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MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 1 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
 
 
 
 
 
 
 
Lectura 1 
 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología 
Clínica: conceptos, métodos y 
práctica. México, D.F: Manual 
Moderno. pp. 3-32. 
 
Psicología Clínica: Introducción ..................................................... 2 
Psicología Clínica: Introducción ..................................................... 2 
Otras Profeciones De Salud Mental ............................................ 3 
 
UUNNIIDDAADD IIIIII.. 
 
PPEERRFFIILL PPRROOFFEESSIIOONNAALL DDEELL PPSSIICCÓÓLLOOGGOO 
CCLLÍÍNNIICCOO 
 
 
El Psiquiatra ............................................................................ 3 
El Trabajador Social Psiquiátrico............................................ 4 
Psicólogos Orientadores.......................................................... 5 
Psicólogos Ebcolares............................................................... 5 
Psicólogos En Rehabilitación.................................................. 5 
Psicólogos de la Salud............................................................. 5 
Otro Personal De Salud Mental............................................... 6 
El Psicólogo Clínico.................................................................... 6 
Actividades Clínicas................................................................ 6 
Psicoterapia ......................................................................... 7 
Evaluación/diagnóstico ....................................................... 7 
Enseñanza............................................................................ 8 
Supervisión clínica .............................................................. 8 
Investigación ....................................................................... 8 
Consultoría .......................................................................... 9 
Administración.................................................................... 9 
Sitios De Empleo....................................................................... 10 
Una Semana En La Vida De La Doctora Carmen C. ................ 10 
Algunas Notas Demográficas.................................................... 12 
Investigación Y Tradición Científica ........................................ 12 
¿Arte O Ciencia? ....................................................................... 13 
Entrenamiento: Hacia Una Identidad Clínica ........................... 13 
Perspectiva General............................................................... 14 
Programas De Entrenamiento Clínico................................... 14 
Un programa de muestra ................................................... 14 
Cursos................................................................................ 15 
Trabajo de práctica............................................................ 15 
Investigación ..................................................................... 16 
El internado ....................................................................... 16 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 2 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
Exámenes de aptitud ..........................................................17 
Admisión A Programas De Posgrado ........................................17 
Primer Paso. Conocer Los Programas....................................17 
Financiamienfo de la educación.........................................18 
Acreditación de la APA .....................................................18 
Cuándo hacer la solicitud...................................................18 
Número de solicitudes a presentar .....................................18 
Segundo Paso. Materiales de Solicitud de Ingreso ................19 
Calificaciones en prueba ....................................................19 
Copias del historial académico ..........................................19 
Cartas de recomendación ...................................................19 
Exposición de motivos .......................................................20 
Experiencia.........................................................................20 
Calificaciones Esenciales...........................................................20 
Una Profesión En Movimiento ..................................................21 
Tolerancia De La Ambigüedad ..................................................22 
PSICOLOGÍA CLÍNICA: INTRODUCCIÓN 
 
Se dice que uno de los métodos comprobados y verdaderos para 
descubrir los sentimientos de una persona es la vieja técnica de 
asociación de palabras. La mayoría de las personas están familiarizadas 
con ella: "Voy a decir una palabra y quiero que usted responda con la 
primera palabra que le venga a la mente". Quizás este enfoque pueda 
encontrar lo que las personas piensan acerca de los psicólogos clínicos. 
En este sentido, en una ocasión se le pidió a cerca de 30 estudiantes de 
licenciatura en clases de psicología que dieran sus asociaciones al 
estímulo psicólogo clínico. Aquí se encuentra una muestra de sus 
respuestas: 
 
cabeza hueca raro ayuda 
loco 
 
psicoanálisis médico brujo
una persona que ayuda a otras terapeuta mente 
loquero doctor diván
miembro de la APA médico 
 
Es probable que esta lista sea una mezcla bastante representativa de 
los estereotipos, distorsiones, bromas y verdades que caracterizan a las 
percepciones públicas de los psicólogos clínicos (Peterson, 1995). 
Después de tantos años las personas aún los confunden con médicos. 
Algunos continúan creyendo que la psicología clínica y el psicoanálisis 
son sinónimos. Otros encuentran un poco de médico brujo en los 
psicólogos clínicos mientras que otros los consideran un tanto 
peculiares. Por fortuna, existen muchos que los consideran como 
investigadores, terapeutas o, inclusive, como miembros de sociedades 
profesionales. Quizás todas estas percepciones, por diversas que sean, 
detectan parte de la esencia de la psicología clínica. 
En un intento reciente por definir y describir la psicología clínica, 
Resnick (1991) propuso la siguiente definición y descripción: 
 
El campo de la psicología clínica comprende investigación, enseñanza y 
servicios relacionados con las aplicaciones de principios, métodos y 
procedimientos para la comprensión, predicción y alivio de la desadaptación, 
discapacidad e incomodidad intelectual, emocional, biológica, psicológica, social 
y conductual. aplicados a una amplia gama de poblaciones de clientes. (página 
7) 
 
Según Resnick, las áreas de habilidad que se consideran esenciales 
para el campo de la psicología clínica incluyen: evaluación y diagnóstico, 
intervención o tratamiento, consultoría, investigación y aplicación de 
principios éticos y profesionales. Asimismo, Resnick afirma que los 
psicólogos clínicos son únicos en cuanto a su pericia en las áreas de 
personalidad y psicopatología y en su integración de ciencia, teoría y 
práctica. 
Aunque esta descripción expresa lo que hacen los psicólogos clínicos 
y las habilidades que poseen, no se puede olvidar el modo en que otros 
pueden ver a la profesión y tratar de corregir cualesquier imágenes 
falsas. Por ejemplo, muy pocos psicólogos clínicos son psicoanalistas o 
médicos. El campo no produce ni médicos brujos ni obradores de 
milagros ¡y se esperaría fervientemente que aún menos psicólogos 
clínicos estuvieran locos, fueran raros o, incluso, fueran cabezas huecas! 
En cualquier caso,el principal propósito de este primer capítulo 
consiste en aclarar la naturaleza de la psicología clínica mediante la 
descripción de lo que hacen los psicólogos clínicos y dónde lo hacen, 
cómo llegan a ser clínicos y en qué difieren de otros profesionales que 
también atienden las necesidades de salud mental de las personas. En 
el proceso, esto debería proporcionar una mejor comprensión del campo 
de la psicología clínica. 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 3 
 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Otras Profeciones De Salud Mental 
 
Antes de que se analice la naturaleza de la psicología clínica se 
revisarán brevemente algunas de la otras principales profesiones dentro 
del campo de la salud mental. Después de esta revisión se podrán 
presentar mejor las características que dan a la psicología clínica su 
identidad única. 
El Psiquiatra 
El psiquiatra es un médico. La psiquiatría se encuentra enclavada 
dentro de la tradición médica y existe dentro del marco de la medicina 
organizada. Así, los psiquiatras comparten el poder y estatus de la 
profesión médica, aun cuando su herencia intelectual procede de las 
contribuciones no médicas de Freud, Jung, Adler y otros. A pesar de que 
eran médicos, se separaron de la tradición médica para desarrollar un 
sistema psicoanalítico de pensamiento que tiene poco que hacer con la 
medicina. La profesión psiquiátrica ha presionado verbal y efectivamente 
por obtener un papel superior dentro de la jerarquía profesional de la 
salud mental y gran parte del argumento de su profesión se ha basado 
en sus antecedentes médicos. 
Debido a su entrenamiento médico, los psiquiatras pueden funcionar 
como médicos. Pueden recetar fármacos, tratar afecciones físicas y 
efectuar exámenes físicos. Sin embargo, debido a su concentración en 
la psicoterapia y el diagnóstico psiquiátrico, sus habilidades médicas 
pueden de hecho atrofiarse con rapidez. Los psiquiatras hacen uso 
extensivo de una variedad de fármacos en el tratamiento de los 
problemas psicológicos de sus pacientes. Más que eso, su 
entrenamiento médico potencialmente los capacita mejor para reconocer 
problemas médicos que pueden contribuir a la angustia psicológica del 
paciente. Pero, como sugiere el apartado 1-1, aun estas líneas 
tradicionales que han servido para distinguir a los psiquiatras de los 
psicólogos clínicos pueden llegar a confundirse todavía más en el futuro. 
Después de obtener el título de médico y terminar el internado en 
medicina general que se requiere de todos los médicos, el típico 
psiquiatra en potencia recibe entrenamiento psiquiátrico durante una 
residencia de tres años. Esto implica trabajo supervisado con pacientes 
dentro de un ambiente de atención externa y en un hospital y un periodo 
de aprendizaje que en ocasiones se acompaña de seminarios, lectura, 
discusión y demás. Es variable la cantidad de trabajo dentro del curso 
formal de psiquiatría, pero existen pocas dudas acerca de que la 
experiencia central de entrenamiento consiste en el tratamiento de 
pacientes, bajo la supervisión de un psiquiatra con mayor experiencia. 
 
APARTADO 1-1 
Pero ¿es la receta correcta para la psicología clínica? 
Recientemente, varios psicólogoe clínicos han expresado la esperanza de que, con el 
tiempo, se les conceda el mismo privilegio de extender recetas que han disfrutado durante 
mucho fiempo loe psiquiafree. En particular, desean recetar los llamados psicofrópicos que 
afectan la actividad mental, estado de ánimo o emociones. Como dice Handler (1988), 
parecen desear "hacer lo que hacen los psiquiatras, pero hacerlo mejor: un enfoque de 
compra en un mismo sitio, dentro de la mejor tradición de los supermercados...ypor tanto, 
ser más competitivos en el mercado, (salvando) a nuestra profesión de volverse obsoleta" 
(página 44). Handler añade que la respuesta de algunos a todo esto ea refunfuñar que "si 
deseare ser un psiquiatra, hubiera ido a la facultad de medícine".Pera otros es, 
"¿Realmente crees que pudiéramos?" En general, las respuestas de muchos parecen 
prestar apoyo al punto de vista. 
Pero otros advierten tener precaución. Rugieren que la principal razón Por la que la 
psicología clínica ha florecido es por el mero hecho de que es diferente de la psiquiatría. 
Los psicólogos clínicos han desarrollado habilidades únicas en la evaluación psicológica. 
Han creado una profesión fundada sobre une sólida base científica. Según su opinión, 
copiar a la psiquiatría mediante un intento erróneo de extender recetas ayudaría a destruir 
las mismas características únicas de la psicología clínica. 
Es frecuente que los psicólogos clínicos destaquen a los clientes angustiados su 
autonomía y la necesidad de que ellos, como clientes, colaboren con el terapeuta en el 
proceso de cambio. En contraste, loa psiquiatras pueden partir con demasiada frecuencia 
de una tradición autoritaria. El doctor es un experto que dice al cliehfe/paciente lo que tiene 
mal y después le receta un fármaco para que las cosas se compongan. Los psicólogos 
clínicos tredicionaknente ce han comprometido con el poder de las palabras ("la cura del 
habla") y con el proceso de pensamiento y aprendizaje social. No se atienen al credo de 
una "vida mejora través de la química" cuando se aplican a los problemas psicológicos. 
Mientras que pocos psicólogos clínicos discutirían quesos rnedicementos nunca son 
necesarios, muchos dirían que, en última instancia, la mayoría de los clientes debe 
aprender a aceptar psicológicamente sus problemas cotidianos. 
El punto esencial parece ser que, en la actualidad, el campo no ha llegado a una 
conclusión eoerca.de los privilegios de extender recetas. Como tal, no existe consenso 
(Massoth, Mo0rath, Bianchi y Ringar,1990),pero el próximo paso olerla psicología clínica 
bien podría resultar el de los privilegios de recetar (DeLeon, Fox y Grabare, 1991). 
Si se busca obtener el privilegio de extender recetas, habré importantes implicaciones 
para la investigación, el entrenemientoy la práctica. Por ejemplo, se requerirán cambios 
importantes en el entrenamiento de posgrado a fin de preparar a los psicólogos clínicos 
para este nuevo papel. 
¿Cuál es la perspectiva de los directores de entrenamiento clínico acerca de esta 
cuestión? Ri eey, Elliott y nomas (19 92) llevaron a cabo una encuesta con una selección 
aleatoria de directores de entrenamiento en posgrado e internado en psicología en cuanto 
a los privilegios de recetar. Ante la pregunta: "¿Le psicología debería buscarla obtención 
del privilegio de extender recetas?', la mayoría de los directores de entrenamiento (66.4%) 
respondieron "definitivamente no", "probablemente no" o "no estoy seguro". Lo que es más, 
66.3% de los directores de entrenamiento indicaron que el personal docente no estaría 
dispuesto a hacer loa cambios a sus programas respectivos si se concedieran los 
privilegios de extender recetas. Una mayoría (75%) de los directores de entrenamiento 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 4 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
también indicaron que sus programas tendrían que aumentarse en al menos un año si a los 
psicólogos se les concedieran los privilegios de recetar y 21.3% informaron que sus 
programas se tendrían que reformar por completo. Como indica esta encuesta, perece 
haber una gran cantidad de resistencia por parte de loa directores de entrenamiento hacia 
le idea deque lee psicólogos tengan el privilegio de extender recetas. 9e hablaré más 
acerca de este debate en el capítulo 3. 
 
