interme-
dios para romper la coordinación 
del rival, son característicos y 
siempre hay que tener un ojo en 
este tema. 66.¢e3 h4 67.¦a8 h3 
68.¦a2 ¢g6 69.¦a6+ ¢f5 70.¦h6 h2 
71.¦xh2 ¦xf4, con obvias tablas. 
Dvoretski sugiere 62.¦b1!?, para 
evitar que la torre negra ocupe efi-
cientemente la primera fila. 
 
62...¦c3 63.¢f2? 
Las blancas descuidan un tema 
muy difícil de prever. Lo correcto 
es 63.¦b8! 
 
63...¦a3? 
Esta posición contiene una her-
mosa variante de simplificación: 
63...h5!! 64.g5 h4 65.¦b7 ¢g6 
66.¦b6+ ¢g7! 67.¦h6 h3 68.f5 ¦c5 
69.f6+ ¢g8 70.e6 fxe6 71.¦g6+ ¢f8 
72.¢g3 ¦c3+ 73.¢h2 ¦f3 74.¦h6 e5 
75.¦xh3 ¦f5 76.¦h8+ ¢f7 77.¦h7+ 
¢f8 78.¦g7 ¦f3! 79.¢g2 e4, con 
fáciles tablas, pues las blancas 
están sin rey. 
 
64.¦b7? 
La correcta siempre sigue siendo 
64.¦b8! 
 
 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZpkZp 
?-?-?R?- 
-?-?PZPP? 
?-?-?-?K 
-?-?-?-? 
?-?-?r?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-TR-Zp 
?-?-ZP-?- 
-?-?-ZPP? 
Tr-?-?-?- 
-?-?-?K? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-TR-?-Zp 
?-?-ZP-?- 
r?-?KZPP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-TR-?-?-Zp 
?-?-ZPK?- 
r?-?-ZPP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-?-Zp 
?-?-ZP-?- 
-TR-?-ZPP? 
?-Tr-?-?- 
-?-?-MK-? 
?-?-?-?- 
DIEGO ADLA 
834 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO
64...¢g8? 
Esta partida muestra lo difícil, si 
no imposible, que es sacar en una 
partida un final que no se conoce. 
Las negras debieron insistir con 
llevar al rey blanco hasta f5 
64...¦a2+!? y seguir los planes 
anteriormente citados. 
 
65.¦b8+! ¢g7 
 
66.f5! 
A partir de ahora el final está 
ganado, y solo hace falta aprender 
el mecanismo. 
 
66...¦a2+ 
Contra el juego pasivo, las blancas 
ganan de varias maneras. 66...¦c3 
67.f6+ ¢h7 68.e6 es fácil, ganando 
la torre negra. También otros pla-
nes son decisivos, por ejemplo: 
68.¦f8 ¦c7 69.¢g3 ¦b7 70.¢h4 ¦a7 
71.¢h5 ¦b7 72.g5! Una vez más, el 
sacrificio de peón para obtener 
refugio para el rey. 72...hxg5 73.e6! 
fxe6 74.¦e8 ¦f7 75.¦e7 ¢g8 
76.¢g6, y mate en pocas. 
 
67.¢e3 ¦a3+ 68.¢e4 ¦a4+ 
69.¢d5! ¦a5+ 
En caso de 69...¦xg4 70.f6+ ¢h7 
71.¦f8, y las blancas ganan. 
 
70.¢d6 ¦a6+ 71.¢c7 ¢h7 
71...¦a7+ 72.¢b6 ganando, segui-
do de f6. 
72.¢d7 ¦a7+ 73.¢d6 ¢g7 74.¦d8 
¦a5 75.f6+ ¢h7 76.¦f8 ¦a7 
 
77.¢c6 
Hay varias jugadas para ganar, 
pero el plan es dejar al negro en 
zugzwang para hacer la ruptura e6 
en un momento adecuado. La 
jugada de la partida permite a las 
blancascolocar su torre en g7. 
 
77...¢g6 
O bien 77...¦a6+ 78.¢b7. 
 
78.¦g8+ ¢h7 79.¦g7+ ¢h8 
80.¢b6 ¦d7 81.¢c5 
Amenazando e6. 
 
81...¦c7+ 
Si 81...¦a7 82.e6. 
 
82.¢d6 ¦a7 83.e6! ¦a6+ 84.¢e7 
¦xe6+ 
Tras 84...fxe6 85.¦g8+ ¢xg8 86.f7+ 
¢h7 87.f8£. 
 
85.¢xf7 ¦e4 86.g5! 
Un tema clásico, sacrificio de peón 
para brindarle un refugio al rey 
atacante. 
 
86...hxg5 87.¢g6 
Un final indispensable. 
 
1–0 
 
 
Korchnói, V - Antoshin, V 
Erevan, 1954 
 
Veremos la misma estructura del 
final anterior desde antes, y com-
prenderemos las dificultades que 
hay para llegar a la posición gana-
dora. 
 
40.h5! 
Ya sabemos, evitando h5 de las 
negras. 
 
40...¦a5! 
Quitándole la casilla g4 al rey blan-
co en variantes posteriores. 
 
41.g4 
En caso de 41.¦c8+ ¢h7 42.g4 g5! 
43.hxg6+ ¢xg6 44.f4 f6!, y lo que 
hemos estudiado hasta ahora nos 
ayuda mucho, pues este es el 
mismo final de tablas analizado en 
Capablanca - Yates. 
 
41...¦a7? 
Un error instructivo. 41...f6! Esta 
estructura es tablas, con cierta 
comodidad para las negras, si no 
permiten que el rey blanco se con-
solide en f5, como en la partida 
anterior. 
-TR-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-?-Zp 
?-?-ZP-?- 
-?-?-ZPP? 
Tr-?-?-?- 
-?-?-MK-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?k? 
?-?-?pZp- 
-?-?-?-Zp 
?-?-?-?- 
-?-?P?-ZP 
Tr-?-?-ZP- 
-?R?-ZPK? 
?-?-?-?- 
-?-?-?k? 
?-?-?pZp- 
-?-?-?-Zp 
Tr-?-?-?P 
-?-?P?P? 
?-?-?-?- 
-?R?-ZPK? 
?-?-?-?- 
-?-?-TR-? 
Tr-?-?p?k 
-?-MK-ZP-Zp 
?-?-ZP-?- 
-?-?-?P? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
Incluso los grandes campeones han 
tenido problemas para interpretar 
este tipo de finales de torre.
DIEGO ADLA 
84 FINALES DE TORRES
42.¦c6? 
Las blancas pierden la oportuni-
dad de realizar un plan tremenda-
mente restrictivo. La defensa 
negra estará todo el tiempo al 
borde del colapso, luego de 
42.¦c8+! ¢h7 43.e5! 
 
42...¦a3? 
Todos los errores de esta parte 
demuestran lo difícil que es sacar 
temas técnicos que no se conocen. 
La mejor defensa era 42...f6! 
 
43.f3? 
43.¦c8+ ¢h7 44.e5!, sigue siendo 
el plan más fuerte. 
 
43...¦a5!? 14.¦c8+ ¢h7 45.f4 
¦a2+ 46.¢f3 ¦a3+ 47.¢f2 ¦a2+ 
48.¢e3 ¦a3+ 49.¢d4 ¦g3? 
 
Permitir el peón pasado e se 
demostrará un error. 
 
