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Philippe Campignion 
iDENAS MUSCULARF 
Y ARTICUI ARES 
método G.D.S. 
CADENAS D E LA PERSONALIDAD 
Tomo 1 cadenas antero-medianas (AM) 
ILUSTRACIONES Godelieve Denys-Struyf y Philippe Campignion 
Prólogo 
Primera parte 
Consideraciones generales 
sobre las cadenas antero-medianas 
Las cadenas antero-medianas 
reflejan características de la personalidad 
Las cadenas antero-medianas deben su nombre 
a la localización de su trayecto, principalmente en el tronco 
Detalle de las características mecánicas generales 
Segunda parte 
Anatomo-fisio-patlogía 
de las cadenas antero-medianas 
Acciones musculares a nivel de la rodilla, 
pivot primario de las cadenas antero-medianas 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de miembros inferiores 
AM, PL y AL, relaciones a nivel del pie 
Rol del abductor del hallux de AM 
en la torsión longitudinal del pie 
Cuando trabaja en exceso, el abductor del hallux 
instala un hallux valgus 
El fascículo medial del gastrocnemio, representa la AM 
en el plano muscular superficial de la pierna 
Los músculos aductores, mayor, medio y menor 
prolongan la AM a nivel del muslo 
El genu-valgum resulta de una competición 
entre las cadenas antero-medianas y postero-laterales 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de la pelvis : el periné y el piriforme 
Localización del periné 
situación del marco óseo que lo dehmita 
El plano profundo del periné constituye 
el diafragma pélvico 
El músculo piriforme completa el periné en su parte posterior y superior 
a nivel de la escotadura ciática mayor 
Los músculos del diafragma pélvico y el piriforme 
influyen en la posición del sacro y del coxix 
La forma del sacro está condicionada 
a las tensiones que la AM le impone durante su desarrollo 
Los músculos piriformes funcionan de forma asimétrica 
y están fuertemente implicados en la rotación del sacro 
Los músculos del periné y particularmente los músculos coxígeos 
intervienen en la rotación del coxis 
El plano medio del periné está formado por dos músculos 
La tensión excesiva de los miisculos transversos del periné 
favorece la sagitalización de las ramas isquiopubianas 
y el repliegue caudal del hueso coxal 
A nivel de la pelvis, AM y PL 
son antagonistas en el plano frontal 
Comparación de las tipologías pélvicas AM con las 
tipologías estudiadas en los tomos de las cadenas relaciónales 
Diferencia entre periné femenino y periné masculino 
observadas principalmente en el plano superficial 
Las cadenas antero-medianas 
a nive del tronco 
La cadena AM se prolonga a nivel de abdomen con los 
músculos piramidal y recto mayor del abdomen 
Los fascículos estemocostales y abdominaes del pectoral mayor 
completan la acción de los rectos mayores sobre el esternón. 
El músculo subclavio los secunda en esta tarea 
Resumen de las modahdades de la acción 
útil de la AM en su dominio 
La cifosis torácica excesiva, acompañada de hundimiento esternal, 
son huellas de un exceso de actividad en las cadenas antero-medianas 
El exceso de actividad en las cadenas antero-medianas, 
entorpece la fisiología del músculo diafragma 
La posición de las piezas vertebrales está modificado, 
por la actitud global resultante del exceso de tensión en las cadenas AM 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel del cuello, de la mandíbula y del cráneo 
La cadena antero-mediana se prolonga a nivel del cuello y de la cabeza, 
por los fascículos esternales del músculo esternocleidomastoideo, 
el escaleno anterior, los hioideos, los músculos de la faringe, 
de la laringe y de la lengua 
Los músculos hioideos prolongan la cadena antero-mediana 
a nivel del cuello 
La AM se caracteriza por su tendencia a enrollar el tronco en cifosis 
y prolonga su acción hasta la cabeza, flexionándola anteriormente 
La cifosis dorsal instalada por la AM esa compensada 
a nivel cefáhco por los músculos esternocleidomastoideos 
y a nivel cervical, por los escalenos anteriores 
La faringe es una encrucijada entre las vias aéreas superiores y la digestiva. 
La faringe prolonga la AM más allá del esófago 
La laringe está situada en la embocadura de la tráquea 
El velo del paladar está situado entre la vía utilizada 
por el aire proveniente de la cavidad nasal hacia la rinofaringe 
y la vía de pasaje de los alimentos, desde la cavidad bucal hacia la orofaringe 
La lengua está incluida en la cadena antero-mediana mecánicamente, 
pero también simbólicamente, pues forma parte del aparato digestivo, 
por lo tanto con la función de nutrición. 
La deglución permite dirigir los alimentos que han sido previamente, 
masticados en la boca, hacia la faringe y de la faringe al esófago 
El equilibrio entre las cadenas antero-medianas y postero-anteriores 
a nivel de la cabeza y del cuello, es precario e influye en la fisiología 
de la articulación temporo-mandibular 
Los músculos pterigoideos asociados a los músculos de la faringe 
pueden entorpecer el movimiento respiratorio primario 
a partir de tensiones que instala en la sínfisis esfeno-basilar 
La región de la faringe presenta importantes analogías 
con la región del periné, podemos hablar de diafragma faríngeo 
Presentamos nuestra visión global relacionando los tres 
diafragmas : torácico, pélvico y faríngeo 
Las cadenas antero-medianas pueden invadir la cara, dominio de AP, 
y marcar la mímica con sus huellas, en la región del 
mentón y de los labios, particularmente el labio inferior 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de miembro superior 
Aunque predomina a nivel del tronco, como cadena de leje vertical, 
la AM se prologa a nivel de miembros superiores 
La posición de miembros superiores y de la cintura escapular 
es importante para el anclaje de la AM 
a nivel de la octava vértebra torácica 
Estudiaremos la torción en miembros superiores 
comparando con las de miembros inferiores 
El fascículo anterior del mtisculor deltoides es mixto, de AM y de AL 
El músculo braquial (braquial anterior) prolonga la AM a nivel del brazo 
El fascículo profundo del músculo supinador (supinador corto) 
toma el relevo a nivel del codo y es uno de sus ligamentos activos 
Los músculos abductores largo y corto del pulgar 
prolongan la AM a nivel del antebrazo y de la mano. 
Tercera parte 
Principios de t r a t a m i e n t o 
Estudiaremos el triángulo donde 
AM constituye el vértice, PL y PM la base. 
Hablaremos del triángulo AM 
La reactividad puede ser más fuerte en la PL 
«frustrada» por la inversión de control 
La reactividad ppuede ser más fuerte en la PM 
dominada por una AM excesiva 
La asociación entre las cadenas antero-medianas y antero-laterales 
es frecuente, la segunda se instala en defensa 
La estrategia de la ola sirve de referencia 
para un trabajo de reestructuración psicocorporal 
Conclusión 
Bibliografía 
Este fascículo es el primero de una serie de tres consagrados a las 
cadenas musculares, llamadas cadenas de la personalidad 
Abordaremos sucesivamente las cadenas antero-medianas, postero-
medianas, postero-anteriores y antero-posteriores. 
Si comenzamos con las cadenas antero-medianas no es por azar, 
sino porque juegan un papel de primera importancia en el desarrollo 
psicomotor del niño. Estas cadenas empiezan a estructurarse a partir 
del período fetal, en el vientre materno. 
Se caracterízan por una necesidad de afecto que será necesario llenar 
para favorecer la integración de elementos a la vez comportamentales 
y físicos ligados a esta estructura. 
De esta integración nacerá el sentimiento de seguridad interior y de 
estabilidad necesaria para la afirmación del «yo». 
Una carencia en esta estructura puede ser el origen de un sentimiento 
de inseguridad, de una falta de confianza en uno mismo y engendrar 
algunas dificultades para encontrar su propio lugar en la sociedad 
o simplemente para comunicarse con los demás. 
Es así como aparecen las tensiones en las cadenas antero-medianas, 
marcando en el cuerpo huellas específicas que iremos detallando. 
Aunque este libro se dedica principalmente al aspecto biomecánico 
del método,su contenido no debería jamás hacernos olvidar el 
estrecho enlace entre cuerpo y mente. Justamente la comprensión 
de este enlace guiará nuestros tratamientos determinando la elección 
de las técnicas de reprogramación y las precauciones a tener en 
cuenta para cada una de las estructuras que abordaremos. 
Todo lo anterior es particularmente cierto para la A M , estructura 
frágil en muchos sentidos, con A M insistiremos en esta noción a la 
hora de describir los principios de tratamiento. 
Primera parte 
Consideraciones g 
sobre las cadenas £ 
Volvemos a encontrar aqui los dos bebés cuya actitud ilustra las dos 
vías relaciónales (AL y PL) que fueron descriptas en los dos tomos 
consagrados a las cadenas llamadas relaciónales que están situadas 
en u n eje horizontal, es decir el que corresponde a los intercambios 
con el medio. Aparecen ahora tres nuevos bebés : 
A L y PL, estructuras del eje h o r i z o n t a l 
al servicio del comportamiento relacional. 
A M , P M y PA, estructuras del eje vert ical 
al servicio de la personalidad 
i Tres bebés diferentes aparecen ahora : 
Un primer bebé enrollado en cifosis en posición fetal 
que simboliza la orientación hacia el ego de A M , 
U n segundo bebé arqueado que simboliza la PM preparada 
para descubrir el espacio exterior, 
U n tercero erguido en posición sentado que simbohza la 
PA que endereza al hombre entre cielo y tierra, 
favoreciendo la búsqueda de ideal. 
Estas tres estructuras están situadas una encima de la otra, en 
un eje vertical que simboliza el eje de la personalidad. Nosotros 
\s a las cadenas que corresponden a estas tres estructuras: 
cadenas de l a personalidad o del eje vertical, lo que se justifica 
perfectamente, porque son las cadenas que se expresan sobre todo 
en el eje raquídeo y en el plano sagital. 
; Este eje vertical podemos comparario a un árbol: 
La A M encuentra naturalmente su sitio en las raíces de este 
árbol simbolizando el anclaje en la tierra, 
la PM encuentra el suyo en el tronco, manteniendo la 
vertical, 
la PA en las ramas que tienden hacia el cielo, para que las 
hojas AP puedan captar la luz. 
L a A M , l igada a l a n e c e s i d a d de afecto será lo que vamos 
; a desarrollar en este l ibro. La actitud del bebé en posición fetal 
simboliza la orientación hacia el ego, la \-ida vegetativa, las 
sensaciones. 
La seguridad del niño contenido en el \ientre de su madre, favorece 
esta estructura comportamental. No todos lograremos conservar 
esta seguridad a lo largo de la vida. La seguridad interior favorece 
; la confianza en uno mismo y nos permite construimos mejor. 
I Las personas que funcionan en este registro y que consiguen m i t r i r 
I esa necesidad de afecto inherente a la AM, tienen los pies sobre la 
tierra, son acogedores; son los depositarios de las raíces del pasado. 
A l contrario, los que no consiguen llenar esa sed de amor, presas de 
una angustia permanente, pueden volverse egocéntricos, posesivos, 
: materialistas y crear un vacío a su alrededor. 
i Los pacientes que funcionan en exceso según este comportamiento 
están a la escucha de su cuerpo de forma exagerada y se vuelven 
hipocondríacos. 
En los cursos, los alumnos de esta tipología tienen necesidad de 
sentir sobre ellos mismos las técnicas, mientras los de tipología PM 
prefieren comprender a sentir. 
Aquí también estableceremos un paralelo con la energética china, 
con el fin de ampliar la noción terapéutica, asociando la expresión 
psico-comportamental a las influencias orgánicas y energéticas. 
L a s cadenas m u s c u l a r e s antero-medianas s o n los útiles de 
l a manifestación de u n comportamiento e n relación con el 
sitio energético del bazo, del pánceas y del estómago. 
Los meridianos son los canales por los que circula la energía,mientras 
que las cadenas musculares son los útiles de la expresión 
comportamental, esto explica porqué ambos no se superponen. 
Vayamos ahora al aspecto biomecánico, sin olvidar en absoluto 
que el músculo es en general, sólo un medio de expresión de un 
malestar general. 
El músculo es una posible vía de acceso en el camino de la toma de 
conciencia. 
9 L a s cadenas antero-median as t o m a n s u n o m b r e 
j>or l a localización de s u trayecto, principalmente 
fen el tronco. Marcan sus huellas particularmente sobre 
el tronco y más específicamente en el plano sagital, no 
jObstante están presentes también en los miembros. 
Son dobles, derecha e izquierda, destacando que la 
actividad es más marcada a la derecha. 
L a r e s i d e n c i a de l a A M está e n l a pelvis, que es sinónimo 
de base, de raíces y que está perfectamente representada en el 
embarazo, instala naturalmente su residencia en la pelvis donde 
está muy presente anatómicamente con los músculos del periné. 
Madame Godelieve Denys-Struyf habla del anclaje del sacro en 
«tierra pélvica». Paradójicamente es la PM, que si es de buena 
calidad se encarga de mantener el sacro anclado entre los 
ilíacos. 
A l contrario, una PM degradada o excesiva desencastra el sacro 
llevándolo a una posición horizontal y desestabilizando esta base 
pélvica. Reanclar el sacro llevándolo a una posición más vertical, 
facilita la instalación de una A M fisiológica. 
En su residencia, la pelvis, A M es controlada p o r P L . PL controla 
la separación de los isquiones, pues AM tiene a veces tendencia a 
cerrarlos exageradamente. 
E l d o m i n i o de A M está e n el tórax: los rectos mayores del 
abdomen, músculos útiles de AM tienen por función controlar la 
verticalidad del esternón con elfin de mantener la octava vértebra 
dorsal en ápex de cifosis. Los fascículos medios e inferiores de los 
pectorales mayores se asocian a los precedentes para enrollar los 
hombros y favorecer el anclaje de D8. 
Esta huella estará más marcada a la derecha, porque A M es mas 
activa en este lado, en el esquema asimétrico fisiológico. 
Es interesante constatar que este andaje del esternón e indirectamente 
de D8, es posible sólo si las rodillas están desbloqueadas. 
El desbloqueo de las rodillas lo realiza también la AM, a condición 
de que PM no lleve las tibias a recxu-vatum. 
A M es u n a c a d e n a c u y o s músculos t o m a n p u n t o fijo 
inferior. 
Por lo cual cada músculo de A M debe utilizar u n punto fijo inferior 
y traccionar hacia abajo; nosotros llamamos a esta acción sentido 
mecánico. 
A la inversa, la tensión pasa de músculo a músculo desde abajo 
hacia arriba; es lo que llamamos sentido energético. 
V a m o s a i n t e r e s a r n o s , p r i n c i p a l m e n t e e n l a s a c c i o n e s 
m u s c u l a r e s de l a estática y e n l a s h u e l l a s q u e e s t a s 
i n s c r i b e n e n el cuerpo. 
Vamos a diferenciar las huellas útiles de las que llamaremos huellas 
molestas. 
En fin, describiremos las patologías ligadas al exceso de actividad 
de las cadenas antero-medianas. 
•''} E l p i v o t p r i m a r i o de l a A M se sitúa a n i v e l 
de l a r o d i l l a . A este n i v e l l a pulsión p s i c o -
\|' comportemental se material iza p o r l a activación 
délos músculos i r o c i i e i n i o o i e d i a l o g e m e l o 
•"""•""'•̂ y 
. _ t ^ se inserta en 
el tubérculo supracondíleo medial y en la cara posterior del fémur. 
Se dirige hacia abajo y atrás, contornea el cóndilo medial y se une por 
debajo en la parte interna del tendón deAquiles, que se completa 
con el gastrocnemio lateral de PL y el soleo de PM. 
• > se inserta muy anteriormente en el 
ángulo delpubis y en el tercio interno del borde inferior de la rama 
isquio-pubiana del hueso ilíaco. Se dirige entonces hacia abajo 
y hacia adentro, se refleja por detrás del cóndilo interno y luego 
oblicuamente hacia adelante para alcanzar el tercio superior de la 
cara medial de la tibia en la región denominada pata de ganso. Se 
inserta entre el sartorio, del que hablamos en A L y el semitendinoso 
de PM situado por debajo de él. 
Por la dirección de sus fibras y sobre todo por el hecho de reflejarse 
por detrás del cóndilointerno del fémur, estos dos míisculos 
favorecen la flexión de la rodilla ( i ) a la vez que el enraizamiento 
y el buen apoyo de los pies en el suelo (3). 
El gracüis parece trabajar en cuerda de arco porque favorece a la vez 
un descenso de la pelvis hacia el suelo y está contrariado en su acción 
de contranutación del hueso ilíaco, por los isquiotibiales de PM, 
como también por los fascículos más posteriores de los aductores 
que vamos a detallar más adelante. En un esquema fisiológico, se 
trata principalmente de un desbloqueo de l a r o d i l l a controlado 
por el cuadríceps de A P que es el sostén convexitario de la rodilla 
(2). Se trata de una huella útil, en la medida en que va a permitir al 
cuadríceps empujar el suelo. El cuadríceps va a ser el activador 
de la erección vertebral realizada por las cadenas postero-anteriores 
PA (cf. libro AL). 
Fig . 3 
He representado voluntariamente en esta figura los músculos de 
PM en el miembro inferior, cuyo rol es asegurar la verticalidad de 
la totalidad del miembro inferior a partir de un punto fijo inferior : 
e l soleo frena la caída del esqueleto de la pierna, los isquiotibiales 
internos, (representado sólo el s e m i t e n d i n o s o ) , mantienen el 
ilíaco en posición vertical, mientras que las fibras profundas del 
glúteo m a y o r impiden al sacro bascular hacia adelante. 
N o s e n c o n t r a m o s e n t o n c e s c o n u n a P M q u e a s e g u r a 
l a v e r t i c a l i d a d , B i i a A M que d e s b l o q u e a la r o d i l l a y u n 
cuadríceps que e m p u j a el s u e l o p a r a «despertar» l a s 
cadenas anti-gravitatorias PA. 
En el exceso, el desbloqueo de rodillas puede transformarse en flexo 
fijando el resto del cuerpo en un desequilibrio posterior típico de 
AM que explicaremos en la figura siguiente. 
Figura 4 
L a flexión de r o d i l l a ( i ) produc e u n desequil ibrio 
del tronco h a c i a atrás ( 2 ) e n u n a actitud s i m i l a r 
a l a que se adopta e n e l m o m e n t o e n que n o s 
sentamos. 
Esta actitud obliga al cuerpo a reequilibrarse suspendiéndose a 
ciertos músculos anteriores, los que están mejor ubicados para 
frenar esta báscula posterior (3). 
Cuando esta situación es sólo temporal, los músculos anteriores, 
pueden, trabajando a partir de un punto fijo inferior,retornar el 
cuerpo hacia adelante cada vez que oscila hacía atrás. 
Si esta situación se fi ja, el desequilibrio aumenta y se vuelve 
permanente, lo que produce, debido al reflejo miotático, u n 
reclutamiento de músculos anteriores más importante , hasta 
constituir una verdadera cadena de tensión miofascíal desde el 
dedo gordo hasta la mandíbula y los pulgares. Los músculos de 
estas cadenas anteriores y medianas solicitados permanentemente 
y de forma excesiva, terminan trabajando en cuerda de arco 
particularmente en la cara anterior del tronco, enrollando el tronco 
sobre sí mismo y favoreciendo la cifosis (4). 
\is rodillas. 
..erpo hacia atrás 
En un esquema fisiológico, los músculos de las cadenas antero-
medianas trabajan a partir de un punto fijo inferior y traccionan 
hacia abajo, es decir, se van reclutando de abajo a arriba.De la misma 
manera empezaremos la descripción a nivel del pie, particularmente 
desde el dedo gordo. 
w 
P L y A L están m u y l igadas a n i v e l del pie 
donde c o m p a r t e n el p r i m e r metatarsiano. 
E l músculo peroneo lateral largo o fibidar largo de 
P L termina a nivel de la base del primer metatarsiano. 
E l fascículo oblicuo del músculo aductor del dedo gordo es 
también de PL. Desde el hueso cuboides, se inserta en el sesamoideo 
medial y se prolonga hasta la parte lateral de la base de la primera 
falange del dedo gordo. 
E l fascículo t r a n s v e r s o del músculo aductor del h a l l u x 
o aductor del p r i m e r dedo, de A L termina en el sesamoideo 
medial y envía expansiones hacia la vaina del tendón del flexor 
largo del hallux. 
ib i abductor 
se extiende desde 
el proceso medial de la tuberosidad del calcáneo al sesamoideo 
lateral rodeándolo y a la parte lateral de la base de la primera 
falange del hallux. 
Flexiona y abduce el primer dedo. 
D e l equil ibrio de tensiones entre P L , A L y A M depende el 
b u e n anclaje de l a base del dedo gordo e n el s u e l o : PL y A L 
mantienen el primer metatarsiano en el eje, permitiendo a la A M 
anclar la base del dedo gordo en el suelo. 
5 
Anclaje del dedo gordo 
s antero-medianas 19 
L a total idad d e l e q u i l i b r i o t r a n s v e r s a l del pie 
depende del antagonismo complementario entre 
P L , A M y A L . 
E l a b d u c t o r d e l h a l l u x de A M ancla la base del dedo 
gordo. 
E l abductor del quinto dedo de P L ancla la base del quinto dedo. 
E l fascículo transverso del aductor del hallux de A L en medio 
de los dos precedentes, controla la acción tratando de mantener en 
su sitio el arco anterior del antepié. 
E l t i b i a l p o s t e r i o r de A L juega u n ro l a nivel de la pareja 
navicular-cuboides donde se opone a PL impidiendo la báscula 
interna del cuboides. 
r o l . ' I l u x de A M j u e g a m i 
• jrs iói i l o i i g i t i i d i i i a i del 
Este músculo cuyas f ibras t i e n e n una dirección 
horizontal, tiene tendencia a trabajar en cuerda de arco 
es decir, tendrá una acción en cada uno de sus extremos : 
En su extremo anterior, favorece el anclaje del dedo gordo lo 
flexiona y abduce. E l antepie es l levado a valgo ( i ) . 
en su extremidad posterior, lleva el calcáneo a v a r o , es 
d e c i r el retropie e n v a r o (2). 
L a l e m n i s c a t a del pie materializa la torsión longitudinal la cual 
da a esta arquitectura compleja del pie, su estructura y al mismo 
tiempo suflexibilidad. En la patología veremos casi siempre que esta 
torsión fisilógica es reemplazada por una báscula global a veces en 
valgo y a veces en varo. 
Será conveniente no caer en la trampa de corregir un varo hacia un 
valgo o viceversa, lo pertinente es reprogramar la torsión fisiológica. 
F i g . 6 
Cadenas antero-medianas 21 
El abductor del hallux 
de A M juega un rol 
preponderante en la 
torsión longitudinal 
del pie. 
E s t a figura n o s ^ r c l e t i i l l a r Las 
t o r s i o n e s p r e v e r . *- lescle e l p u n t o 
cié v i s t a so i^inei i ; 
Las torsiones const i tuyen, para el terapeuta, u n 
\o esquema de restructuración del pie. 
L a figura 8 a r e t o m a l a torsión global del pie pero haciendo 
u n a división del pie según dos ejes. Para ello empezaremos 
a partir del retropie mas exactamente desde el calcáneo y desde el 
astrágalo que están articulados entre s i : 
I E l astrágalo que se sitúa por encima, está orientado hacia adelante 
! y hacia adentro (con respecto al eje del cuerpo) e inicia un valgo con 
! respecto al calcáneo sobre el cual se articula. 
E l escafoides, los tres c u n e i f o r m e s y los tres p r i m e r o s 
metatarsianos se solidarizan al astrágalo y siguen esa posición 
en valgo que amplifica hasta la base del primer dedo. 
; E l calcáneo está por debajo orientado hacia adelante y hacia 
afuera. E l cuboides y los cuarto y quinto metatarsianos son 
solidarios a el. 
El calcáneo, mantenido en varo por el abductor corto del hallux de 
\M propaga esta posición, a través del cuboides, hasta la base del 
i quinto dedo. 
L a torsión global que el abductor del hal lux mantiene e n el 
pie, favorece simultáneamente e l valgo correspondiente 
a l eje astrágalo- escafoides - p r i m e r c imeiforme - p r i m e r 
metatarsiano y e l v a r o correspondiente a l eje calcáneo-
cuboides - quinto metatarsiano. 
L a figura 8b pone e n evidencia l a torsión fisiológica de los 
dedos. 
Esta torsión segmentaria se organiza alrededor del segundo 
dedo, que corresponde al eje del pie. Encontramos las mismas 
características que para el resto del cuerpo: una rotación lateral 
proximal asociada a una rotación medial distal. 
: La base de la primera falange del primer dedo tiene la misma rotación 
que la extremidad distaldel metatarsiano correspondiente, mientras 
que la base de la primera falange de los 3°, 4° y 5^ dedos tienen la 
misma rotación que la extremidad distal del quinto metatarsiano. 
Esta torsión resulta probablemente de u n equil ibrio entre los 
extensores y los flexores de los dedos. La reprogramación de la 
torsión fisiológica en el primer dedo es muy interesante para el 
trabajo sobre el hallux valgus que detallaremos más adelante. 
Cuando nos dedicamos a reprogramar esta torsión en los tres últimos 
dedos, la dificultad reside en mantener simultáneamente el arco 
anterior del pie. 
H Este tipo de hallux valgus difiere del que resulta de un 
exceso de tensión en las cadenas antero-laterales por 
el hecho de que el primer metatarsiano está en abducción bajo la 
acción excesiva del abcl i ic tor d e l h a l l u x ( i ) . 
L o s fascículos trans vers o s del aductor del hal lux de A L (2) 
puestos en tensión reaccionan subluxando el sesamoideo medial, 
esta situación es además generadora de dolores. 
reacciona también al estiramiento sufrido por 
su tendón que termina en la base de la primera falange, y aduce el 
primer dedo. 
t \ • se subluxa y termina 
fijando la deformación. 
El pr imer dedo está con frecuencia basculado globalmente en 
rotación interna, (con respecto al eje del pie). 
El problema no es únicamente local sino que forma parte de un 
todo. Cuando este hallux valgo está asociado a un gran número de 
huellas A M diseminadas en todo el cuerpo, hablamos de hallux 
valgo tipológico, pero también podemos encontrar hallux valgo en 
tipologías muy en PM global. En este caso se trata de una huella 
que denominamos huella secundaria y que señala una reactividad 
La torsión 
longitudinal del pie 
favorece el anclaje 
del i ' ' y del 5° dedo 
Cadenas antero-medianas 25 
F i g . 9 
de la A M con respecto al dominio de PM en la totalidad del cuerpo. 
En este caso el hallux valgo es un signo de una A M que trata de 
reanclar la base del dedo gordo del pie en el suelo, en reacción a una 
«explosión» del tórax, a una rotación externa de la coxofemoral y a 
un varo del pie instalado por PM. 
Recordemos que, cuando una cadena es contrariada en su dominio 
y además en su residencia, recupera, generalmente, en sus 
extremos. 
En todos los casos el tratamiento no debe jamás limitarse a nivel 
local, sino que tendremos muy en cuenta también su acción- reacción 
a distancia. 
• I H) 
^ • w n v ^ Se inserta por arriba en la parte postero-superior del 
cóndilo medial por detrás y por debajo del tubérculo 
del aductor mayor antes de unirse al fascículo lateral de PL. 
Las fibras de los dos fascículos se dirigen abajo y adelante y alcanzan 
la cara posterior de una aponeurosis bastante ancha en la parte 
superior y que se adhiere a la cara anterior de estos dos músculos. 
Esta aponeurosis se va estrechando gradualmente hacia abajo y 
se fusiona con el tendón terminal del soleo de PM para formar el 
tendón calcáneo o deAquiles. «Continuando la dirección de fibras 
de los músculos de donde emana» (cf. Testut), el tendón calcáneo 
termina en la cara posterior del calcáneo (a). 
Desde el punto de vista de l a dinámica, participan en la flexión 
plantar del tobillo. Son los que modelan el volumen de la pierna. 
Desde el punto de vista de l a estática, las cosas son un poco 
más complejas porque los dos fascículos tienen puntos fijos opuestos. 
Para comprobarlo es suficiente realizcir ima escucha simultánea de 
los dos fascículos: en la mayor parte de casos, el fascículo medial 
nos llevará la mano hacia abajo, mientras que el fascículo lateral 
nos la llevará hacia arriba (a). 