) 
Un editorial de 1977 que apareció en la American Psychologist 
resume el entrena-miento comparativo de psiquiatras y psicólogos 
clínicos: 
 
Los psiquiatras reciben entrenamiento médico tradicional, poco entrenamiento 
formal en el estudio de la conducta humana y casi ninguna experiencia en 
investigación. Por otra parte, los psicólogos clínicos reciben muy poco 
entrenamiento en medicina (aunque muchos tienen fuertes antecedentes en 
neurociencia), conjuntos más estandarizados y amplios de experiencias en 
investigación y participan por cinco años o más en un vasto estudio de la conducta 
humana. (Kiesler, 1977, página 107) 
 
La psiquiatría no disfruta más del prestigio que tuvo alguna vez. La 
proporción de estudiantes graduados en medicina que eligen volverse 
psiquiatras ha descendido de manera notable desde 1968. Algunos 
afirman que, en la actualidad, la psiquiatría se encuentra en una aguda 
crisis. Las razones son complejas, pero gran parte se reducen a 
cuestiones económicas. Los sistemas de atención de la salud han 
disminuido significativamente sus pagos para los servicios de salud 
mental y dan prioridad a la terapia a corto plazo. Esto reduce el ingreso 
profesional. En consecuencia, los salarios de los psiquiatras son relati-
vamente bajos en comparación con otras especialidades médicas. Los 
viejos métodos psicoanalíticos se han visto eclipsados por el tratamiento 
con fármacos, terapias más breves y la terapia cognoscitiva. Todo esto 
ha fomentado una "remedicalización" de la psiquiatría, en la que, la 
psicofarmacología y una renovada creencia en el papel de los factores 
biológicos en la enfermedad mental han mostrado un resurgimiento 
(Dana y May, 1986). De hecho, esta perspectiva biológica parece ser la 
fuerza dominante en la psiquiatría estadounidense actual. 
El Trabajador Social Psiquiátrico 
Las actividades profesionales de los trabajadores sociales 
psiquiátricos con frecuencia - parecen similares a aquellas de los 
psiquiatras y de los psicólogos clínicos. Muchos trabajadores sociales 
psiquiátricos proporcionan psicoterapia individual o de grupo y contribu-
yen también en el proceso diagnóstico. 
En años anteriores, los trabajadores sociales tendían a lidiar con 
fuerzas sociales y agentes externos que contribuían a los problemas de 
los pacientes. El trabajador social tomaba la historia de un caso, 
entrevistaba a patrones y familiares, hacía arreglos para asignación 
vocacional u orientaba a los padres; el psiquiatra conducía la 
psicoterapia con los pacientes, y el psicólogo clínico los evaluaba. Sin 
embargo, a lo largo de los años estos roles profesionales se han vuelto 
poco claros. 
Quizás fue la cercana vinculación con psiquiatras y psicólogos lo que 
condujo a muchos trabajadores sociales a enfocarse menos en los 
factores sociales o ambientales y a preocuparse, como sus colegas, de 
los factores internos, psicológicos. Aunque ahora parece ser que 
muchos trabajadores sociales se están alejando de las influencias 
psicoanalíticas y están regresando a este primer enfoque sobre los 
determinantes familia-res y sociales de la psicopatología. 
La profesión de trabajo social ha sido líder en la utilización de trabajo 
de campo bajo supervisión como mecanismo de aprendizaje para los 
alumnos. La asignación a trabajo de campo es parte del programa para 
el título de maestría (en general el título final para trabajadores sociales) 
que típicamente requiere dos años. En comparación con el entre-
namiento de psicólogos clínicos y psiquiatras, el entrenamiento en 
trabajo social es bastante breve. Tiende a asegurar que las 
responsabilidades del trabajador social no sean tan grandes como 
aquellas del psiquíatra o del psicólogo clínico. La característica de los 
trabajadores sociales es su gran participación en las vidas y tensiones 
cotidianas de sus. pacientes. Es más probable que visiten el hogar, la 
fábrica o la calle; los lugares donde sus pacientes pasan gran parte de 
sus vidas. Su papel tiende a ser activo y como resultado se encuentran 
menos preocupados por las generalizaciones abstractas y teóricas que 
se derivan de un caso particular que por los asuntos prácticos de la vida 
diaria. 
Muchos de los trabajadores sociales psiquiátricos laboran en 
instituciones públicas de uno u otro tipo. Sólo unos cuantos tienen una 
práctica privada donde, con frecuencia, su trabajo en terapia individual o 
familiar es indistinguible de aquel del psiquiatra o del psicólogo clínico. 
Otros trabajadores sociales funcionan como parte del equipo de salud 
mental (psiquiatra, psicólogo clínico y trabajador social psiquiátrico) en 
hospitales, instituciones de asistencia social o clínicas de salud mental. 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 5 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
Psicólogos Orientadores 
Las actividades de los psicólogos orientadores se traslapan con 
aquellas de los psicólogos clínicos. Tradicionalmente los psicólogos 
orientadores trabajan con individuos normales o con desajustes 
moderados. Su trabajo puede involucrar orientación individual o grupal. 
Su principal método de evaluación es, en general, la entrevista, pero los 
psicólogos orientadores también aplican pruebas (por ejemplo, 
evaluación de capacidades, personalidad, intereses y aptitud 
vocacional). Históricamente han proporcionado gran cantidad de 
orientación educativa y ocupacional. En fecha más reciente muchos 
psicólogos orientadores han comenzado a utilizar técnicas cognoscitivo-
conductuales y de biorretroalimentación. Los sitios más frecuentes de 
empleo para psicólogos han sido los entornos educativos, en especial 
institutos y universidades; con menos frecuencia trabajan en hospitales, 
centros de rehabilitación, clínicas de salud' mental y la industria. Un buen 
ejemplo del tipo de trabajo que realizan se sugiere en el encabezado que 
apareció sobre un artículo en un periódico universitario hace varios años: 
"Centro de Orientación Psicológica responde a las necesidades de 
estudiantes casados". El artículo describía sesiones grupales de 
orientación psicológica diseñadas para ayudar a los alumnos que tienen 
hijos a lidiar con los problemas especiales que el matrimonio y los niños 
les crean en la búsqueda de sus metas académicas. 
En general, los psicólogos orientadores consideran que su labor se 
encuentra en las siguientes actividades: a) tratamiento preventivo, b) 
consultoría, c) desarrollo de programas de superación, d) orientación 
vocacional y e) orientación psicológicalterapia a corto plazo que va de 1 
a 15 sesiones (Tipton, 1983). Sin embargo, los orientadores más jóvenes 
parecen considerar cada vez más que su participación se ubica en 
actividades que se encuentran dentro del campo tradicional de la clínica, 
como la psicoterapia. Hoy día, es frecuente que existan menos 
interesados en la orientación vocacional o de carrera (Fitzgerald y 
Osipow, 1988) y más interesados en la práctica privada (Zook y Walton, 
1989). 
El número de diciembre de 1994 del American Psychologist enumeró 
64 programas de entrenamiento doctoral en orientación psicológica 
acreditados por la American Psychological Association (APA). Se estima 
que se otorgan anualmente más de 500 títulos de doctorado en 
orientación psicológica (Mayne, Norcross y Sayette, 1994a). 
Psicólogos Ebcolares 
Los psicólogos escolares trabajan con educadores y otras personas 
para promover el desarrollo intelectual, social y emocional de niños en 
edad escolar. Para lograr esto pueden ayudar en la planeación del 
ambiente de aprendizaje. Por ejemplo, pueden generar programaspara 
auxiliar al desarrollo del niño que tiene necesidades intelectuales, 
emocionales o sociales especiales. Con frecuencia evalúan a estos 
niños y recomiendan programas, tratamientos o asignaciones 
especiales, de ser necesario. También dan consultoría a maestros y 
autoridades escolares acerca de aspectos de política escolar o manejo 
del salón de clases. Sus entornos laborales van desde escuelas, 
guarderías y centros de salud, hasta hospitales, clínicas y, aun, 
instituciones penales. Unos cuantos realizan práctica privada. En 1994 
había un total de 43 programas acreditados por la APA en psicología 
escolar y se estima que cada año se otorgan menos de 100 títulos de 
doctorado en psicología escolar (Mayne y colaboradores, 1994). 
Psicólogos En Rehabilitación 
Tanto en la investigación como en la práctica, el foco de atención de 
los psicólogos en rehabilitación se sitúa en las personas con 
impedimentos físicos o cognoscitivos. La discapacidad puede ser el 
resultado de un defecto de nacimiento o de enfermedad o lesión 
posterior. Los psicólogos en rehabilitación ayudan a los individuos a 
adaptarse a sus incapacidades y a las barreras físicas, psicológicas, 
sociales y ambientales que con frecuencia las acompañan. Sus sitios de 
trabajo más frecuentes se encuentran en institutos y hospitales de 
rehabilitación. 
Psicólogos de la Salud 
En años recientes ha surgido el campo de la psicología sanitaria y se 
encuentra en rápido crecimiento (Brannon y Feist, 1997; Gatchel, Baum 
y Krantz, 1989). Los psicólogos de la salud son aquellos quienes, a 
través de la investigación o práctica, contribuyen a la promoción y 
mantenimiento de la buena salud. También participan en la prevención y 
tratamiento de la enfermedad. Pueden diseñar, ejecutar y estudiar 
programas para ayudar a las personas para que dejen de fumar, 
controlar el estrés, pierdan peso o se mantengan en forma. Dado que es 
un campo nuevo, aquellos que se desempeñan en él provienen de 
diversas áreas como: psicología clínica, orientación psicológica, 
psicología social, de la personalidad y otros. Muchos psicólogos de salud 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 6 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
trabajan en centros médicos, pero cada vez más laboran como 
consultores en negocios e industrias, así como en cualquier organización 
que reconozca la importancia de mantener en buenas condiciones a sus 
empleados o miembros. Como se analizará en el capítulo 3, es probable 
que esta especialidad sea la que más se beneficie de los cambios 
radicales en la atención de la salud. 
Otro Personal De Salud Mental 
En años recientes se ha expandido la función de otro personal en 
salud mental. Desde hace mucho tiempo se ha tenido conciencia de la 
función de las enfermeras psiquiátricas. Dado que pasan muchas horas 
en contacto estrecho con los pacientes, no sólo se encuentran en 
posición de proporcionar información acerca de sus patrones de 
adaptación al hospital, sino que también es posible que representen un 
papel crucial y sensible en el fomento de un ambiente terapéutico 
apropiado. Al trabajar en estrecha colaboración con el psiquiatra o con el 
psicólogo clínico, pueden poner en práctica (junto con aquellos a los que 
supervisan: asistentes, auxiliares de enfermería, voluntarios y demás) 
las recomendaciones terapéuticas a través de su conducta y la de su 
personal. 
Muchos hospitales con gran cantidad de trabajadores emplean una 
variedad de otro personal terapéutico. Son terapeutas ocupacionales, 
terapeutas recreacionales, terapeutas horticultores y demás. En virtud de 
su entrenamiento y experiencia, estas personas pueden representar una 
función adjunta vital para incrementar los patrones de adaptación de los 
pacientes. Pueden enseñar habilidades que ayudarán a los pacientes en 
diversos entornos no hospitalarios. Pueden ayudar a que la 
hospitalización sea una experiencia más tolerable y proporcionar salidas 
que incrementen el valor terapéutico de las instituciones. Ya sea que su 
función consista en ayudar a que los enfermos entren en contacto con 
sus emociones a través del arte, música, jardinería o baile, o aumentar 
las habilidades personales y sociales de los mismos, las contribuciones 
de este personal terapéutico son significativas. 
Las personas con entrenamiento para asistir a los trabajadores 
profesionales de la salud mental se denominan paraprofesionales y su 
papel ha cobrado mayor importancia en los últimos años. Es frecuente 
que se proporcionen sesiones cortas de entrenamiento a los voluntarios, 
quienes entonces se vuelven el personal más visible en los centros de 
atención en crisis (tanto de atención personal como telefónica). Ciertas 
actividades paraprofesionales se han vuelto práctica aceptada. La 
investigación proporciona fuertes indicaciones de que los esfuerzos de 
los paraprofesionales pueden complementar con efectividad el trabajo de 
los profesionales (Hattie, Sharpley y Rogers, 1984). Se discutirá 
ampliamente este tema en el capítulo 16. 
Ahora que se han analizado brevemente algunas de las otras 
profesiones de ayuda, permítasenos volver la atención hacia el trabajo 
del psicólogo clínico. 
El Psicólogo Clínico 
Tratar de definir la psicología clínica en términos de los problemas 
con los que se enfrentan los clínicos es una causa perdida. El número y 
tipos de problemas son tan amplios que intimidan: depresión, ansiedad, 
trastornos de personalidad, psicosis, deficiencia mental, adicciones, 
problemas de aprendizaje, delincuencia juvenil, problemas vocacionales 
y desviaciones y disfunciones sexuales, por nombrar sólo unos cuantos. 
Esta lista no cubre a los muchos individuos considerados "normales" a 
los que se trata de alguna u otra manera. Otro enfoque de la definición 
reside en las actividades en las que participan los psicólogos clínicos. 
Actividades Clínicas 
Gran parte de la información acerca de las actividades clínicas 
procede de una serie de estudios realizados entre 1973 y 1995. Cada 
estudio implicó una muestra aleatoria de los miembros de la División 12 
—División de Psicología Clínica— de la American Psychological 
Association (APA). Garfield y Kurtz (1976) analizaron más de 800 cues-
tionarios recolectados en 1973; Norcross y Prochaska (1982) estudiaron 
casi 500, reunidos en 1981; Norcross, Prochaska y Gallagher (1989b) 
pudieron analizar 579 cuestionarios de 1986; y finalmente Norcross, 
Karg-Bray y Prochaska (1995) encuestaron a 546 psicólogos clínicos en 
1994 y 1995. Los resultados de estas cuatro encuestas se presentan en 
el cuadro 1–1. 
En el cuadro 1–1 se puede observar que la psicoterapia de un tipo u 
otro es la actividad en la que se participa con mayor frecuencia y la que 
ocupa el mayor tiempo, como ha ocurrido en todas las encuestas citadas 
desde 1973 hasta 1995. El diagnóstico y la evaluación le siguen como 
las principales actividades. La actividad en investigación ha crecido a 
través de los años (a cerca de 10% del tiempo de quienes respondieron 
en 1995) y esto es un tanto sorprendente dado que 40% de la muestra 
de 1995 trabajaba de tiempo completo en la práctica privada. Aun así, es 
importante señalar que algunos psicólogos clínicos nunca publican un 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 7 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
artículo de investigación y que sólo de 10 al 15% de todos los clínicos 
producen de 40 a 50% detodos los trabajos publicados por psicólogos 
clínicos (Norcross y colaboradores, 1989b). La enseñanza es otra 
actividad relativamente común entre los psicólogos clínicos. Por 
desgracia, el tiempo que se dedica a la administración continúa siendo 
significativo, lo cual quizás refleje la burocracia tan generalizada en la 
sociedad moderna. Ahora veánse de cerca las seis actividades 
representadas en el cuadro 1–1. 
Psicoterapia 
Es claro a partir del cuadro 1–1 que la terapia es la actividad en la 
que se emplean con mayor frecuencia los típicos esfuerzos de los 
clínicos y a la cual se dedica el mayor tiempo. Con frecuencia, el lego 
tiene una imagen de la situación terapéutica como aquella en la que el 
cliente se recuesta en un diván mientras que el terapeuta, barbado y 
misterioso, se sienta detrás con un cuadernillo de notas y la ceja 
fruncida. En realidad, la terapia viene en muchos tamaños y formas 
diferentes. Algunos terapeutas utilizan diván, pero con mayor frecuencia 
el cliente se sienta en una silla adyacente al escritorio del terapeuta. Es 
más frecuente que la terapia implique una relación uno a uno, pero en la 
actualidad la terapia de pareja, la terapia familiar y la terapia de grupo 
son también muy comunes. Por ejemplo, un grupo de seis u ocho 
clientes, que tienen problemas de alcoholismo, pueden reunirse con un 
terapeuta para trabajar sus problemas. Por último, una notable 
proporción de terapeutas son mujeres, no varones. 
 
