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Alessandra Pza Suarez- 54133 ¿Qué es una célula eucariota? Se llama célula eucariota (del vocablo griego eukaryota, unión de eu “verdadero” y karyon “nuez, núcleo”) a toda célula que tiene un núcleo definido. Este núcleo contiene la mayor parte de su ADN y está delimitado por una envoltura nuclear. Esta es la principal diferencia con respecto a la célula procariota, mucho más primitiva, y cuyo material genético está organizado en el citoplasma en una región llamada “nucleoide”. El dominio eucariota incluye los Reino Animalia (animales), Plantae (plantas), Fungi (hongos) y Protistas (organismos que no son animales, ni plantas, ni animales). Los seres vivos formados por células eucariotas se denominan eucariontes. Origen de las células eucariotas La aparición de las células eucariotas constituyó un paso importante en la evolución de la vida, pues sentó las bases para una diversidad biológica mucho mayor, incluido el surgimiento de células especializadas dentro de organizaciones pluricelulares. La comunidad científica no ha logrado encontrar una explicación concreta y clara de cómo aparecieron las células eucariotas. Se han planteado algunas teorías sobre el surgimiento de estas células: Se cree que las células eucariotas surgieron debido a la fusión entre una bacteria (organismo unicelular procariota que tiene pared celular de peptidoglicano) y una archaea (organismo unicelular procariota que tiene pared celular de glicoproteínas y proteínas). Esta es la teoría más aceptada, pues se ha podido probar que en las células eucariotas algunos genes provienen de las bacterias y otros de las archaeas. En este sentido, el ADN del núcleo de las células eucariotas es semejante al de las archaeas, mientras que la composición de la membrana y las mitocondrias es similar a la de las bacterias. Se supone que las células eucariotas surgieron a partir de las archaeas, pero sus similitudes con las bacterias fueron obtenidas de las proto-mitocondrias (un ancestro de la mitocondria actual). Se plantea que los eucariontes y las archaeas surgieron a partir de una bacteria modificada. No se conoce bien por qué pasaron mil millones de años desde que se originaron las células eucariotas hasta que se especializaron. Se cree que durante este período de tiempo (en el que no hubo cambio evolutivo) los niveles de oxígeno no eran suficientes para el desarrollo de los eucariotas. Tipos de célula eucariota Existen diversos tipos de células eucariotas: Células vegetales. Son aquellas células que tienen una pared celular (compuesta de celulosa y proteínas) que recubre su membrana plasmática y les otorga rigidez, protección y resistencia. Además, las células vegetales tienen cloroplastos, que son organelas que contienen la clorofila (la biomolécula necesaria para llevar a cabo el proceso de fotosíntesis); y una vacuola central grande, que mantiene la forma celular y controla el almacenamiento y la degradación de sustancias. Células animales. Son aquellas células que no tienen cloroplastos (ya que no realizan fotosíntesis) ni pared celular. Pero, a diferencia de las células vegetales, tienen centríolos (organelas que participan en la división celular) y presentan vacuolas de menor tamaño, aunque más abundantes, llamadas vesículas. Debido a la carencia de pared celular, las células animales pueden adoptar una gran cantidad de formas. Células de los hongos. Son células que se asemejan a las de los animales, aunque difieren de ellas por la presencia de una pared celular compuesta de quitina. Células de protistas. Los protistas son organismos muy variados: no son animales, plantas ni hongos pero, a su vez, tienen características similares a las de todos estos organismos. Entonces, las células de los protistas son también muy variadas. Una característica de estas células es que presentan una vacuola que se contrae, lo que les permitecontrolar la cantidad de agua en la célula. Además, las células protistas pueden contener cloroplastos y celulosa. Funciones vitales de la célula eucariota Las células eucariotas tienen dos funciones primordiales: alimentarse y reproducirse. Las funciones vitales de la célula eucariota son: Nutrición. Es el proceso mediante el cual ocurre la incorporación de los nutrientes al interior de la célula. La célula transforma estos nutrientes en otras sustancias, que son utilizadas para formar y reponer las estructuras celulares y también para obtener la energía necesaria para llevar a cabo todas sus funciones. Los organismos pueden clasificarse según su tipo de nutrición en: Autótrofos. Producen las sustancias orgánicas que necesitan para su desarrollo a partir de sustancias inorgánicas. Por ejemplo: las plantas. Heterótrofos. Consumen las sustancias orgánicas