50.¦f8! f6 51.e5! ¦xg4 52.e6 ¦xf4+ 
53.¢d5 ¦f5+ 54.¢d6 ¦xh5 55.e7 
¦e5 56.e8£ ¦xe8 57.¦xe8 
 
Un divertido final. Las blancas 
ganan fácilmente, llevando su rey 
al frente de los peones negros. 
Si las negras lo evitan oponiendo 
su rey, la torre blanca se encargará 
de apartarlo. 
 
57...¢g6 58.¢d5 ¢f5 59.¦e1 h5 
60.¦f1+ ¢g4 61.¢e4 g5 62.¦xf6 h4 
63.¢e3 ¢g3 64.¢e2 g4 65.¢f1 
¢h2 66.¦f4 h3 67.¦xg4 ¢h1 
68.¢f2 h2 69.¢g3 ¢g1 70.¢h3+ 
Y, resueltos los problemas técni-
cos, las blancas ganaron este apa-
sionante final. 
 
1–0 
Piket, J - Kaspárov, G 
Blitz en internet, 2000 
 
La estructura que nos queda por 
ver tiene gran importancia, ya que 
ni el propio Kaspárov pudo defen-
derlo con éxito. 
 
41...¦d3?! 
Hay una manera fácil de detener la 
marcha del rey blanco: 41...¢g7 
42.¢h3 ¦a7 43.¢h4 ¢h6!, y las 
negras tienen una cómoda fortaleza. 
 
42.¢h3 
 
42...¦e3? 
Hay varias formas de hacer tablas, 
pero no así. Se podía jugar 42...¢g7 
43.¦c7 ¦a3, como en el ejemplo en 
la página siguiente, en la partida 
Antón-Lillo. 
 
43.¢h4?! 
Las blancas pueden crear las con-
diciones para invadir g5 con 
43.¦c7! ¢g7 44.¢h4 ¦e2 45.¢g5. 
 
43...¢g7? 
 
44.¢g5? 
Ganaba 44.¦c7! ¦e2 45.¢g5, como 
en la partida. 
 
44...¦e1? 
Había que jugar 44...¦a3! 45.¦c7 
¦a5, y las negras se mantienen. 
 
45.¦c7 ¦e2 46.¦e7!! ¦a2 7.f5! gxf5 
48.e6 h4 49.¦xf7+ ¢g8 50.¢f6 1–0 
Tremendo final. 
-?R?-?-? 
?-?-?pZpk 
-?-?-?-Zp 
?-?-?-?P 
-?-MKPZPP? 
?-?-?-Tr- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?R?-? 
?-?-?-Zpk 
-?-MK-Zp-Zp 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?r?p?k 
-?-?-?p? 
?-?-ZP-?p 
-?-?-ZP-? 
?-?-?-ZP- 
-?R?-?KZP 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?p?k 
-?-?-?p? 
?-?-ZP-?p 
-?-?-ZP-? 
?-?r?-ZPK 
-?R?-?-ZP 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?pMk- 
-?-?-?p? 
?-?-ZP-?p 
-?-?-ZP-MK 
?-?-Tr-ZP- 
-?R?-?-ZP 
?-?-?-?- 
Jeroen Piket (Hoogovens 1988).
FO
TO
: J
CR
OE
S, 
RO
B 
C. 
/ A
NE
FO
DIEGO ADLA 
854 PEONES VS. 3 EN EL MISMO FLANCO
Antón, D - Lillo, V 
LLucmajor, 2014 
 
38...¦e1? 
Esta jugada natural sería el error 
decisivo. Veamos primero el des-
arrollo de la partida, y luego anali-
zamos la sorprendente alternativa 
que podría −quizá− forzar las 
tablas. 
 
39.e5+ ¢e6 40.¢h4 ¦e2 41.h3 ¦h2 
42.¦c6+ ¢e7 
 
43.¦f6!! 
El plan ganador. Se amenaza f5, y 
las negras no pueden evitar los 
temas relacionados con e6, donde 
la debilidad de g6 será decisiva. Lo 
que demuestra que el rey negro 
debe estar en g7. 
 
43...¦e2 44.g4 
También gana 44.¢g5 ¦e3 45.¢h6 
¦xg3 46.¢g7 ¦xh3 47.¦xf7+ ¢e8 
48.e6+– 
 
44...hxg4 45.hxg4 ¦e3 46.¢g5 ¦e1 
47.¢h6! ¦e4 48.g5 1–0 
Y lo que sigue es muy fácil. 
 
Reflexionando sobre la posición 
inicial de este final, en un princi-
pio, pensé que debido a la mala 
posición de la ¦g1 las negras pier-
den. Sin embargo, se puede forzar 
la defensa lateral y, con dos peones 
de menos, las negras pueden reali-
zar una fortaleza gracias a que el 
rey blanco aún está en h3. Esta 
posición es esencial y muestra un 
nuevo método de tablas, que se 
agrega a los ya conocidos. 
 
38...¢g7 39.e5 ¦a1!! 
 
Las negras permiten e6, pero 
encontrarán una fortaleza tras el 
peón blanco de f7. 
 
40.e6 
En caso de 40.¢h4 ¦a5!, llegando 
justo a tiempo. 
 
40...¢f6 41.exf7 ¢g7 42.¢h4 
Si 42.f5 gxf5 43.¢h4 ¦a2, y el final 
se simplifica y será tablas bien 
jugado. 
 
42...¦a5! 
 
Esta cortina es esencial. 
Si 42...¦a2? 43.f8£+! ¢xf8 44.¢g5 
¦xh2 45.¢xg6 es ganador. 
 
43.h3 ¦b5 44.g4 hxg4 45.hxg4 ¢f8! 
Planeando astutamente un futuro 
ahogado. 
 
46.f5! 
El mejor intento para ganar. 
 
46...¦b6!! 
 
Esta defensa es única, pero sufi-
ciente para empatar. Horrible 
sería 46...gxf5 47.g5, ganando. 
 
47.g5 
La clave está en que tras 47.¢g5 
gxf5 48.¢xf5 ¦f6+! 49.¢e5 ¦g6 es 
tablas. 
 
47...¦b4+ 
Más simple, quizá, sea el empate 
tras 47...¦a6 48.fxg6 ¦xg6 49.¢h5 
¦h6+!! 
 
48.¢h3 ¦b3+ 49.¢g4 ¦b4+ 50.¢f3 
¦b3+ 51.¢f4 ¦b4+ 52.¢e3 ¦b6 
53.¦c8+ 
Contra 53.f6, lo más simple es 
53...¦b5 54.¢f4 ¦f5+ 55.¢g4 
¦xg5+! 
 
53...¢xf7 54.¦c7+ ¢f8 55.f6 ¦b5 
56.¢f4 ¦b4+ 57.¢e5 ¦g4 58.¦a7 
¦g1 59.¢e6 ¦e1+ 
Y no se ve progreso para las blan-
cas. Un final impresionante. ¡Y 
luego hay gente que dice que los 
finales son aburridos! 
 
