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(45)L..-...--~__~------" ADO ANATOMIA DEL CONDUCTO ANAL Vicente Mitidieri El conducto anal 0 canal anal es la porci6n terminal del aparato digestivo. Se inicia en el piso pelviano y Iuego de un trayecto de 3 04 ern termina en el ano. El ano es en reposo un orificio puntiforme 0 en forma de hendidura anteroposterior. Presenta en su margen pliegues radiados que penetran en el conducto anal, entre los cuales ciertas lesiones pueden pasar inadvertidas. El paso de un cuerpo extrafio, como la materia fecal 0 un anoscopio, produce la desaparici6n de tales plie gues, de modo que el arificio se hace circular y mas apto para la exploraci6n. La piel del ana esta cubierta de pelos mas 0 menos largos y abundantes; adernas, contiene glandulas sudorfparas nume rosas y voluminosas. Desde el margen anal, el conducto anal atraviesa el perine para desembocar en la ampolla rectal, con la que configura un angulo de 80°. Relaciones del conducto anal. Hacia los lados, el con- Elevador del ano Coxal Arteria hemorroidal inferior -- Fosa isqutorrecta' ducto anal se relaciona con ambas fosas isquiorrectales (fig. 45-1), Recibe a traves de ellas las arterias hemorroidales infe riores y los nervios anales, que penetran en ambos cuadrantes posteriores, derecho e Izquierdo. Hacia adelante se relaciona con el perinea urogenital. En el hombre, este comprende el bulbo uretral y el pico de la pr6stata, separado por la aponeurosis prostatoperitoneal de Denonvilliers; en la mujer, la vagina, separada par el tabique rectovaginal. Hacia arras, el conducto anal esta unido al c6ccix por el rafe anococdgeo. Este se forma como consecuencia de la union, par detras del ana, de las fibras musculares a las que sirve de insercion. Podemos distinguir en el tres planes: superficial, medio y profundo (fig. 45-2). En la primera porcion, subcutanea, las fibras musculares se adhieren a la piel; en el plano medio, la inserci6n distal se realiza en la pared posterior del c6ccix; en el profundo, el rafe se forma por la uni6n de las fibras del elevador del ana y adhiere a la cara anterior del c6ccix. Existe par 10 tanto entre el plano medio y el profundo un espacio cuyo espesor es cquivalente al coccix y que esta ocupado por grasa: el espacio retroesjinteriano. Este espacio puede con /' I.e' I,\\I"'~\ '" l.'.ci \ j", :~ \, t '-, en, Ftg, 45·1. Relaciones laterales del conducto anal. • 45. ANO 879 :::a fundir al ciruj ana que intenta abordar la cara posterior 'del rec to desde el perine, como sucede en la operacion de Miles. Rea lizar la diseccion en el espacio retroesfinteriano, en lugar de hacerlo en el espacio retrorrectal avascular, puede lIevar al plano presacro, con las graves consecuencias que suponen las lesiones vasculares a ese nivel. Solamente despues de seccionar - ., el plano profundo se tendra la seguridad de entrar al espacio retrorrectal y de poder disecar con seguridad la pared poste rior del recto. Morfologia interior. EI revestimiento del conducto anal se compone de una porcion mucosa superior y una cutanea inferior. La linea de transicion entre ambas marca el Ifrnite entre la porcion endodermica y la ectodermica del organo, y es el accidente mas notable del conducto anal. La porcion si tuada por encima corresponde al cuello del recto (Shafik) y termina en el anillo anorrectal que 10 separa de la ampolla rectal suprayacente, de mayor calibre. La mucosa es fina y poco sen sible al dolor, dado que la inerva el sistema nervioso autono mo, y mas sensible al aumento de tension. Por su rica vasculari zacion adquiere un color rojo purpiireo que contrasta con el rosado de la mucosa rectal y con el mas palido del revestimiento infrapectfneo. La reduccion del calibre de la ampolla rectal hasta el diametro puntiforme del orificio anal trae como con secuencia la forrnacion de pliegues mucosos verticales deno minados columnas de Morgagni. En la lfnea de transicion, dichas columnas terminan a un mismo nivel, conforrnandose una lfnea de aspecto dentado lIa mada precisamente linea dentada Q pectinea. EI epitelio tiene un grosor intermedio entre el observado por encima y por de bajo de ella. La terminaci6n de las columnas de Morgagni de termina a ese nivel una serie de repliegues mucosos, en mime ro de 8 a 14, que adhieren por su borde inferior a la pared anal, mientras que el borde superior permanece libre. Estas cavida des pequefias en forma de nido de paloma son conocidas como senos 0 criptas de Morgagni; en algunas de elias desembocan las glandulas anales, verdaderas evaginaciones de la mucosa que invaden la submucosa y lIegan en ocasiones al esfinter intemo. Estas adquieren importancia quirurgica al alojarse 'iW'T":'=".......,'-r-\------- Plexo hipoqastrico \~\\-P?---:;7t------- Arteria sacra media Espacio presacro (vascular) :tt<'*1f-'.'~I------- Espacio retrorreclal (avascular) .XI~.~,------------- Espacio retroeslinteriano ~~l~~~:::::::====~~--- Fasciculos del rale anococcigeno Fig. 45-2. Relaciones posteriores del conducto anal. Fascia pelvica parietal material en elias, con la consiguiente infeccion, 10que juega un papel preponderante en la patogenia de las criptitis y fistulas anales (fig. 45-3). Por debajo de la Ifnea pectfnea el conducto anal esta recubierto por piel modificada adherida a los pIanos subya centes. Esta se extiende mas alia del orificio anal y recubre, a traves de los pliegues radiados, el margen anal. A diferencia de la porcion suprapectfnea esta zona posee una rica sensibili dad al dolor, dependiente de los nervios espinales. Aparato esfinteriano. La tunica muscular del conducto anal presenta una capa intema de fibras circulares y una exter na longitudinal. La primera aumenta gradualmente de espesor hacia abajo hasta constituir el esfinter intemo, mientras que la longitudinal continua sin modificaciones hasta alcanzar la li nea pectfnea. Una capa de fibras estriadas se adiciona por fue ra de la capa longitudinal conformando el esffnter extemo (fig. 45-3). El esfinter interno, constituido por fibras lisas, se continua sin demarcacion anat6mica con la capa muscular circular del recto. Sus fibras presentan una oblicuidad de arriba hacia aba jo y de afuera hacia adentro, terminando en forma bien defini da a 6-8 mm por encima del margen anal. Bacia adentro, se relaciona con la submucosa, por donde transcurren las rarnas terminales de los vasos hemorroidales. Bacia afuera, la capa muscular longitudinal 10 separa del esfinter externo. Esta inervado por el sistema nervioso autonomo, presentando una contraccion tonica responsable de la continencia anal involuntaria. La capa muscular longitudinal transcurre en continuidad con las fibras longitudinales del recto, ubicandose entre los esffnteres interno y externo. Bacia abajo, sus fibras alcanzan las inmediaciones del borde inferior del esfinter interno y lue go divergen en abanico hacia el revestimiento cutaneomucoso del conducto anal. Algunas de elias se prolongan en sentido caudal atravesando las fibras del esfinter externo y terminan do en la piel del margen anal; a estas fibras, en razon de su funcion, se las denomina "currigator cutis ani". Otro grupo de fibras parece lIegar a la lfnea pectfnea, atravesando el esffnter ~-~~----- . . . , , , I • 880 Muscular externa (longitudinal) Muscular interna (circular) Mucosa rectal SECCION VI. ABDOMEN ~ " ' "I iffiJfU Q Esfinter externo Glandula anal ---- haz profundo Haz superficial (intermedio)Esflnter interno II;~I Musculo longitudinal Li<j:;j~'fll interesfinteriano Surco Haz subcutarieo interesfinteriano V:t Currigator cutis ani ~ Fig, 45-3. Aparato esfinteriano interne, y fijar la mucosa a la capa muscular;cs el ligamento suspensorio mucoso, 0 rnrisculo de Park. Si bien muchos auto res han fracasado en su intento pur identificar estas fibras, clfnicamente sc observa con frecuencia una hendidura, conse cucncia de ellas, que divide en dos a los paquetes hemorroidales (surco interhemorroidal). El esfinter externo es el rmisculo mas importante de la con tinencia anal. Esta formado por rmisculo estriado, y es por 10 tanto voluntario. Se insertapor delante en el rafe anobulbar (anovulvar en la mujer) y por detras en el anococclgeo; sin embargo, la mayorfa de sus fibras abraza al conducto anal en forma de LT, ya que s610 unas poeas fibras 10 circundan por completo (fig. 45-4). Si bien anat6micamente no se diferencian distintos fascf culos, en forma didactica se reconocen tres haces separados: El ha: profunda nace y termina en el perineo anterior; algunas fibras alcanzan el pubis y se confunden con el haz puborrectal del elevador del ano, con el que comparten inerva cion y funci6n. Sus fibras abrazan al conducto anal en forma de V abierta hacia adelante. El ha: superficial 0 intermedio esta ubicado por debajo del precedente; nace de la punta del c6ccix y en cl rafe anococcigeo. Rodea tambien en U al canal anal, s610que la U esta abierta hacia atras, Lateralmente se relaciona con la grasa de la fosa isquiorrectal. El ha: subcutdneo del esffnter externo forma una lazada que rodea al ana en su totalidad; sus fibras nacen y terminan en el rafe anobulbar (0 anovulvar), y sun atravesadas por fi bras colagenas y musculares que proceden del rruisculo longitudinal interesfinteriano, dividiendolo en multiples fas cfculos, En el punto que contacta con el esffntcr interno, la mucosa se deprirne, traccionada por el tono de la capa muscu lar longitudinal, palpiindose en el tacto rectal el surco interesfinteriano a 6-8 mm del