Desde el punto de vista de la estática, el fascículo medial trabaja 
a partir de un punto fijo inferior y participa , como lo hemos 
precisado en lafigura 3, en el desbloqueo de la rodilla (b) mientras 
f l fasc ículo m e d i a l del g a s t r o c n e m i o representa 
• la A M e n el p l a n o s u p e r f i c i a l de l a región 
.^ostaric»r* de la p iara;a 
que el fascículo lateral de PL trabaja a partir de un punto fijo 
superior y controla la acción varizante del abductor del hallux. No 
obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, no es raro 
encontrar inversiones de acción, por esta causa podemos encontrar 
personas en que los dos fascículos van en el mismo sentido, es decir 
i hacia arriba. 
En estas condiciones, el fascículo medial que prolonga las fibras 
más internas del tendón de Aquiles, puede inducir un varo de 
\ mientras que el fascículo lateral que se prolonga en las 
fibras más laterales del mismo tendón calcáneo, puede inducir un 
valgo. 
Una tendini t i s de la parte interna del tendón calcáneo, con 
irradiación a la cara interna de la tuberosidad del calcáneo , nos 
debe hacer pensar en un exceso de actividad en el fascículo medial 
: del gastrocnemio, mientras si se localiza en la parte lateral de 
este tendón, con irradiación en la cara lateral de la tuberosidad 
i del calcáneo, nos hará pensar en una hiper-actividad del fasículo 
• lateral. 
En caso de competición entre PL y A M , no es raro que el valgo de 
calcáneo instalado por el fascículo lateral de PL haga reaccionar 
exageradamente al fascículo medial de A M que puede entonces 
presentar una tendinitis a nivel de su inserción proximal supra-
condílea. 
Las afecciones circulatorias como las varices localizadas en esta 
región superior, correspondientes a la inserción del gemelo interno 
nos deben hacer pensar en un sufrimiento de la A M . 
E l músculo p l a n t a r es u n enlace entre el fascículo lateral del 
gastrocnemio de PL, con quien se inserta en su parte superior y la 
: A M en cuyo territorio está la inserción inferior. 
Por su inserción en el borde medial del tendón calcáneo y a partir 
^ de un punto fijo superior,favorece el varo de calcáneo y se opone 
S al fascículo lateral del gastrocnemio,favoreciendo a la vez el trabajo 
^ del abductor del hallux (c). 
; Por su inserción superior y a partir de un punto fijo inferior, fevorece 
i el desbloqueo de rodillas. 
Observemos que siempre, desde el punto de vista de la estática, los 
dos fascículos del gastrocnemio están fuertemente implicados en 
elflexo de rodilla, particularmente el fascículo medial en sinergia 
con el gracilis, músculo también deAM(b). 
F i g . l o 
s antero-medianas 29 
^ El aductor mayor, llamado también tercer aductor es 
I I '••"•I* el más posterior y presenta tres fascículos. 
El aductor menor o segundo aductor, que presenta dos fascículos, 
está situado en el plano medio. 
El medio o primer aductor, que presenta un solo fascículo, es el 
más anterior. 
Sin incluir el fascículo más inferior del aductor mayor que se inserta 
en la región supracondflea, todos los aductores se despliegan en 
abanico para insertarse a diferentes alturas de la línea áspera en la 
cara posterior del fémur. 
En carga, sobre ambos pies los aductores de A M 
intervienen en la estabilización de la pelvis en el plano frontal en 
asociación con sus antagonistas los abductores de PL (fig. 12a). 
El profesor Kapandji precisa que en apoyo bípode, los aductores 
intervienen en sinergia antagonista con los abductores, mientras que 
en apoyo monopodal, solo los abductores del mismo lado aseguran 
el equilibrio transversal de la pelvis (fig. 12b). 
Los aductores están pues esquematizados por una flecha orientada 
hacia arriba, materializando un punto fijo superior. Esto parece 
confirmarse por el valgo fisilógico del fémur en posición de referencia 
que resulta de la acción aductora de los aductores a partir de un 
punto fijo en el hueso coxal. 
No es nuestra intención poner en cuestión estos datos, como 
tampoco en lo que se refiere a la acción aductora de estos músculos 
en la dinámica; lo que presentaremos son otras posibilidades que 
pueden ser tenidas en cuenta a partir de un punto fijo diferente. 
Vamos a comenzar a analizar la acción posible de estos músculos 
en el plano sagital. 
F i g . 11 
Vista 
a n t e r i o r 
luctor medio J - p j 
oprimer aductor 
L o s a d u c t o r e s 
Fascículo 
medio 
del aductor 
mayor 
o tercero. 
Fascículo inferior 
del aductor 
ma\or 
o tercer 
aductor 
Cadenas 
E l esquema 12c i lustra l a acción de los diferentes fascículos 
del aductor m a y o r o tercer aductor: 
E l fascículo inferior forma u n cuerpo muscular distinto a los 
otros aductores. Se inserta en su extremo inferior en un tubérculo 
que lleva el nombre de tubérculo del tercer aductor, cerca de la 
inserción superior del fascículo medial del gastrocnemio, músculo 
deAM. 
En su extremo superior se une verticalmente al reborde interno de 
la tuberosidad isquiática. 
Tiene práct icamente la m i s m a dirección v e r t i c a l que los 
isquiotibiales situados más hacia atrás. Observemos sin embargo, 
que contrariamente a los isquiotibiales que se fijan en la t ibia 
y son poliarticulares, este se fija en el fémur y es por lo tanto, 
monoarticular. 
En posición de pie, su inserción superior situada por detrás de 
la articulación coxofemoral, le permite completar la acción de 
sus homólogos de PM (el semitendinoso y el semimembranoso), 
oponiéndose a la flexión anterior de la pelvis y favoreciendo el 
mantenimiento del hueso coxal en posición vertical en el plano 
sagital a partir de un punto fijo femoral (fig 12 c 1). 
E l fasc ículo m e d i o d e l a d u c t o r m a y o r se inserta en el intersticio 
de la línea áspera en sus dos tercios inferiores. En su extremo 
superior va a la porción media de la cara externa de la rama 
isquiopubiana. Con respecto al fascículo inferior, sus fibras están 
sobre todo en la alineación de la diáfisis femoral (fig 12 c 2),al menos 
de perfil, lo que le confiere una gran neutralidad en lo que concierne 
a los componentes de ante o retro-báscula del hueso coxal. Además 
están bien situados para mantener la verticalidad del ilíaco en el 
plano sagital. 
E l f a s c i c i i l o s u p e r i o r d e i a d u c t o r m a y o r se inserta por detrás 
en el intersticio de la línea áspera en su tercio superior y alcanza por 
delante el tercio medio de la cara externa de la rama isquiopubiana 
(fig 12 c 3). 
Sus fibras están prácticamente en la horizontal. Esta disposición 
deja presagiar u n componente no despreciable de antebáscula de 
pelvis o más exactamente de contranutación del hueso coxal que 
contrabalancea el componente de nutación del fascículo inferior 
(fig 12 c 3). 
F i g . 12 
a. Equilibrio transvesal b. Equilibrio transversal 
de la pelvis en apoyo de la pelvis en apoyo-
bípode monopodal 
Según LA. Kapandji Según LA. Kapandji 
c. Acción estática d. Acción estática 
de los tres fascículos de los dos fascículos 
del aductor mayor del aductor menor (a) 
y del aductor medio (b) 
Cadenas antero-n.L 
E l esquema I 2 d i lustra los dos fascículos del i i d i i e t o r tiicí u j r 
y también el a d u c t o r m e d i o o p r i m e r 
se insertan muy por delante en el pubis y su rama descendente y 
alcanzan por debajo y atrás la línea áspera del fémur en su parte 
superior (Fig 12 di). 
Como su orientación es muy próxima a la del fascículo superior 
del aductor mayor, su acción puede ser considerada como similar. 
Favorecen la contranutación del hueso coxal y controlan la 
nutación. 
El a d u c l o r m e d i a se extiende desde la línea áspera déifémur en 
su porción media, al cuerpo del pubis entre la sínfisis y la espina, 
(fig 12 d 2). 
Por la dirección de sus fibras, sus acciones se parecen a las del 
precedente y a las del fascículo superior del aductor mayor, es decir 
tienden a contranutar el hueso coxal y a oponerse a la acción ñútante 
de los músculos del esquema 12c. 
Los aductores que están íntimamente ligados por sus aponeurosis 
juegan un rol importante en la estabilización del h u e s o coxal 
e n bipedestación : el componente de contranutación inducido 
por la actividad tónica de losfascículos insertos más anteriormente 
en la rama isquiopubiana y el componente de nutación resultante 
de la actividad tónica de los fascículos más posteriores y de los 
isquiotibiales de PM, se contrabalancean mutuamente. 
Esta acción de estabilización del ilíaco implica la utilización de un 
punto fijo inferior, lo que está de acuerdo perfectamente con la 
noción de e n r a i z a m i e n t o que asociamos a la A M . 
La noción de punto fijo es muy difícil de teorizar, particularmente 
para los músculos aductores, cuya fisiología es muy compleja. En 
efecto,estos están igualmente implicados en el valgo fisiológico 
de fémur en el plano frontal, también en el arco del fémur... lo 
que necesitaría un punto fijo superior... Volveremos a tratar este 
tema. 
El m ú s c i d o r - c í o ¡ n t e r n o l l a m a d o g r a c d i s completa los 
aductores en el muslo. Hemos hablado del rol que juega este músculo 
en sinergia con el gastrocnemio medial en el desbloqueo de rodilla. 
para no repetirnos, el lector puede volver a la figura 3. 
Observemos que este desbloqueo de rodilla tiende a favorecer el 
anclaje en el suelo y la utilización de un punto fijo inferior. 
4 L a figura 13 nos permitirá p r e c i s a r las acciones 
m u s c u l a r e s que i n t e r v i e n e n e n l a formación 
del a r c o del fémur que observamos e n el plano 
sagital. 
Según el profesor Kapandji «Las curvas generales de los huesos de 
miembros inferiores traducen los esfuerzos que lesfueron aplicados» 
El arco longitudinal del fémur es con certeza, la resultante de esta 
: tensión de aplastamiento (fig 13 a 1) a la cual nosotros añadiremos 
la acción de los músculos aductores, cuyo despliegue en abanico en 
la línea áspera parece apta para reforzar ese arqueamiento. 
La relación entre el músculo y el hueso ya no se pone en duda: los 
músculos, por su tono, modelan el hueso y estimulan su crecimiento. 
En contrapartida, los huesos se comportan como tutores, dando 
punto fijo a los músculos y controlando su longitud. 
Nosotros hemos constatado muchas veces sobre el terreno que, en las 
: personas que presentan cierto grado de actividad en las cadenas A M 
: y PL, el fémur está netamente más arqueado que en otras tipologías. 
Por sus inserciones desplegadas en abanico en la totalidad de la 
I altura de la línea áspera en la cara posterior del fémur, los aductores 
cumplen con su objetivo en la estática (fig 13). 
Los fascículos de los aductores insertos en la parte más posterior de 
la rama isquiopubiana mantienen el hueso co.xal en posición vertical 
impidiendo la báscula anterior que se haría bajo efecto de la gravedad 
y por el peso del cuerpo que cae hacia adelante. Por la dirección casi 
vertical de sus fibras, ejercen una tensión vertical sobre la diáfisis 
femoral, esto va a favorecer el arqueamiento del fémur. 
La acción de nutación de los aductores más posteriores (a) reforzada 
por los isquiotibiales internos de PM, va a ser dominante sobre 
la acción contranutante de los fascículos superiores del aductor 
mayor,del aductor medio y del aductor menor (b), menos potentes. 
Podemos considerar que estos últimos, contrariados por la acción 
ñútante de los primeros, estén obligados a tomar punto fijo en el 
hueso coxal y puedan participar en el arqueamiento del fémur. 
Veremos más adelante que, en un exceso de tensión en las cadenas 
antero-medianas, los rectos mayores del abdomen trabajan en 
cuerda de arco y participan en la retrobáscula de la pelvis dando 
también a los aductores punto fijo en la rama isquiopubiana. 
Los rotadores externos de PLparticipan en el mantenimiento de la 
extremidad superior del fémur en rotación externa y del trocánter 
mayor hacia atrás. 
Estos datos cuestionan el punto fijo definido anteriormente, pero 
una escucha a nivel de los aductores confirma esta ambivalencia. 
Dejaremos a un lado las diferencias inherentes a la tipología, 
para analizar lo que estadísticamente podemos comprobar en un 
porcentaje considerable de sujetos: 
- En el tercio superior del muslo, el test de escucha revela 
una actividad tónica en algunos casos hacia el suelo pero con 
más frecuencia haciael techo, lo cual va en el sentido de lo que 
acabamos de desarrollar a propósito de la acción de los fascículos 
más anteriores. Observemos que muchos de estos fascículos tienen 
una orientación de fibras próximas a la horizontal, lo que favorece 
el trabajo en cuerda de arco. 
- En el tercio medio del muslo, la mano es llevada netamente 
hacia los pies, siguiendo aproximadamente el eje del huso 
femoral. Nos encontramos a este nivel en presencia de fibras de 
dirección vertical para las cuales la noción de punto fijo inferior es 
evidente. 
- En el tercio inferior , la tendencia es siempre hacia los pies 
pero también hacia el suelo. A este nivel, encontramos la rotación 
interna relativa de la extremidad distal del fémur. 
Para concluir esta problemática de punto fijo, si bien la resultante 
de las acciones musculares se dirigen hacia abajo, confirmando 
la noción de punto fijo y enraizamiento correspondiente a la AM, 
los aductores trabajarían además en cuerda de arco. 
Es decir, en nuestras maniobras de «accordages», con las que 
tratamos de reprogramar el punto fijo ideal para los músculos 
de una cadena con respecto a sus antagonistas, reprogramamos 
generalmente a los aductores, como los demás músculos de A M , 
hacia un punto fijo inferior. 
Una hiperactividad de la A M , que tiende a arquear demasiado el 
fémur, puede ser el origen de dolores periósticos en la parte anterior 
de la diáfisis femoral, particularmente en los niños y adolecentes 
F i g . 13 
Vista de perfil 
e interna 
Cadenas antero-medianas 37 
en períodos de «estirones de crecimiento». 
L a observación atenta de u n fémur revela u n a 
torsión l o n g i t u d i n a l b a s t a n t e m a r c a d a q u e 
a s o c i a , a p a r e n t e m e n t e u n a rotación e x t e r n a 
p r o x i m a l a u n a rotación i n t e r n a distal 
(fig 14 a ) . 
Volvamos al hecho, en m i opinión muy importante, que las fibras 
del fascículo inferior del aductor mayor tienen una dirección 
rigurosamente vertical en posición de pie; esta disposición favorece 
el mantenimiento del cóndilo interno al aplomo de la cima de la 
tuberosidad isquiática. Los músculos de la pata de ganso (sartorio, 
gracilis y semitendinoso) contribuyen a ello por su inserción en la 
tibia. 
En esta situación, los dos cóndilos femorales se encuentran alineados 
posteriormente en un mismo plano frontal. 
La extremidad inferior del fémur no está realmente en rotación 
interna, si no más bien en una posición que podemos calificar 
como neutra. 
Observemos ahora la extremidad superior de este fémur:hemos 
tenido la ocasión de precisar el rol de la PL en la rotación externa 
proximal del fémur. Esta acción es rítmica, coordinada con la 
respiración, en el tiempo inspiratorio los pelvitrocantéreos de PL 
se activan favoreciendo la rotación externa. 
En consecuencia podemos considerar que la torsión del fémur es 
la resultante de una rotación externa proximal del fémur por la 
cadena PL mientras que la AM mantiene la extremidad inferior 
en posición neutra. 
E x a m i n e m o s a h o r a l a c o m u n m e n t e l l a m a d a «anteversión 
de cuello» La mayoría de pacientes imagina que el fémur efectúa 
sus rotaciones alrededor de u n eje que pasa por el canal medular 
de la diáfisis (fig 14 b). Muchos terapeutas también han integrado 
esta imagen errónea, porque cuando estudiaron biomecánica 
aprendieron que el cuello del fémur, cuando hace rotación externa, 
hace una anteversión. 
El método G.D.S. otorga una gran importancia a la representación 
del cuerpo, a la imagen justa del cuerpo, para tomar conciencia y 
obtener una óptima autogestión en el día a día. La imagen de la figura 
14 b es una imagen falsa, e incluso desestructurante en la medida 
«a 
F i g . 14 
Cadenas antero-medianas 39 
que la anteversión del cuello equivale a una expulsión anterior de 
la cabeza femoral de su cotilo. 
E l fémur efectúa s u s rotaciones alrededor de u n eje que 
u n e el centro de l a cabeza femoral a u n punto situado entre 
los cóndilos femorales (fig. 14 c ) . En consecuencia, lo que 
clásicamente se considera como una anteversión de cuello no existe, 
corresponde más bien a un retroceso del trocánter mayor dado por 
la rotación externa proximal del fémur, realizada por PL. 
Integrando la imagen de esta rotación externa fisiológica del fémur, 
la cabeza del fémur está perfectamente coaptada, favoreciendo una 
mejor estabilidad pélvica y lógicamente una óptima fisiología de la 
articulación coxofemoral. 
c o i n e t i c i ó n e n t r e 
y l a s c a d e n a s 
^ 1 ^WF postero-laterales, esta competición obliga a u n 
H I reparto de terri torio que n o corresponde a l a 
•JLl . fisiología ideal. 
En caso de exceso de tensión en las cadenas A M , no es difícil sentir 
la tensión de los aductores y en este caso se vuelven aductores 
permanentes, cerrando los muslos y oponiéndose a toda tentativa 
de abducción de las coxofemorales (1). 
Esta aducción coxofemoral permanente es molesta para la PL, 
particularmente en la marcha y más aún en la carrera. La cadena PL 
se recupera a nivel de la pierna por medio de la bandeleta i l iotibial 
sostenida, como sabemos, por las fibras superficiales del glúteo 
mayor. El resultado es una abducción del esqueleto de la pierna 
por esta PL (2). 
La PM añade muchas veces un recurvatum. 
El genu-valgo, que por definición es una desalineación en el plano 
frontal, no debe ser confundido con el falso valgo que encontramos 
en los terrenos A L : 
En nuestro caso, la aducción de fémur se hace en el plano 
frontal y se acompaña en general de una rotación 
externa. Los muslos están en contacto en toda su altura. 
F i g . 15 
Cadenas antero-medianas 4 1 
En el caso de una AL, todo ocurre en el plano horizontal. 
La rotación interna de las coxofemorales es el origen 
de la aproximación de las rodillas y la parte superior de los 
muslos no están en contacto. 
j u e g a n i i i i r o l p o s i t i v o e n l a 
d e l hueso coxaL n o o b s t a n t e 
> ele l e n s i ó n exagerada, t e n e r 
. í s a n ive l de la snifísi»* p i i b i a n i n 
E l p r i m e r e s q u e m a de esta figura i l u s t r a u n 
caso de tensión excesiva e n l a s cadenas antero-medianas. 
Los músculos del p e ; ; retraídos mantienen los isquiones muy 
aproximados, mientras que los i . trabajan en 
cuerda de arco tirando de la sínfisis pubiana hacia arriba. 
Los aductores tienen ahora un punto fijo ideal para aducir el fémur 
e instalar el genu-valgo cuyo mecanismo está detallado en la figura 
15-
E l segundo e s q u e m a i l u s t r a el resultado de u n a escalada 
de tensión entre las cadenas postero-laterales y antero-
m e d i a n a s . 
En caso de fuerte actividad en las cadenas postero-laterales, el glúteo 
medio instala una abducción de fémur mientras que el cuadrado 
femoral separa los isquiones. 
La abducción de fémur por el glúteo medio suscita la reactividad 
de los aductores. Oponiéndose a esta abducción, los fascículos más 
anteriores pueden, en algunos casos, t irar exageradamente de la 
sínfisis y hacer un bostezo inferior produciendo la aparición de 
pubalgias. 
2. Bostezo inferior 
de la sínfisis pubiana 
por los aductores reactivos 
a una PL excesiva 
La A M está representada en la pelvis p o r el i s t r i i i é , a l q u e 
, músculo que 
ya fue mencionado como m i x t o P L - A M en el t o m o de cadenas 
relaciónales PL. 
E l periné ocupa la residencia de la A M y se comporta como 
u n s e g u n d o d i a f r a g m a , en fase con el diafragma torácico 
de PA-AP, como lo veremos mientras conserve su l i b e r t a d de 
adaptación. 
está situado en el interior de la pelvis, pero mucho más 
alto de lo que generalmente nos imaginamos, sobre todo para las 
inserciones de los músculos que están en el plano más profundo 
(o superior) llamado comúnmente diafragma pélvico. Presenta la 
forma de una copa ( i ) . 
Entre las diferentes formas de hacer los test de periné, una de ellas 
consiste en hacer una palpación buscando con losdedos el interior 
de los isquiones. Si el periné está relajado los dedos pueden penetrar 
profundamente en los tejidos de esta región ( i a), pero, durante la 
contracción activa del periné o simplemente del esfínter anal, los 
dedos son empujados hacia la superficie. 
Este fenómeno parece contradecir la lógica anatómica, que nos 
haría pensar lo contrario, es decir que la penetración tendría que 
estar facilitada por el ascenso del centro del periné. Lo que ocurre 
en realidad es que su aponeurosis superficial que se inserta en los 
isquiones, se pone en tensión al realizar el ascenso del periné y 
empuja los dedos. 
El tercer esquema pone en evidencia el m a r c o óseo que delimita 
F i g . 17 
1. Localización 
del periné 
2. Efectos de la contracción del periné 
en las aponeurosis superficiales 
el espacio ocupado p o r el periné. Este espacio está delimitado 
en su parte posterior por el sacro, en suporte anterior por elpubis 
y lateralmente por los isquiones. Podemos esquematizarlo con un 
rombo dividido en dos triángulos trazando una línea que une los dos 
isquiones a la altura de la región fibrosa central del periné llamada 
núcleo fibroso central. El triángulo posterior respecto a esta línea 
contiene el esfínter anal, toma el nombre de triángulo anal, mientras 
que el anterior, que contiene la uretra y en la mujer la hendidura 
vaginal, es llamado triángulo urogenital. 
) e n l i e se t i i s p o n e n e n 
finura i l u s t r a estos p lanos 
•¡i pe lv is . 
E l periné está c o n s t i t u i d o por varios músculos 
repartidos en tres planos: profiindo, medio y superficial. 
Considerando el hombre en bipedestación podemos decir también: 
superior, medio e inferior. 
El plano profundo o superior está en contacto con las visceras 
de la pelvis menor y ocupa los dos triángulos definidos en 
la figura precedente. 
El plano medio, situado por debajo, está presente sólo en el 
triángulo anterior. 
El plano superficial o inferior ocupa otra vez los dos 
triángulos. Está en contacto con la aponeurosis superficial, 
aponeurosis que está en contacto con la capa profunda de la 
piel de la que hablamos en la figura 17. 
En este mismo esquema, localizamos el recto, la vagina, el útero y 
la vegiga. 
La vista inferior muestra la totalidad de estos músculos 
que responden al contenido de la pelvis menor (a). 
F i g . 18 
Los diferentes planos 
del periné 
Plano profundo 
Plano medio 
Plano superficial ^ « 
Cadenas antero-medianas 47 
El músculo . presenta dos porciones: e l pul ió-
se extiende desde la cara posterior del 
pubis por delante, hasta el esfínter anal y el rafe ano-coxígeo por 
debajo y detrás. Sus fibras, más posteriores contornean el esfínter 
anal por detrás y le permiten atraerlo hacia arriba. 
Las fibras que vienen del pubis y que se unen al coxis por detrás, 
se prolongan en el ligamento sacrocoxígeo anterior, estas fibras 
ejercen el rol de ligamento activo del mismo (b). La implicación de 
este músculo en los bloqueos del coxis en «anzuelo» es evidente. 
despliega sus fibras lateralemente en 
abanico, desde el rafe ano-coxígeo y los bordes laterales de las dos 
vértebras coxígeas por detrás, hacia la cara medial de la espina ciática 
y la aponeurosis del obturador interno por fuera y la cara posterior 
del pubis por delante. 
Las fibras tendinosas laterales de este músculo se confunden con la 
aponeurosis del obturador interno de PL y remontan prácticamente 
hasta la línea arqueada (c). 
se extiende desde el borde anterior de las 
vértebras coxígeas y también de la última sacra, hasta la cara interna 
de la espina ciática, está muy próximo al ligamento sacrociático 
actuando como ligamento activo del mismo. 
Estos músculos intervienen profundamente en la fisiología del 
coxis fijándolo casi siempre en flexión. Este bloqueo del coxis en 
flexión en algunos casos es de origen traumático pero con mucha 
más frecuencia corresponde a una huella secundaria de una A M 
que trata de recuperar su longitud cuando la cadena PM en exceso 
a fijado el sacro en posición horizontal. 
T . o te « s u e l o 
í\ • . n o m b r e cié 'i I 
• ' I 
1 ., ^ No cuestionamos la idea de que el periné juega un rol 
de contención de los elementos de la pelvis menor, no obstante, no 
pensamos que su potenciación sea necesaria a todo precio, salvo si 
imagináramos que el contenido de la cavidad abdominal y de la pelvis 
F i g . 1 9 
E l plano profundo del periné 
o diafragma pélvico 
Cadenas antero-medianas 49 
menor apoyaran pasivamente sobre él bajo la acción de la gravedad. 
La realidad es muy diferente porque las visceras abdominales 
están suspendidas por diferentes ligamentos, o bien al esqueleto 
axial o bien directamente al diafragma. La vejiga, el recto y el útero 
contenidos en la pelvis menor son extra-peritoneales y están todos 
suspendidos al marco óseo de la pelvis. ( fig 20a). 
El peritoneo que tapiza las paredes de la cavidad abdominal y a la vez 
contiene los órganos y visceras abdominales, delimita una cavidad 
herméticamente cerrada conteniendo órganos y visceras huecas. 
La contracción diafragmática, que en un primer tiempo se acompaña 
de un descenso del centro frénico, favorece una compresión de esta 
cavidad cuyo volumen es empujado hacia abajo y debería ganar la 
pelvis menor y en consecuencia también el periné. 
No obstante, haciendo una atenta observación, hemos podido 
constatar que todo está previsto para minimizar la propagación de 
la presión en la pelvis menor. 
La primera constatación es que los órganos de la pelvis menor son 
extra-peritoneales es decir, en el exterior del «balón compresible» 
definido precedentemente (fig 20 a y b). 
La segunda es que la cavidad correspondiente a la pelvis menor no 
está en la prolongación del «cilindro» abdominal, sino desplazada 
hacia atrás (fig 20 a y b). Esta disposición anatómica hace que la 
presión sea dirigida principalmente hacia el pubis. 
Examinemos ahora la fisiología del músculo transverso del abdomen 
que es un músculo de PA. Es el único músculo abdominal que 
tapiza la totalidad del contorno abdominal y que presenta fibras 
dispuestas horizontalmente. Recordemos también que elperitoneo 
parietal está adherido a su aponeurosis. 
Este músculo está perfectamente bien ubicado para contener el 
contenido abdominal y controlar los aumentos de presión inducidas 
por las contracciones diafragmáticas. En condiciones fisiológicas 
ideales de estática y de modo respiratorio, que serán abordados 
en el libro consagrado a las cadenas postero-anteriores y antero-
posteriores, veremos que el transverso del abdomen no sólo contiene 
esta presión sino que además asegura un buen reparto de la presión, 
dirigiéndola hacia arriba, hacia la cúpula diafragmática. 
Una relativa tonicidad del transverso del abdomen es siempre 
conveniente, pero, a la inversa una tonicidad exagerada de los 
abdominales va a aumentar la hiperpresión intra-abdominal , 
Cadenas antero-medianas 51 
teniendo como única p o s i b i l i d a d i n v a d i r la pelvis menor, 
perturbando la fisiología del diafragma pélvico. Esta situación ha 
motivado la aplicación de las técnicas de «reeducación abdominal 
hipopresiva». 
C o m o l a totalidad de l a c o l u m n a vertebral , v a a a s u m i r , a 
distancia, los efectos de l a respiración diafragmática 
(fig 2 0 c ) : 
En cada inspiración, el sacro es llevado hacia atrás al 
mismo tiempo que la columna lumbar ve disminuir 
su lordosis. 