de otros organismos. Por ejemplo: los animales. Cricimiento. Implica un aumento en el tamaño de las células individuales de un organismo, en el número de células o en ambos. El crecimiento puede ser uniforme en las diversas partes de un organismo o puede ser mayor en algunas partes que en otras, lo que hace que las proporciones del cuerpo cambien a medida que se produce el crecimiento. Respuesta a estímulos. Las células se relacionan con el medio que las rodea. Esta relación ocurre mediante estímulos que generan una respuesta. Estos estímulos (como cambios de temperatura, cambios de acidez, humedad) generan respuestas en las células que producen distintos efectos en un organismo (por ejemplo, sudoración, temblores o contracciones). Reproducción. Es el proceso de formación de nuevas células (o células hijas) a partir de una célula inicial (o célula madre). Existen dos tipos de procesos de reproducción celular: mitosis y meiosis. Mediante la mitosis, una célula madre da lugar a dos células hijas idénticas, es decir, con la misma cantidad de material genético e idéntica información hereditaria. La mitosis interviene en los procesos de crecimiento y reparación de tejido, y en la reproducción de los seres vivos que se reproducen asexualmente. Mediante la meiosis, una célula madre da lugar a cuatro células hijas genéticamente distintas entre sí y que además tienen la mitad del material genético que la célula inicial. La meiosis se produce para originar los gametos (células reproductoras, óvulos y espermatozoides). Metabolismo. En las células ocurren reacciones químicas que son necesarias para obtener la energía que permite la realización de las distintas funciones celulares. En las mitocondrias, por ejemplo, ocurre la respiración celular, que es el conjunto de reacciones químicas que degradan compuestos químicos (como la glucosa) para generar energía. Las funciones de metabolismo, crecimiento, respuesta a estímulos y reproducción son realizadas por todas las células pertenecientes tanto a organismos procariotas como eucariotas. Sin embargo, estas no son las únicas funciones celulares: existen otras funciones según la especialización de cada tipo de célula y el tejido u organismo que forman. Por ejemplo, las neuronas (que forman parte del tejido nervioso) son capaces de comunicarse a través de impulsos eléctricos, mientras que muchas células del tracto respiratorio de los animales barren las partículas extrañas en los mocos. Partes de una célula eucariota El núcleo celular es un orgánulo central, limitado por una doble membrana porosa. Las principales partes de las células eucariotas son: Membrana celular, plasmática o citoplasmática. Es una membrana que rodea la célula. Está formada por fosfolípidos y proteínas intercaladas, entre otros compuestos. La membrana plasmática sirve para dar forma a la célula, delimita el exterior y el interior de la célula y regula las sustancias que entran y salen de ella. Pared celular. Es una capa rígida que se encuentra por fuera de la membrana plasmática y le otorga a la célulaforma, sostén y protección. La pared celular está presente solo en las células vegetales y en las de los hongos, aunque su composición varía entre ambos tipos celulares: en las plantas se compone de celulosa y proteínas, mientras que en los hongos está formada por quitina. Si bien esta estructura le brinda protección a la célula, le impide su crecimiento y la limita a estructuras fijas. Núcleo celular. Es un orgánulo central, limitado por una envoltura porosa que permite el intercambio de material entre el citoplasma y su interior. El núcleo contiene el material genético (ADN) de la célula, que se organiza en cromosomas. Además, dentro del núcleo existe una región especializada llamada nucleolo, donde se transcribe el ARN ribosomal que luego formará parte de los ribosomas. El núcleo está presente en todas las células eucariotas. Citoplasma. Es el medio acuoso en el que están inmersos los distintos orgánulos de la célula. El citoplasma está formado por el citosol (que es la parte acuosa que contiene sustancias disueltas) y los orgánulos (que son estructuras que tienen distintas funciones especializadas). En el citoplasma están inmersos los distintos orgánulos u organelos. Algunos de los principales son: Lisosomas. Son vesículas que contienen enzimas digestivas, presentes exclusivamente en las células animales. En los lisosomas se llevan a cabo procesos de digestión celular, catalizados por las enzimas que contienen en su interior. Los lisosomas pueden digerir otro orgánulo para reutilizar sus componentes individuales por la célula, lo que se denomina “autofagia”, o también pueden digerir una célula entera, lo que se denomina “autólisis”. Estos orgánulos se forman en el aparato de