1–0 
-?-?-?-? 
?-TR-?p?- 
-?-?-Mkp? 
?-?-?-?p 
-?-?PZP-? 
?-?-?-ZPK 
-?-?-?-ZP 
?-?-?-Tr- 
-?-?-?-? 
?-?-Mkp?- 
-?R?-?p? 
?-?-ZP-?p 
-?-?-ZP-MK 
?-?-?-ZPP 
-?-?-?-Tr 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-TR-?pMk- 
-?-?-?p? 
?-?-ZP-?p 
-?-?-ZP-? 
?-?-?-ZPK 
-?-?-?-ZP 
Tr-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-TR-?PMk- 
-?-?-?p? 
Tr-?-?-?p 
-?-?-ZP-MK 
?-?-?-ZP- 
-?-?-?-ZP 
?-?-?-?- 
-?-?-Mk-? 
?-TR-?P?- 
-Tr-?-?p? 
?-?-?P?- 
-?-?-?PMK 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
86 TEORÍA DE FINALES
 
Tablas 
 
Blancas ganan 
 
¿Valoración? 
-?-?-Vlk? 
?-?-?n?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?RMK- 
-?-?-?-? 
?-?-?n?- 
-?-?lMk-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?RMK- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
-?-?lVl-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-TR-MK- 
Ajedrez infinito
GM Miguel Illescas
En Peón de Rey 147, el GM Daniel Alsina nos presentó “las tablas de 
Lomonosov”, un sistema de juego perfecto para finales de siete piezas, 
que toma el nombre de la universidad estatal rusa, fundada en Moscú en 
1755 por el científico ruso Mijaíl Lomonosov, donde se aloja la supercom-
putadora del mismo nombre, utilizada para elaborar estas tablas de fina-
les de ajedrez. 
 
Estos sistemas de juego perfecto tienen poco que ver con la inteligencia 
artificial, pues lo que hacen es “agotar” el juego del ajedrez, relacionando 
las posiciones de mate con sus predecesoras de mate en una, éstas con 
las de mate en dos, y así, hacia atrás, enlazando los nodos de tal modo 
que la máquina puede predecir un mate en cualquier número de movi-
mientos, de forma casi instantánea. 
 
Esta poderosa herramienta nos permite desvelar los misterios de posicio-
nes que, hasta ahora, no estaban deltodo claras, y a menudo sorprender-
nos con las conclusiones. 
TEST DE LOMONOSOV
POSICIÓN Nº 1 POSICIÓN Nº 2 POSICIÓN Nº 3
Partiendo de un juego perfecto de ambos bandos, las 
tablas de Lomonosov nos dicen que la posición 1 es 
tablas, mientras que la 2 está ganada para las blancas. 
Nuestro cerebro rechaza tal discrepancia asimétrica, 
y se pregunta: “¿qué diferencia puede haber entre 
uno u otro alfil?” ¿Y qué me dicen del tercer diagra-
ma? ¿Se atreven a aventurar una valoración, antes de 
seguir leyendo? 
 
Para facilitar la comprensión de los problemas, 
expongo a continuación las estrategias comunes de 
cada bando en los ejemplos propuestos: 
 
Para ganar, las blancas necesitan avanzar sus peo-▪
nes. Si alcanzan la quinta fila, la victoria es casi 
segura, pues las negras quedan sin espacio para 
defenderse. 
El principal plan de las negras consiste en sacrifi-▪
car una de sus piezas por los peones blancos, 
alcanzando un final de tablas. 
Las blancas empiezan activando su torre, que ha ▪
de actuar desde la distancia, normalmente 
barriendo las filas 5, 6 y 7. 
La segunda etapa del plan blanco pasa por activar ▪
su rey y avanzar sus peones hasta la cuarta fila, 
algo que en general las negras no pueden evitar. 
Las negras montan su defensa con las tres piezas ▪
agrupadas, tratando de evitar el avance de los peo-
nes blancos, y se alcanza la posición crítica. 
 
Vamos ya con el análisis. Para hacer más fácil el 
seguimiento de las soluciones he omitido la mayoría 
de variantes, dejando solo las imprescindibles, que 
ayudan a entender lo esencial de cada posición.
MIGUEL ILLESCAS 
87TEST DE LOMONOSOV – EL AJEDREZ INFINITO
POSICIÓN 1 - TABLAS 
 
1.g3 ¢g7 2.¢g2 ¥e7 3.¦a1 ¥f6 
4.¦a6 ¢g6 5.f4 ¢g7 6.¢f3 ¢g6 
Alcanzamos la primera posición 
crítica. Las negras sitúan su forma-
ción defensiva en la segunda y ter-
cera filas, y quedan a la espera de 
acontecimientos. Las blancas pue-
den ahora avanzar su peón a g4 o 
tratar antes de progresar con su rey. 
 
7.g4 
7.¢e4 se contesta siempre con 
7...¤h6!, y las blancas no pueden 
progresar sin avanzar sus peones. 
 
7...¢g7 
Alcanzando la posición crítica, 
con peones en cuarta fila. 
 
El negro fía su suerte al control del 
avance g4–g5, que ahora sería con-
testado con el sacrificio de pieza 
que llevaría a tablas. Como primer 
intento, las blancas prueban a ver 
si hay zugzwang, poniendo en 
mano al contrario. 
 
8.¦a7 ¢g6 9.¦a8! ¢g7 10.¦a6! 
Se repite la posición de hace tres 
jugadas, pero les toca a las negras, 
que deben alterar su esquema 
defensivo. Se exige ahora gran pre-
cisión. 
 
10...¥d8! 
También valdría 10...¥h4! 
 
La natural 10...¢g6? pierde por 
11.¢e4! ¢g7 12.¦a7! ¢g6 13.f5+! 
¢g7 14.¢d5 
 
Y las blancas ganan pieza tras la 
inevitable 15.¢e6. En esta variante 
se aprecia que el alfil negro está 
mal colocado en la casilla f6. 
 
La otra jugada natural 10...¥e7?, 
también pierde, ya que tras 11.¦a7 
¥d8 12.g5, los peones blancos 
logran avanzar, y el sacrificio 
12...¥xg5 13.fxg5 ¢g6 
 
Se responde con 14.¢f4 ¤xg5 
15.¦a6+ ¢h5 16.¦a5, ganando. 
 
11.¢e4! 
 
11...¥h4!! 
Único modo de seguir con el con-
trol de g5 sin estropear la forma-
ción defensiva. El alfil bascula 
entre d8 y h4, manteniendo el pre-
cario equilibrio. Pierden 11...¥f6? 
12.¦a7 ¢g6 13.f5+! o 11...¥e7? 
12.¦a7, como hemos visto en las 
variantes anteriores. 
 
12.¢d5 
En caso de 12.¦a7 ¢g6 13.f5+, las 
negras disponen ahora de la salva-
dora 13...¢f6!, usando la casilla que 
en variantes anteriores ocupaba de 
forma nefasta su alfil. Y en caso de 
12.¢f5, sigue 12...¤h6+, rechazan-
do al rey blanco. Con el rey lejos, es 
el momento de provocar el avance 
de los peones blancos. 
 
12...¤h6! 13.g5 
En caso de 13.f5 ¤f7, los peones 
son bloqueados de forma perma-
nente. 
 
13...¤f7! 
 
Se amenaza la eliminación de los 
peones. 
-?-?-Vlk? 
?-?-?n?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?RMK- 
-?-?-?-? 
?-?-?n?- 
R?-?-Vlk? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZP-? 
?-?-?KZP- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?nMk- 
R?-?-Vl-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?K?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-Vl-?-? 
?-?-?nMk- 
R?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?KZPP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
TR-?-?nMk- 
-?-?-Vl-? 
?-?K?P?- 
-?-?-?P? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
TR-?-?n?- 
-?-?-?k? 
?-?-?-ZP- 
-?-?-?-? 
?-?-?K?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?nMk- 
R?-?-?-? 
?-?K?-ZP- 
-?-?-ZP-Vl 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
MIGUEL ILLESCAS 
88 TEORÍA DE FINALES
 
14.¦a7 
Si 14.g6 ¤h6 15.¢e4 ¤g8, con un 
sólido bloqueo en casillas negras. 
 
