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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este Ciudad del Este, 2025 TRABAJO MULTIDISCIPLINARIO DE INVESTIGACION ANEMIA MEGALOBLASTICA AUTORES: RENATA ONGARATTO MARCELA PIACENTINI VOGELMANN THALISON FERNANDO COSTA TEIXEIRA DAILYNE FABRÍCIO DA SILVA MACHADO GEOVANNA LIMA GARCIA DALYSON FABRICIO DA SILVA DOCENTE: DRA. JAZMÍN FERNÁNDEZ, LIC. OLGA RIVAROLA, LIC. NILSA SANABRIA, DR. RODRIGO PORTILLO UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este Ciudad del Este, 2025 RESUMEN La anemia megaloblástica es una alteración hematológica caracterizada por la presencia de macrocitos y alteraciones morfológicas en las células precursoras sanguíneas, consecuencia de una síntesis deficiente de ADN celular. Esta condición está principalmente relacionada con la deficiencia de vitamina B12 y/o ácido fólico, y puede deberse a causas dietéticas, trastornos de malabsorción, o enfermedades autoinmunes como la anemia perniciosa. Sus manifestaciones clínicas varían desde síntomas generales como fatiga y palidez, hasta complicaciones neurológicas severas en casos de deficiencia prolongada de vitamina B12. El diagnóstico requiere estudios hematológicos y bioquímicos específicos, y el tratamiento se basa en la reposición de los nutrientes deficientes, la corrección de la causa subyacente y el seguimiento a largo plazo. Además, se deben considerar los efectos psicológicos asociados, los cuales pueden comprometer el bienestar emocional del paciente. Un abordaje integral permite mejorar el pronóstico y la calidad de vida de quienes padecen esta patología. Palabras clave: anemia megaloblástica, vitamina B12, ácido fólico, síntesis de ADN, neuropsiquiatría, diagnóstico, tratamiento. ABSTRACT Megaloblastic anemia is a hematological disorder characterized by the presence of macrocytes and morphological abnormalities in blood precursor cells, resulting from impaired DNA synthesis. This condition is mainly associated with vitamin B12 and/or folic acid deficiency, which may stem from dietary insufficiencies, malabsorption syndromes, or autoimmune conditions such as pernicious anemia. Clinical manifestations range from general symptoms like fatigue and pallor to severe neurological complications, particularly in cases of prolonged vitamin B12 deficiency. Diagnosis involves specific hematological and biochemical tests, while treatment focuses on nutrient supplementation, management of the underlying cause, and long-term monitoring. Psychological effects, including cognitive impairment and emotional disturbances, are also common and should be addressed as part of comprehensive care. An integrated approach is essential to improve outcomes and enhance the quality of life of affected individuals. Keywords: megaloblastic anemia, vitamin B12, folic acid, DNA synthesis, neuropsychiatry, diagnosis, treatment. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este Ciudad del Este, 2025 1.0 INTRODUCCIÓN La anemia megaloblástica constituye un trastorno hematológico de origen nutricional o secundario a enfermedades que afectan la absorción intestinal, caracterizado por la producción de glóbulos rojos anormalmente grandes (macrocitos) e inmaduros, resultado de una alteración en la síntesis del ADN. Esta disfunción celular se debe, fundamentalmente, a la deficiencia de vitamina B12 (cobalamina) y/o ácido fólico (folato), micronutrientes esenciales para el metabolismo de los ácidos nucleicos y la división celular normal. Debido a que afecta principalmente a tejidos de alta tasa proliferativa, como la médula ósea, sus manifestaciones clínicas incluyen síntomas generales de anemia (fatiga, palidez, disnea), pero también complicaciones neurológicas y neuropsiquiátricas graves, especialmente en casos de deficiencia prolongada de vitamina B12, lo cual puede ocasionar daño neurológico irreversible. Además, su etiología es heterogénea, abarcando desde malnutrición y dietas restrictivas, hasta trastornos autoinmunes como la anemia perniciosa, pasando por síndromes de malabsorción y el uso prolongado de ciertos fármacos. Dada su complejidad clínica y la posibilidad de evolución subclínica durante largos períodos, el diagnóstico temprano mediante estudios hematológicos y bioquímicos específicos es crucial. Este trabajo tiene como objetivo examinar en profundidad los principales aspectos de la anemia megaloblástica, incluyendo su fisiopatología, manifestaciones clínicas, criterios diagnósticos, abordaje terapéutico y repercusiones psicológicas. A través de una visión integral, se busca destacar la importancia de su prevención, detección oportuna y tratamiento adecuado, a fin de evitar complicaciones severas y preservar la calidad de vida de los pacientes. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 4 2.0 MARCO TEÓRICO 2.1 CONCEPTO La anemia megaloblástica es un tipo de anemia macrocítica caracterizada por la presencia de eritrocitos anormalmente grandes (megaloblastos) en la médula ósea y sangre periférica. Esta condición resulta de una alteración en la síntesis de ADN, lo que afecta la maduración del núcleo celular sin alterar la del citoplasma. Las causas más comunes son la deficiencia de vitamina B12 (cobalamina) y/o ácido fólico (folato), esenciales para la producción de ADN [1,2]. La importancia de una detección temprana radica en evitar complicaciones neurológicas irreversibles, especialmente en casos de déficit prolongado de vitamina B12. También puede asociarse a un aumento del riesgo cardiovascular debido a la hiperhomocisteinemia [1,2]. 2.2 ETIOLOGIA Las principales causas de la anemia megaloblástica son diversas y pueden incluir varios factores nutricionales, patológicos y farmacológicos. Una de las causas más comunes es la deficiencia nutricional de vitamina B12 y folato, particularmente en individuos que siguen dietas inadecuadas o vegetarianas estrictas. Además, la malabsorción intestinal, presente en condiciones como la enfermedad celíaca o el síndrome del intestino corto, también juega un papel importante en el desarrollo de esta anemia. Las alteraciones gástricas, como la gastritis atrófica, la gastrectomía o la aclorhidria, afectan la absorción de estos nutrientes esenciales, contribuyendo a la aparición de la enfermedad [2,3]. El uso de ciertos fármacos, como el metotrexato, los anticonvulsivantes y los antagonistas de ácido fólico, puede interferir con la síntesis de ADN y contribuir al desarrollo de anemia megaloblástica. Además, situaciones de aumento de la demanda, como en el embarazo o en enfermedades proliferativas, también pueden desencadenar esta condición. En casos más raros, existen trastornos hereditarios enzimáticos que afectan la conversión del folato a su forma activa, lo que interfiere con la producción de glóbulos rojos adecuados. Finalmente, las infecciones parasitarias intestinales, como la difilobotriasis, pueden ser responsables de la anemia megaloblástica al interferir con la absorción de nutrientes esenciales [4,5]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 5 2.3 ASPECTO HISTORICO La anemia megaloblástica, un tipo de anemia caracterizada por la presencia de glóbulos rojos grandes y anormales en la sangre, fue reconocida por primera vez en el siglo XIX. Durante esa época, se le vinculó con un curso clínico progresivo y fatal denominado "anemia perniciosa". Esta enfermedadestaba asociada principalmente con síntomas graves como fatiga, palidez y debilidad, y era inevitablemente mortal debido a la deficiencia de vitamina B12, que no se entendía completamente en ese entonces [5,6]. El gran avance en el entendimiento de la anemia megaloblástica llegó a principios del siglo XX, cuando se descubrió que su causa principal era la deficiencia de vitamina B12. Este hallazgo fue seguido por la identificación del "factor intrínseco", una glicoproteína producida por las células gástricas, que es esencial para la absorción de la vitamina B12 en el intestino delgado. Este descubrimiento revolucionó el tratamiento de la enfermedad, ya que permitió el desarrollo de tratamientos efectivos mediante el uso de extractos hepáticos ricos en vitamina B12. Posteriormente, la síntesis de cianocobalamina (la forma sintética de vitamina B12) facilitó el tratamiento a gran escala, eliminando la mortalidad asociada a la anemia perniciosa [5,6]. A mediados del siglo XX, con el progreso en la investigación médica, se establecieron métodos diagnósticos más precisos, como los análisis de sangre para medir los niveles de vitamina B12 y la presencia de anticuerpos contra el factor intrínseco. Además, las terapias de reposición de vitamina B12 mediante inyecciones intramusculares o, en algunos casos, administración oral, resultaron ser muy eficaces, reduciendo significativamente las complicaciones y la mortalidad de la enfermedad [5,6]. En las últimas décadas, el desarrollo de tecnologías moleculares avanzadas ha permitido evaluar de manera más precisa las deficiencias metabólicas subyacentes que contribuyen a la anemia megaloblástica. Pruebas genéticas y ensayos de diagnóstico más sofisticados han hecho posible identificar variaciones en los genes