Cuadro 1-1 
Actividades de los psicólogos clínicos 
Actividad Porcentaje que participa en1995 
Porcentaje medio de tiempo 
1995 1986 1981 1973
Psicoterapia 84 37 35 35 31
Diagnóstico/Evaluación 74 15 16 13 10 
Enseñanza 50 9 14 12 14 
Supervisión clínica 62 7 11 8 8
Investigación/Publicación 47 10 15 8 7 
Consultoría 54 7 11 7 5* 
Administración 52 11 16 13 13 
* El porcentaje de Garfield y Kurtz es para "consulta comunitaria°. 
FUENTE: Basado en datos de Clinical Psychologists in the 1990's°, de J. C. Norcross, 
R. S. Karg-Bray, y J. O. Prochaska, 1995, manuscrito sin publicar. 
 
En algunos casos, la terapia implica principalmente una búsqueda de 
insight acerca de los orígenes de los problemas que uno sufre o de los 
propósitos que satisface la propia conducta indeseable. En otros, la 
terapia consiste, en primer lugar, de una relación entre cliente y 
terapeuta la cual se diseña para producir una atmósfera de confianza 
que ayudará a disolver las defensas debilitantes del cliente. Otras formas 
de terapia son ante todo conductuales, en el sentido de que el cliente 
aprende modos nuevos y más satisfactorios de adaptación. En 
ocasiones las metas de la terapia son generales: se realizan grandes 
cambios en la conducta. Por otro lado, algunos pacientes desean 
obtener ayuda sólo con un temor molesto que les impide el logro de 
ciertas metas. Entonces, la terapia varía a lo largo de muchas 
dimensiones diferentes. 
Evaluación/diagnóstico 
Todos los clínicos practicantes participan en evaluación de una u otra 
manera. Tómense, por ejemplo, los siguientes casos: 
 
• A un niño que reprueba en cuarto año se le aplica una prueba de 
inteligencia. ¿Existe un déficit intelectual? 
• Se aplican pruebas de personalidad a un cliente que se 
encuentra deprimido y ha perdido todo su entusiasmo por la vida. ¿Los 
resultados pueden arrojar alguna luz sobre los factores subyacentes de 
la personalidad? 
• Se ha decidido que un cliente se beneficiará de la terapia. Pero, 
¿cuál tipo de terapia será la más adecuada? 
• Se ha acusado a un padre de maltrato infantil. Se le entrevista y 
se le somete a pruebas para determinar si debe recibir un diagnóstico de 
esquizofrenia o de algún otro trastorno. 
 
Común a todos estos ejemplos se encuentra el esfuerzo por 
comprender de la mejor manera al individuo, de modo que pueda 
tomarse una decisión más informada o se seleccione un curso más 
deseable de acción. La evaluación, ya sea como observación, prueba o 
entrevista, es una forma de reunir información para que se pueda 
solucionar un problema. Por supuesto, estos problemas tienen una 
variedad casi infinita, como lo sugieren los ejemplos anteriores. La 
evaluación ha sido desde siempre una parte crítica del papel del 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 8 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
psicólogo clínico. De hecho, por muchos años, la evaluación, en especial 
a través de pruebas, fue el elemento principal de la identidad profesional 
del clínico. 
Enseñanza 
Es obvio que los psicólogos clínicos que tienen compromisos 
académicos de tiempo completo o de medio tiempo dedican una 
considerable cantidad de tiempo a la enseñanza. Aquellos cuyas 
responsabilidades se sitúan principalmente en el área de posgrado 
enseñan cursos avanzados en psicopatología, pruebas psicológicas, 
entrevista, terapia, teoría de personalidad, psicopatología experimental y 
demás. Algunos de ellos pueden también dar clases en cursos a nivel 
licenciatura como psicología introductoria, personalidad, psicología 
anormal, introducción a la psicología clínica, psicología del 
envejecimiento y similares. En ocasiones, aun los clínicos cuyos 
compromisos principales se encuentran en clínicas u hospitales o que 
operan en la práctica privada dan cursos nocturnos en un colegio o 
universidad cercana o inclusive pueden tener compromisos de medio 
tiempo en programas de posgrado. 
Gran parte de la enseñanza actual es del tipo familiar de cátedra en 
un salón de clases. Pero una considerable cantidad de la enseñanza se 
realiza también con base en una supervisión individual. Los psicólogos 
clínicos dentro de ambientes de clínica pueden también dar clases 
informales o realizar trabajo de orientación con otros psicólogos, 
personal de salud mental, como enfermeras, auxiliares, trabajadores 
sociales, terapeutas ocupacionales y demás. En algunos casos, el 
clínico puede ir hacia la comunidad y realizar talleres de temas diversos 
para oficiales de policía, voluntarios, ministros religiosos, oficiales de 
libertad condicional y otros. 
Supervisión clínica 
En realidad esta actividad es otra forma de enseñanza. Sin embargo, 
en ella participa típicamente la enseñanza individual, enfoques de grupo 
pequeño y otras variedades me-nos formales de instrucción fuera del 
salón de clase. Ya sea en la universidad, internado o ambientes clínicos 
generales, con frecuencia los psicólogos clínicos pasan partes signi-
ficativas de su tiempo supervisando estudiantes, internos y otros. 
Volverse experto en los aspectos complejos de la terapia y de las 
técnicas de evaluación, requiere más que sólo leer libros de texto. 
También requiere atender a los clientes y después discutir sus casos con 
un supervisor más experimentado. En pocas palabras, uno aprende 
haciendo, pero bajo las condiciones controladas y seguras de una 
relación aprendiz-supervisor. El tipo de enseñanza y supervisión 
"prácticas" puede ocurrir tanto en la universidad como en internados y 
también bajo condiciones posdoctorales. 
Investigación 
La psicología clínica se deriva de una tradición académica de 
investigación. Como resultado, cuando inicialmente se establecieron los 
programas de entrenamiento clínico después de la Segunda Guerra 
Mundial, se adoptó el modelo de científico-practicante. Esto significó 
que, en contraste con otros trabajadores de salud mental como 
psiquiatras o trabajadores socia-les, a los clínicos se les entrenaba tanto 
como profesionales practicantes como científicos. Aunque este énfasis 
en la investigación puede no ser tan notable en los programas de 
entrenamiento como antes lo fue, continúa siendo un hecho que los 
psicólogos clínicos se encuentran en una posición única tanto paraevaluar la investigación llevada a cabo por otros como para realizar sus 
propias investigaciones. En virtud de su entrenamiento en investigación, 
su amplia experiencia con personas angustiadas y su conocimiento tanto 
de la terapia como de la evaluación, los psicólogos clínicos tienen la 
capacidad de consumir y producir nuevos conocimientos. 
Es enorme el rango de proyectos de investigación que llevan a cabo 
los clínicos. Los estudios tienen que ver con teoría de la personalidad, 
desarrollo y validación de instrumentos de evaluación, valoración de 
técnicas de terapia y así sucesivamente. Para proporcionar algo del tono 
de estos esfuerzos, la figura 1—1 muestra el cuadro de contenido de un 
número bastante reciente del Journal of Consulting and Clinical 
Psychology, una de las principales publicaciones de investigación 
realizada por psicólogos clínicos. 
 
April 1995 Volume 63, Number 2 
Journal of 
Consulting and Clinical Psychology 
Copyright © 1995 by the Mteeican Psychological Association. tnc. 
 