En cada espiración, el sacro es llevado en flexión 
anterior al mismo tiempo que la lordosis lumbar se 
reinstala. 
Hacer el test de la «respiración sacra» nos permite afinar el 
diagnóstico, porque todo esto es posible siempre que ninguna 
tensión muscular viene a bloquear la libertad del sacro. 
El coxis es con frecuencia considerado como un simple vestigio de 
una cola desaparecida hace millones de años, pero en realidad no 
es así, puesto que l a articulación sacro-coxígea j u e g a u n r o l 
de j u n t a de elasticidad p a r a el s a c r o: permite a éste modificar 
rítmicamente su posición minimizando las tensiones, y protege el 
periné de una distensión muy importante;de esta manera el periné 
puede adaptarse a la alternancia de presiones resultantes de la 
actividad diafragmática, pero con una actividad tónica moderada 
( Fig 20 c). Esta adaptabilidad depende mucho más de la libertad 
que de la potenciación de su tonicidad. Volveremos a tratar este 
tema en el capítulo de incontinencias urinarias. 
No es íiie de A M q u i e n debe c o n t r o l a r l a 
posición del sacro, sino el músculo glúteo mayor 
profundo de P M . 
Es corriente ver representar el «suelo pélvico» como un 
trazo de unión entre las cadenas posteriores y las cadenas anteriores. 
Esta visión es justa durante la primera parte del desarrollo del bebé, 
período que precede al enderezamiento del tronco y a la marcha. 
Podemos considerar que también puede ocurrir en la edad adulta, 
pero es un error que hace pensar que el periné tiene un papel en la 
posición del sacro. Esto ocurre en caso de exceso de actividad de la 
cadena posterior pero nunca en un esquema fisiológico. 
El músculo glúteo mayor profundo de la cadena PM es quien debe 
controlar la posición del sacro; recordemos que la posición de la 
sacroilíaca (en vilo) tiende a llevar al sacro hacia adelante y hacia 
la horizontal. 
Es decir que el glúteo mayor para llevar a cabo su función útil debe 
trabajar con punto fijo inferior, en muchos casos no existe este 
esquema fisiológico, principalmente cuando hay exceso de tensión 
en las cadenas postero-medianas a la cual pertenecen las fibras 
profundas del glúteo mayor. La función del glúteo mayor fibras 
profundas será desarrollado en el libro consagrado a las cadenas 
postero-medianas. 
» ' :^ .)(» } ) i i i . " • •. 
Nace en la cara anterior del sacro entre los agujeros 
sacros a la altura de la segunda, tercera y cuarta vértebras sacras (b). 
Envía fibras a la cara anterior del ligamento sacroisquiático (ci) 
y también al hueso ilíaco en la parte superior de la escotadura 
ciática mayor (c 2). 
Sale de la pelvis por la escotadura ciática mayor y termina en borde 
superior del trocánter mayor (c). 
E s t e músculo es mixto de P L y de A M : por sus inserciones 
sacras, se asemeja al periné de AM mientras que, por su inserción 
femoral,se asemeja más a los otros pelvitrocantéreos de PL. Este 
tema ha sido desarrollado en el tomo consagrado a las cadenas 
postero-laterales. 
En el esquema asimétrico fisiológico del cuerpo, del cual también 
hemos hablado, el músculo piriforme asocia la cadena AM que 
domina a la derecha con la cadena PL que domina a la izquierda. 
Por sus relaciones con el ligamento sacroisquiático, la dirección de 
las fibras y su acción ñútante sobre el sacro, puede ser considerado 
como u n l igamento activo de l a articulación sacroilíaca y 
E l contro l de la posición 
del sacro debe ser realizada por el músculo 
glúteo mayor y nunca j a m á s p o r el periné. 
c. E l músculo piriforme 
ligamento activo de la sacroilíaca 
d e l l i g a m e n t o sacroisquiático. 
E l p i r i f o r m e e s t a m b i é n u n guardián d e l periné, lo protege 
de toda f o r m a de distensión. 
Con demasiada frecuencia se considera al p i r i f o r m e como causal, 
y s in embargo en la mayoría de los casos es reactivo a u n a nutación 
excesiva del sacro p o r u n a P M , también puede ser reactivo a u n a 
hiper-presión en la pelvis m e n o r . E n estos casos a u m e n t a su t o n o 
para poder cerrar la p inza sacro-ilíaca, o proteger al periné dándole 
l o n g i t u d . 
E n los casos de «ciatalgias premenstruales» el p i r i f o r m e entra en 
espasmo de defensa ante la presión ejercida sobre el d iafragma 
pélvico p o r el aumento de v o l u m e n y peso de l útero antes de la 
m e n s t r u a c i ó n , p a r t i c u l a r m e n t e en las m u j e r e s cuyo sacro está 
t ipológicame colocado en nutación. 
Lo m i s m o ocurre en algunos sujetos con estreñimiento crónico 
de tipología muy en AL cuya p a r e d a b d o m i n a l está fuertemente 
contraída. Esto explica el porqué las zonas reflejas correspondientes 
a l e s t r e ñ i m i e n t o , a l g u n o s a u t o r e s las u b i c a n e n l a r e g i ó n 
correspondiente a los p i r i f o r m e s . La presencia de u n fibroma o 
de u n t u m o r pueden p r o d u c i r también en algunos casos ciatalgias 
recidivantes. 
L o s i t i ú s c w l o s d e l p e r i n é y e l p i r i f o r m e i n f I t i j e n 
e n i a p o s i c i ó n d e l s a c r o y d e l c o x i s -
L a figura 2 3 a i l u s t r a l a acción e x c e s i v a d e A M a 
n i v e l d e l a p e l v i s : las acciones bilaterales combinadas 
de los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l , coxígeos y p i r i f o r m e s l l e v a n a u n a 
fijación del sacro en contranutación y del coxis en flexión. 
E l sacro p i e r d e entonces su l i b e r t a d , esto puede ser fáci lmente 
puesto en evidencia haciendo el test «respiración sacra» de la que 
hablamos en la figura 2 0 . E n el caso de u n a A M excesiva, el sacro se 
fija en posición de inspiración sin posibilidad se volver a la flexión 
anterior correspondiente a la espiración. 
L a figura 2 3 b üustra u n r e p a r t o d e t e r r i t o r i o m u y fi'ecuente 
e n t r e l a s c a d e n a s P o s t e r o - m e d i a n a s y A n t e r o - m e d i a m i s : 
los paravertebrales en u n a P M excesiva l levan el sacro a nutación. 
Los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l y c o x í g e o de A M , d i s t e n d i d o s p o r la 
Vista 
endopélvica 
de perfil 
apertura de la p inza sacro-ilíaca, recuperan el coxis y lo l levan a u n a 
posición de flexión. Este caso es extremadamente frecuente, y nos 
parece m u y i m p o r t a n t e verificar la posición del sacro antes 
de aplicar ninguna técnica en el coxis. 
Las lesionespost-traumáticas en flexión del coxis llamadas«coxis en 
anzuelo», son el resultado de un aumento de tono de los músculos 
coxígeos y puborectales con la finalidad de protección de u n coxis 
lesionado. Hemos mencionado en la figura 19b, la existencia de 
expansiones de los músculos puborectales sobre los l igamentos 
sacrocoxígeos anteriores const i tuyendo los l igamentos activos de 
estos. 
E n los dos esquemas, vemos con c lar idad que el músculo coxígeo 
«dobla» al ligamento sacrociático p o r d e n t r o , este músculo es el 
ligamento activo f recuentemente c o n f u n d i d o en la palpación. La 
sensación de relajación cuando realizamos u n a técnica de presiones 
i n h i b i t o r i a s a n ive l del l igamento, es en real idad signo de que hemos 
relajado el músculo coxígeo. 
s t a c i ó i i . e s t o 
r i , m á s e n t r e l a s 
' •'- ' — E n la c o n t r a n u t a c i ó n i n d u c i d a p o r A M , el sacro se 
verticaliza. M i e n t r a s que su e x t r e m i d a d avanza, su p l a t i l l o retrocede 
entre los ilíacos (a). 
Las articulaciones sacroilíacas no son paralelas sino que divergen 
hacia adelante, en consecuencia, el sacro se encastra entre los Uíacos 
cuando retrocede entre ambos (h). 
Este encastramiento del sacro t iene p o r efecto separar las espinas 
ilíacas posteriores y superiores p o r detrás y a la vez va a aumentar 
el apoyo del pubis por delante ( b ) . 
Es posible apreciar el grado de verticalización y de encastramiento 
del sacro, p o r la posición de algunas referencias óseas representadas 
en c : 
La distancia entre dos verticales tangentes al b o r d e i n t e r n o 
de las espinas üíacas posteriores y superiores, nos i n f o r m a 
sobre el grado de encastramiento del sacro entre los 
ilíacos. M a d a m e Godelieve Denys-Struyf h a evaluado 
S a c r o 
perfi l 
i z q u i e r d o 
a. Contranutación del sacro por A M 
b. Cuando se verticaliza, el sacro se encastra entre los ilíacos. 
P e l v i s v i s t a 
s u p e r i o r 
P e l v i s v i s t a 
p o s t e r i o r 
A 
• 
V • 
c. Modificaciones de las referencias de la p e h i s 
específicas de una contranutación sacro-ilíacaestadísticamente la distancia m e d i a e n t r e 9 y 9 , 5 c m . 
Más de 9,5 cm. corresponde pues a un encastramiento del 
sacro. 
La distancia entre la tangente al borde m á s i n f e r i o r de 
la espina ilíaca postero-superior y 
la tangente al ángulo infero- latera l de l sacro 
nos i n f o r m a sobre el grado de verticalización de l sacro. 
Esta distancia m e d i a debe equivaler a c u a t r o t r a v e s e s d e 
d e d o s d e l p a c i e n t e . Una distancia mayor revela una 
verticalización del sacro. 
r l - • • ^ = , >>• 
l , ^ . . . . 
t • -
La combinación entre A M y A L es frecuenle: i u i i r i a i i u t a ci íHcr(i. 
mientras que A L c o n t r a n u t a el i l íaco. 
La espina ilíaca postero-superior está ascendida mientras que el 
ángulo infero- lateral del sacro está descendido. 
Los l igamentos sacroilíacos posteriores están distendidos y producen 
algias. E n este caso, no es r a r o encontrar a la palpación la presencia 
de nodulos que se desplazan a la presión y j u s t i f i c a n las algias. 
- c - ! = F — L a pelvis es la residencia de la A M representada p o r 
los músculos de l periné, hemos v is to las diferentes acciones en 
la estática pelviana. Esto puede explicar la f o r m a que en general 
presenta del sacro, es decir, g lobalmente en cifosis. 
Podemos pensar que la act iv idad de los músculos del periné en el 
bebé empieza a moldear m u y t e m p r a n o el sacro en el sentido de la 
cifosis. Pero, aquí también, todo es cuestión de e q u i l i b r i o y se puede 
constatar que todos los sacros no t i e n e n la m i s m a f o r m a ; vamos a 
F i g . 2 5 
Cadenas antero-medianas 61 
volver sobre lo que ha sido descripto en relación a este t e m a en el 
l i b r o «Nociones de Base» del m é t o d o G.D.S.: E l sacro revela p o r su 
f o r m a , algunos trazos de l proyecto genético del i n d i v i d u o . 
L a f i g u r a 2 6 e s t a b l e c e u n a c o m p a r a c i ó n e n t r e d o s 
morfologías s a c r a s d i f e r e n t e s . 
E n lo que concierne al s a c r o que calificamos de n e u t r o (a y b ) , 
las dos primeras vértebras sacras ( S i y S2) están alineadas una 
con respecto a la otra. E n el caso de s a c r o e n c i f o s i s (a y c), las 
dos primeras vértebras sacras están en flexión anterior una con 
respecto a la otra. 
Estos dos sacros están v o l u n t a r i a m e n t e colocados en u n a posición 
de inclinación ideal del platillo sacro t a l como está def inido p o r e l 
ángulo d e de Séze. E l grado de inclinación del p l a t i l l o sacro es 
i m p o r t a n t e en la m e d i d a en que su valor va a depender de la f o r m a 
en que el sacro recibe a la c o l u m n a vertebra l , especialmente a L5. 
La angulación ideal ha sido d e t e r m i n a d a alrededor de 34°. E n estas 
condiciones, la transmisión de fuerzas realizadas p o r la c o l u m n a 
ver tebra l sobre el p l a t i l l o sacro, se hará de u n a f o r m a que asegura 
estabi l idad y a m o r t i g u a c i ó n : 
- U n p l a t i l l o m u y h o r i z o n t a l favorecerá la estabi l idad pero al 
precio de u n a g r a n compresión de l disco L5-S1. ' 
- A la inversa, u n p l a t i l l o m u y i n c l i n a d o producirá u n a 
inestabi l idad de L5 sobre S i , incluso u n a antelistesis. 
Recordemos también que la supervivencia del disco L5-S1 depende 
de su grado de cuneiformización : 
- N o suficiente cuneiformización favorece la compresión 
discal y la h e r n i a p o r vía posterior , mientras que u n exceso 
de cuneiformización puede l levar a u n a r u p t u r a de fibras 
anteriores del ánulus y a la h e r n i a p o r vía anter ior . 
T a m b i é n e s i n t e r e s a n t e c o m p a r a r l o s á n g u l o s d e 
conformación d e l p r o m o n t o r i o d e l s a c r o b y c . 
D e t e r m i n a m o s este ángulo haciendo cruzar u n a línea tangente al 
p l a t i l l o sacro con otra tangente a la parte anter ior del cuerpo de 
S i . Es diferente de u n sujeto a o t r o y además no cambia. E n el caso 
de xm sacro en cifosis que calificamos de t i p o A M , este ángulo de 
conformación es generalmente más obtuso que en el caso de un 
c. Sacro cifosado 
AM 
sacro neutro, representado en b. Esto tendrá consecuencias en la 
inclinación general del cuerpo del sacro con respecto al p l a t i l l o , es 
decir en su posición global en el espacio. 
Comparemos u n sacro neutro y u n sacro cifosado cuyos p lat i l los 
t i e n e n la inclinación ideal con respecto a la h o r i z o n t a l t a l como lo 
define el ángulo de de S é z e : el sacro cifosado, que presenta u n ángulo 
de conformación m á s obtuso, es globalmente más vertical que el 
sacro n e u t r o con u n ángulo de conformación más agudo. 
Esta constatación nos l leva a pensar que algunos sacros tienen, 
desde el principio, una forma enAM, más propicia a una posición 
en AM. Volveremos a hablar de este t e m a en la figura siguiente. 
E l profesor Delmas, también ha observado diferencias morfológicas 
del sacro que asocia a tipologías vertebrales específicas. 
Observó p r i n c i p a l m e n t e las articulaciones sacro-ilíacas p o n i e n d o 
en evidencia diferentes formas: 
- A r t i c u l a c i o n e s en f o r m a de «habichuela», de t i p o 
anfiartrosis , 
fuertemente engranadas, pobres en cartílago y poco 
predispuestas al m o v i m i e n t o . 
Este t i p o de articulación corresponderían a u n sacro en 
cifosis de t i p o A M . 
A la inversa, describe articulaciones en f o r m a de escuadra, 
en «riel cóncavo, r i e l convexo» de t i p o Faraboeuf, 
b i e n provistas de cartílago y b i e n predispuestas 
al m o v i m i e n t o . 
Estas últ imas corresponderían mas b i e n a sacros 
arqueados de t i p o P M . 
Las dos fotos de sacros cifosado y neutro i l u s t r a n estas diferencias. 
H e m o s t e n i d o la p o s i b i l i d a d de poder observar u n a g r a n cant idad 
de sacros que los antropólogos p u s i e r o n a nuestra disposic ión, 
gracias a l o cual, hemos p o d i d o verif icar las diferentes morfologías 
de sacro y de articulaciones sacro-ilíacas que nos p e r m i t i e r o n hacer 
esta detal lada descripción. 
Estas diferencias existen a m e n u d o , aún cuando estos caracteres, 
no estén s iempre presentes en u n m i s m o sacro. 
: í \ i s te i i d i f e r e n t e ^ • • ( " Í H Í Í J 
s a c r o i ' s t a p r e \ i - . < ítr ü i i a 
> o s í c i ó í i q u e e^tit ( ~ 
l e b a s e . 
A q u í nos e n c o n t r a m o s c o n f r o n t a d o s a u n p r o b l e m a 
difícil, que es, resolver la frontera entre lo genético y l o a d q u i r i d o . 
La inf luencia de las tensiones musculares sobre la f o r m a del hueso 
es algo que ya no se discute, no obstante n o debemos i g n o r a r l a 
programación genética y el sacro es u n e jemplo concreto. 
En consecuencia hay que aceptar la idea de un esquemafisiológico 
ideal, pero a la vez admitir la pluralidad, ligada a las tipologías e 
investigar lo que es conveniente para cada tipología. 
E n este o r d e n de ideas, u n sacro cifosado está previsto para estar 
colocado ver t ica lmente en A M sin que ello afecte la transmisión 
de fuerzas desde la c o l u m n a v e r t e b r a l al platillo sacro, mientras l a 
inclinación del p lat i f lo sacro sea correcta (Fig 27 a). 
La figura 27 b i l u s t r a el caso de u n sacro t ipológicamente A M pero 
en posición h o r i z o n t a l debido a u n a P M excesiva. 
La inclinación del p l a t i l l o sacro es aquí m u c h o más i m p o r t a n t e para 
rec ib ir correctamente la q u i n t a l u m b a r y el peso t r a n s m i t i d o p o r la 
t o t a l i d a d de la c o l u m n a vertebra l . 
Este caso, donde el riesgo de antelistesis de L5 es muy importante, es 
bastante frecuente en consulta, p a r t i c u l a r m e n t e en adolecentes que 
pract ican deportes de competición, pues insta lan u n a P M excesiva 
en su afán de superación y competición permanente . 
E n conclusión, hay que tener en cuenta que cada caso es único y 
que el objet ivo no esponer a t o d o el m u n d o en el m i s m o m o l d e , a l 
contrar io , p e r m i t i r a cada u n o realizar sus propios potenciales; dicho 
de o tra manera , estar de acuerdo con su p r o p i o proyecto genético. 
Sacros 
de perfil 
34° 
Angulo de inclinación 
del p la t i l lo sacro 
ideal 
a . S a c r o c i f o s a d o p o s i c i o n a d o e n P M 
L o s m ú s c u l o s p i r i f o r K i e s f e n f o r i r i a 
a s i m é t r i c a y e s t á n d i r e c l a i i i c a d o s e n 
l a r o t a c i ó n d e l s a c r o . 
L a figura 2 8 a i l u s t r a l a acción asimétrica d e l o s 
m ú s c u l o s p i r i f o r m e s a n i v e l d e l a p e l v i s . 
Recordemos que estos músculos son m i x t o s es decir que pertenecen 
a la vez a las cadenas antero-medianas y de las cadenas postero-
laterales. 
Recordemos también el esquema asimétrico fisiológico de la pelvis 
del cual hemos t r a t a d o en dos ocasiones anteriores, en los t o m o s 
correspondientes a las cadenas antero-laterales y postero-laterales: 
el p i r i f o r m e derecho t o m a p u n t o fijo en el fémur m a n t e n i d o en 
rotación i n t e r n a p o r las fibras m á s anteriores del glúteo m e n o r y 
medio . Se c o m p o r t a como u n músculo de A M y se asocia con esta 
última que d o m i n a a la derecha en u n esquema asimétrico fisiológico. 
E l p i r i f o r m e izquierdo t o m a p u n t o fijo en el sacro y l leva el fémur a 
rotación externa. Se c o m p o r t a como los pelvitrocantéreos de P L a 
la cual se asocia. P L d o m i n a a la izquierda. 
L a figura 2 8 b i l u s t r a e s t a asimetría d e f u n c i o n a m i e n t o e n 
e l p l a n o h o r i z o n t a l ; m u e s t r a l a rotación d e l s a c r o h a c i a l a 
i z q u i e r d a i n d u c i d a p o r e l p i r i f o r m e d e r e c h o . 
Esta rotación izquierda del sacro está presente alrededor de 90% de 
casos, este porcentaje también corresponde a la asimetría fisiológica 
de la pelvis con la cual está relacionada. 
H e m o s r e p r o d u c i d o v o l u n t a r i a m e n t e , en la m i s m a figura 24b, la 
contranutación y el despliegue üíaco debido al d o m i n i o de A L a la 
derecha, como también la nutación y el repliegue delUíaco izquierdo 
debido al d o m i n i o de P L a la izquierda. 
E n cuanto a l a rotación de l fémur, a pesar de l d o m i n i o de A L , 
r o t a d o r a i n t e r n a a l a derecha y de l a P L r e t a d o r a e x t e m a a l a 
izquierda, es frecuente encontrar una rotación extema de fémur 
más importante a la derecha, l o que podría hacer pensar en u n a 
inversión del esquema fisiológico, s in embargo en este caso, se debe 
a una tensión excesiva del p i r i f o r m e derecho, casi s iempre asociada 
a u n a fuerte rotación del sacro hacia la i zquierda, señalando u n 
trabajo en cuerda de arco del p i r i f o r m e trabajando d e n t r o de u n 
marco A M . 
F i g . 2 8 
Pehis 
a. Los piriformes funcionan en forma asimétrica 
fltí S'l 
b.El piriforme derecho hace girar el sacro hacia la izquierda 
i niúsüulos del p e r i n é > 
ixígeos estaii i p \ 
E l coxígeo s e i n s e r t a t a m b i é n e n l a s d o s últ imas 
vértebras s a c r a s ( F i g 2 9 a ) , e s t o e x p l i c a s u participación 
e n l a rotación d e l s a c r o c o n e l p i r i f o r m e . 
Es interesante, cuando hacemos el test de posición de l sacro, ver 
la diferencia entre u n a rotación del sacro m á s marcada en su parte 
superior que en su parte in fer ior . Consideramos en ambos casos que 
la rotación se realiza en u n eje l o n g i t u d i n a l , para l o cual descartamos 
previamente la p o s i b i l i d a d de u n a rotación en u n eje oblicuo, de 
la cual h a b l a r e m o s en n u e s t r o es tudio de las cadenas postero-
medianas. E l hecho de que la rotación del sacro sea más importante 
en su parte superior nos indicaría un problema de distorsión ilíaca, 
( A L derecha y P L izquierda) o a u n problema de piriforme . 
E l hecho de que la rotación del sacro esté más marcada en su 
parte inferior, j u s t o p o r encima del ángulo infero- latera l , señala 
la participación del músculo coxígeo, e incluso de un hemi-periné. 
L a tensión u n i l a t e r a l d e l m ú s c u l o coxígeo q u e s e i n s e r t a 
s o b r e t o d o e n e l b o r d e l a t e r a l y l a c a r a a n t e r i o r d e l a s 
vértebras coxígeas f a v o r e c e l a rotación d e l c o x i s d e l l a d o 
o p u e s t o ( f ig 29 a y b ) . E l músculo puborecta l puede también estar 
i m p l i c a d o ( b ) . 
H e m o s elegido v o l u n t a r i a m e n t e i lus trar una rotación del coxis hacia 
la izquierda, correspondiente al esquema asimétrico m á s frecuente 
de la pelvis, no obstante, p o r el juego de acción y reacción enfre las 
cadenas, no es raro encontrar u n a rotación hacia la derecha muchas 
veces independiente de la rotación del sacro. 
J e ^ p e r i ñ e c«1 m p r e n d e 
--^ K rso p r o ñ i n d c ) d e l p c i i i i é 
E l p l a n o m e d i o d e l p e r i n é m a s c u l i n o 
r e p r e s e n t a d o e n l a figura 3 0 a está c o n s t i t u i d o p o r d o s 
m ú s c u l o s : 
Hlg. 29 
Pelvis 
vista anterior 
a. E l piriforme y el coxígeo 
Pelvis 
vista inferior Adelante 
Atrás 
b. E l coxígeo derecho hace rotar el coxis hacia la izquierda 
Sínfisis 
pubiana 
F i g . 3 0 
Proceso 
isquiático 
a. Plano medio del periné masculino 
b.Plano medio del periné femenino 
Cadenas antero-medianas 71 
i • o d e l p e r i n é , se extiende de la cara 
m e d i a l del proceso isquiático al núcleo fibroso central del periné que 
resulta de la unión de las fibras de ambos transversos. 
Controla la separación del isquion y se opone d i r e c t a m e n t e al 
músculo c u a d r a d o f e m o r a l d e P L . 
, como su n o m b r e lo indica , o b t u r a la 
uretra . 
L a figura 3 0 b i l u s t r a e l p l a n o m e d i o d e l periné f e m e n i n o . 
e n c o n t r a m o s los dos m ú s c u l o s , pero , c o n t r a r i a m e n t e al per iné 
mascul ino, el esfinter de la uretra no está unido al núcleo fibroso 
central del periné, sino que está aislado p o r delante de la h e n d i d u r a 
vaginal . Esta p a r t i c u l a r i d a d anatómica parece j u g a r u n r o l para que 
el esfínter sea m á s frágil en la m u j e r que en el h o m b r e . 
m 
E s t a figura i l u s t r a h u e s o s ilíacos e n posición A M . 
Los isquiones se aproximan b a j o l a a c c i ó n de los m ú s c u l o s 
ob l igando a las ramas isquiopubianas a 
sagitalizarse. E n caso de u n cierre m u y i m p o r t a n t e puede l legar a 
p r o d u c i r un bostezo superior de la sínfisis pubiana y c o n s t i t u i r un 
terreno favorable a una forma específica depubalgia. 
Es mucho más corriente encontrar una rama isquiopubiana 
derecha, donde domina la AM, más sagital que a la izquierda, 
donde d o m i n a la P L ; n o obstante, en el juego de acción-reacción 
entre las cadenas, t o d o es posible, es decir es posible encontrar lo 
inverso. E l repliegue caudal se a c o m p a ñ a de u n despliegue de las 
alas ilíacas en el plano frontal, suceptible de poner en tensión los 
ligamentos iliolumbares representados en el esquema 29 a. 
Su distensión puede desencadenar la reacción de un cuadrado 
lumbar que es su ligamento activo. 
Fig. 31 
Ligamentos 
i l iolumbares 
a. Repliegue caudal de los ilíacos por A M 
a. Radiografía de una pehis en 
Cadenas antero-medianas 73 
L a figura 3 2 a i l u s t r a e l c o n t r o l fisiológico d e P L s o b r e 
A M : P L t i e n e s u d o m i n i o a n i v e l c o x o f e m o r a l , e n l a p e l v i s , 
q u e e s l a r e s i d e n c i a d e A M . 
Los m ú s c u l o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s d e P L i m p i d e n a los 
músculos t r a n s v e r s o s del p e r i n é d e A M , cerrar exageradamente 
los isquiones; t o d o es cuestión de e q u i l i b r i o , ese c o n t r o l no debe 
volverse dominación. 
L a figura 3 2 b p o n e e n e v i d e n c i a u n d o m i n io d e l a A M e n 
t o d o s l o s p l a n o s : 
E l sacro es m a n t e n i d o en contranutación p o r l o s m í i s c i i l c í s d e l 
^ ^ r i f o r m e , m i e n t r a s que los isquiones se a p r o x i m a n 
y las r a m a s i s q u i o p u b i a n a s se s a g i t a l i z a n p o r l o s m ú s c i i i o s 
- ^ J e l p e r i n é que la P L n o puede contro lar , en este 
caso hablamos de inversión del control entre estas dos cadenas. 
La P L entra en reacción recuperando los fémures: l o s m ú s c u l o s 
c u a d r a d o s f e m o r a l e s y o b t u r a d o r e s i n t e r n o s exageran la 
rotación externa de fémur. Este t e r r e n o está m u y predispuesto a 
la aparición de u n a coxartrosis expulsiva. 
- ca-.<.- í p u e d e s e r d o m i n a d a 
t) . - >. . " I r \ A I ^ , 1 e l p l a n o frontal, o p o r 
. - . » 1 ( 1 V v a l l o p o r a m b a s c a d e n a s 
E n e l c a s o d e l a figura 3 3 a , s e t r a t a d e u n d o m i n i o d e P L 
e n e l p l a n o f r o n t a l . 
L o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s y l o s o b t u r a d o r e s i n t e r n o s d e P L 
actúan en los isquiones separándolos exageradamente. E l periné está 
Núcleo fibroso 
central de! periné 
a. PL controla M I en el plano frontal. 
