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LA MAGIA NEGRA Y 
ARTE ADIVINATORIA
LA MAGIA NEGRA
Y ARTE AD IV INATORIA
CIENCIAS OCULTAS, ASTROLOGIA JUDICIARIA
• •
C A F E O M A N C I A - C A R T O M A N C I A - Q U I R O M A N C I A
Con secretos admirables sacados de los mejores adeptos.
Un tratado de la VARILLA ADIVINATORIA y otro 
sobre los AMULETOS Y TALISMANES. Todo ello 
precedido de noticias biográficas sobre los principales 
magos (entre ellas la de la Sra. Le Normad) y termi­
nado por una novísima CLAVE DE SUEÑOS
ILUSTRAN EL LIBRO NUMEROSOS GRABADOS
16 d» Noviembre 1149 Buenos Aires
Es propiedad del Editor 
Queda hecho el depósito 
que previene la ley 11723
© by E ditorial Caymi Buenos Aires
Impreso en la Argentina Printed in Argentina
P R O L O G O
Las tradiciones históricas, de conformidad con los monu­
mentos, nos presentan la región regada por el Tigris y el Eu­
frates como uno de los puntos del globo en que la civilización 
floreció desde el más remoto tiempo. '
Los imperios da Ninive y de Babilonia hablan llegado ya a 
un alto grado de potencia y de prosperidad, mientras que las 
tres cuartas partes del universo continuaban sumidas en su pri­
mitiva barbarie. '
La religión se desembarazó, pues, más pronto, entre los asi­
rios, de la grosera idolatria que fuera su primera corteza, para 
revestir una forma más racional y sistemática, asocióse con opi­
niones cosmológicas, y dio asi origen a una verdadera teología.
En Asia, la serenidad del firmamento y la majestad de los 
fenómenos celestes atrajeron, desde un principio,, la observación, 
imprimiendo en la imaginación profunda huella.
Las asirios vieron en los astros otras tantas •divinidades, a 
las que atribuyeron influencias benévolas o malévolas, influen­
cias que realmente ya habían podido comprobar por el sol y por 
la luna. *
La adoración de los cuerpos celestes era también la religión 
de las poblaciones pastoriles bajadas de las montañas de Kur- 
distán a las llanuras de Babilonia.
Los kasdvm. o caldeos acabaron por constituir una casta sa­
cerdotal y sabia, que se consagró a la observación del cielo, con 
ánimo de penetrar más y más en el conocimiento de los dioses.
Dedicados a una contemplación cotidiana del firmamento, 
consiguieron descubrir algunas de las leyes que lo rigen.
De esta suerte los templos vinieron a ser verdaderos obser­
vatorios; tal era la célebre torre de Babilonia, monumento con­
sagrado a los siete planetas. .
Una larga serie de observaciones puso a los caldeos en 
posesión de una astronomía teológica, fundada sobre'una teoría 
más o menos justa de la influencia de los cuerpos celestes, apli­
cada a los sucesos y a los individuos.
Esta ciencia, llamada por los griegos aerología o apoteles- 
«MUieo, fue en la antigüedad el titulo de gloria de los caldeos.
Sin embargo, no todos ellos cultivaban simultáneamente 
todos los ramos de esta ciencia. Contábanse en Babilonia diversas 
órdenes de sacerdotes o intérpretes sagrados; los hakamin o sa­
bios, tal ves los médicos; los khartumin o magos, los asapitfm 
o teólogos, y finalmente los kasdim, o astrólogos propiamente 
dichos.
Asi, pues, Babilonia contenía magos y hechiceros, como igual­
mente adivinos y astrólogos. '
R
La civilización egipcia ascendía a una época no menos remo­
ta qiíe la de Babilonia. El naturalismo estaba dedicado, entre los 
egipcios, a la adoración de los animales. Los sacerdotes egipcios, 
organizados en casta poderosa y respetada, poseían, como los 
griegos, secretos para operar prodigios y asombrar al pueblo.
El conocimiento de los fenómenos celestes formaban en Egip­
to como en Caldea, parte integrante de la teología. Los egipcios 
tenían colegios de sacerdotes consagrados especialmente al esta­
dio de los astros, y donde habían ido a instruirse Pitógoras, Pla­
tón, Eudoxio, etc.
Los principios sobre que se basaban las astrologías babiló­
nicas y egipcíacas, tenían también mucha analogía. Estos prin­
cipios estaban consignados en libros sagrados, cuya redacción 
se atribuía a Thoth o Tat, mirado como inventor de la escritura 
e indentificado más adelante por los griegos a su Hermes.
En Egipto, como en Asiria, las propiedades químicas de loe 
cuerpos parecen haber sido referidas a las influencias divinas y 
siderales. Las riberas del Kilo eran la tierra clásica de la quí­
mica, o, mejor dicho, de la alquimia; voz derivada del egipcio 
Lem, Kemi, que se lee repetidas veces en I03 monumentos hiero- 
glificos y significa propiamente tierra negra.
La quimera de la piedra filosofal o de la grande obra debió 
ser originaria de Egipto, toda vez que Diocleciano, al hacer que­
mar los libros de alquimia de los egipcios, se proponía privarles, 
de esta suerte, de un gran manantial de riquezas.
El oro estaba personificado en Egipto por la diosa Noub.
Pero en ningún pueblo fue más honrada la magia que entre 
los persas, quienes, bajo este nombre, comprendían muchas bue­
nas disciplinas, siendo indudable que entre ellas figuraba la ma­
gia negra. Osthanes la difundió por el mundo, en seducción del 
rey Xerxes. Honraban los persas como su gran profeta a Zoro- 
astro, cuyo nombre diversamente alterado se encuentra consig­
nado en gran número de autores antiguos.
La religión, en todo3 los templos, fue asociada por los grie­
gos a prácticas supersticiosas, que derivan de la magia de las 
primeras edades.
Ejercíase la adivinación, ora en establecimientos especiales, 
en santuarios fatídicos, llamados manteion, ora por divinos de 
oficio, que propalaban de pueblo en pueblo su lucrativa industria.
Los sacrificios eran siempre acompañados de ritos destina­
dos a consultar la voluntad de los dioses o hasta de verdaderos 
encantamientos.
La confianza en ciertas fórmulas mágicas, en ciertos en­
cantos, en la virtud de ciertos gestos, era excesiva; recurrían a 
ellas contra la fascinación, para evocar los dioses, curar las en­
fermedades, cauterizar las heridas y desviar la malhechora in­
fluencia atribuida a diferentes actos.
Las purificaciones, que tan gran papel desempeñaban en la 
liturgia, iban siempre acompañadas de palabras y prácticas muy
6
análogas a los encantamientos, y dichas purificaciones parecen 
haber sido el punto de partida de los mistarlos.
Atribulase a Orfeo, su pretendido fundador, la composi­
ción de muchos encantos, llamados así porque en ellos se emplea­
ba la poesía y el canto. '
Los adivinos gozaban de cierto poder sobre la naturaleza; 
conjuraban los vientos, encantaban las serpientes, los pfUos de 
los alrededores de Parium y de la Libia, y hasta podían meta- 
morfosear a los hombres en anímales.
La crencia en la licantropia databa de muy remoto tiem­
po en Grecia, donde ee ha ido perpetuando basta nuestros días.
Esta potencia atribuida a los adivinos, aparece en Isa más 
rancias tradiciones mitológicas de la Grecia, en las fábulas de 
Medea y de Circe.
t.m mujeres de Tesalia tenían sobre todo, una gran repu­
tación en el arta de los encantamientos, eran sumamente hábiles 
en la composición de venenos y podían, por medio de sus mágicos 
cantos, hacer bajar la luna de los cielos.
.Existían, además, encantadores de un orden inferior: los 
poetes, rayo nombre es tomado de los gritos ruidosos y lúgubres 
con loa cuales evocaban a loe dioaea.
Empero, la magia griega no tenía el carácter erudito y re­
gular de la magia de los asirios y de loa persas, pero tampoco 
. estaba asociada a la observación de ios astros, desconocidos de 
los primeros helenos. Su conocimiento debieron sacarlo los grie­
gos del Asia Menor y de Persia.
Los romanos conocieron igualmente la magia; Horacio nos 
refiere muchas da sus operaciones; Ovidio ofrece algunas de sus 
fórmulas y recetas; Oatón el Censor, en su tratado de Re ruatieá, 
menciona una contra las fractura*. '
Observa Plinio que los galos habíansido infestados de ma­
gia y que este arta reinaba tan despóticamente en la Gran Bre­
taña, que pudiera creerse que los persas la habían sacado de allí.
Dice también que Tiberio purgó de la magia a los galoe, su­
primiendo los Druidas y demás adivinos; y es de admirar, en una 
reflexión digna de tenerse en cuenta que a pesar de las diferen­
cias de humores que distinguen a uno de otro todos los países del 
mundo, y aun cuando estos países no se conozcan entre si, todos 
estaban acordes en cultivar la magia.
Martin Delrio, en sus Diequieitionee, dice que los mahome- 
taños han sido muy dados a loa sortilegios y que, durante la do­
minación sarracena en España, se enseñaba públicamente la ma­
gia en Toledo, en Sevilla y en Salamanca.
El cristianismo, que impuso silencio a loa oráculos de loe 
paganos, no consiguió contener los progresos de la magia. Empe­
ro, no todos 'loe países de la cristiandad «a hallan atacados de es­
ta superstición. La magia florece todavía en lae regiones septen­
trionales de Livonia, en Lituania y hasta en Polonia, y mucho 
falta para su completa extinción en otras muchas partes. Asi lo 
prueba el gran número de reimpresiones, diariamente reiteradas, 
de los libros que perpetúan sus tradiciones.
7
L I B R O I
BIOGRAFIA DE LOS PRINCIPALES ESCRITORES MAGOS 
Y DEMONOGRAFOS
I
A A RON EL HELENISTA
Vivió en tiempo del emperador Miguel Conveno.
Asegúrase que tenia sometidas a sus órdenes algunas legio­
nes de demonios, por medio de las Clavícula» de Salomón.
También se dedicaba a la nigromancia, confirmando esta opi­
nión el haber encontrado en un aposento tapizado de negro, don­
de «e dedicaba a sus operaciones, el cadáver de un hombre, con 
los pies encadenados y el corazón atravesado por un clavo.
Por este y otros crímenes fue desollado vivo, después de 
haberle cortado la lengua.
Es autor de un volumen curiosísimo titulado: "La magia. 
Roja, crema de las ciencias ocultas, naturales o adivinatorias”.
II
ABAN o ÁPOLONIO (Pedro de)
Insigne astrólogo, filósofo y médico, nacido el año 1250.
Dicen que era el más hábil mágico de su época; adquirió 
el conocimiento de las siete artes liberales por medio de siete es­
píritus familiares que guardaba encerrados en una redoma de 
cristal, y más aún: tenia la maña de hacer volver a su bolsillo 
todo el dinero que habia gastado.
Perseguido como hereje y hechicero, es muy probable que, si 
hubiese vivido hasta ed día del proceso, hubiera perecido quema­
do vivo, como lo fue en estatua después de su muerte, que ocu­
rrió a los sesenta años de su edad.
Tradujo en francés: La» obra» mágica» de Agrippa.
III
ADALBERTO
Cabalista que pretendía adivinar el porvenir y conocer los 
más ocultos pensamientos sólo con mirar a las gentes.
9
Aseguraba haber recibido una carta de Nuestro Señor Jaso» 
cristo, que le habia entregado San Miguel, concebida como sigue: 
“En nombre de Dios: Aqui comienza la carta de Nuestro 
ñor Jesucristo, que cayó en Jerusalén y fue hallada por el ar­
cángel San Miguel, y leída y copiada por mano de un sacerdote 
llamado Juan, quien la envió a la villa de Jeremías a otro sace^ 
dote llamado Talasio; y Talasio la envió a la Arabia,, a otro 
sacerdote llamado Leoban, la envió a la villa de Betsamia, donde 
fue recibida por el sacerdote Macario, quien la envió a la mon­
taña del Santo arcángel Miguel, y, por mediación de un ángel, la 
carta llegó a la villa de Roma, al sepulcro de San Pedro, donde 
están las llaves del reino de los cielos, y los doce sacerdotes que es­
tán en Roma han velado tres dias, ayunando y rezando noche 
y d ía . . .” .
A sus adeptos se enseñaba la siguiente oración:
“Señor mío Todopoderoso, padre de Nuestro Señor Jesu­
cristo, Alfa y Omega, que estáis en el trono soberano y reinas 
sobre los querubines y serafines y sobre el ángel Uriel, el ángel 
Raguel, el ángel Gabriel, el ángel Miguel, el ángel Ignias, ai 
ángel Tahiras, el ángel Sumel y el ángel Sabaoth, os ruego f 
os conjuro que me concedáis..
Adalberto acabó sus días en una prisión.
IV
AGRIPPA (Enrique Cornelio)
Médico y filósofo, uno de los más sabios de su tiempo.
Nació en Colonia, en 1486, y murió en 1B83 después de «M 
existencia sumamente azarosa, an casa del receptor general de 
Grenoble.
Su talento fue origen de su desgracia; era demasiado ins­
truido para su época y acusáronle de brujería y más de una ves 
se vio precisado a huir para sustraerse al furor de una plebe 
ignorante, que le atributa un sinúmero de absurdos.
Los demonomaniacos dicen que no se le puede representa? 
sino de noche, como un búho, a causa de su fealdad mágica, f 
no pocos historiadores aseguran que en sos viajes pagaba a SOS 
huéspedes con moneda muy fuerte y buena al parecer, pero que 
a los pocos diss se trocaba en pedazos de cuerno, de concha O de 
cuero.
Mientras enseñaba en Louvain, refiérese que uno de sus dis­
cípulos, leyendo un libro de conjuraciones, fue ahogado por el es­
píritu maligno, y temiendo Agrippa que se sospechase ser II 
quien le babia dado muerte, ordenó al diablo que entrase qp el 
cuerpo del difunto, y diese siete n ocho vueltas por la plaza pú­
blica antes de dejarle. Obedeció el maligno y el joven cayó sin 
vida ante la multitud, y su muerte pasó por una muerte repen­
tina.
Bra tan diestro Agrippa, que con sus manos gotosas y cor­
vas, agarraba tesoros que muchos valientes capitanes no podían 
ganar con el ruido de sus armas y el furor de los combates.
Compuso una obra de filosofía oculta, que le mereció la ani­
madversión de los necios, algunos de los cuales, sujetos de emi­
nente rango, consiguieron expulsarle de Fl&ndes, donde no pudo 
jamás volver a entrar.
-Después de recorrer la Italia, fuése a Dole, y finalmente a 
Lyón, donde, ya sin poder alguno, empleó todos los medios posi­
bles para vivir, meneando lo mejor que podía la punta de su 
bastón, pero ganaba tan poco que murió por último reoogido de 
limosna en Grenoble aborrecido de todo el mundo y detestado 
como un mágico maldito, porque aseguran que llevaba continua­
mente en su compañía al diablo en forma de perro negro.
V
ALBERTO EL GRANDE.
Llamado también, Alberto el Teutónico, Alberto de Colonia, 
Alberto de Ratisbona. Albertus Grotus, sabio dominico, puesto es 
el número de los magos por los demonógrafos, y en el de los bien­
aventurados por los dominicos, obispo de Ratisbona, etc.
Nació en la Suavia, en Lawingen, sobre el Danubio, el año 
1205, y dicen que fue el hombre más curioso de su siglo.
De un talento muy paireo en su juventud, llegó a ser uno 
de los mayores doctores de su tiempo, y al envejecer volvió a 
su antigua estupidez, lo cual dio margen a decir que fue trans­
formado de asno en filósofo y de filósofo en asno. Añádese que, 
desalentado en sus primeros estudios por lo duro de su ingenio, 
vio en sueños a la Santa Virgen, que le abrió 'los ojos, después 
de lo cual se hizo un águila y supo todo cuanto saber se podía: 
etc tetum seibile seivit, •
Murió en Colonia, a la edad de 87 años, y sus obras se im­
primieron en veintiún tomos en folio, publicándolos en 16&1 el 
dominico Pedro Jammi.
Atribúyesele un libro de Secretos Maravillosos.
Según algunos, trabajó en la piedra filosofal.
Mayar dice que Santo Domingo la descubrió, y que aquellos 
a quienes la había dejado la comunicaron a Alberto el Grande, 
. que con este medio pagó sus deudas y dio el secreto ¿'su discí­
pulo Santo Tomás de Aquino.
' Alberto poseía una piedra en la que estaba marcada una ser­
piente, a la que concedían la virtud de que si se colocaba en un 
lugar frecuentado por serpientes, las atraía a todas.
Insigne mágico y hábil astrólogo, hizo Alberto el Grande un 
autómata dotado de palabra, que le servia de oráculo y resolvía 
todas las cuestiones que se proponían.* Empleó treinta años en 
construirlo con metales selectos y bajo la influencia de los as­
tros. Llamóse a este autómata Androide de Alberto el Grande, y 
lo aniquiló Santo Tomás de Aquino, su discípulo, rompiéndolo 
a palos, por creer que era una obra o un agente del diabla.11
VI
APOLONIO DE TIANES
Filósofo pitagórico nacido en Tianes de Capadocia, poco 
tiempos después de J. ’C. ,
La madre de Apolonio supo su preñez por medio de un demo­
nio, pues le concibió sin comercio de hombre, habiendo sido su 
padre, según los cabalistas, una de las principales salamandras. 
Los cisnes cantaron cuando vino al mundo, y cayó del cielo el 
raiyo.
Su vida fue una serie de 'milagros, resucitaba muertos, liber­
taba presos, hacia oráculos, veía fantasmas y se aparecía a sus 
amigos lejanos; saludábale el diablo en la figura de un olmo; 
viajaba por los aires llevado por los ángeles, y comprendía per­
fectamente el canto de los pájaros.
Leloyer piensa que Simón fue quien le enseñó la magia ne­
gra, y Amiano Marcelino se contenta con cofocarle en el número 
de los bombres a quienes ba asistido un demonio familiar, como 
a Sócrates y Numa. .
" Muy poco se sabe de lo último de la vida de Apolonio.
Asegúrase que a la edad de cien años se lo llevó el diablo, 
aunque Hierocles haya sostenido que fue llevado al cielo.
VII
ARNOLDO DE VILLANUEVA
Médico, astrólogo, hereje, alquimista y brujo.
Nació en Montpellier en el siglo xm y murió en un naufra­
gio en 1314.
La química le debe muchos descubrimientos, y a pesar de que 
verdaderamente sólo buscaba la piedra filosofal y pensaba en ha­
cer oro, encontró los tres ácidos: sulfúrico, muriático y nítrico.
Acusósele de magia. Pegna dice que todos sus conocimientos 
en la alquimia los debía a un demonio, y el Padre Marianna le 
reprochaba el haber intentado formar un hombre con esperma, 
mezo!ado en ciertas drogas y puesto en una calabaza.
La inquisición de Tarragona hizo quemar sus libros tres años 
después de su muerte, y lo que jamás se le perdonó fue el haber 
dicho, en un momento de exaltación, que todos los frailes serian 
condenados.
Búscase de Amoldo de Villanueva un pequeño Tratado de la 
explicación de loe sueños, y se le atribuyen muchas obras de al­
quimia y magia, entre ellas el Libro de las ligaduras físicas y el 
de Lo» talismanes de los doce signos del Zodiaco.
12
VIII
ARTEFICIO
Célebre filósofo hermético del siglo II, que vivió más de mil 
años por medio de los secretos de la alquimia.
Atribúyensele muchos libros curiosos, de los que citaremos el 
Arte de prolongar la vida, el que, según dice en su prólogo, com­
puso a la edad de 1025 años; la Llave de la sabiduría suprema’, 
un Tratado sobre los caracteres de los planetas, El Canto de los 
pájaros, Las cosas pasadas y futuras y La piedra filosofal.
IX
AVICENA
Famoso médico árabe, muerto a mediados del siglo XI, cé­
lebre por el gran número y extensión de sus obras y por su 
vida aventurera.
Los árabes creyeron que era dueño de los espíritus y que 
los hacía servir por genios, y, como buscaba la piedra filosofal, 
en algunas comarcas de Arabia, se dice que no ha muerto aún 
y que gracias al elixir de larga vida y al oro potable, vive to- 
tavía en un retiro ignorado y con sumo poder.
X
BEKER (Baltasar)
Autor del libro titulado Bctoovcrde weereld (El mundo en­
cantado), nacido en 1634, en Amsterdam.
Su célebre obra niega las penas eternas y sólo admite las 
limitadas; búrlase de los que creen en la potencia de los de­
monios.
Su incredulidad le hizo perder la plaza que ocupaba en Ams­
terdam de ministro del culto reformado.
XI
BERBK1UIER (de Carpentras)
Autor contemporáneo, que en 1821 publicó una obra titu­
lada l,cs t arfadets, ou tona, les dé»io>ts >ie sonl pas dan8 Vautre 
monde (Los duendes, o todos los diablos no están en el otro 
mundo). Tres tomos en 3'*, ornado con ocho litografías y el re­
trato del autor rodeado de emblemas. .
13
BERLINO
Famoso mago que nos ha dejado una colección de secre­
tos, que el autor de la Magia Roja transcribe en su libro. Entre 
dichos secretos, son de notar los siguientes: El anillo de Gyges 
para destruir el efecto de los sortilegios', para hacer que un 
marido sea fiel; para salir con bien en las empresas; para ha­
cerse amar de las mujeres; para conocer el porvenir; la verda­
dera oración de salamandras, etc.
XIII
BODIN (Juan)
Sabio jurisconsulto y filósofo angevino, que murió en la 
peste ded año 1596. ,
Escribió una obra célebre entre los _demonólogos, con el 
título de Demonomanía de los brujos, la cual vio por vez pri­
mera la luz en París, en 1681, sucediéndose posteriormente mu­
chas ediciones de la misma.
XII
. XIV
CAGLIOSTRO (José Bálsamo)
Célebre aventurero del siglo xviii, conocido con el nombre 
de Alejandro, conde de Cagliostro.
Nació en Paleripo, en junio de 1743, de oscuros padres, aun­
que algunos pretenden que fue hijo de un gran maestro de 
Malta y de las principales familias de Trebisona, y otros afir­
man que era un vástago de la raza de los reyes francos, y dea» 
cendiente en línea recta de Carlós Martel.
Cagliostro está colocado en el número de los favorecidos 
del infierno, por las milagrosas curas que obró en Estrasburgo.
Después de haber viajado con un sabio alquimista llamado 
Althotas (al cual ha pintado como el hombre más-docto) por la 
Grecia, Egipto, Arabia, Persia, Rodas, Malte (donde murió 
este último), Inglaterra y Francia, etc., viviendo ya de truhane­
rías, ya comerciando con los encantos de la bella Lorenza Fe- 
liciani, su esposa, volvió a Estrasburgo, donde se le recibió 
con una verdadera ovación, en 1870.
Jactábase de conversar con los ángeles y dícese que hacía 
oir voces que venían del cielo. -
Instituyó una especie de cábala egipcíaca. Jóvenes y niñas, 
que él llamaba sus pupilas o palomas, se colocaban en estado de 
inocencia ante una gran redoma de cristel, y allí, resguardadas 
con una especie de mampara, obtenían, por la imposición de 
las manos del gran copto, la facultad de comunicar con los es-
14
pfritus, y veían en -la redoma cuanto querían. No se limitaban 
aquí los hechos de estas palomas; Cagliostro <las adiestraba en 
descubrir las cosas ocultas, el porvenir y ciertas curiosas mate­
rias generalmente reñidas con el pudor.
Vanagloriábase de haber asistido a las bodas de Caná y al­
gunos suponen que había nacido antes del diluvio.
Finalmente, en 1789, fue preso en Roma, y condenado a 
muerte, aunque se le conmutó la pena en prisión perpetua, donde 
acabó sus días en 1790.
XV
CARDAN (Gerónimo)
Médico, astrólogo y visionario, nacido en el año 1766.
Hizóse muchos enemigos por su mal carácter y sus costum­
bres, pero en cambio fue uno de los hombres más sabios de su 
época.
Adelantó mucho en las matemáticas y en la medicina.
Guando la naturaleza no le hacia sentir algún dolor, se lo 
procuraba él mismo, mordiéndose loe -labios o estirándose los 
dedos hasta que lloraba, porque si le sucedía no sentir dolor al­
guno, experimentaba arranques e ímpetus ten violentos, que le 
eran más insoportables que el mismo dolor.
Además, gustábale el mal físico, por el placer que le cau­
saba al cesar éste.
Tenía gran afición a la alquimia y creía estar dotado de 
dos almas, una que le conducía al bien y a la ciencia, y otra que 
le arrastraba al mal y al embrutecimiento.
'Pretendía tener, como Sócrates, un demonio familiar, al 
que colocaba entre los seres humanos y la naturaleza divina. 
Comunicábase con él por medio de sueños.
_ Sus obras forman dos tomos en folio, distinguiéndose prin­
cipalmente los libros de la Variedad de las cosas y el Tratado 
de lo:- suevos.
XVI
DELANCRE (Pedro)
Uno de los más célebres demonógrafos del siglo xvi.
Nació en Burdeos.
Estuvo encargado de instruir los procesos de una infinidad 
de desgraciados acusados de sortilegio; su crédulo entendimien­
to se convenció de la realidad del sábado y de la existencia de 
los brujos.
I>as dos obras que han establecido su reputación son:
L La incredulidad del sortilegio plenamente convencida.
2* Cuadro de la incostancia de los demonios y de los án­
geles malos.
15
DELRIO (M artin Antonio)
Nacido en Amberea m 1IM. . .
Sabio jesuíta, autor do una obra célebre titulada Lhtquitv- 
tiones magiearum (Inveotifucioneo mágicas), dividida en seis 
libros, en que se trataextensamente de las artes curiosas y da 
las supersticiones.
XVII
XVIII
DIODORO..DE C ATAÑI A
Brujo y mágico, cuyo recuerdo perpetúa «4 pueblo de Ca­
tania. , . . , ,
Fue, según dicen, el mayqr mágico de su siglo.
Fascinaba de tal modo a las personas, que se persuadían 
que eran transformadas en animales. _ ' .
Hacía ver un momento a los curiosos todo lo que pasaba 
en los más distantes países.
Habiéndosele puesto preso por brujo, hízose transportar por 
el diablo de Ce tañía a Cónstantinopla y de ConstantinopU a 
Catania en un solo día, lo que le granjeó, de repente, entre el 
pueblo, una admirable reputación de santidad, pero el obispoda 
Catania le hizo arrestar y arrojar a una ardiente hoguera, don­
de fue reducido a cenizas.
XIX
e l e a z a r
Famoso mágico judío, que tocaba la nariz de lo8. :P®"®**®* 
con un anillo en que estaba engarzada una raíz de la que se
servia JSakunón.diabio u ^ arrojab> por tiena al energúme­
no y le abandonaba. Entonces el mago recitaba algunas «rabio­
nes que había dejado escritas Salomón, y en nombre de este 
príncipe prohibía al demonio entrar de nuevo en el rttemo cutr- 
po hecho lo cual llenaba una cuba de agua y le ordenaba que 
la'derramase. Obedecía el diablo, y esta pruéba era señal de 
que habia abandonada su lugar.
XX
FLAMEL (Nicolás) '
Célebre alquimista del siglo xiv, de quien se ignoran el lu­
gar y la época de su nacimiento, porque no es cierto que naciese
16
en París o en Pontoise, como muchos afirman, pero sí se co­
noce positivamente la fecha de su muerte, que ocurrió el 22 de 
marzo de 1418, en París. .
Comenzó siendo sucesivamente escritor público, librero ju­
rado, poeta, pintor, matemático, arquitecto, y, por fin, de la 
suma pobreta a que se hallaba reducido, se elevó de repente a 
la mayor opulencia, por haber tenido la suerte de encontrar la 
piedra filosofal.
No bien se vio en posesión de tan codiciado secreto, cuan­
do quiso que monumentos públicos diesen testimonio de su pie- 
aad y su riqueza. No se olvidó de hacer colocar por todas partes 
su retrato y su estatua esculpida, acompañados de un escudo 
o de una mano, con un escritorio en forma de armario.
Fue enterrado en la iglesia Saint-Jacques-la-Boucherie.
XXI
HERMES TRIMEGISTO
Insigne filósofo egipcio, que florecía por los años 1000, an­
tes de Jesucristo.
Las maravillosas obras que escribió comprendían tratados 
de todas las ciencias, cuyo estudio estaba reservado a la casta 
sacerdotal.
Los egiptólogos han encontrado algunos fragmentos de ellas, 
escritas en ¡xipirus, en caracteres hieráticos. En la época alejan­
drina fueron traducidos al griego.
XXII
JAMBLICO
Célebre filósofo platónico del siglo iv, nacido en Siria, bajo 
el remado de Constantino el Grande.
Admitía la existencia de una clase de demonios o espíritus 
de un orden inferior, mediadores, entre Dios y el hombre.
Ocupábase de adivinaciones.
Estando un día en la ciudad de Gándara, para demostrar 
su habilidad mágica, hizo salir, en presencia del pueblo, de una 
fuente, dos genios o demonios, a quienes llamaba Amor y Con­
tra-Amor; el primero tenía los cabellos dorados, trenzados y 
ondulantes sobre la espalda, pareciendo brillantes como los ra­
yos del sol; al segundo era menos brillante, lo cual admiró a 
todo el populacho.
XXIII
LAENSBERG (Mateo)
Liejense célebre, tenido por el mayor matemático, astrólogo 
y profeta de los tiempos modernos. Ha compuesto almanaques 
que se conceptúan aún entre pueblos franceses por los mejores..
17
XXIV
LEBRUN (el podra Pedro) del oratorio
Nació en Brignolles, an 1661, y murió an Fprls, en 1729.
Dejó rariaa obras, entra lea q u aa distinguen lea dos si* 
-guiantes:
1* Curtas gao dooeubron lu ihuión de loe fildoofoo acerca 
de la varilla, y que destruyen ana sistemas, afta 1693, aa 12*.
2* Historia critica de ios prácticas supersticiosos que kan 
alucinado a loo puobloo y ombaraaado a loo sofitos, afio 1782; 
trae tomos en 12* con Suplemento impraao en 12*.
XXV
LE LOYiER (Podro)
Señor de la Brotas, consejero dei rey an le silla proaiden- 
cial da Angora y famoso demonógrafo, nacido en Anjon en 1650.
Autor da una obra célebre, titulada Dioeuroo o Meterte do 
loo espectros, visiones y aparicionso do espiritar, ángeles, denso* 
nioe y almao, mostrándose visibles a loo hombreo; dividido en 
ocho 1 i broa, en los cuales, por medio de tea visiones maravillo­
sas y apariciones prodigiosas acaecidas so todos loa siglos, se* 
• cadas y recogidas da loa mejoras autores sagrados y profanos, 
queda manifiesta la certera da los espectros y visiones da es­
piritas. .
' XXVI
LENORMAND (Marte Ana) '
Sibila contemporánea famosísima, nacida an Alearan an al 
afio 1772, y fallecida en Parte en 1843.
Su madre habla sido una de ‘tes mujeres más hermosas da 
Francia.
Su esposo la llevó a París muy poco tiempo después da su 
matrimonio, y cuando apareció en las Tullertes, los admiradores 
la rodearon con una tan lisonjera solicitud, pero al mismo tiem­
po con tanta importunidad, que se vid obligada a eludir tantos 
’ homenajes, retirándose anticipadamente del gran mundo.
En Versa ¡lies,~ en te comida pública del Rey, fijó su aten­
ción Luis XV en la hermosa alenranasa y se informó da quién 
a ra ...
El honrado marido sabia a qué precio debía comprarte, y 
al día siguiente los dos esposos, huyendo da las cortesanas se­
ducciones, volvieron a tomar al camino de te N orm adla.
Educada en la abadía real de las damas benedictinas da 
Alearan, María Ana Lenormand biso rápidos progresos en las 
lenguas muertas y vivas, d dibujo, la pintara, te música, aba
18
Desde 1a edad da siete años daba ya pruebas de una singu­
lar aptitud en adivinar los futuros acontecimientos.
En el ínterin la abadesa del convento de benedictinas fue 
destituida por su mala conducta y encerrada en una casa de 
corrección.
Gran rumor entre tea hermanas y pensionistas del sagra­
do asilo; {a quién se confiará la dirección del casto rebañof
Mientras deliberábase sobre tan trascendental cuestión, la 
pequefte Lenormand predijo que la elección del rey recaería so­
bre la señora Lavaxdie; y la profecía se realizó dieciocho me­
ses después.
Hacía entonces seis meses que 1a señorita Lenormand ha­
bía dejado el convento de las benedictinas, por el de Sta. María
La nueva abadesa la envió a buscar; le confió un cargo 
honorífico para la función de la consagración y la presentó al 
arzobispo Grimatdi como una joven de 1a que podía esperarse 
mucho.
A los diecisiete años, principios de 1789, la señorita Lenor­
mand anunció la calda del trono, los cambios en la constitu­
ción del clero y la supresión de los convenios.
En 1790 se trasladó a París y fue colocada en calidad de 
lectora en casa de un sexagenario, el señor d’Armeval de la 
Sansotte, cuya dhsa, sita en 1a calle Honoré-¡Chevalier, número 
19, designaba Marat en el Amigo del Puetilo, como punto de 
cita de los realistas. .
La señorita Lenormand se dio a conocer, desde luego, corno- 
adivina' y no tardó en obtener inmensa boga en la alta socie­
dad parisiense.
Cuando María Antonieta fue presa, Marte Ana Lenormand, 
realista ferviente, no se limitó a echar las cartas, sino que se 
propuso coadyuvar personalmente a su evasión.
- Disfrazada de recadero y llenado un cesto de frutas, fue in­
troducida en la Conserjería por te señora Richard, mujer del con­
serje, y Mincbonis, administrador de cárceles.
Encontró a te reina abatida, desesperada, sorda a toda ofer­
ta de salvación. . '
La destitución del administrador puso término a las tenta­
tivas de la libertadora Sibila. '
Sibila, tal era la cualidad que se arrogaba entonces, por­
que había dejado su empleo de lectora para abrir un gabinete 
de adivinación en te calle Tournoa número 153.
A sus primeros clientes uniéronse hombres que engolfados 
en la revolución venían en conocimiento, no sin miedo, para si 
y para sus proyectos, de sus aleatorios desórdenes. -
En el mes de Florea!, año II (mayo 1794) recibió la visita 
de Robespierre, de Saint-Just y de La Forcé, administradoresde la oficina central de seguridad pública: “Seréis, les dijo, 
condenados y ejecutados antes de concluir el año”.
Poco tiempo después, la Sibila era conducida a la Petite- 
Force, en concepto de contrarrevolucionaria, por haber hecho
19
predicciones encaminadas a turbar la tranquilidad de los ciu­
dadanos y provocar la guerra civil.
En su. prisión fue la providencia de las damas nobles, a laa 
que dejó presentir una próxima libertad. ’
I.a señorita Montansier, ex (directora de los teatros de la 
Corte, iba a ser transferida a la Conserjería, cuando la se­
ñorita Lenormand le dijo: “Quedaos en cama; fingios enferma; 
un cambio de prisión fuera para vos la muerte, pero sabréis evi­
tarla y viviréis todavía largos años’’.
En efecto; las personas transferidas fueron enviadas a la 
guillotina, y la señorita Montansier fue salvada por el 9 Ther- 
midor. •
En la Petite-Force entabló relaciones María Ana Lenor- 
tnand con Josefina de Beauharnais, la futura emperatriz, rela­
ciones que en gran parte le valieron su inmensa popularidad.
Supersticiosa, como todas las criollas, Josefina le envió una 
nota desde Luxemburgo, donde estaba detenida, rogándole que 
le predijera su porvenir y el de siu marido.
“El general Beauharnais, respondió el oráculo, será vícti­
ma de la revolución. Su viuda se casará con un joven oficial, lla­
mado por su estrella a desempeñar altos destinos.”
Libre por la cesación del terror, María Ana Lenormand 
volvió a dedicarse a sus sesiones profóticas.
Consultada en 1796 por Bonaparte, que pensaba ir a alis­
tarse en las filas del Sultán, le dijo: “No obtendréis pasaporte; 
estáis llamado a desempeñar un gran destino en Francia; una 
dama viuda os hará feliz, y llegaréis, con su influjo, a un grado 
muy elevado; guardaos, empero, de ser ingrato con ella, pues 
quizá zozobrarían vuestra felicidad y la suya”.
Bajo el consulado, el 2 de mayo de 1801, fue llamada la 
Sibila a la Malmaison por Josefina, y le presagió nuevas gran­
dezas.
Habiendo anunciado, cuando la formación del campamento 
de Bolonia, que el primer cónsul se estrellaría si intentaba des­
embarcar en Inglaterra, fue conducida a las Madelonnetes, don­
de permaneció arrestada desde el 15 de diciembre de 1803 hasta 
el l 9 de enero de 1804.
Sufrió una nueva detención en 1808, por haber predicho 
que el emperador quería enseñorearse de los Estados Romanos, 
y que la guerra de España le sería funesta.
Esta última persecución le inspiró un abultado volumen en 
189, intitulado: Recuerdo» profético» de una Sibila tobre la» cau­
sas secretas de su arrestro del 11 de diciembre de 1809.
Después, como para desafiar a la crítica, púsose a publicar 
tomo tras tomo: el Aniversario de la muerte de la Emperatriz 
Josefina, en 89, 1815. Los Oráculos sibilinos, en 89, 1817. La Si­
bila en el Congreso de Aix-la Chapelle, en 89, 1819. Memorias 
históricas y secretas de la Emperatriz Josefina, dos volúmenes 
en 89, 1820.
Todas estas obras están escritas en un estilo enfático y 
difuso.
20
María Ana Lenormand había adoptado un ceremonial uni­
forme para todos cuantos acudían a consultarla.
Un anciano criado, vestido de negro, introducía al consultan­
te en la antecámara, diciéndole: “La señorita está ocupada: te­
ned la bondad de esperar un momento”.
Al cabo de diez minutos, el anciano servidor introducía al 
consultante a un gabinete oblongo, a cuya extremidad se halla­
ba sentada la sacerdotisa, ceñida la frente por un turbante.
La Sibila dirigía al recién venido las ocho preguntas si­
guientes:
—¿Cuál es el mes y día de vuestro nseémfceto?
—¿Qué edad tenéis? *
—¿Cuáles son las iniciales de vuestro nombre y apellido y 
del lugar de vuestra naturaleza?
—¿Qué color os gusta más?
—¿Qué animal preferís?
—¿Qué flor os es más grata?
—¿Queréis el gran oráculo o el pequeño oráculo? .
En seguida daba comienzo a sus operaciones quirománticas, 
cartománticas, captrománticas y cafeománticas.
XXVII
' NAUDE (Gabriel) '
Famoso bibliógrafo y uno de los sabios más esclarecidos 
de su tiempo, nacido en París en el año 1600, y muerto en Ab- 
beville, en 1655. • ••
Dejó una Instrucción a Francia sobre la verdad de la his­
toria de los hermanos empíricos, y una Apología de los grande» 
hombres sospechados de magia.
XXVIII
NOSTRADAMUS (Miguel)
Célebre médico y astrólogo, nacido en 1503, en Saint-Remy, 
de una familia judía.
Estudió la medicina en Montpellier, y después se estableció 
en Agen, donde se casó.
Pocos años después perdió a su mujer y dos hijos que había 
tenido de ella.
Para disipar su melancolía, recorrió la Guinea y el Lan- 
guedoc, viajó por Italia, y después de doce años de ausencia, 
regresó a su patria, contrayendo nuevas nupcias y fijándose 
en Salón.
Sus triunfos en Aix y en Lyón durante una gran epidemia 
que él combatía con remedios secretos, le atrajeron la envidia 
de los demás médicos, llegando ésta» a fastidiarle tanto, que,
n
por último, se decidió a expatriarse, a romper con la sociedad 
y a vivir en el retiro. •
Entonces comenzó a escribir sus famosos almanaques: y en 
breve compuso sus celebradas Predicciones en forma de cuarte­
tas, de las que publicó siete Centurias en Lyón, en 1555.
Obtuvieron un éxito extraordinario, y entonces alentado 
Nostradamus por esta primer sonrisa de la fortuna, publicó, su­
cesivamente, tres nuevas Centurias y las dedicó a Enrique II 
y a Catalina de Médicis, a quienes fue a presentarse personal­
mente.
Acogióle la Corte con señaladas muestras de distinción; 
pidiósele que sacase el horóscopo de los principes. Accedió a 
ello y comunicó sus conjeturas a Catalina de Médicis, quien 
jamás quiso revelar en qué consistían, pareciendo, empero, muy 
satisfecha de ellas y protestando siempre de que había acertado 
en sus pronósticos.
Nostradamus se apresuró a regresar a Salón antes de la 
muerte de Enrique II, que, según dicen, había previsto, como 
también los disturbios que le siguieron.
Vivió aún algunos años en Salón y tuvo la honra de re­
cibir la visita de algunos soberanos, entre otros, Carlos IX.
Murió en 1566.
XXIX
PARACELSO
Médico célebre, nacido en Zurich, el año 1493.
Pasaba por reformador de la medicina y pretendió arran­
car el cetro a Hipócrates y a Galeno, cuyos principios y méto­
dos quiso criticar. '
Se le debe el descubrimiento del opio y del mercurio, cuyo 
uso enseñó.
Es Paracelso el héroe de los que creen en la piedra filoso­
fal, y le atribuyen la ventaja de haberla poseído, apoyándose 
en su propia autoridad.
Decían que tenia un demonio familiar encerrado en el puño 
de su espada; aseguraba que Dios le había revelado el secreto 
de hacer oro, y se alababa de poder, va por medio de la hiedra 
filosofal, ya en virtud de sus remedios, conservar por largos 
siglos la vida de los hombres.
Murió a la edad de cuarenta y ocho años, en 1541, en Es­
trasburgo.
XXX
PITAGORAS
Hijo de un escultor de Samos, viajó para instruirse; los sa­
cerdotes de Egipto le iniciaron en sus misterios; los magoe cal-
22
déos le comunicaron sus ciencias, los sabios de Creta su.s luces.
Llevó a Samos todo cuanto los pueblos m&s instruidos po­
seían de sabidurías y conocimientos útiles, pero encontrando ^ 
su patria bajo el yugo del tirano Policrates, fuese a Cretona, 
donde erigió una c&tedra de filosofía, en casa del famoso atleta 
Milon.
Acontecía esto en la época de Tarquino el Soberbio.
Enseñó la moral, la aritmética, la geometría y la música, 
y se le hace inventor de la metempsicosis.
Sn elocuencia debía ser poderosísima, puesto que sus exhor­
taciones indujeron a los habitantes de Crotona, villa sumida en 
el libertinaje, a renunciar a sus disolutas costumbres y a vivir 
según las reglas de la virtud.
Hasta obtuvo de las damas que desechasen sus bellos trajes 
y atavíos, para vestirse con ejemplar sencillez.
Lograba de sus discípulos las cosas más difíciles de prac­
ticar, pues les sometía a un noviciado de silencio, que por lo 
menos duraba dos años, y que prolongaba hasta cinco años, a 
los individuos que reconocía más dispuestos a hablar.Uno de sus principales cuidados fue el corregir loa abusos 
que en su tiempo ee cometían en el matrimonio.
Parece que para dilatar «1 imperio que ejercía en loa áni­
mos, no desdeñó acudir al empleo de los prestigios, para mayor 
ventaja de sus conocimientos y luces.
Porfirio y Jámblico le atribuyen milagros, que se hacia es­
cuchar y hasta obedecer de las más terribles finas.
Finalmente, asegúrase que predecía el porvenir, apaciguaba 
las tempestades, disipaba la peste y curaba las enfermedades 
con una palabra y con un simple tacto. •
XXXI
PORTA (J. B.)
Gentilhombre, napolitano, célebre físico, nacido en 1681, 
muy conocido por sn aplicación a las bellas letras y a las cien­
cias. Celebraba en su casa asambleas de eruditos, en las que se 
trataba de todas las singularidades de la física experimental.
A los quince años compuso los primeros libros de sn Afopie 
natural.
Poeta creía en la aetrotogia judieiaria, y en el poder de los 
espiritas.
Murió en 1761, n la adad de setenta años.
xxxn
SALOMON
Loe filósofos, loe botánicos y los astrólogos orientales tie- 
nsn a Salomón por au patrono.
Le Saman Ss liman.
I I .
Según ellos, Dios le dotó de sabiduría, comunicándole al 
mismo tiempo todos los secretos naturales y sobrenaturales, y 
entre estos últimos la ciencia más sublime y la más útil: la 
do evocar los espíritus y los genios, y mandarles.
Salomón, según dicen, tenía un anillo con un talismán, que 
le daba un poder absoluto sobre estos intermediarios entre Dios 
y ¡os hombres.
Este anillo existe aún y el que lo logre poseer será el due­
ño del mundo, pero se ignora dónde está y sólo quedan fórmulas, 
prácticas y figuras, por las que se pueden adquirir, aunque im­
perfectamente, una parte del poder que Salomón tenia sobre los 
espíritus.
Tan preciosos secretos se han conservado en los libros que 
nos quedan de este principe, y especialmente en su inestimable 
Clavícula. ’
XXXII
ZOROASTRO
El más antiguo de los cabalistas.
Los persas le honraban como un gran profeta.
Atribúlasele la composición de los libros sagrados de que 
los persas sólo han conservado algunos fragmentos en el Avesta. 
Según algunos, aseguran, fue el inventor de la magia. 
Contemporáneo de Niño, rey de Asiria, ocupó también Zo- 
roastro un trono: el de Bactriana.
24
LIBRO II
EXTRACTOS DE ALGUNOS LIBROS RARISIMOS 
DE MAGIA CABALISTICA Y NATURAL
Entre estas obras maravillosas ocupan indisputablemente 
■el primer lugar el Gran Grimorio, y el Enchiridion Leonis papac.
■ Los dos son propiamente el ritual y el breviario de los má­
gicos.
’ El primero tiene por título Gran Grimorio o arte de conju­
rar loa espíritus celestes, aéreos, terrestres e infernales, con el 
verdadero secreto de hacer hablar a los muertos, de ganar siem­
pre que se juega a la lotería, de descubrir los tesoros ocul­
tos, etc.
v La palabra Grimorio, viene, según dicen del italiano; ri­
marlo, como quien diría compilación de versos.
Los antiguos estaban persuadidos de que los versos coad­
yuvaban a la fuerza de las operaciones mágicas, por esto las 
llamaban incantationes, de donde hemos formado la palabra 
encantos, porque, según hemos dicho antes, en ella se empleaban 
la poesía y el canto.
