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PROVA DE PROFICIÊNCIA EM LEITURA EM LÍNGUA ESPANHOLA 
 
 
LEIA OS DOIS TEXTOS E RESPONDA AS DEZ PERGUNTAS 
 
Leia	o	Texto	1	para	responder	às	questões	de	1	a	5:	
	
TEXTO	1	
Gramática y enseñanza de segundas lenguas* 
Ernesto Martín Peris. Universidad Pompeu Fabra 
 En los últimos treinta años hemos presenciado un gran cambio en la forma de plantearnos la 
enseñanza de lenguas extranjeras. Si antes partíamos de la pregunta acerca de la naturaleza y las 
características propias de la lengua meta y acerca del modo de enseñarla, nuestro punto de partida 
actual consiste en preguntarnos por el modo en que se produce el aprendizaje de una segunda 
lengua y por aquello que debemos hacer para facilitarlo (Rod Ellis)1. 
 
Introducción 
El lugar de la gramática en la enseñanza de lenguas modernas y su tratamiento didáctico han 
sido objeto de debate prácticamente desde los primeros momentos de la reflexión acerca de esta 
actividad. En su Historia de la enseñanza del español como lengua extranjera, A. Sánchez lo ve en 
términos casi antagónicos: han existido y siguen existiendo dos tendencias fundamentales, claras y 
contrapuestas (…). Esas dos tendencias pueden identificarse, precisamente, como gramatical, la 
una, y como conversacional, la otra. La primera está basada en la preeminencia de la gramática; la 
segunda se fundamenta en la utilización prioritaria de materiales lingüísticos extractados de la 
realidad comunicativa2. El marco y los términos del debate, sin embargo, van evolucionando a tenor 
de los cambios experimentados por la propia lingüística y, más recientemente, por otras disciplinas 
cuyas aportaciones se han revelado importantes para la didáctica. El momento actual parece 
especialmente propicio para la superación de todo antagonismo, debido a los avances realizados en 
el estudio científico de los fenómenos de la actuación lingüística — es decir, de los datos en que se 
apoya la tendencia conversacional — por un lado, y a las implicaciones derivadas de los progresos 
en el estudio y comprensión de la lengua que sigue la otra tendencia — la gramatical — por otro. 
[...] 
 
 
 
 
El concepto de gramática en la didáctica de las lenguas 
 Históricamente, la gramática ha constituido uno de los niveles de descripción y explicación 
del sistema de las lenguas, responsable de sus componentes morfológicos y sintácticos; junto a ella 
existen otros dos niveles en la descripción del sistema: la semántica, que se ocupa del léxico y del 
significado, y la fonética, que se ocupa de los sonidos. Más recientemente ha venido a añadirse a 
estos niveles un nuevo campo de descripción y explicación, más allá del sistema: el uso de la lengua, 
del que es responsable la pragmática. 
 Con la aparición de la Gramática Generativo-Transformacional de Noam Chomsky, el término 
pasa a designar el conjunto de reglas que rigen todo el sistema de la lengua, relacionando 
morfosintaxis con léxico y semántica, por un lado, y con la fonética y la fonología, por otro. Al propio 
tiempo, empieza a utilizarse para designar el conocimiento interiorizado que los hablantes nativos 
tienen de esas reglas; se acuña el término de Gramática Universal (GU) para definir la capacidad 
innata del ser humano para aprender el lenguaje. 
 En analogía con la anterior acepción, diversos autores se han referido al conocimiento 
interiorizado que de una determinada lengua poseen quienes la aprenden sin ser sus hablantes 
nativos. A esta gramática del discente se le han dado diversos nombres: interlengua (Selinker), 
sistemas aproximados (Nemser), o competencia transitoria (Corder). 
 Finalmente, el término puede designar el conjunto de herramientas pedagógicas cuyo 
propósito consiste en favorecer un mejor desarrollo (es decir, más fácil, rápido y eficaz) de esa 
interlengua. Dentro de este concepto pueden aún establecerse algunas subdivisiones: puede 
hablarse de una gramática para extranjeros, como de una publicación que ofrece una descripción de 
todo el sistema de la lengua en cuestión o, para ser más precisos, de aquellas parcelas que los 
autores del libro han considerado más relevantes para un determinado público discente; puede servir 
también para referirse a las secciones y actividades de un curso de lengua que dedican especial 
atención a las formas del sistema. 
 En general, por tanto, podemos afirmar que en el campo de la enseñanza y el aprendizaje de 
segundas lenguas, el término gramática se ha usado para aludir al tratamiento didáctico de 
cuestiones de morfología y de sintaxis, por oposición al tratamiento del vocabulario y de la 
pronunciación, y contraponiendo el tratamiento de todos estos aspectos al tratamiento didáctico del 
uso de la lengua, efectuado en actividades de conversación y de las distintas destrezas. 
 Actualmente se tiende a superar ambas oposiciones y a integrar las reglas del sistema y las 
de uso (Hymes: «Existen reglas de uso sin las cuales las reglas de gramática no son de utilidad») así 
como a integrar el tratamiento de los fenómenos de los diversos niveles de la lengua (fonético-
fonológicos, morfosintácticos y léxico semánticos) en su descripción y en su tratamiento didáctico. 
[…] 
Notas: 
 (*) La enseñanza de la gramática de español/ lengua extranjera: diferentes aproximaciones, Carabela, 43, SGEL, 
Madrid, pp. 5-32, 1998. 
 