orificio anal. Fig. 45-4. Esfinter externo. \ 45. ANO 881 Lateralmente el haz subcutaneo se relaciona con la grasa de la region perianal; un tabique fascial originado en el surco interesfinteriano separa esta grasa de la isquiorrectal, por 10 cuallos abscesos originados en la region perianal raras veces Ia aleanzan. Irrigacion. Arterias. El conducto anal presenta una abun dante red vascular conformada por las anastomosis entre las arterias rectales (tambien lIamadas hemorroidaJes) superior, media e inferior, los plexos venosos interno y externo y abun dantes anastomosis arteriovenosas. La arteria rectal superior, rama terminal de la mesenterica inferior, es pOl' 10 general la mas importante. Al abordar al recto subperitoneal 10 abraza mediante dos ramas derechas y una izquierda, y da origen a multiples ramas terminales que perforan Ia capa muscular del recto a unos 7,5-8 em del mar gen anal. Descienden en forma rectilinea por Ia submucosa rectal y del conducto anal, entre las columnas de Morgagni, y son mas notables, segun algunos autores, tres pedfculos, dos derechos y uno Izquierdo. Se anastornosa mediante multiples ram as con las provenientes de Ia arteria rectal media. La arteria rectal media, si bien es inconstante, puede, en eIW % de los casos, ser la mas importante en Ia vascularizacion mucosa y submucosa del conducto anal. Rama de Ia hipogastrica 0 iliaca interna, perfora la muscular a unos 6 em del margen anal, alcanza la submucosa y se anastomosa am pliamente con las otras arterias rectales. . La arteria rectal inferior, rama de la pudenda interna, aborda el conducto anal en su porcion inferior, a traves de las fosas isquiorrectales. Atraviesa el esffnter externo a la altura del fascfculo subcutaneo 0 del intermedio para anastomosarse con las ramas de Ia arteria rectal media. Algunas ramas de las pudendas externas, provenientes de la arteria femoral. contri buyen a la irrigacion de Ia piel del margen anal. Si bien anat6micamente esto carece de importancia funcional, es util recordarlo dado que los linfaticos de la region la acornpafian. Venas. Son homonimas a las arterias. Las venas rectales superiores, atluentes de Ia vena porta, juntamente con las rectales medias e inferiores con las que se anastomosa, atluen tes de las hipogastricas y por ende del sistema de la vena cava, constituyen una anastomosis portocava. Estas venas adquie ren importancia quinirgica no en el sector en que ya se han constituido como tales sino en su porcion inicial, donde for man los plexos hemorroidales interno y externo. EI plexo liemorroidal interno es el mas importante; se ubica por enci ma de la linea pectinea, y se encuentra mantenido en la submucosa por numerosas fibras elasticas. Profusas anastomo sis arteriovencsas contribuyen a Ia rica vascularizacion de Ia region. EI plexo hemorroidal externo, de menor jeraqufa anat6mi ca, se constituye pOl'debajo de la linea pectfnea. Drena a tra ves de la vena rectal inferior hacia Ia pudenda interna y a tra ves de ella a Ia hipogastrica. Multiples ramos anastomoticos 10unen al plexo hemorroidal interno atravesando el rmisculo de Park, particularmente en caso de hemorroides, por 10 cual la clasica division en hemorroides internas y externas pierde valor. Se ha tratado de explicar mediante la anatomfa un hecho de observacion clfnica frecuente: Ia presencia de tres paque tes hemorroidales, dos a la derecha y uno a Ia izquierda. Para ello se han invocado, por un lado, las observaciones de Miles respecto de Ia existencia de dos venas rectales a Ia derecha y una a Ia izquierda, y por otro, la presencia de las fibras elasti cas de Ia submucosa que, en caso de hemorroides, dividen al plexo venoso de tal forma de lograr ese mismo resultado. Como sea, debe recordarse que en cada cuadrante es infrecuente ha liar un pedfculo vascular a partir del cual surge una formacion plexuaI, sino que esta se origina a partir de multiples anastomosis venosas y arteriovenosas, por 10cual en el curso de una hemorroidectomfa debe tenderse a hacer Ia hemostasia de multiples vasos de distinto calibre y no de ligar un grueso pedfculo como fuente de alirnentacion de Ia hemorroide. Linfdticos. EI drenaje linfatico se hace siguiendo tres gran des corrientes: 1) una ascendente, a traves de los linfaticos del recto, que drena hacia los ganglios de la raiz del mesocolon izquierdo, alrededor de Ia arteria mesenteries inferior, y aI canza los grupos lumboaorticos; 2) una lateral. hacia los ganglios pelvicos, que dependiendo de los vasos rectales me dios, alcanza los grupos hipogastricos, presacros y perirrec tales; y 3) otra descendente, hacia los. ganglios inguinales su perficiales. En definitiva, el conducto anal presenta dos sectores dife rentes en cuanto a su origen embriol6gico, el revestimiento epiteliaI, el aspecto endoscopico, la irrigaci6n y la inervacion, separados por una zona de transicion tambien particular. Como es logico suponer, tanto Ia patologta, como su tratamiento, se ran diferentes para cada uno de los se.ctores. HEMORROIDES Claudio Iribarren Definicion. Las hemorroides son dilataciones venosas del conducto anal, que se desarrolJan a partir de los plexos hemorroidales interne y externo. Anatomia, EI plexo venoso hemorroidal interno es sub mucoso y esta normalmente ubicado por encima de la lfnea pectfnea, aunque puede sobrepasarla hacia abajo (fig. 45-5). EI plexo hemorroidal externo es subcutaneo y esta ubicado en el margen anal. EI plexo hemorroidal interno recibe su irrigaci6n principalmente de la arteria rectal superior, rama terminal de la mesenterica inferior; en menor proporcion, puede tambien recibir irrigacirin de las arterias rectales medias. ra mas de las ilfacas internas 0 de las pudendas internas. En cam bio, el plexo venoso hemorroidal externo recibe su irrigacion de las arterias rectales inferiores, ramas de las pudendas inter nas. Las venas de ambosplexos siguen los trayectos arteriales correspondientes, drenando Ia rectal superior en el sistema porta y las medias e inferiores en el sistema cava (vel' Anatomia del ano). La caracteristica particular del plexo hemorroidal interno es su disposicion en almohadillas, entremezclandose el tejido vascular con fibras elastic as, fibras musculares lisas y sinusoides venosos (Thompson, 1975). Estas almohadillas ten drfan la funcion principal de contribuir por su elasticidad ala oclusion completa del ano, y pOl'ende, intervendrfan en Ia con tinencia anal. Su dis posicion, en tres regiones del conducto anal, determina la formacion de los tres paquetes hemorroidales internos: anterior, posterosuperior derecho y lateral Izquierdo. Finalmente, las hemorroides internas pueden a veces ampliar sus comunicaciones arteriales y venosas con el plexo hemorroidal externo y formal' un complejo hemorroidal mix to. Epidemiologta. Se acepta que cerca de la mitad de las personas con mas de 50 afios de edad ha tenido alguna vez sfntomas hemorroidales, siendo esta, pOl'10tanto, Ia patologia anorrectal mas frecuente. La incidencia de las hemorroides SECCION VI. ABDOMEN 882 4 5 ~ C' <50'.' ,'Y;4: :J.a",;-'S-.L..I 1?T,i:Jil~ U au I \ 6 ...-s:;.;,' IV E::}'"''\W (:{P~:: , " '1 ), «t r> - 0 ~ ~ aurnenta con la edad y la multiparidad, aunque tarnbien existe una predisposici6n hereditaria. Patogenia. El mecanismo patogenico mas cormin es el esfuerzo evacuatorio excesivo, con elevaci6n de la presi6n intraabdominal y endoanal, 10cual dificulta el retorno venoso y desliza hacia afuera el tejido hemorroidal durante la defecaci6n. La cronificaci6n lleva no s610a la ruptura vascular en los paquetes hemorroidales internos, sino tambien a la fragmentaci6n de los elementos fibroelasticos y musculares de la submucosa, 10 que permite el prolapso. Asimismo, un habito intestinal de frecuentes diarreas tambien puede produ cir la congesti6n cr6nica de la mucosa y la submucosa anales, con similares consecuencias a las de la constipaci6n. Las causas desencadenantes de los episodios hemorroidales agudos, tanto en las hemorroides internas como en las exter nas, son los cuadros severos de constipaci6n 0 diarrea, los ex cesos de alcohol, cafe 0 especias, la conducci6n prolongada de vehfculos, la equitaci6n, el ciclismo y el estres. Clasificacion. Para facilitar la descripci6n objetiva de las hemorroides internas es habitual clasificarlas, fuera del episo dio agudo, en cuatro grados (tabla 45-1). Diagn6stico. Presentacion clinica. Por ser esta la afec ci6n anal mas conocida, muchos pacientes refieren ser porta dores de hemorroides cuando en realidad padecen otra patolo gfa anorrectal. Durante el interrogatorio es necesario investi gar el habito intestinal del paciente, ya que la correcci6n de sus trastornos es un aspecto esencial del tratamiento, Hemorroides internas. La proctorragia escasa 0 modera da es el sfntoma mas frecuente de las hemorroides internas. Tabla 45-1. Clasificaci6n de las hemorroides GRADO I Visibles par anoscopia, protruyen en la Iuz anal pero no prolapsan hacia afuera. GR.-\DO II Prolapsan hacia afuera durante la defecaci6n y el pujo excesivo, reduciendose espontanearnente al finalizar los mismos. GRADO III EI prolapso ocurre facilmente acompafiando las eva cuaciones y los esfuerzos, y su reducci6n debe ser efectuada manualrnente. GRADO IV El prolapse hemorroidario es permanente y su re ducci6n no es posible. 2 Fig. 45-5. Localizacion de las hemorroides. 