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Philippe Campignion iDENAS MUSCULARF Y ARTICUI ARES método G.D.S. CADENAS D E LA PERSONALIDAD Tomo 1 cadenas antero-medianas (AM) ILUSTRACIONES Godelieve Denys-Struyf y Philippe Campignion Prólogo Primera parte Consideraciones generales sobre las cadenas antero-medianas Las cadenas antero-medianas reflejan características de la personalidad Las cadenas antero-medianas deben su nombre a la localización de su trayecto, principalmente en el tronco Detalle de las características mecánicas generales Segunda parte Anatomo-fisio-patlogía de las cadenas antero-medianas Acciones musculares a nivel de la rodilla, pivot primario de las cadenas antero-medianas Las cadenas antero-medianas a nivel de miembros inferiores AM, PL y AL, relaciones a nivel del pie Rol del abductor del hallux de AM en la torsión longitudinal del pie Cuando trabaja en exceso, el abductor del hallux instala un hallux valgus El fascículo medial del gastrocnemio, representa la AM en el plano muscular superficial de la pierna Los músculos aductores, mayor, medio y menor prolongan la AM a nivel del muslo El genu-valgum resulta de una competición entre las cadenas antero-medianas y postero-laterales Las cadenas antero-medianas a nivel de la pelvis : el periné y el piriforme Localización del periné situación del marco óseo que lo dehmita El plano profundo del periné constituye el diafragma pélvico El músculo piriforme completa el periné en su parte posterior y superior a nivel de la escotadura ciática mayor Los músculos del diafragma pélvico y el piriforme influyen en la posición del sacro y del coxix La forma del sacro está condicionada a las tensiones que la AM le impone durante su desarrollo Los músculos piriformes funcionan de forma asimétrica y están fuertemente implicados en la rotación del sacro Los músculos del periné y particularmente los músculos coxígeos intervienen en la rotación del coxis El plano medio del periné está formado por dos músculos La tensión excesiva de los miisculos transversos del periné favorece la sagitalización de las ramas isquiopubianas y el repliegue caudal del hueso coxal A nivel de la pelvis, AM y PL son antagonistas en el plano frontal Comparación de las tipologías pélvicas AM con las tipologías estudiadas en los tomos de las cadenas relaciónales Diferencia entre periné femenino y periné masculino observadas principalmente en el plano superficial Las cadenas antero-medianas a nive del tronco La cadena AM se prolonga a nivel de abdomen con los músculos piramidal y recto mayor del abdomen Los fascículos estemocostales y abdominaes del pectoral mayor completan la acción de los rectos mayores sobre el esternón. El músculo subclavio los secunda en esta tarea Resumen de las modahdades de la acción útil de la AM en su dominio La cifosis torácica excesiva, acompañada de hundimiento esternal, son huellas de un exceso de actividad en las cadenas antero-medianas El exceso de actividad en las cadenas antero-medianas, entorpece la fisiología del músculo diafragma La posición de las piezas vertebrales está modificado, por la actitud global resultante del exceso de tensión en las cadenas AM Las cadenas antero-medianas a nivel del cuello, de la mandíbula y del cráneo La cadena antero-mediana se prolonga a nivel del cuello y de la cabeza, por los fascículos esternales del músculo esternocleidomastoideo, el escaleno anterior, los hioideos, los músculos de la faringe, de la laringe y de la lengua Los músculos hioideos prolongan la cadena antero-mediana a nivel del cuello La AM se caracteriza por su tendencia a enrollar el tronco en cifosis y prolonga su acción hasta la cabeza, flexionándola anteriormente La cifosis dorsal instalada por la AM esa compensada a nivel cefáhco por los músculos esternocleidomastoideos y a nivel cervical, por los escalenos anteriores La faringe es una encrucijada entre las vias aéreas superiores y la digestiva. La faringe prolonga la AM más allá del esófago La laringe está situada en la embocadura de la tráquea El velo del paladar está situado entre la vía utilizada por el aire proveniente de la cavidad nasal hacia la rinofaringe y la vía de pasaje de los alimentos, desde la cavidad bucal hacia la orofaringe La lengua está incluida en la cadena antero-mediana mecánicamente, pero también simbólicamente, pues forma parte del aparato digestivo, por lo tanto con la función de nutrición. La deglución permite dirigir los alimentos que han sido previamente, masticados en la boca, hacia la faringe y de la faringe al esófago El equilibrio entre las cadenas antero-medianas y postero-anteriores a nivel de la cabeza y del cuello, es precario e influye en la fisiología de la articulación temporo-mandibular Los músculos pterigoideos asociados a los músculos de la faringe pueden entorpecer el movimiento respiratorio primario a partir de tensiones que instala en la sínfisis esfeno-basilar La región de la faringe presenta importantes analogías con la región del periné, podemos hablar de diafragma faríngeo Presentamos nuestra visión global relacionando los tres diafragmas : torácico, pélvico y faríngeo Las cadenas antero-medianas pueden invadir la cara, dominio de AP, y marcar la mímica con sus huellas, en la región del mentón y de los labios, particularmente el labio inferior Las cadenas antero-medianas a nivel de miembro superior Aunque predomina a nivel del tronco, como cadena de leje vertical, la AM se prologa a nivel de miembros superiores La posición de miembros superiores y de la cintura escapular es importante para el anclaje de la AM a nivel de la octava vértebra torácica Estudiaremos la torción en miembros superiores comparando con las de miembros inferiores El fascículo anterior del mtisculor deltoides es mixto, de AM y de AL El músculo braquial (braquial anterior) prolonga la AM a nivel del brazo El fascículo profundo del músculo supinador (supinador corto) toma el relevo a nivel del codo y es uno de sus ligamentos activos Los músculos abductores largo y corto del pulgar prolongan la AM a nivel del antebrazo y de la mano. Tercera parte Principios de t r a t a m i e n t o Estudiaremos el triángulo donde AM constituye el vértice, PL y PM la base. Hablaremos del triángulo AM La reactividad puede ser más fuerte en la PL «frustrada» por la inversión de control La reactividad ppuede ser más fuerte en la PM dominada por una AM excesiva La asociación entre las cadenas antero-medianas y antero-laterales es frecuente, la segunda se instala en defensa La estrategia de la ola sirve de referencia para un trabajo de reestructuración psicocorporal Conclusión Bibliografía Este fascículo es el primero de una serie de tres consagrados a las cadenas musculares, llamadas cadenas de la personalidad Abordaremos sucesivamente las cadenas antero-medianas, postero- medianas, postero-anteriores y antero-posteriores. Si comenzamos con las cadenas antero-medianas no es por azar, sino porque juegan un papel de primera importancia en el desarrollo psicomotor del niño. Estas cadenas empiezan a estructurarse a partir del período fetal, en el vientre materno. Se caracterízan por una necesidad de afecto que será necesario llenar para favorecer la integración de elementos a la vez comportamentales y físicos ligados a esta estructura. De esta integración nacerá el sentimiento de seguridad interior y de estabilidad necesaria para la afirmación del «yo». Una carencia en esta estructura puede ser el origen de un sentimiento de inseguridad, de una falta de confianza en uno mismo y engendrar algunas dificultades para encontrar su propio lugar en la sociedad o simplemente para comunicarse con los demás. Es así como aparecen las tensiones en las cadenas antero-medianas, marcando en el cuerpo huellas específicas que iremos detallando. Aunque este libro se dedica principalmente al aspecto biomecánico del método,su contenido no debería jamás hacernos olvidar el estrecho enlace entre cuerpo y mente. Justamente la comprensión de este enlace guiará nuestros tratamientos determinando la elección de las técnicas de reprogramación y las precauciones a tener en cuenta para cada una de las estructuras que abordaremos. Todo lo anterior es particularmente cierto para la A M , estructura frágil en muchos sentidos, con A M insistiremos en esta noción a la hora de describir los principios de tratamiento. Primera parte Consideraciones g sobre las cadenas £ Volvemos a encontrar aqui los dos bebés cuya actitud ilustra las dos vías relaciónales (AL y PL) que fueron descriptas en los dos tomos consagrados a las cadenas llamadas relaciónales que están situadas en u n eje horizontal, es decir el que corresponde a los intercambios con el medio. Aparecen ahora tres nuevos bebés : A L y PL, estructuras del eje h o r i z o n t a l al servicio del comportamiento relacional. A M , P M y PA, estructuras del eje vert ical al servicio de la personalidad i Tres bebés diferentes aparecen ahora : Un primer bebé enrollado en cifosis en posición fetal que simboliza la orientación hacia el ego de A M , U n segundo bebé arqueado que simboliza la PM preparada para descubrir el espacio exterior, U n tercero erguido en posición sentado que simbohza la PA que endereza al hombre entre cielo y tierra, favoreciendo la búsqueda de ideal. Estas tres estructuras están situadas una encima de la otra, en un eje vertical que simboliza el eje de la personalidad. Nosotros \s a las cadenas que corresponden a estas tres estructuras: cadenas de l a personalidad o del eje vertical, lo que se justifica perfectamente, porque son las cadenas que se expresan sobre todo en el eje raquídeo y en el plano sagital. ; Este eje vertical podemos comparario a un árbol: La A M encuentra naturalmente su sitio en las raíces de este árbol simbolizando el anclaje en la tierra, la PM encuentra el suyo en el tronco, manteniendo la vertical, la PA en las ramas que tienden hacia el cielo, para que las hojas AP puedan captar la luz. L a A M , l igada a l a n e c e s i d a d de afecto será lo que vamos ; a desarrollar en este l ibro. La actitud del bebé en posición fetal simboliza la orientación hacia el ego, la \-ida vegetativa, las sensaciones. La seguridad del niño contenido en el \ientre de su madre, favorece esta estructura comportamental. No todos lograremos conservar esta seguridad a lo largo de la vida. La seguridad interior favorece ; la confianza en uno mismo y nos permite construimos mejor. I Las personas que funcionan en este registro y que consiguen m i t r i r I esa necesidad de afecto inherente a la AM, tienen los pies sobre la tierra, son acogedores; son los depositarios de las raíces del pasado. A l contrario, los que no consiguen llenar esa sed de amor, presas de una angustia permanente, pueden volverse egocéntricos, posesivos, : materialistas y crear un vacío a su alrededor. i Los pacientes que funcionan en exceso según este comportamiento están a la escucha de su cuerpo de forma exagerada y se vuelven hipocondríacos. En los cursos, los alumnos de esta tipología tienen necesidad de sentir sobre ellos mismos las técnicas, mientras los de tipología PM prefieren comprender a sentir. Aquí también estableceremos un paralelo con la energética china, con el fin de ampliar la noción terapéutica, asociando la expresión psico-comportamental a las influencias orgánicas y energéticas. L a s cadenas m u s c u l a r e s antero-medianas s o n los útiles de l a manifestación de u n comportamiento e n relación con el sitio energético del bazo, del pánceas y del estómago. Los meridianos son los canales por los que circula la energía,mientras que las cadenas musculares son los útiles de la expresión comportamental, esto explica porqué ambos no se superponen. Vayamos ahora al aspecto biomecánico, sin olvidar en absoluto que el músculo es en general, sólo un medio de expresión de un malestar general. El músculo es una posible vía de acceso en el camino de la toma de conciencia. 9 L a s cadenas antero-median as t o m a n s u n o m b r e j>or l a localización de s u trayecto, principalmente fen el tronco. Marcan sus huellas particularmente sobre el tronco y más específicamente en el plano sagital, no jObstante están presentes también en los miembros. Son dobles, derecha e izquierda, destacando que la actividad es más marcada a la derecha. L a r e s i d e n c i a de l a A M está e n l a pelvis, que es sinónimo de base, de raíces y que está perfectamente representada en el embarazo, instala naturalmente su residencia en la pelvis donde está muy presente anatómicamente con los músculos del periné. Madame Godelieve Denys-Struyf habla del anclaje del sacro en «tierra pélvica». Paradójicamente es la PM, que si es de buena calidad se encarga de mantener el sacro anclado entre los ilíacos. A l contrario, una PM degradada o excesiva desencastra el sacro llevándolo a una posición horizontal y desestabilizando esta base pélvica. Reanclar el sacro llevándolo a una posición más vertical, facilita la instalación de una A M fisiológica. En su residencia, la pelvis, A M es controlada p o r P L . PL controla la separación de los isquiones, pues AM tiene a veces tendencia a cerrarlos exageradamente. E l d o m i n i o de A M está e n el tórax: los rectos mayores del abdomen, músculos útiles de AM tienen por función controlar la verticalidad del esternón con elfin de mantener la octava vértebra dorsal en ápex de cifosis. Los fascículos medios e inferiores de los pectorales mayores se asocian a los precedentes para enrollar los hombros y favorecer el anclaje de D8. Esta huella estará más marcada a la derecha, porque A M es mas activa en este lado, en el esquema asimétrico fisiológico. Es interesante constatar que este andaje del esternón e indirectamente de D8, es posible sólo si las rodillas están desbloqueadas. El desbloqueo de las rodillas lo realiza también la AM, a condición de que PM no lleve las tibias a recxu-vatum. A M es u n a c a d e n a c u y o s músculos t o m a n p u n t o fijo inferior. Por lo cual cada músculo de A M debe utilizar u n punto fijo inferior y traccionar hacia abajo; nosotros llamamos a esta acción sentido mecánico. A la inversa, la tensión pasa de músculo a músculo desde abajo hacia arriba; es lo que llamamos sentido energético. V a m o s a i n t e r e s a r n o s , p r i n c i p a l m e n t e e n l a s a c c i o n e s m u s c u l a r e s de l a estática y e n l a s h u e l l a s q u e e s t a s i n s c r i b e n e n el cuerpo. Vamos a diferenciar las huellas útiles de las que llamaremos huellas molestas. En fin, describiremos las patologías ligadas al exceso de actividad de las cadenas antero-medianas. •''} E l p i v o t p r i m a r i o de l a A M se sitúa a n i v e l de l a r o d i l l a . A este n i v e l l a pulsión p s i c o - \|' comportemental se material iza p o r l a activación délos músculos i r o c i i e i n i o o i e d i a l o g e m e l o •"""•""'•̂ y . _ t ^ se inserta en el tubérculo supracondíleo medial y en la cara posterior del fémur. Se dirige hacia abajo y atrás, contornea el cóndilo medial y se une por debajo en la parte interna del tendón deAquiles, que se completa con el gastrocnemio lateral de PL y el soleo de PM. • > se inserta muy anteriormente en el ángulo delpubis y en el tercio interno del borde inferior de la rama isquio-pubiana del hueso ilíaco. Se dirige entonces hacia abajo y hacia adentro, se refleja por detrás del cóndilo interno y luego oblicuamente hacia adelante para alcanzar el tercio superior de la cara medial de la tibia en la región denominada pata de ganso. Se inserta entre el sartorio, del que hablamos en A L y el semitendinoso de PM situado por debajo de él. Por la dirección de sus fibras y sobre todo por el hecho de reflejarse por detrás del cóndilointerno del fémur, estos dos míisculos favorecen la flexión de la rodilla ( i ) a la vez que el enraizamiento y el buen apoyo de los pies en el suelo (3). El gracüis parece trabajar en cuerda de arco porque favorece a la vez un descenso de la pelvis hacia el suelo y está contrariado en su acción de contranutación del hueso ilíaco, por los isquiotibiales de PM, como también por los fascículos más posteriores de los aductores que vamos a detallar más adelante. En un esquema fisiológico, se trata principalmente de un desbloqueo de l a r o d i l l a controlado por el cuadríceps de A P que es el sostén convexitario de la rodilla (2). Se trata de una huella útil, en la medida en que va a permitir al cuadríceps empujar el suelo. El cuadríceps va a ser el activador de la erección vertebral realizada por las cadenas postero-anteriores PA (cf. libro AL). Fig . 3 He representado voluntariamente en esta figura los músculos de PM en el miembro inferior, cuyo rol es asegurar la verticalidad de la totalidad del miembro inferior a partir de un punto fijo inferior : e l soleo frena la caída del esqueleto de la pierna, los isquiotibiales internos, (representado sólo el s e m i t e n d i n o s o ) , mantienen el ilíaco en posición vertical, mientras que las fibras profundas del glúteo m a y o r impiden al sacro bascular hacia adelante. N o s e n c o n t r a m o s e n t o n c e s c o n u n a P M q u e a s e g u r a l a v e r t i c a l i d a d , B i i a A M que d e s b l o q u e a la r o d i l l a y u n cuadríceps que e m p u j a el s u e l o p a r a «despertar» l a s cadenas anti-gravitatorias PA. En el exceso, el desbloqueo de rodillas puede transformarse en flexo fijando el resto del cuerpo en un desequilibrio posterior típico de AM que explicaremos en la figura siguiente. Figura 4 L a flexión de r o d i l l a ( i ) produc e u n desequil ibrio del tronco h a c i a atrás ( 2 ) e n u n a actitud s i m i l a r a l a que se adopta e n e l m o m e n t o e n que n o s sentamos. Esta actitud obliga al cuerpo a reequilibrarse suspendiéndose a ciertos músculos anteriores, los que están mejor ubicados para frenar esta báscula posterior (3). Cuando esta situación es sólo temporal, los músculos anteriores, pueden, trabajando a partir de un punto fijo inferior,retornar el cuerpo hacia adelante cada vez que oscila hacía atrás. Si esta situación se fi ja, el desequilibrio aumenta y se vuelve permanente, lo que produce, debido al reflejo miotático, u n reclutamiento de músculos anteriores más importante , hasta constituir una verdadera cadena de tensión miofascíal desde el dedo gordo hasta la mandíbula y los pulgares. Los músculos de estas cadenas anteriores y medianas solicitados permanentemente y de forma excesiva, terminan trabajando en cuerda de arco particularmente en la cara anterior del tronco, enrollando el tronco sobre sí mismo y favoreciendo la cifosis (4). \is rodillas. ..erpo hacia atrás En un esquema fisiológico, los músculos de las cadenas antero- medianas trabajan a partir de un punto fijo inferior y traccionan hacia abajo, es decir, se van reclutando de abajo a arriba.De la misma manera empezaremos la descripción a nivel del pie, particularmente desde el dedo gordo. w P L y A L están m u y l igadas a n i v e l del pie donde c o m p a r t e n el p r i m e r metatarsiano. E l músculo peroneo lateral largo o fibidar largo de P L termina a nivel de la base del primer metatarsiano. E l fascículo oblicuo del músculo aductor del dedo gordo es también de PL. Desde el hueso cuboides, se inserta en el sesamoideo medial y se prolonga hasta la parte lateral de la base de la primera falange del dedo gordo. E l fascículo t r a n s v e r s o del músculo aductor del h a l l u x o aductor del p r i m e r dedo, de A L termina en el sesamoideo medial y envía expansiones hacia la vaina del tendón del flexor largo del hallux. ib i abductor se extiende desde el proceso medial de la tuberosidad del calcáneo al sesamoideo lateral rodeándolo y a la parte lateral de la base de la primera falange del hallux. Flexiona y abduce el primer dedo. D e l equil ibrio de tensiones entre P L , A L y A M depende el b u e n anclaje de l a base del dedo gordo e n el s u e l o : PL y A L mantienen el primer metatarsiano en el eje, permitiendo a la A M anclar la base del dedo gordo en el suelo. 5 Anclaje del dedo gordo s antero-medianas 19 L a total idad d e l e q u i l i b r i o t r a n s v e r s a l del pie depende del antagonismo complementario entre P L , A M y A L . E l a b d u c t o r d e l h a l l u x de A M ancla la base del dedo gordo. E l abductor del quinto dedo de P L ancla la base del quinto dedo. E l fascículo transverso del aductor del hallux de A L en medio de los dos precedentes, controla la acción tratando de mantener en su sitio el arco anterior del antepié. E l t i b i a l p o s t e r i o r de A L juega u n ro l a nivel de la pareja navicular-cuboides donde se opone a PL impidiendo la báscula interna del cuboides. r o l . ' I l u x de A M j u e g a m i • jrs iói i l o i i g i t i i d i i i a i del Este músculo cuyas f ibras t i e n e n una dirección horizontal, tiene tendencia a trabajar en cuerda de arco es decir, tendrá una acción en cada uno de sus extremos : En su extremo anterior, favorece el anclaje del dedo gordo lo flexiona y abduce. E l antepie es l levado a valgo ( i ) . en su extremidad posterior, lleva el calcáneo a v a r o , es d e c i r el retropie e n v a r o (2). L a l e m n i s c a t a del pie materializa la torsión longitudinal la cual da a esta arquitectura compleja del pie, su estructura y al mismo tiempo suflexibilidad. En la patología veremos casi siempre que esta torsión fisilógica es reemplazada por una báscula global a veces en valgo y a veces en varo. Será conveniente no caer en la trampa de corregir un varo hacia un valgo o viceversa, lo pertinente es reprogramar la torsión fisiológica. F i g . 6 Cadenas antero-medianas 21 El abductor del hallux de A M juega un rol preponderante en la torsión longitudinal del pie. E s t a figura n o s ^ r c l e t i i l l a r Las t o r s i o n e s p r e v e r . *- lescle e l p u n t o cié v i s t a so i^inei i ; Las torsiones const i tuyen, para el terapeuta, u n \o esquema de restructuración del pie. L a figura 8 a r e t o m a l a torsión global del pie pero haciendo u n a división del pie según dos ejes. Para ello empezaremos a partir del retropie mas exactamente desde el calcáneo y desde el astrágalo que están articulados entre s i : I E l astrágalo que se sitúa por encima, está orientado hacia adelante ! y hacia adentro (con respecto al eje del cuerpo) e inicia un valgo con ! respecto al calcáneo sobre el cual se articula. E l escafoides, los tres c u n e i f o r m e s y los tres p r i m e r o s metatarsianos se solidarizan al astrágalo y siguen esa posición en valgo que amplifica hasta la base del primer dedo. ; E l calcáneo está por debajo orientado hacia adelante y hacia afuera. E l cuboides y los cuarto y quinto metatarsianos son solidarios a el. El calcáneo, mantenido en varo por el abductor corto del hallux de \M propaga esta posición, a través del cuboides, hasta la base del i quinto dedo. L a torsión global que el abductor del hal lux mantiene e n el pie, favorece simultáneamente e l valgo correspondiente a l eje astrágalo- escafoides - p r i m e r c imeiforme - p r i m e r metatarsiano y e l v a r o correspondiente a l eje calcáneo- cuboides - quinto metatarsiano. L a figura 8b pone e n evidencia l a torsión fisiológica de los dedos. Esta torsión segmentaria se organiza alrededor del segundo dedo, que corresponde al eje del pie. Encontramos las mismas características que para el resto del cuerpo: una rotación lateral proximal asociada a una rotación medial distal. : La base de la primera falange del primer dedo tiene la misma rotación que la extremidad distaldel metatarsiano correspondiente, mientras que la base de la primera falange de los 3°, 4° y 5^ dedos tienen la misma rotación que la extremidad distal del quinto metatarsiano. Esta torsión resulta probablemente de u n equil ibrio entre los extensores y los flexores de los dedos. La reprogramación de la torsión fisiológica en el primer dedo es muy interesante para el trabajo sobre el hallux valgus que detallaremos más adelante. Cuando nos dedicamos a reprogramar esta torsión en los tres últimos dedos, la dificultad reside en mantener simultáneamente el arco anterior del pie. H Este tipo de hallux valgus difiere del que resulta de un exceso de tensión en las cadenas antero-laterales por el hecho de que el primer metatarsiano está en abducción bajo la acción excesiva del abcl i ic tor d e l h a l l u x ( i ) . L o s fascículos trans vers o s del aductor del hal lux de A L (2) puestos en tensión reaccionan subluxando el sesamoideo medial, esta situación es además generadora de dolores. reacciona también al estiramiento sufrido por su tendón que termina en la base de la primera falange, y aduce el primer dedo. t \ • se subluxa y termina fijando la deformación. El pr imer dedo está con frecuencia basculado globalmente en rotación interna, (con respecto al eje del pie). El problema no es únicamente local sino que forma parte de un todo. Cuando este hallux valgo está asociado a un gran número de huellas A M diseminadas en todo el cuerpo, hablamos de hallux valgo tipológico, pero también podemos encontrar hallux valgo en tipologías muy en PM global. En este caso se trata de una huella que denominamos huella secundaria y que señala una reactividad La torsión longitudinal del pie favorece el anclaje del i ' ' y del 5° dedo Cadenas antero-medianas 25 F i g . 