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UNIVERSIDAD_AUTONOMA_DE_BAJA_CALIFORNIA (2)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA 
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA 
MANUAL DE 
ODONTOPEDIATRIA 
Preparaciones cavitarias 
 
 
31/05/2012 
 
 
 2 
Manual de odontopediatría 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Realizado por: 
 Hipólito García Kenia 
 Jiménez Rodríguez Fabiola 
 Machado Hernández Luz María 
 Medina Oquita Isaías 
 Murillo Argueta Ayremy Nitschia Ayerym 
 Osuna Garibaldi Melissa 
 
 3 
Índice 
Introducción………………………………………………………………………………………………….. 4 
 
 
 
Capítulo 1 Aislamiento del campo operatorio……………………….………………….. 5 
 
 
 
Capítulo 2 Preparaciones cavitarias en dientes temporales………………….… 6 
 
 
Clase I …………………………………………………………………………………………………………… 6 
 
 
 Primer molar superior ……………………………………………………......... 7 
 Segundo molar superior ……………………………………………………….. 8 
 Primer molar inferior …………………………………………………………… 7 
 Segundo molar inferior ………………………………………………………… 10 
 
 
Clase II ……………………………………………………………………………………………………….... 11 
 
 
 Segundo molar superior 
 Segundo molar inferior 
 
 
Clase III ……………………………………………………………………………………………………….. 13 
 
 
 Lateral 
 Canino 
 
 
Clase IV ………………………………………………………………………………………………………. 14 
 
Clase V ……………………………………………………………………………………………………….. 16 
 
 4 
Introducción 
El objetivo de este manual es facilitar al alumno de odontología …bla bla bla 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5 
 
 
 
El éxito de la mayoría de los procedimientos operatorios depende muchas veces del 
control de la humedad en el campo operatorio. Con ello se consigue mejor visión del 
operador y, lo que es fundamental, se evita la contaminación de la cavidad y se logra 
que los materiales, durante su manipulación, conserven sus propiedades inalteradas. 
 
Sin duda alguna, el dique de goma es el método más efectivo en el control de la 
humedad en el campo operatorio y su aceptación por el niño está en relación directa 
con la habilidad del operador para introducirlo como un elemento más de todos los 
que utilizará en la visita de tratamiento. 
 
Al margen de preferencias individuales, hay ciertas grapas que solucionan la práctica 
totalidad de las situaciones en odontopediatría: 
 
Las grapas Ash 14 y Ash 26 resultan idóneas para los segundos molares temporales. 
Las grapas Ivory 14 e Ivory 14 A son muy útiles en los primeros y 
segundos molares permanentes parcialmente erupcionados. 
 
En los segundos molares temporales y 
segundos molares permanentes parcialmente erupcionados, se 
recomienda utilizar las grapas Ivory 8A e Ivory 8AD. 
 
Por último, las grapas Ivory 2 e Ivory 2A resultan las mas 
adecuadas para premolares y primeros molares 
temporales. 
 
Otros métodos alterativos 
Una alternativa a la utilización del dique de goma la constituye el aislamiento con 
rollos de algodón y triángulos absorbentes, en conjunción siempre con un aspirador de 
saliva potente. 
 
En la arcada superior suele bastar con colocar un rollo de algodón por vestibular, esto 
para bloquear el orificio del conducto de Stenon desembocadura de la 
glándula parótida, para lograr un campo operatorio conveniente. 
En la arcada inferior se prefiere alojar un rollo de algodón en vestibular y 
otro en lingual para absorber la saliva proveniente de las glándulas 
submaxilares y parótidas. 
Cola loca 2 gotitas en la encía para mantener la goma de dique adherida a 
ésta. 
Capitulo 1 Aislamiento del campo operatorio 
 
 
 6 
 
 
 
Aunque en las preparaciones cavitarias para amalgama de plata continúan 
vigentes los principios de extensión profiláctica, la operatoria dental moderna se 
caracteriza por una firme disposición de conservar el máximo tejido dental sano. 
La operatoria dental en odontopediatría debe adherirse a esta tendencia de 
preservar en lo posible la estructura dental no cariada, habida cuenta de las 
reducidas dimensiones de los dientes temporales y de las expectativas de que las 
obturaciones realizadas sobre dientes permanentes en edades tempranas en el futuro 
tengan que sufrir algún tipo de reparación o restitución. 
 