que afectan la absorción y el metabolismo de la vitamina B12, proporcionando una comprensión más profunda de la fisiopatología de esta condición y permitiendo tratamientos más personalizados y eficaces para los pacientes [5,6]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 6 2.4 EPIDEMIOLOGIA La anemia megaloblástica se presenta con mayor frecuencia en ciertos grupos de la población, como los adultos mayores, las mujeres embarazadas, las personas con abuso crónico de alcohol y aquellas con dietas inadecuadas o carentes de nutrientes esenciales. En estos grupos, los mecanismos subyacentes varían desde deficiencias nutricionales hasta alteraciones en la absorción de nutrientes clave como la vitamina B12 y el folato [7,8]. En particular, las gestantes tienen un riesgo elevado de desarrollar anemia megaloblástica, debido a la mayor demanda de vitamina B12 y folato para el crecimiento y desarrollo del feto. La prevalencia de la anemia megaloblástica en mujeres embarazadas puede alcanzar hasta el 20% en ciertas regiones, dependiendo de factores como la dieta y el acceso a atención médica. La deficiencia de estos nutrientes en el embarazo está vinculada a riesgos para la madre y el bebé, como el nacimiento prematuro, bajo peso al nacer y problemas de desarrollo neurológico en el recién nacido. [7,8]. Por otro lado, los adultos mayores también son una población vulnerable, ya que se estima que hasta un 10% de las personas mayores presentan una deficiencia subclínica de vitamina B12, lo que significa que no muestran síntomas evidentes, pero presentan niveles bajos de la vitamina. Esta deficiencia puede contribuir al deterioro cognitivo y problemas neurológicos, y resalta la importancia de realizar cribados de deficiencia vitamínica en este grupo [7,8]. En los países en desarrollo, la prevalencia de la anemia megaloblástica es aún mayor, en parte debido a la pobreza nutricional y a dietas deficientes en alimentos ricos en vitamina B12 y folato. En estos contextos, la falta de acceso a alimentos fortificados o suplementos puede agravar la situación, haciendo que la anemia megaloblástica sea un problema de salud pública significativo [7,8]. Además, el aumento de casos de anemia megaloblástica ha sido observado en personas que se han sometido a cirugía bariátrica, particularmente en aquellos que se han realizado un bypass gástrico. La cirugía bariátrica puede afectar la absorción de nutrientes esenciales, incluidos la vitamina B12 y el folato, lo que aumenta el riesgo de deficiencias nutricionales y, por ende, de anemia megaloblástica [7,8]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 7 2.5 CLASSIFICACIÓN La anemia megaloblástica se clasifica principalmente en dos tipos según la causa subyacente de la deficiencia nutricional [6,8]. 5.5.1 ANEMIA MEGALOBLÁSTICA POR DEFICIENCIA DE VITAMINA B12 (COBALAMINA): Este tipo de anemia se produce cuando hay una deficiencia de vitamina B12, un nutriente esencial para la síntesis de ADN y la maduración de los glóbulos rojos. Las causas de la deficiencia de vitamina B12 incluyen una dieta insuficiente (frecuente en vegetarianos estrictos), trastornos de absorción como la enfermedad celíaca, cirugía bariátrica, o problemas relacionados con el factor intrínseco, como la anemia perniciosa [6,8]. Las manifestaciones clínicas de la anemia por deficiencia de vitamina B12 pueden incluir fatiga, palidez, debilidad, y en casos más graves, trastornos neurológicos como neuropatía periférica, alteraciones cognitivas, y problemas de equilibrio. El tratamiento suele implicar la reposición de vitamina B12 mediante inyecciones intramusculares o suplementos orales, dependiendo de la gravedad de la deficiencia [6,8]. 5.5.2 ANEMIA MEGALOBLÁSTICA POR DEFICIENCIA DE ÁCIDO FÓLICO (FOLATO) La deficiencia de folato también puede causar anemia megaloblástica. El folato es crucial para la producción de glóbulos rojos y la división celular. Las causas de la deficiencia de folato incluyen dietas inadecuadas, alcoholismo crónico, malabsorción intestinal (como en la enfermedad celíaca), y el uso de ciertos medicamentos que interfieren con la absorción o metabolismo del folato. Las manifestaciones clínicas son similares a las de la anemia por deficiencia de vitamina B12, incluyendo fatiga, debilidad y palidez. El tratamiento generalmente consiste en la administración de ácido fólico en forma de suplemento oral [6,8]. En algunos casos, especialmente en adultos mayores o pacientes con múltiples factores de riesgo nutricional y problemas de absorción, pueden presentarse formas mixtas de anemia megaloblástica. En estas situaciones, los pacientes pueden tener deficiencias tanto de vitamina B12 como de ácido fólico, lo que puede complicar el diagnóstico y tratamiento, ya que ambos nutrientes son necesarios para la producción de UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 8 glóbulos rojos normales. La presencia de deficiencias combinadas requiere una reposición simultánea de ambos nutrientes [6,8]. 