9 de la A M con respecto al dominio de PM en la totalidad del cuerpo. En este caso el hallux valgo es un signo de una A M que trata de reanclar la base del dedo gordo del pie en el suelo, en reacción a una «explosión» del tórax, a una rotación externa de la coxofemoral y a un varo del pie instalado por PM. Recordemos que, cuando una cadena es contrariada en su dominio y además en su residencia, recupera, generalmente, en sus extremos. En todos los casos el tratamiento no debe jamás limitarse a nivel local, sino que tendremos muy en cuenta también su acción- reacción a distancia. • I H) ^ • w n v ^ Se inserta por arriba en la parte postero-superior del cóndilo medial por detrás y por debajo del tubérculo del aductor mayor antes de unirse al fascículo lateral de PL. Las fibras de los dos fascículos se dirigen abajo y adelante y alcanzan la cara posterior de una aponeurosis bastante ancha en la parte superior y que se adhiere a la cara anterior de estos dos músculos. Esta aponeurosis se va estrechando gradualmente hacia abajo y se fusiona con el tendón terminal del soleo de PM para formar el tendón calcáneo o deAquiles. «Continuando la dirección de fibras de los músculos de donde emana» (cf. Testut), el tendón calcáneo termina en la cara posterior del calcáneo (a). Desde el punto de vista de l a dinámica, participan en la flexión plantar del tobillo. Son los que modelan el volumen de la pierna. Desde el punto de vista de l a estática, las cosas son un poco más complejas porque los dos fascículos tienen puntos fijos opuestos. Para comprobarlo es suficiente realizcir ima escucha simultánea de los dos fascículos: en la mayor parte de casos, el fascículo medial nos llevará la mano hacia abajo, mientras que el fascículo lateral nos la llevará hacia arriba (a). Desde el punto de vista de la estática, el fascículo medial trabaja a partir de un punto fijo inferior y participa , como lo hemos precisado en lafigura 3, en el desbloqueo de la rodilla (b) mientras f l fasc ículo m e d i a l del g a s t r o c n e m i o representa • la A M e n el p l a n o s u p e r f i c i a l de l a región .^ostaric»r* de la p iara;a que el fascículo lateral de PL trabaja a partir de un punto fijo superior y controla la acción varizante del abductor del hallux. No obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, no es raro encontrar inversiones de acción, por esta causa podemos encontrar personas en que los dos fascículos van en el mismo sentido, es decir i hacia arriba. En estas condiciones, el fascículo medial que prolonga las fibras más internas del tendón de Aquiles, puede inducir un varo de \ mientras que el fascículo lateral que se prolonga en las fibras más laterales del mismo tendón calcáneo, puede inducir un valgo. Una tendini t i s de la parte interna del tendón calcáneo, con irradiación a la cara interna de la tuberosidad del calcáneo , nos debe hacer pensar en un exceso de actividad en el fascículo medial : del gastrocnemio, mientras si se localiza en la parte lateral de este tendón, con irradiación en la cara lateral de la tuberosidad i del calcáneo, nos hará pensar en una hiper-actividad del fasículo • lateral. En caso de competición entre PL y A M , no es raro que el valgo de calcáneo instalado por el fascículo lateral de PL haga reaccionar exageradamente al fascículo medial de A M que puede entonces presentar una tendinitis a nivel de su inserción proximal supra- condílea. Las afecciones circulatorias como las varices localizadas en esta región superior, correspondientes a la inserción del gemelo interno nos deben hacer pensar en un sufrimiento de la A M . E l músculo p l a n t a r es u n enlace entre el fascículo lateral del gastrocnemio de PL, con quien se inserta en su parte superior y la : A M en cuyo territorio está la inserción inferior. Por su inserción en el borde medial del tendón calcáneo y a partir ^ de un punto fijo superior,favorece el varo de calcáneo y se opone S al fascículo lateral del gastrocnemio,favoreciendo a la vez el trabajo ^ del abductor del hallux (c). ; Por su inserción superior y a partir de un punto fijo inferior, fevorece i el desbloqueo de rodillas. Observemos que siempre, desde el punto de vista de la estática, los dos fascículos del gastrocnemio están fuertemente implicados en elflexo de rodilla, particularmente el fascículo medial en sinergia con el gracilis, músculo también deAM(b). F i g . l o s antero-medianas 29 ^ El aductor mayor, llamado también tercer aductor es I I '••"•I* el más posterior y presenta tres fascículos. El aductor menor o segundo aductor, que presenta dos fascículos, está situado en el plano medio. El medio o primer aductor, que presenta un solo fascículo, es el más anterior. Sin incluir el fascículo más inferior del aductor mayor que se inserta en la región supracondflea, todos los aductores se despliegan en abanico para insertarse a diferentes alturas de la línea áspera en la cara posterior del fémur. En carga, sobre ambos pies los aductores de A M intervienen en la estabilización de la pelvis en el plano frontal en asociación con sus antagonistas los abductores de PL (fig. 12a). El profesor Kapandji precisa que en apoyo bípode, los aductores intervienen en sinergia antagonista con los abductores, mientras que en apoyo monopodal, solo los abductores del mismo lado aseguran el equilibrio transversal de la pelvis (fig. 12b). Los aductores están pues esquematizados por una flecha orientada hacia arriba, materializando un punto fijo superior. Esto parece confirmarse por el valgo fisilógico del fémur en posición de referencia que resulta de la acción aductora de los aductores a partir de un punto fijo en el hueso coxal. No es nuestra intención poner en cuestión estos datos, como tampoco en lo que se refiere a la acción aductora de estos músculos en la dinámica; lo que presentaremos son otras posibilidades que pueden ser tenidas en cuenta a partir de un punto fijo diferente. Vamos a comenzar a analizar la acción posible de estos músculos en el plano sagital. F i g . 11 Vista a n t e r i o r luctor medio J - p j oprimer aductor L o s a d u c t o r e s Fascículo medio del aductor mayor o tercero. Fascículo inferior del aductor ma\or o tercer aductor Cadenas E l esquema 12c i lustra l a acción de los diferentes fascículos del aductor m a y o r o tercer aductor: E l fascículo inferior forma u n cuerpo muscular distinto a los otros aductores. Se inserta en su extremo inferior en un tubérculo que lleva el nombre de tubérculo del tercer aductor, cerca de la inserción superior del fascículo medial del gastrocnemio, músculo deAM. En su extremo superior se une verticalmente al reborde interno de la tuberosidad isquiática. Tiene práct icamente la m i s m a dirección v e r t i c a l que los isquiotibiales situados más hacia atrás. Observemos sin embargo, que contrariamente a los isquiotibiales que se fijan en la t ibia y son poliarticulares, este se fija en el fémur y es por lo tanto, monoarticular. En posición de pie, su inserción superior situada por detrás de la articulación coxofemoral, le permite completar la acción de sus homólogos de PM (el semitendinoso y el semimembranoso), oponiéndose a la flexión anterior de la pelvis y favoreciendo el mantenimiento del hueso coxal en posición vertical en el plano sagital a partir de un punto fijo femoral (fig 12 c 1). E l fasc ículo m e d i o d e l a d u c t o r m a y o r se inserta en el intersticio de la línea áspera en sus dos tercios inferiores. En su extremo superior va a la porción media de la cara externa de la rama isquiopubiana. Con respecto al fascículo inferior, sus fibras están sobre todo en la alineación de la diáfisis femoral (fig 12 c 2),al menos de perfil, lo que le confiere una gran neutralidad en lo que concierne a los componentes de ante o retro-báscula del hueso coxal. Además están bien situados para mantener la verticalidad del ilíaco en el plano sagital. E l f a s c i c i i l o s u p e r i o r d e i a d u c t o r m a y o r se inserta por detrás en el intersticio de la línea áspera en su tercio superior y alcanza por delante el tercio medio de la cara externa de la rama isquiopubiana (fig 12 c 3). Sus fibras están prácticamente en la horizontal. Esta disposición deja presagiar u n componente no despreciable de antebáscula de pelvis o más exactamente de contranutación del hueso coxal que contrabalancea el componente de nutación del fascículo inferior (fig 12 c 3). F i g . 12 a. Equilibrio transvesal b. Equilibrio transversal de la pelvis en apoyo de la pelvis en apoyo- bípode monopodal Según LA. Kapandji Según LA. Kapandji c. Acción estática d. Acción estática de los tres fascículos de los dos fascículos del aductor mayor del aductor menor (a) y del aductor medio (b) Cadenas antero-n.L E l esquema I 2 d i lustra los dos fascículos del i i d i i e t o r tiicí u j r y también el a d u c t o r m e d i o o p r i m e r se insertan muy por delante en el pubis y su rama descendente y alcanzan por debajo y atrás la línea áspera del fémur en su parte superior (Fig 12 di). Como su orientación es muy próxima a la del fascículo superior del aductor mayor, su acción puede ser considerada como similar. Favorecen la contranutación del hueso coxal y controlan la nutación. El a d u c l o r m e d i a se extiende desde la línea áspera déifémur en su porción media, al cuerpo del pubis entre la sínfisis y la espina, (fig 12 d 2). Por la dirección de sus fibras, sus acciones se parecen a las del precedente y a las del fascículo superior del aductor mayor, es decir tienden a contranutar el hueso coxal y a oponerse a la acción ñútante de los músculos del esquema 12c. Los aductores que están íntimamente ligados por sus aponeurosis juegan un rol importante en la estabilización del h u e s o coxal e n bipedestación : el componente de contranutación inducido por la actividad tónica de losfascículos insertos más anteriormente en la rama isquiopubiana y el componente de nutación resultante de la actividad tónica de los fascículos más posteriores y de los isquiotibiales de PM, se contrabalancean mutuamente. Esta acción de estabilización del ilíaco implica la utilización de un punto fijo inferior, lo que está de acuerdo perfectamente con la noción de e n r a i z a m i e n t o que asociamos a la A M . La noción de punto fijo es muy difícil de teorizar, particularmente para los músculos aductores, cuya fisiología es muy compleja. En efecto,estos están igualmente implicados en el valgo fisiológico de fémur en el plano frontal, también en el arco del fémur... lo que necesitaría un punto fijo superior... Volveremos a tratar este tema. El m ú s c i d o r - c í o ¡ n t e r n o l l a m a d o g r a c d i s completa los aductores en el muslo. Hemos hablado del rol que juega este músculo en sinergia con el gastrocnemio medial en el desbloqueo de rodilla. para no repetirnos, el lector puede volver a la figura 3. Observemos que este desbloqueo de rodilla tiende a favorecer el anclaje en el suelo y la utilización de un punto fijo inferior. 4 L a figura 13 nos permitirá p r e c i s a r las acciones m u s c u l a r e s que i n t e r v i e n e n e n l a formación del a r c o del fémur que observamos e n el plano sagital. Según el profesor Kapandji «Las curvas generales de los huesos de miembros inferiores traducen los esfuerzos que lesfueron aplicados» El arco longitudinal del fémur es con certeza, la resultante de esta : tensión de aplastamiento (fig 13 a 1) a la cual nosotros añadiremos la acción de los músculos aductores, cuyo despliegue en abanico en la línea áspera parece apta para reforzar ese arqueamiento. La relación entre el músculo y el hueso ya no se pone en duda: los músculos, por su tono, modelan el hueso y estimulan su crecimiento. En contrapartida, los huesos se comportan como tutores, dando punto fijo a los músculos y controlando su longitud. Nosotros hemos constatado muchas veces sobre el terreno que, en las : personas que presentan cierto grado de actividad en las cadenas A M : y PL, el fémur está netamente más arqueado que en otras tipologías. Por sus inserciones desplegadas en abanico en la totalidad de la I altura de la línea áspera en la cara posterior del fémur, los aductores cumplen con su objetivo en la estática (fig 13). Los fascículos de los aductores insertos en la parte más posterior de la rama isquiopubiana mantienen el hueso co.xal en posición vertical impidiendo la báscula anterior que se haría bajo efecto de la gravedad y por el peso del cuerpo que cae hacia adelante. Por la dirección casi vertical de sus fibras, ejercen una tensión vertical sobre la diáfisis femoral, esto va a favorecer el arqueamiento del fémur. La acción de nutación de los aductores más posteriores (a) reforzada por los isquiotibiales internos de PM, va a ser dominante sobre la acción contranutante de los fascículos superiores del aductor mayor,del aductor medio y del aductor menor (b), menos potentes. Podemos considerar que estos últimos, contrariados por la acción ñútante de los primeros, estén obligados a tomar punto fijo en el hueso coxal y puedan participar en el arqueamiento del fémur. Veremos más adelante que, en un exceso de tensión en las cadenas antero-medianas, los rectos mayores del abdomen trabajan en cuerda de arco y participan en la retrobáscula de la pelvis dando también a los aductores punto fijo en la rama isquiopubiana. Los rotadores externos de PLparticipan en el mantenimiento de la extremidad superior del fémur en rotación externa y del trocánter mayor hacia atrás. Estos datos cuestionan el punto fijo definido anteriormente, pero una escucha a nivel de los aductores confirma esta ambivalencia. Dejaremos a un lado las diferencias inherentes a la tipología, para analizar lo que estadísticamente podemos comprobar en un porcentaje considerable de sujetos: - En el tercio superior del muslo, el test de escucha revela una actividad tónica en algunos casos hacia el suelo pero con más frecuencia haciael techo, lo cual va en el sentido de lo que acabamos de desarrollar a propósito de la acción de los fascículos más anteriores. Observemos que muchos de estos fascículos tienen una orientación de fibras próximas a la horizontal, lo que favorece el trabajo en cuerda de arco. - En el tercio medio del muslo, la mano es llevada netamente hacia los pies, siguiendo aproximadamente el eje del huso femoral. Nos encontramos a este nivel en presencia de fibras de dirección vertical para las cuales la noción de punto fijo inferior es evidente. - En el tercio inferior , la tendencia es siempre hacia los pies pero también hacia el suelo. A este nivel, encontramos la rotación interna relativa de la extremidad distal del fémur. Para concluir esta problemática de punto fijo, si bien la resultante de las acciones musculares se dirigen hacia abajo, confirmando la noción de punto fijo y enraizamiento correspondiente a la AM, los aductores trabajarían además en cuerda de arco. Es decir, en nuestras maniobras de «accordages», con las que tratamos de reprogramar el punto fijo ideal para los músculos de una cadena con respecto a sus antagonistas, reprogramamos generalmente a los aductores, como los demás músculos de A M , hacia un punto fijo inferior. Una hiperactividad de la A M , que tiende a arquear demasiado el fémur, puede ser el origen de dolores periósticos en la parte anterior de la diáfisis femoral, particularmente en los niños y adolecentes F i g . 13 Vista de perfil e interna Cadenas antero-medianas 37 en períodos de «estirones de crecimiento». L a observación atenta de u n fémur revela u n a torsión l o n g i t u d i n a l b a s t a n t e m a r c a d a q u e a s o c i a , a p a r e n t e m e n t e u n a rotación e x t e r n a p r o x i m a l a u n a rotación i n t e r n a distal (fig 14 a ) . Volvamos al hecho, en m i opinión muy importante, que las fibras del fascículo inferior del aductor mayor tienen una dirección rigurosamente vertical en posición de pie; esta disposición favorece el mantenimiento del cóndilo interno al aplomo de la cima de la tuberosidad isquiática. Los músculos de la pata de ganso (sartorio, gracilis y semitendinoso) contribuyen a ello por su inserción en la tibia. En esta situación, los dos cóndilos femorales se encuentran alineados posteriormente en un mismo plano frontal. La extremidad inferior del fémur no está realmente en rotación interna, si no más bien en una posición que podemos calificar como neutra. Observemos ahora la extremidad superior de este fémur:hemos tenido la ocasión de precisar el rol de la PL en la rotación externa proximal del fémur. Esta acción es rítmica, coordinada con la respiración, en el tiempo inspiratorio los pelvitrocantéreos de PL se activan favoreciendo la rotación externa. En consecuencia podemos considerar que la torsión del fémur es la resultante de una rotación externa proximal del fémur por la cadena PL mientras que la AM mantiene la extremidad inferior en posición neutra. E x a m i n e m o s a h o r a l a c o m u n m e n t e l l a m a d a «anteversión de cuello» La mayoría de pacientes imagina que el fémur efectúa sus rotaciones alrededor de u n eje que pasa por el canal medular de la diáfisis (fig 14 b). Muchos terapeutas también han integrado esta imagen errónea, porque cuando estudiaron biomecánica aprendieron que el cuello del fémur, cuando hace rotación externa, hace una anteversión. El método G.D.S. otorga una gran importancia a la representación del cuerpo, a la imagen justa del cuerpo, para tomar conciencia y obtener una óptima autogestión en el día a día. La imagen de la figura 14 b es una imagen falsa, e incluso desestructurante en la medida «a F i g . 14 Cadenas antero-medianas 39 que la anteversión del cuello equivale a una expulsión anterior de la cabeza femoral de su cotilo. E l fémur efectúa s u s rotaciones alrededor de u n eje que u n e el centro de l a cabeza femoral a u n punto situado entre los cóndilos femorales (fig. 14 c ) . En consecuencia, lo que clásicamente se considera como una anteversión de cuello no existe, corresponde más bien a un retroceso del trocánter mayor dado por la rotación externa proximal del fémur, realizada por PL. Integrando la imagen de esta rotación externa fisiológica del fémur, la cabeza del fémur está perfectamente coaptada, favoreciendo una mejor estabilidad pélvica y lógicamente una óptima fisiología de la articulación coxofemoral. c o i n e t i c i ó n e n t r e y l a s c a d e n a s ^ 1 ^WF postero-laterales, esta competición obliga a u n H I reparto de terri torio que n o corresponde a l a •JLl . fisiología ideal. En caso de exceso de tensión en las cadenas A M , no es difícil sentir la tensión de los aductores y en este caso se vuelven aductores permanentes, cerrando los muslos y oponiéndose a toda tentativa de abducción de las coxofemorales (1). Esta aducción coxofemoral permanente es molesta para la PL, particularmente en la marcha y más aún en la carrera. La cadena PL se recupera a nivel de la pierna por medio de la bandeleta i l iotibial sostenida, como sabemos, por las fibras superficiales del glúteo mayor. El resultado es una abducción del esqueleto de la pierna por esta PL (2). La PM añade muchas veces un recurvatum. El genu-valgo, que por definición es una desalineación en el plano frontal, no debe ser confundido con el falso valgo que encontramos en los terrenos A L : En nuestro caso, la aducción de fémur se hace en el plano frontal y se acompaña en general de una rotación externa. Los muslos están en contacto en toda su altura. F i g . 15 Cadenas antero-medianas 4 1 En el caso de una AL, todo ocurre en el plano horizontal. La rotación interna de las coxofemorales es el origen de la aproximación de las rodillas y la parte superior de los muslos no están en contacto. j u e g a n i i i i r o l p o s i t i v o e n l a d e l hueso coxaL n o o b s t a n t e > ele l e n s i ó n exagerada, t e n e r . í s a n ive l de la snifísi»* p i i b i a n i n E l p r i m e r e s q u e m a de esta figura i l u s t r a u n caso de tensión excesiva e n l a s cadenas antero-medianas. Los músculos del p e ; ; retraídos mantienen los isquiones muy aproximados, mientras que los i . trabajan en cuerda de arco tirando de la sínfisis pubiana hacia arriba. Los aductores tienen ahora un punto fijo ideal para aducir el fémur e instalar el genu-valgo cuyo mecanismo está detallado en la figura 15- E l segundo e s q u e m a i l u s t r a el resultado de u n a escalada de tensión entre las cadenas postero-laterales y antero- m e d i a n a s . En caso de fuerte actividad en las cadenas postero-laterales, el glúteo medio instala una abducción de fémur mientras que el cuadrado femoral separa los isquiones. La abducción de fémur por el glúteo medio suscita la reactividad de los aductores. Oponiéndose a esta abducción, los fascículos más anteriores pueden, en algunos casos, t irar exageradamente de la sínfisis y hacer un bostezo inferior produciendo la aparición de pubalgias. 2. Bostezo inferior de la sínfisis pubiana por los aductores reactivos a una PL excesiva La A M está representada en la pelvis p o r el i s t r i i i é , a l q u e , músculo que ya fue mencionado como m i x t o P L - A M en el t o m o de cadenas relaciónales PL. E l periné ocupa la residencia de la A M y se comporta como u n s e g u n d o d i a f r a g m a , en fase con el diafragma torácico de PA-AP, como lo veremos mientras conserve su l i b e r t a d de adaptación. está situado en el interior de la pelvis, pero mucho más alto de lo que generalmente nos imaginamos, sobre todo para las inserciones de los músculos que están en el plano más profundo (o superior) llamado comúnmente diafragma pélvico. Presenta la forma de una copa ( i ) . Entre las diferentes formas de hacer los test de periné, una de ellas consiste en hacer una palpación buscando con losdedos el interior de los isquiones. Si el periné está relajado los dedos pueden penetrar profundamente en los tejidos de esta región ( i a), pero, durante la contracción activa del periné o simplemente del esfínter anal, los dedos son empujados hacia la superficie. Este fenómeno parece contradecir la lógica anatómica, que nos haría pensar lo contrario, es decir que la penetración tendría que estar facilitada por el ascenso del centro del periné. Lo que ocurre en realidad es que su aponeurosis superficial que se inserta en los isquiones, se pone en tensión al realizar el ascenso del periné y empuja los dedos. El tercer esquema pone en evidencia el m a r c o óseo que delimita F i g . 17 1. Localización del periné 2. Efectos de la contracción del periné en las aponeurosis superficiales el espacio ocupado p o r el periné. Este espacio está delimitado en su parte posterior por el sacro, en suporte anterior por elpubis y lateralmente por los isquiones. Podemos esquematizarlo con un rombo dividido en dos triángulos trazando una línea que une los dos isquiones a la altura de la región fibrosa central del periné llamada núcleo fibroso central. El triángulo posterior respecto a esta línea contiene el esfínter anal, toma el nombre de triángulo anal, mientras que el anterior, que contiene la uretra y en la mujer la hendidura vaginal, es llamado triángulo urogenital. ) e n l i e se t i i s p o n e n e n finura i l u s t r a estos p lanos •¡i pe lv is . E l periné está c o n s t i t u i d o por varios músculos repartidos en tres planos: profiindo, medio y superficial. Considerando el hombre en bipedestación podemos decir también: superior, medio e inferior. El plano profundo o superior está en contacto con las visceras de la pelvis menor y ocupa los dos triángulos definidos en la figura precedente. El plano medio, situado por debajo, está presente sólo en el triángulo anterior. El plano superficial o inferior ocupa otra vez los dos triángulos. Está en contacto con la aponeurosis superficial, aponeurosis que está en contacto con la capa profunda de la piel de la que hablamos en la figura 17. En este mismo esquema, localizamos el recto, la vagina, el útero y la vegiga. La vista inferior muestra la totalidad de estos músculos que responden al contenido de la pelvis menor (a). F i g . 18 Los diferentes planos del periné Plano profundo Plano medio Plano superficial ^ « Cadenas antero-medianas 47 El músculo . presenta dos porciones: e l pul ió- se extiende desde la cara posterior del pubis por delante, hasta el esfínter anal y el rafe ano-coxígeo por debajo y detrás. Sus fibras, más posteriores contornean el esfínter anal por detrás y le permiten atraerlo hacia arriba. Las fibras que vienen del pubis y que se unen al coxis por detrás, se prolongan en el ligamento sacrocoxígeo anterior, estas fibras ejercen el rol de ligamento activo del mismo (b). La implicación de este músculo en los bloqueos del coxis en «anzuelo» es evidente. despliega sus fibras lateralemente en abanico, desde el rafe ano-coxígeo y los bordes laterales de las dos vértebras coxígeas por detrás, hacia la cara medial de la espina ciática y la aponeurosis del obturador interno por fuera y la cara posterior del pubis por delante. Las fibras tendinosas laterales de este músculo se confunden con la aponeurosis del obturador interno de PL y remontan prácticamente hasta la línea arqueada (c). se extiende desde el borde anterior de las vértebras coxígeas y también de la última sacra, hasta la cara interna de la espina ciática, está muy próximo al ligamento sacrociático actuando como ligamento activo del mismo. Estos músculos intervienen profundamente en la fisiología del coxis fijándolo casi siempre en flexión. Este bloqueo del coxis en flexión en algunos casos es de origen traumático pero con mucha más frecuencia corresponde a una huella secundaria de una A M que trata de recuperar su longitud cuando la cadena PM en exceso a fijado el sacro en posición horizontal. T . o te « s u e l o í\ • . n o m b r e cié 'i I • ' I 1 ., ^ No cuestionamos la idea de que el periné juega un rol de contención de los elementos de la pelvis menor, no obstante, no pensamos que su potenciación sea necesaria a todo precio, salvo si imagináramos que el contenido de la cavidad abdominal y de la pelvis F i g . 