Golgi. Mitocondrias. Son las organelas donde se lleva a cabo el proceso de respiración celular. Están rodeadas por una doble membrana, que sirve como superficie para que ocurran las reacciones de la respiración celular. Las mitocondrias están presentes en todos los tipos de células eucariotas y su número varía en función de las necesidades que tengan: las células con altos requerimientos energéticos suelen tener una mayor cantidad de mitocondrias. Cloroplastos. Son los organelos en los cuales se lleva a cabo la fotosíntesis, y presentan un sistema complejo de membranas. Se componen fundamentalmente de clorofila, un pigmento verde que participa en el proceso fotosintético y permite captar la luz solar. Los cloroplastos son exclusivos de las células fotosintéticas, por lo que están presentes en todas las plantas y las algas, cuyo color verde característico viene dado por la presencia de la clorofila. Vacuola. Es un tipo de vesícula de gran tamaño que almacena agua, sales minerales y otras sustancias, y que se encuentran solamente en las células vegetales. La vacuola mantiene la forma celular y le proporciona sostén a la célula, además de participar en el movimiento intracelular de las sustancias. Las células animales poseen vacuolas pero de menor tamaño y en mayor cantidad. Centríolos. Son estructuras tubulares que se encuentran exclusivamente en las células animales. Participan en la separación de los cromosomas durante el proceso de división celular. Retículo endoplasmático (RE). Es un sistema de membranas que se extiende desde el núcleo celular. Este orgánulo se divide en dos estructuras: Retículo endoplasmático rugoso (RER). Se ubica a continuación de la membrana nuclear. En la superficie del RER se encuentran los ribosomas, que son los orgánulos donde ocurre la síntesis de proteínas que son utilizadas por otros orgánulos o exportadas hacia el exterior de la célula. Retículo endoplasmático liso (REL). En este orgánulo no se sintetizan proteínas porque no contiene ribosomas, pero sí se sintetizan ácidos grasos y esteroides. Aparato de Golgi. Es un orgánulo compuesto por un conjunto de discos y sacos aplanados que se denominan “cisternas”. La función del aparato de Golgi se relaciona con la modificación y empaquetamiento de las proteínas y otras biomoléculas (como hidratos de carbono y lípidos) para su secreción o transporte. Ribosomas. Están formados por dos unidades que se forman en el nucleolo y se ensamblan en el citoplasma. Son los orgánulos donde ocurre la síntesis de proteínas. Centrosoma. Está presente en células eucariotas de animales. Este orgánulo está formado por centríolos y material pericentriolar y es muy importante en el proceso de división celular. Citoesqueleto. Está presente en células eucariotas. Se forma por microfilamentos compuestos de actina y miosina, por filamentos intermedios compuestos por queratina y por microtúbulos compuestos por tubulina. Su función es mantener la forma de la célula, darle estabilidad mecánica, contribuir al movimiento de los orgánulos y de la célula como un todo. Leucoplastos. Están presentes en las células eucariotas de las plantas. Su principal función es participar en la conversión de azúcares en polisacáridos, grasas y proteínas. Fuente: https://concepto.de/celula-eucariota/#ixzz8WkmwQ5my Fuente: https://concepto.de/celula-eucariota/#ixzz8WkmbPQ9A Fuente: https://concepto.de/celula-eucariota/#ixzz8WkmSpexy Fuente: https://concepto.de/celula-eucariota/#ixzz8WkmHUXGN Fuente: https://concepto.de/celula-eucariota/#ixzz8Wkm4mTuf ¿Cómo es el espermatozoide? El espermatozoide es la célula sexual masculina que se produce en los testículos del hombre a través del proceso conocido como espermatogénesis. La función principal de los gametos masculinos, los espermatozoides, es permitir la reproducción sexual gracias a su unión con el óvulo femenino durante la fecundación. Para ello, es muy importante que los espermatozoides mantengan su estructura y ADN íntegro durante su trayecto hacia el óvulo. Definición y función El espermatozoide es el gameto masculino destinado a la fecundación de óvulo, es decir, la célula reproductora que aporta el varón para la formación de un embrión que pueda anidar en el útero materno y dar lugar a un embarazo. Para que esto sea posible, tanto el gameto masculino como el femenino deben poseer la mitad de material genético que el resto de las células del organismo. Se dice, por tanto, que el espermatozoide es una célula haploide: posee 23 cromosomas. Esta reducción del material genético se consigue gracias al proceso de meiosis que tiene lugar durante la formación de espermatozoides en el testículo. Después de la fecundación del óvulo con el espermatozoide y la fusión de ambos núcleos, se restablece la dotación genética característica