 
Special Sectiont The Case lar Training in the Provision of Psychological 
Therapy Gocst Editor; Lan-y E Beutler and Phibp C. Kendall 
 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 9 
 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
179 Introduction to the Special Sectioii The Ciar for Training in the 
Provision of Psychological Therapy Larn E. Beutter and Philip C Kendall 
 
182 Grnáuato Trauong in Psyd:otherapy: Arel-bes-ny Chuco-mes 
Enhanecd7 David M. Sren, and Mid+ael J. Larnbert 
 
197 Maldog a Case for Training in Ethníc and Cultural Diversity in 
Increasing Treatment Efficacy Barban; A lútrzenka 
 
207 Supervisioo: lis Conlributicros to 'Dominen Efficacy Elizaheth 
L lfolIcovo ami Susan Allrtener Neufeldt 
Special Feature 
214 Hypnosis as an Adjunct to Cognitive-Behavioral 
Psychotherapy: A Meta-Analysis Irving Kirsch, Gur Montgoment and Guy 
Sapirstein 
 
Special Populations 
221 Cognitive-Behavioral Intervention to Reduce African American 
Adolescente' Risk for HIV Infection Janet S. St. Lawrence, Ted L 
Brasfield, KennisW. Jeferson, Edna Allnae, Robert E. O'Bannon III, and 
Aaron Shirley 
 
RegularArticles 
238 HIV Risk in Intravenous Drug Users and Crack Cocaine 
Smokers: Predicting Stage of Change for Condom Use 
Atine M. Bowen and Robert Trotter II 
249 Salient Victim Suffering and the Sexual Responses of Child 
Molesters Terrr C. Chaplin. Marnie E. Rice. and Grant T. Harris 
256 Marital Violence Before and After Alcoholism Treatment
Timothy J. O'Farren and Christopher M. Murphy 
263 Cognitive-Behavioral Body Image Therapy for Body 
Dysmorphic Disorder James C. Rosen. Jeff Reiter, and Pant Oraran 
270 Optimal Scaling of HIV-Related Sexual Risk Behaviors in 
Edutically Diverse Homosexually Active Men Susan D. Cochran. Jan de 
Leeuw, and Vickie M. Mays 
280 Distinguishing Homelessness From Poverty: A Comparative 
Study 
Paul A. Toro, Charles W. Bellavia. Chester V. Daeschler, Brion J. 
Owens, David D. Wall, lidie M. Panero. and David M. Thomas 
 
Figura 1-1. Muestra de la tabla de contenido del Joumal of Consulting and Clinical 
Psychology. Copyright © 1995 de la American Psychological Association. Reimpreso con 
autorización. 
 
Consultoría 
Tanto en la consultoría como en la enseñanza, la meta consiste en 
incrementar la efectividad de aquellos a los que se dirigen los propios 
esfuerzos mediante la impartición de cierto grado de conocimiento 
experto. Existen innumerables formas de consultoría y entornos en los 
que ésta ocurre. Por ejemplo, se podría dar consultoría a un colega que 
tiene dificultades con un caso en terapia. Esta consultoría podría ser una 
cuestión de una sola vez con alguien que simplemente necesita ayuda 
con un caso específico. Sin embargo, en otras situaciones puede 
mantenerse al clínico en una base relativamente permanente para 
proporcionar ayuda al personal de una institución. Quizás, por ejemplo, 
el clínico consultor es un experto en los problemas 
farmacodependientes. Al trabajar con el personal, el consultor puede 
incrementar la efectividad de toda la institución. La consultoría puede 
venir como un consejo caso por caso o se le puede pedir al consultor 
que discuta los problemas generales asociados con la 
farmacodependencia. Por otro lado, más departamentos policiales han 
comenzado a utilizar psicólogos clínicos como consultores en 
negociaciones en las que están de por medio rehenes (Fuselier, 1989). 
Por último, un creciente número de psicólogos clínicos sirven como 
consultores para médicos que prestan servicios de atención primaria 
(Pace, Chaney, Mullins y Olson, 1995). 
La consultoría puede atravesar la gama desde los casos clínicos 
hasta cuestiones de negocios, personal y ganancias. Puede tener que 
ver con individuos u organizaciones completas. En ocasiones 
proporciona un remedio; en otros casos se orienta a la prevención. La 
consultoría, independientemente del entorno en el que ocurra o del 
propósito particular que tenga, se ha vuelto una actividad significativa 
para muchos psicólogos clínicos de hoy día. 
Administración 
Se ha dicho medio en broma que ningún psicólogo clínico disfruta del 
trabajo administrativo excepto los masoquistas o aquellos con 
personalidades obsesivo-compulsivas. Sin embargo, casi todo clínico 
pasa cierto tiempo en tareas administrativas. Se deben mantener en 
orden los archivos de los clientes, deben llenarse cada mes esos 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 10 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
infernales informes de esfuerzo y se deben dar aclaraciones sobre 
proyectos de investigación ante comités diseñados para proteger los 
derechos de las personas. Es probable que los psicólogos clínicos que 
trabajan en organismos públicos o instituciones se presenten ante 
diversos comités: de personal, de investigación, de derechos de los 
pacientes o, aun, el comité para seleccionar las películas que se 
presentarán a los pacientes la noche del viernes. 
Algunas almas sacrificadas se vuelven administradores de tiempo 
completo. Lo hacen por diversas razones. En ocasiones los enrolan sus 
colegas quienes los consideran como personas hábiles en las relaciones 
humanas. Otros se cansan de la terapia o de la evaluación y desean un 
cambio. O bien pueden tener la fantasía de que la administración es el 
camino hacia el poder y la riqueza. En cualquier caso, los buenos 
administradores son aquellos que mantienen una marcha uniforme y 
eficiente en su organización. Ser sensible a las necesidades y problemas 
de las personas dentro de una organización y tener la paciencia para, en 
ocasiones, sufrir en silencio, son atributos útiles del buen administrador. 
También es importante la capacidad para comunicarse bien con aquellos 
bajo supervisión, como lo es también la habilidad para seleccionar a los 
individuos correctos para los puestos adecuados. 
Sería difícil hacer una lista de todos los tipos de puestos 
administrativos en los que trabajan los clínicos; sin embargo, existen 
unos cuantos ejemplos: jefe del departamento de psicología de una 
universidad, director de una clínica de la Administración de Veteranos, 
vicepresidente de una empresa de consultoría, director de la clínica 
psicológica en un departamento universitario de psicología, jefe de 
psicología en un hospital del estado y director de un centro regional de 
crisis. 
SitiosDe Empleo 
¿Dónde trabajan los psicólogos clínicos? Los datos de las encuestas 
previamente señala-das ayudarán a responder esta pregunta. En el 
cuadro 1–2 se muestran los datos relativos a ambientes laborales de la 
encuesta de 1973 (Garfield y Kurtz, 1976) y de las encuestas de 1981, 
1986 y 1995 (Norcross y Prochaska, 1982; Norcross y colaboradores, 
1989a; y Norcross y colaboradores, 1995, respectivamente). Es evidente 
que la práctica privada ha tenido un crecimiento constante a través de 
los años y ahora es el ambiente laboral más frecuente para los 
psicólogos clínicos. Los ambientes universitarios son el segundo sitio 
más común de empleo. Aunque no se muestra en el cuadro 1–2, los 
datos de Norcross y colaboradores (1995) indican que, de todos los 
clínicos cuyo principal empleo era como profesores universitarios de 
tiempo completo, 66% participaban en alguna forma de práctica privada 
o supervisión de medio tiempo. 
A partir de la información proporcionada en los cuadros 1–1 y 1–2 se 
hace obvia la diversidad tanto de actividades como de ambientes de 
trabajo de los psicólogos clínicos. Esto también es evidente en el 
aumento a lo largo de los últimos años, de los números bajo la categoría 
de "Otros" en el cuadro 1–2. Esta diversidad se puede ilustrar en los 
antecedentes y actividades de una psicóloga clínica hipotética que se 
presentan en la siguiente sección. 
 
Esta categoría incluye escuelas, instituciones correccionales, organizaciones de 
cuidado administrado, asilos de ancianos, servicios infantiles y familiares, centros de 
rehabilitación, sistemas escolares, institutos psicoanalíticos y organizaciones de 
mantenimiento de la salud y demás. 
FUENTE: Basado en datos de "Clinical Psychologists in the 1990's", de J. C. Norcross, 
R. S. Karg-Bray y J. O. Prochaska, 1995, manuscrito sin publicar. 
Una Semana En La Vida De La Doctora Carmen C. 
Carmen C. comenzó su carrera en periodismo. Sin embargo, después 
de un curso en Psicología General, decidió cambiar a psicología. 
Después de satisfacer los requisitos para la licenciatura común de 
psicología (cursos en psicobíología, estadística, psicología cognoscitiva, 
historia y sistemas, personalidad, psicología social y demás) hizo 
solicitudes en siete escuelas de posgrado. Con promedios y 
calificaciones excelentes en el Examen de Registro de Posgrado, se le 
aceptó en cuatro escuelas. Eligió una universidad estatal grande en el 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 11 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
medio oeste y después hizo su internado en un hospital estatal local. 
Cinco años después de inscribirse se le otorgó el doctorado y 
comenzó su carrera como psicóloga en una clínica para pacientes 
externos pertenecientes a tres condados. Cuatro años después ésta es 
una típica semana en la vida de Carmen C. 
 
LUNES, MIÉRCOLES Y VIERNES 
8:00-9:00 A.M.: Junta del personal. Este periodo se dedica a una 
variedad de actividades, incluyendo discusión de casos, políticas y 
problemas de la institución, aspectos sobre seguros y otros asuntos 
administrativos. 
9:00-10:OOA.M.: Psicoterapia. El caso en turno es el de una mujer de 
48 años de edad con depresión moderada que se divorció hace poco 
tiempo. La señora G. muestra mejoría gradual y parece haber pasado la 
posibilidad de hospitalización. La doctora C. utiliza lo que puede 
denominarse un tipo ecléctico de psicoterapia que tiene un tono general-
mente psicodinámico. 
10:00-10:30 A.M: Psicoterapia. Este paciente, Samuel E, tiene 19 
años de edad. Tiene antecedentes de arresto por robo menor, faltas a la 
escuela e intoxicación en público. Tiene un potencial intelectual limitado 
y su historial de aprendizaje nos habla de grandes privaciones. La 
terapia empleada se puede describir como de carácter conductual. El 
centro de atención se coloca en aumentar el repertorio de habilidades 
sociales de Samuel F. y en disminuir la frecuencia de sus conductas 
desadaptativas. 
10:30-12:00 P.M.: Este periodo está reservado para aplicación de 
pruebas psicológicas individuales, tanto para pacientes de la doctora C. 
como para los de otros terapeutas. Típicamente, se emplean pruebas de 
inteligencia, proyectivas y de autoinforme. En ocasiones también se 
realiza evaluación neuropsicológica. 
1:00-2:00 P.M.: Supervisión clínica. La universidad local asignó varios 
internos a la institución de la doctora C. Este periodo se dedica a 
supervisar su trabajo en psicoterapia y diagnóstico. También se incluye 
aquí la supervisión de dos psicólogos a nivel maestría que empleó la 
institución. 
2:00-3:00 P.M.: Psicoterapia. Roberto S. es un estudiante 
universitario. Su principal dificultad se podría describir como enajenación 
social. La doctora C. ha intentado una variedad de técnicas terapéuticas, 
pero ninguna parece funcionar. A pesar de que. el paciente ha podido 
continuar hasta la fecha con sus clases, parecen incrementar las 
posibilidades de hospitalización. 
3:00-4:30 P.M.: Psicoterapia de grupo. Este periodo se dedica al 
tratamiento de un grupo de seis varones alcohólicos con antecedentes 
diversos. El enfoque del tratamiento es principalmente de apoyo. 
4:30-5:00 P.M.: Este tiempo se dedica por lo común a redacción de 
informes, detalles administrativos y demás. 
MARTES, JUEVES 
8:00-10:00 A.M.: La doctora C. realiza un proyecto de investigación 
para determinar si ciertas respuestas a pruebas psicológicas (por 
ejemplo, en el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota) se 
pueden utilizar para determinar la respuesta a varios tipos de terapia. La 
doctora C. está utilizando casos de su propia institución junto con los de 
otras cuatro clínicas e instituciones locales. 
10:00-12:00 P.M.: Evaluación psicológica. 
1:00-3:00 P.M.: La doctora C. presta servicios de consultoría a un 
sistema escolar local. Atiende cuatro escuelas y se reúne con maestros 
para discutir el manejo de niños problemáticos específicos. Proporciona 
también consultoría al psicólogo escolar. 
3:00-5:00 P.M.: La doctora C. proporciona consejo a una institución 
local para personas con deficiencia mental acerca del establecimiento de 
un programa de economía de fichas. La meta es mejorar los hábitos de 
autocuidado de un grupo de niños y adultos jóvenes con deficiencia 
mental moderada que están en la institución. Se espera que el proyecto 
pueda servir como demostración prototípica para utilizarse en toda la 
institución. 
7:00-8:30 P.M.: Dos noches a la semana la doctora C. imparte un 
curso de psicología anormal en la universidad local. Es un curso 
totalmente acreditado y en él participan estudiantes de tiempo completo 
y de medio tiempo. 
 