1 9 E l plano profundo del periné o diafragma pélvico Cadenas antero-medianas 49 menor apoyaran pasivamente sobre él bajo la acción de la gravedad. La realidad es muy diferente porque las visceras abdominales están suspendidas por diferentes ligamentos, o bien al esqueleto axial o bien directamente al diafragma. La vejiga, el recto y el útero contenidos en la pelvis menor son extra-peritoneales y están todos suspendidos al marco óseo de la pelvis. ( fig 20a). El peritoneo que tapiza las paredes de la cavidad abdominal y a la vez contiene los órganos y visceras abdominales, delimita una cavidad herméticamente cerrada conteniendo órganos y visceras huecas. La contracción diafragmática, que en un primer tiempo se acompaña de un descenso del centro frénico, favorece una compresión de esta cavidad cuyo volumen es empujado hacia abajo y debería ganar la pelvis menor y en consecuencia también el periné. No obstante, haciendo una atenta observación, hemos podido constatar que todo está previsto para minimizar la propagación de la presión en la pelvis menor. La primera constatación es que los órganos de la pelvis menor son extra-peritoneales es decir, en el exterior del «balón compresible» definido precedentemente (fig 20 a y b). La segunda es que la cavidad correspondiente a la pelvis menor no está en la prolongación del «cilindro» abdominal, sino desplazada hacia atrás (fig 20 a y b). Esta disposición anatómica hace que la presión sea dirigida principalmente hacia el pubis. Examinemos ahora la fisiología del músculo transverso del abdomen que es un músculo de PA. Es el único músculo abdominal que tapiza la totalidad del contorno abdominal y que presenta fibras dispuestas horizontalmente. Recordemos también que elperitoneo parietal está adherido a su aponeurosis. Este músculo está perfectamente bien ubicado para contener el contenido abdominal y controlar los aumentos de presión inducidas por las contracciones diafragmáticas. En condiciones fisiológicas ideales de estática y de modo respiratorio, que serán abordados en el libro consagrado a las cadenas postero-anteriores y antero- posteriores, veremos que el transverso del abdomen no sólo contiene esta presión sino que además asegura un buen reparto de la presión, dirigiéndola hacia arriba, hacia la cúpula diafragmática. Una relativa tonicidad del transverso del abdomen es siempre conveniente, pero, a la inversa una tonicidad exagerada de los abdominales va a aumentar la hiperpresión intra-abdominal , Cadenas antero-medianas 51 teniendo como única p o s i b i l i d a d i n v a d i r la pelvis menor, perturbando la fisiología del diafragma pélvico. Esta situación ha motivado la aplicación de las técnicas de «reeducación abdominal hipopresiva». C o m o l a totalidad de l a c o l u m n a vertebral , v a a a s u m i r , a distancia, los efectos de l a respiración diafragmática (fig 2 0 c ) : En cada inspiración, el sacro es llevado hacia atrás al mismo tiempo que la columna lumbar ve disminuir su lordosis. En cada espiración, el sacro es llevado en flexión anterior al mismo tiempo que la lordosis lumbar se reinstala. Hacer el test de la «respiración sacra» nos permite afinar el diagnóstico, porque todo esto es posible siempre que ninguna tensión muscular viene a bloquear la libertad del sacro. El coxis es con frecuencia considerado como un simple vestigio de una cola desaparecida hace millones de años, pero en realidad no es así, puesto que l a articulación sacro-coxígea j u e g a u n r o l de j u n t a de elasticidad p a r a el s a c r o: permite a éste modificar rítmicamente su posición minimizando las tensiones, y protege el periné de una distensión muy importante;de esta manera el periné puede adaptarse a la alternancia de presiones resultantes de la actividad diafragmática, pero con una actividad tónica moderada ( Fig 20 c). Esta adaptabilidad depende mucho más de la libertad que de la potenciación de su tonicidad. Volveremos a tratar este tema en el capítulo de incontinencias urinarias. No es íiie de A M q u i e n debe c o n t r o l a r l a posición del sacro, sino el músculo glúteo mayor profundo de P M . Es corriente ver representar el «suelo pélvico» como un trazo de unión entre las cadenas posteriores y las cadenas anteriores. Esta visión es justa durante la primera parte del desarrollo del bebé, período que precede al enderezamiento del tronco y a la marcha. Podemos considerar que también puede ocurrir en la edad adulta, pero es un error que hace pensar que el periné tiene un papel en la posición del sacro. Esto ocurre en caso de exceso de actividad de la cadena posterior pero nunca en un esquema fisiológico. El músculo glúteo mayor profundo de la cadena PM es quien debe controlar la posición del sacro; recordemos que la posición de la sacroilíaca (en vilo) tiende a llevar al sacro hacia adelante y hacia la horizontal. Es decir que el glúteo mayor para llevar a cabo su función útil debe trabajar con punto fijo inferior, en muchos casos no existe este esquema fisiológico, principalmente cuando hay exceso de tensión en las cadenas postero-medianas a la cual pertenecen las fibras profundas del glúteo mayor. La función del glúteo mayor fibras profundas será desarrollado en el libro consagrado a las cadenas postero-medianas. » ' :^ .)(» } ) i i i . " • •. Nace en la cara anterior del sacro entre los agujeros sacros a la altura de la segunda, tercera y cuarta vértebras sacras (b). Envía fibras a la cara anterior del ligamento sacroisquiático (ci) y también al hueso ilíaco en la parte superior de la escotadura ciática mayor (c 2). Sale de la pelvis por la escotadura ciática mayor y termina en borde superior del trocánter mayor (c). E s t e músculo es mixto de P L y de A M : por sus inserciones sacras, se asemeja al periné de AM mientras que, por su inserción femoral,se asemeja más a los otros pelvitrocantéreos de PL. Este tema ha sido desarrollado en el tomo consagrado a las cadenas postero-laterales. En el esquema asimétrico fisiológico del cuerpo, del cual también hemos hablado, el músculo piriforme asocia la cadena AM que domina a la derecha con la cadena PL que domina a la izquierda. Por sus relaciones con el ligamento sacroisquiático, la dirección de las fibras y su acción ñútante sobre el sacro, puede ser considerado como u n l igamento activo de l a articulación sacroilíaca y E l contro l de la posición del sacro debe ser realizada por el músculo glúteo mayor y nunca j a m á s p o r el periné. c. E l músculo piriforme ligamento activo de la sacroilíaca d e l l i g a m e n t o sacroisquiático. E l p i r i f o r m e e s t a m b i é n u n guardián d e l periné, lo protege de toda f o r m a de distensión. Con demasiada frecuencia se considera al p i r i f o r m e como causal, y s in embargo en la mayoría de los casos es reactivo a u n a nutación excesiva del sacro p o r u n a P M , también puede ser reactivo a u n a hiper-presión en la pelvis m e n o r . E n estos casos a u m e n t a su t o n o para poder cerrar la p inza sacro-ilíaca, o proteger al periné dándole l o n g i t u d . E n los casos de «ciatalgias premenstruales» el p i r i f o r m e entra en espasmo de defensa ante la presión ejercida sobre el d iafragma pélvico p o r el aumento de v o l u m e n y peso de l útero antes de la m e n s t r u a c i ó n , p a r t i c u l a r m e n t e en las m u j e r e s cuyo sacro está t ipológicame colocado en nutación. Lo m i s m o ocurre en algunos sujetos con estreñimiento crónico de tipología muy en AL cuya p a r e d a b d o m i n a l está fuertemente contraída. Esto explica el porqué las zonas reflejas correspondientes a l e s t r e ñ i m i e n t o , a l g u n o s a u t o r e s las u b i c a n e n l a r e g i ó n correspondiente a los p i r i f o r m e s . La presencia de u n fibroma o de u n t u m o r pueden p r o d u c i r también en algunos casos ciatalgias recidivantes. L o s i t i ú s c w l o s d e l p e r i n é y e l p i r i f o r m e i n f I t i j e n e n i a p o s i c i ó n d e l s a c r o y d e l c o x i s - L a figura 2 3 a i l u s t r a l a acción e x c e s i v a d e A M a n i v e l d e l a p e l v i s : las acciones bilaterales combinadas de los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l , coxígeos y p i r i f o r m e s l l e v a n a u n a fijación del sacro en contranutación y del coxis en flexión. E l sacro p i e r d e entonces su l i b e r t a d , esto puede ser fáci lmente puesto en evidencia haciendo el test «respiración sacra» de la que hablamos en la figura 2 0 . E n el caso de u n a A M excesiva, el sacro se fija en posición de inspiración sin posibilidad se volver a la flexión anterior correspondiente a la espiración. L a figura 2 3 b üustra u n r e p a r t o d e t e r r i t o r i o m u y fi'ecuente e n t r e l a s c a d e n a s P o s t e r o - m e d i a n a s y A n t e r o - m e d i a m i s : los paravertebrales en u n a P M excesiva l levan el sacro a nutación. Los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l y c o x í g e o de A M , d i s t e n d i d o s p o r la Vista endopélvica de perfil apertura de la p inza sacro-ilíaca, recuperan el coxis y lo l levan a u n a posición de flexión. Este caso es extremadamente frecuente, y nos parece m u y i m p o r t a n t e verificar la posición del sacro antes de aplicar ninguna técnica en el coxis. Las lesionespost-traumáticas en flexión del coxis llamadas«coxis en anzuelo», son el resultado de un aumento de tono de los músculos coxígeos y puborectales con la finalidad de protección de u n coxis lesionado. Hemos mencionado en la figura 19b, la existencia de expansiones de los músculos puborectales sobre los l igamentos sacrocoxígeos anteriores const i tuyendo los l igamentos activos de estos. E n los dos esquemas, vemos con c lar idad que el músculo coxígeo «dobla» al ligamento sacrociático p o r d e n t r o , este músculo es el ligamento activo f recuentemente c o n f u n d i d o en la palpación. La sensación de relajación cuando realizamos u n a técnica de presiones i n h i b i t o r i a s a n ive l del l igamento, es en real idad signo de que hemos relajado el músculo coxígeo. s t a c i ó i i . e s t o r i , m á s e n t r e l a s ' •'- ' — E n la c o n t r a n u t a c i ó n i n d u c i d a p o r A M , el sacro se verticaliza. M i e n t r a s que su e x t r e m i d a d avanza, su p l a t i l l o retrocede entre los ilíacos (a). Las articulaciones sacroilíacas no son paralelas sino que divergen hacia adelante, en consecuencia, el sacro se encastra entre los Uíacos cuando retrocede entre ambos (h). Este encastramiento del sacro t iene p o r efecto separar las espinas ilíacas posteriores y superiores p o r detrás y a la vez va a aumentar el apoyo del pubis por delante ( b ) . Es posible apreciar el grado de verticalización y de encastramiento del sacro, p o r la posición de algunas referencias óseas representadas en c : La distancia entre dos verticales tangentes al b o r d e i n t e r n o de las espinas üíacas posteriores y superiores, nos i n f o r m a sobre el grado de encastramiento del sacro entre los ilíacos. M a d a m e Godelieve Denys-Struyf h a evaluado S a c r o perfi l i z q u i e r d o a. Contranutación del sacro por A M b. Cuando se verticaliza, el sacro se encastra entre los ilíacos. P e l v i s v i s t a s u p e r i o r P e l v i s v i s t a p o s t e r i o r A • V • c. Modificaciones de las referencias de la p e h i s específicas de una contranutación sacro-ilíacaestadísticamente la distancia m e d i a e n t r e 9 y 9 , 5 c m . Más de 9,5 cm. corresponde pues a un encastramiento del sacro. La distancia entre la tangente al borde m á s i n f e r i o r de la espina ilíaca postero-superior y la tangente al ángulo infero- latera l de l sacro nos i n f o r m a sobre el grado de verticalización de l sacro. Esta distancia m e d i a debe equivaler a c u a t r o t r a v e s e s d e d e d o s d e l p a c i e n t e . Una distancia mayor revela una verticalización del sacro. r l - • • ^ = , >>• l , ^ . . . . t • - La combinación entre A M y A L es frecuenle: i u i i r i a i i u t a ci íHcr(i. mientras que A L c o n t r a n u t a el i l íaco. La espina ilíaca postero-superior está ascendida mientras que el ángulo infero- lateral del sacro está descendido. Los l igamentos sacroilíacos posteriores están distendidos y producen algias. E n este caso, no es r a r o encontrar a la palpación la presencia de nodulos que se desplazan a la presión y j u s t i f i c a n las algias. - c - ! = F — L a pelvis es la residencia de la A M representada p o r los músculos de l periné, hemos v is to las diferentes acciones en la estática pelviana. Esto puede explicar la f o r m a que en general presenta del sacro, es decir, g lobalmente en cifosis. Podemos pensar que la act iv idad de los músculos del periné en el bebé empieza a moldear m u y t e m p r a n o el sacro en el sentido de la cifosis. Pero, aquí también, todo es cuestión de e q u i l i b r i o y se puede constatar que todos los sacros no t i e n e n la m i s m a f o r m a ; vamos a F i g . 2 5 Cadenas antero-medianas 61 volver sobre lo que ha sido descripto en relación a este t e m a en el l i b r o «Nociones de Base» del m é t o d o G.D.S.: E l sacro revela p o r su f o r m a , algunos trazos de l proyecto genético del i n d i v i d u o . L a f i g u r a 2 6 e s t a b l e c e u n a c o m p a r a c i ó n e n t r e d o s morfologías s a c r a s d i f e r e n t e s . E n lo que concierne al s a c r o que calificamos de n e u t r o (a y b ) , las dos primeras vértebras sacras ( S i y S2) están alineadas una con respecto a la otra. E n el caso de s a c r o e n c i f o s i s (a y c), las dos primeras vértebras sacras están en flexión anterior una con respecto a la otra. Estos dos sacros están v o l u n t a r i a m e n t e colocados en u n a posición de inclinación ideal del platillo sacro t a l como está def inido p o r e l ángulo d e de Séze. E l grado de inclinación del p l a t i l l o sacro es i m p o r t a n t e en la m e d i d a en que su valor va a depender de la f o r m a en que el sacro recibe a la c o l u m n a vertebra l , especialmente a L5. La angulación ideal ha sido d e t e r m i n a d a alrededor de 34°. E n estas condiciones, la transmisión de fuerzas realizadas p o r la c o l u m n a ver tebra l sobre el p l a t i l l o sacro, se hará de u n a f o r m a que asegura estabi l idad y a m o r t i g u a c i ó n : - U n p l a t i l l o m u y h o r i z o n t a l favorecerá la estabi l idad pero al precio de u n a g r a n compresión de l disco L5-S1. ' - A la inversa, u n p l a t i l l o m u y i n c l i n a d o producirá u n a inestabi l idad de L5 sobre S i , incluso u n a antelistesis. Recordemos también que la supervivencia del disco L5-S1 depende de su grado de cuneiformización : - N o suficiente cuneiformización favorece la compresión discal y la h e r n i a p o r vía posterior , mientras que u n exceso de cuneiformización puede l levar a u n a r u p t u r a de fibras anteriores del ánulus y a la h e r n i a p o r vía anter ior . T a m b i é n e s i n t e r e s a n t e c o m p a r a r l o s á n g u l o s d e conformación d e l p r o m o n t o r i o d e l s a c r o b y c . D e t e r m i n a m o s este ángulo haciendo cruzar u n a línea tangente al p l a t i l l o sacro con otra tangente a la parte anter ior del cuerpo de S i . Es diferente de u n sujeto a o t r o y además no cambia. E n el caso de xm sacro en cifosis que calificamos de t i p o A M , este ángulo de conformación es generalmente más obtuso que en el caso de un c. Sacro cifosado AM sacro neutro, representado en b. Esto tendrá consecuencias en la inclinación general del cuerpo del sacro con respecto al p l a t i l l o , es decir en su posición global en el espacio. Comparemos u n sacro neutro y u n sacro cifosado cuyos p lat i l los t i e n e n la inclinación ideal con respecto a la h o r i z o n t a l t a l como lo define el ángulo de de S é z e : el sacro cifosado, que presenta u n ángulo de conformación m á s obtuso, es globalmente más vertical que el sacro n e u t r o con u n ángulo de conformación más agudo. Esta constatación nos l leva a pensar que algunos sacros tienen, desde el principio, una forma enAM, más propicia a una posición en AM. Volveremos a hablar de este t e m a en la figura siguiente. E l profesor Delmas, también ha observado diferencias morfológicas del sacro que asocia a tipologías vertebrales específicas. Observó p r i n c i p a l m e n t e las articulaciones sacro-ilíacas p o n i e n d o en evidencia diferentes formas: - A r t i c u l a c i o n e s en f o r m a de «habichuela», de t i p o anfiartrosis , fuertemente engranadas, pobres en cartílago y poco predispuestas al m o v i m i e n t o . Este t i p o de articulación corresponderían a u n sacro en cifosis de t i p o A M . A la inversa, describe articulaciones en f o r m a de escuadra, en «riel cóncavo, r i e l convexo» de t i p o Faraboeuf, b i e n provistas de cartílago y b i e n predispuestas al m o v i m i e n t o . Estas últ imas corresponderían mas b i e n a sacros arqueados de t i p o P M . Las dos fotos de sacros cifosado y neutro i l u s t r a n estas diferencias. H e m o s t e n i d o la p o s i b i l i d a d de poder observar u n a g r a n cant idad de sacros que los antropólogos p u s i e r o n a nuestra disposic ión, gracias a l o cual, hemos p o d i d o verif icar las diferentes morfologías de sacro y de articulaciones sacro-ilíacas que nos p e r m i t i e r o n hacer esta detal lada descripción. Estas diferencias existen a m e n u d o , aún cuando estos caracteres, no estén s iempre presentes en u n m i s m o sacro. : í \ i s te i i d i f e r e n t e ^ • • ( " Í H Í Í J s a c r o i ' s t a p r e \ i - . < ítr ü i i a > o s í c i ó í i q u e e^tit ( ~ l e b a s e . A q u í nos e n c o n t r a m o s c o n f r o n t a d o s a u n p r o b l e m a difícil, que es, resolver la frontera entre lo genético y l o a d q u i r i d o . La inf luencia de las tensiones musculares sobre la f o r m a del hueso es algo que ya no se discute, no obstante n o debemos i g n o r a r l a programación genética y el sacro es u n e jemplo concreto. En consecuencia hay que aceptar la idea de un esquemafisiológico ideal, pero a la vez admitir la pluralidad, ligada a las tipologías e investigar lo que es conveniente para cada tipología. E n este o r d e n de ideas, u n sacro cifosado está previsto para estar colocado ver t ica lmente en A M sin que ello afecte la transmisión de fuerzas desde la c o l u m n a v e r t e b r a l al platillo sacro, mientras l a inclinación del p lat i f lo sacro sea correcta (Fig 27 a). La figura 27 b i l u s t r a el caso de u n sacro t ipológicamente A M pero en posición h o r i z o n t a l debido a u n a P M excesiva. La inclinación del p l a t i l l o sacro es aquí m u c h o más i m p o r t a n t e para rec ib ir correctamente la q u i n t a l u m b a r y el peso t r a n s m i t i d o p o r la t o t a l i d a d de la c o l u m n a vertebra l . Este caso, donde el riesgo de antelistesis de L5 es muy importante, es bastante frecuente en consulta, p a r t i c u l a r m e n t e en adolecentes que pract ican deportes de competición, pues insta lan u n a P M excesiva en su afán de superación y competición permanente . E n conclusión, hay que tener en cuenta que cada caso es único y que el objet ivo no esponer a t o d o el m u n d o en el m i s m o m o l d e , a l contrar io , p e r m i t i r a cada u n o realizar sus propios potenciales; dicho de o tra manera , estar de acuerdo con su p r o p i o proyecto genético. Sacros de perfil 34° Angulo de inclinación del p la t i l lo sacro ideal a . S a c r o c i f o s a d o p o s i c i o n a d o e n P M L o s m ú s c u l o s p i r i f o r K i e s f e n f o r i r i a a s i m é t r i c a y e s t á n d i r e c l a i i i c a d o s e n l a r o t a c i ó n d e l s a c r o . L a figura 2 8 a i l u s t r a l a acción asimétrica d e l o s m ú s c u l o s p i r i f o r m e s a n i v e l d e l a p e l v i s . Recordemos que estos músculos son m i x t o s es decir que pertenecen a la vez a las cadenas antero-medianas y de las cadenas postero- laterales. Recordemos también el esquema asimétrico fisiológico de la pelvis del cual hemos t r a t a d o en dos ocasiones anteriores, en los t o m o s correspondientes a las cadenas antero-laterales y postero-laterales: el p i r i f o r m e derecho t o m a p u n t o fijo en el fémur m a n t e n i d o en rotación i n t e r n a p o r las fibras m á s anteriores del glúteo m e n o r y medio . Se c o m p o r t a como u n músculo de A M y se asocia con esta última que d o m i n a a la derecha en u n esquema asimétrico fisiológico. E l p i r i f o r m e izquierdo t o m a p u n t o fijo en el sacro y l leva el fémur a rotación externa. Se c o m p o r t a como los pelvitrocantéreos de P L a la cual se asocia. P L d o m i n a a la izquierda. L a figura 2 8 b i l u s t r a e s t a asimetría d e f u n c i o n a m i e n t o e n e l p l a n o h o r i z o n t a l ; m u e s t r a l a rotación d e l s a c r o h a c i a l a i z q u i e r d a i n d u c i d a p o r e l p i r i f o r m e d e r e c h o . Esta rotación izquierda del sacro está presente alrededor de 90% de casos, este porcentaje también corresponde a la asimetría fisiológica de la pelvis con la cual está relacionada. H e m o s r e p r o d u c i d o v o l u n t a r i a m e n t e , en la m i s m a figura 24b, la contranutación y el despliegue üíaco debido al d o m i n i o de A L a la derecha, como también la nutación y el repliegue delUíaco izquierdo debido al d o m i n i o de P L a la izquierda. E n cuanto a l a rotación de l fémur, a pesar de l d o m i n i o de A L , r o t a d o r a i n t e r n a a l a derecha y de l a P L r e t a d o r a e x t e m a a l a izquierda, es frecuente encontrar una rotación extema de fémur más importante a la derecha, l o que podría hacer pensar en u n a inversión del esquema fisiológico, s in embargo en este caso, se debe a una tensión excesiva del p i r i f o r m e derecho, casi s iempre asociada a u n a fuerte rotación del sacro hacia la i zquierda, señalando u n trabajo en cuerda de arco del p i r i f o r m e trabajando d e n t r o de u n marco A M . F i g . 2 8 Pehis a. Los piriformes funcionan en forma asimétrica fltí S'l b.El piriforme derecho hace girar el sacro hacia la izquierda i niúsüulos del p e r i n é > ixígeos estaii i p \ E l coxígeo s e i n s e r t a t a m b i é n e n l a s d o s últ imas vértebras s a c r a s ( F i g 2 9 a ) , e s t o e x p l i c a s u participación e n l a rotación d e l s a c r o c o n e l p i r i f o r m e . Es interesante, cuando hacemos el test de posición de l sacro, ver la diferencia entre u n a rotación del sacro m á s marcada en su parte superior que en su parte in fer ior . Consideramos en ambos casos que la rotación se realiza en u n eje l o n g i t u d i n a l , para l o cual descartamos previamente la p o s i b i l i d a d de u n a rotación en u n eje oblicuo, de la cual h a b l a r e m o s en n u e s t r o es tudio de las cadenas postero- medianas. E l hecho de que la rotación del sacro sea más importante en su parte superior nos indicaría un problema de distorsión ilíaca, ( A L derecha y P L izquierda) o a u n problema de piriforme . E l hecho de que la rotación del sacro esté más marcada en su parte inferior, j u s t o p o r encima del ángulo infero- latera l , señala la participación del músculo coxígeo, e incluso de un hemi-periné. L a tensión u n i l a t e r a l d e l m ú s c u l o coxígeo q u e s e i n s e r t a s o b r e t o d o e n e l b o r d e l a t e r a l y l a c a r a a n t e r i o r d e l a s vértebras coxígeas f a v o r e c e l a rotación d e l c o x i s d e l l a d o o p u e s t o ( f ig 29 a y b ) . E l músculo puborecta l puede también estar i m p l i c a d o ( b ) . H e m o s elegido v o l u n t a r i a m e n t e i lus trar una rotación del coxis hacia la izquierda, correspondiente al esquema asimétrico m á s frecuente de la pelvis, no obstante, p o r el juego de acción y reacción enfre las cadenas, no es raro encontrar u n a rotación hacia la derecha muchas veces independiente de la rotación del sacro. J e ^ p e r i ñ e c«1 m p r e n d e --^ K rso p r o ñ i n d c ) d e l p c i i i i é E l p l a n o m e d i o d e l p e r i n é m a s c u l i n o r e p r e s e n t a d o e n l a figura 3 0 a está c o n s t i t u i d o p o r d o s m ú s c u l o s : Hlg. 29 Pelvis vista anterior a. E l piriforme y el coxígeo Pelvis vista inferior Adelante Atrás b. E l coxígeo derecho hace rotar el coxis hacia la izquierda Sínfisis pubiana F i g . 3 0 Proceso isquiático a. Plano medio del periné masculino b.Plano medio del periné femenino Cadenas antero-medianas 71 i • o d e l p e r i n é , se extiende de la cara m e d i a l del proceso isquiático al núcleo fibroso central del periné que resulta de la unión de las fibras de ambos transversos. Controla la separación del isquion y se opone d i r e c t a m e n t e al músculo c u a d r a d o f e m o r a l d e P L . , como su n o m b r e lo indica , o b t u r a la uretra . L a figura 3 0 b i l u s t r a e l p l a n o m e d i o d e l periné f e m e n i n o . e n c o n t r a m o s los dos m ú s c u l o s , pero , c o n t r a r i a m e n t e al per iné mascul ino, el esfinter de la uretra no está unido al núcleo fibroso central del periné, sino que está aislado p o r delante de la h e n d i d u r a vaginal . Esta p a r t i c u l a r i d a d anatómica parece j u g a r u n r o l para que el esfínter sea m á s frágil en la m u j e r que en el h o m b r e . m E s t a figura i l u s t r a h u e s o s ilíacos e n posición A M . Los isquiones se aproximan b a j o l a a c c i ó n de los m ú s c u l o s ob l igando a las ramas isquiopubianas a sagitalizarse. E n caso de u n cierre m u y i m p o r t a n t e puede l legar a p r o d u c i r un bostezo superior de la sínfisis pubiana y c o n s t i t u i r un terreno favorable a una forma específica depubalgia. Es mucho más corriente encontrar una rama isquiopubiana derecha, donde domina la AM, más sagital que a la izquierda, donde d o m i n a la P L ; n o obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, t o d o es posible, es decir es posible encontrar lo inverso. E l repliegue caudal se a c o m p a ñ a de u n despliegue de las alas ilíacas en el plano frontal, suceptible de poner en tensión los ligamentos iliolumbares representados en el esquema 29 a. Su distensión puede desencadenar la reacción de un cuadrado lumbar que es su ligamento activo. Fig. 31 Ligamentos i l iolumbares a. Repliegue caudal de los ilíacos por A M a. Radiografía de una pehis en Cadenas antero-medianas 73 L a figura 3 2 a i l u s t r a e l c o n t r o l fisiológico d e P L s o b r e A M : P L t i e n e s u d o m i n i o a n i v e l c o x o f e m o r a l , e n l a p e l v i s , q u e e s l a r e s i d e n c i a d e A M . Los m ú s c u l o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s d e P L i m p i d e n a los músculos t r a n s v e r s o s del p e r i n é d e A M , cerrar exageradamente los isquiones; t o d o es cuestión de e q u i l i b r i o , ese c o n t r o l no debe volverse dominación. L a figura 3 2 b p o n e e n e v i d e n c i a u n d o m i n io d e l a A M e n t o d o s l o s p l a n o s : E l sacro es m a n t e n i d o en contranutación p o r l o s m í i s c i i l c í s d e l ^ ^ r i f o r m e , m i e n t r a s que los isquiones se a p r o x i m a n y las r a m a s i s q u i o p u b i a n a s se s a g i t a l i z a n p o r l o s m ú s c i i i o s - ^ J e l p e r i n é que la P L n o puede contro lar , en este caso hablamos de inversión del control entre estas dos cadenas. La P L entra en reacción recuperando los fémures: l o s m ú s c u l o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s y o b t u r a d o r e s i n t e r n o s exageran la rotación externa de fémur. Este t e r r e n o está m u y predispuesto a la aparición de u n a coxartrosis expulsiva. - ca-.