 (1) ELLIS, 1992: 37, Ellis utiliza aquí indistintamente los términos de «lengua extranjera» y «segunda lengua». Lo mismo se 
hará en el texto de este artículo. En aras de una mayor fluidez se recurrirá también a las abreviaciones «L2» y «L1» para aludir 
a la lengua que se está aprendiendo y a la que se habla como nativo, respectivamente. 
 (2) SÁNCHEZ, 1992: 1-2. 
 (3) En este sentido cabe referirse a los actuales planteamientos de las teorías sobre el currículo, que han ejercido una notable 
influencia en el sistema general de la enseñanza en España y más en concreto en la última reforma educativa. Véase GARCÍA 
SANTA CECILIA, 1995 
(4) El aprendizaje de la L2 en contexto de escolarización se entiende por oposición al llamado aprendizaje naturalista, es decir, 
al que de manera natural llevan a cabo las personas que, por su condición de emigrantes o por alguna otra circunstancia, 
aprenden una lengua extranjera sin asistir a clases ni recurrir a la ayuda de un profesor, sin «estudiarla». 
Fonte: http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/antologia_didactica/gramatica/peris01.htm 
*Em razão do tempo de duração da prova de proficiência em leitura, os trechos apresentados são 
recortes do texto original. O uso de [...] indica que um trecho foi suprimido. 
 
QUESTÃO 1 
 
Nos parágrafos 1 e 2 foram destacadas as seguintes palavras: "lengua meta” “a tenor de”, 
"extractados". Nessa ordem, indique quais são seus equivalentes mais adequados em 
português de acordo com seu significado no texto: 
 
a) língua mãe, como consequência de, extraídos 
b) língua de chegada, método, estendidos 
c) língua alvo, de acordo com, recopilados 
d) língua segunda, por causa de, desenvolvidos 
 
QUESTÃO 2 
 
Ao afirmar que “Actualmente se tiende a superar ambas oposiciones", o autor: 
 
a) refere-se à integração das regras do sistema às do uso. 
b) retoma a oposição do antagonismo: uso da língua / ensino da gramática. 
c) alude ao tratamento do vocabulário e da pronúncia no ensino da língua. 
d) ressalta a forma como, geralmente, a gramática é trabalhada fora do ensino de línguas 
estrangeiras. 
 