del ser humano: 46 cromosomas. La célula resultante de esta unión es el cigoto. Fecundación entre óvulo y espermatozoide en el ser humano La principal función del espermatozoide es perpetuar la especie por medio de la reproducción sexual. Además, para que esto sea posible, es necesario el coito entre un hombre y una mujer para poner en contacto sus gametos. Los espermatozoides del varón se encuentran suspendidos en el semen, el cual es expulsado dentro del tracto reproductor femenino gracias a la eyaculación. A partir de aquí, los espermatozoides viajarán hasta las trompas de Falopio gracias a su movimiento para encontrarse con el óvulo. Otra función que corre por parte del espermatozoide es determinar el sexo del futuro bebé. En función del reparto cromosómico que tiene lugar en la meiosis, la célula espermática poseerá el cromosoma X (sexo femenino) o el cromosoma Y (sexo masculino). Partes del espermatozoide El microscopista Anton van Leeuwenhoek fue la primera persona que describió el espermatozoide en el año 1677. Se trata de una célula alargada que posee cabeza, cuello y cola, con una longitud total de unas 50-60 micras. La forma de los espermatozoides es similar en la mayoría de las especies, sobre todo en los mamíferos, aunque pueden existirpequeñas diferencias. Lo más peculiar del espermatozoide es que es la única célula humana con flagelo, la cola que le permite moverse. A continuación, vamos a describir cada una de sus partes: Cabeza La cabeza del espermatozoide tiene una forma ovalada y un tamaño entre 5 y 8 micras. En ella se pueden diferenciar las siguientes partes: Acrosoma Ocupa los dos primeros tercios del volumen total y se encuentra en el extremo del espermatozoide. Contiene enzimas proteolíticas que ayudan a deshacer la zona pelúcida del óvulo para poder penetrar en su interior sin problemas. Núcleo Es donde permanecen condensados los 23 cromosomas, es decir, la mitad de la información genética del futuro embrión. Esta parte es la única que entra dentro del óvulo y, por ello, es la más importante del espermatozoide. Su función es fusionarse con el núcleo del óvulo para completar la dotación genética del nuevo ser. Membrana plasmática Rodea al acromosoma y al núcleo para separarlos del resto de cuerpo del espermatozoide. En su interior se encuentra una pequeña cantidad de citoplasma con altos niveles de ácidos grasos polinsaturados. Partes del espermatozoide Pieza intermedia Se corresponde con el cuello del espermatozoide y, por tanto, se sitúa entre la cabeza y la cola. La pieza intermedia mide entre 6 y 12 micras, es un poco más larga que la cabeza y su grosor apenas es visible al microscopio. En su interior existen miles de mitocondrias que se encargan de obtener la energía necesaria para producir el movimiento flagelar que permite el avance del espermatozoide. Cola La cola del espermatozoide, también llamada flagelo, es una estructura larga cuya función principal es permitir la movilidad espermática mediante su movimiento ondeante o serpenteante. La longitud de la cola del espermatozoide es de de 50 µm aproxixmadamente, lo cual permite una velocidad de nado de aproximadamente 3 milímetros por minuto. Cualquier alteración en la cola espermática que impida el movimiento progresivo de los espermatozoides será motivo de infertilidad masculina. Pérdida de la cola del espermatozoide Una vez el espermatozoide llega hasta el óvulo y su núcleo entra en el interior, la cola se pierde. ¿Cómo es los hematíes? En el griego es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término hematíes que ahora nos ocupa. En concreto, hay que establecer que es el resultado de sumar dos componentes léxicos de dicha lengua como son los siguientes: El sustantivo haima, que es sinónimo de “sangre”. El sufijo -ies, que se emplea para darle forma a adjetivos. Los hematíes son células globosas de color rojo que se encuentran en la sangre. También conocidos como glóbulos rojos o eritrocitos, los hematíes constituyen las células que aparecen en mayor número en la sangre. Entre sus componentes se encuentra la hemoglobina, una proteína que se encarga de trasladar el oxígeno desde los pulmones hasta los diversos tejidos y órganos del cuerpo. Los hematíes son células que se encuentran en la sangre. Origen de los hematíes La médula ósea es el lugar donde se originan los hematíes, que derivan de células madre llamadas hemocitoblastos. La formación de estos glóbulos rojos recibe el nombre de eritropoyesis. Carentes de mitocondrias y de núcleo, los hematíes recurren a la fermentación láctica para obtener energía. Cuando los hematíes envejecen y ya no cumplen con su función, son destruidos mediante un proceso denominado hemólisis. Este mecanismo hace que la hemoglobina sea liberada en el plasma. La