<.- í p u e d e s e r d o m i n a d a t) . - >. . " I r \ A I ^ , 1 e l p l a n o frontal, o p o r . - . » 1 ( 1 V v a l l o p o r a m b a s c a d e n a s E n e l c a s o d e l a figura 3 3 a , s e t r a t a d e u n d o m i n i o d e P L e n e l p l a n o f r o n t a l . L o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s y l o s o b t u r a d o r e s i n t e r n o s d e P L actúan en los isquiones separándolos exageradamente. E l periné está Núcleo fibroso central de! periné a. PL controla M I en el plano frontal. Adelante Pelvis vista inferior b. distendido en el plano f r o n t a l y va a reaccionar con u n aumento de su tono. A M recupera el sacro en el p lano sagital gracias a los músculos ajoidados p o r los músculos p i r i f t í r i i i e s , recordemos que los p i r i f o r m e s pertenecen a la vez a A M y a PL. L a figura 3 3 b i l u s t r a u n c a s o d o n d e l a A M p i e r d e e n t o d o s l o s p l a n o s d e b i d o a l d o m i n i o d e P L y d e P M . L o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s y l o s o b t u r a d o r e s i n t e r n o s d o m i n a n , en este caso, en el p l a n o f r o n t a l , los isquiones están m u y separados y el periné está distendido transversalmente. L o s m ú s c u l o s p a r a v e r t e b r a l e s d e P M , reunidos a n i v e l de l sacro, es decir en la l l a m a d a masa c o m ú n o tendón c o m ú n de los músculos erectores de l raquis; cuando están e n exceso de tensión ñutan el sacro. Esta h o r i z o n t a l i d a d sacra, aunque está compensada p o r u n a flexión del coxis, dist iende el periné en el p lano sagital, más aún cuando la P L que instala u n a nutación ilíaca, l leva la sínfisis p u b i a n a hacia adelante y arr iba . E s t a d i s t e n s i ó n d e l p e r i n é c o n s t i t u y e u n o de l o s t e r r e n o s predispuestos a la i n c o n t i n e n c i a u r i n a r i a . Los deportistas suelen presentar incontinencia porque desarrol lan y m a n t i e n e n u n d o m i n i o en las cadenas P L y P M . N o s o t r o s pensamos que la t racc ión de los m ú s c u l o s d e l per iné distendidos transversalmente y antero-posteriormente ocasiona una tracción permanente en el núcleo fibroso central del periné l legando a u n a distensión exagerada y t o t a l del m i s m o . Esta distensión a veces se confunde con u n a d e b i l i d a d de l periné y se busca reforzar los músculos de l «suelo pélvico», esta práctica demasiado frecuente, n o consigue t r a t a r la causa. Pensamos que es conveniente primero encontrar la rearmonización de las tensiones excesivas en las cadenas PL y PMy además realizar la reestructuración de la pelvis, con el fin de devolver al periné su libertad para que pueda recuperar sufiinción de «diafragma pélvico». b. P L y P M dominan en el plano frontal y sagital, A M está distendida en los dos planos Figura t . , V ^ j-" H . amos •• . - . Olí la E n c o n t r a m o s e n a y b d o s e j e m p l o s d e p e l v i s estáticas: L a figura 3 4 a corresponde a loia p e h i s de t ipología A M y mater ia l iza el r o l del periné en el repliegue caudal. L a figura 3 4 b r e t o m a u n a p e l v i s d e tipología A L abordada en el t o m o I de las cadenas relaciónales. Observamos el despliegue ilíaco p o r el músculo glúteo m e n o r . L a figura 3 4 c r e t o m a el e jemplo de una pelvis dinámica, en este caso de t ipología P L tratada en el t o m o I I de cadenas relaciónales. • " i i . . i » „ i i i i II r . . • onck» doni inai i observaremos l a a p r o x i m a c i ó n de los i squiones y la sagita l ización de las ramas isquiopubianas. Las alas ilíacas están abiertas en el plano f r o n t a l con las consecuencias que pueden p r o d u c i r sobre los l igamentos i l i o l u m b a r e s . E n e l s e g u n d o c a s o d o n d e d o m i n a n l a s c a d e n a s p o s t e r o - l a t e r a l e s ( f i g 3 5 b ) , los isquiones están m u y separados y las ramas isquiopubianas están frontalizadas. Las alas ilíacas están replegadas en el plano f r o n t a l . Estas tipologías constituyen, en efecto, u n terreno predispuesto a una f o r m a de incont inenc ia u r i n a r i a p o r distensión transversal del periné. F i g . 3 4 Cadenas antero-medianas 79 a. Pehis bajo dominio de las cadenas antero-medianas , - ; u n í a a ' ^ i n i c t i - i r . > t i c 1;¡^ a a ia d e r e c h a . L a P L q i ; < s. ^ i d a le d a p u n t o fijo p a r a a p i i ( x i i . . . . .1 d e r e c h o . E l c u a d r a d o f e m o r a l y e l o b t u r a d o r i n t e r n o i z q u i e r d o s d e P L separan el isquion izquierdo y distienden el periné, que reacciona llevando el isquion derecho hacia adentro; en este esquema, l a A M s e expresa pues a la derecha, esto t iene p o r efecto, aumentar el despliegue de el ala ilíaca en el p lano f r o n t a l y p o n e r en tensión los l igamentos i l i o l u m b a r e s derechos. E l c u a d r a d o l u m b a r , l i g a m e n t o activo de estos l igamentos , va a reaccionar al es t i ramiento sufr ido y va a l levar la c o l u m n a l u m b a r hacia la derecha en los p lanos f r o n t a l y h o r i z o n t a l ; la c o l u m n a presentará u n a convexidad a la derecha, en el p l a n o f r o n t a l y t a m b i é n en el p l a n o sagital p o r la rotación vertebral hacia la derecha. Este esquema, aunque es m u c h o menos frecuente que el esquema inverso, que hemos descripto en nuestro estudio sobre las cadenas postero-laterales, se encuentra de vez en cuando y nos p e r m i t e comprender algunas actitudes escolióticas lumbares derechas; l o atípico en este caso es que la pelvis está en el esquema h a b i t u a l , (asociando u n a A L y u n a A M derecha a u n a P L y una P M izquierda) m i e n t r a s que la c o l u m n a está inc l inada en el o t r o sentido. E l p l a n o s u p e r f i c i a l d e l periné m a s c u l i n o está f o r m a d o p o r t r e s m ú s c u l o s e n e l t r i á n g u l o a n t e r i o r ( F i g 3 7 a ) : . ^ ., dobla al transverso p r o f u n d o que estudiamos en la figura 3 0 y r e t o m a las características. E l i s q i i í o c a v e r n o s o se inser ta en la cara i n t e r n a d e l proceso isquiático, p o r detrás de la raíz de l cuerpo cavernoso y en la rama F i g . 3 6 de A A c t i t u d escoliótica c o n v e x a l u m b a r d e r e c h a i isquiopubiana. I Recubre la raiz del cuerpo cavernoso y se une al bulbocavemoso para fijarse m á s adelante en los mismos cuerpos cavernosos. \l b u l b o e s p o n j o s o , forma con su h o m ó l o g o del o t r o lado, u n ! canal cóncavo en su parte superior que recibe el bulbo y el cuerpo \ hasta la unión con los cuerpos cavernosos, se u n e n en I el rafe m e d i o p o r debajo del b u l b o . I Por su contracción, estos dos músculos comprimen los órganos \ e impulsan la sangre hacia los cuerpos cavernosos de la \ anterior del pene es decir realizan la erección. Inmediatamente impiden el retomo sanguíneo y c o n t r i b u y e n a p r o l o n g a r la erección. E n c o n s u l t a he t e n i d o pac ientes , c o n p r o b l e m a s de e r e c c i ó n , secundarios a u n a distorsión pélvica de instalación progresivao en algunos casos traumática. E l paciente h o m b r e , no habla fáci lmente de este t i p o de p r o b l e m a , so lamente l o c o m e n t a n c u a n d o h a n desaparecido los s íntomas, s in que m i trabajo haya estado or ientado directamente en ese sentido. Esto c o n f i r m a la necesidad del trabajo de reestructuración de la ; pelvis en el tratamiento de trastornos del periné. E l pene c o m p o r t a dos cuerpos eréctiles: los cuerpos cavernosos situados en la cara superior y que s irven para l a erección d e l cuerpo esponjoso s i tuado e n la cara i n f e r i o r que contiene l a u r e t r a . I E l pene está f i jado hacia atrás a l d ia fragma pélvico y también a las ! ramas isquiopubianas. I E l triángulo p o s t e r i o r d e l p l a n o s u p e r f i c i a l d e l periné m a s c u l i n o está ocupado p o r e l m ú s c u l o es í i d e l a n o ( F i g 37 a ) : Las fibras que l o const i tuyen f o r m a n dos arcos que se u n e n a n i v e l de l rafe ano-coxígeo p o r detrás, y de l núcleo fibroso centra l de l periné p o r delante. Se adhieren a la p i e l y e n t r a n en contacto con el puborecta l de l p lano p r o f u n d o . E n l a m u j e r e n c o n t r a m o s los m i s m o s músculos que e n e l h o m b r e , n o obstante, h a y u n o más, d a d a p o r l a p r e s e n c i a de l a h e n d i d u r a vaginal que divide el bulbo e n dos partes situadas lateralmente (fig 37 b ) . Estos dos «hemi-bulbos» se u n e n p o r delante para f o r m a r el clítoris que, c o m o el pene, presenta u n cuerpo y u n glande con u n v o l u m e n m a r c a d a m e n t e i n f e r i o r . E l clítoris está suspendido a l p u b i s p o r l igamentos . E l t r a n s v e r s o s u p e r f i c i a l d e l p e r i n é t i e n e las m i s m a s inserciones y la m i s m a acción que el descripto en la figura 31 para el superficial . E l i s c u i i t i c a i e r i n j s o t iene las mismas características que en el h o m b r e . Loi9 d o s íj«llM)e!sporijcí«os están separados u n o de l o t r o p o r la h e n d i d u r a vaginal , pero se inser tan a la vez en el b u l b o y el cuerpo cavernoso del clítoris. E l m a s c ó l o c o n s t r i c t o r d e l a v u l v a , existe sólo en la mujer . Está s i tuado p o r d e n t r o del b u l b o , en la p a r e d lateral de la vagina y se fija p o r detrás en el núcleo fibroso central de l periné. Numerosos autores m e n c i o n a n su implicación en ciertos t ipos de vaginismo inferior. E l e s f í n t e r e x t e r t i o d e l a n o ocupa, c o m o e n el h o m b r e , el triángulo posterior . L a - a TI Como cadena del eje vert ica l , la A M t iene u n a acción preponderante a n i v e l del t r o n c o . Su d o m i n i o está s i tuado a n i v e l de l tórax, donde su acción es especialmente i m p o r t a n t e para l a instalación de las curvas vertebrales fisiológicas. - i . ' •«>-meaiaiia se p r o l o n g a a n i v e l í los; n i ú s c a i l o s p i r a m i d a l y e) l > d o m e i i . e» i . b d o f i i c n e s u n m ú s c u l o t r i a n g u l a r y p lano , contenido en la aponeurosis de l recto mayor . Algunos autores lo m e n c i o n a n como inconstante y su acción no está realmente def inida aparte de la puesta en tensión de la línea blanca, Testut dice no ver u t i l i d a d en este músculo . Esta t r a c c i ó n l o n g i t u d i n a l sobre l a l ínea b l a n c a m e parece, a l contrar io , perfectamente útil para l a A M cuya finalidad es mantener la «verticalidad» del esternón, y viene a completar la acción de los músculos rectos mayores de l abdomen. E l p i r a m i d a l d e l a b d o m e n puede, de ser necesario, oponerse a l bostezo superior de l a sínfisis p u b i a n a , insta lando u n a tensión en el periné y esta tensión pasa a los rectos mayores del abdomen. E l hecho de que se presente d o l o r en algunos t ipos de pubalgias asociadas a u n bostezo superior de l a sínfisis, c o n f i r m a esta propuesta. . n e o se inserta en su parte i n f e r i o r en el borde superior y la cara anterior del pubis como también en la cara anterior de la sínfisis. De sus fibras m á s extemas nace u n a expansión t r i a n g u l a r l l a m a d a ligamento de Henle que se une a la cresta pectínea. Sus fibras más internas se entrecruzan con las del lado opuesto por delante de la sínfisis, lo que lleva a pensar que participan con el piramidal del abdomen, en la contención de la sínfisis pubiana, por la presencia de este entrecruzamiento de fibras (Fig 38 b). E l r e c t o m a y o r t e r m i n a e n su p a r t e s u p e r i o r en e l apéndice xifi)ides del esternón, lateralmente en la sexta y sobre todo en la quinta costilla. Su inserción más alta se sitúa en la q u i n t a costi l la, la tera lmente (Fig 3 8 a - Lado i z q u i e r d o ) , la observación de este músculo nos da la impresión de que se sitúa en el apéndice xifoides; esto se debe a que el pectoral m a y o r que se inserta sobre el recto mayor , lo recubre latera lmente (Fig 3 8 a - lado derecho). se inserta directamente en la aponeurosis del recto mayor , del cual recibe la tensión y t o m a p u n t o fijo i n f e r i o r , favoreciendo el enrollamiento del hombro. fi r i o r se inserta en los cartílagos condrocostales de las 6" , y 4 " costillas, t a m b i é n en la parte inferior y lateral de la cara anterior del esternón p o r encima de las inserciones de l recto mayor . Estos dos fascículos se d i r i g e n hacia afuera y hacia a r r i b a para i r a insertarse en el labio interno de la corredera bicipital del húmero. A p a r t i r de u n p u n t o fijo esterno-costal l leva el h ú m e r o hacia adentro y hacia abajo, favoreciendo el enrollamiento del hombro. nace en los cartílagos condrocostales de las 3°^, 2'^ y 1°^ costillas, así como en la cara anterior y lateral de la parte superior del esternón. Sus fibras alcanzan el labio interno de la corredera bicipital p o r debajo de las del fascículo i n f e r i o r que cruzan p o r delante. F a v o r e c e n t a m b i é n , g r a c i a s a esta i n s e r c i ó n h u m e r a l , el enrollamiento del hombro. E l f a s c í c u l o s u p e r i o r o c l a v i c u l a r se a s o c i a a l a c a d e n a a n t e r o - l a t e r a l . Es el más superficial y recubre los otros fascículos. Testut precisa l a frecuencia de u n a separación entre este fascículo y los otros dos. Este fascículo o r i e n t a d o en f o r m a d i ferente de d e n t r o a fuera y hacia abajo, p a r t i c i p a en la torsión de la clavícula, t e m a desarrol lado en los dos t o m o s correspondientes a las cadenas relaciónales A L y PL. t i r u i i s c i i i s v s u b c l a v i o se ext iende desde el primer cartílago costal y la parte correspondiente de la p r i m e r a costilla y termina p o r dentro de l canal subclavio s i tuado en la cara inferior de la clavícula. Desciende la clavícula y aumenta el apoyo esterno-clavicular reforzando el anclaje de la cintura escapular con el esternón. E n el exceso, esto puede ser la causa de u n a c o m p r e s i ó n e n t r e l a clavícula y l a p r i m e r a c o s t i l l a , sobre t o d o p o r q u e el escaleno a n t e r i o r , t a m b i é n de A M puede i n s t a l a r una subluxación de la primera costilla hacia arriba. Todos los ingredientes están reunidos para favorecer la aparición de u n a flebitis de m i e m b r o superior . ! ^ - - < s u m i r l a s m o d a l i d a d e s d e J i«e la \ e n s u d o m i n i o : e l t ó r a x , . c . ^ - e^ s > i i l o s r e c t o s J i * - ' ; a s c í c i í l o s d e l tí o i a I n ! " . 1 ayudados p o r los piramidales que, como habíamos precisado en la figura 3 8 , p o n e n en tensión l a l ínea blanca, acercan la parte i n f e r i o r del esternón al pubis y c o n t r i b u y e n a m a n t e n e r este hueso en posición vert ica l . Acercan también el q u i n t o arco costal al pubis (F ig 4 0 a). Li í s t a s c i c n i o s A M d e l p e c t o r a l m a y o r y también el subclavio u t i l i z a n el p u n t o fijo esterno-costal que le ofrecen los rectos mayores. Esto va a p e r m i t i r el e n r o l l a m i e n t o de la c i n t u r a escapular y además refuerza el apoyo a n t e r i o r en el esternón p a r t i c u l a r m e n t e a n i v e l de l q u i n t o arco costal m a n t e n i d o hacia atrás p o r algunas fibras del s e r r a t o a n t e r i o r d e P L (F ig 4 0 a). La «depresión submamaria» que se observa constituye u n verdadero punto de inflexión para el tórax y también para la columna dorsal (Fig 40 b). Sabiendo que este p u n t o está s ituado en la misma horizontal que la octava vértebra dorsal por detrás, podemos comprender fácilmente por que la A M f a v o r e c e e l a n c l a j e d e D 8 e n ápex d e c i f o s i s . Recordemos que esta h u e l l a útil de A M es indispensable para la buena fisiología vertebral , en la m e d i d a en que p e r m i t e al raquis organizar sus curvas según dos arcos: u n arco superior, p o r encima F i g . 4 0 de D 8 u n arco i n f e r i o r p o r debajo de D 8 (F ig 4 0 b ) . Esta acción de la A M está c o n f i r m a d a p o r la cunei formizac ión fisiológica del cuerpo de la octava vértebra dorsal que le p e r m i t e intercalarse entre el segmento declive del arco i n f e r i o r y el segmento procl ive del arco superior . i f o s i s d o r s a l e x c e s i v a a e o m p a ñ a d a . ! i r ! i i d i 0 i i e i i t o e s t e r n a l s o n l i o e l l a s • . p o n d i e n t e s a u n e x c e s o d e a c t i s i d a d e n e r a i s a n t e r o - r a e d i a n a s . E n e l e x c e s o , l a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s t r a b a j a n c a s i s i e m p r e e n c u e r d a d e a r c o a n i v e l d e l t r o n c o . E n estas condiciones, los rectos mayores del a b d o m e n fracc ionan a la vez el esternón hacia abajo y el pubis hacia arriba, ayudados p o r el p i r i f o r m e y algunos músculos d e l periné como los coxígeos que c o n t r a - n u t a n el sacro. De esta f o r m a , la pelvis en su t o t a l i d a d está en retrobáscula. Esta situación puede p r o d u c i r u n a inversión de curva lumbar. E l quinto arco costal retrocede aún m á s p o r q u e los fascículos A M de los pectorales mayores enrollan la cintura escapular l levando al segmento proclive de la columna dorsal a la flexión. E l e s q u e m a b i l u s t r a l o s e f e c t o s d e l e x c e s o d e A M e n l a posición d e l a s t r e s m a s a s , pélvica, torácica y cefálica, e n c u a n t o a l a inclinación d e l a s p a l a n c a s y a l a posición d e l o s p i v o t s . La masa pélvica está basculada hacia atrás, m i e n t r a s que las masas torácica y cefálica basculan hacia adelante. La p r i m e r a palanca de l m i e m b r o i n f e r i o r está «quebrada» p o r u n flexo de r o d i l l a . La segunda palanca está f u e r t e m e n t e i n c l i n a d a hacia atrás y la tercera hacia adelante. E l p i v o t inter-arcos deja de estar s i tuado en D 8 , desciende a D 9 . Todos los pivots (coxofemoral, D9/D10, Co/Ci) a excepción del p ivot r o d i l l a están situados p o r detrás de la vert ica l de referencia (línea G.D.S. ver t ica l que se eleva desde el p u n t o m á s poster ior del cuello de l p ie , tangente a l borde anter ior de la t i b i a , en su parte i n f e r i o r ) . b. Posición de palancas, de pivots y de masas específica de un exceso de AM. l e n a s a n t e r o - i e l d i a f r a g m a í c i a v i s c e r a l L a a c t i t u d g l o b a l d e l t r o n c o q u e r e s u l t a d e u n e x c e s o d e a c t i v i d a d e n l a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s , contraría l a fisiología d e l d i a f r a g m a que se ve en la i m p o s i b i l i d a d de elevar la parte a n t e r i o r de la caja torácica en la inspiración (a). E n este caso el d iafragma está obligado a tomar punto fijo a nivel de la inserción de sus pilares, en el segmento declive del arco i n f e r i o r de la c o l u m n a vertebra l , h u n d i d o p o s t e r i o r m e n t e , este tracciona el centro frénico hacia abajo y atrás. La fascia visceral que contiene todos los elementos del mediast ino i n c l u i d o el corazón, une el centro frénico a la cara p o s t e r i o r de l esternón y t a m b i é n a la c o l u m n a dorsal , p a r t i c u l a r m e n t e de C7 a D 4 . Llevada p o r el centro frénico, contr ibuye al retroceso del esternón p u d i e n d o llegar a la instalación de u n h u n d i m i e n t o esternal, deformación conocida con el n o m b r e de «tórax en embudo». E n e l e x c e s o , l a respiración s e v u e l v e paradójica (a y b ) en la m e d i d a en que el diafragma traccione el esternón hacia atrás en cada tiempo inspiratorio, va disminuyendo progresivamente el diámetro antero-posterior del tórax. E n r e a c c i ó n , el serrato anterior de PL , f i s i o l ó g i c a m e n t e rec lutado en l a respiración de esfuerzo, despliega lateralmente las últimas costillas para ganar v o l u m e n aumentando el diámetro transversal del tórax. La deformación l l a m a d a «alerones de Sigaud» es frecuente y se m a r c a n más a m e d i d a que la depresión s u b m a m a r i a , resultante del retroceso de la q u i n t a costi l la se hace más i m p o r t a n t e (cf. fo to) . La tensión es muy fuerte a nivel del plexo solar y también en la región s u b u m b i l i c a l a n i v e l de los rectos mayores. E l reparto de la presión en la cavidad a b d o m i n a l está modif icada: l a región supraumbilical está en depresión m i e n t r a s que en la región s u b u m b i l i c a l aparece el l l a m a d o «bollo subumbilical» (a). E l esófago está p a r t i c u l a r m e n t e i m p l i c a d o e n l a c i f o s i s d o r s a l . U n e la f a r i n g e , p o r a r r i b a , c o n e s t ó m a g o s i t u a d o p o r debajo del centro frénico. Está, p o r o tra parte , fuertemente u n i d o F i g . 4 2 Perfil derecho Serrato anterior de PL Contomo torácico en corte horizontal b. Tórax de pequeño diámetro antero- posterior y gran diámetro transversal Depresión a nivel del plexo solar ^ -Bollo" subumbilical Fibras de Charp> a. La postura en A M modifica ftiertemente la fisiología diafragmática I n f l u e n c i a d e l a A M s o b r e l a fisiología d i a f r a g m á t i c a Pilares de diafrag: - T Perfil derecho Fibras musculares anteriores del diafragma c.El esófago está muy implicado en la cifosis dorsal alta Cadenas antero-mediaBas 9 5 a la columna desde Cy a D4 por las fibras de Charpy. Es el único e lemento muscular contenido d e n t r o de la fascia visceral que une la c o l u m n a al centro frénico. Recordemos que presenta dos t ipos de fibras musculares : anulares y longi tudinales . La t racc ión hac ia abajo, e jercida p o r las fibras musculares d e l d i a f r a g m a sobre el centro frénico, p r o d u c e u n e m p u j e sobre el estómago que pone en tensión las fibras musculares longitudinales del esófago. Esta situación lleva la columna dorsal alta a una posición de flexión anterior. La faringe es, a la vez, traccionada hacia abajo y los músculos constrictores de la faringe reaccionan. Esta tensión del t u b o digestivo es en parte responsable de los «nudos de angustia» a nivel del plexo solar y de la faringe, los pacientes de esta tipología suelen quejarse de molestias a este nivel. o r e l a s glc»bal í n a s a n l e r o - E n e l s e g m e n t o p r o c l i v e d e l a c o l u m n a d o r s a l , l a s t e n s i o n e s A M , s o b r e t o d o l a s d e l esófago, r e f u e r z a n l o s e f e c t o s d e l a g r a v e d a d : l a vértebra s u p e r i o r e s l l e v a d a a l a flexión a n t e r i o r c o n r e s p e c t o a l a vértebra i n f e r i o r (fig 4 3 a ) . La presión sobre el disco intervertebral es fuertey predispone la instalación de la hernia discal, muchas veces intraesponjosa. Las articulares posteriores están decoaptadas y desimbricadas, los l igamentos interespinosos e intertransversos están distendidos. Sus l igamentos activos: los músculos interespinosos, intertransversos y multífidos están en espasmo de defensa, esta situación produce dolor a la palpación de la región poster ior de la c o l u m n a . Los músculos paravertebrales de P M son con frecuencia reactivos (en p a r t i c u l a r los músculos espinosos). L a A M a u m e n t a e l r i e s g o d e h u n d i m i e n t o p o s t e r i o r d e l s e g m e n t o d e c l i v e d e l a r c o i n f e r i o r d e l a c o l u m n a (fig 4 3 b ) . Esto se produce con frecuencia entre la duodécima vértebra dorsal y la p r i m e r a l u m b a r , presentando fenómenos artrósicos que pueden hacer pensar en secuelas de f ractura p o r aplastamiento. N o e s r a r o c o n s t a t a r u n a inversión d e c u r v a l u m b a r e n a l g u n o s s u j e t o s d e e s t a tipología. La c o m b i n a c i ó n con las cadenas antero- latera les y sobre t o d o postero-laterales refuerza esta tendencia, a u m e n t a n d o la presión sobre los discos i n t e r v e r t e b r a l e s . E n c o n t r a m o s aquí el terreno predispuesto a las hernias de disco. g u r a i l u s t r a u n a t ipología l l a m a d a «en le p e r f i l , v e m o s t a m l j i é n u n e j e m p l o d e >n d e l o s o m ó p l a t o s e s p e c í f i c o s d e e s t a O b s e r v a r e m o s e n l a a c t i t u d g l o b a l d e p e r f i l , (fig 4 4 a ) : - E l l igero flexo de rodi l las , - La posteriorización del t r o n c o con respecto a la l ínea de referencia G.D.S. - La cifosis p r o n u n c i a d a y el débil p e r f i l glúteo, - La depresión a n i v e l del plexo solar y el «bollo subumbil ical» L o s h o m b r o s están e n u n a posición h a c i a a b a j o y a d e l a n t e ( F i g 4 4 b ) . Bajo la acción de los fascículos esternales y abdominales de los pectorales mayores, los omóplatos están c o m o pegados, separados y basculados en u n a posición de «campaneo» i n t e r n o ; las cavidades glenoideas m i r a n hacia abajo. F i g . 