 
 
 
 
 
 
 
QUESTÃO 3 
 
O antagonismo expressado na introdução do texto: 
 
a) refere-se à oposição entre o papel da gramática das línguas estrangeira e a maneira de 
como estas são ensinadas na atualidade. 
b) é visto como superado mesmo que haja cientistas, como A. Sánchez, que estudem as 
tendências e consequências mais recentes referentes a ele. 
c) explicita o debate que vai ser desenvolvido a respeito das perspectivas conversacional e 
gramatical. 
d) evidencia crençasatenuantes de que outras disciplinas podem superá-lo. 
 
QUESTÃO 4 
 
A palavra "término”, sublinhada no parágrafo 6, refere-se: 
 
a) à competência transitória. 
b) à gramática universal. 
c) ao antagonismo. 
d) à gramática. 
 
QUESTÃO 5 
Segundo o autor do texto, o termo interlíngua cunhado por Selinker e adotado também por 
outros estudiosos como sistemas aproximados (Nemser), ou competência transitória 
(Corder) surgiu: 
 
a) como uma tentativa para conhecer melhor o sistema de uma língua estrangeira e, desse 
modo ajudar os aprendizes a desenvolver melhor questões de morfologia e de sintaxe 
em oposição à aprendizagem do léxico e da pronunciação. 
b) para referir-se somente ao tratamento didático de questões gramaticais, lexicais em 
oposição ao tratamento didático do uso da língua. 
c) a partir da proposta de Chomsky, para designar o conhecimento interno que os 
aprendizes de uma língua estrangeira possuem. 
d) para descrever a gramática de segundas línguas em contraposição as línguas nativas. 
 
 
 
 
 
Leia o texto 2 para responder às perguntas de 6 a 10. 
TEXTO 2 
Fragmento de uma entrevista que Jean-Paul Sartre concedeu ao escritor Jorge Semprún, 
publicada na Revista Ruedo Ibérico, em 1965: 
J.S. - ¿Qué es la literatura? 
J.-P.S. –Siempre he pensado que si la literatura no lo era todo, no era nada. Y cuando digo todo, 
entiendo que la literatura debía darnos no sólo una representación total del mundo, sino también que 
debía de ser un estímulo de la acción, al menos por sus aspectos críticos. Por tanto, el compromiso, 
del que tanto se ha hablado, no constituye de ninguna manera, para mí, una especie de rechazo, o 
de disminución, de los poderes propios de la literatura. Al contrario, los aumenta al máximo. Es decir, 
pienso que la literatura debería serlo todo. Eso es lo que pensaba en la época de ¿Qué es la 
literatura? Y sigo pensando lo mismo, es decir, que me parece imposible escribir si el que lo hace no 
rinde cuentas de su mundo interior y de la manera en que el mundo objetivo se le aparece. Digo: 
mundo –es una expresión de Heidegger– porque, para mí, estamos en el mundo, o sea: todo lo que 
hacemos tiene por horizonte el mundo en su totalidad. Por consiguiente, la literatura puede tener, 