producción de los hematíes tiene lugar en la médula ósea. Diferentes concentraciones em el sangre Es importante tener en cuenta que la concentración de hematíes en la sangre varía de acuerdo a la edad, el sexo y hasta la ubicación geográfica (a mayor altitud, mayor concentración de eritrocitos). A nivel general, puede decirse que la cantidad normal de hematíes en un hombre ronda los 5.400.000 por milímetro cúbico de sangre, mientras que en las mujeres la cifra habitual es de unos 4.500.000 de hematíes por milímetro cúbico de sangre. Si el número de hematíes es inferior al normal, la persona padece anemia, un estado patológico que puede ser un signo clínico de múltiples trastornos. Una cantidad elevada de hematíes, por su parte, revela una policitemia. No obstante, hay que establecer que un elevado aumento de los hematíes en sangre puede indicar que la persona en cuestión presenta problemas de salud de diversa índole. En concreto, puede advertir que sufre apnea del sueño, fibrosis pulmonar, un mioma uterino, un cáncer de riñón, una poliquistiosis renal o una EPOC (Enfermedad Pulmonar Crónica Obstructiva), por ejemplo. Cantidad normal de hematíes Asimismo hay que conocer que hay una serie de situaciones que pueden producir de forma momentánea y puntual un incremento de los valores de hematíes en sangre. Entre esas están desde una intoxicación por dióxido de carbono hasta encontrarse en un lugar que se sitúa a una altitud elevada pasando por estar sufriendo un cuadro de deshidratación, que se manifiesta mediante vómitos, diarrea o un exceso de sudoración. Para poder conseguir tener unos niveles normales de hematíes se establece que la persona debe llevar a la práctica una serie de medidas tales como no tomar drogas, dejar de lado el tabaco si fuma, no consumir alcohol, hacer ejercicio de forma habitual y llevar a cabo una alimentación sana, completa y equilibrada, por ejemplo. ¿Qué son los leucocitos? Los leucocitos son células de la sangre, propias del sistema inmunitario. Cuando centrifugamos la sangre a la velocidad adecuada aparece una capa de color blanco en la que se acumulan los leucocitos; de ahí que también sean conocidos como “glóbulos blancos”. Hay más de un tipo de célula que se considera un leucocito: linfocitos, neutrófilos, basófilos. ¿Qué son exactamente los leucocitos? Los leucocitos son un grupo de células variado. En la sangre se considera normal tener entre 4 mil y 11 mil glóbulos blancos por microlitro (a veces se informa como 11000-4000 por milímetro cúbico). Tener menos puede ser indicativo de un problema, tener más tampoco es deseable. Una persona normal produce alrededor de 100.000 millones de glóbulos blancos al día para satisfacer esta necesidad. ¿Qué tipos hay? Hay muchos tipos de leucocitos. Una clasificación muy sencilla se basa en la presencia o no de gránulos, inclusiones que se ven como un “punteado” cuando se ven las células al microscopio: granulocitos o agranulocitos. Los granulocitos son los basófilos, eosinófilos y neutrófilos, mientras que los agranulocitos son los monocitos y los linfocitos. Veamos algunas características básicas: Neutrófilos. Son de las primeras células que reaccionan frente a una infección y están entre los leucocitos más numerosos. Almacenan una variedad importante de productos químicos (enzimas, moléculas mensajeras, etc) que, al ser liberados en un sitio donde se está produciendo una invasión, atacan la estructura extraña y “llaman” a otras células de defensa. Linfocitos. Por número, es el segundo gran grupo de células blancas de nuestro organismo. Hay dos grandes tipos de linfocitos: los linfocitos B, involucrados en la generación de anticuerpos, y los linfocitos T, involucrados en la eliminación de células infectadas, las células cancerosas y el control de las reacciones inmunitarias. Monocitos. Los monocitos son una forma celular de “reserva”; frente un ataque externo, o frente a células muertas propias que hay que retirar de nuestro cuerpo, los monocitos salen de la sangre y van al tejido correspondiente. Allí serán capaces de evolucionar a macrófagos, células especializadas capaces de limpiar una zona fagocitando (“metiendo en su interior”)al atacante o a la célula muerta. Una vez en su interior, el mácrófago vuelca encima del producto fagocitado moléculas altamente oxidantes que inactivan y destruyen el material fagocitado. Y no sólo eso: los macrófagos también son capaces de “avisar” a otras células que se está produciendo un ataque y pueden “mostrar” esos restos que limpian a otras células, de modo de poder generar anticuerpos específicos contra virus o bacterias. Eosinófilos. Montan la principal defensa contra los parásitos. También están involucrados en procesos de alergia. Junto con los basófilos, es el grupo de leucocitos