1, esffnter interno; 2, hemorroides internas; 3, he morroides externas; 4, esfinter externo; 5, linea 3 pectfnea;6, hemorroides mixtas (internas yexter nas), Tfpicamente ocurre sin dolor, acompafiando ala defecaci6n 0 a su terrnino, y se presenta como sangre roja rutilante (debido a las abundantes fistulas arteriovenosas del paquete hemorroi daI). La sangre aparece separada de las heces, a menudo en gotas luego de la evacuaci6n 0 s610 visible en el papel higieni co. El prolapso hemorroidal es el motivo de consulta que si gue en frecuencia. Ocasiona una sensaci6n de plenitud y pesa dez anorrectal y puede palparse como una tumefacci6n per manente en el anillo anal. Aparece mas frecuentement~ y es de mayor magnitud en los sujetos con esffnter hipot6nico. Las consecuencias del prolapso son la secreci6n anal acuosa 0 mucosa y el prurito anal producido por Ia irritaci6n secunda ·ilria a la humedad perineal. Ei dolor no es un sfntoma comun en .~las hemorroides internas, salvo en los prolapsos irreductibles en los que puede agregarse edema, trombosis 0 necrosis de las ;~ ·1hemorroides prolapsadas (fluxion hemorroidal). Hemorroides externas. La trombosis es la causa mas fre ~ cuente de sfntomas en las hemorroides externas. Se manifies -~j .~ta por dolor de aparici6n brusca y par la presencia de una tumefacci6n en el margen anal que ocupa un cuadrante 0 un hemiano. La tumefacci6n es de color azul ado debido a la pre sencia de coagulos en su interior. EI dolor es continuo, no pulsatil, y por 10 general disminuye progresivamente en los dias subsiguientes, desapareciendo por completo en una a cua tro semanas y dejando a veces pliegues indurados en la piel denominados plicomas. Examen fisico. La posici6n del paciente durante el exa men ffsico depende del habito del medico y de las limitacio nes organicas del paciente. Las posiciones mas empleadas son la lateral izquierda y la genu pectoral. La inspeccion puede diagnosticar un prolapso hemorroidal, una dermatitis 0 la presencia de una trombosis hemorroidal externa. El prolapso hemorroidal no manifiesto puede poner se en evidencia haciendo pujar al paciente. Un prolapso hemorroidal circular se diferencia del prolapso rectal en que los pliegues son longitudinales y radiados, mientras que en el prolapso rectal son circulares y concentricos, En el tacto anorrectal, las hemorroides internas no son par 10general palpables ya que se aplanan al ser tocadas. Una trom bosis hemorroidal endoanal puede palparse como un n6dulo firme par encima de la linea pectmea. EI tacto tambien puede descartar otras patologfas como abscesos, tumores, hipertrofia papilar 0 una fisura indurada. La anoscopia debe efectuarse preferentemente con un 883 45.ANO _: ~ anoscopio de visi6n lateral. Al hacer pujar al enfermo, las he morroides protruyen hacia el anoscopio y pueden ser evalua das mejor. Tanto la rectosigmoidoscopia, como el estudio radiol6gico del colon y la colonoscopia deben emplearse cuan do se sospecha otra patologfa co16nica, ya sea por proctorragia, mucorrea, cambios en el habito evacuatorio 0 dolores abdo minales. Tratamiento. El objetivo principal del tratamiento es eli minar los sfntomas y no extirpar las hemorroides por su sola presencia, salvo que ello sea imprescindible. Deben corregir se la constipaci6n y las diarreas frecuentes para llevar al pa ciente a la evacuaci6n intestinal sin esfuerzo de heces pasto sas. El agregado de fibra a la dieta, juntamente con el aumento en la ingesta de liquidos, han demostrado ser de gran valor para mejorar los sfntomas hemorroidales en pacientes consti pados (Moesgaard, 1982). Asimismo, la supresi6n de elemen tos irritantes de la dieta, en los pacientes con habito diarreico, disminuye las crisis hemorroidales agudas. La normalizaci6n de la funci6n intestinal es no poeas veces la unica terapeutica necesaria en las hemorroides de primero y segundo grado. Las medidas antalgicas en los episodios dolorosos agudos incluyen el reposo, adecuado ala importancia de la sintorna tologfa, los banos de asiento tibios 0 fomentos para disminuir la contractura esfinteriana y los analgesicos, antiinflamatorios y venoconstrictores. La aplicaci6n local de cremas con corticoides 0 anestesicos disminuye tambien el dolor, la inflama ci6n aguda y el prurito, aunque el abuso de corticoides puede llevar a la dermatitis atr6fica. Procedimientos terapeuticos en las hemorroides internas. El tratamiento especffico de las hemorroides intemas esta in dicado ante el fracaso de las medidas higieniccdieteticas para controlar la sintomatologfa. Existen distintos procedimientos que persiguen uno 0 mas de los siguientes objetivos: producir la fibrosis del tejido hemorroidal y fijar el paquete, 10 cual evita el prolapso; inducir una necrosis hemorroidal isquemica o directamente extirpar los paquetes (hemorroidectomfa). Los procedimientos que fibrosan el tejido hemorroidal in cluyen la inyecci6n de sustancias esclerosantes, las ligaduras elasticas, la fotocoagulaci6n infrarroja, la crioterapia, la diatermia bipolar y la fotocoagulaci6n con laser. Se los indica en las hemorroides de primero y segundo grado, y muy selecti vamente en hemorroides de tercer grado segun la edad y la sintomatologfa del paciente. Todos estos procedimientos pue den ser realizados en forma ambulatoria y su resultado depen de del grado de fibrosis que se produzca en el tejido he morroidal. Para que sean indoloros deben ser aplicados entre 1 y 2 em por encima de la linea pectfnea (fig. 45-6), zona limi te del dolor somatico, Estan contraindicados cuando existe fisura anal, trombosis, int1amaci6n 0 infecci6n local. Inyecciones esclerosantes. Es un metodo muy antiguo que ha perdido vigencia con el advenimiento de los procedimien tos mas modernos. Consiste en la inyecci6n de la sustancia esclerosante en el plano submucoso, por encima de cada pa quete hemorroidal y evitando la inyecci6n endovenosa. Tiene su principal indicaci6n en las hemorroides sangrantes de pri mer grado y en las incipientes de segundo grado. Sus compli caciones derivan de la ubicaci6n incorrecta de la invecci6n 0 de la inyecci6n de una cantidad excesiva de sustancia esclero sante. La mas comiin es la int1amaci6n 0 necrosis de Ia mucosa hemorroidal y Ie sigue la trombosis de un paquete adyacente. Mas raras son el granuloma, el absceso y la estrechez anal. Ligaduras eldsticas. Este metodo fue descripto en 1958 y perfeccionado por Barron en 1963. Se emplea un aparato en forma de pistola (fig. 45-7) que hace deslizar las bandas elas ticas hasta la linea pectmea, alrededor de la mucosa traccionada o succionada. Una seman a despues el tejido necrosado por isquemia cae, dejando una cicatriz en el sitio de la ligadura que induce la fibrosis. El metodo puede combinarse con la inyecci6n esclerosante 0 la crioterapia. Se tratan uno 0 dos paquetes por vez y se puede repetir el procedimiento a las 4 semanas. En hemorroides de primero y segundo grado pueden obtenerse resultados excelentes hasta en el 80 % de los casos (Walker, 1990). Tambien puede emplearse este metoda en he morroides seleccionadas de tercer grado. Las complicaciones son poco frecuentes pero pueden ser graves. La mas temible, aunque muy rara, es la sepsis origina da en el area de la ligadura, de la cual se han descripto casos mortales (Russell, 1985). Esta relacionada, probablernente, con una excesiva profundidad del area necrosada por la ligadura, asociada a infecci6n y propagaci6n a los tejidos blandos adya centes. Otras complicaciones incluyen la hemorragia y la fisura anal. Fotocoagulaci6n infrarroja. Es el rnetodo de mayor difu si6n en los tiltimos afios, especialmente en Estados Unidos de 2 Fig. 45-6. Procedimientos terapeuticos en las hcmorroides internas. 1, zona de apJicaci6n de los procedimientos que fibrosan y fijan el tejido hemorroidal; 2, linea pectinea; 3, hemorroides internas, -I, hemorroides extemas. SECCION VI ABDOMEN884 F;g. 45-7. Aparato para la colocacion de bandas elasticas. I. dispositive para deslizar la ligadura colocada en el cilindro de menor diametro, que aloja el tcjido succionado: 2. perilla con orificio que cierra el circuiro de aspiracion: 3. disparador; 4. conexion del aparato al tuba de aspiracion. America. El principio del procedimiento es la destruccion ter mica de la mucosa y submucosa en Ia zona de aplicaci6n, mediante la conversion aI calor de la radiaci6n infrarroja pro ducida par un aparato, tambien en forma de pistola (fig. 45-8), que se apoya sobre la mucosa durante 1,5 a 2 segundos. Cada aplicacion deja una escara blanca de 3 mm de diametro y son necesarios de 2 a ') di sp aro s para trat ar cada p aquete hemorroidal. En casos seleccionados, la fotocoagulaci6n pue de combinarse can la ligadura elastica. Las principales ventajas de este rnetodo son su inocuidad y la faciiidad de ejecucion, ya que tanto la ubicaci6n como la profundidad de cauterizaci6n pueden ser predeterrninadas con la uuracion del disparo. En su indicacion mas frecuente, las hemorroides sangrantes de primero y segundo grade, los re sultados del metoda son satisf'actorios en mas del 80 % de los casas (Iribarren, 1992). Las cornplicaciones son muy infre cuentes (menos del 5 % de los casos) e incluyen la hernorragia lardia, la fisura y la trombosis del paquete adyacente, Crioterapia. Este metodo se basa en la destruccion, te6ri carnente indolora, mediante la congelacion rapida del tejido. Luego de un entusiasmo iniciaJ, el procedimiento cayo en desuso pOl' no estar exento de dolor cuando se 10 emplea para :a destrucci6n hemorroidal por debajo de la linea pectinea. En esta indicacion determina ademas una importante