14...¢g6! 
Cuidado con la prematura 
14...¥xg5?, que se refuta con 
15.¢e6! 
 
15.f5+ 
No hay modo de progresar. Este 
último intento sirve para certificar 
rápidamente el empate. 
 
15...¢xf5 16.¦xf7+ ¢xg5 
Y es tablas. 
POSICIÓN 2 - GANA 
 
1.f3 ¤e5 2.¦a1 ¢f7 3.¢f2 ¢f6 
4.¦a6 ¢f7 5.¢e3 
 
Alcanzamos la primera posición 
crítica, en que las negras pueden 
elegir entre dos estrategias defen-
sivas. 
 
5...¤g6 
Con esta jugada, las negras acep-
tan como inevitable el avance de 
los peones a cuarta fila, y se prepa-
ran para montar un dique de con-
tención en la casilla f5. 
 
Una tenaz alternativa sería 5...¢e7 
6.¢e4 ¤f7 7.g4 ¤d6+ 8.¢f4 ¤f7 
9.¢g3! (9.g5? ¤h8!) 9...¤e5, tratan-
do de dificultar el avance f4, pero 
las blancas logran avanzar a pesar 
de todo: 
 
10.¦a5! ¢d6 (10...¢f6 11.g5+! O 
bien 10...¤f7 11.f4 ¤d6 12.f5) 
11.¦a7! ¥c8 (11...¥d7 12.f4! ¤xg4 
13.¦xd7+!, ganando el final de peo-
nes) 12.¦g7! ¢e6 13.f4 ¢f6 14.¦c7!, 
ganando. 
 
6.g4 ¤e7 7.¢f4 ¢f6 8.¢g3 ¤g6 
9.f4 ¤e7 
 
Alcanzamos la posición crítica, con 
los peones en cuarta. Las negras 
controlan el avance f5 y mantienen 
una defensa compacta, y por ello 
las blancas, como viéramos en el 
ejemplo anterior, prueban primero 
la técnica del zugzwang. 
 
10.¦a8! ¢f7 11.¦a7 ¢f6 12.¦a6! 
Se repite la posición con el turno 
cambiado y las negras se ven obli-
gadas a retroceder con su rey, 
dejando libre la casilla g5, que 
pronto veremos tiene gran impor-
tancia. 
 
12...¢f7 13.¢h4! 
 
¡Esta es la clave! A diferencia del 
ejemplo anterior, aquí el rey de las 
blancas dispone de este camino 
alternativo. Ahora vemos que el 
alfil de negras hacía una doble 
labor, controlando g5 y h4. Y esa es 
la razón por la que esta posición 
está perdida, mientras que la ante-
rior se podía salvar. 
 
13...¢f6 14.¢h5! 
 
Mientras el caballo negro sigue 
paralizado por la amenaza del 
avance f5, el rey negro se ve obli-
gado a ceder la casilla g5 a su 
homólogo blanco. 
 
14...¢f7 15.¢g5! 
Y la victoria es fácil, por ejemplo: 
15...¤c8 16.f5 ¥d7 17.¢f4 ¤e7 
18.¦a7 ¥c8 19.¢g5! ¢f8 20.f6 ¤d5 
21.¦a8 ¤b6 22.¦b8, etc. 
 
 
-?-?-?-? 
?-?-?n?- 
-?-?lMk-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?RMK- -?-?-?-? 
?-?-Sn-?- 
R?-?lMk-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?-MK- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
R?-?l?-? 
?-?-Sn-?- 
-?-?-?-? 
?-?-MKP?- 
-?-?-?P? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-Snk?- 
R?-?l?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPPMK 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-Mk-?- 
R?-?l?-? 
?-?-Sn-?- 
-?-?-?P? 
?-?-?PMK- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-Sn-?- 
R?-?lMk-? 
?-?-?-?K 
-?-?-ZPP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
89
POSICIÓN 3 
¿GANA O TABLAS? 
 
La intuición nos dice que la pareja 
de alfiles ha de ser mejor que alfil 
y caballo, pero no es cierto. Si los 
peones blancos llegan a cuarta, 
será imposible contener su avance, 
pues los alfiles negros no pueden 
colaborar en controlar casillas de 
un color, siendo más difícil el cam-
bio de una pieza por los peones. 
 
1.¢h2!! 
Jugada única para ganar. El rey 
debe ir por delante de los peones, 
para evitar un eventual bloqueo. 
Otras jugadas no ganan. Por ejem-
plo: 1.f3 ¥d5 2.¢f2 ¢g6 3.¦d1 ¥e6 
4.g4 ¥e5 5.¢e3 ¢g5 6.¢e4 ¥c7, 
con un bloqueo eficaz. 
 
1...¥d7 2.¢g3 ¢g6 
 
3.¦d1!! 
Única jugada ganadora, antes de 
que el rey negro llegue a f5. En 
cambio, 3.f4 ¢f5 lleva a tablas, 
pues 4.¢f3 se contesta con 
4...¥c6+. 
 
3...¥c8! 
Las negras deben estar preparadas 
para dar jaque en la gran diagonal. 
La natural3...¥e6 se contesta con 
4.f4 ¢f5 5.¢f3, y el avance g4 es 
inevitable. 
 
4.¦d5! ¥e6 5.¦c5! 
 
Y las negras no tienen modo eficaz 
de oponerse al plan f4, ¢f3 y g4. 
 
5...¥e7 6.¦a5 ¥c8 7.f4 ¥f6 8.¦b5 
¥d7 9.¦b6 ¢f7 10.¢f3 ¥e6 11.g4 
 
Los peones seguirán avanzando, 
apoyados por sus piezas y obte-
niendo la victoria. Por ejemplo: 
11...¥d7 12.f5 ¥g5 13.¦g6 ¥d8 
14.¦d6 ¢e7 15.¦a6 ¢f7 16.¦a7 
¢e8 17.¢f4 
 
17...¥b6 18.¦a6 ¥c7+ 19.¢g5 
¥d8+ 20.¢g6, etc. 
 
Pero, volviendo a la posición ini-
cial, lo más increíble no es la juga-
da ganadora, sino que el desenlace 
de la partida... ¡depende del turno 
de juego! En caso de jugar las 
negras, se logran tablas por un 
tiempo. Vamos a verlo. 
 
1...¥d7 2.¢h2 ¢g6 3.¢g3 ¢g5 
 
4.f4+ Si 4.¦d1 ¥e5+. 4...¢f5 5.¦c1 
¥e8! 
 