Adelante 
Pelvis vista 
inferior 
b. 
distendido en el plano f r o n t a l y va a reaccionar con u n aumento de su 
tono. A M recupera el sacro en el p lano sagital gracias a los músculos 
ajoidados p o r los músculos p i r i f t í r i i i e s , recordemos que 
los p i r i f o r m e s pertenecen a la vez a A M y a PL. 
L a figura 3 3 b i l u s t r a u n c a s o d o n d e l a A M p i e r d e e n t o d o s 
l o s p l a n o s d e b i d o a l d o m i n i o d e P L y d e P M . 
L o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s y l o s o b t u r a d o r e s i n t e r n o s 
d o m i n a n , en este caso, en el p l a n o f r o n t a l , los isquiones están m u y 
separados y el periné está distendido transversalmente. 
L o s m ú s c u l o s p a r a v e r t e b r a l e s d e P M , reunidos a n i v e l de l 
sacro, es decir en la l l a m a d a masa c o m ú n o tendón c o m ú n de los 
músculos erectores de l raquis; cuando están e n exceso de tensión 
ñutan el sacro. Esta h o r i z o n t a l i d a d sacra, aunque está compensada 
p o r u n a flexión del coxis, dist iende el periné en el p lano sagital, más 
aún cuando la P L que instala u n a nutación ilíaca, l leva la sínfisis 
p u b i a n a hacia adelante y arr iba . 
E s t a d i s t e n s i ó n d e l p e r i n é c o n s t i t u y e u n o de l o s t e r r e n o s 
predispuestos a la i n c o n t i n e n c i a u r i n a r i a . Los deportistas suelen 
presentar incontinencia porque desarrol lan y m a n t i e n e n u n d o m i n i o 
en las cadenas P L y P M . 
N o s o t r o s pensamos que la t racc ión de los m ú s c u l o s d e l per iné 
distendidos transversalmente y antero-posteriormente ocasiona una 
tracción permanente en el núcleo fibroso central del periné l legando 
a u n a distensión exagerada y t o t a l del m i s m o . 
Esta distensión a veces se confunde con u n a d e b i l i d a d de l periné 
y se busca reforzar los músculos de l «suelo pélvico», esta práctica 
demasiado frecuente, n o consigue t r a t a r la causa. 
Pensamos que es conveniente primero encontrar la rearmonización 
de las tensiones excesivas en las cadenas PL y PMy además realizar 
la reestructuración de la pelvis, con el fin de devolver al periné 
su libertad para que pueda recuperar sufiinción de «diafragma 
pélvico». 
b. P L y P M dominan en el plano frontal y sagital, 
A M está distendida en los dos planos 
Figura 
t . , V ^ j-" H . amos 
•• . - . Olí la 
E n c o n t r a m o s e n a y b d o s e j e m p l o s d e p e l v i s estáticas: 
L a figura 3 4 a corresponde a loia p e h i s de t ipología A M y 
mater ia l iza el r o l del periné en el repliegue caudal. 
L a figura 3 4 b r e t o m a u n a p e l v i s d e tipología A L abordada en 
el t o m o I de las cadenas relaciónales. Observamos el despliegue 
ilíaco p o r el músculo glúteo m e n o r . 
L a figura 3 4 c r e t o m a el e jemplo de una pelvis dinámica, en este 
caso de t ipología P L tratada en el t o m o I I de cadenas relaciónales. 
• " i i . . i » „ i i i i II r . . • onck» doni inai i 
observaremos l a 
a p r o x i m a c i ó n de los i squiones y la sagita l ización de las ramas 
isquiopubianas. 
Las alas ilíacas están abiertas en el plano f r o n t a l con las consecuencias 
que pueden p r o d u c i r sobre los l igamentos i l i o l u m b a r e s . 
E n e l s e g u n d o c a s o d o n d e d o m i n a n l a s c a d e n a s p o s t e r o -
l a t e r a l e s ( f i g 3 5 b ) , los isquiones están m u y separados y las ramas 
isquiopubianas están frontalizadas. Las alas ilíacas están replegadas 
en el plano f r o n t a l . Estas tipologías constituyen, en efecto, u n terreno 
predispuesto a una f o r m a de incont inenc ia u r i n a r i a p o r distensión 
transversal del periné. 
F i g . 3 4 
Cadenas antero-medianas 79 
a. Pehis bajo dominio de las cadenas antero-medianas 
, - ; u n í a a ' ^ i n i c t i - i r . > t i c 1;¡^ 
a a ia d e r e c h a . L a P L q i ; < s. 
^ i d a le d a p u n t o fijo p a r a a p i i ( x i i . . . . 
.1 d e r e c h o . 
E l c u a d r a d o f e m o r a l y e l o b t u r a d o r i n t e r n o i z q u i e r d o s 
d e P L separan el isquion izquierdo y distienden el periné, que 
reacciona llevando el isquion derecho hacia adentro; en este 
esquema, l a A M s e expresa pues a la derecha, esto t iene p o r efecto, 
aumentar el despliegue de el ala ilíaca en el p lano f r o n t a l y p o n e r 
en tensión los l igamentos i l i o l u m b a r e s derechos. 
E l c u a d r a d o l u m b a r , l i g a m e n t o activo de estos l igamentos , va a 
reaccionar al es t i ramiento sufr ido y va a l levar la c o l u m n a l u m b a r 
hacia la derecha en los p lanos f r o n t a l y h o r i z o n t a l ; la c o l u m n a 
presentará u n a convexidad a la derecha, en el p l a n o f r o n t a l y 
t a m b i é n en el p l a n o sagital p o r la rotación vertebral hacia la 
derecha. 
Este esquema, aunque es m u c h o menos frecuente que el esquema 
inverso, que hemos descripto en nuestro estudio sobre las cadenas 
postero-laterales, se encuentra de vez en cuando y nos p e r m i t e 
comprender algunas actitudes escolióticas lumbares derechas; l o 
atípico en este caso es que la pelvis está en el esquema h a b i t u a l , 
(asociando u n a A L y u n a A M derecha a u n a P L y una P M izquierda) 
m i e n t r a s que la c o l u m n a está inc l inada en el o t r o sentido. 
E l p l a n o s u p e r f i c i a l d e l periné m a s c u l i n o está 
f o r m a d o p o r t r e s m ú s c u l o s e n e l t r i á n g u l o 
a n t e r i o r ( F i g 3 7 a ) : 
. ^ ., dobla al transverso p r o f u n d o que 
estudiamos en la figura 3 0 y r e t o m a las características. 
E l i s q i i í o c a v e r n o s o se inser ta en la cara i n t e r n a d e l proceso 
isquiático, p o r detrás de la raíz de l cuerpo cavernoso y en la rama 
F i g . 3 6 
de A 
A c t i t u d escoliótica 
c o n v e x a l u m b a r d e r e c h a 
i isquiopubiana. 
I Recubre la raiz del cuerpo cavernoso y se une al bulbocavemoso para 
fijarse m á s adelante en los mismos cuerpos cavernosos. 
\l b u l b o e s p o n j o s o , forma con su h o m ó l o g o del o t r o lado, u n 
! canal cóncavo en su parte superior que recibe el bulbo y el cuerpo 
\ hasta la unión con los cuerpos cavernosos, se u n e n en 
I el rafe m e d i o p o r debajo del b u l b o . 
I Por su contracción, estos dos músculos comprimen los órganos 
\ e impulsan la sangre hacia los cuerpos cavernosos de la 
\ anterior del pene es decir realizan la erección. 
Inmediatamente impiden el retomo sanguíneo y c o n t r i b u y e n a 
p r o l o n g a r la erección. 
E n c o n s u l t a he t e n i d o pac ientes , c o n p r o b l e m a s de e r e c c i ó n , 
secundarios a u n a distorsión pélvica de instalación progresivao en 
algunos casos traumática. E l paciente h o m b r e , no habla fáci lmente 
de este t i p o de p r o b l e m a , so lamente l o c o m e n t a n c u a n d o h a n 
desaparecido los s íntomas, s in que m i trabajo haya estado or ientado 
directamente en ese sentido. 
Esto c o n f i r m a la necesidad del trabajo de reestructuración de la 
; pelvis en el tratamiento de trastornos del periné. 
E l pene c o m p o r t a dos cuerpos eréctiles: los cuerpos cavernosos 
situados en la cara superior y que s irven para l a erección d e l cuerpo 
esponjoso s i tuado e n la cara i n f e r i o r que contiene l a u r e t r a . 
I E l pene está f i jado hacia atrás a l d ia fragma pélvico y también a las 
! ramas isquiopubianas. 
I E l triángulo p o s t e r i o r d e l p l a n o s u p e r f i c i a l d e l periné 
m a s c u l i n o está ocupado p o r e l m ú s c u l o es í i 
d e l a n o ( F i g 37 a ) : Las fibras que l o const i tuyen f o r m a n dos arcos 
que se u n e n a n i v e l de l rafe ano-coxígeo p o r detrás, y de l núcleo 
fibroso centra l de l periné p o r delante. Se adhieren a la p i e l y e n t r a n 
en contacto con el puborecta l de l p lano p r o f u n d o . 
E n l a m u j e r e n c o n t r a m o s los m i s m o s músculos que e n e l 
h o m b r e , n o obstante, h a y u n o más, d a d a p o r l a p r e s e n c i a 
de l a h e n d i d u r a vaginal que divide el bulbo e n dos partes 
situadas lateralmente (fig 37 b ) . 
Estos dos «hemi-bulbos» se u n e n p o r delante para f o r m a r el clítoris 
que, c o m o el pene, presenta u n cuerpo y u n glande con u n v o l u m e n 
m a r c a d a m e n t e i n f e r i o r . E l clítoris está suspendido a l p u b i s p o r 
l igamentos . 
E l t r a n s v e r s o s u p e r f i c i a l d e l p e r i n é t i e n e las m i s m a s 
inserciones y la m i s m a acción que el descripto en la figura 31 para 
el superficial . 
E l i s c u i i t i c a i e r i n j s o t iene las mismas características que en el 
h o m b r e . 
Loi9 d o s íj«llM)e!sporijcí«os están separados u n o de l o t r o p o r la 
h e n d i d u r a vaginal , pero se inser tan a la vez en el b u l b o y el cuerpo 
cavernoso del clítoris. 
E l m a s c ó l o c o n s t r i c t o r d e l a v u l v a , existe sólo en la mujer . 
Está s i tuado p o r d e n t r o del b u l b o , en la p a r e d lateral de la vagina y 
se fija p o r detrás en el núcleo fibroso central de l periné. 
Numerosos autores m e n c i o n a n su implicación en ciertos t ipos de 
vaginismo inferior. 
E l e s f í n t e r e x t e r t i o d e l a n o ocupa, c o m o e n el h o m b r e , el 
triángulo posterior . 
L a -
a TI 
Como cadena del eje vert ica l , la A M t iene u n a acción preponderante 
a n i v e l del t r o n c o . Su d o m i n i o está s i tuado a n i v e l de l tórax, donde 
su acción es especialmente i m p o r t a n t e para l a instalación de las 
curvas vertebrales fisiológicas. 
- i . 
' •«>-meaiaiia se p r o l o n g a a n i v e l 
í los; n i ú s c a i l o s p i r a m i d a l y e) 
l > d o m e i i . 
e» i . b d o f i i c n e s u n m ú s c u l o t r i a n g u l a r 
y p lano , contenido en la aponeurosis de l recto mayor . 
Algunos autores lo m e n c i o n a n como inconstante y su acción no está 
realmente def inida aparte de la puesta en tensión de la línea blanca, 
Testut dice no ver u t i l i d a d en este músculo . 
Esta t r a c c i ó n l o n g i t u d i n a l sobre l a l ínea b l a n c a m e parece, a l 
contrar io , perfectamente útil para l a A M cuya finalidad es mantener 
la «verticalidad» del esternón, y viene a completar la acción de los 
músculos rectos mayores de l abdomen. 
E l p i r a m i d a l d e l a b d o m e n puede, de ser necesario, oponerse a l 
bostezo superior de l a sínfisis p u b i a n a , insta lando u n a tensión en el 
periné y esta tensión pasa a los rectos mayores del abdomen. E l hecho 
de que se presente d o l o r en algunos t ipos de pubalgias asociadas a 
u n bostezo superior de l a sínfisis, c o n f i r m a esta propuesta. 
. n e o se inserta en su parte i n f e r i o r en 
el borde superior y la cara anterior del pubis como también en la 
cara anterior de la sínfisis. 
De sus fibras m á s extemas nace u n a expansión t r i a n g u l a r l l a m a d a 
ligamento de Henle que se une a la cresta pectínea. 
Sus fibras más internas se entrecruzan con las del lado opuesto 
por delante de la sínfisis, lo que lleva a pensar que participan con 
el piramidal del abdomen, en la contención de la sínfisis pubiana, 
por la presencia de este entrecruzamiento de fibras (Fig 38 b). 
E l r e c t o m a y o r t e r m i n a e n su p a r t e s u p e r i o r en e l apéndice 
xifi)ides del esternón, lateralmente en la sexta y sobre todo en la 
quinta costilla. Su inserción más alta se sitúa en la q u i n t a costi l la, 
la tera lmente (Fig 3 8 a - Lado i z q u i e r d o ) , la observación de este 
músculo nos da la impresión de que se sitúa en el apéndice xifoides; 
esto se debe a que el pectoral m a y o r que se inserta sobre el recto 
mayor , lo recubre latera lmente (Fig 3 8 a - lado derecho). 
se inserta directamente en la aponeurosis 
del recto mayor , del cual recibe la tensión y t o m a p u n t o fijo i n f e r i o r , 
favoreciendo el enrollamiento del hombro. 
fi r i o r se inserta en los cartílagos 
condrocostales de las 6" , y 4 " costillas, t a m b i é n en la parte 
inferior y lateral de la cara anterior del esternón p o r encima de 
las inserciones de l recto mayor . 
Estos dos fascículos se d i r i g e n hacia afuera y hacia a r r i b a para i r a 
insertarse en el labio interno de la corredera bicipital del húmero. A 
p a r t i r de u n p u n t o fijo esterno-costal l leva el h ú m e r o hacia adentro 
y hacia abajo, favoreciendo el enrollamiento del hombro. 
nace en los cartílagos 
condrocostales de las 3°^, 2'^ y 1°^ costillas, así como en la cara 
anterior y lateral de la parte superior del esternón. 
Sus fibras alcanzan el labio interno de la corredera bicipital p o r 
debajo de las del fascículo i n f e r i o r que cruzan p o r delante. 
F a v o r e c e n t a m b i é n , g r a c i a s a esta i n s e r c i ó n h u m e r a l , el 
enrollamiento del hombro. 
E l f a s c í c u l o s u p e r i o r o c l a v i c u l a r se a s o c i a a l a c a d e n a 
a n t e r o - l a t e r a l . Es el más superficial y recubre los otros fascículos. 
Testut precisa l a frecuencia de u n a separación entre este fascículo 
y los otros dos. Este fascículo o r i e n t a d o en f o r m a d i ferente de 
d e n t r o a fuera y hacia abajo, p a r t i c i p a en la torsión de la clavícula, 
t e m a desarrol lado en los dos t o m o s correspondientes a las cadenas 
relaciónales A L y PL. 
t i r u i i s c i i i s v s u b c l a v i o se ext iende desde el primer cartílago 
costal y la parte correspondiente de la p r i m e r a costilla y termina 
p o r dentro de l canal subclavio s i tuado en la cara inferior de la 
clavícula. 
Desciende la clavícula y aumenta el apoyo esterno-clavicular 
reforzando el anclaje de la cintura escapular con el esternón. 
E n el exceso, esto puede ser la causa de u n a c o m p r e s i ó n e n t r e l a 
clavícula y l a p r i m e r a c o s t i l l a , sobre t o d o p o r q u e el escaleno 
a n t e r i o r , t a m b i é n de A M puede i n s t a l a r una subluxación de la 
primera costilla hacia arriba. Todos los ingredientes están reunidos 
para favorecer la aparición de u n a flebitis de m i e m b r o superior . 
! ^ - - < s u m i r l a s m o d a l i d a d e s d e 
J i«e la \ e n s u d o m i n i o : e l t ó r a x , 
. c . ^ - e^ s > i i l o s r e c t o s 
J i * - ' ; a s c í c i í l o s d e l 
tí o i a I n ! " . 1 ayudados p o r los piramidales 
que, como habíamos precisado en la figura 3 8 , p o n e n en tensión 
l a l ínea blanca, acercan la parte i n f e r i o r del esternón al pubis y 
c o n t r i b u y e n a m a n t e n e r este hueso en posición vert ica l . Acercan 
también el q u i n t o arco costal al pubis (F ig 4 0 a). 
Li í s t a s c i c n i o s A M d e l p e c t o r a l m a y o r y también el subclavio 
u t i l i z a n el p u n t o fijo esterno-costal que le ofrecen los rectos mayores. 
Esto va a p e r m i t i r el e n r o l l a m i e n t o de la c i n t u r a escapular y además 
refuerza el apoyo a n t e r i o r en el esternón p a r t i c u l a r m e n t e a n i v e l 
de l q u i n t o arco costal m a n t e n i d o hacia atrás p o r algunas fibras del 
s e r r a t o a n t e r i o r d e P L (F ig 4 0 a). 
La «depresión submamaria» que se observa constituye u n verdadero 
punto de inflexión para el tórax y también para la columna dorsal 
(Fig 40 b). 
Sabiendo que este p u n t o está s ituado en la misma horizontal que la 
octava vértebra dorsal por detrás, podemos comprender fácilmente 
por que la A M f a v o r e c e e l a n c l a j e d e D 8 e n ápex d e c i f o s i s . 
Recordemos que esta h u e l l a útil de A M es indispensable para la 
buena fisiología vertebral , en la m e d i d a en que p e r m i t e al raquis 
organizar sus curvas según dos arcos: u n arco superior, p o r encima 
F i g . 4 0 
de D 8 u n arco i n f e r i o r p o r debajo de D 8 (F ig 4 0 b ) . 
Esta acción de la A M está c o n f i r m a d a p o r la cunei formizac ión 
fisiológica del cuerpo de la octava vértebra dorsal que le p e r m i t e 
intercalarse entre el segmento declive del arco i n f e r i o r y el segmento 
procl ive del arco superior . 
i f o s i s d o r s a l e x c e s i v a a e o m p a ñ a d a 
. ! i r ! i i d i 0 i i e i i t o e s t e r n a l s o n l i o e l l a s 
• . p o n d i e n t e s a u n e x c e s o d e a c t i s i d a d e n 
e r a i s a n t e r o - r a e d i a n a s . 
E n e l e x c e s o , l a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s 
t r a b a j a n c a s i s i e m p r e e n c u e r d a d e a r c o a n i v e l d e l t r o n c o . 
E n estas condiciones, los rectos mayores del a b d o m e n fracc ionan 
a la vez el esternón hacia abajo y el pubis hacia arriba, ayudados 
p o r el p i r i f o r m e y algunos músculos d e l periné como los coxígeos 
que c o n t r a - n u t a n el sacro. De esta f o r m a , la pelvis en su t o t a l i d a d 
está en retrobáscula. 
Esta situación puede p r o d u c i r u n a inversión de curva lumbar. 
E l quinto arco costal retrocede aún m á s p o r q u e los fascículos A M 
de los pectorales mayores enrollan la cintura escapular l levando 
al segmento proclive de la columna dorsal a la flexión. 
E l e s q u e m a b i l u s t r a l o s e f e c t o s d e l e x c e s o d e A M e n l a 
posición d e l a s t r e s m a s a s , pélvica, torácica y cefálica, e n 
c u a n t o a l a inclinación d e l a s p a l a n c a s y a l a posición d e 
l o s p i v o t s . 
La masa pélvica está basculada hacia atrás, m i e n t r a s que las masas 
torácica y cefálica basculan hacia adelante. 
La p r i m e r a palanca de l m i e m b r o i n f e r i o r está «quebrada» p o r u n 
flexo de r o d i l l a . 
La segunda palanca está f u e r t e m e n t e i n c l i n a d a hacia atrás y la 
tercera hacia adelante. 
E l p i v o t inter-arcos deja de estar s i tuado en D 8 , desciende a D 9 . 
Todos los pivots (coxofemoral, D9/D10, Co/Ci) a excepción del p ivot 
r o d i l l a están situados p o r detrás de la vert ica l de referencia (línea 
G.D.S. ver t ica l que se eleva desde el p u n t o m á s poster ior del cuello 
de l p ie , tangente a l borde anter ior de la t i b i a , en su parte i n f e r i o r ) . 
b. Posición de palancas, 
de pivots y de masas 
específica de un exceso de AM. 
l e n a s a n t e r o -
i e l d i a f r a g m a 
í c i a v i s c e r a l 
L a a c t i t u d g l o b a l d e l t r o n c o q u e r e s u l t a d e u n e x c e s o d e 
a c t i v i d a d e n l a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s , contraría l a 
fisiología d e l d i a f r a g m a que se ve en la i m p o s i b i l i d a d de elevar 
la parte a n t e r i o r de la caja torácica en la inspiración (a). E n este 
caso el d iafragma está obligado a tomar punto fijo a nivel de la 
inserción de sus pilares, en el segmento declive del arco i n f e r i o r de 
la c o l u m n a vertebra l , h u n d i d o p o s t e r i o r m e n t e , este tracciona el 
centro frénico hacia abajo y atrás. La fascia visceral que contiene 
todos los elementos del mediast ino i n c l u i d o el corazón, une el centro 
frénico a la cara p o s t e r i o r de l esternón y t a m b i é n a la c o l u m n a 
dorsal , p a r t i c u l a r m e n t e de C7 a D 4 . Llevada p o r el centro frénico, 
contr ibuye al retroceso del esternón p u d i e n d o llegar a la instalación 
de u n h u n d i m i e n t o esternal, deformación conocida con el n o m b r e 
de «tórax en embudo». 
E n e l e x c e s o , l a respiración s e v u e l v e paradójica (a y b ) en 
la m e d i d a en que el diafragma traccione el esternón hacia atrás 
en cada tiempo inspiratorio, va disminuyendo progresivamente 
el diámetro antero-posterior del tórax. 
E n r e a c c i ó n , el serrato anterior de PL , f i s i o l ó g i c a m e n t e 
rec lutado en l a respiración de esfuerzo, despliega lateralmente 
las últimas costillas para ganar v o l u m e n aumentando el diámetro 
transversal del tórax. 
La deformación l l a m a d a «alerones de Sigaud» es frecuente y se 
m a r c a n más a m e d i d a que la depresión s u b m a m a r i a , resultante del 
retroceso de la q u i n t a costi l la se hace más i m p o r t a n t e (cf. fo to) . 
La tensión es muy fuerte a nivel del plexo solar y también en la 
región s u b u m b i l i c a l a n i v e l de los rectos mayores. 
E l reparto de la presión en la cavidad a b d o m i n a l está modif icada: l a 
región supraumbilical está en depresión m i e n t r a s que en la región 
s u b u m b i l i c a l aparece el l l a m a d o «bollo subumbilical» (a). 
E l esófago está p a r t i c u l a r m e n t e i m p l i c a d o e n l a c i f o s i s 
d o r s a l . U n e la f a r i n g e , p o r a r r i b a , c o n e s t ó m a g o s i t u a d o p o r 
debajo del centro frénico. Está, p o r o tra parte , fuertemente u n i d o 
F i g . 4 2 
Perfil 
derecho 
Serrato 
anterior 
de PL 
Contomo torácico 
en corte horizontal 
b. Tórax de pequeño diámetro antero-
posterior y gran diámetro transversal 
Depresión 
a nivel del 
plexo solar 
^ -Bollo" 
subumbilical 
Fibras de 
Charp> 
a. La postura en A M modifica ftiertemente 
la fisiología diafragmática 
I n f l u e n c i a d e l a A M 
s o b r e l a fisiología 
d i a f r a g m á t i c a 
Pilares de 
diafrag: 
- T 
Perfil 
derecho 
Fibras 
musculares 
anteriores 
del diafragma 
c.El esófago está muy implicado 
en la cifosis dorsal alta 
Cadenas antero-mediaBas 9 5 
a la columna desde Cy a D4 por las fibras de Charpy. Es el único 
e lemento muscular contenido d e n t r o de la fascia visceral que une 
la c o l u m n a al centro frénico. Recordemos que presenta dos t ipos 
de fibras musculares : anulares y longi tudinales . 
La t racc ión hac ia abajo, e jercida p o r las fibras musculares d e l 
d i a f r a g m a sobre el centro frénico, p r o d u c e u n e m p u j e sobre el 
estómago que pone en tensión las fibras musculares longitudinales 
del esófago. Esta situación lleva la columna dorsal alta a una 
posición de flexión anterior. La faringe es, a la vez, traccionada 
hacia abajo y los músculos constrictores de la faringe reaccionan. 
Esta tensión del t u b o digestivo es en parte responsable de los «nudos 
de angustia» a nivel del plexo solar y de la faringe, los pacientes 
de esta tipología suelen quejarse de molestias a este nivel. 
o r e l a s 
glc»bal 
í n a s a n l e r o -
E n e l s e g m e n t o p r o c l i v e d e l a c o l u m n a d o r s a l , l a s t e n s i o n e s 
A M , s o b r e t o d o l a s d e l esófago, r e f u e r z a n l o s e f e c t o s d e 
l a g r a v e d a d : l a vértebra s u p e r i o r e s l l e v a d a a l a flexión 
a n t e r i o r c o n r e s p e c t o a l a vértebra i n f e r i o r (fig 4 3 a ) . 
La presión sobre el disco intervertebral es fuertey predispone la 
instalación de la hernia discal, muchas veces intraesponjosa. 
Las articulares posteriores están decoaptadas y desimbricadas, los 
l igamentos interespinosos e intertransversos están distendidos. Sus 
l igamentos activos: los músculos interespinosos, intertransversos y 
multífidos están en espasmo de defensa, esta situación produce dolor 
a la palpación de la región poster ior de la c o l u m n a . Los músculos 
paravertebrales de P M son con frecuencia reactivos (en p a r t i c u l a r 
los músculos espinosos). 
L a A M a u m e n t a e l r i e s g o d e h u n d i m i e n t o p o s t e r i o r 
d e l s e g m e n t o d e c l i v e d e l a r c o i n f e r i o r d e l a c o l u m n a 
(fig 4 3 b ) . 
Esto se produce con frecuencia entre la duodécima vértebra dorsal 
y la p r i m e r a l u m b a r , presentando fenómenos artrósicos que pueden 
hacer pensar en secuelas de f ractura p o r aplastamiento. 
N o e s r a r o c o n s t a t a r u n a inversión d e c u r v a l u m b a r e n 
a l g u n o s s u j e t o s d e e s t a tipología. 
La c o m b i n a c i ó n con las cadenas antero- latera les y sobre t o d o 
postero-laterales refuerza esta tendencia, a u m e n t a n d o la presión 
sobre los discos i n t e r v e r t e b r a l e s . E n c o n t r a m o s aquí el terreno 
predispuesto a las hernias de disco. 
g u r a i l u s t r a u n a t ipología l l a m a d a «en 
le p e r f i l , v e m o s t a m l j i é n u n e j e m p l o d e 
>n d e l o s o m ó p l a t o s e s p e c í f i c o s d e e s t a 
O b s e r v a r e m o s e n l a a c t i t u d g l o b a l d e p e r f i l , (fig 4 4 a ) : 
- E l l igero flexo de rodi l las , 
- La posteriorización del t r o n c o con respecto a la 
l ínea de referencia G.D.S. 
- La cifosis p r o n u n c i a d a y el débil p e r f i l glúteo, 
- La depresión a n i v e l del plexo solar y el 
«bollo subumbil ical» 
L o s h o m b r o s están e n u n a posición h a c i a a b a j o y 
a d e l a n t e ( F i g 4 4 b ) . 
Bajo la acción de los fascículos esternales y abdominales de los 
pectorales mayores, los omóplatos están c o m o pegados, separados 
y basculados en u n a posición de «campaneo» i n t e r n o ; las cavidades 
glenoideas m i r a n hacia abajo. 