5.5.3 CONGENITAS Y ADQUIRIDAS Otra clasificación relevante distingue entre formas congénitas y adquiridas de anemia megaloblástica. Las formas congénitas son raras y están relacionadas con defectos genéticos que afectan el metabolismo de la vitamina B12 o el folato, lo que impide su conversión a formas activas o su absorción adecuada. Por otro lado, las formas adquiridas son más comunes y se desarrollan debido a factores externos, como deficiencias nutricionales, enfermedades gastrointestinales o el uso de fármacos que interfieren con la absorción o el metabolismo de estos nutrientes [6,8]. 2.6 ERROR MOLECULAR (BIOLOGÍA) La falta de vitamina B12 o folato afecta crucialmente la síntesis de timidilato, un componente esencial para la replicación del ADN. La deficiencia deestos nutrientes interrumpe la producción de timidilato, lo que lleva a errores en la división celular. Como resultado, se producen células grandes e inmaduras, que son características de la anemia megaloblástica. Esta alteración en la división celular refleja una incapacidad para formar nuevas células sanguíneas de manera eficiente [8,9]. Además, en la deficiencia de vitamina B12, se observa un acumulamiento de homocisteína y ácido metilmalónico. Ambos compuestos son intermediarios en el metabolismo de la vitamina B12. La acumulación de homocisteína está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, mientras que el aumento de ácido metilmalónico es un marcador específico de deficiencia de vitamina B12 [8,9]. A nivel celular, la deficiencia de folato bloquea el ciclo del folato, lo que impide la regeneración de tetrahidrofolato (THF), una forma activa del folato esencial para la formación de purinas y timidina. Estas moléculas son fundamentales para la síntesis de ADN. El bloqueo del ciclo del folato no solo interfiere con la replicación del ADN en los glóbulos rojos, sino también en otras células del cuerpo, lo que afecta múltiples procesos celulares. Esta deficiencia interrumpe la capacidad de las células para dividirse correctamente, provocando la formación de células grandes y disfuncionales, característica de la anemia megaloblástica [8,9]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 9 2.7 FACTORES DE RIESGO En primer lugar, la deficiencia nutricional es un factor clave. Las dietas pobres en vitamina B12 o ácido fólico, como las que se observan en personas vegetarianas estrictas o aquellas con dietas desequilibradas, aumentan considerablemente el riesgo de esta enfermedad. Ambos nutrientes son esenciales para la producción adecuada de glóbulos rojos y la síntesis de ADN, y su carencia interfiere en estos procesos vitales. El embarazo también es un factor de riesgo significativo, ya que las mujeres embarazadas tienen mayores necesidades de vitamina B12 y ácido fólico. La deficiencia de estos nutrientes durante el embarazo puede afectar tanto a la madre como al feto, con posibles complicaciones como defectos en el tubo neural y preeclampsia [1,4]. El alcoholismo crónico es otro factor importante. El abuso prolongado de alcohol interfiere con la absorción y almacenamiento de vitamina B12 y ácido fólico, además de afectar la función hepática, que juega un papel crucial en el almacenamiento de estas vitaminas. Esta alteración contribuye a un mayor riesgo de desarrollar anemia megaloblástica [1,4]. Las enfermedades gastrointestinales como la enfermedad celíaca, el síndrome del intestino corto o la resección gástrica también son factores de riesgo relevantes. Estas condiciones afectan la capacidad del tracto gastrointestinal para absorber vitamina B12 y ácido fólico, lo que lleva a deficiencias que pueden resultar en anemia megaloblástica [1,7]. La edad avanzada es otro factor que aumenta el riesgo. En los adultos mayores, la capacidad para absorber vitamina B12 disminuye debido a alteraciones en la producción de ácido gástrico. Esta reducción en la absorción de vitamina B12 aumenta la probabilidad de desarrollar anemia [1,7]. Finalmente, el uso de ciertos medicamentos como el metotrexato, los anticonvulsivantes y los antagonistas del ácido fólico puede interferir con el metabolismo de la vitamina