El Gran Grimorio ha sido sacado de diversas fuentes y ex­
tractado de diferentes autores, entre otros, de La sagrada ma­
gia que Dios comunicó a Abraham, Moisés, Aarón, David, Sa­
lomón y otros profetas, dejada por Abrahán a su hijo Laneth y 
' traducida del hebreo en el año U58\ y después de Las Clavículas 
de Salomón (Clavícula Salomonis ad filium Roboam). Esta úl­
tima obra ha sido también traducida del hebreo.
La edición que tenemos a la vista está dividida en dos 
partes: •
La primera comprende cuatro capítulos precedidos de un 
Preludio y seguidos de una alocución al lector, que es una 
especie de post-faeio.
Los dos primeros capítulos consisten en instrucciones preli­
minares, por medio de las cuales se adquiere la aptitud para las 
operaciones mágicas.
El tercero contiene: la verdadera composición de la varilla 
misteriosa, o verga fulminante.
Y el cuarto da: la verdadera representación del gran circulo 
cabalístico. •
Este último capítulo es por sí solo más del doble que los 
otros tres, y contiene además las fórmulas de ofrenda y de ape­
lación al espíritu, con las respuestas del espíritu y las promesas 
del espíritu, en italiano.
La segunda parte comprende el verdadero Sanctum Regnum
25
de le Clavicula, o la verdadera masara de hacer loa pacto*, con. 
placarla* y «raciona* as francés* as latía robre al particular; 
Ti finalmente: Loe secreto* d*l arte mágico del gran Grimorio.
He aquí lo* nombres da le* principales espíritus infernal a* 
T 1* iadola de ana fondona*:
Lucifer, emperador.
Baleebú, principe.
Attorot, gran duque.
Vienen luego lo* espirito* superiores, qua están subordina- 
doe a Jos tees antes mencionado*:
Lucífuga, primer ministro.
Sotanochia, gran ganar*].
Agaliarept, capitán general. '
Flcurettg, teniente general. '
Sargatanae, jefe superior. .
Nebiroe, mariscal de campo.
Estos grandes espíritus dirigen, por su podar, toda la pa­
tencia infernal que les está concedida. Tienen, a ^
servicio, otros dieciocho espiritas subordinado*: ■
. A saber:
1. Bael. 10. Bathim.
2 . Agares. 11. Punan.
3. Marbaa. 12. Abigar.4 . Prual*#. 13. Loray.4 . Aamón. 14. Valefar.
e. Bsbutis. 15. Forsn.
7. Buer. 16. Ayperos.8 . Gusoin. 17. Nuberus.
». -Botis. 18. Glasyabotas.
Después de haber indicado tos nombres de tos dieciocho e s ­
piritas anteriores, que son inferiores a tos que he indicado an­
te», será bueno preveniros de lo que sigue:
A saber:
Que Lucífugo manda sobre lo* tees primeros, que se Oaman- 
Bael, Agares, Marbaa.
Satamachia sobre Frustas, Aamdo, Babstís.
Agaliarept cobre Buar, Gusoin, Botis.
Flcurettg sobre Bathim, Purgan, Abigsr.
Sargatanae sobre Loray, Valefar, Fono.
Nebiroe sobre Ayperos, Nuberus, GUtcgaMae. ■
Y son cuando hay todavía millones de espirito* qa* están- 
todos subordinados a ios dichos, es inútil nombrarlos, porque ao 
se les emplea sino «usado a tos espiritas superiores a* las antoja 
hacerles trabajar en su lugar, porque se sirven de todas asta* 
espíritus infartaras como si fuesen sus criado# o sao saciases. 
Asi, paos, haciendo pacto con uno do toa seis principales a qa* 
podáis necesitar, no o* importa qué espirita ha ds serviros. Sin 
embargo, suplicad siempre al espirita coa quien pactéis, que am­
pie# uno do los teas principales subordinados s su servido.
24
He aquí precisamente tas potencias, ciencias, artas y talen­
tos de los espíritus antes nombrados, a fin de que el que quien 
formar un pacto pueda encontrar en cada uno do los talento* 
de los seis espíritus superiores el que ses menester.
El primero es d gran Lucífugo Rofócale, primer ministro 
Infernad: tiene el poderío que Lucifer le ha dado ¿obre todas las 
Riquezas y todos .los tesoros del mundo. A sus órdenes militan 
Báet, Agares y Marbas, y machos otros millares de demonios y 
espirita* subordinados. -
El segundo es «3 gran Satanachia, gran general: tiene el po­
der de someter a él todas las mujeres y todas 'las muchachas 
y de, hacer de ellas lo que se le antoja. Bajo sus órdenes están 
PirtuilAn; Aamón y Batbati* y la gran legión de los espíritus.
El_ tercero, Agaliarept, capitán general, tiene el poder de 
deicubrir los secretos más recónditos en todas las cortes y to­
dos los gabinetes del mundo'; desculare también más grandes mis­
terios; manda a la segunda legión de espíritus y tiene inme­
diatamente a sus órdenes a_Buer, Gusoin y Botis.
. El cuarto FUuretty, teniente general, tiene el poder de ha­
cer la obra que se desea, durante la npchej h&cp también caer 
el granizo donde él quiere, manda, a un cuerpo considerable de 
espiritas y tiene,subordinados á Bathim, Pursan y Abigar.
El quinto, Sargatanae, jefe superior, tiene el poder de na­
ceros invisible, de transportaros a todas partes, de abrir todas 
• las cerraduras, de haceros ver todo cuanto pasa ?n el interior 
de las casas, y de enseñarostodas las mafias y astucias de los 
pastores. Ordena a muchas brigadas de espiritas y tiene a sus 
inmediatas órdenes a Loray, Valefar y Forun.
El sexto, Nebiroe, mariscal de campo e inspector general, 
tiene el poder de hacer enfermar s quien ee desee; hace encon­
trar la mano de gloria; enseíta todas tas cualidades de los me­
tales, de los minerales, de los impuros. También posee el arte d* 
predecir el porvenir, siendo uno de los mayores nigrománticos 
de todos los espiritas infernales. Va a todas partes, es inspector 
de todas las milicias infernales y tiene a sos órdenes s Aypero», 
Nuberus y Glasyabotas.
Tal es el personal que constituye el estado mayor de la mi­
licia infernal.
Ahora, para hacerse obedecer de toda esta jerarquía, la pri­
mera calidad requerida es saber componer la verga fulminante* 
y el circulo cabalístico.
Empezaréis la antevispera del pacto, yendo a cortar con un 
cuchillo nuevo, que no haya servido, una varilla de nogal sal­
vaje, positivamente en el momento en que el sol aparece en el 
horizonte. .
, .Hecho esto, os proveeréis de una piedra ematilla y de eirios 
bendito; y elegiréis en seguida un sitio para la ejecución, en 
él qúje«a<Íie venga a interrumpiros.
e Podéis, hacer, si queréis, el pacto en una habitación aitiada, 
o en ¿Igtma choza o un viejo castillo ruinoso, porque él espirita 
tiehe el poder de transportar alli el tesoro que lé place.
n
Así dispuesto, trazaréis un triángulo. con vuestra piedra, 
ematilla y eso únicamente la primera vez que hagáis el pacto.
En seguida colocaréis dos cirios benditos en un lado, con el 
Santísimo nombre de Jesús, para que los espíritus no puedan 
dañaros, y después pondréis en medio del triángulo, teniendo 
en la mano la varilla, con la gran apelación al espíritu, la cla­
vicula, la petición que queréis hacerle, con el pacto y la res­
puesta del espíritu, tal como se transcribe luego. '
Habiendo ejecutado todo lo que acabo de, deciros, empeza­
réis a recitar la apelación siguiente, con esperanza y firmeza: 
Gran apelación a los espíritus con los que se desea formar 
pacto, sacada de la Gran Clavícula.
Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, 
ruégote que me seas favorable en la apelación que hago a tu 
gran ministro Lucífugo Rofocale, deseando hacer pacto con él. 
Kuégote también, principe Belzebú, que me protejas en mis em­
presas. ¡Oh, conde Astarot! Séme propicio y haz que en esta 
noche el gran Lucífugo se me aparezca bajo forma humana y 
sin ningún hedor y que me conceda, por medio del pacto que voy 
a presentarle, todas las riquezas que necesito. ¡ Oh, gran Lucífu­
go1. Ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del 
mundo que te encuentres para venirme a hablar, si no te obli­
garé, por-fuerza del gran Dios vivo, de su excelso hijo y del 
Espíritu Santo. Obedéceme prontamente, o serás eternamen­
te torturado por la fuerza de las potentes palabras de la 
Gran Clavícula dé Salomón, de la que se servía para obligar 
a los espíritus rebeldes a admitir su pacto; asi, pues, aparécete 
cuanto antes, o voy a atormentarte continuamente por la fuerza 
de las potentes palabras de la Clavícula: Agion, Tetagram, 
vaycheom, stimilamaton y esperes, retragrammaton oryoram 
irion erglion existion eryona onera brasin moym messias, soler 
Emnianuel Sabot Adonay, te adoro, te invoco.
Podéis estar seguros de que tan luego como hayáis leído 
las poderosas palabras antes indicadas, aparecerá el espíritu y 
os dirá lo que sigue:
APARICION DEL ESPIRITU
Héme aquí: ¿qué me quieres? ¿Por qué turbas mi reposo? 
Respóndeme.
Lucífugo Rofocale
PETICION AL ESPIRITU
Te he llamado para pactar contigo y a fin de que me 
enriquezcas cuanto antes; si no te atormentaré por las potentes 
palabras de la Clavicula.
N. N.
RESPUESTA DEL ESPIRITU 
No puedo acceder a tu demanda, sino a condición de que me
28
vendas tu alma y tu cuerpo para dentro de veinte años, a fin de 
hacer yo de dios lo que más me planea.
Lucífugo Rofocale
Entonces le echáis vuestro pacto, que debe estar escrito de 
vuestro propio puño, en un pedazo de pergamino virgen, y el 
cual consistirá, a poca diferencia, en las siguientes palabras, 
firmadas con vuestra rúbrica y con algunas gotas de vuestra 
propia sangre.
Prometo al gran Lucífugo recompensarle dentro de veinte 
años, de todos los tesoros que me dé. En fe de lo cual he fir­
mado.
N. N.
No puedo concederte tu demanda. .
■ ' Lucífugo Rofocale
Entonces, para obligar al enemigo a obedeceros, volveréis a. 
leer la gran interpelación con las terribles palabras de la Ola- 
vi rula, hasta que el espíritu reaparezca:
SEGUNDA APARICION DEL ESPIRITU
¿Por qué vuelves a atormentarme? Si me dejas en reposo, te- 
daré el reposo más precioso, a condición de que me consagrarás 
una moneda todos los lunes de cada mes, y de que no me llama­
rás sino un día de cada semana, a saber: desde la seis de la tarde 
hasta las dos de la noche. Recoge tu pacto; ya lo he firmado, y 
si no cumples tu palabra, serás mío dentro de veinte años.
Lucífugo Rofocale
RESPUESTA AL ESPIRITU
Acojo tu demanda a condición de que me darás el más pre­
cioso tesoro para podérmelo llevar en seguida. •
N. N.
RESPUESTA DEL ESPIRITU
Sígueme y tomarás el tesoro que voy a enseñarte.
Lucífugo Rofocale
Entonces seguiréis al espíritu por la ruta del tesoro que está 
indicada en el triángulo de los pactos, sin amedrentaros, y echa­
réis vuestro pacto firmado sobre el tesoro, tocándolo con vuestra 
varilla; tomaréis de él cuanto podáis y regresaréis andando de 
espaldas al triángulo. Dejaréis en él vuestro tesoro ante vos y 
empezaréis en seguida a leer el despido del espíritu, tal como 
se indica.
DESPIDO DEL ESPIRITU
¡Oh, gran Lucífugo!, contento estoy de ti por lo presente: 
déjote en reposo y te permito que te retires a donde mejor te-
29
plazca sin bacer ruido, ni dejar el más mínimo hedor. Piensa 
también en tu compromiso a mi pacto porque si faltas a él un 
momento puedes estar seguro de que te atormentaré eternamente 
con las grandes y poderosas palabras de la Clavícula del rey Sa­
lomón, por las que se fueras a obediencia a los espíritus rebeldes.
Los secretos del arte mágico que terminan el Gran Grimorio, 
se obtienen sin intervención de los espíritus y consisten, entre 
otros, en la composición de muerte, o la piedra filosofal que es 
la receta de un veneno violento; en la fabricación de la varilla 
adivinatoria; en el miedo de encantar las armas de fuego; de 
hacerse amar de la joven que más agrada, de hacer bailar a las 
personas completamente desnudas; de hacer invisible, etc.
Un'libro de la misma índole que el Grimorio es otro, cuyo 
titulo está asi concebido: El Verdadero Dragón Rojo, o el arte 
de conjurar a los espíritus celestes, aéreos, terrestres e inferna­
les, con el secreto de hacer hablar a los muertos, de ganar siem­
pre que se juegue a la lotería, de descubrir ios tesoros ocultos, 
etc., seguido de la Gallina Negra, cébala desconocida hasta nues­
tros días.
El famoso secreto de la Gallina Negra, secreto sin el cual no 
puede contarse con el éxito de alguna cébala, estaba perdido des­
de largo tiempo atrás. Empero, después de minuciosas investiga­
ciones, lo hemos encontrado, y las pruebas que de ti hemos he­
cho para asegurarnos de que era, efectivamente, el que buscá­
bamos, han correspondido a nuestras esperanzas. Asi, pues, hoy 
día nada nos queda que desear, y si lo transcribimos aquí, es só­
lo con el objeto de hacer compartir nuestra dicha a los que ten­
gan el valor de imitarnos.
Tomad una gallina negra que no haya puesto huevo todavía 
y que esté virgen de galio. Haced de modo que al tomarla no gri­
te, y para ello iréis a las once de la noche, cuando duerma, a 
cojerla por el cuello, que sólo apretaréis lo necesario para im­
pedirle que chille. Dirigios después al camino real, donde se cru­
cen dos sendas, y allí, a medianoche, trazad un circulo con una 
varilla de ciprés; colocaos en el centro del circulo y cortad en 
dos partes el cuerpo de la gallina, pronunciando tres veces estaspalabras: Eloim Enaim, frugativi et appellativi. Volved en se­
guida la faz hacia el oriente, arrodillaos y recitad la oración 
evocatoria.' Entonces se os aparecerá el espíritu inmundo vestido 
con un frac escarlata galoneado, un chaleco amarillo y unos cal­
zones verdes. Su cabeza se parecerá a la de un perro, con ore­
j a s de asno y coronada con dos cuernos; sus piernas y pies se­
rán como de vaca. Os pedirá vuestras órdenes, dádselas como 
tengáis a bien, porque no podrá negarse a obedeceros, y asi po­
dréis haceros él más rico y, por consiguiente, el más feliz de 
todos los hombres. Asi soy yo.
Después del Grimorio, toca su tumo al Enekiridion Leonie
80
Popa eerenieeimo imperatori Carlo-Magno, in munue pretioeum 
dattm nupetrime mendit ómnibus purgatum.
Es una recopilación de oraciones de la iglesia, en su mayor 
parte retocadas y aplicadas a toda especie de operaciones má­
gicas.
Empieza al libro por un prefacio dirigido a los sabios ca­
balistas, donde se exponen la causa, el origen y ti asunto del 
libro.
Signen después las oraciones misteriosas.
I* primera es “contra toda especie de encantos, sortilegios, 
caracteres, visiones, ilusiones, posesiones, obsesiones, impedimen­
tos, maleficios de matrimonio y de todo cuanto puede sucede roe
S>r las malas obras de los brujos o por la incursión de los día­os y también provechosa contra toda especie de desgracias que 
acontecer pueden, por arte de encantamiento, a los caballos, ye­
guas, bueyes, ovejas y demás ganado". El emperador Carlo- 
Magno la habla hecho escribir en letras de oro y la llevaba siem­
pre encima "con gran cuidado y con la mayor devoción**.
Sigue después una colección de oraciones consagradas a par­
ticularidades más o menos curiosas.
. Merece sitio preferente, entre las obras de que nos ocupa­
mos, el celebérrimo libro titulado: 'Loe admirable! eeereto» de 
Alberto el Grande, conteniendo varios tratados sobre la concep­
ción de las mujeres y sobre las virtudes de las yerbas, de las pie­
dras preciosas, y de los animales con la ciencia de la fisonomía 
y un preservativo contra las fiebres malignas, las ponzoñas y la 
infección del aire, traducidos de los antiguos manuscritos del 
autor que no habían salido aún a la luz.
Comprende la obra dieciocho capítulos. 
r 'El capitulo I lleva por lema: De-la generación del hombre. " 
Diferencias generales que distinguen • los dos sexos.
El capítulo II: Influencia de las potencias celestes sobre la 
generación.
El capitulo III: De la influencia de los planetas; de qué 
manera obran sobre el cuerpo y cómo se producen las dobles ge­
neraciones.
El capitulo IV: Cómo se engendran los animales imperfec­
tos. Efectos admirables de los cabellos de una mujer. Diversidad 
de los animales y de qué proviene.
El capitulo V: De los monstruos de la naturaleza y cómo 
se forman, etc.
El capítulo VI: Del flujo periódico a que se halla sujeto -el 
bello sexo.
El capitulo VII: De los signos de la fecundidad en la mu­
jer.
El capítulo VIII: De las causas materiales que contribuyen 
al desarrollo de los deseos amorosos. Investigaciones sobre "los 
signos de virginidad de las mujeres.
El capitulo IX: De la influencia de la mujer en la obra de 
la generación.
81
El capitulo X: En qué consiste que un ser nazca varón o 
hembra.
El capitulo XI: En qué se explica lo que determina la se­
mejanza de los hijos con el padre o la madre.
El capítulo XII: Efectos de los antojos o de la situación 
moral de la madre sobre el hijo que lleva en su seno.
El capitulo XIII: De los errores populares relativos al gér 
ñero de ejercicio que conviene a las mujeres durante su preñez, 
y especialmente de la cantidad de alimento que su estado puede 
exigir. .
El capitulo XIV: De la virtud de algunas yerbas, piedras y 
de ciertos animales, con una tabla en los astros, de los planetas, 
y un tratado de la maravilla del mundo.
El capítulo XV: De la virtud de ciertas piedras. 1
El capítulo XVI: Que trata de la demografía del sortilegio 
y de la inconstancia demonial.
El capitulo XVII: Que trata de los secretos maravillosos y 
naturales.
Y el capítulo XVIII: Tratado de la fisonomía, por el que 
se conoce el natural y los instintos de las personas, por las 
diversas partes del cuerpo.
Después de este libro, sigue en orden otro casi tan célebre, 
titulado “Los secretos maravillosos de la magia natural y caba­
lística del Pequeño Alberto”, traducido del original latino, que' 
lleva por titulo Alberti Parvi Luigi (sic) IAbellus de mirabilibus 
naturae arcanis, ilustrados con figuras misteriosas, con la ma­
nera de hacerlas.
Mencionemos también el no menos célebre libro encantado, 
tratado completo de Demonomania, extractado de las obras de 
Bodin, de Defancre, Le Loyer, Bécker, etc., seguido del Gran 
Aquelarre de los Brujos.
82
LIBRO III
A B T E A D I V I N A T O R I A
En esta sección de la obra hemos 
procurado reunir los principales gé­
neros de adivinación de las cosas 
futuras, empleados por los adeptos 
antiguos y modernos.
Aeromancia. — Arte de adivinar por medio de los fenóme­
nos de la atmósfera. Se practicaba de diferentes maneras. Unas 
veces se deducía de la observación de los meteoros, como de true­
nos, rayos, etc., otras de la aparición de los espectros que se 
creía ver en el aire; otras del aspecto favorable o adverso de 
los planetas, etc.
Alectromancia. — Adivinación por medio del gallo. Se for­
maba un círculo en el suelo, dividido en ¿asillas, en cada una de 
las cuales se escribía una letra del alfabeto, colocándose encima 
de ella un grano de trigo. Hecho esto se ponía un gallo en me­
dio del círculo y se observaban los granos que iba comiendo y por 
e¡ orden que lo hacía, con cuyas letras se formaba una palabra, 
de la que se deducían luego los pronósticos.
Alenromancia. — Adivinación que se practicaba por.la hari­
na. Metíanse cedulillas arrolladas en un montón de harina, me­
neándolo por nueve veces de una parte a otra; repartíase en se­
guida la masa a los diferentes curiosos y cada uno razonaba o 
soñaba según la cedulilla que le había tocado en suerte.
Alfltomancia. — Adivinación por medio del pan de cebada, 
y consistía en hacer comer al sujeto a quien se queria sacar una 
confesión, un pedazo de pan o torta hecho de harina de cebada, 
sobre la que se habían practicado ciertas ceremonias supersti­
ciosas. Si el que la comia la digería sin trabajo manifiesto, era 
considerado inocente, y si sucedia lo contrario, se le conceptuaba 
culpable.
Alomancia. — Adivinación por la sal, cuyos procederes son 
bastantes desconocidos. Asegúrase que el derribar un salero es de 
muy mal augurio, pues los antiguos creian que la sal era sagra­
da y divina.
Amniomancia. — Especie*de adivinación que se hacía por 
medio de la membrana con que algunas veces se halla envuelta 
la cabeza de los niños al nacer. Las matronas predicen la futu-
39
ra suerte del recién nacido con la inspección de esta toca, que 
anuncia feliz destino si es de color de plomo. Los abogados com­
praban antiguamente, a precios subidos, estas membranas, por 
la preocupación en que se estaba de que con ellas tendrían sus 
causas el éxito más feliz; de donde deriva el proverbio: nació 
ve»ti4o, que se aplica a un hombre a quien todo le sale bien.
Antropomanoia. — Adivinación por medio de la inspección 
de las entrañas humanas. Esta horrible práctica era ya conocida 
mucho tiempo antes del en que vivía Homero. Refiere Herodoto 
que, detenido Menelao por vientos contrarios en Egipto, sacri­
ficó a su bárbara curiosidad a dos niños del pais y buscó en sus 
palpitantes entrañas la aclaración de su destino.
Apantanando. — Se llamaba así la adivinación sacada de 
los objetos o cosas que se presentan de improviso. Tales son los 
presagios que se sacan del encuentro de una liebre, de un águila, 
etc. Hablando Gasendi de Tico-Brahe, dice que este insigne as­
trónomo si al salir de casa tropezaba con una vieja, lo tenia a 
mal agüero y regularmente desistía de la empresa que tenía en 
proyecto. El historiador de Luis XIde Francia refiere que el 
conde de Armagnac tenia por infausto el encuentro de cualquier 
inglés.
Aritmomancia. — Adivinación por medio de los números. 
Se distinguían dos especies: la primera estaba en uso entre los 
griegos, los cuales consideraban el número y el valor de las le­
tras de que componían los nombres, por ejemplo: de dos comba­
tientes, y aseguraban que aquel cuyo nombre contaba mayor nú­
mero de letras y de más valor, reportaría una victoria. Por esta 
razón decían que Héctor debía ser vencido por Aquiles. La otra 
suerte de adivinación era conocida de los caldeos, los cuales divi­
dían su alfabeto en tres décadas, compuesta cada una de siete 
letras, las que atribuían a los siete planetas para sacar presa­
gios. Los platónicos y los pitagóricos eran muy dados a esta 
especie de adivinación.
Armomancia. — Adivinación practicada por la inspección 
de las espaldas. Júzgase aún hoy día que un hombre de anchas 
espaldas es más apto para los combates de amor que uno de 
pecho estrecho.
Astragalomancia. — Adivinación por los dados. Témanse 
los dados, marcados como de costumbre con los números 1, 2, 
3, 4, 5 y 6, las doce caras. Se puede arrojar si se quiere un dado 
solo o dos a la vez. ¿Queréis adivinar un negocio que os emba­
raza o penetrar los secretos del porvenir? Empezad dibujando 
la pregunta sobre un papel, que habréis pasado por el humo de 
la madera de jengibre; luego colocad este papel con lo escrito 
mirando para abajo, encima de la mesa, de manera que lo escrito 
no se vea y tirad los dados. Escribiréis las letras a medida que 
se vayan presentando, y combinándose os darán la contestación
34
que buscáis. El 1 equivale a la A; el 2 a la E; el 3 a la I; el 4 
a la O; el 5 a U; el 6 a la B o P o V; el 7 a la C o K o Q; 
el 8 a la D o la T; el 9 a la F, la S, la X, o a Z; el 10 a la G 
J ; el 11 a la L, la M o la N; y el 12 a la R. Echase generalmen­
te un dado, y luego alternativamente los dos a la vez. Si la con­
testación es oscura no se debe admirar, pues la suerte algunas 
veces sólo da iniciales; y si no podéis comprender nada, recurrid 
a otras adivinaciones. La letra H no está marcada porque no es 
necesaria. Las reglas de la suerte no necesitan estar sometidas 
a la ortografía; la Ph se expresa muy bien con la F, y la Ch con 
la K.
Azinomancia. — Adivinación por medio del hacha de un 
leñador, con la cual algunos adivinos predijeron la ruina del 
templo de Jerusalén, como se ve en el salmo 73. Damos a cono­
cer dos medios empleados abiertamente en la antigüedad y prac­
ticados aun hoy día en algunos pueblos del Norte: l 9 Cuando 
se quiere descubrir un tesoro, es necesario procurarse una ágata 
redonda, caldear al fuego el hierro del hacha y colocando el corte 
muy perpendicular en el aire, se pone encima de él el ágata. Si 
se sostiene, no existe tesoro; si cae y rueda con rapidez, vuél­
vese a colocar por tres veces y si por todas tres veces rueda ha­
cia el mismo lugar, es señal de que allí hay un tesoro; empero 
si cada vez toma un camino diferente, ya se puede buscar en 
otra parte.
29 Cuando se desea descubrir a unos ladrones, se coloca el 
hacha en tierra, poniendo debajo el hierro y el cabo del mango 
perpendicular en el aire. Báilase a su alrededor hasta que el 
mango se conmueva y el hacha caiga, y entonces el cabo del man­
go indica la dirección que es necesario tomar para ir en busca 
de los ladrones. Algunos dicen que para esto es necesario que el 
hierro del hacha esté fijo en un botecito redondo, lo que es muy 
absurdo, como afirma Delancre, porque ¿qué medio hay para fi­
jar el hacha en un bote redondo, sin rascar o romper el tal bote?
Belomancia. — Adivinación por medio de las flechas. Los 
que recurrían a ella tomaban muchas flechas, sobre las que es­
cribían contestaciones relativas a su proyecto mezclando las fa­
vorables con las contrarias; en seguida se sacaban al acaso, y 
la que salía era mirada como el órgano de la voluntad de los 
dioses a quienes se precisaba, por todas partes, a contestar mil 
veces al día sobre las más frívolas preguntas de los indiscretos 
mortales. Principalmente, antes de sus expediciones militares, 
era cuando se hacía más uso de la belomancia. Los caldeos te­
nían mucha fe en esta adivinación. Los árabes, que adivinan 
por medio de tres flechas que encierran en un saco, escriben en 
'Unas, matadme, Señor; en otra Señor, guardadme, y en la ter­
cera no escriben nada. T,a primera flecha que sale del saco de­
termina la resolución sobre la cual se delibera.
Bibltomaneia. — Adivinación que se usaba antiguamente 
para conocer los hechizados. Consistía en poner en un plato de la
35
balanza a la persona sospechada de magia y en el otro la Bi­
blia con algún peso. Si la persona pesaba menos era considerada 
inocente; si más era tenida por culpable.
Botanomanña. — Adivinación por medio de hojas o ramas 
de verbena o brezo, sobre las que los antiguos grababan los nom­
bres y preguntas de los consultantes. Adivinábase de esta suerte: 
cuando hacía un fuerte viento por la noche, iban a ver muy de 
mañana la disposición de las hojas caídas, y los adivinos prede­
cían o declaraban por aquel medio lo que el pueblo deseaba 
saber.
Brisomancia. — Adivinación por la inspiración de Brizo, 
diosa del sueño, o sea, arte de adivinar las cosas futuras u ocul­
tas por medio de los sueños naturales.
Cafeomancia. — Adivinación por medio del bagazo del café. 
(Véase su correspondiente capitulo.)
Caomancia. — Arte de predecir lo futuro por medio de las 
observaciones que se hacen sobre el aire. _
Capomancia. — Adivinación por medio del humo. Los anti­
guos se valían de ella muy frecuentemente; quemaban verbena 
y otras yerbas sagradas y observaban el humo de este fuego, las 
figuras y la dirección que tomaban, para sacar de ello presa­
gios. Distinguíanse dos especies de capomancia; la una se prac­
ticaba echando algunos granos de jazmín o de adormidera, y 
notando el humo que d? ello salía; la otra, que era la más usada, 
se hacía del modo qup hemos indicado, y consistía también en 
examinar en el humo de los sacrificios. Cuando era ligero y po­
co denso, se tenía por buen agüero. Respiraban este humo y 
creían haber recibido' inspiraciones.
Cartomancia. — Adivinación por medio de los naipes o car­
tas de jugar. (Véase su capítulo especial.)
Catropomancia. — Adivinación por medio de la inspección 
de los espejos. En esta adivinación se hacía uso de un espejo 
que se presentaba, no delante de los ojos, sino detrás de la ca­
beza de un niño, al que antes se habían vendado I03 ojos. Pau- 
sanias habla en otros términos de la catropomancia: “Había en 
Patras —dice—, delante del templo de Ceres, una fuente, sepa­
rada de él por una muralla, en ella se consultaba un oaáculo, no 
para todos los sucesos, sino sólo para las enfermedades. El en­
fermo bajaba a la fuente su espejo suspendido de un hilo, de 
modo que no tocase la superficie del agua sino por su base. Des­
pués de haber rogado a la diosa y quemado en su honor perfu­
mes, mirábase en este espejo, y según se hallaba el rostro pálido 
y desfigurado, o colorado y rollizo, sabía positivamente si la en­
fermedad era mortal o si sanaría de ella”.
36
cada principalmente por los magos. Sí sucedía que los objetos 
combustibles echados en el fuego tardaban mucho en arder, era 
éste un feliz presagio.
Ceromancia. — Adivinación por medio de la cera que derre­
tían y hacían caer gota a gota en un vaso de agua, para sacar, 
según las figuras que formaban estas gotas presagios, venturosos 
o aciagos. Los turcos procuraban descubrir los crímenes y robos 
por este medio; hacían derretir a fuego lento un pedazo de cera, 
murmurando algunas palabras; quitábanlo después del brasero, 
y hallaban las figuras que indicaban el ladrón, su casa y su 
guarida. 'En la Alsacia, en el siglo xv, y tal vez aun hoy día, 
cuando hay un enfermo y las buenas mujeres quieren averiguar 
qué santo le envió la enfermedad, toman tantos cirios de igual 
peso, cuantos santos sospechan, y aquel cuyo cirio seconsumió 
el primero es tenido por el autor del mal.
Cledonismancia. — Especie de adivinación: deducida de cier­
tas palabras, que proferidas y oídas en determinadas ocasiones, 
era tenida por buen o mal agüero. Estas palabras se llaman 
ottai, kledonea, de kaleo o phemai, de phamai, hablar. Según Pau- 
sanias, esta especie de adivinación estaba particularmente en 
uso en Smirna y su invención se atribuía a Ceras.
Las palabras mal sonantes se llaman kakaif'ottai, moloc vo­
ces o dysphemein, y el que las profería era reputado blaphe- 
mem. Esta especie de términos o palabras se evitaba con escru­
puloso cuidado, especialmente en la celebración Se los misterios. 
Cicerón dice que los pitagóricos solían prestar una seria y mi­
nuciosa atención a las palabras que proferían los hombres, igual­
mente que a las de los dioses. iLos romanos, extremadamente su­
persticiosos, tomaban por buen o mal agüero las palabras que 
se pronunciaban casualmente en un convite u otra reunión, por 
ejemplo, las de victoria, felicidad, incendio, muerte, etc.
Cleidomancia. — Adivinación por medio de las llaves. Delrio 
y Delancre dicen que se emplea para descubrir al autor de un 
robo o de un asesinato. Enroscábase alrededor de una llave un 
billete que contenía el nombre de la persona sospechada, y colo­
cábase ésta en una Biblia, que una joven virgen tenía en la 
mano/ El adivino murmuraba en voz baja el nombre de las per­
sonas sospechadas y veíase el papel desenroscarse y moverse sen­
siblemente. Adivinase también de otro modo por la cleidomancia. 
Pégase fuertemente una llave en la primera págiúa del Evange­
lio de San Juan: In principio erat verbo; ciérrase el libro y se 
ata estrechamente con una cuerda, de modo que el anillo de la 
llave salga hacia afuera. La persona que quiere por este medio 
descubrir algún secreto, pone el dedo en el anillo pronunciando 
en voz baja el nombre que se sospecha. Si éste es inocente, la 
llave permanece inmóvil, pero si es culpable, rueda con tal vio­
lencia, que rompe la cuerda que ata el libro. Los cosacos y loe
87
rusos empleaban frecuentemente esta adivinación, sobre todo para 
descubrir los tesoros; y están persuadidos de que, donde los hay, 
la llave da vueltas.
Clcrnmancia. — Arte de predecir lo futuro echando suertes 
con dados, con huesecillos, con habas blancas y negras. Agitá­
banse antiguamente en un vaso, y después de haber rogado a los 
dioses, echábanse sobre una mesa, y predecíase el porvenir 
•según la disoosición de los objetos. Habia en Bura, ciudad de la 
Acaya, un oráculo de Hércules que se interpretaba sobre un 
tablero, con cuatro dados. El peregrino, después de haber orado, 
los arrojaba; el sacerdote observaba los puntos y de ellos 
sacaba las conjeturas de lo que debía suceder. Era preciso que los 
dados fuesen hechos de huesos de animales sacrificados. Más 
comúnmente escribían sobre huesecillos o sobre pequeñas tabli­
llas, que se metían en una urna; en seguida hacian sacar una por 
el primer muchacho que hallaban, y si la inscripción que salía en 
la suerte tenía alguna conexión con lo que se quería saber, era 
una profecía cierta.
Cosqui nomancia. — Especie de adivinación por medio de una 
criba, de un cedazo o de un tamiz. Colocábase la criba sobre unas 
tenazas, que se cogían con dos dedos; en seguida nombrábanse 
las personas sospechadas de hurto u otro crimen oculto y juzgá­
base culpable a aquella a cuyo nombre la criba temblaba o daba ' 
vueltas. En lugar de una criba se pone un tamiz sobre un plato, 
para conocer el autor de un robo; nómbrase del mismo modo a 
las personas sospechadas, y el tamiz rueda al nombre del ladrón.
Cristalomanda. — Adivinación por medio del cristal. Saca­
ban presagios de los espejos, o vasos oblicuos o cilindricos, o de 
algunas otras figuras formadas de cristal, en las cuales decían 
que el demonio se albergaba.
Crisomancia. — Adivinación por las carnes y tortillas. Con­
siderábase la parte de las tortas que se ofrecían en sacrificio y 
la harina y cebada que esparcían sobre las víctimas, para de ellos 
sacar presagios. ' '
Cromniomancia. — Adivinación por medio de los cebollas. 
Los que la practicaban colocaban, en la noche de natividad, algu­
nas cebollas sobre un altar y escribían encima el nombre de 
las personas de quienes querían saber noticias. La cebolla que 
brotaba primero anunciaba que el sujeto cuyo nombre contenía, 
gozaba de perfecta salud. Esta adivinación se halla también en 
uso en Alemania, entre las jóvenes que desean saber a quién ten­
drán por marido.
Dactilomancia. — Adivinación que se hacía teniendo un ani­
llo mágico suspendido de un hijo sobre una mesa redonda, en 
cuyos bordes estaban señaladas las letras del alfabeto. El anillo, 
por medio de sus oscilaciones, señalaba ciertas letras, las cuales
38
unidas después componían uno o mas nombrar, qttá ■servían para 
dar la contestación a la pregunta hecha.
Da}nomancia. — Adivinación .por medio del laurel. Practi­
cábase do dos maneras diferentes; primeramente se echaba al 
fuego un ramo de laurel, que, si al quemarse hacía ruido, era un 
buen presagio, y malo cuando ardía sin hacerlo; la segunda espe­
cie consistía en mascar un poco de laurel antes de dar la res­
puesta, con el objeto de que Apolo, a quien estaba consagrado 
aquel árbol, la inspirase. De este último medio se valían las pito­
nisas, las sibilas y los sacerdotes de Apolo, a loe que se llama­
ban dagnefagot, es decir, comedores de laurel.
Dcmonomancia. — Adivinación por medio de los demonios. 
Tiene lugar por los oráculos que dan y por las respuestas que 
hacen a los que los evocan.
Eromancia. — Una de las seis especies de adivinaciones 
practicadas por los persas por medio del aire. Se envolvían la 
cabeza con una servilleta, exponían al aire un vaso lleno de agua 
y proferían en voz baja el objeto de sus votos. Si el agua lle­
gaba a levantar algunas burbujas, era un pronóstico feliz, que 
aseguraba el cumplimiento de sus deseos.
Esciamancia. — Adivinación que consiste en evocar las som­
bras de los muertos para saber de ellos las cosas futuras. Dife­
renciábase de la nigromancia y de la psicomancia, en que no 
eran el alma ni el cuerpo del muerto quienes aparecían, sino 
sólo su imagen.
Espodomancia. — Adivinación que se .practicaba entre los 
antiguos por medio de las cenizas de los sacrificios. En Alema­
nia quedan de ella algunos vestigios. Escriben al anochecer, con 
la punta del dedo, sobre la ceniza, lo que quieren saber, y al día 
siguiente examinan los caracteres que han quedado inteligi­
bles, y de ellos sacan presagios. Algunas veces el diablo se 
encarga de ir a escribir Iq respuesta.
Eatemomancia. — Adivinación por el vientre. Sabíanse las 
cosas futuras cuando se obligaba a un demonio o a un espíritu 
a hablar en el vientre o el cuerpo de un poseído.
Eatoiqueomaneia. — Adivinación que se practicaba abriendo 
los libros de Homero o de Virgilio y sacando un oráoulo del pri­
mer verso que se presentaba.
. I
Estoliaomancia. — Adivinación que se sacaba por el modo 
de vestirse. Augusto se persuadió de que le habia sido presa­
giada una sedición militar la mañana antes de suceder, porque 
su criado le habla atado la sandalia izquierda de otro modo de 
como se debía atar.
Filodomancia. — Adivinación por medio de las hojas de
89
umi rosa. Los griegos hacían chasquear en ía mano una hoja 
de rosa, y por su resultado juzgaban del éxito de sus amores.
Gastromancia. — Especie de adivinación que se practicaba 
encendiendo muchas candelas, que se ponian detrás de algunos 
vasos llenos de agua. El que pretendía valerse de esta adivina­
ción hacia observar la superficie de los vasos por un niño o 
una mujer joven que estuviese encinta, los cuales daban las 
contestaciones, según lo que creían observar dentro del vaso por 
medio de la refracción de la luz. Otra especie de gastrvmancia 
se practicaba ppr medio del adivino que contestaba sin menear 
los labios, de suerte que se creía oir una voz aérea; el nombre 
de esta adivinación significa adivinaciónpor el estómago, de 
modo que el que la ejerce debe necesariamente ser ventrílocuo. 
Enriéndense cirios alrededor de algunos vasos, llenos de agua 
limpia, y luego se agita ésta, invocando al espíritu que no tarda 
en contestar, con voz hueca, en el estómago del brujo que hace 
esta operación.
j Geomancia. — Adivinación por la tierra. Consiste en arro­
ja r un puñado de polvo en el suelo o encima de una mesa, para 
juzgar de los acontecimientos futuros por las líneas y figuras 
que resultan. Practicábase también, ora trazando en tierra 
líneas o circuios, sobre los que se cree poder adivinar lo que se 
anhela saber, ora haciendo, a la ventura en tierra o sobre un 
papel muchos puntos, sin guardar orden alguno, fundando eí 
juicio sobre el porvenir en las figuras que la casualidad ha 
formado; ora, por fin observando las hendiduras y gTietas que 
se hacen naturalmente en la superficie de la tierra, de la que 
salen, según se dice, exhalaciones proféticas, como las del antro 
de Delfos. '
H idioma» cía. — Arte de predecir el porvenir por medio del 
agua; invención debida a los persas. Distinguense muchas espe­
cies: l* Cuando a consecuencia de invocaciones y otras cere­
monias mágicas aparecen sobre el agua los nombres de algunas 
personas o cosas que se deseaba conocer, bien que escritos al 
revés. 2’ Servianse de un vaso lleno de agua y de un hilo, del 
que estaba suspendido un anillo, con el que golpeaban cierto 
número de veces el vaso. 3* Echaban sucesivamente y a.cortos 
intervalos, tres piedrecitas en agua limpia y tranquila, y de los 
círculos que se formaban en su superficie, como de su intermi­
tencia, deducían presagios. 4? Examinábanse atentamente los 
movimientos y la agitación de las olas del mar. 6* Sacábanse 
presagios del color del agua y de las figuras que se creían ver 
en ella. 6» También por una especie de hidromancia, los anti­
guos germanos aclaraban sus sospechas concernientes a la fide­
lidad de sus mujeres; arrojaban al Rin a los hijos que parían; 
si sobrenadaban, los tenían por legítimos, y si se iban ail fondo, 
por bastardos. 7* Llenábase una taza de agua, y después de 
haber pronunciado encima ciertas palabras, se examinaba si el 
agua hervía, y si se derramaba por los bordes. 8* Poníase agua
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gola di- aceite y creían ver en aquel agua, como en un espejo, 
aquello de que de.seal.au instruirse. !»“ Las mujeres germanas 
practicaban otra especie de hidnimniiriii, examinando los mis en 
los golfos y torbellinos que formaban pava adivinar el porvenir.
Ilipomaiicin. — Adivinación que estaba en uso entre los 
celtas, los cuales sacaban sus pronósticos de los relinchos, y 
movimientos de unos caballos blancos, criados con todo esmero 
y veneración, a expensas del pueblo, en unos bosques sagrados. 
Los sajones sacaban también pronósticos de un caballo sagrado, 
alimentado en el templo de sus dioses y que hacían salir antes 
de declarar la guerra a sus enemigos. Cuando el caballo empe­
zaba a andar con el pie derecho, el agüero era favorable; cuan­
do con el izquierdo, era mal presagio, y renunciaban u la em­
presa.
Icliomavcia. — Adivinación antiquísima, que se practicaba 
por medio de las entrañas de los pescados. Refiere l’linio que 
en Mina, en la Licia, se tocaba la flauta con tres intervalos, 
para hacer aproximar los peces a la fuente; de Apolo llamado 
Ch itas. Añade que los peces no dejaban nunca de aproximarse, 
los cuales si comían inmediatamente la carne que se les echaba 
era un feliz agüero, a! paso que era fatal si la rehusaban.
Keflonomancia. — Adivinación que se practicaba haciendo 
varias ceremonias sobre la cabeza de un asno. Era muy fami­
liar entre los germanos, y los lombardos sustituyeron al asno 
por una cabra. Practicábase poniendo sobre carbones encendidos 
la cabeza de un asno, recitando plegarias y pronunciando los 
nombres de aquellos de quienes sospechaban habían cometido 
algún delito, y observando el momento en que las mandíbulas 
se chocaban. El nombre pronunciado en aquel instante desig­
naba al culpable.
Lawpadomancia. — Adivinación por medio de la forma, 
color y oscilación de la luz de una lámpara.
Lecanomancia. — Especie de adivinación que se hacía por 
medio de unas piedras preciosas y unas láminas de oro y plata, 
en las que habla grabados ciertos caracteres, los cuales se ponian 
en el fondo de un vaso lleno de agua, practicando en seguida 
sobre él varias supersticiones.
Libattamaiicia. — Adivinación por medio del incienso. To­
mábase el incienso, después de haber hecho las súplicas relativas 
a lo que se pretendía, y echábase dicho incienso en el fuego, 
a fin de que su humo llevase las plegarias hasta el cielo. Si 
debía conseguirse lo que se deseaba, el incienso se consumía 
luego o daba una llama viva, pero, si, a] contrario, eran vanas las 
súplicas de los que rogaban, el incienso .parecía huir del fuego 
y tardaba en humear. Este oráculo servía para predecirlo todo, 
menos las cosas relativas al matrimonio y a la muerte.
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Licnomavcia. — Adivinación por medio de la llama de una 
lámpara. Cuando una chispa se separa del pabilo, anuncia una 
noticia venida de la parte a donde fue la chispa.
Litomancia. — Adivinación por medio de las piedras. Con­
sistía en hacer chocar muchas piedras, y si el sonido era más 
o menos agudo, creían anunciaba la voluntad de sus dioses. Ser­
víanse alguna vez de anillos en lugar de piedras.
Margaritomancia. — Adivinación por medio de las perlas. 
Se coloca una en un fogón, a la orilla del fuego, cubriéndola 
con un vaso puesto boca abajo y se le dirigen preguntas pro­
nunciando los nombres de aquellos de quienes se sospecha han 
robado alguna cosa; en el momento en que se dice el nombre 
del ladrón, la perla da un salto hacia arriba y rompe el fondo 
del vaso para salir; así es como se viene en conocimiento del 
culpable.
Miomaneia. — Adivinación por medio de las ratas o rato­
nes. Sacábanse siniestros presagios de sus chillidos o de su 
voracidad.
Nigromancia. — Arte de evocar los muertos o adivinar las 
cosas futuras por la inspección de los cadáveres. Los griegos 
usaban mucho de esta adivinación, y principalmente los tesalien- 
ses. Rociaban con sangre tibia un cadáver, creyendo tener luego 
ciertas contestaciones sobre el porvenir. Los que consultaban, 
debían haber hecho antes la expiación aconsejada por el mágico 
que presidia esta ceremonia y, generalmente, haber apaciguado 
con algunos sacrificios las manos del difunto, quien, sin estos 
preparativos, se mantenía siempre sordo a todas las pregun­
tas. Los asirios y los judíos se servían también de esta adivi­
nación. He aqui cómo obraban estos últimos: ataban chiquillos, 
torciéndoles el cuello; cortábanles la cabeza, la que salaban y 
embalsamaban; luego grababan en una plancha de oro el nom­
bre del espíritu maligno para quien habian hecho este sacrifi­
cio; colocaban la cabeza encima, la rodeaban de cirios, la ado­
raban como a un ídolo, y les contestaba.
Oculomancia. — Adivinación con el objeto de descubrir un 
ladrón, examinando el modo de volver los ojos, después de cier­
tas prácticas supersticiosas.