4 4 Cadenas antero-medianas 99 E n t r e los numerosos mecanismos impl icados en la equilibración de l cuerpo, las in formaciones visuales y laberínticas ocupan u n lugar i m p o r t a n t e . La posición y m a n t e n i m i e n t o de la cabeza y m á s especialmente de los ojos en u n a m i s m a h o r i z o n t a l , como también l a b u e n a or ientac ión de la m i r a d a , son indispensables p a r a el correcto f u n c i o n a m i e n t o de estos mecanismos. N o nos sorprende el hecho de constatar que el c r á n e o sea c o n m u c h a frecuencia objeto de recuperación de e q u i l i b r i o . Esta reequil ibración puede hacer i n t e r v e n i r a músculos de cadenas diferentes a las que h a n i n d u c i d o dicho desequi l ibr io . Por esta razón, comprendemos que las t ipologías puras son raras, el juego de acción-reacción buscando la reequilibración favorecen las combinaciones entre cadenas. Sin embargo,esta recuperación del e q u i l i b r i o a n i v e l de la masa cefálica, n o s iempre es posible, cuando u n a cadena puede t o m a r poder y p e r t u r b a r los mecanismos mencionados. El cuerpo tratará entonces, de restablecer la posición de los ojos utilizando los músculos oculomotores modificando la posición del globo ocular. ; p r o l o n g a i i n i v e l ;>r l o s f a s e í e n l o s v ' l e i c i o m a s t t í i í l e o . e o s , l o s m i k s c u l o s ie la l e i i g n a . • ^ w i í . n i a s l o í t í ü o se extiende desde la apófisis mastoides al m a n u b r i o esternal, frecuenetemente está u n i d o al ángulo poster ior de la mandíbula p o r la bandeleta m a x i l a r Está como su homólogo cleidomastoideo A L , m u y i m p l i c a d o en la oculocefalogiria y p o r esta causa es, frecuentemente sol ic i tado para recuperar el e q u i l i b r i o a n i v e l de la masa cefálica. E l escji.. - se extiende desde los tubérculos anteriores de las 5 últ imas vértebras cervicales al borde superior de la p r i m e r a costil la. F o r m a parte también de la cadena antero-poster ior con los F i g . 4 5 L a c a d e n a a n t e r o - m e d i a n a a n i v e l d e l cueDo y l a cabeza Aponeurosis _ cervical profunda E s p a c i o — . — Corte sagital del cuello Cadenas antero-medianas l O i d e m á s escalenos que j u e g a n u n r o l i m p o r t a n t e en la adaptabi l idad de la lordosis cervical y p e r m i t e n también enderezar la c o l u m n a cervical en u n contexto de exceso de A M . L o s i i i í i s c i i l o s s i i p r a l i i o i c l e o s suspenden el hueso hioides al hueso temporal y ala mandíbula. Los m i i s c i i l o s i n f r a l i i o i c l e o s acercan elhueso hioides alesteirión por delante y ala escápula por detrás. L o s n i á s c i i l o s d e l a f a r i n g e se ext ienden desde el esófago a la base del cráneo y actúan en la deglución. Este p l a n o anter ior que const i tuyen los músculos de la A M , está separado de los m ú s c u l o s prever tebra les de PA c o n t e n i d o s en la aponeurosis cervical , p o r u n espacio l a m a d o e s p a c i o r e t r o - f a r í n g e o , o c u p a d o p o r u n a fascia l a x a . Este espacio f a c i l i t a el des l i zamiento de u n p l a n o con respecto al o t r o y p e r m i t e l a independencia de la far i inge con respecto a la c o l u m n a cervical, gracias a lo cual podemos deglut ir s in tener que flexionar la c o l u m n a cervical. L a l e n g u a se inserta en el hueso hioides, la apófisis estiloides del temporal, la mandíbula, la faringe y el velo del paladar. Su posición depende mucho de la postura global. L o s m ú s c u l o s h i o i d e o s p r o l o n g a n l a c a d e n a a i i t e r o - n i e d i a n a a n i v e l d e l c u e l l o . E s c o n s ' e i i i e n t e d i f e r e n c i a r l o s m á s e n l o s s i i p r a l i i o i d € * ( ) s d e ic.»s i n á s c i i l o s i i i f r a l i i í í i d e o s . E l hueso hioides refuerza la faringe en su parte anter ior . La faringe está const i tu ida práct icamente de partes blandas. Da inserción a u n a g r a n c a n t i d a d de músculos que i n t e r v i e n e n en la deglución y la palabra. Su posición es d e t e r m i n a n t e para la posición de las cuerdas vocales y la lengua. Está suspendido al hueso t e m p o r a l y a la mandíbula p o r los músculos suprahioideos, pero t i e n e n también inserción en el esternón p o r delante y en la escápula p o r detrás, a través de los músculos infrahioideos . M ú s c u l o s M o i d e o s son 4 : . . . . , como su n o m b r e indica , presenta dos cuerpos musculares, l lamados vientres , u n i d o s p o r u n tendón intermediario. E l v i e n t r e p o s t e r i o r se u n e p o r detrás a la parte interna del proceso mastoideo a nivel de la ranura digástrica. E l v i e n t r e a n t e r i o r se une p o r delante y a r r i b a al borde inferior de la mandíbula, un poco por fuera de la sínfisis en una fosita que lleva su nombre. E l t e n d ó n i n t e r m e d i a r i o está desviado p o r las fibras de l tendón del músculo est i lohioideo y envía fibras aponeuróticas a la cara anterior del cuerpo del hueso hioides, estas fibras se entrecruzan con las de su homólogo contralateral . Está relat ivamente b i e n sujeto al hueso hioides. • se inserta en la cara anter ior deZ hueso hioides, p o r u n tendón que se desdobla para dejar pasar el tendón intermediario del músculo digástrico, en el l l a m a d o «ojal de l digástrico» (fig. 46a y b ) . Alcanza p o r a r r i b a y p o r detrás la cima de la apófisis estiloides del hueso temporal. , o se e x t i e n d e desde la cara anterior del cuerpo del hueso hioides, hasta la apófisis geni inferiorsituada en la cara posterior de la sínfisis mentoniana ( f ig. 4 6 b lado derecho de la imagen) . está s i t u a d o p o r debajo d e l precedente al que recubre (f ig. 4 6 b lado derecho de la imagen) . Se despliega en abanico desde la cara anterior del hueso hioides y el rafe mediano l l a m a d o también línea blanca suprahioideana hasta la línea oblicua interna que recorre la cara interna de las partes laterales de la mandíbula, const i tuyen «el suelo» de la cavidad bucal . Está recubierto p o r el v ientre anter ior del músculo digástrico (f ig . 4 6 b lado izquierdo de la imagen) . L o s - . - son 4 : - E l m á s e n l o e s t e í ^ i i o t i r o k l e o une la cara posterior de la extremidad superior del esternón a l a cara anter ior del cartílago tiroides d o n d e se inser ta ob l icuamente . Recubre la tráquea y el cuerpo t i r o i d e o . . . ' . . ( i c i ) p r o l o n g a al precedente hacia a r r i b a desde el cartílago tiroides hasta la raíz del cuerno mayor del hueso hioides. - E l m ú s c i i i o e s t e r n o c l e i d o h i c i i d e i » , r e c u b r e los dos precedentes. Se i n s e r t a e n la cara posterior de la extremidad superior del esternón, en el primer cartílago costal, en la extremidad interna de la clavícula y en el ligamento estemoclavicularposterior. alcanza p o r a r r i b a y u n poco p o r d e n t r o , el borde inferior del hueso hioides por delante del estemotiroideo ( f ig 46a y b ) . - E l m ú s c u l o o m o h i o i d e u se extiende desde la escápula al hueso hioides. Como el digástrico, presenta dos vientres musculares, u n o poster ior y el o t r o i n f e r i o r y u n tendón i n t e r m e d i a r i o que se refleja en el paquete vásculo-nervioso de la región antero- lateral del cuello y se adhiere a él, según u n ángulo bastante obtuso. A este nive l cruza la vena yugular y la arteria carótida p r i m i t i v a y m á s arr iba reposa sobre el cuerpo t i ro ides . E l v i e n t r e poster ior se inserta en el borde superior de la escápula, por dentro de la escotadura coracoidea, s ituada en la base de la apófisis coracoides. E l v ientre in fer ior t e r m i n a en la porc ión extema del cuerpo del hueso hioides y también en el cuerno mayor del mismo ( f ig . 4 6 a ) . j n f o ( "a Esto genera l a necesidad de u n antagonismo c o m p l e m e n t a r i o entre supra e infrahioideos , pues además estos músculos i n t e r v i e n e n en los mecanismos de la masticación y de la deglución. E n esta región más que en n i n g u n a otra , resulta difícil disociar el aspecto dinámico del estático. H t e n d r í a n , i d e a i m e n t e » % c o n e l fin d e l i m i t a r e l 1- ^ s . ^ ^ K ^ 1 a b a s e d e l c r á n e o y d e l a í u a i H i i i . H H í i : - E l s - i e n t r e a n t e r i o r d e l m á s e n l e » d i g á s t r i c o ( i i ) part ic ipa en la masticación, bajando la mandíbula a p a r t i r de u n p u n t o fijo en el h i o i d e s , pero puede t a m b i é n ascender el hueso h i o i d e s a p a r t i r de u n p u n t o fijo en la mandíbula . Desde el p u n t o de vista estático, retendremos su acción de suspensor del hueso hioides a la mandíbula. ' E l n i n s c o l o g e n i o l i i e n d e o p a r t i c i p a t a m b i é n e n l a masticación se asocia al v ientre a n t e r i o r de l digástrico para bajar la mandíbula. E l m ú s c u l o n i i l o i i i o i d e o ( a ) que constituye la base de la cavidad buca l p e r m i t e ascender la lengua, que se apoya en él y la empuja contra el paladar, acción i m p o r t a n t e en el p r i m e r t i e m p o de la deglución. Desde el p u n t o de v ista de la estática, estos dos músculos colaboran de u n a f o r m a i m p o r t a n t e con el v i e n t r e a n t e r i o r de l digástrico, suspendiendo ellos también el hueso hioides a la mandíbula. - E l v i e n t r e p o s t e r i o r d e l o i d s c u J o d i g á s t r i c o ( 4 ) atrae el hueso h io ides hac ia a r r i b a y atrás , a p a r t i r de u n p u n t o fijo mastoideo, pero t a m b i é n puede bascular la cabeza hacia atrás a p a r t i r de u n p u n t o fijo i n f e r i o r . Nosotros t e n d r e m o s en cuenta su p r i m e r a acción suspensor del hueso hioides al cráneo, considerándola como una huella i m p o r t a n t e que debemos r e p r o g r a m a r en casi todos los casos. - E l n i ú s i ' o l í i e s t i l o h i o i d e o ( 3 ) refuerza la acción del v ientre poster ior del digástrico atrayendo también el hueso hioides hacia arriba y atrás. F i g . 4 7 Cadenas antero-medianas 107 íli ioicieo, estéril otiroiciec» . acercan el cartílago tiroides y el hueso hioides al esternón y a la clavícula. - Los» i i iHsci i los omíjhiísideos (6 i acercan el hueso hioides a la escápula y, por su orientación más lateral, aseguran la estabilidad lateral de la faringe en la deglución. La f i f t i i ra 47I1 i l u s t r a u n exceso de tensión en la AIM. pueden retraerse y llevar la faringe hacia abajo. se asocian y traccionan el hueso hioides hacia abajo, obligando a itis s u p r a l i i o i t l e o s a cambiar de punto fijo. En las tipologías PA-AP, es donde más alto está situado el hueso hioides. Como está mantenido en una posición alta y hacia atrás, el ángulo sub-mentoniano está muy marcado (Foto de la figura 47a). Al contrario, las tensiones en la AM favorecen el descenso de la faringe y del hueso hioides, borrando progresivamente este ángulo hasta formar el «doble mentón» (Foto de la figura 47b). Nosotros pensamos que la tracción exagerada de los músculos de esta región, puede tener repercusiones en la fisiología de la glándula tiroides que está recubierta por estos músculos hioideos. Observemos también la frecuente asimetría de tensiones en los músculos omohioideos.En esta situación la faringe es llevada en translación del lado del omohioideo en retracción, translación que se acentúa durante el ascenso del hueso hioides en el primer tiempo de la deglución. El descenso de la faringe y del hueso hioides inducido por una AM excesiva favorece la flexión anterior de la cabeza y de la columna cervical. La inversión de curva que resulta es máxima en C4-C5 y constituye un terreno predispuesto a la hernia discal por vía posterior. La horizontalidad de la masa cefálica estará comprometida, en este caso será necesaria la acción de los músculos oculomotores, principalmente los músculos recto superior y oblicuo menor que van a permitir recuperar la buena orientación de la mirada (30°por debajo de la horizontal), basculando el globo ocular posteriormente. Aunque no hay suficiente literatura al respecto, estamos persuadidos de que la actividad permanente de estos músculos puede producir a la larga una deformación del globo ocular y la aparición de trastornos visuales. ^ ; instalada por la ^da a nivel cer- : anteriores y i> ocleidomastoic. En este caso, para preservar la buena orientación de la mirada con respecto a la horizontal, la columna cervical y la cabeza se van a enderezar. La tensión pasa entonces por esternales tle los - , que también forman parte de la AM y los ^ Los primeros restablecen la horizontalidad de la masa cefálica, mientras que los segundos restablecen la lordosis cervical. En este caso, la AM está en exceso, no obstante es menos virulenta que en el caso precedente. La presencia de una AP representada aquí por los escalenos anteriores que son mixtos, pues forman parte también de las cadenas antero-posteriores, «suaviza» de alguna manera la AM. I n v e r s i ó n d e c u r v a c e r v i c a l e n u n t e r r e n o A M s i n A P El «cuello de bisonte» No obstante no deja de haber inconvenientes, pues esta combinación favorece la aparición del «cuello d e bisonte» por disociación entre la lordosis cervical y la cifosis dorsal. La observación más minuciosa de la charnela cervico-dorsal revela que la ruptura no se sitúa a este nivel sino conmás frecuencia e n t r e C 6 , q u e a c o m p a ñ a l a c o l u m n a c e r v i c a l h a c i a a d e l a n t e y C y q u e s i g u e s o l i d a r i a a l a c o l u m n a d o r s a l , esto reafirma nuestro punto de vista con respecto a las inserciones del esófago y de la fascia visceral en la columna desde C7 a D4. Observemos también que C6 es mucho más móvil que C7 especialmente hacia adelante. El test utilizado para diferenciar C6 de C7 y de T i nos muestra que : Sujeto sentado correctamente, ligeramente erguido. El examinador coge la espinosa de C6 entre pulgar e índice, de una mano, la otra mano apoya en la frente del paciente para hacer flexión anterior de columna cervical. Repetirá la operación cogiendo sucesivamente las espinosas de C7 y de T i . En general, C6 se desliza hacia adelante. Ocurre igual para C7 mientras que T i no se mueve. En un segundo tiempo procederá de la misma forma pero en flexión posterior de la columna cervical. C7 se desplaza hacia atrás mientras que C6 se desplaza siempre hacia adelante. La primera vértebra torácica no se mueve o si lo hace el movimiento es mínimo y depende del grado de flexión. La 6^ vértebra cervical está especialmente solicitada en flexión anterior, esto explica en realidad porqué la charnela cervico-dorsal está situada frecuentemente en C6/C7. Esta verdadera «antelistesis» de C6 sobre C7 está agravada en las actitudes resultantes de una competición entre las cadenas postero-medianas y antero-medianas. La tensión de los músculos semiespinosos de la cabeza está representado en la figura 49a. Su cara posterior está separada de los músculos prevertebrales, que están dentro de la aponeurosis prevertebral, por el espacio retrofaríngeo. Este espacio está ocupado por una fascia laxa que permite a la faringe una gran libertad durante la deglución. Si estuviera adherida a la columna cervical, estaríamos obligados a flexionar la columna cervical en cada deglución. Esto puede ocurrir en algunas personas que presentan tensiones muy fuertes en las cadenas antero-medianas. Distinguimos tres partes : una parte superior o nasal llamada rinofaringe, una parte media bucal llamada y una parte inferior o laríngea : Un tabique músculo-membranoso, el velo del paladar, separa la parte nasal (rinofaringe) de la parte bucal de la faringe Hacia abajo, a nivel de la laringe, es donde se cruzan la vía que lleva los alimentos desde la boca al esóftigci y la vía que conduce el aire desde la nariz hacia la laringe y la tráquea. En efecto, el aire, después de haber sido inhalado, idealmente por la nariz, va posteriormente hacia la rinofaringe; pero luego debe pasar hacia adelante para llegar a la laringe y a la tráquea. Al contrario, los alimentos, después de haber sido masticados dentro de la cavidad bucal, son llevados hacia la orofaringe, situada por delante de la rinofaringe; luego van hacia atrás para Uegar al esófago. Esta situación, a veces produce la llamada «falsa ruta», cuando en el momento de la deglución, los alimentos van hacia la tráquea. F i g . 5 0 D e t a l l e d e l a s c a v i d a d e s f a r í n g e a s ,,.< l..j:= La faringe está constituida por dos tipos cié íiiósciilos que vamos a diferenciar: I,os uní seo los constrictores vlos músculos ele\. La faringe está literalmerite contenida en los liiúscolos constrictores, que se enrollan armoniosameiito alrededor de ella. En una vista posterior se parece bastante a un panal (fig (51b). El inítsciilo constrictor superir>r se inserta, por arriba : - En la parte inferior del borde posterior y el gancho del ala interna de la apófisis pterigoides. - En e\ pterigo-maxilar que \o separa del músculo bucinador. Sus fibras se dirigen hacia atrás y abajo: - Las más superiores casi horizontales están unidas a la fascia faringo-basilar que suspende la faringe al occipital, uniéndose en la línea mediana al tubérculo faríngeo situado en el proceso basilar del occipital. - Las mas inferiores se despliegan en abanico y se entrecruzan con sus homologas opuestas para formar el rafe mediano posterior de la faringe. El másenlo constrictor medio nace por dos fascículos, uno del cuerno mayor y otro del cuerno menor del cartílago tiroides. Se abre en abanico hacia atrás presentando fibras ascendentes, horizontales y descendentes que terminan en el rafe mediano posterior de la faringe. Recubre en parte al constrictor superior. El mésenlo coDstrictor inferior presenta 3 fascículos : ~ Un fascículo tiroideo que se inserta en la cara externa del cartílago tiroides. " IJii fíiscíciilo cricotiroideo que se fija en la arcada fibrosa que une el borde inferior del cartílago tiroides al borde inferior del cartílago cricoides. . en el borde inferior del cartílago cricoides. Las fibras se despliegan hacia atrás y hacia adentro para unirse al rafe mediano y recubre en parte al constrictor medio. T o d o s e s t o s m ú s c u l o s e s t á n r e c u b i e r t o s p o r u n a a p o n e u r o s i s l l a m a d a perifaríngea, q u e s e u n e p o r a r r i b a a l a intrafaríngea y s e ñjan e n l a b a s e d e l cráneo. Estrecha los diámetros de la faringe y la acorta, ejerciendo una tracción longitudinal sobre el esófago que es continuación de la faringe. ni usen los €'stilofariiigeo, nace del borde interno de la apófisis estiloides del hueso temporal. Se dirige hacia abajo y adentro y abandona fibras en las amígdalas lo que podría explicar algunas irritaciones crónicas de amígdalas, que se pueden aliviar manualmente. Pasa luego, entre los músculos constrictores superior y medio para terminar en diferentes fascículos: se inserta en la aponeurosis intrafaríngea de la parte bucal de la faringe. ^-sefija en el borde lateral y en la cara anterior de la epiglotis. se une al cuerno superior del cartílago tiroides. E l e v a l a f a r i n g e y l a l a r i n g e , suspendiédolas a l a apófisis e s t i l o i d e s d e l h u e s o t e m p o r a l . forma parte del velo del paladar y será estudiado en su momento (fig 54). Es también elevador de la faringe y de la laringe. Por su fascículo pterigoideo s u s p e n d e a m b a s a l e s f e n o i d e s . Evidentemente influye en el velo del paladar, del cual forma parte y puede contribuir en su descenso. Fig. 51 Fascia faringo- basilar a. Faringe vista de perfil según Rouviére Apófisis pterigoides del esfenoideso Ligament pterigo- , maxilar ZH Bucinador z b. Faringe vista posterior según Rouviére Músculos de la faringe Tráquea c.Corte sagital Foto de disección. Ph.C Cadenas antero-medianas 117 i far í l igeo , es un músculo inconstante que se inserta en la cara inferior de la apófisis petrosa, para terminar en la mucosa faríngea por dentro del músculo constrictor medio. Eleva y dilata la faringe. L a f a r i n g e está m u y p r ó x i m a a l a b a s e d e l c r á n e o , e s t a situación p u e d e c r e a r a v e c e s p r o b l e m a s q u e t r a t a r e m o s m á s a d e l a n t e . La laringe asegura la unión entre faringe y tráquea a través del conducto aerífero. Constituye también el órgano esencial de la fonación del que hablaremos. La epiglotis y las cuerdas vocales obturan la luz a la manera de esfínteres; podemos establecer una comparación entre un «diafragma pélvico» y un «diafragma faringo-laríngeo». Para evitar los fenómenos de «falsas rutas»antes mencionado,la naturaleza ha instalado una válvula: l a e p i g l o t i s que normalmente obtura temporalmente la laringe durante el pasaje de los alimentos (fig 52c). Se sitúa por detrás del cartílago tiroides y del hueso hioides como lo muestran los esquemas a y b de la figura 52. La figura c ilustra los dos casos : epiglotis abierta en azul y cerrada en rojo. . . - a los que algunos autores le dieron el nombre de «músculos depresores de la epiglotis» parecen los mejores ubicados para bajar esa válvula (figura 52c). Se asocian contodos los músculos de esta región para cerrar el orificio superior de la laringe (figura 52b). La tensión permanente de estos músculos produce la sensación de «tener un nudo en la garganta» descriptas por los pacientes que presentan un exceso de tensión en las cadenas anteromedianas. Atrás Anillos de la tráquea a. Laringe vista de perfil derecho según Testut Músculos de la faringe c. Laringe vista de 3/4 posterior \ según Testut Cadenas antero-medianas 119 creemos útil movilizar esta región si queremos atenuar las tensiones. se inserta en la cara posterior del cartílago tiroides y da tres fascículos que lo unen al cartílago cricoides. Estos músculos, que son globalmente constrictores de la laringe, tienen también su acción sobre las cuerdas vocales, como lo verernos en la siguiente figura. Citartemos a Testut que dice : « Como órgano esencial de la fonación, la laringe está en un lugar privilegiado y es el más importante entre los órganos de la vida de relación». Las cuerdas vocales se extienden desde el ángulo entrante de la cara posterior del cartílago tiroides a la apófisis vocal del cartílago aritenoides. El fascículo más interno del músculo tiroaritenoideo, acompaña la cuerda vocal en su trayecto hasta la apófisis vocal del cartílago aritenoides, por lo que es también llamado fascículo propio de la cuerda vocal. Béclard da la precisión siguiente: «los músculos tiro- aritenoideos son, por su fascículo interno, tensores de las cuerdas vocales, pero tensan de una forma muy particular : ejercen por su acción tensiva una especie de dilatación de la porción vocal del músculo, eso es lo que diferencia esencialmente, la cuerda o lengüeta humana de todo tipo de lengüetas posibles en los instrumentos musicales, aún las membranosas elásticas que se tensan adelgazándose». Lo que significa que ningún instrumento de viento es capaz de producir la variedad de sonidos emitidos por el aparato fonatorio humano. Fig. 53 La laringe órgano de la fonación Cadenas antero-medianas 121 - jr icoaritei ioideos (fig 52a y 53) accionan los cartílagos aritenoides : Los cr icoaritenoideos laterales, basculando los cartílagos aritenoides, aproximan las cuerdas vocales. Los cricoariteiioidetís posteriores las separan y son globalmente dilatadores de la glotis. Estos músculos son los que favorecen una voz potente en los cantantes de ópera. El hecho de poder variar el grado de apertura de las cuerdas vocales permite modular sonidos diferentes. ' Imise extiende desde el cartílago cricoides al cartílago tiroides en la cara anterior de la laringe. Por su contracción, hace bascular el cartílago tíroides sobre el cartílago cricoides. También tensa las cuerdas vocales. Se considera como favorecedor de la voz fuerte del cantante de ópera... La medicina tradicional china pone particularmente el acento sobre la importancia del canto en la estimulación de sitio energético del bazo que está en correspondencia con las cadenas antero-medianas. Vemos así hasta qué punto la liberación de la voz es importante en nuestro tratamiento global y particularmente cuando se trata de «nutrir» la AM. F i g u r a 5 4 El \-elo del paladar está situado entre la vía uti l izada por el aire que viene de la cavidad nasal hacia la r inofaringe y la vía de pasaje de los alimentos desde la ca\idad bucal liacia la orofaringe. Está constituido por una lámina fibrosa y de músculos recubiertos por una mucosa, por detrás se continúa en la bóveda palatina. Se une a la faringe a través de músculos : El tensor del velo del paladar <:> periestafil i i io externo, nace en la base del cráneo en el esfenoides, por fuera de la trompa de Eustaquio y en el ala mayor del esfenoides. Sus fibras se dirigen hacia el gancho de la apófisis pterigoides donde se refleja en ángulo recto para terminar desplegándose en la Fig. 54 Músculos del velo del paladar vista posterior Según Rouviére Cadenas antero-medianas 123 aponeurosis palatina. Pone en tensión la aponeurosis palatina. del paladar (periestafildio nace en la cara inferior de la porción petrosa del temporal por delante de la fosa esfenoidea del hueso esfenoides y llega a la raiz del proceso pterigoides y por dentro del canal tubárico del cartílago tubárico y de la trompa auditiva (trompa de Eustaquio). Estas fibras también se despliegan en abanico en el velo del paladar, por encima de la aponeurosis palatina. Eleva el velo del paladar. Estos dos músculos dilatan la trompa de Eustaquio que comunica la caja del timpano a la rinofaringe. Esto va a permitir, que en cada deglución, el aire penetre en la caja timpánica para equilibrar la presión en ambos lados del tímpano. goestafilino) se inserta en su parte superior por tres fascículos distintos : ~ El i'asciculo pr inc ipa l o palatino, nace en la cara superior de la aponeurosis palatina. Sus fibras se entrecruzan con las de su homólogo contralateral contribuyendo así a la formación del rafe mediano. ' El lascículo pterigoideo, se inserta en el borde inferior del proceso pterigoideo medial del hueso esfenoides. . se inserta en la extremidad interna del borde inferior del cartílago tubárico. Los tres fascículos se reúnen y se insertan en el pilar posterior del velo del paladar por dentro de los músculos constrictores de la faringe. Deja fibras sobre los bordes superior y posterior del cartílago tiroides y también sobre la mucosa faríngea, otras fibras se entrecruzan con las del lado opuesto en la pared posterior de la faringe. Desciende el velo del paladar y eleva al mismo tiempo la faringe y la laringe; por esta causa lo hemos citado entre los elevadores de la faringe en la figura 51. á\, situados a un lado y otro de la línea mediana desde la aponeurosis palatina hasta el tejido submucoso de la úvula. Retraen la úvula. El palatogloso (glosestafilino). une la cara inferior de la aponeurosis palatina a la lengua (fig 54). Desciende el velo del paladar y eleva la lengua. Figura i55 y 56 l a leiigiii X a'Uero- o- ; o tar. " . • rma» j.