B12 y el ácido fólico. Estos fármacos alteran la síntesis de ADN y la producción de glóbulos rojos, lo que contribuye al riesgo de desarrollar anemia megaloblástica [1,7]. Cada uno de estos factores de riesgo puede contribuir de manera significativa al desarrollo de esta condición, y es fundamental identificarlos para una prevención y tratamiento adecuados [1,4]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 10 2.8 ASPECTOS HISTOLÓGICOS En la anemia megaloblástica, los cambios histológicos son evidentes en muestras de sangre periférica y médula ósea, lo que permite identificar la afección a nivel celular [3,4]. En la sangre periférica, los glóbulos rojos presentan un tamaño anormalmente grande, denominado macrocitosis. Esta alteración en el tamaño celular es un signo característico de la anemia megaloblástica. Además, los glóbulos rojos suelen tener núcleos inmaduros, lo que refleja que las células no han alcanzado una maduración completa. También es posible observar células gigantes e inmaduras, lo que indica una producción de células sanguíneas que no está siendo efectiva debido a la falta de vitamina B12 o ácido fólico [3,4]. En la médula ósea, se observa una hiperplasia eritroide, lo que significa un aumento en la producción de precursores de los glóbulos rojos. Sin embargo, a pesar de esta proliferación, las células no maduran adecuadamente, lo que resulta en una producción deficiente de glóbulos rojos funcionales. Este hallazgo se debe a la incapacidad de sintetizar ADN de manera eficaz, un proceso clave para la maduración celular, en presencia de deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico [4,5]. Además, en algunos casos, pueden encontrarse alteraciones en otras líneas celulares, como una disminución en el número de plaquetas y leucocitos, lo que indica una disfunción global de la hematopoyesis. Esto es consecuencia de la deficiencia de los nutrientes esenciales para la producción adecuada de células sanguíneas [4,5]. Estos cambios histológicos son esenciales para el diagnóstico de la anemia megaloblástica y reflejan cómo las deficiencias nutricionales interrumpen los procesos de maduración y proliferación celular en el sistema hematopoyético [4,5]. 2.9 FISIOPATOLOGÍA La fisiopatología de la anemia megaloblástica se basa en un defecto en la síntesis de ADN, provocado por la deficiencia de vitamina B12 (cobalamina) o ácido fólico (folato), ambos nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento de la división celular. La síntesis de ADN es un proceso crítico para la proliferación de todas las células, especialmente las hematopoyéticas de la médula ósea, que requieren una alta tasa de replicación para mantener la producción normal de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Tanto la vitamina B12 como el folato participan en la transferencia de grupos monocarbonados UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 11 necesarios para la formación de nucleótidos, específicamente purinas y timidina, componentes fundamentales del ADN [8,9]. En condiciones normales, el folato se convierte en tetrahidrofolato (THF), una forma activa que participa en la síntesis de timidilato (dTMP) a partir de desoxiuridilato (dUMP). Sin suficiente folato, este proceso se ve bloqueado, lo que lleva a una interrupción en la producción de ADN. Por otro lado, la vitamina B12 actúa como cofactor en la conversión de metilmalonil-CoA a succinil-CoA y en la remetilación de homocisteína a metionina. Cuando hay deficiencia de vitamina B12, se acumula homocisteína en la sangre, lo que no solo altera la síntesis de ADN, sino que también incrementa el riesgo de daño vascular y enfermedades cardiovasculares [9,10]. Como resultado de la alteración en la replicación del ADN, las células precursoras en la médula ósea experimentan una asincronía en la maduración nuclear y citoplasmática: el núcleo, cuyo desarrollo depende del ADN, madura lentamente, mientras que el citoplasma continúa su desarrollo normal. Este desbalance da lugar a la aparición de células grandes con núcleos inmaduros y citoplasmas desarrollados, conocidas como megaloblastos. Estas células son disfuncionales y muchas de ellas mueren en la médula ósea antes de alcanzarla circulación (eritropoyesis ineficaz) [8,9]. Aquellos glóbulos rojos que sí logran madurar y salir a la circulación son anormalmente grandes (macrocitos) y tienen una vida útil más corta. En consecuencia, el paciente desarrolla una anemia caracterizada por macrocitosis, junto con otros hallazgos hematológicos como leucopenia (disminución de leucocitos) y trombocitopenia (disminución de plaquetas), debido al efecto generalizado sobre todas las líneas celulares de la médula ósea [9,10]. 