F i g . 4 4 
Cadenas antero-medianas 99 
E n t r e los numerosos mecanismos impl icados en la equilibración 
de l cuerpo, las in formaciones visuales y laberínticas ocupan u n 
lugar i m p o r t a n t e . La posición y m a n t e n i m i e n t o de la cabeza y m á s 
especialmente de los ojos en u n a m i s m a h o r i z o n t a l , como también 
l a b u e n a or ientac ión de la m i r a d a , son indispensables p a r a el 
correcto f u n c i o n a m i e n t o de estos mecanismos. N o nos sorprende 
el hecho de constatar que el c r á n e o sea c o n m u c h a frecuencia 
objeto de recuperación de e q u i l i b r i o . Esta reequil ibración puede 
hacer i n t e r v e n i r a músculos de cadenas diferentes a las que h a n 
i n d u c i d o dicho desequi l ibr io . Por esta razón, comprendemos que 
las t ipologías puras son raras, el juego de acción-reacción buscando 
la reequilibración favorecen las combinaciones entre cadenas. 
Sin embargo,esta recuperación del e q u i l i b r i o a n i v e l de la masa 
cefálica, n o s iempre es posible, cuando u n a cadena puede t o m a r 
poder y p e r t u r b a r los mecanismos mencionados. 
El cuerpo tratará entonces, de restablecer la posición de los ojos 
utilizando los músculos oculomotores modificando la posición del 
globo ocular. 
; p r o l o n g a i i n i v e l 
;>r l o s f a s e í e n l o s 
v ' l e i c i o m a s t t í i í l e o . 
e o s , l o s m i k s c u l o s 
ie la l e i i g n a . 
• ^ w i í . n i a s l o í t í ü o se extiende 
desde la apófisis mastoides al m a n u b r i o esternal, frecuenetemente 
está u n i d o al ángulo poster ior de la mandíbula p o r la bandeleta 
m a x i l a r 
Está como su homólogo cleidomastoideo A L , m u y i m p l i c a d o en la 
oculocefalogiria y p o r esta causa es, frecuentemente sol ic i tado para 
recuperar el e q u i l i b r i o a n i v e l de la masa cefálica. 
E l escji.. - se extiende desde los tubérculos anteriores 
de las 5 últ imas vértebras cervicales al borde superior de la p r i m e r a 
costil la. F o r m a parte también de la cadena antero-poster ior con los 
F i g . 4 5 
L a c a d e n a 
a n t e r o - m e d i a n a 
a n i v e l d e l cueDo 
y l a cabeza 
Aponeurosis _ 
cervical profunda 
E s p a c i o — . — 
Corte sagital 
del cuello 
Cadenas antero-medianas l O i 
d e m á s escalenos que j u e g a n u n r o l i m p o r t a n t e en la adaptabi l idad 
de la lordosis cervical y p e r m i t e n también enderezar la c o l u m n a 
cervical en u n contexto de exceso de A M . 
L o s i i i í i s c i i l o s s i i p r a l i i o i c l e o s suspenden el hueso hioides al 
hueso temporal y ala mandíbula. 
Los m i i s c i i l o s i n f r a l i i o i c l e o s acercan elhueso hioides alesteirión 
por delante y ala escápula por detrás. 
L o s n i á s c i i l o s d e l a f a r i n g e se ext ienden desde el esófago a la 
base del cráneo y actúan en la deglución. 
Este p l a n o anter ior que const i tuyen los músculos de la A M , está 
separado de los m ú s c u l o s prever tebra les de PA c o n t e n i d o s en 
la aponeurosis cervical , p o r u n espacio l a m a d o e s p a c i o r e t r o -
f a r í n g e o , o c u p a d o p o r u n a fascia l a x a . Este espacio f a c i l i t a 
el des l i zamiento de u n p l a n o con respecto al o t r o y p e r m i t e l a 
independencia de la far i inge con respecto a la c o l u m n a cervical, 
gracias a lo cual podemos deglut ir s in tener que flexionar la c o l u m n a 
cervical. 
L a l e n g u a se inserta en el hueso hioides, la apófisis estiloides del 
temporal, la mandíbula, la faringe y el velo del paladar. 
Su posición depende mucho de la postura global. 
L o s m ú s c u l o s h i o i d e o s p r o l o n g a n l a c a d e n a 
a i i t e r o - n i e d i a n a a n i v e l d e l c u e l l o . 
E s c o n s ' e i i i e n t e d i f e r e n c i a r l o s m á s e n l o s 
s i i p r a l i i o i d € * ( ) s d e ic.»s i n á s c i i l o s i i i f r a l i i í í i d e o s . 
E l hueso hioides refuerza la faringe en su parte anter ior . La faringe 
está const i tu ida práct icamente de partes blandas. 
Da inserción a u n a g r a n c a n t i d a d de músculos que i n t e r v i e n e n 
en la deglución y la palabra. Su posición es d e t e r m i n a n t e para la 
posición de las cuerdas vocales y la lengua. Está suspendido al hueso 
t e m p o r a l y a la mandíbula p o r los músculos suprahioideos, pero 
t i e n e n también inserción en el esternón p o r delante y en la escápula 
p o r detrás, a través de los músculos infrahioideos . 
M ú s c u l o s M o i d e o s 
son 4 : 
. . . . , como su n o m b r e indica , presenta 
dos cuerpos musculares, l lamados vientres , u n i d o s p o r u n tendón 
intermediario. 
E l v i e n t r e p o s t e r i o r se u n e p o r detrás a la parte interna del 
proceso mastoideo a nivel de la ranura digástrica. 
E l v i e n t r e a n t e r i o r se une p o r delante y a r r i b a al borde 
inferior de la mandíbula, un poco por fuera de la sínfisis en una 
fosita que lleva su nombre. 
E l t e n d ó n i n t e r m e d i a r i o está desviado p o r las fibras de l 
tendón del músculo est i lohioideo y envía fibras aponeuróticas a la 
cara anterior del cuerpo del hueso hioides, estas fibras se entrecruzan 
con las de su homólogo contralateral . Está relat ivamente b i e n sujeto 
al hueso hioides. 
• se inserta en la cara anter ior deZ 
hueso hioides, p o r u n tendón que se desdobla para dejar pasar el 
tendón intermediario del músculo digástrico, en el l l a m a d o «ojal 
de l digástrico» (fig. 46a y b ) . 
Alcanza p o r a r r i b a y p o r detrás la cima de la apófisis estiloides del 
hueso temporal. 
, o se e x t i e n d e desde la cara 
anterior del cuerpo del hueso hioides, hasta la apófisis geni inferiorsituada en la cara posterior de la sínfisis mentoniana ( f ig. 4 6 b lado 
derecho de la imagen) . 
está s i t u a d o p o r debajo d e l 
precedente al que recubre (f ig. 4 6 b lado derecho de la imagen) . 
Se despliega en abanico desde la cara anterior del hueso hioides y 
el rafe mediano l l a m a d o también línea blanca suprahioideana hasta 
la línea oblicua interna que recorre la cara interna de las partes 
laterales de la mandíbula, const i tuyen «el suelo» de la cavidad 
bucal . Está recubierto p o r el v ientre anter ior del músculo digástrico 
(f ig . 4 6 b lado izquierdo de la imagen) . 
L o s - . - son 4 : 
- E l m á s e n l o e s t e í ^ i i o t i r o k l e o une la cara posterior de la 
extremidad superior del esternón a l a cara anter ior del cartílago 
tiroides d o n d e se inser ta ob l icuamente . Recubre la tráquea y el 
cuerpo t i r o i d e o . 
. . ' . . ( i c i ) p r o l o n g a al precedente hacia a r r i b a 
desde el cartílago tiroides hasta la raíz del cuerno mayor del hueso 
hioides. 
- E l m ú s c i i i o e s t e r n o c l e i d o h i c i i d e i » , r e c u b r e los dos 
precedentes. Se i n s e r t a e n la cara posterior de la extremidad 
superior del esternón, en el primer cartílago costal, en la extremidad 
interna de la clavícula y en el ligamento estemoclavicularposterior. 
alcanza p o r a r r i b a y u n poco p o r d e n t r o , el borde inferior del hueso 
hioides por delante del estemotiroideo ( f ig 46a y b ) . 
- E l m ú s c u l o o m o h i o i d e u se extiende desde la escápula al 
hueso hioides. Como el digástrico, presenta dos vientres musculares, 
u n o poster ior y el o t r o i n f e r i o r y u n tendón i n t e r m e d i a r i o que se 
refleja en el paquete vásculo-nervioso de la región antero- lateral 
del cuello y se adhiere a él, según u n ángulo bastante obtuso. A este 
nive l cruza la vena yugular y la arteria carótida p r i m i t i v a y m á s arr iba 
reposa sobre el cuerpo t i ro ides . 
E l v i e n t r e poster ior se inserta en el borde superior de la escápula, 
por dentro de la escotadura coracoidea, s ituada en la base de la 
apófisis coracoides. 
E l v ientre in fer ior t e r m i n a en la porc ión extema del cuerpo del hueso 
hioides y también en el cuerno mayor del mismo ( f ig . 4 6 a ) . 
j n f o ( 
"a 
Esto genera l a necesidad de u n antagonismo c o m p l e m e n t a r i o entre 
supra e infrahioideos , pues además estos músculos i n t e r v i e n e n en 
los mecanismos de la masticación y de la deglución. 
E n esta región más que en n i n g u n a otra , resulta difícil disociar el 
aspecto dinámico del estático. 
H t e n d r í a n , i d e a i m e n t e 
» % c o n e l fin d e l i m i t a r e l 
1- ^ s . ^ ^ K ^ 1 a b a s e d e l c r á n e o y d e l a 
í u a i H i i i . H H í i : 
- E l s - i e n t r e a n t e r i o r d e l m á s e n l e » d i g á s t r i c o ( i i ) part ic ipa 
en la masticación, bajando la mandíbula a p a r t i r de u n p u n t o fijo 
en el h i o i d e s , pero puede t a m b i é n ascender el hueso h i o i d e s a 
p a r t i r de u n p u n t o fijo en la mandíbula . Desde el p u n t o de vista 
estático, retendremos su acción de suspensor del hueso hioides a 
la mandíbula. 
' E l n i n s c o l o g e n i o l i i e n d e o p a r t i c i p a t a m b i é n e n l a 
masticación se asocia al v ientre a n t e r i o r de l digástrico para bajar 
la mandíbula. 
E l m ú s c u l o n i i l o i i i o i d e o ( a ) que constituye la base de la 
cavidad buca l p e r m i t e ascender la lengua, que se apoya en él y la 
empuja contra el paladar, acción i m p o r t a n t e en el p r i m e r t i e m p o 
de la deglución. 
Desde el p u n t o de v ista de la estática, estos dos músculos colaboran 
de u n a f o r m a i m p o r t a n t e con el v i e n t r e a n t e r i o r de l digástrico, 
suspendiendo ellos también el hueso hioides a la mandíbula. 
- E l v i e n t r e p o s t e r i o r d e l o i d s c u J o d i g á s t r i c o ( 4 ) atrae 
el hueso h io ides hac ia a r r i b a y atrás , a p a r t i r de u n p u n t o fijo 
mastoideo, pero t a m b i é n puede bascular la cabeza hacia atrás a 
p a r t i r de u n p u n t o fijo i n f e r i o r . 
Nosotros t e n d r e m o s en cuenta su p r i m e r a acción suspensor del 
hueso hioides al cráneo, considerándola como una huella i m p o r t a n t e 
que debemos r e p r o g r a m a r en casi todos los casos. 
- E l n i ú s i ' o l í i e s t i l o h i o i d e o ( 3 ) refuerza la acción del v ientre 
poster ior del digástrico atrayendo también el hueso hioides hacia 
arriba y atrás. 
F i g . 4 7 
Cadenas antero-medianas 107 
íli ioicieo, estéril otiroiciec» 
. acercan el cartílago tiroides y el hueso hioides al 
esternón y a la clavícula. 
- Los» i i iHsci i los omíjhiísideos (6 i acercan el hueso hioides a 
la escápula y, por su orientación más lateral, aseguran la estabilidad 
lateral de la faringe en la deglución. 
La f i f t i i ra 47I1 i l u s t r a u n exceso de tensión en la AIM. 
pueden retraerse y llevar 
la faringe hacia abajo. 
se asocian y traccionan el hueso 
hioides hacia abajo, obligando a itis s u p r a l i i o i t l e o s a cambiar 
de punto fijo. 
En las tipologías PA-AP, es donde más alto está situado el hueso 
hioides. Como está mantenido en una posición alta y hacia atrás, el 
ángulo sub-mentoniano está muy marcado (Foto de la figura 47a). 
Al contrario, las tensiones en la AM favorecen el descenso de la 
faringe y del hueso hioides, borrando progresivamente este ángulo 
hasta formar el «doble mentón» (Foto de la figura 47b). 
Nosotros pensamos que la tracción exagerada de los músculos de 
esta región, puede tener repercusiones en la fisiología de la glándula 
tiroides que está recubierta por estos músculos hioideos. 
Observemos también la frecuente asimetría de tensiones en los 
músculos omohioideos.En esta situación la faringe es llevada en 
translación del lado del omohioideo en retracción, translación 
que se acentúa durante el ascenso del hueso hioides en el primer 
tiempo de la deglución. 
El descenso de la faringe y del hueso hioides inducido 
por una AM excesiva favorece la flexión anterior de la cabeza y de 
la columna cervical. La inversión de curva que resulta es máxima 
en C4-C5 y constituye un terreno predispuesto a la hernia discal 
por vía posterior. 
La horizontalidad de la masa cefálica estará comprometida, en 
este caso será necesaria la acción de los músculos oculomotores, 
principalmente los músculos recto superior y oblicuo menor que 
van a permitir recuperar la buena orientación de la mirada (30°por 
debajo de la horizontal), basculando el globo ocular posteriormente. 
Aunque no hay suficiente literatura al respecto, estamos persuadidos 
de que la actividad permanente de estos músculos puede producir 
a la larga una deformación del globo ocular y la aparición de 
trastornos visuales. 
^ ; instalada por la 
^da a nivel cer-
: anteriores y i> 
ocleidomastoic. 
En este caso, para preservar la buena orientación de la mirada con 
respecto a la horizontal, la columna cervical y la cabeza se van a 
enderezar. 
La tensión pasa entonces por esternales tle los 
- , que también forman parte 
de la AM y los ^ 
Los primeros restablecen la horizontalidad de la masa cefálica, 
mientras que los segundos restablecen la lordosis cervical. 
En este caso, la AM está en exceso, no obstante es menos virulenta 
que en el caso precedente. La presencia de una AP representada 
aquí por los escalenos anteriores que son mixtos, pues forman parte 
también de las cadenas antero-posteriores, «suaviza» de alguna 
manera la AM. 
I n v e r s i ó n d e c u r v a c e r v i c a l 
e n u n t e r r e n o A M s i n A P 
El «cuello de bisonte» 
No obstante no deja de haber inconvenientes, pues esta combinación 
favorece la aparición del «cuello d e bisonte» por disociación entre 
la lordosis cervical y la cifosis dorsal. 
La observación más minuciosa de la charnela cervico-dorsal revela 
que la ruptura no se sitúa a este nivel sino conmás frecuencia e n t r e 
C 6 , q u e a c o m p a ñ a l a c o l u m n a c e r v i c a l h a c i a a d e l a n t e y C y 
q u e s i g u e s o l i d a r i a a l a c o l u m n a d o r s a l , esto reafirma nuestro 
punto de vista con respecto a las inserciones del esófago y de la fascia 
visceral en la columna desde C7 a D4. 
Observemos también que C6 es mucho más móvil que C7 
especialmente hacia adelante. El test utilizado para diferenciar C6 
de C7 y de T i nos muestra que : 
Sujeto sentado correctamente, ligeramente erguido. 
El examinador coge la espinosa de C6 entre pulgar e índice, 
de una mano, la otra mano apoya en la frente del paciente 
para hacer flexión anterior de columna cervical. Repetirá 
la operación cogiendo sucesivamente las espinosas de 
C7 y de T i . 
En general, C6 se desliza hacia adelante. Ocurre igual para C7 
mientras que T i no se mueve. 
En un segundo tiempo procederá de la misma forma pero 
en flexión posterior de la columna cervical. 
C7 se desplaza hacia atrás mientras que C6 se desplaza siempre 
hacia adelante. La primera vértebra torácica no se mueve o si lo 
hace el movimiento es mínimo y depende del grado de flexión. 
La 6^ vértebra cervical está especialmente solicitada en flexión 
anterior, esto explica en realidad porqué la charnela cervico-dorsal 
está situada frecuentemente en C6/C7. 
Esta verdadera «antelistesis» de C6 sobre C7 está agravada en 
las actitudes resultantes de una competición entre las cadenas 
postero-medianas y antero-medianas. La tensión de los músculos 
semiespinosos de la cabeza está representado en la figura 49a. 
Su cara posterior está separada de los músculos 
prevertebrales, que están dentro de la aponeurosis prevertebral, por 
el espacio retrofaríngeo. Este espacio está ocupado por una fascia 
laxa que permite a la faringe una gran libertad durante la deglución. 
Si estuviera adherida a la columna cervical, estaríamos obligados a 
flexionar la columna cervical en cada deglución. Esto puede ocurrir 
en algunas personas que presentan tensiones muy fuertes en las 
cadenas antero-medianas. 
Distinguimos tres partes : una parte superior o nasal llamada 
rinofaringe, una parte media bucal llamada y una 
parte inferior o laríngea : 
Un tabique músculo-membranoso, el velo del paladar, 
separa la parte nasal (rinofaringe) de la parte bucal de la faringe 
Hacia abajo, a nivel de la laringe, es donde se cruzan la vía que lleva 
los alimentos desde la boca al esóftigci y la vía que conduce el aire 
desde la nariz hacia la laringe y la tráquea. 
En efecto, el aire, después de haber sido inhalado, idealmente por la 
nariz, va posteriormente hacia la rinofaringe; pero luego debe pasar 
hacia adelante para llegar a la laringe y a la tráquea. 
Al contrario, los alimentos, después de haber sido masticados 
dentro de la cavidad bucal, son llevados hacia la orofaringe, situada 
por delante de la rinofaringe; luego van hacia atrás para Uegar al 
esófago. 
Esta situación, a veces produce la llamada «falsa ruta», cuando en 
el momento de la deglución, los alimentos van hacia la tráquea. 
F i g . 5 0 
D e t a l l e d e l a s c a v i d a d e s f a r í n g e a s 
,,.< l..j:= 
La faringe está constituida por dos tipos cié 
íiiósciilos que vamos a diferenciar: I,os uní seo los 
constrictores vlos músculos ele\. 
La faringe está literalmerite contenida en los 
liiúscolos constrictores, que se enrollan armoniosameiito 
alrededor de ella. En una vista posterior se parece bastante a un 
panal (fig (51b). 
El inítsciilo constrictor superir>r se inserta, por arriba : 
- En la parte inferior del borde posterior y el gancho del 
ala interna de la apófisis pterigoides. 
- En e\ pterigo-maxilar que \o separa del 
músculo bucinador. 
Sus fibras se dirigen hacia atrás y abajo: 
- Las más superiores casi horizontales están unidas 
a la fascia faringo-basilar que suspende 
la faringe al occipital, uniéndose en la línea mediana 
al tubérculo faríngeo situado en el proceso basilar 
del occipital. 
- Las mas inferiores se despliegan en abanico 
y se entrecruzan con sus homologas opuestas 
para formar el rafe mediano posterior de la faringe. 
El másenlo constrictor medio nace por dos fascículos, uno del 
cuerno mayor y otro del cuerno menor del cartílago tiroides. 
Se abre en abanico hacia atrás presentando fibras ascendentes, 
horizontales y descendentes que terminan en el rafe mediano 
posterior de la faringe. Recubre en parte al constrictor superior. 
El mésenlo coDstrictor inferior presenta 3 fascículos : 
~ Un fascículo tiroideo que se inserta en la cara externa 
del cartílago tiroides. 
" IJii fíiscíciilo cricotiroideo que se fija en la arcada 
fibrosa que une el borde inferior del cartílago tiroides 
al borde inferior del cartílago cricoides. 
. en el borde inferior del 
cartílago cricoides. 
Las fibras se despliegan hacia atrás y hacia adentro para unirse al 
rafe mediano y recubre en parte al constrictor medio. 
T o d o s e s t o s m ú s c u l o s e s t á n r e c u b i e r t o s p o r u n a 
a p o n e u r o s i s l l a m a d a perifaríngea, q u e s e u n e p o r a r r i b a 
a l a intrafaríngea y s e ñjan e n l a b a s e d e l cráneo. 
Estrecha los diámetros de la faringe y la acorta, ejerciendo una 
tracción longitudinal sobre el esófago que es continuación de la 
faringe. 
ni usen los €'stilofariiigeo, 
nace del borde interno de la apófisis 
estiloides del hueso temporal. 
Se dirige hacia abajo y adentro y abandona fibras en las amígdalas 
lo que podría explicar algunas irritaciones crónicas de amígdalas, 
que se pueden aliviar manualmente. Pasa luego, entre los músculos 
constrictores superior y medio para terminar en diferentes 
fascículos: 
se inserta en la aponeurosis 
intrafaríngea de la parte bucal de la faringe. 
^-sefija en el borde lateral 
y en la cara anterior de la epiglotis. 
se une al cuerno superior 
del cartílago tiroides. 
E l e v a l a f a r i n g e y l a l a r i n g e , suspendiédolas a l a apófisis 
e s t i l o i d e s d e l h u e s o t e m p o r a l . 
forma parte del velo del paladar 
y será estudiado en su momento (fig 54). 
Es también elevador de la faringe y de la laringe. Por su fascículo 
pterigoideo s u s p e n d e a m b a s a l e s f e n o i d e s . 
Evidentemente influye en el velo del paladar, del cual forma parte 
y puede contribuir en su descenso. 
Fig. 51 
Fascia faringo-
basilar 
a. Faringe 
vista de perfil 
según Rouviére 
Apófisis pterigoides 
del esfenoideso 
Ligament pterigo-
, maxilar 
ZH Bucinador z 
b. Faringe 
vista posterior 
según Rouviére 
Músculos 
de la faringe Tráquea 
c.Corte sagital 
Foto de disección. Ph.C 
Cadenas antero-medianas 117 
i far í l igeo , es un músculo inconstante 
que se inserta en la cara inferior de la apófisis petrosa, para 
terminar en la mucosa faríngea por dentro del músculo 
constrictor medio. 
Eleva y dilata la faringe. 
L a f a r i n g e está m u y p r ó x i m a a l a b a s e d e l c r á n e o , e s t a 
situación p u e d e c r e a r a v e c e s p r o b l e m a s q u e t r a t a r e m o s 
m á s a d e l a n t e . 
La laringe asegura la unión entre faringe y tráquea a través del 
conducto aerífero. Constituye también el órgano esencial de la 
fonación del que hablaremos. 
La epiglotis y las cuerdas vocales obturan la luz a la manera 
de esfínteres; podemos establecer una comparación entre un 
«diafragma pélvico» y un «diafragma faringo-laríngeo». 
Para evitar los fenómenos de «falsas rutas»antes mencionado,la 
naturaleza ha instalado una válvula: l a e p i g l o t i s que normalmente 
obtura temporalmente la laringe durante el pasaje de los alimentos 
(fig 52c). 
Se sitúa por detrás del cartílago tiroides y del hueso hioides como 
lo muestran los esquemas a y b de la figura 52. 
La figura c ilustra los dos casos : epiglotis abierta en azul y cerrada 
en rojo. 
. . - a los que algunos autores le 
dieron el nombre de «músculos depresores de la epiglotis» parecen 
los mejores ubicados para bajar esa válvula (figura 52c). 
Se asocian contodos los músculos de esta región para cerrar el 
orificio superior de la laringe (figura 52b). 
La tensión permanente de estos músculos produce la sensación de 
«tener un nudo en la garganta» descriptas por los pacientes que 
presentan un exceso de tensión en las cadenas anteromedianas. 
Atrás 
Anillos 
de la tráquea 
a. Laringe 
vista de perfil derecho 
según Testut 
Músculos 
de la faringe 
c. Laringe 
vista de 3/4 posterior \ 
según Testut 
Cadenas antero-medianas 119 
creemos útil movilizar esta región si queremos atenuar las tensiones. 
se inserta en la cara posterior 
del cartílago tiroides y da tres fascículos que lo unen al cartílago 
cricoides. 
Estos músculos, que son globalmente constrictores de la laringe, 
tienen también su acción sobre las cuerdas vocales, como lo verernos 
en la siguiente figura. 
Citartemos a Testut que dice : « Como órgano esencial 
de la fonación, la laringe está en un lugar privilegiado y es el más 
importante entre los órganos de la vida de relación». 
Las cuerdas vocales se extienden desde el ángulo entrante de la 
cara posterior del cartílago tiroides a la apófisis vocal del cartílago 
aritenoides. 
El fascículo más interno del músculo tiroaritenoideo, acompaña 
la cuerda vocal en su trayecto hasta la apófisis vocal del cartílago 
aritenoides, por lo que es también llamado fascículo propio de la 
cuerda vocal. Béclard da la precisión siguiente: «los músculos tiro-
aritenoideos son, por su fascículo interno, tensores de las cuerdas 
vocales, pero tensan de una forma muy particular : ejercen por 
su acción tensiva una especie de dilatación de la porción vocal 
del músculo, eso es lo que diferencia esencialmente, la cuerda 
o lengüeta humana de todo tipo de lengüetas posibles en los 
instrumentos musicales, aún las membranosas elásticas que se 
tensan adelgazándose». Lo que significa que ningún instrumento 
de viento es capaz de producir la variedad de sonidos emitidos por 
el aparato fonatorio humano. 
Fig. 53 
La laringe órgano de la fonación 
Cadenas antero-medianas 121 
- jr icoaritei ioideos (fig 52a y 53) accionan los 
cartílagos aritenoides : 
Los cr icoaritenoideos laterales, basculando los cartílagos 
aritenoides, aproximan las cuerdas vocales. 
Los cricoariteiioidetís posteriores las separan y son globalmente 
dilatadores de la glotis. Estos músculos son los que favorecen una 
voz potente en los cantantes de ópera. 
El hecho de poder variar el grado de apertura de las cuerdas vocales 
permite modular sonidos diferentes. 
' Imise extiende desde el cartílago cricoides 
al cartílago tiroides en la cara anterior de la laringe. 
Por su contracción, hace bascular el cartílago tíroides sobre el 
cartílago cricoides. También tensa las cuerdas vocales. 
Se considera como favorecedor de la voz fuerte del cantante de 
ópera... 
La medicina tradicional china pone particularmente el acento sobre 
la importancia del canto en la estimulación de sitio energético del 
bazo que está en correspondencia con las cadenas antero-medianas. 
Vemos así hasta qué punto la liberación de la voz es importante en 
nuestro tratamiento global y particularmente cuando se trata de 
«nutrir» la AM. 
F i g u r a 5 4 
El \-elo del paladar está situado entre la vía 
uti l izada por el aire que viene de la cavidad 
nasal hacia la r inofaringe y la vía de pasaje de 
los alimentos desde la ca\idad bucal liacia la 
orofaringe. 
Está constituido por una lámina fibrosa y de músculos recubiertos 
por una mucosa, por detrás se continúa en la bóveda palatina. 
Se une a la faringe a través de músculos : 
El tensor del velo del paladar <:> periestafil i i io externo, nace 
en la base del cráneo en el esfenoides, por fuera de la trompa de 
Eustaquio y en el ala mayor del esfenoides. 
Sus fibras se dirigen hacia el gancho de la apófisis pterigoides 
donde se refleja en ángulo recto para terminar desplegándose en la 
Fig. 54 
Músculos del velo del paladar 
vista posterior 
Según Rouviére 
Cadenas antero-medianas 123 
aponeurosis palatina. 
Pone en tensión la aponeurosis palatina. 
del paladar (periestafildio 
nace en la cara inferior de la porción petrosa del temporal 
por delante de la fosa esfenoidea del hueso esfenoides y llega a la raiz 
del proceso pterigoides y por dentro del canal tubárico del cartílago 
tubárico y de la trompa auditiva (trompa de Eustaquio). 
Estas fibras también se despliegan en abanico en el velo del paladar, 
por encima de la aponeurosis palatina. 
Eleva el velo del paladar. 
Estos dos músculos dilatan la trompa de Eustaquio que comunica 
la caja del timpano a la rinofaringe. Esto va a permitir, que en cada 
deglución, el aire penetre en la caja timpánica para equilibrar la 
presión en ambos lados del tímpano. 
goestafilino) se inserta en su parte 
superior por tres fascículos distintos : 
~ El i'asciculo pr inc ipa l o palatino, nace en la cara 
superior de la aponeurosis palatina. 