secrecion maJoliente durante 2 a 6 semanas despues del tratamiento. Para evitar estos inconvenientes se 10puede emplear pOl'encima de ;2 :3 Fig. 45-8.Equipo de fotocoagulaci6n infrarroja.1. aplicadorque contacta con el tejido a coagular; 2, fuente de poder: 3, regulador dcl tiempo de irradiacion infrarroja;4, mangode la pistola con su disparador. la linea pectmea, solo para inducir fibrosis, aunque en esta indicacion el costa del aparato le otorga desventaja con res pecto a otros metodos, Diatermia bipolar y fotocoagulaci6n con laser. Ambos metodos han sido utilizados par encima de la linea pectinea con resultados cornnarablcs a los obtenidos con los metodos antes rnencionados. Par su relacion costo-beneficio, ambos procedimientos son poco empleados en la actualidad, llemorroidectomia quirurgica. La extirpacion de los pa quetes hernorroidales (hemorroidcctorrua) esui indicada en las hernorroides grades III y IV. Como se ha mencionado previa mente, las de grado III pueden tambien ser tratadas mediante proccdimientos alternatives. La hemorroidectomia siernpre es ta indicada en las hemorroides sintornaticas de grades I y II cuando se asocian otras patologfas anales como fisura, fistula perianal, hipertrofia papilar 0 plicornas sintornaticos, La fluxion hemorroidal aguda con prolapse estrangulante es otra indica cion clara de hemorroidcctomfa. Las tecnicas de hemorroidectomia de empleo mas frecuente son la hemorroidectomia longitudinal pOI' paquetes y la hemorroidectomia circunferencial de un hetniano. En la hernorroidectomfa longitudinal por paquetes, la brecha muco cutanea puede ser dejada abicrta (operacion de Milligan y Morgan) 0 puede ser cerrada mediante una sutura en surjet (operaci6n de Ferguson y Heaton) (fig. 45-9). En Ia hemo rroidectomfa circunfercncial de un hemiano, la brecha muco cutanea se eierra descendiendo y suturando la mucosa rectal ai borde inferior del esfmter interne 0 a un colgajo cutaneo deslizante que se avunza hasta la linea pecnnea (fig. 45-10). La hemorroidectomfa longitudinal y la circunfercncial de un hemiano pueden combinarse en un mismo paciente segun la magnitud de los paquetes nemorroidales. El objetivo es no de jar una estrechez anal, 10 cual puede ocurrir si los puentes mucocutaneos remanentes son muy pequefios, Complicaciones.En la tabla 45-2 se detallan las complica clones postoperatorias de ias hemorroidectomfas. Su inciden cia gllarda relaci6n con la magnitud de la intervenci6n, aun que puede disminuir cuando la indicacion y la tecnica quicir gicas son correctas. l'mtamiento de las hemorroides extemas. S610 exigen tra tamiento en la trombosis, 0 cuando sus secuelas (plicomas) producen molestias. En el primer caso, el enfermo consuita usualmente luego del segundo 0 tercer dia con dolor modera do en remisi6n. Lo mas frecuente es que las medidas antalgicas antes mencionadas eliminen las molcstias y que el trombo se Tabla 45-2, Complicaciones postoperatorias de la hemorroidectomfa Com.plicaciones lncidencia TEMPRANAS Rctencion urinaria 1.0 % a 30 % Hemorragia 1 % a4 % Impactaci6n de bolo fecal 1% Infecci6n <1% TARDIAS Plicomas sintomaticos 6% Fisura anal I % a 5 % Recidiva l%a5% Estenosis 1 % a3 % lncontinencia 0,5 % a 3 % Ectropion < 1% Fistula anal <1% .--. .~.""".~ i~,'i ___________.__C- 45. ANO 885 A B Fig. 45-9. Hemorroidectomfa longitudinal por paquctes. A, tracci6n de los paquetes hemorroidales que van a ser extirpados. B, operaci6n de Milligan y Morgan: J. brechas mucocutaneas: 2. puentes mucocutaneos rernanen tes. C, operaci6n de Ferguson y Heaton. reabsorb a espontaneamente. Cuando el dolor es intenso 0 la trombosis se ha ulcerado, la escisi6n del area trombosada con aneslesia local es un procedimiento sencillo que resuelve el cuadro sin dejar plicomas. Es importante que la incisi6n de exeresis no se extienda al conducto anal para evitar fisuras, Cuando un plicoma es voluminoso y ocasiona molestias, el tratamiento indicado es la exeresis. A B Fig. 45-10. Hemorroidectomia circunferencial de un hemiano. A. sutura de la mucosa rectal al esffnter interno; B, colgajo cutaneo deslizante. FISURAS ANALES Definicion. La fisura anal simple 0 inespecifica es una ulceraci6n lineal superficial del conducto anal, que se extien de longitudinalmente desde la linea pectfnea hasta el margen anal. Las fisuras anales especificas son secundarias a patolo gfas diversas, Epidemiologia. La fisura anal inespecifica es una patolo gia anal frecuente que representa alrededor del 10 % de las consultas al coloproctologo. Afecta ambos sexos y su mayor incidencia es durante la juventud y en la edad media. En el 99 % de los hombres y el 90 % de las mujeres, la fisura anal inespecffica asienta en la linea media posterior; en los casos restantes 10 hace en la linea media anterior, y es excepcional en las regiones laterales, Etiopatogenia, Es generalmente la consecuencia de una dilatacion traumdtica del anodermo por evacuaci6n de escfbaios duros. Los dos factores patogenicos a los que se atri buye mayor importancia son la constipacion y el espasmo per sistente del esffnter interno, En efecto, estudios manometricos del conducto anal han dernostrado frecuentemente la presen cia de una presion basal significativamente mas elevada en los portadores de una fisura que en la poblaci6n normal (Lin, 1989). Sin embargo, aun se discute si el espasmo esfinteriano, responsable de la hiperpresi6n basal, es causa 0 consecuencia de la fisura (Gibbons, 1986). Tambien se ha irnplicado a la hiperpresi6n local en la producci6n de isquernia, la cual difi cultarfa la cicatrizacion de una fisura establecida, La ubicacion de la fisura inespecffica en la regi6n anal posterior se debe a que esta es la zona mas debil, en raz6n de la menor cantidad de fibras musculares del esffnter superfi cial; asimismo es la que ofrece menor resistencia a la distension, debido a la firme insercion, a ese nivel, del epitelio al plano esfinteriano (Slack, 1972). En la mujer, la localizaci6n en la comisura anterior ha sido atribuida al debilitamiento de dicha region durante el parto. Las fisuras anales especificas son secundarias a causas muy diversas. Pueden ocurrir por traumatismo anal debido a un -;<~;:, 886 SECCION VI. ABDOMEN cuerpo extrano 0 por tracci6n durante la defecaci6n de un p6lipo 0 de una hipertrofia papilar que asienta en la regi6n anal posterior. Una fisura tarnbien puede resultar de la cicatri zaci6n incompleta de una hemorroidectomia, en la cual se ex tirpa una cantidad exagerada de piel 0 mucosa anal. Por ulti mo, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la tuberculo sis y la sffilis pueden presentar fisuras anales con caracterfsti cas propias (ver Diagn6stico diferencial). Anatornia patologica. La fisura aguda inespecffica se pre senta con bordes aplanados y una base constituida por una dclgada capa blanca de tejido conectivo submucoso con fibras musculares longitudinales. En cambio, la fisura cr6nica tiene bordes sobreelevados e indurados, yen su base deprimida pue den verse las fibras transversales del esffnter interno. Con fre cuencia la fisura presenta en su extremo externo un repliegue cutaneo 0 plicoma centinela (mal llamado hemorroide centi nela), en cuya base puede formarse un pequefio absceso 0 una fistula subcutanea corta. Tambien puede existir una hipertrofia de la papila correspondiente en la linea pectfnea. Al conjunto de estos hallazgos anatomopatol6gicos se 10 denomina com plejofisurario (fig. 45-11). Diagnostico. Presentacion clinica. EI sfntoma caracterfs tico es el dolor al defecar, que puede ser moderado 0 intenso y punzante. Luego de un breve lapse de acalmia, el dolor au menta de intensidad y se prolonga por espacio de varios minu tos 0 incluso horas. Un signa habitualrnente presente es la per dida de escasa sangre rutilante con la evacuaci6n. Otros sfnto mas alternativos 0 acompanantes son el prurito y ardor anales, y la presencia de una secreci6n mucosa. A menudo existe el antecedente de cuadros simi lares que mejoraron espontanea mente 0 con la aplicaci6n local de cremas anestesicas 0 antiint1amatorias. Es habitual que el paciente atribuya su pa decimiento a hemorroides. Examen anorrectal. La inspecci6n visual directa confir rna el diagn6stico. El examen digital debe ser pospuesto para una visita ulterior, una vez iniciado el tratamiento, ya que en la primera consulta sueJe ser muy doloroso. La introducci6n A 2 3 4 p Fig. 45-11. Fisura cr6nica y complejo fisurario. l , hipertrofia de la papila proximal; 2, fibras del esfinter interno formando ellecho de la fisura: 3, plicoma centinela; .J, pequefia fistula subcutanea originada en la base de la fisura. A, anterior; P, posterior. de bujfas finas con gel ancstesico, antes del tacto, disminuye las molestias. Es muy raro que el examen anorrectal requiera anestesia general, en cuyo caso debe descartarse un absceso intraanal. Diagnostico diferencial. Las fisuras anales producidas por la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la tuberculosis y la sffilis, asf como la forma fisuraria del cancer anal, difieren de las fisuras inespecificas por su ubicacion irregular, en cual quier segmento de la circunferencia anal, y por ser, aunque no siempre, menos dolorosas. Las fisuras de la enfermedad de Crohn y de la tuberculosis son verdaderas ulceras inflamatorias, profundas e irregulares. En la sffilis son multiples y superfi ciales, de coloracion rosada y a menudo asociadas con condi lomas. En todos estos cases, el resto del cuadro clfnico, el la boratorio