SÁBADO 
9:00-1:00 P.M.: Durante este periodo, la doctora C. atiende a una 
serie de pacientes dentro de la práctica privada. Generalmente, éstos 
son pacientes con una variedad de las llamadas quejas neuróticas (por 
ejemplo, depresión, ansiedad). En general le son referidos por médicos 
locales y otros profesionales dentro de la comunidad, quienes conocen 
el excelente trabajo y reputación de la doctora C. Ella también realiza, 
durante este tiempo, algunas pruebas diagnósticas con base en 
referencias. 
 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 12 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
En contraste con la doctora C., un psicólogo clínico que enseña en 
una universidad grande puede tener un horario bastante diferente. El 
cuadro1–3 ofrece un vistazo a un día de este tipo para un nuevo 
profesor asistente. 
 
 
 
Algunas Notas Demográficas 
 
Norcross y colaboradores (1995) han señalado algunas 
características demográficas. Primero, en esta encuesta de 546 
psicólogos clínicos seleccionados en forma aleatoria de la lista de la 
División 12 (psicólogos clínicos) de la APA, aproximadamente 28% eran 
mujeres. Lo que es más, sólo 7% eran miembros de minorías raciales. 
Aunque estos números parecen bajos, se les puede comparar de 
manera aproximada con aquellos publicados en 1993 por la Office of 
Demographic, Employment and Educational Research (ODEER) de la 
APA, lo cual sugiere que la muestra de Norcross y colaboradores era 
representativa de los miembros de la División 12. La edad promedio de 
los clínicos era de 50 años. Las diez principales universidades que 
produjeron el mayor número de doctorados en psicología clínica en esta 
muestra fueron: Universidad de Nueva York, Estatal de Pensilvania, 
Connecticut, Illinois, Iowa, Minnesota, Tennessee, Purdue, Estatal de 
Ohio y Estatal de Florida. 
En cuanto a la principal orientación teórica, 27% de la muestra se 
describió como ecléctico/integrativo, 24% como cognoscitivo, 18% como 
psicodinámico y 13% como conductual. El cuadro 1—4 presenta las 
orientaciones teóricas de los psicólogos clínicos en la encuesta de 
Norcross y colaboradores (1995), al igual que aquellas identificadas en 
cuatro encuestas diferentes que datan desde 1960. Como se puede 
observar, el porcentaje de clínicos que se adhieren a una orientación 
psicodinámica ha disminuido a través de los años, mientras que ha 
aumentado de manera espectacular el porcentaje correspondiente a una 
orientación cognoscitiva. La popularidad de la orientación ecléctica, 
aunque aún es fuerte, ha disminuido en cierto grado en años recientes. 
Por último, aunque difícilmente es una característica demográfica, es 
tranquilizante señalar que de todos los psicólogos clínicos en la muestra, 
sólo 9% expresaron algún tipo de insatisfacción con su elección de la 
psicología clínica como carrera (Norcross y colaboradores, 1995). 
 
Humanista incluye existencial y Gestalt. 
** Psicodinámica incluye psicoanalítica y psicodinámica. Las cifras correspondientes de 
1960 y 1973 son para psicoanálisis y neo-freudiana. 
FUENTE: Basado en datos de "Clinical Psychologists in the 1990'?, de J.C. Norcross, 
R.S. Karg-Bray y J.O. Prochaska, 1995, manuscrito sin publicar. 
Investigación Y Tradición Científica 
A pesar de que la psicología clínica se dedica a mejorar el bienestar 
humano, se deriva de una tradición de investigación que destaca la 
búsqueda del conocimiento. Esta tradición no implica que todo clínico 
deba estar fuertemente involucrado en investigación o en otras 
actividades del conocimiento. Lo que sí sugiere es que el entrenamiento 
en psicología clínica que incorpora cursos y experiencia en investigación 
y métodos estadísticos brinda a los clínicos habilidades únicas que 
ayudan a establecer su identidad profesional. Este entrenamiento 
metodológico ayuda a desarrollar una capacidad para la evaluación y 
una actitud de cuidado y escepticismo que permite que los psicólogos 
clínicos se vuelvan mejores y más perceptivos en el diagnóstico y la 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 13 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
terapia, así como en la investigación. 
¿Arte O Ciencia? 
Dado que la psicología clínica tiene que ver con los problemas de los 
individuos, su atención frecuentemente se centra más sobre las 
diferencias individuales que sobre los aspectos comunes entre las 
personas. Consideremos un ejemplo, supóngase que uno de los autores 
realiza un experimento de los efectos de una actitud de control personal 
sobre la solución de problemas. Su meta consiste en desarrollar ciertos 
principios que indicarán de qué manera un sentimiento de tener el 
control de los resultados afecta la capacidad para solucionar problemas. 
Supongamos, además, que él induce un sentimiento de control por 
medio de instrucciones verbales. A algunos sujetos les indicó que tienen 
mucho control y a otros, que tienen poco control. Muchos sujetos pueden 
responder de manera muy diferente de otros dentro del mismo grupo. 
Esto, por supuesto, aumenta la discrepancia del grupo y, 
estadísticamente hablando, reduce la probabilidad de que se encuentren 
diferencias significativas entre los grupos experimentales. Como 
resultado, el investigador estudiará maneras de eliminar esa 
discrepancia. En la búsqueda de principios generales para la conducta 
(el enfoque nomotético), el psicólogo investigador generalmente está 
menos preocupado por las diferencias individuales. El centro de atención 
se sitúa en las diferencias grupales que ocurren en función de algún 
tratamiento o manipulación experimental. La meta es la abstracción de 
principios generales para la conducta a partir de la observación de 
muchas personas. 
El enfoque clínico o ideográfico busca la comprensión de las 
diferencias individuales. ¿Por qué este paciente está tan agobiado por la 
ansiedad? ¿Por qué este paciente no responde a ciertos 
reforzamientos? Este enfoque es, quizás, el responsable del continuo 
debate acerca de si la psicología clínica es un arte o una ciencia. Para 
los clínicos orientados de manera más empírica lo primero parece ser lo 
más frecuente. Dicho de otra manera, existen clínicos que sienten que 
cuando realizan juicios diagnósticos o toman decisiones terapéuticas, 
principal-mente lo hacen con base en su propia habilidad, experiencia y 
conciencia subjetiva o intuitiva. Consideran que de la misma manera que 
no se le puede enseñar a una persona a pintar una obra maestra, 
tampoco puede enseñársele a realizar interpretaciones altamente 
sensibles o profundas de una prueba proyectiva o del informe de un 
paciente acerca de un sueño. Por supuesto, los elementos rudimentarios 
de calificación de una prueba o los mecanismos básicos de la terapia 
pueden transmitirse de una persona a otra. Pero estas otras habilidades 
de alto nivel no pueden ser enseñadas como tales. 
Sin embargo, otros clínicos poseen una orientación más objetiva. 
Discuten que las respuestas residen en mayor investigación y en la 
aplicación objetiva de los principios de la conducta humana a cada caso. 
Mientras que los clínicos orientados en términos más subjetivos podrían 
buscar la respuesta a un problema diagnóstico en su propia intuición, los 
clínicos orientados más empíricamente podrían colocar su fe en la mejor 
fórmula estadística posible. 
Se espera que a través de investigación y del desarrollo de principios 
generales se obtendrá un mayor nivel de comprensión acerca de 
pacientes específicos. Al mismo tiempo, del mismo modo en que existen 
diferencias individuales entre los pacientes, también las hay entre los 
clínicos. Algunos son más listos, más experimentados o trabajan más 
que otros. La aplicación de principios generales a los casos individuales 
no es tarea fácil. El descubrimiento de igualdades dentro de la diversidad 
es algo difícil; pero también lo es la localización de las características 
únicas dentro de lo homogéneo. Más que eso, ver la relevancia de la 
investigación de laboratorio o de campo para una persona en desgracia 
es una tarea importante y difícil que requiere su propio tipo de 
sensibilidad e inteligencia. 
En última instancia, deben encontrarse formas para permitir que 
nuestro "arte" complemente a nuestra "ciencia". No es necesario que los 
papeles sean contrarios. Se hablará más al respecto en el capítulo 10. 
Entrenamiento: Hacia Una Identidad Clínica 
Las páginas anteriores han proporcionado un esbozo de algunas de 
las actividades,afiliaciones y orientaciones de los clínicos, han tocado el 
tema de la tradición científica y han sacado a relucir el aspecto del arte 
contra la ciencia dentro de la psicología clínica. Ahora la discusión se 
dirige hacia la formación profesional y habilidades únicas que separan a 
los psicólogos clínicos de otros profesionales de la salud mental. Por 
supuesto, nada de esto está grabado en piedra. El campo es cambiante 
y, como siempre, existen desacuerdos entre los psicólogos clínicos 
acerca del modo de entrenar a los estudiantes y en qué dirección debe 
avanzar el campo. Sin embargo, es útil recordar que la psicología clínica 
no es sino una aplicación especializada del núcleo más básico de la 
psicología (Matarazzo, 1987). 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 14 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
Perspectiva General 
El psicólogo clínico típico termina un bachillerato y después cinco 
años de trabajo universitario. Esto último incluye típicamente el 
entrenamiento en evaluación, investigación, diagnóstico y habilidades 
terapéuticas junto con un internado. En la mayor parte de las ocasiones, 
este esfuerzo termina en un grado de doctorado (Doctorado en Filosofía) 
del departamento de psicología de alguna universidad. En algunos 
casos, el título que se concede es de Doctor en Psicología otorgado por 
el departamento de psicología de alguna universidad o por una 
institución de entrenamiento no afiliada a alguna universidad. Existen 
también programas de dos años que conceden un título de maestría. 
Debido a las leyes actuales sobre licencias, las cuales dictan quién 
puede practicar en forma independiente como psicólogo, pocos 
individuos que se gradúan de estos programas de maestría pueden 
lograr algo en cuanto a independencia profesional; muchos esperan 
ingresar después a programas de doctorado y, de hecho, algunos tienen 
mucho éxito al hacerlo (Quereshi y Kuchan, 1988). La evidencia sugiere 
que existe menor demanda para los clínicos a nivel subdoctoral que para 
aquellos a nivel doctorado, reciben menores ingresos y se les percibe 
como menos capaces (Havens, Colliver, Dimond y Wesley, 1982). En 
1987, sólo tres estados concedían licencia completa para practicar de 
manera independiente a psicólogos clínicos a nivel maestría mientras 
que se podía obtener licencia limitada en catorce estados (Dale, 1988). 
Sin embargo, parece haber un aumento en el número de programas 
de maestría, al igual que el número de títulos de maestría otorgados. Por 
ejemplo, en 1994 se otorgaron tres veces más títulos de maestría en 
psicología que títulos de doctorado (Murray, 1995). 
El entrenamiento en psicología clínica siempre ha provocado 
polémicas. Los psicólogos a nivel maestría afirman que la investigación 
indica que ellos son tan eficientes como los clínicos a nivel doctorado. 
Sin embargo la American Psychological Association sólo acepta el título 
de doctorado como aspecto clave para trabajar como profesional 
independiente. Los presidentes de la American Psychological 
Association continúan afirmando que el título de doctorado es un 
prerrequisito para denominarse "psicólogo" y que debe-ría ser un 
requisito para aquellos que desean practicar la psicología en forma 
independiente (Murray, 1995). No obstante, los clínicos a nivel maestría 
continúan trabajando en una variedad de ambientes de prestación de 
servicios (Perlman, 1985). Lo que es más, la in-fluencia cada vez mayor 
del cuidado administrado en el mercado de la atención a la salud mental 
puede conducir a un resurgimiento de la popularidad de los programas 
de maestría en psicología clínica (Sleek, 1995a). En general, los 
practicantes a nivel maestría cobran honorarios más bajos, lo cual los 
hace una alternativa atractiva (ante los ojos de los aseguradores del 
cuidado administrado) como sustituto para los clínicos de nivel 
doctorado. Será interesante ver cómo se desarrolla este polémico tema 
a medida que aumentan los esfuerzos de cabildeo por otorgar a los 
clínicos a nivel maestría el estatus de "psicólogos" y entren en juego 
presiones económicas cada vez mayores. 
Con esta breve descripción del entrenamiento en psicología clínica, 
ahora podrá analizarse de manera más cercana el contenido del 
entrenamiento para doctorado. 
Programas De Entrenamiento Clínico 
La filosofía predominante del entrenamiento en psicología clínica 
actual es aún la del modelo de científico-practicante (Raimy, 1950). Se 
dirá mucho más acerca de este modelo en el siguiente capítulo, y en el 
capítulo 3 también se discutirán modelos alternativos de entrenamiento 
para los psicólogos clínicos. Sin embargo, por el momento será útil una 
breve revisión del modelo de entrenamiento del científico-practicante. 
Los programas de entrenamiento que surgieron después de la 
Segunda Guerra Mundial se basaron en el principio de que los papeles 
del científico y del profesional practican-te se podían combinar en una 
persona. La meta era crear una profesión única. En fecha más reciente, 
este modelo de entrenamiento ha recibido ataques debido a que se le 
considera poco realista y no responde a las necesidades de los alumnos 
que aspiran sólo a la práctica clínica. Sin embargo, gran parte de los 
programas clínicos aún se atienen al modelo en una variedad de grados. 
En realidad, éste es un modelo que diferencia a los psicólogos clínicos 
del resto de los profesionales en salud mental. 
Un programa de muestra 
¿Cómo se traduce esto a un programa actual para el entrenamiento 
de clínicos? El cuadro 1–5 presenta un típico programa de estudio. 
Se deben decir varias cosas acerca del. programa en el cuadro 1–5. 
Primero, es sólo una muestra. Algunos programas colocan menor 
énfasis en la investigación y mayor en técnicas clínicas. Algunos se 
estructuran de modo que se pueda terminar todo el trabajo en cuatro 
años, en especial si los veranos se pueden dedicar a cursos. En algunos 
programas el internado se realiza en el cuarto año, con frecuencia antes 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
de que se haya terminado la tesis doctoral. Unas cuantas escuelas aún 
requieren el conocimiento de un idioma extranjero, aunque muchas le 
permiten al estudiante que lo sustituya con cursos en estadística o 
tecnología en computación. También es cierto que cada escuela tiende a 
tener su propia personalidad. Es decir, algunos programas tienen una 
notable orientación cognoscitiva-conductual que tiende a destacar 
técnicas tales como la terapia cognoscitiva para la depresión. Otras 
tienen un tono psicodinámico y resaltan las pruebas proyectivas. 
 