LESION DE CLASE I 
El diagnostico precoz de las caries oclusales es indispensable para aplicar los 
más modernos principios de la operatoria dental. En este sentido, junto a los métodos 
tradicionales de diagnostico, es decir, la exploración visual y la detección con sonda de 
las zonas de desmineralización, en la actualidad se recomienda observar con 
detenimiento la zona oclusal de los molares sobre una radiografía de aleta de 
mordida, con objeto de detectar una progresión cariosa en dentina en algunos casos 
en que el esmalte aparentemente esta intacto. Estas situaciones no son infrecuentes 
hoy día, debido a los efectos preventivos de flúor en sus presentaciones por contacto. 
 
Conformación cavitaria en la lesión de clase I 
Secuencia general de la preparación de clase I y obturación con amalgama de plata. 
 
En general, en todos los casos en que se vaya a realizar una preparación cavitaria 
de clase I para amalgama se recomienda seguir la siguiente secuencia: 
 
1. Anestesia y aislamiento, preferiblemente con dique de goma. 
2. Apertura de la cavidad con fresa de pera n.º 330 o de fisura, o una piedra 
cilíndrica de diamante del menor diámetro, con turbina, que establezca la 
forma de superficie desde la fosa mas central, extendiéndose a mesial y distal, 
incluyendo surcos y fisuras cariadas o susceptibles de caries, hasta conseguir la 
extensión profiláctica adecuada. Mantener la fresa paralela al eje axial del 
diente, alcanzando una profundidad aproximada de 0.5 mm por debajo de 
la unión amelodentinaria. 
3. Asegurar el acceso a todas las zonas de dentina cariada, modificando, si se 
precisa en algunas zonas, la forma de superficie. 
4. Eliminación de la dentina cariada con fresa redonda a baja velocidad, o con 
cucharilla filada de tamaño apropiado. 
5. Confirmar o conseguir formas apropiadas de retención y resistencia. 
6. Lavado y secado de la cavidad. 
7. Colocación de base, forro o barniz cavitario, si se precisa. 
Capitulo 2 Preparaciones cavitarias 
 
 
 7 
8. Triturar la amalgama y obturar la cavidad condensando uniformemente los 
sucesivos incrementos de material, dejando inicialmente la cavidad 
sobreobturada. En este momento puede procederse a efectuar un bruñido 
previo al recortado. 
9. Tallado de la amalgama con un recortados apropiado, manteniéndolo 
apoyado sobre el esmalte y la amalgama a la vez, para evitar tallados 
excesivos. Restaurar una morfología oclusal suave. 
10. Bruñido final de la restauración. A continuación puede pasarse una torunda 
de algodón para suavizar la superficie y limpiarla de restos de material de 
obturación. 
11. Retirar el dique de goma y comprobar la oclusión con un papel articular. 
Pedir al niño inicialmente que cierre la boca con suavidad para detectar 
contactos evidentes y evitar riesgos de resquebrajamiento o fractura de la 
restauración. 
 
Primer molar temporal 
Aunque la superficie oclusal del primer molar temporal superior es poco 
susceptible a caries, en ocasiones puede haber una lesión sobre la fosa triangular 
distal y, en este caso, la preparación cavitaria ha de extenderse por la fisura central 
hasta la fosa mesial. En otras ocasiones, especialmente en caries de biberón, la lesión 
cariosa aparece sobre la fosa triangular mesial, pero a menudo afecta toda la 
vertiente mesial de la cúspide vestibular, por lo cual esta contraindicada la 
restauración con amalgama. 
En la superficie oclusal del primer molar temporal inferior, la lesión suele 
asentar sobre la fosa distal y la preparación cavitaria puede limitarse a ésta, 
abarcando el surco distal, sin atravesar el borde transverso que una la cúspide 
mesiovestibular y la mesiolingual. Se establecerá un suelo plano o ligeramente 
cóncavo a una profundidad aproximada de 1 a 1.20 mm, alcanzando la unión 
amelodentinaria. Las paredes bucal y lingual deben converger hacia oclusal. 
Las paredes proximales de la cavidad deben ser paralelaso incluso 
ligeramente divergentes, con objeto de respetar un mínimo espesor de 1.25mm en las 
crestas marginales para no debilitarlas. La amplitud de la cavidad en condiciones 
ideales no debe sobrepasar de una tercera a una cuarta parte de la distancia 
intercuspídea, es decir, aproximadamente 1.5 mm. Los ángulos internos deben ser 
ligeramente redondeados. 
 