y sobre todo la biopsia permiten el diagn6stico de la enfermedad de base. Finalmente, en enfermos de SIDA, tanto el citomegalovirus como el herpes simple pueden producir fisuras (ver SIDA y aparato digestivo, cap. 46). Tratamiento. EI objetivo del tratamiento medico es obte ner una evacuaci6n natural de materia fecal blanda y formada. Consiste en la ingesta diaria de 25 a 35 g de fibra dietetica y mucflagos formadores de masa, asociados con abundantcs If quidos. Estas medidasse complementan con la aplicaci6n lo cal de cremas 0 supositorios analgesicos y banos tibios de asien to, que favorecen la relajaci6n esfinteriana. Este tratamiento es efectivo en el90 % de las fisuras agudas y en alrededor del 50 % de las cronicas. Sin embargo, no puede prevenir Ia recai da, en caso de reaparicion del factor desencadenante (heces excesivamente secas 0 incluso diarreas severas). La dilatacion anal mediante bujfas no ha sido util en adul tos, aunque sf en nifios cuando las medidas anteriores fraca san. Indicaciones y procedimientos quirurgicos. La cirugia esta indicada ante el fracaso del tratamiento medico, la imposibili dad de realizarlo debido a los dolores que ocasiona, y en caso que deba efectuarse una anestesia general para descartar otra patologfa, generalmente un absceso intraanal. La esfinterotomia interna lateral es actualmente el proce dimiento de elecci6n. En las figuras 45-12 y 45-13 se descri ben las dos fonnas de realizarla: abierta y cerrada. Si bien esta operaci6n puede ser ejccutada con anestesia local y en forma ambulatoria, algunos autores han sugerido que con esta anes tesia aumentan los riesgos de seccion incompleta del csfinter, y por ende, de recidiva alejada. Debido a la sencillez de la tecnica, la rapida recuperacion y las escasas recidivas (0 a 5 %), la esfinterotomfa intema lateral ha desplazado a otros procedimientos tales como la exeresis de la jisura, la esfin terotomia posterior y la dilataci6n anal [orrada. Si bien la tecnica de esta ultima es extremadamente sencilla, su empleo es desaconsejable debido a la elevada incidencia de inconti nencia anal posterior (Weaver, 1987). FISTULAS PERIANALES Definicion. El terrnino [istula se aplica a todo trayecto anormal de comunicaci6n entre dos superficies con revestimiento epitelial. En las ffstulas perianales, el trayecto fistuloso cornunica, en mas del 90 % de los casos, un orificio intemo situado enla Ifnea pectfnea del conducto anal (orificio primario) con uno 0 mas orificios ubicados en la piel perianal (orificios secundarios). En el 10 % restante, el orificio secun dario es tambien interno y se localiza en el recto, 0 existen orificios secundarios tanto en el recto como en la piel perianal, -~,. '-"""'IllI 45. ANO 887 A --rfiir----- 2 p Fig. <15-12. Esfinterotomfa lateral abierta. 1, esffnter interno; 2, pecten; 3, linea pectinea: 4, secci6n esfinteriana que lJega hasta la linea pectfnea. A, anterior; P, posterior. A p Fig. 45-13. Esfinterotomfa lateral cerrada. J, hoja de bisturf que se introdu ce entre la submucosa y eJesffnter interno a traves de una incision minima sobre el borde inferior del esfinter interno; 2, area a seccionar con cl bis turf. Se hace hemostasia con presion digital. o la fistula comunica al recto con la piel perianal, sin estar comprometido el conducto anal. Se denomina fistulas ciegas a aquellas cuyo trayecto no termina en un orificio secundario. Epidemiologfa y etiopatogenia. En mas del 90 % de los casos, las fistulas perianales son inespecificas y se originan en una infeccion del espacio interesfinteriano anal. Ocurren con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, en proporcion aproximada de 2 a 1, y aparecen sobre todo en la edad media de la vida. Los estudios de Eisenhammer (1956) y de Parks (1962) han demostrado que casi siempre la infeccion llega al espacio interesfinteriano desde las glandulas anales descriptas por Chiari en 1878. Estas glandulas, ubicadas en la submucosa, desembocan en las criptas anales y un tercio de ellas atravie san el esfinter interno. La obstruccion de las glandulas ocurri na por dificultades en el vaciamiento, secundarias a la obs truccion de sus conductos a nivel del esfinter interno. La infeccion, iniciada en el espacio interesfinteriano (fig. 45-14), se propaga generalrnente en sentido longitudinal ha cia el margen anal, aunque a veces puede hacerlo hacia arriba. hasta el espesor de la pared rectal, 0 a traves del esfinter exter no a la fosa isquiorrectal. Tambien puede extenderse al espa cio pelvirrectal, ya sea atravesando la capa longitudinal del recto desde el espacio interesfinteriano, 0 atravesando el elevador del ana desde la fosa isquiorrectal. Ademas, en cada uno de los espacios la infeccion puede propagarse en sentido circunferencial. La consecuencia final de la infecci6n aguda es la forrnacion de.un absceso, que luego de abrirse al exterior (en forma espontanea 0 quinirgica), se transforma en unafistula cr6nica. En menos del 10 % de los casos, la fistula puede ser se cundaria a causas especfficas. La tuberculosis, la actinomicosis y el Jinfogranuloma venereo, asf como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, pueden originar fistulas perianales cuya etiopatogenia es la propia de la enfermedad. Las enfermeda des hernatologicas (leucemia, granulocitopenia, iinfoma) son proclives al desarrollo de abscesos y fistulas anales. muchas veces de grave evolucion. EI carcinoma de ano, especialmen te el coloideo, originado en las glandulas anales, y tarnbien el carcinoma de recto inferior, pueden ser causa de abscesos y fistulas perianales, Estas lesiones pueden ser tan importantes que hacen pasar inadvertida a la enferrnedad de base. Final mente, la fistula puede ser consecuencia de un cuerpo extrafio o de intervenciones quinirgicas previas (hemorroidecromia, episiotomfa), Clasificacion. Se puede clasificar a estas lesiones segun los espacios y trayectos seguidos por la infecci6n (clasifica cion de Parks). Absceso y fistula interesfinterianos. Son los mas frecuen tes (70 % de los casos) y resultan de la propagacion de la in fecci6n a 10 largo del plano interesfinteriano. Cuando la pro pagaci6n es hacia abajo, 10 cual es 10 mas frecuente, se produ cen el absceso del margen anal y la fistula interesfinteriana baja. Cuando 10 hace hacia arriba, determina el absceso submural del ana 0 del recto y lajfstula interesfinteriana alta (fig. 45-15). Esta ultima casi siernpre es ciega, aunque oca sionalmente se abre en la luz rectal. Como ya se ha explicado, el absceso submural puede abrirse camino a traves de la capa muscular longitudinal del recto y producir un absceso pelvirrectal o supraelevador (fig. 45-14). Absceso isquiorrectal y fistula transesfinteriana. Com prenden el20 al 30 % de los casos y se producen por propaga cion de la infeccion a la fosa isquiorrectal a traves del esfinter externo. Lo mas frecuente es que la infecci6n atraviese la porci6n 888 SECCION VI. ABDOMEN 2 .. ,. -,-, , ..~ !'!i-:---:'~_.~', 4 3 -, - :;" ~ . Fig. 45-14. Propagacion de Ia infeccion desde el espacio interesfinteriano. 1, absceso del margen anal: 2, absceso subrnural: 3, absceso isquiorrectal; 4, absceso pelvirrectal; 5, extension superior del absceso isquiorrectal. . .- jit:~ I \~~i~~ ..~ .::--.. \X.:~ ":.;~-: (dffftj~i~,<' Fig. 45-15. Fistulas anales. 1. fistula submucosa; 2, fistula intercsfinteriana baja; 3, fistula interesfinteriana alta. Inferior del esffnter externo, produciendo una fistula transesftn teriana baja; con rnenor frecuencia, el esfinter es atravesado a un nivel mas alto que la cripta anal, desarrollandose unafistula transesfinteriana alta (fig. 45-16, A). La infeccion isquiorreetal tambien puede abrirse camino a traves del elevador del ana al espacio pelvirreetal (fig. 45-16, B). En ocasiones, una infeccion ariginada en un orifieio inter no posterior puede propaga 'e hasta el espacio postanal des eripto por Courtney, Iimitado por debajo por cl rafe anococci geo, par arriba por el elevador, por del ante por el esfinter in terno y por detras por el c6ceix. Allf se desarrolla el denorni nado absceso postanal profundo (fig. 45-17, A YB), que a su vez puede propagarse en forma cireunferencial (enherradu raj a uno 0 ambos espacios isquiorrectales. Fistula supraesfinteriana. Es una fistula infreeuente (5 o/r de los casos). Su trayecto asciende por el espacio interesfinte riano y atraviesa la capa muscular del recto par encima del anillo anorrectal, para luego deseender atravesando el elevador del ana y el espacio isquiorreetal hasta la piel perineal (fig. 45-18). Esta fistula puede ser muy dificil de difereneiar de la transesfinteriana alta, espeeialmente si el enfermo ha sido pre viamente operado. Aunque Ja fistula supraesfinteriana puede ariginarse en forma espontanea, por 10general resulta del dre naje ineorrecto de un absceso pelvirrectal (ver mas adelante). Fistula extraesfinteriana. Es aun mas infreeuente que la anterior (2 % de los casos). EI trayeeto comunica al recto con la piel perineal, atravesando el elevador del ana (fig. 45-19), Y puede 0 no existir comunicaci6n con el conducto anal. Gene ralmente es de origen especifico 0 resulta del tratamiento in correcto de una infeccion pelvirrectal. FIstula submucosa. No esta incluida en la clasificacion de Parks debido a que su trayecto es submucoso 0 subcutaneo, sin alcanzar el espacio interesfinteriano (fig. 45-15). Puede producirse por una fisura cronica 0 una herida quinirgica (hernorroidectomfa cerrada). Aunque su patogenia es diferen te, ya que no involucra una infecci6n criptoglandular, esta va riante debe tenerse en cuenta porque representa ell0 % de las fistulas perianales. Diagnostico, Tanto la sintomatologfa como los metodos de diagnostico variaran segtin si el paciente consulta durante la fase aguda del proceso infeccioso (absceso) 0 durante la cronica (fistula). Abscesos. El sintoma cormin a todos los abseesos es el dolor continuo de intensidad progresiva. Otros sfntomas, asf como los hallazgos del examen semiologico y el tacto rectal, difie ren segiin la localizacion del absceso. Los abscesos perianales y los isquiorrectales (alrededor del 80 % de todos los abseesos) se diagnostican generalmente \ ~~~:.