2.10 SIGNOS Y SÍNTOMAS Los signos y síntomas de la anemia megaloblástica varían ampliamente y dependen tanto del nutriente deficiente (vitamina B12 o ácido fólico) como de la duración y gravedad de la deficiencia. En general, los síntomas reflejan la disminución en la capacidad del organismo para transportar oxígeno debido a la reducción en la cantidad y funcionalidad de los glóbulos rojos. Esta deficiencia de oxígeno en los tejidos produce fatiga extrema, debilidad muscular, mareos y una disminución notable en la tolerancia al ejercicio. La palidez cutánea y de las mucosas es otro signo característico, resultado de la hipoxia tisular causada por la UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 12 anemia [4,10]. En casos de deficiencia de vitamina B12, pueden presentarse manifestaciones neurológicas, ya que esta vitamina es esencial para la síntesis de mielina, sustancia que recubre y protege las fibras nerviosas. Su deficiencia conduce a la desmielinización de los nervios periféricos y de la médula espinal, provocando neuropatía periférica que se manifiesta con hormigueo, entumecimiento en manos y pies, sensación de quemazón, y disminución de la propiocepción (percepción del cuerpo en el espacio). También puede producirse ataxia (alteración en la coordinación de los movimientos), que lleva a dificultad para caminar y desequilibrio. En casos avanzados, la deficiencia puede causar trastornos cognitivos, como pérdida de memoria, confusión mental, irritabilidad y, en algunos casos, demencia reversible [4,10]. En ambos tipos de deficiencia, son comunes las manifestaciones orales como la glositis atrófica (lengua lisa, roja y dolorosa), úlceras bucales recurrentes y queilitis angular. Estas lesiones se deben a la rápida renovación celular del epitelio oral, que también se ve afectado por la síntesis ineficaz de ADN [4,10]. En casos más severos o prolongados, especialmente si la anemia no se trata, pueden aparecer síntomas cardiovasculares como disnea (dificultad para respirar), taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca), palpitaciones y dolor torácico, debido al esfuerzo compensatorio del corazón para mantener un adecuado aporte de oxígeno a los tejidos. En situaciones extremas, esto puede evolucionar hacia signos de insuficiencia cardíaca de alto gasto, con edema periférico, fatiga extrema y dificultad respiratoria en reposo [1,10]. Por lo tanto, el cuadro clínico de la anemia megaloblástica puede ser multisistémico, afectando no solo al sistema hematológico, sino también al sistema neurológico, digestivo y cardiovascular, lo que exige un abordaje clínico amplio y un diagnóstico oportuno [1,10]. 2.11 MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO El diagnóstico de la anemia megaloblástica requiere un enfoque integral que combine la evaluación clínica con pruebas hematológicas y bioquímicas específicas. Uno de los primeros estudios indicados es el hemograma completo, que suele mostrar macrocitosis (glóbulos rojos de gran tamaño, reflejados en un volumen corpuscular medio —VCM— elevado), junto con leucopenia (disminución de leucocitos) y trombocitopenia (reducción en UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 13 el número de plaquetas), reflejando el efecto global de la alteración en la síntesis de ADN sobre todas las líneas celulares hematopoyéticas. La presencia de anemia macrocítica con índices reticulocitarios bajos sugiere una producción ineficaz de glóbulos rojos, típica de esta entidad [8,9]. El frotis de sangre periférica proporciona hallazgos morfológicos clave, como la presencia de megaloblastos, macrocitos ovales, neutrófilos hipersegmentados (con más de cinco lóbulos nucleares), y en ocasiones, signos de hemólisis intramedular como esferocitos o esquistocitos [8,9]. Para confirmar el diagnóstico etiológico, es esencial la medición sérica de vitamina B12 y ácido fólico. La deficiencia de uno o ambos micronutrientes puede orientar el tratamiento. Sin embargo, los niveles séricos pueden ser normales en casos de deficiencia funcional o enmascarados por tratamiento reciente, por lo que se complementa con otras pruebas [8,10]. Entre los estudios metabólicos, la cuantificación de homocisteína y ácido metilmalónico (MMA) tiene gran utilidad. Niveles elevados de homocisteína pueden encontrarse tanto en la deficiencia de folato como de vitamina B12, mientras que un aumento del ácido metilmalónico es más específico