Sus fibras se entrecruzan con las de su homólogo 
contralateral contribuyendo así a la formación del 
rafe mediano. 
' El lascículo pterigoideo, se inserta en el borde 
inferior del proceso pterigoideo medial del hueso esfenoides. 
. se inserta en la extremidad interna 
del borde inferior del cartílago tubárico. 
Los tres fascículos se reúnen y se insertan en el pilar posterior del 
velo del paladar por dentro de los músculos constrictores de la 
faringe. 
Deja fibras sobre los bordes superior y posterior del cartílago 
tiroides y también sobre la mucosa faríngea, otras fibras se 
entrecruzan con las del lado opuesto en la pared posterior de la 
faringe. 
Desciende el velo del paladar y eleva al mismo tiempo la faringe 
y la laringe; por esta causa lo hemos citado entre los elevadores de 
la faringe en la figura 51. 
á\, situados a un lado y otro de la línea mediana desde la 
aponeurosis palatina hasta el tejido submucoso de la úvula. 
Retraen la úvula. 
El palatogloso (glosestafilino). une la cara inferior de la 
aponeurosis palatina a la lengua (fig 54). 
Desciende el velo del paladar y eleva la lengua. 
Figura i55 y 56 
l a leiigiii X 
a'Uero-
o- ; o tar. " . 
• rma» j.^ 
. ^ -pie 
CÍÍ'HI. 
Interviene en la masticación, en la deglución y en la fonación. 
Contiene también los órganos del gusto. Presenta una estructura 
esquelética osteo-fibrosa (fig 55a) constituida por : 
- Por detrás, el hueso hioides 
- La membrana hioglosa que se adhiere a la parte anterior 
del borde superior del hueso hioides para remontar 
en el espesor de la lengua 
- El septum lingual que nace de la membrana hioglosa 
y se prolonga entre los músculos de la lengua hasta la 
punta de la lengua. 
La lengua está dotada de una gran movilidad gracias a la gran 
cantidad de músculos que posee : 
Los geiiioglosos (fig 55b) situados a un lado y otro del septum 
lingual y por encima de los geniohioideos. 
Se insertan por delante en las espinas mentonianas de la cara 
interna de la mandíbula. 
Se despliegan en seguida en abanico por fuera del septum lingual 
hacia toda la superíicie dorsal de la lengua y el hueso hioides por 
F i g . 5 5 
Fig. 56 
Cadenas antero-medianas 127 
detrás. 
Sus fibras inferiores empujan la lengua y el hueso hioides hacia 
arriba y hacia adelante. 
Susfibras medias atraen la lengua hacia adelante, mientras que sus 
fibras anteriores llevan la punta de la lengua hacia abajo y atrás. 
^ » (fig 55b) es impar. Nace de 
las astas menores del hueso hioides y de la epiglotis y tapiza toda la 
cara dorsal de la lengua por debajo de la mucosa donde se pierden 
sus fibras. Desciende y acorta la lengua. 
\- • (fig 55b), es par, se sitúa por 
fuera del geniogloso.Sus fibras se extienden desde el hueso hioides 
a la mucosa de la punta de la lengua. 
Desciende y retrae la lengua. 
- (fig 56a) es par. También está situado por fuera del 
geniogloso y del lingual inferior. 
Se inserta por debajo en el cuerpo del hueso hioides en la proximidad 
del asta menor y en la totalidad del asta mayor. Sus fibras se dirigen 
hacia arriba antes de desplegarseen abanico en el espesor de la 
lengua para unirse al septum. 
Desciende y retrae la lengua. 
l >.;^ estiloglosos (fig 56a) son, con los siguientes, los más laterales. 
Cada músculo se inserta por arriba y por detrás en la apófisis 
estiloides del hueso temporal y el ligamento estilomaxilar. 
Está a veces unido al ángulo de la mandíbula. Sus fibras superiores 
se despliegan en abanico hacia la cara dorsal de la lengua hasta la 
proximidad de su punta. Sus fibras inferiores alcanzan el septum 
lingual cruzando las del hiogloso y del lingual inferior. 
(fig 56b) se extienden lateralmente desde el velo 
del paladar a la lengua donde sus fibras se confunden con algunas 
fibras del estilogloso. 
Ascienden la lengua y la atraen hacia atrás. 
- > (fig 56b) son fascículos de los músculos 
constrictores superiores de la faringe que se prolongan hacia el borde 
lateral de la lengua. Sus fibras se confunden con las del estilogloso, 
lingual inferior y geniogloso. 
Atraen la lengua hacia arriba y hacia atrás. 
Observemos, para terminar, que la lengua, donde constatamos una 
enorme riqueza muscular, posee un tono de reposo que debería 
garantizar una posición de reposo ideal, posición descripta por 
numerosos autores. M. Foumier, especialista en la reeducación de la 
lengua nos dice: Debería extenderse armoniosamente entre 
los dientes del maxilar inferior, sin desbordar y presentar 
una gran curva posterior convexa hacia arriba y atrás pero, 
dejando suficiente espacio para permitir el pasaje de aire. 
En fin, debería recurvarse ligeramente hacia arriba en su 
extremidad, permitiendo que la punta se ubique mas o 
menos a la altura de la raiz de los incisivos superiores. 
Los sujetos que presentan lo que llamamos una «buena» AM, es decir 
correctamente nutrida a nivel energético y comportamental, tendrán 
en principio una lengua tónica, en buena posición y perfectamente 
móvil. 
Una lengua muy extendida, incluso que aparece fuera de la 
cavidad bucal, revela al contrario una carencia de AM. 
En otros casos sobre los cuales volveremos más adelante, (acción 
-reacción entre PM y AM), la lengua está retraída y parece muy 
corta y poco móvil. 
Una lengua puede empujar excesivamente sobre los 
dientes de abajo o peor aún sobre los de arriba, produciendo en el 
niño el avance de los mismos. 
La lengua retraída, es a menudo el resultado de un mecanismo de 
acción-reacción entre PMyAM. Es atraída hacia abajo y hacia atrás 
por una AM que resiste a la propulsión de la cabeza hacia arriba y 
adelante por PM. Parece demasiado corta y es poco móvil. 
•uiucir I 
" ''le mast 
de la ffr >•̂• 
Los alimentos deben, en principio ser masticados el suficiente 
tiempo, para estar bien triturados e impregnados, formando lo que 
llamamos «bolo alimenticio». 
En el paralelismo con la medicina tradicional china que establecimos 
en la página 172, veremos que el sitio energético del bazo y del 
estómago se corresponden con las cadenas antero-medianas. 
L o s m é d i c o s o r i e n t a l e s d a n m u c h a i m p o r t a n c i a a l a 
masticación a l a q u e a t r i b u y e n l a f a c u l t a d d e «nutrir e l 
b a z o » . 
En nuestra sociedad, donde predomina la carrera contra reloj, la 
etapa de la masticación está reducida a su mínima expresión e 
incluso es literalmente inexistente. La consecuencia es un exceso 
de trabajo para el estómago. 
E l b o l o a l i m e n t i c i o v a a s e r e n c a m i n a d o e n v a r i o s t i e m p o s 
h a c i a e l esófago : 
- T i e m p o b u c a l : los alimentos son empujados por la 
lengua desde la cavidad bucal hacia la orofaringe. 
Los músculos genioglosos ayudados por los 
genioliioicleos hacen remontar la lengua contra el 
paladar duro (1) mientras que los üiigiiales superiores 
y los estiloglosos empiezan su retroceso (2). 
El músculo elvador del velo del paladar, eleva el velo 
del paladar (3). 
El bolo alimenticio entra en la orofaringe (4). 
- T i e m p o faringo-laríngeo : los alimentos pasan 
a través de la faringe cruzando la vía aérea para alcanzar el 
esófago por detrás. 
El bolo alimenticio franquea el istmo faringo-nasal, antes 
de ser propulsado hacia abajo por la lengua, que continúa 
retrocediendo bajo la acción del longi tudinal superior, 
estiloglosos V gtíiiioglosos. 
L a vía aérea s e c i e r r a m i e n t r a s q u e s e a b r e la vía 
digestiva : el velo del paladar obstruye entonces la naso-
faringe aplicándose sobre la pared posterior de la faringe 2 
Los músculos palatoforí ligeos estrechan los pilares 
laterales del velo del paladar contra la úvula, tensada por 
los músculos uvulares. 
Cadenas antero-medianas 131 
E l cartí lago epiglótico s e p l i e g a , sobre todo por el ascenso 
del hueso hioides (es el momento en que asciende la «nuez de 
Adán» (3) 
Son los músculos 
los que realizan esta acción tomando punto fijo, por 
detrás, en la apófisis mastoides y en la apófisis estiloides 
del temporal y por delante, en la mandíbula (4). Es pues 
necesario fijar la mandíbula cerrando la boca. 
(fig 51) confirman 
este cierre de la epiglotis evitando así los fenómenos 
de «falsa ruta». 
Es evidente que el simple hecho de hablar comiendo 
puede perturbar este mecanismo de precisión y 
favorecer el fenómeno mencionado. 
- T i e m p o faringo-esofágico : los alimentos 
penetran en el esófago, que está normalmente cerrado 
para que el aire no penetre. Las fibras inferiores de los 
músculos juegan el rol de esfínter a ese 
nivel, relajándose durante el pasaje del bolo alimenticio (1) 
El estiramiento hacia arriba sufrido por las fibras 
musculares del esófago, produce su contracción refleja 
que se propagará hasta el estómago. 
El hueso hioides y el cartílago tiroides vuelven a descender 
(2) y la epiglotis se abre de nuevo. 
El velo del paladar vuelve a bajar (3), mientras que la 
lengua retoma su sitio (4), algunas fibras del 
la llevan de nuevo hacia adelante. 
Podemos ver la complejidad de esta región, tanto desde el punto de 
vista anatómico como fisiológico. La mayoría de las acciones que 
acabamos de describir resultan de un automatismo reflejo (nervio 
neumogástrico y simpático). 
Vamos a volver al tema central de este libro: las cadenas antero-
medianas y su acción en el equilibrio corporal, tanto desde el punto 
de vista fisiológico, como en el exceso de tensión. 
Es imposible limitarse sólo a la estática en una zona tan móvil como 
la que hemos tratado, constantemente solicitada por el movimiento 
producido por todas las funciones que se realizan, sin olvidar la 
respiración. No obstante, la estática puede contrariar enormemente 
la fisiología. 
El mínimo «espasmo» del esófago, tan frecuentes en los problemas 
ligados a la AM, ejerce una tracción en la faringe, cuyos músculos 
van a reaccionar perturbando la respiración y la deglución. 
Los «nudos tensionales» en esta región son, con frecuencia, 
signo de un sufrimiento en la AM, generador de sensaciones 
de angustia. 
Una parte importante de las irritaciones faríngeas o laríngeas se 
originan por esta causa. Habiendo suMdo reflujo esofágico he podido 
verificar por mi mismo esa relación entre un espasmo de esófago y 
«falsas anginas», llegando a la afonía. Un trabajo global sobre AM 
me permitió mejorar considerablemente la situación. 
El equilibrio entre las cadenas in* < i i 
y las cadenas postero-anteriores a nivel de la 
cabeza y del cuello es precario y entorpece la 
fisiología de la articulación temporomandibular. 
Para materializar este equilibrio entre AM y PA vamos a 
tomar la imagen de un globo aerostático: es fácil imaginar el cráneo 
como un balón listo para elevarse en el aire y la faringe como la 
cesta que se suspende al globo. 
Esta imagen significa mucho para nosotros que consideramos el 
cráneo como la residencia de PA. Esa PA que no cesa de tender hacia 
lo alto, de elevarse espiritualmente. 
La AM es, al contrario, sinónimo de anclaje, de enralzamiento, de 
apoyo en el suelo. La región cervical y cefálica no es ni la residencia ni 
el dominio de AM,por lo cual en esta región la AM debería suavizar 
su influencia, para no perturbar la erección cervical realizada por 
los músculos prevertebrales de PA cuya residencia está en el cráneo 
y cuyo dominio es el cuello. 
La succión, particularmente durante la lactancia del bebé, 
consigue poner en su sitio, este equilibrio. 
En la succión fisiológica, la lengua toma la forma de un canal sobre 
el seno materno, al que presiona rítmicamente en el paladar. 
«Este reflejo de succión requiere una buena coordinación de 
los movimientos de la lengua y de las mandíbulas, ligado a la 
deglución» («L'allaiter d'aujourd'hui» n° 28LLLfrance 1996). 
La presión en el paladar permite fijar las estructuras palatinas y más 
arriba, al esfenoides en una posición enderezada (extensión). Esta 
acción garantiza un punto fijo superior a la PA durante la deglución 
que, por la activación de los músculos de la faringe AM, correría el 
riesgo de flexionarse. 
Sin embargo, no todos los niños tienen la posibilidad de una «buena 
succión», sea porque el frenillo de la lengua es demasiado corto, la 
lengua esté muy retrída o muy enrollada hacia arriba... 
En un esquema fisiológico, la mandíbula y la faringe están 
suspendidas al cráneo sin ejercer demasiado peso sobre él, esto 
hace que l a deglución s e a p o s i b l e s i n flexión d e l a c o l u m n a 
c e r v i c a l . El equilibrio entre PA y AM es sin embargo precario, 
AM, toma a menudo poder sobre PA frenando su impulso de 
elevación. 
Utilizamos un t e s t simple para apreciar la calidad de este equilibrio: 
Es suficiente colocar la lengua en el paladar y tratar de deglutir tres 
veces sin relajar este apoyo. 
En el caso de una AM excesiva, la tensión en los músculos de la 
faringe será muy fuerte e impedirá una buena deglución. 
En este último caso, los infrahioideos traccionan de los suprahioideos, 
como muestra la figura 48. 
La «canasta» demasiado pesada dificulta la elevación del «globo». 
La subluxación del hueso hioides y del cartílago tiroides hacia abajo 
favorecen la instalación del «doble mentón», las repercusiones en la 
mandíbula y en la articulación temporo-mandibular como también 
en la base del cráneo son frecuentes. 
14)s suprahioideos cambian de punto fijo y en lugar de suspender 
armoniosamente la faringe a la mandíbula y a la base del cráneo, 
van al contrario, a fraccionar exageradamente de ambos (fig 47b 
y 58c). 
La mandíbula es llevada hacia abajo y atrás, posición que va a 
contrariar a los músculos maseteros y pterigoideos. 
Madame Godelieve Struyf considera el masetero y el pterigoideo 
externo, muy próximos uno del otro, pertenecientes a la cadena 
antero-lateral AL y 
. Podemos apreciar la proximidad de este último con 
los músculos elevador,tensor del velo del paladar y palatofaríngeos 
en la figura 54. 
Fig. 58 
b. Punto fijo en el esfenoides, 
los pterigoideos hacen avanzar 
la mandíbula. 
los pterigoideos hacen bascular 
el esfenoides en flexión. 
Cadenas antero-medianas 135 
Los maseteros y los se oponen sobre todo, a 
la apertura de la mandíbula; los pterigoideos externos se oponen a 
su retroceso. E n defensa, los dos p r i m e r o s l legan a veces a 
l i m i t a r l a a p e r t u r a de l a mandíbula. 
En caso de fuerte retroceso de la mandíbula, los pterigoideos 
invierten su punto fijo y bloquean el esfenoides en flexión anterior, 
perturbando el mecanismo respiratorio primario (fig 58c). 
C o n s i d e r a m o s que este retroceso de l a mandíbula con u n 
«mentón huidizo» (retrognasia) como el signo de u n a A M 
frenada. 
Generalmente, esto se acompaña de tensiones en las cadenas antero-
medianas a nivel corporal. 
A l contrario, u n mentón b i e n m a r c a d o (prognasia) es signo 
de autoafírmación de l a A M . 
Para apreciar este retroceso o avance de la mandíbula en una 
fotografía de perfil, trazamos dos líneas: 
- Una primera uniendo el ángulo lateral del ojo a la inserción 
superior de la oreja (1). Esta línea debe idealmente confundirse con 
la horizontal. 
- Luego bajamos una perpendicular a la primera línea (2), 
desde la base de la nariz o glabela. Esto nos servirá de referenecia 
para lo que madame Strujrf llama índice de expresión. Si el 
mentón sobrepasa esta línea, consideramos que es positivo, si está 
retraído, el índice es negativo. 
E s t e retroceso de l a mandíbula se prod uce generalmente 
sobre u n a asimetría pre-existente, (tema desarrollado en los 
libros de las cadenas relaciónales A L y PL), que puede volverse 
molesto. Los problemas a nivel de la articulación temporo-
mandibular serán en este caso asimétricos (compresión de un lado 
y subluxación del otro). 
La osteopatía ha puesto en evidencia la existencia de 
una ritmicidad del líquido cefalo-raquídeo, presente en el interior 
de las membranas del sistema nervioso . 
Fig. 59 
Descenso 
de la bóveda Hoz 
. del cerebro 
c.Bloqueo de la ESB 
en posición de inspiración 
MRP 
Tensiones! 
P M y 
P o s i c i o n e s c r a n e a l e s 
e n g e n d r a d a s 
p o r t e n s i o n e s A M 
Cadenas antero-medianas 137 
Los huesos del cráneo unidos entre sí por suturas más o menos 
elásticas, se adaptan a estas fluctuaciones de presión, cuya ritmicidad 
i es simüar a la ritmicidad respiratoria, pero no igual, (alrededor de 
; 10 a 14 pulsaciones por minuto). 
: Esta r i t m i c i d a d se denomina m o v i m i e n t o r e s p i r a t o r i o 
I p r i m a r i o (MRP). 
Se distinguen dos fases : 
- u n a fase de inspiración (a) durante la cual el cráneo 
sufre un aumento de presión del LCR, el cráneo se 
abre en su parte superior, como cuando una flor se abre. 
La hoz del cerebro es una lámina aponeurótica que se 
despliega sagitalmente entre los dos hemisferios del 
cerebro. Se une por detrás a la tienda del cerebelo, que 
es la membrana que recubre el cerebelo. 
Las tensiones en la hoz del cerebro aumentan durante la 
fase inspiratoria, lo que produce un descenso de la cima del 
cráneo a la cual está unida. 
A l contrario, la base del cráneo y particularmente la 
sínfisis esfeno-basilar (SSB) se cierra en flexión. 
- u n a fase de espiración (b) que corresponde a la 
disminución de la presión del líquido cefaloraquídeo LCR 
intracraneal. 
El cráneo se cierra en su parte superior mientras que 
la SSB vuelve a la extensión. 
La tensión sobre la hoz del cerebro disminuye y la bóveda 
craneal se eleva de nuevo. 
: L a s tensiones A M transmitidas por el esófago y la faringe por un 
i lado y por los músculos hioideos y pterigoideos por otro, mantienen 
i una flexión en la sínfisis esfenohasilar (fig 59c) entorpeciendo la 
\ del movimiento respiratorio primario. 
\a 60 
Los anatomistas también describen u n d i a f r a g m a e s t i l i a n o 
La epiglotis, las cuerdas vocales y el velo del paladar, 
se comportan como verdaderos esfínteres, obtruyendo 
respectivamente los conductos aéreos y digestivo. 
Sínfisis mentoniana Fig. 60 
Vientre ant 
Hentrepos 
ieldigástri. 
Genio-
Moldeo a. El diafragma 
faríngeo 
Según Tcstut 
1. V i s t a i n f e r i o r 
Cabeza basculada hacia atrás 
O c c i p i t a l 
S ínf i s i s p u b i a n a 
Músculo 
puborectal 
^ E s t i l o g l o s o 
L i g a m e n t o 
esti lohioideo 
E s t i l o -
1 M a n d í b u l a 
^ ^ ^ - ^ Müo-hioideo 
V i e n t r e ant. 
deldigástrico 
2 . V i s t a de p e r f i l 
r e g i ó n s u p r a h i o i d e a 
b. El diafragma 
pélvico 
1. V i s t a i n f e r i o r 
periné f e m e n i n o 
2. Vista 
endopél\ ica 
de p e r f i l derecho 
Comparación entre 
diafragma faríngeo y diafragma pélvico 
Cadenas antero-medianas 139 
constituido por tres músculos y dos ligamentos (fig 6o a i y 2): 
• y l o s l i g a m e n t o s 
estilohioideos se adhieren unos a los otros. 
í - - - ^ - ^ 5 , ^ - ^jjeos, y los 
l igamentos estilomandibxilares que unen el proceso estiloides 
a la cara medial del ángulo posterior de la mandíbula. 
Asocian dos aponeurosis : l a a p o n e u r o s i s estilodigástrica que 
se extiende desde el proceso estiloides al músculoestilohioideo y al 
vientre posterior del digástrico. 
La aponeurosis que une el proceso estiloides y el músculo 
estilofaríngeo a la faringe. 
El diafragma, descripto de esta manera, puede prolongarse hacia 
adelante por los músculos " ..eo y también 
por el "íieiitre iiíiíerit . 
La comparación con el diafragma pélvico es ahora más evidente, los 
músculos geniohioideos pueden ser comparados con los músculos 
puborectales del periné y los milohioideos a los iliorectales. 
Elevan respectivamente el orificio superior de la faringe y el esfínter 
anal, (fig 6ob l y 2). 
f 
El diafragma torácico separa la cavidad torácica de la 
cavidad abdominal. Toma la forma de una cúpula, cóncava hacia 
abajo que está constituida por un conjunto de músculos digástricos, 
cuyas fibras tendinosas se entrecruzan, formando u n tendón 
intermediario que constituye el centro frénico. Aunque puede actuar 
bajo control de la voluntad, depende sobre todo de una actividad 
refleja automática, (nervios esplácnicos). Sus contracciones ritman 
nuestra respiración. 
E s t a a c t i v i d a d rítmica, m a n t i e n e u n a a l t e r n a n c i a de 
presión-depresión e n las dos cavidades que s e p a r a : 
- E n l a inspiración: La contracción diafragmática se 
acompaña de u n descenso del centro frénico que aumenta el 
diámetro vertical del tórax, creando un vacío que permite que el 
Fig. 61 
Los tres diafragmas 
Ph.C según G.D.S. 
Cadenas antero-medianas 141 
aire cargado de oxígeno pueda penetrar. Descendiendo, el centro 
frénico comprime la cavidad abdominal, dentro de la cual la presión 
aumenta. Seguidamente, el conjunto de la caja torácica asciende 
aumentando los diámetros antero-posterior y transversal del 
tórax. 
- E n l a espiración : Las costillas vuelven a descender 
mientras el centro frénico es aspirado hacia arriba. La presión 
disminuye en la cavidad abdominal mintras que aumenta en la 
cavidad torácica, para que el aire cargado de CO2 sea expulsado. 
¿Cuáles s o n l a s r e p e r c u s i o n e s que se p r o d u c e n e n l a 
fisiología de los otros dos diafragmas; pélvico y faríngeo? 
- E n l a inspiración : L a presión i n t r a b d o m i n a l gana 
l a pelvis m e n o r , aunque todo está previsto para evitar que esta 
presión no sea demasiado ñierte. En efecto, los órganos de la pelvis 
menor, los que reposan sobre nuestro diafragma pélvico, son extra-
peritoneales, es decir que no están contenidos en el peritoneo, cuyas 
hojas parietal y visceral son similares a la pleura a nivel torácico, 
envolviendo herméticamente las visceras abdominales (fig 20). 
El aumento de la presión en la inspiración, debería ser menos fuerte 
por debajo de las líneas arqueadas (línea inominada), que marcan 
la frontera entre la pelvis mayor y la pelvis menor. Percibimos, 
no obstante, un ligero aumento de presión que obliga al periné, 
principalmente su hoja superior, descripta como diafragma pélvico, 
a adaptarse . Estirado por este aumento de presión, aumenta 
ligeramente su tono permitiendo, no obstante, s e r rechazado 
h a c i a abajo e n l a inspiración, (trabaja en excéntrico) 
Si a nivel vertebral, todo funciona fisiológicamente, tanto en 
su posición de partida como en su l ibertad de movimiento, la 
inspiración se acompaña de una deslordosis lumbar y de una 
retrobáscula de la pelvis, principalmente del sacro, mientras que 
el coxis, como perfecta junta de dilatación, se alinea sobre este. Los 
músculos piriformes que completan el periné en su parte postero-
superior, así como los obturadores internos, muy ligados a los 
músculos iliorectales, (fig 60) están implicados también en esta 
retrobáscula de pelvis. 
M i opinión es que todo parece concurrir para aliviar al diafragma 
pélvico de una gran solicitación en términos de presión, lo cual 
concuerda con nuestra premisa de que el diafragma pélvico no 
debe trabajar e n el equil ibrio estático de l a pelvis (fig 20 
y 21). 
E l descenso del centro frénico produce u n a tracción e n l a 
fascia v i s c e r a l , que divide la caja torácica en dos y que enlaza la 
columna vertebral de C7 a T4 al centro frénico. Todos los órganos 
del mediastino están contenidos en las diferentes cavidades de esta 
fascia, incuso el esófago y la tráquea. 
L a tracción longitudinal h a c i a abajo que ejrce el centro 
frénico sobre estos dos conductos ligados a l a faringe v a n 
a influir sobre el diafragma faríngeo que será l igeramente 
traccionado h a c i a abajo. No obstante, esta solicitación hacia 
abajo, debería ser moderada, pues mientras el centro frénico 
desciende, la columna cervico-dorsal se endereza y la caja torácica 
asciende, con lo cual este descenso del diafragma faríngeo debe ser 
mínimo. 
- E n l a espiración, el ascenso del centro frénico favorece 
u n a v e r d a d e r a aspiración del a b d o m e n que permite a s u 
vez u n ascenso del diafragma pélvico. El diafragma faríngeo 
aliviado de la tracción de la fascia visceral, r e t o m a también s u 
posición i n i c i a l . 
Según mis investigaciones, apoyadas en m i práctica terapéutica los 
tres diafragmas están especialmente ligados los unos a los otros. 
Comprendemos así, fácilmente, que en caso de fuertes tensiones o 
retracciones en la A M , la ritmicidad de los tres diafragmas puede 
estar entorpecida, con todos los desarreglos que hemos tenido 
ocasión de precisar, en el capítulo consagrado al periné y en las 
páginas dedicadas a la faringe, laringe, base del cráneo y lengua 
SU r a 62 
Las cadenas a n t e r o - m e d i a n a s pweden i n v a t 
la cara , d o m i n i o de l a A P y m a r c a r la mími 
c o n su h u e l l a e n l a r e g i ó n de l m e n t ó n y de I 
lab ios , parti€idarnient€» €d l a l i i o i n f e r i o r . 
La cara es el lugar de la mímica, con todo lo que esta requiere 
de adaptabilidad en la expresión de todas nuestras emociones y 
nuestros sentimientos; «la cara es el espejo del alma». Para pasar 
de la expresión de alegría a la de la tristeza, los músculos de la cara 
necesitan cambiar sus puntos fijos. 
Los músculos de la cadena AP, cuando esta es de buena calidad, 
permiten la alternancia, por esa causa, madame Godelieve Denys-
Struyf atribuye a la AP, su dominio en la cara, (cf fascículo : 
«Nociones de base»). 
Sin embargo, cada cadena, cuando se vuelve excesiva, puede 
i n v a d i r l a c a r a y dejar s u h u e l l a e n u n a región específica 
(fig 6 2 a ) : 
L a s cadenas Postero-Medianas llegan a la región frontal con el 
músculo epicráneo (1) que sostiene la aponeurosis epicránea. La 
PM engloba: depresor de l a ceja (2), corrugador ( 3 ) , prócero 
( p i r a m i d a l de l a n a r i z ) (4), también l a porción t r a n s v e r s a 
de los músculos nasales (5) terminan en: e l d e p r e s o r del 
s e p t u m n a s a l o m i r t i f o r m e (6) a nivel del labio superior (que 
puede borrar). Podemos añadir el músculo canino (7) gracias al 
cual podemos «mostrar los dientes». 
Todos estos músculos están implicados en la mímica del gesto de 
la atención. 
L a s cadenas Postero-anteriores están presentes a nivel de los 
ojos y de la nariz por los músculos : orbicula res de los ojos (1), 
los músculos dilatadores de las n a r i n a s (2) , zigomático 
m a y o r y zigomático m e n o r (3 y 4 ) , r i s o r i o (5), elevador del 
labio s u p e r i o r y del a l a de l a n a r i z ( 6 ) . 
Todos estos músculos participan en la expresión de la alegría. 
