Ilustremos el primero de los mecanismos: Uno de nuestros graduados se presentó a una firma de relaciones públicas, donde se le aclaró que contaba c...
Ilustremos el primero de los mecanismos: Uno de nuestros graduados se presentó a una firma de relaciones públicas, donde se le aclaró que contaba con conocimientos y habilidad suficiente para progresar, pero que tendrían que evaluar durante un par de años sus valores y actitudes antes de aceptarlo por completo. Durante los primeros meses, lo invitaron con frecuencia a participar en los almuerzos de trabajo de los superiores de la Organización, para que pudiera aprender como encaraban éstos las cosas. Se sentía tan halagado por el tiempo que le dedicaban que trabajó más que con empeño para aprender sus valores, y llegó a establecer un gran compromiso con la Organización. Declaró que se hubiese sentido culpable con sólo pensar en no aprender o en renunciar a la compañía. El enviar a las personas a programas caros de adiestramiento, concederles beneficios extraordinarios – por cierto ésta es la filosofía del paternalismo – es algo que se basa en el supuesto de que si se invierte en un empleado éste pagará a la compañía con lealtad y dedicación al trabajo. De otra manera se sentirá culpable.