Oenomancia. — Adivinación por el vino, ya considerando su 
color, ya bebiéndolo, ya observando sus más pequeñas circuns­
tancias, para deducir presagios. Los persas fueron quienes Ynás 
se dedicaron a esta especie de adivinación.
Ofiomancia. — Adivinación por medio de las serpientes. 
Consistía en sacar predicciones de los diferentes movimientos 
que se ven hacer a las serpientes. Teníase tanta fe en estos 
presagios, que se alimentaban expresamente serpientes para cono­
cer el porvenir.
41
Olicmancia. — Adivinación sacada del aullido de los perros.
Omomancia. — Adivinación por medio de las espaldas, entre 
los rabinos. Los árabes adivinan por las espaldas de carnero, 
las cuales, por medio de ciertos puntos que llevan marcados, 
representan varias figuras de geometría.
Onicomanoia. — Adivinación por las uñas. Practicábase, fro­
tando con hollin las uñas de un mancebo, quien las presentaba 
al sol, imaginando veren ellas figuras que daban a conocer lo 
que se deseaba saber. También se servían para esto de cera 
o aceite.
Onomancia. — Adivinación por medio de los nombres, muy 
usada entre los antiguas. Los pitagóricos suponían que los espí­
ritus, las acciones y los sucesos de los hombres eran conformes 
a su destino, a su genio y su nombre.
Ovomancia. — Adivinación por medio de los huevos. Los anti­
guos adivinos veían en la conformación exterior y en la for­
ma interior de un huevo los más recónditos secretos del por­
venir, y Suidas pretende que esta adivinación fue inventada 
por Orfeo. También se practicaban adivinaciones con la albú­
mina de los huevos, de modo que algunas sibilas modernas han 
dado celebridad a este uso. Tómase para ello >un vaso de agua; 
rómpese la cáscara de un huevo y déjase caer poco a poco en el 
agua clara, y entonces, según la figura que forma la albúmina 
flotamte, se coligen de ella los presagios.
Omitomancia. — Adivinación sacada del canto, grito y vuelo 
de los pájaros.
Partenomancia. — Adivinación de si se es virgen. Mídase, 
con un hilo, el cuello de una doncella; mídase de nuevo, y si 
esta vez se encuentra' más grueso, es señal de que ha perdido 
la virginidad. Entre los bretones- ee reducía a polvo una ágata, 
dábase a beber a una soltera y si le causaba vómitos, no era 
virgen.
Pegomanda. — Adivinación por los manantiales. Se prac­
ticaba arrojando cierto número de piedras en el agua, cuyos mo­
vimientos se observaban, o sumergiendo vasos de vidrio y exa­
minando los esfuerzos que hacia el agua para entrar en ellos 
arrojando el aire. La pegomancia más célebre es la adivinación 
por la suerte de los dados, que se practicaba en la fuente 
Arpona, cerca de Padua; arrojábanse los dados en el agua para 
ver si sobrenadaban o si se hundían, y qué númerq daban, sobre 
lo cual un adivino explicaba el porvenir.
Petchimanria. — Adivinación por los cepillos y látigos. 
Cuando un vestido no Be puede espolvorear, señal es de lluvia.
Piromancia. — Adivinación por medio del fuego.
48
Psicomaneia. — Adivinación por medio de los espíritus.
Quiromancia. —■ Adivinación por la inspección de las iineas 
de la mano. (Véase su correspondiente capítulo.)
Rabdomancia. — Adivinación por medio de los palos, la 
cual es una de las más antiguas supersticiones de que hace 
mención Ezequiel y también Oseas. Para practicarla, despojábase 
a lo largo de un lado y en toda su longitud una varilla, lan­
zándola luego al aire; ai al caer presentaba la parte pelada, 
era tenido por buen augurio, y lo contrario, si presentaba la 
parte opuesta.
Rapsodomancia — Adivinación que se practicaba abriendo 
al azar algún poema y tomando el pasaje que se encontraba, 
ipor una predicción de lo que se deseaba saber.
Sicomancia. — Adivinación por medio de las hojas de 
higuera, en las que se escribían las preguntas sobre las que se 
quería respuestas, y cuanto más tardaba la hoja en secarse, 
más favorable era la contestación.
Sideromancia. — Adivinación que se practicaba con un hie­
rro hecho ascuas, sobre el cual se colocaban, con cierto arte, un 
número de pajuelas, que se quemaban lanzando reflejos, como 
las estrellas.
Teomancia. — iParte de la cábala de los judíos, que estudia 
los misterios de la divina majestad y busca los nombres sagrados. 
El que posee esta ciencia, sabe el porvenir, manda a la natu­
raleza, tiene pleno poder sobre los ángeles y los diablos, y puede 
hacer milagros.
’ Tiromaneia. — Adivinación por medio de ídolos.
44
L I B R O I V
ARTE DE PREDECIR LOS ACONTECIMIENTOS POR 
MEDIO DE LA POSICION, INFLUENCIA Y OBSERVA­
CION DE LOS CUERPOS CELESTES O BREVE 
TRATADO DE ASTROLOGIA JUDICIARIA
Créese comúnmente que la astrología, llamada judiciaria 
porque consiste en juzgar las personas y las cosas, tuvo su 
origen entre los caldeos, desde donde se extendió hasta Egipto, 
Grecia e Italia.
Según la astrología, no se conocen en el cielo sino siete 
planetas, y doce constelaciones en el zodíaco. „
Aseguran 'los astrólogos que no tenemos ningún miembro 
del cuerpo que no se gobierne por los cuerpos celestes.
Los siete planetas son, como se sabe: el sol, la luna, Venus, 
Júpiter, Marte, Mercurio y Saturno.
El sol preside a la cabeza;
La luna, el brazo derecho;
Venus, al izquierdo;
Júpiter, al estómago;
Marte, a las partes sexuales;
Mercurio, al pie derecho;
Y Saturno, al izquierdo.
Sin embargo, otros afirman que:
Marte gobierna la cabeza;
Venus, el brazo derecho;
Júpiter, el izquierdo;
El Sol, ol estómago;
La Luna, las partes sexuales;
Mercurio, el pie derecho;
Y Saturno, el izquierdo.
Las constelaciones son doce: Aries, Tauro, Géminis, Cán­
cer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sugitario, Capricornio, Acua­
rio y Piscis.
De éstas:
Aries, preside a la cabeza;
Tauro, al cuello;
45
46
Géminis, a los brazos y espaldas;
Cáncer, al pecho y al corazón;
Leo, al estómago;
Virgo, al vientre;
Libra, a los riñones y nalga*;
Escorpio, a los órganos sexuales;
Sagitario, a los músculos;
Capricornio, a las rodillas;
Acuario, a las piernas;
Y Piscis, a los pies. .
También se ha puesto a los imperios y ciudades bajo la 
influencia de los astros. -
Sábese que cada individuo tiene aquel bajo el cual nadó. 
Dice Hermes que a causa de ios siete agujeros que tene­
mos en la cabeza, hay en el cielo siete planetas para gobernar 
estos agujeros:
, Saturno y Júpiter, las dos orejas;
Marte y Venus, las narices;
'El Sol y la Luna, los dos ojos;
Y Mercurio la boca.
Añadamos que:
Saturno, domina en la vida, en los edificios y en las ciencias. 
Júpiter, en el honor, los deseos y las riquezas, y propiedad 
de los trajes.
47
Marte, en la guerra, las cárceles, lps matrimonios y los 
odios.
Venus, en las amistades y amores.
El Sol, en la esperanza, la felicidad, la ganancia y la 
herencia.
48
Mercurio, en las enfermedades, deudas, comercio y temor. 
Y la Luna, en las heridas, los sueños y los robos.
Dominando de esta suerte sobre cuanto acontece al hom­
bre, los planetas vuelven a empezar el mismo curso de las cosas, 
todas las veces que se encuentran en el cielo en lugar del 
horóscopo.
Júpiter se encuentra al cabo de doce años, en el sitio que 
estaba doce años antes.
Al cabo de ocho años, Venus inspirará los mismos amores 
y placeres; empero, aunque-sean los mismos estos placeres, 
serón para otro individuo.
Y asi sucesivamente.
Tampoco olvidemos que cada planeta gobierna un día de 
la semana.
El Sol, el Domingo;
La Luna, el Lunes';
Marte, el Martes;
Mercurio, el Miércoles;
Júpiter, el Jueves;
Venus, el Viernes;
Y. Saturno, el Sábado.
Ademós:
El amarillo, es el color del Sol; 
El blanco, es de la Luna;
El verde, el de Venus;
El rojo, el de Marte;
El azul, el de Júpiter;
El negro,, el de Saturno;
Y la mezcla, el de Mercurio.
49
Téngase bien presente que:
El Sol preside *1 oro; 
La Luna, a la plata; 
Venus, al estaño; 
Marte, al hierro; 
Júpiter, al cobre; 
Saturno, al plomo;
Y Mercurio, al azogue.
Y que:
El Sol, es bienhechor y favorable;
Saturno, triste, taciturno 7 frío;
Júpiter, templado y benigno;
Marte, ardoroso;
Venus, benévola y fecunda;
Mercurio, inconstante;
Y la Luna, melancólica.
Entre las constelaciones: .
Aries, Leo y Sagitario, son cálidos, secos y ardientes.
Tauro, Virgo y Capricornio, son pesados, fríos y secos.
Géminis, Libra y Acuario, son húmedos, muelles y fríos.
Así que un niño nace, cuyo horóscopo se quiere sacar, 
« bien así que nace el día del acontecimiento cuyos presagios o 
consecuencias se quieren adivinar, es menester, ante todo, ver 
con el attrolabio cuáles son las constelaciones y los planetas 
que dominan en el cielo, y sacar las consecuencias, que indican 
sus virtudes, sus cualidades y eus funciones.
Si treq signos de la misma naturaleza se encuentran en el 
cielo, como, por ejemplo: Leo, Aries y Sagitario, estos tres 
signos forman un aspecto trino, porque dividen el cielo en tree 
partes y están separados uno de otro por tres constelaciones, 
cuyo aspecto es bueno y favorable. ■
Cuando los que dividen el cielo en seis partes seencuen­
tran en la hora de la operación, como: Aries con Géminis, Tauro 
con Cáncer, etc., forman ai aspecto sextil, que es mediano.
Cuando los que dividen el cielo en cuatro, como Aries con 
Cáncer, Tauro pon Leo, se encuentran en el cielo, forman él 
aspecto cuadrangular, que es malo.
Cuando los que se encuentran en las partes opuestas del 
cielo, como Aries y Libra, Tauro y Escorpio, Géminis y Sagi­
tario, etc., se hallan en el nacimiento, forman el aspecto con­
trario, que es malo y dañoso.
Los astros están en conjunción, cuando los planetas se 
encuentran reunidos en el mismo signo o en la-misma casa, y 
en oposición, cuando están en dos puntos opuestos.
Cada signo del Zodiaco ocupa un lugar que se llama casa 
celeste o casa del sol, cuyas doce casas cortan también el 
Zodíaco en doce partes.
60
Cada casa ocupa treinta grados, puesto que el circulo tiene 
trescientos sesenta.
Los astrólogos representan las casas con simples números, 
en una figura redonda o cuadrada dividida en doce celdillas.
La primera casa es la de Aries, a la que se llama ángulo 
oriental, en lenguaje astronómico. Es la casa de la vida, porque 
los que nacen cuando esta constelación domina, pueden vivir 
mucho tiempo.
La -segunda casa es la de Tauro, que se llama la puerta 
interior, y es la casa de las riquezas, donde reinan los medios 
de fortuna.
La tercera es la de Géminis, llamada habitación de los her­
manos, que es la casa de las herencias y buenas posesiones.
<La cuarta es la de Cáncer, llamada fondo del ciclo, ángulo 
de la tierra, morada de los parientes, y es la casa de los teso­
ros y bienes patrimoniales.
La quinta es la de Leo, denominada morada de los niños, 
y es la casa de los legados y donaciones.
La sexta es la de Virgo, llamada amor de Marte, y es la de 
los pesares, desgracias y enfermedades.
La séptima es la de Libra, llamada ángulo occidental, y es 
casa de matrimonio y bodas.
La octava es la de Escorpio, llamada puerta superior, y 
es la de los sustos, temores y muerte.
La novena es la de Sagitario, llamada' amor del Sol, y es la 
de la piedad, de la religión, de los viajes y de la filosofía.
La décima es la de Capricornio, llamada centro del cielo, 
y es casa de los empleos, dignidades y coronas.
La undécima es la de Acuario, denominada amor de Júpi­
ter, y es la de los amigos y de los bienes de fortuna.
Y la duodécima es la de Piscis, llamada amor de Saturno, 
y es la peor y más funesta de todas: es casa de envenenamien­
tos, miseria, envidia, mal humor y muerte violenta.
Aries y Escorpio son las casas predilectas de Marte.
Tauro y Libra, las de Venus.
Géminis y Virgo, las de Mercurio.
Sagitario y Piscis, las de Júpiter.
Capricornio y Acuario, las de Saturno:
Leo, la del Sol.
Y Cáncer, la do la Luna.
Es preciso examinar con cuidado los encuentros de los pla­
netas con las constelaciones.
Si, por ejemplo, Marte se enruentra con Aries a la hora 
del nacimiento, infunde valor, orgullo y larga vida; si con Tauro, 
riquezas y valor. En una palabra: Marte aumenta la influencia 
de las constelaciones en que se encuentra, añadiéndoles valor y 
fuerzas. 1
Saturno, que trae consigo los pe.sures, miserias y enferme­
dades, aumenta las malas influencias y destruye la buenas.
Venus, por el contrario, aumenta Jas buenas influencias >
61
debilita las malas, dando, como ya se ha dicho, placeres y 
amores. .
Mercurio aumenta y debilita las influencias según sus con­
junciones, por ejemplo, si se encuentra con Piscis, que es malo, 
es menos bueno; y si topa con Capricornio, que es propicio, se 
hace mejor.
La Luna añade melancolía a las constelaciones felices y 
tristeza o demencia a las desgraciadas.
Júpiter, que da riquezas y honores, aumenta las buenas in­
fluencias y al propio tiempo disminuye las malas.
El Sol en su ascenso concede los favores de los príncipes 
y tiene sobre las influencias casi tanto efecto como Júpiter; 
pero al descender presagia desdichas.
No terminaremos sin decir que: Géminis, Libra y Virgo 
conceden la belleza por excelencia.
Escorpio, Capricornio y Piscis dan una belleza mediana.
Y las otras constelaciones, sólo fealdad.
Virgo, Libra, Acuario y Géminis dan una hermosa voz.
Cáncer, (Escorpio y Piscis dan un acento ingrato. *
Y las demás constelaciones no tienen en la voz influencia
ninguna. "
Que si los planetas y constelaciones se encuentran en su 
oriente a la hora del horóscopo, se sentirá su influencia en el 
principio de la vida o de la empresa; probaráse en el medio, si 
están en lo alto del cielo, y, al fin, si caen ya en el occidente.
Y que, con objeto de que el horóscopo no engañe, es indis­
pensable comenzar sus operaciones precisamente en el minuto 
en que nació el niño, o en el mismo instante en que se inicia 
un negocio, cuyas consecuencias se anhela presagiar.
Y ahora para facilitar las predicciones horoscópicas, puede 
consultarse el siguiente estudio, que presenta con la mayor sen­
cillez este medio adivinatorio popularizado:
1* Aries (el carnero portador del vellocino de oro). Domina 
en el cielo desde el 22 de marzo, hasta el 21 de abril. Los que 
nacen bajo esta constelación, son prontos, vivos, elocuentes, es­
tudiosos, inclinados a loí placeres y a la inconstancia. Rara vez 
mantienen su palabra y generalmente olvidan sus promesas. Co­
rren grandes peligros con los caballos y se podrán tener por di­
chosos si sólo salen heridos de una cabalgata. Gustaráles la 
caza y pesca, pero serán tan malos cazadores como inhábiles 
jinetes. Si se muestran demasiado atrevidos con las bestias de 
carga, les amenaza una muerte violenta.
La mujer que nace bajo esta constelación, será linda, viva­
racha y curiosa; tendrá decidida inclinación a la mentira y le 
agradará comer buenos bocados. Se encolerizará frecuentemen­
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te; será maldiciente en su vejez y juzgará severas a todas las 
mujeres. Correrá grandes peligros, tanto en la ciudad como en 
el campo; se casara en temprana edad y tendrá muchos hijos.
j en*ermet*at* habitual será la jaqueca, y de vez en cuando 
adolecerá de resfriados y de indigestiones.
a T
2'1 Tauro. (Kl Toro, cuya forma tomó Júpiter para robar 
a Europa.) Domina en el cielo desde el 22 de abril hasta el 21 
de mayo.
El hombre nacido bajo esta región, es audaz; tendrá enemi­
gos, pero su 1 irá vencerlos y será feliz. Viajará a países lejanos 
y quizas irá más de una vez a presidio. No tendrá muy buen 
corazón; será rico en su vejez, pero la edad lo hará taciturno 
y melancólico. Debe guardarse mucho de la mordedura de los 
perros. Su vida será larga y poco sujeta a enfermedades.
La mujer nacida bajo esta constelación, es dulce, fuerte y 
eneigiea. lendrá valor para ser violenta e ¡iacunda; sin em­
bargo, sabrá cumplir con su deber y obedecer a su marido. En­
contra rase en esta mujer un gran fondo de juicio y buen sen­
tido, y apreciara mucho el trabajo. Quizá será con‘exceso par­
lanchína. Triste, es decir, que esta mujer se portará muy mal 
hasta los veintidós años, en cuya edad se casará, no dará mo­
tivo ninguno de queja a su marido. Enviudará más de una vez 
y Lendrá algunos hijos a quienes legará riquezas y prudencia.
3» (Irminis. (Los Gemelos Cáslor y l'ólux, Upo de la acen­
drada amistad.) Dominan en el cielo desde el 22 de mayo hasta 
el 21 de junio. ‘
. El que nace bajo esLa constelación, tendrá buen corazón, 
herniosa figura, talento, prudencia y generosidad. Será presu­
mido, amigo de correrías y viajos, y procurará cuanto pueda 
pata aumentar su fortuna; sin embargo, nunca se empobrecerá, 
¡sera riño y astuto, alegre, y burlón, afable. I’oseerá medios 
para brillar en las artes liberales. Su corazón será modelo de 
unustud y do amor.
La mujer nacida bajo este signo os amable y de bollas con­
diciones que le bastarán para conquistarse el cariño general; 
tendrá el corazón dulce y sensible; tal vez descuidará demasia­
do sus intereses; las bellas artes y , principalmente, la pintura 
y la música, tendrán para ella mucho; atractivos. Debe descon- 
liar de un hombre que querrá seducirla en sujuventud. Su
53
alma crédula no sabría ver el lazo que se le tiende, y ¡ay de 
ella si cediera a la tentación! No podrá ser feliz, ni con un an­
ciano, ni con un hombre más joven que ella, pero sí con un es­
poso que con ella simpatice, ya por el carácter, ya por la edad.
$
49 Cáncer. (El cangrejo que mordió a Hércules mientras 
mataba a la hidra de Lerna.) Domina en el cielo desde el 22 
de junio hasta el 21 de julio.
Los hombres que nacen bajo esta constelación aman a las 
mujeres, sean las que fueren, y corrén desalentados en pos de 
los goces sensuales. Tendrán pleitos y contiendas, de que mu­
chas veces saldrán victoriosos. Viajarán y correrán grandes pe­
ligros por mar. Caerán en la miseria en una época indetermi­
nada de su vida, pero el descubrimiento de un tesoro les enri­
quecerá repentinamente. Este signo inclina comúnmente a la go­
losina; algunas veces inspira prudencia, talento y cierta dosis
de modestia. , . . . . „ .
La mujer nacida en esta constelación es bastante bella, al­
tiva, iracunda, pero fácil de apaciguar. Jamás será muy grue­
sa, pero sí prudente, oficiosa, limpia y tímida, aunque algo fa­
laz. Tendrá gran afición al trabajo y se verá expuesta a ma­
chos peligros en su vida. Debe evitar el viajar por los mares o 
ríos y guardarse de una caida. Sus partos serán laboriosos, pero 
saldrán con bien de ellos.
5'/ Leo. (El león Ñemeo, a quien Hércules logró ahogar.) 
Domina en el cielo desde el 22 de julio hasta el 21 de agosto.
El que nace bajo esta constelación es valiente, atrevido, 
fiero, elocuente y orgulloso. Su bella alma es accesible a las 
dulces emociones de la piedad; gústale la burla', y no duda ma­
nifestarse mensajero de mujeres. Veráse frecuentemente rodea­
do de peligros. Sus hijos le consolarán y hará su dicha. Aban­
donarse sin freno a la cólera, de la que tendrá que arrepen­
tirse algunas veces. Los honores y dignidades vendrán a encon­
trarle, pero no sin antes haberlos buscado mucho tiempo. Tema 
sobre todo el fuego, las armas y las fieras.
La mujer nacida bajo esta constelación, será viva, colérica 
y atrevida. Guardará rencor, hasta haberse vengado de las ofen­
sas que le hayan hecho; hablará mucho y sus palabras serán 
con frecuencia amargas. Además será hermosa, amante y amada; 
su pecho estará formado antes de los dieciséis años, y sus pier-
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m i serán más bien gruesas que delgadas. Debe guardarse mu­
cho del fuego y el agua y tendrá pocos hijos.
6 ° Virgo. (La doncella Astina.) Domina el cielo desde el 22 
ele agosto hasta el 21 de setiembre.
El hombre nacido bajo esta constelación es bien formado, 
sincero, generoso, magnánimo y amante de honores. Será ro­
bado y se vengará por si mismo del ladrón. No sabrá guardar 
aus secretos, ni loe ajenos; será orgulloso, púdico en sus amo­
res, en su porte y en sn lenguaje y hará bien a sus amigos. 
Será sabio, honrado, bueno, virtuoso y compadeceráse de los 
males del prójimo.
■La mujer nacida bajo este signo será casta, honrada, tími­
da, previsora y espiritual. Coetárale obrar y decir bien. Favo­
recerá siempre y cuando pueda.
Será irascible, pero, ain embargo, su cólera no será peli­
grosa, a i de larga duración. Gaeará á la edhd de dieciséis o 
diecisiete años y dará a lux hijos, que serán termosos y ama­
bles con su madre. Veráse expuesta a muchos peligros de los 
que le salvarán más de una ves su sabiduría y talento pene­
trante. Esta mujer hará también la felicidad de su marido.
7* Libra. (La balanza de Themis.) Domina en el cielo des­
de di 22 de setiembre hasta el 21 de oetubre.
Los hombres nacidos bajo esta constelación son, por lo co­
mún, querellosos, amigos de los placeres, afortunados en el co­
mercio, y h arta muchos viajes, principalmente por mar. '
Son hermosos, de atentos modales, buen hablar y buena 
reputación; faltan sin embargo, a sus promesas, y tienen más 
suerte que cuidado. Disfrutarán importantes herencias, serán 
atrevidos con las damas y su lista de conquistas formará una 
respetable suma. El arte de explicar los sueños será en ellos un 
don natural; su inteligencia manifestará los secretos del por­
venir y su .prudencia les guardará no pocos peligros. Enviudarán 
da su primera mujer, poco después del matrimonio y no tendrán 
muchos hijos. Deben temer los incendios y el agua caliente.
La mujer que nace bajo esta constelación será amable, jo­
vial, grata, burlona y bastante feliz. Le gustarán mucho las flo­
res. Tendrá buenos modales.
K
8° Escorpio. (Orion, a quien Diana metamorfoseó en este- 
animal.) Domina en el cielo desde el 22 de octubre hasta el 21 
de noviembre.
Los que nacen bajo esta constelación serán atrevidos, des­
carados, aduladores, falaces y ocultarán sus malas cualidades 
bajo el más amable exterior. Dirán una cosa y harán otra. Se­
rán generalmente secretos y disimulados. Desearán el fruto ve­
dado. Su bullicioso natural los hará inconstantes. Pensarán mal 
de otros. Conservarán rencor. Hablarán mucho y tendrán ac­
cesos de melancolía, aunque por lo general gasten jovialidad.
La mujer nacida bajo este signo será diestra y alterada. 
Se portará mal con su primer marido, pero mejor con'el segun­
do. Sus palabras serán más dulces que su corazón. Obrará con 
inconsecuencia. Hablará y pensará mal de todo el mundo. Será 
descarada y alegre, pero con los años acabará por ser melan­
cólica. '
9® Sagitario. (El Centauro Quirón, que eneeM a Aquilea a. 
manejar el arco.) Domina en el cielo desde el 22*de noviembre 
hasta el 21 de diciembre.
El hombre nacido bajo este signo será amigo de viajes y 
se enriquecerá en la mar. Tendrá un temperamento robusto, mu­
cha agilidad y espíritu emprendedor. Gastará mucho dinero. . 
Tendrá algunos amigos. Será muy aficionado a la equitación, 
a la caza, a las corridas, a los juegos de fuerzas y destreza y 
a los combates. Tendrá tanto amor propio, como espíritu y bue­
nas cualidades. Será justo, callado, fiel, constante, laborioso y 
afable.
La mujer que nace bajo esta constelación tendrá un espí­
ritu inquieto y murmurador. Será trabajadora, compasiva. Gus- 
taránle mucho los viajes y no podrá permanecer mucho tiem­
po en el mismo pais. Será presuntuosa y dotada de algunas 
cualidades de talento y de corazón. Se casará a los diecinueve 
años, si sabe resistir a las proposiciones de muchos libertinos- 
que intentarán seducirla. .
10’ Capricornio, (La cabra Amal tea, que amamantó a Jú­
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piter.) Domina en el cielo desde el 22 de diciembre hasta el 21 
de enero.
El que nace bajo esta constelación será de un natural iras­
cible, ligero, suspicaz, aficionado al trabajo y desgraciado en 
amistad. Seducirá a las jóvenes y engañará a los maridos, sin 
dársele nada de su salud; y si este hombre nació por la noche, 
será el más inconstante de los mortales. Su estrella le hará fe­
liz, si viaja por los mares. Será ruin y avaro en los últimos 
tiempos de su vida. Los baños, en sus enfermedades, tal vez 
le devolverán la salud.
La mujer que nace bajo este signo, será suspicaz y algo 
tímida en sus primeros años, pero .al entrar en la edad de las 
pasiones, su carácter se hará más firme, y será más atrevida. 
Inconstante en sus amores hasta que se case, podrá con todo 
guardar fidelidad a su marido. Será celosa, hablará por los co­
dos y tendrá gran afición a viajar.
11* Acuario. (Ganimedes, hijo de Troys.'que Júpiter arre­
bató al Olimpo para que escanciara el néctar a los dioses.) 
Domina desde ol 22 de enero hasta el 21 de febrero.
El hombre que nace bajo este signo será discreto, amable, 
amoroso, sabio, magnánimo, amigo de| placer, curioso, desgra­
ciado «obre las aguas, sujeto a calenturas, pobre en sus pri­
meros años, rico después, pero no mucho, por efecto de sus 
prodigalidades. Los elogios de los hombres honrados serán el 
dorado lauro de sus méritos. Si contrajere segundas nupcias, 
su segunda mujer quedará paralítica -y -tendrá pocos hijos. _ 
La mujer nacida bajo esta constelación será constante, sin­
cera y liberal, y aficionada a -los placeres. Pasará trabajos con 
su familia, estará expuestaa ‘adversidades y hará largos viajes. 
Después de haber sido pobre hasta los veinte años, será después 
rica, pero sin opulencia. Su carácter tendrá gran energía. Será 
fiel, sabia y juiciosa.
12* Piscis. (Los Delfines, que llevaron Anfitrite a Neptu- 
no). Dqminan desde el 22 de febrero hasta el 21 de marzo.
El que nazca bajo esta constelación será oficioso, alegre,* 
amigo de divertirse, de buen natural, feliz en su casa, y no muy 
rico en su juventud. Más adelante su posición mejorará, pero
S7
él cuidará poco de su fortuna y no sabrá aprovechar las leccio­
nes de la experiencia. Buscará las compañías hoijradas. Algunas 
palabras indiscretas le valdrán algunos disgustos y le avisarán 
que modere su afán de decirlo todo. Será osado y presumido, y 
las mujeres le atribularán en su juventud.
_ • La mujer nacida bajo este signo será hermosa; tendrá eno­
jes, disgustos y penas en sus juveniles años, a causa de su 
verdadero mérito. Deseará hacer bien. Tendrá tan buen cora­
zón, como espíritu y memoria, y a tan bellas cualidades unirá 
un sólido criterio. Ño habrá mujer más fiel que pila a su ma­
rido. Vivirá largo tiempo. Su salud será endeble hasta los 
veintiocho años, mas desde esta época irá robusteciéndose hasta 
consolidarse definitivamente.
88
LIBRO V
CAFEOMANCIA O ADIVINACION POR EL BAGAZO 
DEL CAFE
Los preparativos para leer los sucesos futuros en el bagazo 
del café son en extremo sencillos.
Déjese en la cafetera el bagazo que el café ha depositado; 
téngase cuidado de vaciar todo el licor, de suerte que quede 
aquél bien espeso en el fondo, y hágase reposar una hora al 
menos.
El bagazo de la víspera es también a propósito a la opera­
ción, y, sea viejo o fresco, da siempre resultados ciertos mien­
tras esté casi seco cuando se quiera emplear, entonces se toma 
la cafetera donde se halla, sin agitarla nada o muy poco, y 
échese un vaso de agua sobre el bagazo, si es el resto de una 
onza de café, y dos, si es el de dos onzas.
Póngase en seguida la cafetera al fuego y hágase calentar 
el bagazo hasta que se deslía en el agua. _
Se tendrá un plato de pisa blanco, sin mancha alguna, bien 
enjuto y secado al fuego, si el tiempo es húmedo.
Menéese luego el bagazo en la cafetera con una cuchara, 
y vaciese en seguida en el plato, pero en corta cantidad y de 
modo que no se lleve sino la mitad de él.
Agítese entonces el plato a todos lados, con tanta ligereza 
como sea posible, por espacio de un minuto, a corta diferencia, 
viértase con cuidado todo lo que forman una multitud de carac­
teres jeroglíficos.
Si estos dibujos son muy confusos, por ser aquél demasiado 
espeso y que el plato no parezca un mosaico irregular, póngase 
un poco más de agua; hágase calentar de nuevo y se principia 
otra vez la operación.
Sólo se pueden leer los secretos del destino cuando los dibu­
jos del plato son claros y distintos, aunque muy apretados.
'Los bordes por lo regular son muy espesos y aun algunas 
veces hay en el medio partes muy confusas, pero puédese adi­
vinar cuando el mayor trozo del plato es descifrable.
Léese en el bagazo del café todos los dias de la semana, a 
todas horas, de dia y de noche.
Sólo es necesario consultar para esta operación la tempe­
ratura y el tiempo, el cual no es contrario sino cuando está 
húmedo, lluvioso y cargado de nieblas.
Hay, sin embargo, un medio de evitar los inconvenientes
69
de la humedad, y es el sacar el piaio aei que se quiera uno 
servir y dejarlo un cuarto de hora cerca del fuego, de modo 
que la mano sienta un calor suave.
Después de esta preparación, se opera, sea cual fuese el 
tiempo que haga, como si se gozase del sol de enero.
Algunas sibilas pretenden que deben decirse ciertas pala­
bras misteriosas al vaciar el agua en la cafetera, al menear con 
la cuchara el bagazo delante del fuego y al derramarlo en el pla- 
•to, pero esto es una superohería.
Las palabras no tienen aquí virtud alguna.
Ved aquí ahora cómo debe procederse.
El bagazo del café, luego que se ha vaciado en el plato, dej'a 
en el vanas figuras, todas significativas, las cuales es preciso 
separar bien, pues hay curvas, ondulaciones, círculos, óvalos, cua­
drados, triángulos, etc.
Si el número de círculos, más o menos perfectos, sobrepuja 
al de las otras figuras, anuncia que la persona consultante reci­
birá dinero. •
Si son pocos los círculos recibirá algún detrimento su ha­
cienda.
Las figuras cuadradas presagian algunos disgustos en ra­
zón de su número.
Ixis óvalos prometen éxito en los negocios cuando son mu­
chos distantemente señalados.
Líneas, grandes o pequeñas, cuando son salientes o multipli­
cadas, presagian una vejez dichosa, pero si son en corto número, 
indican la necesidad o escasez de fortuna.
Las ondulaciones o líneas que serpentean, anuncian desgra­
cia y dichas entremezcladas.
Si terminan dulcemente prometen la felicidad después de al­
gunos ‘pesares.
Una cruz en medio de los dibujos del plato significa una 
muerte feliz; cuatro cruces que casi se tocan, anuncian que el 
consultante morirá entre los cuarenta o cuarenta y cinco años 
si es una señora, y entre cuarenta y ocho o cincuenta y dos, si 
es un hombre.
Tres cruces presagian alguna dicha.
Si se hallan muchas, será el consultante devoto después del 
ímpetu de las pasiones, y se atormentará con austeridades en su 
vejez.
Un triángulo promete un empleo honroso; y tres a poca 
distancia uno y otro, son signo dichoso de fortuna. •
' Generalmente esta figura es un buen presagio, en corto nú­
mero significa algún honor; en mucho, dinero.
Un ángulo compuesto de una línea corta, apoyada sobre 
otra larga, es indicio de una muerte desgraciada.
Una figura en forma de H anuncia un encarcelamiento.
Un círculo de muchas caras, es decir, compuesto de muchos 
ángulos planos y reunidos, presagia un matrimonio feliz. Un 
cuadrilongo bien distinto es seguro indicio de discordias domés­
ticas.
60
Si éste está' rodeado de cruces, más o menos bien formadas, 
la mujer desertará del hogar conyugal, con alguna infidelidad, 
y cometerá ila misma falta el marido si se hallan muchos ángulos 
alrededor del cuadrilongo.
Si en medio de los dibujos del plato se ve una línea da 
dos o tres pulgadas, menos cargada que el resto de las figuras, 
será presagio de Un viaje.
Este será largo, ¿i la línea se extiende; fácil si está limpia; 
peligroso, si la atraviesan 'líneas o puntitos; y si sobresale del 
fondo del plato, el viaje será a un país extranjero.
Un círculo en que se hallen cuatro puntos bien marcados, 
promete un hijo. . '
' Dos círculos prometen dos, y así sucesivamente.
Si el círculo es casi perfecto, el hijo será varón, y hembra 
si es imperfecto.
Si uno de los circuios que encierran cuatro puntos va acom­
pañado de una línea curva y ondulante, es infalible presagio 
de que el hijo esperado tendrá talento; y si esta curva forma 
un segundo circulo, alrededor del cual se enrosca, podránse espe­
rar en el hijo un genio y talentos privilegiados.
/ Si se halla en el plato la figura de una casa al lado de un 
circulo, puédese creer que se poseerá una.
" Será en la ciudad si se ve una X o una H en su alrededor, 
y en el campo, si hay cerca de este signo la forma de un árbol, 
de un arbusto o de una planta cualquiera.
La casa será dada o heredada, si va acompañada de ángulos 
o triángulos.
Será dichoso en ella mucho tiempo, si está inmediata a un 
semicírculo. .
Si se ve una corona, será anuncio de acontecimiento en la 
corte.
Si se descubren losanges, será un dichoso en amores.
Si muchas figuras, fnás o menos rodeadas, enlazadas como 
los granos de un rosario, es preciso toméis paciencia; vuestros 
amores serán reprimidos y no debéis esperar el cumplimiento 
de los más caros votos, sino cuando halléis un triángulo al fin- 
de él. - .
Se encuentra a veces la figufa de muchos pececillos, lo cual 
anuncia que el consultante será invitado a algún banquete. '
El dibujo de un cuadrúpedo promete miseria y pesar.
El de un ave, fortunas y lance feliz.
Si el pájaro parece preso en una red,es signo de un proceso 
formado de poco tiempo.
La figura de una culebra o cualquier otro reptil anuncia 
una traición o un complot, que no se evitará sino a fuerza de 
destreza.
La forma de una rosa, promete la salud.
La de un sauce llorón, la melancolía.
I<a de un zarzal, retardos.
Si hay un cofre, recibirá una carta.
Una rueda, es señal de un accidente que no será funesto.
61
La figura de un coche apareja una muerte violenta.
Un fusil presagia negocios enmarañados.
Una ventana o muchos círculos, cuadrados, óvalos y otras fi­
guras juntas, de manera que formen una especie de celosía, ad­
vierten que él consultante será robado. .
Si se descubre en los dibujos del plato un número muy dis­
tinto, puédese exponer a la loteria. La experiencia prueba que 
el número revelado de este modo ha salido siempre recompensa­
do con premio. .
Generalmente se acostumbra a ver en el plato alguna figura 
humana.
Si es una cabeza sobre un zagalejo, es evidente que repre­
senta una mujer.
Si es una cabeza y un cuerpo apoyados sobre piernas sepa­
radas, es un hombre. '
Cuando se vea salir una linea a manera de brazo del cuer­
po de la figura, es de esperar rec9>ir algún favor de la persona 
señalada en el plato.
Esta es morena, si los dibujos que forman a su lado el di­
bujo, son muy distintos; es blanca cuando las lineas son muy dé­
bilmente marcadas, y os engañará con falsas promesas ai no 
tiene más que un ojo.
Si ee halla una cabeza o un cuerpo de un perro, al lado de 
una figura humana, tenéis un amigo seguro y fiel que hará por 
vos grandes coeas. •
Si está al lado de un circulo de muchas caras, vuestro mari­
do o vuestra mujer os guardará la más inviolable fidelidad.
Si un joven hace la operación del bagazo del café, y halla 
en los dibujos del plato una figura de mujer, empuñando o pa­
reciendo empuñar un bastón, sucumbirá a las seducciones de una 
cortesana y se arrepentirá amargamente de su flaqueza.
Igual suerte anunciará a una señora o señorita que haga la 
misma operación; si ve un hombre que tenga o parezca tener en 
sus manos un bastón o una espada, porque este hombre repre­
senta un temible seductor. ’
Si se descubre una mujer, y al lado ana flor cualquiera, es 
una amiga apreciable.
Si la flor parece una rosa, es una amante de un joven, y si 
parece un tulipán, es una amiga de una dama, cuya amistad no 
es muy segura.
Si ee ve un hombre montado a caballo o sobre.un asno o 
cualquier otro cuadrúpedo, un sujeto estimable viaja por los lar­
gos caminos y os prestará buenos servicios cuando menos lo es­
peréis.
Si es una mujer a caballo, o sobre cualquier animal de car­
ga, una señora o señorita hará por vos muchas extravagancias.
Cuando se vean tres figuras de hombres, una al lado de 
otra, es de esperar algún honroso empleo. ,
Si son tres señoras, éste será lucrativo. '
Si se distingue una corona de cruces, uno de vuestros pa­
rientes morirá en el mismo año. ‘
62
Una de triángulos o cuadrados anuncia la muerte de una 
pariente, también dentro del afio.
- Un ramillete compuesto da cuatro o más flores, es el presa­
gio más venturoso, y si descubrí# algún triángulo a su alrede­
dor, seréis infaliblemente el más afortunado de los mortales, 
tanto en honores y contento como en amores y familia.
68
L IB R O V I
ARTE DE ECHAR LAS CARTAS O CARTOMANCIA 
SIMPLIFICADA '
Se emplea, para la cartomancia, na juego de treinta y dos 
naipes.
Las copas y los bastos son par la iupdar buenos y prós­
peros; los oros y las espadas da ordinario malos y adversos.
Las figuras de oros y copas indina personas blancas y ru­
bias; las de espada y bastos, morenas y de color castaño os­
curo.
Ved lo que significa cada naipe;
Las ocho copas. — El rey, es un hombre que desea haceros 
algún 'bien, y si está puesto al revés, se verá atajado en sus bue­
nas intenciones.
El caballo, es un militar que debe ingresar en vuestra fami­
lia, y quiere seros útil; algo se lo impedirá si está al revés.
La sota, es una mujer, de ila que uno ipuede esperar algunos 
favores; si está al revés, es presagio de un retardo en vuestras 
esperanzas. .
El as anuncia una agradable noticia; representa un festín 
o una comida, si se halla rodeado de figpiras.
El nueve predice una sorpresa que causará gran placer.
El ocho, una reconciliación, y estrecha los nudos de amistad 
y de amor entre dos personas a las que se quiere desunir.
El siete es el presagio de muchas satisfacciones para los hi­
jos, predice aventuras a los solteros.
El seis, indica un buen casamiento.
Los ocho oros. — El rey, significa un hombre que busca 
medios de dañaros y que os dañará si aquél está hacia abajo.
El caballo, es un militar o un mensajero que os trae tris­
tes nuevas, y si está al revés, enojosas.
La sota, indica una mujer ruin que dice mal de vos; si es­
tá puesta al contrario, os hará algún agravio.
El as, anuncia un billete. .
El nueve, un viaje necesario imprevisto.
• El ocho, un retardo para recobrar dinero.
El siete predice amores que sorprenderán a un joven.
El seis, promete ganancias a la lotería; si se halla junto al 
-as de su palo, buenas noticias.
Los ocho espadas. — El rey representa un juez o un hom­
bre con el cual se tendrán desavenencias; puesto al revés, ad­
vierte la pérdida de un proceso.
64
El caballo, es un joven que os dará muchos pesares, y, al 
contrario, anuncia una traición.
La sota, señala una viuda que qui.ere engañaros y que os 
engañará indudablemente si aquélla está boca abajo.
El as anuncia una gran aflicción.
El nueve, encarcelamiento.
El ocho, retardo en los negocios.
E l siete, desagradables noticias; seguido del siete da oros, 
predice llanto y discordia. '
El seis, presagia quejas y tormentos, á no ser que vaya 
acompañado de algunas copas.
Los ocho bastos. — El rey, indica un hombre jusjo que oi 
hará señalados favores; si está boca abajo, sus buenos deseos 
experimentarán alguna dilación.
El caballo promete un matrimonio, que no se verificará sis 
algunas dificultades, si está puesto al revés.
La sota, es una niña que os ama; celosa si 'la carta está al 
contrario.
El as presagia ganancias, provecho y recibo de dinero.
'El nueve, buen acierto en los negocios, seguido del nueva 
de oro, anuncia un retardo en el cobro del dinero, y una pérdida» 
si se halla al lado del nueve de espadas. .
El ocho, reanima el amor.
El siete, indica muchas y bien fundadas esperanzas.
El seis, debilidad en amor, y si va seguido del nueve, he­
rencia. .
Cuatro reyes seguidos, anuncian honores.
Tres, buen éxito en el comercio.
Dos, buenos consejos. '
Cuatro caballos seguidos, una enfermedad contagiosa.
Tres, perezas.
Y dos, disputa.
Cuatro sotas seguidas, predicen garandes rencillas.
Tres, engaños de mujer.
Y dos, amistad.
Cuatro ases, presagian una muerte.
Tres, libertinaje.
Y dos, enemistad.
Cuatro nueves seguidos, indica desagradables sucesos.
Tres, cambio de estado.
Y dos, pérdidas.
Cuatro ochos, buenas acciones.
Tres, imprudencia.
, Y dos, dinero.
Cuatro sietes, reveses.
Tres, casamiento.
Y dos, disgustos.
Cuatro seis, intrigas. .
Tres, diversiones.
Y dos, amorcillos y noticias insignificantes.
66
Hay muchos modos de adivinar con las cartas: generalmen­
te es por siete, por tres o por quince.
Para hacerlo por siete, se cuenta la baraja de siete en aiete, 
poniendo aparte la séptima de cada palo.
Repitiendo tres veces esta operación, se reúnen doce cartas, 
que se extenderán sobre la mesa, unas al lado de las otras, en 
el mismo orden en que se han sacado y se busca en seguida su 
significado, según el valor de cada une, tal como se ha expli­
cado.
Es preciso no olvidarse antes de descifrar las cartas de ver 
si la persona a quien se hacen ha salido de la baraja.
Generalmente se toma el rey de copas por un hombre rubio, 
casado; el de bastos por un hombre moreno, casado; la sota de 
copas, por una señora o señorita rubia; la de bastos por una 
señora o señorita morena; el caballo de copas por un joven 
blanco, y el de bastos, por un moreno.
Si la carta que representa la personapara quien se adivina 
no se halla en las doce, se empieza de nuevo la operación hasta 
qué salga.
De manera que, supongamos que se echan las cartas para 
una señorita morena.
Barájense los naipes, sáquense de siete en siete una, y 
cuando se haya completado el número de doce, se miran cuáles 
son. Por ejemplo: 1*, sota de copas; 2*, siete de bastos; 3*, sota 
de oros; 4*, rey de copas; 5*, sota de espadas, boca abajo; 6*, 
as de bastos; 7*, nueve de espadas; 8*, sota de bastos; 9’, seis 
de copas; 10*, as de espadas; 11*, caballo de bastos, boca abajo; 
12*, aiete de copas.
Se explican de este modo: '
1* Una mujer blanca desea dispensar algunos favores;
2* realizando vuestras más caras esperanzas;
3* pero se lo impide una mujer rica, también blanca que 
habla mal de vos y quiere dañaros; sin embargo no lo hará, es­
perad;
4* tenéis un amigo bienhechor, que os quiere bien; '
5* pero dejará de amaros si no tenéis sumo cuidado con 
él, porque hay a su lado una mujer que le engaña sobre vos, y 
que os engaña también;
6* recibiréis dinero;
7* pero algo tarde, porque quien debió dároslo será encar­
celado o preso por la justicia;
8* vos;
9* seréis bien casada; ’
10* pero antes tendréis una gran aflicción;
11* porque el joven que ha de ser vuestro esposo experi­
mentará retardos y obstáculos;
. 12* no obstante, la última carta promete dicha, fortuna y
satisfacciones para vos y para vuestros padres.
Hecho esto, se mezclan las doce cartas y se dividen en cua­
tro montones de tres cada uno, de este modo;
Para la persona, tres cartas.
68
Para su casa, otras tres.
Levántense las tres cartas de la persona; se hallan: 1*, la 
sota de espadas, boca abajo; 2*, el as de‘ bastos; 3*, el rey de 
copas, y se dice:
1* La mujer morena busca siempre la manera de agravia­
ros.
2* Pero no por esto seréis menos feliz.
3* Y un asunto de dinero os pondrá de nuevo en buena in­
teligencia con el joven blanco que os ama, y que al fin cesará 
de dejarse engañar por la mujer perversa.
Témanse en seguida las tres cartas de la casa, que son, por 
ejemplo: 1*, el siete de copas; 2*, el siete de bastos; 3*, la sota 
de oros; y se continúa:
1* Concordia en vuestra casa.