6.¦c5+ O bien 6.¢f3 ¥h5+. 
6...¢e4 7.¦c8 ¥d7 8.¦f8 ¢f5 
Y el bloqueo es persistente. 
 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
-?-?lVl-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-TR-MK- 
-?-?-?-? 
?-?l?-?- 
-?-?-Vlk? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-ZPP? 
?-?-TR-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?lVlk? 
?-TR-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
-TR-?lVl-? 
?-?-?-?- 
-?-?-ZPP? 
?-?-?K?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-Vlk?-? 
TR-?l?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?P?- 
-?-?-MKP? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?l?-?- 
-?-?-Vl-? 
?-?-?-Mk- 
-?-?-?-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-ZPP? 
?-?-TR-?- 
-?-?l?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-Vl-? 
?-?-?k?- 
-?-?-ZP-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-?P? 
?-TR-?-?- 
-?-?-TR-? 
?-?l?-?- 
-?-?-Vl-? 
?-?-?k?- 
-?-?-ZP-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-?P? 
?-?-?-?- 
MIGUEL ILLESCAS 
TEST DE LOMONOSOV – EL AJEDREZ INFINITO
90 FINALES DE PEONES
EGRESAMOS al impor-
tante tema de la simplifi-
cación, y en este caso lo 
hacemos con vocación de clasifi-
car las diferentes situaciones. 
 
Nos vamos a enfrentar a algunas 
posiciones históricas y a otras 
realmente originales. Son varios 
los factores que se mezclan a la 
hora de tomar la decisión, algunos 
puramente analíticos, pero otros 
esencialmente prácticos. Los 
vamos a dividir en 3 grupos: 
 
El primero serán aquellas situa-
ciones en que la simplificación 
lleva a un final teórico cuyo resul-
tado es perfectamente conocido, al 
menos por los libros. En este caso 
el jugador necesita dos cosas: a) 
conocer la teoría y b) calcular con 
precisión para llegar a ella. A veces 
es una cosa trivial, otras veces no 
tanto. 
 
El segundo grupo serán aquellas 
posiciones en que la simplifica-
ción no lleva a un final teórico 
exactamente, pero sí a uno que de 
forma genérica se considera gana-
do (o tablas) o que puede calcular-
se hasta el final. 
Una vez más, el jugador debe cal-
cular con exactitud y le conviene 
tener una información correcta 
sobre las cosas que cree conocer. 
 
En el tercer grupo están aquellas 
posiciones en que la simplifica-
ción no permite una valoración 
segura de la posición final, en cuyo 
caso, además del buen cálculo que 
siempre es necesario, será de gran 
ayuda comparar los factores posi-
cionales con buen sentido. 
 
Algunas posiciones están a caballo 
entre los grupos, pero pienso que 
es útil clasificar las situaciones 
para tomar las decisiones con más 
tranquilidad de ánimo. 
 
En todos los ejemplos, propongo 
al lector que considere brevemen-
te la posición inicial y trate de 
decidir cuál sería su decisión. 
Topalov, V - Antunes, A 
Candas, 1992 
 
Comenzamos con una posición 
muy simple. Las blancas juegan: 
¿deben cambiar el caballo? 
Naturalmente, mantener los caba-
llos puede permitir alcanzar las 
tablas, pero siempre lo hará a tra-
vés de un largo periodo de sufri-
miento. Topalov demuestra una 
gran confianza en su cálculo para 
tomar la decisión más crítica y, en 
este caso, correcta. 
 
1.¤xf5+! exf5 2.¢d4 ¢c6 
2...¢e6 3.¢c5, y las negras incluso 
tienen que defenderse. 
 
3.¢e5 ¢c5 4.¢xf5 d4 5.¢g6! 
Única. 
 
5...d3 6.f5 d2 7.f6 d1£ 8.f7 
 
Y por fin se ha alcanzado una posi-
ción teórica básica. La teoría de 
finales dice que el final de la dama 
contra el peón de alfil en séptima, 
apoyado por su rey, se gana en los 
siguientes casos: 
Cuando la dama puede situarse 1
delante del peón. 
Cuando el rey del peón está 2
situado en el lado pequeño del 
peón y el rey del bando fuerte 
está a 1 paso de las casillas g6 o 
e7 (en amarillo en este caso). 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-Mkp?-? 
?-?p?n?- 
-?-SN-ZP-? 
?-?K?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-???P?- 
-?-?-?MK? 
?-Mk-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?q?-?- 
¿Cambiar o no cambiar? (2)
GM Jesús de la Villa
Finales de peones especiales y decisiones de simplificación.
FINALES DE PEONES
R
JESÚS DE LA VILLA 
91¿CAMBIAR O NO CAMBIAR? ESA ES LA CUESTIÓN (2)
Cuando el rey del bando del 3
peón está en el lado grande del 
peón, y el otro rey está a dos 
pasos de las casillas g3 o d7 (la 
segunda en rojo en el diagrama). 
 
Ninguna de las 3 circunstancias se 
produce aquí, o sea que son tablas. 
¿Eligió Vd. está opción, querido 
lector? Si no lo hizo y decidió man-
tener los caballos también lograría 
las tablas, pero después de una 
larga defensa. La decisión de 
Topalov acortó su sufrimiento, y 
demuestra una confianza absoluta 
en su cálculo, lo que caracteriza a 
algunos jugadores, no necesaria-
mente los más fuertes. 
 
8...£d8 9.¢g7 £g5+ 10.¢h8 
£f6+ 11.¢g8 £g6+ 12.¢h8 £xf7 
½–½ 
 
Nakamura. H - Benjamin, J 
Filadelfia, 2005 
 
Tenemos una nueva decisión cru-
cial. ¿Deben las blancas forzar el 
cambio de damas con £f4? 
 
54.£f4+! 
Aunque Nakamura no es conocido 
por su técnica en los finales (e 
incluso ha hecho algunas declara-
ciones despreciando el estudio de 
las posiciones básicas), demuestra 
aquí estar bien informado. Con 
este cambio llega a un final teóri-
camente ganado y, por lo tanto 
(una vez más), ahorra mucho 
esfuerzo. 
54.a4, por ejemplo, como muchas 
otras, podría ser una jugada gana-
dora, pero para una persona signi-
ficaría continuar en un final agota-
dor y expuesto a un pequeño 
error, que podría llevar la partida 
a jaque continuo. 
 
54...£xf4 55.gxf4 ¢xf4 56.¢f2 
 
El procedimiento para ganar este 
final es muy sencillo. Si lo vemos 
una vez y lo fijamos en la memo-
ria, se nos quedará para siempre 
y, tal vez, algún día nos ayude a 
ganar una partida sin esfuerzo. 
Consiste en llevar el peón libre a 
séptima, sin mover el otro peón 
de la segunda fila, y entonces aho-
gar al rey contario y, cuando 
mueva su peón a, contar para ver 
a qué casilla debemos avanzar 
nosotros el nuestro. 
 
56...¢e4 57.¢e2 ¢d5 58.¢d3 
¢c5 59.c4 ¢c6 60.¢d4 ¢d6 
61.c5+ ¢c7 62.¢d5 ¢d7 63.c6+ 
¢c7 64.¢c5 ¢c8 65.¢d6 ¢d8 
66.c7+ ¢c8 67.¢c6 a6 
Si 67...a5 68.a3! 
 
68.¢d6 
68.a4! traspone y es más gráfico. 
 
68...a5 69.a4 1–0 
 
Ivanchuk, V - Giri, A 
Wijk aan Zee, 2012 
 
En nuestro tercer ejemplo, no es 
posible reducir la posición a un 
final teórico, pero Ivanchuk hace 
algo mejor. 
 
Las negras tienen atacado el peón 
de g5 y están en peligro de ver 
cambiada su torre. ¿Deben permi-
tirlo o no? 
 