L a s c a d e n a s a n t e r o - l a t e r a l e s y p o s t e r o - l a t e r a l e s están 
respectivamente presentes en la proximidad del ángulo de la 
mandíbula, con los músculos maseteros para A L y en la fosa 
temporal con los m ú s c u l o s temporales para PL. 
Las cadenas Antero-Medianas están fuertemente presentes a nivel 
del cuello, donde recubre los músculos 
hioideos y los músculos de la faringe. 
Se expresan en la región del mentón con: . . 
La división del sector de la cara en tres segmentos y la comparación 
de la altura respectiva de estos tres segmentos, nos informa sobre la 
estructurapredominante a nivel del proyecto inicial (fig 62b). 
La figura 62c illustra un caso donde la A M está favorecida. 
Fig. 62 
b . S e c t o r e s f a v o r e c i d o s e n función C. S e c t o r A M f a v o r e c i d o 
d e f a m i l i a s c o m p o r t e m e n t a l e s 
Territorio de la A M 
a nivel de la cara 
Según G.D.S. 
Cadenas antero-medianas 145 
i- ^ - r ; : n;»- %«outárie»') del enel lo despliega largamente 
sus fibras desde la capa profunda de la piel, en las regiones 
correspondientes al acromion, al deltoides y ala clavícula, hasta 
la mandíbula (Fig 63 a). 
Tensa la piel del cuello y atrae la piel del mentón hacia abajo. Es 
frecuente observar el relieve de algunas de sus fibras en las personas 
de cierta edad. Su acción puede desbordar hasta la comisura labial 
y participa en su descenso. Está necesariamente implicado en la 
«caída» de la parte inferior de la cara. 
l o o r b i e u i i i r de l a b o c a ( d e los l a i d o s ) , está 
constituido por varios fascículos : los semiorbiculares que están 
situados en el espesor de los labios, a los cuales les da su relieve y 
por fascículos más periféricos que constituyen los músculos naso-
labiales, incisivos superiores e inferiores. 
- E l s r m i o r b i e i d l a r s u p e r i o r , c o n s t i t u y e el l a b i o 
superior, al cual da su relieve ( f ig 63 a), está completado 
por u n f a s c i c i i l j nacido de la base de las 
fosas nasales y u n , 0 s u p e r i o r (fig 63 b) . 
Las fibras de estos diferentes fascículos ganan las comisuras, donde 
se entrecruzan con los del semiorbicular inferior y del bucinador. 
~ El « e m i o r b i c i i l a r i n f e r i o r , presenta las mismas 
particularidades que el precedente, pero ocupa el labio inferior (fig 
63 a). 
- Está reforzado por debajo por u n f a s c i c i d o i n c i s i v o 
i n f e r i o r , que se inserta en la proximidad de la sínfisis mentoniana 
(fig 63 b). 
En reposo, los músculos semiorbiculares, dan relieve a los labios 
(fig 63 1), pero también juegan un rol de esfínter para el orificio 
bucal, que cierran. 
F i g . 6 3 
2.Labios apretados contra los dientes 
AM reservado 
b. Los fascículos periféricos 
del orbicular de los labios 
c. E l bucinador 
Detalles de los músculos de A M 
a nive l de la cara (1) 
Cadenas antero-medianas 147 
La contracción de los dos semiorbiculares «frunce» los labios, 
apoyándolos contra los dientes, (Testut) como lo muestra la foto 
(63 2). 
La contracción de otros fascículos periféricos frunce también los 
labios pero empujándolos hacia adelante como para dar un beso 
o silbar...(ñg 63 3). 
Estos músculos ofrecen la posibilidad de modular la forma de los 
labios para emitir sonidos. 
Intervienen evidentemente en la succión. 
- En el espesor de los labios, se encuentran también fibras de 
dirección antero-posterior, agrupados bajo el nombre de i i iúscii los 
c t m i p r e s o r e s de los lab ios (Bovéro). 
Este músculo juega un rol importante en la succión y está muy 
desarrollado en el recién nacido. 
Los riiúsciiios !:íiicÍi»adort»s contribuyen a formar las paredes 
laterales de la cavidad bucal (fig 63 c). 
Cada músculo se inserta por detrás en el maxilar superior a nivel 
de los molares, sobre el proceso pterigoides del esfenoides y el 
ligamento pterigomandibular que lo separa del músculo constrictor 
superior de la faringe (fig 51). 
Sus fibras se dirigen horizontalmente hacia adelante para llegar a 
la comisura labial, hacia la cual convergen sus fibras. 
Atraen las comisuras labiales hacia atrás (fig 63 4), comprimen las 
mejillas y favorecen la expulsión del aire contenido dentro de la boca. 
Son útiles para silbar o tocar un instrumento de viento. 
Participan, con el precedente, en la masticación, permitiendo llevar 
los alimentos hacia los dientes. 
El i i i u s r i i k » f?rrsor cfiM á n g u l o de la boca, ( t r i a n g u l a r ) 
nace en la Uínea oblicua externa de la mandíbula, donde sus fibras 
se entrecruzan con las del platisma (fig 64 a). 
Convergen hacia arriba y afuera hacia la comisura labial donde se 
entrecruzan con las de los músculos antagonistas : elevador del 
ángulo de la boca o canino y zigomático, que ascienden la comisura. 
Su actividad permanente deforma la boca en un arco cóncavo hacia 
abajo reflejando la tristeza e incluso la desgana (fig 641). 
r d e l i a t i i o ' m f e r i o r ( c u a d r a d o dcd 
se inserta también en la línea oblicua externa de la 
mandíbula por debajo del precedente (fig 64 b). 
Sus fibras cruzan las del precedente dirigiéndose hacia arriba y 
Fig. 64 
b. El depresor del labio inferior 2.Refunfuñar 
(Cuadrado del mentón) 
S.Mímica de la obstinación c. Músculo mentoniano 
(Borla del mentón) 
Detalle de los músculos de AM 
a nivel de la cara (2) 
Cadenas antero-medianas 149 
hacia adentro para unirse al labio inferior. 
Hace bascular el labio inferior hacia abjo. Es el músculo que se 
activa cuando refunfuñamos (fig 64 2). 
hos Hiúscwlos i i i e n t o i i i a n o s ( b i n i a d e l m e n t ó n ) , se insertan a 
cada lado de la línea mediana sobre las protuberancias de las raíces 
de los incisivos inferiores, bajo la mucosa de las encías (fig 64 c). 
Se unen, en su parte inferior a la piel del mentón en la cual se 
expande. 
Estos dos músculos, derecho e izquierdo, a veces separados por 
una laminilla fibro-elástica tendida verticalmente desde la sínfisis 
mentoniana y responsable de la presencia de una fosita. 
Atraen el mentón hacia arriba e indirectamente contribuyen a 
ascender el labio inferior (fig 64 3). 
Estos músculos se contraen en el niño que se prepara para 
llorar. 
»5 
l-.«»t;¡ t i g u r a i h ^ - l r . i rííunicii de la t r i s l t 
«a r^s-.iu i i írosicados a k i u n o s m ú s c u l o s de 
la 
Esta expresión de tristeza puede volverse crónica. En 
este caso, ¿no tendríamos que hablar de huella más que de mímica? 
Los músculos ¡ i la t isma. d e p r e s o r d e l á n g u l o de la boca y 
d e p r e s o r d e l l a b i o s u p e r i o r atraen las comisuras de los labios 
hacia abajo y tamabién a los o r b i c o i a r e s . La boca, entonces, hace 
un arco cóncavo hacia abajo, generalmente revelador de tristeza o 
hastío. 
Los músculos cigomático m a y o r (1) cigomático m e n o r (2) 
como también los músculos elevadores del labio s u p e r i o r y 
del a l a de l a n a r i z (3) de P A se ven obligados a tomar punto 
fijo inferior; contribuyen a bajar el vértice externo del ojo, por la 
tracción que estos ejercen sobre los músculos o r b i c u l a r e s de los 
ojos (4) . 
Fig. 6; 
Cadenas antero-medianas 151 
L o s músculos de P A - A P , m o t o r e s p r i n c i p a l e s de l a 
expresión de l a alegría,cuando u t i l i z a n u n p u n t o fijo 
s u p e r i o r , están c o n t r a r i a d o s p o r u n a A M e x c e s i v a y 
obligados a t o m a r punto fijo i n f e r i o r p a r a a s o c i a r s e a l a 
expresión de esta tr isteza crónica. 
Los músculos supraci l iares de P M (5) participan en esta dinámica 
: La parte lateral de las cejas es atraída hacia abajo por los músculos 
orbiculares mientras que la parte medial se eleva. 
Es decir que la totalidad de la cara desciende a partir de una tensión 
AM en la parte inferior de la cara. 
Recordemos que las cadenas relaciónales o del eje horizontal son 
activas principalmente a nivel de miembros y de cinturas. 
Las cadenas del eje vertical o de la personalidad, aunque están 
presentes también en miembros, conciernen principalmente al 
tronco. 
La noción de punto fijo es difícil aplicar a nivel de miembros 
superiores, cuyos movimientos se efectúan en su mayoría en cadena 
cinética abierta. Es decir que la alternancia de puntos fijos es lo 
habitual. 
Es fácil admit ir u n punto fijo inferior para los músculos de la 
cadena antero-lateral, si consideramos que se apoya en la PL, cuyos 
músculos toman punto fijo superior y desciende hasta la mano. 
En lo que concierne a la A M , el problema es u n poco más 
complejo. 
F i g u r a 6 6 
idesa n t e r i o r es mixto, de A L y de V A I . 
Participa en el enrollamiento de la cintura escapular, 
propio de la cadena A M . 
flexor del codo, toma el relevo. 
>. 5 . e l n i ú * - . coaptadorde 
la articulación radio-cubital, continúa y recluta i s u r l a r g o 
de l p u l g a r . 
La cadena termina con el a b d . <. .-igar que viene 
a suplir al precedente. 
F i g u r a 6 
•4, 
•.4 . ' í l» 
n e n i h r o s s u p e r i o r e s y de la 
i e i i e i i woa r e l a c i ó n d i r e c t a 
a A M a n i v e l de l a o c t a v a 
La expresión de la pulsión comportamental, en relación con la A M 
se materializa a nivel de las rodillas, pivot primarios de esta pulsión. 
El desbloqueo de las rodillas induce un desequilibrio hacia atrás 
que compensan los músculos de las cadenas anteriores y medianas 
(fíg 3 y 4)-
L o s m i e m b r o s s u p e r i o r e s también s o n solicitados. En una 
posición como para abrazar algo, facilitan la flexión anterior de la 
columna con el fin de frenar el desequilibrio posterior del tronco. 
Este enraizamiento de la A M , tanto en los pies, las rodillas y columna 
vertebral, es especialmente utilizado en ciertas posturas de tai- chi-
chuan o de chi-gong (fig 67a). 
Los antebrazos y los brazos enlazan el tronco de un árbol invisible, 
los codos se flexionan redondeados. Las palmas de las manos están 
mirando hacia el tórax y los pulgares abiertos hacia arriba, los 
hombros están descendidos sin excesivo enrollamiento, para no 
entorpecer la erección axial de la columna vertebral. 
E s t a posición r e f u e r z a e l apoyo e n el suelo y favorece l a 
t o m a de concienci a del eje vert ical . 
En nuestra cultura, la clásica posición en aducción del húmero, 
supinación del antebrazo, meñique en la costura del pantalón, ha 
sido durante mucho tiempo la posición de referencia en ortopedia 
(fig 67b). 
Esta posición presenta la desventaja de inducir una rotación externa 
del húmero como también una propulsión anterior del tórax, 
en una actitud que favorece las cadenas posteriores y medianas. 
Hay terapeutas que en el inicio de u n tratamiento, colocan al 
paciente en decúbito supino, apoyando las escápulas sobre la camilla, 
llevando el húmero a rotación externa. Esta posición favorece una 
propulsión anterior del tórax que empeora si además, previamente 
se ha retrobasculado la pelvis ejerciendo una tracción podal del 
sacro. 
En una sesión que recibí personalmente con u n terapeuta del 
método Mathias Alexander me aclaró cosas respecto a la posición 
de comienzo de tratamiento. El terapeuta comenzó apoyando m i 
columna no a partir del sacro, tampoco intentó apoyar mis escápulas 
en la camilla, sino enrollando los hombros y depositando la región 
vertebral correspondiente a los pilares del diafragma. Luego corrigió 
la posición de la pelvis y de la columna cervical, con más facilidad 
que habitualmente. 
C o l o c a r l a octava vértebra torácica e n ápex de cifosis, 
respetando el enrol lamiento de l a c i n t u r a escapular, es 
u n a m a n i o b r a p r e v i a imprescindible p a r a r e a l i z a r e n todo 
tratamiento. 
En bipedestación, consideramos como fisiológico, cierto grado 
de enrollamiento de hombros y la posición de los antebrazos 
intermediaria entre la supinación y la pronación completa, (fig 
67c). 
L a s a u t o r a s S . P i r e t y M . M . Béziers d e f i n i e r o n u n a 
posición de coordinación que detallaremos, dedicándonos 
p r i n c i p a l m e n t e a l a c i n t u r a e s c a p u l a r y e l m i e m b r o 
s u p e r i o r , (figóyd): 
-La escápula está desplegada lateralmente y enrollada sobre 
el tórax en una posición favoreciendo el anclaje enT8 (fig40b). 
-El húmero está antepulsado en rotación interna y ligeramente 
abducido. 
- El codo está «abierto» a 135°, lo que llamamos «flexionado 
con redondez». 
- El antebrazo está en pronación. 
La muñeca está en ligera flexión dorsal y 
la mano en forma cóncava. 
En esta posición, la A M no está sola en la acción, la PL y la A L están 
también activas. Podemos definir estas diferentes acciones de la 
siguiente forma: 
P L abduce el hombro y desciende hasta el quinto radio 
de la mano 
A L controla la abducción del hombro con el dorsal ancho, 
que «apoya el hombro sobre la cintura pélvica», además es su 
dominio 
A ^ l por los fascículos esternales y abdominales del pectoral 
mayor asegura el enrollamiento del hombro y del 
Fig. 67 
d. Posición de coordinación 
Según S. Piret y M . M . Béziers 
Cadenas antero-medianas 157 
húmero a partir de un punto fijo en el esternón donde se sitúa su 
dominio 
A L está otra vez implicada, ayudada por los pronadores 
de PM y gracias a un punto fijo creado por PL a nivel 
del quinto radio, lleva la mano y el antebrazo en 
pronación. 
La A M sigue esta posición iniciada por A L 
especialmente el abductor largo del pulgar. 
iemcis a l ioi 'a las t o r s i o n e s d e l m i e m b r o 
•ior q u e v a m o s a c o m p a r a r c o n las d e l 
b r o i n f e r i o r . 
L a escápula, l l a m a d a aún omóplato, no es plana, 
su forma es mas bien cóncava, visible cuando obervamos este 
hueso en su espesor (a). Si deslizamos los dedos en la cara anterior 
de la escápula la escápula desde su borde espinal hasta la glena, 
percibimos bien esta concavidad. 
L a escápula está e n «cifosis» en muchos casos, no obstante, 
la observación de una gran cantidad de escápulas nos permitió 
constatar diferencias notorias seguramente en relación con actitudes 
diferentes. 
Las tensiones PM parecen ser las que «aplanan»más el omóplato, 
mientras que A M aumenta la cifosis. 
Si seguimos la espina de la escápula desde su raíz en el borde 
espinal hasta el acromion, que es su prolongación, percibimos un 
enrollamiento hacia adelante y también una torsión, que responde 
a lo que conocemos (b) : 
- Rotación externa en la parte posterior de la espina, por el 
trapecio inferior, el infraespinosos y el deltoides posterior 
de PM. 
- Rotación interna en la parte anterior, el acromion, por el 
deltoides anterior de A L y A M . 
L a observación de u n húmero, fuera de contexto, revela una 
torsión similar a la del fémur : rotación externa proximal e interna 
distal. Sin embargo, si colocamos el húmero en su contexto, es decir, 
articulado con la escápula, el punto de vista es diferente. 
Contrariamente a lo que solemos pensar, la escápula no está colocada 
; en el plano frontal, sino oblicuamente hacia adelante. 
; Se «enrolla» sobre la caja torácica de tal forma que l a glena m i r a 
más h a c i a adelante que lateralemente ( c ) . 
Para colocar mejor la cabeza del húmero frente a la glena, es necearlo 
presentarla con cierto grado de rotación interna (fig 68c). 
i Una vez en su sitio, si seguimos las líneas de fuerza, encontramos 
su torsión, pero no p o d e m o s h a b l a r de rotación e x t e r n a 
p r o x i m a l . Se trata m a s b i e n de u n a rotación i n t e r n a que 
I a u m e n t a h a c i a abajo, l a rotación i n t e r n a d i s t a l es más 
importante que l a p r o x i m a l . 
Reprogramar la torsión del húmero sin tener en cuenta lo que acaba 
de ser explicado, puede tener consecuencias nefastas en la fisiología 
i de la articulación escapulohumeral, que necesita de esta rotación 
i interna para su estabilidad. 
H a y u n a diferencia entre l a torsión del húmero que resulta 
i de u n a rotación i n t e r n a d i s t a l más i m p o r t a n t e que l a 
I p r o x i m a l , que l a del fémur íjue resvdta de u n a rotación 
externa p r o x i m a l , c o n respecto a s u e x t r e m i d a d distal e n 
u n a posición n e u t r a (fig 14). 
I A nivel del antebrazo, encontramos el mismo esquema que en 
i el miembro inferior, con la ulna que no presenta ninguna torsión, 
como la tibia, el radio, mucho más móvil que el peroné, puede llegar 
^ a girar completamente alrededor de su vecino. 
; En la pronación del antebrazo encontramos la torsión con una 
; rotación e x t e r n a p r o x i m a l del r a d i o m a n t e n i d o p or el 
^ s u p i n a d o r y u n a rotación i n t e r n a distal con los músculos 
\ redondo y pronador cuadrado de PM. A no ser que la 
\ AL haga girar la mano alrededor del quinto dedo. 
\s p o r l a m a n o útil, para la prehensión y también 
i para la comunicación. E n l a m a n o , más que las torsiones, 
se privi legia l a concavidad, l a bóveda, como también l a 
^ oposición de los dedos con el pulgar. 
S Adoptando la bipedia, el hombre ha podido liberar su mano para 
I convertirla en útil de prehensión, para ir a buscar los alimentos y 
: llevarlos a la boca. 
i Fisiológicamente, estamos en u n sistema de alternancia de 
i movimientos de apertura y cierre , cambiando permanentemente 
de puntos fijos. 
Podemos comprender ahora, que la torsión sea menos estática que 
en miembros inferiores y más orientada hacia la dinámica. 
La torsión no tiene la misma finalidad en miembro inferior que en 
miembro superior: 
E l m i e m b r o inferior soporta el tronco, l a torsión 
de los diferentes segmentos refuerza l a e s t r u c t u r a . 
Esta torsión en la estática, da lugar a las rotaciones en la 
dinámica. 
E l m i e m b r o s u p e r i o r está dedicado a l a dinámica, 
l a prehensión es u n ejemplo, estamos más e n 
p r e s e n c i a de u n a e s p i r a l «atornillando o 
desatornillando» a expensas del movimiento. 
í d e í t ü i a ^ s es 
mixto de A M y de A L . 
La fisiología de este músculo deltoides ha sido abordada 
en el tomo i de las cadenas relaciónales consagrado a 
las cadenas antero-laterales. 
E l deltoides p r e s e n t a tres fascículos : anterior, medio y 
posterior, que suspenden el húmero a la espina del omóplato y a 
la clavícula. 
E l fascículo m e d i o que continúa al trapecio superior, es 
francamente abductor. Godelieve Denys-Struyf lo incluye en la 
cadena postero-lateral. 
E l fascículo posterior cuyas fibras más mediales son aductoras 
y favorecen la rotación externa del húmero se asocian a la acción 
de la cadena postero-mediana. 
es principalmente aductor con un ligero 
componente de rotación interna del húmero, esto lo incluye en la 
misma dinámica que en la A L y 
Este fascículo, mantiene relaciones de proximidad estrecha con 
el pectoral mayor, cuya porción clavicular forma parte de AL y 
Desde el punto de vista de la estática, el deltoides anterior participa 
en la torsión de la espina de la escápula (fig 69a) y juega el rol 
de ligamento activo para la articulación acromio-clavicular (fig 
El dorsal ancho de AL, cuyo dominio está en el hombro, le da punto 
fijo inferior por la tracción que ejerce en el húmero. 
Utilizamos una técnica de «accordage» para equilibrar el fascículo 
anterior del deltoides con respecto al fascículo medio, traccionando 
el primero hacia abajo (AL) y el segundo hacia arriba (PL). 
La figura a ilustra los buenos puntos fijos de los músculos de A M y 
A L a nivel del hombro y particularmente de un deltoides fisiológico. 
En la figura b, el exceso de tensión de A L se pone de manifiesto con 
un trabajo en cuerda de arco de los diferentes músculos de A M y de 
AL, siendo el deltoides anterior más fuerte que el medio. 
Es decir que podemos constatar que, en este contexto A L en exceso, 
los componentes de aducción y de rotación interna se imponen, 
además de un ascenso del húmero bajo la bóveda acromial. 
El terapeuta, en este caso, tiende a utilizar la contra-postura, es 
decir una rotación extema del húmero, para corregir este exceso 
de rotación interna. 
El problema es bastante más complejo : En efecto, si tenemos en 
cuenta que un exceso de tensión en las cadenas antero-laterales , 
que son cadenas de protección, y en general debido a una carencia 
de A M , podemos comprender fácilmente que, actuando como 
mencionábamos, correríamos el riesgo de debilitar aún más esta 
A M y en consecuencia, activar la reactividad de AL. 
69b). 
E s necesario, a l contrario, e n p r i m e r lugar, n u t r i r esta A M 
e n el cuerpo p a r a poder quitar el exceso de A L . 
F i g 
Cadenas antero-medianas 163 
al anter ior) prolonga la A M 
I Este músculo se inserta en su parte superior en el labio 
inferior de la huella del deltoides en el húmero, así como 
en las caras antero-medial y antero-lateral del húmero en su mitad 
inferior. Alcanza en su parte inferior la apófisis coronoides de la 
ulna y envía frecuentemente fibras a la parte anterior de la cápsula 
articular del codo, algunos autores llaman a esta expansión, tensor 
de la sinovial del codo. 
Esto explica la frecuencia de un ligero flexo de codo observado en 
los pacientes de tipologías en A M . 
Este músculo es flexor del codo, pero sin el componente de 
supinación o de rotación interna (según el punto fijo) propio del 
fascículo largo del bíceps braquial. L a flexión e i n c l u s o el flexo 
de codo, observado e n las actitudes e n A M presenta un codo 
«redondeado», muy diferente a la actitud en A L donde da una 
impresión de «ruptura» más evidente. La imagen más similar a esta 
redondez en la flexión de miembros superiores es la preparación al 
abrazo. 
. - A ~ - ,| n^Qg^^nJQ siipiiiaclor 
relevo a nivel del codo 
ente» activo, 
•^•"•"'^^ Nace en la parte anterior de la cara lateral de la 
extremidad superior de la ulna (cubito) por fuera de la inserción 
del braquial anterior (fig 72a). 
Se enrolla alrededor del cuello del radio para terminar en la parte 
anterior del cuello del mismo. 
Algunas de sus fibras se adhieren al ligamento anular donde actúa 
como ligamento activo. Por sus fibras horizontales,es coaptador 
de l a articulación r a d i o - u l n a r s u p e r i o r . 
Aún siendo supinador, juega un rol primordial en la pronación del 
antebrazo, manteniendo el cuello del radio coaptado para permitir 
al mismo girar sobre si mismo alrededor de la ulna, (fig 72b). 
F i g . 7 
Retracción del músculo 
deltoides anterior 
lado derecho vista anterior 
Cadenas antero-medianas 165 
Fig. 72 
Cadenas antero-medianas 167 
Como ligamento activo de la articulación radio-ulnar, e s r e a c t i v o a 
c u l a q u i e r f o r m a d e subluxación d e l a c a b e z a r a d i a l y podrá 
ser objeto de tendinitis. El tratamiento local no dará resultados 
mientras no hayamos corregido la subluxación del radio, trabajando 
sobre la cadena causal, es decir la A L o la PM en la mayoría de los 
casos. 
.los a b d u c t o r largo y c o r t o d e l p u l g a r 
la A M a nivel d e l a n t e b r a z o y de l a 
l I a b d u c t o r l a r g o d e l pulgar (fig 73a) nace en la 
cara posterior de la ulna, del tercio medio de la cara posterior 
del radio, de la porción de la membrana interósea situada entre 
ambos y del ligamento oblicuo radio-ulnar, desciende hacia abajo 
y afuera por debajo del supinador para insertarse sobre el lado 
lateral de la extremidad superior del primer metacarpiano. 
Algunos autores describen expansiones o sobre el hueso trapecio, 
o sobre el tendón del abductor corto del pulgar. 
Atrae el metacarpiano hacia afuera, podemos compararlo al 
abductor del hallux a nivel del pie. 
; ^ ^ , se extiende desde el 
retináculum de los músculos flexores o ligamento anular anterior 
del carpo y del tubérculo del escafoides carpiano al tubérculo lateral 
de la base de la primera falange del pulgar. 
Es el más superficial de los músculos de la eminencia tenar. 
Como el precedente, es abductor del pulgar. 
L a m a n o « A M » se caracteriza por su aspecto macizo y su forma 
casi cuadrada por el despliegue del primer metacarpiano y por la 
tracción de los músculos abductores del pulgar. 
i p l i c a d o s en 1111 t i p o 
en la cual la articulación 
trapecio-metacarpiana está impactada en abducción, es diferente 
de la que encontramos en un exceso de AL, donde está impactada 
en aducción por el fascículo transverso del aductor del pulgar. Sin 
embargo no es raro encontrar la asociación de ambas, en este caso 
la compresión es máxima. 
F i g . 7 
a. Abductor largo del pulgar 
según C. Libersa 
Cara posterior del antebrazo 
en supinación 
músculosa b d u c t o r e s 
l a r g o y corto d e l p u l g a r 
Cadenas antero-medianas 169 
iento 
E l m é t o d o G . D . S . e s t a b l e c e c l a r a m e n t e e l e n l a c e e n t r e l a 
expresión c o r p o r a l y e l c o m p o r t a m i e n t o , a s o c i a n d o l o s 
a s p e c t o s orgánicos y energéticos. 
La referencia a algunos principios de la medicina china es útil para 
comprender mejor las interacciones entre los diferentes niveles. 
No volveremos sobre los principios a los que nos referimos en los 
fascículos precedentes, sino a los que conciernen a la A M . 
L a s c a d e n a s a n t e r o - m e d i a n a s e s t á n e n r e l a c i ó n c o n e l 
b a z o , e l p á n c r e a s y e l e s t ó m a g o . 
En la filosofía de la medicina tradicional china, el bazo al que 
se asocia con el estómago, corresponde a la t i e r r a , símbolo de 
estabilidad,de fecundidad. Se habla de tierra nutriente 
Desde un punto de vista funcional, la apelación bazo, engloba 
también el páncreas. Por esta razón a veces se habla de lugar 
energét ico del B a z o - p á n c r e a s y e s t ó m a g o . Asociamos 
igualmente el tejido conjuntivo, los labios y la boca. 
E s t e l u g a r energético j u e g a u n r o l e s e n c i a l e n e l m e t a b o l i s m o 
d e l a digestión, por esta razón se lo considera implicado en la 
r e n o v a c i ó n d e l a e n e r g í a v i t a l . La digestión empieza en el 
estómago y el bazo supervisa la asimilación (a través del intestino 
delgado), que finaliza con la produción de energía y de sangre. 
Una debilidad en la función del bazo se traduce por pérdida de 
apetito y de peso, acompañado de fatiga. 
Transporta y transforma los líquidos que extrae de los alimentos. 
Los elementos nutritivos mezclados con los líquidos, son distribuidos 
en el organismo. El excedente de líquidos es eliminado a nivel de 
los ríñones y la vejiga. 
Una debilidad del bazo, puede también manifestarse por una estasis 
de líquidos bajo forma de mucosidad o a veces de edema. 
D e s d e u n p u n t o d e v i s t a p o s i t i v o , l a energía d e l b a z o está 
l i g a d a a l a concentración y t a m b i é n a l a alegría d e l a v i d a , 
a l b u e n h u m o r y l a armonía. 