totalmente, constantemente, por horizonte el mundo en su totalidad y, al mismo tiempo, nuestra 
situación particular dentro del mundo. Pero hoy, ello es evidente, he cambiado un poco en cuanto a 
los poderes de la literatura. Es decir, pienso que debemos contentarnos con dar esa imagen del 
mundo a las gentes de esta época, para que puedan reconocerse en ella y que, luego, hagan con 
ella lo que puedan. Tienen que reconocerse en esa imagen, comprender que están en el mundo, hay 
que desvelarles su horizonte. (…) 
J.S. –O sea, en cierto modo, la literatura no puede limitarse a reflejar la realidad, tiene que 
interpretarla, en el sentido de una amplificación de la visión del mundo. Pues bien, a este respecto, 
¿cómo se plantean las cosas con la nueva escuela novelesca francesa, la escuela del «nouveau 
roman»? 
J.-P.S. - La «nueva novela», que es muy variada, por otra parte, me parece, a título de experiencia, 
algo interesante. Pero, precisamente, creo que cae fuera de la literatura. De la misma manera que 
las últimas manifestaciones del grupo de la revista Tel quel y de todo positivismo del lenguaje. Se 
trata de hacer, con la literatura, experiencias de lenguaje, se trata de estudiar los poderes del 
lenguaje y de escribir por escribir. O sea, lo contrario de lo que hay que hacer, en mi opinión. Todo 
ello se basa en algunas teorías lingüísticas no bien interpretadas; todo eso me parece una manera 
de remover la literatura, y finalmente, de renegar de ella. (…) Para mí, la literatura tiene una función 
de realismo, de amplificación, en efecto. Y, además, una función crítica. Función, por otra parte, que 
asume por sí misma: el hombre no necesita saberse crítico para serlo. Bien, de todas maneras, 
cualquiera que sea la forma literaria empleada, la literatura tiene que ser crítica. Estos tres elementos 
me parecen indispensables: tomar al hombre, mostrar que está vinculado al mundo en su totalidad, 
hacerle sentir su propia situación, para que se encuentre en ella, y se encuentre a disgusto, y, al 
mismo tiempo, darle los elementos de una crítica que pueda facilitarle una toma de conciencia. Eso 
es, más o menos, lo que puede la literatura, a mi parecer, y eso es lo que no quiere la «nueva 
novela». 
J.S. –En cierto modo, pues, la literatura debe ser complementaria de la filosofía y de la política, en 
cuanto responde a algunas de las cuestiones capitales de nuestra existencia. 
J.-P.S. –En efecto, pienso que, hoy, la gran transformación de la filosofía –no es de hoy, por otra 
parte, es de hace cien años, desde Marx– consiste en que la filosofía no es simplemente la 
comprehensión del hombre, sino que debe también ser práctica; es decir, debe colaborar a la acción 
 