de la deficiencia de B12, ya que esta vitamina actúa como cofactor en su conversión a succinil-CoA [8,10]. En casos donde se sospeche anemia perniciosa, una causa autoinmune de deficiencia de vitamina B12, puede indicarse la prueba de Schilling, la cual evalúa la capacidad del intestino para absorber B12 marcada radioactivamente, con o sin la presencia del factor intrínseco gástrico. Aunque esta prueba ha caído en desuso en muchos lugares, sigue siendo mencionada como referencia diagnóstica clásica. También pueden solicitarse anticuerpos anti-células parietales gástricas o anti-factor intrínseco [8,10]. Cuando el diagnóstico no es claro o se sospechan otras enfermedades hematológicas coexistentes, se puede recurrir a una biopsia de médula ósea. En la anemia megaloblástica, esta suele revelar una médula hipercelular con megaloblastos (precursores eritroides con núcleos inmaduros y citoplasma maduro), confirmando la asincronía en la maduración nuclear y citoplasmática. También puede evidenciarse eritropoyesis ineficaz con signos de apoptosis intramedular [9,10]. En conjunto, estos métodos permiten no solo confirmar el diagnóstico de anemia megaloblástica, sino también identificar su causa subyacente, lo que es fundamental para UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 14 instaurar un tratamiento adecuado y prevenir secuelas neurológicas irreversibles [9,10]. 2.12 TRATAMIENTO El tratamiento de la anemia megaloblástica tiene como objetivo principal corregir la deficiencia nutricional responsable del trastorno hematológico, así como prevenir las complicaciones neurológicas y sistémicas asociadas. El enfoque terapéutico depende del nutriente deficiente (vitamina B12 o ácido fólico), de la etiología de la deficiencia (nutricional, malabsorción, trastornos autoinmunes, etc.) y de la gravedad del cuadro clínico [3,5]. En casos de deficiencia de vitamina B12, el tratamiento puede iniciarse con inyecciones intramusculares de cianocobalamina o hidroxocobalamina, especialmente si el paciente presenta síntomas neurológicos o existe malabsorción intestinal. Una pauta común consiste en administrar 1000 mcg diarios durante una semana, luego semanalmente durante un mes, y posteriormente mensualmente como mantenimiento. Cuando la causa de la deficiencia es estrictamente dietética (por ejemplo, en vegetarianos estrictos), la suplementación oral con dosis altas (1000-2000 mcg/día) también puede ser efectiva [5,7]. Para la deficiencia de folato, el tratamiento se realiza generalmente por vía oral con ácido fólico a dosis de 1 a 5 mg diarios durante 1 a 4 meses, dependiendo de la severidad del caso y de la normalización de los niveles hematológicos.Es importante descartar una deficiencia concurrente de vitamina B12 antes de iniciar la reposición de folato, ya que el tratamiento exclusivo con ácido fólico en una deficiencia de B12 puede enmascarar la anemia, pero no previene —y puede incluso agravar— las lesiones neurológicas [5,7]. Además del reemplazo farmacológico, es fundamental tratar cualquier condición subyacente que interfiera con la absorción de estos nutrientes. Esto incluye enfermedades como la enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino corto, insuficiencia pancreática, o infecciones parasitarias como teniasis por Diphyllobothrium latum. En casos de anemia perniciosa, puede ser necesario un tratamiento de por vida con vitamina B12, ya que el defecto en la producción de factor intrínseco gástrico suele ser permanente [3,7]. La modificación de la dieta también juega un papel esencial. Se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina B12 como carnes rojas, hígado, pescado, huevos y productos lácteos, así como alimentos ricos en ácido fólico como vegetales de hojas verdes (espinaca, acelga), legumbres, frutas cítricas y cereales UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 15 fortificados [5,7]. Por último, en pacientes con riesgo de deficiencia persistente o recurrente — como aquellos que han sido sometidos a cirugía bariátrica, con enfermedades gastrointestinales crónicas o con uso prolongado de ciertos fármacos (como metformina o inhibidores de la bomba de protones)— se requiere un monitoreo regular de los niveles séricos de vitamina B12 y folato, así como evaluaciones clínicas periódicas para detectar síntomas neurológicos tempranos [5,7]. 