 
 
 8 
 
Figura 2-1 Primer molar superior izquierdo, diseño y apertura 
 
 
Figura 2-2 Primer molar inferior izquierdo, diseño y apertura 
 
Segundo molar temporal superior 
El relieve oclusal del segundo molar temporal superior es casi idéntico al del 
primer molar permanente superior, aunque menos pronunciado. Existen tres zonas de 
susceptibilidad a la caries, a saber: fosa central y fisura mesial en el trígono, fisura 
distal en el talón y prolongación de la fisura distal hacia palatino en si cara libre. 
En ocasiones, un tubérculo de carabelli en la zona mesial de la cara palatina 
determina la configuración de un hoyo que también puede ser asiento de caries. 
Siempre que sea posible deben hacerse diseños cavitario independientes sin atravesar 
la cresta oblicua de une la cúspide mesiopalatida y distovestibular. 
 
 9 
 
Segundo molar superior derecho 
 
Lesiones que afectan la fosa central 
Forma de superficie. La forma de superficie debe establecer una pared mesial 
paralela al borde marginal mesial y una pared distal paralela a la cresta oblicua; las 
paredes bucal y lingual forman curvas suaves al unirse con las paredes mesial y distal. 
Paredes internas. El suelo pulpar deber ser ligeramente cóncavo con su parte 
mas profunda en el centro de la cavidad, alcanzando una profundidad entre 1.2 y 1.5 
mm, hasta llegar a dentina. 
Las paredes mesial y distal formaran un ángulo de 90˚ con la superficie. 
La pared bucal será paralela al contorno externo del diente. 
La pared palatina será paralela al contorno externo del diente o con una 
convergencia mas marcada. 
Los ángulos diedros deber ser ligeramente redondeados. 
 
Lesión que afecta la fisura distal. 
Forma de superficie. La forma de superficie debe establecer una pared mesial 
paralela a la cresta oblicua y una pared distal paralela a la cresta marginal. La 
confluencia de estas paredes en bucal y palatino dibuja una curva suave. 
Paredes internas. La pared mesial forma un ángulo de 90˚ con la superficie y 
converge ligeramente hacia oclusal. La pared distal es paralela a la superficie 
externa; no debe ser convergente. En bucal y palatino también debe conseguirse un 
alguno de 90˚ con la superficie, dando convergencia hacia oclusal. El suelo pulpar es 
ligeramente redondeado. 
 
Lesión que afecta el surco palatino 
En ocasiones, es posible, si las caries están muy localizadas, labrar una cavidad 
aislada a este nivel. Se conformara una pequeña cavidad de paredes mesial y distal 
paralelas, siguiendo la disposición del surco palatino, que se inclina ligeramente hacia 
mesial en sentido gingival. En sentido oclusal deberá quedar al menos un grosor 
minino del tejido sano de 1.5 mm. 
 
 10 
Cavidad compuesta distopalatina 
Otras veces, la extensión de las caries en la fisura distal hacia palatino y en el 
surco palatino hacia oclusal obliga a labrar una cavidad compuesta. 
En este caso, la preparación oclusal se extiende hacia palatino hasta romper la 
pared libre, manteniendo la profundidad que alcanza la unión amelodentinaria. A 
continuación se coloca la fresa sobre el surco palatino y se prepara la cavidad 
siguiendo la disposición del surco en sentido oclusal hasta la preparación en el surco 
distal. La amplitud de esta cavidad suele ser de 1 a 1.5 mm. Esta amplitud se ha de 
conseguir desde la situación del surco hacia mesial, para no debilitar la cúspide 
distolingual. En ocasiones, la caries obliga, además, en oclusal, a atravesar el borde 
oblicuo. 
 