práctica que se propone cambiar sus condiciones. Y, en este sentido, la filosofía, al dejar de ser 
contemplativa, al dejar de ser el mero estudio de los métodos, de las lógicas, necesita transformarse, 
en determinadas ocasiones, en literatura. No quiero decir con esto –a veces se me lo ha echado en 
cara, no sé si con razón o sin ella, pero nunca he concebido así las cosas– que mi obra literaria sea 
la demostración de una tesis filosófica. No lo entiendo así. Al contrario, quiero decir que, en un 
determinado momento, la filosofía cede el paso, porque hay que mostrar lo individual con otras 
palabras y otras perspectivas que las de la filosofía, y, llegado ese momento, me pongo a hacer 
literatura. En verdad, como el hombre es uno, lo que escribo se parecerá más o menos a lo que hago 
como filósofo. Pero, para mí, la verdadera literatura comienza ahí dónde la filosofía se detiene. Como 
la literatura, la política y la filosofía son tres maneras de actuar sobre el hombre, existe entre ellas 
cierta relación. Yo diría, incluso, que un filósofo tiene que ser un escritor, porque hoy lo uno no va sin 
lo otro, porque los grandes escritores de hoy, como Kafka, son igualmente filósofos. Esos escritores-
filósofos que, al mismo tiempo, quieren integrarse en una acción, yo los llamaría intelectuales; quiero 
decir que no son políticos, pero que son compañeros de viaje de los políticos. (…) 
J.S. –Puesto que hemos ido abandonando los problemas específicamente literarios, ¿qué lugar le 
parece que ocupa la filosofía en el mundo de hoy? 
J.-P.S. –También a este respecto pienso que la filosofía tiene que serlo todo, o no ser nada. Es decir, 
que la filosofía es el hombre. Es el hombre planteándose cuestiones acerca de sí mismo. Porque, es 
algo que hay que comprender, el hombre no llegará nunca a tener un conocimiento científico total de 
sí mismo, por la sencilla razón de que siempre será interior al conocimiento que tiene de sí mismo. El 
racionalismo científico está muy bien, nos dará una sociología mucho más avanzada, nos dará un 
psicoanálisis mucho más avanzado, pero el problema del hombre se mantendrá idéntico. Lo que la 
esfinge preguntaba a Edipo seguirá siendo una pregunta, siempre, y la única forma de proceder para 
conseguir una especie de intuición comunicable de lo que es el hombre común, aunque no 
totalmente científica y objetiva, es la filosofía. O sea: la perpetua lucha del hombre con la 
presuposición que posee del hecho de ser hombre. Si diéramos por supuesto un mundo al fin 
liberado de las clases sociales, o en el cual, al menos, las clases hubieran plenamente tomado 
conciencia de sí mismas, siempre quedaría el problema del hombre. O sea, ese problema que hace 
que un hombre sea a la vez juez y parte de su propia realidad, que se ignore en la medida misma en 
que se conoce, y esto supone un tipo de verdad aproximativa, y es la verdad propiamente filosófica. 
Es decir, el esfuerzo del hombre por seguir su propia pista, por borrar todo lo demasiado humano en 
los conceptosque tiene de sí mismo. Creo que esto siempre será así, es decir, a mi parecer, la 
filosofía nunca acabará haciéndose mundo, «mundanizándose», a pesar de lo que creyera Marx, 
nunca será algo totalmente realizado por las masas en la realidad, siempre habrá que seguir 
planteándose problemas. Se conservará siempre como el asombro del hombre ante sí mismo, y 
como la crítica de ese hombre en relación consigo mismo. Y, desde este punto de vista, la filosofía es 
necesariamente práctica, siempre. Porque el nivel al cual se plantean esos problemas implica que si 
el hombre comienza a conocerse, va a rebasar esa autoconsciencia y a plantearse una empresa. Yo 
considero que una filosofía marca su impronta sobre un hombre. Un hombre tiene una filosofía que lo 
caracteriza como perteneciente a una clase, a una época, etc., pero, al mismo tiempo que lo 
condiciona, siempre lo rebasa, porque siempre se da ese esfuerzo por ir más allá de la clase, más 
allá de este mundo, para plantear el verdadero problema. 
J.S. –O sea, en fin de cuentas, no puede decirse que exista separación entre el pensamiento y la 
acción... 
J.-P.S. –No pienso que haya una diferencia que no sea histórica en la coyuntura entre pensamiento y 
acción. Para mí, la acción pone el pensamiento al descubierto. En un comienzo, la acción revela el 
mundo, al mismo tiempo que lo cambia. Dicho de otro modo: para mí no existe el pensamiento 
contemplativo. Existen simplemente acciones, que pueden ser de lo más elementales, y, en el interior 
 