 
Durante el tercer año (en general en el semestre de invierno) se espera que los 
estudiantes presenten exámenes de aptitud. 
Los intereses del cuerpo docente en algunos programas se centran 
en niños, mientras que otros se enfocan en adultos. A pesar de que 
existe diversidad entre los programas clínicos, también existen muchos 
aspectos comunes (O'Donohue, Plaud, Mowatt y Fearon, 1989). Un 
estudiante que se inscribe en la carrera debe investigar el énfasis del 
programa, de manera que tome decisiones con base en la información. 
Cursos 
Por lo común, los estudiantes de clínica deben tomar una serie de 
cursos básicos como estadística y diseño de investigación, bases 
biológicas de la conducta, psicología social, psicología del desarrollo y 
psicología cognoscitiva.El número y contenido exactos de estos cursos 
variarán en cierto grado de un programa a otro. La intención consiste en 
dar al alumno una comprensión de los elementos básicos que subyacen 
a la conducta humana o que permitirán investigar dicha conducta. Estos 
cursos proporcionan fuertes bases científicas para el entrenamiento 
clínico del alumno y dan vida al modelo de científico-practicante en 
psicología clínica. Dependiendo de los intereses del alumno, también es 
frecuente que se lleven varios cursos y seminarios optativos avanzados 
en estos mismos temas. 
Los estudiantes del área clínica también se inscriben en varios cursos 
que enseñan los aspectos fundamentales de la práctica clínica o que 
tienen que ver con temas clínicos a nivel avanzado. Por ejemplo, con 
frecuencia existen cursos en psicopatología, teoría e investigación en 
terapia, principios de intervención cognoscitivo-conductual o seminarios 
con temas como son esquizofrenia, métodos de terapia familiar y de 
grupo, psicología comunitaria o evaluación neuropsicológica. 
Trabajo de práctica 
Los libros y cursos son adecuados, pero en última instancia se debe 
aprender haciendo. Como resultado, todos los programas buscan formar 
las habilidades clínicas del estudiante a través de la exposición a la 
práctica clínica. El diccionario define la práctica como "trabajo realizado 
por un estudiante avanzado que implica la aplicación práctica de la 
teoría previa-mente estudiada". En muchos casos, la práctica combinará 
el contenido académico con experiencia práctica. Típicamente, existen 
prácticas o clínicas en evaluación (inteligencia, neuropsicología, 
personalidad y demás), terapia (desde tratamiento psicodinámico hasta 
intervenciones cognoscitivo-conductuales), entrevista y, aun, métodos de 
consultoría con encargados escolares, organismos comunitarios o 
industria. Cualquiera que sea la forma o contenido específicos de la 
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
experiencia práctica, es un vehículo de suma importancia para la 
adquisición de habilidades clínicas específicas. Miembros del cuerpo 
docente de clínica o clínicos dentro de la comunidad que poseen 
habilidades especiales, supervisan el trabajo de prácticas del alumno. La 
mayor parte de las facultades de psicología con programas de 
entrenamiento en clínica también operan una clínica psicológica. Con 
frecuencia, esta clínica proporciona servicios de evaluación, terapia y 
consultoría a estudiantes universitarios, personal administrativo y 
docente, al igual que a las familias del personal universitario y a 
personas en la comunidad circundante. Se seleccionan los casos en 
términos de su valor para la enseñanza. Estas clínicas deben tener 
dentro de su personal una secretaria, un trabajador social y miembros de 
la docencia de tiempo completo. 
Investigación 
La ejecución del modelo de científico-practicante requiere que el 
alumno desarrolle capacidades en investigación. Esto se logra a través 
de cursos en estadística, métodos en computación y metodología en 
investigación y también a través de la participación activa en proyectos 
de investigación. Existen diferencias entre escuelas en cuanto al grado 
de su compromiso con el enfoque de científico-practicante para el 
entrenamiento. Por tanto, también existen diferencias entre facultades en 
cuanto al énfasis que ponen en el entrenamiento en investigación y en 
las recompensas que conceden a los alumnos por su devoción hacia la 
investigación. Sin embargo, gran parte de las facultades requieren la 
terminación de una tesis de maestría (por lo general para el final del 
segundo año). También se requiere una tesis que informe los resultados 
de un proyecto original de investigación (para el final del cuarto o quinto 
años, dependiendo del programa específico). La tesis es un proyecto 
más extenso que la tesis de maestría y se diseña para contribuir con 
información nueva y significativa al campo. La mayor parte de los 
programas continúan destacando investigación tradicional experimental 
o correlacional para la tesis (Shemberg, Keeley y Blum, 1989). 
En general, los programas que remarcan el compromiso con la 
investigación consideran que la experiencia en investigación no se 
confina a la tesis. Por ejemplo, en una facultad cada estudiante del área 
clínica se une al "equipo" de investigación de un miembro del cuerpo 
docente. El equipo consiste de 4 a 8 estudiantes de posgrado quienes 
están en diversos niveles anuales del programa. El equipo se reúne una 
tarde por semana durante dos o tres horas. Se discuten los temas de 
investigación y se diseñan los proyectos correspondientes. La 
propuestas de tesis deben discutirse y defenderse. Los alumnos más 
avanzados pueden proporcionar guía y también servir como modelos a 
seguir para los alumnos más jóvenes. En cualquier caso, el toma y daca 
vigoroso de tales reuniones puede producir un avance hacia el 
establecimiento del compromiso de investigación. 
El internado 
El internado es una parte vital de cualquier programa de 
entrenamiento y se le puede describir como un tiempo de "adolescencia 
profesional". Es el coronamiento de las experiencias previas del alumno 
en cursos y prácticas clínicas y proporciona la experiencia que comienza 
a consolidar el papel de científico-practicante (Lipovsky, 1988). Se 
requiere un internado de uno u otro tipo a todos los estudiantes en 
programas clínicos acreditados por la APA. En los años inmediatamente 
posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el internado se tomaba de 
manera más común durante el tercer año de entrenamiento. Sin 
embargo, ahora muchos programas tienen, en esencia, una duración de 
cinco años, por lo que con mayor frecuencia el internado es más común 
al final del entrenamiento de posgrado (Davies, 1987). En unos cuantos 
casos, los alumnos pueden tomar un internado de medio tiempo durante 
un periodo de dos años. En general, un interno trabaja en una institución 
independiente fuera de la universidad. Sin embargo, algunos cursan el 
internamiento en servicios públicos universitarios como en los centros de 
orientación psicológica y faculta-des de medicina. En 1994 existían 429 
lugares para internados predoctorales con la completa aprobación de la 
American Psychological Association; estos programas "aprobados" de 
internado se enumeran cada año en el número de diciembre del 
American Psychologist. 
Son muchos los valores del internado. Por ejemplo, permite que el 
estudiante trabaje tiempo completo en un ambiente profesional. Se 
pueden adquirir nuevas habilidades; pueden afinarse las ya aprendidas. 
La experiencia en un ambiente profesional da a los alumnos una 
probada real de las demandas de la vida profesional. Se expone también 
a los alumnos a psicólogos clínicos que pueden tener ideas y 
orientaciones diferentes de aquellas del cuerpo docente de su 
universidad. Así, la experiencia puede ayudar a des-aparecer cualquier 
provincialismo que pueda haber ocurrido dentro de la formación uni-
versitaria del alumno. A su vez, la exposición a diversos tipos de clientes 
aumentará la capacidad del estudiante. Idealmente, el internado 
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
proporciona la oportunidad para ampliar los horizontes profesionales y 
para integrar lo que se ha aprendido en la universidad con las demandasdel mundo profesional. Se vuelve el elemento final en el mundo 
tridimensional de los conocimientos académicos, la investigación y la 
experiencia. 
Exámenes de aptitud 
Gran parte de los programas clínicos requieren que los estudiantes 
aprueben exámenes de aptitud, que en ocasiones se denominan 
exámenes preliminares o examen completo. Cualquiera que sea su 
nombre, muchos estudiantes los consideran como la experiencia más 
productora de ansiedad dentro de su entrenamiento. Es un examen 
escrito que toma diferentes formas según las diversas universidades. 
Por ejemplo, en algunos casos se aplican tres exámenes por escrito, 
cada uno de los cuales toma cuatro horas, durante un tiempo de una 
semana; otros tienen un examen de cinco días. Algunas facultades 
requieren también un examen oral. En ciertos programas las pruebas 
cubren todas las áreas de psicología, mientras que en otros las pruebas 
se confinan al campo de la psicología clínica. Con mayor frecuencia 
estos exámenes se hacen durante el tercer año. Los exámenes de 
aptitud satisfacen una función muy útil al confirmar la capacidad 
académica general del alumno. Sin embargo, unos cuantos programas 
emplean alternativas innovadoras. Por ejemplo, los estudiantes pueden 
preparar una solicitud para una beca de investigación o quizás llevar a 
cabo varias revisiones integrales de la literatura acerca de temas 
importantes en psicología clínica (por ejemplo, la etiología de la 
esquizofrenia). 
Dadas las anteriores descripciones del entrenamiento clínico, es 
tranquilizador seña-lar que, en general, los alumnos expresan 
satisfacción con su entrenamiento (Tibbits-Kleber y Howell, 1987). 
Admisión A Programas De Posgrado 
La sección anterior describió el entrenamiento en psicología clínica. 
Pero, ¿cómo se ingresa a un posgrado? Por supuesto, no existen 
garantías, pero las siguientes páginas deberán ayudar a responder las 
preguntas más frecuentes acerca de la admisión a programas de 
entrenamiento en el posgrado en psicología clínica. 
Primer Paso. Conocer Los Programas 
En un grado u otro, el propósito del entrenamiento de posgrado 
consiste en desafiar al intelecto, abrir nuevos horizontes y ayudar a 
enfocar las aspiraciones del estudiante. Se debe tener una mente 
receptiva a nuevas ideas.Al mismo tiempo, se debe estar familiariza-do 
con los programas antes de hacer la solicitud. Algunos son de 
orientación psicodinámica; otros poseen una orientación cognoscitiva-
conductiva o, quizás, ecléctica; algunos remarcan la investigación; otros 
están más orientados hacia la práctica. La encuesta de Sayette y Mayne 
de 1990, acerca de los programas de entrenamiento, proporciona buena 
información de los diversos énfasis clínicos y de investigación. También 
es interesante señalar que entre las muchas razones por las que los 
solicitantes se dirigen a programas particulares de posgrado, se 
destacan tres: la cantidad de supervisión clínica disponible; atmósfera 
emocional del programa y reputación del mismo (Walfish, Stenmark, 
Shealy y Shealy, 1989). 
No existe una sola fuente autorizada que informe acerca de todo lo 
que se necesita saber de los programas de posgrado en psicología 
clínica. Sin embargo, entre más fuentes se verifiquen, será más probable 
que se tenga la capacidad para tomar decisiones con base en la 
información. Aquí hay algunas posibilidades: 
1. Hablar con el cuerpo docente de psicología, en especial con 
aquellos que son psicólogos clínicos. Tendrán información formal e 
impresiones informales que ayuden a llegar a ideas propias. 
2. Anualmente la APA publica una lista de los programas de 
posgrado. Se llama Graduate Study in Psychology y contiene un cúmulo 
de información acerca de cada escuela, incluyendo programas y títulos 
que se obtienen, direcciones, procedimientos de solicitud de ingreso, 
datos sobre ayuda económica, costos de colegiatura, tamaño del cuerpo 
docente, requisitos de solicitud de ingreso, calificaciones promedio de 
prueba y promedios de calificaciones de los alumnos admitidos el año 
anterior, y demás. Muchas facultades de psicología tienen una copia que 
puede pedirse prestada o comprar una copia pidiéndola a la APA. 
3. Con frecuencia, las bibliotecas o departamentos de psicología 
tienen copias de muchos catálogos de universidades en todo Estados 
Unidos. Estas son de especial utilidad para descubrir justo qué cursos se 
ofrecen y también los nombres de los miembros del cuerpo docente. 
4. Una vez que se conoce quién está dentro del cuerpo docente de 
una universidad, puede verificarse el "Directorio de miembros de la APA" 
para obtener información adicional acerca de los intereses y 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
antecedentes de los miembros de la docencia. Por lo común, la oficina 
de la facultad de psicología tendrá una copia de este directorio. 
5. Una estrategia más laboriosa, pero, en ocasiones, más 
interesante, consiste en leer copias de las revistas que publican la 
investigación de psicólogos clínicos. Esto proporcionará una idea acerca 
de quiénes están activos en investigación, tipo de investigación que 
realizan y programas a los que están afiliados. 
Una vez que se haya terminado este análisis preliminar de los 
programas, es probable que se desee escribir a las diversas escuelas 
para obtener una información más detallada y los formularios de 
solicitud. Un buen momento para hacerlo sería en septiembre del año 
anterior al que se planee el ingreso. Con esta información en la mano se 
reduce aún más la lista de prospectos. 
Financiamienfo de la educación 
Debido a la presión económica y al cambio en las prioridades, el 
gobierno federal y los gobiernos estatales proporcionan menos dinero 
para ayudar a los estudiantes a financiar su educación de posgrado. 
Desde un punto de vista histórico, el dinero proviene de cuatro fuentes 
principales. Los programas de becas crédito subsidiados por el gobierno 
federal permiten que los estudiantes pidan dinero en préstamo con tasas 
favorables de interés y paguen después de terminar la escuela. Sin 
embargo, cada vez es más difícil que los estudiantes de posgrado 
obtengan estos préstamos dado que el gobierno federal ha comenzado a 
retirar el apoyo para la educación superior. Están disponibles becas en 
varios programas. Estas son subvenciones completas dadas a 
estudiantes con promedios altos para ayudarlos a financiar su 
entrenamiento. De nuevo, con el cambio de las prioridades del país, 
estas subvenciones son más difíciles de obtener que antes. También es 
frecuente encontrar becas para investigación y enseñanza. Con 
frecuencia, este tipo de becas se financian a través de subvenciones 
para investigación que han obtenido miembros de la docencia y 
requieren que el alumno trabaje en un proyecto particular de 
investigación. La becas de enseñanza pueden implicar una variedad de 
deberes, desde calificar trabajos o dirigir sesiones de discusión, hasta 
enseñanza en salón de clase. Ambos tipos de becas requieren por lo 
normal hasta veinte horas de trabajo por semana. Por último, en 
ocasiones están disponibles becas de entrena-miento en psicología 
clínica, aunque, de nuevo, ha habido recortes en años recientes. En 
general, es el gobierno federal el que financia este tipo de becas, con 
frecuencia en forma de subvenciones completas para estudiantes 
prometedores. 
Es claro que financiar la propia educación se está volviendo más 
difícil. Varias es-cuelas cobran bajas colegiaturas a ayudantes 
graduados y estudiantes con becas normales o de entrenamiento con 
frecuencia no pagan colegiatura alguna. Por otra parte, la competencia 
por todos estos tipos de ayuda financierase está volviendo cada vez 
más cerrada. Es obvio que la información con respecto a asuntos 
económicos será de ayuda para tomar la decisión de dónde hacer la 
solicitud para estudios de posgrado. 
Acreditación de la APA 
La APA tiene un Comité de Acreditación, que aprueba aquellos 
programas que satisfacen normas aceptables de entrenamiento 
profesional. La lista de escuelas aprobadas se publica cada año en el 
número de diciembre del American Psychologist. La lista de 1994 
contenía 177 escuelas o lugares con programas en psicología clínica 
aprobados por la APA. 
Cuándo hacer la solicitud 
Las escuelas tienen diversas fechas límite, aunque la mayor parte 
van del 1o de enero al 15 de febrero. Sin embargo, se aconseja a los 
estudiantes que verifiquen cuidadosamente para asegurarse de que, por 
ejemplo, no existe una fecha límite en diciembre para una escuela dada. 
Mientras que en ocasiones los programas de maestría tienen fechas 
límite hasta agosto, es mejor no jugarse las posibilidades, dado que 
muchas escuelas hacen que se cumplan con rigidez dichas fechas. 
Número de solicitudes a presentar 
No existe una cifra mágica en cuanto al número de programas a los 
cuales se debería enviar solicitud de ingreso. Unos cuantos estudiantes 
pueden solicitar sólo un programa y ser aceptados. Otros pueden hacer 
20 solicitudes y recibir rechazos de todos ellos. Es obvio que la 
competencia es fiera. De hecho, se ha llegado al punto donde la 
proporción de solicitudes aceptadas en comparación con las 
presentadas, es menor para los programas de psicología clínica que 
ofrecen un PhD que para las escuelas de medicina. No es poco común 
que una escuela reciba 500 solicitudes y acepte menos de 10. 
En general, la mejor estrategia consiste en enviar solicitudes a tantas 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
escuelas como se pueda o para las que se encuentre el tiempo y 
energía para prepararlas. P_tgunas de ellas tienen cuotas de solicitud 
hasta de 40 dólares, aunque la mayoría tienen un precio no mayor a los 
25 dólares y unas cuantas no cobran la solicitud. Además, en general las 
copias de la historia académica cuestan cerca de un dólar y representan 
un gasto adicional en el proceso de solicitud. 
En vista de todo esto, lo mejor es poner en orden de importancia las 
escuelas a las que se desea asistir. De esa lista se seleccionan varias 
del principio, algunas de enmedio y unas cuantas del final. Así, no se 
habrán puesto todos los huevos en una canasta muy pequeña. También, 
en cierto grado el recibir la aceptación es un evento imposible de 
predecir. No es poco común que a un estudiante lo rechace un programa 
que tiene una reputación nacional modesta y lo acepte otro que tiene un 
alto reconocimiento. El comité de selección de cada escuela tiene un 
conjunto un tanto diferente de prejuicios y pautas. Por tanto, no debe 
perderse la esperanza cuando llegue la primera carta de rechazo. 
Segundo Paso. Materiales de Solicitud de Ingreso 
Varios elementos componen el paquete completo de solicitud. Los 
que a continuación se resumen son típicos. 
Calificaciones en prueba 
Casi todas las escuelas requieren que los solicitantes presenten sus 
calificaciones de prueba. La prueba que se pide con mayor frecuencia es 
el Graduate Record Examination (GRE). En algunos casos se requiere la 
Miller Analogies Test (MAT). En general, se puede obtener información 
acerca de estas pruebas en los centros de orientación de la universidad 
o con el personal de servicios a estudiantes al igual que en la propia 
facultad de psicología. Se obtiene información adicional escribiendo a: 
ORE: Oraduate Record Examinalions, Educafional Tesfing 9ervice, P 
0. Box 6000, Princeton, NJ 08541-6000. 
MAT. Psychological Corp., 304 Easf 4th 9t., Nueva York, NY 10017. 
 