Segundo molar temporal inferior 
El relieve oclusal del segundo molar temporal inferior también es similar al del 
primer molar permanente con formas más suaves. Las zonas de mayor 
susceptibilidad a las caries son la fosa central, las fosetas marginales y el surco lingual. 
El diseño cavitario ha de reunir, por tanto, los mismos requisitos en el segundo molar 
temporal y en el primer molar permanente inferiores. 
Forma de la superficie. Se debe penetrar con la fresa en el hoyo o la fisura 
cariada hasta la unión amelodentinaria y extender la preparación por todas las 
fisuras y los hoyos profundos hasta zonas de esmalte liso, consiguiendo un perfil que 
fluye suavemente y describe arcos y curvas. La amplitud final de la preparación debe 
ser una tercera parte de la distancia intercuspídea. La forma de superficie en mesial y 
distal debe ser paralelo a las crestas marginales. 
Paredes internas. El suelo pulpar queda ligeramente redondeado a una 
profundidad justo por debajo de la unión amelodentinaria. 
Las paredes bucal y lingual convergen hacia oclusal al establecerlas paralelas 
a los perfiles externos del diente, consiguiendo un alguno cavosuperficial de 90˚. A lo 
largo de toda la extensión de estas paredes, la superficie dentaria remanente debe 
tener un espesor de al menos 1.5 mm para asegurar su resistencia. 
Las paredes proximales se mantendrán paralelas al eje axial del diente o 
incluso ligeramente divergentes para no debilitar la cresta marginal, cuyo espesor 
final no será inferior de 1.35 mm. 
Los ángulos internos se conforman todos ligeramente redondeados. 
 
Lesiones que afectar el surco y el hoyuelo bucales 
En ocasiones puede prepararse una cavidad aislada sobre defectos o lesiones 
de caries muy localizados a este nivel, con forma triangular y la base hacia gingival y 
el vértice hacia oclusal. Se profundiza hasta alcanzar la unión amelodentinaria y la 
fresa se mantiene en todo momento perpendicular a la superficie externa del diente. 
En otros casos, la extensión de la caries obliga a labrar una cavidad 
compuesta oclusovestibular. Para ello se establecerá, en primer lugar, la preparación 
oclusal y al llegar al surco vestibular se incide con la fresa hasta atravesar totalmente 
la pared libre. Luego se coloca la fresa sobre el hoyuelo bucal, perpendicular siempre 
a la pared libre, y se desplaza en sentido oclusal, siguiendo la disposición del surco 
vestibular, hasta alcanzar previamente tallada. 
 
 11 
 
 
Segundo molar inferior izquierdo 
 
 
LESIÓN DE CLASE II 
A partir de los 3 o 4 años cuando se establecen los puntos de contacto entre 
Los molares temporales, la aparición de caries proximales y su posterior y rápida 
evolución pueden producir resultados devastadores para la salud bucal del niño. Por 
ello, en cuanto se establecen estos puntos de contacto, y dependiendo del riesgo de 
caries, la toma de radiografías de aleta de mordida debe incorporarse 
sistémicamente a un programa de individualizado de seguimiento de cada niño. 
En muchas ocasiones cuando un molar temporal presenta una caries proximal franca 
y detectable con la simple exploración visual, la colocación de una restauración 
intercavitaria convencional va a presentarse serias limitaciones. 
 