\ ~~.. \ ~:;::.. ;.[;: ~'::-::/~"'\~J;~~: /;2l?-.~:~::~:; :.::->~!~~~ ~i/~tl-~t ,,(f}fI[''·,:;~~;'>~~)l[~1~~ ~\ t~,.: 2 -~ LtE.:Ii.:::;~·- '.,''~k:- B ~"".~ ....':....:~-.:~.:.::::.... ."-,,-,:~~ .....=-.... Fig. 45-16. Fistulas anales, A, fistulas transesfinterianas. 1, baja; 2, alta, B, la fistula transesfinteriana puede extenderse en el espacio isquiorrectal hasta el elevador (1) 0 puede atravesar el elevador y alcanzar el espacio pclvirrectal (2). .~ III'"."-_l""'W,w-",.•-"cUi:-{1]lIl••••• i 889 II;;;' '-IS.ANO / f \ ',H~+---+--3 T-----J~--- 1III!iI1"7'~-.;"-----1 ~r<--,-~-r------- ~"T;'---i7~"'---------4 5 2 -----d,}i----- 2 "'-\.7;;:;.=="---------- 3 8-------- 4 B Fig. 45-17. Absceso post anal profundo. A. vista sagital; J, absceso; 2, rafe anococcfgeo; 3, elevador del ano; 4, esffnter cxterno; 5, c6ccix. E, vista desde el perine. J. prolongaci6n derecha del absceso; 2, prolcngacion iz quierda. conforrnando la herradura; 3. absceso; 4. c6ccix. ......••.....t:.•..... .. - "~-'-~.': . Fig. 45-18. Fistula supraesfinteriana rodeando hacia arriba el anillo anorrectal, pOI el hallazgo de lesiones inflamatorias a nivel de la piel del perine, La fiebre no es frecuente en los perianales pero sf 10es en los isquiorrectales. El tacto rectal no revela induraci6n 0 fluctuacion en los perianales y sf puede revel arias en los isquiorrectales, sobre todo en los profundos, que a menudo no se exteriorizan tempranamente por el perine 2 Fig. 45-19. Las fistulas cxtraesfinterianas cornunican el recto COil la piel perianal pOl' fuera del aparato esfinteriano. La comunicaci6n con la linea pectfnea puede existir (1) 0 estar auscnte (2). Los abscesos submurales, postanales profundos y pelvirrectales se presentan clinicamente en forma mas insi diosa. No existen evidencias de intlamaci6n a nivel del perine, aunque sf hay dolor rectal y a veces tenesmo. El tacto rectal despierta dolor segun la proximidad de la coleccion: por 10 tanto, es siempre diagn6stico en el absceso submural y puede ser negativo en el pelvirrectal. EI absceso postanal profundo se caracteriza por un dolor exquisito del sacrococcix, a veces de tipo ciatalgia, y porque el tacto rectal despierta intenso do lor a nivel de la pared posterior. Cuando el dolor del paciente impide un examen anorrectaJ adecuado, es necesario recurrir a la anestesia regional 0 gene ral. En caso de duda diagnostica, la punci6n y aspiracion de Iiquido purulento es un metodo de gran utili dad. Fistulas. Por 10 general, el enferrno relata como antece dente el drenaje del absceso, ya sea en forma espontanea o quinirgica, A partir de entonces refiere la presencia persisten te de Iiquido mucopurulento en la region perineal. Cuando se trata de una fistula interna, la descarga mucopurulenta suele aparecer en las deposiciones, mezclada con materia fecal. En la inspeccion es comun la presencia de una dermatitis secundaria a la humedad perineal persistente, EI orificio ex terno de la ffstula se ubica cornunmente dentro de un area cir cular, a no mas de 3 em del margen anal. En ocasiones el Of! ficio es muy pequefio 0 se confunde con otras lesiones cuta neas; en estos casos, puede facilitar su ubicacion la presi6n digital sobre la regi6n perineal, 10 cual produce la salida de liquido purulento por el orificio, Si no se detecta un orificio externo, debe sospecharse una fistula interna submural. EI tacto rectal pueJe identificar el orificio interno como una depresi6n, asf como e I trayecto indurado de la fistula. Segun la regia de Goodsall (fig. 45-20), las fistulas con orifi cios externos situados por delante de una lfnea transversal que pase por el medio del orificio anal, tienen un trayecto radiado hasta la cripta anal correspondiente, mientras que aquellas con orificios por detras de esta linea, siguen generalmente un tra yecto curvilineo hasta su cripta de origen. La anoscopia puede poner en evidencia el orificio interno, sobre todo si se presiona con el anoscopio en la vecindad de la presunta cripta y se observa la salida de Ifquido purulento. La rectosigmoidoscopia es iitil para descartar otras lesiones (proctitis, carcinoma). 890 SECCION VI. ABDOMEN ~ ~~~0.:...·t::~~_·_·_·~·Tr.+3cm~'\- . • Fig. 45-20. Regia de Goodsall sobre la direcci6n curva 0 recta de los rra yectos fistulosos. • La excepci6n es el orificio anterior situado a mas de 3 cm del ano, cuyo trayccto puede ser curvilfneo y desembocar en una cripta posterior. La exploraci6n del trayecto, mediante un estilete 0 una sonda acanalada, es una maniobra util en las fistulas sin tra yecto palpable. Sin embargo, debe realizarse con precauci6n ya que es dolorosa para el paciente y puede producir una falsa vfa. Cuando se realiza simultaneamente con el tacto rectal (maniobra bimanual), permite a veces identificar el trayecto hasta la cripta y determinar, con mas precisi6n que bajo anes tesia, la cantidad de esffnter involucrado. En manos de un operador experimentado, la ecografia endorrectal puede ayudar a establecer el trayecto de las fistulas, asf como fa integridad de los esffnteres. La colonoscopia y el colon por enema estan indicados cuan do se sospecha una colopatfa inflamatoria. Tratamiento, Abscesos. Como en todo absceso, el trata miento consiste en un drenaje y desbridamicnto adecuados de la cavidad. Los antibi6ticos tienen un papel secundario, aun que estan absolutamente indicados en los raros casos que evo lucionan hacia la celulitis necrotizante perineal 0 sfndrome de Fournier (ver Infecciones necrotizantes de los tejidos blandos). La incisi6n de un absceso perianal debe practicarse sobre el punto de maxima fluctuaci6n. En cambio, laincisi6n de un absceso isquiorrectal debe hacerse 10 mas cerca posible del margen anal para facilitar la fistulotomfa ulterior. Los absce 50S isquiorrectales complejos que se prolongan a traves del elevador (fig. 45-21) tambien deben ser drenados por el perine para cvitar la fistula extraesfinteriana iatrogenica. El absceso submural debe ser drenado hacia la luz anorrectal, destechando la cavidad mediante una incision del esffnter interne, desde la cavidad hasta la cripta. Como ya se ha explicado, el absceso pelvirrectal secundario a un absceso isquiorrectal prolongado a traves del elevador debe ser drenado por el perine. En cambio, el absceso pelvirrectal que ha segui do el espacio interesfinteriano y atravesado la capa muscular del recto debe ser drenado a traves del recto (fig. 45-21). Fistulas. La fistula anal no cura espontaneamente, de ma \~~J~~)) iNo! ~f~~~ -", -B ~;.' ... I\~~~~ ,-; ........ "" ,I ~~ .. _.~ ..-: -.8::..····· . Fig. 45-21. Abscesos del espacio pelvirrectal. A, el absceso ocupa el espa cio pelvirrectal y debe ser drenado hacia el recto. B, el absceso ha llegado al espacio pelvirrectal desde el isquiorrectal y debe ser drenado hacia el perine. nera que el tratamiento es quinirgico. Sus objetivos son pre servar la continencia anal, evitar la recidiva y acortar en 10 posible el restablecimiento del paciente. Para preservar la con tinencia anal se debe seccionar 10 mfnimo posible el aparato esfinteriano y la piel perianal. Afortunadamente, el 90 % de las fistulas periananales inespecificas son sencillas de tratar; debido a que el trayecto es unico y a que son interesfinterianas 0 transesfinterianas bajas. Las dificultades aparecen cuando el trayccto no es rectiHneo 0 existen cavidades y tractos secundarios profundos, cuando el trayecto pasa por encima del anillo anorrectal y cuando el ori ficio interno asienta en el recto. Es par ella que para elegir el procedimiento quinirgico se deben conocer dos datos esencia les: la situaci6n del trayecto fistuloso con respecto al anillo anorrectal y la ubicaci6n del orificio interno de la fistula. Para ello, luego de anestesiado el paciente, el cirujano dispone de maniobras tales como la cateteriracion del trayecto 0 la in yecci6n de agua oxigenada, por el orificio externo. Los procedirnientos quinirgicos incluyen la fistulotomia, la fistulcctomfa, la colocacion de un sedal alrededor del esffnter y el descenso de un colgajo rectal. Fistulotomia. Es el de emplco mas cormin. Se basa en el hecho de que cuando una incisi6n pone a plano un trayecto fistuloso que transcurre por debajo de una superficie epitclial, el epitelio recubre progresivamente el trayecto inciso, desde los bordes hasta la profundidad de la herida (cicatrizaci6n por segunda). La fistulotomfa puede ser aplicada al 80 % de las fistulas perianales con excelentes resultados y sin secuelas de incontinencia. Una vez abierto el trayecto de la fistula, se curetea el tejido de granulaci6n y se 10 envfa a estudio histol6gico, asf como los bordes de la fistula. La fistula en herradura debe ser objeto de una tecnica especial, tal como se detail a en la figura 45- 22. Fistulectomia. Se emplea s610en fistulas superficiales pe quefias 0 con fines bi6psicos, ya que la extirpaci6n de la fistula crea una herida operatoria amplia y profunda, con mayor po sibilidad de secuela esfinteriana. Colocacion de un sedal 0 elastica alrededor del esfinter. Fig. 45-22. Tratamiento de la ffstula en herradura. Destechamiento deles paciopostanal profundo desdela criptade origen,ubicada por 10 general en la lineamediaposterior. Curetaje de las prolongaciones Iaterales, am pliaci6n delos orificios fistulosos y colocacion de laminas de gomaen los trayectos. En la lineamediase observala secci6nde los esffnteres interno y externo. Aunque la antiguedad de este procedimiento se remonta a Hip6crates, aiin se 10sigue usando toda vez que existan dudas sobre la posibilidad dc incontinencia por seccion del esffnter involucrado en la fistula. El metodo se basa en que la secci6n lenta del esffnter, producida por el sedal, genera una fibrosis que impide la retracci6n esfinteriana, y por ende, la inconti nencia ulterior. La duraci6n del procedimiento depende de la tensi6n con que se ajusta el sedal. Para atenuar la incomodi dad, algunos cirujanos prefieren ajustarlo peri6dicamente y luego de 4 a 6 semanas completar la secci6n quinirgicamente si esta aiin no se ha producido por efecto del sedal. 