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La demencia vascular es un tipo de demencia que se produce debido a problemas con el flujo sanguíneo en el cerebro. Esto puede deberse a bloqueos en los vasos sanguíneos que impiden que llegue suficiente oxígeno y nutrientes al cerebro, lo que puede causar daño a las células cerebrales y, eventualmente, llevar a la demencia. Los síntomas de la demencia vascular pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad de los daños en el cerebro, pero suelen incluir problemas de memoria, dificultad para concentrarse, cambios en la personalidad, y dificultad para realizar tareas cotidianas. El tratamiento de la demencia vascular generalmente incluye controlar los factores de riesgo vascular, como la presión arterial alta y el colesterol alto, así como la terapia cognitiva y la rehabilitación física. Es importante buscar atención médica si se sospecha de demencia vascular para recibir un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.
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