D e s d e u n p u n t o d e v i s t a n e g a t i v o e s t á l i g a d a a l a 
p r e o c u p a c i ó n e i n c l u s o a l a a n g u s t i a . 
El sabor d u l c e , está en relación con este lugar energético. Una 
carencia energética empujará a la persona a buscar y consumir cosas 
dulces, mientras que un exceso los alejará del dulce. 
E s t e l u g a r energético s e a c t i v a e n c a d a ínter-estación y 
a y u d a e n e l p a s a j e d e energía h a c i a e l l u g a r energético d e 
l a estación s iguiente . P a r a los chinos, la ínter-estación, es un 
período de 18 días que preceden a la estación siguiente. En caso 
de desequilibrio en este lugar energético, el pasaje será difícil y se 
producirá la aparición de síntomas. 
E n fin, e l l l e n o d e energía s e p r o d u c e e n t r e e l v e r a n o y e l 
otoño e n e l m o m e n t o d e l a c o s e c h a , los chinos la llaman la 
quinta estación. 
E n e l c i c l o d i a r i o , e l b a z o y e l p á n c r e a s s o n a c t i v o s e n t r e 
l a s 9 y l a s 1 1 h o r a s , e l e s t ó m a g o e n t r e l a s 7 y l a s 9 h o r a s . 
Este aspecto ha sido abordado en los dos libros dedicados a las 
cadenas relaciónales A L y PL. 
E l c í r c u l o r e p r e s e n t a l o q u e l l a m a m o s c i c l o d e 
e n g e n d r a m i e n t o : indica el sentido de circulación de la energía 
de un lugar energético a otro, este pasaje corresponde a un ciclo 
estacionario pero también a un ciclo diario. 
La energía pasa del lugar energético del hígado al del corazón, 
de este al del bazo, luego al pulmón, luego al riñon y al final del 
riñon vuelve al hígado. Ocurre lo mismo para el equilibrio entre 
las cadenas, este se produce solo en la alternancia: La tensión debe 
poder pasar, de cadena a cadena. Este pasaje no se realiza siguiendo 
el mismo esquema del ciclo de engendramiento, así como tampoco 
el trayecto de los meridianos, no corresponden al trayecto de las 
cadenas musculares. 
E l e s q u e m a d e l a e s t r e l l a i l u s t r a e l c i c l o d e c o n t r o l : cada 
lugar energético ejerce un control bien preciso sobre otro. Las 
modalidades de ese control, son las mismas que las que rigen el 
antagonismo complementario entre las cadenas. 
Estos dos ciclos que explican los mecanismos de armonización de 
los cinco elementos están estrechamente ligados: cada elemento 
da la posibilidad de engendrar al siguiente al que, a su vez, va a 
controlar en la estrella. 
L a figura 7 4 b r e t o m a , d e s d e e l p u n t o d e v i s t a biomecánico, 
e l c o n t r o l r e c í p r o c o e n t r e l a s d i f e r e n t e s c a d e n a s 
m u s c u l a r e s . 
L a f i g u r a 7 4 a i l u s t r a e l p a r a l e l i s m o q u e 
e x i s t e , e n t r e l a m e d i c i n a t r a d i c i o n a l c h i n a 
y l a p e n t a c o o r d i n a c i o n e n t r e l a s c a d e a n a s 
m u s c u l a r e s . 
Fisiológicamente, las cadenas se controlan según un esquema muy 
preciso, que nos llevará una vez más a las nociones de r e s i d e n c i a 
y de d o m i n i o que han sido desarrolladas en el libro dedicados a las 
nociones de base. Cada cadena instala su dominio en la residencia 
de otra para poder controlar su actividad : PL controla AM, AM 
controla PM, PM controla PA, PA controla AL y AL controla PL. 
Las flechas que materializan ese control están invertidas con respecto 
al esquema a, para mostrar la tracción que ejerce cada cadena sobre 
la cadena que controla. 
LaAP, es una cadena que relaciona lo posterior con lo anterior, lo 
superior con lo inferior, se interpone entre la cadena que controla 
y la que es controlada, como si fuera un elástico y es la que va a 
dar ritmo a ese control. 
Volveremos a referirnos a esta estrella para desarrollar nuestras 
estrategias de tratamiento. 
• i m w M p i u ' L a figura 75 a m u e s t r a e l c o n t r o l i d e a l : P L 
c o n t r o l a A M e n s u p r o p i a r e s i d e n c i a , l a p e l v i s , 
i n s t a l a n d o s u d o m i n i o a n i v e l d e l a s a r t i c u l a c i o n e s 
c o x o f e m o r a l e s . Los músculos cuadrado femoral, obturador 
interno y géminos de PL, ejercen ese control, manteniendo la 
separación de los isquiones, a los cuales, algunos músculos del periné 
de A M tenderán a aproximar exageradamente. 
Recordemos que PLfuertemente implicada en la torsión del fémur, 
mantiene la extremidad proximal en rotación externa. c o n t r o l a 
P M e n s u p r o p i a r e s i d e n c i a , e l t ó r a x , d o n d e i n s t a l a s u 
d o m i n i o . Los i in ' isc i i los r e » 
los f a s c í c u l o s e s t e r n o c o s t a de A M son 
los principales actores de ese control, impidiendo a la cadena PM, 
horizontalizar el esternón y desplazar la octava vértebra torácica 
de su posición en ápex de cifosis. 
L a figura 75 b m u e s t r a e l c a s o d e u n e x c e s o d e A M . El control 
ejercido fisiológicamente por P L , puede invertirse, mientras que el 
ejercido por A M sobre PM se transforma en dominio. 
La quedando prisionera es víctimas de estos antagonismos 
Verano p i g . 7 4 
Corazón • 
a. E l ciclo de engendramiento (círculo) 
y el ciclo de c o n t r o l (estrella) 
desde el punto de vista de la medicina china 
PA 
b . La pentacoordinacion entre las cadenas 
desde el punto de vista biomecánico 
Según G.D.S. 
transformados en dualidades y se va fijando progresivamente. 
Desde el punto de vista puramente mecánico, este desequilibrio puede 
ser el punto de partida de diferentes esquemas de desestructuración, 
según la cadena que entre en reacción. 
F i g u r a 7 6 
L a r e a c t i v i d a d p u e d e s e r m u y f u e r t e e n l a 
c a d e n a P L « f r u s t r a d a » p o r l a i n v e r s i ó n d e 
c o n t r o l (fig 7 6 ) . 
La cadena PL pierdesu control sobre la A M que se 
encierra en su residencia, la pelvis, c e r r a n d o e x a g e r a d a m e n t e 
l o s i s q u i o n e s y c o n t r a n u t a n d o e l s a c r o . 
En este caso, es frecuente que PL reaccione con u n exceso de 
rotación externa de coxofemorales (fig 32b), aumentando el riesgo 
de aparición de una c o x a r t r o s i s e x p u l s i v a . 
La actitud que resulta de esta inversión de control entre A M y PL, 
es prácticamente la misma que la inducida en un exceso de control 
de PL sobre A M . Sólo el examen de la pelvis y particularmente, de 
l a d i s t a n c i a e n t r e l o s i s q u i o n e s permite diferenciarla : 
- En el caso de una inversión de control entre PL y A M , 
los isquiones son aproximados exageradamente por los 
músculos del periné de A M . 
- En el caso de u n exceso de control de PL sobre AM,los 
isquiones están separados por los cuadrados femorales, 
el obturador interno y los géminos de PL. 
A n t e s d e e m p r e n d e r u n t r a t a m i e n t o e n u n a A M , t e n e m o s 
q u e a c o r d a r n o s q u e e l e x c e s o d e tensión e n l o s m ú s c u l o s 
d e e s t a c a d e n a , p u e d e e s c o n d e r u n vacío a n i v e l d e l s e r , una 
inseguridad interior que engendra una dificultad en la afirmación 
del yo. Esto también es cierto para casi todas las cadenas del eje 
vertical, pero se da particularmente en la A M . 
El trabajo corporal, va a tener una orientación diferente, quitar las 
tensiones no será suficiente, pues correríamos el riesgo de recidiva 
e incluso de exacervación de reacciones de defensa a nivel corporal 
y comportamental. 
a. Contro l fisiológico 
Desde el punto de vista biomecánico 
Según G.D.S. 
b . A M en exceso 
PL y PM son dominadas 
Según G.D.S. 
Madame Struyf nos dice lo siguiente : «Hay que tener cuidado de 
hacer el trabajo en dos tiempos: primero inhibir globalmente la 
AM, y en un segundo tiempo reconstruirla en seguida en lo que tiene 
de positivo» . L a A M e s u n a c a d e n a q u e s e d e j a e s t i r a r m u y 
fácilmente, p e r o e s t a técnica p r o d u c e u n vacío aún m á s 
i m p o r t a n t e . E s i n d i s p e n s a b l e n u t r i r l a , e v i d e n t e m e n t e , 
r e i n s t a l a n d o s u s h u e l l a s ú t i l e s , a l m i s m o t i e m p o q u e 
i n h i b i m o s l a s h u e l l a s m o l e s t a s . 
Es el caso de l a r e s t r u c t u r a c i ó n d e l a p e l v i s , que es su 
residencia: Estabilizar la base pélvica va más allá de u n simple 
trabajo ortopédico. Contribuye a facilitar una gran estabilidad desde 
el punto de vista comportamental. 
Es también importante e l a n c l a j e d e T 8 que puede realizarse 
instalando al paciente en cojines triangulares, de manera que la 8^ 
vértebra torácica sea mantenida en ápex de cifosis, mientras dure 
la sesión, incluso si realizamos técnicas para inhibir las tensiones 
en los pectorales. 
L a elección d e a l g u n a s m a n i o b r a s r e s u l t a n d e l a observación 
y s o b r e t o d o d e n u e s t r a e x p e r i e n c i a : A M a c e p t a m e j o r l a s 
m a n i o b r a s q u e c o n s i s t e n e n «ir h a c i a l a lesión», a n t e s d e 
c o r r e g i r . 
Tanto para los pectorales como para los aductores de la coxofemoral, 
podemos constatar que su relajación se obtiene fácilmente, haciendo 
una toma amplia con las dos manos, para llevarlos progresivamente 
a una posición más acortada que mantenemos hasta percibir la 
respuesta de los antagonistas, los cuales se manifiestan con u n 
empuje progresivo. 
En un segundo tiempo, separando nuestras manos, sin dejar la toma, 
buscamos alargarla musculatura al máximo, manteniendo durante 
dos o tres ciclos respiratorios esta posición. 
En este trabajo hacemos combinar los tiempos respiratorios con el 
momento propicio, primero para el acortamiento, y luego para el 
alargamiento. 
Las maniobras de masaje que transmitan contención, son también 
buenas para A M . 
Es necesario, para trabajar esta cadena estar a la escucha y privilegiar 
las maniobras que ofrezcan sensaciones de alivio, los pacientes que 
sufren en su A M lo agradecen. 
Fig. 76 
Figura 77 
L a r e a c t i v i d a d p u e d e s e r m u y f u e r t e e n l a P M 
d o m i n a d a p o r u n a A M e x c e s i v a (fig 7 7 ) . 
Como toda cadena en esta situación, PM puede verse 
obligada a dejar su residencia y su dominio. La única 
solución para PM es recuperar en las extremidades. 
I U n a r e c u p e r a c i ó n s e r e a l i z a e n l a r e g i ó n d e l a n u c a , 
: d o n d e l o s m ú s c u l o s l o n g u í s i m u s y s e m i - e s p i n o s o d e l a 
c a b e z a ( c o m p l e x o s ) r e t o m a n e l c o n t r o l d e l a c a b e z a ( 1 ) 
r e s t a b l e c i e n d o l a b u e n a orientación d e l a m i r a d a , como lo 
ilustra la figura 49. Esta huella secundaria de PM a nivel del cuello 
es con frecuencia generadora de dolores en la región. La relajación 
local de los músculos semiespinoso de la cabeza (complexo mayor) 
: no es suficiente, pues la A M es la cadena causal. 
L a p r e s e n c i a d e p i e c a v o ( 2 ) e n u n t e r r e n o g l o b a l m e n t e e n 
A M , d e b e h a c e r n o s p e n s a r e n e s e j u e g o d e acción-reacción 
e n t r e A M y P M . 
Si realizamos una pequeña experiencia podremos comprender mejor 
este proceso: 
En bipedestación, lleve el peso del cuerpo hacia atrás, sobre 
los talones y, si es posible, adopte una posición basculada 
hacia atrás, en cifosis. 
En esta posición «en AM» agárrese al suelo con los dedos 
de los pies para activar la PM (flexores de los dedos) 
y sienta en que dirección va el cuerpo. 
Agarrándose al suelo, es como instalar un cavo en los pies, la PM 
; trata de corregir la postura propulsando el cuerpo. En este caso, se 
; trata de una huella secundaria de PM que tendrá que ser interpretada 
como tal. 
E n e s t e c u a d r o clínico, n o s u e l e s e r r a r o q u e e l m o t i v o d e 
l a c o n s u l t a , s e a d o r s a l g i a s o d o r s o l u m b a l g i a s r e c i d i v a n t e s , 
d e b i d o a l a r e a c t i v i d a d d e l o s m ú s c u l o s p a r a v e r t e b r a l e s , 
d i s t e n d i d o s p o r l a a c t i t u d e n c i f o s i s ( 3 ) . La causa no estará 
donde hay algias, en este caso puede estar en una A M en exceso de 
tensión. 
Habrá que esperar el estudio dedicado a las cadenas postero-
medianas, para abordar otras formas de escaladas de tensión entre 
A M y PM un poco más complejas. 
F i g . 77 
AM-AL. 
L a asociación e n t r e l a s c a d e n a s ' as 
y a n t e r o - l a t e r a l e s e s f r e c u e n t e , l a s e g u n d a s e 
i n s t a l a e n d e f e n s a , p o r c a r e n c i a d e A M . 
Retomamos aquí la figura 89 del fascículo dedicado a las 
cadenas antero-laterales, que ilustra esta combinación 
U n e x c e s o d e a c t i v i d a d e n l a s c a d e n a s a n t e r o - l a t e r a l e s , e s 
m u c h a s v e c e s u n a señal d e protección, q u e r e s u l t a d e l a 
diñcidtad p a r a c o n s t r u i r s e fisiológicamente l a c a d e n a A M . 
La A L trata de compensar la carencia de anclaje y de contención. 
Esta dificultad para construirse se traduce, evidentemente, por una 
retracción de las cadenas anteriores y medianas, que pueden hundir 
el esternón y enrollar el tronco en cifosis. 
Las huellas de A L se añaden a las de A M determinando una a c t i t u d 
p o s t u r a l c o m b i n a d a A M - A L . 
Las cadenas anteriores señalan su exceso, marcando el cuerpo 
con u n gran número de huellas específicas, pero son raramente 
dolorosas. Ocasionan confrecuencia, trastornos viscerales, ligados 
a la hiperpresión intra-abdominal que mantienen, (constipación 
espasmódicas, espasmos esfinterianos diversos etc.). 
L a s c a d e n a s p o s t e r o - l a t e r a l e s que son las antagonistas directas 
de las antero-laterales, reaccionan con espasmos musculares de 
diferentesformas y en diversos segmentos de su trayecto, (ciatalgiapiramidal, periartritis escapulo-humeral, neuralgias cervico-
braquiales...). 
L a s cadenas p o s t e r i o r e s y m e d i a n a s que son las antagonistas 
directas de las antero-medianas pueden también ser sitio de 
tensiones reactivas dolorosas y generar procesos artrósicos 
importantes. 
Estos pacientes vienen generalmente a consultar al terapeuta 
manual, por esta sintomatología reactiva. La gran dificultad es 
comprender bien ese juego de acción-reacción entre las cadenas. 
Fig. 7 8 
para no cometer el error de trabajar las cadenas reactivas, que no 
hacen otra cosa que defenderse de la toma de poder de las cadenas 
causales. 
Mademoiselle Méziéres decía con mucha razón : «El m a l n o está 
j a m á s d o n d e s e manifiesta». 
L a e s t r a t e g i a d e l a o l a n o s s i r v e d e r e f e r e n c i a e n 
e l a c o m p a ñ a m i e n t o d e l niño, c o m o t a m b i é n p a r a 
u n t r a b a j o d e reestructuración p s i c o - c o r p o r a l . 
En este estudio de las cadenas antero-medianas, nos hemos 
dedicado especialmente al aspecto biomecánico de esta estructura 
A M , pero no queremos separarlo del aspecto comportamental, de 
fundamental importancia. 
El método G.D.S. presenta la peculiaridad de tener en cuenta 
las relaciones indisociables entre la mecánica corporal y el 
comportamiento. De ninguna manera pretende substituir una 
psicoterapia,pero es el complemento directo, por la originalidad del 
trabajo corporal que el método propone, para abordar este aspecto 
comportamental. Madame Godelieve Denys-Struyf nos dice : 
«Lo q u e e l c u e r p o e x p e r i m e n t a , l a m e n t e p u e d e 
c o n c e b i r . 
I n v e r s a m e n t e , p a r a l a m e n t e e s difícil c o n c e b i r 
l o q u e e l c u e r p o n o h a v i v i d o , 
n i c o n c i b e c o n e x a c t i t u d l o q u e e l c u e r p o h a a p r e n d i d o 
m a l » . 
Apoyándose en este principio, Madame Godelieve Denys-Struyf, nos 
da las claves para decifrar los mensajes que el cuerpo posee y nos 
propone restaurar una construcción fragilizada por las vivencias. 
Predispuestos a volver a vivir experiencias que no fueron bien 
integradas, en la estrategia de tratamiento llamada por ella: ola 
de crecimiento. 
L a figura 7 9 i l u s t r a e s t a o l a d e c r e c i m i e n t o , e n l a c u a l s e 
s u c e d e n , e n u n o r d e n m u y p r e c i s o , d i f e r e n t e s e x p e r i e n c i a s 
p s i c o c o r p o r a l e s q u e s e v a n e n g e n d r a n d o s u c e s i v a m e n t e , 
p e r m i t i é n d o n o s a c a d a u n o d e n o s o t r o s , e s t r u c t u r a r s e 
t a n t o a n i v e l c o r p o r a l c o m o e n l a o r g a n i z a c i ó n d e l 
p s i q u i s m o . 
La estrategia de la ola 
Según Godelieve Denys Struyf 
E s t a s d i f e r e n t e s e t a p a s s e e x t i e n d e n d e s d e l a v i d a 
i n t r a u t e r i n a h a s t a l a e d a d d e a l r e d e d o r d e s i e t e años. 
Hay tres etapas principales ( A M , PA y PM) entre las cuales se 
intercalan fases intermedias, durante las cuales la A L y la PL 
alternan, gracias a la AP, que alia los contrarios y favorece el r i tmo 
y la alternancia. 
L a A M e s l a p r i m e r a q u e e n t r a e n e s c e n a , desde el principio 
de la vida intrauterina. La posición fetal, llamada también posición 
de germen, caracteriza este período y es propicia para la instalación 
de todo lo que va a favorecer la estructura A M : 
- Desde un punto de vista puramente mecánico, 
esta situación es propicia para la instalación de la A M 
en su dominio : el tórax.. 
Permitiendo la instalación de una cifosis en T8, 
la cuneiformización de T8 justifica la posición 
en ápex de cifosis fisiológica y de pivot inter-arco. 
Esta cifosis es primaria y va a permitir la instalación 
de las curvas cervico-dorsal y dorso-lumbar. 
- Desde el punto de vista comportamental, el estar contenido 
en el recinto de la pelvis materna, a condición de que esta 
sea acogedora, es el comienzo de la adquicisión 
del sentimiento de seguridad, gracias a la 
sensación de estar contenido. 
Es lo que caracteriza a una «buena AM». 
No obstante, un embarazo agitado, puede perturbar el comienzo de 
la integración de la A M y al contrario, favorecer la instalación precoz 
de una cadena PM, pues el feto, responde a las agresiones externas, 
arqueándose en una posición PM (reflejo de Moro). 
El momento del nacimiento del niño pone término al período de 
fusión con la madre. Aunque ese pasaje en PM sea útil, puede, en 
algunos casos, ser vivido por el niño, como una ruptura, y presentar 
un riesgo para la A M del bebé. Lo importante, después del nacimiento, 
es darle al bebé la seguridad que necesita, con las posiciones y el 
continente exterior. La posición fetal, que madame Struyf califica 
como posición «en germen» es la que hay que privilegiar en los 
tres o cuatro meses de vida extrauterina. La posición preferencial y 
prolongada en prono puede favorecer una PM precoz y ser la causa 
de problemas de inestabilidad vertebral en la edad adulta, por u n 
defecto de anclaje de la octava vértebra torácica en ápex de cifosis, 
como corresponde a una estructuración fisiológica de la columna 
en la primera infancia. El riesgo es la instalación de un dorso plano. 
El período de pasaje de la cuadrupedia a la marcha, es una etapa 
útil, durante la cual realizará la transferencia de los apoyos hacia la 
superficie reducida de sus pies. 
A M se instala también en este período en miembros inferiores, para 
preservar el desbloqueo de las rodillas, indispensable para el buen 
anclaje el el suelo, y la buena fisiología del cuadríceps en el empuje. 
Si la PM se fija, puede instalar u n recurvatum y perturbar el 
equilibrio corporal, favoreciendo una nutación del sacro.Esto puede 
ser el origen de una desestructuración de la masa pélvica. 
Nuestra sociedad competitiva no favorece, la instalación de la 
A M , con lo cual no es rero observar pelvis desestructuradas, 
donde la inestabilidad sacro-ilíaca se traduce en una inestabilidad 
comportamental, que nos empuja a estar siempre en la acción. 
Esta constatación es válida también para los niños, que son 
precozmente en la competitividad de los adultos. 
Tengo el recuerdo de un maestro de escuela que traté más tarde en 
m i consulta. Se apasionó por el método que empezaba yo a practicar 
y asimiló rápidamente los principios del mismo. Comenzó a observar 
a sus alumnos de una forma diferente y alcanzó a disernie signos 
de una PM o de una PL en algunos niños hiperkinéticos. Aconsejó 
a los padres la conveniencia de que hicieran algunas sesiones en 
m i consulta. La experiencia fue muy enriquecedora, porque los 
resultados en general fueron beneficiosos para ellos. En realidad, 
lo escencial del tratamiento, consistió en reinstalar la A M en su 
dominio y en su residencia. 
Conclusión 
Hemos terminado con el estudio detallado de los mecanismos de 
somatización en relación con las cadenas antero-medianas. 
Este trabajo puede parecer muy analítico, para una visión globalista. 
Sin embargo, el conocimiento de la anatomo-fisio-patología de las 
cadenas musculares, nos va a permitir ganar tiempo, en una primera 
etapa, para atenuar lo más rápidamente posible la sintomatología. 
Además nos permitirá afinar el diagnóstico, ayudándonos a discernir 
el terreno. No hay recetas, cada caso es único. 
Una vez instalada, la somatización se inscribe progresivamente en 
la estructura, trabajar sobre las causas de su aparición, no siempre 
será suficiente para atenuar los efectos. 
A l contrario, si nos limitamos a desbloquear sin llegar a la fuente del 
problema, los resultados del tratamiento serán transitorios. 
Por ello es tan importante construir en el paciente la conciencia de 
su cuerpo, de su estructura ósea, con el fin de estimular más alia de 
la patología, el gesto justo, todo lo que es sano y fisiológico. 
El método G.D.S. propone soluciones para evitar las recidivas, entre 
ellas, el reaprendizaje y la re-automatizaciónde los gestos justos 
en vida diaria. Este enfoque tiene la intención tanto terapéutica 
como p r e v e n t i v a , teniendo en cuenta el análisis de la forma y del 
movimiento. 
El conocimiento de la fisiología fue u n apoyo suplementario e 
importante que me llevó a poder colaborar en la disciplina de 
la danza. Me permitió analizar el movimiento y discernir los 
disfuncionamientos, para proponer otras soluciones, respetando 
siempre lo fisiológico 
Todo esto es también aplicable en numerosos y variados dominios. 
Que este libro pueda ayudaros en este apasionante trabajo. 
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V A L E N T I N B., autobiographie d'un bipéde, Ed. B. Valentín, 2b av de Scailmont, 
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Formación en el método Méziéres 1976-77. 
Formación en el método GDS á Wégimont,i98o-8i. 
Formación en Relación de A)aida con madame Frangoise Blot, 1994-1995. 
: Documentos de archivo y cursos dados por madame Godelieve Denys-Struyf. 
Colaboraciones e intercambios con Madame Godelieve Denys-Struyf. 
Agradecimientos : 
Por lectura, correccción y observaciones : D o m i n i q u e Chaland, Marguer i te 
: Denys, Bénédicte Struyf, Bernard Valentín, Christine Vangheluwe y Joélle Van 
; Nieuwfcnhuyze-Dewrandeleer. 
Cédric Carré, por las verificaciones anatómicas y su conocimiento de la nueva 
nomenclatura anatómica. 
A Aida del Valle Lencina y Elia Verdu Bellod, por la traducción a la versión española. 
I Todo m i reconocimento a madame Godelieve Denys-Struyf por permitirme disponer 
i de su trabajo de cuarenta años de investigación. 
Philippe CAMPIGNION 
Director de la Formation del Método G.D.S. 
y del Centro de Formación 
Philippe Campignion 
LAS CADENAS MUSCULARES Y ARTICULARES. METODO G.D.S. 
Un método elaborado por madame Godelieve Denys-Struyf a par-
tir de los años 1960-70, de enfoque comportamental, de kinesi-
terapia, de tratamiento, de prevención de toma de conciencia 
corporal, a partir de un trabajo individualizado basado en el «ter-
reno predispuesto». 
Este es el primer tomo de una serie de tres libros donde será tratado el tema de las cadenas de tensión miofascial 
relación con la personalidad : las cadenas antero-medianas ligadas a lo afectivo, las cadenas postero-medianas ligad 
la acción, a la competencia y en fin las cadenas postero-anteriores y antero-posteriores ligadas a la noción de ideal. 
Es la continuación de un primer libro consagrado a las nociones de base y que enfoca los principios generales esenci 
para el estudio más profimdo de las diferentes cadenas, y también a los dos tomos consagrados a las cadenas de tens 
miofascial en relación con el comportamiento reladonal: las cadenas antero-laterales y postero-laterales. 
Este estudio, largamente ilustrado de esquemas y fotos, enfoca la anatomo-fisio-patología de las cadenas de tens 
miofascial antero-medianas cuya actividad resulta de una necesidad de afecto.Cuando esa necesidad es importante 5 
consecuencia dificil de satisfacer, el cuerpo se cifosa en el plano sagital, el esternón se hunde como para materializar 
vacío afectivo. 
En la enumeración de huellas musculares específicas y de disftincionamiento osteo-articular constituyendo lo 1 
llamamos serie articular, resultante del exceso de tensión en las cadenas anteriores y medianas, abordaremos entre ot 
el hallux valgo, el genu valgo, los problemas de periné, el hundimiento esternal, la inversión de curva cervical, 
retroceso de la mandíbula. Estudiaremos los mecanismos de instalación de una cifosis dorsal, teniendo en cuenta el 
muchas veces ignorado, del esóíágo como músculo. 
Trataremos de encontrar la relación entre la mecánica y el lugar energético correspondiente al bazo, al páncreas 
estómago, que el paralelismo con la medicina china nos sugiere. 
La relación con el elemento, (como tierra nutriente), cuya gama de colores, desde un punto de vista energético, va 
amarillo al marrón; ha determinado la elección del color del trigo madiu-o para la portada y para las ñustraciones de ( 
libro. 
En un esquema fisiológico, las cadenas postero-laterales, controlan a las cadenas anteriores y medianas, pero ese con 
puede transformarse en dominio, en este caso, las cadenas antero-medianas van a entrar en reacción. 
A l contrario, estas cadenas pueden dominar e invertir el control de la cadena PL, que en este caso será la cadena react 
Precisaremos las modalidades más frecuentes de este juego de acción-reacción. 
Esta serie de libros tiene como objetivo, facilitar el trabajo de nuestros alumnos, y puede también dar informado: 
neófito sobre el aspecto biomecánico del método. Rigor biomecánico, relación con el comportamiento, enlaces posil 
con la filosofía oriental para ampliar nuestra comprensión de la globaüdad. Todos estos elementos caracterizan 1 
trabajo.