891 La indicaci6n mas frecuente de este metodo cs en las fistulas transesfinterianas altas y en las supraesfinterianas (fig. 45-23). En las primeras se 10 coloca rodeando al esffriter ex terno, luego de haber destechado la fistula desde su orificio cutaneo hasta la cara externa del musculo, y seccionado por dentro el esffnter interno y el revestimiento epitelial del con ducto anal. El tratamiento de la fistula supraesfinteriana es similar, aunque en este caso el rmisculo seccionado es el elevador. EI metodo del sedal tarnbien puede ser de gran ayu da en las fistulas recidivadas con gran alteraci6n de la anato mia esfinteriana. Descenso de un colgajo rectal. Consiste en excluir el on ficio fistuloso interno mediante un colgajo descendente de mucosa y submucosa rectal, asociado con el curetaje 0 exeresis del trayecto hasta el orifico extemo (fig. 45-24). Es una alter nativa al tratamiento con sedal en las fistulas transesfinterianas altas y supraesfinterianas. Resultados. Varian segun el tipo de ffstula, el tratamiento indicado y Ia experiencia del cirujano. La causa mas frecuente de recidiva fistulosa es la falta de identificaci6n del orificio interno, seguida por la inadvertencia de trayectos secundarios y la puesta a plano insuficiente de la ffstula. BIBLIOGRAFIA Eisenhammer RS: The internal anal sphincter and the anorectal abscess. Surg. Gynecol. Obstet. 103:501-5,1956. Gibbons CP and Read NW: Anal hypertonia in fissures: cause or effect? Br. J. Surg. 73:443, 1986. Haas P,Fox TAand Haas GP: The pathogenesis ofhaemorroids. Dis. Colon Rectum, 27:442-450, 1984. Heppel M,Devroede G and ArhanP: Mechanisms of fecal continence. 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Tratamiento defistulas altas mediante eldescenso deuncolgajo rectal queocluye cl orificio interno de la fistula. Curetaje y ampliaci6n del trayecto parafacilitar el drenaje y lacicatrizacion. ParksAG andMorsonBC: Fistula in ano.Thepathogenesisof fistula in ana. Proc. Roy. Soc. Med. 55:751-4.1962. RussellTR andDonohueJH:Hemorrhoidalbanding:a warning. Dis. Colon Rectum, 28: 291-293,1985. SlackWW:Fisura anal.EnMorsonB. (ed.): Enferrnedades del colon, recto y ano. JIMS. Barcelona, 1972. ThompsonWHF: The nature of haemorrhoids. B1". J. Surg. 62: 529 552, 1975. WalkerAJ, Leicester RJ, Nicholls RJ and Mann CV:A prospective studyofinfrared coagulation, injection and rubber band ligation in thetreatmentof haemorrhoids. Int ColorectalDis, 5: 113,1990. Weaver RM, Ambrose NS et al.: Manual dilatation of the anus vs. lateral subcutaneoussphincterotomy in the treatment of chronic fissure-in-ano. Dis. Colon Rectum 30:420, 1987 INCONTINENCIA ANAL Mario L. Benati Definicion. La incontinencia anal es la incapacidad de di ferir voluntariamente la evacuaci6n del con.enido rectal hasta un momenta socialmente adecuado y/o de mantener el control de la evacuaci6n durante el suefio. Puede ser menor, si se limi ta a gas y ocasionalmente Ifquido, 0 mayor. cuando la perdida incluye heces s6lidas. Epiderniologia. La incontinencia afecta mas frecuentemen [e a las mujeres y a Los ancianos. Enck (1991) hallo una inci dencia del 5 % en sujetos sanas, de los cuales solo el 20 % habra consultado un medico. Esto demuestra el grado de per turbaci6n psfquica que provoca esta patologfa. Anatomia y fisiologia de la continencia. La continencia depende de la competencia esfinteriana, de la funci6n de rcservorio del recto y de la consistencia de la materia fecal. Dado que los mecanismos involucrados son multiples, la in competencia de alguno de cllos no es incompatible con grados aceprables de continencia. Competencia esfinteriana. El sistema esfinteriano esta integrado par un componente muscular visceral (esffnter in terno) y un cornponente muscular esqueletico (esffnter exter no y haz puborrectal del elevador del ana) (ver Anatomfa del ano). EI esffnter interno esta inervado por el sistema simpati co (Ll y L2), que es excitador, y por el sistema parasimpatico (S3-S4), que es inhibidor. Este rmisculo es responsable del 88 % del valor de la presi6n en reposo del canal anal, cuyo prome dio es 80 ern H20 (Frenckner, 1975). El esfinter externo y el haz puborrectal mantienen un nivel de actividad tonica en reposo y aun durante el suefio. Junto con cl cricofarfngeo, son los tinicos miisculos estriados que tienen esta propiedad (Pemberton, 1986). Contribuyen con el 15 % del valor de la presion de reposo del canal anal y son los generadores de la presi6n de contraccion voluntaria, ultima barrera contra la incontinencia. EI esffnter externo esta incrvado por los nervios pudendos, mientras que la inervaci6n del haz puborrectal proviene de S2, S3 y S4. El haz puborrectal es tambien el principal deterrninante del angulo anorrectal, cuyo valor en rcposo es de alrededor de 90°. Un angulo obtuso no implica incontinencia micntras qUI: Ia presi6n del canal anal se mantenga 10 ern H20 por encima de la rectal (Bannister, 1984). Existen receptores sensoriales a la distensi6n en la pared rectal y tambien en el elevador (10 cual explica por que la sen sacion defecatoria puede estar presente en ausencia del recto). La distension aguda del recto provoca la relajaci6n del esffnter interno (reflcjo rectoanal inhibitorio), permitiendo al conteni do rectal entrar en contacto con la zona sensitiva del canal anal donde es discriminado en gas 0 heces (Duthie, 1963). Simultaneamente se produce la contracci6n de la porci6n distal del esffnter externo (reflejo rectoanal contractil), 10 cual pre viene la incontinencia durante el proceso de discriminacion. Una vez finaJizado este, si la decision es de no evacuar, el esffntcr cxterno se contrae voluntariamente en forma cample ta, el contenido fecal vuelve al recto, y una vez concluida la acornodacion de este a su nuevo volumen, cae la presi6n intrarrectal a los valores previos a Ia distension, con 10 cual cesa toda actividad refleja. Sin embargo, debido a la fatiga muscular, la contracci6n voluntaria maxima solo puede man tenerse durante un minuto, tiempo durante el cual debe produ cirse la acomodaci6n rectal. Si esta no tiene lugar, la inconti nencia resulta inevitable. Es necesario sefialar que el reflejo contractil del esffnter externo es en realidad una respuesta cons cientemente aprendida y que puede scr modificada par tecni cas de biorretroalimentacion, 10 que resulta iitil en el trata miento de algunas formas de incontinencia (Heppel, 1985). Reservorio rectal. En condiciones normales, la capacidad maxima del recto es de alrededor de 400 ml. Las propiedades visceroelasticas de la pared hacen que ante la entrada de un determinado volumen, la presi6n intraluminal aumente relati vamente poco y luego se normalice (acomodaci6n). La distensi bilidad 0 compliance del recto se calcula mediante el cociente variacion de volumen/variaci6n de presi6n. Su valor norma) es 17 ml/cm H70, 10cual significa que por cada 17 ml de ma terial que entra al recto, la presi6n aumenta 1 cm Hp. Etiopatogenia. Las etiologfas mas frecuentemente respon sables y sus mecanismos patogenicos se detallan en la tabla 45-3. Injuria esfinteriana. El parto es su causa mas frecuente y la injuria puede afectar a uno 0 ambos csffnteres. En el 0,5 % de los partos vaginales se producen desgarros de tercer grado y el 85 % de estes ocurren en primiparas, En la tabla 45-4 se observan los resultados obtenidos por Sultan (I 993) en un es tudio ecografico de la injuria esfinteriana posterior al parto. La segunda causa en frecuencia de injuria esfinteriana es la cirugfa anal, especialmente la realizada sobre ffstulas transesfinteri anas. .~ '\ ~ j '.~ ~ Jl 11 ·$M; . ..(5 45.ANO 893 .'