47...¦b7? 
Es lógico que las negras quieran 
activar su torre, pero se van a 
encontrar con un cálculo primoro-
so por parte de Ivanchuk. Por el 
contrario, buscar el contrajuego 
con el rey y permitir el cambio de 
la torre en la casilla c7, sí alcanza 
las tablas. Consideramos 3 alter-
nativas: 
47...¢e6! 48.¦h6+ ¢e7 49.¦h7+ a)
¢d8 50.¦h5 ¦d7+ 51.¢e3 ¢e7 
52.¦xg5 ¢e6 53.f4 ¦a7, con con-
trajuego suficiente gracias al 
peón pasado “empujado por su 
torre”. 
47...a5? 48.¦xg5 ¢e6 49.¦g6+ b)
¢f7 50.¦f6+, pierde demasiados 
peones. 
47...¦c1? 48.¦xg5 ¦d1+ 49.¢e3 c)
¢e6 50.f4 ¦a1, y la torre negra 
queda peor situada y el final 
debe estar perdido. 
-?-?-?-? 
Zp-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?- 
-?Q?-?-? 
?-ZP-?-ZP- 
P?-Wq-?-? 
?-?-?-MK- 
-?-?-?-? 
Zp-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-Mk-? 
?-ZP-?-?- 
P?-?-MK-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-Trk?-?- 
p?-?-?-? 
?-?-ZPpZpR 
-?-MK-?-? 
?-?-?P?- 
-?-?-?-ZP 
?-?-?-?- 
Los ejemplos de este artículo demues-
tran, una vez más, la importancia de 
conocer los modelos básicos.
JESÚS DE LA VILLA 
92 FINALES DE PEONES
48.¦h7+ ¢c8 49.¦h8+¢d7 
50.¦h7+ ¢c8 51.¦xb7 ¢xb7 
 
El resto de las jugadas recuerdan 
un estudio artístico. Pero aún así, 
un jugador de élite debe ser capaz 
de preverlas. ¿O no? 
 
52.f4! 
Creando un segundo peón pasado 
(mucho más alejado) o bien un 
peón pasado apoyado. Las negras, 
lógicamente, eligen la primera 
opción. 
 
52...gxf4 
52...g4 permite a las blancas ganar 
de muchas formas, entre ellas con 
la inmediata e6. 
 
53.h4! 
A tiempo para que el rey negro no 
entre en el cuadrado de este peón. 
 
53...a5! 
Claro que este peón negro también 
corona a tiempo, justo después del 
blanco, pero con jaque. Así que la 
simple carrera del peón h no es 
suficiente. 
 
54.e6! 
Este peón va muy por delante del 
negro, así que obliga al rey a acer-
carse a él. 
 
54...¢c7 55.h5! 
De nuevo teniendo cuidado de que 
el rey negro no entre en el cuadra-
do del peón h. En cambio, perdía 
55.e7?? ¢d7. 
 
55...a4 
 
56.e7! 
Atrayendo al rey negro a la casilla 
fatal. 
 
56...¢d7 57.h6! 
Y, ahora, Giri comprendió que su 
peón de a no va a coronar porque 
seguirá... 
 
57...a3 58.h7 a2 
Y, ahora, la doble coronación con-
secutiva con jaque. 
 
59.e8£+! ¢xe8 60.h8£+! 1–0 
Cori, J - Fernández, F 
Sitges, 2017 
 
De nuevo volvemos al primer 
grupo... en sentido objetivo. Pero, 
para el jugador de las negras, 
como mucho estábamos en el 
segundo. 
 
¿Dónde retirar el rey? 
 
47...¢f7? 
La respuesta a estas preguntas, en 
la sección de hoy, no tiene por qué 
ser brillante, ingeniosa... ni siquie-
ra exacta, pero igualmente es útil 
reflexionar sobre ella. En este caso 
calificamos la decisión de las 
negras de mala, aunque el final 
sigue siendo tablas, porque, como 
demuestra la continuación, no 
controlaban lo que hacían. Por el 
contrario, hubiera merecido una 
admiración, por tener el efecto de 
simplificar su trabajo, si hubieran 
conocido bien el final. 
 
47...¢e7! era la elección correcta 
en su caso, porque el final con 
caballos no se debe perder si no es 
por un error grave. 
 
48.¤e5+ 
Interpreto que las blancas deciden 
jugar su única opción y, por lo 
tanto, es una correcta decisión 
práctica. Seguir dando vueltas con 
el caballo da pocas esperanzas de 
confundir al rival. 
 
48...¤xe5 49.¢xe5 ¢e7 50.f6+ 
¢f7 51.¢f5 
 
Inmediatamente llega el momento 
crítico. Las negras, seguramente, 
no sospechaban la sutileza que 
esconde esta posición. 
 
51...¢f8?? 
La retirada perdedora. Una deci-
sión de nuevo “perezosa”, basada 
en una mala comprensión del 
tema de la oposición. 51...¢e8! o 
también 51..¢g8, hacen tablas. 
Viendo la continuación de la parti-
da, no hace falta explicar por qué. 
-?-?-?-? 
?k?-?-?- 
p?-?-?-? 
?-?-ZPpZp- 
-?-MK-?-? 
?-?-?P?- 
-?-?-?-ZP 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?p 
-?n?k?-? 
?-?-?P?- 
-?-?K?N? 
?-?-?-?P 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?k?p 
-?-?-ZP-? 
?-?-?K?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?P 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-Mk-?-?- 
-?-?P?-? 
?-?-?p?P 
p?-MK-Zp-? 
?-?-?-?- 
-?-?-?-? 
?-?-?-?- 
93
52.¢e6 ¢e8 53.h4 
 
Y las negras pierden la oposición, 
que “tan trabajosamente” han 
ganado. 
 
53...¢f8 
Si 53...h6 54.h5 ¢f8 55.f7, y el peón 
blanco corona. O bien 53...h5 
54.¢f5, y el peón de h5 cae. 
 
54.h5 ¢e8 55.f7+ ¢f8 56.¢f6 h6 
57.¢g6 1–0 
Cohn – Rubinstein 
San Petersburgo, 1909 
 
Y, en el último ejemplo, tenemos 
un caso de tipo 2. Pero, en la época 
en que fue jugada, tal vez pudiera 
clasificarse en el 3, como los que 
veremos en la siguiente entrega. 
 
En este caso, se trata de una parti-
da histórica y sugiero al lector 3 
opciones para elegir una entre 
ellas: ofrecer cambio de torres con 
1.¦c1, atacar la torre con 1.¢d3 o 
jugar 1.f4. Se trata de seleccionar la 
mejor. 
 
24.¦c1? 
El jugador de las blancas eligió 
“perezosamente” (otra vez) cam-
biar las torres, pensando tal vez, 
estratégicamente, que la torre 
negra era más activa. 
 
Pero el cambio de torres lleva a 
un final de peones, en el cual las 
blancas tienen una desventaja 
grave, en forma de debilidad en 
h2. Aunque no puedan calcular en 
todos sus detalles que van a per-
der, deben rechazar el cambio 
porque es seguro que van a sufrir 
mucho y las alternativas son 
mejores: 
 
24.¢d3?! desplaza la torre de la a)
columna c, pero la envía a ata-
car la debilidad de h2. 24...¦h4 
25.¦c1 ¢d7, y es preciso situar 
la torre blanca en una posición 
muy pasiva, 26.¦h1μ. 
La mejor jugada era 24.f4!³, b)
evitando el paso de la torre 
negra a h4 y preparando tanto 
¢d3, como tal vez ¦c1. 
 