La GRE consiste de preguntas en las que se evalúan capacidades 
cuantitativas, verbales y analíticas. Además, existe una Prueba 
Avanzada en psicología. Algunas escuelas re-quieren la Prueba 
Avanzada, mientras que otras no. 
La GRE se aplica en octubre, diciembre, abril y junio (sólo Secciones 
Generales de Aptitud). Dado que toma hasta seis semanas recibir los 
resultados, la mayoría de los estudiantes optan por la fecha de octubre 
ya que esto les permite satisfacer las fechas límite de solicitud de las 
escuelas. Para el periodo académico 1994-1995, las cuotas básicas en 
Estados Uñidos para la GRE fueron las siguientes: Pruebas General y 
Avanzada de la GRE — 112 dólares; sólo Prueba General -56 dólares; 
sólo Prueba Avanzada -56 dólares. 
Copias del historial académico 
Por lo general, la mayoría de las escuelas requieren copias del 
historial académico que detallen el trabajo en cada una de las 
instituciones a las que se ha asistido. El formato de solicitud puede tener 
un espacio para que se indique el promedio de calificaciones. La oficina 
de registro de alumnos de la institución enviará por correo la copia del 
formulario para currículum educativo para aquellas escuelas a las que se 
haga la solicitud de ingreso. En general se cobra una pequeña cuota por 
el servicio. 
Otro punto a considerar es que algunos programas pueden requerir o 
preferir, de manera firme, que se hayan llevado cursos en ciertas áreas. 
Por ejemplo, una encuesta reciente (Mayne, Norcross y Sayette, 1994b) 
indicó que al menos un tercio de los 108 programas de doctorado en 
psicología clínica, acreditados por la APA, dentro de la muestra 
requerían o recomendaban los siguientes cursos: estadística (94%); 
métodos experimentales/diseño de investigación (68%); psicopatología 
(51%); psicología fisiológica/biopsicología (33%). Por tanto, sería 
preferible asegurarse de que el historial académico refleje que se ha 
satisfecho cualquier requisito de cursos para un programa clínico 
particular. 
Cartas de recomendación 
Se requieren también tres o cuatro cartas de recomendación. Las 
mejores personas a las que se pide que escriban las cartas son 
profesores que están familiarizados con el trabajo académico y la 
experiencia de investigación del solicitante. Las cartas de amigos o fami-
liares que atestiguan la alta calidad moral no son muy útiles. Las mejores 
cartas son aquellas de los profesores de psicología con los que se ha 
trabajado, no sólo en clase sino en temas o proyectos especiales de 
investigación. Una carta de un profesor que haya dado clase a otros 249 
alumnos y que sólo pueda recordar (al consultar su lista) que el solicitan 
te recibió un "10" no es ni cercanamente útil como aquella de un profesor 
con el qut se haya trabajado en un proyecto independiente. Una carta de 
un profesional para el que se haya trabajado en algo relativo a salud 
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Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
mental es también bastante útil. 
A menos de que el solicitante haya renunciado específicamente al 
derecho de leer las canas de recomendación, la suposición de los 
lectores de estas cartas será que no son confidenciales. También es 
probable que los lectores supongan que, dado que las cartas no son 
confidenciales, el solicitante las ha leído. Con frecuencia se siente que 
las cartas pueden ser menos francas y abiertas que las declaraciones 
confidenciales en cuanto a la evaluación de la capacidad y potencial del 
solicitante. Si se tienen dudas acerca de qué tan impactante será la cartade recomendación, siempre se le puede pedir a a quien haga la 
referencia que exprese de antemano su opinión sincera acerca de las 
posibilidades del solicitante. 
Exposición de motivos 
Casi todos los formularios de solicitud contienen una sección para 
una exposición de motivos. Esto da al comité de selección un punto de 
vista acerca del modo en que el solicitante se ve a sí mismo en relación 
con la psicología clínica. ¿Cuáles son sus motivos? ¿Por qué está 
interesado en la psicología clínica y de dónde se deriva su interés? 
¿Cómo se ha preparado y cuáles son sus metas en cuanto a la carrera? 
¿Por qué está usted interesado en este programa de psicología clínica, 
en particular? Estos son sólo algunos puntos que con frecuencia se 
cubren en dichas exposiciones. Ayudan a concretar la solicitud y también 
proporcionan una muestra de las capacidades verbales y de redacción 
del solicitante. 
Experiencia 
Aunque no es absolutamente esencial, por lo general la evidencia de 
que se posee experiencia en investigación será un punto definitivo a 
favor y proporcionará una ventaja en la competencia. La experiencia es 
muy útil en estudios doctorales. Sin embargo, por encima de ello, la 
experiencia en investigación también sugiere que se tiene interés y 
motivación para buscar algo que vaya más allá de los cursos de rutina o 
de la experiencia común en el salón de clase. Indica que se está 
comprometido; por lo general esto se toma como un signo positivo del 
potencial para el desarrollo profesional. 
De la misma manera, las experiencias prácticas en el trabajo de salud 
mental son de utilidad. Muchos estudiantes han trabajado como 
auxiliares en hospitales o como paraprofesionales en clínicas, escuelas, 
centros comunitarios, líneas telefónicas de atención en crisis y 
situaciones similares. Algunos han tenido trabajo práctico asociado con 
ciertos cursos. Esta experiencia sugiere un mayor nivel de complejidad, 
un sentido de que ya se tiene cierto discernimiento en cuanto a lo que 
será la carrera dentro del campo de la salud mental. También posee un 
significado en cuanto a la motivación. 
Calificaciones Esenciales 
Con frecuencia los alumnos preguntan acerca del promedio mínimo 
de calificaciones que se requiere para admisión o de las puntuaciones 
límite para la GRE. Estas son preguntas difíciles de responder dado que 
los programas varían considerablemente. Sin embargo, la encuesta de 
Mayne y colaboradores indica que 90% de todos los programas de 
doctorado en psicología clínica utilizan las puntuaciones GRE para 
seleccionar a los solicitantes (1994b). Por tanto, ya sea para bien o para 
mal, parece ser que los comités de admisiones colocan un gran énfasis 
en estas puntuaciones. En general, aquellas escuelas que reciben 
grandes números de solicitudes tienden a requerir niveles más altos en 
el promedio de calificaciones y en puntuaciones de la GRE. Los 
programas de PhD orientados a la investigación tienden a preferir 
puntuaciones GRE y promedios de calificación más altos que los 
programas de PhD orientados a la práctica o que los programas de PsyD 
(Mayne y colaboradores, 1994b). Como podría esperarse, en función de 
estos resultados de encuesta, Mayne y colaboradores informan que es 
mucho más difícil obtener la admisión a un programa de PhD en 
psicología clínica con orientación hacia la investigación (índice de 
aceptación = 6% de los solicitantes) que a un programa de PsyD en 
psicología clínica (índice de aceptación = 23%). 
Algunos comités de selección se preocupan más de los promedios de 
los alumnos en los últimos dos años, más que de aquellos de los cuatro 
años completos. Sin embargo, es probable que un promedio de menos 
de 3.5 en una escala de 4.0 haga difícil la aceptación. En el caso de 
escuelas con gran reputación, un promedio de 3.7 será el mínimo. Las 
altas puntuaciones en la GRE son importantes. Sin embargo, varias 
escuelas tolerarán calificaciones más modestas si existen otros factores 
de compensación como un alto promedio o cartas particularmente 
importantes de recomendación. 
Los comentarios anteriores no se aplican a programas de maestría en 
psicología clínica. No existe tanta competencia para la admisión a estos 
programas y, como resultado, no es necesario que los promedios y 
calificaciones de la GRE sean tan altos. Al mismo tiempo, se debe 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 21 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
señalar que terminar un programa de este tipo no aumenta de manera 
inevitable las posibilidades de ser admitido después a un programa de 
doctorado. Para resumir estos aspectos, un director del área clínica de 
una universidad importante dice lo siguiente acerca de los requisitos de 
admisión: 
Primero y más importante, es un certificado de pregrado en 
psicología con un promedio alto de calificaciones. Incidentalmente, 
preferimos un conjunto de cursos con base en ciencias y matemáticas 
más que un conjunto de cursos ligeros. Cerca de una cuarta parte de 
nuestros alumnos ingresan con títulos de maestría, pero esto no los 
ayuda. En general, encontramos que la mayoría de los alumnos obtienen 
dieces en programas a nivel maestría y entonces terminamos analizando 
las calificaciones de pregrado. Segun-do, las cartas de recomendación 
son sumamente importantes, porque dan mucha información cuando las 
escriben personas quienes en realidad conocen al solicitante. Tercero, la 
investigación adicional o la experiencia en terapia es un punto a favor. 
Cuarto, las buenas calificaciones en la ORE son deseables, pero no 
absolutamente necesarias. En este último sentido, estamos mucho más 
propensos a tomar en cuenta la ejecución en el pregrado y las cartas de 
recomendación. (Comunicación personal) 
Una Profesión En Movimiento 
La psicología clínica es una profesión en continuo flujo y creación. A 
pesar de que la psicología clínica mantiene su misión básica de aplicar 
los principios psicológicos a los problemas de los individuos, los métodos 
y el marco profesional mediante el cual busca lograrla están en cambio 
continuo. Es poco claro si este cambio es bueno o refleja una importante 
crisis de identidad que sea de mal agüero para la profesión. Pero una 
cosa es segura. Este es un momento emocionante para ser psicólogo 
clínico y para participar en la constante formación de una profesión. 
Es importante destacar una reciente tendencia demográfica. 
Anteriormente, dentro de este capítulo, se indicó que aproximadamente 
25% de los miembros de la División 12 (psicología clínica) de la APA son 
mujeres, según los datos estadísticos disponibles de manera más 
reciente (ODEER, 1993). Sin embargo, es probable que este porcentaje 
aumente de manera espectacular en el futuro. Cada vez más mujeres 
que varones reciben sus doctorados en psicología y esto es 
particularmente cierto en psicología clínica (ODEER, 1993). Algunos le 
han llamado a esto la feminización de la psicología clínica. Es poco claro 
el efecto que tendrá esto en el campo. Por ejemplo, se ha discutido que 
la tendencia hacia menores salarios para los psicólogos clínicos en la 
práctica privada puede relacionarse de manera directa con la 
representación cada vez mayor de las mujeres en la psicología clínica 
(Philipson, 1993). Por otra parte, es claro que este cambio servirá para el 
mayor avance del campo debido a que traerá consigo una gama más 
amplia de perspectivas hacia los problemas que se enfrentan tanto en la 
práctica como en la investigación clínicas. 
También existen ciertos problemas relativos al entrenamiento. 
Aunque el modelo de entrenamiento del científico-practicante aún es el 
dominante, se encuentra sometido a fuertes ataques. Han comenzado a 
surgirnuevos modelos. Han surgido escuelas profesionales sin afiliación 
a ninguna universidad. Se han establecido nuevos programas de 
titulación dentro de la estructura de universidades. Por ejemplo, el título 
de Doctor en Psicología (PsyD) se ha vuelto una alternativa más común 
a los títulos más tradicionales de PhD con orientación en hacer la 
investigación y se conceden más de 500 títulos de PsyD en psicología 
clínica cada año. La lista de 1994 de programas acreditados por la APA 
que conceden el título de PsyD incluyó 25 programas. 
Otros han demandado un nuevo modelo de entrenamiento dentro de 
las escuelas universitarias profesionales (Sechrest, 1985). Las escuelas 
profesionales otorgan ahora al menos la mitad de todos los doctorados 
en psicología clínica (comunicación personal, APA ODEER). Levy (1984) 
incluso ha diseñado un plan para una nueva psicología de servicios 
humanos. Este sería un programa genérico de entrenamiento compuesto 
de todas las especialidades que se ocupan de promover el bienestar 
humano a través de los principios psicológicos. Incluidas estarían la 
psicología clínica, orientación psicológica, psicología escolar, psicología 
comunitaria, psicología sanitaria y otras especialidades. Se discuten con 
mayor detalle algunos de estos modelos alternativos en el capítulo 3. 
Cada vez más los psicólogos clínicos están ingresando a la práctica 
privada. Los aspectos de licencias y certificación, participación en 
programas gubernamentales de atención de la salud y otros asuntos del 
gremio parecen preocupar más y más a los psicólogos clínicos. Se 
emplea con mayor frecuencia a paraprofesionales y profesionales de 
salud mental a nivel subdoctoral, en una variedad de escenarios de 
salud mental. Ellos llevan a cabo funciones rutinarias de evaluación, 
asisten en terapia de grupo, llevan a cabo diversos trabajos 
administrativos en instituciones y demás. Esta tendencia ha recibido 
refuerzo del hecho de que los psicólogos clínicos actuales están menos 
dispuestos a invertir su tiempo en evaluación diagnóstica. Donde antes 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
 UNIDAD II LA EVALUACIÓN DE LA CONDUCTA ANORMAL 
MÓDULO 0403- PROPEDÉUTICA EN EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA 22 
 