2* Vuestras esperanzas son muy bien fundadas y se reali­
zarán.
3* Aunque una inicua mujer blanca murmura de vos y de­
sea frustrar vuestros planes.
Levántanse luego las tres cartas que son: 1*. seis de copas; 
2*, caballo de bastos, boca abajo; 3*, sota de copas, y se pro­
sigue:
1* Vuestro matrimonio y vuestra felicidad están asegu­
rados.
2* Con el joven moreno; cuyas dificultades vencerá.
3* La mujer blanca que os quiere bien.
Se toman, por fin, tres cartas de la sorpresa, donde se ha­
llarán: 1*, nueve de espadas; 2*, as de espadas; 3*, sota de bas­
tos, y se termina diciendo:
1* Alguno que os interesa, experimentará pesares por la 
justicia;
2* Esta noticia os afligirá;
3* Pero os consolaréis y vos misma pondréis término a 
vuestra pena.
Para adivinar por quince, se mezclan y se sacan de la ba­
raja dos montones de dieciséis.
Pregúntase a la persona por la que 3e hace la operación, 
cuál de los dos elige; cuando lo ba dicho, se toma en la mano 
el montón indicado y se quita la primera carta, que se pondrá 
aparte para la sorpresa, de modo que se hallan así cuatro car­
tas para la persona, cuatro para la casa, cuatro para lo que su­
cederá y una para la sorpresa.
Déjase a la persona consultante la libertad de escoger de 
los tres primeros montones, tanto el que quiere para sí como pa­
ra su casa; quedando sólo el tercero ya no se escoge más, pues el 
de la sorpresa es inmutable, y entonces se procede a la explica­
ción según el significado de las cartas.
El método italiano.consiste en adivinar por tres.
Para esto se toma la baraja, también de treinta y dos nai­
pes, y se dice a la persona consultante que corte con la mano 
izquierda.
Después de esto se sacan los naipes de tres en tres, tenien- 
67
do cuidado de poner aparte todos los montoncitoa que se hallan 
de la misma especie.
Por ejemplo: si se bailan tresbasrtoe, se guardan para la 
operación; si en un mismo montón hay dos 'naipes de un mismo 
palo, como dos bastos, dos oros, etc., se pone aparte el m is alto, 
o según opinan algunos, el que está más cerca del pulgar. -
Después de haber seguido del mismo modo toda la baraja, 
mézclanse las cartas que quedan, y se empieza a hacer tres, 
veces las mismas operaciones.
Se cuentan luego las cartas puestas aparte, que han de ser, 
precisamente, a lo menos trece y diecinueve a lo más. '
Si el número es par, se abre el juego y se hace sacar de 
él una carta por la persona para quien se opera, a fin de hacer­
lo en par. ,
Entonces se descifra por el siguiente.orden, y según el va­
lor de las cartas que más adelante explicaremos.
Empiécese por la que representa la persona; se mira lo que 
la rodea, y de aquí se sigue contando hacia la derecha, uno, dos, 
tres, cuatro, cinco, parándose a cada cinco cartas; de este modo 
se da vuelta a todas ellas, al menos tres veces y a lo más tan­
tas como será preciso para acabar junto a la carta que repre­
senta a la persona. ’ .
Barajándose luego las cartas con las cuales se opera, pénen­
se sobre la mesa: una para la persona, otra, para la casa; otra 
para la sorpresa, y otra, en fin, para él consuelo.
Distribúyese el resto de las cartas sobré loa cinco primeros 
montones, empezando por el primero; luego, se levantan y se 
acaba la operación, explicándolas.
La carta del consuelo, que se deja sola, se levanta la úl­
tima. . -
He aquí el valor de las cartas, según el método i taheño.
Si se*hailan en el juego muchas figuras, es señal de reunió, 
nes y festines.
Cuatro reyes indican grandes y favorables sucesos.
El tres, pronostica ausencia y separación de dos amantes.
Y el dos, simboliza amistad.
Cuatro bastos menores.
El cinco, presagia oro.
El cuatro, augura diversiones, fortuna y amigos. ,
El tres, anuncia venturosas empresas y el ténnino de los 
padecimientos. .
Y el dios, origina pesares.
Una vez terminada la explicación, se recogerán ios naipes, 
se barajarán y se mandarán cortar de nuevo, con la izquierda.
Luego íórmanse cinco filas:
'La 1* de siete naipes, para la Casa.
La 2* de seis naipes, para él Consultante.
La 3* de cinco naipes, para ios Afueras.
La 4* de cuatro naipes, para la Sorpresa.
La 5* de dos naipes, para el Consuelo.
68
Estos naipes se colocan por el orden numérico indicado y 
se volverán a interpretar.
Supongamos, por ejemplo, que los naipes que salieron son:
La primera fila, para la casa, significa que en ella hay una 
persona muy enamorada; que un hombre de bien, interesado por 
la prosperidad de vuestra familia, se opone a los amores de di­
cha persona por creerlos perjudiciales, en contra del parecer de 
una señora, que pretende favorecerlos. Finalmente, esta última 
sale con la suya y la persona enamorada ve colmado su deseo. 
Veamos, después, sus consecuencias.
La segunda fila, destinada al Consultante, si es un hom­
bre, significa: Que lo ama frenéticamente una mujer hermosí­
sima, aunque morena, pero temiendo el arruinarse con ella, pre­
fiere la carrera militar, vacilando entre si la abrazará o si valdrá 
más vivir oscuro y amado, aunque pobre. De sus dudas vendrá
69
a sacarle un billete inesperado. Si es mujer la consultante, el 
amor que profesa a un buen mozo ee verá contrariado por el 
fundado temor de que el gallardo mancebo ha de malgastar b u 
hacienda, y así, pues, duda si preferiré éste o un militar hon­
rado y valeroso, que le ha declarado su pasión por escrito, o en 
su nombre lo ha hecho otra persona.
La tercera fila, destinada a lo que pasa fuera de la casa 
del consultante, significa que habrá un litigio entre casados mal 
avenidos, parientes o conocidos vuestros, el cual litigio se opon­
drá a que prosperéis en vuestras empresas, aunque podéis fiar 
mucho en la decidida protección de un amigo poderoso, que al 
presentarse lo zanjará todo.
La cuarta fila, destinada a la Sorpresa, significa: Desva­
nézcanse todos vuestrostemores, pues la sorpresa hará en vues­
tra suerte una completa metamorfosis; el amor sincero y la in­
quebrantable amistad seguirán a las zozobras e inquietudes que 
hasta hoy os han aquejado, y una dulce y plácida existencia os 
■ resarcirá ampliamente de todos vuestros padecsres.
Finalmente, la quinta fila, destinada a>l Consuelo, significa: 
Si bienes verdad que la situación actual se ve en extremo apu- 
rada.-confiad seguramente que vuestra resolución os sacará de 
ella y no tardaréis en llegar a ser un personaje de distinción.
70
L IB R O V II
BREVE TRATADO DE FISONOMÍA 
I. — DE LOS CABELLOS
La persona que tiene los cabellos largos y aplastados, de 
color rubio, sedosos, es tímida, pacifica en sociedad, amada de 
todo el mundo, pero carece de carácter.
Los cabellos gruesos, rudos y cortos, indican un sujeto vi­
goroso, altivo, intrépido, audaz, turbulento, inclinado a veces al 
dolo y a menudo más feliz de lo que mereceriá.
Los que tienen mucho pelo en la frente y las sienes, son or­
gullosos, vanos, lujuriosos, de cortos alcances, groseros en sus 
discursos y frecuentemente malhumorados.
Unos cabellos rudos, rizados naturalmente y crespos, anun­
cian una concepción dura, un natural colérico, afición a mentir 
y genio para el mal.
Los que tienen los cabellos espesos en toda la cabeza, son, 
disolutos y de malas costumbres; raras veces les acompaña la 
felicidad.
Los cabellos rojos designan un hombre envidioso, malo, em­
bustero, maldiciente y lleno de presunción.
Los cabellos negros, son indicio de la fuerza, de la energía 
y del talento militar, y acompañan a menudo al genio.
Los individuos dotados de cabello rubio, son de temperamen­
to linfático e irresoluto.
Los que, desde la juventud, los tienen blancos, son incons­
tantes en amor, disolutos, parlanchines y tan dados a Venus co­
mo a Baco.
. I I . — DE LA FRENTE .
Una fíente elevada, indica un hombre generoso y un sano 
criterio.
Una frente grande y ancha, anuncia el valor, sobre todo, 
cuando es casi cuadrada. .
Una frente muy huesosa, señala un natural obstinado y 
rencoroso y si además es muy abultado de carnes, indica gro­
sería.
Una frente redonda, saliente en lo alto y que baja en .se­
guida perpendicularmente sobre los ojos, anuncia el juicio, la 
memoria, la vivacidad, pero un corazón glacial.
71
I I I .— DE LOS PARPADOS
Los párpados bien arqueados, denotan un hombre felizmen­
te dotado de los dones de la naturaleza, pero orgulloso y algu­
nas veces necio.
En el mismo caso, una mujer (porque adviértase que cuan­
to decimos se aplica a los dos sexos) tiene vanidad, coquetería, 
con encantos, que sin tales defectos sobrarían para adquirirle 
amores.
Los que bajan los párpados o miran por debajo de ellos, 
son traidores s hipócritas.
Unos párpados gruesos indican la ignorancia, ia suspicacia, 
la avaricia y la envidia.
Los párpados cortos, de color blanco, lívido o aplomado, de­
notan la timidez y la melancolía, con un temperamento mal­
sano.
Párpados grandes y anchos, color natural, prometen cuali­
dades contrarias.
IV. — DE LAS CEJAS
Las cejas espesas, son signo de sabiduría, de la fuerza de 
ánimo, del sano criterio y del talento.
Las cejas juntas, anuncian los celos, un espíritu inquieto 
y un corazón inclinado a la tristeza.
Las cejas claras, acompañan a veces a un carácter jovial, 
pero nunca a un espíritu vigoroso.
V. — DE LOS OJOS
Los ojos atónitos anuncian la pereza, la envidia, la indiscre­
ción, la debilidad de juicio.
Los que los tienen hundidos en las órbitas y cuya vista es 
extensa y larga, son suspicaces1, celosos, coléricos, de malas cos­
tumbres, embusteros y mañosos.
Los ojos que salen un tanto de la cara, marcan un hombre 
extravagante, pródigo de su tiempo y de.su 'bolsa, inconstante, 
aunque por otra parte de muy buen fondo.
El hombre que ordinariamente mira con descaro y cuyos 
párpados están siempre abiertos, es impío, carece de concien­
cia y puede llegar a ser un falsario, si acaso no llega a peores 
cosas. '
Ojos pequeños y redondos, indican debilidad y credulidad; 
quien tiene ojos tales, raras veces se ve favorecido por la for­
tuna, y, sin embargo, no es avaro.
Raro es que un bizco no sea querelloso, envidioso y embus­
tero.
Los que guiñan los ojos y menean continuamente los pár-
72
I
pados, son incrédulos, presuntuosos y muy poco fieles en sus pro­
mesas. ' '
Las manohitas color de limón en el blanco de los ojos, anun­
cian carácter violento. _ _
Los individuos, que haibitualmente tienen los ojos rojos cru­
zados por ramitas de sangre, bañados de lágrimas ardientes, sin 
que tal deformidad sea efecto de enfermedades o tristeza, son 
crueles, orgullosos y dados.al fanatismo y a la hipocresía. _ 
Ojos ni muy chicos ni muy grandes, bien colocados, algo bri­
llantes y cubiertos de hermosos párpados, señalan un espíritu 
fuerte, un criterio bólido y un alma generosa. _
‘ Si tales ojos son negros, prometen más energía; si azules, 
más amor a la paz. ,
' Muy a menudo coincide, con los ojos negros una brillante 
imaginación; y casi siempre los ojos azules son compañeros del 
genio.
VI. — DE LA NARIZ
Una nariz larga y delgada, indica a la vez la ‘ligereza y el 
valor.
■ Una nariz larga y.gruesa en la base, anuncíala prudencia, 
la sabiduría, un buen corazón y un alma honestar
Una nariz chata denota violencia, un espíritu burlón, cierta 
inclinación al libertinaje y un corazón frío, cuando no malo.
Una nariz aguileña, pero ancha y bien proporcionada, de­
signa a veces el genio acompañado dd temeridad y orgullo.
Una nariz larga y gruesa anuncia prudencia, y atrae los fa­
vores de la fortuna. ' _ - '
'La nariz .puntiaguda, acompañada de ojos penetrantes, es 
signo de espíritu malicioso, y de un genio especial para el epi­
grama.
Una nariz puntiaguda, con labios muy delgados, retrata la 
avaricia. .
El individuo dotado de gran nariz no teme nunca hablar en 
público, y no titubea en lanzar una injuria. Desea a sus ami­
gos tanto bien como a sí mismo, y a sus enemigos tanto mal co­
mo bien desea para sL
La nariz remangada y regularmente gruesa denota el atre­
vimiento, la avaricia, la inclinación a los placeres del amor, la 
astucia y la vanidad. . ■ -
Una nariz roja es indicio de la hombría de bien y de la 
debilidad, de la lujuria y de la borrachera.
V II .— DE LA BOCA
Una boca grande indica un carácter descocado, embustero, 
chismoso, glotón y algo loco.
Una boca pequeña, al contrario, anuncia un espíritu pací­
78
fico, t ím id o , d i s c r e to ; t o n un;. Iioca p e q u e ñ a s e h a b l a poco y uu 
se com e m u c h o .
\ n a laica b ien p r o p o r c i o n a d a e s s ig n o d e u n bel lo c a r á c ­
t e r y do u n n a t u r a l in c l in a d o a h a c e r f a v o re s .
V IH .— I )E L O S L A B I O S
U n o s la b io s g r u e s o s y r e p l e g a d o s h a c i a a f u e r a , i n d i c a n la 
se nc i l le z y m u y c o r to s a lc a n c e s .
L a b io s d e lg a d o s a n u n c i a n l a a s t u c i a y u n e s p í r i t u m a l i ­
c io so ; e m p e r o , si t a n d e lg a d o s son q u e l l e g a n a c e r r a r l a b oca 
de p la n o , in d i c a n la a v a r i c i a , s o b re todo si , co m o h e m o s d ich o 
a n t e s , v a n a c o m p a ñ a d o s de u n a n a r i z p u n t i a g u d a .
L o s l a b io s de bello co lor , d e lg a d o s .»;u s . r l o en c>:c>so, r e ­
d o n d o s s in s e r g r u e s o s , s e n a l a n u n fe l iz c a r á c t e r y m á s i n c l i n a ­
c ión a la v i r t u d q u e a l vicio.
S i el lab io i n f e r i o r e s m á s g r u e s o y s o b re s a le m á s q u e el s u ­
p e r i o r , s e r á ind ic io de u n e n t e n d i m i e n t o le n to y d e c i e r to g e n io 
p a r a p i c a r d e a r en los negoc ios .
S i , a l c o n t r a r i o , el l ab io s u p e r i o r c u b r e a l i n f e r i o r , e s se ­
g u r a se ñ a l de s im p l ic id a d , de c a re n c i a t o t a l de e s p í r i t u y d e 
p r e d i s p o s i c ió n m a r c a d a a la lo c u ra .
R a r o es q u e n o h a y a f a l s e d a d en e s a s s o n r i s a s f o r z a d a s , 
a c o m p a ñ a d a s de u n a m i r a d a de t r a v é s ; r a r o e s t a m b i é n q u e no 
h a y a c a n d o r y b o n d a d e n e s a s o n r i s a f r a n c a , g r a c i o s a , e n e s a 
m i r a d a a b i e r t a , e n l a s d u lc e s o n d u la c io n e s de e sos l a b io s , cu y o 
r e i r n a c e del c o r a z ó n .
IX .— DE LOS DIENTES
Unos dientes menudos, friables, cortos, separados, son a me­
nudo signo de ingenio, de delicadeza, de probidad, pero, en cam­
bio, presagian mala salud y corta vida.
Dientes dispuestos de una manera desigual anuncian un 
hombre que sabe, con prudencia, girar a todos los vientos.
Los que tienen los dientes agudos, un poco separados, largos 
y fuertes, son envidiosos, descocados, glotones, suspicaces y trai­
dores.
Los dientes de color cetrino señalan una extremada credu­
lidad y una predisposición a la locura.
Dientes grandes y anchos indican un hombre vigoroso, las­
civo, orgulloso, fanfarrón y sumamente terco, y presagian, en 
general, una larga vida.
74
X. — DE LA LENGUA
La lengua que se agita en demasía al hablar, marca que 
un hombre es más necio que sabio, y dotado de espíritu vulgar 
y falso criterio.
El que tartamudea hablando es a menudo más orgulloso de 
lo que tal vez pudiera; por lo común, es de complexión débil, in­
clinado a la cólera, pero olvida pronto las injurias y procura 
complacer a los demás. ..
Una lengua gruesa y ruda, es signo de prudencia, de mali­
cia y de impiedad. t
Una lengua delgada anuncia el ingenio, con un feliz ca­
rácter.
Una lengua muy larga indica la nulidad y la necedad.
Una lengua corta es a menudo compañera del genio.
Demóstenes, Corneille, un sinnúmero de oradores y de poe­
tas célebres tenian ¡a lengua corta. Una multitud de necios pa­
sean su lengua sobre su barba.
X I .— DE LA VOZ
Una voz baja y fuerte anuncia un hombre robusto, audaz, 
lascivo, borrachón, valeroso, terco, colérico y gran hablador.
Una voz dulce y débil indica la timidez, un criterio sano y 
muy poca afición a banquetes.
Una voz clara y sonora designa el ingenio, el amor propio, 
a veces la sinceridad y más a menudo una predisposición a laa 
baladronadas.
Una voz trémula es signo de envidia, de pusilanimidad, de 
suspicacia y de pereza.
La voz alta denota la fuerza, la intrepidez, la firmeza, y 
es a menudo compañera de los héroes.
Una voz ruda va unida a veces a un espíritu grosero.
Una voz ronca o cascada desde la juventud, raras veces 
es natural, siendo generalmente consecuencia del libertinaje y de 
la disolución de costumbres. Es un signo anticipado de vejez. 
Las prostitutas y los desdichados que las frecuentan adolecen 
ordinariamente, con 103 d e m á s defectos, de una voz sepulcral 
a los veinte años, y es que en verdad tienen ya un pie.Jen la 
tumba.
XII. — DE LA RISA
Signo de locura o necedad es el reir mucho, sin saber 
de qué.
El que ríe con facilidad, por cualquier cosa, no da prueba ' 
de muy sólido carácter.
El que ríe dulcemente cuando hay motivo para reir, es 
prudente, discreto, laborioso, a veces algo disimulado, sobre 
todo si su boca hace muecas al reir y si la contracción de los 
labios no va acorde con la de los ojos. Por lo demás, el trato
75
d e R e n te s , po:- poro q u e s e a , p e r m i t e d i s t i n g u i r fá . i’m r n l e a la
r s a ’t I <f tf’iVÍ,dn!'; , ’ - ,a ' i " * d n,,<-iü .v I» .leí Ü laT isa dol homl>re de i n g e n io y la r i s a del id io ta i i r i s a dé la
(,imi,,al “nd,,r;’t¡do *•* - ;i,^ a
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X li r .— DI.; r,,\ UA1515A
“ h¿” ire i»'-'"™.
. Una barba asaz cubierta de carne' v un tuni,, i..-», i 
sijrna un hombre de corazón y recto criterio '****’ ^
lo r f:nV “''ba ‘T y la‘~a indica la audacia, el orgullo, el va­lor, a afición a la guerra y un espíritu terco.
zura ynU m i£ P°C° SaHentc' más corta «arR. , anuncia dul-
j U"a ÍVU’ba ,no separada horizontalmente del labio inferior 
es decir, llana desde su punta hasta el reborde de este Hldo
S Una bai h" C0''aZün, pot'° amante- y de un alma dura. '
l a j o v i a l i d a d y ™ dea , Z ' ^ Z « » *
XIV- — DB LA ESCRITURA
S0!S lí,rlt>as de la escritura de un hombre, excla­maba Buffon, y os dire lo que este hombre vale.”
f . „n Car% r de letra ^Pone necesariamente buen gus­to, un espíritu metódico y cierto amor al orden.
, "a . cscr,tura ^actualmente atravesada, designa a menu­
do el disimulo en el corazón o caprichos en el espíritu
Letras mal alineadas, desiguales, embrolladas, echadas con 
cierta negligencia sobre el papel, anuncian un carácter flemá­
tico, ltn espíritu descuidado y poca afición a todo lo que re­
quiere atención y aseo. 1 e
y gu^tT eSCntUra bien formada, redondeada, promete precisión
Un escrito ligado, seguido, enérgico, firme, anuncia calor 
de espíritu y fuerza de carácter.
U " ? rácter de lctra demasiado cuidado indica gusto, pero un espíritu y unas maneras afectadas. p
Una escritura suelta, viva, llena de mayúsculas, designa 
un espíritu ardiente, acompañado de atolondramiento
Un escrito ora suelto, ora apretado, ancho al principio y 
estrecho luego, alternativamente cuidado y descuidado, muestra 
un carácter inconstante, ligero, vacilando sin cesar en sus re­
soluciones. .
Un carácter de letra casi perpendicular anuncia ordina­
riamente la sutileza; caído a derecha, el escrito promete pene­
tración; a izquierda, terquedad.
76
C A R T O M A N C I A
SEGUN EL METODO ITALIANO
La adivinación del porvenir por medio del juego de naipes, 
según el sistema italiano, es el que más comúnmente se usa.
Como ya hemos explicado oportunamente, si se hallan en 
juego muchas figuras es señal de reuniones y festines.
Cuatro reyes indican grandes y favorables sucesos.
Tres, buenos consejos.
Dos, amistad.
Cuatro caballos, reuniones de jóvenes.
Tres, disputas.
Dos, malas compañías.
Cuatro sotas, reuniones y hablillas mujeriles.
Tres, chismes y ruindades de mujeres.
Dos, rencillas.
Cuatro ases, buen éxito.
Tres, noticias.
Dos, esperanzas.
Las ocho copas: El rey, es un amigo blanco; el caballo, un 
joven que sólo desea haceros bien.
La sota, una buena mujer blanca.
El as, un festín, una alegría o un presente.
El nueve, representa la casa por la que se opera.
El ocho, una grata sorpresa.
El siete, celos de hombre.
El seis, celos de mujer.
Los ocho oros: El rey indica un hombre ruin blanco.
El caballo, un militar, blanco también, y que no es de los 
mejores, ni de los que más bien quieren.
La sota, una perversa e indigna mujer blanca.
El as, un billete.
El nueve, cosas de comercio, un mercado.
El ocho, realización de un proyecto.
El siete, dinero. _
El seis, también dinero, pero en corta cantidad.
Las ocho espadas: El rey, representa un hombre moreno 
y de malas intenciones.
El caballo, un hombre moreno también y afligido.
La sota, una viuda triste y desazonada.
El as, disgustos, o lo que se llama en amor, bagatelas.
El nueve, oscuridad, secretos nocturnos, acontecimientos.
El ocho, dilación.
El siete, llanto.
El seis, inquietud.
Los ocho bastos: El rey, representa un hombre moreno, 
buen amigo.
El caballo, un amante.
La sota, una señora morena, interesada amiga.
El as, indica victoria.
77
¡. te. u.i.i punida di- campo, un pasco.
. 1.. iM-h'.i. un v ia je .
Ki s ie te . a c c io n e s v a r i a s de u n a m ig o .
K¡ so¡.~. un p e q u e ñ o p r e s e n to .
i ' a r a 0 1 .t e n e r ie ipte s e i . a m a b u e n , -,7a, se t o m a n ocho 
m o n to n e s de e u a l r . i c a i t a s c a d a u n a ; se v u e lv e la p r i m e r a c a r t a 
de c a d a m o n tó n , t e n í a n s e he- e a r t a s s e m e j a n t e s , e s d e c i r , do s 
n u e v o s , dos r e v e s , das a s e s , e tc ., de c u b r i e n d o s i e m p r e la se - 
t r . tnda del m or .t .m del c u al s,. l e v a n t a la p r i m e r a . ‘
l a t a q u e sea s e g u r o el éx i to , es p r e c i s o s a c a r de e s t e m o d o 
to d a s l a s t a r t a - , de tíos en dos, h a s t a la s dos ú l t im a s .
S e h a c e e s t a o p e r a c ió n p a r a .-aber .-i u n deseo del c o r a z ó n 
o un n e g o c io de i n t e r é s p o d r a n t e n e r f e l iz r e s u l t a d o .
t a t a el m é to d o l l a m a d o e g ip c io se e m p le a n tocias l a s c u a ­
r e n t a y ocho c a r t a s .
S e e m p ie z a b a r a j a n d o el j u e g o til r e v é ­
. H e c h o e s to , se d i v i d i r á n los n a ip e ¡le l ineo en cinco , co lo­
c á n d o lo s a i re v e s , u n o d a s de o t r o d e d i- rocha a i z q u ie r d a , h a s t a 
h a b e i o r d e n a d o al niytios t r e i n t a v t u s o a lo m á s c u a r e n t a 
y cinco.
E n s e g u id a c u é n te s e t a m b ié n de d e r e c h a a i z q u i e r d a : uno , 
dos . t í o s , c u a l lo . c inco , se is , s ie te .
\ tndva.se t s t e n a ip e , pie h a c e s ie te , v cvplique .se lo q u e 
in d ic a .
C o n t in ú e s e v o lv ie n d o y d e s c i f r a n d o la c a r t a qu e h a c e c a t o r 
oo, la q u e h a c e v e in t i u n o , l a q u e h a c e v e in t io c h o , s ig u i e n d o a s i 
de s ie te e n sie te .
. E x p l iq ú e n s e , a s í , to d o s los n a ip e s , s ie n d o , c o n f o r m e a la 
i n t e r p r e t a c i ó n i n d i c a d a p a r a c a d a n a i p e en c! m é to d o i t a l i a n o , 
a d v i n i e n d o q u e , c o m o en d icho m é to d o i t a l i a n o sólo se da la' 
d e t r e i n t a y dos n a ip e s , y en el e g ip c io e n t r a n los c u a r e n t a y 
ocho, l a e x p l i c a c ió n de ios dieciséds r e s t a n t e s se a m o l d a r á a la 
t r a d u c c i ó n s i g u i e n t e :
C u a t r o c t tp a x i n c o a r e s .
Ki c i r r o , p r o c u r a a lo* h o m b r o s v e n t a j o s a s h e r e n c i a s y a 
la s j ó v e n e s , la fo l ia r e a l i z a c ió n de s u s e n s u e ñ o s .
E l c u a t r o , es in d ic io de c o n t r a t i e m p o s , f a s t i d i o s y t r i b u l a ­
c i o n e s ‘
E l t r e s , v e n t u r o s o éx i to .
Y el d o s , el a m o r y los deseos .
( . . n a t í o • o ' f i s < ,/ o 1 1 .v.
E l c inco , e s m e n s a j e r o de a m o r í o s y t e r n e z a s .
E l c u a t r o . a u g u r a p r e s e n t e s y r e g a l o s de e - c a m v a l í a 
F.' t r e s . in d ica p e r s o n a j e s de a l t a a l c u r n i a .
^ c-1 d o s , s u s c i t a o b s t á c u lo s de to d a c lase.
( n a f r o c a p a d a * m e n o r e s .
E l c in c o , e n ti p e ta p o n i ó l a s , d u e lo s y q u e b r a n t o s .
E l c u a t r o , p r e s a g i a so le d a d e s . -
E l te c a p r o n o s t i c a a u s e n c i a y s e p a r a c i ó n d e dos a m a n t e s , etc
78
L IB R O V III
ARTE DE DECIR LA BUENAVENTURA POR LA INS­
PECCION DE LAS LINEAS DE LAS MANOS 
O QUIROMANCIA POPULAR
Hay en la mano muchas partes, que es importante, ante 
todo, distinguir.
La palma dentro de ella y el puño fuera, cuando está ce­
rrada; los dedos, las uñas, las junturas, las líneas y las alttpas.
Los dedos son cinco: el pulgar, el índice, el del medio, o 
sea, del corazón; el anular y el auricular o meñique.
Hay quince junturas; tres en el dedo pequeño, tres en el 
anular, tres en el dedo del medio, tres en el índice, dos en el 
pulgar y una entre la mano y el brazo.
Las cuatro líneas principales son:
La de la vida (a), que es la más importante. Empieza en 
lo alto de la mano, entre el pulgar y el índice, y se prolonga 
de la raíz del primero, hasta la juntura que separa el brazo 
de la mano.
La de la salud y el talento (b), que tiene el mismo origen 
que la anterior entre el índice y el pulgar, divide la mano en
79
dos partes y acaba en la base del medio; entre la juntura de 
la muñeca y la raíz del dedo pequeño.
La de la fortuna y de la dicha (c), que comienza en el ori­
gen del índice y acaba debajo de la base de la mano, cerca de 
la raíz del dedo pequeño.
•En fin, de la -coyuntura (d), que es la menos importante. 
Se halla' entre el pasaje de una mano al brazo; es más bien 
un pliegue que una línea.
Cuéntase aún.una quinta línea, que no se halla en todas 
las manos y se llama del triángulo, porque empieza en medio 
de la coyuntura, debajo de la raíz del pulgar que acaba debajo 
de la del pequeño.
Hay también en la mano siete relieves o alturas, que lle­
van el nombre de los siete planetas, y que señalaremos en su 
lugar.
Para la quiromancia, se emplea siempre la mano izquierda, 
porque estando la derecha cansada por el trabajo, presenta 
muchas veces, en las líneas, irregularidades que no son na- ' 
turales.
_ Tómase cuando está reposada, algo fresca y sin ninguna 
agitación, para ver el verdadero color de las lineas y la forma 
de los rasgos que en ellas se hallan.
La figura de la mano puede ya dar una idea, sino del por­
venir de las personas, al menos de su naturaleza y talento.
 ̂ Generalmente, una mano grande, anuncia un entendimiento 
débil y embotado, a menos que los dedos sean largos y huesudos.
Una mano regordeta, cuyos dedos terminen como palillos, 
como se complace uno en desear en las mujeres, no indica tam­
poco un talento muy superior.
Los dedos que entran en la mano son una señal inequívoca 
de un entendimiento lento y algunas veces de un natural incli­
nado a la artimaña.
Los que sobresalen de la mano, indican contrarias cuali­
dades.
•Los que son tan gruesos en la extremidad, como en la raíz, 
no anuncian nada de malo, y los que lo son más de la coyun­
tura del medio que de su origen, no indican nada de bueno.
Una mano ancha, es mejor que una demasiado estrecha, y 
para que sea bonita, es preciso que tenga la anchura de lo 
largo del dedo del medio.
Si la línea de la coyuntura, que algunas veces es doble, es 
viva y colorada,_ anuncia un temperamento robusto, si es recta 
e igualmente señalada en toda su longitud, promete riquezas y 
felicidades; si la coyuntura presenta cuatro líneas visibles, igua­
les y rectas, es de esperar adquirir honores, dignidades y ricas 
sucesiones.
Si está atravesada por tres rayas cortas perpendiculares, 
o señalada por algunos puntos bien claros y visibles, es para el 
hombre una señal infalible de que será engañado por las mu­
jeres, y para una señorita, es el presagio de algún ultraje que 
recibirá de su amante.
80
Pequeñas lineas, que saliendo de la coyuntura se pierden 
debajo de la raíz del pulgar, indican, con certeza, que uno será, 
engañado por bus parientes. - ““
SI una línea sale también del mis r > lugar y acaba en la 
raíz del dedo del medio, anuncia dicha y éxito en las empresas; 
y si va a terminar en el origen del pequeño, desgracias y pesa­
dumbres. rayas parten de la muñeca y se extienden a lo lar­
go del brazo, son seguros indicios de que uno será desterrado 
de su patria, y si van a perderse en la palma de la mano, pre­
sagian largos viajes por tierra y por mar y una vida continua­
mente agitada. _
Si se hallan en la coyuntura de la mano de una señorita 
tres líneas, de las cuales una termine en la raíz del dedo pe­
queño, la otra en el dedo del medio y la otra en el pulgar, esta 
niña se abandonará a los más vergonzosos excesos desde la edad
máS Una joven que tenga en la linea de la coyuntura la figura 
de una cruz, es casta, dulce, llena de honor, dotada de talento 
y hará la felicidad de su marido.
Cuando la línea de la vida, que se llama también del cora­
zón, es larga, bien marcada, igual y de un color vivo, anuncia 
una vida exenta de males y una lontana vejez.
Al contrario, si no tiene buen color, si es torcida, corta, 
poco aparente y cortada por pequeñas rayas transversales, es 
indicio de una vida corta, de una mala salud y de uncarácter
msignificante^a egtrecha ^ larga y <je buen color, es señal
de sabiduría, de ingenio y de un corazón generoso; pálida y an­
cha, lo es de la impolítica y a veces de la necedad.
■Si es profunda, de desigual color, es decir, marcada con 
manchas rojas y 'livianas, denota la maldad, la doblez, la char­
latanería, los celos y la presunción.
La línea de la vida, profunda, ancha y colorada, demuestra 
una inclinación a la lascivia, la naturaleza de un borracho y 
la afición a la bellaquería; y si de un extremo a otro su color 
es entremezclado de pálido y rojo subido, anuncia la cólera, 
los arrebatos y un Natural inclinado a los excesos de furor.
Cuando en su origen, entre el pulgar y el índice, la línea 
de la vida se divide en dos, en forma de horquilla; es señal
de la inconstancia. , . . ,. „
Una cruz sobre esta línea, en la mano de una mujer, indica
la liviandad y el amor al vicio.
' La misma línea, atravesada por el medio por dos rayitas 
transversales y bien distintas, significa una muerte próxima.
Si está rodeada de pequeñas arrugas, que le den la figura 
de un tronco cargado de ramitas, con tal que se dirijan hacia 
lo alto de la mano, es presagio de riquezas y honores y, según 
algunos quirománticos, el mejor de todos los signos, pero si las 
arrugas van hacia abajo de la mano, anuncian la pobreza y
81
una cercana ruina; y si son estrechas y cortan transversalmente 
la linea, prometen una mezcla de bien y de mal.
Todas las interrupciones y cortes de la línea de la vida son 
otras tantas enfermedades.
Si está cargada de puntitos o agujeritos, es señal de un na­
tural impúdico, y si estos puntos son escarpados, indican un 
gran peligro en una aventura amorosa.
f’uando se encuentra en la línea un puntito, rodeado de 
un pequeño círculo, será uno tuerto, pues este signo indica la 
pérdida de un ojo; y si esta señal es doble, es de temer que­
darse ciego.
Una cruz colocada en lo alto de la línea de la vida, entre 
el pulgar y el índice, anuncia una determinada propensión a la 
lujuria y a la vida disoluta.
Si la cruz está puesta al contrario, cerca de la coyuntura, 
presagia la muerte en un cadalso.
La linca de la salud y del talento, llamada también linea 
del medio, cuando es recta, bien distinta y de un color natural, 
indica salud, talento, sanos juicios, memoria feliz y viva con­
cepción, y si es prolongada se gozará de una perfecta salud, 
aun hasta en la extrema vejez.
Si al contrario, es tan corta que no ocupe sino la mitad de 
la mano, demuestra la timidez, la debilidad, la obstinación y la 
avaricia; y si es pálida, la perfidia.
Cuando es encorvada, hacia el dedo meñique, presagia una 
miserable vejez, y si está curva, formando una especie de gan­
cho, es el signo de la ruindad.
Si la línea de la salud y del talento se encorva hacia la 
coyuntura do la muñeca, denota la necedad y la desvergüenza; 
cuando es tortuosa, da la afición al robo, y al contrario si es 
recta y de un color brillante, es la señal de una conciencia pura 
y de un corazón justo.
Larga, profunda y de un rojo subido, anuncia la rudeza y 
la impudicia; cargada de pequeños círculos, son éstos otros tan­
tos asesinatos, que se cometerán si no se toma cuidado.
Si esta línea se interrumpe en su mitad, para formar una 
especie de semicírculo, es el presagio de la exposición a grandes 
riesgos, con los más feroces animales.
Si en medio de la línea se levanta una crucecita, puédese 
creer que se morirá en aquel mismo año.
Si en su origen es ahorquillada la línea, anuncia un ta­
lento precoz, pero que se amortiguará con la edad, y, si al 
contrario, lo es en su extremidad o se divide en muchas rami- 
tas que bajan hacia la base de la mano, indicarán un talento 
tardío, pero que con los años se fortalecerá.
Este rasgo promete también una vida prolongada, y algu­
nas veces una vejez llena de pobreza.
La lineo de ¡o fortuna y de la dicha, es casi paralela a la 
de la salud.
Si es igual, recta, bastante prolongada y bien distinta, de­
nota un natural excelente, la fuerza, la modestia y la constancia
82
en el bien, pero si en lugar de empezar debajo de la raíz del 
índice, entre éste y el dedo del medio, comienza casi en lo alto 
de la mano, e9 el signo de la crueldad y del orgullo.
Cuando es muy encarnada en su parte superior, demuestra 
la envidia y anuncia un delator, que está pronto a dañar, que 
se complace en el mal de los demás.
Esta línea, cargada de rayitas que forman ramas que se 
dirigen hacia lo alto de la mano, presagia las dignidades,, la 
dicha, el poder y las riquezas, y al contrario, si está enteramen­
te despejada, unida y sin ramificaciones, predice la miseria y 
el infortunio.
Si las ramitas son en número de tres y se prolongan hacia 
lo alto de la mano, es indicio de un genio festivo y de un co­
razón generoso; también es la señal de la modestia y de la 
amabilidad.
Es muy raro que con estas tres ramitas no agrade uno a 
las damas, y ninguna de éstas con ellas debe temer que le fal­
ten amantes.
Cuando se halla una pequeña cruz sobre la línea de la for­
tuna, es anuncio de un corazón liberal, amigo de Ja verdad, bue­
no, afable y ornado de todas virtudes.
Si la linea de la fortuna en el lugar donde se ha dicho, 
tiene su origen entre el pulgar y el índice, en el mismo puesto 
que la de la virtud, de modo que ambas formen juntas un ángu­
lo agudo, debemos esperar grandes pesares, muchos peligros y 
tedio a la vida.
Si la línea de la salud no se halla 'en medio de la mano y 
en ella no hubiese sino la de la vida y la de la fortuna, reuni­
das en su raíz, en forma de ángulo, es el presagio de que se 
perderá la cabeza en una batalla, o de que se recibirá una he­
rida mortal en algún lance.
En cualquier caso, no debe esperarse con este signo una 
muerte natural. .
Cuando la línea de la fortuna es recta y delgada en su par­
te superior, da el talento de gobernar su casa y un certero gol­
pe de vista en los negocios.
Si en su mitad vienen a interrumpirle rayitas transversa­
les, es indicio de adulación y doblez, cualidades que atTaen el 
general desprecio.
Sí dicha línea es pálida en toda su longitud, promete' el pu­
dor, la castidad, una naturaleza fría y una gran debilidad de 
cuerpo y de ánimo.
Si falta enteramente en la mano, es un mal pronóstico; la 
persona privada de esta lfnea no tiene carácter, disfrazada tra­
bajo costaría reconocer su sexo, porque diríase que participa de 
hombre y de mujer; posee grandes disposiciones para el mal y 
escasas para el bien; poca constancia y una inclinación a eno­
jarse por la cosa más mínima.
Si, en el extremo inferior, la línea está cortada por peque­
ñas rayas transversales, éstas son otros tantos matrimonios 
que se contraerán o han contraído.
83
La linca del triángulo falta en muchas manos, sin que por 
esto la persona sea más desgraciada.
Si es recta, distinta (pues de ordinario aparece muy poco) 
y se adelanta hacia la linca de la salud, promete grandes ri­
quezas.
Si se prolonga hasta la raíz del dedo del medio, presagia 
los más dichosos sucesos, pero si se pierde debajo de la raíz 
del dedo meñique, hacia abajo de la mano, trae consigo desgra­
cias, rivalidades y odios.
Si es tortuosa, desigual, de cualquier parte que se dirija, 
es anuncio de que no se saldrá de la pobreza.
La eminencia que se halla en la raíz del pulgar y se ex­
tiende hasta la línea de la vida, se llama monte de Venus.
Cuando esta tuberosidad es dulce, unida sin arrugas y de 
agradable color, es indicio de grandes disposiciones para las 
aventuras amorosas.
Si está adornada de una línea paralela a la linca de la vida 
y cercana a ésta, anuncia una insaciable afición a los placeres 
de Venus y a las grandes riquezas.
Si esta eminencia se halla cargada de muchas rayitas pa­
ralelas a la misma línea de la vida, será uno rico en su juven­
tud y pobre en su vejez.
Sí al contrario, las rayas que cubren la eminencia del pul­
gar se dirigen hacia otra parte, es decir, se van de la coyun­
tura de este dedo a la línea de la >:ida, será pobreen su ju­
ventud y rico en su ancianidad.
Sí este monte está a la vez cargado de rayas, que se cru­
zan en longitud y latitud, será el individuo rico toda su vida, 
o al menos gozará de una dulce comodidad.
Cuando el pulgar está atravesado, en su longitud, por pe­
queñas líneas, que salen de la uña hasta la primera coyuntura, 
promete una herencia, pero si estas líneas son transversales, 
como el doblez de las coyunturas, es señal de que se harán lar­
gos y peligrosos viajes.
Si el pulgar o su raíz presentan algunos puntitos o estre- 
llitas, indica alegría.
Las figuras de un pequeño círculo sobre el pulgar, anun­
cian también un natural amoroso; las de una o muchas cruce- 
citas, denotan la piedad, la devoción y el amor al retiro.
La eminencia que está en la raíz del índice, se llama Monte 
de Júpiter.
Cuando es unida y agradablemente colorada, señala un 
buen natural y un corazón virtuoso.
Si está sobrecargada de pequeñas líneas, dulcemente seña­
ladas, recibiránse honores y dignidades importantes.
Si Jas tales líneas son apretadas y numerosas inducirán a 
abrazar el estado eclesiástico, y podrá esperanzarse llegar a ob­
tener el capelo cardenalicio.
Si los pliegues que forman la segunda coyuntura del índice 
son anchos y de un rojo subido, anuncian un hombre débil en 
amor, en una mujer presagian un parto peligroso.
84
Si el extremo inferior del índice está atravesado por una 
línea, en toda da longitud, indica una muerte violenta.
Si la juntura que está cerca de la uña es suavemente dobla­
da y de su color natural, denota un genio afable y una voz so­
nora. La misma persona tendrá los doS primeros dientes de la 
mandíbula superior algo pronunciados, sin por ello parecer 
más fea. _
Muchas líneas cortas entre la segunda juntura y la raíz del 
índice, predicen ricas concesiones de parte de lejanos parien­
tes, de los que nada se espera.
La t u b e r o s i d a d q u e s e e l e v a e n l a p a l m a de la m a n o e n l a 
T a í z d e l d e d o d e l m e d i o t i e n e e l n o m b r e d e Monte Saturno.
Si es unida y de buen color denota sencillez y amor 
al trabajo, pero si está llena de pequeños plieguecillos, es in­
dicio de la inquietud y de un espíritu fácil de apesadumbrarse.
Cuando la juntura que separa la mano del dedo del medio 
presenta algunas arrugas tortuosas, designa un juicio lento, 
un entendimiento perezoso y una concepción dura.
Una línea corta, en la mano de una mujer, en cada lado 
de la raíz del dedo del medio, anuncia muy buenas disposiciones 
para ser madre y puédele afirmar que si estas líneas son bien 
señaladas, dará a luz algunos muchachos.
Una mujer que tenga debajo del medio, entre la segunda 
coyuntura y la primera, la figura de una crucecita, es un signo 
dichoso para el porvenir.
En un hombre, esta señal cambia de naturaleza, pues pre­
sagia desdichas.
La mujer que entre estas dos coyunturas tenga cinco o seis 
rayitas dispuestas a lo largo, parirá un hijo que será sacerdote.
Este hijo será muerto si se halla en medio de estas rayas 
un punto o la figura de una estrella.
La eminencia que se encuentra en la raíz del dedo anular 
se llama Moiite del Sol. ,
Si está cubierta de líneas cortas, naturalmente marcadas, 
anuncia un entendimiento feliz y vivo, clemencia, genio para 
los empleos políticos y eclesiásticos y tal vez un poco de orgullo.
Si estas líneas son tan sólo en número de dos, indican me­
nos elocuencia, pero más modestia y más probidad.
Si la raíz del dedo anular está llena de líneas cruzadas unas 
sobre otras, el que tenga esta señal alcanzará victoria sobre 
sus enemigos y sobre sus rivales.
Cuando estas líneas son muy marcadas y de un color algo 
vivo, señalan la alegría y los genios joviales.
Si muy tortuosas y de un encarnado oscuro, designan un 
temperamento viciado y presagian enfermedades.
■Si forman una cruz de San Andrés es la señal de la mode­
ración y de la previsión.
Una mujer que tenga debajo del dedo anular, cerca de la 
segunda coyuntura, rayitas dispuestas a lo largo, será enrique­
cida por su esposo, el cual adquirirá una inmensa fortuna -que 
darle.
85
Sl estas .líneas están cerca de la juntura inmediata a la
tro ’ re»ta JKr será devota y tal vez se encerrará en un claus­tro. La protuberancia que se eleva de la mano, en la raíz del 
dedo pequeño, tiene por nombre Monte de Mercurio.
Si es unida, sin arrugas y de un color igual, indica un di­
choso temperamento y constancia en el talento y en el corazón; 
en los hombres, ademas, la modestia, y en las mujeres, el pudor 
y una virtud inalterable. y
, Si asta eminencia está cortada por dos líneas que se pro­
longan hacia el dedo pequeño, es señal de libertad.
Si estas lineas son de un rojo subido interrumpido por al-
nación Ti* robo*5 ^ C° 01 pálido’ denota un natural falaz e incli-
Uon=SIi la'.coyuntura que une el dedo pequeño a la mano está 
nes de°!a 'fonuna1"1110835’ promete grandes esperanzas y los do- 
Una mujer que tenga en el extremo del dedo meñique la 
lanchfna6 U"a CrUZ máS ° menos señalada> es insolente y par-
vuntnrif hÍT hV " 6 forT an.u" ánKnlo debajo de la segunda co­yuntura del dedo pequeño, indican el amor al estudio, un talen­
to osado y un corazón soberbio.