24...¦xc1 25.¢xc1 ¢f6 
Actualmente podemos comprobar 
si existe alguna esperanza defensi-
va con poderosos módulos de aná-
lisis. En este caso, Stockfish 13 en 
profundidad 40 da a las negras 
una ventaja de +9, que normal-
mente garantiza la victoria. 
 
Rubinstein, seguramente, se basó 
en su concepto y solo calculó que 
el rey negro llegaba hasta la casilla 
clave de h3. 
 
26.¢d2 
26.f4 lleva a algo parecido: 
26...¢g6 27.¢d2 ¢h5 28.¢e2 ¢g4 
29.¢f1 ¢h3 30.¢g1 b5!, con posi-
ción similar a la partida. 
 
26...¢g5 27.¢e2 ¢h4 28.¢f1 
¢h3 29.¢g1 
 
La posición que ambos jugadores 
deberían haber anticipado al deci-
dir sobre el cambio de torres. El 
rey negro tiene una posición 
dominante: puede puede forzar el 
cambio de todos los peones del 
flanco de rey y dirigirse a capturar 
el peón de a3 blanco o bien otra 
debilidad que permanezca en la 
tercera fila (e3, por ejemplo). Las 
blancas están condenadas a una 
actitud absoluta de espera y eso ya 
les debía haber advertido contra 
esta elección. 
 
29...e5!? 30.¢h1 b5 31.¢g1 f5 
32.¢h1 g5 33.¢g1 h5 34.¢h1 g4 
 
35.e4 
Es difícil decir si continuar con la 
táctica de espera es más resistente 
o simplemente da lo mismo. Por 
ejemplo: 35.fxg4 fxg4 36.¢g1 e4 
37.¢h1 h4 38.¢g1 g3 39.fxg3 hxg3 
40.hxg3 ¢xg3, con ventaja decisi-
va al caer el peón de e3. 
 
35...fxe4 36.fxe4 h4 37.¢g1 g3 
38.hxg3 hxg3 0–1 
 
 
-?-?-?-? 
Zpp?-MkpZpp 
-?-?p?-? 
?-?-?-?- 
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ZP-?-ZPP?- 
-?-MK-ZP-ZP 
TR-?-?-?- 
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ZP-?-ZPP?k 
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?-?-?-MK- 
JESÚS DE LA VILLA 
¿CAMBIAR O NO CAMBIAR? ESA ES LA CUESTIÓN (2)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
-?-Tr-MklTR 
Zp-?r?-Zp- 
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Zp-?-ZpPWQ- 
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06 Blancas juegan y ganan nnnnn05 Blancas juegan y ganan nnnnn04 Blancas juegan y ganan nnnnn
03 Blancas juegan y ganan nnnnn02 Negras juegan y ganan nnnnn01 Blancas juegan y ganan nnnnn
Observará que, cuando es el turno del negro, el dia-
grama se ve desde el punto de vista de las negras.
 NOTA DE LA REDACCIÓN
Test de Táctica
GM Miguel Illescas
TEST DE TÁCTICA94
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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12 Blancas juegan y ganan nnnnn11 Blancas juegan y ganan nnnnn10 Blancas juegan y ganan nnnnn
09 Blancas juegan y ganan nnnnn08 Blancas juegan y ganan nnnnn07 Blancas juegan y ganan nnnnn
15 Blancas juegan y ganan nnnnn14 Blancas juegan y ganan nnnnn13 Blancas juegan y ganan nnnnn
95TEST DE TÁCTICA
(1) Polgár - Gocheva 
Este sacrificio de dama no es la única 
forma de ganar, pero sí la más rápida 
y forzada, ya que da mate en 3. 
1.£xf6+! gxf6 2.¦hxg8+ ¢e7 3.¦1g7# 
1–0 
 
(2) Unzicker - Dankert 
1...£g3+!–+ [Un sacrificio de dama 
que fuerza el mate o la ganancia de 
material] 2.¦xg3 [En caso de 2.¢h1, 
entonces 2...£xf3–+ gana una torre, 
pues si 3.gxf3 ¤f2+ 4.¢g2 ¤xd3] 
2...hxg3+ 3.¢h1 ¤f2# 0–1 
 
(3) Henkin - Lebedev 
2.£a5! [2.£f4 £c8] 2...¤c7 [2...¤b8 
3.£f5] 3.£f5! g6 4.£xf6, ganando. 
 
(4) Zaichik - Chekhov 
1.¦xe3! [1.h4?? ¤xf5; 1.¦xh7+? ¢g5] 
1...¦xe3 2.h4! ¢h5 3.¦xh7# 1–0 
 
(5) Ciocaltea - Ungureanu 
1.¥xf5! [Buena, pero no tan decisiva 
es 1.¥c3 ¥f8 2.£e3. También es fuerte, 
pero más lenta, 1.£c6 £xc6 2.dxc6 
¤e5 3.¦b7 ¤xc6 4.¥c4+ ¢h8 5.¥d5. 
Son peores 1.¦xg7+? ¢xg7 2.¥c3+ 
¤e5; o bien 1.¥h6 ¥f6, con defensa] 
1...gxf5 2.¥c3! ¢f8 [2...¥xc3 3.£xc3 
¤e5 4.¦xb7; 2...¥f8 3.£g5+] 3.¦xg7, 
con ventaja decisiva. 
 
(6) Sveshnikov - Gorchakov 
1.¥a3! b6 [1...¥xe4 2.¥xe7!; 1...¥xa3 
2.¤f6+ ¤xf6 (2...¢h8 3.£xh7#) 3.exf6 
¦fe8 4.£g7#; 1...f5 2.¥xe7 ¦f7 3.¥xd8] 
2.¤g5! ¥xg5 [2...¥xa3 3.£xh7#] 
3.£xf8# 1–0 
 
 
(7) Bronstein - Geller 
14.¦e5! [14.£xb7 0–0 sería menos 
fuerte] 14...£d3 [14...£g4? 15.h3] 
15.¦xe7+! ¢xe7 16.¤xd5+ ¤xd5 
17.£xd3 [Las blancas han obtenido 
una ventaja material decisiva y 
ganaron pocas jugadas más tarde] 1–0 
 
(8) Botvínnik - Zharov 
1.¤f6+! ¢h8 [Si 1...£xf6 2.£xc7+–, 
las blancas logran una importante 
ganancia material, pues no vale 
2...£b2 3.¦ab1] 2.¤e8! [La clave. Se 
amenazan la torre y el mate en g7, por 
lo que las negras han de tomar el 
caballo] 2...£xe8 [2...¥b7?? 3.£xg7#] 
3.£xc7 [Y la ventaja material de las 
blancas es decisiva]. 
 