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: 
Phares, E.J. & Trull, T.J. (1999). Psicología Clínica: conceptos, métodos y 
se tenía psicoterapia tradicional individual con un poco de psicoterapia 
de grupo, ahora se tiene psicoterapia breve, terapia cognoscitiva-
conductual, terapia de pareja, terapia Gestalt, terapia familiar, terapia de 
exposición, terapia racional-emotiva y demás. Casi parece como si 
fuéramos a iniciar el club de la terapia del mes. 
Algunos pueden encontrar señales del deterioro de la psicología 
clínica en todo lo anterior; otros pueden sentirse emocionados por el 
conflicto que ello implica. Pero para el posible estudiante de la psicología 
clínica, la situación actual ofrece una oportunidad sin paralelo para 
participar en la formación del futuro de una profesión. 
Tolerancia De La Ambigüedad 
Lo correcto sería terminar este capítulo con una definición final y 
fresca de la psicología clínica, una que pueda resumir e integrar la 
anterior discusión y que fácilmente pudiera mantenerse en la memoria. 
Sin embargo, esto no parece ser posible o, aun, útil. El problema reside 
en el tipo, diversidad y patrón de los intereses y actividades de los 
psicólogos clínicos. Incluir esta diversidad en una definición sería 
demasiado larga o general como para ser esencialmente significativa. 
Por ejemplo, algunos sienten que la definición de Resnick (1991) que se 
presentó al inicio de este capítulo es demasiado amplia y no específica 
de la psicología clínica. Hace más de 45 años, Shaffer y Lazarus (1952), 
en su texto sobre psicología clínica, comentaron: "No existe acuerdo real 
sobre el papel exacto que debería representar el psicólogo clínico" 
(página 25). Poco ha ocurrido desde entonces como para persuadirnos 
de rechazar su evaluación. Sería correcto, entonces, mencionar una 
característica importante del psicólogo clínico, la capacidad para tolerar 
la ambigüedad. 
Acosados por algunos como charlatanes, adorados por otros como 
salvadores, deprimidos en ocasiones por su falta de conocimiento 
acerca de la conducta humana, exultantes en otras por la notable 
mejoría de sus pacientes, bombardeados por las afirmaciones con-
flictivas de éxito realizadas por conductistas cognoscitivos, por un lado, y 
por los psicólogos humanistas, por el otro; criticados por los académicos 
por ser demasiado objetivos y por otros colegas de la salud mental por 
ser demasiado abstractos o científicos, ¿sería una sorpresa que la 
tolerancia a la ambigüedad fuera una cualidad importante para los 
clínicos? Para aquellos estudiantes que deseen obtener todas las 
respuestas a la conducta humana, la psicología clínica puede ser una 
empresa perturbadora. Pero, para aquellos que deseen participar en una 
búsqueda de los medios cada vez más efectivos de mejorar la condición 
humana, dicha empresa puede ser, de hecho, muy recompensante. 
 
práctica. México, D.F: Manual Moderno. 
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