„„„ ? ntr6J la !egund.a coyuntura y la que está vecina a la uña. 
una cruz denota pasiones desordenadas, un sueño penoso y una 
conciencia agitada. y
dades y fpoder ^ C!rCuI° en el dedo meñique presagia digni-
^ » n E1^efPae¡“. ?U,e„ Se encuentra en el extremo anterior de la mano, debajo del Monte de Mercurio desde la línea de la fortu-
Z 'L m T 3 eXtremldad de la del Menta, se denomina Monte de
Cuando este espacio está liso, suave y limpio, indica la 
p_z del alqia y un carácter naturalmente tranquilo.
Si es de un color muy subido, es la señal de la tristeza, de 
có lico^13 amable y pesaroso> y de un temperamento melan-
el mar Carfrada de arruí?as, anuncia viajes y peligros en
La eminencia que hay en el extremo inferior de la mano, 
desde la extremidad de la linea del talento, hasta la parte infe-
\!°arte'~ 3 ** COIJuntura> tiene el nombre de ilfontc de
Cuando está unida y sin arrugas, denota el verdadero valor 
y ardimiento, acompañado de la prudencia.
Si es de un color muy fuerte, indica siempre la audacia y 
J a temeridad. J
Cuando está cubierta de arrugas, cuantas hava son otros 
tantos peligros mas o menos graves, según la extensión v la 
profundidad de dichas arrugas; presagia también, -na muerte 
venida tal vez. de manos de ladrones; si las líneas son lívidas
86
una funesta desgracia, si son muy coloradas, una muerte afren­
tosa. .
Si se hallan en el Monte de Marte, muchas cruces, designan 
emítenos y dignidades.
Pretenden algunos, en cuanto a coyunturas, que cuando la 
que separa el dedo pulgar de la mano forma una linea profunda, 
sencilla y bien trazada anuncia un temperamento sólido y una 
constitución bien organizada y si es desigual o atravesada por 
otras líneas indica la debilidad. Cuando se hallan en la juntura 
que separa al pulgar en dos, tres líneas inferiores más o me­
nos juntas o marcadas, es una prueba de una dicha cierta.
Cuando la primera juntura del índice está cargada de ra- 
mitas, es una señal evidente de la probidad y de un feliz natural.
, Si la línea de la segunda coyuntura está cortada en el me­
dio y atravesada por dos rayitas rectas, cortas y bien señala­
das, puédense esperar honores.
Cuando la línea de la coyuntura inmediata a la uña del 
índice es igual y bien distinta, promete una salud floreciente. 
' Cuando la primera juntura del dedo del medio está llena 
de líneas cortas, denota un natural crédulo, una persona sen­
cilla y buenas costumbres.
Cuando la segunda coyuntura del dedo del medio tiene mu­
chas lineas, indica un corazón ambicioso y un genio revoltoso.
Cuando la tercera coyuntura está compuesta de tres líneas 
más o menos señaladas, denota un alma sin artificio y una gran 
aversión a toda especie de engaño.
Si la primera coyuntura del dedo anular está cubierta de 
líneas y ramillas, es indicioseguro de gran imaginación.
Si la segunda coyuntura tiene tres rayitas, de las cuales 
la del medio está dividida, da a conocer un genio festivo y’ jovial.
Si la coyuntura del medio está compuesta de una sola línea 
unida, sencilla y bien distinta, denota un buen corazón.
. Cuando las tres junturas del dedo meñique, se ven carga­
das de líneas y de ramitas, indican el talento, la capacidad y 
la elocuencia.
No debemos olvidar tampoco las señales de las uñas.
Algunas manchas blancuzcas en las uñas presagian temores.
Si son negras, anuncian horrores y peligros.
Si son rojas, lo cual es más raro denotan desgracias e in­
quietudes.
Y si son de un blanco puro, señalan esperanzas y felicidad.
Cuando estas manchas se encuentran en la raíz de la uña, 
indican que el cumplimiento de lo que presagian está muy lejos.
Con el tiempo se adelanta hasta el extremo de la uña, 
cuando las esperanzas y los temores se justifican con el suceso.
Para que una mano sea perfectamente venturosa, no ha de 
ser muy regordeta, un poco larga, los dedos no muy redondos, 
y que se distinguen bien los nudos y las coyunturas.
Kl color deberá ser dulce y suave.
Las uñas, más largas que anchas.
La linea de la vida bien distinta, igual y de un color fres-
87
co, sin ser interrumpida, y prolongada hasta la línea de la co­
ya ufara.
La de la fortuna, debe estar cargada de rayitas en forma 
de ramas y de un color vivo e igual.
Dichoso el que, con una mano de esta condición lleva al­
guna de las benéficas señales que hemos indicado. ¡Su carácter 
labrará su felicidad; el destino, su fortuna y su estrella, le con­
ducirán al genio que da la gloria!
ss
L IB R O IX
Capítulo I
DE LOS SUEÑOS, VISIONES, ORACULOS, ENSUEÑOS 
V APARICIONES
Difundirá Dios su espíritu 
divino entre sus hijos; los ni­
ños hablarán con voz proféti- 
ca, los jóvenes tendrán visio­
nes y los ancianos ensueños.
(JOEL II. 28)
Sueño y ensueño: He aquí dos palabras que en algunos ca­
sos tomamos en nuestra lengua como sinónimos, para expresar 
un estado particular que goza de ciertos caracteres de vigilia y 
de descanso. Según la etimología, el ensueño se acerca más a la 
vigilia, y el sueño corresponde más particularmente al descanso; 
empero, admitidas por el uso como sinónimas ambas voces, da­
remos igual interpretación a una y otra.
El cerebro es el punto donde tienen su asiento las faculta­
des intelectuales, y por lo mismo es manantial de los sueños. 
Este órgano, en estado de completa Salud, engendra, si licito es 
valerse de esta expresión, los ensueños; a los que dan imagen, 
ya las imágenes que durante la vigilia la han impresionado, ya 
las sensaciones producidas por la natural o accidental afección 
en los nervios, o ya por el carácter mismo del temperamento.
Así, por ejemplo, los sanguíneos suelen soñar en festines, 
diversiones, amorcillos, placeres, jardines, flores, etc.
Los biliosos, en riñas, combates, desgracias, etc. •
Los melancólicos, en tinieblas, paseos nocturnos, fantasmas, 
muerte, etc.
En los temperamentos mixtos, tales como sangu¡neo-melan­
cólico, sanguíneo-flemático, bilioso-melancólico, etc., mézclase 
también en sus sueños lo propio a ambos temperamentos.
Tenían en mucho los antiguos la interpretación de los sue­
ños, de modo que el antro de Trofonio debe su celebridad a esta 
suerte de adivinación.
No dejaba de ser conocida y puesta en práctica la oneiro- 
mancia por los egipcios, caldeos, árabes, persas, griegos y ro­
manos, empero es a los primeros a los que somos deudores de 
su más sabia y exacta interpretación.
Si los sabios de Egipto se valían de tablillas sagradas para 
las predestinaciones, aun cuando sólo tuviesen datos equívocos
89
capaces de hacer presumir los futuros acontecimientos, ¡con 
cuánta más ra?.ón, con qué esperanzas no debían lisonjearse de 
conocerlos, cuando los sueños precedían a sus investigaciones; 
poderosos agentes, capaces de auxiliarse en el desarrollo de las 
fases resultantes de las tablillas del destino!
Tal fue la autoridad que adquirieron estas revelaciones del 
porvenir, que una de las funciones de los magos era la de ex­
plicar los sueños.
Entre los egipcios, los sacerdotes,.sabia sociedad encargada 
de conservar y ampliar los humanos conocimientos, dividían el 
sacerdocio entre dos jefes que dominaban: Jannés y Mcvbrétt, 
esto es, explicador y permutador, o lo que es lo mismo, el que 
efectúa los prodigios.
Anotaban los Jannés y los Menbrés sus interpretaciones, 
descubrimientos y milagros, y la no interrumpida serie de estas 
memorias formaba un solo cuerno de ciencia y de doctrina, en 
el que los sacerdotes egipcios basaban sus conocimientos físicos 
y morales: observando también bajo estos principios el curso 
de los astros, las inundaciones del Nilo, los fenómenos, etc. No 
dejaban los reyes de llamar a su lado a dichos sacerdotes, con 
el objeto de que les auxiliaran con sus consejos: así la histo­
ria nos enseña que el Faraón reunió a los magos, con el objeto 
de interpretar un sueño, cuya gloria sólo obtuvo el patriarca 
José.
Distinguíase en aquellos-tiempos cinco csnecies de sueños, a 
saber: Sueño, Visión, Oráculo, Ensueño y Aparición.
Llámase Sueño, cuando bajo cierta indirecta imagen se ma­
nifiesta la verdad.
Visión, si vuelto ya a la vigilia se le reaparece lo que du­
rante el sueño. >•
Oráculo, a la revelación o advertencia recibida por la noche.
Ensueño, si durante la noche parece se reproduce lo que 
en el día nos ha atraído particularmente la atención. .
Aparición, que los griegos llamaban fantasma, es una vi­
sión nocturna y quimérica, que experimentaban los infantes y 
los ancianos. ,
De estas cinco clases de sueños, las cuatro primeras tienen 
algo de verídico, pero la última es engañosa.
Generalmente hablando, a fin de que un sueño pueda ser 
interpretado con toda exactitud, preciso se hace que se haya 
tenido al amanecer, o en aquel período de la noche en que disi­
padas ya las emanaciones digestivas, no pueden obrar sobre el 
cerebro; que no haya sido promovido por excesos o emociones 
de cualquier clase que sean, y que se recuerde perfecta y mi­
nuciosamente al despertar. ' .
Cuantas naciones pueblan hoy día el globo; procuran y 
han procurado descubrir en los misterios de los sueños alguna 
revelación de *u porvenir.
¡Cuántos incrédulos se habrán mil veces arrepentido de ha­
ber despreciado los saludables consejos dictados por los sueños!
90
C a p í t u l o II
HISTORIA DE L.OS SUEÑOS CELEBRES REALIZADOS
Cuando el cuerpo duerme, vela el 
espíritu.
H ipócrates
José, hijo de Jacob, vio durante un sueño que las garbas 
hechas por sus hermanos se inclinaban hacia las suyas y a 
más que rodeados el sol y la luna de once estrellas, le adora­
ban, cuyo sueño se realizó del modo siguiente: ^Por la omni­
potente gracia del Señor llegó José a gobernar a* Egipto, y en 
tanto que aquel país se hallaba devastado por el hambre, su­
ministró trigo a sus padres y hermanos, colmándoles de bienes 
y regalándoles después la tierra de Gesen.
Apareció durante un sueño al patriarca Jacob una escala 
que se apoyaba en el cielo y en la tierra, y los ángeles bajaban 
y subían a su vez por ella. Apoyado el Señor en dicha escala, 
prometió a Jacob y a su posteridad la tierra en que éste dor­
mía, anunciándole que toda su descendencia seria bendita en 
ella: lo que correspondió con la visión. .
Después de haber adorado los tres Reyes Magos en Belén 
al niño Jesús, se les apareció en sus sueños un ángel, indicán­
doles una nueva via, con el solo objeto de escapar de la muerte 
que les preparaba Herodes. Obedecieron a esta aparición, y se 
salvaron.
Un ángel avisó a San José, esposo de la Santísima Virgen 
María, que cuanto antes condujera a ésta y a su hijo Jesús a 
Egipto, con el fin de salvarle de la barbarie de Herodes, cuando 
el degüello de los inocentes.
Soñó el rey Faraón descubrir un río, del que salieron siete 
vacas hermosas y llenas, que en breve tiempo fueron devoradas 
por otras siete vacas asquerosas y macilentas. Vio igualmenteen aquella misma noche cómo siete espigas secas y estériles 
destruían a otras siete fructuosas y muy provistas de grano. 
Llamado entonces José para que interpretara aquel sueño, dijo: 
"Las siete vacas llenas y las siete espigas fructuosas indican 
siete años de abundancia para el Egipto; las siete vacas asque­
rosas y las espigas estériles anuncian otros tantos años de es­
casez. Preciso será, pues, que durante los primeros se formen 
acopios para cuando los segundos, si no queréis que aquella pla-
91
"a «IcKti-uya-vupslro reino”. Púsose en práctica lo que dijo José 
y h e n j i I v o Egipto. " f
Iíéeuba, consorte de l’ríamo, soñó dar a luz una antorcha 
encendida que abrasaba la ciudad de Troya; ¡fatal pronóstico 
<le ,a ruina de su imperio, de su muerte y de la de todos lo» suyos! "
Soiio Antiage, rey de los Modas, que su hija produjo una 
v.d, con lo que quedó pronosticado el esplendor, riqueza y fe- 
licicad de ( .ro, nacido de la hija de dicho rey posteriormente 
a este sueno.
(Año de Roma ‘¿(¡4.) AI principiar unos juegos populare , 
un padre de familia pasó por el circo Flaminio, precedido de 
su esclavo, al que mandaba azotar y conducir al suplicio con la 
horca a cuestas. T. Atinio, plebeyo, fue avisado por el cielo, y 
mediante un sueno, a que notificara a los cónsules, que Júpiter 
no había podido ver proceder tal sin indignarse; advertido que 
si no era la vez postrera, o si en los siguientes juegos no se 
remediaba, so vería precisado a castigar a aquel pueblo; pero 
Atinio guardó el más profundo silencio, temiendo exponerse, 
dando margen a escrúpulos en el ánimo de los magistrados En 
breve una repentina muerte le arrebató a su hijo, y en la si­
guiente noche se le apareció otra vez Júpiter, diciéndole: Atinio, 
¿aun no te hallas suficientemente castigado por tu desobediencia; 
Pero él, persistiendo en las mismas ideas, hizo el mismo caso que 
de la aparición anterior.
Atacado de parálisis, fue entonces cuando se decidió a ha­
cerse conducir en silla de mano al tribunal de los cónsules, y 
de allí al Senado. Apenas hubo satisfecho la misión, cuando 
con gran admiración de cuantos se hallaban presentes, recobró 
el uso de sus miembros, regresando a su casa por sus propios 
pies.
(Año de Roma 413.) Durante la guerra con Jos latinos, los 
cónsules P. Decio y T. Manlio Torcuato tuvieron un mismo sue­
ño, hallándose acampados al pie del Vesubio. Aparecióseles a 
ambos un incógnito, participándoles que los dioses infernales y la 
tierra, madre común del género humano, reclamaban por vícti­
mas a uno de los jefes de cualquiera de los dos bandos y todo 
el ejercito de su adversario, es decir, que el cónsul romano que 
atacara el primero y sacrificara su propia vida, sería el que 
daría la gloria a su patria. Al despuntar el alba, Decio y Tor­
cuato dirigieron sus ofrendas a los dioses, ya para servir de 
expiación, caso que cambiara el presagio, ya de señal inequí­
voca de que se hallaban prontos a sus voluntades, caso que per­
maneciera inalterable el querer divino. Las entrañas de las 
víctimas confirmaron el noble sueño, quedando entonces conven­
cidos que el primer cónsul que viera replegar el ala confiada a 
su mando, sellaría con su vida la salvación de la patria. Ata-
92
carón uno y otro con valor, pero los dio es esifíeron la vida 
de Decio.
(Año de Roma 626.) El sueño más singular advirtió a 
Cayo Graco de la suerte que le esperaba. Habiéndose dormido 
profundamente, vio en sombra a su hermano Tiberio Graco, 
anunciándole la total imposibilidad de evitar el cruel destino 
que a él mismo le había arrebatado la vida echándole del Capi­
tolio. C. Graco, antes de tomar posesión de este digno tribunado 
que heredó de su hermano, refirió personalmente dicho sueño 
a varios individuos, pero fue ya tarde, puesto que no atendió a 
la inspiración fatídica.
(Año de Roma 695.) Desterrado Cicerón de Roma por l.î 
trampas de sus enemigos, detúvose en una casa de campo cerca 
de Atina, donde se durmió. Parecióle que extraviado en desier­
tos países, dio con Mario, cercado de toda la pompa de la digni­
dad consular, y que preguntándole este general por qué andaba 
triste y errante, le refirió su desgracia, el cual, entonces, to­
mándole por la mano, encargó a su primer lictor le condujera a • 
un palacio que había hecho construir, asegurándole que allí le 
aguardaba mejor suerte. El tiempo acreditó esta promesa, pues­
to que en el templo de Júpiter, monumento erigido por los des­
velos de Mario, fue donde el Senado expidió el decreto de gra­
cia al célebre orador.
(Año de Roma 709.) Calpurnia, esposa de Julio Césín-, - m 
en sueños a su marido acribillado de heridas y expirando en 
sus brazos, durante la última noche de vida que contó este hé­
roe. Horrorizada de tal espectáculo, le suplicó no fuera al si­
guiente día a! Senado, pero desechando César ceñir su conducta 
al sueño de una mujer, dirigióse a la asamblea donde unas manos 
homicidas le inmolaron a sú furor.
(Año de Roma 711.) La noche anterior a la sangrienta ba­
talla de Filipos, Artorio, médico de Augusto, vio en sueños a la 
diosa Minerva, que le mandaba advirtiese al emperador asistiera 
al próximo combate, a pesar de la peligrosa enfermedad que lo 
tenía postrado en cama en su tienda. Obedeció Augusto, y en 
tanto que colocado en su litera entre el ejército velaba por su 
causa, apoderóse Bruto de su campamento, e infaliblemente hu­
biera sido su prisionero, de haber despreciado el oráculo de Mi­
nerva.
(Año de Roma 733.) Después de la batalla ele .•'«>, Casio 
de Parma, partidario de Antonio, se refugió en Atenas. Aba­
tido por los disgustos y la inquietud, echóse en una cama y se 
entregó al sueño, pero como a media noche le pareció se le acer­
caba un gigante, negro de carnes, esparcidos cabellos y barba 
desgreñada, el cual preguntando quién era, le respondió: ¡Tu 
genio maléfico!
93
o vio Ola vez al gigante sin que pudiera alcanzarle... ’ 
día dc^'su °ejecución!P° mC<]ÍÓ Cntre "oche y el
v.,, fisto isa ttr „s,s s "nts
ja^ , , e n r dv a n o r :Pr í lV ' , | ’e n a 3 h u b ° re ,a tad < > c u a n d o e n t r ó en
yaÍe°ntum bT Inton?UCf ° qUf- *' r°,CÍarÍ0 le enredó con su arma 
c id o /m S a Rufa ° °ast,>farscle> siend° as¡ que había ven-
(Antes de J. C. 309.) Hallándose Amílcar, general carta-
áúeCb diío" <V -Slracusa> J'üz«ó oir durante su sueño una voz que ^ dijo. Mariana comerás en esta ciudad que sitias” Lie 
vado de la alearía, cual si el cielo le prometiera la vicVnr
disensiones '°J'*rC,V> paFa el. asaIto- Pero habiéndose promovido 
oírte í V"e los Cartacmeses y los sicilianos, que formaban parte de sus tropas, y aprovechándose de esta coyuntura los 
siracusanos, verificaron una valerosa salida, en la que se aóo 
más ñor U S“ Ci*mP° y k euntraron Prisionero en ella!1 Engañado,
«m entí en T r n r T conceb,da <*ue P°r el sueño, comió verdade- amente en Siracusa, pero no vencedor sino cautivo.
rn o t^ V * de emPrender Aníbal sus formidables expediciones 
contra los romanos, sonó que el cielo le había enviado para
m m w contra. la Ita1la un J°ven de sobrenatural e s ta tu é Al m miento, según su consejo, siguió ciepamente y sin volver la 
cabeza sus pasos, mas llevado cuanto antes por aquel instinto
!tarásr v eq,Unnn0S mP?'e a <,UerCr ¡nda*ar Jo « n iZ te s ¡ “ m S 
dllriha , C° °Sa sterp,ente> q"e con un movimiento rápido dernba y destroza cuanto se opone a su paso. Desencadenan* 
desde luego, las tempestades, rupe el trueno y se encapota ei 
c elo con densas nubes. Admirado Aníbal, pide a su puia la ex­
de Italia Tu ^dehpr',° “L° Ye3’ ’-e .resPond¡ó- es la devastación
llevando en su seno ¡a reina Olimpia a Alejandro el Gran-
tró u n l Z SU r a r ld°: 61 ’ °y FÍI¡P°- babía Puerte en su vieñ-tro un sello con la cfipie de un Irán, lo que pronosticó el valor 
mapnammidad y conquistas del futuro monarca. ’
(Antes de J. C. 323.) Alejandro, rey de los r.iacedonios, fue
muchos veces avisauo por sucio,.s cuidan* - de asegurar gug día 'f 
}■-''<> bul,¡era sido necesario que lafortuna le lii->ra prudente 
en los peligros. En efecto, no dejó do conocer por sus ensueños 
que no le era favorable la amistad de Casandrn, el cual se pre­
sentó al rey en una época cercana a uno de aquellos avisos; 
pero éste, reconociendo en aquél la ¡mapen que le había afec­
tado, so contentó con recitar un verso pi;e;-n <upre i.< locura d« 
los sueños.’l-a mayor parte de los autores antiguos están acor­
des en que Casandro, hijo de Antipater, hizo prisionero a Ale­
jandro el Grande.
(Antes do J. C. 403.) Dos íntimos-amigos arcados y com­
pañeros de viaje, llegaron a Megara, y se retiraron el uno en 
casa de su huésped, y el otro en la posada. Soñó el primero que 
su amigo le rogaba fuese a salvarle de las trampas del posade­
ro, reclamándole un pronto auxilio contra un peligro de consi­
deración. Despiértase sobresaltado, abandona la cama, dirígese 
a la posada... por una funesta fatalidad retrocede, y avergon­
zándose de haber dado crédito a un sueño, vuélvese al lecho y se 
entrega de nuevo al descanso. Poco después se le reaparece su 
amigo, enteramente mutilado, rogándole que supuesto que no 
quiso salvarle la vida, vengara a lo menos su muerte, y añadió: 
que en aquel mismo instante su asesino conducía su cadáver 
fuera de la ciudad en un carromato de estiércol. Salta el arca- 
de, corre a las puertas de Megara, encuentra el carromato, des­
cubre a su amigo, y prende al posadero, que no tardó en sufrir 
la pena destinada a los asesinos.
(Antes de J. C. 404.) Algunos días antes de su muerte 
vióse Alcibíades en sueños cubierto con el manto de su querida, 
el cual fue el mismo que sirvió cuando le asesinaron, para en­
volver su cuerpo, abandonado al aire libre.
(Antes de J. C. 405.) Cuando Dionisio de Siracusa no era 
más que un simple particular, una gran señora de la ciudad de 
Himerea se imaginó, durante sus horas de descanso, que trasla­
dada al cielo recorría las divinas moradas, y que contemplaba 
bajo las plantas de Júpiter a un hombre colosal, de blondos 
cabellos, de rostro cubierto de pecas, y que oprimido por las ca­
denas dejaba exhalar de su pecho lastimeros quejidos. ¿Quién
es este desgraciado? —preguntó al joven que le servia de guía_.
—Es, le respondió, el gemido maléfico de la Sicilia y de la 
Italia, el cual una vez se le suelte, será la ruina de infinitas 
ciudades. Propagóse al momento la noticia de este sueño, y ce­
losa la fortuna de la libertad de Siracusa, jurando la pérdida 
de los ciudadanos virtuosos, rompió las cadenas a Dionisio, lan­
zándole cual el rayo al través de la paz y tranquilidad de los 
pueblos. Encontrándose entre la muchedumbre que acudió, cuan­
do su entrada en Himerea, ya para verle, ya para rendirle ho­
menaje, aquella mujer exclamó: “He aquí el hombre que vi en 
mis sueños”. Por lo que el tirano la hizo matar.
95
(Am es ili‘ I. 1'1.) El li:ilit suiuiimi c: ' móniilvs,
ruiimlo inti'iitalia cm brillarse, con una tempestad, le impidió efec­
tuarlo. Kn verdad, vio cómo el mar se trababa a sus futuro.; 
eom/iaúeros de viaje, y se dio la enlloca buena de haber más bien 
liado la vida a un sueño que a un débil madero. Agradecido de 
vilo, lo inmortalizó ron un hermoso poema.
Encontrándose Vespasiana en la isla de Avaya con Nerón, 
vio en sueños a un desconocido que le predijo empezaría su for­
tuna ruando a n anearan un diente a este emperador. Durante 
el día y al salir de su rasa, el primer sujeto que se le presentó 
fue un médico que acababa de practicarle dicha operación. No 
tardó en morir Nerón, asi como igualmente su sucesor (ialba, y 
aprovechándose Vespasiana de la discordia de Otón y Vitelio, 
hízose proclamar emperador.
Soñó Septimio Severo que el emperador IV í'iiav re encon­
traba mprilnindo a enusa de una caída de caballo, y que él mon­
taba el imperial corcel. Aquel suceso se realizó, pues Septimio 
Severo fue elegido emperador en reemplazo de Pertinax.
Guiando el emperador Constantino su ejército contra Ma­
jencó), vio en sueños una resplandeciente cruz, y oyó decir que 
seria vencedor si se valia de este venerado signo. Mandó al mo­
mento, que al darse la batalla uno de los más valientes capita­
nes de su ejército llevara una cruz adornada de oro y piedras 
preciosas, y, en efecto, con este feliz presagio destruyó las tro ­
pas de Majencia, y sucumbió éste.
Cuando ia revolución de los Sajones bajo el mando de Vi- 
tikind, en 77:’, vio Cario Magno en sueños densas nubes surca­
das por los relámpagos, y que iban agrupándose sobre su cabeza 
—signo que predijo las revoluciones— y que un sol radiante las 
disipó cuanto antes.
Ricardo Corazón de León vio en sueños que durante la noche 
un perro se batía con otro, y que una antorcha que tenía en la 
mano iba extinguiéndose. E sta noticia de estratagem as y apri­
sionamientos precedió de dos semanas a su arresto por Leopoldo, 
duque de A ustria, el cual le entregó al emperador de Alemania, 
Enrique VI, apellidado el Cruel, Ricardo fue por dos años su 
prisionero.
La noche que precedió al asesinato de Enrique IV por Ra- 
vaillac (1610), vio aquél en sus ensueños el arco iris encima de- 
su cabeza, signo de muerte violenta.
No desistió Cromwel ante la ejecución de Carlos I, no obs­
tante el terrible sueño que experimentó al anochecer dei día 
de la sentencia (26 de enero de 1649). Veíase en un cementerio
96
_presagio de futura prosperidad— ante el verdugo —indicio
de sangrientas catástrofes—, que le colocaba en la cabeza una 
corona de huesos.
En 1668, Luis XIV combatía, en sueños, con un fuerte león 
y le tumbó. Poco después conquistó en dos meses el Franco 
Condado.
En 1713, José Tartini, hábil compositor, oyó ejecutar por el 
diablo, en una noche de verano, y con una superioridad admi­
rable, un solo de violín en un estilo original y de sin igual me­
lodía. Apenas despierto Tartini recordó y anotó aquella música 
singular, y es la obra que hoy día se conoce por La tocata del 
diablo.
José II, emperador de Alemania, soñó cuando niño que ca­
racoleaba apoyado en los estribos. Testigo es la historia de su 
singular pasión a viajar cual lo indicó ya este sueño.
La reina de Francia, María Antonieta, cuando su prisión, 
vio en sueños, pocas horas antes de despertarse, el nefasto 21 
de enero de 1793, un sol rojo —signo fatal— elevarse por en­
cima de una columna que no tardó en desplomarse, pronóstico 
de la muerte de un gran personaje.
Trabajando el jesuita Maldonado en un sabio comentario 
sobre los cuatro evangelistas, vio durante muchas noches a un 
hombre que le exhortaba a terminar esta obra, supuesto que 
le restaban muy pocos dias de vida. Al propio tiempo le se­
ñaló una porción de vientre en la que Maldonado experimen­
taba fuertes dolores, de los que murió, apenas terminada su 
tarea.
Veíase comunmente en sn juventud Juan Jacobo Rousseau 
revestido de un uniforme, anuncio de celebridad.
La víspera de Waterloo se le apareció a Napoleón en sue­
ños, y por dos veces repetidas, nn gato negro —signo de trai­
ción—, que corría de uno a otro ejército. El que abandonó fue 
destrozado —fatal agüero—. ¿Quién ignora el tristísimo re­
sultado de la batalla del siguiente día?
97
Capítulo III
EXPLIOACION DE LOS SUEÑOS EN FORMA 
DE DICCIONARIO
Cuando el cuerpo duerme, se ha 
efectuado enteramente la digestión, 
y nada necesita hasta la vigilia; en­
tonces nuestra alma se expande y 
admira su patria, el cielo. De allí es 
donde recibe el importante conoci­
miento de su primitivo y divino ori­
gen. '
(Rabelais, lib. III, cap. i:')
Hemos adoptado el orden alfaibético para la explicación de 
los sueños, por ser éste el más sencillo y usado.
Hasta el día no había visto la luz pública una interpreta­
ción oneiroscópica tan completa y tan meditada. Se ha extraido 
con cuidado y método de los manuscritos auténticos de los céle­
bres Apomazar, Artemidoro, Gerónimo Cardan, Juan Engel- 
brech, etc.
Abadía— AI que se le aparece, le es un signo de benefi­
cencia y consuelo.
Abandono. — Un individuo que abandona su estado, signi­
fica: pérdida ocasionada por gentes de malafe. Soñar que se 
abandona su propia morada, denota ganancia en sus negocios. 
Verse abandonado de los grandes, indica alegría y fortuna.
Abanico.— Perfidia.
Absceso. — Cuando se sueña que se nos forma un absceso, 
debemos temer un estorbo cualquiera. — Empero, si nos pare­
ciere verlo dilatar, cercano logro después de muchas dificul­
tades.
Abejas. — Señal de dinero. — Ser picado, que un amigo nos 
hará traición. — Si el que sueña las mata, sufrirá una pérdida. 
— Si deponen su miel, tm m dicha y dignidades. — Si se intro­
ducen en su casa, pérdida por sus enemigos.
Abismo. — Presagio de terrores pánicos.
Abjuración. — Desgracia para el que sueña abjura su re­
ligión.
Ablución. — Cualquiera ablución presagia nuevos y felices 
sucesos.
Abogad». — Encontrarse con uno, mala nueva; conversar
98
él, malograréis un tiempo muy precioso; oir que patrocina, 
os sobrevendrá alguna calamidad.
Abordaje. — Hallazgo imprevisto y ansiado.
Aborto. — Criminales acechanzas.
Abrazar. — A los parientes, traición; a los amigos, engaño; 
a los desconocidos, partida; a una mujer, fortuna próspera.
Abrigo. — Buscar uno para evadirse de la lluvia, gran 
secreto; durante la tempestad, funestos presentimientos; encon­
trarlo , adversidades y miseria.
Absintio. — T ras un disgusto, una alegría.
Acacia. — Verla, es favorable; percibir el olor de sus flo­
res, pérfido. _
Academia. — De sabios, tedio, sueño, letargo; de juego, 
perniciosas tentaciones.
Acedera. — Dolores, dificultades en los negocios.
Acedía. Negocios fáciles, pero poco provechosos.
Aceite. — Si se derrama por el suelo, perjuicios; si sobre 
nosotros, provechos.
Aceitunas. — Paz y amistad.
Acero. — Romperlo, cercana victoria; tenerlo en la mano, 
se halla vuestra posición social al abrigo de todo daño; os es 
imposible arquearlo, temed alguna desgracia.
Aciano. — Candor e inocencia de una muchacha.
Acostarse. — Con un individuo del otro sexo, obstáculo a sus 
designios; con una persona del mismo sexo, contrariedad: coa 
un hombre feo, enfermedad; con un buen mozo, chasco; con una 
mujer fea, m uerte; con una linda m ujer, traición; con su ma­
rido ausente, mala nueva; con su consorte, regocijo; con su ma­
dre, seguridad en sus negocios; con su hija, escándalo; con su 
hermana, cercano viaje; con una ram era, permanente fortuna.
Acreedor. — Felices negocios, entremezclados con inquie­
tudes.
Acróstico. — Querer o componer un acróstico, presagio de 
dificultades bastante insuperables.
Actividad. — El que sueña que es muy activo, indica esto 
una negligencia perjudicial a sus intereses.
Acta. — F irm ar un acta, señal funesta .'
Actriz. — Verla en las tablas, chasco; hablar con ella, vani­
dad; cortejarla, fáciles placeres; am arla, aflicción.
Acueducto. — Patrimonio pronto a alcanzarse.
Acusación. — Ante la autoridad, disputas y desgracias. Si 
es una mujer la que acusa, preparaos para recibir una mala 
noticia; si por el contrario es un hombre, aguardad un suceso 
feliz en cualquier empresa.
Acusador. — Ver u oir a su acusador, tenga o no razón, 
invita a ser prudente.
Adición. — Practicar una, avaricia.
Adiós. — Pronunciar u oir esta expresión y otras análogas, 
funesto agüero; si nos las dirigen, tris te nueva.
Adjudicación. — Asistir a ella, logro; provocarla, fracaso.
Administración. — E l que sueña que forma parte de cual­
99
quier administración, le es un presagio de miseria, sea cual 
fuere el puesto que ocupe; mas, por el contrario, si en sus 
ensueños la abandona, su posición tiende a mejorarse.
Admiración. — Señal lisonjera, si se os admira; pero incó­
moda si admiráis.
Adopción. — De chiquillos, tristezas, y desgracias.
Adquisición. — Feliz agüero.
Adulterio. — Cometido durante el sueño, causará deshonra, 
o, por lo menos, un desgraciado acontecimiento.
Afeite. — Aplicárselo al rostro, indica una indispensable 
prudencia; si se aplica a una mujer, anuncio de que no nos es 
franca; ver una mujer sobrecargada, induce a la desconfianza.
Aflicción. — Soñar hallarse sumido en una profunda aflic­
ción, indicio de una próxima alegría.
Afrenta. — Recibir una, a favor; afrentar a otro, peligro.
Agonía.— Soñar que nos hallamos agonizando, señal de 
perfecta salud; ver en la agonía algún pariente, éste es feliz 
si se halla bueno; contemplar a una mujer agonizante, pérdida 
de sucesión.
Agua. — El que comúnmente sueña hallarse en el agua, 
tema los flujos y catarros. Contemplar el agua transparente y 
tranquila, buen presagio, principalmente para los viajeros, liti­
gantes y jueces; turbia y agitada, amenazas y desgracias —te­
rribles sentencias para los litigantes—; encontrarse encima de 
una agua cristalina, importantes beneficios; sobre una agua tur­
bia, pérdida de parientes o de amigos; caerse en el agua, peli­
gro de vida; agua caliente, enfermedad; beber agua caliente, 
persecución; fria, triunfo y prosperidad; agua estancada, en­
fermedad mortal; camina por encima del agua, brillantes acon­
tecimientos; ver manar el agua de un punto que parece impo­
sible, inquietudes, disgustos y tristezas: sacar agua coi rom­
pida, serán de larga duración vuestros sufrimientos, empero, si 
llega a agotarse o secarse, cesarán cuanto antes; echar el agua, 
peligros y pérdidas.
Aguardiente. — Licenciosos placeres.
Aguila. — Si vuela en las regiones superiores, feliz agüero; 
si se precipita sobre vuestra cabeza, fatal accidente; si os le­
vanta a los aires, temed una muerte próxima.
Aguinaldos— Ofrecerlos, codicias; recibirlos, enredos.
Agujas. — Chismes y embrollos.
Ahogado— Ganancia.
Ahorcado. — Pérdida de bienes a causa de un pleito.
Aire. — Si es puro, os aguarda la felicidad; si denso, pre­
sagio de algún disgusto; si se halla embalsamado, confiad en el 
amor.
Ajedrez.— Ocuparse en dicho juego, indica una pronta 
riña con el sujeto con quien se juega; ganar, señal de un re­
sultado de dificil obtención; perder, significa lo contrario.
Ajo. — Ver o comer ajo, así como igualmente cualquier se­
milla de un olor muy pronunciado, es un pronóstico de riñas o 
de la revelación de algún secreto.
100
Albaricoques. — Verlos, fundada esperanza; comerlos, anun­
cio de placer; si se aparecen fuera de sazón, desgracia próxima; 
si en estado seco, significan tristezas.
Albergue. — Su vista anuncia el reposo; si se permanece 
en él, dicho reposo irá entremezclado de desazones.
Alcachofas. — Verlas, secretos pesares; comerlas, desgra­
cias.
Aldea. — Pérdida de dignidades; incendiada, grandes ho­
nores. '
Alegría. — Temed al despertaros una mala noticia.
Alfiler. — Ligeras contiendas.
Alguacil.— Si se os aparece un alguacil, asechanzas; si os 
detiene, os acusan vuestros enemigos.
Almanaque. — Previsión de graves peligros, caso que se 
lleve una conducta libertina.
Almendra. — Comer, obstáculos inesperados, pero no deja­
rán de superarse.
Almorzar. — Solos, avaricia; en compañía, largueza.
Alondras. — Rápida elevación.
Altar. — Percibirlo, alegría; construirlo, pariente cercano a 
ordenarse; verlo derribado, melancolía.
Ama de leche.— Desazones.
Amatista. — Brillante posición.
Amazona. — Mujer ambiciosa y pérfida.
Amor. — Ser su esclavo, largos padeceres; despreciarlo, 
triunfo; cortejar a una joven, prosperidad; a una linda mu­
jer, alegría y desgracia; a una vieja, tribulaciones.
Amigos.— Reunión de jóvenes; reir con ellos, cercano rom­
pimiento.
Amputación. — Verla practicar, pérdida de un amigo; ser 
el paciente, pérdida de bienes.
Anatema. — Si anatematizáis a alguien, recaerá contra vos; 
si sois anatematizado, favorecerá vuestros deseos.
Anchoas. — Fortuna feliz, pero que tendrá funestas conse­
cuencias.
Anciano. — Sabiduría y consideración.
Ancora. — Esperanzas, que no dejarán de realizarse.
Andamiada. — Ruinosas operaciones.
Andar. — Con un apresurado paso, instrucción provechosa; 
retrocediendo, pérdida, mudanzas y desazones; sobre piedras, 
sufrimientos; sobre agua, prosperidades; con muletas, pobreza.
Andrajos. — Contemplarlos, vergüenza y miseria; revolver­
los, grandísimos pesares.
Anécdota. — Referirla,murmuraciones; escucharla, fuertes 
desazones.
Aneurisma. — Padecer un aneurisma, anuncio de riñas.
Angel. — Noticia próspera; si se halla en pie a vuestro 
lado, os advierte que repostéis vuestra conducta.
Anguila.— Cogerla viva, malicia y sutileza; si muerta, 
sufrimientos.
101
Anillo. — Véase Sortija.
Animales. — Alimentarlos, fortuna.
Anteojos.— Desgracia o melancolía.
Antepasados. — Recordarlos, desgracia de fam ilia; verlos, 
disgustos promovidos por los parientes; hablarles, pleito entre 
cercanos.
Antorcha. — Encendida, recompensa; apagada, encierro.
Apagador. — Señal de luto.
Aparición.— De cualquier clase que sea, signo fatal.
Apetito. — P artida de parientes o de íntimos amigos.
Aposento. — Displicencia.
Apuesta. — Perjudicial ligereza.
Arado. — Dirigido hacia el que sueña, indicio de felices 
em presas; en posición contraria, anuncio de ligeros obstáculos 
en las tareas.
Araña. — Traición para el que las ve; inapetencia al que 
las mata.
Arañazo. — Verse arañado, término de un cruel tormento; 
ver arañado a otro, aviso de que os favorecerá un desgraciado.
Arbol. — Copado, protección; con las ram as secas, pérdida 
inesperada; en flor, riqueza mayor o menor, según fuere el nú­
mero de ellas; coger el fru to de un árbol viejo, heredamiento 
de nuestros abuelos; arrancarlos, desgracia. ”
Arco. — T irar con el arco, consuelo.
Arco triunfal. — Elevación y dignidades.
Arco Iris. — Visto por el Oriente, dicha para los pobres y 
enfermos; por el Occidente, sólo de feliz agüero para los ricos; 
si aparece sobre vuestra cabeza, temed la adversidad, vuestra 
muerte, o la de alguno de vuestra familia.
Ardilla, — Véase Zorra.
Arena. — Incertidumbre.
Arlequín. — Travesurillas de mujer.
Armadura.— V estirla, prudencia para alcanzar; quitarla, 
pasado peligro; verla, d ifitu ltades a superar.
Armas.— Cortantes, disputas y enemistades; recibir, con­
fiad en los honores; gente arm ada, fa tiga ; si ésta os persigue, 
desazones.
Armería. — Dignidades.
Arrendamiento. — F irm ar uno, perjudicial unión; extender­
lo, vanos proyectos.
Arroz. — Abundancia.
Arsenal. — Discordia o guerra.
Artesonado. — Mala acogida.
Artificiales (fuegos). — Vanos y pasajeros placeres.
Artistas. — Placeres varios.
Arzobispo. — Anuncio de muerte.
Ascensión. — Efím era grandeza.
Aserrar. — Logro y satisfacción.
Asno. — Verle correr, indicio de desgracia; detenerle, m ur­
102
muraciones y calumnias; si rebuzna, desazones y perjuicios; si 
pace, tormentos.
Astillero.—.Encontrarse en él, lance feliz; poseerlo, abun­
dancia y prosperidad.
' Atragantar. — El que sueña que se le atraganta la co­
mida, sufrirá una enfermedad originada por el abuso de los 
placeres.
Audiencia. — De un soberano, beneficios; de un magnate,
luto.
Aureola. — Emblema de las virtudes que adornan a vues­
tra familia.
Ausente. — Soñar con los que se hallan lejos, señal de que 
vuelven.
Autómatas. — Vileza y bajeza para el que con uno de ellos 
sueñe.
Autopsia. — Presenciarla, negocios llenos de dificultades; 
practicarla, obstáculos insuperables; si os halláis sometido a 
ella, no tardaréis en empobrecer.
Autor. — Contemplar a uno o muchos, negocio fatal, pér­
dida metálica; soñar ser autor, miseria y vanidad, engañosas 
esperanzas.
Avellanas. — Obstáculos e inquietudes.
Avena. — Prosperidad para el que la ve en los campos, ma­
dura y tiesa; miseria para el que la contempla segada.
Avispas. — Ser picado, pesadumbres.
Ayunos.—Locura en gastar.
Azotar. — A alguien, paz en el himeneo, a los casados^ y 
felicidad en el amor, a los solteros; azotar un amante a su que­
rida, o viceversa; no durará mucho su intimidad.
Azufre. — Presagio de envenenamiento.
Baile. — Alegría y dinero.
Bailecillo. — Licenciosos placeres.
Bajar. — Tormento.
Balanzas. — Citación ante un juez.
Bala de cañón. — Verlas, miseria.
Balcón. — Elevación peligrosa.
Ballena. — Peligro inminente.
Bancarrota. — Negocios que se acfercan a su término.
Banco. — Falsa o engañosa promesa.
Bandera. — Presagio de dicha y seguridad.
Bandidos. — Si os acometen, confiad en vuestras propias 
fuerzas; si los perseguís, temed algún accidente; si los contem­
pláis, seguridad en vuestros asuntos.
Banquete. — Placeres logrados a demasiado costo, y que 
conviene evitar.
Baño. — En agua clara, perfecta salud; en agua turbia, 
muerte de parientes o de amigos; contemplar uno, aflicción; to­
mar uno a una temperatura regular, placeres y prosperidad;
103
sumergirse en un líquido demasiado caliente o demasiado fríd, 
experimentaréis disgustos domésticos.
Barba. — El que sueña tiene una barba larga vivirá mucho 
tiempo; el que la ve muy negra, sufrirá desazones; el desho­
nor amenaza al que sueña con una rubia; el que se figura que 
le afeitan, se hallará sumido en los prejuicios; si se afeita él 
mismo, el tedio le atormentará; si la arrancáis, experimentaréis 
alguna pérdida; afeitar a una muchacha, cercano y ventajoso 
casamiento; a una casada, enviudará cuanto antes; a una mu­
jer embarazada, parirá un niño.
Barómetro. — Mudanza perjudicial en la conducta. '
Barrer. — Su aposento, felicidad en los negocios; todo el 
piso, merecida confianza; una bodega, desgracia.
Barrera.— Sortearéis cuantos obstáculos se os ofrezcan.
Basilisco. — Desgracias ocasionadas por enemigos encu­
biertos.
Basura. — Deshonra, por disoluto.
Batalla. — Ganada, imponderable presagio; perdida, tristí­
simo agüero.
Batel. — En cristalina ribera, prosperidad; en aguas tur­
bias, desdichas; expuesto a naufragio, gran peligro.
Batirse. — Con un perro, fidelidad; con un gato, traición; 
con una serpiente, triunfo.
Baúl.— Lleno, abundancia; vacío, miseria.
Bayoneta. — Señal temible.
Bazo. — Sano, próxima invitación para una gran fiesta; en­
fermo, penas y tormentos en los negocios. ,
Bebedores. — Cercando una mesa, ganancia en los nego­
cios; formar parte, cercano matrimonio.
Beber. — Agua fría, imponderables riquezas] caliente, en­
fermedad; tibia, disgustos. .
Bellotas. — Pobreza. .
Bendecía. — A alguien, aflicción pasajera; ser bendecido, 
instantánea alegría.
Beneficio‘— Recibirlo por parte de un poderoso, cambio 
de fortuna; de un hombre, sanos consejos; de una mujer, amis­
tad; de un muchacho, desgracias; de una joven, aflicciones; 
ofrecerlo, ingratitud.
Berros. — Penas y dificultades en las empresas.
Besar. — La tierra, tristeza y humillación; las manos a una 
mujer, buena fortuna; darle un beso, temeridad seguida de un 
éxito feliz; recibirlo, una persona apreciable os visitará.
Bestias. — Verlas, desgracias y atribuciones; ser persegui­
do, recibiréis mil agravios; batirse con ellas, penas inevitables; 
oirlas hablar, desazones.
Biblia. — Verla, indica íntima alegría; leerla, calma de con­
ciencia. .
Biblioteca. — Indispensable consulta para los negocios.
Bien. — Hacer, presagio de alegría; poseer alguno,.anuncio 
da tristeza.
Billar. — Infructuosas tentativas.
104
Billete. — Atento, triunfo amoroso; de entierro, útil pre­
caución; de casamiento, satisfacción; de aviso cualquiera, gastos 
infructuosos.
Birlocha.— Fama efímera.
Birlocho. — Próspera fortuna para el que va dentro; calum­
nias para el que va detrás.
Bizcocho. — Lucro y salud.
Blanco. — Verse vestido de blanco, inexplicable alegría.
Boca. — Grande, riqueza; pequeña, pobreza; fétida, despre­
cio y animadversión; hallarse con un trism us, próximo peligro 
de enfermedad o de muerte.