(9) Pedersen - Norbi 
1.¦xh7+! [1.£h6+? ¢f7; 1.¦xe8 ¦xe8 
2.¦xh7+ ¥xh7 3.£h6+ ¢g8 4.¤xf6+ 
¢f7 5.¤xe8 ¢xe8 6.£xh7=] 1...¥xh7 
[1...¢xh7 2.£h6+ ¢g8 3.£xg6+ ¢f8 
4.£xf6+ ¢g8 5.£g6+ ¢f8 6.£xf5+ 
¢g7 7.£g5+ ¢h8 8.£h6+ ¢g8 9.¤f6+ 
¢f7 10.£h7+ ¢xf6 11.¦f1+ ¢e6 
12.£f7+ ¢d6 13.¦f6+ ¦e6 14.¦xe6#] 
2.£h6+ ¢g8 3.¤xf6+ ¢f7 4.¤xe8 
¦xe8 5.£xh7+ ¢f6 6.£h6+ ¢f7 
7.£h5++– 
 
(10) Jacobson - Von Henning 
1.£a6+!! [1.¦f1? £xe4; 1.¥c8+?? 
¢xc8] 1...¢a8 [1...¢xa6 2.¥c8#] 
2.¦d8+! [También gana 2.£c8+ ¥b8 
3.¦d8 £xe3+ 4.¢c2] 2...¥b8 [2...¥xd8 
3.£c8#] 3.¦xb8+! ¢xb8 4.£c8# 1–0 
 
(11) Pomar - Larsen 
1.¦d6!+– ¥e7 [1...¥xd6 2.¥xg7+! 
¢xg7 3.£g5+ ¢f8 4.£f6+ ¢e8 5.£f7#; 
1...¥e8 2.¦h6! ¥g6 3.¦xg6; 1...¥e6 
2.¦xe6+–; 1...£c7 2.¦h6! ¤e5 3.¦xh7#] 
2.£h6 [2.£g3! ¥f8 3.¦f6!] 2...¦g8 
3.¦g6 ¤d4 4.¦xb6 gxh6 5.exd4 ¦g7 
6.d5+– 
 
(12) Estudio de Hildebrand 
3.¥d7+!! [3.¢xb8? ¢b5=] 3...¢c7 
[3...¢xd7 4.¢xb8+–] 4.¥b5! ¢c8 
[4...e5 5.¥a6 e4 6.¥b7, como en la línea 
principal; 4...e6 5.¥a6 e5 6.¥b7 e4 
7.¥xe4 ¢c8 8.¥b7+ ¢c7 9.a6] 5.¥a6+ 
¢c7 6.¥b7! e5 7.¥a6 e4 8.¥b7 e3 
9.¥a6 e2 10.¥xe2 ¢c8 11.¥a6+ ¢c7 
12.¥b7, ganando. 
 
(13) Wolf - Spielmann 
1.h3! [1.¦cxd5? ¤f4!] 1...£xh3 
2.£xf3!! ¦xf3 [2...¦g8 3.£xg2; 2...¤f4! 
3.£xf4! ¢g8! 4.¥h7+! (4.¥f5 ¥xf5 
5.£h4! £xh4 6.gxh4 ¥e4, con ventaja 
blanca) 4...¢xh7 5.£xf8 £xg3+ 6.¢f1 
¥h3+ 7.¢e2 ¥g4+ 8.¢d2 £g2+ 9.¢e1 
£g1+ 10.£f1 £g3+ 11.£f2, y se aca-
ban los jaques] 3.¦c8+! ¥xc8 4.¦e8+ 
[1–0] 4...¦f8 5.¦xf8# 
 
(14) Martin, Andrew - García 
Padrón 
1.¥xh5! gxh5 2.£f3!! [2.¦xh5 ¥xe4+ 
3.¢g1 ¥g7!! 4.fxg7 ¢xg7] 2...£d7 
[2...¥xe4 3.£xe4 ¦c7 4.¦d1 £a8 5.¦d5 
¦xc2 6.¦xh5] 3.£xh5 ¥xe4+ 4.¢g1! 
¥g7 5.fxg7 f5 6.£h7+ 1–0 
 
(15) Estudio de Tiavlovski 
1.¦d8+ ¢c7 2.¦d7+ ¢c6 3.¤b4+! 
[3.¦xe7 ¢d6=] 3...¢c5 4.¢e4! [4.¦xe7 
¢d6! 5.¦e8 ¦e5=] 4...¦f6! [4...¢xb4 
5.¦xe7 ¦f1 6.¦c7; 4...¦f1 5.¤d3+] 
5.¤d3+ ¢c6 6.¦xe7 ¢d6 7.¦d7+! 
¢xe6 8.¤c5# 1–0 
SOLUCIONES 
SOLUCIONES TEST DE TÁCTICA96
La foto corresponde a la partida Fischer-Tal de la Olimpiada de Leipzig de 
1960 y captura el momento exacto en que Tal juega 7...¤e7. Se observa en 
el tablero una posición típica de la Defensa Francesa variante Winawer, con la 
dama blanca en g4. Llama la atención la presencia del peón negro en d4, que 
solo se da en la variante 6...¥a5, poco empleada. Buscando en la base de 
datos, veremos que solo aparecen dos partidas de Fischer con esa posición, 
una en partidas simultáneas, y la otra frente a Tal. Y, puesto que Fischer está 
sentado, cabe deducir que no eran las simultáneas.
FO
TO
: S
OV
IET
 CH
ES
S H
IST
OR
Y
Fischer, R – Tal, M 
Olimpiada Leipzig, 1960 [C18] 
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥b4 4.e5 c5 
5.a3 ¥a5 6.b4 cxd4 7.£g4 
 
7...¤e7 8.bxa5 dxc3 9.£xg7 ¦g8 
10.£xh7 ¤bc6 11.¤f3 £c7 12.¥b5 
¥d7 13.0–0 0–0–0 14.¥g5 ¤xe5 
15.¤xe5 ¥xb5 16.¤xf7 ¥xf1 17.¤xd8 
¦xg5 18.¤xe6 ¦xg2+ 19.¢h1 £e5 
20.¦xf1 £xe6 21.¢xg2 £g4+ ½–½ 
rSnlWqk?nTr 
Zpp?-?pZpp 
-?-?p?-? 
Vl-?pZP-?- 
-ZP-Zp-?Q? 
ZP-SN-?-?- 
-?P?-ZPPZP 
TR-VL-MKLSNR 
 Solución al acertijo
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Peón de Rey nº 153 (jul-ago 2021)
AVANCES PDR-153 (JUL-AGO 2021)
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Finales, decisiones de 
simplificación, con GM 
Jesús de la Villa El lado 
oscuro del tablero, con 
Mario Tallarico. Mis 
estudios favoritos, GM 
Miguel Illescas. 
¡Y mucho más en el 
próximo PDR-153! 
EL SACRIFICIO 
POSICIONAL 
El GM Andrea Stella 
aborda una cuestión 
capital para llevar tu 
ajedrez a un nivel 
superior: las entregas 
de material a largo 
plazo.
AVRO 1938 
Estreno de lujo en PDR del GM Carlos García 
Palermo, con mirada nostálgica al gran torneo 
en que Keres y Fine se impusieron a 
Botvínnik, Euwe, Reshevsky, Alekhine, 
Capablanca y Flohr.
NAJDORF ETERNO 
En el 24 aniversario de su muerte rendimos 
homenaje a Miguel Najdorf, con una entre-
vista inédita y sus mejores partidas comenta-
das, a cargo de Jesús Bayolo y el GM 
Reinaldo Vera. 
TORNEO DE CANDIDATOS 
Del 19 al 28 de abril, también en Ekaterim -
burgo, se disputará la segunda mitad del 
Candidatos, que quedó suspendido en abril de 
2020 por la pandemia mundial. Vachier-
Lagrave y Nepomniachtchi llegaron empatados 
tras la primera vuelta como líderes. El vence-
dor se enfrentará a Carlsen en Dubái.
TRAGEDIAS EN LA ÉLITE 
El GM Adrian Mikhalchishin comparte con los 
lectores de PDR sus análisis sobre algunos 
momentos decisivos en partidas que podrían 
haber cambiado la historia del ajedrez.
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