2.13 ASPECTOS PSICOLÓGICOS La anemia megaloblástica, además de los impactos fisiológicos, puede provocar alteraciones cognitivas y emocionales importantes, como irritabilidad, apatía, confusión mental e incluso cuadros depresivos, especialmente en los casos asociados a la deficiencia de vitamina B12. El abordaje psicológico exige una evaluación cuidadosa del estado mental del paciente, con el fin de detectar señales tempranas de compromiso neurológico o sufrimiento emocional. Los profesionales de la salud mental deben integrarse al equipo multidisciplinario, promoviendo la escucha activa, el acompañamiento y, cuando sea necesario, la derivación a psicoterapia o psiquiatría [3,9]. 2.13.1 TRATAMIENTO CON EL PACIENTE El tratamiento psicológico del paciente con anemia megaloblástica debe considerar no solo los síntomas físicos, sino también el impacto emocional del diagnóstico, especialmente en casos crónicos o con secuelas neurológicas. Estrategias como la psicoeducación son fundamentales para ayudar al paciente a comprender su condición, adherirse al tratamiento y desarrollar mecanismos de afrontamiento. La autoestima y la calidad de vida pueden verse comprometidas, lo que requiere intervenciones que promuevan el bienestar psíquico [1, 4]. 2.13.2 TRATAMIENTO CON LA FAMÍLIA La familia desempeña un papel fundamental en el apoyo al paciente con anemia megaloblástica, especialmente cuando hay compromiso funcional o en casos de gestación, ancianos o dependencia nutricional. La orientación familiar es esencial para promover empatía, adherencia terapéutica y prevención de conflictos relacionados con el cuidado. Se pueden recomendar sesiones de asesoramiento familiar para facilitar la comunicación y reducir el estrés UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 16 entre los miembros del núcleo familiar [2,10]. 2.13.3 TRATAMIENTO CON LA SOCIEDAD La sociedad aún tiene poco conocimiento sobre las implicaciones neuropsicológicas de la anemia megaloblástica, lo que puede generar estigmatización o negligencia. Las campañas de concientización sobre la importancia de una alimentación rica en vitaminas B9 y B12, además de la detección precoz de la anemia, son estrategias eficaces para reducir prejuicios y promover la inclusión social. La actuación de instituciones de salud y educación puede contribuir a la construcción de una red de apoyo comunitario y políticas públicas más efectivas [5,8]. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 17 3.0 CONCLUSIÓN La anemia megaloblástica es una entidad clínica compleja, cuyo origen se vincula principalmente a la deficiencia de vitamina B12 o ácido fólico, nutrientes esenciales para la síntesis de ADN y el adecuado funcionamiento del sistema hematológico y neurológico. Su fisiopatología implica una alteración en la producción de glóbulos rojos, que se manifiesta a través de síntomas inespecíficos como fatiga y palidez, así como signos neurológicos y psiquiátricos más severos en casos avanzados, particularmente cuando existe una deficiencia prolongada de vitamina B12. El diagnóstico oportuno mediante estudios hematológicos y bioquímicos específicos permite diferenciar entre las causas y establecer un tratamiento dirigido. La corrección de la deficiencia mediante suplementación adecuada, el abordaje de las enfermedades subyacentes y la promoción de hábitos alimentarios saludables son pilares fundamentales en el tratamiento. Asimismo, resulta imprescindible considerar los aspectos psicológicos y neurológicos que afectan de forma significativa la calidad de vida de los pacientes. Un enfoque integral, que combine atención médica, nutricional y emocional, es esencial para lograr una recuperación completa y prevenir complicaciones irreversibles. La detección temprana, la educación del paciente y el seguimiento a largo plazo son estrategias clave para mejorar el pronóstico de esta patología prevenible y tratable. UNIVERSIDAD PRIVADA DEL ESTE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “Prof. Dr. Manuel Riveros” Carrera: MEDICINA – Filial – Ciudad del Este 18 4.0 BIBLIOGRAFIA 1. Santos, G. M. B. J. et al. (2023). Anemia Megaloblástica: Relato de Caso e Revisão de Literatura. Anais Pré-COMASP. 2. Geraldo, A. et al. (2024). Anemia Megaloblástica na Gestação: prevalência, fatores de risco e implicações para a saúde materna e fetal. Revista Saúde dos Vales, 12(1). DOI:10.61164/rsv.v12i1.3147 Revista AlfaUNIPAC 3. Vieira, G. et al. (2024). Anemia megaloblástica induzida por fármacos. Revista Eletrônica Acervo Saúde, 24(2), e15897. DOI:10.25248/reas.e15897.2024 4. Viegas, P. et al. (2020). Anemia megaloblástica nutricional por défice de vitamina B12. Medicina Interna, 27(3), 206-209. 5. Grossi, M. L. F. J. et al. (2020). 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