^ . ^ -pie CÍÍ'HI. Interviene en la masticación, en la deglución y en la fonación. Contiene también los órganos del gusto. Presenta una estructura esquelética osteo-fibrosa (fig 55a) constituida por : - Por detrás, el hueso hioides - La membrana hioglosa que se adhiere a la parte anterior del borde superior del hueso hioides para remontar en el espesor de la lengua - El septum lingual que nace de la membrana hioglosa y se prolonga entre los músculos de la lengua hasta la punta de la lengua. La lengua está dotada de una gran movilidad gracias a la gran cantidad de músculos que posee : Los geiiioglosos (fig 55b) situados a un lado y otro del septum lingual y por encima de los geniohioideos. Se insertan por delante en las espinas mentonianas de la cara interna de la mandíbula. Se despliegan en seguida en abanico por fuera del septum lingual hacia toda la superíicie dorsal de la lengua y el hueso hioides por F i g . 5 5 Fig. 56 Cadenas antero-medianas 127 detrás. Sus fibras inferiores empujan la lengua y el hueso hioides hacia arriba y hacia adelante. Susfibras medias atraen la lengua hacia adelante, mientras que sus fibras anteriores llevan la punta de la lengua hacia abajo y atrás. ^ » (fig 55b) es impar. Nace de las astas menores del hueso hioides y de la epiglotis y tapiza toda la cara dorsal de la lengua por debajo de la mucosa donde se pierden sus fibras. Desciende y acorta la lengua. \- • (fig 55b), es par, se sitúa por fuera del geniogloso.Sus fibras se extienden desde el hueso hioides a la mucosa de la punta de la lengua. Desciende y retrae la lengua. - (fig 56a) es par. También está situado por fuera del geniogloso y del lingual inferior. Se inserta por debajo en el cuerpo del hueso hioides en la proximidad del asta menor y en la totalidad del asta mayor. Sus fibras se dirigen hacia arriba antes de desplegarseen abanico en el espesor de la lengua para unirse al septum. Desciende y retrae la lengua. l >.;^ estiloglosos (fig 56a) son, con los siguientes, los más laterales. Cada músculo se inserta por arriba y por detrás en la apófisis estiloides del hueso temporal y el ligamento estilomaxilar. Está a veces unido al ángulo de la mandíbula. Sus fibras superiores se despliegan en abanico hacia la cara dorsal de la lengua hasta la proximidad de su punta. Sus fibras inferiores alcanzan el septum lingual cruzando las del hiogloso y del lingual inferior. (fig 56b) se extienden lateralmente desde el velo del paladar a la lengua donde sus fibras se confunden con algunas fibras del estilogloso. Ascienden la lengua y la atraen hacia atrás. - > (fig 56b) son fascículos de los músculos constrictores superiores de la faringe que se prolongan hacia el borde lateral de la lengua. Sus fibras se confunden con las del estilogloso, lingual inferior y geniogloso. Atraen la lengua hacia arriba y hacia atrás. Observemos, para terminar, que la lengua, donde constatamos una enorme riqueza muscular, posee un tono de reposo que debería garantizar una posición de reposo ideal, posición descripta por numerosos autores. M. Foumier, especialista en la reeducación de la lengua nos dice: Debería extenderse armoniosamente entre los dientes del maxilar inferior, sin desbordar y presentar una gran curva posterior convexa hacia arriba y atrás pero, dejando suficiente espacio para permitir el pasaje de aire. En fin, debería recurvarse ligeramente hacia arriba en su extremidad, permitiendo que la punta se ubique mas o menos a la altura de la raiz de los incisivos superiores. Los sujetos que presentan lo que llamamos una «buena» AM, es decir correctamente nutrida a nivel energético y comportamental, tendrán en principio una lengua tónica, en buena posición y perfectamente móvil. Una lengua muy extendida, incluso que aparece fuera de la cavidad bucal, revela al contrario una carencia de AM. En otros casos sobre los cuales volveremos más adelante, (acción -reacción entre PM y AM), la lengua está retraída y parece muy corta y poco móvil. Una lengua puede empujar excesivamente sobre los dientes de abajo o peor aún sobre los de arriba, produciendo en el niño el avance de los mismos. La lengua retraída, es a menudo el resultado de un mecanismo de acción-reacción entre PMyAM. Es atraída hacia abajo y hacia atrás por una AM que resiste a la propulsión de la cabeza hacia arriba y adelante por PM. Parece demasiado corta y es poco móvil. •uiucir I " ''le mast de la ffr >•̂• Los alimentos deben, en principio ser masticados el suficiente tiempo, para estar bien triturados e impregnados, formando lo que llamamos «bolo alimenticio». En el paralelismo con la medicina tradicional china que establecimos en la página 172, veremos que el sitio energético del bazo y del estómago se corresponden con las cadenas antero-medianas. L o s m é d i c o s o r i e n t a l e s d a n m u c h a i m p o r t a n c i a a l a masticación a l a q u e a t r i b u y e n l a f a c u l t a d d e «nutrir e l b a z o » . En nuestra sociedad, donde predomina la carrera contra reloj, la etapa de la masticación está reducida a su mínima expresión e incluso es literalmente inexistente. La consecuencia es un exceso de trabajo para el estómago. E l b o l o a l i m e n t i c i o v a a s e r e n c a m i n a d o e n v a r i o s t i e m p o s h a c i a e l esófago : - T i e m p o b u c a l : los alimentos son empujados por la lengua desde la cavidad bucal hacia la orofaringe. Los músculos genioglosos ayudados por los genioliioicleos hacen remontar la lengua contra el paladar duro (1) mientras que los üiigiiales superiores y los estiloglosos empiezan su retroceso (2). El músculo elvador del velo del paladar, eleva el velo del paladar (3). El bolo alimenticio entra en la orofaringe (4). - T i e m p o faringo-laríngeo : los alimentos pasan a través de la faringe cruzando la vía aérea para alcanzar el esófago por detrás. El bolo alimenticio franquea el istmo faringo-nasal, antes de ser propulsado hacia abajo por la lengua, que continúa retrocediendo bajo la acción del longi tudinal superior, estiloglosos V gtíiiioglosos. L a vía aérea s e c i e r r a m i e n t r a s q u e s e a b r e la vía digestiva : el velo del paladar obstruye entonces la naso- faringe aplicándose sobre la pared posterior de la faringe 2 Los músculos palatoforí ligeos estrechan los pilares laterales del velo del paladar contra la úvula, tensada por los músculos uvulares. Cadenas antero-medianas 131 E l cartí lago epiglótico s e p l i e g a , sobre todo por el ascenso del hueso hioides (es el momento en que asciende la «nuez de Adán» (3) Son los músculos los que realizan esta acción tomando punto fijo, por detrás, en la apófisis mastoides y en la apófisis estiloides del temporal y por delante, en la mandíbula (4). Es pues necesario fijar la mandíbula cerrando la boca. (fig 51) confirman este cierre de la epiglotis evitando así los fenómenos de «falsa ruta». Es evidente que el simple hecho de hablar comiendo puede perturbar este mecanismo de precisión y favorecer el fenómeno mencionado. - T i e m p o faringo-esofágico : los alimentos penetran en el esófago, que está normalmente cerrado para que el aire no penetre. Las fibras inferiores de los músculos juegan el rol de esfínter a ese nivel, relajándose durante el pasaje del bolo alimenticio (1) El estiramiento hacia arriba sufrido por las fibras musculares del esófago, produce su contracción refleja que se propagará hasta el estómago. El hueso hioides y el cartílago tiroides vuelven a descender (2) y la epiglotis se abre de nuevo. El velo del paladar vuelve a bajar (3), mientras que la lengua retoma su sitio (4), algunas fibras del la llevan de nuevo hacia adelante. Podemos ver la complejidad de esta región, tanto desde el punto de vista anatómico como fisiológico. La mayoría de las acciones que acabamos de describir resultan de un automatismo reflejo (nervio neumogástrico y simpático). Vamos a volver al tema central de este libro: las cadenas antero- medianas y su acción en el equilibrio corporal, tanto desde el punto de vista fisiológico, como en el exceso de tensión. Es imposible limitarse sólo a la estática en una zona tan móvil como la que hemos tratado, constantemente solicitada por el movimiento producido por todas las funciones que se realizan, sin olvidar la respiración. No obstante, la estática puede contrariar enormemente la fisiología. El mínimo «espasmo» del esófago, tan frecuentes en los problemas ligados a la AM, ejerce una tracción en la faringe, cuyos músculos van a reaccionar perturbando la respiración y la deglución. Los «nudos tensionales» en esta región son, con frecuencia, signo de un sufrimiento en la AM, generador de sensaciones de angustia. Una parte importante de las irritaciones faríngeas o laríngeas se originan por esta causa. Habiendo suMdo reflujo esofágico he podido verificar por mi mismo esa relación entre un espasmo de esófago y «falsas anginas», llegando a la afonía. Un trabajo global sobre AM me permitió mejorar considerablemente la situación. El equilibrio entre las cadenas in* < i i y las cadenas postero-anteriores a nivel de la cabeza y del cuello es precario y entorpece la fisiología de la articulación temporomandibular. Para materializar este equilibrio entre AM y PA vamos a tomar la imagen de un globo aerostático: es fácil imaginar el cráneo como un balón listo para elevarse en el aire y la faringe como la cesta que se suspende al globo. Esta imagen significa mucho para nosotros que consideramos el cráneo como la residencia de PA. Esa PA que no cesa de tender hacia lo alto, de elevarse espiritualmente. La AM es, al contrario, sinónimo de anclaje, de enralzamiento, de apoyo en el suelo. La región cervical y cefálica no es ni la residencia ni el dominio de AM,por lo cual en esta región la AM debería suavizar su influencia, para no perturbar la erección cervical realizada por los músculos prevertebrales de PA cuya residencia está en el cráneo y cuyo dominio es el cuello. La succión, particularmente durante la lactancia del bebé, consigue poner en su sitio, este equilibrio. En la succión fisiológica, la lengua toma la forma de un canal sobre el seno materno, al que presiona rítmicamente en el paladar. «Este reflejo de succión requiere una buena coordinación de los movimientos de la lengua y de las mandíbulas, ligado a la deglución» («L'allaiter d'aujourd'hui» n° 28LLLfrance 1996). La presión en el paladar permite fijar las estructuras palatinas y más arriba, al esfenoides en una posición enderezada (extensión). Esta acción garantiza un punto fijo superior a la PA durante la deglución que, por la activación de los músculos de la faringe AM, correría el riesgo de flexionarse. Sin embargo, no todos los niños tienen la posibilidad de una «buena succión», sea porque el frenillo de la lengua es demasiado corto, la lengua esté muy retrída o muy enrollada hacia arriba... En un esquema fisiológico, la mandíbula y la faringe están suspendidas al cráneo sin ejercer demasiado peso sobre él, esto hace que l a deglución s e a p o s i b l e s i n flexión d e l a c o l u m n a c e r v i c a l . El equilibrio entre PA y AM es sin embargo precario, AM, toma a menudo poder sobre PA frenando su impulso de elevación. Utilizamos un t e s t simple para apreciar la calidad de este equilibrio: Es suficiente colocar la lengua en el paladar y tratar de deglutir tres veces sin relajar este apoyo. En el caso de una AM excesiva, la tensión en los músculos de la faringe será muy fuerte e impedirá una buena deglución. En este último caso, los infrahioideos traccionan de los suprahioideos, como muestra la figura 48. La «canasta» demasiado pesada dificulta la elevación del «globo». La subluxación del hueso hioides y del cartílago tiroides hacia abajo favorecen la instalación del «doble mentón», las repercusiones en la mandíbula y en la articulación temporo-mandibular como también en la base del cráneo son frecuentes. 14)s suprahioideos cambian de punto fijo y en lugar de suspender armoniosamente la faringe a la mandíbula y a la base del cráneo, van al contrario, a fraccionar exageradamente de ambos (fig 47b y 58c). La mandíbula es llevada hacia abajo y atrás, posición que va a contrariar a los músculos maseteros y pterigoideos. Madame Godelieve Struyf considera el masetero y el pterigoideo externo, muy próximos uno del otro, pertenecientes a la cadena antero-lateral AL y . Podemos apreciar la proximidad de este último con los músculos elevador,tensor del velo del paladar y palatofaríngeos en la figura 54. Fig. 58 b. Punto fijo en el esfenoides, los pterigoideos hacen avanzar la mandíbula. los pterigoideos hacen bascular el esfenoides en flexión. Cadenas antero-medianas 135 Los maseteros y los se oponen sobre todo, a la apertura de la mandíbula; los pterigoideos externos se oponen a su retroceso. E n defensa, los dos p r i m e r o s l legan a veces a l i m i t a r l a a p e r t u r a de l a mandíbula. En caso de fuerte retroceso de la mandíbula, los pterigoideos invierten su punto fijo y bloquean el esfenoides en flexión anterior, perturbando el mecanismo respiratorio primario (fig 58c). C o n s i d e r a m o s que este retroceso de l a mandíbula con u n «mentón huidizo» (retrognasia) como el signo de u n a A M frenada. Generalmente, esto se acompaña de tensiones en las cadenas antero- medianas a nivel corporal. A l contrario, u n mentón b i e n m a r c a d o (prognasia) es signo de autoafírmación de l a A M . Para apreciar este retroceso o avance de la mandíbula en una fotografía de perfil, trazamos dos líneas: - Una primera uniendo el ángulo lateral del ojo a la inserción superior de la oreja (1). Esta línea debe idealmente confundirse con la horizontal. - Luego bajamos una perpendicular a la primera línea (2), desde la base de la nariz o glabela. Esto nos servirá de referenecia para lo que madame Strujrf llama índice de expresión. Si el mentón sobrepasa esta línea, consideramos que es positivo, si está retraído, el índice es negativo. E s t e retroceso de l a mandíbula se prod uce generalmente sobre u n a asimetría pre-existente, (tema desarrollado en los libros de las cadenas relaciónales A L y PL), que puede volverse molesto. Los problemas a nivel de la articulación temporo- mandibular serán en este caso asimétricos (compresión de un lado y subluxación del otro). La osteopatía ha puesto en evidencia la existencia de una ritmicidad del líquido cefalo-raquídeo, presente en el interior de las membranas del sistema nervioso . Fig. 59 Descenso de la bóveda Hoz . del cerebro c.Bloqueo de la ESB en posición de inspiración MRP Tensiones! P M y P o s i c i o n e s c r a n e a l e s e n g e n d r a d a s p o r t e n s i o n e s A M Cadenas antero-medianas 137 Los huesos del cráneo unidos entre sí por suturas más o menos elásticas, se adaptan a estas fluctuaciones de presión, cuya ritmicidad i es simüar a la ritmicidad respiratoria, pero no igual, (alrededor de ; 10 a 14 pulsaciones por minuto). : Esta r i t m i c i d a d se denomina m o v i m i e n t o r e s p i r a t o r i o I p r i m a r i o (MRP). Se distinguen dos fases : - u n a fase de inspiración (a) durante la cual el cráneo sufre un aumento de presión del LCR, el cráneo se abre en su parte superior, como cuando una flor se abre. La hoz del cerebro es una lámina aponeurótica que se despliega sagitalmente entre los dos hemisferios del cerebro. Se une por detrás a la tienda del cerebelo, que es la membrana que recubre el cerebelo. Las tensiones en la hoz del cerebro aumentan durante la fase inspiratoria, lo que produce un descenso de la cima del cráneo a la cual está unida. A l contrario, la base del cráneo y particularmente la sínfisis esfeno-basilar (SSB) se cierra en flexión. - u n a fase de espiración (b) que corresponde a la disminución de la presión del líquido cefaloraquídeo LCR intracraneal. El cráneo se cierra en su parte superior mientras que la SSB vuelve a la extensión. La tensión sobre la hoz del cerebro disminuye y la bóveda craneal se eleva de nuevo. : L a s tensiones A M transmitidas por el esófago y la faringe por un i lado y por los músculos hioideos y pterigoideos por otro, mantienen i una flexión en la sínfisis esfenohasilar (fig 59c) entorpeciendo la \ del movimiento respiratorio primario. \a 60 Los anatomistas también describen u n d i a f r a g m a e s t i l i a n o La epiglotis, las cuerdas vocales y el velo del paladar, se comportan como verdaderos esfínteres, obtruyendo respectivamente los conductos aéreos y digestivo. Sínfisis mentoniana Fig. 60 Vientre ant Hentrepos ieldigástri. Genio- Moldeo a. El diafragma faríngeo Según Tcstut 1. V i s t a i n f e r i o r Cabeza basculada hacia atrás O c c i p i t a l S ínf i s i s p u b i a n a Músculo puborectal ^ E s t i l o g l o s o L i g a m e n t o esti lohioideo E s t i l o - 1 M a n d í b u l a ^ ^ ^ - ^ Müo-hioideo V i e n t r e ant. deldigástrico 2 . V i s t a de p e r f i l r e g i ó n s u p r a h i o i d e a b. El diafragma pélvico 1. V i s t a i n f e r i o r periné f e m e n i n o 2. Vista endopél\ ica de p e r f i l derecho Comparación entre diafragma faríngeo y diafragma pélvico Cadenas antero-medianas 139 constituido por tres músculos y dos ligamentos (fig 6o a i y 2): • y l o s l i g a m e n t o s estilohioideos se adhieren unos a los otros. í - - - ^ - ^ 5 , ^ - ^jjeos, y los l igamentos estilomandibxilares que unen el proceso estiloides a la cara medial del ángulo posterior de la mandíbula. Asocian dos aponeurosis : l a a p o n e u r o s i s estilodigástrica que se extiende desde el proceso estiloides al músculoestilohioideo y al vientre posterior del digástrico. La aponeurosis que une el proceso estiloides y el músculo estilofaríngeo a la faringe. El diafragma, descripto de esta manera, puede prolongarse hacia adelante por los músculos " ..eo y también por el "íieiitre iiíiíerit . La comparación con el diafragma pélvico es ahora más evidente, los músculos geniohioideos pueden ser comparados con los músculos puborectales del periné y los milohioideos a los iliorectales. Elevan respectivamente el orificio superior de la faringe y el esfínter anal, (fig 6ob l y 2). f El diafragma torácico separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Toma la forma de una cúpula, cóncava hacia abajo que está constituida por un conjunto de músculos digástricos, cuyas fibras tendinosas se entrecruzan, formando u n tendón intermediario que constituye el centro frénico. Aunque puede actuar bajo control de la voluntad, depende sobre todo de una actividad refleja automática, (nervios esplácnicos). Sus contracciones ritman nuestra respiración. E s t a a c t i v i d a d rítmica, m a n t i e n e u n a a l t e r n a n c i a de presión-depresión e n las dos cavidades que s e p a r a : - E n l a inspiración: La contracción diafragmática se acompaña de u n descenso del centro frénico que aumenta el diámetro vertical del tórax, creando un vacío que permite que el Fig. 61 Los tres diafragmas Ph.C según G.D.S. Cadenas antero-medianas 141 aire cargado de oxígeno pueda penetrar. Descendiendo, el centro frénico comprime la cavidad abdominal, dentro de la cual la presión aumenta. Seguidamente, el conjunto de la caja torácica asciende aumentando los diámetros antero-posterior y transversal del tórax. - E n l a espiración : Las costillas vuelven a descender mientras el centro frénico es aspirado hacia arriba. La presión disminuye en la cavidad abdominal mintras que aumenta en la cavidad torácica, para que el aire cargado de CO2 sea expulsado. ¿Cuáles s o n l a s r e p e r c u s i o n e s que se p r o d u c e n e n l a fisiología de los otros dos diafragmas; pélvico y faríngeo? - E n l a inspiración : L a presión i n t r a b d o m i n a l gana l a pelvis m e n o r , aunque todo está previsto para evitar que esta presión no sea demasiado ñierte. En efecto, los órganos de la pelvis menor, los que reposan sobre nuestro diafragma pélvico, son extra- peritoneales, es decir que no están contenidos en el peritoneo, cuyas hojas parietal y visceral son similares a la pleura a nivel torácico, envolviendo herméticamente las visceras abdominales (fig 20). El aumento de la presión en la inspiración, debería ser menos fuerte por debajo de las líneas arqueadas (línea inominada), que marcan la frontera entre la pelvis mayor y la pelvis menor. Percibimos, no obstante, un ligero aumento de presión que obliga al periné, principalmente su hoja superior, descripta como diafragma pélvico, a adaptarse . Estirado por este aumento de presión, aumenta ligeramente su tono permitiendo, no obstante, s e r rechazado h a c i a abajo e n l a inspiración, (trabaja en excéntrico) Si a nivel vertebral, todo funciona fisiológicamente, tanto en su posición de partida como en su l ibertad de movimiento, la inspiración se acompaña de una deslordosis lumbar y de una retrobáscula de la pelvis, principalmente del sacro, mientras que el coxis, como perfecta junta de dilatación, se alinea sobre este. Los músculos piriformes que completan el periné en su parte postero- superior, así como los obturadores internos, muy ligados a los músculos iliorectales, (fig 60) están implicados también en esta retrobáscula de pelvis. M i opinión es que todo parece concurrir para aliviar al diafragma pélvico de una gran solicitación en términos de presión, lo cual concuerda con nuestra premisa de que el diafragma pélvico no debe trabajar e n el equil ibrio estático de l a pelvis (fig 20 y 21). E l descenso del centro frénico produce u n a tracción e n l a fascia v i s c e r a l , que divide la caja torácica en dos y que enlaza la columna vertebral de C7 a T4 al centro frénico. Todos los órganos del mediastino están contenidos en las diferentes cavidades de esta fascia, incuso el esófago y la tráquea. L a tracción longitudinal h a c i a abajo que ejrce el centro frénico sobre estos dos conductos ligados a l a faringe v a n a influir sobre el diafragma faríngeo que será l igeramente traccionado h a c i a abajo. No obstante, esta solicitación hacia abajo, debería ser moderada, pues mientras el centro frénico desciende, la columna cervico-dorsal se endereza y la caja torácica asciende, con lo cual este descenso del diafragma faríngeo debe ser mínimo. - E n l a espiración, el ascenso del centro frénico favorece u n a v e r d a d e r a aspiración del a b d o m e n que permite a s u vez u n ascenso del diafragma pélvico. El diafragma faríngeo aliviado de la tracción de la fascia visceral, r e t o m a también s u posición i n i c i a l . Según mis investigaciones, apoyadas en m i práctica terapéutica los tres diafragmas están especialmente ligados los unos a los otros. Comprendemos así, fácilmente, que en caso de fuertes tensiones o retracciones en la A M , la ritmicidad de los tres diafragmas puede estar entorpecida, con todos los desarreglos que hemos tenido ocasión de precisar, en el capítulo consagrado al periné y en las páginas dedicadas a la faringe, laringe, base del cráneo y lengua SU r a 62 Las cadenas a n t e r o - m e d i a n a s pweden i n v a t la cara , d o m i n i o de l a A P y m a r c a r la mími c o n su h u e l l a e n l a r e g i ó n de l m e n t ó n y de I lab ios , parti€idarnient€» €d l a l i i o i n f e r i o r . La cara es el lugar de la mímica, con todo lo que esta requiere de adaptabilidad en la expresión de todas nuestras emociones y nuestros sentimientos; «la cara es el espejo del alma». Para pasar de la expresión de alegría a la de la tristeza, los músculos de la cara necesitan cambiar sus puntos fijos. Los músculos de la cadena AP, cuando esta es de buena calidad, permiten la alternancia, por esa causa, madame Godelieve Denys- Struyf atribuye a la AP, su dominio en la cara, (cf fascículo : «Nociones de base»). Sin embargo, cada cadena, cuando se vuelve excesiva, puede i n v a d i r l a c a r a y dejar s u h u e l l a e n u n a región específica (fig 6 2 a ) : L a s cadenas Postero-Medianas llegan a la región frontal con el músculo epicráneo (1) que sostiene la aponeurosis epicránea. La PM engloba: depresor de l a ceja (2), corrugador ( 3 ) , prócero ( p i r a m i d a l de l a n a r i z ) (4), también l a porción t r a n s v e r s a de los músculos nasales (5) terminan en: e l d e p r e s o r del s e p t u m n a s a l o m i r t i f o r m e (6) a nivel del labio superior (que puede borrar). Podemos añadir el músculo canino (7) gracias al cual podemos «mostrar los dientes». Todos estos músculos están implicados en la mímica del gesto de la atención. L a s cadenas Postero-anteriores están presentes a nivel de los ojos y de la nariz por los músculos : orbicula res de los ojos (1), los músculos dilatadores de las n a r i n a s (2) , zigomático m a y o r y zigomático m e n o r (3 y 4 ) , r i s o r i o (5), elevador del labio s u p e r i o r y del a l a de l a n a r i z ( 6 ) . Todos estos músculos participan en la expresión de la alegría. L a s c a d e n a s a n t e r o - l a t e r a l e s y p o s t e r o - l a t e r a l e s están respectivamente presentes en la proximidad del ángulo de la mandíbula, con los músculos maseteros para A L y en la fosa temporal con los m ú s c u l o s temporales para PL. Las cadenas Antero-Medianas están fuertemente presentes a nivel del cuello, donde recubre los músculos hioideos y los músculos de la faringe. Se expresan en la región del mentón con: . . La división del sector de la cara en tres segmentos y la comparación de la altura respectiva de estos tres segmentos, nos informa sobre la estructurapredominante a nivel del proyecto inicial (fig 62b). La figura 62c illustra un caso donde la A M está favorecida. Fig. 62 b . S e c t o r e s f a v o r e c i d o s e n función C. S e c t o r A M f a v o r e c i d o d e f a m i l i a s c o m p o r t e m e n t a l e s Territorio de la A M a nivel de la cara Según G.D.S. Cadenas antero-medianas 145 i- ^ - r ; : n;»- %«outárie»') del enel lo despliega largamente sus fibras desde la capa profunda de la piel, en las regiones correspondientes al acromion, al deltoides y ala clavícula, hasta la mandíbula (Fig 63 a). Tensa la piel del cuello y atrae la piel del mentón hacia abajo. Es frecuente observar el relieve de algunas de sus fibras en las personas de cierta edad. Su acción puede desbordar hasta la comisura labial y participa en su descenso. Está necesariamente implicado en la «caída» de la parte inferior de la cara. l o o r b i e u i i i r de l a b o c a ( d e los l a i d o s ) , está constituido por varios fascículos : los semiorbiculares que están situados en el espesor de los labios, a los cuales les da su relieve y por fascículos más periféricos que constituyen los músculos naso- labiales, incisivos superiores e inferiores. - E l s r m i o r b i e i d l a r s u p e r i o r , c o n s t i t u y e el l a b i o superior, al cual da su relieve ( f ig 63 a), está completado por u n f a s c i c i i l j nacido de la base de las fosas nasales y u n , 0 s u p e r i o r (fig 63 b) . Las fibras de estos diferentes fascículos ganan las comisuras, donde se entrecruzan con los del semiorbicular inferior y del bucinador. ~ El « e m i o r b i c i i l a r i n f e r i o r , presenta las mismas particularidades que el precedente, pero ocupa el labio inferior (fig 63 a). - Está reforzado por debajo por u n f a s c i c i d o i n c i s i v o i n f e r i o r , que se inserta en la proximidad de la sínfisis mentoniana (fig 63 b). En reposo, los músculos semiorbiculares, dan relieve a los labios (fig 63 1), pero también juegan un rol de esfínter para el orificio bucal, que cierran. F i g . 