Bodas. — Entierro.
Bodega. — Enfermedad y miseria.
Bofetón. — Dado, paz y unión entre marido y m ujer; reci­
bido, riñas peligrosas.
Bolos.—Jugar, desgracia; si en el juego cae uno del me,;io. 
muerte de uno de los jugadores; caer muchos, pérdida de todos 
los jugadores.
Bolsa. — Llena, tormento o avaricia; vacia, bienestar c 
generosidad. (
Bollos. — Alegría y provecho.
Bomba. — Sacar agua cristalina, agradable sorpresa; tu r ­
bia desazones; hallarse el pozo seco, pobreza inevitable, o súbita 
caída.
Borceguíes. — Nuevos, beneficios: viejos, pérdidas.
Bord adura. — Ambición.
Borraja. — Cesación de disgustos y rápida marcha en los 
negocios.Bosque.—-Numerosas ocupaciones, pero de provecho dudoso.
Bosquecillo. — Enredo amoroso.
Botas. — Nuevas, suceso en las empresas; viejas, cuestiones.
Botella. — Buen humor y diversiones; si fuere rota, signo 
de tristeza.
Botica. — Inesperada posesión.
Brazo. — Derecho amputado, muerte de pariente; izquierdo, 
de una pacienta; ambos a la vez, cautiverio o enfermedad; frac­
turados o enflaquecidos, aflicciones, pérdidas, viudez; hincha­
dos, pronto enriquecimiento de una persona am ada; musculosos, 
dicha, curación, libertad; puercos, miseria, velludos, aumento 
de fortuna.
Brocha. — Grande preocupación.
Buey. — Labrando, tranquilidad y quietud; abrevando, se­
ñal funesta; enfurecido tormentos; cuernos, beneficios; gordo, 
cercana dicha; flaco, penuria; blanco, honores; negro, peligros; 
batiéndose, discordias; si sube, fatigas; si salta, ganancias- 
ciertas.
Bufete. — Con gente sentada, falsa acusación; hallarse sen­
tado en él y escribiendo, indudables beneficios.
Buitre. — Si vuela, suerte; si se le mata, dicha.
105
Bujía. — Una sola ardiendo, alumbramiento feliz; muchas 
a la vez, muerte repentina.
B u ñ u e l o a .—'Hacerlos, in triga m aestra; comerlos, placeres 
sensuales.
_ Búho. — Funerales.
Burla. — Igualmente malo escucharla que hacerla.
Busto. — Contemplar uno, entrevista con un gran perso­
naje; muchos a la vez, fiestas y placeres; verse en busto, hono­
res y dignidades; un busto roto, nuevas de muerte.
Caballería. — Desolación.
Caballeriza. — Hospitalidad, buena acogida.
Caballo. — Blanco, placer; negro, estorbo; si soñáis m ontar 
uno, alcanzaréis el logro de vuestras empresas; si caracoleáis, 
acompañado de mujeres, recelad de que os armen una perfidia; 
cabalgar acompañado de varios jinetes, ganancia cierta; monta 
otro vuestro caballo, os será infiel vuestra esposa o am ante; 
rompe el freno, muerte.
Cabaña. — Noble modestia.
Cabellos. — Negros, cortos y.lacios, desgracias; lisos, nuevas 
am istades; desgreñado, disgustos y u ltra jes; si se caen, pérdida 
de un amigo; si os es imposible desenredarlos, largos pleitos y 
trabajos sin cuento os consumirán; si son canos, ahorrad el 
dinero, puesto que acaso tardéis mucho tiempo en recibir otro; 
una mujer calva, anuncia una pobreza súbita; un hombre des­
provisto de cabello, mensaje es de la fortuna.
Cabeza. — Separada del tronco, libertad; blanca, alegría; 
pelada, falsedades; provista de cabello, dignidades; la cortáis 
a alguien, descubriréis los lazos de vuestros enemigos; os deca­
pitan, peligráis su frir una fuerte enfermedad, tenéis una cabeza 
enorme, vuestros bienes irán en aumento; es más pequeña que 
las demás, cuidad conservar el destino que ocupáis; un fuerte 
dolor de cabeza, indica malos deudores; una cabeza en hueco, os 
invita a la prudencia.
Cabra. — Blanca, fo rtu ita ganancia; negra, desgracia.
Cabriola. — Soñar se hacen cabriolas, pérdida del puesto 
o destino que ocupe; verlas ejecutar, le sobrevendrá algún bien.
Cadalso. — Ventajoso empleo.
Cadáver. — F atal agüero.
Cadenas. — A rrastra rlas, melancolía y tristeza; romperlas, 
suceso feliz.
Caderas. — Abultadas, hijos hermosos; lánguidas, enferme­
dades. t
Caer. — Si se levanta al momento de haber caído, se verá 
colmado de honores; de lo contrario, permanecerá en una posi­
ción oscura y desgraciada.
Café. — Penas o tribulaciones.
Caja. — Distinción.
Unida. — S ufrir una caída, felicidad.
Calabaza. — Vana esperanza, curación de enfermedad.
106
Calabozo. — Entrar en uno, salud; permanecer en él, consue­
lo; salir, peligro. '
Cálculo. — Alcance, si se resuelve; farsa o acusación si no 
se logra.
Caldero. — Supuesto paso, que será altamente murmurado 
y os perjudicará.
Calentura. — Desmesurada ambición.
Calor. — Tener calor, anuncio de una larga vida.
Calzado. — Ir bien calzado, honor y provecho; ir mal cal­
zado, lo contrario.
Calzones. — Descanso y confianza.
Camello. — Riqueza.
Camino. — Seguir uno recto y trillado, signo de prosperidad 
áspero y cenagoso, tendránse que superar muchos obstáculos; 
se va uno de bueno estrechando y poniéndose en mal estado, los 
comerciantes os engañarán.
Camisa.—'Próspero porvenir; traer una camisa rasgada, 
aguardad una buena fortuna; la quitáis, será desentendida vues­
tra demanda.
Campamento. — Persecuciones; hallarse en él, engaño por 
falsos amigos.
Campanario. — Presagio de disgustos o de peligros.
Campanas. — Suceso inesperado para el que las escucha; 
infamia para el que las toca.
Campanilla. — Tribulaciones.
Campiña. — Viaje; habitarla, pérdida de bienes.
Campo. — Estéril, vida solitaria y triste.
Canario. — Largo viaje.
Cáncer. — Fatales negocios.
Canción. — Escucharla, buena esperanza; entonar una, ilu­
siones frustradas.
Candela. — Diversión, caso que despida una luz brillante; 
si pálida, encarcelamiento o catástrofe; si se la alumbra, alegría.
Cangrejo. — Enredos, separación.
Canónigo. — Noticia triste.
Cantar.— Si es hombre el que canta, esperanza; si mujer; 
padeceres.
Cántaro. — Quiebra por falta propia o por la de los corres­
ponsales.
Cántico. — Dolencias.
Canto. — De pajarillos, placeres y amores.
Cañón.— Sorpresa o peligro; oírlo, destrucción.
Capa. — Dignidades.
Capilla.— Noticia de muerte; construirla, contento; entrar 
en ella, dicha; rogar, consuelo.
Capirotazo. — Darlo, recibiréis una afren ta ; sufrirlo, provo­
caréis a alguien.
Capón. — Tristeza e impotencia.
Capuchino. — Reconciliación.
Cara. — Risueña de una joven, dicha para un delirante;
107
un bello rostro de una joven, cercano amor a una melancólica; 
las caras viejas y macilentas son de fa ta l agüero.
Caracol. — Honrosas comisiones.
Carbonea.— Hechos ascuas, estratagem as; apagados, muerte.
Cardenal.— Rápido aumento.
Cardo. — El cortarlos, denota pereza; el punzarse, presagia 
un insulto o una discordia.
Carestía. — Imponderable pérdida.
Caridad. — Hacerla, d icha; recibirla, desgracia.
Carne. — Si alguno sueña que su cuerpo aum enta en carnes, 
.adquirirá grandes riquezas, y gas ta rá un lujo extremo en el 
vestir; si por el contrario, enflaquece, en breve sus comodidades 
irán seguidas de la mortificación; en ambos sentidos, este sueño 
anuncia a la m ujer dicha o infortunio en su enlace. Ver su 
carne negra atezada, m anifiesta al hombre que ha cometido una 
traición, y a la m ujer, adulterio y divorcio; pálida o am arilla, 
predice una fiebre larga y te rrib le ; llena de heridas o de gusa­
nos, imponderables riquezas; soñar comer carne humana, adqui­
riré is un bien por ilícitos medios.
Carnero. — Riqueza; si un morueco o carnero padre os 
acomete, temed algún disgusto o humillación.
Carnicería. — Pérdida de hijo o de fortuna.
Carreta. — Verla, indisposición; subir o bajar de ella, pú­
blico deshonor o infam e condena.
Carretero. — V astas conversaciones.
Carrillos. — Muy abultados y encendidos, buena señal; flacos 
y descoloridos, súbita desgracia.
Carroza. — Riquezas para el que va dentro ; altos honores, 
si su tiro es de más de dos caballos; mediana o precaria fortuna 
para el que hace de lacayo; rápido adelanto en su profesión pa­
ra el que la guía.
Cartas. — Escribirlas o recibirlas, buenas noticias.
Cartel. — Recibirlo, reconciliación de am istad; enviarlo, in­
famia.
Carteles. — Fijarlos, a fren ta ; leerlos, trabajo inútil.
Casa.— Poseer una, miseria; verla arder, disipación de 
bienes; verla edificar, desgracia, enfermedad y muerte.
Casamiento. — Dicha pasajera ; con la herm ana, peligro; 
con una soltera, honores; reiterarlo con su m ujer, provechos; 
con una viuda, perjuicios. ’
Cascada. — Falsa alegría.
Castaña. — Cruda, resolución; cocida, debilidad; tostada, 
seguridad.
Castillo. — Descubrir alguno, feliz agüero; habitarle, falsa 
esperanza; verle arder, peligra la vida de su propietario.
Caverna.— Permaneceréis sumido en la oscuridad, no obs­
tan te vuestro talento, si no procuráis atesorar.
Caza. — Si cazáis, os han acusado de estafa; volvéis de 
caza, confiad en importantes beneficios.
Cebollas. — Comer o percibir su olor, revelación de cosas 
ocultaso contiendas domésticas.
108
Cedro. — Riqueza y larga vida.
Celo. — Demostrarlo por alguno, es más dañoso que prove­
choso- hacia vos, sumamente interesante.
Cementerio. — Futura prosperidad.
Ccnegal. — Meterse o caerse en él, indigencia.
Cencerrada. — Darla, perversos procederes; recibirla, errores 
cometidos; escucharla, inútiles detracciones.
Ceniza. — Presagio de luto.
Centinela. — Util desconfianza.
Cepillo. — Penoso trabajo, pero provechoso y que conviene 
lo emprendáis.
Cera. — Debilidad de carácter sumamente dañosa.
Cerveza. — Fatiga sin provecho, caso que se beba.
Cerebro. — Sano, deseo y aptitud para aconsejar cual co­
rresponde; enfermo, falta de espíritu y de prudencia.
Cero. — Prosperidad por el trabajo.
Cerradura. — Robo.
Cerrajero. — Pérdida ocasionada por descuido o negligencia.
Cerrojo. — Cuidados interiores.
Cesta. — Aumento de familia.
Cetro. — Ver un cetro, indica una próxima "dssgracia; mu­
chos a la vez, gran miseria.
Charla. — Murmuraciones sin cuento; soñáis estar charlan­
do, tendréis unas intenciones perversas; oís gran cháchara cerca 
de vos, cuidad no murmurar de vuestro prójimo.
Chimenea. — Provista de fuego, felicidad accidental; felices 
lances para el que sube por su cañón.
Chonches. — Bochornos de todas clases.
Chocha perdiz. — Glotonería.
Chocolate. — Hacerlo o tomarlo, salud y satisfacción.
Chorizos. — Hacerlos, fuerte pasión; comerlos, amorcillos 
para los jóvenes y perfecta salud para los ancianos.
Cicatriz. — Abierta, generosidad; cerrada, ingratitud; cruen­
ta, sacrificio.
Ciego. — Creerse ciego, presagia un chasco o pérdida dé un 
hijo; ver a un ciego, indicio es de crimen próximo.
Cielo. — Puro y sereno, cercano y dichoso casamiento; rojizo 
aumento de bienes; figurarse subir al cielo, alcanzará altos 
honores.
Cierva. — Sola, satisfacción y provecho, con sus cervatillos, 
opulencia.
Ciervo. — Si le descubrís, confiad en algún lucro; si le 
matáis, heredaréis algún bien.
Cifras. — Si no llegan a noventa, incertidumbre; si exceden, 
logro.
Cigarra. — Su canto es funesto para los enfermos.
Cigarro. — Victoria para el que lo fuma; desgracia para 
el que lo apaga; confianza para el que lo enciende.
Cigüeña. — En verano, anuncia ladrones; en invierno, tem­
pestad.
109
Címbalo.'i. — Temed a la jactancia y la presunción, puesto 
que es más el ruido que las nueces.
Cintura.— Ceñirla, abstinencia; soltarla, libertinaje.
( ’lprrfc. —. Desgracias.
Circulo. — Mejor es salir que permanecer en él.
Citen neisión.— La practicáis, insultaréis a alguien; la su­
frís, vuestro honor será ajado.
Cintel";n. — Verlas, penas inútiles; comerlas, trampas mu­
jeriles; podridas o pasada la estación, adversidades.
Cirujano. — Su presencia indica algún accidente.
Cisne. — Blanco, riqueza; negro, fracaso de familia; su can­
to precede a la muerte. ••
( '¡sienta. — Caer en ella, .estad bien persuadido de que se 
os calumnia.
Ciutlutl. — Habitada, riqueza; incendiada, hambre; destrui­
da, miseria.
Cindadela. — Esclavitud. •
(Hunos.— Alcance de reputación.
C/isfer o (analira.— Estorbos momentáneos.
Cochino.— Vagabundo que vive a costas vuestras.
Cocodrilo. — Peligroso amigo. '
Código. — Su presencia indica evitéis un pleito que os ame­
naza.
Codorniz.— Triste nueva.
Cofre. — Lleno, os invita a cuidar de vuestros intereses; 
vacio, os provendrá dinero.
Cohombro. — Esperanza burlada. ■ •
Cojear.— Deshonra.
Cojo. — Bellaquería.
Col. — Desgracias y tedio.
Cola. — Deshonra; cola de caballo larga y poblada, auxilio 
por parte de los amigos; cola desprendida o cortada del caballo, 
abandono de los mismos.
Cólera. — Feliz suceso de un asunto desesperado.
Colegio. — Encontrarse en él, recibiréis alguna lección; 
asistir, laudable modestia; conducir a él a los niños, daréis buen 
ejemplo.
Cólico. — Desazones domésticas.
Coliflor. — Gloria sin pan.
Cotiquintida. — Esperanza y dolo.
Coloso. — Orgullo fatal para el que crea serlo; honores 
para el que queda con uno; constante prosperidad para el que le 
derriba. •
Columna. — Si se’desploma, predice la muerte de un gran 
personaje.
Collar. — Honores.
Comadreja. — Anuncio de amor para una mujerona.
Camadrón. — Sufrimiento para el prójimo.
Combate. — Si se toma parte, estorbos en los negocios de 
importancia, apaciguar a los combatientes, desgracias de fa­
milia.
110
C o m e d ia . — Tomar parte <m ella, triste nueva; ser un mero 
espectador, logro en las empresas.
Comer. — Solo, avaricia; acompañado, largueza; sobre el cés­
ped, cólera; ensalada, enfermedad; raíces, discordia.
C o m e ta . — Su aparición, contiendas o peligros; su eaida, da 
origen a la miseria.
Comezón. — Os sobrevendrá dinero.
Comida. — Engaño; salada, enfermedad; dulce, largor; de 
carne asada, lucro, beneficios.
Comisionado. — Socorro y protección.
Compás. — F atal agüero.
Compras. — Todas indican provecho.
Comunión. — Negocio que llenará en un todo vuestros de­
seos.
Concierto. — Alegría y salud.
Conejo. — Negro, desgracia: blanco, fortuna; completa sa­
lud, si se come conejo.
Confesor. — Cuidad vuestros negocios.
Confituras. — Ventajas para ei que sueña, ias fabrica, o 
bien las come.
Consejos. — Aprovechaos de los que dais a los demás.
Construir. — Una casa, desgracia, enfermedad y muerte.
Contador. — Suspensión momentánea de pagos.
Convento. — Hospitalidad, tan ventajosa de darla como de 
recibirla.
Convulsiones. — Quiebra fraudulenta de su deudor.
Coraza. — Vestir, sed prudente; quitársela, libre de peligro; 
verla, dificultades que vencer.
Corazón. — Afligido, peligrosa enfermedad; herido, daño 
para el marido, si es su mujer la que sueña; y por su padre o 
su amante, si es una soltera; falta de espíritu o de corazón, 
cercana muerte.
Cordero. — Su presencia emblema es de consuelo; sus cari­
cias dan origen a la esperanza; verle pacer, dormir o morir, 
tristeza: trae r uno en las espaldas, os sobrevendrá alguna dicha; 
oírle balar, dolor y pérdida.
Corneja. — Pronto logro de un negocio.
Corona.— Verse una de oro en la cabeza, anuncia honores: 
una de plata, perfecta salud; una de ram as verdes, dignidades 
pasajeras; una de huesos, muerte.
Coronel. — Gloria e indigencia.
Correas___Ceñirlas, prudencia; quitarlas, estorbos.
Correr. — Presagio feliz; desnudo, perfidia; en busca de 
enemigo, victoria; ver a varios individuos correr detrás de otros, 
cuestiones; si son muchachos, dicha; si van provistos de arm as 
o garrotea, signo de desafío; si el que sueña que corre es mujer, 
caerá en una debilidad; si es un enfermo, que procure cuidarse; 
qoerer correr y no poder moverse, indisposiciones.
C m tiU a s .— A pedazos, riñas entre esposos o parientes; ro­
barte a, felicidad conyugal y de familia.
C o ta r ra . — Indiscreción.
111
t r i a d a . — Hoce los.
C r i m i n a l . — Hesgi'iieia y ■>-rYi.síu/.---Amistad, aprecio o aiiiorapi.i «míe.
t ' y a z . — Dicha y honor; al que la li ar a '•ür.t.i,, h sob . 
" " ' ¿ o ^ h ^ ' A d v o r t o n c i a de aprovechar el tiempo cual 
C° r,' 3 r : : - l » e vivos colores, d es ,,a r ia en el amor; oscuro, 
tíim d^una ,|(! v¡ri0( dicha; de agua, muerte.
C .n e k i l lo . - Injurias, disputas, riñas o ,nf,d' ,l* ^ ; ll c“^ ¿ ' 
r n r l i l l n - P la c e r e s y perfecLa salud para el que lo iscutna.í - - i .o n o r , ¿ « u ™ n . » -
<'ttvnla y c o r d ó n . — Dificultades, estorbos.
C u e r n o s — Kn la cabeza de otro, peligro para el que suena, 
en la suya propia, dom inac ión ; los cuernos de un ummal sa -
^¡sffstítsz
* u7 u » » , -
lliz.0, voluptuosidad V dicha; un ¿^U a cuanto’antes.
- r ií í ’ recibir,os, perjudicial 11-
S° nj Curia. — I)o chiquillo, fecundidad; hecha de yerbas, zozo-
^ TdHC u r io s id a d . — Excitarla, cercana burla; ser curioso, inquie­
tudes por causa propia.
Dádivas. —■ Recibirlas de
{ ^ z ^ r r z nn ^ : i n ^ d .
S ^ ; : - S í A r c a n a s rencillas con un amigo;
ganaS ' a i U- k u Perrdeín’ió : í S T i achacan ser e, autor de 
maledicencias.
Decencitu —*M mitrar, Consideración; ser falto de ella, pübH- 
Ca ^Declaración.— Hacer una, falaz empresa; recibirla, se os
^ " d p c d o .— Quemado, envidia; cortado, tristeza; ver más de 
cinco, nueva alianza.
112
¡t . j \ u s u r . - — P é r d i d a de vuestros b ien es , o m u e r t e de un pu- 
r i c n te .
¡ t i i'iii t iu ioH. — L i g e r a s d e s a z o n e s .
D, ¡ni.i iio . Si lo c o n f i á i s a a l g u i e n , r e f l e x i o n a d con m a d u ­
r e z a n t e s de p r a c t i c a r l o ; si os lo c o n f i a n , d e s p l a n a d l o .
D e s a f i o . — Asistir a uno, enredo fam iliar y rivalidad de 
amigos; batirse en desafio, fa ta l obstinación; ser hei ido, fueites 
desazones; ser muerto, divorcio, pérdida de un amigo; m alar a 
alguien, luto por uno de la familia.
D e s c a n s o . — Cercana miseria.
D e s d e n . — Lo manifestáis, no lo creéis a s i; le escucháis, 
no lo creen.
Desertor. — Noticia de una persona ausente.
Desesperación. — Experim entar una fuerte desesperación, 
inesperada alegría; ver que alguno se desespera, seréis llamado 
para consolarle.
Desierto. — Dispendios y fatales placeres.
Desnudarse. — Una mujer, próxima deshonestidad; desnu­
darse ante otro, inminente escándalo; solo y en su cuarto, mis­
terio descubierto. .
Desnudo. — Soñar correr desnudo, chasco por los parientes 
o los amigos; dar al encuentro con una persona desnuda, indi­
cio de ventajoso negocio; ver una mujer desnuda, honor y ale­
gría. .
D e s o b e d ie n c ia . — Toda señal o acto desobediente, indica por 
el contrario la esclavitud que se su frirá o que se experimenta.
Dcsollinador. — Falsa acusación.
Desorden. — Promoverlo, miseria; contemplarle, disgustos.
Destierro. — Ver conducir a uno, aflicción; ser llevado, al­
cance, no obstante todos los obstáculos.
Destreza. — Mostrarla, presagio de dificultades, de las que 
se librará con el trabajo; indagar la destreza de alguno, pérdida 
de tiempo precioso. _
Destrozar. — Logro auxiliado de vuestros amigos.
Desvanecimientos. — Dulce deleite.
Día. — Soñar ver la luz del día, pronóstico feliz.
Diablo. — Verle, noticia pérfida; batirse con él, daño inmi­
nente; derribarle, triunfo cierto; ser llamado por el diablo, des­
gracia; enfermedad o muerte para el que lo sueña; ser llevado 
por el diablo, presagio funesto.
Diadema. — Soñar ceñir una diadema, aguardar ilustres dig­
nidades; verla en la cabeza de algún hijo, pariente o amigo, al­
canzarán grandes honores.
Diamante. — Aumento de fortuna.
Diario. — Zumba.
Diarrea. — Disgusto.
Dibujo. — Amistad.
Diccionario. — Hojear uno, interminables contrariedades.
Diente. — Si os arrancan un diente, presagio de afrenta; ai 
en dicha operación no fluye ni una sola gota de sangre, presa­
gio es do muerte; verse los dientes más hermosos de lo que son
113
rc:ilulíltl. im s i-u iiiimcnlu; se caí- un dimite, pérdida de uno 
ili lo. pai ii'iili uno de ellos sobrepuja a los demás, sufriréis 
di-e.iaeia; en vue.-Ira familia.
' I h l ig i ar ia . - -V iajar en ella, retardos perjudiciales en los 
nepoeii.. c o r r e r detias. falla de trabajo por mucho tiempo; ver­
la |.a ar, mai i ba de grnti , (pie odiamo.,; vuelco, sin (pie os estro­
pee. lopro en las empresas; mas si os oeasio .a alguna Herida o 
la muelle, sobrevendrá alguna eataslrofe.
« . - - Kneontrado, tristeza y pérdida; perdido, felices 
negocio.'; verle sin tocarle, dolo y colera; contar, provecho.
/box. -Rogar a Dios, consuelo; hablarle, dicha; recibir su 
liendieioii. prosperidad invariable.
P i s r a r x o. Tiempo perdido, caso (pie se escuche; si se pro­
nuncia uno ya sea favorable ya contrario al prójimo, obraremos 
rontrn nosotnx mininos.
p ix n la e in a . . h'i'liz empresa.
p i x / i a l a . l-lntre mujeres, celos; de hombrea penas. 
p u l , liria. - ITccaria salud, «pie reclama curiosos cuidados.
Ptimiiii / i i . Kn es te dia son infrucft........ cuantos proyectos
.se s ue n e n .
PiitirriUi. - Deleite.
P a r a d o x . beneficios.
P r a g á n . I ' t i l p r o t ec t o r .
P r a g a . - C t ia l ip i ie r d r u p a e s b u e n a de v e r y s a l u d a b l e de
tomar. , ,, , ,
prn ii ir i l i ir i i i . Incalculables bienes; hallarse montado en el,
cercana elevación; si es muerto, fatal nueva.
P a ir e s . — Engañosas felicidades, tristezas, falsas adulacio­
nes, amor pérfido.
P a n . Con una mujer, cortejadla y saldréis ron la vues­
tra ; con un hombre, desconfiad de el.
E b r i a ._ Sobar hallarse ebrili, salud y riqueza; estar bo­
rracho sin haber bebido vino, es un signo fatal, debiéndose a mas 
cuidar de no cometer la más mínima acción irregular; haberse 
alterado con vino peñeróse, pronostica la amistad provechosa de 
un pran personaje; hallarse ebrio y vomitar, pérdida de *us bie­
nes por la fuerza o por el juepo; si se sueña hallarse fuera de 
sí por el apua, lisonjearáse vanamente de ser rico y pozar de 
altas protecciones; ver a un hombre borracho, locura.
E c l i p s e .__Solar, considerable pérdida; lunar, lipero perjui­
cio.
E o o. — Sordera. , . . , . ,
E j é r c i t o . — Victorioso, excelentes pronósticos; vencido, fata l
agüero. . ,
E l e f a n t e . — Ver uno, temor y pelipro por las riquezas; d a r­
le de comer o de beber, poderosa protección; montarle, suceso
' E lo g i a r . — A alguien, inútil lisonja; ser elopiado, perjudicial 
■engaño.
E m b a r a z o . — Presagio de felices resultados.
114
Emboscada. — Precauciones que tomar.
Empeine. — Riqueza.
Empresa. — Soñar se concibe una gran empresa, recelad por 
la que tengáis entre manos o por la siguiente.
Enclenque. — Concentra la tristeza.
Enemigo. — Desconfianza y peligro.
Enfermedad. — Tristeza y esclavitud.
Ensalada. — Comer, penas y dificultades en los negocios; 
enfermedad al que la come.
Enigma. — No pretendáis escudriñarle, puesto que con él 
os arman un lazo.
Entierro. — Soñar ser enterrado vivo, signo de larga mise­
ria; acompañar a un muerto al sepulcro, puédese confiar con una 
ventajosa unión.
Entrañas. — Descubiertas y palpitantes, buen pronóstico; 
verse uno mismo las suyas, triste nueva o luto para alguno de 
vuestros más íntimos amigos.
Escalada. — Victoria.
Escalera. — Subir, dignidades; bajar, tormentos.
Escándalo. — Suerte favorable.
Escantillón. — Desmesurada grandeza.
Escarola. — Comer, disgustos y contrariedades en los ne­
gocios.
Escorpión. — Desazones promovidas por gente ambiciosa.
Escribir.— Una carta, noticias; un memorial, acusación.
Escrito. — Seguridad. •
Escuela. — Encontrarse en ella, recibiréis una lección; ir, 
laudable modestia; conducir a los niños, daréis buen ejemplo.
Esfuerzo. — De cualquier clase que sea, indican un trabajo 
inútil. .
Eslabón. — Lustre y esplendor pasajero.
Esmeralda. — Próspero porvenir.
Espada. — Traición para el que la ve; poder para el que 
la tiene; peligro mortal para el que es herido.
Espaldas. — Verse las espaldas, desdicha y anticipada vejez; 
soñar que tidne fracturadas las espaldas o llenas de heridas, 
vuestros enemigos os dañarán o se reirán de vos; tenerlas hin­
chadas, riqueza; magulladas, displicencia; carnosas, prosperidad.
Espárragos. — Verlos arrancados, triunfo en alguna em­
presa.
Espectáculos. — Agüero favorable, por lo que hace al logro 
de los negocios.
Espectro. — Desgracias considerables.
Espejo. — Traición.
Esperinques.— Ganancias para eí que los ve en el mar o 
río; pérdidas, para el que los come.
Espía. — Vergonzoso oficio.
Espinas. — Rencillas entre vecinos.
Esponja. — Avaricia y mala fe.
Esportillero. — Socorro y protección.
Esqueleto. — Horror; si se os aproxima, no está lejos vues­
115
tra muerte; si os habla, no escuchéis los consejos que os diere.
Estandarte.— Desplegado, peligro; ser portaestandarte, cer­
canos honores. ’
Estatua. — De mujer, corazón insensible; de hombre, tris­
teza; verla caminar o hacer movimientos, vuestro espíritu se 
hallará agitado por algún siniestro suceso; la oís hablar, rogad 
por vuestros parientes difuntos.
Estanque. — De agua clpra, amistad y reconocimiento; tur­
bia, penas y engaños; con grandes peces, aumentode fortuna; 
si dichos peces son muertos, robo o quiebra.
Estilete. — Noticia de personas ausentes.
Estornino. — Cantar, pasajero disgusto; verle, placer.
Estornudo. — Larga vida. '
Estrangular. — A alguien, logro sobre vuestros enemigos.
Estrellas. — Brillantes, logro; pálidas, desgracias; en una 
casa, peligro de muerte para uno de sus habitantes; que se des­
prenden del cielo, adversidades.
Estribos. — Viaje.
Estropeado. — Desazones suscitadas por los parientes.
Estudio. — Durable y tranquila felicidad.
Excusas.— Cuantas pretendan darse, tantos engaños tra­
mará. _ .
Evangelio. — Su lectura indica la calma de la conciencia.
Fábula. — Recitarla, sencillez en sociedad; componerla in­
vención que tan sólo aprovechará a su autor.
Factor. — Noticias de una persona ausente.
Faisán. — Salud y gloria.
Fajar. — Pequeño logro.
Falta.— Cometer alguna, cuidad vuestros asuntos; una per­
sona que apreciáis la comete, depositad enteramente en ella to­
da confianza.
Familia. — Encontrarse en su sueño, placeres entremezcla­
dos de disgustos.
Familiaridades. — Usarlas con otro, desconfiad de vuestra 
conducta con él; ser objeto, se os engaña.
Fantasma. — Blanca, alegría y honores; negra, penas y tra­
bajos.
Farmacéutico. — Desconfiad de un usurero o de un descor­
tés. _
Fatiga. — El que sueña experimentar una gran fatiga, 
aguarde una justa recompensa de sus trabajos.
Fauno. — Deshonestidad y fisga.
Favores. — Solicitarlos de un gran personaje, tiempo per­
dido, que debiera aprovecharse; pretenderlos de una linda mu­
jer, los cederá a otros y os despreciará a vos; recibirlos de una 
querida, íntima alegría, pero de corta duración.
Féretro. — Os invita a que cambiéis de conducta cuanto más 
pronto mejor.
Festín. — Placeres costosos y funestos.
US
Fiesta. — Corto perjuicio para el que la da; pasajera ale­
gría para el que a ella asiste.
Finiquito. — Presentarlo, dudoso reembolso de fondos, os lo 
presentan, pago incierto.
Flauta. — Cuestión y pérdida de pleito.
Flechas. — Penas para el que las oye silbar, desgracia para 
el que se encuentra herido.
Flores. — Verlas, poseerlas o percibir su aroma en la es­
tación correspondiente, amores y placeres; pero en tiempo irre­
gular, si son blancas obstáculos a vuestros proyectos; si amari­
llas, fatal logro en las empresas; si encarnadas, confiad; coger 
las flores, provecho; recibirlas, amor.
Floresta. — Enredo amoroso.
Fortaleza. — Esclavitud.
Foso. — Saltarle, indicio de salvarse de alguna maledicen­
cia.
Freír. — Ver, tramas; freir algo, enredos mujeriles; comer 
frito, pérdida de bienes.
Frente.— Una hermosa frente, anuncio de espíritu; espa­
ciosa, perfecto juicio, y denota igualmente riqueza; verse la 
frente de cobre, bronce o acero, indica se tiene un odio eterno 
para los enemigos; soñar hallarse herido en la frente, cercana 
pérdida pecuniaria; frente abultada y carnosa, predice la elo­
cuencia, la fuerza y la constancia.
Fresas.— Inesperado lucro.
Frisar. — Peligro.
Fritada. — Parlería mujeril.
Frutos. — Todos anuncian el placer, si se hallan en sazón, 
y los disgustos, si están pasados.
Fuego. — Cólera y peligro; produce llama, disipación; se 
halla ya apagado, pobreza; si una mujer lo enciende fácilmen­
te, tendrá a su tiempo oportuno hermosos hijos; no puede en­
cenderlo sino difícilmente, vergüenza le aguarda; os quemáis, 
.fiebre; lo manejáis sin estorbo alguno, logro en las empresas.
Fuente. — De cristalinas aguas, alegría y provecho; turbias, 
pérdidas y tristeza; bebéis en ella con pena, pronóstico de un 
cambio de estado o de habitación; se agota su manantial, presa­
gio de pobreza y muerte; fluye en abundancia, confiad ser rico 
y dichoso.
Fusil. — Cólera.
Fusilar. — Ver fusilar a alguien, suceso escandaloso; si os 
fusilan, inesperada desgracia. '
Galantería. — Ser galán, perfecta salud; si la que sueña es 
mujer, prosperidad; si una joven, inconstancia.
Galeote. — Audacia feliz.
Galopar. — En un caballo negro, lazo de que os libraréis; 
en un caballo castaño, infructuoso trabajo; en uno blanco, fá­
ciles placeres.
Gallina. — Que cacarea, fuertes disgustos; que pone, prove­
cho; cercada de sus polluelos, pérdidas.
117
Caito. —«Su cunto, noticia próspera, sus combates riñas.
Canto. — Lo matáis, saldréis con la vuestra.
Carnaza. — Cazarla, ventajosa celeridad en los negocios; 
matarla, inspira temores.
Cantillos. — Guardados, si uno para los ricos dte vergüenza en 
cuestiones familiares; para los pobres, consideraciones y bene­
ficios.
Canaria. — Lícita, confianza de dinero; ilícita, pérdida pe­
cuniaria.
Ganapán. — Socorros y protección.
Cangrena. —.Pérdidas de amigos.
Canso. — El que sueña con dicho animal aguarde una in­
sulsa visita.
Cargakta. — Cortársela, feliz esperanza; admirarla, dicho­
sos amores.
(Jato. —- Traición en vuestra familia o en vuestros amores; 
se halla echado o dormido, no alcanzaréis más que a medias vues­
tros proyectos; riñe o está enfurecido, temed ser robado.
Gemelos. — Lujo e indigencia.
Globo aerostático. — Quiméricos proyectos.
Gobio. — Proyectos para los que le contemplan en el agua; 
pérdidas para el que come dicho pez.
Goces. — ¿Soñáis ser dichoso?... no tardaréis veinticuatro 
horas en experimentar disgustos.
Golondrina. — Plausible nueva.
Góndola. — O acompañaréis un entierro o acompañarán el 
vuestro.
Gordura. — Placeres y riquezas.
Gorra. — Ponérsela, sed prudente en vuestros amorcillqs; 
quitársela, secreto descubierto; aceptar una, próximo lazo de 
amor.
Grama. — Cesación de disgustos, y logro en los negocios.
Graneada. — Sazonada, cercana riqueza; verde, enfermedad 
y tristezas.
Granizo. — Desazones y perjuicios.
Granja. — Confianza para el que Ja ve; presagio feliz para 
el quo en ella entra; prosperidad para el que la habita.
Grosellas. — Comer de blancas, alegría y placeres; de rojas, 
constancia; de negras, término de una rabia efímera.
Grulla. — En verano, llegada de enemigos o de ladrones; en 
invierno, mal tiempo.
Guante. — El que sueña trae buenos guantes, será feliz; el 
que lo contrario, experimentará mil incomodidades.
Guardia. — Recurrís a la guardia, tomad ánimo; hacéis al­
gún prisionero, desconfiad de alguna dañosa torpeza; si os detie­
ne, buena señal; si está patrullando, sufriréis una pérdida in­
significante.
Guisado. — Indigestión.
Guisado de liebre. — Chismerías mujeriles.
Guisantes. — Comerlos, dicha y expedición en los asuntos.
118
Guitarra. — Protección amorosa para el que canta acompa­
ñándose con dicho instrumento.
Gusanos. — Acérrimos enemigos.
Habas. — Riñas y pleito.
Habichuelas. — Calumnias y vituperios.
Hacha. — Presagio funesto es su aparición.
Hada. — Encuentro con una mujer que os seducirá, y su 
coquetería no dejará de daros bastante que sentir.
Hambre. — Padecer, industria de seguido éxito; satisfacer­
la, permanente prosperidad.
Harina. — Muerte en la vecindad.
Harpa. — Curación y consuelo.
Heno. — Fatal accidente.
Herida. — Producida por una espada, logro; por un desco­
nocido, penas; por un lobo, perfidia; curáis una herida, favores 
correspondidos con ingratitudes; herir a alguien, infundados re­
celos.
Hermano. — Sucesos varios.
Hidropesía. — Ser hidrópico, moderación en los gastos; si 
fuere mujer, concebirá por medios reprensibles.
H i e l o . — Soñar con él en el invierno, no nos indica cosa al­
guna, puesto que sólo es un recuerdo de lo que tanto nos ator­
menta en aquella ocasión; pero si fuere en otra, presagia buena 
cosecha a los campesinos; a los comerciantes estorbos en los 
negocios, y disgustos sin cuento a los militares.
Hierro. — Signo fatal; rojo, efusión de sangro.
Hierro viejo. — Más ruido que nueces.
¡ligado. — Enfermo, seco o quemado, fortuna y vida en pe­
ligro; dar con el hígado de un enemigo, victoria; encontrar ei 
hígado de un animal cornudo, pronóstico de riquezas y herencia 
de grandes personajes.
Higos. — Verlos durante su correspondiente estación, dicha 
futura; en otra estación, sensibles penas; comerlos, seréis un 
malgastador; secos, se halla en peligro vuestra fortuna.Hijo.— Pérfida proposición; verle amamantar, grave enfer­
medad; pero caso que la esposa del que sueña estuviere encinta, 
indica una quebrantada salud para el infante que dará a luz; si 
fuere una mujer la que sueña, le pronostica que parirá una ni­
ña, o tendrá una contrariedad; ver y hablar a muchos infantes 
a la vez, gravamen.
Hilillos. — Señal de lluvia.
Hilo. — Miseria.
Hisopo. — Ver, tener o percibir, trabajo y penas; pero feliz 
presagio para los médicos.
Hoguera.— Irreparables faltas.
Hojas. — Fatal pronóstico.
Hombre. — Vestido de blanco, dicha; de negro, desgracia; 
asesinado, seguridad; armado, desazones.
- Homicidio. — Daño mortal.
Hongos. — Próspera salud, larga vida.
119
Horca. — Alcances ciertos.
Hormigas. — Abundancia.
Homo.— Indicio de comodidad, si está encendido; de indi­
gencia, si apagado.
Horquilla. — Persecución.
Hospital. — Miseria.
Hoz. — Fatal agüero.
Huevos. — Blancos, dicha; rotos, contiendas; frescos, buena 
noticia.
Humareda. — Dañosa ostentación.
Iglesia. — Noticia de muerte; edificarla, regocijo; entrar en 
ella, beneficencia; rogar, consuelo.
Iluminaciones. — Regocijos, si van apagándose, lloros y cui­
dados.
Imagen. — Toda imagen pintada es falaz; animada, peligro­
sa.
I mpotrncia. — Cercano logro.
Improvisación. — Orgullo literario, que hace se rían de vos.
Incendio. — Peligro mortal.
Incesto. — Ilustración.
Incienso. — Pérfidos aduladores.
Indigestión. — Os invita a la sobriedad en la próxima co­
mida.
Infierno. — Modere su conducta el que le perciba.
Ingenio de azúcar. — Sensibles disgustos, engaños.
Ingleses. — Amigos pérfidos; acérrimos acreedores.
Inquietud. — Sufrir, invita a la confianza; motivarla, anun­
cia algún peligro.
Insensato. — Soñar ser un insensato, te regarán y vivirás 
largo tiempo. '
Insolencia. — Ser insolente con alguien, le pagará éste con 
la misma moneda; ser el blanco de un insolente, guárdese si no 
quiere ser culpable.
Insomnio. — Soñar hallarse en insomnio, próximas tribu­
laciones.
Instrumentos. — Músicos, consuelo, alegTÍa, curación de en­
fermedad. - ' ' "
Intestinos. — ¿Salen de vuestro cuerpo? Alguien se alejará 
de vuestra casa por alguna fuerte riña; ¿soñáis comer? here­
daréis de un criado; ¿soñáis comer los de otro? enriqueceréis 
con los bienes ajenos.
Inhumación. — Luto y miseria.
Inundación. — Catástrofe.
Inventario. —- Quiebra.
Jabalí. — Victoria para el que lo mata; daño para el que 
le ve.
Jabón. — Enredados negocios, que se van simplificando.
Jarabe. — Glotonería fatal para el que lo bebe.
Jardín. — Aumento de fortuna.
120
J a u l a . — S in p á j a r o , a n u n c i a p r i s i ó n ; con é l , l i b e r ta d .
J i n e t e . — S u c a í d a a n u n c i a a l g ú n p e r ju i c io .
J o y a s . — Si poseé is , no os d e s h a g á i s de e l l a s ; s i os e x c i t a n , 
a p a r t a o s p r o n to .
J a b ó n . — B la n c o , f r u s t r a d o s d e s e o s ; d e j a r l o q u i t a r , a m o r 
f u n e s to .
J u e g o . — P é r d i d a de a m i g o s ; p e r d e r e n el ju e g o , cam b io v e n ­
t a j o s o d e posic ión .
J u e z . — .Malic ia y p e r v e r s i d a d . ¿ E s v e r d a d e r a m e n t e c u lp a b le 
el qu e s u e ñ a ? , t o l e r a n c i a ; e j e r c e r la s f u n c io n e s de ju e z , d i s g u s ­
to s y f r a c a s o s . ¡ ■
J u g u e t e s . — T r a v e s u r i l l a s q u e no d e j a r á n de p e r j u d i c a r o s .
J u i c i o . — E n c o n t r a r s e e n ju ic io p o r c a u s a p r o p i a o de o t ro , 
p r e s a g i o de a s u n t o s c o m p l ic a d o s q u e r e c l a m a n todo v u e s t r o t a ­
l en to y c u id ad o .
J u m e n t o . — H e r m o s o y b ie n e n j a e z a d o , c e r c a n a u n ió n co n 
u n a m u j e r l i n d a y jo v e n , con la qu e s e r é i s f e l i z ; f l a c o y en pelo, 
c o n c u b in a q u e os a r r u i n a r á .
J u r a r . — -S i lo h a c é i s en sueño , g u a r d a o s d e ello en soc iedad .
J u s t i c i a . — Si os p e r s i g u e , a l c a n z a r é i s p l a c e n t e r o s a m o r c i ­
llos.
L a b e r i n t o . — S e c re to d e s c u b ie r to .
L a b i o s . — E n c a r n a d o s , p e r f e c t a s a l u d ; p á l id o s , q u e b r a n t a d a .
L a b r a d o r . — F o r t u n a p r ó s p e r a . ■
L a d r a r . — - C la m o r s in p e r ju ic io .
L a d r ó n . — P r e s a g i o f e l iz p a r a c u a l q u i e r e m p r e s a .
L a g a r t i j a . — - D e s g r a c i a s o c a s io n a d a s p o r f a l s o s am ig o s .
L á m p a r a . — E n c e n d i d a , p a s io n e s y s u f r i m ie n to s ; a p a g a d a , 
p r e m a t u r a ve jez .
L a m p a r i l l a . — Lo m is m o q u e lo a n t e r i o r .
Langosta.— M ú s ic a in su l s a .
L a r d o . — C o m e r de f r e s c o , v i c t o r i a ; de sa la d o , p e n a s ; c o r ­
t a r l e , p é r d i d a de u n p a r i e n t e o am igo .
L á t i g o . — D a r con él, d e s a z o n e s p a r a s í m i s m o ; r e c ib i r l a ­
t ig a z o s , r e g o c i jo s p a r a o t ro s .
L a u r e l . — L o g ro p a r a los h o m b r e s , h i j o s p a r a los c a s a d o s ; 
m a r i d o s p a r a l a s so l t e r a s .
L e c h e . — A m i s t a d de m u j e r .
L e c h o . — H a l l a r s e e n c a m a p e l i g i o ; u n a c a m a bien a r r e g l a ­
d a , v e n t a j o s a posic ión .
L e c h u g a . — D i s g u s to s y e s to rb o s en los negocios .
L e e r . — F a v o r a b l e n o t ic ia .
Legumbre. — S e a n c u a l e s fueren, denotan d isc o rd ia .
L e j í a . — H a c e r l a , e s c la v i tu d , ca so qu e sea r ico ; v e n t a j a s si 
f u e s e p obre .
L e n g u a . — H a b l a d o r a , n e c e s a r i a r e s e r v a ; l a r g a , l l a n to s ; v o ­
lu m in o s a , b u e n a seña l .
L e n t e j a s . — D e p r a v a c ió n .
L e ó n . — V e r u n león, a u d ie n c i a con un r e y o a l to p e r s o n a ­
j e ; b a t i r s e con u n león, ind ic io de u n a c e r c a n a l u c h a con u n e n e ­
121
migo temible; vencerle, indudable victoria; mentar un león, pro­
tección respetable; soñar temer a un león, temed la cólera real; 
comer carne de dicho animal, esperar altas dignidades; la piel 
del león, próxima opulencia; verle correr, locura.
Leona. — Dicha familiar.
Leopardo. — Daños varios; dicha y desgracia sucesiva; la­
zos tendidos.
Liebre. — Favorable adquisición. ,
Lienzo. — Blanco, casamiento; colorado, fallecimiento.
Ligas. — Dolencia.
Limón. — Disgustos y adversidades.
Limosna. — Hacerla, dicha; recibirla, desgracia.
Limosnero__ Acceso de religión.
Limpiabotas. — Cercano pleito.
Lio. — Falsedad.
Lirio. — Ver un lirio, percibir su aroma, o poseerlo durante 
su correspondiente estación, feliz agüero; en tiempo irregular,, 
vanas esperanzas.
