Para llevar este mensaje a la práctica, puedes seguir estos pasos: 1. Consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, distribuyéndolas en diferentes momentos como desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y cena. 2. Buscar que la alimentación de tu familia incluya al menos tres colores diferentes de frutas y verduras en el día para aprovechar nutrientes variados. 3. Incluir frutas y verduras en las loncheras, ya sea del colegio, universidad o la oficina. 4. Consumir frutas o verduras entre comidas principales, evitando los productos de alimentos muy procesados. 5. Aprender a preparar ensaladas llamativas y agradables con verduras "crudas y/o cocidas", y/o frutas para fomentar el hábito de comerlas. 6. Consumir frutas enteras, aprovechando las que estén en cosecha y sean de la región. 7. Preferir las frutas y verduras frescas a las procesadas. 8. Disponer de frutas y verduras listas para consumir en todos los lugares donde se desarrolle tu vida diaria. 9. Preferir las verduras crudas. Si las cocinas, hazlo por el menor tiempo posible según el tipo de preparación para evitar que pierdan sus nutrientes. 10. Cortar las frutas y verduras en formas creativas para hacerlas más provocativas al consumo.
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