de esas acciones que van a cambiar el mundo, una especie de descubrimiento del mundo, en tanto 
que se está transformándolo. 
 
J.S. –Ahora, con su permiso, quisiéramos volver a una cuestión personal. Hace un año, y se trata de 
un caso único, con el de Bernard Shaw, en la historia de la literatura, usted rechazó el premio Nobel 
que le había sido atribuido. ¿Cuáles fueron sus razones? 
J.-P.S. –Son razones de dos tipos. Unas, de tipo subjetivo, y otras de tipo objetivo. La razón subjetiva 
se desprende de mi concepción del intelectual, del escritor, que tiene que ser un realista crítico, y 
rechazar toda institucionalización de su función. Un intelectual ministro, por ejemplo, me parece algo 
cómico. Un ministro de la cultura sólo puede ser un funcionario. Pienso que no hacen falta ministros 
de la cultura, pero si hicieran falta, que sean funcionarios con una sólida cultura, y no novelistas, por 
ejemplo. Considero que el premio Nobel es una especie de ministerio, de ministerio espiritual, si se 
quiere. Si a uno le dan el premio Nobel, firma uno los manifiestos como premio Nobel, las gentes 
dicen: nos hace falta la firma de fulano, porque es premio Nobel. Todo eso, para mí, es lo contrario 
de la literatura. Diría incluso que si la literatura se institucionaliza, pues bien, forzosamente muere. 
Esa es la razón que yo llamaría subjetiva. La razón objetiva es otra. Consiste en que tal vez pueda 
aceptarse un premio internacional, pero sólo si lo es realmente. Es decir, si en una situación de 
tensión Este-Oeste, se atribuye tanto al Este como al Oeste, en función únicamente del valor de los 
escritores. Así ocurre con los premios Nobel científicos. Los premios Nobel científicos se atribuyen a 
rusos, a americanos, a checos, a hombres de cualquier país. Es un premio que sólo tiene en cuenta 
el aporte científico de tal o cual individuo. Pero, en literatura, no ocurre así. Sólo ha habido un premio 
soviético. Se trata de un gran escritor, Pasternak, que merecía ese premio desde hace veinte años. 
Pero, ¿cuándo se le da? En el preciso momento en que se quería crear dificultades al gobierno de su 
país. Se trata aquí, y así lo ha entendido todo el mundo, de una maniobra. (…) 
J.S. –¿Por qué piensa usted que le fue atribuido ese premio Nobel? 
J.-P.S. –Me fue atribuido porque soy de izquierda, pero soy al mismo tiempo un pequeño burgués del 
Oeste. Por consiguiente, se creaba la impresión de que el premio se daba a un hombre de izquierda, 
pero se daba al mismo tiempo a un pequeño burgués. ¿Por qué no se me dio ese premio durante la 
guerra de Argelia? Ya tenía bastante edad para recibirlo, mientras luchaba, junto a mis compañeros 
intelectuales, por la independencia de Argelia, contra el colonialismo. Pienso que, a pesar de mis 
principios, si se me hubiera dado en aquel momento, lo habría aceptado. Si se hubiera dado a alguno 
de los intelectuales que luchábamos por la independencia de Argelia, habría considerado oportuno 
aceptarlo, porque ello hubiera manifestado el apoyo de la opinión pública a la lucha por la 
independencia argelina. (…) 
Fonte:	http://www.filosofia.org/hem/dep/cri/ri03078.htm	
	
QUESTÃO 6	
Para Sartre, a Literatura: 
a) tem poderes próprios, independentemente de refletir ou não a realidade. 
b) reflete nossas inquietações subjetivas, enquanto a Filosofia trata dos temas 
objetivos. 
c) como tudo o que fazemos, não se dissocia do mundo objetivo. 
d) renega as teorias linguísticas em detrimento das filosóficas. 
 
QUESTÃO 7 
A partir do que disse Sartre, está incorreto afirmar que: 
a) a literatura pode contribuir para transformações individuais e coletivas. 
b) a literatura pode promover o autoconhecimento ao desvincular-se dos temas 
realistas. 
c) intelectual é aquele que concilia reflexão e ação política. 
d) a tomada de consciência através da literatura ou da filosofia impulsiona o desejo de 
transformação. 
	
QUESTÃO 8 
 
Em relação ao Prêmio Nobel de literatura, Sartre considera que: 
 
a) por tratar-se de um prêmio internacional, contempla escritores tanto do ocidente 
quanto do oriente. 
b) sua premiação foi motivada por ser ele um pequeno-burguês ocidental, que lutou 
pela independência da Argélia. 
c) ao institucionalizar a literatura, o Prêmio Nobel a eleva ao patamar das Ciências. 
d) fato de ele aceitar ou não o prêmio depende da situação em que ele é outorgado. 
	
QUESTÃO 9 
Pode-se depreender das falas de Sartre que “o novo romance” francês: 
a) contempla a realidade ao valorizar o positivismo da linguagem. 
b) não contribui para que os indivíduos saibam-se críticos da realidade. 
c) explora as novas teorias da linguagem, delimitando, assim, o lugar próprio da 
literatura. 
d) é uma corrente da literatura realista que se utiliza de recursos que se limitam ao 
campo das teorias linguísticas. 
	
QUESTÃO 10 
Sobre os questionamentos existenciais do homem, Sartre pensa que: 
a) suas respostas resultarão do avanço do pensamento científico e psicanalítico. 
b) quando as massas tenham suas necessidades humanas atendidas. 
c) quando a filosofia e a literatura estejam ao alcance de todos. 
d) todas as alternativas estão incorretas.

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