Conformación Cavitaria en la Lesión Clase II 
Secuencia general de la preparación cavitaria y obturación con amalgama de plata: 
 
1. Anestesia y aislamiento con dique de goma, incluyendo los dientes contiguos a 
la pared proximal afecta. 
2. Preparación de la caja oclusal con una fresa de pera no. 330 o de fisura o una 
piedra cilíndrica de diamante, con turbina, estableciendo el acceso, las formas 
de superficie, la retención y la resistencia, descritos para las clases I. Extender la 
preparación de la clase I hasta la unión amelodentinaria adyacente al borde 
marginal. 
3. Desde aquí y con un movimiento pendular, se profundiza con la fresa en 
sentido gingival para establecer la anchura y la profundidad de la caja 
proximal. A medida que se gana profundidad, se amplía el arco del 
movimiento pendular para conseguir que las paredes bucal y lingual de esta 
caja proximal adquierandivergencia desde oclusal a gingival, quedando 
paralelas a las superficies externas respectivas. El suelo gingival se coloca justo 
por encima del margen libre de la encía, consiguiendo una separación efectiva 
del diente contiguo para favorecer auto limpieza. 
4. Eliminación de la dentina cariada con fresa redonda a baja velocidad o con 
cucharilla afilada de tamaño apropiado. 
5. Confirmar y conseguir formas apropiadas de retención y resistencia. 
6. Aplicación de la matriz y acuñado apropiado. 
7. Lavado y secado de la cavidad. 
8. Colocación de la base, forro o barniz cavitario, si se precisa. 
 
 12 
9. Triturar la amalgama y obturar la cavidad, comenzando la condensación por 
la caja proximal hasta alcanzar la altura de la caja oclusal; a partir de aquí se 
condensa uniformemente cada incremento en toda la cavidad dejándola 
ligeramente sobreobturada. En este momento puede procederse a efectuar 
un bruñido previo al recortado. 
10. Con el extremo de un explorador separar la amalgama de la matriz, 
insinuándola suave convergencia a oclusal que tendrá la pared proximal en su 
porción más oclusal. Mientras la amalgama va adquiriendo consistencia, se 
insinúa la morfología oclusal con un recortador. 
11. Retirar la matriz con un movimiento circular y completar el tallado de la 
amalgama, manteniendo el recortador apoyado sobre el esmalte y la 
amalgama a la vez. Tallar una discreta foseta previa al reborde marginal, 
restaurando una morfología suave. Llevar el borde marginal restaurado a la 
altura del reborde marginal natural de diente contiguo. 
12. Bruñido final de la restauración. A continuación, puede pasarse una torunda 
de algodón para suavizar la superficie y limpiarla de restos de material de 
obturación. 
13. Retirar la cuña; cortar el dique por los espacios proximales, tirando de él hacia 
vestibular; retirar la grapa y el dique, y comprobar la olcusión con papel 
articular. Pedir al niño inicialmente que cierre la boca con suavidad, para 
detectar contactos evidentes y evitar riesgos de resquebrajamiento o fractura 
de la restauración. 
 
Características de la Caja Proximal 
El itsmo o porción oclusal más próxima a la caja proximal ocupa una tercera 
parte de la distancia máxima intercuspídea. 
La extensión proximal viene determinada por la superficie de contacto con el 
diente contiguo y debe permitir el paso de la punta de un explorador. 
Las paredes bucal y lingual son convergentes a oclusal, paralelas a las 
superficies externas del diente. 
La altura del suelo gingival estará condicionada a la caries presente, pero 
como mínimo debe conseguirse una separación efectiva del diente contiguo. 
Téngase presente que a medida que se profundice en sentido gingival, este suelo, 
debido a la morfología externa del molar temporal, se va haciendo más estrecho 
y puede llegar a desaparecer. Este suelo gingival tendrá una leve inclinación 
hacia el eje axial del diente y una anchura aproximada de 1 mm. Recuérdese que 
en los molares temporales nunca se utilizan recortadores de márgenes para 
acabar el suelo gingival; en su caso, pueden utilizarse en sentido inverso para 
conseguir la leve inclinación del suelo gingival hacia el eje axial del diente. 
El ángulo diedro axiopulpar será suavemente redondeado o incluso biselado 
para conseguir mayor espesor de amalgamas en zonas del itsmo, sin olvidar que 
los cuernos pulpares están localizados bajo las cúspides. 
La pared axial se establece paralela a la superficie externa del diente. Debe 
evitarse dejar una pared axial cóncava, pues esto conduce a no delimitar 
claramente los ángulos diedros bucopulpar y linguopulpar, y en definitiva se 
favorece el giro de la restauración proximal creando zonas débiles con menor 
 