6 3 2.Labios apretados contra los dientes AM reservado b. Los fascículos periféricos del orbicular de los labios c. E l bucinador Detalles de los músculos de A M a nive l de la cara (1) Cadenas antero-medianas 147 La contracción de los dos semiorbiculares «frunce» los labios, apoyándolos contra los dientes, (Testut) como lo muestra la foto (63 2). La contracción de otros fascículos periféricos frunce también los labios pero empujándolos hacia adelante como para dar un beso o silbar...(ñg 63 3). Estos músculos ofrecen la posibilidad de modular la forma de los labios para emitir sonidos. Intervienen evidentemente en la succión. - En el espesor de los labios, se encuentran también fibras de dirección antero-posterior, agrupados bajo el nombre de i i iúscii los c t m i p r e s o r e s de los lab ios (Bovéro). Este músculo juega un rol importante en la succión y está muy desarrollado en el recién nacido. Los riiúsciiios !:íiicÍi»adort»s contribuyen a formar las paredes laterales de la cavidad bucal (fig 63 c). Cada músculo se inserta por detrás en el maxilar superior a nivel de los molares, sobre el proceso pterigoides del esfenoides y el ligamento pterigomandibular que lo separa del músculo constrictor superior de la faringe (fig 51). Sus fibras se dirigen horizontalmente hacia adelante para llegar a la comisura labial, hacia la cual convergen sus fibras. Atraen las comisuras labiales hacia atrás (fig 63 4), comprimen las mejillas y favorecen la expulsión del aire contenido dentro de la boca. Son útiles para silbar o tocar un instrumento de viento. Participan, con el precedente, en la masticación, permitiendo llevar los alimentos hacia los dientes. El i i i u s r i i k » f?rrsor cfiM á n g u l o de la boca, ( t r i a n g u l a r ) nace en la Uínea oblicua externa de la mandíbula, donde sus fibras se entrecruzan con las del platisma (fig 64 a). Convergen hacia arriba y afuera hacia la comisura labial donde se entrecruzan con las de los músculos antagonistas : elevador del ángulo de la boca o canino y zigomático, que ascienden la comisura. Su actividad permanente deforma la boca en un arco cóncavo hacia abajo reflejando la tristeza e incluso la desgana (fig 641). r d e l i a t i i o ' m f e r i o r ( c u a d r a d o dcd se inserta también en la línea oblicua externa de la mandíbula por debajo del precedente (fig 64 b). Sus fibras cruzan las del precedente dirigiéndose hacia arriba y Fig. 64 b. El depresor del labio inferior 2.Refunfuñar (Cuadrado del mentón) S.Mímica de la obstinación c. Músculo mentoniano (Borla del mentón) Detalle de los músculos de AM a nivel de la cara (2) Cadenas antero-medianas 149 hacia adentro para unirse al labio inferior. Hace bascular el labio inferior hacia abjo. Es el músculo que se activa cuando refunfuñamos (fig 64 2). hos Hiúscwlos i i i e n t o i i i a n o s ( b i n i a d e l m e n t ó n ) , se insertan a cada lado de la línea mediana sobre las protuberancias de las raíces de los incisivos inferiores, bajo la mucosa de las encías (fig 64 c). Se unen, en su parte inferior a la piel del mentón en la cual se expande. Estos dos músculos, derecho e izquierdo, a veces separados por una laminilla fibro-elástica tendida verticalmente desde la sínfisis mentoniana y responsable de la presencia de una fosita. Atraen el mentón hacia arriba e indirectamente contribuyen a ascender el labio inferior (fig 64 3). Estos músculos se contraen en el niño que se prepara para llorar. »5 l-.«»t;¡ t i g u r a i h ^ - l r . i rííunicii de la t r i s l t «a r^s-.iu i i írosicados a k i u n o s m ú s c u l o s de la Esta expresión de tristeza puede volverse crónica. En este caso, ¿no tendríamos que hablar de huella más que de mímica? Los músculos ¡ i la t isma. d e p r e s o r d e l á n g u l o de la boca y d e p r e s o r d e l l a b i o s u p e r i o r atraen las comisuras de los labios hacia abajo y tamabién a los o r b i c o i a r e s . La boca, entonces, hace un arco cóncavo hacia abajo, generalmente revelador de tristeza o hastío. Los músculos cigomático m a y o r (1) cigomático m e n o r (2) como también los músculos elevadores del labio s u p e r i o r y del a l a de l a n a r i z (3) de P A se ven obligados a tomar punto fijo inferior; contribuyen a bajar el vértice externo del ojo, por la tracción que estos ejercen sobre los músculos o r b i c u l a r e s de los ojos (4) . Fig. 6; Cadenas antero-medianas 151 L o s músculos de P A - A P , m o t o r e s p r i n c i p a l e s de l a expresión de l a alegría,cuando u t i l i z a n u n p u n t o fijo s u p e r i o r , están c o n t r a r i a d o s p o r u n a A M e x c e s i v a y obligados a t o m a r punto fijo i n f e r i o r p a r a a s o c i a r s e a l a expresión de esta tr isteza crónica. Los músculos supraci l iares de P M (5) participan en esta dinámica : La parte lateral de las cejas es atraída hacia abajo por los músculos orbiculares mientras que la parte medial se eleva. Es decir que la totalidad de la cara desciende a partir de una tensión AM en la parte inferior de la cara. Recordemos que las cadenas relaciónales o del eje horizontal son activas principalmente a nivel de miembros y de cinturas. Las cadenas del eje vertical o de la personalidad, aunque están presentes también en miembros, conciernen principalmente al tronco. La noción de punto fijo es difícil aplicar a nivel de miembros superiores, cuyos movimientos se efectúan en su mayoría en cadena cinética abierta. Es decir que la alternancia de puntos fijos es lo habitual. Es fácil admit ir u n punto fijo inferior para los músculos de la cadena antero-lateral, si consideramos que se apoya en la PL, cuyos músculos toman punto fijo superior y desciende hasta la mano. En lo que concierne a la A M , el problema es u n poco más complejo. F i g u r a 6 6 idesa n t e r i o r es mixto, de A L y de V A I . Participa en el enrollamiento de la cintura escapular, propio de la cadena A M . flexor del codo, toma el relevo. >. 5 . e l n i ú * - . coaptadorde la articulación radio-cubital, continúa y recluta i s u r l a r g o de l p u l g a r . La cadena termina con el a b d . <. .-igar que viene a suplir al precedente. F i g u r a 6 •4, •.4 . ' í l» n e n i h r o s s u p e r i o r e s y de la i e i i e i i woa r e l a c i ó n d i r e c t a a A M a n i v e l de l a o c t a v a La expresión de la pulsión comportamental, en relación con la A M se materializa a nivel de las rodillas, pivot primarios de esta pulsión. El desbloqueo de las rodillas induce un desequilibrio hacia atrás que compensan los músculos de las cadenas anteriores y medianas (fíg 3 y 4)- L o s m i e m b r o s s u p e r i o r e s también s o n solicitados. En una posición como para abrazar algo, facilitan la flexión anterior de la columna con el fin de frenar el desequilibrio posterior del tronco. Este enraizamiento de la A M , tanto en los pies, las rodillas y columna vertebral, es especialmente utilizado en ciertas posturas de tai- chi- chuan o de chi-gong (fig 67a). Los antebrazos y los brazos enlazan el tronco de un árbol invisible, los codos se flexionan redondeados. Las palmas de las manos están mirando hacia el tórax y los pulgares abiertos hacia arriba, los hombros están descendidos sin excesivo enrollamiento, para no entorpecer la erección axial de la columna vertebral. E s t a posición r e f u e r z a e l apoyo e n el suelo y favorece l a t o m a de concienci a del eje vert ical . En nuestra cultura, la clásica posición en aducción del húmero, supinación del antebrazo, meñique en la costura del pantalón, ha sido durante mucho tiempo la posición de referencia en ortopedia (fig 67b). Esta posición presenta la desventaja de inducir una rotación externa del húmero como también una propulsión anterior del tórax, en una actitud que favorece las cadenas posteriores y medianas. Hay terapeutas que en el inicio de u n tratamiento, colocan al paciente en decúbito supino, apoyando las escápulas sobre la camilla, llevando el húmero a rotación externa. Esta posición favorece una propulsión anterior del tórax que empeora si además, previamente se ha retrobasculado la pelvis ejerciendo una tracción podal del sacro. En una sesión que recibí personalmente con u n terapeuta del método Mathias Alexander me aclaró cosas respecto a la posición de comienzo de tratamiento. El terapeuta comenzó apoyando m i columna no a partir del sacro, tampoco intentó apoyar mis escápulas en la camilla, sino enrollando los hombros y depositando la región vertebral correspondiente a los pilares del diafragma. Luego corrigió la posición de la pelvis y de la columna cervical, con más facilidad que habitualmente. C o l o c a r l a octava vértebra torácica e n ápex de cifosis, respetando el enrol lamiento de l a c i n t u r a escapular, es u n a m a n i o b r a p r e v i a imprescindible p a r a r e a l i z a r e n todo tratamiento. En bipedestación, consideramos como fisiológico, cierto grado de enrollamiento de hombros y la posición de los antebrazos intermediaria entre la supinación y la pronación completa, (fig 67c). L a s a u t o r a s S . P i r e t y M . M . Béziers d e f i n i e r o n u n a posición de coordinación que detallaremos, dedicándonos p r i n c i p a l m e n t e a l a c i n t u r a e s c a p u l a r y e l m i e m b r o s u p e r i o r , (figóyd): -La escápula está desplegada lateralmente y enrollada sobre el tórax en una posición favoreciendo el anclaje enT8 (fig40b). -El húmero está antepulsado en rotación interna y ligeramente abducido. - El codo está «abierto» a 135°, lo que llamamos «flexionado con redondez». - El antebrazo está en pronación. La muñeca está en ligera flexión dorsal y la mano en forma cóncava. En esta posición, la A M no está sola en la acción, la PL y la A L están también activas. Podemos definir estas diferentes acciones de la siguiente forma: P L abduce el hombro y desciende hasta el quinto radio de la mano A L controla la abducción del hombro con el dorsal ancho, que «apoya el hombro sobre la cintura pélvica», además es su dominio A ^ l por los fascículos esternales y abdominales del pectoral mayor asegura el enrollamiento del hombro y del Fig. 67 d. Posición de coordinación Según S. Piret y M . M . Béziers Cadenas antero-medianas 157 húmero a partir de un punto fijo en el esternón donde se sitúa su dominio A L está otra vez implicada, ayudada por los pronadores de PM y gracias a un punto fijo creado por PL a nivel del quinto radio, lleva la mano y el antebrazo en pronación. La A M sigue esta posición iniciada por A L especialmente el abductor largo del pulgar. iemcis a l ioi 'a las t o r s i o n e s d e l m i e m b r o •ior q u e v a m o s a c o m p a r a r c o n las d e l b r o i n f e r i o r . L a escápula, l l a m a d a aún omóplato, no es plana, su forma es mas bien cóncava, visible cuando obervamos este hueso en su espesor (a). Si deslizamos los dedos en la cara anterior de la escápula la escápula desde su borde espinal hasta la glena, percibimos bien esta concavidad. L a escápula está e n «cifosis» en muchos casos, no obstante, la observación de una gran cantidad de escápulas nos permitió constatar diferencias notorias seguramente en relación con actitudes diferentes. Las tensiones PM parecen ser las que «aplanan»más el omóplato, mientras que A M aumenta la cifosis. Si seguimos la espina de la escápula desde su raíz en el borde espinal hasta el acromion, que es su prolongación, percibimos un enrollamiento hacia adelante y también una torsión, que responde a lo que conocemos (b) : - Rotación externa en la parte posterior de la espina, por el trapecio inferior, el infraespinosos y el deltoides posterior de PM. - Rotación interna en la parte anterior, el acromion, por el deltoides anterior de A L y A M . L a observación de u n húmero, fuera de contexto, revela una torsión similar a la del fémur : rotación externa proximal e interna distal. Sin embargo, si colocamos el húmero en su contexto, es decir, articulado con la escápula, el punto de vista es diferente. Contrariamente a lo que solemos pensar, la escápula no está colocada ; en el plano frontal, sino oblicuamente hacia adelante. ; Se «enrolla» sobre la caja torácica de tal forma que l a glena m i r a más h a c i a adelante que lateralemente ( c ) . Para colocar mejor la cabeza del húmero frente a la glena, es necearlo presentarla con cierto grado de rotación interna (fig 68c). i Una vez en su sitio, si seguimos las líneas de fuerza, encontramos su torsión, pero no p o d e m o s h a b l a r de rotación e x t e r n a p r o x i m a l . Se trata m a s b i e n de u n a rotación i n t e r n a que I a u m e n t a h a c i a abajo, l a rotación i n t e r n a d i s t a l es más importante que l a p r o x i m a l . Reprogramar la torsión del húmero sin tener en cuenta lo que acaba de ser explicado, puede tener consecuencias nefastas en la fisiología i de la articulación escapulohumeral, que necesita de esta rotación i interna para su estabilidad. H a y u n a diferencia entre l a torsión del húmero que resulta i de u n a rotación i n t e r n a d i s t a l más i m p o r t a n t e que l a I p r o x i m a l , que l a del fémur íjue resvdta de u n a rotación externa p r o x i m a l , c o n respecto a s u e x t r e m i d a d distal e n u n a posición n e u t r a (fig 14). I A nivel del antebrazo, encontramos el mismo esquema que en i el miembro inferior, con la ulna que no presenta ninguna torsión, como la tibia, el radio, mucho más móvil que el peroné, puede llegar ^ a girar completamente alrededor de su vecino. ; En la pronación del antebrazo encontramos la torsión con una ; rotación e x t e r n a p r o x i m a l del r a d i o m a n t e n i d o p or el ^ s u p i n a d o r y u n a rotación i n t e r n a distal con los músculos \ redondo y pronador cuadrado de PM. A no ser que la \ AL haga girar la mano alrededor del quinto dedo. \s p o r l a m a n o útil, para la prehensión y también i para la comunicación. E n l a m a n o , más que las torsiones, se privi legia l a concavidad, l a bóveda, como también l a ^ oposición de los dedos con el pulgar. S Adoptando la bipedia, el hombre ha podido liberar su mano para I convertirla en útil de prehensión, para ir a buscar los alimentos y : llevarlos a la boca. i Fisiológicamente, estamos en u n sistema de alternancia de i movimientos de apertura y cierre , cambiando permanentemente de puntos fijos. Podemos comprender ahora, que la torsión sea menos estática que en miembros inferiores y más orientada hacia la dinámica. La torsión no tiene la misma finalidad en miembro inferior que en miembro superior: E l m i e m b r o inferior soporta el tronco, l a torsión de los diferentes segmentos refuerza l a e s t r u c t u r a . Esta torsión en la estática, da lugar a las rotaciones en la dinámica. E l m i e m b r o s u p e r i o r está dedicado a l a dinámica, l a prehensión es u n ejemplo, estamos más e n p r e s e n c i a de u n a e s p i r a l «atornillando o desatornillando» a expensas del movimiento. í d e í t ü i a ^ s es mixto de A M y de A L . La fisiología de este músculo deltoides ha sido abordada en el tomo i de las cadenas relaciónales consagrado a las cadenas antero-laterales. E l deltoides p r e s e n t a tres fascículos : anterior, medio y posterior, que suspenden el húmero a la espina del omóplato y a la clavícula. E l fascículo m e d i o que continúa al trapecio superior, es francamente abductor. Godelieve Denys-Struyf lo incluye en la cadena postero-lateral. E l fascículo posterior cuyas fibras más mediales son aductoras y favorecen la rotación externa del húmero se asocian a la acción de la cadena postero-mediana. es principalmente aductor con un ligero componente de rotación interna del húmero, esto lo incluye en la misma dinámica que en la A L y Este fascículo, mantiene relaciones de proximidad estrecha con el pectoral mayor, cuya porción clavicular forma parte de AL y Desde el punto de vista de la estática, el deltoides anterior participa en la torsión de la espina de la escápula (fig 69a) y juega el rol de ligamento activo para la articulación acromio-clavicular (fig El dorsal ancho de AL, cuyo dominio está en el hombro, le da punto fijo inferior por la tracción que ejerce en el húmero. Utilizamos una técnica de «accordage» para equilibrar el fascículo anterior del deltoides con respecto al fascículo medio, traccionando el primero hacia abajo (AL) y el segundo hacia arriba (PL). La figura a ilustra los buenos puntos fijos de los músculos de A M y A L a nivel del hombro y particularmente de un deltoides fisiológico. En la figura b, el exceso de tensión de A L se pone de manifiesto con un trabajo en cuerda de arco de los diferentes músculos de A M y de AL, siendo el deltoides anterior más fuerte que el medio. Es decir que podemos constatar que, en este contexto A L en exceso, los componentes de aducción y de rotación interna se imponen, además de un ascenso del húmero bajo la bóveda acromial. El terapeuta, en este caso, tiende a utilizar la contra-postura, es decir una rotación extema del húmero, para corregir este exceso de rotación interna. El problema es bastante más complejo : En efecto, si tenemos en cuenta que un exceso de tensión en las cadenas antero-laterales , que son cadenas de protección, y en general debido a una carencia de A M , podemos comprender fácilmente que, actuando como mencionábamos, correríamos el riesgo de debilitar aún más esta A M y en consecuencia, activar la reactividad de AL. 69b). E s necesario, a l contrario, e n p r i m e r lugar, n u t r i r esta A M e n el cuerpo p a r a poder quitar el exceso de A L . F i g Cadenas antero-medianas 163 al anter ior) prolonga la A M I Este músculo se inserta en su parte superior en el labio inferior de la huella del deltoides en el húmero, así como en las caras antero-medial y antero-lateral del húmero en su mitad inferior. Alcanza en su parte inferior la apófisis coronoides de la ulna y envía frecuentemente fibras a la parte anterior de la cápsula articular del codo, algunos autores llaman a esta expansión, tensor de la sinovial del codo. Esto explica la frecuencia de un ligero flexo de codo observado en los pacientes de tipologías en A M . Este músculo es flexor del codo, pero sin el componente de supinación o de rotación interna (según el punto fijo) propio del fascículo largo del bíceps braquial. L a flexión e i n c l u s o el flexo de codo, observado e n las actitudes e n A M presenta un codo «redondeado», muy diferente a la actitud en A L donde da una impresión de «ruptura» más evidente. La imagen más similar a esta redondez en la flexión de miembros superiores es la preparación al abrazo. . - A ~ - ,| n^Qg^^nJQ siipiiiaclor relevo a nivel del codo ente» activo, •^•"•"'^^ Nace en la parte anterior de la cara lateral de la extremidad superior de la ulna (cubito) por fuera de la inserción del braquial anterior (fig 72a). Se enrolla alrededor del cuello del radio para terminar en la parte anterior del cuello del mismo. Algunas de sus fibras se adhieren al ligamento anular donde actúa como ligamento activo. Por sus fibras horizontales,es coaptador de l a articulación r a d i o - u l n a r s u p e r i o r . Aún siendo supinador, juega un rol primordial en la pronación del antebrazo, manteniendo el cuello del radio coaptado para permitir al mismo girar sobre si mismo alrededor de la ulna, (fig 72b). F i g . 7 Retracción del músculo deltoides anterior lado derecho vista anterior Cadenas antero-medianas 165 Fig. 72 Cadenas antero-medianas 167 Como ligamento activo de la articulación radio-ulnar, e s r e a c t i v o a c u l a q u i e r f o r m a d e subluxación d e l a c a b e z a r a d i a l y podrá ser objeto de tendinitis. El tratamiento local no dará resultados mientras no hayamos corregido la subluxación del radio, trabajando sobre la cadena causal, es decir la A L o la PM en la mayoría de los casos. .los a b d u c t o r largo y c o r t o d e l p u l g a r la A M a nivel d e l a n t e b r a z o y de l a l I a b d u c t o r l a r g o d e l pulgar (fig 73a) nace en la cara posterior de la ulna, del tercio medio de la cara posterior del radio, de la porción de la membrana interósea situada entre ambos y del ligamento oblicuo radio-ulnar, desciende hacia abajo y afuera por debajo del supinador para insertarse sobre el lado lateral de la extremidad superior del primer metacarpiano. Algunos autores describen expansiones o sobre el hueso trapecio, o sobre el tendón del abductor corto del pulgar. Atrae el metacarpiano hacia afuera, podemos compararlo al abductor del hallux a nivel del pie. ; ^ ^ , se extiende desde el retináculum de los músculos flexores o ligamento anular anterior del carpo y del tubérculo del escafoides carpiano al tubérculo lateral de la base de la primera falange del pulgar. Es el más superficial de los músculos de la eminencia tenar. Como el precedente, es abductor del pulgar. L a m a n o « A M » se caracteriza por su aspecto macizo y su forma casi cuadrada por el despliegue del primer metacarpiano y por la tracción de los músculos abductores del pulgar. i p l i c a d o s en 1111 t i p o en la cual la articulación trapecio-metacarpiana está impactada en abducción, es diferente de la que encontramos en un exceso de AL, donde está impactada en aducción por el fascículo transverso del aductor del pulgar. Sin embargo no es raro encontrar la asociación de ambas, en este caso la compresión es máxima. F i g . 