menos abundante de la sangre. Basófilos. Son menos de un 1% de los leucocitos. Contienen histamina, molécula fundamental para el sistema inmune. Están involucrados en la defensa contra parásitos y en las reacciones alérgicas, en la piel atópica y en el asma. ¿Qué son los miocitos y cuál es su función? El tejido muscular está formado por células contráctiles llamadas miocitos. El miocito es una célula especializada que utiliza ATP (energía química) para generar movimiento gracias a la interacción de las proteínas contráctiles (actina y miosina). El tejido muscular corresponde aproximadamente el 40- 50 % de la masa de los seres humanos y está especializado en la contracción, lo que permite que se muevan los seres vivos pertenecientes al reino animal. Las células musculares están altamente especializadas y reciben el nombre de fibra muscular. El citoplasma se designa como sarcoplasma y la membrana celular como sarcolema. El citoplasma está lleno de miofibrillas formadas por filamentos de actina y miosina alternados que al deslizarse entre sí le dan a la célula capacidad contráctil. Como las células musculares son mucho más largas que anchas, a menudo se llaman fibras musculares, pero no por esto deben confundirse con la sustancia intercelular forme, es decir, las fibras colágenas, reticulares y elásticas, pues estas últimas no están vivas. Dependiendo de su localización y diferentes características estructurales, el tejido muscular se divide en tres tipos: tejido muscular esquelético, tejido muscular cardiaco y tejido muscular liso. El músculo esquelético puede contraerse o relajarse de forma voluntaria, mientras que el músculo liso y el cardiaco se contraen de forma involuntaria o automática. Tipos de tejidos musculares Imagen al microscopio óptico del músculo esquelético. El latido del corazón se produce por la contracción del músculo cardíaco. Proceso de contracción de una célula de músculo liso. Basándose en factores estructurales y funcionales existen tres tipos de tejido muscular: esquelético, cardíaco y liso. El músculo esquelético está bajo el control de la mente (músculo voluntario), mientras que el músculo cardiaco y liso son involuntarios pues se contraen de manera automática sin https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Muscle_Tissue_Skeletal_Muscle_Fibers_(40153601630).jpg https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:CG_Heart.gif https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Smooth_muscle_contraction1_esp.png intervención de la voluntad. En el aspecto estructural, puede mostrar bandas transversales regulares a lo largo de las fibras (músculo estriado) o no (músculo no estriado). El músculo esquelético y el cardíaco son estriados, mientras que el músculo liso es no estriado. Músculo esquelético: Está compuesto por células con varios núcleos (multinucleadas) largas (hasta 30 cm) y cilíndricas que se contraen para facilitar el movimiento del cuerpo y de sus partes. Sus células presentan gran cantidad de mitocondrias. Las proteínas contráctiles se disponen de forma regular en bandas oscuras (principalmente miosina pero también actina) o claras (actina).2 Músculo cardíaco: Está compuesto por células musculares cardíacas o miocardiocitos. Forman parte de la pared del corazón. Son células alargadas y ramificadas, con un núcleo central. El sarcoplasma que rodea al núcleo presenta numerosas mitocondrias, gránulos de glucógeno y pigmentos de lipofuscina. La mayor parte del citoplasma está ocupado por miofibrillas de disposición longitudinal con el mismo patrón estriado del músculo esquelético. Las células de este tejido poseen núcleos únicos y centrales, y también forman uniones terminales altamente especializadas denominadas discos intercalares, que facilitan la conducción del impulso nervioso. Músculo liso: Se encuentra en las paredes de las vísceras huecas y en la mayor parte de los vasos sanguíneos. Sus células son fusiformes y no presentan estriaciones ni un sistema de túbulos. Son células mononucleadas con el núcleo en la posición central. La contracción del músculo liso tiene muchas funciones en el organismo y no está controlada de forma consciente, sino automática a través del sistema nervioso simpático, parasimpático y sustancias químicas circulantes. https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_muscular#cite_note-tres-2 ¿Que es el miocito? El miocito o fibra muscular tiene una estructura microscópica característica. La membrana celular se llama sarcolema y el citoplasma sarcoplasma. Los orgánulos tienen nombres diferentes a los del resto de los tejidos; el retículo endoplásmico liso se llama retículo sarcoplásmico liso; y las mitocondrias sarcosomas. A la unidad anatómica y funcional se la denomina sarcómero. Cada fibra