Lobo. — Avaricia, perfidia, crueldad. Si se sueña vencer a 
un lobo, domaremos a un enemigo que tiene todas las cualida­
des de dicho animal. Ser mordido por un lobo, un cruel enemigó­
nos vencerá.
Loco. —'Soñar ser loco, dicha y protección de los grandes, 
para el hombre; nacimiento de un hijo que llegará a hacerse cé­
lebre, para la mujer; cercano enlace, para la soltera.
Locura. — Favores, salud, alegría.
Lodo. — Caminar por el lodo, miseria; enlodarse, enferme­
dad.
Luna. — Verla, reticencia en los pagos; las penas afligen 
al que ve su pálido resplandor; si fuere opaca, trae desgracias.
Luto. — Tribulaciones.
Luz. — Buen presagio; muchas a la vez, provecho.
Llaga. — Fatales negocios.
Llanuras. — Ventajas.
Llave. — Perderla, indicio de cólera.
Lloros. — Consuelo.
Lluvia. — Dulce, es decir, sin vientos, tempestad, etc., ganan­
cia y provecho para ios labradores; pero es pérdida o malogro 
de mercancías para los comerciantes. Se deshace el cielo en agua, 
pesares, disgustos, daños y pérdidas, peropueden los pobres 
augurar calma, confianza y mejoría de fortuna.
Macho cabrio. — Amor criminal.
Madera. — Verse el busto de madera, larga vida.
Madre. — Felicidnd nara el que sueña con su madre; per­
manecer a su lado, seguridad; hablarla, feliz nueva; verla muer­
ta, peligro personal o de intereses. •
Malva. — Fin de tristezas y expedición en los negocios.
Manchas. — Melancolía.
Manguito. — Riguroso invierno.
Mano. — Tener las manos más lindas de lo que es .egular.
122
logro en los negocios y amor de la familia; ver quemar, secar o 
cortar la mano, pronostica al hombre la pérdida de su más fir­
me apoyo, y a la mujer la dé su marido o de la razón; si al­
guien sueña que su mano ha disminuido de volumen, tema la in­
fidelidad y la cólera de los suyos; soñar que se trabaja con la 
mano derecha, signo de dicha; con la izquierda, infelicidad; una 
mano velluda, tedio y prisión; unas manos blancas y frescas, 
anuncian la amistad entre los pobres, y la ociosidad entre los 
ricos; tener muchas manos, dicha y poder; pero a los ladrones 
este sueño les indica que serán detenidos y condenados; coger el 
fuego con la mano sin quemarse, se vencerán cuantos obstáculos 
se presenten; a fin de salir garante en las empresas; batir a al­
guien mano a mano, cabal acuerdo con su mujer, y riña amoro­
sa si es soltero; una mujer da con la mano a su marido, ésta 
desconfía de él, no obstante el amor que le profesa; es su aman­
te el que le azota, no durarán mucho sus amores; contemplar las 
manos, dolencias.
Manteca. — Comerla, alegría entremezclada con disgus­
tos; azotarla o comprimirla, guardarse de demostraciones de 
amistad.
Manteles. — Limpios, orden y buena conducta, que (^indu­
cen a ser dichoso; sucios, desorden y perjudicial comportamiento.
M a n z a n a s . — Comer de dulces, alegría y placeres, parti­
cularmente para las mujeres y las jóvenes; comer de ácidas, 
disputas y sedición.
M a ñ a s . — Ser el objeto de los artificios de una linda mu­
jer, contrariados amores; serlo de una vieja, fatalidad en las 
empresas amorosas.
M a r . — En calma, auxilio de pariente?; alborotada, peli­
gro; caer en el mar, fatal accidente.
M a r c h i t a r a . — Sufrirla o atribuirla a otro, invitación se­
creta a vigilar escrupulosísimamente todas vuestras acciones y 
las de los sujetos con quienes estáis en relación.
M a r f i l . — Pensamientos de joven mujer.
M a r i p o s a . — inconstancia.
Marisco. — Vacío, pérdida metálica o de tiempo; lleno, cer­
cano logro.
Mármol. — Riña o contienda.
M a r m o t a . — Pereza e indigencia.
M á s c a r a . — Hipocresía.
Matadero. — Encontrarse en un matadero desprovisto, in­
dica un peligro del que nos afligiremos sin razón. Ver matar en 
él algunos animales, feliz pronóstico, caso que fluya la sangre 
en abundancia; de lo contrario, témase una fucile catástrofe.
M a z o r c a . — Kfímera dicha.
M e d i a s . — De algodón o de hilo, mediana fortuna; de seda, 
pobreza; si se las quita dinero que recibir; destrozadas, enga- 
ño~a opulencia.
Medicina. —Tomarla, miseria; suministrarla, provecho.
Mejorana.—Ver, poseer o percibir su olor; labor y triste­
zas, empero buen presagio es para los médico?.
Melón. — Vanas esperanzas, curación de enfermedad.
Merlo. — Dolencia y cuidados. .
Mesa. — Cubierta, abundancia; desprovista, fortuna en pe­
ligro.
Miedo. — Tener miedo, debe procurar el descanso; promo­
verlo, invita a tener ánimo en una próxima ocasión.
Miel. —iPlacer y prosperidad.
Miescs. — Prosperidad en el comercio.
Mijo. — Pobreza.
Milagro. — Acceso de locura.
Militar. — Vana esperanza.
Mirto. — Declaración amorosa.
Misa. — Oirla, satisfacción interior; celebrarla, cesación 
de cuidados; misa cantada, imponderable alegria.
Mitología. — Muy poco placenteras son las apariciones de 
sus personajes.
Mochuelo. — Tristeza.
Molino. — Parado, vida monótona y triste; en movimien­
to, existencia feliz y anhelada.
Mondadientes. — Fatal presagio.
Moneda. — De oro, mortificación; de cobre, rápida fortu­
na; de plata, bienestar; hacer de falsa, vergüenza y castigo.
Mono. — Ratería.
Montaña. — Largo viaje.
Montepío. — Empleos honrosos y lucrativos.
Morcilla. — Hacerla, pena; comerla, inesperada visita.
Mordaza. — Ponerla a un enemigo, éste le desacreditará; 
recibir una, vencerá, no obstante todos los obstáculos.
Mordedura. — Tristeza y celos.
Morir. — Verse agonizando, indicio de un próximo aban- 
dpno. ,
Afoscas.— Importunidades.
Mostaza. — Para los que sean médicos, fatal agüero.
Mudanza de casa.— Fatal nueva.
Muerte. — De hijo, logro; de parientes o de amigos, unión 
o nacimiento; abrazar a un muerto, viviréis largo tiempo; un 
muerto os tira por el vestido, amenaza una fuerte enfermedad; 
un muerto en un ataúd, indigestión; presencias la muerte de 
un anciano, no tardaréis en llorar la de un pariente, amigo, 
querida o esposa.
Mujeres. — Ver una mujer, dolencia; muchas a la vez, ca­
lumnia; una rubia, feliz suceso; una morena, enfermedad; em­
barazada; noticia favorable; desnuda, muerte de algún parien­
te; oirla sin verla, partida. *
Mulato.— Ver un mulato, gloria, y dicha; a una mulata, 
peligrosa enfermedad.
Muletas. — Pérdida en el juego, para el que anda con ellas;, 
verlas solamente, dolencias; romperlas, próxima curación.
Mulo. — Malicias y tribulaciones.
Multa. — Pagarla, lucro.
Murciélago. — Negro, aflicción; blanco, regocijo.
124
M u r o s . — Cuestiones familiares.
M ú s i c a . — Consuelo.
M u s l o s . — Quebrados, morirá en viaje, si es un hombre 
el que sueña; si fuera una soltera, casará con-un extranjero, o 
vivirá lejos de su familia; si una casada, enviudará; ver los 
blancos y hermosos muslos de una mujer, salud y dicha eterna.
N a b o s . — Verlos o comerlos, vana esperanza; si el que los 
sueña está enfermo, curación.
N a l g a s . — Verse las propias, infamias; las de una mujer, 
lujuria.
N a r a n j a . - — Herida y dolor.
N a r i z . — Disforme, libertinaje; abultada, infidelidad; cha­
ta, fornicación.
N a i p e s . — Pérdida metálica y tontería. '
N a v i o . — Hallarse en él, si el mar se halla tranquilo, ale­
gría y seguridad en los negocios; y lo contrario, si agitado; 
hallarse en un navio náufrago, daños inminentes, fortuna in­
cierta; si el soñador fuere un prisionero, no tardará en alcan­
zar la libertad; el aparejo de un navio anuncia noticias de 
vuestros deudores o de los corresponsales. _
N e g o c i o s . — Hallarse abrumado por los negocios, felicidad 
inesperada; salirle bien, contrato matrimonial; ir mal los ne­
gocios, pronóstico de algún cambio favorable.
N e g r o . ■— Tristeza.
N i d o . — Encontrar un nido de pajarilla, aumento de fami­
lia; de orugas, disgustos; de serpientes, calumnias.
N í s p e r o . — Pereza y dejadez.
N u b e s . — Discordias. .
N u d o s . — Estorbos.
N u e c e s . — Disensiones y dificultades.
N ú m e r o s . — Soñar, sin recordarlos, fracaso; tino, engaño­
sa sociedad;-dos, dañosos intentos; tres, consulta de abogados; 
cuatro, disputa de entidad: cinco, pena inútil; si exceden a este 
último, ilusiones.
Obelisco. — Grandor y riqueza; encontrarse en uno, envi­
diable adquisirón. . '
O b i s p o . — Poderoso protector.
O d i o . - 'id-ar en sueño a alguna persona, ésta os aborrece.
Ol'iriiil. Servicios mal recompensados.
(>¡or. -Helios, alegría; enfermos, faltas, de las que no de­
jará, do arrepentirse; amorosos, infidelidad de imii'-¡-; sniutos, 
daño propio o para la familia; cerrados, insta desconfianza, 
perdidos, desgracia mortal p;u-a un hijo.
Olirar.— Marido para las solteras; hijos para las casadas; 
fortuna para los hombr.-s.
Olores. — P re s u n c ió n .
Ombligo. — Peligro, lazos, acusación.
11/., roción. — Verla practicar, pérdida-de amigo; -ufriija 
p ni'nn de bienes. '
125
Orejan. — Tapadas, si el que sueña es hombre, tiranía do­
méstica; si mujer, descaro; el que las limpia, tiene fieles servi­
dores; orejas largas, fortuna de un amigo; acortadas, seréis 
engañado.
Organillo. — Tocar o ver tocar organillo, fallecimiento de 
unpariente.
Organo. — Su sonido indica io mismo que el término ante­
rior.
Orinar. — Florida salud; bcberlos, terminación de enfer­
medad.
Oro. — Signo de inútil ambición, o de reprensible avaricia.
Ortigan. — Traición.
Oruga. — Desazones promovidas por los ambiciosos.
Osamentas. — Travesía e inevitables disgustos.
Ono. — Persecución, si os embiste; logro para el que sólo 
lo ve correr.
Orejan. — Dicha para el que se cree cercado; tristeza, si 
las ve matar; desgracia, si reñir.
Padre. — Dichosa esperanza para el que ve al suyo.
Padrino.— Anuncio de bautismo o de boda.
Paja. — Recogida, abundancia; desparramada, miseria.
Pujaron. — Alegría y provecho; agarrarlos, desuzones; ma­
tarlos, desgracia; perseguirlos, lazos que os arman vuestros 
enemigos y rivales; se aproximan volando hacia vos, temed al­
guna quiebra; cantan, folia éxito; todo pájaro de noche o de 
rapiña es do fatal agüero; volverse pájaro, cambio de fortuna.
Pujarían. — Riqueza.
Palaeio. — Inquietudes, para el que se dirige hacia él; con­
veniencias, pura el que lo habita.
Palangana. — Llena, dinero; vacia, deudas.
Palmera. — Casamiento, para las solteras; logro y dignida­
des, para los hombres.
Pato--- Poseerlo, tristeza; apoyarse en él, dolencia; dar
de palos, beneficios; recibirlos, cuestiones con las autoridades.
Palomas. — Amores y castos placeres.
Pan. — Comer de blanco, provecho para el rico, perjuicio 
para el pobre; de moreno, lucro para el pobre, y pérdidas para 
el rico; comer pan de cebada, salud y regocijo.
Pantano. — Trabajo y pobreza.
Papa. — Dicha en el otro mundo.
Papilla. — Comer, provecho.
Paraguas. —iProsperidad momentánea.
Paraíso. — Castos placeres.
Pared. — Os impide el paso, sensibles penas; las vencéis, 
regocijos.
Párpados.— Abiertos, aprecio general; y lo contrarió, si 
fueren caídos.
Parral. — Abundancia.
Partea sexuales. — Tenerlas sanas, gozan de salud los pa­
rientes, y alcanzaréis nuevos bienes; enfermas, predico lo con­
126
trario; lo propio debe entenderse para la mujer; tener dichas 
partes mayores y más vigorosas que los demás, presagia al hom­
bre, fama, fortaleza, y hermosos niños; a la mujer, justa re­
pute ión y una linda hija; si una mujer soñara ser hombre, 
tendrá un hijo, honor de su familia; sueña un hombre ser mu­
jer, temía la infamia; verse extirpar las partes, pronóstico de 
cercana muerte o de pobreza para el que sueña, o para sus 
hijos; soñar aumentar de volumen, alcanzaréis grandes honores, 
y tendréis un hijo virtuoso y célebre; si lo contrario, temed por 
vuestra posición social, y no extrañéis la desdicha o una en­
fermedad de vuestros hijos; exponer sus partes a Ja vista pú­
blica, anuncio de'persecuciones por la justicia, y sus castigos; 
tener las partes herniadas, será víctima de sus enemigos, y 
tendrá hijos enfermizos.
Parto. — Asistir a un parto, cercana fortuna, proporciona­
da al número de recién nacidos que se hubieren visto en tal 
sueño; laborioso o mortal, se frustarán todas ias esperanzas; 
feliz, prosperidad; si una mujer sin estar embarazada soñara 
dar a luz a una niña, placeres entremezclados de dolores.
Paseo. — Alegría seguida de tristeza. _
Pastelería.— Fabricación, alegría y provecho; comerla, pla­
ceres y atenciones.
Pastor. — Su aparición predice veléis vuestros intereses.
Patizambo__ Desconfiad de un falsario.
Pavo. — Perversidad de pariente o de amigo.
Pavo real. — El hombre al que se le aparezca dicha ave 
tendrá una linda esposa, la mujer un buen marido, y los casados 
hermosos hijoé. ^
Peces. — Abundancia, si fueren grandes; si pequeños, es­
casez para el que les viere pescar; ser comido por los peces, 
fluxión, catarro, melancolía; ver o encontrar a los peces muer­
tos, vanas esperanzas; la mujer encinta que cree ver parir un 
pez, dará a luz un infante mudo, o que no vivirá mucho tiempo.
Pecho. — Tener un pecho bien conformado, salud; velludo, 
lucro para el hombre, pérdida de marido para la mujer; un 
amigo os traspasa el pecho con una espada, presagia a los an­
cianos fatales nuevas, y a los jóvenes amistad.
Pedo. — Oírlo, humillación; hacerlo, disputas.
Pinar. — Signo peligroso.
Peinar. — Pleito y chasco.
Peligro. — Correr, feliz suceso; evitarlo, fundada descon­
fianza.
Pelota. — Jugar, cercano cobro; verla botar, tardanza del 
mismo.
Peluca. — Reumatismo crónico.
Peluquero. — Elegante, prosperidad; sencillo, deshonor. 1
Péndula. — Aprovechad el tiempo.
Peras. — Sazonadas, regocijo y placeres; ácidas o salvajes,, 
lo contrario.
Perdiz. — Amorcillos.
Peregrino. — Viaje.
127
Perfumes o aromas. — Licenciosos placeres.
Perla. — Tristeza. .
perro. — Emblema de fidelidad; si duerme, no temáis; si 
corre o ladra, cuidad de vos o de los de la familia; gruñe-a 
vuestros pies, dolencias que os ocasionan dispendios; riñe con 
algún perro, temed algún lazo; ante un gato, tendréis disputas; 
acompañado de una perra, libertinaje.
Pescar. — Con caña, pobreza; con redes, mudanza de 
tiempo.
Peste. - - Fortuna mal adquirida, que se procura enmendar. 
Pichones. — Felices sucesos.
Piedras. — Desazones. .
Piernas. — Vigorosas y bien conformadas, salud y dicha; 
hinchadas o ulceradas, desazones o perjuicios.
Pies. — Cortados, penas; limpios, glotonería; ^raídos, pa­
rásitos; sucios, enfermedad vergonzosa; atados, parálisis; tener 
muchos pies, anuncio de daño para uno de la familia, empero 
es de buen agüero para los mercaderes; quemarse en el pie, 
fatal presagio; soñar que se baila, alegría y amistad; ver o 
torcer los pies a los hijos, placeres, ganancias y perfecta salud; 
lavarse los pies en una fuente, heridas o enfermedad; besar los 
pies a alguien, sumo arrepentimiento o ejemplar humillación; 
ver a una serpiente u otro animal cualquiera al momento de 
picaros los pies, envidia; os lo muerde o hiere el animal, triste­
za; os lavan o perfuman los pies, honores y fidelidad; tener 
fracturado el pie, pérdida, viaje u obstáculos en los negocios; 
ser cojo, deshonor, más si el que sueña se encontrare prisio­
nero, recibirá un digno castigo por sus faltas, si fuere un rico, 
parte de sus bienes serán devorados por las llamas.
Pillería. — Dicha.
Pimienta. — Tacañería.
Pino. — Pereza y dejadez.
Pintar. — Vana alegría.
Piojos. — Dinero.
Pipa. — Disputas para el que la quiebra; triunfo para el
fumador. , . ,
Pirámides. — Grandor y riquezas; hallarse en su cúspide,
fortuna. , ... ., .pisar._El suelo, felices negocios; una cama, dilación de
pago. . ,
Plata labrada.— Comprar, desgracia; vender, logros. 
Plomo. — Mal trato. •
Plumas. — Blancas, alegría; negras, lloros.
Plumazón. — Presagio de opulencia.
Pobres. — Desazones domésticas.
Polillas. — Amigos falsos o criados, de los que con dificul­
tad podrán apartarse de nuestro lado.
Pordiosero. —Ser, confianza de ser dichoso; ver muchos,
•enfermedad. , , x
Pozos. — De agua cristalina, buen caudal; turbia, conside-
128
rabies pérdidas;, sacar agua, casamiento por la dote; caer en 
alguno, injurias y humillaciones.
Pradera. — Encontrarse en una, excelente presagio para el 
pastor o labrador; para los demás, indica obstáculos en los ne­
gocios.
Precipicio. — Signo de desconfianza.
Predicador. — Beneficencia.
Preguntas. — Hacerlas, importuna curiosidad; os las diri­
gen, recelos. • '
Prelado. —‘Cuidadoso presagio..
Principe. — Precario favor.
Prisión. — Entrar en ella, salud; permanecer, consuelo; sa­
lir, peligro. '
Proceso. — Verdadera amistad.
Profecía. — No creáis en ella, si no se manifestara clara­
mente en vuestros sueños; en el caso contrario, aprovechaos 
cual corresponde. '
Profesión. — Inesperada dicha.
Prudente. — Toda mujer que finja ser prudente en sus sue­
ños, cuide serlo en la vigilia.
Puente. — Pasar por un puente, trabajo; si fuese de made­
ra, miedo; caer de un puente, pérdida de la razón.
Puerco. — Ocioso que vive a costa vuestra.
Pueñro. — Revelación de cosas sagradas o cuestiones fami­
liares.
Puerta. — Arresto o afrenta.
Puerto. — Buena noticia.
Pulgas. —■ Disgustos. Reunidas con chinches, piojos, saban­
dijas y otros bichos, dinero.
Pulmón. ■— Enfermoo herido, anhelos contrariados, daños 
varios; sano y voluminoso, amparo, dicha y salud.
Pulpito.— La gloria es para el que sube a él.
Puñal. — Noticias de personas ausentes.
Pústulas----Riqueza.
Quemar. — Ver quemar o arder, en sueños, uno o mu­
chos edificios con viva llama, sin que se consuman, significa 
para los pobres que heredarán de los ricos, y a éstos, que au­
mentará su fortuna; pero si los edificios sucumbieran a las lla­
mas, denota lo contrario, y témanse entonces las desgracias, 
pleitos, deshonra y muerte; ver quemar su lecho, peligro y en­
fermedad; las colgaduras, muebles y ropas, pérdidas e injurias; 
las ventanas de enfrente de nuestra casa, muerte de hermanos; 
si las de detrás, de hermanas; las puertas, considerable pérdida 
para la dueña de la casa; una tienda, ruina comercial; garras 
de tigre, hambre y mortandad; si no se reducen del todo a ce­
nizas, fertilidad y larga vida; ver arrojar públicamente un 
hombre a las llamas, pérdida de mercancías o enfermedad; que­
marse el dedo, envidia y pecado; verso quemar vivo, tedio, có­
lera y disputas.
129
Querella, — Constancia y amistad, de hombre, celos; de 
mujer, tormentos; entre hombre y mujer, próximo amor.
Queso.— Desgracia. '
Quinta----Provista de trigo, rico enlace, logro de pleito
o herencia; indica igualmente fiestas y regocijos.
Ramera. — Honor y provecho.
Ramillete. — Aceptarlo, gozo pasajero.
Rasgón. — Logro, con el auxilio de un amigo.
Ranas:— Indiscreción.
Rapto. — Proposición de enlace.
Ratoneillos. — Disgustos provocados por una infame mujer.
Ratones. — Enemigos ocultos y pérfidos. _
Rábano__ Revelación de secretos o cuestiones domésticas.
Rayo. — Discordia.
Receta. — Anuncia las más veces un impuesto o un retardo 
de cobro. _
Regimiento. — Protección en las empresas.
Regocijos. — Alegría.
Reir. — Presagio de llanto.
Rejuvenecer. — Dicha.
Relámpago. — Pronostica la pérdida de bienes o la muerte.
Reloj. — Os invita a aprovechar el tiempo.
Remos__ Encontrarse en una embarcación y remar, estor­
bos y fatigas; romper un remo, peligro de muerte; ver bogar 
a los demás, buena noticia. _
Rencor. — Tenerlo en sueños a alguien, cuidad disiparlo.
Reptiles. — Falsos amigos.
Requesones. — Lucro y alegría. _ _
Retrato.— Larga vida para la persona retratada; traición 
para el que lo acepta.
Rey. — Su presencia os llama a altos empleos.
Riachuelo. — De agua cristalina, empleo lucrativo y hono­
rífico; turbias, desazones domésticas por los enemigos; cortado, 
pobreza y desgracia; de agua limpia, y que fluye en abundan­
cia, curación de enfermedades; de agua salada, lo contrario a 
lo anterior.
Riña. — Promovida entre dos amantes, casamiento feliz; 
entre amigos, pérdida metálica.
Riñones. — Más rígidos que lo regular, alegría, salud, ca­
samiento y hermosos hijos; flojos, aflicción, enfermedad, pér­
dida de hijos. •
Río. — Nadar en él, próximo daño; encontrarse en un im­
petuoso rio y no poderse libertar, peligros, enfermedades y 
pleitos interminables; ver un río apacible y poco caudaloso, po­
sesión de una linda mujer, o logro de sus anhelos; un río trans­
parente recorre vuestra habitación, poderoso protector; su agua 
es turbia, querellas y desórdenes.
Rival. — Malhadada empresa.
Robo. — Logro para el ladrón; desdicha para el robado.
Roble. — Riqueza y longanimidad.
130
Rocas. — Encontrarse en la cima de un peñasco, preparaos 
para muchas penas; os es imposible descender, pérdida de pa­
riente o de amigo.
Rodilla. — Herida, miseria; cansada, enfermedad; estorbos 
en los negocios para el que sueña se le hincha la rodilla.
Rodrigón. — Estorbo en la marcha.
Romero. — Reputación.
Rosas. — Ver, poseer o percibir su olor en su correspon­
diente estación, buena señal, excepto para los enfermos y suje­
tos oue se ocultan; fuera de tiempo significa lo contrario.
Rosario. — Ceñírselo al cuerpo, provechos.
Rueca__ Pobreza.
Ruedo__ Inconstancia.
Ruido.—Percibirlo, alegría; producirlo, vanidad castigada.
Ruinas. — Su presencia invita al arrepentimiento.
Ruiseñor. — Fingidos amores.
Sabañones. — Deseos libertinos.
Sacerdote. — Ver en sueño a alguno, enfermedad; revestido 
con su sobrepelliz, no tardará el que sueña en confesarse.
Saco. — De moneda, buena suerte; de trigo, bienestar; de 
cualquier otra cosa, desesperada sorpresa.
Sal. — Sagacidad, modestia.
Sala. — Tristeza.
Salmón. — Fatal pronóstico.
Salteadores. — Perderéis algún pariente o parte de vuestra 
fortuna si soñáis os sorprenden.
Salto. — Persecución.
Salvia. — Ver, poseer o percibir su olor, trabajo y triste­
za, empero, es buen presagio para los médicos.
Sangre.— Dolor. Ver su propia sangre, herencia; perder­
la, penas.
Sanguijuelas. — Avaricia y usura.
Sapo. — Miseria.
Sardinas. — Cuestiones internas.
Sama, — Riqueza.
Sastre— Pérdidas que no dejarán de reiterarse.
Sed.—'Ambición desatendida; apagado, adquisición de 
bienes.
Seno.— De una nodriza, matrimonio; de una novia, parto 
feliz; de una joven, dinero, dicha y placeres; enfermo, signo 
mortal para el paciente. Cualquier hombre que sueñe tener pe­
chos, tema el tedio, pues no dejará de ser fatal.
Sepulcro. — Peligro y adversidad.
Sepultura. — Constante desgracia.
Sermón. — Beneficencia, amabilidad.
Serpiente. — Perfidia de hombre, o traición de mujer; vic­
toria para el que la mata; enfermedad o encierro si se enrosca 
y recoge.
Serrallo. — Debilidad de carácter o temperamento.
Serval. — Pereza y dejadez.
131
Sesos. — Comerlos, cercana enfermedad, secársele los sesos, 
muerte. _
Sexo.— Los órganos de ambos sexos, feliz agüero; sueña 
una mujer pertenecer al otro sexo, dará a luz un niño; un hom­
bre sueña ser mujer, infamia.
Sidra. — Tendrá alguna disputa el que la bebe.
Silla. — Distinción.
Sillón. — Empleo honorífico.
Sirena. — Traición.
Sobrecejo. — Muerte violenta.
Sol.— En Oriente, feliz nueva; en Occidente, fatal pro­
nóstico; cubierto, daño personal; resplandeciente, gloria; rojo, 
contrarios negocios. Ver a la vez el Sol y la Luna, sangrienta 
guerra.
Soldado. — Engañosa esperanza.
Sombrero.— Roto o sucio, deshonor y compasión; nuevo, 
alegría y fortuna.
Sonámbulo. —. Enfermedad nerviosa.
Sortija. — Aceptarla, amistad; ofrecerla, confianza.
Subterráneo. — Viajo por el agua.
Sucesión. — Desazones y tristeza.
Sueño. — Falsa tranquilidad.
Suicidio. — El que sueña cometer este crimen, guarde no 
volverse loco.
Suplicio. — Exito cierto.
Tabaco. — Humareda, placeres sensuales; malograrlo, pena; 
fumarlo, victoria.
Tábano. — Deshonra.
Taberna. — Hallarse en ella con los amigos, alegría y con­
suelo; encontrarse solo, disgustos y acaso vergüenza.
Tambor. — Miserables intentos.
Tapicería.— Fabricarla, alegría sin provecho.
Tartamudear. — Pronta y útil resolución.
Té. — Efímera tristeza.
Techo. — Pérfida y seductora inclinación; correr por el 
techo, amenaza un peligro; caer, cercana catástrofe.
Tejón. — Perfidia y pereza.
Tempestad. — Ultraje, inminente peligro.
Tenazas. —'Persecución.
Tenedor. — Parásitos.
Terciopelo. —■ Riqueza.
Termómetro. — Vil ataque a la reputación.
Terremoto. — Ruina o muerte.
Testamento. — Muerte inminente.
Tíos. — Cuestiones familiares.
Tierra. — Fértil, linda y virtuosa consorte; árida, esposa 
terca y regañosa; espaciosa, placer y riqueza; sembrada de tn - 
go, trabajo provechoso; legumbres, aflicción; de mijo, sumas ri­
quezas fáciles de alcanzar; tierra negra, melancolía y creduli­
132
dad; se conmueve la tierra, peligro para los negocios y vida; 
besar la tierra, tristeza y humillación.
Tigre. — Odio; se le derriba, suceso.
Tijeras. — Disensiones entre amantes; riñas de casados; 
estorbos en los negocios.
Tinieblas. — Larga enfermedad.
Títeres. — Ser el titiritero, invita al orden y prudencia; 
ser convidado a una función de títeres, desconfíese de una cer­
cana proposición.
Tocador. — Verse en tocador, pronóstico de peligro inmi­
nente.
Toneles. — Riqueza, abundancia.
Tontería. — Decís una tontería delante de alguien, esta mis­
ma persona hará lo propio, y no dejará de aprovecharos.
■ Topo. — Ceguedad moral.
Tomo. — Esclavitud.Toro.—'Envidiada posición.
Torrente. — Fatal agüero; caerse en él, daño inminente.
Tórtola. — Convenio entre esposos; unión para los solteros.
Tortuga. — Si para entre nosotros, tenemos secretos ene­
migos; comer tortuga, promoción de disgustos para lograr nada; 
si camina, perjudicial retardo en las empresas.
Tos. — Indiscreción.
Trabajadores. — Verlos, invita al trabajo.
Trabajo. — Perfecta salud y logro. •
Traje. — Usar un traje indecente, tristeza y tormento; te­
ner un rico traje, significa lo contrario; ir con los vestidos 
sucios, deshonor; desear vestidos, placer y logro; poseer mu­
chos y de varios colores, aburrimiento.
Trigo. — En una espaciosa era, ventajoso enlace; segado, 
fortuna en el comercio; conducirlo o trasladarlo, dolencias.
Tronco. — De los pobres, miseria para el que lo contempla; 
vergonzosa fortuna para el que se apodera de él.
Tropel----Importunidad.
Tumba. — Peligro y adversidad.
Túnica. — Miseria para el que la viste.
Turbación. — Abortado proyecto.
Ujier. — Esta aparición debe arenaros contra vuestros fal­
sos amigos.
Ulcera. — Fatales negocios.
■Ungüento. — Alegría.
Uniforme. — Celebridad para el que lo viste.
Uñas. — Muy crecidas, provecho; muy cortas, pérdida; 
deshonra para el que la corta o hace'cortar; a r r a n c a r s e las 
uñas, peligro de muerte.
Uva. — Felices distracciones.
Urna. Llena, enlace; vacía, celibato, funeraria, naci­
miento.
Usura. — Ser usurero, ruina; recurrir a ella, vergüenza 
próxima.
Vaca. — Desgracia.
Vacuna. — Inocularla, regalo que ofreceréis en vuestro 
propio provecho; sois vacunado, no tardaréis en ser favorecido.
Valija. — Llena, cuidad vuestros intereses; vacía, aguar­
dad dinero.
Vanidad. — Tan perjudicial en el sueño como en la vigilia.
Vasos. — Llenos, enlace; vacíos, celibato.
Vecinos. — Dolencias.
Velada. — Alegría y dinero.
Veleta. — Fatal volubilidad.
Velo— Fingida modestia.
Vello. — Signo de opulencia; si el viento arrastra parte, 
pérdida de bienes; si todo, completa ruina.
Vena. — Desazones.
Venablo. — Arrojarlo, fatigosa carrera; ser herido, logro 
próximo de un asunto difícil.
Venganza. — Pleito ruinoso.
Venta. — Beneficio momentáneo, pero que muchas veces da 
margen al arrepentimiento.
Ventana. — Arrojarse por la ventana, pérdida de pleito; 
deslizarse por la misma, temed una quiebra; una ventana abier­
ta, protección con los grandes; cerrada, obstáculos sin cuento.
Verdolaga. — Colores, dificultades en los negocios.
Verduguillo.— Noticias de personas ausentes.
Verdugo. — Catástrofe.
Vestido. — Sucio o despreciado, pasajero desprecio: ele­
gante, aprecio no muy provechoso; de varios colores, desazones.
Viaje. — A pie, perjudiciales e insuperables obstáculos; a 
caballo, fortuna próspera; en carruaje, buena ventura; viajar 
armado, elección de esposa. ,
Víbora. — Perfidia de hombre o traición de mujer; victo­
ria para el que logra matarla; enfermedad o encierro si 3e en­
rosca o recoge.
Victoria. — Llantos y celos para el que la alcanza; infide­
lidad u holganza para el vencido.
Viento. — Angustias.
Vientre. — Abultado, buen presagio; flojo, obstáculos; de 
mujer, unión ilícita; de hombre, amor mal correspondido.
Vinagre. — Colorado, afrenta personal; blanco o ipcoloro, 
insulto dirigido a otro; perdido, enfermedad; beber, querellas 
domésticas.
Vino. — Beber vino puro, fuerza; aguado, salud débil; ge­
neroso, regocijos; espeso, riqueza; ver fluir, efusión de san­
gre; emborracharse con vino generoso, alta protección, próxima 
fortuna.
Viña. — Fecundidad.
Violencia. — Cometerla, témase mancharse con una perfi­
dia o con una bajeza.
134
Violeta. — En su correspondiente estación, alcance amoro­
so; fuera de ella, pérdida de bienes, amigos o queridas; doble, 
según la estación, dicha o desazón imponderable.
Violín. — Percibir su sonido, concordia en un enlace; tocar 
el violín, fatal proyecto; verlo abandonado, tristeza efímera.
Virgen— Alegría inocente.
Visión. — Temor.
Visitas. — Recibirlas, trabajos imprevistos; hacerlas, no­
table perjuicio; visita de médico, provecho.
Vista. — Perspicaz, dicha en cualquier empresa ¡ mala, 
suerte contraria; perderla, cercana traición.
Vituperio. — Ser vituperado, perjudicial error; vituperar 
al prójimo, temerario recelo.
Viudedad. — Quietud.
Volatines. — Verlos bailar a la maroma, alegría; dar vol­
teretas, disgustos.
Vómito. — Disipación.
Yedra. — Franca amistad.
Yerba. — Pobreza.
Yunque.—(Provechoso trabajo.
Zanjas. — Querellas domésticas.
Zapatos. — Nuevos, ganancia; perderlos, pobreza inevi­
table.
Zapatos viejos. — Pobreza para el que los usa; tedio para 
el que los echa; desazones para el que los pierde.
Zarzal. — Esconderse en un sanal, peligro.
Zebra. — Ingratitud.
Zodiaco. — Contemplar alguno de sus doce signos, feliz 
agüero.
Zorra. — Picardía; batirse con una zorra, presagio de 
disputa con un enemigo astuto; poseer una zorra domesticada, 
anuncia un fatal amor hacia una ramera, o bien una ciega con­
fianza hacia un criado que os engañará.
Zuecos. — Beneficios.
135
L I B R O X
TRATADO DE LA VARILLA ADIVINATORIA
Al tratar de superstición, el espíritu del siglo último, todo 
lo que en los fenómenos misteriosos de nuestra naturaleza no 
podía explicarse por las leyes de la física, muy imperfecta tal 
como entonces se conocía, ha creado muchas preocupaciones, 
pretendiendo destruirlas todas. '
Una de las más generalizadas consiste en negar pura y 
simplemente el poder que poseen ciertos individuos de descu­
brir los manantiales de agua por medio de las varillas adivina­
torias, poder confirmado por hechos de día en día más nume­
rosos y convincentes.
Si la aguja imantada se inclina hacia el Polo Norte, ¿por 
qué no se inclinaría la varilla hacia el agua subterránea?
Si la electricidad obra con tanta potencia sobre ciertos or­
ganismos nerviosos,’ ¿por qué- no habrían éstos de impresionar­
se por la presencia del agua, encerrada en el seno de la tierra?
_ En lo que atañe a la agricultura, el menor chorro de agua 
viva, bien empleado, puede ser para ella de tan gran valor, que 
quisiéramos que no se desperdiciara una sola partícula de tan 
benéfico líquido.
Tendríamos por muy bien gastado el dinero que las socie­
dades de agricultura empleasen, haciendo viajar por cada pro­
vincia a los hombres en quienes la experiencia ha hecho reco­
nocer el poder de descubrir los manantiales, a condición tan 
solo de que únicamente se les pagaría su trabajo cuando sus 
indicaciones fueran seguidas de positivo resultado.
Con este objeto, creemos deber publicar los hechos relati­
vos a la varilla adivinatoria, sobre todo cuando su empleo no 
podría tacharse de charlatanismo ni superchería.
Hemos conocido en el pueblo de Brie-sur-Marne, entre No- 
yent y Neuilly, un anciano, a quien se consultaba como un 
oráculo para abrir los pozos en los alrededores.
■En Noisy, la hacienda del señor Ruffin, escribano del Tri­
bunal de Comercio, carecía de agua; dos pozos se habían abier­
to sin éxito, a grandes profundidades:
' El anciano de Brie-sur-Marne, llamado por el señor Ruf­
fin, le indicó el sitio donde convenía hacer la perforación en 
el huerto. Hizo más, le puso en la mano la varilla, cortada 
de un melocotonero de su jardín. La varilla indicó el mismo 
sitio, y el pozo que se abrió contiene en toda estación varios 
metros de agua. El señor Ruffin, de quien sabemos este hecho, 
era antes lo que se llama un incrédulo; al llamar al. hechicero 
sólo había cedido a las importunidades de su maestro de obras.
136
tíi Asegurador de las Cosechas refiere varios ejemplos aná­
logos, cuya responsabilidad entiéndase que la dejamos a dicho 
periódico; sin embargo, en lo que atañe al señor Tourmaire, 
debemos añadir que, en un viaje a Provenza, oímos en Aix a 
las personas más dignas de crédito, citar los mismos hechos 
como testigos de vista.
Un argumento difícil de redargüir es que la varilla oscila 
tan bien en manos de los que a ello se dedican por oficio, como 
en las de los que no sacan de su manejo honra ni provecho.
Hay en Chalon-sur-Saone,un negociante, llamado Muelio ::- 
Chariveau, que recientemente se ha servido de la varilla para 
encontrar en su heredad un magnífico caudal de agua.
El señor Fourniaire, a quien acabamos de nombrar, es ur- 
alguacil de Aix, que adivina las aguas, sin sacar de ello lucro 
ninguno; es un sujeto asmático, de temperamento enfermizo y 
achacoso. "Nunca —dice— me he equivocado, porque es impo­
sible que me equivoque. Experimento una convulsión, que obran­
do de principio sobre mis nervios se comunica a la varilla, la 
cual se dobla y se tuerce como la cuerda de un violín en tiempo 
húmedo. De tal manera estoy dominado por el curso del agua, 
que no puedo andar sino sobre su corriente y sigo el manantial 
hasta su origen. He encontrado a muchos en cuyas manos la va­
rilla oscila. Sea cual fuere la profundidad del agua, experimen­
to siempre la sensación cuando me hallo sobre su corriente.”
En el mes de noviembre de 1836, el señor Fazy de Mateguin 
comunicaba a la clase de agricultura de la Sociedad de las Ar­
tes, de Ginebra, una nota sobre la varilla advinatoria, conte­
niendo hechos que nos parecen llevar el sello de la certeza. Los 
reproducimos, aunque se refieren a una época asaz lejana de 
la nuestra, porque están extractados de las notas dejadas por 
el abuelo del señor Fazy de Mateguin, el señor Vautier, respe­
table erudito que se había dedicado especialmente a investigacio­
nes y observaciones sobre la varilla adivinatoria.
He aqui cómo se vio inducido a esos experimentos, según 
él mismo refiere: _ _ _
“Quería yo procurarme agua en mi jardín, y había dado 
órdenes, en consecuencia, de hacer venir un fontanero de Lau- 
sana para examinar el local que me parecia debía contener un 
manantial, porque lo dominaba una eminencia.
”En vez del fontanero que aguardaba, presentáronme a un 
sujeto que pasaba por muy hábil en el descubrimiento de ma­
nantiales. Conducido éste sobre el terreno, determinó un sitio, 
donde me aseguró que encontraría agua a 8 metros de profun­
didad, obligándose a no recibir estipendio alguno hasta que el 
éxito confirmara su pronóstico.
”Por lo demás,’añadió, mi procedimiento nada tiene de char­
latanismo,- pues vos mismo, si gustáis, podéis hacer el ensayo.
”Y dicho esto, me presentó la varilla, indicándome la ma­
nera de usarla, y al momento véola oscilar en mi mano y en se­
guida en la de uno de mis hijos, de diez años de edad.
137
”De entre todos los demás concurrentes, a ninguno le su­
cedió lo mismo, aunque todos tentaron el ensayo.
"Para multiplicar vuestras seguridades, añadió el adivino, 
os invito a que consultéis, antes de emprender la perforación, a 
los diferentes propietarios por quienes he trabajado.
"Escribí, en consecuencia, al señor C. de S., de Lausana, 
quien me contestó, que habiéndose visto en la necesidad de esta­
blecer un pozo en una propiedad cercana a la villa, los fontane­
ros le hablan aconsejado llamar al señor Ba.rrot, hombre suma­
mente experto, quien señalaría el sitio donde debía abrirse el 
pozo, pretendiendo que nunca habían sido fallidos sus pronósti­
cos. Aun cuando sin dar yo gran crédito a tales informes, no 
dejé de llamar al sujeto en cuestión, quien fijó a los 30 metros 
de profundidad el agua que buscábamos. Al momento se dio 
principio a la obra, y ya excedía de un metro la perforación, más 
allá del punto indicado por el adivino, sin haber encontrado señal 
de agua. Llamado Je nuevo el brujo, aseguró que tal cosa es im­
posible, y que está cierto de no haberse equivocado. A costa de 
reiteradas instancias, decídese a bajar a aquella profundidad, a 
pesar de sus 82 años, llegando al fondo del pozo, observa que 
la varilla no hace el menor movimiento; hácese subir al nivel 
del punto que habia marcado, presenta allí su varilla y ésta os­
cila vivamente. Acódese inmediatamente a taladrar horizontal­
mente la tierra con una barrena, en aquel preciso límite y al 
momento se abre paso el manantial, con una tal rapidez y una 
tan' grande abundancia, que casi puso en peligro a los operarios. 
Desde entonces no ha dejado de venir un caudal de agua conti­
nuo y copioso. El medio indicado habia, por consiguiente, corres­
pondido al cálculo con la mayor precisión, a pesar de tratarse de 
una profundidad de 30 metros, sólo que, al perforar, los opera­
rios se habían desviado un poco de la perpendicular, y, por lo 
tanto, de la verdadera dirección, a la que se aplicaron iuego con 
•éxito, gracias al inteligente indicador”.
En vista de esta carta, no vacilé un momento en poner ma­
nos a la obra. •
A los 4 metros de profundidad notáronse indicios de agua, 
que no tardaron en desaparecer; no se encontraban ya más que 
lechos de margas azuladas y grises y de una tierra muy compac­
ta. Poco faltaba para llegar a los 8 metros; los operarios tra­
bajaban animados, no dudando del inmediato éxito, empero los 
que acudían a examinar la obra no podían contener una sonrisa 
burlona e irónica sobre su credulidad y la mia.
Llegóse a la roca viva y a los pocos golpes de pico salió im­
petuosamente un chorro de agua qué, desde entonces, no ha ce­
sado ni un minuto de manar.
El año siguiente,. la varilla me indicó otro manantial de 
agua, al mediodía del pozo y corriendo en una dirección para­
lela al mismo. .
Encontróla, efectivamente, a los 6 metros, corriendo sobre 
un lecho arenoso y pude dirigirla también al primer pozo.
El mismo medio ha dotado al pueblo de Lomay de un pozo
1S8
abundante y continuo. El adivino Barrot habia designado el si­
tio en una plaza pública a corta distancia de un excelente pozo, 
que los señores G. habían abierto algunos años antes y a cuya 
conservación atribuían con razón un alto precio.
Alarmados por el intento del pueblo y a pesar de las se­
guridades que les diera Barrot diciéndole que no se perjudicaría 
en manera alguna, opusiéronse judicialmente a que se llevara 
adelante la empresa. . ’
A petición del gobernador, hice un nuevo examen del local; 
la varilla presentada sucesivamente a los dos sitios, me dio a co­
nocer inmediatamente dos manantiales distintos, suficientemen­
te distantes uno de otro para ser independientes, y teniendo dos 
puntos de partida diferentes y dos diferentes direcciones.
Tranquilizado ya por esta prueba, exhorté a los hermanos 
G. a que se tranquilizaran plenamente; apresuré en lo posible 
el proyecto y todo salió a medida del general deseo.
No me entretendré hablando del agua que la varilla ha pro­
curado en los puebles vecinos, ni de los individuos entre CUyftS 
manos es fiel este indicador.
Baste decir que la varilla me sirve siempre con la mayor 
exactitud, cuando se me llama para hacer alguna reparación, 
con objeto de preservar un terreno de las aguas más o menos 
profundas, que pueden perjudicarle. Siempre he obrado sobre 
seguro y me atrevo a asegurar que no hay rincón ninguno en 
mi propiedad de que yo no conozca los diversos manantiales, in­
cógnitos hasta aquí.
He explorado muchos, pero sólo citaré el profundo examen 
que hice de uno de ellos.
En un punto fijo, la varilla me señalaba un agua ascenden­
te, que, formando luego una pata de ganso, se dividía en tres 
manantiales en la dirección del Norte, del levante y del medio­
día. '
Para comprobar el experimento, elegí la rama que sentía 
fluir hacia el Oriente, y en el sitio más cómodo, hice sondar un 
espacio de 3 metros de longitud y 13 metros de latitud. Después 
de la tierra virgen, encontrábase continuamente un lecho de 
marga azul y arenilla. Aun cuando el manantial estaba indi­
cado a los 7 metros por la varilla, las señales de agua se anun­
ciaban ya a los 3 metros, por remontar el liquido a través de la 
arena, pero realmente sólo se encontró el lecho del manantial 
a los 7 metros indicados.
Este ensayo fue practicado en una colina que domina el 
puebleeillo de Lomay. *'
Tales fueron los primeros pasos del señor Vautier en la 
ciencia de la varilla; desde entonces procura darse razón de la 
causa de tales efectos, cuya existencia no podia negar, y llegó 
a establecer las siguientes conclusiones:_
1* La varilla puede servir para indicar I r p r o f u n d i d a d 
de las raices de un árbol, pudiéndose así saber si el árbol es in­
jertado o no. .