 13 
espesor de amalgama que predisponen a la fractura 
del material a la altura del itsmo. 
Los ángulos internos son siempre ligeramente 
redondeados, pero bien delimitados. 
Todos los prismas del esmalte sin soporte deben ser 
eliminados con instrumentos de mano. Las paredes 
libres de la cavidad pueden aislarse con hachuelas o 
con una fresa cilíndrica a baja velocidad. 
La retención en la clase II está asegurada por la 
convergencia a oclusal de las paredes, tanto de la 
caja oclusal como proximal. 
En los molares permanentes, además de las características descritas con 
anterioridad, el suelo gingival debe ser preparado con un recortador de márgenes 
apropiado, para liberar los prismas del esmalte sueltos. Asimismo, en la retención 
de la caja proximal e considerará la conveniencia de disponer rieleras en los 
ángulos diedros bucopulpar y lingupulpar. 
 
 
 
Segundo molar inferior derecho 
 
 
 
 
 14 
LESION DE CLASE III 
En dentición temporal se asienta fundamentalmente sobre la superficie mesial 
de los incisivos temporales, con mayor frecuencia en los superiores que en los inferiores 
y sobre la superficie distal de los caninos. 
Cuando la lesión es pequeña y existe acceso directo se optara por efectuar la 
limpieza de la caries con una fresa redonda de tungsteno a baja velocidad y por 
preparar un pequeño bisel con una fresa de diamante a lo largo de todo el esmalte 
que rodea la cavidad, aproximadamente de 1 cm de extensión. La obturación con 
resinas compuestas mediante grabado acido, asegurara la retención y la estética. 
 
Preparación cavitaria para obturación con amalgama 
Para conseguir acceso será necesario incluir una cola de milano, que también 
aumentara la retención. 
Esta cola de milano debe situarse en el tercio medial del diente, respetando el 
tercio incisal y el tercio gingival para asegurar la forma de resistencia en la pared 
lingual de los dientes superiores o en la pared labial de los dientes inferiores, 
extendiéndose axialmente hasta la línea media y con una profundidad 
aproximadamente de 0.5 mm por debajo de la unión amelodentinaria. 
La zona proximal de la cavidad tiene forma de “C” cuyos brazos libres 
confluyen con los de la cola de milano. En cierto modo el diseño acabado es como el 
de una clase II preparada desde labial o desde lingual. 
Las paredes incisal y gingival de toda la cavidad deben prepararse 
ligeramente inclinadas hacia incisal para no dejar prismas de esmalte sin soporte. 
El contorno de las paredes pulpo lingual o pulpo labial y pulpo proximal se 
corresponderán siempre con la superficie externa del diente. La pared gingival de la 
cola de milano será paralela al contorno de la encía. 
En general los ángulos internos son redondeados. 
Para su obturación con amalgama debe disponerse una matriz y una cuña 
adecuadas, la secuencia que hay que seguir es la descrita para las preparaciones de 
clase II. 
Esta cavidad también puede obturarse con composite, cuando la estética así 
lo requiera. En este caso, se preparara un bisel de todo el esmalte periférico con una 
angulacion de 45 grados y una extensión aproximada de 1mm. Además, no se 
requiere eliminar el esmalte sin soporte dentinario. 
 
Secuencia general de la preparación cavitaria de clase III y obturación con composite. 
 
En general para las preparaciones cavitarias que se vayan a obturar con composite, 
se recomienda seguir la siguiente secuencia: 
1. anestesia y aislamiento preferiblemente con dique de goma. 
2. limpieza de la caries y preparación cavitaria en los términos descrito 
3. lavar y secar la cavidad 
4. colocar una base de íonomero de vidrio preferiblemente fotopolimerizable 
sobre la dentina expuesta. 
5. Preparar un bisel de 0.5 a 1mm de extensión a 45 grados en todo el margen 
cavosuperficial. 
 