contiene numerosas miofibrillas orientadas longitudinalmente. Las miofibrillas contienen filamentos formados por proteínas contráctiles que hacen posible que la fibra se acorte o alargue. La disposición de los filamentos es alternante entre los más gruesos formados por miosina y otros más finos compuestos de actina. Ambos tipos se imbrican, de tal forma que cada filamento fino se ubica entre dos gruesos y viceversa. El desplazamiento de los filamentos entre sí permite que la fibra se acorte o alargue generando movimiento.4 Cada fibra muscular contiene entre cientos y miles de miofibrillas. Cada miofibrilla está formada por 3500 filamentos de miosina y 1500 de actina. Se llama unidad motora al conjunto de varias fibras musculares que responden al unísono tras el estímulo de una neurona motora. El número de fibras por unidad motora es muy variable, por término medio alrededor de 150, pero solo entre 3 y 6 en los pequeños músculos que realizan los delicados movimientos del ojo. Cuando una unidad motora se activa, se contraen simultáneamente todas las fibras que la componen, siguiendo la ley del todo o nada.5 Estructura de una fibra muscular (músculo estriado o voluntario) Tipos de fibras musculares Las fibras musculares que forman el músculo estriado o voluntario son de dos tipos principales: Tipo I, también llamadas lentas o rojas, están especializadas en contracciones potentes, lentas y duraderas en el tiempo. Disponen de gran cantidad de mioglobina y numerosas mitocondrias. https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_muscular#cite_note-dos-4 https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_muscular#cite_note-5 https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Figure_38_04_02_esp.jpg Tipo II, también llamadas rápidas o pálidas. Se encargan de movimientos más rápidos y precisos. Tienen menos mioglobina que las de tipo I y el número de mitocondrias es menor por lo que se fatigan con facilidad. Funciones del tejido muscular Mecanismo de contracción en el músculo estriado.Estructura de la pared de una arteria. Puede observarse túnica media formada por músculo liso. El tejido muscular genera los movimientos del organismo, tanto los voluntarios como los involuntarios. Mantiene la postura, genera calor y sirve como protección de otros órganos.1 El músculo esquelético representa la mayor parte del tejido muscular del organismo humano. Es responsable de todos los movimientos corporales voluntarios, tanto de las extremidadescomo del tronco. También hace posible la mímica facial, el movimiento de la lengua y el del ojo en todas direcciones.1 El músculo liso se encuentra en las paredes de los vasos sanguíneos y en las paredes de muchas vísceras internas. o La contracción de los músculos del intestino, estómago y esófago permite que el bolo alimenticio progrese por el tubo digestivo. o La musculatura lisa del útero genera las contracciones de este órgano durante el parto. o El músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos hace que estos disminuyan de calibre (vasoconstricción) o se dilaten (vasodilatación) dependiendo de las necesidades. o La musculatura lisa de la pared de la vejiga urinaria provoca la micción. o El músculo esfínter del iris hace que la pupila se contraiga y el músculo dilatador del iris que la pupila se dilate para facilitar la visión nocturna. El músculo cardíaco hace posible los movimientos del corazón que se contrae regularmente para impulsar la sangre a través del sistema circulatorio. https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_muscular#cite_note-uno-1 https://es.wikipedia.org/wiki/Tejido_muscular#cite_note-uno-1 https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Sarcomere_es.svg ¿Qué es una neurona? Se conoce como neurona (del griego neûron, “cuerva” o “nervio”) a un tipo altamente especializado de célula, que compone el sistema nervioso, encargado de controlar las funciones voluntarias e involuntarias del organismo. Las neuronas se caracterizan por su excitabilidad eléctrica, lo cual se traduce en la capacidad para conducir impulsos nerviosos a lo largo de la inmensa red del sistema nervioso, transmitiéndolos además a otras células, como las musculares. Son particularmente abundantes en el cerebro, alcanzando en el ser humano la cifra de 86 x 109 células, lo cual puede variar de acuerdo a la especie animal (las moscas de la fruta poseen 300.000, ciertos gusanos nematodos apenas 300). Las neuronas de un individuo adulto, además, no suelen reproducirse, pero siguen siendo creadas en el cerebro a partir de células madre y células progenitoras, en dos ubicaciones del encéfalo únicamente: la zona subgranular (ZSG) del hipocampo y la zona subventriuclar (ZSV), en un proceso llamado neurogénesis. Esto no significa que