7 a. Abductor largo del pulgar según C. Libersa Cara posterior del antebrazo en supinación músculosa b d u c t o r e s l a r g o y corto d e l p u l g a r Cadenas antero-medianas 169 iento E l m é t o d o G . D . S . e s t a b l e c e c l a r a m e n t e e l e n l a c e e n t r e l a expresión c o r p o r a l y e l c o m p o r t a m i e n t o , a s o c i a n d o l o s a s p e c t o s orgánicos y energéticos. La referencia a algunos principios de la medicina china es útil para comprender mejor las interacciones entre los diferentes niveles. No volveremos sobre los principios a los que nos referimos en los fascículos precedentes, sino a los que conciernen a la A M . L a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s e s t á n e n r e l a c i ó n c o n e l b a z o , e l p á n c r e a s y e l e s t ó m a g o . En la filosofía de la medicina tradicional china, el bazo al que se asocia con el estómago, corresponde a la t i e r r a , símbolo de estabilidad,de fecundidad. Se habla de tierra nutriente Desde un punto de vista funcional, la apelación bazo, engloba también el páncreas. Por esta razón a veces se habla de lugar energét ico del B a z o - p á n c r e a s y e s t ó m a g o . Asociamos igualmente el tejido conjuntivo, los labios y la boca. E s t e l u g a r energético j u e g a u n r o l e s e n c i a l e n e l m e t a b o l i s m o d e l a digestión, por esta razón se lo considera implicado en la r e n o v a c i ó n d e l a e n e r g í a v i t a l . La digestión empieza en el estómago y el bazo supervisa la asimilación (a través del intestino delgado), que finaliza con la produción de energía y de sangre. Una debilidad en la función del bazo se traduce por pérdida de apetito y de peso, acompañado de fatiga. Transporta y transforma los líquidos que extrae de los alimentos. Los elementos nutritivos mezclados con los líquidos, son distribuidos en el organismo. El excedente de líquidos es eliminado a nivel de los ríñones y la vejiga. Una debilidad del bazo, puede también manifestarse por una estasis de líquidos bajo forma de mucosidad o a veces de edema. D e s d e u n p u n t o d e v i s t a p o s i t i v o , l a energía d e l b a z o está l i g a d a a l a concentración y t a m b i é n a l a alegría d e l a v i d a , a l b u e n h u m o r y l a armonía. D e s d e u n p u n t o d e v i s t a n e g a t i v o e s t á l i g a d a a l a p r e o c u p a c i ó n e i n c l u s o a l a a n g u s t i a . El sabor d u l c e , está en relación con este lugar energético. Una carencia energética empujará a la persona a buscar y consumir cosas dulces, mientras que un exceso los alejará del dulce. E s t e l u g a r energético s e a c t i v a e n c a d a ínter-estación y a y u d a e n e l p a s a j e d e energía h a c i a e l l u g a r energético d e l a estación s iguiente . P a r a los chinos, la ínter-estación, es un período de 18 días que preceden a la estación siguiente. En caso de desequilibrio en este lugar energético, el pasaje será difícil y se producirá la aparición de síntomas. E n fin, e l l l e n o d e energía s e p r o d u c e e n t r e e l v e r a n o y e l otoño e n e l m o m e n t o d e l a c o s e c h a , los chinos la llaman la quinta estación. E n e l c i c l o d i a r i o , e l b a z o y e l p á n c r e a s s o n a c t i v o s e n t r e l a s 9 y l a s 1 1 h o r a s , e l e s t ó m a g o e n t r e l a s 7 y l a s 9 h o r a s . Este aspecto ha sido abordado en los dos libros dedicados a las cadenas relaciónales A L y PL. E l c í r c u l o r e p r e s e n t a l o q u e l l a m a m o s c i c l o d e e n g e n d r a m i e n t o : indica el sentido de circulación de la energía de un lugar energético a otro, este pasaje corresponde a un ciclo estacionario pero también a un ciclo diario. La energía pasa del lugar energético del hígado al del corazón, de este al del bazo, luego al pulmón, luego al riñon y al final del riñon vuelve al hígado. Ocurre lo mismo para el equilibrio entre las cadenas, este se produce solo en la alternancia: La tensión debe poder pasar, de cadena a cadena. Este pasaje no se realiza siguiendo el mismo esquema del ciclo de engendramiento, así como tampoco el trayecto de los meridianos, no corresponden al trayecto de las cadenas musculares. E l e s q u e m a d e l a e s t r e l l a i l u s t r a e l c i c l o d e c o n t r o l : cada lugar energético ejerce un control bien preciso sobre otro. Las modalidades de ese control, son las mismas que las que rigen el antagonismo complementario entre las cadenas. Estos dos ciclos que explican los mecanismos de armonización de los cinco elementos están estrechamente ligados: cada elemento da la posibilidad de engendrar al siguiente al que, a su vez, va a controlar en la estrella. L a figura 7 4 b r e t o m a , d e s d e e l p u n t o d e v i s t a biomecánico, e l c o n t r o l r e c í p r o c o e n t r e l a s d i f e r e n t e s c a d e n a s m u s c u l a r e s . L a f i g u r a 7 4 a i l u s t r a e l p a r a l e l i s m o q u e e x i s t e , e n t r e l a m e d i c i n a t r a d i c i o n a l c h i n a y l a p e n t a c o o r d i n a c i o n e n t r e l a s c a d e a n a s m u s c u l a r e s . Fisiológicamente, las cadenas se controlan según un esquema muy preciso, que nos llevará una vez más a las nociones de r e s i d e n c i a y de d o m i n i o que han sido desarrolladas en el libro dedicados a las nociones de base. Cada cadena instala su dominio en la residencia de otra para poder controlar su actividad : PL controla AM, AM controla PM, PM controla PA, PA controla AL y AL controla PL. Las flechas que materializan ese control están invertidas con respecto al esquema a, para mostrar la tracción que ejerce cada cadena sobre la cadena que controla. LaAP, es una cadena que relaciona lo posterior con lo anterior, lo superior con lo inferior, se interpone entre la cadena que controla y la que es controlada, como si fuera un elástico y es la que va a dar ritmo a ese control. Volveremos a referirnos a esta estrella para desarrollar nuestras estrategias de tratamiento. • i m w M p i u ' L a figura 75 a m u e s t r a e l c o n t r o l i d e a l : P L c o n t r o l a A M e n s u p r o p i a r e s i d e n c i a , l a p e l v i s , i n s t a l a n d o s u d o m i n i o a n i v e l d e l a s a r t i c u l a c i o n e s c o x o f e m o r a l e s . Los músculos cuadrado femoral, obturador interno y géminos de PL, ejercen ese control, manteniendo la separación de los isquiones, a los cuales, algunos músculos del periné de A M tenderán a aproximar exageradamente. Recordemos que PLfuertemente implicada en la torsión del fémur, mantiene la extremidad proximal en rotación externa. c o n t r o l a P M e n s u p r o p i a r e s i d e n c i a , e l t ó r a x , d o n d e i n s t a l a s u d o m i n i o . Los i in ' isc i i los r e » los f a s c í c u l o s e s t e r n o c o s t a de A M son los principales actores de ese control, impidiendo a la cadena PM, horizontalizar el esternón y desplazar la octava vértebra torácica de su posición en ápex de cifosis. L a figura 75 b m u e s t r a e l c a s o d e u n e x c e s o d e A M . El control ejercido fisiológicamente por P L , puede invertirse, mientras que el ejercido por A M sobre PM se transforma en dominio. La quedando prisionera es víctimas de estos antagonismos Verano p i g . 7 4 Corazón • a. E l ciclo de engendramiento (círculo) y el ciclo de c o n t r o l (estrella) desde el punto de vista de la medicina china PA b . La pentacoordinacion entre las cadenas desde el punto de vista biomecánico Según G.D.S. transformados en dualidades y se va fijando progresivamente. Desde el punto de vista puramente mecánico, este desequilibrio puede ser el punto de partida de diferentes esquemas de desestructuración, según la cadena que entre en reacción. F i g u r a 7 6 L a r e a c t i v i d a d p u e d e s e r m u y f u e r t e e n l a c a d e n a P L « f r u s t r a d a » p o r l a i n v e r s i ó n d e c o n t r o l (fig 7 6 ) . La cadena PL pierdesu control sobre la A M que se encierra en su residencia, la pelvis, c e r r a n d o e x a g e r a d a m e n t e l o s i s q u i o n e s y c o n t r a n u t a n d o e l s a c r o . En este caso, es frecuente que PL reaccione con u n exceso de rotación externa de coxofemorales (fig 32b), aumentando el riesgo de aparición de una c o x a r t r o s i s e x p u l s i v a . La actitud que resulta de esta inversión de control entre A M y PL, es prácticamente la misma que la inducida en un exceso de control de PL sobre A M . Sólo el examen de la pelvis y particularmente, de l a d i s t a n c i a e n t r e l o s i s q u i o n e s permite diferenciarla : - En el caso de una inversión de control entre PL y A M , los isquiones son aproximados exageradamente por los músculos del periné de A M . - En el caso de u n exceso de control de PL sobre AM,los isquiones están separados por los cuadrados femorales, el obturador interno y los géminos de PL. A n t e s d e e m p r e n d e r u n t r a t a m i e n t o e n u n a A M , t e n e m o s q u e a c o r d a r n o s q u e e l e x c e s o d e tensión e n l o s m ú s c u l o s d e e s t a c a d e n a , p u e d e e s c o n d e r u n vacío a n i v e l d e l s e r , una inseguridad interior que engendra una dificultad en la afirmación del yo. Esto también es cierto para casi todas las cadenas del eje vertical, pero se da particularmente en la A M . El trabajo corporal, va a tener una orientación diferente, quitar las tensiones no será suficiente, pues correríamos el riesgo de recidiva e incluso de exacervación de reacciones de defensa a nivel corporal y comportamental. a. Contro l fisiológico Desde el punto de vista biomecánico Según G.D.S. b . A M en exceso PL y PM son dominadas Según G.D.S. Madame Struyf nos dice lo siguiente : «Hay que tener cuidado de hacer el trabajo en dos tiempos: primero inhibir globalmente la AM, y en un segundo tiempo reconstruirla en seguida en lo que tiene de positivo» . L a A M e s u n a c a d e n a q u e s e d e j a e s t i r a r m u y fácilmente, p e r o e s t a técnica p r o d u c e u n vacío aún m á s i m p o r t a n t e . E s i n d i s p e n s a b l e n u t r i r l a , e v i d e n t e m e n t e , r e i n s t a l a n d o s u s h u e l l a s ú t i l e s , a l m i s m o t i e m p o q u e i n h i b i m o s l a s h u e l l a s m o l e s t a s . Es el caso de l a r e s t r u c t u r a c i ó n d e l a p e l v i s , que es su residencia: Estabilizar la base pélvica va más allá de u n simple trabajo ortopédico. Contribuye a facilitar una gran estabilidad desde el punto de vista comportamental. Es también importante e l a n c l a j e d e T 8 que puede realizarse instalando al paciente en cojines triangulares, de manera que la 8^ vértebra torácica sea mantenida en ápex de cifosis, mientras dure la sesión, incluso si realizamos técnicas para inhibir las tensiones en los pectorales. L a elección d e a l g u n a s m a n i o b r a s r e s u l t a n d e l a observación y s o b r e t o d o d e n u e s t r a e x p e r i e n c i a : A M a c e p t a m e j o r l a s m a n i o b r a s q u e c o n s i s t e n e n «ir h a c i a l a lesión», a n t e s d e c o r r e g i r . Tanto para los pectorales como para los aductores de la coxofemoral, podemos constatar que su relajación se obtiene fácilmente, haciendo una toma amplia con las dos manos, para llevarlos progresivamente a una posición más acortada que mantenemos hasta percibir la respuesta de los antagonistas, los cuales se manifiestan con u n empuje progresivo. En un segundo tiempo, separando nuestras manos, sin dejar la toma, buscamos alargarla musculatura al máximo, manteniendo durante dos o tres ciclos respiratorios esta posición. En este trabajo hacemos combinar los tiempos respiratorios con el momento propicio, primero para el acortamiento, y luego para el alargamiento. Las maniobras de masaje que transmitan contención, son también buenas para A M . Es necesario, para trabajar esta cadena estar a la escucha y privilegiar las maniobras que ofrezcan sensaciones de alivio, los pacientes que sufren en su A M lo agradecen. Fig. 76 Figura 77 L a r e a c t i v i d a d p u e d e s e r m u y f u e r t e e n l a P M d o m i n a d a p o r u n a A M e x c e s i v a (fig 7 7 ) . Como toda cadena en esta situación, PM puede verse obligada a dejar su residencia y su dominio. La única solución para PM es recuperar en las extremidades. I U n a r e c u p e r a c i ó n s e r e a l i z a e n l a r e g i ó n d e l a n u c a , : d o n d e l o s m ú s c u l o s l o n g u í s i m u s y s e m i - e s p i n o s o d e l a c a b e z a ( c o m p l e x o s ) r e t o m a n e l c o n t r o l d e l a c a b e z a ( 1 ) r e s t a b l e c i e n d o l a b u e n a orientación d e l a m i r a d a , como lo ilustra la figura 49. Esta huella secundaria de PM a nivel del cuello es con frecuencia generadora de dolores en la región. La relajación local de los músculos semiespinoso de la cabeza (complexo mayor) : no es suficiente, pues la A M es la cadena causal. L a p r e s e n c i a d e p i e c a v o ( 2 ) e n u n t e r r e n o g l o b a l m e n t e e n A M , d e b e h a c e r n o s p e n s a r e n e s e j u e g o d e acción-reacción e n t r e A M y P M . Si realizamos una pequeña experiencia podremos comprender mejor este proceso: En bipedestación, lleve el peso del cuerpo hacia atrás, sobre los talones y, si es posible, adopte una posición basculada hacia atrás, en cifosis. En esta posición «en AM» agárrese al suelo con los dedos de los pies para activar la PM (flexores de los dedos) y sienta en que dirección va el cuerpo. Agarrándose al suelo, es como instalar un cavo en los pies, la PM ; trata de corregir la postura propulsando el cuerpo. En este caso, se ; trata de una huella secundaria de PM que tendrá que ser interpretada como tal. E n e s t e c u a d r o clínico, n o s u e l e s e r r a r o q u e e l m o t i v o d e l a c o n s u l t a , s e a d o r s a l g i a s o d o r s o l u m b a l g i a s r e c i d i v a n t e s , d e b i d o a l a r e a c t i v i d a d d e l o s m ú s c u l o s p a r a v e r t e b r a l e s , d i s t e n d i d o s p o r l a a c t i t u d e n c i f o s i s ( 3 ) . La causa no estará donde hay algias, en este caso puede estar en una A M en exceso de tensión. Habrá que esperar el estudio dedicado a las cadenas postero- medianas, para abordar otras formas de escaladas de tensión entre A M y PM un poco más complejas. F i g . 77 AM-AL. L a asociación e n t r e l a s c a d e n a s ' as y a n t e r o - l a t e r a l e s e s f r e c u e n t e , l a s e g u n d a s e i n s t a l a e n d e f e n s a , p o r c a r e n c i a d e A M . Retomamos aquí la figura 89 del fascículo dedicado a las cadenas antero-laterales, que ilustra esta combinación U n e x c e s o d e a c t i v i d a d e n l a s c a d e n a s a n t e r o - l a t e r a l e s , e s m u c h a s v e c e s u n a señal d e protección, q u e r e s u l t a d e l a diñcidtad p a r a c o n s t r u i r s e fisiológicamente l a c a d e n a A M . La A L trata de compensar la carencia de anclaje y de contención. Esta dificultad para construirse se traduce, evidentemente, por una retracción de las cadenas anteriores y medianas, que pueden hundir el esternón y enrollar el tronco en cifosis. Las huellas de A L se añaden a las de A M determinando una a c t i t u d p o s t u r a l c o m b i n a d a A M - A L . Las cadenas anteriores señalan su exceso, marcando el cuerpo con u n gran número de huellas específicas, pero son raramente dolorosas. Ocasionan confrecuencia, trastornos viscerales, ligados a la hiperpresión intra-abdominal que mantienen, (constipación espasmódicas, espasmos esfinterianos diversos etc.). L a s c a d e n a s p o s t e r o - l a t e r a l e s que son las antagonistas directas de las antero-laterales, reaccionan con espasmos musculares de diferentesformas y en diversos segmentos de su trayecto, (ciatalgiapiramidal, periartritis escapulo-humeral, neuralgias cervico- braquiales...). L a s cadenas p o s t e r i o r e s y m e d i a n a s que son las antagonistas directas de las antero-medianas pueden también ser sitio de tensiones reactivas dolorosas y generar procesos artrósicos importantes. Estos pacientes vienen generalmente a consultar al terapeuta manual, por esta sintomatología reactiva. La gran dificultad es comprender bien ese juego de acción-reacción entre las cadenas. Fig. 7 8 para no cometer el error de trabajar las cadenas reactivas, que no hacen otra cosa que defenderse de la toma de poder de las cadenas causales. Mademoiselle Méziéres decía con mucha razón : «El m a l n o está j a m á s d o n d e s e manifiesta». L a e s t r a t e g i a d e l a o l a n o s s i r v e d e r e f e r e n c i a e n e l a c o m p a ñ a m i e n t o d e l niño, c o m o t a m b i é n p a r a u n t r a b a j o d e reestructuración p s i c o - c o r p o r a l . En este estudio de las cadenas antero-medianas, nos hemos dedicado especialmente al aspecto biomecánico de esta estructura A M , pero no queremos separarlo del aspecto comportamental, de fundamental importancia. El método G.D.S. presenta la peculiaridad de tener en cuenta las relaciones indisociables entre la mecánica corporal y el comportamiento. De ninguna manera pretende substituir una psicoterapia,pero es el complemento directo, por la originalidad del trabajo corporal que el método propone, para abordar este aspecto comportamental. Madame Godelieve Denys-Struyf nos dice : «Lo q u e e l c u e r p o e x p e r i m e n t a , l a m e n t e p u e d e c o n c e b i r . I n v e r s a m e n t e , p a r a l a m e n t e e s difícil c o n c e b i r l o q u e e l c u e r p o n o h a v i v i d o , n i c o n c i b e c o n e x a c t i t u d l o q u e e l c u e r p o h a a p r e n d i d o m a l » . Apoyándose en este principio, Madame Godelieve Denys-Struyf, nos da las claves para decifrar los mensajes que el cuerpo posee y nos propone restaurar una construcción fragilizada por las vivencias. Predispuestos a volver a vivir experiencias que no fueron bien integradas, en la estrategia de tratamiento llamada por ella: ola de crecimiento. L a figura 7 9 i l u s t r a e s t a o l a d e c r e c i m i e n t o , e n l a c u a l s e s u c e d e n , e n u n o r d e n m u y p r e c i s o , d i f e r e n t e s e x p e r i e n c i a s p s i c o c o r p o r a l e s q u e s e v a n e n g e n d r a n d o s u c e s i v a m e n t e , p e r m i t i é n d o n o s a c a d a u n o d e n o s o t r o s , e s t r u c t u r a r s e t a n t o a n i v e l c o r p o r a l c o m o e n l a o r g a n i z a c i ó n d e l p s i q u i s m o . La estrategia de la ola Según Godelieve Denys Struyf E s t a s d i f e r e n t e s e t a p a s s e e x t i e n d e n d e s d e l a v i d a i n t r a u t e r i n a h a s t a l a e d a d d e a l r e d e d o r d e s i e t e años. Hay tres etapas principales ( A M , PA y PM) entre las cuales se intercalan fases intermedias, durante las cuales la A L y la PL alternan, gracias a la AP, que alia los contrarios y favorece el r i tmo y la alternancia. L a A M e s l a p r i m e r a q u e e n t r a e n e s c e n a , desde el principio de la vida intrauterina. La posición fetal, llamada también posición de germen, caracteriza este período y es propicia para la instalación de todo lo que va a favorecer la estructura A M : - Desde un punto de vista puramente mecánico, esta situación es propicia para la instalación de la A M en su dominio : el tórax.. Permitiendo la instalación de una cifosis en T8, la cuneiformización de T8 justifica la posición en ápex de cifosis fisiológica y de pivot inter-arco. Esta cifosis es primaria y va a permitir la instalación de las curvas cervico-dorsal y dorso-lumbar. - Desde el punto de vista comportamental, el estar contenido en el recinto de la pelvis materna, a condición de que esta sea acogedora, es el comienzo de la adquicisión del sentimiento de seguridad, gracias a la sensación de estar contenido. Es lo que caracteriza a una «buena AM». No obstante, un embarazo agitado, puede perturbar el comienzo de la integración de la A M y al contrario, favorecer la instalación precoz de una cadena PM, pues el feto, responde a las agresiones externas, arqueándose en una posición PM (reflejo de Moro). El momento del nacimiento del niño pone término al período de fusión con la madre. Aunque ese pasaje en PM sea útil, puede, en algunos casos, ser vivido por el niño, como una ruptura, y presentar un riesgo para la A M del bebé. Lo importante, después del nacimiento, es darle al bebé la seguridad que necesita, con las posiciones y el continente exterior. La posición fetal, que madame Struyf califica como posición «en germen» es la que hay que privilegiar en los tres o cuatro meses de vida extrauterina. La posición preferencial y prolongada en prono puede favorecer una PM precoz y ser la causa de problemas de inestabilidad vertebral en la edad adulta, por u n defecto de anclaje de la octava vértebra torácica en ápex de cifosis, como corresponde a una estructuración fisiológica de la columna en la primera infancia. El riesgo es la instalación de un dorso plano. El período de pasaje de la cuadrupedia a la marcha, es una etapa útil, durante la cual realizará la transferencia de los apoyos hacia la superficie reducida de sus pies. A M se instala también en este período en miembros inferiores, para preservar el desbloqueo de las rodillas, indispensable para el buen anclaje el el suelo, y la buena fisiología del cuadríceps en el empuje. Si la PM se fija, puede instalar u n recurvatum y perturbar el equilibrio corporal, favoreciendo una nutación del sacro.Esto puede ser el origen de una desestructuración de la masa pélvica. Nuestra sociedad competitiva no favorece, la instalación de la A M , con lo cual no es rero observar pelvis desestructuradas, donde la inestabilidad sacro-ilíaca se traduce en una inestabilidad comportamental, que nos empuja a estar siempre en la acción. Esta constatación es válida también para los niños, que son precozmente en la competitividad de los adultos. Tengo el recuerdo de un maestro de escuela que traté más tarde en m i consulta. Se apasionó por el método que empezaba yo a practicar y asimiló rápidamente los principios del mismo. Comenzó a observar a sus alumnos de una forma diferente y alcanzó a disernie signos de una PM o de una PL en algunos niños hiperkinéticos. Aconsejó a los padres la conveniencia de que hicieran algunas sesiones en m i consulta. La experiencia fue muy enriquecedora, porque los resultados en general fueron beneficiosos para ellos. En realidad, lo escencial del tratamiento, consistió en reinstalar la A M en su dominio y en su residencia. Conclusión Hemos terminado con el estudio detallado de los mecanismos de somatización en relación con las cadenas antero-medianas. Este trabajo puede parecer muy analítico, para una visión globalista. Sin embargo, el conocimiento de la anatomo-fisio-patología de las cadenas musculares, nos va a permitir ganar tiempo, en una primera etapa, para atenuar lo más rápidamente posible la sintomatología. Además nos permitirá afinar el diagnóstico, ayudándonos a discernir el terreno. No hay recetas, cada caso es único. Una vez instalada, la somatización se inscribe progresivamente en la estructura, trabajar sobre las causas de su aparición, no siempre será suficiente para atenuar los efectos. A l contrario, si nos limitamos a desbloquear sin llegar a la fuente del problema, los resultados del tratamiento serán transitorios. Por ello es tan importante construir en el paciente la conciencia de su cuerpo, de su estructura ósea, con el fin de estimular más alia de la patología, el gesto justo, todo lo que es sano y fisiológico. El método G.D.S. propone soluciones para evitar las recidivas, entre ellas, el reaprendizaje y la re-automatizaciónde los gestos justos en vida diaria. Este enfoque tiene la intención tanto terapéutica como p r e v e n t i v a , teniendo en cuenta el análisis de la forma y del movimiento. El conocimiento de la fisiología fue u n apoyo suplementario e importante que me llevó a poder colaborar en la disciplina de la danza. Me permitió analizar el movimiento y discernir los disfuncionamientos, para proponer otras soluciones, respetando siempre lo fisiológico Todo esto es también aplicable en numerosos y variados dominios. Que este libro pueda ayudaros en este apasionante trabajo. AGINSKI A., Sur le chemin de la detente, Ed. Trédaniel, 1994 ALEXANDER G., Le corps retrouvépar Veutonie, Ed Tchou, 1977 BARRAL J-P., Manipulations viscerales 2, París, Maloine, 1987. B E A U T H I E R J-P et LEFEBVRE Ph., avee la parrícipatlon de L E U R Q U I N Yx.,Traite d'anatomie (de la théorie á la pratique palpatoire), Bruxelles, De Boeck-Université, 1990. BIENFAIT M . , Lesfascias, Bordeaux, Société d'édition "Le Pousoé", 1982. CAMPIGNION Ph., Cadenas Musculares y articulares G.D.S. . «Respir-Acciones» ISBN: 978-84-607-0312-6- (Traducido) Cadenas musculares y articulares concepto G.D.S. «Notions de base», ISBN: 978-84-607-5483-1 (Traducido) «Cadenas Antero-Laterales», ISBN: 84-609-4247-3 (Traducido) «Cadenas Postero-Laterales»,ISW: 97884-61170968 (Traducido) CONTIVAL N . , H A M O U Annick, DELMAS V., DOUARD R. Le muscle trabnsverse profond dupérinée, mythe ou réalité ? Bibliothéque anatomique, université París 5, París, France, 1987. 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A Aida del Valle Lencina y Elia Verdu Bellod, por la traducción a la versión española. I Todo m i reconocimento a madame Godelieve Denys-Struyf por permitirme disponer i de su trabajo de cuarenta años de investigación. Philippe CAMPIGNION Director de la Formation del Método G.D.S. y del Centro de Formación Philippe Campignion LAS CADENAS MUSCULARES Y ARTICULARES. METODO G.D.S. Un método elaborado por madame Godelieve Denys-Struyf a par- tir de los años 1960-70, de enfoque comportamental, de kinesi- terapia, de tratamiento, de prevención de toma de conciencia corporal, a partir de un trabajo individualizado basado en el «ter- reno predispuesto». Este es el primer tomo de una serie de tres libros donde será tratado el tema de las cadenas de tensión miofascial relación con la personalidad : las cadenas antero-medianas ligadas a lo afectivo, las cadenas postero-medianas ligad la acción, a la competencia y en fin las cadenas postero-anteriores y antero-posteriores ligadas a la noción de ideal. Es la continuación de un primer libro consagrado a las nociones de base y que enfoca los principios generales esenci para el estudio más profimdo de las diferentes cadenas, y también a los dos tomos consagrados a las cadenas de tens miofascial en relación con el comportamiento reladonal: las cadenas antero-laterales y postero-laterales. Este estudio, largamente ilustrado de esquemas y fotos, enfoca la anatomo-fisio-patología de las cadenas de tens miofascial antero-medianas cuya actividad resulta de una necesidad de afecto.Cuando esa necesidad es importante 5 consecuencia dificil de satisfacer, el cuerpo se cifosa en el plano sagital, el esternón se hunde como para materializar vacío afectivo. En la enumeración de huellas musculares específicas y de disftincionamiento osteo-articular constituyendo lo 1 llamamos serie articular, resultante del exceso de tensión en las cadenas anteriores y medianas, abordaremos entre ot el hallux valgo, el genu valgo, los problemas de periné, el hundimiento esternal, la inversión de curva cervical, retroceso de la mandíbula. Estudiaremos los mecanismos de instalación de una cifosis dorsal, teniendo en cuenta el muchas veces ignorado, del esóíágo como músculo. Trataremos de encontrar la relación entre la mecánica y el lugar energético correspondiente al bazo, al páncreas estómago, que el paralelismo con la medicina china nos sugiere. La relación con el elemento, (como tierra nutriente), cuya gama de colores, desde un punto de vista energético, va amarillo al marrón; ha determinado la elección del color del trigo madiu-o para la portada y para las ñustraciones de ( libro. En un esquema fisiológico, las cadenas postero-laterales, controlan a las cadenas anteriores y medianas, pero ese con puede transformarse en dominio, en este caso, las cadenas antero-medianas van a entrar en reacción. A l contrario, estas cadenas pueden dominar e invertir el control de la cadena PL, que en este caso será la cadena react Precisaremos las modalidades más frecuentes de este juego de acción-reacción. Esta serie de libros tiene como objetivo, facilitar el trabajo de nuestros alumnos, y puede también dar informado: neófito sobre el aspecto biomecánico del método. Rigor biomecánico, relación con el comportamiento, enlaces posil con la filosofía oriental para ampliar nuestra comprensión de la globaüdad. Todos estos elementos caracterizan 1 trabajo.