." Tabla 45-3. Mecanismos patogenicos de la incontinencia anal y etiologias mas frecuentes Mecanisme patogenico Etiologies Injuria esfinteriana Trauma obstetrico, cirugfa anorrectal (fistulotomfa y otras) Desnervaci6n esfinteriana Partos multiples, descenso exagera do del perine, esfuerzo defecatorio cr6nico Disminuci6n de la funci6n Exeresis del recto (neoplasia recto del reservorio col6nica 0 ileal), rectitis infecciosas o actfnicas, colitis ulcerosa Esclerosis esfinteriana Edad avanzada Evacuaci6n por Fecaloma rebosamiento Alteraciones de la Lesiones del sistema nervioso cen sensibilidad anorrectal tral y periferico DialTea Enteritis, colitis Tabla 45-4. Hallazgos ecograficos un afio despues del parto Forma de parto Incontinencia (%) Defectoesfinteriano (%) Normal 4 36 Extractor par vacfo 12 24 F6rceps 38 81 Desnervacion esJinteriana. Es una incontinencia neuro genica provocada por la desnervacion del aparato esfinteriano voluntario, tal como ha sido demostrado por Parks (1977) en biopsias obtenidas del esffnter externo y del haz puborrectal. Son afectadas principalmente las mujeres que han tenido par tos multiples con trabajo prolongado y/o uso de forceps. Fre cuentemente existe una historia de constipacion asociada con esfuerzos defecatorios, los cuales determinan un descenso exa gerado del perine, La incontinencia se originarfa por lesion de las ramas que inervan el haz puborrectal secundaria al trauma obstetrico, y por lesion de los nervi os pudendos secundaria tambien al trauma obstetrico y ademas al esfuerzo defecatorio prolongado. En efecto, los nervios pudendos se hallan fijos en su extrema proximal al canal pudendo, de manera que el des censo exagerado del perine puede lesionarlos por tracci6n. Algunos autores todavfa denominan idiopatica a la inconti nencia por desnervacion esfinteriana. Disminucion de la funcion de reservorio. Su causa mas frecuente es la exeresis del recto, con la consiguiente dismi nuci6n de la capacidad y distensibilidad del neorrecto, mas acentuada cuanto mas baja sea la anastomosis. Tambien en estos casos es frecuente una reducci6n de la presi6n en repo so, asociada con el mantenimiento de las presiones generadas voluntariamente, 10cual indica un deterioro del esffnter inter no. Esto podrfa ser consecuencia de la dilataci6n anal requeri da para la ejecuci6n de anastomosis coloanales e ileoanales,0 de una lesi6n nerviosa. EI 20 % de los pacientes a quienes se realiza una anastomosis coloanal presentan incontinencia du rante el postoperatorio inmediato, aunque esta cifra se reduce al 3 % al cabo de un afio, Adernas, por 10 general se trata de una incontinencia menor. Edad avanzada. La esclerosis del esffnter interne y la desnervaci6n del piso pelviano son fen6menos asociados con el envejecimiento. En individuos mayores de 60 afios se ha encontrado un descenso significativo del piso pelviano (Pinho, 1990), asf como la presencia de neuropatfa pudenda (Vaccaro, 1995). Impactacion fecal. La incontinencia por impactacion fecal o fecaloma suele verse en ancianos. La evacuaci6n por rebo samiento se debe a la dilatacion anal provocada por la masa y a la inhibicion refleja del esffnter interno por la distensi6n rectal. Diagnostico. Presentacion clinica. EI simple relato del paciente permite una evaluaci6n objetiva de la severidad de la incontinencia (tabla 45-5). En la confecci6n de Ia historia elf nica tienen especial interes los antecedentes obstetricos 0 de intervenciones quinirgicas previas sobre el ano, y los esfuer zos defecatorios cr6nicos. Tabla 45-5. Evaluacion de la incontinencia Frecuencia Gases Liquido Solido Una vel. par mes 0 menos Mas de una vel. par mes a una vel. por sernana Mas de una vel. por semana a una vel. por dia Mas de una vel. par dia 2 3 4 2 4 8 16 ,4 8 16 32 Examen fisico. En la inspecci6n debe investigarse la pre sencia de cicatrices. Se debe observar si el cierre del orificio anal es efectivo en reposo, asf como en el esfuerzo de cierre voluntario y la tos. Tambien debe evaluarse el grade de des censo perineal con el pujo (normal alrededor de 3 em) y si existe un prolapse 0 rectocele. La estimulacion de la piel perianal origina normalmente una contracci6n del esffnter extemo (reflejo anocutdneo j. La presencia de este reflejo indica indemnidad de los nervios pu dendos y del plexo sacro. EI examen digital permite estimar el tone esfinteriano en reposo, con la contraccion voluntaria y la tos, asf como la movilidad del haz puborrectal y la longitud del canal anal. Tambien pueden palparse defectos en la masa muscular esfinteriana y evaluarse el grosor del tabique recto vaginal. El examen digital es asimismo el mejor metoda para detectar tumores anorrectales y precisar las caracterfsticas de una anastomosis baja (amplitud, movilidad, rigidez) y de un neorrecto (tamario, elasticidad). La endoscopia esta indicada ante la presencia de lesiones tumorales 0 inflamatorias. Estudios Juncionales. En la mayoria de los casos, todo 10 que se necesita para evaluar un paciente con incontinencia y seleccionar el tratamiento, es un buen examen clfnico hecho por un cirujano experimentado. En los casos restantes, los es tudios funcionales pueden ser de gran ayuda. Manometria. Permite establecer el grade de deficit esfin teriano, si es circunferencial 0 esta localizado en algun cua drante y de que forma participan el esffnter interne y el exter no. Adernas posibilita la medici6n de la longitud del canal anal, la investigacion de los reflejos rectoanales y la determinaci6n de los valores de la sensibilidad a la distensi6n, del volumen maximo tolerado y de la distensibilidad (compliance) rectal. .> --- .;\'!III SECCION VI ABDOMEN894 Algunos ejemplos: 1) bajas prcsiones de reposo y de con traccion voluntaria, con acortamiento del canal anal, sugieren una incontinencia neurogenica; 2) iguales hallazgos pero 10 calizados en un solo cuadrante pueden confirmar la sospecha de secci6n esfinteriana; 3) un deficit aislado de la presi6n de reposo indica lesi6n del esfinter intemo, como puede verse despues de procedimientos que impliquen secci6n 0 dilata ci6n de aquel; 4) presiones esfinterianas normales con distensibilidad rectal disminuida establecen la existencia de deterioro de la funcion de reservorio del recto. Proctometrograma y videodefecograma. Permiten estudiar la capacidad de contener el material durante el estudio, la efec tividad del cierre voluntario del canal anal, el angulo anorrectal, la movilidad del elevador con la contraccion voluntaria, la tos y el pujo, el grado de descenso perineal, las caractensticas morfo16gicas del recto 0 neorrecto, el patron funcional de un rectocele y la existencia de un prolapso oculto. E 1 defecograma es el unico medio diagn6stico de la ultima patologfa seiialada, Algunos ejemplos: 1) buena movilidad del elevador y un descenso perineal dentro de lfmites normales, asociados con un canal anal permanentemente abierto, identificaran una in conrinencia de origen puramente esfinteriano; 2) el hallazgo de un recto 0 neorrecto de calibre reducido que impresiona rigido, revela una funci6n de reservorio ineficiente; 3) un des censo perineal aumentado asociado con una falla del cierre del canal anal sugiere el diagn6stico de incontinencia neuro genica, Electromiografia. Permite el estudio de la inervaci6n mo tora del esffnter extemo y del haz puborrectal, Pueden utili zarse las tecnicas de agujas concentricas (mapeo de lesiones esfinterianas) 0 de fibra muscular unica (cuantificaci6n del grado de desnervaci6n). La cuantificaci6n del reclutamiento de unidades motoras mediante un electrodo de superficie endoluminal es muy sencilla y no invasiva. La determinaci6n del tiempo de latencia (velocidad de conducci6n) de los ner vios pudendos se realiza facilrnente mediante un dispositivo con electrodos que se monta en el dedo fndice y que permite estimular el nervio pudendo y recoger la respuesta del esffnter extemo (Kiff, 1984). EI valor normal es de 2 ± 0,2 milise gundos. Un tiempo de latencia prolongado indica neuropatfa pu denda. Esta circunstancia es de mal pron6stico funcional de la esfinteroplastia (Laurherg, 1988). Investigada durante cl em barazo puede ser motivo de indicaci6n de cesarea, con el fin de evitar un nuevo trauma obstetrico (Barto.o, 1986). Prueba de continencia a la solucion salina. Los indivi duos normalcs son capaces de tolerar hasta 1.500 ml. Fue idea da por Read (1979) para investigar la incontinencia a liquidos. Puede ser uti! en la predicci6n funcional de una reparaci6n 0 reernplazo esfinteriano que aun se halla protegido por una astomia. Ecografia. Es el mejor metodo actual para diagnosticar injuria esfinteriana. Permite identificar lesiones aisladas de cada uno de los esffnteres y otras lesiones ocultas y asintoma ticas (fig. 45-25). La ecografia ha desplazado al mapeo electro miografico. Tambien es util para guiar la ejecucion de una esfinteroplastia. Tratamiento Inicialmente debe ser conservador, salvo en los casas de secci6n esfinteriana evidente. El tratamiento quinirgico debe reservarse para los pacientes con incontinencia mayor. En la Fig. 45-25. Defecto anteriordel esffnterexterno (flechas), en cl estudio ecografico. (Gentileza del doctorStevenD. Wexner.) tabla 45-6 se enumeran los recursos para el manejo medico, los que, bien utilizados, resuelven 0 mejoran sustancialmente la gran mayoria de los problemas. Biorretroalimentacion. Esta tecnica permite aumentar la sensibilidad rectal y la presi6n de contracci6n voluntaria, y mejorar la coordinaci6n entre ambas. La primera fase consiste en entrenar al paciente para percibir vohimenes cada vez me nores. utilizando un ba16n inflable ubicado en el recto. La se gunda busca lograr la mas eficiente contracci6n esfinteriana voluntaria posible. Para ello se coloca un sensor (de presi6n 0 de acti vidad electrica) en el canal anal y el paciente monitoriza visual 0 auditivamente, segun el equipo de que se disponga, el efecto que provoca su contracci6n esfinteriana y concientiza la manera de incrernentarlo. Gradualmente el mecanismo
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