toda la red neuronal se reponga o restituya, ni que pueda hacer frente por sí misma a enfermedades que la deterioran, ya que las nuevas neuronas se ocupan de asuntos muy específicos, como el olfato. Las neuronas no son las únicas células nerviosas, sin embargo. Comparten junto a ellas el sistema nervioso las células gliales (astrocitos y células de Schwann). Funciones de las neuronas Las neuronas cumplen el rol de mensajeras y comunicadoras del organismo. Las neuronas cumplen el rol de mensajeras y comunicadoras del organismo. Son capaces de transmitir impulsos nerviosos a otras células del cuerpo, como las musculares, y generar el movimiento; de percibir y comunicar estímulos externos y convertirlos en una reacción organizada, como ante el frío, el calor, el peligro, etc.; o de mantener un mensaje andando en una red neuronal, permitiendo así el almacenamiento de información en la memoria. Esto se da gracias a la transmisión eléctrica entre estas células, mediante el uso de iones sódicos y potásicos, entre otros elementos químicos que pasan de una célula a otra. La velocidad de esta transmisión es tal, que le toma a un impulso alrededor de 18,75 milisegundos recorrer la distancia entre el dedo del pie hasta el cerebro, en un ser humano adulto. Tipos de neurona Existen muchas formas de clasificación de las neuronas. Las principales tres son: De acuerdo a su forma y tamaño. Las neuronas pueden tener la siguiente apariencia: Poliédricas. Con forma geométrica determinada. Fusiformes. De apariencia semejante a las células musculares, cilíndricas. Estrelladas. En forma de estrella o de araña, es decir, con muchas extremidades. Esféricas. De forma redonda. Piramidales. Con forma de pirámide. De acuerdo a su función. A juzgar por el papel que desempeñan en el sistema nervioso, podemos hablar de: Motoras. Aquellas que están vinculadas con el movimiento y la coordinación muscular, tanto consciente como refleja. Sensoriales. Aquellas vinculadas con la percepción de estímulos provenientes del exterior del cuerpo mediante los sentidos. Interneuronales. Aquellas que conectan diversos tipos de neuronas entre sí y permiten las redes neuronales, dando pie así al pensamiento complejo, a la memoria, etc. De acuerdo a su polaridad. Dependiendo del número y la disposición de sus terminaciones eléctricas, pueden ser: Unipolares. Su axón es una sola prolongación bifurcada. Bipolares. Con el núcleo en el centro, poseen un axón y una dendrita largos y que tienden a extremos opuestos. Multipolares. Poseen un axón largo y múltiples dendritas que permiten muchas conexiones simultáneas. Monopolares. Poseen sólo una dendrita dividida en dos y dirigida a extremos opuestos, por lo que se consideran falsas unipolares. Anaxónicas. Sumamente pequeñas, no distinguen sus axones de sus dendritas. Estructura de las neuronas El axón permite el paso del estímulo eléctrico de un extremo a otro de la célula. Las neuronas poseen una morfología definida y que se compone de cuatro partes: Núcleo. En donde se halla la información genética de la neurona, suele ocupar una posición central y muy visible en la misma, sobre todo en los ejemplares más jóvenes. Pericarion. El espacio que rodea al núcleo y compone el cuerpo celular, en el que se hallan los diversos orgánulos de la neurona, como ribosomas libres, el retículo rugoso, el aparato de Golgi, etc. Dendritas. Se trata de prolongaciones del citoplasma de la célula, envueltas en una membrana plasmática desprovista de mielina, abundante en orgánulos y vesículas que permiten la interconexión y la sinapsis. Axón. Es una prolongación tubular del cuerpo de la neurona, cubierta de mielina y abundante en microtúbulos, que permite el paso del estímulo eléctrico de un extremo a otro de la célula. Al final del axón hay una serie de terminales que le permiten conectarse físicamente con otras neuronas y células de otro tipo. Neuronas y sinapsis El proceso de la sinapsis ocurre cuando las neuronas se comunican entre sí o con alguna otra célula (como los músculos para generar movimiento o las glándulas para segregar hormonas), activando o desactivando así determinados procesos del organismo. Esto ocurre mediante la transmisión de un impulso nervioso, es decir, la segregación por la célula emisora de una descarga química en su membrana, que ocasiona una descarga eléctrica percibida por el axón de la neurona. Ésta, a su vez, segrega compuestos químicos llamados neurotransmisores, los cuales son percibidos por otra neurona intermedia y así se continúa una cadena que toma en total fragmentos de segundo. Fuente: https://concepto.de/neurona/#ixzz8WkxKBxQv Fuente: https://concepto.de/neurona/#ixzz8WkxBXSEW Fuente: https://concepto.de/neurona/#ixzz8Wkx1YmpB
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