 15 
6. Colocar una matriz de acetato y acuñarla aproximadamente. 
7. Grabar con acido en consistencia de gel todo el esmalte marginal durante 15 a 
20 segundos. Lavar y secar por completo de forma intermitente. 
8. Aplicar un agente de unión que incluya adhesión dentinaria, si existen zonas 
de dentina expuesta que no se han cubierto con íonomero 
9. Colocar el composite por incrementos en la forma habitual polimerizada cada 
capa según instrucciones del fabricante.La capa más superficial puede 
contornearse antes de fraguar, con ayuda de un pincel humedecido en resina 
liquida. esto disminuirá las maniobras requeridas para el acabado. 
10. Acabado y pulido con discos y tiras en la secuencia de grosores acostumbrada 
11. Retirar el dique comprobar la oclusión y eliminar, si existen, rebanadas de 
material o de resina a la altura de los márgenes 
 
 
 
 
 
 16 
 
LESIONES DE CLASE V 
La lesión de clase V afecta al tercio gingival de las superficies libres de los 
dientes. Se relaciona con una higiene oral defectuosa y veces con la presencia de 
hábitos dietéticos erróneos, como el chupeteo constante de golosinas, o caries del 
lactante en estadios muy tempranos. 
En dentición temporal, afecta con mayor frecuencia incisivos y caninos 
superiores, bucal de segundos molares superiores y linguales de segundos molares 
inferiores. En dentición mixta, afecta con un patrón similar a los primeros molares 
permanente. La dentición precoz de estas lesiones es fundamental, pues permitirá 
identificar y corregir los errores dietéticos y simplificara el tratamiento conservador de 
las mismas. Por ello se insiste en realizar una exploración sistémica de la dentición, 
incluyendo todas las zonas de susceptibilidad y la mejor visión posible, de manera que 
si se descubren depósitos de paca bacteriana debe de procederse a su remoción, para 
poder observar cuidadosamente el esmalte subyacente. 
En ocasiones, se observa una mancha blanca de aspecto poroso pero sin 
discontinuidad aparente, puede ser suficiente el pulido y alisado con discos y el 
tratamiento remineralizado con flúor, asegurando una buena higiene. En otras 
ocasiones la maniobra del pulido pone de manifiesto pequeñas cavidades con 
cambios de coloración, que pueden ser fácilmente limpiadas y obturadas con 
íonomero para iniciar posteriormente el tratamiento remineralizado de la periferia. 
Cuando existen lesiones evidentes en dientes anteriores, se obturan con materiales 
estéticos, dependiendo de su elección de los condicionantes de la operatoria y 
requisitos del material. 
La preparación cavitaria incluirá la eliminación de la caries y el esmalte 
periférico desmineralizado. En general, la cavidad tiene forma arriñonada con el 
margen gingival siguiendo la curvatura de la encía libre y el margen oclusal 
ligeramente cóncavo, que es paralelo a la pared gingival. 
La pared pulpar se coloca 0.5 por debajo de la unión amelodentinaria. Puede 
preparase una retención adicional labrando una pequeña rielera o pequeños pozos 
en el ángulo línea resulta de la unión de la pared gingival con la pared pulpar 
Todas las paredes cavitarias deben alisarse con achuelas para eliminar el 
esmalte no soportado. 
En dientes posteriores y lesiones pequeñas, la preparación cavitaria puede 
obturarse con amalgama de plata o con íonomero de vidrio. Este último ofrece la 
ventaja de los efectos cariostaticos por liberación de flúor que puede ser de gran 
utilidad, mientras se consigue un control de la higiene y modificación de los hábitos 
dietéticos. Además su aplicación es más fácil en casos de difícil acceso. Sin embargo, 
se recordara que en molares permanentes debe de ser considerado como un material 
de obturación temporal que deberá cambiarse a medio plazo. 
 
 
 17 
 
dental clamp pedriatic 
http://www.youtube.com/watch?v=YcYmWofUBLI 
odontologia 
http://www.youtube.com/watch?v=l-pDzpWNGQM&feature=related 
http://www.youtube.com/watch?v=YcYmWofUBLI
http://www.youtube.com/watch?v=l-pDzpWNGQM&feature=related

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