2» Si el cuerpo está en la sombra y la varilla al «ol, ésta
139
no oscila; preciso es para ello que la parte anterior del cuerpo 
esté al sol.
3* Las relaciones del hombre con el globo terrestre, el sol, 
la luna, están evidenciadas por la varilla.
Durante el dia, la varilla da el punto fijo de la estrella po­
lar y puede servir, de esta suerte, de brújula invariable.
Sigue el movimiento de la luna en su horizonte y también 
el del sol.
H a/ más en medio de la noche, a medida que el so'1 descien­
de, el conductor desciende bajo el horizonte en la misma propor­
ción y »ementa de hora en hora hasta la salida del sol.
Da ojo habituado puede apreciar fácilmente «loche y día la 
hora que es. .
4* El movimiento de la varilla expresa gráficamente las 
relaciones de hombre a hombre.
Movimiento y suspensión por el tacto del pie y su alejamien­
to; movimiento si se presenta el-conductor del lado del corazón; 
inmovilidad, del lado derecho.
Es un medio de juzgar de la muerte real y absoluta de las 
personas asfixiadas, ahogadas, atacadas de apoplejía; movimien­
to del conductor hacia el cerebro y la espina dorsal, que abundan 
en fluido magnético.
La altura del cuerpo humano puede ser determinada por 
el conductor, colocado sobre la cúspide craneana; idea prejuzgada 
según los datos de la profundidad de los manantiales, y compro­
bada a menudo. ’
Los fiuidos del cuerpo humano obran sobre el conductor y 
en particular el fluido lácteo.
S¿ la leché se renueva frecuentemente y en abundancia, el 
conductor expresa fuertemente el movimiento y la abundancia 
eléctrica; en caso contrario, no obra el conductor.
5* Disposiciones magnéticas, causa de la antipatía maqui­
nal que los niños sienten por ciertas personas, comprobadas por 
la varilla.
La varilla de alambre se levanta hacia el sol, con tal de 
que estén expuestos al sol la cabeza y el cuerpo, y desciende 
cuando el cuerpo vuelve a entrar en la sombra.
7* El magnetismo es más fuerte en los buenos plantíos de 
viña que en los malos; experimento comprobado por la varilla, 
que hasta puede indicar la diferencia entre las cepas rojas y las 
blancas.
8* Al buscar un manantial, no inclinarse nunca en la direc­
ción del sol o del polo. ^
El avellano es él árbol más propio para la varilla, debiéndose 
sólo cortar una rama ahorquillada y sostenerla con una mano por 
cada uno de los dos cabos superiores, y poniendo el pie sobre el 
punto que se investiga, la varilla dará vuelta por sí misma entre 
las manos y será un indicio infalible.
140
LIBRO XI
SECRETOS MARAVILLOSOS SACADOS DE DIFERENTES 
AUTORES
PARA AGARRAR PAJAROS CON LA MANO
Empápese una semilla cualquiera con las heces del vino; éche­
se luego a los pájaros y tantos como la coman caerán como muer­
tos y se dejarán agarrar. •
PARA INFUNDIR AMOR
Dicen los filósofos que la golondrina, por su calor natural, 
es muy a propósito para excitar el amor.
La misma vjrtud tienen la tórtola, el gorrión y el palomo, 
sobre todo si se les agarra en la época dél celo, pues entonces in­
funden ardiente amor en los que los comen.
PARA MANTENERSE EN PERFECTA SALUD
Cómanse en ayunas cuatro ramitas de ruda, nueve granos 
de enebro, una nuez, un higo seco y un poco de sal, mezclado to­
do junto, y se disfrutará de salud envidiable. '
PARA CURAR LA HEMORROIDES
Siéntate sobre una piel de tigre, sin curtir, y de sanarte has.
PARA HACER QUE CESE EL GRANIZO
Hasta meter tres granos de él en el seno de una virgen.
PARA CONOCER SI UNA MUJER ES FIEL
Tómese la piedra imán, que tiene el color de fuego y se en­
cuentra en el mar de las Indias y a veces en el Tentonia, y pón­
gase debajo de la almohada de la mujer. Si ésta es casta y hon­
rada, abrazará a su marido, y si no lo es, saltará al momento 
fuera de la cama.
PARA HACER 11A IRAR UNA JOVEN DESNUCA
Tómese mejorana silvestre, verbena, -miftu, coa tres hojas 
de nogal y tres hojuelas de hinojo, todo ello agarrado en la no­
141
che de San Juan, antes de salir el sol. Hágase secar todo a la 
sombra, redúzcase a polvo, pásese por un tamiz de seda y cuan­
do se quiera usar, échese al aire hacia el lugar donde se halla 
la joven, y al momento se manifestará el resultado.
PARA CURAR LA HIDROPESIA
Agárrense unas cuantas ranas, córtense en pedacitos y apli­
qúense sobre los riñones, y es probada, pues, mueven tanto la 
orina que no tarda en deshincharse el tumor.
PARA ABRIR TODAS LAS CERRADURAS
Tómese un ramito de muérdago de la encina y otro de ayl- 
pkium, y con ello han de abrise cuantas cerraduras se toquen.
PARA CURAR LA CIATICA
Asegura Cardan que produce inmediato alivio la aplicación, 
en la parte dolorida, de una decocción de álamo blanco.
PARA PRESERVAR DE ENCANTAMIENTOS
Procura escupir sobre orinas recientes o sobre el zapato del 
pie derecho, y ahuyentarás los maleficios, o escupiendo cuatro ve­
ces sobre los cabellos que caen en el acto de peinarse, antes de 
tirarlos al suelo.
PARA CURAR LAS CUARTANAS
' Tómese los dientes de una sierpe, arrancados mientras 
vivía el reptil y llévense colgados al cuello.
PARA IMPEDIR QUE SE DUERMA UN MARIDO
Basta para ello ponerle debajo de la almohada un ojo de 
golondrina.
PARA HACER QUE UNA PERSONA DORMIDA REFIERA
• SUS SECRETOS EN ALTA VOZ
Póngase sobre el pecho del durmiente el corazón y la paU 
derecha de un búho y al momento dirá cuanto ha hecho y res 
ponderó a las preguntas que se le dirijan.
PARA SANAR DE LA GOTA
• Desplúmese, quémese y redúzcase a polvo la cabeza de un 
milano; sáquese de este polvo la cantidad que pueda cogerse.con 
dos dedos, tómese mezclado en agua y se obtendrá la curación.
142
PARA CONOCER UNA JOVEN QUE HOMBRE LE TOCARA 
EN MATRIMONIO
Váyase a medianoche a un aposento apartado, en el que de­
be tener preparados antes dos espejos iguales, colocados uno en 
frente de otro, y alumbrados por dos velas de cera.
Siéntese y pronuncie en alta voz, tres veces: _
“Kto, enoh sonnjoy, Icto viofi víajnoy, tot pokapctsir ninic”.
Dirija, después de esto su vista a uno de los dos espejos, 
que por medio del reflejo de uno y otro presentan una serie de 
ellos. Su vista debe fijarse en un espacio lejano y el más oscuro, 
en donde se cree que se verificará la aparición.
PARA COGER CUANTOS PECES SE DESEE
Tómese un gramo de rosa, con otro gramo de mostaza y el 
pie de una comadreja, y metido en una bolsa ligera, coloqúense 
en la red y es seguro que no tardará en llenarse de peces.
PARA HACER QUE ABANDONEN SU CASA TODOS LOS 
HABITANTES
Redúzcase a polvo una piedra imán y échese sobre ascuas, 
en los cuatro ángulos interiores de la casa, y cuantos en ella 
estuvieren saldrán al momento sin poderlo remediar.
PARA IMPEDIR LA CAIDA DE LOS CABELLOS
Agárrense unas cuantas veces, pónganse a tostar y luego 
macháquense. Y mezclándolas con vino y aceite formarán un li­
nimento con que, frotando la cabeza, se preservarán largo tiem­
po los cabellos.
PARA AVERIGUAR SI UNA JOVEN SE CASARA PRONTO
Hágase un enrejado con ramas entrelazadas,- póngase de­
trás de la cabecera del lecho de la joven, sin que ésta lo sepa.
Al dé. siguiente se le pregunta qué es lo que ha visto en 
sueños, y si contesta haber pasado por debajo de un arco for­
mado por ramas de árboles entrelazadas, es señal infalible de 
■ que so casará dentro de un año.
PARA CURAR EL DOLOR DE MUELAS Y F.L COLICO
Para ello basta ahogar un topo y aplicar la mano une ha 
servido para ahogarle, al punto dolorido.
PARA SANAR DEL MAL DE PIEDRA
Macháquese y tómese, mezclada de vino, una piedra que se
143
encuentra en la cabeza de ciertos peces, o bien macérense doe 
gramos de perlitero en vino blanco y bébase.
VIRTUDES DE DOCE PIEDRAS PRECIOSAS
El Jaspe. — Aparta los fantasmas y se opone" a los encanta­
mientos, afila y purga la vista del corazón; reprime la calentu­
ra; evita la hidropesía a los que la llevan consigo; ayuda al 
parto; refrigera el ardor interior;conforta la vista; detiene las 
hemorragias» y es más eficaz engastado en plata que en oro.
Dice Berchorio, que el mejor jaspe se cria en la cabeza del 
áspid; Casio, que el jaspe colgado sobre una taza de vino, tiem­
bla; y Cortés, que el jaspe de color verde es el mejor, y traído 
al cuello, libra de hechizos. Hay una especie de jaspe, refiere 
Vincencio, de tan gran virtud, que Galeno llevaba uno en un 
dedo y con él discernía todas las enfermedades.
■El Zafiro. — Según dice Dioscórides, el zafiro tiene virtud 
de alegría, robustece el cuerpo, preserva los miembros enteros, 
reconcilia los humores descompuestos, restituye el color perdi­
do, restaña la sangre, reprime los tumores, fortifica las fractu­
ras, ahuyenta la esquinancia y tiene contravirtud al veneno.
El Chalcedonio. — Da salud a los enfermos y hace vence­
dor, no sólo en los pleitos y litigios, sino también en las san­
grientas batallas; conserva la fuerza del cuerpo y defiende de 
cualquier adversidad.
La Esmeralda. — Traída al cuello preserva del mal caduco 
y lo cura, según Aristóteles, conserva la vista y la conforta. Da 
y restituye la memoria y es símbolo de la castidad; esto es, y 
la conserva y si acaso la quebranta al que la trae, se quiebra la 
esmeralda, según Alberto Magno.
El Sardónix. — Refrena la diabólica tentación; detiene el 
flujo de sangre; inclina a la alegría y el ingenio se aviva en su 
presencia, da eficaz virtud para sanar las heridas ocasionadas 
de hierro y resolver del cuello los tumores y saca las espinas cla­
vadas en la garganta.
La Cornerina. — Llevada en la boca asegura la victoria, 
quita la sed, hace ser elocuente y decidido, da fuerza a los com­
batientes e infunde gracia en todos los actos.
El Chrysolito. — Aparta a los malvados, repele la estulti­
cia y da buepa aptitud al cerebro, y si se presenta a la vista de 
una sierpe, ésta quedará fascinada y al poco rato se le quebra­
rán los ojos.
El IJerylo. — Es favorable a los que pelean, vale contra 
la esquinancia, vuelve al hombre fuerte y de buen ingenio, es 
enemigo de los ojos perezosos, y ataja los corrimientos de los 
ojos y la garganta. Parece mejor sin engaste de oro ni plata.
El Topacio. — Vale contra la pasión lunática; socorre a los
144
que padecen hemorroides; impide que el agua hierva, y refrena a 
la que hierve. Precioso contra el frenesí.
El Chysopraso. — Tiene potestad de tapar los poros, y be­
bido en agua es útil a los que escupen sangre y a los que pade­
cen flujos de estómago y dolores de vejiga. Mézclase en las blan­
das medicinas que se hacen para los ojos, por cuanto hincha las 
llagas hondas y reprime sus reumas.
El .Jacinto. — Tiene virtud 'contra el veneno, y bebido en 
vino impide la generación; y del rubio jacinto huyen los escor­
piones y dice Aristóteles, que defiende del contagio de la peste; 
vale contra fiebre y tabardillos; preserva, al que lo lleva enci­
ma, de rayos y tempestades, y aplicado a la piel, conforta el co­
razón y aviva el ingenio. Refrena la locura, evita la melancolía 
y no sufre fantasmas ni visiones.
La Amatista. — Tiene la virtud de enfriar y suavizar; obra 
contra la embriaguez; hace vigilante; da buena sensación o ca­
pacidad; vale contra los demonios y contra la melancolía y los 
temores nocturnos y detiene el flujo de sangre por la nariz.
PARA QUITAR LA POTENCIA A UN HOMBRE
Tómese una luciérnaga, en estío; aplástesela en la mano y 
frótese con ella la nuca del que se desea hacer impotente, apli­
cando a esta faena todos los sentidos, como vulgarmente se 
dice.
PARA DEVOLVER A UN HOMBRE SU POTENCIA 
PERDIDA
Cójase la grana de lempaza y macháquese en un almirez de 
mármol.
Añádase después el testículo izquierdo de un cabrón de cua­
tro anos, de lana negra, y un pellizco de polvos resultantes de 
los pelos del lomo de un perro blanco, cortados en el día primero 
de novilunio y quemados siete días después.
Todo esto se pondrá en infusión en un frasco a medio lle­
nar, de buen aguardiente, dejándolo destapado durante veintiún 
días, exponiéndolo a la influencia de los planetas. Pasado este 
plazo, se pondrá a cocer hasta que la mixtura quede reducida a 
consistencia de papilla espesa y entonces se añaden cuatro gotas 
de simiente de cocodrilo, recogida en debido tiempo, cuidando de 
pasar la mezcla a través de una manga.
Filtrado ya el líquido que resulte se frotará sobre las partes 
naturales del hombre impotente, y no tardará éste en hacer ma­
ravillas.
PARA LOGRAR QUE UNA MUJER SE CONSERVE 
SIEMPRE FIEL
Arránquesele de la cabeza, mientras duerme, siete pelos de
145
los más largos; quémense después y recogiendo la ceniza espár­
zala sabré el lecho, un sofá o un mueble cualquiera que previa­
mente habráse untado con miel, y si luego la acaricias sobre di­
cho mueble, en adelante no podrá querer más que a ti y desdeña­
rá los galanteos de otro cualquier hombre que no fueses tú.
PARA CAUSAR GENERAL ASOMBRO EN UNA REUNION
Mézclase la yerba llamada centaura con la sangre de abubi­
lla hembra, y poniéndose esto en una lámpara con aceite, cuantos 
estén presentes se verán con la cabeza abajo y los pies arriba.
PARA QUE HUYAN DE TI LAS FIERAS
Lleva en el sobaco los ojos de un león y todas las alimañas 
se ahuyentarán de tu presencia bajando la cabeza.
PARA CONCILIAR DOS ENEMIGOS
Encuéntrase en los riñones del milano una piedra que po­
niéndola en los manjares que hayan de comer dos enemigos les 
hace amigos y viven desde entonces en amena inteligencia y ar­
monía.
PARA CONSEGUIR UNA MUJER QUE SU MARIDO ESTE
SIEMPRE EN BUENA INTELIGENCIA CON ELLA
Lo logrará la mujer que haga llevar encima a su marido, 
sin que éste lo sospeche, un pedacito de cuerno de ciervo.
PARA HACER GRANDES CAMINATAS SIN FATIGARSE
Tómese la yerba artemisa y hágase hervir con agua de llu­
via. Déjese luego entibiar y lávense en dicha agua los pies, y 
de seguro que por más que se camine, no se cansará nunca de 
andar.
PARA APAGAR EL FUEGO DE LA CONCUPISCENCIA
Llévese encima del pecho el corazón de una tórtola dentro 
de una bolsa hecha con un trozo de piel de lobo, y se desvanece­
rán por encanto todos los ardores amorosos.
PARA PREDECIR LAS COSAS FUTURAS
Quien desee adquirir el don de profecía, ¡o conseguirá co­
miendo el corazón todavía caliente de una anguila acabada de 
matar.
146
PARA CONOCER UN AMANTE SI SU QUERIDA ES 
TODAVIA VIRGEN
Procúrese un frasco de agua de la fuente de Bodilis,| situa­
da a media legua de Landovosian, en Finisterre, y una vez se 
tenga, échese en una palangana. Luego róbese mañosamente a la 
joven la atadura de su moño, coloqúese en la superficie de dicha 
agua y si sobrenada, es buena señal, pero si se hunde es indicio 
seguro de que la muchacha ha perdido su inocencia.
PARA SALIR VICTORIOSO DE UN PLEITO
Basta llevar en el bolsillo la lengua de un camaleón.
PARA QUE UNA MUJER ALUMBRE SIN DOLOR
La lengua del mismo animal atada sobre el vientre de una 
mujer que vaya de parto, hará que dé a luz sin sentir doiores 
ningunos. Otros aseguran que se logra el mismo fin presentan­
do a la mujer una víbora.
PARA COMPONER EL TERRIBLE FUEGO GRIEGO
Tómense iguales partes de azufre vivo, de sal común muy 
seca, de aceite de vitriolo y de aceite común.
Póngase todo a hervir y váyase mezclando con una espá­
tula de hierro hasta que metiendo en la mixtura un retazo de 
lienzo se vea que queda consumido.
No conviene exponerse a preparar esta composición en un 
aposento cerrado, sino que se debe hacer en un lugar abierto, 
pues si llegara a inflamarse, sería muy difícil apagarlo.
Este fuego es tan violento, que abrasa todo cuanto se le 
opone, y no se puede apagar sino con orines, vinagre concentra­
do o arenas, pero a veces ni con estos medios se consigue.
PARA HACERSE INVISIBLE
Llévese sobre el brazo derecho el corazón de un murciéla­
go, el de una gallina negra y el de una rana.
PARA SALIR GANANCIOSO EN TODO JUEGO
Tómese una anguila muerta por falta de agua; tómese tam­
bién la hiel de un toro que haya muerto al furor de los perros; 
introdúzcase esta hiel enla piel de anguila, mezclándose con ella 
una dracma de sangre de buitre.
Atese la piel de la anguila por los dos extremos con una 
cuerda de ahorcado y póngase todo dentro de estiércol caliente, 
por espacio de quince días.
Luego se hará secar en un horno, calentado con heléchos 
cogidos la víspera de San Juan, formándose después de esto un
147
brazalete, sobre el que se escribirán estas cuatro letras H. V. T. 
Y. y llevando este brazalete ceñido al brazo izquierdo, se ga­
nará en toda clase de fuegos.
PARA LOGRAR QUE TE DESEEN LAS MUJERES
Procúrate el corazón de una paloma virgen y dalo a comer 
a una víbora. La víbora morirá de sus resultas. Córtale enton­
ces la cabeza, ponía a secar hasta que no le quede jugo ni des­
pida olor; machácala luego en un almirez con doble cantidad 
de cañamones, y los polvos resultantes tómalos en un vaso de 
vino añejo, en el que habrás mezclado siete gotas de láudano 
liquido de Sydenham. Los resultados de esta pócima te darán 
una belleza tan simpática a las mujeres, que, sea tu edad cual 
fuere, ninguna podrá resistirte.
PARA EVITAR LAS PESADILLAS DURANTE •
EL SUEÑO
Echense unas cuantas hojas de verdolaga en la cama y se 
logrará dormir de un tirón toda la noche, sin tener sueños mo­
lestos.
PARA HACER SALIR LOS DIENTES A LOS NIÑOS
Frótensele las encías durante unos cuantos días con sesos 
de liebre joven.
PARA HACER EL FAMOSO ELIXIR DE LARGA VIDA
Tómense ocho libras de esencia mercurial, dos de jugo de 
borraja; las hojas y los tallos de esta yerba; doce libras de 
miel superior.
Se pone todo junto a hervir en una vasija nueva, se cuela 
con un paño bien limpio y luego se clarifica.
Póngase aparte en infusión durante veinticuatro horas, 
cuatro onzas de raiz de genciana, cortadas en pedacitos, en 
tres azumbres de vino blanco, sobre el rescoldo, meneándolo 
todo de rato en rato; pásese luego este vino por un trapo blan­
co limpio de colada, sin exprimirlo.
Mézclese después con todo lo demás, haciéndolo hervir 
junto con lentitud, hasta dejarlo en la consistencia de un jarabe.
Póngase en seguida a enfriar en una vasija de vidrio y 
embotéllese en frascos bien tapados, que se conservarán en un 
lugar templado, para servirse de ellos tomando cada día en 
ayunas una cucharada. '
Este jarabe alarga la vida, restablece la salud contra toda 
suerte de enfermedades y aun la gota; disipa todo calor en 
las entrañas, y aun cuando no quedase más que un pedacito 
de pulmón bueno y que el resto estuviese dañado mantendrá el 
bueno y restablecerá el malo; cura los dolores de estómago, la 
jaqueca y en general los dolores internos.
148
P A R A C U R A R L O S R E T O R C I J O N E S Q U E L A S M U J E R E S 
P A D E C E N A N T E S 0 D E S P U E S D E L P A R T O
T ó m e n s e ¡g u a l e s p a r t e s d e c a r a c o l e s r o j o s y d e ro m e ro , 
d e s m e n u z á n d o lo b ien y m e t i é n d o lo s p o r c u a r e n t a d í a s e n e s t i é r ­
col d e c a b a l lo , d e n t r o de u n a c a j i t a d e p lom o b ien c e r r a d a , y 
se o b t e n d r á u n a c e i t e , q u e se p o n d r á e n u n a v a s i j a d e b a r r o 
b ie n t a p a d a , e x p o n ié n d o la i n m e d i a t a m e n t e a l so!, c uyo a c e i t e 
c u r a e n poco t i e m p o los n . e n d o n a d o s r e t o r c i j o n e s . Y t a m b i é n se 
o b t i e n e con d icho a c e i t e o t r o m a r a v i l lo s o e fe c to , p u e s u n t á n d o s e 
con él su v i e n t r e a r r u g a d o la s m u j e r e s q u e h a n p a r i d o v a r io s 
h i j o s , es m u y c i e r to q u e e n pocos d í a s la p ie l se les v o lv e r á a 
p o n e r t a n l i s a y t e r s a com o si a u n f u e s e n d o n c e l la s .
P A R A A T R A E R A U N P A L O M A R C U A N T A S 
P A L O M A S S E D E S E E N
E n c i é r r e s e d e n t r o del p a l o m a r el c r á n e o de u n h o m b re , 
p e r f e c t a m e n t e d ise c a d o , y a c u d i r á n en b r e v e t o d a s l a s p a lo m a s 
q u e no e s tu v ie s e n m u y d i s t a n t e s .
P A R A C U R A R L A F I E B R E T E R C I A N A
M u c h a s veces se o b t i e n e n f e l i c e s r e s u l t a d o s c o n t r a e s ta e n ­
f e r m e d a d , m a c h a c a n d o u n a a r a ñ a y a p l i c á n d o l a a la s s ie n es 
del t e r c i a n a r io .
P A R A C O N S E G U I R A B U N D A N T E L L U V I A 
E N T I E M P O D E S E Q U I A
H e a q u í la c e r e m o n ia q u e u s a b a n los g a l o s en e s t e c a s o :
L a s m u j e r e s de los d r u i d a s e s c o g ía n u n a j o v e n v i r g e n qu e 
se d e s p o j a b a de s u s v e s t i d u r a s y m a r c h a b a d e l a n t e de l a s d e ­
m á s , b u s c a n d o l a m a r a v i l l o s a y e r b a l l a m a d a b c l i m n u - i ó n , y 
c u a n d o la h a b í a e n c o n t r a d o la d e s a r r a i g a b a con el dedo m e ñ i ­
q u e de la m a n o d e r e c h a . A l m is m o t i e m p o s u s c o m p a ñ e r a - 
a r r a n c a b a n r a m a s J j ¡os á r b o l e s y l a s l l e v a b a n en l a m a n o , 
s i g u i é n d o la a u n a r r o y o vec ino . E n él se s u m e r g í a la y e r b a 
s a g r a d a , m o já n d o s e t a m b i é n l a s r a m a s , con l a s q u e r o c i a b a n . 
d e s p u é s el r o s t r o d e la d o n ce l la . C o n c lu id a e s t a c e r e m o n ia se 
r e t i r a b a c a d a u n a a su c a s a y sólo la v i r g e n so r e í a o b l ig a d a a 
h a c e r el r e s t o del c a m in o a n d a n d o de e s p a l d a s .
P A R A V O L V E R S E G R U E S O E N P O C O T I E M P O
M i r a r de c u a n d o e n c u a n d o f i j a m e n t e el a v e l l a m a d o p o r 
lo s c a ld e o s B o r í , p o r lo s g r i e g o s J o a n y e n r o m a n c e A b n b i l h t ; 
y e s to lo a s e g u r a A l b e r t o el M a g n o . Y a d v i e r t e q u e si se l lev a 
l a c a b e z a de e s t e p á j a r o e n el bolsi l lo , el que la l leve no p o d r á 
s e r e n g a ñ a d o p o r n i n g ú n t r a f i c a n t e .
149
PARA QUE LAS MUJERES SE CONSERVEN BELLAS
Cada mañana se tomará un pedazo de ternera degollada a­
la hora de la dominación del sol; divídase en lonjas delgadas 
y se aplicará por espacio de una hora a las mejillas, la frente, 
la garganta, etc., y las partes donde se ponga en contacto, se 
preservarán frescas y tersas y hasta recobrarán su perdida 
morbidez. * '
PARA CONOCER SI UN AMANTE ES FIEL A SU QUERI­
DA O SI ESTA ES FIEL A SU AMANTE
Tómese harina pura de cebada y amásese con leche y sal, 
sin poner levadura. Envuélvase después en un papel untado- 
y hágase cocer la masa debajo del rescoldo; una vez cocida, 
frótese con hojas de verbena y dése a comer a aquel que se 
teme engañe, y no podrá digerirlo si la presunción es fundada.
PARA PROMOVER LAS REGLAS DE UNA MUJER
Basta hacerla orinar sobre la tierra recientemente remo­
vida por un topo. ¡
SECRETO DE LOS SECRETOS, MISTERIO ADMIRABLE 
TRIUNFO DE LA ALQUIMIA
Toma azufre vivo, salitre, sal de nitro, iguales cantidades^ 
como cuatro onzas de cada uno, pulverizado todo métase en 
una retorta de vidrio fuerte, bien embetunada y cubierta de 
barro. Póngase después al fuego lento por espacio de dos horas 
y luego auméntese el fuego hasta que no haga ningún humo. 
Después del humo saldrá una llama fuera del fuello de la retor­
ta, y habiendo cesado esta llama, veráse el azufre precipitado 
al fondo, de color blanquecino y fijo. Sáquese de allí, añadiendo 
igual cantidad ae sal amoníaco, y luego se pulverizará todo 
muy sutilmente y se sublimará, comenzando con fuego lento y 
aumentando siempre poco a poco hasta que pasen cuatro horas. 
Hecho esto se sacará del recipiente todo, lo que será sublimado; 
así como las heces que se encontraránen el forado. Después, in­
corpórase todo junto y vuelve a sublimarse, continuando así 
de sublimación en sublimación hasta seis veces, tras lo cual el 
azufre del fondo del vaso se recogerá y se machacará sobre 
una tabla de mármol en sitio húmedo y se verá convertir en 
aceite, del cual se pondrán seis gotas sobre una moneda de oro, 
fundida en el crisol, y resultará un aceite compuesto, que co­
locado sobre un mármol se congelará y si después se pone una- 
parte de este aceite en cincuenta de azogue preparado y purga­
do, se obtendrá un oro muy excelente.
150
L I B R O X I I
AMULETOS Y TALISMANES
Amuleto se deriva del verbo latino umoliri, que significa 
alejar, separar.
Consisten en imágenes o figuras de piedra, de madera, etc., 
y otros objetos usados como preservativos contra las enferme­
dades y los encantos.
Su uso se remonta a la más lejana antigüedad y ha sido 
y es propio de todos los países y de todos los tiempos.
Los egipcios usaban como valioso amuleto la figura de un 
escarabajo; Eliano refiere que los soldados egipcios lo llevaban 
encima para aumentar su valor, persuadidos de que el escara­
bajo consagrado al sol era la figura animada de este astro, 
que consideraban como el más poderoso de sus dioses.
Los triunfos del célebre atleta Milon de Crotona eran atri­
buidos a la virtud de los amuletos o piedras grabadas después 
de ciertas observaciones supersticiosas del cielo o de los cuer­
pos celestes, y a su ejemplo los demás atletas tenían buen cui­
dado de proveerse de ellos.
Los griegos daban a los amuletos diferentes nombres, se­
gún las propiedades que les atribuían.
Los romanos tenían pequeñas figuras de bronce que lleva­
ban consigo, algunas veces colgadas del cuello o pegadas al 
cuerpo.
Syla, según el testimonio de Plutarco, poseía una pequeña 
imagen de Apolo que llevaba sobre el pecho en todas sus ex­
pediciones y la besaba muy a menudo.
La buha o dije de oro que ¡os generales o cónsules lleva­
ban al cuello en la ceremonia de la Ovación, contenía amuletos.
Eso que llamamos actualmente higa, que no es más que la 
figura del puño cerrado, sacando el dedo pulgar por entre los 
dos inmediatos, era otro de los amuletos entre los antiguos.
Los gentiles llevaban colgada del cuello una de estas figu­
ras, con la cual creían preservarse del mal de ojo.
Los moros la usan aún, y entre nosotros no se ha deste­
rrado todavía en ciertas gentes poner una higa entre los dijes 
que se prenden del cuello de los niños.
Y la cerda de violín atada al brazo.
Un poco de azogue puesto en una avellana y colgada del 
cuello.
Una lagartija viva en un canuto.
Una haba'de San Ignacio en el bolsillo.
Una ristra de ajos en el cuello de un perro.
151
Y otras mil singularidades que vemos aún usar, no pasan 
de ser otros tantos amuletos.
La palabra talismán, según algunos etimdlogos, significa 
consagración, y consiste en el sello, la figura o el carácter de 
un signo celeste impreso, grabado o cincelado sobre una piedra 
simpática, o sobre un metal correspondiente al astro, por un 
artifice que tenga el espíritu fijo en la obra sin que le distrai­
gan pensamientos extraños, en el dia y en la hora del planeta, 
en un lugar afortunado en un tiempo hermoso y sereno y cuando 
el cielo está en buena disposición, a fin de atraer influencias.
El nombre Abracadabra era uno de los talismanes con que 
los antiguos formaban una figura, atribuyéndole la virtud de 
evitar muchas enfermedades y curarlas.
Todo el misterio consistía en que las letras de este nom­
bre, en caracteres griegos, tomadas cada una por un número, 
suman la cantidad de 366, que es la de los días del año.
Las letras debían ^ ta r colocadas de esta guisa:
A B R A C A D A B R A 
A B R A C A D A B R 
A B R A C A D A B 
A B R A C A D A 
A B R A C A D 
A B R A C A 
A B R A C 
A B R A 
A B R 
A B 
A
También podían estar dispuestas así:
A B R A C A D A B R A
A B R A C A D A B R
A B R A C A D A B
A B R A C A D A
A B R A C A D
A B R A C A
A B R A c
A B R A
A B R 
A B 
A
Hácense talismanes de todos modos.
Los más comunes son los cabalísticos.
Recomiéndase los talismanes de Paracelso, quien asegura 
que si se hacen según el método que da, producirán efectos que- 
sorprenderán a los que los experimenten.
162
Cada uno de sus siete talismanes representan la figura de 
uno de los siete planetas, a saber:
En el reverso de cada talismán se encuentra un cuadro 
compuesto de cierto número de cifras; cuya suma se opera de 
arriba abajo en cada línea, y se llaman cuadros mágicos.
Las propiedades del talismán del sol consisten en que el 
que lo lleve se hará bienquisto de los príncipes; abundará en ri­
quezas y honores y■ _será estimado de todo el mundo. Dicho ta­
lismán debe confeccionarse en una hoja de oro del más exquisi­
to y puro, que se encuentra en Arabia o en Hungría.
El talismán de la Luna debe ser de plata, de la más pura 
que se pueda hallar. Preserva en las enfermedades contagiosas, 
de las tentativas de los ladrones y es favorable a los labrado­
res y a los mercaderes.
El de Marte debe ser del mejor hierro del Coniato. El que 
lo lleve será invulnerable, adquirirá un vigor extraordinario y 
tendrá asegurada la victoria en los combates.
153
El de Mercurio debe ser azogue fijo. Hace discreto al 
que lo lleva, dotándole de elocuencia, sabiduría infusa y prodi­
giosa memoria. Puede'hasta curar toda especie de fiebres y 
puesto debajo de la almohada procura ensueños, en que se ve 
todo lo que se desea conocer.
El de Júpiter será del más puro estaño inglés, y tiene la 
virtud de multiplicar las cosas en que se le envuelva, da acierto 
en los negocios y desvanece las tristezas, los importunos cui­
dados y los pánicos terrores.
El de Venus ha de ser de cobre bien purificado y pulido.
Quien lo lleva con reverencia tendrá el don de ser amado ar­
dientemente por las personas del otro sexo. Este talismán po­
see también la virtud de reconciliar a los más mortales ene­
migos, dándoles a beber algún licor que haya sido tocado por él.
Finalmente, el de Saturno ha de ser de plomo bien refina­
do y purificado, y es de gran valor, primero, para las mujeres 
que van de parto, pues con él no sienten casi dolor ninguno.
164
También se multiplica y aumenta las cosas con que se le pone 
en contacto. Si un jinete lo lleva en su bota izquierda, no hay 
miedo de que sea herido su caballo. .
Paracelso llevaba siempre encima este talismán, el cual era
de plata pura y cubierto con un pergamino virgen.
De las dos figuras anteriores, la primera representa un
s r s s £ :olaca de oro de ley con el rito correspondiente a la hora, la 
nía con Júpiter.
La segunda, formada en lunes, bajo la mirada de la Luna 
sobre una placa fina, sirve para escudar a los viajeros, “ * 
los peligros terrestres y marítimos y principalmente de las em­
boscadas, robos, piratas y escollos.
156
Para encantar las armas de fuego a fin de que no dañen en 
ningún caso al que las lleva, sirve el primero de los dos talisma­
nes siguientes, el cual se construirá en Martes al favor del pla­
neta Marte cuando éste se halla en conjunción con Júpiter o en 
buena armonía con Venus. La materia que en su confección debe 
emplearse es el hierro purificado y bruñido.
. . EJ j e^ ndo’ cuJ a representación va seguida, tiene la pro­
piedad de dar fortuna en juego y en negocios, y de guardar, 
a su posesor, de los ladrones y desbaratar cuantas maquina­
ciones trabaran contra él las gentes malvadas. Mercurio es su 
P®‘ro"°,.y. debe emplearse en su construcción una lámina de azo­
gue, hallándose el planeta en conjunción favorable con Venus o la Luna.
También dependen de la influencia de Mercurio estos dos 
telismanes y están sacados de las preciosísimas Claviculas de 
Salomón. Son de gran utilidad en cuanto se refiere a viajes 
juego y negocios. J ’
^ eJ signante, llamado Talismán de Constelaciones, está 
recomendado como preservativo de todos los males y en parti­
cular de las heridas por arma de fuego.
Para construirlo tómese un pedazo de pergamino virgenen el se trazaran dos círculos concéntricos, de los cuales uno 
!í=«i?,n -'tlnja r°Ja y °lro en agua argentina saturada de una 
♦ de g°ma arablga‘ De uno a otr<> circulo ha de-quedar 
f<?nl?ente espacl°* a '* ln de que dividiéndolo en doce partes 
In roHo sepa.^fdas P°r líneas dobles de plata, se puedan trazar 
en cada casilla cada uno de los doce signos del Zodiaco. En el 
centro se formará una estrella, como marca la figura, cuidan­
do empero de diseñar cada uno de sus rayos con uno de los siete 
colores del prisma y la estrella deberá estar dispuesta de ma­
nera que cada ángulo deje espacio para escribir el nombre del 
planeta. Este nombre se trazará con el mismo color que tenga 
el brazo de la estrella, y el nombre del color se escribirá en
166
medio del triángulo formado por este brazo y en dirección al 
centro. En el espacio que media entre los brazos se diseñará 
el nombre de los siete metales en latín o en castellano con tinta 
negra y más abajo el de las siete notas musicales, cual repre­
senta la figura. Finalmente, en el espacio central se dibujará 
la imagen del Sol en tinta roja sobre fondo dorado.
Toda la operación ha de efectuarse precisamente de noche, 
y la imagen de cada planeta se -trazará a la hora de su respec­
tiva dominación. Hecho esto, tómese una placa circular de plata 
laminada, cuanto más pura mejor y asaz grande para poder 
aplicar encima al pergamino sin doblarlo ni arrugarlo, y se 
pegará a la plata con mastico de vizco de roble, cuidando espe­
cialmente de aplicar el pergamino a la plata del lado de la fi-
167
gura, a fin de que una vez pegada, no pueda verse e v t e r i n r 
mente y terminada esta segunda operación, se colocará el 
hsmán en un saquito de raso verde, y se llevará ta'
diente del cuello por un cordón de seda verde también y aplT
no no d/he61 COra2Ón' Adviértase que el diámetw del pergam no ™ debe ser menor de cinco centímetros ni mayor desieta
la celebrada^roano ^ e '^ lo r Z ^ w o Z o 6 erf^poder^d^? ^
J^sid o y será siemprf de
de esta Z Z ^ ^ m 18 man° d* "» y » Prepara
Lompónese después una especie de vela con la
le ir e nn ° c e S i^ * * "
do es ¡"títiI d uso de la mano de gloria cuan-
«SS’taSffl, ta'SfiSf í'b”
IBS
I N D I C E
Prólogo
Pég.
&
LIBRO PRIMERO. — Bio­grafía de los principales 
escritores, magos y de- 
monógrafos ..................
Aaron el Helenista ........Aban o Apolonio (Pedro de)
Adalberto .....................Agrippa (Enrique Cornelio)
Alberto el Grande............Apolonio de Tlanes ........
Amoldo de Villanueva . . . .
Arteiicio .........................
Avicena ...........................Becker (Balthazar) ........Berbiguier (de Carpentras)
Berllno ............................Bodin (Juan) ..................Cagllostro (José Bálsamo)
Cardan (Gerónimo) ........
Delancre (Pedro) ...........Delrio (Martín Antonio) ..
Diodoro de Catanía ........
Eleazar ............................Flamel (Nicolás) ............Hermes Trimegistro ----
Jamblico ...........................Laensberg (Mateo) ........Lebrun (el padre Pedro, del
Oratorio) ......................Le Loyer (Pedro) ..........Lenormand (María Ana) ..
Naudé (Gabriel) ............Nostradamus (Miguel) . . . .
Paracelso .........................
Pitágoras .........................
Porta (J. B.) ..................Salomón ..........................
Zoroastro .........................
LIBRO II. — Extractos de algunos libros rarísimos 
de magia cabalística y
natural .........................
LIBRO III. — Arte adivi­
natoria .........................
Aeromancia .....................Alectromancia .................
Aleuromancia ..................Alfítomancia ..................
Alomancia ......................
Amniomancia ..................Antropoinancia ................
Apantomancia..................
Aritmomancia..................
Armomancia ....................Astragalomancia .............
Axinomancia ..................
Belomancia .....................Blbliomancia ....................
Botanomancia ..................
Brizomancia .....................Cafeomancia ..................
Cáomancia ................ • •
Capomancla .....................
Cartomancia ..................Catropomancla .. -..........
9
9
9
910
11
12
12
13
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C a u s in o m a n c ia ....................
C e ro m a n e ia .............................
C le d o n is m a n c ia ....................
i ' l e id o m a m ia ...........................
C le ro m a n c ia .............................
C o s q u in o m a n c ia ....................
C r i s ta lo m a j ic ia ....................
C r l s o m a n c i a .............................
C ru m n lo m a n c ia ....................
D a c t l lo m a n c ia .........................
D a fn o m a n c ia ...........................
D em onom anc ia ......................
E ro m a i i r ia .............................
E s c ia m a n c ia ...................... .. ♦
Espudomani-i; . ......................
E s t e r n o m a n c ia ......................
K s to iq u e o m a n c ia ................
E s to l i so m a n c in ....................
K i lu in an c ia ...............................
G a s t ro m a n c ia ................
O e o m a n c ia .............................
H id r o m a n c ia .........................
H ip o m a n c ia .............................
I e t lo m a n c ia .............................
K e i l o n u i n a n f i a ......................
Pég.
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Lampadomancia ...............
Lecanomancia ..................
Libanomancia ..................Licnumamla .....................
Litomancia ......................Margaritomancia ............
Miomancia .......................Nigromancia .. .. -..........
Oculomancia ....................
Oenomancia .....................
Otiomancla ............•*........
Olicmancia .....................Omomancia ......................
Onicomancia.....................Onomancía .....................
Ovomaneia .....................
Ornitomancia ..................Partenomancia ...............
Pegomancia .....................Petchimancla ..................
Piromancia .....................Psicomancia.....................
Quiromancia ....................Rabdomancia ..................
R a b s o d o n i a n c i a ......................
Sicomancia .......................Slderomancia ..................
Teomancla .....................
T ir o m a n c ia .............................
LIBRO IV. — Arte de pre.decir los acontecimientos, 
por medio de la posición. Influencia y observación 
de los cuerpos celestes o 
Breve trotado de astro-
logfn Judlcinria ............
LIBRO V. — Cafeomancia, 
o Adivinación por el ba-
gnxo del café ...............
LIBRO VI. — Arte de echar las cartus, o Cartomancia
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59
r*g.
a lm p llf lfn d a ......................... 64
L IB R O V il . — B re v e t r a t a ­
do d e f iso n o m ía .............. 71
C a rto m a n c ia se g ú n e l m é­
to d o I ta l ia n o .................... 77
L IB R O V III. — A r te de 
d e c ir la b u e n a v e n tu ra 
p o r la In sp ecc ió n d e la s 
m a n o s o Q u lro m a n c la -p o -
p u la r ...................................... 79
L IB R O IX . — C a p ítu lo I. —
D e los su e ñ o s , visiones* 
o rácu los* ensueños» y a p a ­
r ic io n e s .......... 8 |
C a p ítu lo II . — H is to r ia de 
lo s su e ñ o s c é le b re s r e a -
U sados ............. 9 |
C a p ítu lo I II . — E x p lic a c ió n 
d e lo s su e ñ o s en fo rm a
d e d ic c io n a r io ................ 98
L IB R O X. — T ra ta d o d e la 
v a r i l la a d iv in a to r io . . . . 130
L IB R O X I. — S e c re to s m a ­
ra v illo so s sa c ad o s de d i­
fe re n te s a u to r e s ............ 141
P a ra a g a r r a r p á ja ro s con
la m ano ............................. 141
P a r a in fu n d ir a m o r ........... 141 .
P a r a m a n te n e rse en p e r - *
f e c ta sai^id ......................... 141
P a r a c u r a r la h e m o rro id e s 141 
P a r a h a c e r que cese el
g ra n iz o ................................ 141
P a r a co n o cer si u n a m u je r
es f ie l ........... 141
P a r a h a c e r b a i la r u n a j o ­
ven d e s n u d a .................... 141
P a r a c u r a r la h id ro p e s ía . 142
P a r a a b r i r to d a s la s c e r r a ­
d u ra s ...................................... 142
P a r a c u ra r la c iá t ic a ___ 142
P a r a p re s e rv a r de e n c a n ­
ta m ie n to s ........................... 142
P a r a c u r a r la s c u a r ta n a s 142 
P a r a im p e d ir q u e se d u e r ­
m a un m arid o ................ 142
P a r a h a c e r q u e u n a p e r so ­
n a d o rm id a r e f ie r a su s 
s e c re to s en a l t a voz . . . . 142
P a r a s a n a r de la g o ta . . 142
P a r a co n o ce r u n a joven, 
q u é h o m b re le to c a rá en
m a tr im o n io ............... 143
P a r a c o g e r c u a n to s peces
se desee ............................. 143
P a r a h a c e r q u e a b a n d o n e n 
su c a s a to d o s los h a b i­
ta n te s .................................... 143
P a r a im p e d ir la c a íd a de
lo s c a b e llo s ....................... 143
P a r a a v e r ig u a r si u n a jo ­
v en se c a s a r á p ro n to . . 143
P a r a c u r a r el d o lo r de
m u e la s y el có lico ......... 143
P a r a s a n a r de l m al de p ie .
d r a ........................................... 143
V ir tu d e s de doce p ie d ra s 
p re c io sa s .............................. 144
Para quitar la potencia a
un hombre ..................Para devolver a un hombre su potencia perdida . . . . 
Para lograr que una mu­
jer se conserve siemprefiel ..............................
Para causar general asom­
bro en una reunión . . . . 
Para que huyan de ti todaslas fieras ......................
para conciliar dos ene­
migos ...........................Para conseguir una mujer 
que su marido esté siem­
pre en buena inteligenciacon ella ........................
Para hacer grandes cami­natas sin fatigarse en lo
más mínimo..................
Para apagar el fuego dela concupiscencia ........
Para predecir las cosas fu­
turas ..............................
Para conocer un amante si su querida es todavía
virgen ...........................Para salir victorioso de un
pleito ............................
Para que una mujer alum­bre sin dolor ...............
Para componer el terrible
fuego griego .................Para hacerse Invisible . .. 
Para salir ganancioso en
todo Juego ....................Para lograr que te deseen
las mujeres .............•••Para evitar las pesadillas
durante el sueño ........Para hacer salir los dien­
tes a loa niños ............Para hacer el famoso elixir
de larga vida ...............Para curar los retorcijones 
que las mujeres padecen 
antes o después del parto Para atraer a un palomar 
cuantas palomas se de­
seen ..............................
Para curar la fiebre ter­
ciana ............................Para conseguir abundante 
lluvia en tiempo de se­
quía ..............................Para volverse grueso en
poco tiempo .................Para que las mujeres se
conserven bellas ..........
Para conocer si un amante 
es fiel a su querida o si 
ésta es fiel a su amante Para promover las reglas
de una mujer .............
Secreto de los secretos; 
m is te r io adm irab le ; triunfo de la alquimia .. 
LIBRO XII. — Amuletos y Talismanes ..................
ESTE libro se termino de imprimir 
EN EL MES DE ENERO DE 1981 
EN LOS TALLERES 
ARTES GRAFICAS AVER V HOf S.C A 
MARIANO ACOSTA 1375
avellaneda pcia bs as 
rep argentina
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N i .
151
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Ir <Éaumir A
I EL Alt IT. » CURAR C O M » CORAZON Dr M FONTA- DEL SOI. Dr SASDRES
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